Lección 38: la restauración

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«Maravillado y dominado por la grandeza de la Restauración y todo lo que ello conlleva, habrá momentos en los que vosotros y yo derramaremos lágrimas en la almohada en agradecimiento por lo que Dios nos ha dado». (Neal A. Maxwell, «The Wondrous Restoration», Ensign, Apr. 2003, 30) Himno: «La oración del Profeta» Himno 14 Escritura: «Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas» (Amós 3:7). Lección: Escriba cada una de las siguientes referencias en un trozo de papel y colóquelas en un frasco: 1 Ne14: 7; 1 Ne22: 8; 3 Ne21: 9; DyC 6: 1; DyC 11: 1; DyC 12: 1. Pida a los miembros de la familia que saquen una a una las tiras de papel del frasco hasta que se vacíe. Haga que cada persona lea en voz alta su escritura. Pregunte: • ¿Qué palabras se repiten en todos los versículos? («Obra maravillosa»). • ¿Qué «obra grande y maravillosa» creéis que se estaba profetizando en estos versículos? (Lea la siguiente cita del presidente Howard W. Hunter: «Esta iglesia, […] que fue profetizado que sería una obra maravillosa y un prodigio en los Últimos Días, nació en el más humilde de los comienzos».[Ensign, mayo de 1991, 63]) ¿Cuál de todas estas profecías es la más antigua? (1 Ne14: 7, alrededor del 600 a.C.) ¿Cómo os sentís por ser miembros de una Iglesia de la que fue profetizada su nacimiento hace miles de años? • ¿Qué pensáis que el Señor espera de nosotros, al habérsenos dado una bendición tan maravillosa? (Dennis H. Leavitt and Richard O. Christensen, Scripture Study for Latter-day Saint Families: The Doctrine and Covenants, [Salt Lake City: Deseret Book, 2004], p. 28.) Refrigerio Magdalenas de frutas - 2/3 taza de azúcar. - 1/3 taza de manteca de cerdo. - 1 huevo. - 1/4 de taza de miel. - 1 taza de leche. - 2 tazas de harina. - 1 cucharadita de bicarbonato sódico. - 1 cucharadita de levadura en polvo. - 1 cucharadita de sal. - 1/2 taza de fruta enlatada escurrida, en trozos pequeños. Haga una crema con el azúcar y la manteca; añada el huevo y mezcle bien. Añada la miel y la leche, raspando el fondo del recipiente a menudo. Añada los ingredientes secos previamente tamizados y mezclar a baja velocidad. Añada la fruta escurrida. Engrase los moldes para muffins sin llegar hasta arriba (3/4 de su capacidad). Hornear a 190 grados durante 20 minutos. Hace 1 docena de magdalenas. Lección 38: la restauración FORTALECE TU FAMILIA

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Page 1: Lección 38: la restauración

«Maravillado y dominado por la grandeza de la Restauración y todo lo que ello conlleva, habrá momentos en los que vosotros y yo derramaremos lágrimas en la almohada en agradecimiento por lo que Dios nos ha dado».

(Neal A. Maxwell, «The Wondrous Restoration», Ensign, Apr. 2003, 30)

Himno: «La oración del Profeta» Himno 14

Escritura: «Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas» (Amós 3:7).

Lección: Escriba cada una de las siguientes referencias en un trozo de papel y colóquelas en un frasco: 1 Nefi 14: 7; 1 Nefi 22: 8; 3 Nefi 21: 9; DyC 6: 1; DyC 11: 1; DyC 12: 1. Pida a los miembros de la familia que saquen una a una las tiras de papel del frasco hasta que se vacíe. Haga que cada persona lea en voz alta su escritura. Pregunte:

• ¿Qué palabras se repiten en todos los versículos? («Obra maravillosa»).

• ¿Qué «obra grande y maravillosa» creéis que se estaba profetizando en estos versículos? (Lea la siguiente cita del presidente Howard W. Hunter: «Esta iglesia, […] que fue profetizado que sería una obra maravillosa y un prodigio en los Últimos Días, nació en el más humilde de los comienzos».[Ensign, mayo de 1991, 63])

• ¿Cuál de todas estas profecías es la más antigua? (1 Nefi 14: 7, alrededor del 600 a.C.)

• ¿Cómo os sentís por ser miembros de una Iglesia de la que fue profetizada su nacimiento hace miles de años?

• ¿Qué pensáis que el Señor espera de nosotros, al habérsenos dado una bendición tan maravillosa?

(Dennis H. Leavitt and Richard O. Christensen, Scripture Study for Latter-day Saint Families: The Doctrine and Covenants, [Salt Lake City: Deseret Book, 2004], p. 28.)

Historia:

Refrigerio

Magdalenas de frutas - 2/3 taza de azúcar. - 1/3 taza de manteca de cerdo. - 1 huevo. - 1/4 de taza de miel. - 1 taza de leche. - 2 tazas de harina. - 1 cucharadita de bicarbonato sódico. - 1 cucharadita de levadura en polvo. - 1 cucharadita de sal. - 1/2 taza de fruta enlatada escurrida, en trozos

pequeños.

Haga una crema con el azúcar y la manteca; añada el huevo y mezcle bien. Añada la miel y la leche, raspando el fondo del recipiente a menudo. Añada los ingredientes secos previamente tamizados y mezclar a baja velocidad. Añada la fruta escurrida. Engrase los moldes para muffins sin llegar hasta arriba (3/4 de su capacidad). Hornear a 190 grados durante 20 minutos. Hace 1 docena de magdalenas.

Lección 38: la restauración

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Se me olvidó decirle, pero ¡Él resucitó! James A. Cullimore

E CUENTA la historia de un hombre que caminaba por una calle de Chicago y llegó al escaparate de una tienda donde se mostraba un bello cuadro de la crucifixión. Mientras se encontraba de pie embelesado mirando aquella imagen, de repente cayó en la cuenta de que a su lado había un muchachito. El chico también estaba observando el cuadro y su expresión tensa hizo saber al hombre que la crucifixión había atenazado aquella pequeña ansiosa alma. El hombre dijo, tocando al chico en el hombro: «Hijo, ¿qué es este cuadro?»

«¿No lo sabes?», respondió con la cara maravillada por la ignorancia del hombre. «Ese hombre allí es Jesús y los otros son soldados romanos y la mujer que llora es su madre y» añadió, «lo mataron».

El hombre se resistía a dejar el escaparate, pero no iba a quedarse para siempre en aquella trágica escena, así que se dio la vuelta y se fue caminado. Momentos después oyó el ruido de pasos acelerados, el muchachito se le acercó.

«¡Oiga, señor!», exclamó sin aliento. «Se me olvidó decirle, pero ¡Él resucitó!»

Sí, resucitó. El nacimiento del Redentor en la tierra es de menor importancia que la conquista de la muerte y la tumba, ya que únicamente al levantarse de la tumba pudo redimir al mundo. Por lo tanto, Su resurrección marca la redención de la humanidad y se convirtió en uno de los mayores acontecimientos para cada hijo de Dios.

(Leon R. Hartshorn, Outstanding Stories by General Authorities, vol. 3, [Salt Lake City: Deseret Book, 1974].)

Actividad: Anote un precio a todos los artículos que aparecen en la otra página.

Divida a la familia en dos o tres equipos. Dé a cada equipo lápiz y papel.

Describa uno de los artículos de la lista y pida a los equipos que escriban cuánto creen que vale cada uno de ellos. El equipo que se acerque más (sin pasarse del precio anotado) se apunta 5 puntos. Si todos los equipos se pasan del precio, se hace una nueva ronda para el mismo artículo.

El juego continúa hasta que se haya dado precio a tantos artículos como se desee. El equipo con más puntos gana.

Haga que cada miembro de la familia comparta cual es el valor que sienten por el don de la resurrección. La resurrección de Cristo hizo posible que todos nosotros resucitemos. (Allan K. Burgess and Max H. Molgard, «Fun for Family Night: New Testament Edition», [Salt Lake City: Bookcraft, 1995], p. 159.)

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1 Nefi 14:7 Porque viene el día, dice el Cordero de Dios, en que haré una obra grande y maravillosa entre los hijos de los hombres, una obra que será sempiterna, ya para una cosa u otra; ya para convencerlos a la paz y vida eterna, o entregarlos a la dureza de sus corazones y ceguedad de sus mentes hasta ser llevados al cautiverio, y también a la destrucción, tanto temporal como espiritualmente, según la cautividad del diablo, de la cual he hablado.

1 Nefi 22:8 Y después que nuestra posteridad haya sido dispersada, el Señor Dios procederá a efectuar una obra maravillosa entre los gentiles, que será de gran valor para nuestra posteridad; por tanto, se compara a que serán nutridos por los gentiles y llevados en sus brazos y sobre sus hombros.

3 Nefi 21:9 Porque en aquel día hará el Padre, por mi causa, una obra que será una obra grande y maravillosa entre ellos; y habrá entre ellos quienes no lo creerán, aun cuando un hombre se lo declare.

DyC 6:1 Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

DyC 11:1 Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

DyC 12:1 Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

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• ¿Qué palabras se repiten en todos los versículos?

• ¿Qué «obra grande y maravillosa» creéis que se estaba profetizando en estos versículos?

•¿Cuál de todas estas profecías es la más antigua?

•¿Cómo os sentís por ser miembros de una Iglesia de la que fue profetizada su nacimiento hace miles de años?

• ¿Qué pensáis que el Señor espera de nosotros, al habérsenos dado una bendición tan maravillosa? Respuesta:

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Historia:

Testifica que José Smith es un profeta David O. McKay

I PADRE […] aceptó un llamamiento a una misión alrededor de 1880. Cuando comenzó a predicar en su tierra natal y daba testimonio de la restauración del Evangelio de Jesucristo, se dio cuenta de que la gente se apartaba de él. Sus entrañas guardaban

rencor contra todo lo «mormón», y el nombre de José Smith parecía despertar antagonismo en sus corazones. Un día llegó a la conclusión de que la mejor manera de llegar a estas personas sería predicar sólo simples principios, la expiación del Señor Jesucristo, los primeros principios del Evangelio, y no dar testimonio de la restauración. Al principio comenzó siendo simple, como un pensamiento pasajero, pero sin embargo influyó el resto de su obra. En un mes le oprimió una sensación de tristeza, abatimiento, y no conseguía sentir el espíritu de su obra. No supo muy bien de qué se trataba, pero su mente se oscureció, su espíritu se obstruyó, se sentía oprimido e incapacitado; y esa sensación de depresión continuó hasta que él, cargado de tal pesadez, fue al Señor y le dijo: «Si no puedo conseguir eliminar esta sensación, tendré que volver a casa. No puedo continuar con este sentimiento».

Continuó durante algún tiempo después cuando una mañana, antes del amanecer después de una noche en vela, decidió apartarse a una cueva cerca de la costa, donde sabía que podría estar alejado totalmente del resto del mundo; derramar allí su alma a Dios y preguntar el por qué le oprimía este sentimiento, qué había hecho, y qué podía hacer para deshacerse de él y continuar con su obra. Inició su camino hacia la cueva estando aún oscuro. Estaba tan ansioso por llegar que empezó a correr, y mientras salía de la ciudad le dió el alto un oficial que quería saber qué le pasaba. Le dió alguna respuesta evasiva pero satisfactoria y le dejó seguir adelante. Algo parecía arrastrarle; tenía que conseguir alivio.

Entró en ese lugar y dijo: «Oh, Padre, ¿qué puedo hacer para deshacerme de este sentimiento? Se me debe de quitar o no podré continuar en esta obra»; y oyó una voz, tan nítida como con la que yo hablo, diciendo: «Testifica que José Smith es un profeta de Dios».

Recordó, entonces, lo que decidió hacer seis semanas o más atrás, y se sintió abrumado por el pensamiento, llegó a comprender que todo el asunto por el que él estaba allí era por una misión especial, y que no le había dado a aquella misión especial la atención que merecía. Entonces gritó en su corazón: «Señor, es suficiente», y salió de la cueva.

(Linda Ririe Gundry, Jay A. Parry, and Jack M. Lyon, editors, Best-Loved Stories of the LDS People, [Salt Lake City: Deseret Book, 2001], p. 392.)

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Page 5: Lección 38: la restauración

Jueguen a «Evolución Gráfica» para ilustrar la necesidad de un profeta para restaurar la Iglesia después de siglos de confusión y oscuridad.

1. Escriba el título de un libro, una película o canción en la parte superior de una hoja de papel. Pase el papel a la siguiente persona.

2. La siguiente persona hace un dibujo que represente el título lo mejor que pueda, luego dobla el papel donde está escrito el título para que no se pueda ver. Entrega el papel a la siguiente persona.

3. La siguiente persona ve el dibujo y escribe debajo de la imagen cual cree que es el título. Dobla el papel por el dibujo para que solo se vea el título que ha escrito esta última persona.

4. Este proceso de adivinar el título usando dibujos se repite hasta que todos hayan tenido la oportunidad de participar.

5. Lea en voz alta el último título y el título original. Desdoble el papel para que todos puedan ver la evolución gráfica.

6. También puede hacer que cada uno tenga un papel para que escriba un título y luego intercambiar los papeles los demás hasta que todos hayan dibujado y escrito en cada papel.

(George and Jeane Chipman, Games! Games! Games!, [Salt Lake City: Shadow Mountain, 1983], p. 20.)

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José Smith, un profeta de Dios.