Libro de Apolodoro

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  • 1 ANNIMO (Siglo XIII)

    LIBRO DE APOLONIO

    Extenso poema narrativo annimo que constituye una de las obras maestras del mester de clereca, conservado en un cdice incompleto y de mala calidad copiado en letra del siglo XIV y que se encuentra en la Biblioteca de El Escorial, que contiene tambin la Vida de Santa Mara Egipcaca y el llamado Libre dels tres Reys d'Orient. Sobre su fecha de composicin, slo se sabe que es posterior al Libro de Alexandre (parece que fue escrito a mitad del siglo XIII). Consta de 656 estrofas que se atienen al esquema formal de la cuaderna va o tetrstico monorrimo: cada una se compone de cuatro versos de catorce slabas (alejandrinos), monorrimos y rima consonante. La temtica se sita a medio camino entre el poema narrativo de aventuras y la novela bizantina (vale incluso la asociacin con el roman o novela de caballeras).

    El Libro cuenta las aventuras de Apolonio, rey de Tiro, y su enfrentamiento con el rey Antoco de Antioqua, a quien acaba sucediendo en el trono, tras diversas aventuras: fantsticas persecuciones, naufragios, peregrinajes, casamientos e incluso ayudas sobrenaturales y milagrosas. El desenlace de tantas y tan variadas peripecias es la entrega del reino de Antioqua a sus descendientes y el retorno feliz de Apolonio al de Tiro.

    Algunos crticos han defendido que las fuentes de este relato podran encontrarse en la novelstica griega de los primeros siglos de la era cristiana, dato que se apoya en las numerosas menciones de la historia de Apolonio que se conocen del primer milenio. Sin embargo, aunque el motivo proceda remotamente de la tradicin helnica, la fuente debi de ser probablemente latina, y tener relacin con alguna de las muchas versiones que se conocen de una Historia Apollonii regis Tiri que haba circulado por toda Europa, al menos desde el siglo X. Del XI se conoce otra versin latina autnoma titulada Gesta Apollonii, y entre ese siglo y el siglo XIV an habran de circular otras reelaboraciones latinas de la misma historia. Esta versin espaola en verso coincide slo parcial y aleatoriamente con cada rama latina, lo cual puede remitir a otra versin latina desconocida y perdida, o a alguna refundicin romance, acaso francesa o provenzal, tambin perdida, porque las adaptaciones vulgares de la historia de Apolonio no slo se dan en Espaa, sino tambin en Alemania, Inglaterra, Francia, Provenza o Italia. El Libro de Apolonio es una obra de extraordinaria belleza de lenguaje y calidad potica, que usa de manera original y artstica complejos recursos poticos, aplicados sobre todo a la descripcin de caracteres y de acciones y peripecias fantsticas. En l se insertan elementos y motivos folklricos que se combinan con la cristianizacin de elementos paganos y la inclusin de avisos morales, en la mejor tradicin del mester de clereca.

    (Enciclonet)

  • 2

    LIBRO DE APOLONIO

    En el nombre de Dios de Santa Mara, si ellos me guiassen estudiar querra, conponer hun romane de nueua maestra del buen rey Apolonio de su cortesa.

    El rey Apolonio, de Tiro natural, que por las auenturas visco grant tenporal, cmmo perdi la fija la muger capdal, cmo las cobr amas, ca les fue muy leyal.

    En el rey Antioco vos quiero comenar, que pobl Antiocha en el puerto de la mar; del su nombre mismo fzola titolar: si estone fuesse muerto nol' deuiera pesar.

    Ca murisele la muger con qui casado era, dexle huna fija genta de grant manera; nol' saban en el mundo de beltat conpanyera, non saban en su cuerpo sennyal reprendedera.

    Muchos fijos de reyes la uinieron pedir, mas non pudo en ella ninguno abenir. Ouo en este comedio tal cosa ha contir, que es para en conejo vergena de deir.

    El pecado, que nunca en paz suele seyer, tanto pudo el malo boluer reboluer que fio ha Antiocho en ella entender, tanto que se quera por su amor perder.

    Ouo a lo peyor la cosa ha venir, que ouo ssu voluntat en ella ha conplir, pero sin grado lo houo ella de consentir, que veyda que tal cosa non era de sofrir.

    La duenya por este fecho fue tan enuergonada que por tal que muriese non quera comer nada; mas huna ama viega que la ouo criada fol' creyer que non era culpada.

  • 3 Fija, dixo, si vergena o quebranto prisiestes, non auedes culpa, que vos ms non pudiestes; esto que uos veyedes en uentura lo ouiestes, allegratuos, senyora, que vos ms non pudiestes.

    Dems yo uos conseio, uos creyer me lo deuedes, al rey vuestro padre vos non lo enfamedes, maguer grant es la prdida, ms val que lo calledes, que al rey a uos en mal preio echedes.

    Ama, dixo la duenya, jams por mal pecado non deue de m padre seyer clamado. Por llamarme l fija tngolo por pesado: es el nombre derechero en amos enfogado.

    Mas quando l non puedo desque s violada, prendr vuestro conseio, la mi nodriia ondrada, mas bien ueo que fuy de Dios desemparada, a derechas m'en tengo de vos aconseiada.

    Bien ss que tanto fue ell enemigo en el rey encarnado que non aua el poder de veyer el pecado; mantena mala vyda era de Dios ayrado, ca non le faa seruiio don' fuese su pagado.

    Por fincar con su fija, escusar casamiento, que pudiesse con ella conplir su mal taliento, ouo ha ssosacar hun mal ssosacamiento: mostrgelo el diablo, vn bestin mascoriento.

    Por fincar sin vergena, que non fuese reptado, faa huna demanda vn argumente errado: al que lo adeuinase que gela dara de grado, el que no lo adeuinase sera descabeado.

    Auan muchos por aquesto las cabeas cortadas, sedan sobre las puertas de las almenas colgadas. Las nueuas de la duenya por mal fueron sonadas, a mucho buen donel auan caras costadas.

    La verdura del ramo escome la raz, de carne de mi madre engruesso mi seruiz. El que adeuinase este vieso qu ditz, esse aura la fija del rey enperadriz.

  • 4

    El rey Apolonio, que en Tiro regnaua, oy daquesta duenya qu'en grant preio andaua; quera casar con ella, que mucho la amaua, la hora del pedir veyer non la cuydaua.

    Vino ha Antiocha, entr en el reyal, salu al rey Antiocho a la corte general, demandle la fija por su muger capdal, que la metri en arras en Tiro la cibdat.

    La corte de Antiocha, frenme de grant uertut, todos ouieron duelo de la su juuentut. Dian que non se supo guardar de mal englut, por mala de nigromania perdi buena salut.

    Luego de la primera, demeti su ran: toda la corte escuchaua, tena buena san. Psol' el Rey la sua proposicin: que le dara la cabea o la soluin.

    Como era Apolonio de letras profundado, por soluer argumentos era bien dotrinado; entendi la fallena el suio pecado como si lo ouiese por su ojo prouado.

    Aua grant repintenia porque era h uenido, entendi bien que era en fallena cado, mas, por tal que no fuese por bauieca tenido, dio a la pregunta buen responso conplido.

    Dixo: Non deues, rey, tal cosa demanar, que a todos aduze uergena pesar: esto si la uerdat non quisieres negar, entre t tu fija sse deue terminar.

    T eres la raz, tu fija el imal; t pereces por ella, por pecado mortal, ca la fija ereda la depda carnal, la qual t su madre auiedes cominal.

    Fue de la profeca el rey muy mal pagado, lo que sienpre buscaua ya lo haua fallado, metilo en locura muebda del pecado,

  • 5 aguisle, en cabo, como fuesse mal porfaado.

    Maguer por encobrir la ssu inyquitat, dxol' Apolonio quel' dixera falsedat, que non lo querra fer por nenguna eredat, pero todos asmauan que dixera verdat.

    Dxol' que metra la cabea ha perder, que la adeuinana non podra asoluer. Avn trenta das le quiso anyader, que por mengua de plao non pudiese cayer.

    Non quiso Apolonio en la vylla quedar, tena que la tardana poda en mal finar, triste desmarrido pens de naueyar, fasta que fue en Tiro l non sse dio bagar.

    E el pueblo fue alegre quando vieron su senyor, todos lo querin veyer que hauin d'l ssabor; rendan grandes chicos gracias al Criador, la villa los pueblos todos en derredor.

    Encrrase Apolonio en sus cmaras priuadas, do teni sus escritos sus estorias notadas; rez sus argumentos, las fazanyas passadas, caldeas latines, tres o quatro vegadas.

    En cabo, otra cosa non pudo entender que al rey Antioco pudiese responder; cerr sus argumentos, dexse de leyer, en laerio sin fruto non quiso contender.

    Pero mucho tena que era mal fallido, en non ganar la duenya ssallir tan escarnido; quanto ms comida qu l'aua conteido, Tanto ms se tena por peyor confondido.

    Dixo que non poda la vergena durar, mas quera yr perdersse o la uentura mudar; de pan de tresoro mand mucho cargar, metise en auenturas por las ondas del mar.

    Pocos leu conssigo, que no lo entendiessen, fuera ssus criaones otros no lo sopieron;

  • 6 nauearon apriessa, buenos vientos ouieron, arribaron en Tarsso, trmino h prisieron.

    En el rey Antioco vos queremos tornar, non nos deuiemos ende tan ana quitar: aua de Apolonio yra grant pesar, querralo de grado, ssi lo pudiese, matar.

    Clam a Taliarco, que era su priuado, el que de sus conseios era bien segurado; auanlo en su casa de pequenyo criado, acomendl' que fuese recapdar hun mandado.

    Dixo el rey: Bien sepas, el mo leyal amigo, e non dira a otrie esto que a ti digo, que s de Apolonio capital enemigo, quiero fablar por esto mi conseio contigo.

    De lo que yo faa l me descubierto, numca me fabl ombre ninguno tan en cierto, mas, si me lo defiende poblado nin yermo, tenerme a por nada, ms que vn seco ensierto.

    Yo te dar tresoros quantos t quisieres; da contigo en Tiro quanto t ms pudieres, por gladio o por yerbas, si matar lo pudieres, desde aqu te prometo qual cosa t quisieres.

    Talierco non quiso grande plao prender, por amor que ficiesse a su sennyor plaer, priso mortal conseio, aguis grant auer, fve al rey de Tiro seruiio prometer.

    Quando entr en Tiro, fall h grandes llantos: los pueblos doloridos, afiblados los mantos, lgrimas sospiros, non otros dules cantos, faiendo oraciones por los logares santos.

    Vio cosa mal puesta, ciudat tan denegrida, pueblo tan desmayado, la gente tan dolorida; demand que esta cuyta por qu'era h venida, por qu toda la gente andaua amortida.

    Respsol' hun ombre bueno, bien raonado era:

  • 7 Amigo, bien paree que eres de carrera, si de la tierra fueses, cuyta auris llenera, diras que nunqua vieras tal en esta ribera.

    El rey nuestro senyor, que nos sola mandar, Apolonio le dizen por nombre, si lo oste contar, fue a Antioco su fija demandar; nunqua podra con ombre ms honrrado casar.

    Psol' achaque mala, non la pudo ganar, tuoselo a onta por sin ella tornar, mouylo de su casa vergena pesar; a qul parte es cado non lo podemos asmar.

    Auiemos tal senyor qual a Dios demandamos, si ste non auemos nunqua tal esperamos; con cuyta non sabemos qul conseio prendamos, quando rey perdemos nunqua bien nos fallamos.

    Fue con aquestas nueuas Taliarco pagado, teni que su negoio aui bien recabado; tornse al rey Antioco que lo aui enbiado, por contarle las nueuas dezirle el mandado.

    Dxol' que de Apolonio fuesse bien descuydado, que era con su miedo de tierra desterrado. Non ser, diz Antioco, en tal logar alado que de m lo defienda yermo nin poblado.

    Puso, avn sin esto, ley mala complida: quiquiere que lo matase o lo prisiese a vida que le dari de sus aueres huna buena partida, al menos ient quintales de moneda batida.

    Confonda Dios tal rey, de tan mala mesura, biua en pecado asmaua locura: que queri matar al omne que dixera derechura, que abri la demanda que era tan escura.

    Esto fai el pecado que es de tal natura, ca en otros muchos en que mucho atura a pocos das dobla, que traye gran abscura: traye mucho enxemplo desto la escriptura.

  • 8 Por encobrir vna poca de enemiga, perjrase omne, non comide qu diga; del omne periurado es la fe enemiga, esto que yo vos digo la ley vos lo pedrica.

    Esto mismo contese de todos los pecados: los hunos con los otros son todos enlaados, si no fueren ana los hunos emendados, otros mucho mayores son luego ayuntados.

    De hun ermitanyo santo oyemos retrayer, porque'l fio el pecado el vino beuer, ouo en adulterio por ello a cayer, depus en adulterios las manos a meter.

    Anthioco, estando en tamanya error, andaua, si pudiese, por fer otra peyor; del pecado primero si ouiese dolor, de demandar tal cosa non aura sabor.

    Commo dize el prouerbio, que suele retrayer, que la copdiia mala saco suele ronper, fio la promesa a muchos falleer, que lo querran de grado ho matar o prender.

    Por negra de cobdicia, que por mal fue aparada, por ganar tal tresoro, ganancia tan famada, muchos auin cobdiia, non la tenin elada, por matar a Apolonio por qualquiere entrada.

    Los que sola tener por amigos leyales tornados se les son enemigos mortales, Dios confonda tal sieglo: por ganar dos mencales se trastornan los omnes por sseer desleyales.

    Mand labrar Antioco naues de fuerte madera, por buscar a Apolonio, tollerlo de carrera, bastirlas de poderes, de armas de iuera, mas aguis Dios la cosa en otra manera.

    Dios, que nunqua quiso la soberuia sofrir, destorb esta cosa, non se pudo conplir, nol' pudieron fallar nil' pudieron nozir; deuiemos a tal senyor laudar bendizir.

  • 9

    El rey Antioco vos quiero destaiar, quiero en Apolonio la materia tornar: en Tarso lo lexamos, bien nos deue membrar.

    Quando lleg a Tarso, como llazdrado era, fizo echar las ncoras luego por la ribera; vio logar adabte, sabrosa estanera, por folgar del lazerio de la mala carrera.

    Mand comprar conduchos, encender las fogueras, aguisar los comeres, sartenes e calderas, adobar los comeres de diuersas maneras: non costauan dinero manteles ni forteras.

    Los que sabor an de su conducho prender, duangelo de grado non lo queran vender, aua toda la tierra con ellos gran plazer, que era mucho cara hauanlo menester.

    Mala tierra era, de conducho menguada, aui gran carasta, era de gente menguada, podri comer hun ninyo rafez la dinarada, conbri tres el yuguero quando vinise de la arada.

    Como era Apolonio omne bien raonado, vinyn todos veyerle, fazanle aguisado; non se parti d'l null omne despagado.

    Vino hun ombre bueno, Elnyco el cano, era de buena parte, de das aniano, meti en l mientes, prsolo por la mano, apartse con l en hun campiello plano.

    Dxol' el omne bueno que aui d'l dolor, aprisiera las nueuas, era bien sabidor. Ay, rey Apolonio, digno de grant valor, si el tu mal supieses deuis auer dolor!

    Del rey Antioco eres desafiado, nin en iudat ni en burgo non sers albergado, quien matar te pudiere ser bien soldado, si estorer pudieres sers bien auenturado.

  • 10 Respondi Apolonio como ascalentado: Dgasine omne bueno, s a Dios ayas pagado, por qul razn Antioco me anda demandando, e, al quien me matar', qul don le atorgado?.

    Por esso te copdicia o matar ho prender, por lo que es l, t quisiste seyer; ient quintales promete, que dar de su auer, al qui la tu cabea le pudiere render.

    Estone dixo Apolonio: Non es por el mo tuerto, ca yo non fie cosa por que deua seyer muerto, mas Dios, el mo sennyor, nos dar buen esfuero, l que de los cuytados es carrera puerto.

    Mas por quanto la cosa me feiste entender, en amor hi en grado te lo deuo tener; dems quiero que lieues tanto del mo auer quanto dari Antioco por a m confonder.

    Este puedes en saluo sin pecado leuar, que asme t buscado plaer non pesar; non pierdas tu derecho, qua me podris reptar, podra yo por ello grauemientre pecar.

    Fabl el omne bueno, diol' fermosa respuesta: Meret, ya rey! graias por la promesa vuestra, que amiztat vender non es costumbre nuestra; quien bondat da por preio malamiente se denuesta.

    Dios a todo cristiano que su nombre touiere, tal omne le depare, quando mester l'ouiere; dems omne nin fembra que deste omne oyere deue tener su loa demientre que visquiere.

    Elnico, de miedo que seri acusado porque con Apolonio fai tan aguisado, despidisse del rey, su amor asentado, torn para la villa su manto afiblando.

    Fue en esta facienda Apolonio asmando, vey que se le yua su cosa mal parando, sabin que lo andauan muchos omnes buscando, teni que lo matarin durmiendo o velando.

  • 11

    Pensando en esta cosa, ms triste que pagado, vio hun burzs rico bien adobado: Estrngilo le dizen, ombre era onrrado, saclo a conseio a hun lugar apartado.

    Quiero, diz Apolonio, contigo fablar, dezirte mi faienda, tu conseio tomar: onbres de Antioco me andan por matar, preso ser trado si me pueden fallar.

    Si uos me encubrisedes por vuestro buen estar, querra algn tiempo conbusco aqu morar; si el coneio quisiere aquesto otorgar, qedo a toda Tarso grant gualardn dar.

    Estrngilo respuso, ca bien lo conosci: Rey, diz, esta villa sofrir non te podra, grant es la tu nobleza, grant logar merea, esta villa es muy cara, sofrir non te podra.

    Pero saber querra de ti huna faienda: con el rey Antioco, por qu ouiste contienda? Si en su yra yaes, non s qu te defienda, fuera el Criador o la su santa comienda.

    Recudil' Apolonio a lo quel' demandaua: Porquel' pidi la fija, que l mucho amaua, et quel' termin el viesso con que nos embargaua, por esso me seguda, ca esso lo agrauiaua.

    En la otra razn te quiero recodir, ca dizes que la villa non me podri sofrir, yo vos dar del trigo que mand adozir, ient mil moyos por qenta, mandatlos medir.

    Druoslo he a conpra, pero de buen mercado, como vali en Tiro do lo houe comprado. Dems, el precio todo, quando fuere llegado, para la cerqua de la villa quiero que seya dado.

    Estrngilo fue alegre tuose por guarido, besuale las manos en tierra debatido. Diz: Ay rey Apolonio en buena ora fuste venido,

  • 12 que en tan fiera cuyta nos as t acorrido!

    Rey, bien te lo conuengo, quiero que lo tengamos, que nos plega contigo que te reibamos; qual pleyto t quisieres nos tal te le fagamos; si menester te fuere, que contigo muramos.

    Estrngilo, por la cosa ms en recabdo poner, por buscar a Apolonio tan estranyo plaer, entr en la iudat, mand pregn meter que se llegassen a conejo, qua era menester.

    En poco de rato fue coneio plegado, uoles a deir Estrngilo el mandado. Seya, dixeron todos, puesto otorgado, deui seyer en vida tal omne adorado.

    Cumpliles Apolonio lo que les dicho aua, guaresi hun gran pueblo que de fambre mura, vali por la villa mas que nunca vala, non era fi de nemiga qui tal cosa faa.

    El rey de los iellos es de grant prouenia, siempre con los cuytados ha su atenenia, en valerles a las cuytas es tota su femenia; deuemos seyer todos firmes en la sua tenencia.

    Da cuytas a los omnes que se les faga temer, non cata a sus pecados, vinelos acorrer, sabe maestramientre sus conseios prender, trebeia con los omnes a todo su plaer.

    El rey Apolonio, de facienda granada, aua toda la tierra en su amor tornada, por qual logar quera faa su posada, qui non lo bendia non se tena por nada.

    Tanto queran las gentes de onrra le buscar, fiieron en su nombre hun dolo labrar, fizieron en hun mrbor el escrito notar del bueno de Apolonio qu fizo en ese logar.

    Pusironlo drecho en medio del mercado, sobre alta columna, por seyer bien alado,

  • 13 fasta la fin del mundo el sieglo pasado, el don de Apolonio non fuese oluidado.

    Fizo por gran tienpo en Tarso la morada, era con l la tierra alegre pagada; conseil' vn su huspet, con qui aua posada, que fuese a Pentpolin a tener la yuernada. Rey, dixo Estrngilo, si me quisieres creyer, dart' buen conseio si me l' quisieres prender, que fueses a Pentpolin vn yuierno tener, sepas que aurn contigo gran plaer.

    Sern estos rodos por la tierra sonados, contra el rey Antioco seremos acusados; mour sobre nos huestes por malos de pecados; seremos en grant cuyta si fuermos ercados.

    Somos, como t sabes, de conduchos menguados, para meternos en erqua somos mal aguisados; si venernos pudieren, como venrrn yrados, sin consentimiente seremos todos estragados.

    Mas quando entendieren que t eres alado, esto seri ana por las tierras sonado, derramari Antioco luego su fonsado, tornars t en Tarso biurs segurado.

    Pgome, diz Apolonio, que fablas aguisado. Cargaron las naues de vino de cezina, et otros fiieron de pan de farina, de buenos marineros que sabin bien la marina, que conosen los vientos que se camian ana.

    Quando houo el rey de Tarso a sallir, por entrar en las naues en altas mares sobir, non queran las gentes ante d'l se partir, fasta que los ouieron las ondas a partir.

    Plorauan con l todos, dolinse de su yda; rogauan que fiziesse ana la venida, a todos semeiaua amarga la partida. De tal amor me pago tan dule tan complida!

    Ouieron en fuerte punto las naues ha partir,

  • 14 avin vientos derechos, fainles bien correr, non podin los de Tarso los ojos dellos toller fasta que se fueron yendo ouieron a trasponer.

    El mar, que nunqua touo leyaltat ni belmez, cmiase priuado ensnyase rafez, suele dar mala aga, ms negra que la pez: el rey Apolonio cay en essa vez.

    Quanto tenin dos horas, abez auan andado, boluironse los vientos, el mar fue conturbado, nadauan las arenas, el iello leuantando, non aui h marinero que non fuese conturbado.

    Non les valin las ncoras, que non podin trauar, los que eran maestros non podin gouernar; aluanse las naues, queranse trastornar, tanto que ellos mismos non se sabin conseiar.

    Cuytles la tempesta el mal temporal, perdieron el conseio el gouierno capdal, los rboles de medio todos fueron a mal, gurdenos de tal cuyta el Senyor Espirital!

    Ca como Dios quiso houo la cosa de seyer, ouironse las naves todas a pereer, de los omnes nenguno non pudo estorer, fueras el rey solo que quiso Dios valer.

    Por su buena ventura qusol' Dios prestar, ouo en hun madero chico las manos ha echar; lazdrado mesquino de vestir calar, a tierra de Pentpolin ouo de arribar.

    Quando el mar le ouo ha trmino echado, cay el omne bueno todo desconortado; non fue bien por dos das en su recuerdo tornado, ca mal trado era fuera mal espantado.

    Plogo al Rey de Gloria cobr su sentido; fallse todo solo, menguado de vestido; menbrle de su faienda cmo le aui contesido: Mesquino, dixo, que por mal fuy nasido!

  • 15 Dex muy buen reyno do biua onrrado, fuy buscar contienda, casamiento famado; gan enamiztat, sall dende aontado, et torn sin la duenya, de muerte enamiztado.

    Con toda essa prdida, si en paz me souis', que con despecho loco de Tiro non sallis', mal ho bien esperando lo que darme Dios quisis', ninguno non me llorasse de lo que me abinis'.

    Desque de Tiro era sallido arredrado, auame mi ventura en tal logar echado; si su ermano fuese con ellos criado, yo seyer non podra entr'ellos ms amado.

    Mouime el pecado, fzom' ende sallir, por fer de m escarnio, su maleza complir; diome en el mar salto, por ms me desmentir, ovo muchas ayudas por a m destrouir.

    Fizo su atenenia con las ondas del mar, vinironle los vientos todos a ayudar, semeiaua que Antioco los enuiara rogar, o se queran ellos comigo engraciar.

    Nunqua deua omne en las mares fiar, traen lealtat poca, seben mal solazar, saben al reebir buena cara mostrar, dan con omne ana dentro en mal logar.

    Estaua en tal guisa su ventura reptando, vertiendo de los ojos, su cuyta rencurando, vio hun omne bueno que andaua pescando; cabo de huna pinaa, sus redes adobando.

    El rey, con gran vergena porque tan pobre era, fue contra'l pescador, sallle a la carrera: Dios te salue!, le dixo luego de la primera. El pescador le respuso de sabrosa manera.

    Amigo, dixo el rey, t lo puedes veyer, pobre s mesquino, non trayo nuyll auer; s Dios te benediga, que te caya en plaer, que entiendas mi cuyta que la quieras saber.

  • 16

    Tal pobre qual t veyes, desnudo lazdrado, rey s de buen regno, richo abondado, de la ciudat de Tiro, do era mucho amado. Dizinme Apolonio por nombre senyalado.

    Biua en mi reyno viioso onrrado, non saba de cuyta, biua bien folgado, tename por torpe por menoscabado porque por muchas tierras non aua andado.

    Fuy a Antiocha casamiento buscar; non recab la duenya, ueme de tornar. Si con esso fincase quito en mo logar, non auri de m fecho tal escarnio la mar.

    Furtme de mis parientes fize muy gran locura, metme en las naues con huna noche escura; ouyemos buenos vientos, guinos la ventura, arribamos en Tarsso, tierra dule segura.

    Trobamos buenas gentes, llenas de caridat, fazin contra nos toda vmilitat; quando dende nos partiemos, por dezirte verdat, todos fazin gran duelo de toda voluntat.

    Quando en la mar entramos, fazi tiempo pagado; luego que fuemos dentro, el mar fue conturbado; quanto nunca traa all lo he dexado; tal pobre qual t veyes, abez s escapado.

    Mis vasallos, que eran comigo desterrados, averes que traa, tresoros tan granados, palafrs mulas, cauallos tan preciados, todo lo he perdido por mis malos pecados.

    Sbelo Dios del ielo que en esto non miento, mas non muere el omne por gran aquexamiento, si yo yogus' con ellos aura gran plazimiento!, sino quando viene el da del pasamiento.

    Mas quando Dios me quiso a esto aduzir, que las limosnas aya sin grado a pedir, rugote que, s puedas ha buena fin venir,

  • 17 que me des algn conscio por pueda beuir.

    Call el rey en esto fabl el pescador, recudil' como omne que haua d'l grant dolor. Rey, dixo el omne bueno, desto ss sabidor en gran cuyta te veyes, non podris en mayor.

    El estado deste mundo siempre as andido, cada da sse camia, nunca quedo estido; en toller en dar es todo su sentido, vestir al despoiado despoiar al vestido.

    Los que las auenturas quisieron ensayar, a las vezes perder, a las vezes ganar, por muchas de maneras ouieron de pasar; quequier que les abenga anlo de endurar.

    Nunqua sabrin los omnes qu eran auenturas, si no perdiessen prdidas ho muchas majaduras; quando an passado por muelles por duras, despus sse tornan maestros cren las escripturas.

    El que poder ouo de pobre te tornar, pudete, si quisiere, de pobreza sacar; non te querran las fadas, rey, desmanparar, puedes en poca d'ora todo tu bien cobrar.

    Pero tanto te ruego, sey oy mi conbidado; de lo que yo houiere, sseruirte he de buen grado; vn vestido he solo, fflaco muy delgado, partirlo he contigo tente por m pagado.

    Fendi su vestido luego con su espada, dio al rey el medio leulo a su posada; diol' qual ena pudo, non le ascondi nada, aua meior enada en alguna vegada.

    Otro da manyana, quando fue leuantado, gradei al omne bueno mucho el ospedado; prometil' que si nunca cobrasse su estado: El seruicio en duplo te ser gualardonado.

    Asme fecho, huspet, grant piedat, mas rugote encara, por Dios tu bondat,

  • 18 quen muestres la va por h vaya a la iudat. Respsole el omne bueno de buena voluntat.

    El pescador le dixo: Sennyor, bien es que vayas, algunos buenos omnes te darn de sus sayas; si conseio non tomas qual t menester ayas, por quanto yo houyere, t lazerio non ayas.

    El benedito huspet metilo en la carrera, demostrle la va, ca bien aerqua hera; lleglo a la puerta que fall ms primera, possse con vergenza fuera a la carrera.

    Avn por venir era la ora de yantar, sallinse los donzelles fuera a deportar, comenzaron luego la pellota jugar, que solan ha esse tiempo esse jugar.

    Metise Apolonio, maguer mal adobado, con ellos al trebeio, su manto afiblado; abini en el juego, fazi tan aguisado como si fuesse de pequenyo h criado.

    Fazala yr derecha quando le daua del palo, quando la reibi nol' salla de la mano; era en el depuerto sabidor liuiano: entendri quien se quiere que non era villano.

    El rey Architartres, cuerpo de buenas manyas, sallise ha deportar con sus buenas companyas; todos trayn consigo sus vergas sus canyas, eguales bien fechas, derechas estranyas.

    Touo mientes ha todos, cada huno cmo jugaua, cmo feri la pella o cmo la recobraua; vio en la rota, que espessa andaua, que toda la meiora el pobre la leuaua.

    Del su continiente ouo grant pagamiento, porque toda su cosa leuaua con buen tiento; semeil' omne bueno, de buen entendimiento; de deportar con ll tom grant taliento.

    Mand posar los otros, quedar toda la rota;

  • 19 mand que les dexassen a amos la pellota. El capdiello de Tiro, con su mesquindat toda, bien se alimpiaua los oios de la gota.

    Ouo gran pagamiento Architrastes del juego; que grant omne era entendigelo luego. Dixo al pelegrino: Amigo, yo te ruego que yantes oy comigo, non busques otro fuego.

    Non quiso Apolonio atorgar el pedido, ca non dixo nada, de vergena perdido; todos lo combidauan, maguer mal vestido, ca bien entendin todos dnde era estorido.

    Vino en este comedio la hora de yantar, ouo en la villa el rey a entrar; derramaron todos, cada huno por su lugar, los hunos a los otros non se querin esperar.

    Apolonio de miedo de la corte enojar, que non teni vestido ni adobo de prestar, non quiso de vergena al palaio entrar: tornse de la puerta, comenz de llorar.

    El rey non touo mientes fasta que fue entrado; luego lo vio menos quanto fue assentado. Llam a vn escudero, que era su priuado, preguntl' por tal omne, que d era parado.

    Sall ell escudero fuera, vio cmo se`ya, torn al rey dixo que vergena aua, ca peligr en la mar, perdi quanto tra`ya, con mengua de vestido entrar non s'en treva.

    Mandl' el rey vestir luego de panyos honrrados, los meiores que fueron en su casa trobados; mand que lo metiessen suso a los sobrados, do los otros donzelles estauan asentados.

    Dixo el rey: Amigo, t escoie tu logar, t sabes tu fazienda, con quin deues posar; t cata tu mesura como deues catar, ca non te connyosemos podriemos errar.

  • 20 Apolonio non quiso con ninguno posar, mandsse, en su cabo, hun escanyo poner, de derecho del rey non se quiso toller, mandl' luego el rey quel' diessen a comer.

    Todos por el palaio comin a grant poder, andauan los seruientes cada huno con su mester; non podi Apolonio las lgrimas tener, los conduchos quel' dauan non los podi prender.

    Entendilo el rey, comenle de fablar: Amigo, diz, mal fazes, non te deuis quexar; sol' que t quisieres la cara alegrar, Dios te dara conseio, non se te podri tardar.

    El rey Architrastres, por la corte ms pagar, a su fija Luiana mandla h venir; la duenya vino luego, non lo quiso tardar, ca quiso a ssu padre obediente estar.

    Entr por el palaio la infante bien adobada, bes al rey manos, commo bien ensenyada, salu a los ricos omnes a toda su mesnada: fue la corte desta cosa alegre pagada.

    Finc, entre los otros, oio al pelegrino, quiso saber quin era ho de qul parte venido. Fija, dixo el rey, omne es de camino; oy tan bien el juego ninguno non auino.

    Siruime en el juego, onde s su pagado, pero non lo conosco, le yo muy gran grado. Segunt mi connyoscenia, del mar es escapado, grant danyo preso, onde est desmayado.

    Fija, si vos queredes buscarme gran plaer, que vos yo siempre aya mucho que gradeer, sabet de su fazienda quanto pudierdes saber, contra ll que sepamos cmo nos captener.

    Aguisse la duennya de toda voluntat, fue contra Apolonio con gran simpliitat; fue luego diziendo palabras de amiztat, como cosa ensennyada que amaua bontat.

  • 21

    Amigo, dixo ella, faes grant couarda, non te sabr conponer entre tal companna; semeiaua que non amas gozo nin alegra; tenmostelo todos a muy gran villana.

    Si lo fazes por prdida que te es auenida, si de linage eres, tarde se te oluida, es tota tu bondat en fallencia cada, pocol' mienbra al bueno de la cosa perdida.

    Todos dizen que eres omne bien ensenyado, veyo que es el rey de ti mucho pagado; el tu buen continente que hauas mostrado con esta gran tristeza todo lo as afollado.

    Pero que eres en tan grande dolor, quiero que por m fagas aqueste amor: que digas el tu nombre al rey mo senyor; de saber de tu fazienda avriemos gran sabor.

    Respondi Apolonio, non lo quiso tardar, dixo: Amiga cara, bscasme grant pesar, el nombre que haua, perdlo en la mar, el mo linage en Tiro te lo sabrin contar.

    Porfile la duenya, non lo quiso dexar. Dixo: S Dios te faga a tu casa tomar, que me digas el nombre que te suelen llamar; sabremos contra ti cmo deuemos far.

    Comen Apolonio, de sospiros cargado, dxol' toda su cuyta por aua pasado, su nombre su tierra qul era su regnado; bien lo ascuch la duenya uole gran grado.

    En cabo, quando houo su cosa bien contada, el rey fue ms alegre, la duenya fue pagada. Queri tener las lgrimas, mas nol' vala nada: renousele el duelo la hocasin passada.

    Estonze dixo el rey: Fija, fe que deuedes, si Apolonio llora, non vos marauelledes, tal omne atal cuyta vos venir non sabedes,

  • 22 mas vos me pensat d'l si a m bien queredes.

    Fizisteslo llorar, audeslo contristado, pensat cmo lo tornedes alegre pagado, fazetle mucho algo, que omne es honrrado: fija, ren non dubdedes fazet aguisado.

    Aguissse la duenya, fizironle logar, tenpr bien la vihuella en hun son natural; dex cayer el manto, parse en hun brial, comen huna laude, omne non vio atal.

    Faza fermosos sones fermosos debaylados, quedaua, a sabiendas, la boz a las vegadas; faza a la viuela dezir puntos ortados, semeiaua que eran palabras afirmadas.

    Los altos los baxos, todos della dizan, la duenya la viuela tan bien se abinin que lo tenin ha fazannya quantos que lo vehin. Faza otros depuertos que mucho ms valin.

    Alabuanla todos, Apolonio callaua; fue pensando el rey por qu l non fablaua, demandle dxol' que se marauellaua, que con todos los otros tan mal se acordaua.

    Recudi Apolonio como firme varn: Rey, de tu fija non digo si bien, non, mas, si prendo la vihuela, cuydo fer hun tal son, que entendredes todos que es ms con razn.

    Tu fija bien entiende huna gran partida, comien bueno es bien entendida, mas an non se tenga por maestra complida: sio dezir quisiere, tngase por venida.

    Amigo, dixo ella, s Dios te benediga, por amor, si la as, de la tu dule amiga, que cantes huna laude en rota ho en gigua; si no, asme dicho soberuia enemiga.

    Non quiso Apolonio la duenya contrastar, priso huna viuela spola bien tenprar,

  • 23 dixo que sin corona non sabri violar, non quera, maguer pobre, su dignidat baxar.

    Ouo desta palabra el rey muy gran sabor, semeile que le yua amansando la dolor; mand de sus coronas aduzir la meior, diola a Apolonio, hun buen violador.

    Quando el rey de Tiro se vyo coronado, fue de la tristeza ya quanto amansando; fue cobrando el seso, de color mejorando, pero non que houiesse el duelo oluidado.

    Al contra la duenya vn poquiello el eio, fue ella de vergenza presa hun poquelleio, fue trayendo el arquo egual muy pareio, abs cabi la duenya de gozo en su pelleio.

    Fue leuantando hunos tan dules sones, doblas debayladas, temblantes semitones; a todos alegraua la boz los corazones; fue la duenya toquada de malos aguigones.

    Todos por huna boca dizin afirmauan que Apolo nin Orfeo, mejor non violauan; el cantar de la duenya, que mucho alabauan, contra el de Apolonio nada non lo preciauan.

    El rey Architrastres non sera ms pagado sy ganasse hun regno ho hun rico condado. Dixo ha altas bozes: Desque yo fuy nado non vi, segunt mo sseso, cuerpo tan acabado.

    Padre, dixo la duenya al rey su sennyor, vos me lo condonastes que yo, por vuestro amor, que pensasse de Apolonio quanto pudiesse meior, quiero desto que me digades cmo auedes sabor.

    Fija, dixo el rey, ya vos l' mandado, seya vuestro maestro, auetlo atorgado; dalde de mi trasoro, que tenedes alado, quanto sabor ouiredes, que ll seya pagado.

    E con esto la fija, qu'el padre seguraua,

  • 24 torn a Apolonio alegre pagada. Amigo, diz, la graia de el rey as ganada, desque s tu diipla, quirote dar soldada.

    Quirote dar de buen oro dozientos quintales, otros tantos de plata muchos seruiiales; aurs sanos conduchos los vinos naturales, tornars en tu fuera con estas cosas atales.

    Plogo a Apolonio, tuose por pagado porque en tanto tienpo aui bien recabado; penss bien de la duenya, ensenyuala de grado.

    . . . . . . . . . . . . . .

    Fue en este comedio ell estudio siguiendo, en el rey Apolonio fue luego entendiendo; tanto fue en ella el amor enendiendo, fasta que cay en el lecho muy desflaquida.

    Buscronle maestros que le fiziesen metga, que sabin de la fsica toda la maestra, mas non h fallaron ninguna maestra nin arte por que pudiesen purgar la maleta.

    Todos auan pesar de la su enfermedat, porque non entendan de aqulla la uerdat; non teny Apolonyo ms triste su voluntat en la mayor cuyta que houo por verdat.

    El rey Architrastres fyeramientre se doli, non aui marauylla que fija la auy, pero con Apolonyo grant conorte prendi, el amor de la fija en l lo pony.

    Ouo sabor hun da el rey de caualgar, andar por el mercado, ribera de la mar; fizo ha Apolonio, su amigo, llamar, rogle que sallyese con l ha deportar.

    Prsolo por la mano, non lo quera mal, vyeron por la ribera mucho buen menestral: burzeses burzesas, mucha buena senyall, sallieron al mercado, fuera al reyal.

  • 25

    Ellos as andando, huno con otro pagados, vynieron tres donzeles, todos bien adobados; fijos eran de reyes, ninyos bien ensenyados, fueron bien reebidos commo omes muy honrrados.

    Todos fablaron luego por lo vynin recabdar, por amor si pudiesen luego ha sus tierras tornar; todos vinyn al rey la fija le demandar, sy ganarla pudiesen por con ella casar.

    Rey, dixeron ellos, tienpos ha pasados que te pidiemos tu fija, cada huno con sus regnados; echstelo en fabla, estamos afiuzados, por hor tu repuesta somos a ti tornados.

    Somos entre nos mismos as acordados: a qual t la dieres que seyamos pagados, estamos en tu fiuza todos tres enredados, an ha yr, en cabo, los dos envergonados.

    Respondiles el rey: Amigos, bien fiziestes, que en esti conseio tan bien vos abiniestes, pero por recapdarlo en mal tiempo vinyestes, la duenya es enferma, entenderlo pudiestes.

    Dell estudio que lieua estando enflaquida, que es de la flaqueza en enfermedat cada, por malos de pecados en tanto es venida que son desfiuzados los metges de su vida.

    Pero non me semeia que en esto andedes; escreuit sendas cartas, ca escreuir sabedes; escreuit vuestros nombres, qu arras le daredes: qual ella escoiere otorgado lo auredes.

    Escriuieron sendas cartas, que eran escriuanos; escriuyeron sus nombres con las sus mismas manos, sus tierras sus logares, los montes los planos, cmo descendan de parientes loanos.

    Sellielas el rey con su mismo anyello, non podin seyellarlas con ms primo seyello; leulas a Apolonyo, hun caro manebiello,

  • 26 que fuese a la duenya con ellas al castiello.

    Fue luego Apolonyo recabdar el mandado, leulas a la duenya como le fue castigado; ella, quando lo vio venyr atan escalentado, mesturar non lo quiso lo que haua asmado.

    Maestro, dixo ella, quirote demandar, qu buscas a tal ora o qu quieres recabtar? Que a tal sazn como sta t non sueles aqu entrar, nunca liin me sueles a tal hora pasar.

    Entendi Apolonyo la su entengin. Fija, dixo, non vengo por pasaruos liin, desto seyet bien segura en vuestro corazn, mas mensatge vos trayo por que merea gran don.

    El rey, vuestro padre, sallse ha deportar, fasta que fuesse ora de venyr ha yantar, vinyeron tres infantes para vos demandar, todos muy fermosos, nobles de prestar. Spoles vuestro padre ricamiente recebir, mas non sabi atanto qu pudiese dezir; mandles sendas cartas a todos escreuyr, vos veyet qul queredes de todos escogir.

    Priso ella las cartas, maguer enferma era, abrilas catlas fasta la vez terera; non vio h el nombre en carta ni en era, con cuyo casamiento ella fuese plazentera.

    Cat ha Apolonyo dixo con gran sospiro: Dgasme, Apolonyo, el m`yo buen rey de Tiro, en este casamiento de ti mucho me miro, si te plaze ho si non, yo tu voluntat requiro.

    Respuso Apolonyo fabl con gran cordura: Duenya, si me pesasse, fara muy gran locura; lo que al rey ploguiere fuere vuestra ventura, yo, si lo destaiasse, fara gran locura.

    vos yo bien ensenyada de lo que yo saba, ms vos preiarn todos por la mi maestra, desaqu, si casardes, ha vuestra meiora,

  • 27 avr de vuestra hondra muy gran plazentera.

    Maestro, dixo ella, si amor te tocase, non querris que tu lazeryo otrie lograse; nunqua lo creyera, fasta que lo prouase, que del rey de Tiro desdenyada fincase.

    Escriuy huna carta cerrla con era; dyola a Apolonyo, que mensaiero era, que la diese al rey que estaua en la glera, sabet que fue ana andada la carrera.

    Abry el rey la carta fzola catar; la carta diza esto, spola bien dictar, que con el pelegrino quera ella casar, que con el cuerpo solo estori de la mar.

    Fzose desta cosa el rey marauyllado, non poda entender la fuera del dictado; demand que qul era ell infante venturado que lidi con las ondas con el mar yrado.

    Dixo ell huno de ellos, cuyd seyer artero, Aguyln le dizen por nombre bien certero: Rey, yo fuy esse fuy verdadero, ca escap apenas en poco d'un madero.

    Dixo el huno dellos: Es mentira prouada, yo lo s bien que dizes cosa desaguisada: en huno nos criamos, non traspass nada; bien lo s que nunqua t prendiste tal espadada.

    Mientre ellos estauan en esta tal entenia, entendi bien el rey que dixera fallenia; asm entre su cuer huna buena entencia, ca era de buen seso de gran sapienia.

    Dio a Apolonyo la carta ha leyer, si podri por auentura la cosa entender, vio el rey de Tiro qu aua de seyer, conmenle la cara toda e enbermeieer.

    Fue el rey metiendo mientes en la razn, fusele demudando todo el corazn;

  • 28 ech ha Apolonyo mano al caben, apartse con ll sin otro nuyll varn.

    Dixo: Yo te coniuro, maestro amigo, por ell amor que yo tengo estableido contigo, como t lo entiendes que lo fables comigo; si non, por toda tu fazienda non dara hun figo.

    Respuso Apolonyo: Rey, mucho me enbargas, fuertes paraulas me dizes mucho me amargas, creyo que de m traen estas nueuas tan largas, mas, si a ti non plazen, son para m amargas.

    Recudile el rey como leyal varn: Non te mintr, maestro, que sera trayn; quando ella lo quiere, plzeme de corazn. Otorgada la ayas sin nulla condiin.

    Destaiaron la fabla, tornaron al conseio. Amigos, diz, non quiero trayeruos en trasecho; prendet vuestra carrera, buscat otro conseio, ca yo uo entendiendo dello hun poquelleio.

    Entraron a la villa que ya querin comer, subieron al castiello la enferma veyer. Ella, quando vido el rey cerqua de s seyer, fzose ms enferma, comen de tremer.

    Padre, dixo la duennya con la boz enflaquida, qu buscastes a tal ora? qul fue vuestra venida? De coran me pesa he rencura sabida, porque uos es la yantar atanto deferida.

    Fija, dixo el padre, de m non vos quexedes, ms cuyta es lo vuestro que tan gran mal auedes. Quirovos fablar hun poco, que non vos enojedes, que verdat me digades qul marido queredes.

    Padre, bien vos lo digo quando vos me lo demandades, que si de Apolonio en otro me camiades, non vos miento, desto bien seguro seyades, en pie non me veredes quantos das biuades.

    Fija, dixo el rey, gran plaer me fiiestes,

  • 29 de Dios vos vino esto, que tan bien escogiestes; condonado vos seya esto que uos pidiestes, bien lo queremos todos quando vos lo quisiestes.

    Sall, esto partido, el rey por el corral, fllse con su yerno en medio del portal; afirmaron la cosa en recabdo cabdal. Luego fue abaxando a la duenya el mal.

    Fueron las bodas fechas ricas abondadas, fueron muchas de yentes a ellas conbidadas, duraron muchos das que non eran pasadas, por esos grandes tienpos non fueron oluidadas.

    Entr entre los nouyos muyt gran dilecin, el Criador entre ellos meti su bendiin; nunca varn ha fembra, nin fembra ha varn, non serui en este mundo de meior coran.

    Vn da Apolonyo sall a la ribera, su esposa con ll, la su dule companyera; podra auer siete meses que casado era, fue luego prenyada la semana primera.

    Ellos as andando, hia queran fer la tornada, vieron huna naue, ya era ancorada; semeiles fermosa, ricamiente adobada, por saber Apolonio d'nde era arribada,

    demand el maestro, el que la gouernaua, que verdat le dixese de qul tierra andaua. Dixo el marinero, que en somo estaua, que todo el maior tienpo en Tiro lo moraua.

    Dixo Apolonio: Yo h fuy criado. Dixo el marinero: S te veyas logrado!. Dxole Apolonio: Si me ouieres grado, dezirte puedo senyales en que seya prouado.

    Dxol' el marinero que auri gran plaer: T, que tanto me dizes, quiero de ti saber al rey Apolonio sil' podris coneser. Dixo: Como a m mismo, esto deuedes creyer.

  • 30 Si t lo conescieses, dixo el marinero, o trobar lo pudieses por algn agorero, ganaris tal ganania que, seris plazentero: nunqua meior la houo peyn ni cauallero.

    Dil' que es Antioco muerto soterrado, con l muri la fija quel' dio el pecado, destruylos ha amos hun rayo del diablo. A l esperan todos por darle el reynado.

    Apolonio, alegre, torn ha su esposa, dxol': Non me creyedes vos, a m esta cosa. Non querra que fuese mi palabra mintrosa, bien tena sines dubda la voluntat sabrosa.

    Mas, quando tal ganania nos da el Criador, e tan buena bengana nos da de el traydor, quiero hir reebirla con Dios nuestro sennyor, ca no es Antiocha atan poca honor.

    Senyor, dixo la duenya, yo s embargada, bien anda en siete meses o en ms que s prenyada; para entrar en carrera est mal aguisada, ca s en gran peligro fasta que seya librada.

    Si a Dios quisiere, s del parto vezina, si uentura houiere, deuo parir ana; si t luenye estudieses allende de la marina, deuis bien venir dende conortar tu rena.

    Si atender quisieres luego quisieres andar, rugote que me lieues, non me quieras dexar, si t aqu me dexas recibr gran pesar, por el tu gran deseyo podra peligrar.

    Dixo Apolonio: Rena, bien sepades, sol' que a uuestro padre en amor lo metades, leuaruos comigo a las mis eredades, meteruos en arras, que pagada seyades.

    Dixo ella al padre: Senyor, por caridat, que me dedes liencia de buena voluntat, que hir quiere Apolonio veyer su heredat, si yo con l non fuere perderm' de verdat.

  • 31

    El rey Antioco, quel' haua yrado, muri muerte sopitanya, es del sieglo pasado; todos ha l esperan por darle el reynado, et, si yo con l non fuere, mi bien es destaiado.

    Fija, dixo el padre, cosa es derechera, si quisiere Apolonio entrar en la carrera; si l leuarvos quisiere, vos seyet su companyera. Dios uos gue, mi fija, la su poteniia uera.

    Fueron luego las naues prestas apareiadas, de bestias d'aueres de conducho cargadas; por seyer ms ligeras con seuo bien vntadas; entr en fuerte punto con naues auesadas.

    Dio el rey a la fija, por hir ms acompanyada, Licrides, ell ama que la aui criada; diol' muchas parteras, mas huna meiorada, que en el reyno todo non haua su calanya.

    Bendxolos ha amos con la su diestra mano, rog al Criador, que est ms en alto, quel' guiase la fija hiuyerno verano, quel' guardase el yerno como tornase sano.

    Alaron las velas por ana mouer, mandaron del arena las ncoras toller; comenaron los vientos las velas ha boluer, tanto que las fizieron de la tierra toller.

    Quando vino la hora que las naues mouieron, que los hunos de los otros ha partir se houieron, muchas fueron las lgrimas que en tierra cayeron, pocos fueron los oios que agua non vertieron.

    Los vientos por las lgrimas non queran estar, acuytaron las naues, fizironlas andar, as que las houieron atanto de alongar que ya non las podan de tierra deuisar.

    Auin vientos derechos quales a Dios pidin, las ondas ms pagadas estar non podin, todos ha Apolonio meiorar le querin

  • 32 los tuertos los danyos que fecho le auin.

    Atal era el mar como carrera llana, todos eran alegres, toda su casa sana, alegre Apolonio, alegre Luiana, non sabin que del gozo cuyta es su ermana.

    Auian de la marina gran partida andada, podin auer ana la mar atrauesada, tuoles la ventura huna mala ellada, qual nunca fue ha omnes otra peyor echada.

    Ante uos lo houiemos dicho otra vegada, cmmo era la duenya de gran tienpo prenyada, que de la luenga muebda que de la andada era al mes noueno la cosa allegada.

    Quando vino al trmino que houo ha parir, ouo la primeria los rayos ha sentir; cuytronla dolores que se quera morir, diza que nunca fembra deua conebir.

    Quando su sazn vino, nai huna criatura, vna ninya muy fermosa de grant apostura; mas, como de recabdo non houo complidura, ouironse a uenyr en muy gran estrechura.

    Commo non fue la duenya en el parto guardada, cayle la sangre dentro en la corada; de las otras cosas non fue bien alimpiada, quando mientes metieron, fallronla pasada.

    Pero non era muerta, mas era amortida, era en muerte falsaia con el parto cada; non entendin en ella ningn signo de vida, todos eran creyentes que era transida.

    Metin todos bozes llamando: Ay, sennyora! Salliemos de Pentpolin conbusco en fuerte hora, quando vos sodes muerta, qu faremos nos agora? A tan mala sazn vos perdemos, senyora.

    Oy el marinero estos malos rodos, deendi del gouernio a pasos tan tendidos.

  • 33 Dixo ha Apolonio: En qu sodes cados? Si defunto tenedes, todos somos perdidos.

    Quien se quiere que sa, echadlo en la mar; si non, podriemos todos ana peligrar; acuytatuos ana, non querades tardar, non es aquesta cosa para darle gran vagar.

    Respuso Apolonyo: Calla ya marinero, dizes estranya cosa, semiasme guerrero. Rena es hontrada, que non pobre romero; semeia en tus dichas que eres carniero.

    Fizo contra m ella cosiment tan granado, non dubd porque era pobre desenparado; sacme de pobreza que sera lazdrado, contra varn non fizo fembra tan aguisado.

    Cmmo me lo podra el coran sofrir, que yo a tal amiga pudiese aborrir? Sera mayor derecho yo con ella morir que tan auiltadamientre a ella de m partir.

    Dixo el marinero: En vanidat contiendes, al logar en que estamos loca razn defiendes, si en eso nos aturas, ms fuego nos enciendes, tngote por errado que tan mal lo entiendes.

    Ante de pocha hora, si el cuerpo tenemos, seremos todos muertos, estorer non podemos; si la madre perdemos, buena fija auemos.

    Mal fazes, Apolonyo, que en esto seyemos. Bien vey Apolonyo que perderse podrin, mas an non podi su corazn venzer; pero al marinero huolo ha creyer, que ya veyn las ondas que se querin boluer.

    Balsamaron el cuerpo como costumbre era, fizironle armario de liuiana madera, engludaron las tablas con englut con era, boluironlo en ropa rica de gran manera.

    Con el cuerpo abueltas, el su buen conpanyero

  • 34 meti cuarenta pieas de buen oro en el tablero; escriuy en hun plomo con hun grafio d'azero letras, qui la fallase por onde fuese certero.

    Quando fue el ministerio todo acabado, el ataht bien preso, el cuerpo bien errado, vertieron muchas lgrimas mucho varn rascado, fue, ha pesar de todos, en las ondas echado.

    Luego, al terer da, el sol escalentado, fue al puerto de Efeso el cuerpo arribado; fue de buen maestro de fsica trobado, ca haui hun diciplo sauio bien letrado.

    Por beuir ms viioso seyer ms a su plaer, como fuera de las ruuas biue omne meior, aua todos sus aueres do era morador, en ribera del agua, los montes en derredor.

    Andaua por la ribera a sabor de el viento, de buenos escolanos trahiya ms de iento, fallaron esta obra de grant engludimiento, que non fizo en ella el agua nuyll enozimiento.

    Fzola el maestro a su casa leuar, demand hun ferrero fzola desplegar; fallaron este cuerpo que oyestes conptar, comen el maestro de duelo ha llorar.

    Fallaron huna ninya de cara bien tajada, cuerpo bien asentado, ricamiente adobada, gran tresoro con ella, casa bien abondada, mas de su testamento non podin saber nada.

    En cabo del tabllero, en hun rencn apartado, fallaron ell escrito, en hun plomo deboxado; prsolo el maestro ley el dictado. Dixo: Si non lo cumplo non me veya logrado.

    Quirovos la materia del dictado dezir: Yo, rey Apolonyo, enbo mercet pedir. quiquier que la fallare, fgala sobollir, lo que nol' pudiemos sobre la mar conplir.

  • 35 El medio del tresoro lieue por su lazerio, lo l, por la su alma, preste al monesterio: sallirle an los clrigos meior al imenterio, rezarn ms de grado los ninyos el salterio.

    Sy esto non cunpliere, plega al Criador, que ni en muerte ni en vida non aya ualedor. Dixo el metge estonze: Tal seya ho peor, si ass non gelo cunpliere, bien as ho meior.

    Mand tomar el cuerpo, ponerlo en hun lecho, que por hun grant auer non podri seyer fecho; fzole toda honrra como haua derecho; deuri, si l fiziese, homne auer despecho.

    Fecha toda la cosa para'l soterramiento, fecha la sepultura con todo cunplimiento, entr el buen diiplo de grant entendimiento, llegse al maestro con su abenimiento.

    Fijo, dixo el maestro, grant amor me fiziestes, gradzcovoslo mucho porque tal ora viniestes; somos en hun ministerio, atal otro non viestes: vn cuerpo que fallamos, bien cuydo que lo oyestes.

    Desque Dios te aduxo en tan buena sazn, finca con tu maestro en esta procecin; ondremos este cuerpo, ca debdo es razn; quiero de la ganania que lieues tu quinyn.

    Por tu bondat misma por mi amor, prende en huna ampolla del blsamo meior, aguisa bien el cuerpo, ca eres sabidor; non aguisars nunca tan noble ho meior.

    El escolar fue bueno, hun maestro vala, tolli de s el manto que a las cuestas traha; priso del puro blsamo, ca bien lo conesa, allegse al cuerpo que en el lecho iazi.

    Mandl' toller la ropa que desuso ten`ya, despoile los vestidos preciosos que uesti; non lo daua ha otrye lo que l fer podi: ninguno otro en la cosa tan bien no abyni.

  • 36

    Su cosa aguisada por fer la hunin, el benedito omne con grant deuoin psol'la huna mano sobr'ell su corazn; entendi hun poquiello de la odienpcn.

    Fizo alar el blsamo el cuerpo cobrir, fuel' catando el polso sil' quera batir, e otras maestras qu'll sopo comedir; asm que por ventura an podry beuyr.

    Torn ha su maestro, que estaua a la puerta: Senyor, esta rena, que tenemos por muerta, creyo que non tems la sentenia por tuerta, cosa veyo en ela que mucho me conuerta.

    Yo entendo en ella espirament de vida, ca ell alma de su cuerpo non es encara exida; por mengua de recabdo es la duenya perdida, si t me lo condonas, yo te la dar guarida.

    Fijo, dixo el maestro, dzesme grant amor, nunca fijo a padre podri dezir meior; si t esto fazes, acabas gran honor; de quantos metges oy biuen, t eres el mejor.

    Nunca morr tu nombre, si t esto fizieres, de m aurs gran honrra mientre que t visquieres, en tu vida aurs honrra despus que murieres, fablarn de tu seso varones mugeres.

    Mand leuar el cuerpo luego a su posada, por fer ms a su guisa en su casa priuada; fizo fer grandes fuegos de lenya trasecada, que non fiziesen fumo nin la calor desaguisada.

    Fizo poner el cuerpo en el suelo barrido, en huna riqua colcha, en hun almatraque batido; psol' sobre la cara la manga del vestido, ca es para la cara el fuego dessabrido.

    Con la calor del fuego, que estaua bien biuo, aguis hun hungente caliente lexativo; vntla con sus manos, non se fizo esquiuo;

  • 37 respir hun poquiello el esprito catiuo.

    Fizo, aun sin esto, ell olio calentar; mand los vellozinos en ello enferuentar, fizo con esta lana el cuerpo enbolcar; nunca de tal mega hoy omne contar.

    Entrle la melezina dentro en la corada, desuyle sangre que estaua cuagada; respir ell almiella que estaua afogada, sospir huna vez la enferma lazdrada.

    El mege desti signo houo grant alegra, entendi que ya hiua obrando la metga; comen ms ha firmes de fer la maestra: fzol' ha poca d'ora mostrar gran mejora.

    Quando vido su ora que lo podry pasar, con otras melezinas qu'l sopo h mesclar, engargantl' el olyo, fzogelo pasar, ouo de la horrura la duenya a porgar.

    Ouo desende ha rato los ogos ha abrir, non sabi d estaua, non podi ren dezir; el metge cobdiiaua tanto como beuyr en alguna palabra de su boca or.

    Pero quando Dios quiso, pas hun gran rato, meti huna boz flaca, cansada como gato: D est Apolonyo, que yo por ll cato? Creyo que non me preia quanto a su apato.

    Entr ms en recuerdo, torn en su sentido, cat ha todas partes con su ogo vellido, non vio a sus conpanyas, nin vio a su marido: vio omes estranyos, logar desconyosido.

    Amigo, dixo al metge que la haui guarida, rugote que me digas d sseyo, que mal s desmarrida; veyo de mis gentes e de mi logar partida, si Dios non me valiere, tengo que s perdida!

    Semiasme omne bueno, non te elar nada, fija s de rey con rey fuy casada,

  • 38 non s por qul manera s aqu arribada, s en muy gran miedo de seyer aontada.

    Fabl el maestro a muy gran sabor: Senyora, confortaduos, non ayades pauor, tenetuos por guarida, grado al Criador, bien seredes como nunca meior.

    Yoguisedes folgada, yo l non vos rogara, yo vos far seruiio como ha madre ma; si mucho uos cuytredes, faredes recada, prendr mala finada toda nuestra metga.

    Yogo en paz la duenya, non quiso ms fablar; fue el santo diiplo su maestro buscar. Maestro, ditz, albria te tengo de demandar: guarida es la duenya, bien lo puedes prouar.

    Fuese luego el maestro, non lo quiso tardar, fall biua la duenya, maguer con flaquedat; dixo al diciplo, non por poridat, que la su maestra non auy egualdat.

    Pensaron amos de la duenya fasta que fue leuantada, nunca viyo omne en el mundo duenya mejor guardada. La bondat de los metges era atan granada, deuy seyer escripta, en hun libro notada.

    Quando fue guarida del mal alimpiada, porfijla el metge que la hau sanada; del auer nol' tomaron quanto huna dinarada, todo gelo guardaron, nol' despendieron nada.

    Por amor que toviese su castidat mejor, fizironle vn monesterio do visquiese seror fasta que Dios quisiere que venga su senyor; con otras duenyas de orden serui al Criador.

    Dexmosvos la duenya, guarde su monesterio, sierua su eglesia reze su salterio; en el rey Apolonyo tornemos el ministerio, que por las auenturas leu tan gran lazerio.

    Desque la muger en las ondas fue echada,

  • 39 sienpre fue en tristiia hi en vida lazdrada, sienpre tray de lgrimas la cara remojada, non amanesi da que non fuese llorada.

    La conpanya rascada el rey descasado, touieron su carrera maldiziendo su fado; guiylos Santi Spiritus, fueles el mar pagado, arrib en Tarsso, en su logar amado.

    Tanto era Apolonyo del duelo esmarrido, non quiso escobrirsse por seyer conosido; fue para la posada del su huspet querido, Estrngilo, con que ouo la otra vez manido.

    Fue ierto a la casa, ca antes la saba, non entr tan alegre como entrar sola, salu duenyas de casa, mas non se les rey, espantronse todos porque tan triste veni.

    De los omes que houo, quando dende fue, leuados, non paresi niguno nin de los sus priuados; los sus dichos corteses auyalos ya oluidados, fazanse desta cosa mucho marauyllados.

    Trayn la criatura, ninya rezin nasida, enbuelta en sus panyos, en ropa orfresada; con ella Licrides, que era su ama, la que fue por nodria ha Luiana dada.

    Dxole la huspeda, que hau`ya gran pesar: Apolonyo de Tiro, quirote preguntar: qu fue de tus conpanyas, mesnadas de prestar? De tantas que leueste, non veyemos huno tornar.

    De toda tu fazienda te veyemos camiado, abs te connoscemos, tanto eres demudado; alegrarte non puedes, andas triste pesado. Por Dios, de tu fazienda que sepamos mandado!.

    Recudil' Apolonyo, entr en la razn, llorando de los oios ha huna gran mesin; dxole la estoria la tribulain, cmo perdi en la mar toda su criazn.

  • 40 Dxoles de qul guisa estori tan lazdrado, cmmo entr en Pentpolin, cmo fue conbidado, cmmo cant ante 'l rey cmo fue casado, cmmo salliera dende tan bien aconpanyado.

    Dxoles de la duenya cmo l'auy perdida, cmmo muri de parto la su muger querida; cmmo fizieron della depus que fue transida, cmmo esta ninyuela auy romanescida.

    Los huspedes del rey, quando esto oyeron, por poco que con duelo de seso non sallieron; fizieron muy gran duelo, quanto mayor pudieron, quando la tenin muerta mayor non lo fizieron.

    Desque ouieron fecho su duelo aguisado, torn en Apolonyo el huspet honrrado: Rey, dize, yo te ruego pdotelo en donado, lo que dezir te quiero que seya escuchado.

    El curso deste mundo en ti lo as prouado, non sabe luengamientre estar en vn estado; en dar en toller es todo su vezado, quienquier llore ho riya, l non ningn cuydado.

    En ti mismo lo puedes esto bien entender, si corazn ouieses deuislo connoser, nunqua ms sopo omne de ganar perder, deuyte a la cuyta esto gran pro tener.

    Non puede a nuyll omne la cosa ms durar, si non quanto el fado le quiso otorgar; non se deui el omne por prdida quexar, ca nunqua por su quexa lo puede recobrar.

    Somos de tu prdida nos todos perdidosos, todos con tal rena seriemos muy gozosos; desque seyer non puede nin somos venturosos, en perdernos por ella seriemos muy astrosos.

    Si conprar la pudisemos, por llanto o por duelo, agora finchiriemos de lgrimas el suelo; mas, desque la presa la muerte en el lenuelo, fagamos nos por ella lo que fizo ella por su auuelo.

  • 41

    Si buena fue la madre, buena fija auemos, en logar de la madre, la fija nos guardemos; avn, quando de todo algo nos tenemos, bien podemos contar que nada non perdemos.

    Recudil' Apolonyo lo que podri estar: Huspet, desque a Dios non podemos reptar, lo que l puesto, todo deue pasar, lo que l dar quisiere, todo es de durar.

    Acomindote la fija dtela a criar, con su ama Licrides que la sabr guardar; non quiero los cabellos ni las hunyas taiar fasta que casamiento bueno le pueda dar.

    Fasta que esto pueda conplir aguisar al reyno de Antioco quirole dar vagar; nin quiero en Pentpolin ni en Tiro entrar; quiero en Egipto en tan amientre estar.

    Dexle la ninyuela, huna cosa querida, dexle grandes aueres, de ropa grant partida; metise en las naues, fizo luego la mouida, fasta los xiii anyos all touo su vida.

    Estrngilo de Tarso, su muger Dionisa, criaron esta ninya de muy alta guisa; dieronle muchos mantos, mucha penya vera grisa, mucha buena garnacha, mucha buena camisa.

    Criaron a gran viio los amos la mouela, quando fue de siete anyos, dironla al escuela; apriso bien gramtiga bien tocar viuela, aguz bien, como fierro que aguzan a la muela.

    Amuala el pueblo de Tarso la ibdat, ca fizo contra ellos el padre gran bondat; si del nombre queredes saber certenidat, dzenle Tarsiana, sta era uerdat.

    Quando a xii anyos fue la duenya venida, saba todas las artes, era maestra complida; de beltad conpanyera non auy conoscida,

  • 42 auy de buenas manyas toda Tarso vencida.

    Non query nengn da su estudio perder, ca auy uoluntat de algo aprender, maguer mucho lazdraua, cayle en plaer, ca preciuase mucho queri algo ualer.

    erqua podi de teria a lo menos estar, quando los escolanos vinin a almorzar, non quiso Tarsiana la costumbre pasar, su liin acordada, viny a almorzar.

    A su ama Licrides, que la aui criada, trobla mal enferma, fuertemiente cuytada; maguer que era ayuna, que non era yantada, en el cabo del lecho possse la criada.

    Fija, dixo Licrides, yo me quiero pasar, pero ante que me passe quirote demandar qul tienes por tu tierra, segunt el tu cuydar, o por padre o por madre, qules deues catar.

    Ama, dixo la duenya, segunt mi conoscencia, Tarsso es la mi tierra, yo otra non sabra, Estrngillo es mi padre, su muger, madre ma, sienpre as lo toue tern oy en da.

    Odme, dize Licrides, senyora criada, si en eso touiredes, seredes enganyada, ca la vuestra fazienda mucho es ms granada, yo uos far ertera, si fuere escuchada.

    De Pentpolin fuestes de raz e de suelo, al rey Architrastres ouiestes por auuelo; su fija Luiana, ementruosla suelo, esa fue vuestra madre, que delex gran duelo.

    El rey Apolonio, vn noble cauallero, senyor era de Tiro, vn reio cabdalero: ese fue vuestro padre, agora es palmero, por tierras de Egipto anda como romero.

    Contle la estoria toda de fundamenta, en mar cmo entr en hora carbonenta,

  • 43 cmo cas con ella a muy gran sobreuienta, cmo muri de parto huna cara juuenta.

    Dxol' cmo su padre fizo tal sagramento, fasta qu'll a la fija diese buen casamiento, que todo su linage ouiese pagamiento, que non se erenase por null falagamiento.

    Quando esto le ouo dicho ensenyado e lo ouo la ninya todo bien recordado, fue perdiendo la lengua el ora legando, despidise del mundo de su gasanyado.

    Luego que fue Licrides deste mundo pasada, aguis bien el cuerpo la su buena criada; mortajla muy bien, diol' sepultura honrrada, mantenil' cutiano candela oblada.

    La infante Tarsiana, d'Estrngilo nodrida, fue salliendo tan buena, de manyas tan conplida, que del pueblo de Tarso era tan querida como seri de su madre que la ouo parida.

    Vn da de fiesta, entrante la semana, pasaua Dionisa por la ra, manyana, viny a su costado la infante Tarsiana, otra ninya con ella, que era su ermana.

    Por quier que pasauan, por ra o por calleia, de donya Tarsiana fazan todos conseia, dizan que Dionisa nin su conpanyera non valin contra ella huna mala erueja.

    Por poco que de enbidia non se queri perder, conseio del diablo uolo a prender; todo, en cabo, ouo en ella a cayer, esta boz Dionisa huola a saber.

    Asmaua que la fiziese a escuso matar, ca nunqua la verni el padre a buscar; el auer que le diera, podrselo ye lograr, non podri en otra guisa de la llaga sanar.

    Dizi entre su cuer la mala omiida:

  • 44 Si esta moa fuese de carrera tollida, con estos sus adobos que la fazen vellida casara mi fija, la que houe parida.

    Comidiendo la falsa en esta trayin, entr vn auol omne de los de criazn, omne de raz mala, que iaza en presin, que fara grant nemiga por poca de mesin.

    Su nombre fue Tefilo, si lo saber queredes, catatlo en la estoria si a m non creyedes. Asm la mala fembra lo que bien entendredes: que ste era ducho de texer tales redes.

    Llamlo luego ella en muy gran poridat, fzole entender toda su voluntat; si gelo acabasse, prometil' su verdat que le dara gran preio toda enguedat.

    Preguntl' el manebo, todava dubdando, cmo podri seyer en qul lugar o qundo; dxole que manyana souiese assechando, quando sobre Licrides ssouiese orando.

    Por amor el astroso de sallir de laerio, madurg de manyana fue para 'l ciminterio, aguz su cuchiello por fer mal ministerio, por matarla rezando los salmos del salterio.

    La duenya gran manyana, como era su costumbre, fue par al iminterio con su pan con su lumbre aguis su enienso encendi su lumbre, comen de rezar con toda mansedumbre.

    Mientre la buena duenya ley su matinada, salli el traydor falso luego de la elada, prsola por los cabellos sac su espada, por poco le ouiera la cabea cortada.

    Amigo, dixo ella, nunca te fiz pesar, non te merec cosa por que me deues matar; otro precio non puedes en la mi muerte ganar, fueras atanto que puedes mortalmientre pecar.

  • 45 Pero si de tu mano non puedo escapar, dxame hun poquiello al Criador rogar, asaz puedes auer hora vagar, non he, por mis pecados, quien me venga huuiar.

    Fue maguera con el ruego hun poco enbargado, dixo: S Dios me vala, que lo far de grado. Pero que aguisasse cmo liurase priuado, ca non le podra dar espaio perlongado.

    Enclinse la duenya, comen de llorar: Senyor, dixo, que tienes el sol ha tu mandare fazes a la luna creer enpocar, Senyor, t me acorre por tierra o por mar.

    S en tierras agenas, sin parientes criada, la madre perdida, del padre non s nada, yo, mal non meresciendo, he a ser martiriada; Senyor, quando lo t sufres s por ello pagada.

    Senyor, si la justiia quisieres bien tener, si yo non lo merezquo por ell mo mereer, algn conseio tienes para m acorrer, que aqueste traydor non me pueda vener.

    Seyendo Tarsiana en esta orain, rencurando su cuyta su tribulain, ouo Dios de la hurfana duelo conpasin, enuil' su acorro oy su petiin.

    Ya pensaua Tefilo del gladio aguisar, asomaron ladrones que andauan por la mar: vieron que el malo enemiga quera far, dironle todos bozes, fizironle dubdar.

    Coytaron la galea por amor de huuiar, en aquell traydor falso mano querin echar; ouo pauor Tephilo, non quiso esperar, fuxo para la villa quanto lo pudo far.

    Fue para Dionisa todo descolorado, ca houiera gran miedo, vini todo demudado: Senyora, dixo luego, compl el tu mandado, piensa cmo me quites me fagas pagado.

  • 46

    Recudi la duenya, mas no a su sabor: Va, dixo, daquende, falso traydor!, as fecho omeidio muy gran trahiin, non te prendr por ello vergena nin pauor.

    Trnate all aldeya piensa de tu lauor, si no auers luego la maldiin del Criador; si ms ante m vienes, reibrs tal amor qual t feziste a Tarsiana non otro mejor.

    Tuose el villano por muy mal enganyado, querra que no fuese en el pleyto entrado, muri en seruidumbre, nunca ende fue quitado; qui en tal se metiere non prendr meior grado.

    Corrieron los ladrones a todo su poder, cuydaron ha Tephilo alcanar ho prender, mas, quando a esso non pudieron acaeer, ouieron en la duenya la sanya a verter.

    Vieron la ninya de muy gran pareser, asmaron de leuarla sacarla a vender, podrin ganar por ella mucho de buen auer, que nunca ms pudiesen en pobreza cayer.

    Fue la mesquinyella, en fuerte punto nada, puesta en la galea de rimos bien poblada; rimaron apriesa, ca sse temin de elada, arrib en Mitalena la catiua lazdrada.

    Fue presa la catiua, al mercado sacada, el uendedor con ella, su bolsa apareiada; vinyeron compradores sobre cosa tachada, que comprar la querin por qunto seri dada.

    El senyor Antingora, que la villa teni en poder, vio esta catiua de muy gran pareser; ouo tal amor della que s'en queri perder, prometiles por ella ueynte pesas de auer.

    Vn homne malo, sennyor de soldaderas, asm ganar con sta ganancias tan pleneras; prometi por ella luego dos tanto de las primeras,

  • 47 por meterla ha cambio luego con las otras coseras.

    Prometi Antingora que l' dara las trenta, dixo el garn malo que l' dara las quarenta; luego Antingoras puy a las inquanta, el malo fidiondo subi a las sexanta.

    Dixo mayor paraula el mal auenturado, que de quanto ninguno diese por ell mercado, o, si ms lo quisiese, de auer monedado, l enyadri veyente pesos de buen oro colado.

    Non quiso Antingora en esto porfiar, asm que la dexasse al traydor conprar, quando la houiesse comprada que jela yri logar; podri por menos precio su cosa recabdar.

    Pagjela el malo, uola de prender el que no deui huna muger valer, aguisse la iella para 'l mal menester, escriuy en la puerta el preio del auer.

    Esto dize: el ttulo, qui lo quiere saber: Qui quisiere a Tarsiana primero conyoscer, vna liura de oro aur h a poner, los otros sendas onzas aurn ha ofreer.

    Mientre esta cosa andaua reboluiendo, fue la barata mala la duenya entendiendo, rog al Criador de los ojos vertiendo: Senyor, diz, t me val que yo a ti me acomiendo.

    Senyor, que de Tephilo me quesiste guardar, que me quiso el cuerpo a traycin matar, Senyor, la tu uertud me deue anparar, que non me puedan el alma garones enconar.

    En esto Antingora, prnep de la ibdat, rog al traydor de firme voluntat, que le diese el preio de la virginidat, que gelo otorgase por Dios, en caridat.

    Ouo esta primiia el prncep otorgada, la hurfana mesquina, sobre gente adobada,

  • 48 fue con gran proesin al apstol enuiada: veyrgelo ye quienquiere qu'ella yua forada.

    Sallironsse los otros, finc Tarsiana senyera, romanei el lobo solo con la cordera; mas, como Dios lo quiso, ella fue bien artera, con sus palabras planas metilo en la carrera.

    Cayle a los pies, comen a dezir: Senyor, mercet te pido que me quieras or, que me quieras vn poco esperar sofrir, auert' Dios del cielo por ello que gradir.

    Que t quieras agora mis carnes quebrantar, podemos aqu amos mortalmientre pecar; yo puedo perder mucho, t non puedes ganar, t puedes en tu noblea mucho menoscabar.

    Yo puedo por tu fecho perder ventura fado, cayers por mal cuerpo, t, en mortal pecado; omne eres de precio, s te veyas logrado!, sobre hurfana pobre non fagas desaguisado.

    Contle sus periglos, quantos aui sofridos, cmo ouo de chiquiella sus parientes perdidos; aviendo de su padre muchos bienes reebidos, cmmo houiera amos falsos descredos.

    El prnep Antingora, que vini denodado, fue con estas paraulas fieramient amanssado; torn contra la duenya, el coran camiado, recudile al ruego fue bien acordado.

    Duenya, bien entiendo esto que me dezides, que de linatge sodes, de buena parte venides, esta petiin, que uos a m pedides, vyolo por derecho, ca bien lo concluydes.

    Todos somos carnales auemos a morir, todos esta ventura auemos ha seguir; dems, ell omne deue comedir que qual aqu fiziere tal aur de padir.

    Diome Dios huna fija, tngola por casar,

  • 49 a todo mo poder querrala guardar; porque no la querra veyer en tal logar, por tal entenin vos quiero perdonar.

    Dems, por ell buen padre de que uos me ementastes, e por la razn buena que tan bien enformastes, quirouos dar agora ms que uos non demandastes, que uos uenga emiente en qul logar me viestes.

    El preio que dara para con vos pecar, quirouoslo en donado ofreer donar, que, si uos non pudierdes por ruego escapar, al que a uos entrare datlo para uos quitar.

    Si uos daquesta manya pudierdes estorer, mientre lo mo durare non uos faldr auer; el Criador uos quiera ayudar valer, que vos vuestra fazienda podades bien poner.

    Con esto Antingora ffuesse para su posada, presto souo otro para entrar su vegada, mas tanto fue la duenya sauia adonada, que gan los dineros non fue violada.

    Quantos ah vinieron a ella entraron, todos se conuertieron, todos por tal pasaron, nengn danyo nol' fizieron, los aueres lexaron, de quanto que aduxieron con nada non tornaron.

    Quando vino a la tarde, el medioda passado, avi la buena duenya tan gran auer ganado, que seri con lo medio el traydor pagado, reyssele el oio al malauenturado.

    Vio a ella alegre, fue en ello artera; quando l tal la vido, plgol' de gran manera. Dixo: Agora tienes, fija, buena carrera, quando alegre vienes muestras cara soltera.

    Dixo la buena duenya vn sermn tan tenprado: Senyor, si lo ouyesse de ti condonado, otro mester saba qu'es ms sin pecado, que es ms gananioso es ms ondrado.

  • 50 Si t me lo condonas, por la tu cortesa, que meta yo estudio en essa maestra, quanto t demandases, yo tanto te dara, t auris gran ganania yo non pecara.

    De qual guisa se quire que pudiesse seyer, que mayor ganania t pudieses auer, por esso me compreste esso deues faer, a tu prouecho fablo, duesmelo creyer.

    El sermn de la duenya fue tan bien adonado, que fue el coran del garn amansado; diole plao poco, ha da senyalado, mas que ella catase qu haui demandado.

    Luego el otro da, de buena madurguada, leuantse la duenya ricamiente adobada; priso huna viola buena bien tenprada, e salli al mercado violar por soldada.

    Comen hunos viesos hunos sones tales, que trayn grant dulor eran naturales; finchinse de omes apriesa los portales, non les cabi en las plaas, subinse a los poyales.

    Quando con su viola houo bien solazado, a sabor de los pueblos houo asaz cantado, tornles a rezar hun romane bien rimado, de la su razn misma, por h haua pasado.

    Fizo bien a los pueblos su razn entender, ms vali de ient marquos ese da el loguer, fuesse el traydor pagando del menester, ganaua por ello sobeiano grant auer.

    Cogieron con la duenya todos muy grant amor, todos de su fazienda auan grant sabor; dems, como saban que aua mal senyor, ayuduanla todos de voluntat mejor.

    El prnipe Antingora mejor la queri, que si su fija fuese ms non la amari; el da que su boz o su canto non oy, conducho que comiese mala pro le teni.

  • 51

    Tan bien sopo la duenya su cosa aguisar, que saba a su amo la ganania tornar, reyendo gabando con el su buen catar, spose, maguer ninya, de folla quitar.

    Visco en esta vida hun tiempo porlongado, fasta que a Dios plogo, bien quita de pecado. Mas dexemos a ella su menester vsando, tornemos en el padre que andaua lazdrado.

    A cabo de diez anyos que la houo lexada, recudi Apolonyo con su barba trenada, cuyd fallar la fija duenya grant criada, mas era la fazienda otramiente trastornada.

    Estrngilo, el de Tarso, quando lo vio entrar, perdi toda la sangre con cuyta con pesar; torn en su encubierta a la muger a rebtar, mas cuyduase ella con mentiras saluar.

    Salu el rey sus huspedes fuelos abraar, fue dellos reebido como deua estar, cataua por su fija que les dio ha criar, non se podi sin ella rer ni alegrar.

    Huspedes, dixo el rey, qu puede esto seer? Psame de mi fija, que non me viene veyer; querra desta cosa la verdat entender, que veyo a uos tristes, mala color tener.

    Recudil' Dionisa, dxol' grant falssedat: Rey, de tu fija, sta es la uerdat: al coran le priso mortal enfermedat, passada es del sieglo, sta es la uerdat.

    Por poco Apolonio qu'el sseso non perdi, pass bien vn gran rato qu'l non les recudi, que tan mala colpada l nunca recibi, parsse endurido, la cabea primi.

    Despus, bien a la tarde, recudi el uarn, demand ha beuer agua, que vino non; torn contra la huspeda dxol' huna razn,

  • 52 que deui a la falsa quebrar el coran.

    Huspeda, diz, querra ms la muerte que la vida, quando por mos pecados la fija he perdida; la cuyta de la madre, que me era venida, con sta lo cuydaua aduzir ha medida.

    Quando cuyd agora que podra sanar, que cuydaua la llagua guarir enerrar, preso otro colpe en esse mismo logar, non he melezina que me pueda sanar.

    Pero las sus abtezas los sus ricos vestidos, poco ha que es muerta, avn non son mollidos; tenruoslo a grado que me sean vendidos, de que fagamos fatilas los que somos feridos.

    Dems quiero hir luego veyer la sepultura, abraar la piedra, maguer frida dura; sobre mi fija Tarsiana planyer mi rencura, sabr de su faienda algo por auentura.

    Cosa endiablada, la buresa Dionisa, ministra del pecado, fizo grant astrosa: fizo hun monumento, rico a muy gran guisa, de hun mrmol tan blanquo como huna camisa.

    Fizo sobre la piedra las letras escreuir. Aqu fizo Estrngilo ha Tarsiana sobollir, fija de Apolonyo, el buen rey de Tir, que a los xii anyos abs pudo sobir.

    Reibi Apolonyo lo que pudo cobrar, mandlo a las naues a los omnes leuar; fue l al monumento su ventura plorar, por algunas reliquias del sepulcro tomar.

    Quando en el sepulcro cay el buen uarn, quiso faer su duelo como haui razn; abaxsele el duelo el mal del coran, non pudo echar lgrima por nenguna misin.

    Torn contra s mismo, comen de assmar: Ay, Dios!, qu puede esta cosa estar?

  • 53 Si mi fija Tarsiana yoguiesse en este logar, non deuin los mis oios tan en caro se parar.

    Asmo que todo aquesto es mentira prouada, non creyo que mi fija aqu es soterrada; mas, ho me la han vendida ho en mal logar echada. Seya, muerta ho biua, ha Dios acomendada!.

    Non quiso Apolonyo en Tarso ms estar, qua haui reebido en ella gran pesar; tornsse ha sus naues, cansado de llorar, su cabea cubierta, non les quiso fablar.

    Mandles que mouiesen que pensasen de andar, la carrera de Tiro penssasen de tomar, que sus das eran pocos querri all finar, que entre sus parientes se querri soterrar.

    Fueron luego las ncoras a las naues tiradas, los rimos aguisados, las velas enfestadas; tenin viento bueno, las ondas bien pagadas, fueron de la ribera ana alongadas.

    Bien la media carrera o ms hauin andada, auan sabrosos vientos, la mar iazi pagada; fue en poco de rato toda la cosa camiada, tolliles la carrera que tenin comenada.

    De guisa fue rebuelta yrada la mar, que non auin nengn conscio de guiar, el poder del gouernyo houironlo ha desemparar, non cuydaron ningunos de la muerte escapar.

    Prsolos la tempesta el mal temporal, saclos de caminos el oratge mortal, echlos su uentura el Rey Espirital en la vila que Tarsiana pasaua mucho mal.

    Fueron en Mitalena los romeros arribados, auan mucho mal passado andauan lazdrados; prisieron luego lengua, los vientos hia quedados: rendan a Dios graias porque eran escapados.

    Ancoraron las naues en ribera del puerto,

  • 54 enendieron su fuego, que se les era muerto; enxugaron sus panyos, lasos del mal puerto, el rey en todo esto non teny nuyll conuerto.

    El rey Apolonyo, lazdrado cauallero, naiera en tal da era disantero; mandles que comprassen conducho muy llenero, e fiziessen rica fiesta ochauario plenero.

    En cabo de la naue, en hun rencn destaiado, echsse en hun lecho el rey tan deserrado; jur que quien le fablasse seri mal soldado, dell huno de los pies seri estemado.

    Non quisieron los omes ssallir de su mandado, conpraron gran conducho de quanto que fue fallado; fue ante de medioda el comer aguisado: qualquiere que viny non era repoyado.

    Non osauan ningunos al senyor dezir nada, qua auy dura ley puesta confirmada; cabdellaron su cosa, como cuerda mesnada, penssaron de comer la conpanya lazdrada.

    En esto Antingora, por la fiesta passar, sall contra el puerto, querasse deportar; vio en esta naue tal companya estar, entendi que andauan como omnes de prestar.

    Ellos, quando lo uieron de tal guisa venir, leuantronsse todos, furonlo reebir; gradesilo l mucho, non los quiso fallir, assentsse con ellos por non los desdezir.

    Estando a la tabla, en solaz natural, demandles qul era el senyor del reyal. Yaze, dixieron todos, enfermo muy mal, e por derecho duelo es perdido non por l.

    Menazados nos que aquell que li fablare, de comer nin de beuer nada le ementare, perder el hun pie de los dos que leuare, por auentura amos, si mucho lo porfiare.

  • 55 Demand quel' dixiesen por qul ocasin cay en tal tristiia en tal ocasin; contronle la estoria toda la razn, quel' dizin Apolonyo de la primera sazn.

    Dxoles l: Como yo creyo, si non ss trastornado, tal nombre suele Tarsiana auer mucho vsado; a lo que me saliere, ferme quiero osado; dezirle he que me semeia villano descoraznado.

    Mostrronle los homnes el logar hon iaza, que com el omne bueno a todos mucho plazi; violo con fiera barba que los pechos le cobri, tuolo por faanya porque atal fazi.

    Dxol': Dios te salue, Apolonyo amigo, oh fablar de tu fazienda, vengo fablar contigo; si t me conosciesses, auris plaer comigo, qua non ando pidiendo nin s omne mendigo.

    Boluisse Apolonyo vn poco en el escanyo: si de los suyos fuesse recibra mal danyo; mas, quando de tal guisa vio omne estranyo, non le recudi nada, enfog el sossanyo.

    Afinclo ell otro, non le quiso dexar, omne era de preio, queralo esforar. Dixo: Apolonyo, mal te sabes guardar, deuyste de otra guisa contra m mesurar.

    Senyor ss desta villa, ma es para mandar, dzenme Antingora, si me osste nombrar; caualgu de la villa sallme a deportar, las naues que yain por el puerto a mirar.

    Quando toda la houe la ribera andada, pagume desta tu naue, vila bien adobada; sallironme a recebir toda la tu mesnada, reeb su conbido, yant en su posada.

    Vy omnes ensenyados, companya mesurada, la cozina bien rica, la mesa bien abondada; demand que qul era el senyor de la aluergada, dixronme tu nombre tu vida lazdrada.

  • 56

    Mas ssi t a m quisieres escuchar creyer, saldris desta tiniebra, la mi cibdat veyer, veris por ella cosas que auris gran plaer, por que podris del duelo gran partida perder.

    Deuys en otra cosa poner tu uoluntat, que te puede Dios faer an gran piedat; que cobrars tu prdida, cuydo que ser uerdat, perders esta tristiia esta crueldat.

    Recudi Apolonyo torn ha l la faz, dxol': Quienquier que seyas, amigo, ue en patz, gradzcotelo mucho, fezsteme buen solaz, entiendo que me dizes buen conseio asaz.

    Mas ss por mis pecados de tal guisa llagado que el coran me siento todo atrauesado; desque beuir non puedo s de todo desfriado, de cielo nin de tierra veyer non cuydado.

    Partise Antingora d'l mal deserrado, vey por mal achaque omne bueno danyado; torn a la mesnada fieramiente conturbado, dxoles que el omne bueno fuert era deserrado.

    Non pudo comedir nin asmar tal manera por qual guisa pudis' meterlo en la carrera: S en sobejana cuyta, ms que yer non era; nunca en tal fuy, por la creena vera.

    Pero cuydo asmo vn poco de entrada: quiero que lo prouemos, que non perdemos nada; Dios mande que nos preste la su uertut sagrada, terna que auiemos a Jeric ganada!

    En la ibdat auemos huna tal juglaresa, furtada la ouieron, enbiar por essa; si ella non le saca del coran la quexa, a null omne del mundo nol' fagades promesa.

    Enbi sus siruientes al malo a dezir, quel' diesen a Tarsiana quel' viniese seruir, leuary tal ganania, sil' pudiese guarir,

  • 57 qual ella se pudiese de su boca pedir.

    La duenya fue venida sobre gent adobada, salu Antingora a toda su mesnada; por la palabra sola, luego de la entrada, fue de los pelegrinos bien quista amada.

    Dxol' Antingora: Tarsiana, la mi querida, Dios mande que seyades en buen punto venida; la maestra uuestra, tan gran tan conplida, agora es la ora de seyer aparesida.

    Tenemos vn buen omne, senyor destas companyas, omne de gran fazienda, de ra de manyas; es perdido con duelo por prdidas estranyas, por Dios, quel' acorrades con algunas fazanyas.

    Dixo ella: Mostrtmelo, qua como yo s creda, yo trayo letuarios espeia tan sabrida que, si mortal non fuere ho que seya de vida, yo le tornar alegre, tal que a comer pida.

    Leuronla al lecho a Tarsiana la infante. Dixo ella: Dios te salue, romero o merchante, mucho s de t cuytada, sbelo Dios pesante. Sue estrumente en mano, parsele delante.

    Por mi solaz non tengas que eres aontado, sy bien me conoscieses, tenerte yes por pagado, qua non s juglaresa de las de buen mercado, nin lo por natura, mas fgolo sin grado.

    Duenya s de linatge, de parientes honrrados, mas dezir non lo oso por mos graues pecados; na entre las ondas, on naen los pescados, amos houe mintrosos traydores prouados.

    Ladrones en galeas que sobre mar vinyeron, por amor de furtarme, de muerte me estorcieron; por mi uentura graue a omne me uendieron, por que muchas de vrgines en mal fado cayeron.

    Pero fasta agora qusome Dios guardar, non pudo el pecado nada de m leuar;

  • 58 maguer en cuyta biuo, por meior escapar busco menester que pueda al sieglo enganyar.

    Et t, si desta guisa te dexares morir, siempre de tu maliia auremos que dezir, camya esta posada si cobdiias beuir, yo te dar guarido si quisieres ende sallir.

    Quando le houo dicho estor mucho l, mouy en su viola hun canto natural, coplas bien assentadas, rimadas a senyal; bien entendi el rey que no lo fazi mal.

    Quando houo bien dicho ouo bien deportado, dixo el rey: Amiga, bien s de ti pagado; entiendo bien que vienes de linatge granado, ouiste en tu dotrina maestro bien letrado.

    Mas, si se me aguisare ploguiere al Criador, entendris que de grado te fara amor; si uender te quisiere aquell tu senyor, yo te quitara de muy buen amor.

    Mas por esto senyero que me has aqu seruido, darte he diez libras de oro escogido; ve a buena uentura que muy mal s ferido, que quantos das biua nunqua ser guarido.

    Torn a Antingora Tarsiana muy desmayada, dxol': Nos non podemos aqu mejorar nada, mandme dar diez libras de oro en soldada, mas avn por prenderlas non s yo acordada.

    Fazes, diz Antingora, en esto aguisado, non prendas su oro qua sera gran pecado; yo te dar dos tanto de lo que te l mandado, non quiero que tu laerio vaya en denodado.

    Ms avn te lo ruego, en amor te lo pido, que tornes a ll mete h tu son complido, si t bien entendieres yo bien s credo, que querr Dios que seya por tu son guarido.

    Torn al rey Tarsiana faziendo sus trobetes,

  • 59 tocando su viola, cantando sus vesetes. Omne bueno, diz, esto que t a m prometes, tntelo para t, si en razn non te metes.

    Vnas pocas de demandas te quiero demandar, si t me las supiesses a razn terminar, leuar ha la ganania que me mandeste dar, si non