Lección 2 para el 13 de octubre de 2012

Esta semana estudiaremos la inspiración de la Biblia y lo que ésta enseña acerca de Aquel que la inspiró.

A. La inspiración de la Biblia1. Lo que la Biblia dice acerca de

sí misma. Lo que dice el Antiguo

Testamento. Lo que dice el Nuevo

Testamento respecto del Antiguo Testamento.

Lo que dice el Nuevo Testamento respecto de sí mismo.

Lo que dijo Jesús.2. Cómo fue inspirada la Biblia.3. Para qué sirve la Biblia.

B. Dios revelado en la Biblia1. La naturaleza triuna de Dios.2. Los atributos de Dios.3. La intervención de Dios en la historia humana.

¿Qué dice el Antiguo Testamento acerca de su autor?

El Antiguo Testamento dice explícitamente que “vino palabra de Jehová”, entre otros, a Abram (Gn. 15:1), a Samuel (1S. 15:10), a Natán (2S. 7:4), a Gad (2S. 24:11), a Salomón (1R. 6:11), a Semaías (1R. 12:22), a Jehú(1R. 16:1), a Elías (1R. 17:2), a Isaías (Is. 38:4), a Jeremías (Jer. 1:4), a Ezequiel (Ez. 21:1), a Oseas (Os. 1:1), a Joel (Joel 1:1), a Jonás (Jonás 1:1), a Miqueas (Miq. 1:1), a Sofonías (Sof. 1:1), a Hageo (Hag. 1:3), a Zacarías (Zac. 1:7)

Una de las frases más repetidas en escritos del Antiguo Testamento es: “Así ha dicho Jehová” (1S. 15:2; 2R. 19:20; Is. 65:8; Jer. 6:22; Eze. 5:5; Am. 1:3; …)

Con respecto a quién inspiró a David para escribir los salmos, él mismo declara: “El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua” (2S. 23:2)

Los autores del Antiguo Testamento declaran enfáticamente que fueron meros

instrumentos para transmitir las instrucciones de Dios.

¿Qué dice el Nuevo Testamento con respecto al Antiguo Testamento?

“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”

(2ª de Pedro 1:19-21)Cuando Pedro habla de la “Escritura”, se está refiriendo a la Palabra de Dios aceptada en ese momento entre el pueblo judío, es decir, lo que hoy conocemos como el Antiguo Testamento.

De igual modo, Pablo declara que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2Tim. 3:16)

¿Qué dice el Nuevo

Testamento de sí

mismo?

El apóstol Pablo llama Escrituras a las palabras de Jesús registradas en Lucas 10:7

“Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario” (1ª de Timoteo 5:18)

Por su parte, el apóstol Pedro coloca a los escritos de Pablo en el mismo nivel de inspiración que el Antiguo Testamento.

“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición”

(2ª de Pedro 3:15-16)

¿Qué opinaba Jesús de las Escrituras?

Las usó para

rechazar la tentación

(Mt.4:4, 7, 10)

Las usó para

defender la verdad

(Mt. 22:41-46)

Las usó para

defenderse de sus

enemigos (Jn. 10:34-

35)

Instó a que fueran

estudiadas (Jn. 5:39)

Indicó que en ellas estaba

revelado su

Ministerio (Lc. 24:27)

“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas 24:27)

¿Cómo fue inspirada la Biblia?

“La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. Los escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma. Considerad a los diferentes escritores.

No son las palabras de la Biblia las inspiradas, sino los hombres son los que fueron inspirados. La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones, sino en el hombre mismo, que está imbuido con pensamientos bajo la influencia del Espíritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente individual. La mente divina es difundida. La mente y la voluntad divinas se combinan con la mente y voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra de Dios”

E.G.W. (Mensajes Selectos, tomo 1, cp. 1, pg. 24)

¿Para qué es útil la Biblia?

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en

justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2ª de

Timoteo 3:16-17)

La sugerencia que hace el Antiguo Testamento de una pluralidad provee indicios acerca de la naturaleza interior de Dios. Cuando unimos esto con la afirmación del Nuevo Testamento acerca de Jesucristo y el Espíritu Santo, comenzamos a darnos cuenta de que hay mucho acerca de Dios que no comprendemos plenamente, y probablemente nunca lo entenderemos. El aspecto triuno de Dios es un misterio, entre muchos, con el cual tendremos que aprender a vivir.

Deuteronomio 6:4 es la base de la religión judía y de la cristiana: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”.

A pesar del claro testimonio de la unidad de Dios, en las Escrituras encontramos diversas expresiones que nos hablan de su pluralidad:

“Hagamos”(Gn. 1:26)

“Como uno de nosotros”(Gn. 3:22)

“Descendamos y confundamos”(Gn. 11:7)

“El Verbo era con Dios,y el Verbo era Dios” (Jn. 1:1)

“En el nombre del Padre, y del Hijo,y del Espíritu Santo” (Mt. 28:19)

Él está en todo lugar (Sal. 139:7-12)

No hay nada imposible para

Dios (Mt. 19:26)

Dios conoce todo (Job 42:2)

Él no cambia (Mal. 3:6)

Éste es un hecho que la Biblia da por sentado desde su mismo comienzo (Gn. 1:1; Heb. 11:6)

Creó al hombre (Gn. 1:26)

Interviene en nuestra historia

(Gn. 11:9)

Ejecuta sus juicios sobre los malvados

(Gn. 19:24)

Se revela a los hombres (Éx. 3:1-14)

Se hizo hombre y murió por nosotros

(Jn. 3:16)

Vendrá otra vez y nos dará vida eterna

(1Tes. 4:16-17)

Viviremos siempre con Él (Ap. 22:1-5)

“Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre

estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22:3-5)