las voces africanas en las canciones de los van van

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Osu, Obatalá, Yemayá, Changó, Oggún, Oyá, los dueños son Ifá Las voces africanas en las canciones de los Van Van y otros grupos de música popular cubana Trabajo de fin de máster en Filología Española Departamento de Lenguas Modernas Universidad de Helsinki Junio 2015 Kirsi Hannele Ratia

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las voces africanas en las canciones de los van vanOsu, Obatalá, Yemayá, Changó, Oggún, Oyá, los dueños son Ifá
Las voces africanas en las canciones de los Van Van y otros grupos de
música popular cubana
Departamento de Lenguas Modernas
kuubalaisen identiteetin ilmentäjinä. Nämä kielet ovat säilyneet osana orjien mukana tuotuja uskontope-
rinteitä, jotka saivat Kuubassa oman muotonsa sekoittuessaan katolilaiseen uskontoon. Kuubalaisen etno-
logian mukaan merkittäviä afrokuubalaisia uskontoperinteitä on yhteensä neljä; Regla de Ocha (käytetään
myös nimitystä santería), Palo de monte, Sociedad secreta de los Abakuá ja Culto de Arará. Ensimmäisenä
mainitussa pyhänä kielenä toimii yoruba, toisessa ja kolmannessa bantu- kielistä peräisin olevat kielet,
congó ja efik, ja viimeisessä ewe-fon. Kaikissa näissä uskontoperinteissä Afrikasta peräisin olevat kielet
ovat sekoittuneet espanjan kieleen enemmässä tai vähemässä määrin. Yoruba ja ewe-fon ovat säilyneet
ainoastaan uskonnon sisällä käytettävinä kielinä, mutta bantu- kielistä on levinnyt runsaasti sanastoa Kuu-
bassa käytettävään espanjan kieleen, etenkin puhekieleen. Tutkimuksessa poimitaan afrikkalaista alkupe-
rää olevia sanoja kuubalaisesta populaarimusiikista, etenkin suursuosioon yltäneen Los Van Van: in lau-
luista. Jokaiselle sanalle etsitään espanjankielinen selitys, ne jaetaan eri kategorioihin niiden semanttisen
merkityksen perusteella ja tarkastellaan minkälaisissa konteksteissa ne esiintyvät sekä minkälaisia lainasa-
noja ne ovat luonteeltaan. Tutkimustulokset olivat pääosin samoja kuin aikaisemmista tutkimuksista saa-
dut, joiden mukaan bantu- kielistä Kuubassa puhuttavaan espanjaan levinneet sanat viittaavat semantti-
sesti kasveihin, tanssiin, musiikkiin, uskonnollisiin juhliin, jumaliin, uskonnollisiin käsitteisiin ja ihmisen
käyttäytymiseen. Yoruba- kielistä peräisin olevat sanat taas viittaavat lähes poikkeuksetta santería uskon-
non jumaliin ja käsitteisiin. Erona aikaisempiin tutkimustuloksiin oli lauluissa runsaasti esiintyvät luonteen-
piiteisiin ja käyttäytymiseen viittaavat yoruba- peräiset sanat, joita ei esiinny Kuubassa puhutussa espan-
jankielessä. Näiden sanojen tehtävänä lauluissa on mitä luultavimmin korostaa yhä suositummaksi tulleen
santería uskonnon merkitystä kuubalaisen identiteetin rakentajana. Myös bantu- kielistä peräisin olevien
sanojen semanttisen merkityksen ja käyttökontekstin perusteella näyttää selvältä, että niiden tarkoituk-
sena on korostaa Afrikasta orjien mukana tulleiden kulttuurien tärkeyttä kuubalaisen kansallisen identi-
teetin perustana.
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AGRADECIMIENTOS
Quiero dar las gracias a todas las personas que me ayudaron a realizar este
estudio. Agradezco al catedrático, Timo Riiho, quien se interesó en el tema y me ayudó
a ponerme en contacto con el gran lingüista cubano, especialista en lenguas
subsaharianas, Sergio Bernal Valdés. Fue un gran placer conocerlo en Cuba. Quiero
agradecer al padre de mis hijos, Felix Torres, quien me introdujo al mundo de las
religiones y los cultos afrocubanos muchos años atrás. A mis padres les doy las gracias
por ayudarme psicológicamente y fingir estar interesados en el estudio sin entender
probablemente nada de lo que estaba estudiando realmente. Por último, doy las gracias
a los que más quiero en mi vida, que son mis hijos, Oliver y Natalia, que llevan en sus
venas un poquito de esa sangre afrocubana que tanto orgullo me da.
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AGRADECIMIENTOS………………………………………………………………........................................2
2.2. La llegada de los españoles y esclavos africanos…………………………………………….10
2.3. Los medios que ayudaron a conservar las culturas y lenguas africanas...........11
2.3.1. Los cabildos.............................................................................................11
2.3.2. Las religiones sincréticas y las lenguas rituales.......................................13
2.4. Los cultos afrocubanos como mediadores de las voces africanas en Cuba.....14
2.4.1. Las lenguas de la familia kwa…………………………………………………………….15
2.4.1.1. La Regla de Ocha o Santería y la lengua yoruba…………………….15
2.4.1.2. El culto de Arará y la lengua ewe-fon......................................17
2.4.2. Las lenguas de la familia bantú………………………………………………………..18
2.4.2.1. El Palo de Monte o Regla Conga y la lengua congó................19
2.4.2.2. La Sociedad secreta Abakuá y la lengua efik..........................21
2.5. La situación étnica, racial y lingüística en Cuba antes y actualmente............23
2.5.1. Las actitudes hacia las religiones y culturas africanas en Cuba.........23
2.5.2. La influencia de las lenguas subsaharianas en el español de Cuba....25
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3. METODOLOGÍA.........................................................................................................29
4. ANÁLISIS DE LOS VOCABLOS DE ORIGEN SUBSAHARIANO……………………………………35
4.1. La categorización de los vocablos de interés y el análisis semántico............36
4.1.1. Los vocablos relacionados con la religión...........................................36
4.1.1.1. Los nombres de los dioses…………………………………………………...........36
4.1.1.2. Los conceptos relacionados con las religiones afrocubanas............40
4.1.2. Los vocablos relacionados con la música y el baile...............................42
4.1.3. Los vocablos relacionados con la etnicidad..........................................46
4.1.4. Los vocablos que expresan atributos, caracteres y adverbios de
modo....................................................................................................49
4.1.6. Todo tipo de vocablos que tienen equivalentes en el español.............56
4.1.7. Los vocablos sin un significado claro....................................................59
4.1.8. Los calcos lingüísticos...........................................................................60
5. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS………………………………………………………………..64
5.1. La caracterización de los vocablos de procedencia yoruba y de bantú............64
5.1.1. Los vocablos de origen yoruba............................................................64
5.1.2. Los vocablos de origen bantú...............................................................66
5.2. Los vocablos de origen subsaharianos como préstamos lingüísticos................67
5.3. La función de los vocablos de origen subsahariano en el corpus estudiado.....69
5
6. CONCLUSIONES.......................................................................................................73
LISTADO DE TABLAS
Tabla 1. Los vocablos encontrados que nombran dioses afrocubanos………………..36
Tabla 2. Los vocablos que representan conceptos vinculados con las religiones
afrocubanas…………………………………………………………………………………..........40
Tabla 3. Los vocablos vinculados con la música y el baile………..............................43
Tabla 4. Los vocablos que son nombres de las etnias de origen africano…………...46
Tabla 5. Los vocablos que expresan caracteres, atributos y adverbios de modo...49
Tabla 6. Los vocablos que nombran árboles, plantas y animales…………………….....55
Tabla 7. Todo tipo de vocablos que no pertenecen a ninguna categoría
especial…...................................................................................................57
Tabla 9. Los calcos lingüísticos encontrados……………………………………………………….60
Capítulo 5
Tabla 10. Las cantidades de vocablos de origen yoruba de las categorías
diferentes…...............................................................................................64
Tabla 11. Las cantidades de vocablos de origen bantú de las categorías
diferentes.…..............................................................................................66
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1. INTRODUCCIÓN
La historia de Cuba es la base para entender cómo se han desarrollado las
peculiaridades culturales y lingüísticas del país. La isla caribeña fue originalmente
habitada por indios aborígenes que lamentablemente fueron aniquilados al llegar los
conquistadores españoles a finales del siglo XV. Al morir los indios, los conquistadores se
dieron cuenta de que hacía falta de mano de obra y empezaron a traer esclavos desde el
África subsahariana. Las lenguas subsaharianas fueron llevadas a Cuba por esclavos
africanos durante los años de trata, es decir, entre el siglo XVI y XIX. La composición de
los grupos africanos cambiaba durante aquellos años, pero los grupos étnicos que más
influencia han tenido lingüística y culturalmente en la sociedad cubana y en el español
de Cuba son los yorubas, los congós y los carabalís. Las lenguas de los grupos étnicos
mencionados están vinculadas fuertemente con las religiones y los cultos africanos que
trajeron consigo.
El aporte léxico subsahariano al español de Cuba ha tomado lugar por
circunstancias fundamentalmente religiosas mediante los tres cultos afrocubanos de
mayor proyección en Cuba, que son la Regla de Ocha o Santería, la Regla de Conga o el
Palo monte y la Sociedad secreta Abakúa. Las lenguas de los grupos étnicos
subsaharianos lograron sobrevivir parcialmente al ser empleadas como lenguas
esotéricas, litúrgicas o sagradas dentro de los cultos afrocubanos. Las lenguas de
procedencia bantú, principalmente el congó y el efik, que forman parte de los cultos del
Palo Monte y la Sociedad secreta Abakuá, respectivamente, han aportado material
directamente al léxico del español de Cuba. Como resultado han surgido jergas que
tienen una base del español con un profundo importe de las lenguas africanas. Han
surgido también hablas marginales que han pasado al español coloquial muchas
palabras y expresiones que se emplean fuera del contexto religioso, especialmente en el
habla popular. El yoruba, que forma parte de la lengua sagrada de la religión de la Regla
de Ocha, al contrario de las lenguas procedentes del bantú, no ha sido capaz de romper
la barrera entre una lengua sagrada y el español (Valdés Bernal 1978; Valdés Acosta
2009), aunque la Regla de Ocha ya no está considerada solamente una religión, sino que
su influencia en la sociedad cubana y en la cultura entera de la isla es cada vez más
destacada (Faguaga 2007).
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A los esclavos africanos se les prohibió practicar sus religiones y
costumbres y utilizar sus lenguas públicamente. Solamente en los lugares de reunión,
llamados cabildos, podían expresarse libremente y utilizar su lengua, tocar su música,
bailar sus bailes, practicar sus religiones y costumbres. En Cuba todo lo vinculado con la
cultura de los africanos subsaharianos era considerado como inferior por mucho tiempo.
Actualmente, no obstante, las religiones afrocubanas se han empezado a manifestar
abiertamente en la calle, y ya no son solamente los negros que las practican, pero
también los blancos y la gente de toda la escala social. Las religiones, como tampoco las
lenguas de origen subsahariano, no obstante, ya no son exactamente como las que se
siguen practicando en su lugar de origen en África. Han cambiado por un proceso de
transculturación y ahora forman parte importante de la identidad cubana.
Durante una estancia larga en Cuba entre los años 2005 y 2006, me llamó
la atención la forma de hablar de los cubanos y relacionarse con las religiones o cultos
afrocubanos, especialmente con la Regla de Ocha, o sea, la religión santería, pero
también con el Palo de Monte y con el culto de la Sociedad secreta de los Abakuá. Los
dioses de los cultos estaban presentes y honorados en varios lugares públicos. Los cultos
y las religiones de origen africano pertenecen a la vida diaria de la mayoría de los
cubanos, independientemente del color de la piel y el estatus socioeconómico. Durante
más de diez años como esposa de un cubano, profesional de danzas y música
afrocubanas, he tenido la posibilidad de estudiar las religiones afrocubanas y vivir de
cerca el mundo religioso afrocubano. Al escuchar la música popular cubana notaba que
contiene varios vocablos que forman parte de las canciones religiosas y otros que se
pueden oír en el español popular coloquial de Cuba. Cuando preguntaba a los cubanos
el significado de los vocablos que encontraba en las canciones, resultaba que a veces
sabían su significado y otras veces no lo sabían, pero al igual los cantaban con mucho
ánimo cuando escuchaban las canciones.
De mi propia experiencia vivida en Cuba y de la curiosidad hacia la
influencia de las lenguas y cultos de origen africano, surgió el interés por estudiar las
canciones populares cubanas y especialmente su vocabulario. Tuve el honor de conocer
en la Habana al conocido lingüista cubano, Sergio Valdés, quien me ayudó a empezar el
proceso científico.
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En este trabajo estudiamos la influencia del vocabulario que proviene de
las lenguas subsaharianas, especialmente del yoruba y de las lenguas bantú,
específicamente de la rama congó y efik, en el español hablado en Cuba, siendo el interés
especial en su influencia en el habla popular coloquial cubana. Como corpus utilizamos
principalmente canciones de los Van Van, que es un grupo de música popular cubano
muy conocido tanto en Cuba como fuera del país. Utilizamos canciones porque la música
popular expresa muy bien el habla popular, que es la forma de la lengua que está dirigida
generalmente a toda la población. Eligimos las canciones independientemente de su
tema, siendo el único criterio que contendieran vocablos de origen subsahariano.
El método consistía en seleccionar dentro de las canciones fragmentos que
contenían vocablos de origen subsahariano, en identificar los orígenes africanos
específicos y en buscar un significado para cada vocablo de interés en los diccionarios o
libros de consulta titulados Vocabulario lucumi (el yoruba que se habla en Cuba) de Lydia
Cabrera, Diccionario de la Regla de Osha o Santería de Luis Ramírez Cabrera, Diccionario
de bantuismos en el español de América de Gema Valdés Acosta y Diccionario de la
lengua conga residual en Cuba de Teodoro Díaz Fabelo. Dividimos todos los vocablos de
origen subsahariano encontrados en categorías diferentes según su significado y
estudiamos en qué tipo de contextos se encontraban en el corpus, qué tipo de
préstamos lingüísticos eran y reflexionamos sobre por qué estaban empleados en el
corpus estudiado. La metodología es totalmente cualitativa.
El trabajo está dividido en 6 capítulos. El primer capítulo contiene la
introducción. En el segundo capítulo se presenta el contexto histórico, étnico y racial, los
medios que ayudaron a conservar las culturas y las lenguas de origen subsahariano, se
definen las religiones y los cultos afrocubanos, como también los caracteres más
importantes de las lenguas de origen yoruba y bantú. Por último, se describe cómo ha
sido y es actualmente la situación étnica, racial y lingüística en Cuba. En el tercer capítulo
se describen el corpus y el método usado, que consiste en la categorización de los
vocablos de origen subsahariano encontrados en el corpus, el análisis de su significado
en el contexto en el que se encuentran y una reflexión sobre su funcin en el corpus
estudiado. El cuarto y quinto capítulo consisten en el análisisis y la interpretacin de los
resultados obtenidos. El estudio se termina en las conclusiones en el sexto capítulo.
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2.1. Situación étnica en América Latina actualmente
El mestizaje biológico, cultural, social y ecológico es la clave para entender
el proceso del nacimiento de la identidad en América. La mezcla está presente
constantemente en la historia del continente americano y en ella toman parte tres
grupos fundamentales: americanos (indios), europeos (blancos) y africanos (negros)
(Fernández 2005: 5-9).
En América Latina predomina en general la integración del hispano- indio,
pero en ciertas regiones del Caribe predomina el euro-africano que ha recibido también
aportes de hindúes, chinos, o de otras naciones (Fernández 2005: 9). Caribe es
considerado como el almacén más grande de la cultura y el lenguaje africanos en el
hemisferio occidental. La modalidad de la lengua española de Caribe está llena de
marcas de la huella africana, que a veces son imperceptibles, pero también se
manifiestan en varias formas de la vida cultural del hombre caribeño (Fernández 2005:
5-9). La cultura y la lengua forman una unidad indisoluble donde un sistema lingüístico
acompaña a las realidades culturales.
Cuba es el país caribeño donde tanto la cultura como también las lenguas
de origen africano están presentes en la vida diaria y forman parte de la identidad
nacional, a pesar de que en la época colonial este mestizaje era considerado como signo
de degradación racial y cultural. El mestizaje cultural ha dejado la huella en la lengua
cuyo estudio ha despertado actualmente el interés tanto entre los lingüistas como
también entre los etnólogos (Valdés Acosta 2013; Perl 1998 b).
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2.2 La llegada de los españoles y esclavos africanos
El proceso de la conquista de Cuba empezó en la primavera de 1510. Los
primeros africanos que llegaron a América llegaron desde España junto con los
conquistadores españoles como ayudantes de la conquista, soldados o sirvientes. Este
grupo de africanos hablaban español y habían sido bautizados en la fe católica. Llegaron
también esclavos de los cuales la mayoría consiguió libertad (Fernández 2005: 8). La isla
antillana estaba habitada aquel entonces por aborígenes indios, que tristemente
desaparecieron casi completamente por causa de la dura vida de la esclavitud a la que
fueron sometidos, por las enfermedades que trajeron los conquistadores españoles y
por el suicidio colectivo. La desaparición casi completa de la raza indocubana, obligó a
los conquistadores a traer nueva fuerza de trabajo esclava para las labores de minería y
agrícola (Valdés Bernal 1987: 7).
Se considera que entre 1500 y 1800 llegaron 2.2 millones de esclavos a la
tierra americana, de los cuales 1,7 millones tuvieron como destinación Brasil y 620.000
las posesiones españolas (Valdés Bernal 2013: 12). En el comercio de esclavos hacia Cuba
hubo dos etapas. Durante la primera etapa que tuvo lugar hasta el siglo XVIII la
agricultura cubana todavía no se había desarrollado de la misma manera que en otras
islas de las Antillas, y por lo tanto la trata de esclavos no era tan grande (Fernández 2005:
10-13).
En la segunda etapa que empezó en el siglo XIX, cuando Cuba sustituyó a
la colonia francesa de Saint- Dominique en la producción de azúcar y café, tuvo lugar una
introducción masiva de esclavos africanos. Fue en aquel entonces cuando España, que
antes había dependido de los ingleses, franceses y portugueses como suministrador de
esclavos, inició un proceso de liberalización de la trata que permitió el libre comercio de
esclavos para Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y Venezuela. España se convirtió en el
único país suministrador de esclavos y la introducción ilegal de esclavos seguía también
en etapas posteriores cuando el país ya lo había declarado ilegal (Fernández 2005; Valdés
Bernal 1987).
Los africanos que llegaron a América durante los siglos de trata esclavista
pertenecían a más de cien pueblos africanos diferentes de casi todas las regiones del sur
del Sahara y hablaban lenguas diferentes y tenían culturas diferentes. Los grupos más
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grandes que llegaron a Cuba durante los siglos XVI y XVII fueron los kongó, los ngola, los
luanda, los mandingas y los bambará. Durante los siglos XVIII y XIX la cantidad de
esclavos incrementó, pero su composición cambió y los que predominaban eran los
lucumí o yoruba, los arará o dajomê y los carabalí. Al mismo tiempo que se aumentaba
el tráfico esclavista y se desarrollaba la industria azucarera, las dotaciones de esclavos
eran cada vez más homogéneas, lo que ayudó a conservar distintas manifestaciones de
esas culturas (Fernández 2005: 15-23).
2.3. Los medios que ayudaron a conservar las lenguas y culturas africanas
2.3.1. Los cabildos
La gran diversidad idiomática de los esclavos africanos llevados a
Hispanoamérica fue el mayor obstáculo para que una lengua subsahariana se convirtiera
en una lengua interétnica o vehicular en las colonias españolas. La diversidad étnica y
lingüística entre los esclavos africanos fue aprovechada por los españoles como recurso
de desculturacin cuyo objetivo era doblegar los esclavos africanos y dominarlos. Los
esclavistas temían que una cultura común mantenida por una lengua común entre los
esclavos pudiera crear autoestima, autoconciencia, unidad y lazos de identificacin entre
ellos (Valdés Acosta 2014: 151).
Por temor de una sublevación se les prohibió a los negros hablar
públicamente en sus propias lenguas y se les obligó a aprender a hablar español.
También se les negó a practicar sus propias religiones y creencias públicamente y se les
impuso el cristianismo. No obstante, escondidas fueron capaces de preservar muchos
de los rasgos identitarios de sus culturas, entre ellas las concepciones de la familia, las
creencias religiosas, las reglas de moral, las costumbres y el sentido de pertenencia a
una comunidad, todo lo que iba a convertirse luego en esenciales integradores de la
cultura cubana, y una parte de la identidad cubana. (Fernández 2005: 17-34).
Se puede clasificar la población negra de Cuba en rural y urbana. Los
esclavos rurales de plantaciones tenían una vida más dura y menores posibilidades de
practicar sus cultos (Valdés 1987: 43) En las ciudades los africanos formaban sus
12
sociedades socio-religiosas, “cabildos” de nación, que eran como sociedades de recreo
y socorro mutuo y agrupaban a africanos, esclavos o libres, de la misma procedencia
geográfica y/o étnica (Fernández 2005; Valdés Bernal 1987). Se sabe que existían
cabildos de congos, carabalí, mandingas, bambará, apapá, lucumí y arará en Cuba en
varias ciudades ya desde el siglo XVII. Entrar en los cabildos era permitido solamente a
los negros nacidos en África, hecho que contribuyó al mantenimiento de las tradiciones
religiosas africanas (Fernández 2005; Lipski 1994, Bolívar 1997).
Durante el régimen colonial los cabildos tuvieron que erigirse bajo la
advocación de un santo católico. El cabildo era una institución civil que fue autorizada
durante el período colonial por el gobierno español que a largo plazo, no obstante, no
pudo prever sus proyecciones político-culturales y sociales y la preservación de legados
culturales de origen africano (Montejo 2004: 38). En los cabildos los negros podían
expresarse libremente y utilizar su lengua, tocar su música, bailar sus bailes, practicar
sus religiones y sus costumbres y también disfrutar de su comida típica. Fueron también
lugares para planificar estrategias para ayudarse entre sí y comprar la libertad. Muchas
veces fueron lugares para conspirar contra el poder colonial establecido (Fernández
2005: 26). Los cabildos fueron unos establecimientos muy importantes para la
conservación de la herencia cultural subsahariana (Valdés Bernal 1978: 45).
Después de la abolición de la esclavitud los cabildos fueron transformados
lentamente en sociedades de instrucción y recreo “para la raza de color” (Montejo 2005:
172). A lo largo del tiempo ciertos cabildos habaneros se convirtieron en casa templos
que se establecieron en muchos casos en los domicilios particulares de los propios
santeros 1 que se dedicaban al culto de las divinidades de origen yoruba (Bolívar 1997:
162).
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El léxico ha sido durante siglos el nivel de la resistencia lingüística a la
desaparición y actualmente es el reservorio del legado lingüístico tanto del bantú (Valdés
Acosta 2010: 143) como también del yoruba. En general, numerosas palabras de origen
subsahariana que forman parte de varios campos semánticos, entre ellos el de la
alimentación, el de la música y el de la religión, son usados activamente entre la gente.
Este tipo de palabras han trascendido las barreras etno- sociolingüistas y se han
incorporado en el léxico cubano de forma natural. Otro tipo de palabras de origen
subsahariano se encuentran generalmente en contextos comunicativos bastante
limitados, como en los cultos religiosos afrocubanos. También existen vocablos que van
integrándose progresivamente en el habla coloquial e informal cubano como variantes
léxicas disponibles (Ortiz 1998: 155-170).
2.3.2. Las religiones sincréticas y las lenguas rituales
Pocas lenguas africanas tenían escritura y en el caso que existiera era
muchas veces reservada a los sectores cultos dominantes. Durante los años de la
esclavitud eran también muy pocas las veces que llegaban esclavos que sabían leer y
escribir. La religión fue el elemento más importante que ayudó a conservar música,
cantos, ritmos, poemas líricos, nombres, invocaciones, rezos, proverbios, trabalenguas,
adivinanzas, cuentos, parábolas, divisas y elegíacos de oriundez africana. (Fernández
2005: 28-32). Para ayudar a conservar sus religiones los esclavos africanos tomaron de la
religión católica, que era la religión de sus amos, las imágenes de los santos para venerar
a sus propios dioses. Las religiones africanas no eran permitidas y la única forma para
mantener sus propias creencias de origen africano fue sintetizarlas con los santos de la
religión católica. Aunque las religiones de origen africano participaron en un proceso de
sincretismo, la identidad de sus cultos afrocubanos se mantenía casi fiel a sus orígenes
(Cabrera 2012: 122). Como describe Adalberto Álvarez, cantante cubano en su canción:
“Desde el África vinieron y entre nosotros quedaron todos aquellos guerreros que a mi
cultura pasaron, Obatalá Las Mercedes, Ochún es la Caridad, Santa Bárbara Changó y de Regla es Yemayá.
Va a empezar la ceremonia.”
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2.4. Los cultos afrocubanos como mediadores de las voces africanas en Cuba
Los cultos afrocubanos son considerados los medios que más han ayudado
al aporte léxico subsahariano en el español hablado en Cuba. La etnología cubana ha
identificado tradicionalmente cuatro asociaciones religiosas sincréticas afrocubanas que
son la Regla de Ocha o santería, la Regla de palo o conga, la Sociedad secreta Abakuá y
el Culto arará o vodú. Entre los practicantes de la Regla de Ocha existe un predominio
lingüístico-cultural yoruba, en la Regla de Palo predomina el lingüístico-cultural bantú,
en la Sociedad secreta Abakuá predomina el lingüístico- cultural efik e ibibio o semibantú
y en el Culto arará predomina el ewe-fon (Granda: 1973; Valdés Bernal 1987). En su
libro recién publicado Valdés Bernal, no obstante, rompe esta clasificación lingüística
comentando que el efik ya no es considerado semibantú sino plenamente bantú (Valdés
Bernal 2013: 149).
Las religiones o cultos africanos de distinta procedencia se han mezclado
entre sí. En este proceso ha tenido lugar el fenómeno llamado paralelismo que permite
que un practicante puede practicar simultáneamente el catolicismo, la Regla de Ocha, la
Regla de Palo y los preceptos religiosos de la Sociedad Secreta Abakuá (Bolívar 1997:
163).
Lo mismo que ha tenido lugar con los cultos y religiones afrocubanos, ha
ocurrido con varias lenguas de origen africana que se han fusionado por causas
demográficas o diferencias de prestigio de determinadas lenguas y se presentan hoy en
forma de lenguas sagradas. Según Perl (1998: 7), los códigos rituales africanos o
africanizantes del Caribe que existen todavía hoy día no son considerados como vestigios
directos de las lenguas africanas, sino como variedades lingüísticas que ya han existido
en África funcionando como lenguas rituales. Todas las lenguas antes mencionadas son
usadas en Cuba actualmente como lenguas litúrgicas. Tienen un superestrato español y
han recibido un aporte de las lenguas subsaharianas (Valdés Bernal 1987: 50). Las
lenguas de Regla de Ocha como también del Culto de arará son unas lenguas casi
totalmente sagradas, de comunicación ritual y cerrada. Las lenguas de Regla de Palo y la
lengua de la Sociedad secreta Abakuá, al contrario han logrado romper las barreras de
la lengua sagrada para formar parte del español popular cubano (Valdés Bernal 2007:
89).
15
2.4.1.1. Regla de Ocha o Santería y yoruba
Los lucumí, también los yorubás, los oyó, los ilechá o iyesá, representan
uno de los grupos étnicos de procedencia subsahariana más numerosos. Provienen de
una región que actualmente ocupa la región suroccidental de la Federación de Nigeria y
porciones de las vecinas repúblicas de Benín y Togo. Las ciudades- estados importantes
del reino Yoruba eran Ifé, Oyó y Benin, que entre los siglos X y XVI fueron los principales
centros de poder del territorio. El centro principal fue Ilé Ife, la cuna y el centro de la
civilización, cuyo poder se extendió sobre otras ciudades. Según la tradición, fue fundada
por Oduduwa, hijo de Olodumare. En el transcurso del tiempo la ciudad de Oyó tomó el
poder político, económico y militar de la región. Bajo el reinado del alafín Oyó, el reinado
extendió su influencia hacia todas las regiones del golfo de Guinea, lo que dio lugar al
contacto entre yorubas y europeos (Fernández 2005; Valdés Bernal 2007).
Los yorubas eran uno de los grupos étnicos africanos de mayor desarrollo
cultural lo que los hacía más codiciables para convertirlos en esclavos urbanos una vez
que llegaron a Cuba, el hecho que hizo más fácil la organización del culto (Valdés Bernal
1987: 46) Sobresalían por su cultura refinada, sus concepciones cosmogónicas, sus
prácticas religiosas, como también su música y su rica y variada literatura oral y la belleza
de los retratos en bronce y el arte clásico de las ciudades antiguas. La religión actuó como
núcleo de resistencia cultural y unió a todos los esclavos de diferentes tribus yoruba en
Cuba y de esta manera lograron reforzar su identidad amenazada (Fernández 2007: 37-
38).
En América Latina siguen existiendo cultos sincréticos que llevan la huella
del complejo lingüístico- cultural yoruba, como el Candomblé en Brasil y la Regla de Ocha
en Cuba (Valdés Bernal 2014: 147). La Regla de Ocha, también llamado santería, es la
religión subsahariana que más influencia ha tenido en Cuba. Ya en África esta religión
absorbía elementos de otros cultos, especialmente de sus vecinos ewe y fon de Benin
(Valdés 1987: 45-46). Tiene un amplio panteón de deidades (orishas), multiplicidad de
ritos y sistemas adivinatorios (Fernández 2005; Cabrera 2011). Se ha transformado en
Cuba en una forma que ya no es solamente una religión, pero ha influido en la sociedad
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y en la cultura enteras. Todavía contiene su “africanía”, pero es trasculturada y
considerada cubana. Ya no es una religión discriminada, pero sus practicantes
pertenecen a todos los sectores de la población independientemente del color de la piel,
del nivel educacional, de la edad y del sexo (Fernández 2005: 41-43)
La nación Yoruba consta de varios subgrupos, cuya denominación está
conectada con los nombres del lugar del asentamiento. Según esto, los subgrupos se
diferencian en oyós, egbas, iyebus, iyesás, ekitos, ondos, owos, igbominones, kabas y
lokoyas. La lengua vehicular entre todos los subgrupos es yoruba, que se compone de
aproximadamente veinte dialectos. Todos los dialectos, a excepción de los dialectos que
provienen de la región suroriental del reino yoruba, están estrechamente relacionados
entre sí, y como resultado todos los subgrupos yorubas se entienden entre sí en yoruba
(Valdés Bernal: 2007).
La lengua sagrada o esotérica de la Regla de Ocha es una lengua que se usa
en la comunicación religiosa para relacionarse con los dioses o en conversaciones entre
practicantes (Valdés Bernal 2007:86-89). Fue la conservación de la religión que en Cuba
hizo posible la preservación de la lengua yoruba en su función litúrgica, sacra o esotérica.
Fuera de la comunicación religiosa el yoruba no pudo funcionar como vehículo de
comunicación interétnica (Valdés 1987: 46). La tradición fue trasmitida oralmente
durante varias generaciones y más tarde comenzaron a existir “libretas de santos” que
usaban los iniciados para copiar los secretos de sus padrinos (Cabrera 2011:5).
Yoruba pertenece a la subfamilia kwa y actualmente se habla esta lengua
en Benin, Guinea, Togo y Nigeria, siendo la lengua semioficial en el último (Valdés Bernal
2014: 147). Es una lengua aglutinante que se conjuga para expresar el género o plural
(Ajayi 2003: 62). En la tierra cubana esta lengua fue simplificada al extremo y adaptada
a un entorno donde el español era la lengua hablada por la mayoría de las personas. La
emigración dentro de la isla, la cubanización de las palabras, la existencia de distintos
grupos étnicos de yoruba y la modernización causaron diferencias fonéticas y hasta
conceptuales entre los practicantes de distintas regiones de la isla y de distintas ramas
del culto (Cabrera 2011:5).
Cuando se ha estudiado yoruba, se ha dado cuenta de que en Cuba ha
perdido gran parte de sus rasgos identitarios como el sistema de tres tonos con valor
gramatical, semántico o simplemente enfático (por ejemplo los tonos que hacen posible
17
diferenciar entre àgbon, `coco´; agbòn `cesta´ y agbón -), los recursos morfemáticos y
sintácticos propios de su carácter aglutinante (iléèwè, `escuela, biblioteca´, que se forma
de dos palabras separadas; de ilé `casa ´, e iwé, `libro´) y el sistema verbal y pronominal.
También el léxico ha sido adaptado estructuralmente a los cánones fonético-fonológicos
del español (Yeyé-omon-yea o Yemonya devino Yemayá) y ha sido re-lexificado y re-
semantizado, en general, en cuanto a la flora y la fauna. La lengua sagrada de la Regla
de Ocha consiste en frases y palabras que son de origen yoruba, pero tiene una base
hispánica (Valdés Bernal 2007:86-89).
De la lengua sagrada yoruba y de su sociolecto han pasado al español
coloquial popular cubano nombres de deidades como Changó, Eleguá, Ochún, Yemayá,
Oyá, Ogún, Ochosi, Echú y Ibeyes y también palabras que se relacionan con objetos
rituales o conceptos del culto, como embó e iyawó, y comidas como ecrú y ecó. También
varias palabras en español han adquirido nuevos significados, como fundamento, honra
y letra. Existen muchas expresiones relacionadas con la Regla de Ocha, como asentar un
santo (`efecto de representar a una determinada deidad u orisha´). Cuando se perdió en
Cuba el sistema de linajes tribales o familiares, se generó una hermandad religiosa según
la cual los padres y sus ahijados son agrupados en `línea de santo´, donde los vocablos
madrina ja padrino son utilizados para esa persona que asiste y orienta al iniciado o
“asentado” (Valdés Bernal 2007:88-91). En la jerga de los profesantes del culto existen
locuciones todavía descifradas, pero muchos refranes llevados a Cuba por yorubas han
pasado al habla popular, como “el hijo de perro no pierde camino”, que equivale al refrán
español “el experimentado siempre salva los obstáculos” (Valdés Bernal 1987: 66).
2.4.1.2. Culto de Arará y la lengua ewe-fon
Se aplica la denominación arará a los esclavos de origen Benín o Dahomey
que hablaban el fon y a los esclavos hablantes del ewe que provenían de las actuales
repúblicas de Togo y Ghana (Valdés 1987: 46). Los africanos procedentes de estas
regiones llegaron masivamente a Cuba debido a las guerras sin cesar entre el reino de
Dahomey y Yoruba (Fernández 2005: 78).
18
En la Habana existían antes numerosos cabildos arará, pero actualmente
ya no se encuentra la presencia arará allí, pero en otros lugares de la isla sí,
especialmente en Matanzas donde existen todavía varias sociedades religiosas
“dajomeña” o arará que conservan sus tradiciones con vigor. Sus dioses o vodún son
adorados también en sociedades que fueron integrados por descendientes de haitianos
que llegaron a Cuba después de la revolución haitiana (Fernández: 2005: 78-80).
El culto de arará está muy relacionado con el sistema mágico religioso de
la santería (Santos & Armas 2002: 150). Los nombres de las deidades dahomeyanas no
coinciden exactamente con los de la región de su origen, sino que en muchos casos en
Cuba han recibido influencia de la Regla de Ocha y varias deidades han sido sustituidas
por las de la santería. La lengua ewe- fon, de origen kwa, se convirtió en la lengua del
culto en la que los elementos ewe y fon se han mezclado con los de yoruba y el español.
No se han podido identificar préstamos del origen arará en el español de Cuba
(Fernández: 2005; Valdés Bernal 1987).
2.4.2. Las lenguas de la familia bantú
Existen 200 lenguas identificadas como bantúes que descienden de un
antepasado común. Aunque existen enormes diferencias entre ellas, presentan ciertos
rasgos distintivos que permiten agruparlas en un amplio conjunto lingüístico (Valdés
Bernal 2014: 148-149). Los caracteres generales de los idiomas bantúes son los
siguientes: palabras polisilábicas, escasez de diptongos, los adjetivos son substituidos
casi siempre con participios, el uso de prefijo ba para el plural de los nombres y
formación de verbos diferentes por variación de la terminación (Díaz: 13).
El resultado de múltiples investigaciones históricas, demográficas,
etnológicas y lingüísticas han mostrado que la importancia del grupo bantú es mucho
mayor de lo que ha sido valorada hasta hoy. Al mismo tiempo que son desveladas las
históricas etimologías de las palabras de origen bantú, la huella cultural bantú en Cuba
se hace cada vez más evidente. El bantú está presente en el reservorio religioso, en el
español coloquial y en el español general. Es históricamente el legado lingüístico más
antiguo y demográficamente más intenso de las lenguas de origen africano en Cuba.
También es el más importante en el funcionamiento de lenguas vehiculares en América
19
y África. El estudiar los campos semánticos ayuda a entender por qué el léxico de las
lenguas de origen bantú sobrevivió en unas condiciones lingüísticas y sociales
desfavorables (Valdés Acosta 2009, 2013).
2.4.2.1. Palo de Monte o Regla Conga y la lengua congó
Entre las voces africanas originarias de la gran familia lingüística bantú
destaca en Cuba especialmente la rama congó, en la que se agrupan lenguas como
kicongo, el kimbundu o el unbudu. Lo que se llama “lengua conga” de Cuba tiene como
origen las lenguas bantúes que se hablan en los estados actuales de Congo, República
Democrática del Congo y Angola (actualmente en la misma área se habla kikongo), y
especialmente en la familia de lenguas kóongo. La lengua kóongo funcionaba como
lengua vehicular entre los diferentes grupos en la comunicación, en el comercio y en la
ubicación de los lugares de embarque de esclavos en áreas kikongo en la costa atlántica
de África (Díaz 20; Fernández 2005; Valdés Acosta 2014). El término congó, no obstante,
no se utilizó en Cuba solamente para la identificación de los esclavos que procedían de
la región mencionada, pero a todos los que desembarcaron de los puertos situados al
borde del río Congo o Zaire (Santos y Armas: 131). Con el término congó se refiere,
entonces, a una amplia gama de pueblos, culturas y lenguas bantúes del África centro-
occidental. A pesar de esta diversidad existe una homogeneidad en su identidad pan-
kóongo (Fernández 2005: 60).
Kicongo es la “lengua congó de Cuba”, que antes era considerada como
bantú a secas. Muchas palabras de este legado bantú están vinculadas con la religión
Palo Monte o Regla Conga (Valdés Acosta 2013; Roca 2009). El kicongo es el sustrato de
la lengua sacra del Palo Monte, llamada también culto de nganga, que es una religión
sincrética cubana que antes del auge de la religión santería fue la religión subsahariana
de mayor profusión en Cuba (Fuentes 2012; Valdés Bernal 1987). La lengua sacra del Palo
Monte consiste en tres elementos desiguales. El primero es el español, que casi siempre
está en su modalidad popular e informal. El segundo es el bozalismo, es decir un español
que seguramente imita el habla deformal de los esclavos. El tercero es la glosalia africana
en la cual forman parte una variedad amplia de voces y expresiones bantúes (Fuentes
20
2012: 20-25).
La filosofía del Palo Monte se puede determinar como `vitalista´ debido al
concepto importante de una fuerza cósmica vital, una esencia que sabe todo y puede
todo. Es creadora de todo lo que existe, pero no tiene ninguna forma definible. Hay que
pedirle siempre licencia, bendición y ayuda. Los dioses de la Regla de Palo tienen hijos
que tienen su equivalencia con los de la Regla de Ocha (Fernández 2005: 61-66). Las
formas religiosas contienen mucha magia y existe un culto de ancestros (Valdés Bernal
1987: 47). La hechicería de los paleros es muy respetada y temida, y los practicantes
solamente acuden a ella cuando no pueden resolver sus problemas de otra forma. Tata
nganga, el sacerdote palero tiene que conocer muy bien todas las yerbas, palos y
ceremonias, porque todo tiene sus poderes buenos y malos. (Fernández 2005: 61-66).
Las Reglas de Palo eran y son practicadas en grupos pequeños y tenían y tienen pocos
adeptos, pero es una de las manifestaciones religiosas que más ha influenciado a la
música cubana (Bolívar 1997:164).
Los reservorios léxicos del legado bantú están relacionados tanto con los
usos rituales como con el español coloquial y general de Cuba (Valdés Acosta 2013: 24).
De la lengua sagrada de Regla de Palo ha surgido una jerga sincrética que contiene
expresiones y léxico que proceden de un mismo tronco lingüístico bantú. Está jerga
contiene un superestrato español y de ella han pasado muchos vocablos al habla
coloquial popular (Valdés Bernal 1987: 48). Del congó ha pasado al léxico de Cuba
vocablos como por ejemplo maní, gangulero, sambia, mayimbe, congo, sunsún, mojarra,
tojosa, mondongo (Díaz: 14) de los cuales muchos están relacionadas con la religión,
como por ejemplo Ensambi `dios´. Otras, aunque existen en cantidades más pequeñas,
han sido recogidas por el Diccionario de la Real Academia Española, como por ejemplo,
bemba `labios gruesos´ (Valdés Acosta 2013: 15-16).
Cuando las palabras de origen congó funcionan en un contexto gramatical
español, las formas africanas se asimilan a la las categorías propias del español,
presentando diferentes grados de asimilación (Valdés Acosta 2002: 64). Donde la
permanencia del congó se hace más evidente son los fraseologismos. La cosmovisión del
mundo del hombre caribeño se manifiesta diariamente a través de las unidades
fraseológicas utilizadas para expresar el mestizaje de la cultura como marca de identidad
lingüística (Valdés Acosta 2013: 30).
21
Generalmente las palabras de la lengua de origen congó encontradas en
Cuba son remanantes de las lenguas de origen y en esta definición están incluidas todas
las formas lingüísticas, rituales o no, cuyo origen está demostrado lexicográficamente y
han sido transmitidas dentro de la cultura conga en Cuba. No funcionan como una
lengua sino como un conjunto de remanantes lingüísticos (Valdés Acosta 2002:45-46).
Un fenómeno muy frecuente en los remanantes en Cuba es la presencia de secuencias
fósiles, que son unas secuencias fonéticas que ya no tienen ninguna significación, pero
que originalmente han constituido elementos gramaticales. Este tipo de fosilización se
encuentra tanto en prefijos como sufijos, e incluso en palabras. Por ejemplo, junto a la
forma originaria nsusu existe la forma susu, pero no hay diferencia entre su significación,
porque el prefijo n- ha perdido su valor lingüístico (Valdés Acosta 2002: 57).
German de Granda, entre otros lingüisticos, ha comparado las palabras
congas empleadas en Cuba con las que se utilizan en la región Congó actualmente. Según
sus estudios, la proporción de vocabulario “congó” cubano relacionado con étimos del
kikongo africano se aproxima al 81 % del total de la muestra seleccionada (Granda 1973:
76).
2.4.2.2. Sociedad secreta Abakuá y la lengua efik
La Sociedad secreta de los Abakuá es una tradición cultural religiosa
cubana que imita la sociedad secreta Egbo de los efik, que fue una de las tribus más
importantes de la zona de Calabar en África. Esta sociedad fue fundada en La Habana
por negros africanos del grupo tribal llamado en Cuba carabalí apapá (Valdés 1987: 48).
Cada nuevo grupo engendró otro y se crearon linajes rituales. Los linajes “étnicos”
principales que estructuran la sociedad abakuá contemporánea son los efí, los efó y los
orú (Miller 2007: 15). Estos grupos, que son exclusivamente para hombres, todavía están
presentes en los municipios habaneros de Marianao, Cerro, Regla, La Lisa, Guanabacoa
y San Migues del Padrón, como también en la Ciudad de Matanzas y en Cárdenas (Santos
& Armas 2002: 145).
El objetivo de la Sociedad secreta de los Abakuá era funcionar como una
sociedad de socorro mutuo donde los negros, esclavizados, discriminados y marginados
que vivían en unas condiciones infrahumanas, lograban protegerse y defenderse de esta
forma (Torres 2007: 118). Es una entidad multiétnica donde al hombre blanco le fue
22
permitido entrar a mitad del siglo XIX, lo que contribuyó al proceso de la integración
nacional. La cultura abakuá, sus voces, sus figuras y su actividad social en general han
despeñado un rol protagonista en la formación de la identidad cubana. Se piensa que sin
conocer la aportación de los ñañigos a la música, danza, etcétera, no es posible hacer
un análisis completo del habitante cubano. Son muchas las palabras ñañigas que son
empleadas en la música popular cubana en sones, rumbas, guarachas y otros géneros
musicales cubanos para expresar un estado de ánimo. Este complejo ritual es totalmente
cubano que no se conserva en ningún otro país de América Latina (Bolívar 1997; Miller
2007; Torres 2007; Torres 2011).
El elemento lingüístico africano de la lengua de los Abakuá es el efik que
era antes considerado como una lengua bantuoide o semibantú, pero es actualmente
considerado plenamente bantú. Es un dialecto del ibibio, que era la lengua comercial
más importante en la regin del Cross River y se convirti en una de las lenguas
vernáculas más usadas en el sur nigeriano que estaba vinculada a la trata negrera.
(Valdés Bernal 2014: 149). La lengua ritual abakuá (Miller 2007: 7) tiene variantes
dialectales, que los miembros usan en las ceremonias, como también en la calle evitando
así que otras personas los puedan entender. No se puede confirmar si esta lengua les
sirve completamente para la comunicación cotidiana, pero ciertamente son muchas las
personas que la hablan fuera del contexto ritual y se sienten orgullosos de su dominio
(Fernández: 2005: 86- 122). Cuando se han traducido los cantos abakuá al español, se
han encontrado varios significados, ya que las expresiones abakuá son poéticas y
contienen muchas metáforas. Esta lengua ha estado separada mucho tiempo de sus
orígenes y no es de esperar significados literales derivados de las lenguas subsaharianas
que correspondan exactamente con el abakuá cubano (Miller 2007: 7).
De la lengua sagrada de los abakuá o ñañigos, que ha sido preservada al
culto han pasado muchos vocablos a la jerga de sus afiliados, al español coloquial
popular algunas palabras y al español marginal muchas más. La “abakuá” ha empezado
a gozar de popularidad entre los jóvenes de la sociedad cubana. De la jerga abakuá han
pasado locuciones y refranes al español coloquial popular de Cuba, como Buscar la
butuba, que significa `buscarse el sustento´. Es muy frecuente escuchar a los jóvenes
saludarse de la manera siguiente: “¿Y qué, asere?, Ahí, monina o ekobio”. Asere, ekobio
y monina significan compañero, amigo, hermano (Fernández 2005: 124). Otros vocablos
23
que han pasado al habla común en Cuba son por ejemplo biacara, biajaiba `pez´, umón
`agua´, famba `templo´, ñampe `muerto, ñame `vegetal´, moropo `cabeza´ (Díaz: 14-15).
Hay varios vocablos que provienen de las sociedades abakuá que han sido utilizados
anteriormente por sectores marginales y son empleados frecuentemente en el habla
popular, como por ejemplo chévere que significa tener autoridad, pero en el uso actual
cuando se dice: “ ¡Vaya, qué chévere!”, significa `Que bueno´, o `Que agradable´
(Fernández 2005: 124).
2.5. La situación étnica, racial y lingüística en Cuba antes y actualmente
2.5.1. Las actitudes hacia las religiones y culturas africanas en Cuba
Las religiones y culturas de procedencia africana están muy presentes en
Cuba desde la llegada de los esclavos africanos, pero no siempre han sido reconocidas.
La abolición de la esclavitud no hizo desaparecer el racismo, ni siquiera cuando Cuba
consiguió su independencia de España en 1902 (Valdés 1987: 17). La presencia negra se
manifestó de forma continua durante mucho tiempo, pero “lo negro” como una parte
del cubano era reconocido o considerado como un factor de atraso. Oficialmente era “lo
blanco” que predominaba (Cabrera: 14-15).
Todavía en las primeras décadas del siglo XX tenía lugar una persecución
contra la población cubana de origen negro o mulato. En 1912 tuvo lugar una
sublevación del Partido de los Independientes que era en aquel entonces un partido
ilegal. Se exigían mejoras para los negros y los mulatos que sufrían de una cruel
represión. La discriminación racial y la represión hacia las manifestantes religiosas de
origen africana continuaban en los períodos de los presidentes García Menocal (1913),
Alfredo Zayas (1921-1925), Geraldo Machado y Fulgencia Batista en su primer mandato
(1940-1944). Aunque estaban prohibidas las manifestaciones religiosas de origen
afrocubanas, ya no eran solamente los negros, pero también mestizos y blancos, que las
practicaban en clandestinidad. También algunos presidentes cubanos fueron iniciados
en la santería y usaban su influencia sobre los creyentes humildes (Bolívar 1997: 162-
163).
24
En 1940 se promulgó una nueva constitución que creyó un clima más
favorable hacia las religiones afrocubanas y despertó más interés entre los blancos
también, especialmente entre las capas más humildes. Bajo la dictadura de Fulgencio
Batista en 1952-1958, las religiones de origen africano afloraban como alivio ante
tensiones políticas y sociales. Durante aquellos años se establecieron grandes casas de
babalawos 2 donde se practicaba el vaticinio de los oddunes 3. Las religiones afrocubanas
habían dejado su huella en la pintura, la música y la literatura, y formaban parte de la
identidad nacional (Bolívar 1997: 162-165).
La Revolución Cubana creó una doble moral hacia las religiones
afrocubanas, y es solamente a partir de 1990 que comenzó una verdadera apertura
religiosa al mismo tiempo que el país se enfrentó con una situación socioeconómica
difícil y un futuro incierto. La Regla de Ocha, llamada frecuentemente santería es
practicada actualmente por un 80 % de la población cubana y la Regla de Palo y la
Sociedad Secreta Abakuá están muy presentes en la vida de los cubanos también (Bolívar
1997:165).
3 La forma de adivinar con unos caracoles
25
En Cuba es frecuente que una misma persona sea al mismo tiempo
católico, santero, palero, espiritista o pertenezca a la sociedad Abakuá. Este fenómeno
tiene sus raíces en África donde los dioses del enemigo se añaden al panteón del
vencedor (Fernández 2005: 59). También los cubanos que no se autorreconocen
religiosos, suelen participar de la cultura de la religiosidad popular (Faguaga 2007: 56).
El resurgimiento de las religiones de antecedentes africanos es un fenómeno que se
manifiesta en las calles cubanas de formas diferentes. Estas religiones, especialmente la
santería, que sigue ganando autoridad mediante su propio mérito como fuente
generadora de respeto, han penetrado en la cultura de los cubanos (Faguaga 2007: 57).
Las religiones afrocubanas se han puesto de moda y ya no son solamente
religiones, pero forman parte del conjunto de la sociedad, de la cultura y de la identidad
cubana. Mantienen una africanía en lo esencial, aunque son el resultado del proceso de
la transculturación y la lucha entre lo “africano” y lo “criollo”, y muchas de ellas han
producido sus variaciones. En el siglo XXI hay un reconocimiento del mestizaje biológico
y cultural que son considerados como elementos esenciales de la identidad cubana
(Fernández 2005: 16-37).
2.5.2. La influencia de las lenguas subsaharianas en el español de Cuba
Cuba es un país monolingüe y el español es la única lengua nacional y
oficial. Es precisamente la lengua española que ha funcionado como un puente en el
proceso de mestizaje cultural que es una característica del pueblo cubano. La lengua
española fue un factor importante en el largo y profundo proceso de transculturación en
una comunidad multiétnica cubana. El español hablado en Cuba refleja las
particularidades de los elementos etnolingüísticos que juegan un papel importante en la
formación del pueblo cubano y los identifican a los cubanos como una nueva comunidad
desde el punto de vista etnohistórico (Roca 2009). Como dice el filólogo español Vicente
García de Diego:
La lengua, como expresión de la cultura, se estudia mejor a la luz de las vicisitudes históricas de
cada pueblo, así como la historia de la nación se ve con más claridad por los testimonios de su lengua
(Roca 2009)
26
Al entrar en contacto con las lenguas subsaharianas llevadas a las Antillas
por esclavos africanos, la lengua española ya había recibido el aporte léxico de las
lenguas indoamericanas para cumplir sus necesidades de comunicación y las lenguas
subsaharianas no pudieron aportar tanto al español de Cuba que las lenguas indígenas.
Son muy escasos los vocablos de origen subsahariano que refieren a especies endémicas
de la fauna americana y casi solamente se enraizaron en la lengua española vocablos
que hacen alusión a conceptos y objetos de sus propias culturas (Valdés Bernal 1987:
2013) como plantas, frutos, comidas, bebidas, danzas, instrumentos musicales, fiestas,
deidades, y también el comportamiento del ser humano.
El aporte léxico subsahariano ha tomado lugar por circunstancias
fundamentalmente religiosas mediante los tres cultos afrocubanos de mayor proyección
en Cuba; la Regla de Ocha o la santería, la Regla de Conga o el Palo monte y la Sociedad
Secreta Abakúa. Las lenguas de los grupos étnicos subsaharianos lograron sobrevivir
parcialmente al ser utilizadas como lenguas esotéricas o sagradas dentro de los cultos
afrocubanos. Las lenguas de los cultos, no obstante, no sirvieron como una forma de
comunicación ni siquiera entre los practicantes dentro del mismo culto. Como resultado
surgieron jergas que tenían una base del español y recibían un profundo importe de la
lengua africana. Surgieron también hablas marginales que pasaron al español coloquial
muchas palabras y expresiones que eran utilizadas fuera del contexto religioso,
especialmente en el habla popular (Valdés Bernal 1978; Valdés Acosta 2009).
El léxico de origen subsahariano procedente de los cultos religiosos,
especialmente de la Sociedad secreta Abakuá ha influenciado en el español coloquial,
principalmente el vocabulario de ciertos grupos marginales de los cuales se ha
expandido hacia otros sociolectos cubanos, hasta construir una modalidad de habla o
jerga conocida por la mayoría de los cubanos, y puede aparecer en el discurso de
hablantes cultos también. En este proceso el léxico se ha expandido a través del contacto
con los miembros de las distintas comunidades de habla o mediante la música popular,
por ejemplo por la salsa (Ortiz 1998: 148).
Las lenguas africanas dejaron la huella más importante en el léxico del
español de Cuba. El léxico es el nivel que más rápidamente refleja la realidad
comunicativa de una lengua, se adapta a la necesidad de las nuevas denominaciones y a
las necesidades de comunicación relacionadas con la sociedad a la que pertenece (Roca
27
2009). La presencia del negro en Cuba aumentó fundamentalmente el léxico del español
coloquial con préstamos de las lenguas subsaharianas. También enriqueció
semánticamente determinadas palabras y giros léxicos españoles debido al influjo de los
cultos afroamericanos. Existen numerosas nuevas acepciones que se han popularizado
en el habla coloquial cubana, como echar los caracoles 4, asentar un santo
5 o bajarle un
santo 6, entre otras (Valdés Bernal 1987, 2013). Algunos subsaharianismos que se
enriquecieron semánticamente son por ejemplo candanga que además de significar
`diablo´ en El Salvador y Honduras, significa `embrollo´ y `tarea u ocupación que provoca
hastío´ en Cuba. Una vez enraizados los subsaharianismos en la lengua española,
evolucionaron y dieron lugar a nuevos vocablos mediante recursos morfológicos. Por
ejemplo de bemba se derivó bembetear, `farfullar, chismear´ (Valdés Bernal 2013: 159).
Muchos vocablos han sufrido alteraciones en las formas y contenidos cuando se
comparan con sus coétimos africanos y a veces ya no se identifican las fuentes originarias
africanas (Valdés Acosta 2010: 144).
_________________________
4 Significa `vaticinar el futuro de una persona según la posicin en que caigan los caracoles para esta
práctica´ (Valdés 2013: 389).
5 Su significado original: `entrar en posesin del dios secundario y del santo invocado por una persona´,
ha pasado al español coloquial para referirse a una persona que ha montado en clera y deberá ser
calmada (Valdés 2013:386).
6 Significa `ubicar en un lugar específico la representacin de una deidad determinada´ (Valdés
2013:385).acia las lenguas africanas y su influencia en el español hablado en Cuba yzaban
términos con “gentualla”, o frases como “baile indecente de la Nieonzaron otestimonios
28
El léxico ha sido durante siglos el nivel de la resistencia lingüística a la
desaparición y actualmente es el reservorio del legado lingüístico tanto del bantú (Valdés
Acosta 2010: 143) como también del yoruba. En general, numerosas palabras de origen
subsahariana que forman parte de varios campos semánticos, entre ellos el de la
alimentación, el de la música y el de la religión, son usados activamente entre la gente.
Este tipo de palabras han trascendido las barreras etno sociolingüistas y se han
incorporado en el léxico cubano de forma natural. Otro tipo de palabras de origen
subsahariano se encuentran generalmente en contextos comunicativos bastante
limitados, como en los cultos religiosos afrocubanos. También existen vocablos que van
integrándose progresivamente en el habla coloquial e informal cubano como variantes
léxicas disponibles (Ortiz 1998: 155-170).
sobre aportes de las culturas africanas en la cultura de Cuba.
El acercamiento lin
güíst
ico empezó con enfoques más científicos a partir del desarrollo de los
estudios lingüísd metodológicamente (Valdés Bernal 1987: 26-27). n estudios-
29
3.1. Método usado
En este estudio no nos interesa tanto la forma de la penetración (es decir,
la vía directa o indirecta) de las lenguas subsaharianas en el español de Cuba. Nos
concentramos en los resultados de la penetración, especialmente en cómo se pueden
clasificar los vocablos encontrados en el corpus estudiado semánticamente en categorías
diferentes, que tipo de préstamos son, en qué tipo de contextos están expresados y cuál
es su función en las canciones estudiadas.
Para el análisis buscamos vocablos de origen africano subsahariano que
pueden ser considerados como préstamos y calcos lingüísticos. Los préstamos en general
son vocablos, frases o construcciones sintácticas. Son el resultado de los fenómenos
lingüístico culturales que surgen de los contactos entre distintas lenguas y culturas. Los
calcos son un tipo de préstamos por medio de los cuales nuevos conceptos pueden ser
traducidos de la lengua de origen a la lengua recibidora, y de esta manera un nuevo
concepto es introducido a la lengua recibidora en vez de un nuevo vocablo. Los calcos
tienen un significado que es solamente una aproximación al significado original (Ajayi
2003: 51-52). En este estudio las lenguas de origen son las lenguas subsaharianas y la
lengua recibidora es el español. Para el análisis escogimos principalmente préstamos
lingüísticos que forman también palabras en español. Encontramos también numerosas
frases enteras que consisten en lenguas subsaharianas, de las cuales damos ejemplos en
la parte analítica, aunque no forman parte de nuestro objetivo específico.
La idea original era concentrarnos especialmente en los vocablos de origen
yoruba, pero como varias lenguas de origen subsahariano han sido utilizadas en Cuba
como lenguas sagradas y se han mezclado parcialmente, y nos dimos cuenta de que los
vocablos de variados orígenes subsaharianose encontraban mezclados en las canciones
estudiadas, decidimos no limitarnos solamente a una lengua subsahariana
rigurosamente, pero más bien intentamos encontrar ejemplos claros para el análisis.
Dividimos los vocablos de origen subsahariano en dos grupos según su procedencia; los
de origen yoruba y los de origen bantú.
30
subsahariano. Identificamos los orígenes africanos y buscamos un significado a cada
vocablo de interés. Como criterio metodológico para el análisis léxico- semántico
utilizamos los libros siguientes con sus respectivas abreviaturas:
LC: Cabrera, Lydia. Anagó. Vocabulario lucumi (el yoruba que se habla en Cuba). Ediciones
universal.
LC2: Cabrera, Lydia (1985). El Monte. La Habana. Editorial Letras Cubanas.
LR: Ramíres Cabrera, Luis (2012). Diccionario de la Regla de Osha o Santería. Cienfuegos.
Ediciones Mecenas.
GV: Valdés Acosta, Gema (2009). Diccionario de bantuismos en el español de América.
La Habana. Sial ediciones.
TD: Díaz Fabelo, Teodoro ( ). Diccionario de la lengua conga residual en Cuba. Colección
Africanía
IM: ---- (2007). “Cantos abakuá cubanos: exámen de la nueva evidencia lingüística de la
diàspora Africana”. En (ed): Catauro no 15, pp. 4-33.
Cada vocablo analizado está escrito de la misma manera que lo
encontramos en los diccionarios. Para corroborar el origen subsahariano consultamos y
comparamos los diccionarios. Apuntamos todos los significados que parecían
importantes para cumplir el objetivo de este estudio y dividimos los vocablos en
categorías diferentes según su significado y los colocamos en tablas según la categoría
que representaban.
Para entender mejor la función de los vocablos en las canciones, definimos
en qué tipo de contextos se encontraban y estudiamos qué tipo de préstamos eran. La
interpretación de los resultados está basada, además de los conocimientos lingüísticos,
también en los conocimientos históricos y étnico- culturales, que hemos presentado en
la parte teórica. La metodología del estudio es totalmente cualitativa. Calculamos el
porcentaje de los vocablos de origen yoruba y de bantú que representan las distintas
categorías de vocablos, pero hay que tomar en cuenta de que la cantidad de los vocablos
estudiados no es suficiente para que los resultados cuantitativos sean científicamente
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significativos. De todas formas, nos ayudan para entender mejor los resultados del
estudio.
Hay que tomar en cuenta que las lenguas subsaharianas fueron aprendidas
oralmente y no tienen una ortografía clara. En este estudio el material de interés no está
en forma escrita, sino en forma oral, por lo cual los vocablos están escritas como se oyen
en las canciones o los hemos encontrado escritos en los libros utilizados. El hecho de que
los mismos vocablos no siempre estén escritos de la misma forma ortográficamente en
todos los diccionarios y libros de consulta, nos ha dificultado un poco en algunos casos
el análisis. Hay que recordar también que numerosos vocablos de origen subsahariano
se han adaptado al español gramaticalmente y han perdido su forma ortográfica y
morfológica originales.
En cuanto a los vocablos de origen yoruba, hay que darse cuenta de que
la lengua yoruba es una lengua aglutinante y una entidad que a primera vista parece una
sola palabra puede consistir en varias palabras en realidad, por ejemplo oromi que
contiene dos palabras oro y mí. Oro significa ‘sagrado’ y mi significa ‘mío’. También se
puede escribir el mismo vocablo con la letra “c” o con la letra “s” (por ejemplo Ocha u
Osha). Por esa razón las palabras encontradas dentro del material de estudio no se
encuentran escritas siempre exactamente de la misma manera en todos los libros de
consulta.
A la hora de analizar la procedencia de los vocablos encontrados en el
corpus hay que tomar en cuenta de que no se pueden separar entre sí completamente
las lenguas de origen subsahariano existentes en Cuba, porque se han mezclado
parcialmente al ser usadas como lenguas sagradas (Perl 1998: 7). En cuanto a las lenguas
de origen bantú, hay que tomar en cuenta que cuando apuntamos en nuestro estudio
que una palabra es de origen bantú nos referimos tanto a la rama congó como también
a la de efik. En algunos libros de consulta con el término bantú se hace referencia
solamente a los vocablos de origen congó, y en otros tanto a los de origen congó como
también a los de origen efik.
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3.2. Corpus
El léxico del habla popular, en general, trata de los asuntos de la vida
cotidiana. Es para el alcance de la totalidad de la comunidad lingüística y está expresado
esencialmente de manera oral, y en el caso de convertirse en una forma escrita, muchas
veces pierde algo de su mensaje original. Las unidades léxicas del habla popular son
muchas veces expresivas y llevan consigo una caracterización valorativa connotativa,
positiva o negativa, peyorativa (Wotjak 1994: 206-208).
Para estudiar la influencia lexical de las lenguas subsaharianas en el
español popular de Cuba utilizamos como corpus textos orales, que en este caso son
canciones de la música popular cubana, especialmente de un grupo musical cubano muy
conocido: Los Van Van. Para mostrar que no son solamente las canciones de los Van Van
que contienen vocablos de procedencia subsahariana, escogimos también canciones de
otros grupos de la música popular cubana, entre ellos Charanga Habanera, Alberto
Álvarez, Manolito Simonet y Eliot Revés, pero en cantidades mucho menores. Como
corpus escogimos canciones de la música popular porque generalmente están dirigidas
a toda la población y su letra expresa bien el lenguaje popular. No utilizamos como
corpus por ejemplo poemas, porque están dirigidos muchas veces para las capas más
cultas de la población y su lenguaje también es más culto y formal.
Cuando se estudian las influencias africanas en el español de Cuba, a veces
hay que delimitarse a una zona geográfica, debido a la forma variada del español hablado
en las zonas diferentes. En el caso de la música popular, opinamos que no tiene tanta
importancia, porque la letra de las canciones es para toda la población y en muchos
casos los músicos provienen de regiones diferentes y en este caso sería muy difícil
limitarse a un área geográfica. Las canciones expresan la identidad cultural de toda la
población en general y el lenguaje es una forma adecuada para expresar esa identidad.
Los Van Van es un grupo musical cubano fundado en 1969 por el músico
Juan Formell. El grupo se ha mantenido durante décadas como el favorito del público
cubano. Recibió en 1999 el Grammy por su álbum “Llegó… Van Van (Van Van está aquí)”
y ha sido premiado en varias nominaciones en otras ediciones. Juan Formell, el bajista
de los Van Van, y también el creador de las canciones de su grupo, dice que siempre ha
buscado los temas y el lenguaje de sus canciones caminando en la calle entre la gente
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común y corriente. Lamentablemente, el 1 de mayo de 2014, este músico carismático y
muy querido en Cuba se murió repentinamente y dejó a Cuba entera en luto. Este
estudio es, entonces, un pequeño homenaje por este gran artista y representante del
pueblo cubano entero.
Abajo se encuentran dos links para una entrevista con Juan Formell, en la
cual él mismo cuenta sobre los temas y el lenguaje de las canciones y como han surgido.
http://www.youtube.com/watch?v=Js4R-uWQ5D8
link=cpy
El corpus contiene 48 canciones de las cuales 32 son de Los Van Van, nueve
de Charanga Habanera, dos de Adaberto Álvares, dos de Elio Revé, una de NG la Banda,
una de Manolito Simonet y una de Issac Delgado. Las canciones fueron escogidas con el
único criterio de contener vocablos de origen subsahariano. Encontramos la letra de la
mayoría de las canciones estudiadas en una página de internet llamada letra.com y
también recibimos ayuda de unos cubanos que están familiarizados con las religiones
afrocubanas.
Las letras de las canciones que contienen los ejemplos que presentamos
en la parte análitica del estudio se encuentran como anexo al final del estudio. Las hemos
enumerado. Las canciones que usamos en el estudio, pero no forman parte del anexo,
contienen mismos vocablos que se encuentran en los ejemplos analizados.
Los Van Van: 1) Chapeando, 2) Soy todo, 3) Llegó los Van Van, 4) Te pone
la cabeza mala, 5) Sandunguera, 6) Tim pop con birdland, 7) Dale dos, 8) La bomba soy
yo, 9) Catalina, 10) Soy normal natural, 11) Que tiene Van Van, 12) Appapas del Calabar,
13) Yo no le temo a la vida, 14) Olaya, Temba, Timba y Tumba, Que sorpresa, Popurri de
los 70´, Sábado sensacional, De igual a igual, Lléva a tu vacilón, Agua, Arrasando, Ven
Ven Ven, Anda, Ven y quiéreme, El negro está cocinando, Eso dámelo a mí, Somos
cubanos, No pidas más presta, La bobería, La fórmula, Que cosa tiene la vida
Adaberto Álvares: 15) Qué tu quieres que te den, 16 Orula y Changó
NG la Banda: 19) Santa Bárbara
Charanga Habanera: 20) Gozando en la Habana, 21) El temba, Hagamosa un Chen
(chen), El bla bla bla, El cantinero, Gozando en Miami, Gozando y a lo cubano, La
Gorda, La Manitu
Manolito Simone: Y todavía no
La canción 12 es una crónica del Abakuá que está incluida en el disco con
el cual Los Van Van ganó un Grammy Latino. Muchas de las palabras, sucesos y hechos
solamente están al alcance de los propios practicantes del culto de Abakuá (Torres 2011:
41). Se ha incluido esta canción en el estudio con el objetivo de enseñar cuán fuerte
influencia tiene la cultura abakuá en la sociedad cubana y en el español de la isla. Muchas
de las palabras en “abakuá” en esta canción refieren a las tribus y lugares importantes
dentro de la sociedad secreta Abakuá. Solamente seleccionamos para el análisis los
vocablos más generales y significativos desde nuestro punto de vista.
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4. ANÁLISIS DE LOS VOCABLOS DE ORIGEN SUBSAHARIANO
A la hora de buscar canciones populares cubanas para nuestro análisis
pudimos distinguir ya a primera vista, que existían dos tipos de canciones: unas que eran
más suaves y contaban historias de amor o sucesos personales, y otras que parecían más
fuertes y rítmicas y trataban más de temas cotidianos, de la historia de Cuba y de Cuba
como un pueblo con mucho amor. El primer tipo de canciones contenían pocos vocablos
de préstamos léxicos de origen subsahariano, pero entre el segundo tipo de canciones
encontramos numerosos vocablos de nuestro interés.
En la parte analítica presentamos los fragmentos que consisten en
vocablos o frases de origen subsahariano. Las canciones enteras se encuentran en la
parte final del estudio. Clasificamos todos los vocablos encontrados en unas ciertas
categorías semánticas que son la religión, la música y el baile, las etnias de origen
africano, los atributos, los caracteres y los adverbios de modo, los vocablos fuera del
contexto religioso, las frases enteras y los calcos lingüísticos. Algunos vocablos podrían
ser clasificados en varias categorías diferentes porque en muchos casos están
relacionados estrechamente con las religiones que se practican en Cuba, pero podrían
estar empleados en otro tipo de situaciones también. Colocamos todos los vocablos en
las categorías más adecuadas según los caracteres que presentan en los fragmentos
estudiados. Los fragmentos analizados están marcados con un número que refiere a la
canción en cuestión y una letra que refiere al fragmento dentro de la canción.
Encontramos la mayor parte de los vocablos de interés en varias canciones
estudiadas, pero aquí solamente presentamos un caso de cada vocablo. Estudiamos 61
fragmentos y el número total de los vocablos de procedencia subsahariana que
encontramos es 65. También encontramos 5 calcos lingüísticos.
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4.1. La categorización de los vocablos de interés y el análisis semántico
En este capítulo analizamos que significan los vocablos de procedencia
africana en nuestro corpus y averiguamos en qué tipo de contextos se encuentran y
reflexionamos sobre cuál podría ser su función en cada frase estudiada.
4.1.1. Los vocablos relacionados con la religión
Gran parte de los vocablos encontrados en las canciones estudiadas están
vinculados con las religiones procedentes del África subsahariana y no tienen
equivalentes en el español. Dividimos los vocablos vinculados con las religiones
subsaharianas en dos subcategorías que son los nombres de los dioses y los conceptos
religiosos.
Incluimos en el estudio vocablos de origen subsahariano que nombran
dioses de las religiones afrocubanas, porque están muy presentes en el corpus, se
encuentran en el diccionario de yoruba que usamos y juegan un papel importante en
nuestro estudio para entender el contexto.
Tabla1. Los vocablos encontrados que nombran dioses afrocubanos.
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(1) Mi aché, mi aché, aché pa’ Obá (1e)
Oba es una palabra de origen yoruba que según LC: 222 significa `la orisha
que es la esposa legítima de Changó´. Su nombre