Lecciones de un historiador de la Iglesia - Dialnet · 2012-06-18 · Palabras claves: Biografía,...

Boletín de Historia y Geografía Nº 20 / 2006

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Marciano Barrios Valdés (1926)Lecciones de un historiador de la Iglesia

JUAN ANTONIO MASSONE DEL C.*

Resumen:

El presente artículo nos muestra una biografía del profesor Mar-ciano Barrios, dando a conocer su pensamiento, destacando sus obras, y sus grandes lecciones como pedagogo. Es por esto, que nos centraremos en un historiador de la iglesia dando a conocer el área donde mayormente ha enfocado su investigación histórica, la iglesia. También se trataran otros autores sobre el estudio de historia de la iglesia en Chile.

Palabras claves: Biografía, Historiador de la Iglesia, Historiografía eclesiástica chilena,

Abstract:

The present article shows us a biography of Professor Marciano Barrios, revealing his thoughts, unweaving his works, and his great lessons as an educator. Thus, we will focus on a Church historian, rendering the area where he has centered his historic research, the church. Besides, other authors dealing with studies about the Chilean church will be mentioned.

Key words: Biography, Church historian, Chilean Church Chronology.

ISSN 0716-8985pp. 277-319

* Académico Universidad Católica Silva Henríquez

Juan Antonio Massone

Marciano Barrios Valdés (1926). Lecciones de un Historiador de la Iglesia

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I. Antecedentes biográfi cos.

1. Estudios y labor docente

Oriundo de Constitución, ciudad en donde nació el 22 de marzo de 1926, Marciano Barrios Valdés es profesor de historia y geografía, de religión en enseñanza media y orientador profesional. Se ha pasado la vida trabajando y estudiando. Prueba de ello, además de sus títulos profesionales, los grados académicos logrados con tesón y entusiasmo: Bachiller en Humanidades (Universidad Católica de Chile, 1952); Licen-ciado en Filosofía y Educación (U. Católica de Valparaíso, 1966); Doctor en Filosofía con mención en Historia (Universidad de Chile, 1985).

Su desempeño profesional ha cubierto todos los niveles escolares y universitarios: docencia parvularia, en Colegio San Luis de Barranco, Perú, (1943-1946); docencia primaria, en Colegio Champagnat de Mirafl ores, Perú, (1946-1947); secundaria en colegios maristas: Ins-tituto O`Higgins (1948); Instituto San Martín de Curicó (1949-1950); Instituto Rafael Ariztía de Quillota (1951-1966); Instituto Alonso de Ercilla, (Santiago, 1967-1969); y en los de otras instituciones: Colegio experimental Rubén Castro (Valparaíso, 1966); Colegio Craig-House (Santiago, 1971-1976); Liceo 7 de Niñas (Santiago, 1971-1974); Liceo 13 de San Miguel (1972-1973).

Algunas universidades han contado con su aporte emprendedor y generoso. Entre 1966 y 1995, impartió docencia; trabajó en la secretaría de la Facultad de Teología, en dos períodos: 1968-1978 y 1984-1990; y en calidad de Director de la revista Teología y Vida (1979-1995). También ha sido profesor en el Instituto de Historia de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile, lo mismo en la Facultad de Educación de la misma institución. En calidad de docente, ha servido diversas cátedras en los departamentos de historia de la Universidad de Chile (1974-1979); de la Universidad de Santiago (1981-1986), de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (1986-1995); así también en el departa-mento de religión de la Universidad Católica Blas Cañas (1983-2000), en el de educación de la Universidad Gabriela Mistral (1986 y desde 1993 a 2000); departamento de historia de la Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez (1993-2005); departamento de Educación de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (1992-2004); en la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás (1998-2004); departamento de ciencias sociales, Universidad Andrés Bello (1998-2000), y en la Universidad de Las Américas (1999-2005).


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Su quehacer incluye cursos de postgrado en varios de los plan-teles universitarios mencionados, amén de la dirección en numerosas investigaciones; redactó programas de estudio y mallas curriculares, y es permanente su actividad orientadora en la dirección de tesis de grado y memorias de título.

2. Activo animador institucional

Tiene a su haber una ingente labor de dirección no menos que administrativa. Lejos de cualquier quietismo, disemina su inquietud y disciplina en benefi cio de las personas y de las instituciones. En calidad de Director, estuvo al frente de Institutos, Cursos de temporada, Escuela Normal, Escuela General Básica de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile y de revistas: Teología y Vida, Revista de Ciencias Religiosas de la U. Católica Blas Cañas, Revista de Historia de la Educación; miembro del comité editorial de Anuario de Historia de la Iglesia en Chile y de Revista Universitaria de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile; en calidad de Delegado representante de la Facultad de Teología, y en otros numerosos trabajos en que le cupo servir de coordinador, consejero y organizador. La lista puede crecer en versatilidad parejamente con la admiración de quienes aquilatan el infatigable y entusiasta aporte del profesor Barrios.

Pero no termina en lo dicho su participación activísima. Es socio fundador de varias instituciones: Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile (1982-2006); Sociedad Chilena de Historia de la Educación (1993-2004); Sociedad de Teología; Sociedad Chilena de Historia y Geografía (1982-2000), y fue miembro de la Comisión Nacional del OCEC (Ofi cio Central de Educación Católica) (1970-1971).

Aunque lo anotado hasta aquí desborda en calidad y en ocasiones de participación a muchos, admite aún la agregación de otro frente de aportes en las ponencias académicas en congresos, seminarios, encuen-tros nacionales e internacionales. Mencionaremos sólo algunas de sus participaciones para sugerir la amplitud de sus intereses y competencias: Reforma Curricular (Congreso de Institutos de Teología); La religiosidad popular (Segundo encuentro latinoamericano); El Barroco y la evangeli-zación de los indígenas (Jornada de Historia de Chile); La historiografía sobre los Seminarios (Jornada de Historia de la Iglesia); El pensamiento historiográfi co de Fernand Braudel (Instituto Chileno-Francés); América Latina en el siglo XX (Encuentro latinoamericano de comunicadores); La educación en Chile colonial (Congreso internacional sobre Historia de la Educación); Los historiadores mercedarios chilenos (Congreso interna-



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cional sobre dicha Orden en América); La espiritualidad en tiempos de Santa Teresa de Los Andes (Congreso sobre religión y cultura).

En suma, bien puede adjudicársele la confesión que, a manera de síntesis vital, don José Toribio Medina (1852-1930) hiciera de sí: “He trabajado mucho y me he cansado poco”, palabras que deberían com-plementarse con algunas semejantes a éstas: “He vivido entusiasmado en medio de tantos trabajos a pesar de muchos obstáculos”.

3. Pedagogo conversador y amical

Quien tenga ocasión de un trato cercano y frecuente con nuestro autor no puede sino percibir el agrado y sencillez con que se dirige a su eventual interlocutor. Una generosa calidez rige sus palabras. En ese respecto, no hace falta argumentar sino releer los antecedentes expuestos más arriba; la admiración abierta a la obra de los demás queda refrendada en sus estudios interpretativos tanto como en más de doscientas cincuenta reseñas y notas bibliográfi cas. Asimismo, la matización de asuntos centrales y las apostillas curiosas desprendidas de personajes, obras y opiniones varias distinguen su habla acogedora y plena de interés acerca de esto y de aquello, porque una vez puede ser un hecho reciente sobre el que dispone su atención; en otra, el ejemplo humano que enaltece la memoria y regala más de una senda en donde hallar similitudes de circunstancias y desafíos de creatividad y donación.

En su caso, el conferenciante no es menos dinámico y didáctico. Marciano Barrios facilita la comprensión de lo abstruso o de un embrollo histórico porque sabe distinguir lo medular; identifi ca causas, circuns-tancias, efectos preconcebidos y herencias impensadas. Es evidente su capacidad de tornar sencillo lo complejo, sin que un tratamiento tal conspire a desvalorizar los temas de que trata. Probablemente, la capacidad de estudio debidamente complementada en sus numerosos trabajos le ha salvado de quedarse unilateral, especialista y miope, pues al trato jovial y comprensivo para con todos, le sigue un carác-ter retentivo en lo que mejor se aprehende y expresan los caracteres y temperamentos. Su palabra oral tanto como la escrita se modulan y entregan con la naturalidad de quien busca comunicar, esclarecer, despertar comprensión admirativa acerca de lo referido, quedándose en un tranquilo y modesto segundo plano. Nada más lejano de él que la autoatribución o lo postizo. No es de quienes pretenden crecer a propósito de urdidas repeticiones. Porque sabe mucho, es capaz de confesar aquello que ignora. Y, en todo, no pone por delante títulos ni


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grados, ni la retahíla de mohines y respingos con que los advenedizos se esfuerzan en compensar la ausencia de opiniones propias por medio de un vasallaje rendido según el dictado de la moda o a propósito de una mal digerida bibliografía.

Para él, la historia es lección vital y acopio de búsquedas y de testimonios llevados a cabo por nuestra especie. A ese considerando se ordena el conocimiento específi co que posee de diversas épocas y de las varias disciplinas en las que cumple pispar indicios valiosos de la conducta humana: arte y fi losofía, política y economía, acción y contemplación. En sus clases, puede abordar un aspecto central de la materia desde espe-cifi cidades como las dichas. Con todo, cualesquiera sean los puntos de arranque, se afana en alcanzar claridad en aspectos fundamentales para que sus alumnos y auditores más circunstanciales obtengan el debido provecho de comprender y, en lo posible, de entusiasmarse. Entiende que sobre una base de nociones claras y de información substantiva, quien desee profundizar en una materia puede hacerlo con adecuado respaldo. El tono amical suyo conquista mejor que el atiborramiento bibliográfi co, pues más que libros como fi nes específi cos, recaba de ellos su calidad documental, expresiva y de testimonio.

El método suyo no puede estudiarse en horas fi jas para obtener un codiciado diploma. La letra se aprende, pero el espíritu se despierta para y por lo vivo. Marciano Barrios está habitado de ánima entusiasta. Pasión en el conocer, a la vez que lúcido y sereno en el examen que lleva cabo de un lapso, de una obra, de una persona. Exalta lo positivo, porque ello corresponde a lo humano más perdurable, según suele decir. Podemos imaginarlo a contracorriente de muchos refritos que presumen de novedoso menú académico. Su tarea es despertar, tornar próximo lo lejano y amable el estudio. Recurre a bien cuidadas selec-ciones documentales, las que, en sus propios textos de estudio, sabe acompañar de iconografías e imágenes adecuadas en la ambientación grata de los respectivos capítulos.

Hace ya muchos años fui alumno suyo en un curso facultativo en la Pontifi cia Universidad Católica de Chile. En aquella sala, esquina de Alameda con Portugal, empecé a gustar de la Historia de la Iglesia en América Latina, y recibí el legado de la admiración hacia tantos y tantas consagrados a servir en la enseñanza, en la salubridad, en el arte, en el pensamiento, en la transmisión del mensaje, en la liturgia, en la sacramentalización y en el apoyo y formación humanos. Pero, de paso, también me convertí en lector reincidente de ese gran literato venezo-lano que fue Mariano Picón Salas, quien viviera entre nosotros durante varios años. De la conquista a la independencia, texto fundamental



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de aquel curso vespertino. Los años de conocimiento más próximos al trato y conversación con el profesor Marciano Barrios, han hecho crecer el entusiasmo admirativo de esa primera hora, confi rmado mi aprecio por el escritor caraqueño y, sobre todo, el aquilatamiento de la amistad regalada por nuestro historiador de la Iglesia en Chile y maestro del fervor y de la amabilidad, de todo lo cual soy deudor.

4. Historiador de lo eclesial

Aunque sus escritos desbordan una materia tan amplia como la dicha, es necesario reconocer en ese respecto el aporte bibliográfi co más importante y sostenido de nuestro autor.

Junto a la visión de conjunto que de la historia de la Iglesia en Chile ha expuesto en libros y en artículos, impresos que dan cabal no-ticia del entendimiento y competencia en asunto específi co no menos que imbricado con las demás órdenes institucionales del país e, incluso, foráneas, Marciano Barrios ha puesto su atención en numerosas fi guras del clero, recabando en el trabajo de cada uno los aportes con que han mejorado las condiciones de los chilenos a través del servicio pastoral, la presencia educativa, la capacidad de afrontar problemas sociopolíticos, o en el fortalecimiento de las instituciones, viendo en cada uno la forma personal de adscripción y fi delidad a la Iglesia.

Precede a la elaboración de sus textos un acabado conocimiento de fuentes directas de los actores así como también de muchas otras que orientan e ilustran acerca de las condiciones generales del país y del mundo. En este sentido, la selecta aunque vasta bibliografía conocida y compulsada le libra de dos peligros: la alusión vaga o laxa al trasfondo histórico de un personaje y la erudición excluyente que atomiza los te-mas, o los hiela y aleja de muchos interesados. Concurren en él algunas condiciones que mejor precaven de yerros academicistas. Desde luego, la madurez intelectual no es factor aislado, en su caso. Esta se integra a su mirar cada vez más certero de lo humano. Por eso, Barrios puede hablar en primera persona cuando aborda asuntos muy diversos, sin que ello le signifi que menoscabo ni reticencia al reconocer deudas, herencias culturales y ejemplos de los demás.

A la armonía de su madurez, garantía en la esclarecida exposición de las materias abordadas en libros y en artículos, le acompaña el hecho de ser un creyente. No se crea de ésta una condición adjetiva en un historiador de la Iglesia. Está en condiciones de ver la institución desde lo interno por su calidad de miembro activo de ella y, en consecuencia, capaz de describir y de narrar acontecimientos y pormenores tan propios


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de una entidad antigua y nueva, tan humana en sus yerros y a la vez con sello y razón de ser trascendente. La pertenencia a la comunidad de fe le regala conocimiento desde lo vivido; su madurez vital, una necesaria actitud crítica.

Si el trabajo de historiador le incita a escudriñar en la vida insti-tucional y de tantas personas de la Iglesia, no pierde de vista que se le brinda en esas lecturas e investigaciones que emprende, acopios valiosísi-mos de conductas, estilos de vida, personalidades y calidad de respuesta a los desafíos humanos permanentes tanto como circunstanciales, a las que debe acercar el examen en vistas de una tensión siempre vigente: la realidad concreta y la distancia que signifi ca todo ideal, máxime cuando se trata de una institución tan sui generis como lo es la Iglesia Católica, con sus más de dos mil años de existencia y una irrenunciable razón de ser, aunque las luces sean combatidas por tercas sombras, y los logros mayores queden amagados de torpezas y descarríos, muchas veces. Precisamente, esa ambigüedad de conductas y de frutos sabe mostrar el autor, aunque desde lo que resalta por su fecundidad, como prueba de que lo recto se sobrepone al desvío y prevalece en la consideración más honda de la comunidad de fi eles.

Marciano Barrios afronta distintos niveles en el estudio y difusión histórica de la Iglesia. Le interesa la manifestación popular así como la institucional; el momento espiritual no menos que la fi gura sobresaliente; allega interés a conocer facetas desdeñadas de personas muy conocidas y acerca otras a quienes deja ver en ejemplos y aportes considerables.

En suma, expone con amplitud comprensiva y entusiasta de la historia eclesial católica chilena, porque conoce numerosas fuentes bibliográfi cas a las que ha consagrado años de estudio; pero también sabe de la mentalidad y de la práctica de pastores y de fi eles por su vínculo espiritual de pertenecer a la Iglesia. Es así como razón de lo visto y de lo vivido, afán de registrar y de interpretar son guía en su dilatado peregrinar de hombre estudioso. Su tarea se ha edifi cado de razón y de sentimiento animados de interés intelectual y adhesión cordial per-ceptibles en los mejores frutos de su escritura historiográfi ca.

5. Este trabajo

Las páginas que siguen son el resultado de la ordenación clasifi ca-da de 404 fi chas correspondientes únicamente a lo escrito por nuestro autor, y las anotaciones a los textos independientes, sobre todo. ¿Cuánto quedó fuera de este elenco? Quien conoce de bibliografías no ignora que ellas son renuentes a la perfección o al registro absoluto de los textos.



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Aun cuando, en este caso, pueda asegurarse de escasas omisiones, las que existen sólo refrendan el abundante aporte de Marciano Barrios Valdés a las varias disciplinas que cultiva y sirve desde mucho tiempo.

Declaro lo imprescindible que me fue su ayuda en la elaboración de este trabajo que, en la modestia de su alcance, pretende saludar la trayectoria de una entrega a la educación y a la alta cultura de nuestro país mantenida con denuedo por el profesor Barrios. Tal motivo es sufi ciente para agradecer o, cuando menos, dejar de ello constancia pública de una vocación, un convencimiento y un servicio educativo tan entusiasta como permanente.

No gozo de representación alguna de otras personas, pero acaso no esté descaminado si digo que muchos y muchas que le conocen sen-tirían complacencia si, a través de estás páginas, también pudiéremos decir en una sola voz: Gracias, muchas gracias, profesor Barrios.

II. Elenco clasifi cado de sus publicaciones y anotación de las principales

La clasifi cación de sus textos en nueve secciones de esta biblio-grafía, numeradas éstas con romano, y con números árabes las entradas respectivas, obedece a un criterio temático, salvo la primera que reúne las obras independientes. Los números incluidos en paréntesis corres-ponden a las páginas de cada uno de los escritos.

Los nueve capítulos bibliográfi cos son:

I. LibrosII. Textos acerca de historiografía de la Iglesia en ChileIII. Escritos sobre Historia de la Iglesia en nuestro paísIV. Semblanzas de sacerdotesV. En torno a EducaciónVI. Textos sobre Historia GeneralVII. BibliografíasVIII. Crónicas institucionalesIX. Temas diversos


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I) Libros:

1. Documentos para la Historia Moderna.

Ministerio de Educación. Centro de Perfeccionamiento del Magisterio, 1980, 86 pp. mimeografi adas.

Selección de discursos, fragmentos de libros, declaraciones y otras for-mas escritas documentales para utilizar en la enseñanza de la historia.

2. Manual de Historia Moderna y Contemporánea.

Ediciones pedagógicas, Librería Francesa, Santiago de Chile, 1983, 187 págs. (25x16,8 cms.).

Lecciones organizadas en torno de períodos y de hechos importantes, debidamente complementados con fragmentos de textos y material iconográfi co.

3. La historiografía eclesiástica chilena escrita por sacerdotes.

Universidad de Chile, 1985, 327 págs.

Tesis doctoral que incluye informes de los examinadores. Posteriormente publicado en los Anales de la Facultad de Teología. Véase los números 5 y 7 de esta primera sección.

4. La Iglesia en Chile, Sinopsis histórica.

Histo-Hachette, Santiago de Chile, 1987, 200 págs. (18,5x13 cms.)

Fisonomía eclesial de nuestro país en la que expone de manera dinámi-ca la presencia activa de la Iglesia respecto de los cambiantes actores, según se suceden las épocas, y que han sido el motivo de su atención preferencial o la urgencia de los tiempos a que atender, todo lo cual ha signifi cado, en su momento, un nuevo énfasis pastoral o la actitud de renovada acogida hacia un segmento importante de la población y, como contrapartida, de alguna tirantez con la parte social opuesta. Con todo, ningún sector podría alegar orfandad respecto de la insti-tución que acompaña desde un principio el nacimiento y desarrollo de nuestro país.

Los títulos capitulares exponen lo antes dicho: “La evangelización de los indígenas” (1541-1598); “La moralización de los mestizos” (1598-1700); “Las aspiraciones de los ilustrados” (1700-1843); “La respuesta a los liberales”(1843-1891); “La defensa de los obreros”(1891-1931); “El llamado a los laicos”(1931-1968) .



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Corresponde este libro a la historia de una entidad muy viva de la que se exaltan virtudes, pero no se callan yerros, etapas y circunstancias difíciles. Si tienen cupo generosas iniciativas, personas distinguidas y órganos eclesiales especializados con los que la Iglesia ha afrontado muchas de sus tareas, por tratarse de una institución que se dirige a la humanidad, y ella misma es buena representante del más amplio espectro de talentos y actitudes, junto a lo anterior aparecen algunas sombras, amasijo que torna atractiva y creíble la materia expuesta. Con todo, el saldo es más que favorable, al decir del autor, pues “el amor de Jesús sacramentado, la protección maternal de María y el ejemplo aleccionador de los santos acompañan al pueblo chileno en su peregri-naje histórico hacia el Reino. Signo de la oposición católica a la actitud protestante, esta trilogía barroca acunó el nacimiento de la Iglesia en Chile. Estas raíces siguen animando y vivifi cando la fe ilustrada de los intelectuales y la fi rme esperanza de los sencillos; nos permiten vislum-brar el defi nitivo triunfo del amor y la caridad en todos los corazones de los hombres de buena voluntad”. (p. 12)

El volumen lleva prólogo del P. Walter Hanisch, S.J. (1916-2001), ilustraciones, orientaciones bibliográfi cas, y dos anexos muy útiles: cronología que abarca desde 1520 a 1974 y un glosario de términos eclesiales.

5. Pensamiento teológico en Chile. Contribución a su estudio. III, Historiografía eclesiástica chilena. 1848-1918.

Anales de Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile, Vol. XXXVIII, 1987, 171 págs., (24,5x17,1 cms).

El presente estudio abarca setenta años de historiografía eclesiástica chilena y tiene de trasfondo la segunda mitad del siglo XIX y los primeras dos décadas del XX. El autor ambienta su tema refi riéndose al Estado actual de las investigaciones, luego a los condicionantes político-cultu-rales y religiosos de la historiografía, tiene palabras para los iniciadores de la historiografía eclesiástica nacional. Luego, expone acerca de los temas de la historiografía de marras: libertad política y espiritual; institu-ciones eclesiásticas: órdenes religiosas, seminarios y parroquias; lugares de expresión religiosa: santuarios, monasterios y templos; modelos de vida religiosa.

Destacan las fi guras de Monseñor Crecente Errázuriz, Monseñor Carlos Silva Cotapos, Pbro. Elías Lizana, Mons. Reinaldo Muñoz Olave, Pbro. Luis Francisco Pireto del Río y, entre los regulares, sobresale Víctor Maturana, O.S.A., y el aporte de algunos otros historiadores religiosos: Pedro Armengol Valenzuela, O de M., Roberto Lagos, O.F.M., Policarpo Gazulla, O de M.


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En las secciones V a VIII, el autor se refi ere a la recopilación documental, sus refl exiones fi nales, además de fuentes y bibliografía.

6. Historia Universal. Epoca Contemporánea.

Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Santiago, 1989, 200 págs. (25x16,8 cms.).

Treinta lecciones acerca de lo siglos XIX y XX, las que constan de una exposición acompañada de fragmentos escogidos de textos pertinentes, así como también de una muy bien seleccionada ilustración. Cada lec-ción corresponde a una unidad de aprendizaje. El conjunto de asuntos expuestos enfatiza, alternadamente, “el papel de los grandes personajes, el infl ujo de lo socioeconómico, la importancia de las creencias religiosas, la vitalidad de las expresiones artísticas y la estructura dinámica de las instituciones”, asevera el autor.

El volumen incluye, al fi nal, un índice iconográfi co y una tabla crono-lógica 1800-1969.

7. Historiografía eclesiástica chilena.1918-1988.

Anales de la Facultad de Teologia, PUC, Vol. XL, 1990, 110 págs. (25x16,9 cms).

El período abarcado en este volumen se extiende desde poco antes de la separación de la Iglesia del Estado, asunto sancionado en la Consti-tución de 1925, hasta el año 1988.

Carácter monográfi co es el que ostenta la bibliografía del período. Los temas desarrollados durante el lapso del presente estudio son: biografías de hombres de relieve de la Iglesia, Ordenes y congregaciones, relaciones entre Iglesia y Estado, actividad castrense del clero, obra evangelizadora, religiosidad popular, arte religioso, sínodos y concilios, acción social de la Iglesia, ideas fi losófi cas y teológicas, ecumenismo.

Se destaca la obra historiográfi ca de Pbro. Fernando Aliaga, Gabriel Guarda, O.S.B., Walter Hanisch, S.J., Julio Jiménez, S.J. y Carlos Oviedo, O de M., sin que por ello se omita el aporte de muchos otros autores.

Ofrece un valioso elenco de historiografía eclesiástica chilena escrita por sacerdotes.

8. Chile y la Iglesia: una sola historia.

Editorial Salesiana, Santiago, 1992, 200 págs. (26x18 cms.)

Con prólogo de Mons. Carlos Oviedo Cavada, el autor expone en nueve capítulos la Historia de la Iglesia, imbricada ésta con el desarrollo de la Nación, de la que es parte protagónica y reserva de humanidad. Junto



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al relato de las actitudes más sobresalientes y de los episodios más llamativos, existe el aporte documental que mejor revela la mentalidad de los actores sociales y de las épocas, sin que falte a ello los debidos cuadros cronológicos y elencos de obispos.

Libro informativo y ameno, en cuyos capítulos el autor consigue esclarecer las perspectivas y rasgos dominantes habidos en las épocas, manifi estos a su vez en las acciones emprendidas por la Iglesia. Así, desde la temprana evangelización, pasando por la religiosidad barroca, el infl ujo ilustrado, la crisis en tiempos de la Independencia, la lucha por mantener la autonomía frente al poder civil, el catolicismo social, la presencia entre los obreros, los tiempos del Concilio Vaticano II, hasta lapsos más recientes.

Importante es el acopio de cuanto se diera cita en cada etapa a defi nir su carácter con los respectivos problemas y soluciones elaborados desde la experiencia de fe. De otro lado, la constante dialogal y, a veces, antitética de Iglesia y Estado en sus numerosos casos de cooperación, como también de criterios distintos e incluso opuestos, estampa un sello de indubitable afán: el servicio del país.

Riquísimo material iconográfi co. Asimismo, muy servicial es el glosario incluido al fi nal del volumen.

9. La espiritualidad en tiempos de Santa Teresa de Los Andes.

San Pablo ediciones, Santiago de Chile, 1994, 104 págs., (18x12,5 cms.).

El vocablo espiritualidad, anota el autor, corresponde a lo que antigua-mente se llamaba “vida devota”, y es, en este caso, la noción central del libro que cubre el lapso de 1860-1930, caracterizado por el infl ujo francés en la espiritualidad, la presencia de nuevas congregaciones que propagan otras piedades, la creciente romanización de la Iglesia y la mayor vinculación al Papa y a su magisterio expuesto en documentos ofi ciales: encíclicas, cartas pastorales, exhortaciones apostólicas y regla-mentos varios. A su turno, los congresos eucarísticos, los manuales de guía espiritual, el nacimiento de algunas revistas de amplia divulgación, las nacientes organizaciones obreras: la de San José, por ejemplo, la ple-na vigencia de las órdenes terceras, la devoción del Sagrado Corazón, la de María en sus diversas advocaciones, especialmente a partir de 1853, con la institución del Mes suyo, la proliferación impresa de novenas, septenarios, octavarios, y en el plano asistencial las Conferencias de San Vicente de Paul, la Casa de María fundada por el presbítero Blas Cañas; orfelinatos en Talca, por Fortunato Berríos; el Asilo de la Patria, debido a Ramón Angel Jara, y otras tantas iniciativas.


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En suma, una espiritualidad que, de un lado, enfatizaba la ascética y práctica piadosa; del otro, se abría a la comunidad a través de organiza-ciones y de una creciente consciencia social, unifi cado en un sentimiento de cristiandad entre los católicos.

Excelente introducción a esa forma de concebir, de expresar y de practi-car la fe en tiempos muy combativos, como lo fueron la segunda mitad decimonónica y las décadas iniciales del siglo XX.

10. La Iglesia en la historiografía de los civiles. 1848-1988

Anales de la Facultad de Teología. PUC, 1995, 127 págs. (24,9x16,9 cms.).

Aporte muy interesante acerca de los temas y perspectivas de los autores laicos en el desarrollo de lo eclesial. Los temas abordados por aquéllos son los siguientes: misión evangelizadora (Miguel Luis Amunátegui, Diego Barros Arana, Jaime Eyzaguirre, Javier González Echenique); tarea pastoral (Francisco Antonio Encina, Sergio Villalobos, Jaime Eyzaguirre; pensamiento teológico (Mario Góngora, René Millar, Maximiliano Salinas, José Manuel de Ferrari); religiosidad popular (Carlos Silva Vildósola, Cristián Johansson, Marciano Barrios, Maximiliano Sa-linas); relaciones Iglesia y Estado (Ricardo Donoso, Luis Pacheco, María Antonieta Huerta, Teresa Donoso Loero); educación y desarrollo inte-lectual (Sol Serrano, Jaime Caiceo, Elena Sánchez, Sara López); arte y fe (Carlos Peña Otaegui, Alfredo Benavides, Eugenio Pereira Salas, Isabel Cruz); Iglesia y economía (Guillermo Bravo, Richard Fairlie y Gustavo Valdés); pensamiento y acción social (Hernán Ramírez Necochea, Maxi-miliano Salinas, Fernando Silva Vargas, José Michel, Marciano Barrios, Pedro Felipe Iñiguez, José Michel). Desde luego el elenco mencionado en esta síntesis es sólo parcial.

Junto con exponer el pensamiento y aporte de los autores in-dividuales en sus textos, se refi ere el aporte de los profesores Javier González Echenique, Juñlio Retamal Faverau, Héctor Herrera Cajas; la “Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile”, fundada en 1983 en el Seminario Pontifi cio; los cuatro volúmenes del Episcopologio, debidos al interés de Mons. Carlos Oviedo Cavada, O de M.

Imprescindible las fuentes bibliográfi cas del fi nal del texto, así como el índice onomástico realizado por Iara Barrios Melo.

11. La espiritualidad en tiempos del P. Alberto Hurtado. 1931-1961.

Universidad Católica Blas Cañas. Serie Investigaciones, Santiago de Chile, 1995, 87 págs., (25,9x18,1 cms.)



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Valiéndose de algunos rasgos históricos en que los actores eclesiales debieron examinar su inteligencia y comprometer su fe en un tiempo convulsionado por la crisis mundial y nacional de la economía, por la inestabilidad política en ese hervidero de fuerzas ideológicas que, en más de un aspecto, seguían corrientes foráneas, además de la crisis a que se viera enfrentado el Partido Conservador, a la sazón portavoz católico, el autor muestra la pujanza de nuevas fuerzas y de creativas respuestas venidas desde Roma, a través de los Papas Pío XI y Pío XII, no menos que por la renovación eclesial que llevan a cabo los obispos: inician éstos un camino más comunitario en sus trabajos y la elaboración de documentos pastorales; importantísima presencia de algunos maestros espirituales e intelectuales del período, las diversas maneras en que la juventud hizo suyo el ideal del Señor para encarnarlo en lo político, en lo propiamente social, en la difusión del mensaje, pero teniendo una fuerte experiencia litúrgica, sacramental y bíblica.

Varios nombres chilenos sobresalen en este panorama bien urdido de citas oportunas, hechos importantes y tensiones presentes entonces ad intra y ad extra de la Iglesia. Un elenco selecto constituido por nombres tales como: José María Caro y Manuel Larraín, Humberto Muñoz y Juan Salas, Oscar Larson y Francisco Vives, Jorge Fernández y Fernando Vi-ves, Emilio Tagle y Alberto Hurtado, entre los eclesiásticos; asimismo, Eduardo Frei Montalva, Manuel Antonio Garretón, Bernardo Leigthon, Julio Philipi, Mario Góngora, Jaime Eyzaguirre, Clotario Blest, Roberto Barahona, Teresita Ossandón, Radomiro Tomic entre los laicos.

Importante el esclarecimiento de los autores leídos: Maritain, Berdaieff, Guardini, Mounier y otros tantos que mostraron nuevos énfasis ecle-siales.

La fi gura de María, la Acción Católica, el establecimiento de nuevos movimientos y congregaciones en el país, la renovación litúrgica, la de-cisión de mejorar el mundo de la mayoría lograron desbordar los límites familiares e institucionales para vivir una Iglesia más comunitaria, agente renovado a través de la preparación y de la acción de los laicos.

12. La Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile.

Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile, Santiago, 1995, 217 págs. (18,4x13 cms.).

Una historia sexagenaria, desde 1935 hasta 1995, es el asunto de este libro. Panorama de los aspectos señeros institucionales así como de sus decanos y profesores más destacados, rinde fruto en la relación porme-norizada a la vez que ágil, certera en descripciones y datos necesarios sin menoscabo de la visión interna de la Facultad –téngase en cuenta


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que el autor fue secretario de ésta durante 18 años y un lapso similar director de “Teología y Vida”–, sobre la base de etapas habidas desde su fundación y las que él califi ca de consolidación, recepción de las ideas conciliares, reorganización de la Facultad. En cada una se ilustra acerca de las actividades y de las ocupaciones que distinguieron a aquéllas.

Con prólogo del P. Walter Hanisch, S.J., el libro incluye varios anexos: un texto del decano (1966) Mons. Jorge Medina Estévez; nóminas de decanos, vicedecanos, secretarios generales, directores de la biblioteca, directores de revista Anales de la Facultad de Teología, directores de Teología y Vida, alumnos fundadores (1935) de los cursos doctoral y seminarístico; tesis de licencia y tesis doctorales; proyecto aprobado (1969) acerca de currículos teológicos en otras carreras; fi nalmente, otro documento (1965) del decano Mons. Jorge Medina.

Material iconográfi co de decanos y profesores. La portada es una foto-grafía esfumada de la primera sede de la Facultad.

13. La espiritualidad en tiempos del Vaticano II.

Serie Investigaciones. Universidad Católica Blas Cañas, Santiago. 1996, 64 págs., (26,3x18,3 cms.)

De entrada, se ofrece una refl exión inicial y lo que el ambiente de la época en el capítulo “Condicionantes”, para luego referirse a las orien-taciones del período: constituciones y decretos conciliares, exhortaciones pontifi cias, conferencias del episcopado latinoamericano, orientaciones de los obispos de Chile, mensajes del Cardenal Raúl Silva Henríquez.

Los rasgos de la espiritualidad destacados por el autor son: espíritu de búsqueda, de solidaridad, compromiso, cristocentrismo, apertura a las personas de buenas voluntad, énfasis laical, inspiración mariana, espíritu eucarístico y bíblico, afán comunitario, mayor responsabilidad, a la vez que ilustrada y evangelizadora.

A su turno, las manifestaciones relevantes en que se vertiera la espi-ritualidad de dicho lapso fueron: comunidades eclesiales de base, y movimientos y congregaciones tales como: Hermanitos de los pobres, Opus Dei, Amac, Legionarios de Cristo, Schöentatt, Comunidades cris-tianas CVX y espiritualidad franciscana.

El volumen concluye en refl exiones fi nales y bibliografía.

14. Presencia franciscana en Chile. Sinopsis histórica. 1553-2003.

Ediciones del Archivo franciscano, 2003, 380 págs. De esta obra publi-có El Mercurio otra edición de lujo, de mayor formato y profusamente ilustrada de 301 págs.(23x15 cms.).



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Exposición acerca de los 450 años de la activa y fecunda presencia fran-ciscana en nuestro país a través de los aspectos más destacados de ella en cada una de las centurias correspondientes. Es así como se presentan sucesivamente entretejidos el carisma, la organización interna de la Pro-vincia Chilena, los templos y lugares de culto, las actividades pastorales y educativas, autoridades episcopales, cronistas e historiadores, varias ramas de la familia franciscana, sus relaciones con las autoridades; misioneros y capellanes, el aporte educativo y la recepción tenida de la sociedad, especialmente del segmento popular chileno.

El rico acervo ofrecido en esta obra consigue un perfi l franciscano realista y fi dedigno en vistas de un espíritu que ha encarnado de modo sencillo y silente los grandes ideales de libertad e igualdad en sus casas, así como de acogida y sencillez en los numerosos trabajos que les han tenido y tienen de animadores misionales y docentes. Lo dicho fue percibido y volcado en esta obra escrita con acuciosidad y espíritu asimilado al carisma seráfi co.

A la amena exposición narrativa y bien fundamentada en documentos, a la percepción de los actores y de los requerimientos de cada época, rasgos distintivos de los textos del autor, el volumen se completa con los siempre secciones de fuentes, bibliografía, glosario, anexos: “Línea cronológica de los acontecimientos históricos relacionados con la Or-den Franciscana en Chile”, “Provincia de la Santísima Trinidad de los hermanos Menores de San Francisco”, “Familia franciscana en Chile”, amén de un índice onomástico. El libro está prologado por Juan Anto-nio Massone del C. e incluye ilustraciones en sepia acerca de religiosos, templos y casas de la Orden.

La portada corresponde a una visión parcial del claustro de la Alameda. La contraportada reproduce la imagen de la Virgen del Socorro, fi gura traída por Pedro de Valdivia, la que preside el Altar Mayor del templo mencionado.

II) Textos sobre Historiografía de la Iglesia en Chile1. “Carlos Silva Cotapos. Historiador de la Iglesia en Chile”. Anales

de la Facultad de Teología, XXXIII, 1982, (271-288).

2. “La historiografía eclesiástica chilena como instrumento político”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 1, 1983, (11-26).

3. “La historiografía sobre los Seminarios”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol.2, 1984, (61-75)


293

4. “La Historiografía eclesiástica sobre la Independencia”, Ciclo de Conferencias, Universidad de Santiago, 1983-1984, (43-50)

5. “La historiografía sobre las parroquias chilenas”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 3, 1985, (165-177)

6. “El pensamiento historiográfi co de Gabriel Guarda. Premio Nacional de Historia”, Dimensión histórica, Universidad Metropolitana de Ciencias de la educación. Vol. 4, 1988, (187-203)

7. “Tendencia de la historiografía eclesiástica chilena durante el siglo XIX (1848-1918)” Teología y Vida, Vol. XXVII, Ns. 2-3, 1986, (191-205)

8. “Algunas tendencias de la historiografía eclesiástica chilena”. Anua-rio de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 7, 1989, (217-229).

9. La historiografía eclesiástica chilena. 1848-1988. La Iglesia. Una visión de los laicos. Historia. Instituto de Historia. Pontifi cia Univer-sidad Católica de Chile, n.28, 1994, (5-35).

III) Escritos sobre Historia de la Iglesia en Chile1. “José Ignacio Cienfuegos. Ardoroso patriota y virtuoso eclesiástico”.

Ciclo de Conferencias. Ediciones de la Universidad de Santiago, 1982, (82-87)

2. Prólogo a la Historia de la provincia dominicana en Chile, Raimundo Gighliaza, O.P. Editorial Salesiana, Santiago,1985, (5-9).

3. “Los Dominicos en la evangelización de Chile” En: Quienes son los dominicos hoy. Colección Cuarto Centenario Dominicos, Santiago, 1986, (41-54).

Estimación de la presencia y aporte notables de los dominicos en la historia chilena, especialmente en campos de evangelización, fi -losófi cos, pastorales y educativos, desde la llegada a Chile, y resaltando los talentos y méritos de varios religiosos de Santo Domingo. Nombres como Gil González de San Nicolás, apóstol defensor de los indígenas, el obispo Fray Bernardo Carrasco y Saavedra y los documentos del sínodo a que convocara en 1688, aquellos que intervinieron en el periodismo alzando la opinión de la fe en medio de la secularización y estrechez



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de la naciente república, los nombres de Justo Donoso y Crecente Errá-zuriz, ambos formados en los claustros dominicanos, aunque después secularizaran; el sabio Domingo Aracena, acaso la fi gura más alta de la intelectualidad eclesiástica decimonónica en el medio siglo, y muchos otros que han dejado una serie de fundaciones en benefi cio de los más necesitados.

4. “La religiosidad popular en Chile: intento de periodifi cación”. Teología y Vida Vol. XVIII, Nsº 1-2,1987, (129-144). Reproducido en Historia y misión, Ediciones Mundo. Santiago de Chile, 1989, (25-45) Incluye el debate.

5. “Ignacio Cienfuegos. Sacerdote ilustrado y obispo de Concepción”. Anales de la Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Ca-tólica de Chile, Vol. XXXIX, 1988, (295-329).

6. “Raíces de la devoción mariana en Chile colonial”. La Revista Ca-tólica, nº. 1.082, 1989, (97-105)

7. “La Iglesia en Chile”. La Revista Católica, nº. 1084, 1989, (221-231).

8. “Raíces cristianas de la cultura chilena”. En: Laicado y Sociedad. IPES Blas Cañas, Santiago, 1989, (15-28).

El autor expone algunos rasgos permanentes de la conducta chilena: anhelo de libertad, apego a las normas legislativas, voluntad de defender la verdad, herencia que tanto acepta de lo hispánico como de lo aborigen, pero todo ello sobre un fondo de combatiente cruzado. Este distintivo lleva a la tensión y hasta enfrentamiento social con cierta regularidad (40 años, más o menos, según el autor).

Sobre tal realidad humana, la Iglesia ha enfatizado tres aspectos fundamentales de la enseñanza, a saber: la fi gura de Cristo redentor y sacramentado, la presencia de María y la veneración de los santos, ejemplos de virtudes heroicas y fecunda generosidad.

Interesante la mención del aporte de masones y de socialistas a la sociedad, así como de los muchos ejemplos de eclesiásticos y de laicos en la evangelización, defensa de los naturales, y luego de los pobres, iniciativas y medidas adoptadas en lo espiritual, en lo asistencial, en lo educativo y en lo pastoral. En suma, postula una continuidad en el cumplimiento evangelizador. Descree de aquella posición que se arroga méritos fundacionales en lo que es y ha sido una lección perdurable.


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9. “La Independencia y su gravitación en la Evangelización”. Teología y Vida, Vol. XXXII, Nsº 1-2, 1991, (111-124).

10. “La Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Algo de su historia. 1935-1985, Primera parte”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile. Vol. 9, 1991, (105-131).

11. “Pedro de Azúa”. En: Episcopologio chileno.1561-1815, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1992, tomo I, (151-157).

12. “Francisco González de Salcedo”. Episcopologio chileno.1561-1815, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1992, tomo, (227-245).

13. “Antonio de San Miguel”. Episcopologio chileno. 1561-1815. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1992, tomo III, (329-358).

14. “Agustín Cisneros”. Episcopologio chileno. 1561-1815, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1992, tomo III, (363-372).

15. “Pedro Miguel de Argandeña”. Episcopologio chileno.1561-1815, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1992, tomo IV, (593-597).

16. “José Antonio Humeres y Miranda”. Episcopologio chileno.1561-1815, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1992, tomo IV, (597-599).

17. “La primera evangelización en Chile”. Actas de VII Simposio de Teología histórica, Valencia, España, 1992, (243-255).

18. “La Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Algo de su historia. 1935-1985.Segunda parte”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 10, 1992, (139-158).

19. “Los jesuitas en la Facultad de Teología”. Revista Mensaje, nº.420, julio, 1993, (293-296).

20. “Espiritualidad en Chile en los años.1860-1930”. En: El concepto de santidad, signifi cado y proyecciones: el caso de Santa Teresa de Los Andes. Editor: Roberto Vega Massó. U. Diego Portales, 1993, (8-19).



296

21. “La Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Algo de su historia. Segunda parte. 1935-1988”. (Conti-nuación). Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 11, 1993, (129-148).

22. “Religión Mapuche y cristianismo: un encuentro”. Teología y Vida, Vol. XXXV, 1994, (297-306).

23. “La Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Algo de su historia. Tercera parte y epílogo”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, nº. 12, 1994, (153-189).

24. “La espiritualidad chilena en tiempos del P. Hurtado”. La Revista Católica, nº.1.105, 1995, (21-29).

25. “Misión y Cruzada. Trascendencia y encarnación”. Boletín de Historia y Geografía, nº. 12. U. Católica Blas Cañas, 1996, (245-257).

26. “Navegantes de mares ignotos”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 12, 1994, (9-15)

27. “Figuras de proa en la historia agustiniana de Chile”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 14, 1996, (55-67).

28. “Walter Hanisch Espíndola. Premio Nacional de Historia”. Teología y Vida, Vol. XXXVII, 1996, 275-278).

29. “José Ignacio Cienfuegos y Manuel, Vicuña. Paralelismo y conver-gencia”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 15, 1997, (101-112).

30. “El Barroco. Sello del pueblo chileno”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 16, 1998, (139-148).

31. “Tolerancia e intolerancia en la Edad Media”. Boletín de Historia y Geografía, Universidad Católica Blas Cañas, Vol. 14, 1998, (357-364).

32. “El Regalismo y la romanización de la Iglesia en Chile”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 18, 2000, (77-87).

33. “Las revistas teológicas chilenas”. Anuario de Historia de la Iglesia. Universidad de Navarra. Pamplona, España, 2000, (349-357).

34. “Algunas notas sobre las misiones franciscanas en la Araucanía.


297

Siglo XIX”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 20, 2002, (63-74).

35. “Relaciones entre Iglesia y Estado”. Boletín de Historia y Geografía, nº. 17, 2002, (151-163).

36. “Notas en torno a las actividades pastorales del Cardenal Raúl Silva Henríquez”. Revista de Ciencias religiosas. Universidad Raúl Silva Henríquez., Vol. XI, 2003, (37-45)

37. “Dos generaciones de intelectuales cristianos”. (Franciscanos) Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. XXI, 2003, (41-48).

38. “Historiadores y cronistas de la Orden de los Hermanos menores en Chile”. Revista de Historia y Geografía de la Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, 2004, (9-32).

39. “Eucaristía y acción social”. La Revista Católica, nº 1.144, 2004, (316-324).

40. “Un aporte italiano a la Iglesia Chilena en el Siglo XX”. En: Los Fran-ciscanos en Chile. Una historia de 450 años. Editores: René Millar y Horacio Aránguiz. Academia Chilena de la Historia. Santiago, 2005, (317-334).

41. “Arte y congregaciones religiosas en Chile” Testimonio nº 215, mayo-junio, 2006, (53-61)

IV) Semblanzas de sacerdotes1. “Crescente Errázuriz. Periodista e historiador”. Boletín de Historia y

Geografía, U. Católica Blas Cañas, nº.10, 1993, (191-198).

2. “Fernando Cifuentes Grez. Sacerdote y educador”. La Revista Cató-lica, nº.1115, 1997, (209-213).

3. “Carlos Casanueva Opazo. Un apostolado social”. La Revista Católica, nº. 1118, 1997, (134-139).

4. “Joaquín Larraín Gandarillas. Humanista y educador”. La Revista Católica, nº 1.116, 1997, (315-320).

5. “Fidel Araneda Bravo: sacerdote, periodista, historiador”. Boletín de Historia y Geografía nº 13, Universidad Católica Blas Cañas, 1997, (5-17)



298

6. “Oscar Larson Soudy (1893-1974)”. La Revista Católica, nº. 1.119, 1998, (232-236)

7. “Jorge Gómez Ugarte. Educador”. La Revista Católica, nº. 1.120, 1998, (306-311).

8. “Robert Polain y su ideario pedagógico”. La Revista Católica, nº 1.121, 1999, (53-58).

9. “Carlos Oviedo Cavada. Historiador de la Iglesia”. La Revista Católica, n.º 1.122, 1999, (131-137).

10. “Raúl Silva Henríquez. Educador”. La Revista Católica, nº.1.123, 1999, (236-243).

11. “Rubén Castro Rojas. Su obra educacional”. La Revista Católica. nº. 1.124, 1999, (338- 345).

12. “Emilio Vaisse. Apóstol y periodista”. La Revista Católica, nº. 1128, 2000, (437-444).

13. “Luis Francisco Prieto del Río. Bibliógrafo e historiador”. La Revista Católica, nº1.127, 2000, (227-240).

14. “Manuel Larraín Errázuriz y su época”. La Revista Católica, nº.1.125, 2000, (60-67).

15. “Pbro. Humberto Muñoz Ramírez. Cooperativismo, ecumenismo y campesinado”. La Revista Católica, nº.1.131, 2001, (233-240).

16. “Mons. Reinaldo Muñoz Olave. Historiador de la Diócesis de Con-cepción”. La Revista Católica, nº.1.132, 2001, (321-325).

17. “Pbro. Maximino Arias Reyero. Fundador del Seladoc”. La Revista Católica, nº 1.129,2001, (42-50).

18. “Walter Hanisch Espíndola, S.J. In memoriam (1916-2001)”. Anuario de la Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 19, 2001, (9-13)

19. “Pbro. Elías Lizana Martínez. Archivero del Arzobispado de San-tiago de Chile. 1911- 1919”. La Revista Católica, nº.1.133, 2002, (70-80).

20. “Mons. Francisco Vives Estévez”. La Revista Católica, nº.1.134, 2002, (151-157).


299

21. “Juan Ignacio González Eyzaguirre. El Arzobispo de los obreros”. La Revista Católica, nº.1.135, 2002, (245-251).

22. “Mons Bernardino Berríos Gainza”. La Revista Católica, nº 1.137, 2003, (44-51).

23. “Fray Luis de Toloza Olivares Molina”. La Revista Católica, nº 1.138, 2003, (147-153).

24. “Gilberto Fuenzalida Guzmán. Pedagogo y catequista”. La Revista Católica, nº 1.130, 2001, (117-124).

25. “Fray Antonio Pavez Maldonado”. La Revista Católica, nº 1.141, 2004, (49-55).

26. “Rafael Larraín Errázuriz”. La revista Católica, nº 1.148, 2005, (317-323).

V) En torno a Educación1. “Manuales universitarios de Historia moderna”. Boletín de Historia

y geografía, nº. 2, Instituto profesional de estudios superiores Blas Cañas, 1986, (15-17).

2. “El documento en la enseñanza de la Historia”. Boletín de Historia y geografía, nº. 5, IPES Blas Cañas, 1988, (2-7).

3. “Una tradición pedagógica. Los Hermanos Maristas.”. Pedagogía, Fide Secundaria, Santiago de Chile, nº. 361, 1993, (283-288).

4. “Pragmatismo e idealismo en educación”. Boletín de Historia y Geo-grafía, U. Católica Blas Cañas, nº. 11, 1994, (131-142).

5. “La Educación durante la Colonia”. Revista de Historia y Educación Vol.1. Santiago de Chile, 1995, (119-126).

6. “Refl exiones en torno a la Reforma educacional de 1965”. Foro edu-cacional, nº.1, Universidad Católica Blas Cañas, 1996, (49-62).

7. “Modernización educacional”. Revista de Historia de la Educación, Vol. II, 1996, (5-6).

8. “Los objetivos transversales en los programas de Educación”. Foro educacional, Vol. 2, 1997, (83-90).



300

9. “Montaigne y la educación moderna”. Revista de Historia de la Educación, Vol. III, 1997, (39-48)

10. “Universidad y Humanismo. Cardenal Raúl Silva Henríquez”. Boletín de Filosofía de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez, nº. 10, 1999, (209-218).

11. “Las clases de religión y las reformas educacionales del Siglo XX”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 17, 1999, (187-194).

12. “Aportes de tres sacerdotes seculares a la educación en Chile”. Revista de Historia de la Educación, Vol. IV, 2000, (81-93).

13. “El Cardenal Raúl Silva Henríquez y su aporte a la educación chi-lena”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Vol. 18, 2000, (145-156).

14. “La enseñanza de la Historia”. Boletín de Historia y Geografía nº.15, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, 2000-2001, (275.-327).

15. “Aporte franciscano a la educación en Chile”. Revista de Historia y Geografía, nº. 17, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Hen-ríquez, 2003, (53-67).

16. “Joaquín Larraín Gandarillas. Una fi gura de proa en la educación chilena”. Revista Pensamiento educativo, Pontifi cia Universidad Católica de Chile, Vol. 34, 2004, (259-270).

VI) Textos sobre Historia General1. “Las enseñanzas de otro momento difícil: la caída de Roma”. Teología

y Vida IX, Ns. 3-4,1968, (187-196).

2 “Fe y cultura durante el siglo XVI. Teología y Vida XIX, 1978, (100-110).

3. “Veinte siglos de acción social”. Ediciones Mundo, Santiago de Chile, 1976, 22 pp.

Panorama sucinto de los fundamentos y constancia de la activa presencia social de la Iglesia desde sus inicios hasta adentrarse en la his-toria de nuestro país. El lapso incluido en el texto culmina en 1931 .


301

4. “Richelieu y la formación de los Estados modernos. El Mercurio, Santiago, 22.8.1977

5. “El hombre y los hombres del Renacimiento”. Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Chile. Publicaciones y Seminarios. 1979, 12 pp.

6. “Breve Historia de la Iglesia en Latinoamérica. ONAC, 1983, (159-185).

7. “La Iglesia en Iberoamérica. Luces y sombras. La Revista Católica, nº.1068, 1985, (113-122).

8. “El pensamiento historiográfi co de Fernand Braudel. Revista de Historia Universal, Pontifi cia Universidad católica de Chile, VI, 1986, (165-175).

9. “Condicionantes de la evangelización en América española. La Revista Católica, n. 1072, 1986, (273-280).

10. “Dos notas en torno al Barroco”. Teología y Vida, Vol. XXVI, nº.1, 1986, (81-87).

11. “Tres hombres del Renacimiento y sus ideas”. Boletín de Historia y geografía, nº. 4, IPES Blas Cañas, 1987, (9-15).

11. “La Iglesia en América Latina durante el siglo XX”. Teología y Vida, Vol. XXX nº 4, 1989, (299-310).

12. “La economía carolingia”. Boletín de Historia y geografía, nº. 5, IPES Blas Cañas, 1989, (10-17).

13. “El Papa Paulo VI y la prensa chilena”. Colaboración al Colloquio Internazionale di studio sobre Paulo VI e i problemi eclesiologici al Concilio, Brescia, Italia, 1989.

15. “Condicionantes de la evangelización en América Española”. La Revista Católica nº 1084, 1989, (273-279).

16. “La Independencia y su gravitación en la evangelización”. Teología y Vida, Vol. XXXII, 1991, (111-124).

17. “Mariano Picón Salas. Una visión historiográfi ca sobre Hispanoamé-rica”. Lengua, Literatura e Identidad. Ediciones Piedrazul. Santiago, 1991, (180-189).



302

18. “La Iglesia durante los siglos XIX y XX”. Boletín de Historia y Geo-grafía nº 8, IPES Blas Cañas, 1991, (53-60).

19. “La Iglesia en el Nuevo Mundo”. El Mercurio, Ediciones especiales Quinto Centenario, 12 de septiembre de 1992.

20. “Encarnación y trascendencia, cruzada y misión”. Boletín de Historia y Geografía nº.12, U. Católica Blas Cañas, 1996, (245-260).

21. “Tolerancia e intolerancia en la Edad Media. Ideas y Hechos”. Bo-letín de Historia y Geografía nº.14, U. Católica Blas Cañas, 1998, (357-364).

VI) Bibliografías1. Indice general de los volúmenes de Teología y Vida. I-XX, 1982, 72

pp.

2. “Bibliografía sumaria del Profesor Julio Jiménez”. Anales de la Facultad de Teología, Vol. XXXIII, 1982, (15-23)

VII) Reseñas y breves bibliográfi cas

Signifi cados de las siguientes abreviaturas:

AA.VV.: Autores varios.AHICH: Anuario de Historia de la Iglesia en Chile.

(Seminario de los Santos Angeles Custo-dios/ Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile).

BHG: Boletín de Historia y Geografía. (Uni-versidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez).

EHE: Revista de historia de la educación.RHyG: Revista de Historia y Geografía (Univer-

sidad Católica Cardenal Raúl Silva Henrí-quez.)

TyV: Teología Y Vida. (Pontifi cia Universidad católica de Chile).

1. Unión Alemana de catequistas: “Eucaristía y catequesis”. TyV, Vol. I x, 1968, (68).


303

2. Jezierski, L.: «L`Eucharistie dans la vie des jeunes ». TyV, Vol. IX, 1968, (69).

3. Isal: “Hombre, ideología y revolución en América Latina; realidad social en América Latina; América hoy”. TyV, Vol.IX, 1968, (161-162).

4. Dussel, E.: “Hipótesis para una historia de la Iglesia en América Latina”. TyV, Vol. IX, 1968, (342).

5. Bodamer, J.: “El hombre sin yo; Caminos hacia un nuevo yo; ¿Somos todavía hombres?” TyV, Vol. XIII, 1972, (137).

6. Le Du, J.: “Catequesis y dinámica de grupos”. TyV, Vol. XIII, 1972, (137).

7. Gabrielle, M.: “Manual del nuevo catecismo católico”. TyV, Vol. XIV, 1973, (219).

8. Plissart, M.: “Venid y veréis. Iniciación cristiana de los niños de 6 a 7 años”. TyV, Vol. XVI, 1875, (90).

9. Olivier, D.: “El proceso de Lutero”. TyV, Vol. XVI, 1975, (264).

10. Eyzaguirre, Jaime: “La Logia Lautarina”. TyV, Vol. XVI, 1975, (265).

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191. Hurtado, Alberto: “El sistema pedagógico de John Dewey ante las exigencias de la doctrina católica”. AHICH, Vol.12, 1994, (257).

192. Caiceo, Jaime: “Maritain, la política y el socialcristianismo en Chile”. AHICH, Vol. 12, 1994, (257-258).

193. Villarejo, Avencio O.S.A.: “Iglesia de San Agustín”. AHICH, Vol.12, 1994, (258- 259).

194. Fernández, María Angélica: “El tema paulino. Ley y libertad cris-tiana”. AHICH, Vol.12, 1994, (259).

195. Lozano, Claudio: “La educación en los siglos XIX y XX”. RHE, Vol. I, 1995, (165- 168)

196.Caiceo, Jaime: “Un colegio comprometido con su Iglesia”. RHE, Vol. I, 1995, (168- 171)

197. Núñez, Iván: “El trabajo docente”. RHE, Vol. I, 1995, (171-176)

198. Parra, Fredy: “Modernidad, utopía e historia en América Latina. Revista de Ciencias Religiosas”. U. Católica Silva Henríquez, 1995, (156-158).

199. AA.VV.: “Pensamiento pedagógico de los grandes educadores de los países del Convenio Andrés Bello”. RHE, Vol. II, 1996, (175-178)



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200. AA.VV.: “Historia de la acción educadora de la Iglesia en España”. RHE, Vol. II, 1996, (178-181).

201. Carrasco, R.: “Mi capellán un día nos dijo”. TyV, Vol. XXXVII, 1996, (268-269).

202. AA.VV.: “Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín. Un pastor para Chile”. AHICH, Vol. 14, 1996, (235-236).

203. Henríquez Gutiérrez, Luis: “Historia del Hogar Catequístico”. AHI-CH, Vol. 14, 1996, (236).

204. Bórquez, Felipe: “Correrías misionales (año 1897)”. AHICH, Vol. 14, 1996, (236- 237).

205. Sagredo, Rafael: “Escritos del Padre Fernando Vives Solar”. AHICH, Vol. 14, 1996, (237-238).

206. Duby, Georges: “El año mil. Una nueva y diferente visión de un concepto crucial de la historia”. BHG, U. Católica Blas Cañas, n.12, 1996, (300-301).

207. Rojas, Luis Emilio: “Historia y crisis de la Educación chilena”. RHE, Vol. III, 1997, (159-160).

208. Navas Rodríguez, María Teresa: “La educación en la Europa mo-derna”. RHE, Vol. III, 1997, (160-161).

209. Hasche, Renato: “La Iglesia en la Historia de Arica”. AHICH, Vol. 15, 1997, (242- 243).

210. Walker, Osvaldo O.S.A.: “Los agustinos en algunas de las obras de don José Toribio Medina”. AHICH, Vol. 15, 1997, (243).

211. Oviedo Cavada, Carlos: “Los obispos de Chile”. AHICH, Vol. 15, 1997, ( 248-249).

212. Ruz, Fernando: “La Iglesia y el Océano en Indias. La estructura marítima en la evangelización de América y la organización de la Iglesia Iberoamericana en los siglos XVI y XVII”. AHICH, Vol. 15, 1997, (249-250).

213. Maalouf, Amín: “Las cruzadas vistas por los árabes”. BHG, nº.13, 1997, (277-279)

214. Delaruelle, Etienne: “Lìdée de Croisade au Moyen Age”. BHG, nº13, 1997, (286- 288)

215. Lacoste, Pablo: “Argentina y Chile. 500 años de integración”. BHG, nº.13, 1997, (298-300).

216. Jara, Ramón Angel: “Algo sobre las catedrales de la Santísima Concepción”. AHICH, Vol.16, 1998, (227-228).


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217. Oviedo, Carlos: “Crónica. Ocho años”. AHICH, Vol.16, 1998, (228-229).

218. Carrasco, Guillermo: “Los agustinos de Chile y el desarrollo eco-nómico y social de Cuyo”. AHICH, Vol.16, 1998, (229).

219. Camus, Misael: “Movimientos eclesiales laicales”. AHICH, Vol.16, 1998, (230- 231).

220. AA.VV. “Publicaciones del Archivo franciscano de Santiago de Chile”. AHICH, Vol. 16, 1998, (232-233).

221. Cañabate, José Miguel: “Los marianistas en Chile (1948-1999)”. AHICH, Vol. 17, 1999, (248).

222. Aliaga Rojas, Fernando: “Apóstoles para el Evangelio. Historia de las Hijas de San Pablo en Chile”. AHICH, Vol. 17, 1999, (249250).

223. León, Marco Antonio: “La cultura de la muerte en Chiloé”. AHICH, Vol.17, 1999, (250-251).

224. Videla, Alfredo: “Vida de San Juan Bosco”. AHICH, Vol. 17, 1999, (251-252).

225. Iturriaga, Rigoberto: “Fr. José Cabrera. Gobernador de la diócesis de Ancud”. AHICH, Vol. 17, 1999, (252).

226.Kuzmanic, Simón: “Presencia salesiana en Chile. 100 años en Chile. La consolidación”. AHICH, Vol. 17, 1999, (253).

227. Caiceo Escudero, Jaime: “Un esbozo para la Historia del CPEIP”. RHE, Vol. IV, 2000, (113).

228. Celis, Luis; Guzmán, Andrés y Pozo, José Miguel: “Educadores ilustres en la Historia educacional chilena. Siglos XVIII-XX”. RHE, Vol. IV, 2000, (113-114).

229. Besoaín Armijo, Raúl: “Ciento cincuenta años de Historia del Co-legio de los Sagrados Corazones”. RHE, Vol. IV, 2000, (116).

230. Sol Serrano: “Vírgenes viajeras” . AHICH, Vol.18, 2000, (244-245).

231. Millar, René: “Misticismo e Inquisición en el virreinato peruano”. AHICH, Vol.18, 2000, (245-246).

232. Carrasco Notario, Guillermo: “El órgano Morettini de la Iglesia de San Agustín de Santiago”. AHICH, Vol. 18, 2000,( 246-247)

233. Besoaín Armijo, Raúl: “Ciento cincuenta años de Historia del Co-legio de los Sagrados Corazones”. RHE, Vol. IV, 2000, (116).



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234. Rovegno Suárez, Juan O.F.M.: “Historia y devociones populares de la recoleta Franciscana de Santiago de Chile (1643-1985)”. AHICH, Vol. 19, 2001, (267-8)

235. AA.VV.: “Memorias del Instituto Chacabuco (1911-2001)”. AHICH, Vol. 19, 2001, (268-269)

236. “Homenaje a Oreste Plath (1907-1996)”, AHICH, Vol. 19, 2001, (269-270).

237. Prado Ocaranza, Juan Guillermo: “Fray Andresito, precursor del movimiento obrero”.AHICH, Vol. 19, 2001, (270-271).

238. Martínez, Romelia: “La vida se hace historia”. AHICH, Vol.20, 2002, (255).

239. Cubillos, Lorenzo: “Monseñor Sótero Sanz de Villalba”.AHICH, Vol.20, 2002, (256-7).

240. Pérez Walker, María del Carmen: “Semillas y Cantares”. AHICH, Vol 20, 2002, (257-8).

241. Erazo, Mario: “En Asís vivió un poeta”. AHICH, Vol.20, 2002, (258-259).

242. Retamal, Fernando: “Chilensia Pontifi cia. Monumenta Ecclesiae Chilensia”. AHICH, Vol. 20, 2002, (259-260).

243. Soto Toledo, Gerardo: “Viatores en el sur del mundo”. AHICH, Vol. 21, 2003, (265- 266).

244. Carrasco, Guillermo: “Arte textil en la sacristía del Convento San Agustín de Santiago”. AHICH, Vol. 21, 2003, (266-267).

245. Juan Ignacio González Errázuriz: “El arzobispo del Centenario. Juan Ignacio González Eyzaguirre”. AHICH, Vol. 21, 2003, (267-269).

246. Fernando Aliaga Rojas: La entrega sin retorno. Madre Bernarda Morin. 1832-1929, AHICH, Vol. 21, 2003, (270-271).

247. León, Marco Antonio: “Encierro y corrección. La confi guración de un sistema de prisiones en Chile (1800-1911)”. AHICH, Vol. 21, 2003, (271-272).

248. Velásquez, Marlen: “Episcopado chileno y Unidad Popular”. AHICH, Vol 21, 2003, (272-273).

249. León Gallardo, René: “Fruto de la Paz. Breve historia del Cristo Redentor de los Andes”. AHICH, Vol. 22, 2004, (275-277).

250. Guillermo Carrasco Notario: “Luces y sombras. 400 años de pre-sencia agustina en Chile”. AHICH, Vol. 22, 2004, (277-278).


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251. Núñez, Lautaro: “La Tirana del Tamarugal”. AHICH, Vol.22, 2004, (279).

252. Larraín, Paz; Matte Varas, Joaquín: “Testimonios de un capellán castrense en la Guerra del Pacífi co: Ruperto Marchant Pereira”. AHICH, Vol. 22, 2004, (280).

253. González, Isabel Margarita: “Biografía de cuerpo y alma. Mario Hiriart Pulido”. AHICH, Vol. 22, 2004, (280-281).

254. González Cruchaga, Carlos: “Manuel Larraín. Un obispo sorpren-dente”. AHICH, Vol. 2004, (281).

255. Iturriaga, Rigobert: “Fray Luis Beltrán (1785-1827)”. AHICH, Vol. 22, 2004, (282- 3).

256. Mardones, José María: “Recuperar la justicia. Religión y política en una sociedad laica”. RC nº 1149, enero-marzo, 2006, (85)

VIII) Crónicas institucionales1. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile. 1983”.

Vol. 1, 1983, (249-253)

2. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile. 1984”. Vol. 2, 1984, (277-280).


4. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile: 1986”. Vol. 4, 1986, (305-306).


6. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile. 1988”. Vol. 6, 1988, (287-289)

7. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile: 1989”. Vol. 7, 1989, (319-321).

8. “La Facultad de Teología” (crónica) Teología y Vida, Vol. XXX, nº.3, 1989, (231-233)





318




14. “La Facultad de Teología de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Algo de su historia. Tercera parte y epílogo”. Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, nº. 12, 1994, (153-189).






20. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile.2000”. Vol. 18, 2000, (237-240).



23. “Actividades de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile.2003”. Vol. 21, 2003, (259 -262).


IX) Temas diversos (Editoriales y Notas introductorias)1. “Prólogo” A: Diccionario biográfi co del clero secular chileno 1969-1982.

Anotaciones al Diccionario de Luis Francisco Prieto del Río, por Raymundo Arancibia Salcedo. Separata. Teología y Vida, Vol. XXIII, nº 4, 1982, (265-266)


319

2. “Presentación”. Teología y Vida, Vol. XXIV, Ns. 1-2, 1983, (3)

3. “Presentación”. (Firmado El Director). Teología y Vida, Vol. XXVII, n.1, 1986, (3-4).

4. “De la Facultad al Episcopado”. (Sin fi rma). Teología y Vida, Vol. XXVII, Ns.2-3, 1986, (155-156).

5. “Utopías”. Revista de historia de la educación, Vol. I, 1995, (7-8)

6. “Modernización educacional”. Revista de historia de la educación, Vol. II, 1996, (5-6)

7. “Presentación del segundo número de la revista”. Revista de historia de la educación, Vol. I II, 1997, (157-158)

8. “La novedad del pasado”. Revista de historia de la educación, Vol. III, 1997, (9-10).

9. “Adelante”. Revista de historia de la educación, Vol. IV, 2000, (7-8)

10. “Presentación” En: Una digna mirada para el Altísimo. Exaltación histórica y espacios de conmemoración de la Catedral de Santiago de Chile, 1748-2005, de Marco Antonio León. Seminario Pontifi cio de Los Santos Angeles Custodios/ Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile, 2005, (11-14)

Lecciones de un historiador de la Iglesia - Dialnet · 2012-06-18 · Palabras claves: Biografía,...

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