Libre Albedrío - Marcelo Sánchez

8/9/2019 Libre Albedro - Marcelo Snchez

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Marcelo Snchez

Una Visin Reformada

del Libre Albedro

Un Anlisis Confesional Y Comparativo De LaDoctrina Del Libre Albedro

http://reformadoreformandome.wordpress.com


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Una Visin Reformada del Libre Albedro

Marcelo Snchez

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ndice

Introduccin................................................................................................................................. 31.- La Importancia De Las Definiciones .................................................................................. 5

2.- La Operacin Del Libre Albedro En Los Cuatro Estados Del Hombre........................ 7

2.1.- El libre albedro en el Edn .......................................................................................... 7

2.2.- El libre albedro en el hombre cado ......................................................................... 10

2.3.- ElLibre Albedro En El Estado De Gracia ................................................................ 13

2.4.- El Libre Albedro En El Estado De Glorificacin..................................................... 15

3.- Consecuencias De Las Definiciones ............................................................................... 18

3.1.- La Definicin Libertariana .......................................................................................... 18

3.2.- La Definicin Usada Por El Dr. Heber De Campos ............................................... 19

3.3.- La Definicin Propuesta En Este Trabajo................................................................ 20

Conclusin................................................................................................................................. 21

Bibliografa................................................................................................................................. 22


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Introduccin

La doctrina del libre albedro ha sido, desde el siglo V hasta nuestros das, un

motivo de controversia teolgica. A menudo cuando alguien niega la existencia del libre

albedro del hombre natural escucha respuestas como que esta posicin calvinista hace

del hombre un ttere, que niega la responsabilidad humana o que dificulta el evangelismo.

Otras veces, cuando alguien afirma que el hombre regenerado tiene libre albedro se le

acusa de arminiano o de no conocer lo que la Biblia dice acerca del hombre.

Muchas veces las controversias no ayudan en nada, pero no es este el caso.

Cuando Lutero respondi al libro Discussion on the Freedom of the Will [Discusiones

sobre la Libertad de la Voluntad] de Erasmo de Roterdam reconoci la importancia de

esta discusin, l afirmo

Te elogio y alabo verdaderamente por lo siguiente: que slo t, encontraste con todos los otros, atacaste el verdadero asunto, es decir, elasunto esencial. No me fatigaste con aquellos extraos asuntos como elPapa, el purgatorio, las indulgencias, y cosas de ese tipo frivolidades,en lugar de asuntos por las cuales casi todos hasta ahora han queridomi sangre (aunque sin xito); t, y slo t, reconociste el punto central detodo, y apuntaste al asunto vital.1

Lutero reconoce que la doctrina del libre albedro y, su hermana, la doctrina delpecado original, son el asunto esencial de la reforma. As como fue la doctrina esencial

de la reforma contina teniendo hoy la misma importancia. Una visin corrompida de lo

que la Biblia dice acerca del hombre, lo llevar a tener una imagen incorrecta de Dios y

de la salvacin. Es por eso que es tan importante, cuando el hombre se mira a s mismo

como alguien con la capacidad de cooperar con su salvacin, l se hace merecedor de

parte de la gloria que slo le pertenece a Dios.

En este trabajo quiero comparar algunas definiciones del libre albedro y mostrar

que la definicin que ve al libre albedro como la capacidad de obedecer la ley de Dios es

la mejor definicin, pues hace mayor justicia al concepto bblico de libertad y es la

definicin que usa la Confesin de Fe de Westminster en su captulo noveno. A

continuacin reproduzco el texto de la Confesin:

1. Dios ha dotado al albedro o la voluntad con esa libertad natural, quees ni forzada, ni por ninguna necesidad absoluta de la naturalezadeterminada al bueno o al malo.

1LUTERO, Martinho. Da Vontade Cativa em Obras Selecionadas. Vol. 4. So Leopoldo: Comisso

Interluterana de Literatura (1993). P. 215


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2. El hombre, en su estado de inocencia, tena la libertad y el poder paradeterminar y hacer eso que es bueno y agradable a Dios, pero anmutablemente, para que pudiera cayera de ese estado.3. El hombre, por su cada a un estado de pecado, ha totalmente perdidotoda la capacidad de la voluntad o el albedro de ser algn bien espiritual

que acompae a la salvacin: por tanto, un hombre natural, siendototalmente opuesto de ese bien, y muerto en pecado, no es capaz, porsu propia fuerza, de convertirse de s mismo o de prepararse de sersalvo.4. Cuando Dios convierte a un pecador y lo traslada a un estado degracia, l lo rescata de su esclavitud natural debajo el pecado; y, por Sugracia solamente, lo capacita para querer y obrar lo que esespiritualmente bueno; an, por razn de su corrupcin que queda, l nolo hace perfectamente, ni solamente desea eso lo que es bueno, perotambin desea eso lo que es maldad.5. El albedro o la voluntad del hombre es hecho perfectamente einmutablemente libre para hacer el bueno nicamente, en el estado degloria solamente.

Ciertamente la Confesin no define formalmente lo que los telogos reunidos en

la asamblea pensaban acerca del libre albedro, mas podemos afirmar que la Confesin

hace una definicin operacional de l. Este tipo de definicin es usada para definir las

operaciones que permiten medir un concepto o los indicadores observables por medio de

los cuales se l manifiesta. Esto se ve claramente en nuestro documento confesional,

donde se trabaja con el concepto de libre albedro mostrando como l se manifiesta en

los distintos estados de la naturaleza del hombre.

En los siguientes tres captulos del trabajo mostrar algunas definiciones de libre

albedro, mostrar como los prrafos dos a cinco del captulo de la Confesin sobre el

libre albedro responden a la definicin propuesta, y que ella es superior a otras

definiciones porque consigue responder las crticas que se pueden hacer a las otras

definiciones.


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1.- La Importancia De Las Definiciones

Muchas veces me he encontrado discutiendo acaloradamente sobre algn asunto

y al pasar el tiempo me he dado cuenta que mi opositor y yo estamos hablando deasuntos distintos, y muchas veces hemos dicho las mismas cosas usando distintas

palabras. Entender esto slo ha sido posible cuando preguntamos por las definiciones de

los trminos que estamos usando.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua2, en la segunda acepcin del

vocablo definicin, despus de la casi intil acepcin Accin y efecto de definir, nos

dice que es una Proposicin que expone con claridad y exactitud los caracteres

genricos y diferenciales de algo material o inmaterial. Estas proposiciones nos ayudana entender y diferencias un trmino de otro, o una definicin de otra.

Cuando vamos a hablar de libre albedro estas definiciones se hacen

especialmente necesarias porque en la historia de la teologa ha habido tantas

definiciones como telogos. Entre algunos de los padres de la iglesia, citados por Juan

Calvino3 en la Institucin, encontramos las siguientes definiciones: Orgenes dio una

definicin, comnmente admitida, diciendo que el libre arbitrio es la facultad de la razn

para discernir el bien y el mal, y de la voluntad para escoger lo uno de lo otro. Agustn de

Hipona dijo que es la facultad de la razn y de la voluntad, por la cual, con la gracia de

Dios, se escoge el bien, y sin ella, el mal. San Bernardo afirm que es un consentimiento

de la voluntad por la libertad, que nunca se puede perder, y un juicio indeclinable de la

razn. Anselmo asegur que es una facultad de guardar rectitud a causa de s misma.

Calvino, despus de escribir sobre el peligro de usar el trmino, afirma estar de

acuerdo con la definicin de agustiniana y cita con aprobacin a Agustn diciendo que la

voluntad del hombre no es libre sin el Espritu de Dios, pues est sometida a la

concupiscencia, que la tiene cautiva y encadenada.4

Una definicin diferente a las anteriores es la aceptada, segn testimonio de

algunos de sus alumnos, el Dr. Carlos Heber de Campos, Profesor Titular de Teologa

Sistemtica en el Centro Presbiteriano de Post Graduacin Andrew Jumper. l define

libre albedro como la capacidad de actuar de forma contraria a la propia naturaleza.

2Disponible en: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=definicin consultado el 05

de agosto de 2010.3CALVINO, Juan. Institucin de la Religin Cristiana. Vol. 1. Barcelona: Felire (2006). P. 176.

4CALVINO, Juan. Institucin de la Religin Cristiana. Vol. 1. Barcelona: Felire (2006). P. 178-179.


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No incluyo otras definiciones porque el objetivo del trabajo no es defender la

doctrina reformada del libre albedro como superior a las definiciones de otros sistemas

teolgicos, sino entender lo que telogos calvinistas y la Confesin de Fe de Westminster

han dicho acerca de esta doctrina.

La Confesin de Fe de Westminster, confesin aceptada por la gran mayora de

los reformados, dedica su noveno captulo al asunto del libre albedro. Para ello los

telogos de Westminster escribieron cinco prrafos. En el primero ellos lidiaron con el

asunto de la libertad natural con que Dios cre al hombre. Gordon H. Clark afirma que

este prrafo fue escrito para negar que el hombre sea una mquina y dice

Estas palabras fueron escritas para repudiar aquellas filosofas que

explican la conducta humana en trminos de leyes fisicoqumicas Elhombre no es una mquina; sus voliciones no pueden ser descritas porecuaciones matemticas como los movimientos de los planetas. Susesperanzas, planes, y actividades no son controladas por condicionesfsicas. l no est determinado por ninguna necesidad de la naturaleza.5

Los prrafos dos, tres, cuatro y cinco van a hablar del funcionamiento del libre

albedro en los cuatro estados de la naturaleza humana, a saber, como fue creado,

despus de la cada, regenerado, y glorificado6. Aunque en el texto no aparece una

definicin formal de lo que es libre albedro, entiendo que existe una definicin

operacional de l. Si formalizamos lo que la Confesin afirma podemos definir libre

albedro como la capacidad de obedecer la ley de Dios.

A continuacin comentar estos prrafos de la Confesin y justificar mi definicin

de libre arbitrio.

5CLARK, Gordon H. What Do Presbyterians Believe?Unicoi: The Trinity Foundation (2001).P. 106.

6

Para un anlisis ms profundo acerca de la naturaleza humana en estos cuatro estados recomiendo lalectura de dos libros de telogos escoceses: Human Nature in Its Fourfold State del Puritano Thomas

Boston y Mans Relations to God de John Kennedy.


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2.- La Operacin Del Libre Albedro En Los Cuatro Estados Del Hombre

Durante la historia del hombre podemos diferenciar cuatro estados de lanaturaleza, aunque solamente Adn y Eva los vivieron todos en su vida. Estos estados de

la naturaleza humana son divididos de la siguiente forma:

I. Pre cada

II. Post cada

III. Regenerado

IV. Glorificado

Ciertamente hay una directa relacin entre cada uno de estos estados de la

naturaleza del hombre y el libre albedro que l tiene, o deja de tener. Robert Shaw, en su

comentario a la Comentario a la Confesin de Fe, afirma que existe una gran diferencia

en relacin a la libertad de la voluntad en los diferentes estados del hombre. 7

A continuacin veremos como el hombre, en estos cuatro estados, presenta la

capacidad de obedecer la ley de Dios, o sufre de la ausencia de dicha capacidad.

2.1.- El libre albedro en el Edn

El relato que Moiss hace de la creacin nos dice en Gnesis 1:31 que al

finalizar el sexto da, Dios vio todo lo que haba hecho y todo era bueno en gran manera.

Los animales y el hombre, que son lo que Dios cre en ese ltimo da de la creacin,

eran buenos, no haba nada malo en ellos, Berkhof llama a este estado de relativa

perfeccin8. Eran buenos porque, como dice Robert C. Harbach, todo estaba en

armona con el plan maestro del Arquitecto; porque todas las cosas cumplan el propsito

para el cual fueron creadas9. Esta idea coincide con el pensamiento de Charles Hodge

que define la perfeccin del estado original del hombre diciendo que l estaba

perfectamente adaptado al fin para el cual fue hecho y para la esfera en la cual fue

designado a moverse. As el adjetivo de bueno o la perfeccin de Adn no tienen que ver

7SHAW, Robert. The Reformed Faith.Inverness: Christian Focus Publications (1974). P. 117.

8

BERKHOF, Louis. Teologa Sistemtica. Grand Rapids: TELL (1974). P. 246.9HARBACH, Robert C. Studies in the Book of Genesis. Grandville: Reformed Free Publishing Association

(2001). P. 50.


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con una imposibilidad de ser mejor o de ser excelente, sino que habla de la utilidad del

hombre dentro del plan de Dios.

La Confesin de Fe de Westminster en el captulo IV, que habla acerca de la

creacin, nos define al hombre creado con las siguientes palabras:

con alma racional e inmortal, dotados de conocimiento, rectitud ysantidad verdadera, a la imagen de Dios, teniendo la ley de Dios escritaen su corazn, y capacitados para cumplirla; sin embargo, con laposibilidad de que la transgredieran dejados a su libre albedro que eramutable. (IV.ii)

El texto de la Confesin nos habla de un hombre que era capaz de cumplir la ley

de Dios que, aunque an no estaba escrita como hoy la tenemos, ya estaba escrita en

sus corazones y era enseada verbalmente por Dios a ellos. La racionalidad del alma,junto con el conocimiento, justicia y santidad que formaban parte de la imagen de Dios

con que fue creado, le permitan obedecer esta ley.

Esta racionalidad es distintiva en el hombre por sobre toda la creacin. Una de

las caractersticas nicas de la creacin del hombre es que Dios sopl aliento [hm'v'n>,

nm] de vida en la nariz del hombre. Robert L. Reymond afirma que con este

nm Dios no slo imparte vida sino que junto con ello tambin da comprensin

espiritual de l y su ley moral (Job 32:8) y conciencia (Pr. 20:27)10. Siendo el hombre un

ser racional, con conocimiento de la ley moral y una naturaleza que tenda a lo bueno, l

haca normalmente lo que era agradable a los ojos de Dios, es decir, poda ejercer su

libre albedro. La teologa reformada, en contraposicin, por ejemplo, con la posicin

pelagiana, afirma que la naturaleza del hombre en el Edn no era de neutralidad moral,

es decir, el hombre no estaba igualmente tendencioso hacia el bien y el mal, sino que

afirma que el hombre fue creado con una naturaleza moralmente buena, que buscaba

hacer la voluntad del Creador. Eclesiasts 7:29 afirma He aqu, solamente esto hehallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. El

adjetivo hebreo traducido como recto[rv'y", yr] tiene la idea de justicia moral o de algo

agradable a los ojos, eso es ms que una mera neutralidad.

Todas estas virtudes que Adn tena en el estado de inocencia son resumidas

con el trmino justicia original, que es definido por Herman Hoeksema como la bondad

original de la naturaleza del hombre, de acuerdo a la cual era totalmente motivado por el

10REYMOND, Robert L.A New Systematic Theology of the Christian Faith. Nashville: Thomas Nelson (1998).

P. 417-418.


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amor de Dios, y de acuerdo a la cual con todas sus facultades y poderes se mova en la

direccin de Dios de forma que la operacin del corazn, alma, mente, voluntad y todas

las fuerzas del hombre estuvieran de acuerdo con la voluntad de Dios.11

Agustn, el telogo del cuarto siglo que lider la posicin ortodoxa sobre el libre

albedro en contra de Pelagio, dice lo siguiente acerca de la condicin del libre albedro

de Adn en el estado de inocencia:

El primer hombre poda no pecar, poda no morir, poda no abandonar elbien. Podemos decir que no poda pecar gozando del don de lalibertad? O no poda morir, si le fue dicho: Si pecares, morirs? O nopoda abandonar el bien, si lo abandon por el pecado y por eso muri?Por tanto, la primera libertad de la voluntad era poder no pecar laprimera libertad era poder no morir la primera posibilidad de la

perseverancia era poder no abandonar el bien12.

En el entendimiento de Agustn, y como continuaremos viendo, tambin en el de

los telogos que participaron en la redaccin de la Confesin de Fe de Westminster, la

voluntad (albedro) era libre cuando ella puede alejarse del pecado, o, de forma positiva,

cuando puede obedecer la ley de Dios.

Adn, en el estado en que fue creado, era un ser que tena una relacin con

Dios en la cual el creador se agradaba de l, eso constitua su libertad. Herman

Hoeksema dice l fue creado libre, pero su libertad no era lo mximo que poda alcanzar.Su libertad no consista en que pudiera, o no, pecar, sino en que l permaneca en

perfecta rectitud, en armona con la voluntad de Dios, de forma que amaba al Seor su

Dios con todo su corazn.13

La Confesin de Fe de Westminster dice lo mismo del estado del hombre en el

Edn en su segundo prrafo del captulo que habla sobre el libre albedro: El hombre, en

su estado de inocencia, tena la libertad y el poder para determinar y hacer eso que es

bueno y agradable a Dios, pero aun mutablemente, para que pudiera caer de eseestado. (IX.ii)

Mientras Adn an no pecaba l tena la capacidad de obedecer la ley de Dios,

pero esa capacidad no era total ni definitiva, si Adn hubiese tenido la capacidad de no

11HOEKSEMA, Herman. Reformed Dogmatics. Vol. I.Grandville: Reformed Free Publishing Association

(2004). P. 297.12

AGOSTINHO.A graa (A graa e a liberdade, 15.31), v.II, p. 56.13HOEKSEMA, Herman. Knowing God & Man. Jenison, Michigan: Reformed Free Publishing Association

(2006).P. 101.


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pecar no hubiese existido la cada, pero Dios lo cre como un ser lapsible con el fin de

que el decreto de la cada se cumpliera.

Debemos recordar aqu que Adn, en su primer estado, se encontraba en un

periodo probatorio llamado pacto de obras. En este pacto se le prometi la vida a Adn,

y en l a su posteridad, bajo la condicin de obediencia personal y perfecta (CFW. VII.ii).

Si Adn no obedeca al mandato de Dios expresado en Gnesis 2:16-17, l y toda su

descendencia sufriran las consecuencias de la cada. La descendencia de Adn tambin

sufrira debido a que Adn, bajo el pacto de obras, representaba federalmente a toda la

humanidad como Pablo afirma en Romanos 5:12-1914.

2.2.- El libre albedro en el hombre cado

Moiss, en el relato de Gnesis 3:1-6, nos muestra el momento donde Adn

quiebra el pacto de obras. Adn, que se encontraba junto a Eva en el momento de la

tentacin, hizo un pronunciamiento de autonoma y libertad de Dios. Reymond afirma que

la cada fue un acto de rebelin, fue el hombre creyendo que l tena el derecho de

determinar lo que l sera metafsicamente lo que l podra conocer

epistemolgicamente y como l debera comportarse ticamente.15

La Confesin de Fe de Westminster afirma que Por este pecado cayeron de su

rectitud original y de su comunin con Dios, y de esta manera quedaron muertos en el

pecado, y totalmente depravados en todas las partes y facultades del alma y del cuerpo

(VI. ii). As se cumple la promesa de castigo hecha por Dios en Gnesis 2:17.

Adn quebr el pacto y, en las palabras de Brian Schwertley, cuando Adn

pec, la humanidad completa cay junto con l.16Como todos camos con l, las

consecuencias tambin son sufridas por todos. Schwertley contina diciendo

la muerte espiritual y fsica pas a todos los hombres. La culpa delpecado de Adn es pasada a todos por imputacin, y la contaminacin(depravacin moral innata hereditaria) es pasada a todos los hombres

14Ver el tratamiento sobre el asunto en REYMOND, Robert L.A New Systematic Theology of the Christian

Faith.Nashville: Thomas Nelson (1998). Pp. 434-436.15

REYMOND, Robert L.A New Systematic Theology of the Christian Faith. Nashville: Thomas Nelson (1998).

P. 446.16SCHWERTLEY, Brian. Sovereign Grace. Disponible en: http://www.swrb.com/newslett/actualNLs/five-

points-of-calvinism.htm consultado el 04 de Agosto de 2010.


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naturalmente nacidos de Adn. Todos los hombres nacen naturalmentepecadores.17

Esta depravacin total de la que habla la Confesin es, en las palabras de

Hoesema, que el hombre naturalmente en toda su existencia, con todo su corazn,mente, alma, y fuerza, se ha vuelto un siervo del pecado; l es completamente incapaz

de hacer algn bien e inclinado a todo mal.18 Esta depravacin total del hombre incluye

la prdida del libre albedro, pues en el hombre natural no se encuentra el deseo, ni la

capacidad de actuar conforme a la ley de Dios. Esta unin entre la esclavitud del pecado

y la prdida del libre arbitrio tambin es vista por Calvino, que afirma:

Todos somos por nuestra naturaleza pecadores; luego se sigue queestamos bajo el yugo del pecado. Y si todo hombre est sometido apecado, por necesidad su voluntad, sede principal del pecado, tiene queestar estrechamente ligada. (Inst. 2.2.27)

La Confesin afirma lo mismo al decir que

El hombre, por su cada a un estado de pecado, ha totalmente perdidotoda la capacidad de la voluntad o el albedro de ser algn bien espiritualque acompae a la salvacin: por tanto, un hombre natural, siendototalmente opuesto de ese bien, y muerto en pecado, no es capaz, porsu propia fuerza, de convertirse de si mismo o de prepararse de sersalvo. (CFW. IX.iii).

La cada coloc al hombre en una situacin en la cual le es imposible no pecar.

Dentro del esquema de Agustn esta etapa del libre albedro es calificada como una etapa

donde el hombre non posse non pecare (no puede no pecar).

Moiss nos relata en Gnesis 6:5 que vio Jehov que todo designio de los

pensamientos del corazn de ellos era de continuo solamente el mal. Y que Jehov dice

en Gnesis 8:21 que el intento del corazn del hombre es malo desde su juventud;

Jeremas nos ensea que Engaoso es el corazn ms que todas las cosas, y perverso

(17:9); Juan dice que el mundo entero est bajo el maligno (1 Jn. 5:19) y Pablo dice en

Romanos 1:29-32 que los hombres

estando atestados de toda injusticia, fornicacin, perversidad, avaricia,maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaos ymalignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios,injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a lospadres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sinmisericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los quepractican tales cosas son dignos de muerte, no slo las hacen, sino quetambin se complacen con los que las practican.

17

Ibidem.18HOEKSEMA, Herman. Reformed Dogmatics. Vol. 1. Grandville: Reformed Free Publishing Association

(2004). P. 358.


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Estos versculos, como muchos otros, nos demuestran que la doctrina de la

depravacin total del hombre, y junto con ello, la prdida del libre albedro, es una

doctrina que tiene una fundamentacin totalmente bblica.

Junto con los textos que nos hablan de la realidad de la depravacin del hombre

tenemos algunos que nos hablan especficamente de los efectos del pecado en la mente

del hombre. Estos efectos son llamados efectos noticosdel pecado. Algunos de estos

textos son Romanos 8:7-8 y Efesios 4:17-19. El Dr. Robert L. Reymond, comentando los

versculos, dice El hombre no es slo noticamente hostil hacia Dios, ya que sus

pensamientos se rehsan a someterse a la ley de Dios (depravacin), mas l tampoco es

capaz someterse a los pensamientos de Dios (inhabilidad). En Efesios 4:17-19 Pablo

desea hablar de las naciones como andando en la vanidad de sumente, teniendo el

entendimientoentenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignoranciaque en ellos

hay.19

A pesar de estas pruebas escriturales durante la historia del cristianismo han

surgido ideas erradas acerca del tema. Pelagio fue un monje britano que vivi entre los

siglos IV y V d. C. y afirmaba que el hombre natural continuaba teniendo libre albedro.

Segn Adolph Harnack, Pelagio predicaba que Dios no haba ordenado nada

imposible, que el hombre posea el poder de hacer el bien si as lo desease y que ladebilidad de la carne era solamente un pretexto.20 En el concepto de Pelagio el hombre

tena que tener la capacidad de obedecer a ley pues Dios haba dado aquellas leyes para

ser obedecidas. Dios sera injusto si el hombre no pudiese cumplirlas. R. Scott Clark nos

dice que los Pelagianos (particularmente Juliano) haban afirmado la total libertad de la

voluntad humana como el postulado necesario de la responsabilidad moral.21

Pelagio contina viendo al hombre como si l nunca hubiera pecado, como si no

estuviera sufriendo las consecuencias de su pecado, como si no tuviera ninguna relacin

con Adn. Acerca de esto el Dr.R. Scott Clark afirma lo siguiente:

La nocin de justicia de Pelagio le demandaba que negara cualquiervnculo entre Adn y nosotros. Dios, argumentaba l, no puedeculparnos por el pecado de otro. Puesto que Pelagio rompi totalmenteel vnculo (ya sea biolgico o legal) entre Adn y nosotros, concluy en

19REYMOND, Robert L. The Justification of Knowledge. Silicon Valley: PIRS. P. 17.

20

Citado en SPROUL, Robert C. Sola Gratia. So Paulo: Editora Cultura Crist (2001). P.29.21CLARK, R. Scott. El Pelagianismo. Disponible en: http://www.contra-

mundum.org/castellano/clark/Pelagianismo.pdf consultado el 05 de agosto de 2010.


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que la nica manera en la cual el pecado poda ser transmitido es atravs de la imitacin del ejemplo de Adn.22

El reformador Juan Calvino, por su parte, vio la influencia que la entrada del

pecado tuvo en la vida del hombre y en su Institucin escribi

Despus de haber visto que la tirana del pecado, despus de someteral primer hombre, no solamente consigui el dominio sobre todo elgnero humano, sino que domina totalmente en el alma de cada hombreen particular, debemos considerar ahora si, despus de haber cado eneste cautiverio, hemos perdido toda la libertad que tenamos, o si quedaan en nosotros algn indicio de la misma, y hasta dnde alcanza (Inst.2.2.1).

Vemos como tanto la posicin pelagiana como la reformada relacionan el libre

albedro con la capacidad, o incapacidad, de poder obedecer la ley de Dios. En la

teologa pelagiana el hombre natural post cada tiene libre albedro pues Dios le exige, yeso significa que tiene la capacidad para, cumplir la ley. Los reformados afirmamos que

despus de la cada el hombre no tiene libre albedro pues la Biblia afirma que el hombre

est totalmente incapacitado para cumplir la ley.

2.3.- El Libre Albedro En El Estado De Gracia

Un tercer estado del libre albedro en el hombre puede ser visto en el hombre

despus de la regeneracin. Segn Archibald A. Hodge23 la regeneracin es el resultado

del llamamiento eficaz de Dios en aquellos que Dios predestin para vida. La Confesin

de Fe de Westminster define este llamamiento con las siguientes palabras:

A todos aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, y solamentea ello, le agrad en su tiempo sealado y aceptado, llamarloseficazmente, por medio de su Palabra y Espritu, de aqul estado depecado y muerte en el que estn por naturaleza, al estado de gracia

salvacin por medio de Jesucristo; iluminando sus mentes espiritual ysalvficamente para entender las cosas de Dios; quitndoles su coraznde piedra y dndoles uno de carne; renovando sus voluntades, ydeterminndoles a hacer lo que es bueno por su poder todopoderoso yacercndoles eficazmente hacia Jesucristo; pero de tal manera quevienen muy libremente, pues, por la gracia de Dios estn en ladisposicin de hacer lo bueno.

Entendemos, entonces, que la regeneracin es el paso del estado de pecado y

muerte al estado de gracia, la iluminacin de la mente, el cambio a un corazn de carne,

22

Ibidem.23HODGE, Archibald Alexander. Confisso de F de Westminster comentada. Editora Os Puritanos (1999). P.

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la renovacin de la voluntad y la nueva disposicin en cuanto a hacer lo bueno. Al igual

que en el Adn, el hombre en este estado est inclinado hacia lo bueno por lo que existe

en l la capacidad de no pecar (posse non peccare). La regeneracin marca el paso de

una voluntad esclava del pecado a una voluntad libre, una voluntad que nos permiteobedecer la ley de Dios. Vincent Cheung define la regeneracin como Una obra de Dios

por la cual l cambia tal disposicin maligna en una que se deleita en la ley y los

preceptos de Dios (Ezequiel 11:19-20; 36:26-27), resultando en la resurreccin espiritual.

Regeneracin es la transformacin drstica y permanente en el nivel ms profundo de la

personalidad y del intelecto de una persona, que puede ser llamada reconstruccin

radical.24

En su obra Sobre el Espritu y la carta Agustn reflexionareconociendo que estanueva libertad slo puede ser posible por una obra soberana y monergstica de Dios,

diciendo

Cmo es posible que miserables seres humanos tengan orgullo, sea desu libre albedro, antes de ser liberados, o de su propia fuerza, si ellos yahan sido liberados? Ellos no observan que en la misma mencin delibre albedro pronuncian la palabra libertad? Pero, donde est elEspritu del Seor, all hay libertad. (2 Cor. 3:17). Si, por lo tanto, ellosson esclavos del pecado, por qu se jactan del libre albedro? Porqueel que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venci (2 Pe. 2:19). Pero si ellos han sido libertados, por qu hablan de s mismoscomo si lo hubieran hecho ellos mismos? Por qu se jactan, como si sulibertad no fuera un regalo? O ellos son tan libres que no lo tienen a lcomo su Seor que les dice, sin m nada podis hacer (Jn. 15:5), y, siel Hijo os libertare, seris verdaderamente libres (Jn. 8:36).25

El cuarto prrafo del artculo IX de la Confesin de Fe de Westminster, artculo

que habla sobre el Libre Albedro, nos habla del funcionamiento del libre albedro en este

estado de gracia. El texto de la Confesin dice:

Cuando Dios convierte a un pecador y lo traslada al estado de gracia, loliberta de su esclavitud natural bajo el pecado, y slo por su gracia lo

capacita para desear y hacer libremente aquello que es espiritualmentebueno; pero a pesar de aquello, debido a la corrupcin que an queda enel pecador, ste no obra perfectamente, ni desea solamente lo que esbueno, sino que desea tambin lo que es malo.

Si en su anterior estado el hombre estaba muerto, ahora vive. Si su inclinacin

moral era el mal, ahora su voluntad desea libremente el bien. Si antes no poda hacer

nada agradable a los ojos de Dios, ahora l puede hacer buenas obras.

24CHEUNG, Vincent. Introduo Teologia Sistemtica. So Paulo: Arte editorial (2008). P. 297.

25AUGUSTINE. On the Spirit and the Letter, 52.


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La Confesin de Fe de Westminster, en su captulo XVI, presupone que estas buenas

obras, que slo son aquellas que Dios ha mandado, son realizadas por los verdaderos

creyentes, que ellas son un fruto de su fe y que sirven para glorificar a Dios, agradecerle,

ser testimonio de su fe, entre otras funciones; y slo pueden ser realizadas bajo lacapacitacin e influencia del Espritu Santo. Esta afirmacin de la capacitacin del

hombre regenerado para poder realizar buenas obras nos habla de el restablecimiento

del libre albedro en el este hombre; el hombre regenerado volvi a tener la capacidad de

obedecer la ley de Dios.

Zacharias Ursinus, en su comentario al Catecismo de Heidelberg, habla acercadel hombre regenerado y dice

hace lo que es bueno, porque el Espritu Santo, por medio de sugracia especial, ha renovado la naturaleza del hombre a travs de laPalabra de Dios ha encendido una nueva luz y conocimiento en elentendimiento, y ha despertado en el corazn y voluntad nuevos deseose inclinaciones, que estn en armona con la ley divina; y porque elEspritu Santo efectivamente inclina la voluntad para hacer tales cosasque estn en concordancia con este conocimiento, y con aquellosdeseos e inclinaciones.26

La Biblia nos habla de la regeneracin en trminos de reemplazo de cualidades

(despojaos del viejo hombre y vestos del nuevo hombre, Ef. 4:22-24), un cambio a una

nueva naturaleza (nueva criatura es, 2 Co. 5:17) o un nacimiento espiritual (Jn. 3:5).

Efesios 4:23 y Colosenses 3:10 son dos textos que nos hablan de la relacin entre la

regeneracin y la imagen de Dios en el hombre. Calvino, comentando Gnesis 1:26, dice

Ya que la imagen de Dios fue destruida por nosotros en la cada,podemos juzgar a partir de su restauracin lo que ella era originalmente.Pablo dice que somos transformados a la imagen de Dios por medio delevangelio. Y, de acuerdo con l, la regeneracin espiritual no es nadams que la restauracin de aquella imagen.27

Como ya fue dicho, el libre albedro de Adn antes de la cada era posible porque

l fue creado a imagen de Dios, con la cada esta imagen fue destruida y despus de la

regeneracin el hombre vuelve a tener la imagen de Dios restaurada y junto con ello,

vuelve a tener la capacidad de obedecer la ley de Dios.

2.4.- El Libre Albedro En El Estado De Glorificacin

26URSINUS, Zacharias. The Commentary of Dr. Zacharias Ursinus on the Heidelberg Catechism . Phillipsburg:

Presbyterian and Reformed publishing Company (1985). P. 64.27CALVIN, John. Commentary on Genesis - Volume 1. Disponible en:

http://www.ccel.org/ccel/calvin/calcom01.vii.i.html consultado el 07 de agosto de 2010.


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Cuando la Confesin de Fe de Westminster va a tratar el asunto de la

santificacin, nos advierte que

Esta santificacin abarca cada parte del ser humano total; pero es

incompleta en esta vida, pues an quedan algunos remanentes decorrupcin en cada una de sus partes; de donde surge una guerracontinua e irreconciliable: la carne deseando contra el Espritu, y elEspritu contra la carne.(CFW. XII.ii)

Es decir, en el estado de gracia el hombre siempre va a tener la capacidad de

pecar y, de hecho, lo va a hacer permanentemente. Sin embargo, es interesante que el

texto nos dice que en esta vida esta santificacin es incompleta. La capacidad de pecar

que el hombre regenerado tiene llegar a su fin despus de la muerte. Este nuevo estado

se da en la glorificacin, o estado eterno; cuando el hombre ser perfectamente

regenerado28.

En cuanto al libre albedro en este estado la misma confesin nos dice que

Solamente en el estado de gloria, la voluntad del hombre es hecha perfecta e

inmutablemente libre para hacer nicamente lo que es bueno (CFW. IX.v).

En el captulo donde Ursinus habla del libre albedro en su Comentario al

Catecismo de Heidelberg, l afirma que en este estado

La voluntad del hombre ser libre para elegir slo el bien, y no el mal.Este ser el ms alto grado, o la perfecta libertad de la voluntad humana,cuando obedeceremos a Dios completamente y para siempre. En esteestado no solamente no pecaremos, mas aborreceremos el pecadosobre cualquier otra cosa; si, entonces no seremos capaces de pecar.29

Para justificar esta afirmacin Ursinus provee dos argumentos30. El primero est

relacionado con el conocimiento perfecto que el hombre tendr en su estado de

glorificacin, lo que despertar en l un ardiente deseo de obedecer a Dios; el segundo

argumento se relaciona con la constante direccin del Espritu Santo en la vida de los

creyentes de forma que nunca van a poder elegir hacer el mal.

R.C. Sproul, analizando el pensamiento de Agustn sobre el libre albedro, dice

que en el estado de gloria nuestra incapacidad futura para el pecado no se dar porque

Dios nos har divinos, sino porque l nos preservar en un estado de perfeccin. 31

28URSINUS, Zacharias. The Commentary of Dr. Zacharias Ursinus on the Heidelberg Catechism.Phillipsburg:

Presbyterian and Reformed publishing Company (1985). P. 65.29

Ibidem.30Ibidem.

31SPROUL, Robert C. Sola Gratia. So Paulo: Editora Cultura Crist (2001). P. 51.


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El libre albedro del hombre es perfecto en este estado, en el hombre glorificado

no existe ningn otro deseo que no sea el obedecer la ley de Dios y rechazar el pecado.

En este estado, usando las palabras de Agustn, el hombre non posse peccare.


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3.- Consecuencias De Las Definiciones

Despus de haber analizado el estado del libre albedro en los cuatro estados de

la naturaleza del hombre, quiero mostrar que la definicin de libre albedro como la

capacidad de obedecer la ley de Dios es mejor porque consigue responder de forma

satisfactoria a las crticas que se pueden hacer a otras definiciones, que aqu voy a

ejemplificar con la posicin ms comn, la libertariana y la definicin usada por el pastor

Heber de Campos.

3.1.- La Definicin Libertariana

La definicin libertariana, que tambin es llamada de incompatibilismo, pues

afirma que el libre albedro (junto a la responsabilidad humana) es incompatible con la

idea de determinismo, es representada por Robert K. McGregor Wright quien dice:

La voluntad humana tiene un poder inherente para elegir con igualfacilidad entre alternativas. Esto es comnmente llamado el poder de laeleccin contraria o la libertad de indiferencia. Esta posicin no afirmaque no existan influencias que puedan afectar la voluntad, pero insiste enque normalmente la voluntad puede sobreponerse a aquellos factores yelegir a pesar de ellos. ltimamente, la voluntad es libre de cualquiercausa necesaria. En otras palabras, es autnoma de determinacinexterna.32

El reconocido filsofo Alvin Plantinga tambin acepta este tipo de definicin, en su

libro God, Freedom, and Evil [Dios, Libertad y Mal]l afirma que si una persona es libre

con respecto a una accin dada, entonces es libre para realizar una accin y libre para no

realizarla; ninguna condicin antecedente y/o ley causal determina lo que l har o dejar

de hacer.33 Otro respetado telogo que adhiere a esta definicin es Norman Geisler, en

el libro Chosen but Free [Electos pero libres] afirma que ante cualquier influencia que

exista en la voluntad, el agente podra haber hecho lo contrario. Esto es, podra haber

escogido un curso de accin diferente.34

Esta definicin est claramente contra la enseanza bblica y confesional de la

muerte espiritual del hombre despus de la cada. En este estado, como ya fue afirmado,

32WRIGHT, Robert K. McGregor. No Place for Sovereignty. Madison: Inter Varsity Christian Fellowship(1996)

P. 43-44.33PLANTINGA, Alvin. God, Freedom, and Evil. Grand Rapids: Eerdmans Publishing Co. (1977). P. 129.

34GEISLER, Norman. Chosen But Free. Grand Rapids: Bethany House (2001). P. 175.


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el hombre no puede elegir hacer el bien. Est incapacitado para obedecer la ley de Dios.

Segn esta definicin Dios no tiene libre albedro, pues en l no existe la capacidad de

escoger entre el bien y el mal. Dios est limitado, por su naturaleza santa, a hacer el bien

solamente y no por eso deja de ser libre. Acerca de esto Calvino, hablando de ladistincin entre necesidad y violencia, en el libre albedro dice:

Puede que se ofendan los que no saben distinguir entre necesidad yviolencia. Pero si alguien les preguntare a estos tales si Dios esnecesariamente bueno y el Diablo es malo por necesidad, qurespondern? Evidentemente la bondad de Dios est de tal maneraunida a su divinidad, que tan necesario es que sea bueno, como que seaDios. Y el Diablo por su cada de tal manera est alejado del bien, queno puede hacer cosa alguna, sino el mal. Y si alguno afirma conblasfemia que Dios no merece que se le alabe grandemente por subondad, pues la tiene por necesidad, quin no tendr en seguida a

mano la respuesta, que a su inmensa bondad se debe el que no puedaobrar mal, y no por violencia y a la fuerza? Luego, si no impide que lavoluntad de Dios sea libre para obrar bien el que por necesidad haga elbien; y si el Diablo, que no es capaz de hacer ms que el mal, sinembargo peca voluntariamente, quin osar decir que el hombre nopeca voluntariamente porque se ve forzado a pecar?35

Negando, entonces, que Dios deja de ser libre porque por necesidad no pueda

hacer el mal, Calvino tambin niega la definicin libertariana de libre albedro.

3.2.- La Definicin Usada Por El Dr. Heber De Campos36

La definicin usada por el dr. Heber de Campos dice que libre albedro es la

capacidad de actuar de forma contraria a la naturaleza propia. Esta definicin no tiene

problemas en los estados de la naturaleza del hombre antes de la cada, despus de la

cada, ni despus de regenerado; pero no satisface la afirmacin del quinto prrafo del

captulo sobre el libre albedro de la Confesin de Fe de Westminster, que afirma que en

el estado de gloria la voluntad ser totalmente libre, estado donde al hombre le ser

totalmente imposible actuar contra su naturaleza santa. Esta definicin tambin produce

que Dios, el ser libre por excelencia, no lo sea, pues l no puede actuar en contra de su

naturaleza santa y perfecta.

35CALVINO, Juan. Institucin de la Religin Cristiana.II.iii.5

36Le asigno este nombre porque no consegu encontrar otro telogo que use aquella definicin.


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3.3.- La Definicin Propuesta En Este Trabajo

La definicin propuesta en este trabajo es libre albedro es la capacidad de

obedecer la ley de Dios. Como fue demostrado en el captulo dos esta definicin

satisface la operacionalizacin de libre albedro que la Confesin presenta. De forma

resumida esto es demostrado porque en su estado antes de la cada el Adn poda

obedecer la ley de Dios; despus de la cada, por causa de la muerte espiritual que le

signific el pecado, no poda obedecer esta ley; en el estado regenerado el hombre

vuelve a tener la capacidad de obedecer a Dios; y en el estado de gloria el hombre

obedecer perfecta y permanentemente la ley de Dios.

Esta definicin tampoco tiene el problema de afirmar la falta de libre albedro en

Dios, pues l, por el hecho de ser perfectamente santo, no puede pecar.

La relacin entre la existencia del libre albedro segn las tres definiciones

supracitadas mas la operacionalizacin hecha por la Confesin de Fe de Westminster y

los cuatro estados de la naturaleza humana es representada en la siguiente tabla:

Estado De La

Naturaleza

Def.

libertariana

Def. Dr.

Heber

Def. Propuesta

en el Trabajo

CFW

Pre cada SI SI SI SI

Post cada NO NO NO NO

Regenerado SI SI SI SI

Glorificado NO NO SI SI

Vemos como la definicin libre albedro es la capacidad de obedecer la ley de

Dios coincide, en cuanto a la existencia del libre albedro, en los cuatro estados con la

operacionalizacin de la Confesin de Fe de Westminster.


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Conclusin

Como ya ha sido demostrado en el desarrollo del trabajo, los autores de la

Confesin de Fe de Westminster no definieron formalmente lo que significa libre albedro.

Sin embargo, es claro que ellos trabajaron con una definicin que no tomaba en cuenta la

imparcialidad al tomar decisiones y si la capacidad humana de obedecer a Dios. As ellos

desarrollan la idea de libre albedro pasando por los distintos estados en que se

encuentra la naturaleza del hombre, es decir, ellos realizaron una definicin operacional

de libre albedro.

John Gill, un magnfico telogo bautista del siglo XVIII, nos ayuda en la conclusin

de este trabajo diciendo:

La libertad de la voluntad del hombre, en cada estado que l se hayaencontrado, se encuentre, o se encontrar, no descansa en unaindiferencia hacia el bien o el mal. En su estado de inocencia, como fuecreado a la imagen y semejanza de Dios, de forma que la inclinacin desu alma era slo para aquello que era bueno. En su estado cado, tieneaversin a todo lo que es espiritualmente bueno y es un esclavo a susdeseos y placeres en su estado regenerado existen, de hecho, unainclinacin para el bien y el mal El nuevo hombre, o principio de gracia,est inclinado y determinado slo a aquello que es bueno, y librementesirve a la ley de Dios. El viejo hombre, o naturaleza corrupta, est

inclinado y determinado a aquello que es malvado; y slo sirve a la leydel pecado. En el estado de glorificacin, los santos sern impecables,no podrn pecar, slo pueden hacer lo que es bueno; y todo lo que elloshacen, o harn, es ser hecho con la mayor de libertad de su voluntad,por eso, se concluye que la libertad de la voluntad del humano nodescansa en una indiferencia o indeterminacin hacia el bien o el mal; ys es consistente con algn tipo de necesidad, y una determinacin haciauno.37

De esta forma concluimos que debemos entender el libre albedro como la

capacidad de obedecer la ley de Dios porque esta definicin es totalmente coherente con

lo que la Biblia ensea sobre la voluntad del hombre en los cuatros estados de su

naturaleza, porque los autores de la Confesin de Fe de Westminster trabajaron su

artculo sobre el libre albedro relacionndolo con estos estados y porque, directa o

indirectamente, esta definicin es apoyada por una gran cantidad de telogos

reformados.

37

GILL, John. The Cause of God and Truth. Disponible enhttp://www.pbministries.org/books/gill/Cause_of_God_and_Truth/Part%203/section_05.htm consultado el

10 de agosto de 2010.


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Libre Albedrío - Marcelo Sánchez

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