Las voces de los niños - Instituto de los Hermanos … · nuestra diversidad un motivo de riqueza,...

Las voces de los niños piden nuestra solidaridad

Adviento y solidaridad marista 2006

Bureau of International Solidarity (BIS) Casa General de los Hermanos Maristas, Roma

Bureau of International SolidarityCasa General de los Hermanos Maristas

Roma, ItaliaOctubre 2006

“Los niños no son receptores pasivos de nuestra caridad o protección sino activos ciudadanos con derechos, que deben participar en sus comunidades y sociedades. Pero al carecer de voz o representación política, fácilmente se les deja al margen del debate público”. Esta declaración tomada del Informe del estado de la infancia en el mundo, 2006 (Unicef ) está en sintonía con el motivo central de nuestro folleto de reflexión solidaria de Adviento: “Las voces de los niños piden nuestra solidaridad”.

El cuaderno de este año es un eco de las voces de los niños y jóvenes que se oyen en el mundo marista. Veintitrés de ellos, a veces de manera agrupada, han compartido con nosotros sus visiones sobre la vida, el mundo que les rodea y sus preocupaciones y esperanzas acerca del futuro. Hemos reunido sus pensamientos en forma de reflexión, añadiendo una lectura diaria de la Palabra de Dios del tiempo de Adviento, con puntos para la motivación personal y, para acabar, una oración sacada de la liturgia del día.

Cada situación personal es única. Sin embargo, cuando estos chicos y chicas hablan de sus inquietudes y de lo que el porvenir les puede deparar, son bastante parecidos, independientemente de su género, edad, o de que vivan en países desarrollados o en vías de desarrollo. Cuando estéis reflexionando sobre lo que han querido compartir con nosotros, os sorprenderéis al ver cómo mantienen la esperanza de que habrá un futuro para ellos mejor que su presente. Son jóvenes con capacidad de resistencia.

Nosotros queremos expresarles nuestro más sincero agradecimiento por su testimonio. Gracias también a los educadores que han hecho posible que podamos escucharlos. Ha habido veces en que, en lugar de una historia determinada, hemos recibido un conjunto de ideas y conclusiones sintetizadas tras varias entrevistas y debates tenidos en grupo. En dos ocasiones vendrá indicado así. En todos los casos, son las voces de la gente joven las que nos interpelan en el libro de Adviento de este año.

Antes de terminar, os damos la bienvenida a los que vais a utilizar estos materiales, sobre todo a los que seáis nuevos en la misión educativa marista. Os pedimos que recéis y reflexionéis acompañados de estos mensajes. Y esperamos que el fruto de todo ello sea la acción en favor de los derechos de los niños en todo el mundo.

Unidos en la oración y la solidaridad,

H. Dominick Pujia, Director

Srta. Sara Panciroli, Auxiliar administrativo

H. César Henríquez, Delegado de promoción y defensa de los derechos del niño

Srta. Angela Petenzi, Coordinadora de proyectos

Agradecemos a...

Producción, formato y diseño:H. Dominick Pujia, Director del BISSrta. Sara Panciroli, Auxiliar administrativo del

BISH. Peter Codd (Australia)

Traductores y editores:H. Gilles BeauregardH. Carlos MartínH. Ross MurrinH. Manoel SoaresH. César Henríquez

Lectores de pruebas:Srta. Annie Girka, Vichy, FranciaD. Sergio Luis Schons, Montenegro, BrasilH. Francisco Castellanos, EspañaH. Gerry Brereton, USAH. Ross Murrin, Australia, Casa GeneralH. Don Neary, USA, Casa GeneralH. Joseph De Meyer, Bélgica, Casa General P. Rogério Groh, Brasil, Colegio Internacional,

Casa GeneralJóvenes, hermanos y educadores de todo el mundo marista, gracias a los cuales disponemos de estas reflexiones:

Introducción RD del Congo: Reflexión sobre la solidaridad / H. Michel Uhuka

3 diciembre España: Rafa, 4 años / H. Federico Andrés Carpintero

4 diciembre India: Johnson, 7 años / H. Lazar Hirundayasamy

5 diciembre Australia: Patrick, 7 años / H. Chris Wills

6 diciembre Kenia: Ogaga, 6 años / Experiencia del H. Patrick Kenagwa

7 diciembre USA: Wander, 8 años / H. Michael Flanigan

8 diciembre Francia: Sébastien, 2 años / H. Michel Morel

9 diciembre México: Alejandro, 2 años / Srta. María Socorro Álvarez Noriega

0 diciembre Siria: Bassel, 8 años / H. Georges Sabe

diciembre Argentina: Jonatan, 8 años / H. Gerardo Accastello

2 diciembre Brasil: Rafael, 7 años / H. Vanderlei Soela

3 diciembre Vanuatu: Lydia, 5 años / H. Chris Wills

4 diciembre Filipinas: Joevelon, 8 años / H. Chrispin

5 diciembre Malawi: Grupo de niños / H. John Francis Bwanoli

6 diciembre Honduras: Gabi, 8 años / H. Antonio Rieu

7 diciembre Nigeria: Amaobi, 8 años / H. Basil Nwude

8 diciembre Ecuador: José, 5 años / H. Galo Rivera

9 diciembre Guatemala: Angie, 5 años / H. Jesús Balmaseda

20 diciembre Ruanda: Pierre, 5 años / Experiencia del H. Antoine Kazindu

2 diciembre Chad: Kemndigue, 24 años / H. Carlos García

22 diciembre Chile: Rodolfo, 7 años / H. Fernando Figueroa

23 diciembre Alemania: Marcel, 8 años / H. Gerhard Ippisch

24 diciembre Suráfrica: Mikhaila, 3 años / H. Mario Colussi

25 diciembre Sri Lanka: Shaeveen, 5 años / Srta. Nirmala

Después de años de guerra civil, los niños y jóvenes de la República

Democrática del Congo esperan unas elecciones pacíficas y un nuevo gobierno que conduzca a la nación hacia la prosperidad y el desarrollo. Las elecciones están fijadas para diciembre de 2006. Este mensaje viene de los hermanos de la República. Ellos nos dicen que es el testimonio de un joven adulto llamado Bulukaoto, de Kisangani. Durante este tiempo de Adviento acordaos de rezar para que esas elecciones se produzcan en un ambiente de paz.

« ADVIENTO », la espera del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Un mensaje del amor de Dios que quiere vivir entre nosotros « EMMANUEL: DIOS CON NOSOTROS ».

¿Cómo vamos a acoger a este Dios que solicita nuestra hospitalidad?

Mi país, la R.D.C., como muchos otros, está en guerra y vivimos en un período de transición lleno de incertidumbre. Dios nos enseña SOLIDARIDAD, y quiere que la vivamos entre nosotros.

Cuando miro a mi familia, mi escuela, mi país y los otros países del mundo, descubro que la SOLIDARIDAD no es un deber que cala en el corazón de la gente, porque en la calle, en la televisión, y no pocas veces en casa, sólo aprendemos egoísmo, venganza y muerte.

EL ADVIENTO nos invita a cambiar nuestro corazón para mirar el bien común, el interés de todos.

Esto es quizá lo que los políticos de mi país con ayuda de la comunidad internacional tratan de inculcarnos a nosotros, los niños y jóvenes que hemos crecido en medio de las guerras civiles. Un cambio de corazón que se manifieste en el deseo de detener la violencia y de proceder a elecciones libres, democráticas y transparentes.

Eso sería una gran alegría para mí y para muchos niños que han sido víctimas de estas guerras continuas.

En la escuela y en casa en estos momentos, no cesamos de oír palabras como elecciones, reconciliación, perdón, negociaciones, cambio etc.

Es un mensaje de esperanza para muchos de nosotros, porque hace años que sólo se nos enseñaba a odiar al otro, a matarlo.

El pueblo congoleño como muchos otros pueblos de nuestro planeta empieza a caminar hacia la solidaridad de Dios que viene a vivir en medio de nosotros a pesar de nuestras diferencias.

Estamos empezando a aprender a aceptarnos los unos a los otros, tal como somos. Deseamos hacer de nuestra diversidad un motivo de riqueza, de paz, de perdón, y no una fuente de conflicto, de guerra, de exclusión y de muerte.

Nuestra oración es que Dios haga de nosotros un pueblo solidario, que estemos abiertos a todo el mundo y dispuestos a extender su mensaje de amor y solidaridad.

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Domingo, primera semana de Adviento3 de diciembre

Invitación a la oraciónDios mío, ven en mi auxilio.

Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo;Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura del díaEntonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas. Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre venir en la Nube, con gran poder e infinita gloria. Cuando se presenten los primeros signos, enderécense y levanten la cabeza, porque está cerca su liberación.

Cuiden de ustedes mismos, no sea que una vida materializada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.

Lucas 2: 25–28,34–36

Reflexión España, que antaño fue un imperio colonial mundial, puede presumir de una gran historia cultural. De 936 a 939 sufrió una devastadora guerra civil. Entró a formar parte de la Unión Europea en 986 y se ha convertido en un país potente económicamente.

Con catorce años, Rafa disfruta del apoyo de una familia estable que le quiere. Pero también contempla un mundo donde no todos tienen la misma suerte. Y se preocupa por sus amigos, por las guerras, la pobreza y la desigualdad.

Soy Rafa y tengo catorce años. Vivo en la ciudad de Valladolid, en España. Estudio 2º de ESO en el colegio marista “La Inmaculada”. Tengo un hermano estupendo que se llama Kiko. Mi padre trabaja en Telefónica y mi madre en la Junta de Castilla y León. Lo que más me gusta es el ordenador y todo lo que tiene que ver con él; leer libros fantásticos, ir al cine, y también ir a dar vueltas con los amigos “por ahí”. De los deportes, prefiero la natación antes que el fútbol o el balón-cesto. De mayor no sé lo que voy a ser, no lo he pensado todavía; algo que tenga idiomas… es lo que más me interesa.

Lo que busco en mis amigos es que digan la verdad, que sean majos, simpáticos, agradables… Yo también suelo ser así. Estoy en el colegio desde los tres años (¡mucho tiempo!), desde Infantil. Entre los profesores… hay de todo. Los chicos de mi edad tienen problemas y dificultades en los estudios; algunos están marginados (nadie va con ellos) porque son violentos, a veces... A mí me va bien en los estudios y tengo amigos. Creo que lo más importante en la vida es ser feliz con lo que tengas. Y también, hacer lo que te gusta. Me preocupa lo que ocurre en el mundo, sobre todo la pobreza de la gente en los países subdesarrollados (que no tiene qué comer), las guerras (en Irak), lo que pasa cada día, los terroristas que suben a los autobuses y hacen explotar bombas… Aquí, en Valladolid, las bandas

“nazis” de ideología fascista… En el mundo tendría que haber más igualdad (aunque todos somos diferentes), quiero decir: más igualdad de derechos.

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Cuando oigo la palabra “esperanza” creo que quiere decir que hay posibilidades… Que hay fe en que pase algo bueno. La gente debería preocuparse menos de las cosas que no tienen importancia, y disfrutar más de la vida, de los amigos, de la familia, de lo que llena el corazón.

Si alguien reza una oración, que lo haga por el mundo, por todos los enfermos; también por los que están cerca de mí, de ti, y lo están pasando mal…

Rafa, 4 años

Puntos para la reflexión personal. Estamos comenzando el Adviento. Resérvate

unos momentos para meditar en las palabras del Evangelio “Estad en vela,… Orad constantemente,… Estad en pie ante el Hijo del Hombre.”

2. Rafa tiene catorce años. Es el típico muchacho con las inclinaciones y preocupaciones de todo adolescente. Pero está al corriente de la situación de los pobres en los países del tercer mundo, la guerra en Irak, y la amenaza del terrorismo. ¿En qué medida te preocupan a ti esas cosas a lo largo de un día ordinario de tu vida?

3. ¿Qué pasos puedes dar tú en este tiempo de Adviento para prepararte al día en que celebramos el nacimiento del Señor?

Oración finalDios todopoderoso, aviva en nosotros el deseo de salir al encuentro de Cristo, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el Reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Estad en vela… Orad constantemente… Estad en pie

ante el Hijo del Hombre.

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Lunes, primera semana de Adviento4 de diciembre




Lectura del díaAl entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un capitán de la guardia, suplicándole: “Señor, mi muchacho está en cama, totalmente paralizado, y sufre terriblemente.” Jesús le dijo: “Yo iré a sanarlo.” El capitán contestó: “Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una palabra y mi sirviente sanará. Pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa, él la hace.” Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe. Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos.”

Mateo 8: 5–

ReflexiónSegún datos de El Economista, en su edición de 7-23 de abril de 2004, al menos 600.000 personas padecen el sida en la India, y más de cuatro millones y medio son portadores del virus que lo causa. Hablando de población infectada, la India ocupa el segundo lugar después de Suráfrica.

Johnson tiene 7 años, y es seropositivo. Es miembro activo del programa Arco Iris, proyecto de ayuda a enfermos de sida animado por los Hermanos Maristas de Trichy, en el estado de Tamil Nadu. Ésta es su historia.

Me llamo Johnson. Soy de familia católica. Tengo una hermana de 20 años, que hizo sus estudios hasta cumplir los doce. Nuestros padres murieron de sida. La madre hace tres años; el padre, dos. Mi hermana y yo vivimos con los abuelos paternos, él tiene 73 años y ella 55. Nuestros familiares por parte de madre se olvidaron de nosotros cuando supieron que ella estaba infectada. El abuelo trabaja, y la abuela le ayuda en sus tareas. Tenemos un tío, hermano de mi padre, que es discapacitado. Mis abuelos también cuidan de él. Estamos muy agradecidos a mis abuelos, que cuidan de nosotros a pesar de su avanzada edad. Yo saco mucha fuerza viendo el ejemplo de ellos. Debido a nuestra pobreza, mi hermana y yo no hemos podido dar continuidad a nuestros estudios. Yo nací con el sida, contraído a través de mi madre. Mi padre trabajaba como camionero, lo cual le obligaba a estar ausente de casa semanas enteras viajando por los estados del norte de India. Debió coger el terrible mal por contacto con prostitutas. Él se lo transmitió a mi madre, que era una mujer inocente y fiel ama de casa. No me da miedo contarle a todo el mundo que soy seropositivo. He vivido con ello 7 años y ya no me supone ningún problema. He oído decir que los que tienen esta enfermedad no sobreviven más de seis años, pero al parecer yo he roto esa estadística. De hecho estoy logrando un récord. Ello se debe a mi fuerza de voluntad. Trato de tomármelo con calma aunque conozco sus efectos. Pero no creo

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que me muera por ese mal. Espero vivir una larga vida. Yo creo que lo más importante, aparte de tener las cosas básicas que se necesitan, es llevar una vida que valga la pena. Tenemos que proponernos metas en la vida, y esforzarnos por alcanzarlas. La mía es poder ayudar a mis abuelos ancianos y a mi hermana. Ellos me están ayudando mucho a mí. Quiero ver a mi hermana formando una familia feliz. Y como soy seropositivo, quiero dedicar mi vida a ayudar a los que tienen el sida.

Quiero decirles que no se agobien por su mal. Que sean valientes. Toda enfermedad es curable y dicen que ésta también lo será. Y si llega lo peor, debemos estar dispuestos a afrontarlo. Hasta entonces lo que tenemos que hacer es continuar yendo a los médicos y seguir sus consejos. Yo sueño en un mundo donde no exista la enfermedad. Haría todo lo que esté en mi mano por facilitar un trabajo a todos, salvo los enfermos y los ancianos. Animaría a la gente a practicar su religión, no a ciegas sino con convicción. Evitaría que la gente se vea discriminada por su casta, credo, nacionalidad, ideas políticas o cualquier otro tipo de división.

Os pido que recéis por mí, por mi familia y por todos los que estamos en el proyecto Arco Iris.

Johnson, 7 años

Puntos para la reflexión personal. Johnson te pide que te acuerdes en tus oraciones

de él, de su familia y de la gente del Programa Rainbow Aids. Reserva un momento para rezar por ellos ahora. Reza también por todos los enfermos.

2. Incluso ante la perspectiva de la muerte, la positiva actitud de Jonson respecto a la vida es un signo de esperanza para muchos. De hecho, él cree que esa actitud positiva es lo que le ha mantenido vivo hasta la fecha. ¿Con qué actitud contemplas tú la vida? ¿Tiene Johnson algo que enseñarte sobre ello?

3. ¿Y tú, en qué aspectos de tu vida necesitas curación? Dedica unos momentos a tratar de responder a esta pregunta, y luego reza con las palabras del Centurión. “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero di sólo una palabra y quedaré curado”.

Oración final Concédenos, Señor Dios nuestro, permanecer alertas a la venida de tu Hijo, para que cuando llegue y llame a la puerta, nos encuentre velando en oración y cantando su alabanza. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿Y tú, en qué aspectos de tu vida necesitas curación?

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Martes, primera semana de Adviento5 de diciembre




Lectura del díaEn ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: “Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad. Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer.” Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos:

“¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.”

Lucas 0: 2–24

ReflexiónAustralia es un país rico en recursos naturales. Tiene una avanzada economía de mercado que compite en el mundo. Su medio ambiente es único y frágil. Actualmente se enfrenta a numerosos retos sociales, entre ellos la reconciliación con su pasado aborigen y el clamor de los pueblos de otras partes de Asia que buscan la seguridad de sus costas.

Patrick estudia en un colegio marista y sus compañeros le respetan. A sus diecisiete años no está ciego y ve las injusticias que hay alrededor. Se plantea preguntas de difícil respuesta y está preparado para el desafío de luchar por un mundo mejor.

Me llamo Patrick, y soy australiano. Tengo 7 años. Soy católico practicante. Estudio en el colegio de los maristas de Ashgrove, en el que soy alumno capitán este año 2006. Vivo en un mundo que me ofrece innumerables oportunidades. Mi deseo sería que los demás también pudieran disfrutar de una vida tan satisfactoria como la mía. Cuando contemplo el mundo que me rodea, me entristece la injusticia que veo. Hay mucha gente que nace en medio de una dura pobreza, con escasas posibilidades en educación, alimentación básica y medios de vida. Y unos pocos tienen los privilegios que yo tan a menudo doy por garantizados. Creo que el mundo tiene que cambiar. Durante demasiado tiempo la pobreza se ha adueñado de mucha gente. Durante demasiado tiempo los ricos y afortunados se han quedado tan tranquilos dejando que reine la injusticia. Como joven que soy, miro hacia el futuro convencido de que cada uno tiene la oportunidad de actuar de manera distinta, cada uno tiene la posibilidad de tratar de hacer realidad su sueño.

Yo sueño con un mundo de igualdad donde todos vean a los demás como su familia, un mundo que no esté contaminado por la injusticia de la pobreza. Estoy convencido de que con Dios a mi lado, mi potencial –como el de todos los hijos de Dios- se torna ilimitado, y mis sueños pueden estar al alcance de la mano. “Los cambios pueden venir del poder de muchos, pero eso sólo sucede cuando se agrupan

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para formar lo que realmente es invencible, el poder de uno”. Sólo actuando como un cuerpo unido, con un objetivo común, puede el mundo, con sus pueblos y sus dirigentes, realizar los cambios necesarios para llegar a ser lo que siempre tuvo que ser: un lugar de amor, libertad y felicidad para todos. Ya es hora de dejar de preguntarnos “¿por qué es el mundo así?” y empezar a preguntar “¿qué puedo hacer yo para arreglarlo?”. Las acciones de cada persona serán las que contribuyan finalmente a crear el mundo del futuro; de aquí que la responsabilidad esté en todos nosotros. Yo rezo para que haya un día de mañana mejor para este mundo en el que vivimos, para que Dios conceda oportunidades e igualdad a los que son menos afortunados que yo. Pido por todos los seres humanos, vivan donde vivan, para que puedan encontrar a Dios en el viaje de sus vidas. Rezo por los dirigentes del mundo, presentes y futuros, para que pongan la mirada en nobles objetivos, sepan tomar decisiones con valentía, amor y compasión, y estén al servicio del bien común de toda la humanidad.

Que Dios nos conduzca a todos en nuestro camino, para que acertemos a vivir como Jesús nos enseñó, amándonos unos a otros como si fuéramos una familia. Que nuestras personas brillen con las cualidades que el Señor nos ha dado. Y que todos puedan gozar de oportunidades para desarrollar esas cualidades y llevarlas a plenitud como hijos de Dios.

Patrick, 7 años

Puntos para la reflexión personal. Los sueños que tiene Patrick sobre un mundo de

igualdad en el que todos sean como una “familia” son notablemente profundos y llamativos, sobre todo viniendo de un muchacho tan joven. Léelos por segunda vez.

2. Cuando lees esos pensamientos ¿no te parece que eso es un ejemplo de lo que Jesús quería decir cuando oraba al Padre diciendo ”lo que has ocultado a los sabios se lo has revelado a estos pequeños”?

3. Para hoy: esfuérzate por ser atento y respetuoso con los sueños que tienen los compañeros que te rodean.

Oración finalSeñor y Dios nuestro acoge favorablemente nuestras súplicas y ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento; que la presencia de tu Hijo, ya cercano, nos renueve y nos libre de caer en la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Esfuérzate por ser atento y respetuoso con los sueños que tienen los compañeros que te

rodean.

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Miércoles, primera semana de Adviento6 de diciembre




Lectura del díaDe allí Jesús volvió a la orilla del mar de Galilea y, subiendo al cerro, se sentó en ese lugar. Un gentío muy numeroso se acercó a él trayendo mudos, ciegos, cojos, mancos y personas con muchas otras enfermedades. Los colocaron a los pies de Jesús y él los sanó. La gente quedó maravillada al ver que hablaban los mudos y caminaban los cojos, que los lisiados quedaban sanos y que los ciegos recuperaban la vista; todos glorificaban al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Siento compasión de esta gente, pues hace ya tres días que me siguen y no tienen comida. Y no quiero despedirlos en ayunas, porque temo que se desmayen en el camino.” Sus discípulos le respondieron: “Estamos en un desierto, ¿dónde vamos a encontrar suficiente pan como para alimentar a tanta gente?” Jesús les dijo:

“¿Cuántos panes tienen ustedes?” Respondieron: “Siete, y algunos pescaditos.” Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó luego los siete panes y los pescaditos, dio gracias y los partió. Iba entregándolos a los discípulos, y éstos los repartían a la gente. Todos comieron hasta saciarse y llenaron siete cestos con los pedazos que sobraron.

Mateo 5: 29–37

ReflexiónSituada en el ecuador de la costa oriental de África, Kenia es uno de los países políticamente más estables del continente. Recientemente Kenia ha tomado la iniciativa de las negociaciones de paz encaminadas a acabar con las luchas que se siguen produciendo en Somalia y en Sudán. En casa, Kenia afronta muchos retos, entre los cuales están la elevada tasa de desempleo, el crimen y la pobreza. La mayoría de los kenianos vive bajo el umbral de la pobreza de dólar por día. A ello hay que añadir una sequía de larga duración que ha obligado a socorrer con alimentos a millones de habitantes.

Ogaga no es una persona real. Su relato se compone de muchas historias que pueden contar los niños del país. Nos lo manda un marista keniano que vivió y dio clases en Orore durante muchos años. Este hermano ha conocido a muchos jóvenes como Ogaga a lo largo de los años.

Para los que quieran escucharme: me llamo Ogaga y tengo 6 años. Nací en una pequeña aldea de Orore, en Gwassi, Distrito de Suba, a las orillas del lago Victoria. Soy huérfano. Mi familia era muy pobre. Mis padres cultivaban la tierra. Ocasionalmente mi padre trabajaba de pescador para sostener a los suyos, sobre todo cuando fallaba la cosecha debido a la falta de lluvia. Eso es ya una tradición en la región del lago. Cuando estaba en 5º año de primaria murió mi padre. Fue un momento muy duro para mí, que era el hermano mayor. Sabía lo que significaba estar a falta de padre. Lloré a mares pero no pude devolverle la vida. Estaba muerto, para siempre. Pregunté a Dios por qué había decidido llevarse a mi padre, porque yo sabía que él era el que se lo había llevado, pero no me decía nada. Me quedé con mi madre y mis tres hermanas. Cuando acabé el 7º año, me comunicaron que mi madre había fallecido en el hospital. Esta noticia me dejó muy desolado porque mamá nos quería mucho y cuidó de nosotros cuando murió mi padre. La pena de quedarse sin padre ni madre fue insoportable para mí, pero ésta es la realidad que viven muchos jóvenes en la zona

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de Orore. Dimos tierra a mi madre y recé por ella y por mi padre. Fue muy grande el amor que tuvieron a sus hijos. A partir de aquel momento tuve que hacer yo de padre. Como nuestra abuela no podía alimentarnos a todos, decidí ayudarla a conseguir comida saliendo a pescar por las noches. Durante del día seguía yendo a las clases de primaria de la escuela marista. La vida continuó por ese camino hasta que acabé los cursos de secundaria. Mi experiencia de huérfano me ha enseñado mucho. Tengo la esperanza de seguir adelante con los estudios si Dios quiere, porque no conozco a nadie que pueda pagarme las mensualidades y a la vez hacerse cargo de mis hermanas pequeñas y de mi abuela.

Para terminar, me gustaría animar a los jóvenes como yo a confiar en Dios y compartir sus sentimientos con los demás. La pérdida de mis padres, la pobreza de mi familia, los esfuerzos para poder estudiar me han enseñado a amar a Dios y al prójimo. Doy las gracias a los hermanos maristas, a mis profesores y a mis amigos que tanto cariño me han mostrado hasta ahora.

Puntos para la reflexión personal. Jesús se conmovió al ver a la multitud. Había

enfermos, cojos, mudos, ciegos. Y eran muchos más los que tenían hambre. Venían a él en busca de curación. Venían en busca de alimento.

2. A su manera, los niños y niñas como Ogaga también vienen en busca de consuelo y de comida para poder continuar adelante en el camino de la vida. Piensa en ellos durante unos momentos.

3. Tratemos de recordar a las personas que se cruzan en nuestra vida diaria y que también buscan algo o a alguien que les dé ánimos en su vida. Recemos para que renazca la compasión en nuestros corazones

Oración finalSeñor y Dios nuestro, prepara nuestros corazones con la fuerza de tu Espíritu, para que cuando llegue Jesucristo, tu Hijo, nos encuentre dignos de sentarnos a su mesa y él mismo nos sirva en el festín eterno. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Recemos para que renazca la compasión en nuestros corazones

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Jueves, primera semana de Adviento7 de diciembre




Lectura del díaNo bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo. Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros.

Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.”

Mateo 7: 2, 24–27

ReflexiónEstados Unidos de América. Es la mayor potencia mundial económica y militar. Hace no mucho tiempo era un país que se sentía orgulloso de ser un abanico de diversidad étnica y racial. Pero así como en los años 60 las tensiones raciales provocaron manifestaciones y boicoteos, y motivaron una ley federal contra la discriminación, este elemento básico de la ideología americana vuelve a ser cuestionado otra vez, debido al malestar público que está surgiendo a causa del aumento de la inmigración.

Wander es un alumno de un colegio marista de New York. Sus padres son dominicanos. Él va a ser el primero de la familia que estudiará en la universidad. Se siente como si estuviera en medio de una encrucijada.

La verdadera reflexión exige introspección profunda, o examen personal. Los que tienen costumbre de hacerlo suelen conocerse mucho mejor a sí mismos. Yo me llamo Wander y estoy orgulloso de ser alumno de Mount Saint Michael Academy, en Bronx, New York. Soy hijo de padres dominicanos que buscaron aquí la oportunidad de salir de la pobreza. Me gusta ayudar a los demás, jugar al baloncesto y escuchar música. Yo creo que el regalo más grande que hay es poder compartir con los demás. El próximo año pasaré a la secundaria, y tengo sentimientos distintos a ese respecto. Por una parte, siento el enorme peso de ser el primer miembro de mi familia que continúa los estudios. Por otra, me llena de alegría poder cumplir el sueño de mis padres. A veces me pongo algo nervioso y dudo de mis capacidades. Al crecer en una comunidad urbana extremadamente mezclada, he visto lo peor de la sociedad. Los que son capaces de superar esas circunstancias son

“rosas en el cemento”. Pero yo tuve la gran fortuna de poder asistir a un colegio marista, y eso me ha permitido florecer y ver lo mejor de la gente. El mundo que me rodea está lleno de deseos de triunfar y ganar dinero. La gente está dispuesta a todo para conseguir la riqueza, incluso aunque sea con medios poco morales. Esta triste realidad me

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hace suspirar por un mundo mágico en el que sólo reine el bien. Enseguida me doy cuenta de que eso es el cielo. En este inhóspito entorno encuentro la serenidad viendo a los pocos que realmente viven sus vidas con rectitud.

El Mount está situado en medio de los problemas que estrangulan a mi misma vecindad. Su compromiso de educar y amar a los jóvenes es un bello testamento a la labor de san Marcelino Champagnat. Este entorno en que vivimos tiene destellos de esperanza porque hay personas como los Hermanos Maristas e instituciones como el colegio del Mount. Eso convierte al mundo en un lugar mejor.

Wander, 8 años

Puntos para la reflexión personal. Wander tiene motivos para sentirse orgulloso. Va

a ser el primero de su familia que haga estudios universitarios. Aun así, se ve en una encrucijada con un poco de miedo y mucha humildad. Sabe que su familia ha hecho un gran sacrificio para conseguir que él llegue hasta donde ha llegado. En esa casa no han tenido una vida fácil.

2. El Evangelio de hoy nos habla de la diferencia que hay entre una casa edificada sobre arena y otra edificada sobre roca. Los cimientos de Wander parecen sólidos. ¿Cómo son los tuyos?

3. Resérvate unos momentos para dar gracias por los inmigrantes que han llegado a tu país. ¿Por qué han venido aquí? ¿Qué es lo que buscan en esta tierra? ¿Qué han aportado para construir tu país?

Oración finalDespierta tu poder, Señor, y ven a socorrernos con tu fuerza; que tu amor y tu perdón apresuren la salvación que nuestros pecados retardan. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Los cimientos de Wander parecen sólidos. ¿ Cómo son los

tuyos ?

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Viernes, primera semana de AdvientoFiesta de la Inmaculada Concepción

8 de diciembre




Lectura del díaAl sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.” María entonces dijo al ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?” Contestó el ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.” Dijo María: “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.” Después la dejó el ángel.

Lucas : 26–38

ReflexiónEs un país clave en el escenario mundial y ocupa un lugar central en la política europea. Francia hizo estremecerse a las cancillerías de la Unión Europea cuando sus ciudadanos votaron en contra de la constitución de la unión en un referéndum celebrado en mayo de 2005. Recientemente hubo conflictos en las principales capitales debido a los problemas raciales y culturales de la inmigración, por una parte, y la seguridad del empleo para los jóvenes, por otra.

Sébastien habita en un pequeño municipio del Allier (en Francia), a 30 kilómetros del entorno de Vichy. Es el hijo mayor de la familia, tiene un hermano y dos hermanas. Estudia en un centro marista, donde su padre ejerce de profesor. Su madre es enfermera en una casa de Hermanos ancianos. Sébastien tiene doce años y está preocupado por la desintegración familiar y la pobreza que ve en torno suyo. Le inquieta la violencia creciente que ve en su país y en el mundo.

Me llamo Sébastien, tengo 2 años y soy francés. Me gusta la música de percusión, toco el xilófono y la batería; he escogido la percusión porque tengo facilidad para el ritmo. Me encantan esos instrumentos; me lo paso muy bien tocándolos y me siento orgulloso cuando formo parte de una orquesta. También practico un deporte que me motiva mucho, el tenis. Sin embargo la escuela no es mi punto fuerte, aunque hay materias en las que saco buenas notas. Voy con frecuencia a misa, y me gusta cantar; mi deseo sería llegar a tener una voz como Jean-Baptiste Maunier. Ahora me estoy preparando para la confirmación; tengo que dar más importancia a mi vida cristiana. Suelo estar contento y feliz, porque tengo buenos amigos; tengo una buena familia a la que quiero, y me siento protegido por ella. Y veo el futuro con optimismo. Me gustaría parecerme a mi profesor de educación física, porque es bueno y justo. Y sobre lo que me disgusta, tendría que hablar de las guerras que hay en el mundo, la miseria y los niños desfavorecidos. Están también las familias separadas, mi madrina

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se ha divorciado. Los amigos que vienen conmigo se burlan un poco de Dios; no podemos hablar de este tema entre nosotros, porque no son cristianos. Además, aunque estemos en uno de los países más ricos del mundo, hay gente que muere de frío en invierno. Tengo amigos que se enfadan con sus padres y eso me da pena. A mí la familia me da confianza, sobre todo mis padres.

Quisiera que recéis por las personas que no se entienden o no se respetan, y también por los que son pobres.

Sébastien, 2 años

Puntos para la reflexión personal. El evangelio de la fiesta de la Inmaculada

Concepción, recuerda la gran fe de María y cómo acepta la voluntad del Señor. Al dar su “sí” a Dios, Jesús se hace presente en el mundo.

2. Sebastián es joven y está comprometido en muchas cosas de la vida. Él toma su fe en serio y parece preparado para aceptar la responsabilidad de ser cristiano en un mundo no cristiano. Lee de nuevo la cosas que, siendo tan joven, ya le preocupan.

3. ¿Qué puedes hacer para apoyar a muchos otros jóvenes como Sebastián con los que te encuentras cada día en el lugar en que vives?

Oración finalOh Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿Qué puedes hacer para apoyar a muchos otros jóvenes como Sebastián con los que te

encuentras cada día en el lugar en que vives?

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Sábado, primera semana de Adviento9 de diciembre




Lectura del díaJesús recorría ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Y al ver a la gente, se compadecía de ella, porque estaban cansados y decaídos como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La mies es mucha y los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que mande obreros a su mies”. Reunió a sus doce apóstoles, y les dio poder de echar los espíritus inmundos y de curar todas las enfermedades y dolencias.

Jesús envió a estos doce con estas instrucciones: “Id a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id predicando que el reino de Dios está cerca. Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, echad a los demonios: gratis lo habéis recibido, dadlo gratis”.

Mateo 9: 35–0, , 6–8

ReflexiónMéxico es una nación donde la opulencia y la pobreza, el esplendor natural y la degradación urbana, van de la mano.

Alejandro vive en el distrito federal, centro del gobierno y del desarrollo económico. Él tiene suerte de haber nacido en una familia en la que el trabajo y el apoyo recíproco dan estabilidad y buen nivel de vida a sus miembros. A pesar de ello, Alejandro no está inmunizado contra los problemas que hay alrededor de él, y es consciente de ello. Advierte la influencia positiva que ha tenido el entorno escolar en su fe y en su crecimiento social. El derecho a la educación es fundamental para el proceso evolutivo de una persona.

Me llamo Alejandro, tengo 2 años, soy mexicano. Vivo en Ciudad de México. Me gusta ver la tele, jugar al nintendo y al fútbol, ir al cine y muchas cosas más. Tengo dos hermanos que se llaman José Manuel y Santiago, que es mi “cuate” (mellizo). Mi papá se llama José Manuel y mi mamá Ana María. En mi vida me han pasado dos cosas que me dieron mucha tristeza: hace dos años murió mi primo Cristóbal, y el año pasado se murió mi perrita.. Yo los quería mucho, pero por mala suerte a los dos los atropellaron. Lloré mucho, hasta en la escuela, y como los dos eran muy chicos, me dio mucha más pena. Estoy contento en la escuela porque tengo amigos con los que juego o hablo. Sé que siempre podré contar con ellos. Mis papás me apoyan mucho, excepto cuando mis hermanos y yo nos peleamos. Mi papá trabaja mucho, pero en los tiempos libres está conmigo. Mi mamá también está muy ocupada pero siempre está a mi lado. Ellos me han dado todo lo que he querido, aunque sin exagerar. En casa no tenemos problemas con el dinero ni con el tiempo, como les pasa a otros que sus papás no pueden acompañarlos a los sitios. Esto se lo puedo contar a los que conozco bien, pero a los demás no, porque me mirarían con cara de extrañeza. Mi mamá me ha dicho que ella iba andando a la escuela, porque antes México era más seguro y había menos coches, pero a mí todavía ni me dejan ir solo a la escuela.

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Creo que México es un país que tiene muchas tradiciones bonitas, pero es muy inseguro. Mi barrio antes estaba casi vacío, pero ahora está lleno de coches y de basura. Lo que me da esperanza es hablar con gente que me ayuda, ver algo divertido, o sencillamente pensar que habrá un futuro mejor para el mundo, para mi país, para mi barrio, para los pobres. Quiero que hagan más escuelas para que ningún niño se quede sin estudiar y para que todos tengamos las mismas oportunidades.

Me gustaría que recéis por los pobres, porque mi maestra me dice que en ellos se refleja el rostro de Dios.

Alejandro, 2 años

Puntos para la reflexión personal. El evangelio de hoy nos reta a ir a “buscar las ovejas

perdidas de la casa de Israel”. ¿Quiénes crees que son las ovejas perdidas que hay alrededor de ti? Vete señalándolas.

2. Alejandro parece tenerlo todo en la vida: recursos económicos, posibilidad de una buena educación, y padres que le ayudan, le atienden y le orientan. Sin embargo, el mundo que le rodea no siempre es un lugar seguro. Puede haber peligro en el horizonte.

3. Algunos no tienen tanta suerte como Alejandro. ¿Qué puedes hacer tú hoy para tender la mano a una o dos de las “ovejas perdidas” que hay en torno tuyo?

Oración finalSeñor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo a este mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de la libertad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿Qué puedes hacer tú hoy para tender la mano a una o dos de las “ovejas perdidas” que hay

en torno tuyo?

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Domingo, segunda semana de Adviento10 de diciembre




Lectura del díaY cuando pido por vosotros en mis oraciones, lo hago con alegría, por vuestra participación en el progreso del evangelio desde el primer día hasta ahora, persuadido de que quien comenzó en vosotros la buena obra la llevará a feliz término para el día de Cristo Jesús.

Dios es testigo de todo lo que os quiero en las entrañas de Cristo Jesús. Y le pido que vuestro amor crezca cada día más en conocimiento y en discreción, para que sepáis discernir lo más perfecto, a fin de que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Filipenses :4–6, 8–

Reflexión Es un país de fértiles llanuras, montañas y desiertos, en el que se mezclan diversos grupos étnicos y religiosos, kurdos, armenios, asirios, alhauitas chiíes y drusos junto con los árabes suníes que constituyen la mayoría de la población musulmana. Los cristianos allí son minoría. Habiéndose independizado de Francia en 946, actualmente el país se encuentra cada vez más aislado de la comunidad internacional bajo sospecha de apoyo al terrorismo e ingerencia política.

Bassel tiene dieciocho años y, como muchos jóvenes de su edad, lucha por lograr un nivel de vida decente y así poder ayudar a su familia. A pesar de su salud, que le preocupa continuamente, él mantiene la esperanza de que va a tener un futuro mejor. El apoyo que recibe de personas atentas y la oportunidad de obtener una cualificación competitiva son elementos clave para su porvenir.

Me llamo Bassel. Nací en Alep hace 8 años. Tengo dos hermanas. Mi padre trabaja como obrero textil y mi madre no puede trabajar a causa de un mal en los ojos. Mis hermanas van a la escuela pública. Nuestra casa es pequeña. Yo dejé la escuela en 6º de Primaria, a los años, para trabajar y poder ayudar a mi padre. Tuve que dejar pronto mi trabajo, en una peluquería, porque me vino un reumatismo a la sangre. Mi enfermedad, y la de mi madre, nos ha costado mucho dinero. Actualmente trabajo con mi padre, y gano 30 dólares al mes. Conocí a los hermanos maristas a través de las actividades de los scouts. Me siento muy a gusto en el grupo que los hermanos han organizado en nuestro barrio pobre. Allí descubro el verdadero rostro de Dios. Los hermanos me ayudan también a estudiar informática. Yo sueño con seguir adelante con ello para poder ir a trabajar al extranjero y asegurarme un futuro mejor. Gracias a los hermanos y a mi fe en Jesús, estoy convencido de que llegaré.

Para terminar, quisiera deciros que podéis conseguirlo todo con vuestra oración.

Bassel, 8 años

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Puntos para la reflexión personal. “Estoy firmemente convencido de que, quien inició

en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús”. Di una oración de acción de gracias por el gran amor que Dios te tiene.

2. Bassel ha tenido una vida difícil. Él se siente dividido entre ayudar a su familia, el deseo de seguir estudiando y la búsqueda de un futuro mejor lejos de casa. Su salud es un continuo motivo de preocupación para él y para el resto de su familia. A pesar de todo, saca ánimos de su fe. “Gracias a los hermanos y a mi fe en Jesús, llegaré”.

3. ¿De qué manera puedes ser tú un mensajero del amor de Dios para aquellos con quienes te relaciones hoy?

Oración finalSeñor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿De qué manera puedes ser tú un mensajero del amor de Dios

para aquellos con quienes te relaciones hoy?

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Lunes, segunda semana de Adviento11 de diciembre




Lectura del díaQue se alegren el desierto y la tierra seca, que se regocije la estepa y que florezca, que dé flores como el narciso, que salte de alegría. Pues se le ha dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón; y se verá la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios. ¡Fortaleced las manos lánguidas, afirmad las rodillas vacilantes! Decid a los pusilánimes: ¡Ánimo, no temáis! Mirad, es vuestro Dios; ya viene la venganza, la revancha de Dios; viene él mismo a salvaros. Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se abrirán. Saltará el cojo como un ciervo, la lengua del mudo gritará de júbilo, porque en el desierto brotarán corrientes de agua, y torrentes en la estepa; la tierra ardiente se trocará en estanque, el suelo sediento en hontanar de aguas; y el cubil donde yacían los chacales se volverá verdor de cañas y de juncos. Habrá allí un camino allanado, se le llamará la vía santa; ningún impuro pasará por él, ni a él irán a parar los insensatos. Ya no habrá allí león, ni bestia feroz pondrá los pies; sólo los redimidos caminarán por él. Por él volverán los liberados del Señor, llegarán a Sión entre gritos de júbilo, una alegría eterna transformará su rostro; júbilo y alborozo les acompañarán, pena y llanto habrán huido.

Isaías 35: –0

ReflexiónArgentina es un país rico en recursos, tiene una población trabajadora preparada y es uno de los países más prósperos de América del Sur. En 200 su sistema económico se colapsó y dejó a más de la mitad de la ciudadanía sumida en la pobreza y en una inquietante inestabilidad social. En 2003 empezó la recuperación a través de un préstamo del Fondo Monetario Internacional. Argentina reestructuró su deuda y en poco tiempo devolvió el préstamo a la vez que se añadían otras medidas encaminadas a garantizar la estabilidad económica. Todavía hay pobreza y desempleo, pero se está progresando.

Jonathan y sus amigos se reúnen en el colegio marista de la ciudad de Rosario para discutir sobre los problemas que ven en torno suyo. Además de las estrategias aplicadas para la recuperación, Jonathan nos recuerda la responsabilidad que nos incumbe a todos para construir una sociedad más justa.

Hola, soy Jonatán, tengo 8 años y vivo en la ciudad de Rosario, Argentina, junto a mis familiares y amigos. Soy un chico como los demás, con mis sueños, metas, problemas y todo lo que vive un adolescente en su día a día.

Todos los fines de semana comparto una reunión en la Escuela Marista con un grupo de jóvenes donde podemos hablar de nuestros problemas y tratamos de ayudar a los demás con todo lo que está a nuestro alcance, ya que la situación de nuestro barrio no es del todo buena. Hay muchas necesidades materiales, como son el hambre y el desempleo, y también necesidades del corazón, la falta de amor y de comprensión...Algunas de las dificultades me vienen de que no todas las personas que me rodean están de acuerdo con las decisiones que voy tomando, y por eso muchas veces no puedo alcanzar mis objetivos. Pero siempre tengo una luz de esperanza que se enciende y me hace saber que no estoy solo y que tengo amigos, familiares y, sobre todo, tengo a Dios acompañándome siempre. El no me deja caer aunque esté abatido por tantas cosas a

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las que me tengo que enfrentar en la vida.

También espero contar con los que estáis leyendo esta reflexión. Por medio de una oración podemos estar unidos y pensar en todas las personas que necesitan un abrazo, un rato de escucha, un hombro en donde poder apoyarse, para que sus sueños no caigan en el olvido y tengan la certeza de que desde ahora tienen un nuevo amigo.

Jonatán, 8 años

Puntos para la reflexión personal. El pasaje bíblico de hoy habla de liberación y

restauración. Piensa unos momentos en lo que esas palabras significan para ti.

2. Jonathan siente la presencia de Dios en su vida. Se siente feliz con sus amigos, y tiene una familia que vela por él. Dios se le hace presente a través de estos actos de amor.

3. Jonathan te pide que pienses en “todas las personas que necesitan un abrazo, un rato de escucha, un hombro en donde poder apoyarse, para que sus sueños no caigan en el olvido”. Piensa por un momento en cómo puedes hacer que esta lectura de Isaías se convierta en realidad para personas como Jonathan. De esa manera la “solidaridad” se vuelve camino de liberación y

signo de restauración.

Oración finalSeñor, suban a tu presencia nuestras súplicas y colma en tus siervos los deseos de llegar a conocer en plenitud el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los

Piensa unos momentos en lo que esas palabras significan

para ti.

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Martes, segunda semana de AdvientoNuestra Señora de Guadalupe

12 de diciembre




Lectura del día«¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve e irá a buscar la extraviada? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra por ella más que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. De la misma manera, vuestro Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de esos pequeñuelos».

Mateo 8: 2–4

ReflexiónBrasil es el país más grande e influyente de América del Sur. Ocupa casi la mitad del continente. Es uno de los gigantes económicos del mundo y se le venera por sus proezas futbolísticas, su producción de café y la música distintiva. Encierra dentro de su geografía, en torno al Amazonas, una buena parte del espacio de selva que hay en el mundo. Actualmente la explotación de esa zona se está convirtiendo en un grave problema medioambiental.

Rafael, aun siendo tan jovencito, ha empezado a darse cuenta de una de las contradicciones e injusticias que muchos niños de su edad sufren en el mundo: el trabajo infantil para poder sobrevivir. Él se pregunta por qué estos niños no pueden ir a jugar como él o asistir a la escuela.

Me llamo Rafael. Tengo 7 años y vivo en Brasil, un país muy grande y lleno de vegetación y de bichos. Pero lo más bonito que tiene son los niños de aquí. Tengo muchos amigos y me gusta ir a su casa y que vengan también a la mía. Soy alegre y muy vivo, pero algunas cosas me ponen triste. Al lado de mi casa tenemos una plaza muy grande. Allí la gente puede jugar y saltar y también levantar cometas. Se llama Plaza del Papa, porque fue allí donde el papa Juan Pablo II reunió a los de nuestra ciudad. Los domingos cuando salgo con mi padre a jugar con mi cometa, veo a muchos niños vendiendo agua de coco, maíz, globos, jugo... Y me parece raro, porque ellos también tenían que estar jugando y saltando como yo. Entonces, mi padre llama a algunos para que jueguen con nosotros y eso me hace feliz y me pongo muy contento. Creo que Jesús haría lo mismo. Reuniría a todos los niños y haría un corro grande, debajo de un árbol, y contaría un cuento. Y diría que el sitio de los niños es en la escuela y con su familia.

Por eso quiero que todos recéis por los niños de mi país. Porque necesitan que les quieran y les cuiden. Y además tienen que jugar mucho.

Rafael, 7 años

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Puntos para la reflexión personal. Imagínate a Rafael, que a sus siete años de edad

se queda extrañado al ver que otros niños iguales que él tienen que trabajar en lugar de disfrutar de la infancia como es su derecho. Rafael intuye que esto no es justo.

2. El pasaje evangélico de hoy nos recuerda que “no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños”.

3. El trabajo de los menores es una cuestión de justicia y una violación de los derechos del niño. Presta atención a los niños de tu entorno que se ven obligados a trabajar debido a las circunstancias o a situaciones que no dependen de ellos. Como seguidor de Jesús, pon en práctica sus palabras y procura “que no se pierda uno solo de estos pequeños”.

Oración finalSeñor y Dios nuestro, que has manifestado tu salvación hasta los confines de la tierra, concédenos esperar con alegría la gloria del nacimiento de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

No es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo

de estos pequeños.

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Miércoles, segunda semana de Adviento13 de diciembre




Lectura del díaVenid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

Mateo : 28–30

ReflexiónVanuatu es un collar de más de 80 islas, antaño conocidas como las Nuevas Hébridas. En 980 alcanzó la independencia de Francia y Gran Bretaña. Las islas están deshabitadas en su gran parte; algunas tienen volcanes en actividad y abundan las selvas tropicales. Alrededor de las tres cuartas partes de la población vive en zonas agrícolas y practican cultivos de subsistencia.

Lydia tiene quince años y está luchando por sobrevivir, lograr una educación y encontrar trabajo. Muchos jóvenes de Vanuatu pelean por la misma causa.

Me llamo Lydia. Tengo 5 años. Nací en Vanuatu, que es un bello país de 87 islas. Todo el paisaje es verde, porque tenemos un clima tropical, cálido y húmedo. Llueve con frecuencia. Soy alumna de un centro politécnico, el Saint-Michel, que es un colegio mixto donde los jóvenes adquieren conocimientos y destrezas útiles para la vida. Nosotras las chicas solemos aprender cocina, restauración, costura, cuidado de la ropa de ajuar, puericultura y mecanografía. Yo estoy muy a gusto en mi colegio, en el que llevo cuatro años. Tengo muchas amigas, y además está muy limpio porque los estudiantes lo mantenemos dedicando a ello un rato cada mañana. Me encanta mi país con sus volcanes, la montaña, el mar. Vivimos en paz con los vecinos. A mí me gusta la música y los ritmos de la string band. Aquí no se deja a nadie abandonado, ya sea huérfano, discapacitado o bubu (anciano). Incluso el que no encuentra empleo siempre tiene cobijo en una familia amiga. Cuando miro en torno a mí, veo que mis padres deben trabajar mucho para pagarme los estudios; recogen el coprah para venderlo después. A veces los precios andan muy bajos y tenemos problemas para sacar dinero y costear el colegio. Lo que más pena me da es que mis hermanos pequeños tengan que quedarse en casa sin escuela. Hay días en que estoy intranquila a causa de los exámenes oficiales, a fin de curso, y otras veces me viene la inquietud porque no sé qué es lo que haré más adelante para ganarme la vida

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o seguir hacia arriba con los estudios. Hay pocas posibilidades de empleo. Veo a mucha gente que vagabundea por las calles de la ciudad. Si suspendo los exámenes tendré que trabajar la tierra y cultivar el ñame, el taro, la mandioca, para alimentar a mi familia de la aldea. Pero preferiría dedicarme a otra cosa y ganar un sueldo.

Yo tengo la esperanza de que mi país se va a desarrollar, y que la gente continuará respetándose como hasta ahora. Nuestra divisa nacional dice: « Long God yumi stanap ». Que quiere decir: «Con Dios nos sostenemos en pie ». Es un slogan muy bonito. Me parece que está muy bien elegido y que nos ayuda a los jóvenes vanuatuanos a vivir como buenos cristianos.

Lydia, 5 años

Puntos para la reflexión personal. El tiempo de Adviento se acerca a su mitad. El

Señor nos llama y nos pide que encontremos descanso en Él. Resérvate unos momentos para descansar en la presencia de Dios.

2. ¡Qué lujo es el descanso! Uno se pregunta si Lydia puede conseguir un rato de sosiego con todas las presiones que le vienen encima. Piensa unos instantes en la vida de esta muchacha.

3. Con tantos retos a los que se tiene que enfrentar, Lydia tiene mucha esperanza y mucha fe, en ella misma y en su propio país. Puedes utilizar hoy el lema de su país como lema tuyo personal a lo largo del día: “Long God yumi stanap.” (Con Dios nos sostenemos en pie).

Oración finalSeñor Dios todopoderoso, que nos mandas abrir caminos a Cristo, el Señor, no permitas que desfallezcamos en nuestra debilidad los que esperamos la llegada saludable del que viene a sanarnos de todos nuestros males. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Con Dios nos sostenemos en pie

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Jueves, segunda semana de Adviento14 de diciembre




Lectura del díaPues yo, el Señor, tu Dios, te cojo de la diestra y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte. No temas, gusanillo de Jacob, larva insignificante de Israel; ya vengo yo en tu ayuda, dice el Señor: tu redentor es el Santo de Israel.

Mira, yo te convierto en trillo nuevo, de doble hilera de dientes; trillarás los montes, los pulverizarás, reducirás a paja las colinas. Las aventarás y el viento se las llevará, las esparcirá el torbellino; mas tú te regocijarás en el Señor, en el Santo de Israel te gloriarás. Los humillados y los pobres buscan agua y no la hay; su lengua de sed está reseca. Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Sobre cumbres peladas haré brotar ríos, y fuentes en medio de los valles. Transformaré el desierto en un estanque, la tierra seca en manantiales. Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivares; en la estepa plantaré cipreses, olmos y terebintos juntamente, para que vean y sepan, consideren y conozcan todos que esto lo ha hecho la mano del Señor y lo ha creado el Santo de Israel.

Isaías 4: 3–20

ReflexiónDe los dos millones y medio de menores de 5 años que hay en Manila, casi dos millones viven en el umbral de la pobreza, o por debajo de la raya. Y 75.000 andan en las calles, después de marcharse de casa o haber sido abandonados. Se dedican a pedir limosna, a robar, a rebuscar en los basureros, y a vender periódicos, cigarrillos y collares de flores. Se calcula que unos 20.000 niños de la calle caen en la prostitución.

Joevelon encontró refugio en el mercado por espacio de tres años, antes de entrar en el Hogar Marcelino. Desde que tenía doce años, aprendió a sobrevivir a las crueldades de la vida, sin ser consciente de los riesgos inminentes que aquello suponía. Velon, como le llaman familiarmente, hacía recados para los dueños de los puestos, trabajaba como vendedor de mercancía, y por la noche dormía en cualquier rincón del mercado sin disponer de una manta para echarse encima. Éste es su relato:

Yo viví en el mercado durante tres años porque no podía soportar el entorno familiar. Las realidades de mi barrio de desarraigados y el problema de vivir en una casa sin madre me empujaron a buscarme la vida por mi cuenta. Me llevaba fatal con mi padre. Era una situación difícil para mí. Durante tres años el mercado fue mi casa. Tenía que trabajar para sacar dinero con el que pagarme la comida. Durante el día me lavaba yendo a nadar al mar, que está cerca. Por la noche cogía un pedazo de cartón y me buscaba una esquina para dormir. Había noches que hacía mucho frío y no conseguía pegar ojo. Mi vida tomó otro rumbo en el Hogar Marcelino. Terminé la secundaria y aprendí a conducir y a hacer trabajos de electricidad. También soy mecánico y disfruto arreglando cosas. Fui verdaderamente afortunado cuando pude viajar a Roma y otros lugares con motivo de la canonización de San Marcelino. Nunca olvidaré esa experiencia. Doy gracias al Hogar por ayudarme a llevar una vida normal, por tener un ‘segundo padre’ en el Hermano Crispín, y por orientarme para la vida.

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Estoy contento, porque en esta casa tengo las mantas que necesito cuando hace frío por la noche.

Joevelon, 8 años

Puntos para la reflexión personal. De los dos millones y medio de chicos y chicas

menores de 5 años que viven en Manila, dos millones viven por debajo del umbral de pobreza. Y 75.000 son niños de la calle.

2. “Los humildes y los pobres buscan agua, pero no hay nada. La lengua se les secó de sed. Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los desampararé”.

3. ¿Cuántos jóvenes sin techo como Joevelon viven en tu zona? Mira bien. A veces no es fácil darse cuenta.

Oración finalDespierta, Señor, nuestros corazones y muévelos a preparar los caminos de tu Hijo, para que por el misterio de su venida podamos servirte con pureza de espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Yo, el Dios de Israel, no los desampararé

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Viernes, segunda semana de Adviento15 de diciembre




Lectura del díaEsto dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te enseña lo que te da éxito y te indica el camino que debes seguir. ¡Oh, si hubieras obedecido a mis mandamientos! Tu paz sería como un río y tu justicia como las olas del mar. Como la arena sería tu descendencia, como sus granos el fruto de tus entrañas. Tu nombre no hubiera sido jamás borrado y extirpado de mi presencia.

Isaías 48: 7–9

ReflexiónPor espacio de tres décadas el destino de Malawi estuvo pendiente de los antojos de su totalitario presidente vitalicio. A mediados de la década de los 90, bajo presión popular, aceptó convocar elecciones, y perdió. Los ciudadanos de Malawi pudieron al fin experimentar la democracia plural, pero los problemas sociales continúan, entre ellos la pobreza y el Sida. La mayor parte de la población de Malawi vive de la agricultura de subsistencia, pero la situación de la alimentación es precaria, y el país es proclive a los desastres naturales de polo opuesto, tanto por la sequía como por las lluvias torrenciales, con lo cual todos los años necesitan toneladas de abastecimiento de comida de socorro.

El Banda al que nos referimos en la historia de hoy no es una persona real. Los hermanos de Malawi entrevistaron a varios muchachos y enviaron esta reflexión conjunta dando su visión sobre los retos que los jóvenes de Malawi tienen ante sí día tras día.

Nosotros no vivimos, sobrevivimos. El entorno que nos rodea no es el más apropiado para formar a un ciudadano, a un futuro líder. Las zonas rurales están siempre olvidadas, de la misma manera que el que llega el último come los huesos. Los maestros no tienen la calificación necesaria, el equipamiento es pobre y escaso, no hay laboratorios, no hay biblioteca. Para hacer experimentos en las áreas científicas nos tenemos que servir del TALULAR (Teaching and Learning Using Available Resources) cuyos materiales, en su mayoría, están obsoletos. Mis padres, como tantos otros, dependen del cultivo abierto, el que se riega con la lluvia. Ni siquiera podemos denominarlo agricultura de subsistencia, ya que no conseguimos producir lo suficiente para nuestro consumo. Para pagar mi educación hacen falta algunos miles de kwachas procedentes de estos campos secos que apenas producen una pequeña cosa. En 2005-2006 Malawi conoció una terrible falta de lluvia, que condujo a una infame sequía y el hambre consiguiente. Mis padres tuvieron que rascarse los bolsillos hasta abajo para poder seguir

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mandándome a la escuela. Los niños de Balaka lloran. Muchos padres y familiares ya han desaparecido a causa del Sida, y los pequeños han quedado solos, o huérfanos al cuidado únicamente de la madre. No es fácil ser niño. Algunos me invitan a tomar alcohol o drogas para olvidarme de los problemas. Otros me desaniman diciéndome que para qué queremos la educación en las áreas rurales, si luego va a ser tan difícil encontrar trabajo. Las personas de bien tratan de recomponer los pedazos de esta vida por medio de orfanatos, economatos, grupos juveniles y la adopción de niños. Pero como se suele decir, a perro flaco todo son pulgas. La malignidad del tribalismo, la rivalidad entre etnias, la corrupción, el desvío de los fondos destinados a los pobres, todo esto se ha colado dentro y ha arraigado profundamente. Queridos amigos de ahí, razonad conmigo. ¿Qué son éstos, problemas o dificultades? ¿Se puede esperar que mis compañeros y yo podamos poner remedio a estas cosas? ¿Puedo concentrarme en los estudios, teniendo estas necesidades económicas? ¿Podremos escaparnos de las ceremonias de iniciación? ¿Creéis que sobreviviré? ¿Pensáis que tengo un porvenir brillante y prometedor?

Recordad que soy un futuro líder, un dirigente civil o eclesiástico de mañana. ¿Qué tipo de ciudadanos producirán zonas como Balaka para la madre patria Malawi?

Puntos para la reflexión personal. “Recordad que soy un futuro líder, un dirigente

civil o eclesiástico de mañana”. ¿Acaso no pueden ser ésas las palabras del profeta Elías hoy? “Como un fuego apareció Elías, y sus palabras eran como un horno ardiente”.

2. Se dice que un niño hace lo que aprende. ¿Qué tipo de sociedad construirán estos niños cuando sean mayores?

3. Piensa en el medio ambiente que rodea a los jóvenes en el lugar donde vives. ¿Qué se necesita para que ese ambiente se convierta en un lugar más sano y más positivo para crecer? ¿Cuál es la parte que te corresponde a ti en esto?

Oración finalSeñor, que tu pueblo permanezca en vela aguardando la venida de tu Hijo, para que siguiendo las enseñanzas de nuestro Salvador, salgamos a su encuentro, cuando él llegue, con las lámparas encendidas. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Piensa en el medio ambiente que rodea a los jóvenes en el

lugar donde vives.

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Sábado, segunda semana de Adviento16 de diciembre




Lectura del díaVisión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén. Sucederá en los días venideros que el monte de la casa del Señor será afincado en la cima de los montes y se alzará por encima de los collados. Afluirán a él todas las gentes, vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor. Él gobernará las naciones y dictará sus leyes a pueblos numerosos, que trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces.

No alzará ya la espada pueblo contra pueblo ni se entrenarán ya para la guerra. Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.

Isaías 2: –5

ReflexiónRégimen militar, corrupción, problemas sanitarios, crimen y desastres naturales… todo esto ha convertido a Honduras en uno de los países menos desarrollados y más inseguros de América Central.

Gabi tiene 8 años y como muchos otros jóvenes coetáneos está tratando de encontrar un camino en su vida. Es un reto que afrontamos todos cada día, sea cual sea nuestra edad, sexo, religión y contextos sociales y culturales.

Hola, soy Gabi, tengo 8 años y vivo en Honduras con mis padres y mis dos hermanos. Estoy en un grupo juvenil. Nuestro párroco es muy severo y quiere que nos portemos como los mayores. La realidad es que en nuestro grupo no hay nadie que esté pendiente de nosotros, porque los adultos dicen que trabajar con jóvenes es un verdadero dolor de cabeza. Dentro de mi casa la situación es diferente. Mis padres me escuchan con atención y me corrigen cuando cometo errores. De vez en cuando tenemos las discusiones propias de nuestra edad. Soy alumna del Instituto Marista la Inmaculada, en la ciudad de Comayagua. Aquí sí que hay una apertura total y los Hermanos y profesores escuchan y acogen nuestras iniciativas, ideas y expresiones juveniles. Reina un buen ambiente de diálogo, en un clima de respeto mutuo y de aceptación de las normas escolares. Ahora mi pregunta es: ¿Hasta qué punto los adultos de nuestra sociedad nos ayudan a crecer? Si ellos no lo hacen o lo descuidan ¿querrán que la televisión o las modas sean las que marquen las pautas? Algunos se quejan de nuestra desfachatez, de la falta de seriedad y de la excesiva inquietud. Pienso que aquí es donde ellos en vez de criticarnos deberían orientar nuestras ganas de vivir y nuestras ideas juveniles hacia una lucha por obtener el bien común. En mi país existen muchos jóvenes que forman parte de maras o pandillas, a los que ellos llaman impropiamente “familias”, y en las que buscan toda la comprensión, cariño, respeto y atención que no encuentran en sus hogares rotos. Se entregan a la droga, a la violencia extrema y al

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libertinaje, perdiendo así el sentido de una juventud sana. Son niños y jóvenes no escolarizados y sin posibilidad de tener un trabajo mínimamente digno, dada la realidad social y económica de nuestro país. En estos grupos de jóvenes se pierden muchos talentos que podrían ser positivos para la sociedad. Yo he conocido a jóvenes pandilleros que dibujan muy bien y que con la formación adecuada habrían podido convertirse en artistas y haber sido miembros útiles de nuestra sociedad. También existe un cierto número de jóvenes a los que los padres, dimitiendo de sus responsabilidades, les conceden toda clase de caprichos, para verse así “libres de las molestias de sus hijos”.

Los jóvenes que tratamos de ser responsables estamos convencidos de que sólo una educación en la responsabilidad y en diálogo con los adultos podrá redimir nuestro país de las lacras sociales que hoy sufrimos. Una juventud bien vivida, garantiza el éxito de la edad adulta.

Gabi, 8 años

Puntos para la reflexión personal:. Estamos en la mitad del Adviento. ¿Cómo me

estoy preparando a la venida del Señor?

2. Gabi va en busca de aceptación y respeto. Otros con la misma edad han buscado eso con tanta desesperación que han acabado por unirse a bandas y pandillas que ellos llaman familias. Gabi teme que los talentos de estos jóvenes se echen a perder y se empleen solamente en destruir.

3. ¿Qué puedo yo hacer hoy para convertir las “espadas y lanzas” (instrumentos de destrucción y de muerte) en “arados y podaderas” (instrumentos de cultivo y de vida)?

Oración finalDios todopoderoso, que amanezca en nuestros corazones el resplandor de tu gloria, Cristo, tu Hijo, para que su venida ahuyente las tinieblas del pecado y nos manifieste como hijos la luz. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿ Cómo me estoy preparando a la venida del Señor ?

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Domingo, Tercera semana de Adviento17 de diciembre




Lectura del díaAlegraos en el Señor siempre; lo repito: alegraos. Que vuestra bondad sea notoria a todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna, sino más bien en toda oración y plegaria presentad al Señor vuestras necesidades con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4: 4–7

ReflexiónAmaobi tiene 8 años, y vive en un suburbio amontonado de Iva Valley, en Enugu, Nigeria. Este asentamiento fue levantado por los amos colonizadores para instalar a los que trabajaban en las minas de carbón. La explotación minera se terminó hace muchos años. El tiempo, el rápido crecimiento de la población y la negligencia de las autoridades han llevado este barrio a la decadencia. Amaobi vive en un pequeño apartamento de dos habitaciones con sus padres y 8 hermanos.

Me llamo Amaobi, y tengo 8 años. Vivo en un suburbio superpoblado de Enugu, en Nigeria. Estudio el primer curso de secundaria superior en un politécnico masculino público. Vivo con mis padres y mis ocho hermanos en un pequeño apartamento de dos habitaciones. Yo soy el cuarto de los hermanos, después de mis tres hermanas mayores. Mi padre trabajaba en las minas de carbón, pero la explotación se agotó y ahora está en el desempleo. Mi mamá saca el dinero de donde puede, incluso pidiendo limosna en el barrio. Mis padres discuten a menudo. Eso empezó cuando la compañía minera dejó de pagar los sueldos a los obreros y mi mamá no podía atender las necesidades básicas de casa. Las disputas y las peleas no me dejan centrarme en el estudio, y siento mucha vergüenza cuando hay vecinos cerca. No puedo estudiar ni rezar cuando hay broncas. Lo más triste de todo es que cuando discuten, cada uno recurre a mí para que yo le dé la razón. Si se la doy a uno, el otro me riñe por tomar parte. Yo hago todo lo posible por dejar a un lado todo lo que ocurre y dedicarme a estudiar a fondo en la escuela. Cuando tengo alguna necesidad personal recurro a alguno de los hermanos maristas, y le hago trabajos a cambio de dinero. Parte del dinero que consigo así, se lo doy a mis hermanos más pequeños y me pago el transporte al colegio. De esa manera no tengo que depender siempre de mis padres para costearme mis necesidades. De todos modos estoy contento, porque he empezado a poner en práctica lo que aprendo en las clases. Ya sé arreglar fallos pequeños en la radio y la televisión. Y espero

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que estas cosas me sirvan en el futuro, cuando me gradúe en la escuela. El plan que tengo ahora es estudiar mucho para superar los exámenes y poder entrar en la universidad. Me gustaría meterme en Ingeniería Mecánica.

Lo que quiero es que haya en casa un buen ambiente donde podamos vivir todos en paz y armonía. Amor y sosiego es lo que deseo para todas las familias. Y espero que algún día sea yo el que pueda ayudar a mis padres.

Amaobi, 8 años

Puntos para la reflexión personal. “El Señor está cerca. Desechad todo temor”.

2. Amaobi nos recuerda que no todos los asuntos de justicia relativos a los niños se desenvuelven en situaciones y medios dramáticos. A veces los gritos de los jóvenes resuenan en el lugar donde más debería reinar la paz y la justicia ... en casa.

3. Reserva hoy un momento para reflexionar sobre cómo lo pasan en casa los jóvenes que te rodean. ¿De qué modo puedes solidarizarte con ellos?

Oración finalEstás viendo. Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

A veces los gritos de los jóvenes resuenan en el lugar donde

más debería reinar la paz y la justicia ... en casa.

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Lunes, tercera semana de Adviento18 de diciembre




Lectura del díaVienen días -dice el Señor- en que yo suscitaré a David un vástago legítimo, que reinará como verdadero rey, con sabiduría, y ejercerá el derecho y la justicia en la tierra. En sus días se salvará Judá, e Israel vivirá en seguridad.

Y éste será el nombre con que le llamarán: «El Señor nuestra justicia». Vienen días -dice el Señor- en que no se dirá ya: «Vive Dios, que sacó a los israelitas de Egipto», sino: «¡Vive Dios, que sacó y trajo a la estirpe de la casa de Israel del país del norte y de todos los lugares donde los había dispersado para que habiten de nuevo en su propia tierra!».

Jeremías 23: 5–8

ReflexiónMosaico compuesto de comunidades indígenas, gente que procede de la colonización española y descendientes de esclavos africanos, Ecuador es un microcosmos de las culturas latinoamericanas. La economía de este país, tradicionalmente agrícola, cambió radicalmente a partir de la década de los 60. En esos años el desarrollo industrial y el descubrimiento de yacimientos de petróleo disparó el crecimiento en las áreas de salud, educación y vivienda.

José es un joven cuyo espíritu no se ha desmoronado a pesar de lo que ha visto en sus quince años de vida. Él es un verdadero ejemplo de resistencia, al que pueden acudir sus otros hermanos en busca de esperanza y guía.

Me llamo José, tengo 5 años y vivo en la ciudad de Quevedo, provincia de Los Ríos, en Ecuador. Ahora estoy con los Hermanos Maristas en el Proyecto Casas Familia, junto con mis hermanos; mis demás hermanos viven con mi madre y mi padrastro en la cárcel. Este año estudiaré el 7º curso y terminaré la primaria. El año anterior aprobé dos grados en uno, con mucho esfuerzo y a pesar de la desgana que me venía. Soy un poco flojo y testarudo. En casa somos hermanos; yo soy el mayor de los varones. Desde que tenía tres meses y hasta los 0 años viví con mi abuela. Luego fui con mamá, pero pronto la metieron en la cárcel. Mi papá verdadero vive en la ciudad de Esmeraldas. Le conozco, pero apenas nos vemos. Antes de entrar al proyecto mi situación era como la de los demás niños que acompañan a sus padres en la cárcel. Si tienes dinero puedes salir a estudiar, si no, te pasas ahí el día, vagando; a veces vienen personas de la Iglesia a visitarte, pero son pocas veces. En el proyecto nos ayudan mucho. He podido ir a la escuela a aprender. También colaboro en los trabajos de la casa. Antes pasaba los fines de semana en la cárcel con mamá. Desde hace algún tiempo voy a donde mis abuelos. Ellos estaban un poco enojados por lo que hizo mi mamá, pero ahora lo llevan mejor. Nos ayudan lo que pueden, porque

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son pobres y lo que gana mi abuelo no alcanza para todos, ya que con ellos viven también unos primos míos, desde que sus papás se fueron a Italia. A veces paso malos momentos, como cuando los amigos me invitan a fumar, robar, beber. Echo en falta a mis padres a mi lado. Además, mi madre se peleó en la cárcel con otra reclusa, y eso ha sido un problema para ella y mis hermanitos que la acompañan. Pero veo que es bueno para mí estudiar, seguir con los Hermanos en el proyecto, y esperar que mis padres salgan un día de la cárcel.

Pido que recen por ellos, para que no estén allí mucho tiempo y podamos volver juntos a la familia. También quiero que recen por mis compañeros del proyecto, por los pequeños que viven con sus padres en la cárcel, y por todos los niños de Ecuador.

José, 5 años

Puntos para la reflexión personal. Llega el día, dice el Señor,... ¡el Señor nuestra

justicia!

2. José espera el día en que sus padres salgan de la cárcel y puedan reunirse todos en casa.

3. Emplea unos instantes para rezar por José y otras víctimas inocentes de los sistemas de justicia que hay por esos mundos.

Oración final Escucha nuestra súplica, Señor, e ilumina las tinieblas de nuestro espíritu con la gracia de la venida de tu Hijo. Que vive y reina contigo. Amén.

Emplea unos instantes para rezar por José y otras víctimas

inocentes de los sistemas de justicia que hay por esos

mundos.

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Martes, tercera semana de Adviento19 de diciembre




Lectura del díaQue el Señor os haga crecer más y más en el amor entre vosotros y para con todos, como nosotros lo tenemos para con vosotros. Que él fortalezca vuestros corazones en una santidad sin tacha ante Dios, nuestro Padre, para cuando venga Jesús, nuestro Señor, con todos los suyos. En fin, hermanos, os pedimos y os exhortamos en el nombre de Jesús, el Señor, a que os portéis de la manera que os enseñamos para agradar a Dios; ya lo hacíais, pero hacedlo todavía mejor. Bien sabéis las instrucciones que os dimos en nombre de Jesús, el Señor.

Tesalonicenses 3:2–4:2

Reflexión Guatemala tiene una geografía física de gran belleza natural y una geografía humana de arraigada cultura indígena. En 996 el país salió de una larga guerra civil de 36 años, en la que murieron o desaparecieron más de 200.000 personas, en su mayor parte civiles. Actualmente la pobreza está muy extendida, sobre todo en las zonas agrícolas y en las comunidades indígenas. El analfabetismo, la mortalidad infantil y la malnutrición alcanzan las tasas más altas de toda la región. La expectativa de vida está entre las más bajas. Y al igual que en los países vecinos, el crimen organizado, el tráfico de drogas y las bandas callejeras campean a sus anchas.

Angie no ha crecido en un medio favorable. Ahora busca protección y un lugar seguro en el que vivir.

Me llamo Angie, tengo 5 años. Nací en un pueblo de un departamento al norte de Guatemala. Mis padres tuvieron cinco hijos más, aparte de mí. Mi papá es chofer de autobús y mi mamá ama de casa. Mis hermanos y yo estudiábamos en una escuela pública. Tuve que repetir cuarto grado porque mis papás se mudaban mucho de domicilio y al final dejé de asistir a clase. Mi casa era bonita porque estaba hecha de ladrillos, pero no me gustaba el sitio, ya que estaba al final del barrio, casi éramos los últimos, y además el espacio era pequeño para tantos en familia. Ahora estoy viviendo en una casa de acogida para jóvenes. Llevo en este hogar casi tres años. Vine aquí porque mi papá me insultaba mucho y me pegaba. Mi papá se separó de mi mamá cuando yo tenía nueve años, porque iba con otra mujer. Cuando volvía con mis hermanitos a casa, a veces nos encontrábamos allí a mi papá y era entonces cuando me pegaba, porque era la mayor. Estaba loco. Mis vecinos, hartos de escuchar nuestros gritos, pusieron una denuncia y el juez me envió a este hogar. La vida en un hogar con compañeras que tienen tantos problemas no es nada fácil. Me cuesta ser tolerante, me irrito mucho. Me encargan supervisar la limpieza, y cuando les digo algo a mis compañeras, me contestan, y eso me molesta. Entonces yo también les grito o me enfado

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con ellas, y les doy la espalda. Me sienta mal cuando las educadoras me ponen “ayudas” por haber hecho algo indebido, por ejemplo cuando tengo rabietas sin razón alguna, sólo porque estoy deprimida o no me gusta la actividad que han dado a mi grupo. Después de tres años en este hogar, lo que me motiva a seguir y aprovechar esta oportunidad que me ofrecen es poder llevar adelante los estudios, porque sé que de ellos depende el resto de mi vida. Si me falta esa arma en mis manos, no voy a tener un buen futuro, ni me voy a superar como persona. Mi familia también me da motivos de esperanza, sobre todo mis hermanos, todos menores que yo. Yo puedo ser un ejemplo para ellos.

En todos los países hay miles y miles de niñas que no pueden quedarse en sus casas, con sus seres queridos, por culpa de la violencia doméstica. ¡Qué bonito sería que todos pudiéramos vivir en paz y en amor, porque todos tenemos derecho a ser tratados como personas, aunque seamos personas pequeñas todavía!

Angie, 5 años

Puntos para la reflexión personal. A la vez que nos dan ánimos, los pasajes bíblicos

nos dicen que debemos continuar progresando en el amor y la acción. Y eso no nos resulta fácil.

2. Angie no ha tenido un camino fácil. Sin embargo observa los progresos que ha hecho y que sigue haciendo.

3. Deja que Angie sea hoy tu modelo de resistencia y constancia. En los momentos malos que el día pueda traerte, piensa en ella. Y reza por ella también.

Oración final Señor y Dios nuestro, que por medio de tu Hijo nos has transformado en nuevas criaturas, mira con amor esta obra de tus manos y, por la venida de Cristo, tu Unigénito, límpianos de las huellas de nuestra antigua vida de pecado. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Deja que Angie sea hoy tu modelo de resistencia y

constancia.

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Miércoles, tercera semana de Adviento20 de diciembre




Lectura del día¡Canta himnos, hija de Sión, alégrate, Israel, regocíjate y goza de todo corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha retirado la sentencia que pesaba contra ti, ha alejado a tus enemigos; el Señor, rey de Israel, está en medio de ti; no tienes que temer ya ningún mal. Aquel día se dirá a Jerusalén: No temas, Sión, no decaigan tus manos. El Señor tu Dios está en medio de ti, ¡poderoso salvador! Estará lleno de gozo por ti, con su amor te dará nueva vida, bailará y gritará de alegría por ti como en los días de fiesta. Apartaré de ti la desgracia y la vergüenza que pesa sobre ti.

Sofonías 3: 4–8

ReflexiónRuanda experimentó el peor genocidio de África en los tiempos modernos, y todavía se está recuperando de la tragedia.

Pierre no es una persona real, pero el relato que cuenta responde a lo que sufrieron muchos niños, ahora adolescentes, durante el genocidio que llevó a la muerte a millones de ellos. La reflexión nos viene de uno de los hermanos maristas de Ruanda.

Soy Pierre, un joven ruandés huérfano de padre y madre. Tengo 5 años. He conocido la guerra alrededor de mí desde que tenía apenas tres años. Hay cosas de las que me acuerdo a menudo y que me dan miedo. Pero me encuentro a gusto con los compañeros de mi edad. Ellos me quieren y me dicen que soy afortunado. Pero yo me doy cuenta que ellos no conocen mi historia y no pueden adivinar mi sufrimiento. Yo he visto cómo mataban a mis padres. Alguien que aún no conozco me rescató de los brazos de mi madre ya muerta. Y por eso estoy vivo. Con frecuencia pienso en el día en que les vi morir y lloro cuando estoy solo. La realidad es que estoy siempre intranquilo. No puedo quitarme de encima el miedo de que me maten a mí también, a pesar de la amistad de mis compañeros y la paz que reina ahora en mi país. Me pregunto hasta cuándo durará este sufrimiento. En la escuela he observado que varios huérfanos de mi edad son más desdichados que yo. Hay otros jóvenes que se ocupan de ellos. Viven en condiciones muy difíciles. Pero eso no alivia mis penas. Cuando estoy solo no pienso más que en mi vida personal y el dolor se vuelve insoportable. Alguna vez me pongo a soñar en el retorno de mis padres. Tengo ganas de olvidar todo lo que sucedió. Pero en la escuela me enseñan que hay que conservar los recuerdos para evitar repetir los errores del pasado. Me dicen que debo hacerlo así para sentirme mejor en el futuro. Pero esto es muy difícil para mí y también sufro por ello.

Espero que venga un día en el que todos los que ahora viven en el dolor puedan llegar a ser felices.

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Puntos para la reflexión personal. El rey de Israel está en medio de vosotros, nada

tenéis que temer. Él os renovará.

2. La violencia étnica y racial nace del odio y el miedo. Cuando se la deja libre, conduce a efectos devastadores.

3. Reza por los niños y niñas como Pierre. Ellos llevarán esas cicatrices durante el resto de sus días. Reza por Ruanda, esa tierra necesita una renovación que sólo Dios puede traerle.

Oración finalConcédenos, Dios todopoderoso, que la fiesta ya cercana del nacimiento de tu Hijo, nos reconforte en esta vida y nos obtenga la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Reza por los niños y niñas como Pierre. Ellos llevarán esas cicatrices durante el resto de sus

días.

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Jueves, tercera semana de Adviento21 de diciembre




Lectura del díaLa gente le preguntaba: «¿Qué tenemos que hacer?». Y él contestaba: «El que tenga dos túnicas reparta con el que no tiene ninguna, y el que tiene alimentos que haga igual». Acudieron también unos publicanos a bautizarse, y le dijeron: «Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?». Y él les respondió: «No exijáis nada más de lo que manda la ley». Le preguntaron también unos soldados: «Y ¿nosotros qué debemos hacer?». Y les contestó: «No intimidéis a nadie, no denunciéis falsamente y contentaos con vuestra paga». Como la gente estaba expectante y se preguntaba si no sería Juan el Mesías, Juan declaró públicamente: «Yo os bautizo con agua, pero ya viene el que es más fuerte que yo, y a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y con fuego. Tiene en su mano el bieldo para aventar su parva, llevar el trigo a su granero y quemar la paja en fuego que no se apaga». Con estas y otras muchas exhortaciones evangelizaba al pueblo.

Lucas 3: 0–8

ReflexiónChad es un extenso país semidesértico, rico en oro y uranio, que puede beneficiarse de su condición de país productor de petróleo, status conseguido recientemente. Sin embargo, esta nación, que es la quinta de África geográficamente, carece de infraestructuras adecuadas y sufre de conflicto interno latente. La pobreza es escalofriante, y la situación sanitaria y social contribuye a empeorar las cosas.

Kemndigue es un joven de fe comprometida y activa. En lugar de lamentarse y no hacer nada, está dando pasos para solucionar las necesidades de la juventud que le rodea.

Me llamo Kemndigue, y soy del Chad. Tengo 24 años, estoy soltero, soy cristiano y catequista. Me diplomé en ingeniería, pero estoy en el desempleo. Me gusta estudiar, leer, practicar deporte, compartir, los encuentros entre religiones, y la música, sobre todo la religiosa. Para mí es muy importante el respeto al otro y trabajar con los amigos. Siempre trato de pensar y vivir según la palabra de Dios sin avergonzarme en ningún momento de manifestar mi fe cristiana. Mi aspiración es promover la justicia y la paz para vivir en un clima de tolerancia que nos ayude a redescubrir los verdaderos valores humanos. Lucho contra el alcoholismo, el tabaquismo, la promiscuidad sexual, la prostitución, el tribalismo, la violencia, el analfabetismo y el conflicto generacional. Quiero ayudar a los otros a tomar conciencia de su situación para que construyan su vida según el Evangelio.

Las dificultades que encuentro son las mismas que afrontan todos los días los jóvenes de mi país. Son de orden moral, espiritual, material, estructural. Quisiera recalcar sobre todo la falta de formación y educación, la dejadez del gobierno respecto a la juventud, la carencia de centros escolares que merezcan ese nombre, los programas de estudio que no se adaptan a la realidad del país, la marginación de la juventud y la manipulación de que es objeto. Hay cosas que me dan esperanza: en primer lugar la

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Biblia, en la que encuentro orientación para mi vida, el testimonio de algunos adultos que son cristianos auténticos, la valentía de algunos jóvenes, el interés de los responsables de la Iglesia por escuchar y ayudar a la juventud.

Me gustaría que la gente reflexione sobre la situación de los niños y los jóvenes en un país como el mío. Están descuidados, abandonados, olvidados. No se respetan sus derechos, y se hunden en un mundo incierto, sin futuro. Yo os pido que recéis por la paz, la justicia y el entendimiento en el Chad, en África y en el mundo entero. Rezad de manera especial por la juventud africana, porque corremos el riesgo de desmoralizarnos.

Kemndigue, 24 años

Puntos para la reflexión personal. En la lectura de hoy vemos a la gente preguntando

a Juan el Bautista qué es lo que hay que hacer para preparar la venida del Mesías. En lugar de darles una lista completa de ejercicios de preparación, él les señala una tarea sencilla: que cada uno cumpla sus deberes diarios de una manera honrada.

2. Kemndigue quiere promover la paz y la justicia a través de la educación ayudando a los demás a ser conscientes de su situación y a saber que tienen derecho a ser respetados como personas.

3. ¿Qué haces tú para preparar la venida del Señor? ¿Estarás listo cuando llegue?

Oración finalSomos siervos indignos de ti, Señor, y estamos afligidos por nuestros pecados; haznos encontrar la alegría en la venida salvadora de tu Hijo. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿ Qué haces tú para preparar la venida del Señor ?

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Viernes, tercera semana de Adviento22 de diciembre




Lectura del díaY tú, Belén Éfrata, la más pequeña entre los clanes de Judá, de ti me saldrá el que ha de reinar en Israel. Sus orígenes vienen de antiguo, de tiempos remotos. Por eso el Señor los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. Él se alzará y pastoreará el rebaño con la fortaleza del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Vivirán tranquilos, porque entonces extenderá él su poder hasta los confines de la tierra. Él mismo será la paz.

Miqueas 5: –4

Reflexión Chile es un país que disfruta de paz. Su población está formada por progenies españolas e indígenas. El país ha sabido democratizarse después de la dictadura de Pinochet, que dejó tras de sí más de 3.000 muertos o desaparecidos.

Rodolfo es un joven inteligente y enérgico de 7 años. Una experiencia de voluntariado entre campesinos emigrantes le hizo cambiar su manera de ver las cosas.

Cuando me miro al espejo, veo reflejada una persona que desea saber más sobre la vida, que es consciente de todo lo que le falta por aprender y desea crecer. Soy un joven estudiante, con aspiraciones y metas como todos los de mi edad. Quiero conseguir una profesión y poder independizarme para formar una nueva familia. Ésta es para mí la gran motivación cuando estudio. Me llamo Rodolfo, tengo 7 años. Y pienso en el futuro. Soy un adolescente que desea ser algo en la vida y que anhela hacer algo por su país y por el mundo. Uno de mis ejercicios físicos favoritos, es correr. Competir en una carrera de resistencia me hace sentir más fuerte. Una carrera se parece a la

vida. Uno avanza a toda velocidad, tratando de hacer todo lo posible y de pronto una pendiente inclinada se interpone en el camino. Todos los seres humanos atravesamos continuamente por situaciones de prueba y desaliento. En esos momentos sentimos la tentación de perder la esperanza. Pero entonces es cuando hay que mirar a Jesús, a Dios. Y ahí encontramos la fuerza. Confiando en Dios podemos resistir, porque Él jamás nos abandona. Él siempre procura nuestro bienestar. El Señor está más cerca de nosotros cuando los peligros nos acechan en la vida. Hay una cosa que me preocupa permanentemente, y es que al final no pueda cambiar a la sociedad como yo quisiera. A veces me viene el temor de no poder cumplir mis objetivos, pero la fe me reconforta. Porque con la fe todo es posible. Siempre me he preguntado por qué hay tanta diferencia de oportunidades, por qué algunos disponemos de más de un camino para llegar a la meta, mientras que otros sólo tienen una única vía, y si la pierden son devorados por el sistema establecido. Nuestro colegio nos brinda diversas actividades que enriquecen a la persona. El año pasado viví algo que me cambió la vida. Aquello me sirvió para abrir los ojos y darme cuenta de que estaba metido en una burbuja. Se trataba de una experiencia de trabajo voluntario en un medio rural, de una semana de duración. Desde el primer día sabía que no sólo tenía que trabajar físicamente, sino que mi tarea consistía también en compartir mi vida con los campesinos, cada día. A mitad de la semana notaba el cansancio. Algunos de mis compañeros estaban aburridos de seguir esta rutina, y otros no veían la razón de estar trabajando en el campo para otras personas. Yo me preguntaba: ¿Cómo se sentirán los campesinos y los jornaleros temporales?¿ De dónde sacarán las fuerzas para seguir trabajando continuamente con la misma rutina?. Hice el propósito de experimentar en mi persona lo que ellos vivían. En una de las muchas conversaciones que tuve con los trabajadores me llamó mucho la atención uno de ellos que me contó que él, al acabar la enseñanza escolar, tuvo oportunidad de formarse

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profesionalmente. Yo advertí un grado de tristeza en sus ojos cuando me dijo que por su culpa, por no haber querido seguir estudiando, estaba allí trabajando como empleado en la tierra. Me puse a pensar. No es justo que nosotros tengamos tantos caminos, tantas facilidades, tantas oportunidades, y que además las desaprovechemos porque sabemos que saldremos delante de una manera o de otra. Después , cuando averigüé su sueldo me quedé perplejo. Ganaba muy poco para lo mucho que trabajaba. Por otra parte, había otros trabajadores de bastante edad, que se veían obligados a seguir en su labor hasta el final de sus días. Y lo hacían con la mayor dedicación y esfuerzo. ¡Hasta cuándo va a durar esta situación! Mientras nosotros estamos en nuestras casas, cómodamente sentados, viendo la televisión, comiendo lo que queremos y gozando de miles de oportunidades, otros viven cada día, cada hora, cada minuto esperando la ocasión de poder cambiar de vida, viendo que esa ocasión siempre se les escapa, viendo cómo se les cierran las puertas.

Nosotros estamos llamados a hacer algo para cambiar las cosas, como decía Marcelino Champagnat, estamos llamados a ser agentes de cambio. Desde nuestra profesión, debemos colaborar para que las posibilidades puedan repartirse mejor en nuestro país y en el mundo. Porque aunque nos parezca imposible, la verdad es que siempre podemos poner algo de nuestra parte para mejorar la sociedad que nos rodea.

Rodolfo, 7 años

Puntos para la reflexión personal. La lectura de hoy recuerda la profecía de Belén.

En esta pequeña localidad es donde nacerá el Salvador del mundo.

2. Para Rodolfo, la experiencia de trabajar junto a los campesinos jornaleros emigrantes fue un acontecimiento que le cambió la vida. Él se sintió en línea de “solidaridad” con ellos. Ahora quiere compartir su experiencia contigo.

3. Comprometerse en favor de la vida de otro puede cambiar a una persona de diversas maneras. Piensa en una experiencia semejante que tú quizás hayas tenido. Reza una oración de acción de gracias por los hechos inesperados de la vida que te hayan influido de una forma u otra.

Oración finalQue tu gracia, Señor, nos disponga y nos acompañe siempre; así los que anhelamos vivamente la venida de tu Hijo, a su llegada encontraremos auxilio para el tiempo presente y para la vida futura. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Comprometerse en favor de la vida de otro puede cambiar

a una persona de diversas maneras.

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Sábado, tercera semana de Adviento23 de diciembre




Lectura del díaEl año quince del reinado de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, estando Herodes al frente de Galilea, su hermano Filipo al frente de Iturea y de la región de Traconítida, y Lisanias al frente de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, Dios habló a Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue recorriendo toda la región del Jordán, predicando un bautismo de conversión para recibir el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: Voz que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus sendas; que los valles se eleven, que los montes y colinas se abajen, que los caminos tortuosos se hagan rectos y los escabrosos llanos, para que todos vean la salvación de Dios.

Lucas 3: –6

ReflexiónEl trauma de división de post-guerra es ya cosa del pasado, pero transcurrida ya una década y media de la caída del Muro de Berlín, Alemania aún tiene que vérselas con su economía a causa de las consecuencias que aquello trajo. En los últimos años las cosas han mejorado, pero hay factores que preocupan, sobre todo a la juventud.

Las luchas y esperanzas de Marcel son las típicas de los jóvenes de su edad que viven en países desarrollados. Su fe en Dios y la capacidad de liderar e inspirar confianza entre sus compañeros se pusieron de manifiesto cuando le eligieron responsable de la Comunidad del Ático Juvenil, un programa especial dedicado a la sección de internos del colegio marista de Mindelheim. Los que toman parte en este programa han formado una pequeña comunidad dentro del internado. Además de las actividades ordinarias que desarrollan todos los internos, la comunidad se reúne diariamente para rezar, estudiar la Biblia, y compartir juntos la fe. También buscan el modo de vivir su fe de una manera activa y visible.

Me llamo Marcel, y tengo 9 años. Soy alemán. Vivo en Landsberg am Lech, a unos 40 kilómetros de Munich. Me gusta jugar al tenis, esquiar y tocar la guitarra. Asisto a un internado dirigido por los Hermanos Maristas en Mindelheim. Actualmente curso el último año de estudios en el colegio.

Tengo novia. Ella también es de Landsberg. Tiene 20 años y trabaja en un banco. Dentro de cuatro semanas tengo los exámenes finales. Así que ando metiendo muchas horas de estudio estos días. Cuando termine el curso tendré unas vacaciones de casi cuatro meses. En septiembre empezaré a cumplir el servicio civil, trabajando con discapacitados en una escuela. Lo haré durante nueve meses. El servicio civil es una manera de servir al país, y todos debemos hacerlo. De lo contrario, el servicio sería en el ejército. Cuando acabe el servicio, tengo idea de ir a estudiar a la Universidad de Munich. Me gustaría llegar a ser profesor de historia y alemán. Aquí, en el internado, tengo una función especial. Soy el jefe

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de la “Comunidad del Ático Juvenil”. Tengo que preparar temas religiosos y ofrecer consejo a los que tienen problemas. Es una responsabilidad muy interesante porque aprendo mucho de los miedos y situaciones de los demás. Eso me ayuda a mí también a llevar mis propias cargas. Lo que más me agobia ahora mismo es el futuro. Estoy preocupado por conseguir un empleo, especialmente en el mundo de hoy. Otra inquietud es la salud de mi familia y mis amigos. El cáncer corre por nuestra familia. Mi abuelo murió de eso. Por lo que se refiere a mi fe, sé que Dios está a mi lado y me quiere, incluso cuando hago algo equivocado. Dios me da ánimos para seguir adelante en la vida. Mi fuerza es el Señor.

Cuando terminéis de leer estas líneas, por favor rezad por la paz del mundo y para que haya una sola religión y una sola iglesia. Más aún, rezad por la gente de los países pobres y por los que viven oprimidos sin poder expresar su fe o sus convicciones.

Marcel, 9 años

Puntos para la reflexión personal. Juan Bautista es el centro de la lectura bíblica de

hoy. Se le describe como “la voz que grita en el desierto”.

2. Marcel es un joven que está a punto de dejar la seguridad que sentía en el colegio para afrontar nuevos retos. En cierto modo va a entrar en el desierto de lo desconocido. Pero está preparado. Está claro que sus compañeros le respetan y que tiene cualidades de líder.

3. Reza por los jóvenes que están listos para empezar el viaje de su vida. Como Jesús oró en la Última Cena, reza también tú para que permanezcan fieles a su llamada y que el Señor les proteja en los momentos difíciles que les toque pasar.

Oración final Señor Dios, que con la venida de tu Hijo has querido redimir al hombre sentenciado a muerte, concede a los que van a adorarlo, hecho niño en Belén, participar de los bienes de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Reza por los jóvenes que están listos para empezar el viaje de

su vida.

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Domingo, cuarta semana de Adviento24 de diciembre




Lectura del díaUnos días después María se dirigió presurosa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno e Isabel quedó llena del Espíritu Santo. Y dijo alzando la voz: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Y cómo es que la madre de mi Señor viene a mí? Tan pronto como tu saludo sonó en mis oídos, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído que se cumplirán las cosas que te ha dicho el Señor!».

Lucas : 39–45

ReflexiónSuráfrica antaño fue un país dividido racialmente. Actualmente se ha convertido en un modelo de reconciliación y crecimiento. La gran esperanza de desarrollo que brotó en todo el país tras la caída del apartheid ha dado paso a las duras realidades de pobreza que todavía persisten allí. La expansión del Sida en los últimos años presenta una nueva serie de problemas.

Mikhaila no es ajena a esos retos. Ella está orgullosa de su fe y no tiene ningún reparo en confesarse cristiana. Y está preparada para ocupar su lugar junto a millones de surafricanos que quieren hacer de su país un lugar mejor para todos.

Me llamo Mikhaila. Tengo trece años. Soy una chica cristiana de Ciudad del Cabo, Suráfrica, y estudio en el colegio marista Saint Joseph. Hasta hace poco he llevado una vida muy protegida. He crecido rodeada del cariño de una familia, me enseñaron los valores cristianos desde que nací, y por ello doy gracias al Señor cada día. Pero a mis años es peligroso pensar que el mundo en general es así. Al contrario, es muy difícil permanecer fiel a lo que te han enseñado, y ser leal a ti misma y a Dios.Vivo en un país que ostenta una de las mayores tasas de Sida, estadísticas de violación que asustan, abuso de las drogas y crimen, así que no me va a resultar fácil elevarme sobre esas miserias y convertirme en una mujer feliz y con éxito. Todos tienen problemas parecidos; es difícil para cualquier niño crecer y seguir adelante, pero se puede conseguir. Son muchos los jóvenes que luchan para caminar por la vida, venciendo las presiones que los amigos, la sociedad y la familia ejercen sobre ellos. Pero lo más importante que Dios me ha mostrado una y otra vez es que con su ayuda se puede lograr lo que sea. Por eso creo que hay esperanza para el mundo. Yo miro a mi propio país y me siento orgullosa del progreso que los sudafricanos han hecho como pueblo. Hemos tenido un pasado muy oscuro, pero había muchísima gente apasionada por la libertad y, con Dios a su lado, consiguieron sacarnos del

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agujero. Ahora Sudáfrica crece más fuerte y mejor. Cualquiera puede cambiar el mundo. Todos los días tenemos la oportunidad de acercarnos a otros, cambiar la vida de alguien, hacer del mundo un lugar mejor en muchos aspectos. Basta un leve gesto de amabilidad para que el mundo se haga más luminoso para alguno. El mundo está lleno de gente que busca cariño y guía por todas partes, por eso nuestro deber de cristianos es hablar a todos del amor incondicional de nuestro Señor Jesucristo, y rezar por ellos, los perdidos, los que sufren del abuso, los hambrientos, los abandonados... por todos.

¡No olvides nunca cuánto te ama Jesús!

Mikhaila, 3 años

Puntos para la reflexión personal. Hoy es el cuarto domingo de Adviento. Esta

noche es Nochebuena y mañana Navidad. Celebramos el nacimiento de Jesús, la aurora de nuestra salvación. Como María vamos presurosos a la región de las montañas. Ha llegado la hora.

2. La región de las montañas puede ser un lugar peligroso. Mikhaila está empezando a darse cuenta de lo que puede encontrarse más adelante. No será cosa fácil para ella. Aun así, al igual que María, saca fuerzas de la fe para ir presurosa a afrontar los retos que tiene ante sí.

3. ¿Y tú, qué? ¿Está viva tu fe en Jesús? ¿Acudes a Él para que te dé fuerzas con las que afrontar los desafíos de tu vida?

Oración finalDerrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿ Está viva tu fe en Jesús ?

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Navidad25 de diciembre




Lectura del díaPor aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo. Éste es el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno a su ciudad. También José, por ser descendiente de David, fue desde la ciudad de Nazaret de Galilea a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para empadronarse con María, su mujer, que estaba encinta. Mientras estaban allí se cumplió el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no encontraron sitio en la posada. Había en la misma región unos pastores acampados al raso, guardando por turno sus rebaños. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos se asustaron. El ángel les dijo: «No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo. En la ciudad de David hoy os ha nacido un salvador, el Mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre». Y en seguida se unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama».

Lucas 2: –4

Reflexión Sri Lanka es una pequeña nación isleña en forma de lágrima, situada al suroeste de India. Se habla de ese país como de una joya, con sus serenas playas festoneadas de palmeras sus frondosas montañas y magníficas cascadas. Pero bajo esta superficie pacífica hay un interior violento. Durante casi dos décadas, la isla se ha visto lacerada por una amarga guerra civil provocada por las tensiones étnicas. En la década de los 80 estalló la guerra civil entre los nacionales sinhala y los rebeldes tamiles del norte deseosos de autodeterminación. Para cuando se pudo alcanzar el alto el fuego y un principio de acuerdo político, en 2002, ya habían muerto más de 60.000 personas, y la economía del país estaba en ruinas. En diciembre de 2004 el país sufrió un devastador desastre natural cuando varios tsunamis seguidos provocaron 30.000 víctimas y dejaron a muchos miles de habitantes sin hogar. El año pasado han vuelto a rebrotar los conflictos étnicos, poniendo en cuestión la esperanza de una paz duradera.

Shaveen tiene 5 años y se pregunta qué futuro va a tener su país.

Me llamo Shaveen. Tengo 5 años, y vivo en Sri Lanka. En casa somos cinco, mis padres, dos hermanos mayores y yo. Actualmente me estoy preparando para sacar el graduado escolar. Los exámenes son a fin de año. Estudio en el “Maris Stella College” de los Hermanos Maristas, y pertenezco a un grupo de scouts. Antes, Sri Lanka era un país pacífico, pero ahora las cosas han cambiado. La paz y el amor con que vivían nuestros antecesores no se ha transmitido a la generación actual. En lugar de pensar en los demás, la gente anda en busca del dinero y el poder. Yo entiendo que todos necesitamos tener los problemas básicos resueltos, pero da la impresión de que muchos sólo quieren su propio beneficio. De esa manera no les queda tiempo para ayudar a los demás. Según las estadísticas, los cristianos sólo son el 8% de Sri Lanka. Aun siendo pocos, ellos deberían tomar la

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iniciativa para reconstruir la paz en nuestro país. Si no, la situación se volverá peor. Ésta es la época de Adviento. Durante este período nos preparamos para la Navidad, la conmemoración del nacimiento de Jesucristo. Adornamos los árboles de Navidad y ponemos los belenes. También pintamos nuestras casas, hacemos compras, y celebramos fiestas para compartir la alegría de la Navidad. A la vez que hacemos todo eso, tenemos que entender ante todo lo que significa la Navidad, para cambiar nuestros corazones y prepararnos bien al nacimiento del Señor. De esa forma experimentaremos la felicidad que Jesús vino a traer a este mundo. Como seguidores de Jesús, debemos disfrutar de paz en nuestras casas, colegios, lugares de trabajo etc. Para tener esa paz debemos tender las manos a los demás, olvidando nuestro egoísmo. Hay que usar los talentos que hemos recibido de Dios para hacer felices a los demás. Cuando Jesús vivía en la tierra, siempre pensó en los otros con corazón amoroso y estaba dispuesto a perdonar y ayudar. Jesús quiere que seamos como Él. Entonces nuestro país será un lugar mejor para vivir.

Para eso tenemos que rezar todos los días y estar cerca del Señor, y ayudar a los demás, y hablarles de Dios. Si hacemos estas cosas, no será difícil volver a tener la paz en nuestra tierra. Yo espero que el pueblo de Sri Lanka comprenda el mensaje que trajo Jesús. Y pido a los que estáis leyendo estas líneas que recéis con esa intención.

Shaveen, 5 años

Puntos para la reflexión personal. Día de Navidad. Hoy conmemoramos el

nacimiento de Jesús. Se anuncia la buena noticia a los pastores que cuidan los rebaños en el campo.

2. Shaveen reflexiona sobre la Navidad y las cosas que hacemos en torno a esta celebración: decorar árboles con regalos, poner belenes, pintar las casas, ir de compras, organizar fiestas. Él se pregunta si no habremos perdido el verdadero significado de la Navidad, es decir, acoger el nacimiento de Jesús en nuestros corazones y actuar en consecuencia.

3. A Shaveen se le nota una preocupación por el restablecimiento de la paz en su país. En este día del nacimiento del Príncipe de la Paz busquemos unos momentos para pedir que reine la paz en nuestros corazones, en nuestro trabajo, en nuestras comunidades, en el mundo entero.

Oración finalConcede, Señor todopoderoso, a los que vivimos inmersos en la luz de tu Palabra hecha carne, que resplandezca en nuestras obras la fe que haces brillar en nuestro espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Instituto de los Hermanos Maristas Bureau of International Solidarity Piazzale M. Champagnat, 2 C.P. 10250 00144 Roma ITALIA Tel.: (39) 06 54 51 71 E-mail: [email protected] Web: www.champagnat.org Edición

Hermanos Maristas, Roma Octubre 2006

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