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LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO ARMENIO MÁRTIR (1489-1496): TEXTO, PARATEXTOS Y PÚBLICO LECTOR Ignacio Iñarrea Las Heras Universidad de La Rioja Resumen En el presente artículo se desea ofrecer un estudio de ciertos aspectos de las traducciones al francés y al castellano, realizadas en 1827 y en 1898 por Antoine Jean Saint-Martin y por Emilia Gayangos de Riaño, respectivamente, del relato escrito por el obispo armenio llamado Mártir sobre el viaje por Europa que él mismo realizó a finales del siglo XV. De modo concreto, se pretende mostrar cómo algunos elementos paratextuales (prólogos y notas) añadidos por ambos traductores a la obra traducida permiten tener de ésta un conocimiento más amplio. Además, son muy reveladores de la forma en que tanto Saint-Martin como Gayangos concibieron el trabajo que realizaron con la narración de Mártir. Por ello mismo, estos paratextos ayudan también a determinar a qué tipos de lectores podían estar destinadas ambas versiones. Palabras clave: Mártir, viaje, relato, traducción, texto, paratexto, lector. Abstract This paper offers a study of aspects of two translations of the account by an Armenian bishop, named Mártir, of a journey he made through Europe at the end of the 15th century. The texts concerned are the French translation by Saint-Martin (1827) and the Spanish translation by Emilia Gayangos de Riaño (1898). More pre- cisely, the paper aims to show the way in which two paratextual elements (prologues and notes), which were added by both translators, provide a deeper knowledge of the original story. Furthermore, these elements are revealing of the way in which both Saint-Martin and Gayangos conceived of their job in translating Mártir’s narra- tive. Consequently, the paratexts also help to determine the kind of readers the two translators might have had in mind. Keywords: Mártir, journey, story, translation, text, paratext, reader. 1. Introducción En los últimos años del siglo XV el obispo Mártir emprendió un viaje de pe- regrinación a Roma. Partió de su ciudad natal, la localidad armenia de Arzendjan 1 , 1. Esta localidad se denomina actualmente Erzincan y pertenece a Turquía. Es capital de la provincia del mismo nombre y se encuentra situada en la región oriental de Anatolia. SENDEBAR, 19, 2008; 5 - 34

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Ignacio Iñarrea Las Heras

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  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POREUROPA DEL OBISPO ARMENIO MRTIR (1489-1496):

    TEXTO, PARATEXTOS Y PBLICO LECTOR

    Ignacio Iarrea Las HerasUniversidad de La Rioja

    Resumen

    En el presente artculo se desea ofrecer un estudio de ciertos aspectos de las traducciones al francs y al castellano, realizadas en 1827 y en 1898 por Antoine Jean Saint-Martin y por Emilia Gayangos de Riao, respectivamente, del relato escrito por el obispo armenio llamado Mrtir sobre el viaje por Europa que l mismo realiz a fi nales del siglo XV. De modo concreto, se pretende mostrar cmo algunos elementos paratextuales (prlogos y notas) aadidos por ambos traductores a la obra traducida permiten tener de sta un conocimiento ms amplio. Adems, son muy reveladores de la forma en que tanto Saint-Martin como Gayangos concibieron el trabajo que realizaron con la narracin de Mrtir. Por ello mismo, estos paratextos ayudan tambin a determinar a qu tipos de lectores podan estar destinadas ambas versiones.

    Palabras clave: Mrtir, viaje, relato, traduccin, texto, paratexto, lector.

    Abstract

    This paper offers a study of aspects of two translations of the account by an Armenian bishop, named Mrtir, of a journey he made through Europe at the end of the 15th century. The texts concerned are the French translation by Saint-Martin (1827) and the Spanish translation by Emilia Gayangos de Riao (1898). More pre-cisely, the paper aims to show the way in which two paratextual elements (prologues and notes), which were added by both translators, provide a deeper knowledge of the original story. Furthermore, these elements are revealing of the way in which both Saint-Martin and Gayangos conceived of their job in translating Mrtirs narra-tive. Consequently, the paratexts also help to determine the kind of readers the two translators might have had in mind.

    Keywords: Mrtir, journey, story, translation, text, paratext, reader.

    1. Introduccin

    En los ltimos aos del siglo XV el obispo Mrtir emprendi un viaje de pe-regrinacin a Roma. Parti de su ciudad natal, la localidad armenia de Arzendjan1,

    1. Esta localidad se denomina actualmente Erzincan y pertenece a Turqua. Es capital de la provincia del mismo nombre y se encuentra situada en la regin oriental de Anatolia.

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    en octubre de 1489 y pas por Constantinopla y Venecia, antes de llegar a la Ciudad Eterna, donde el papa Inocencio VIII le recibi en tres ocasiones y le proporcion una carta de recomendacin. Desde all continu con lo que sera un largo periplo de ms de seis aos por gran parte de Europa y que le llevara a conocer una gran cantidad de ciudades como, entre otras, Basilea, Frankfurt, Pars o Tours. Dentro de la Pennsula Ibrica, a donde lleg procedente de Francia por Bayona, pas por San Sebastin, Bilbao, Santander, Cdiz, Sevilla, Granada, Jan, Valencia o Barcelona. Tuvo as oportunidad de visitar otros importantes centros de culto cristiano de la poca, como Colonia, Santiago de Compostela o el monasterio de Guadalupe. El camino que sigui en Espaa para llegar a la poblacin jacobea bordeaba la costa cantbrica. Tras casi tres meses en Galicia (exactamente ochenta y cuatro das), em-prendi la vuelta por esta misma ruta. Al llegar a Guetaria, consigui ser admitido en un barco que se dispona a zarpar en breve. Realiz una travesa de sesenta y ocho das por el Ocano Atlntico, al trmino de la cual volvi a Espaa, desembarcando en Cdiz. Fue a Sevilla, donde, al parecer, vio a la reina Isabel la Catlica. Embarc de nuevo con destino a Salobrea. Desde all continu su camino a pie por el sur y el este de la Pennsula, en direccin a Francia y a Italia. Incluy en su recorrido poblaciones y lugares como beda, Almansa, Xtiva, Alzira, Perpin, el Ducado de Miln, Vercelli, Gnova, Orvietto, Viterbo y Roma, a donde lleg en febrero de 1496. Cerca de all, seguramente en Ostia, embarc por ltima vez para dirigirse, con toda probabilidad, a su tierra natal.

    Mrtir dej constancia de todo este recorrido en un breve relato redactado en idioma armenio. Fue descubierto en el siglo XIX por el orientalista Antoine-Jean Saint-Martin, miembro del Instituto de Francia, de la Academia de Inscripciones y Letras Antiguas y administrador de la Biblioteca del Arsenal en Pars. Lo encon-tr dentro del manuscrito armenio n 65 de la Bibliothque du Roi. Dicho texto fue copiado a partir de otro ms antiguo en Estambul, en 16842. Fue traducido al francs y editado por vez primera en 1827 por el propio Saint-Martin, con el ttulo Relation dun voyage fait en Europe et dans lOcan Atlantique, la fi n du XVe sicle, sous le rgne de Charles VIII, par Martyr, vque dArzendjan. En esta publicacin se incluye tambin, en sus ltimas veinte pginas, la obra original. Varias dcadas ms tarde, en 1898, este texto en francs fue a su vez objeto de una versin al espaol, titulada Relacin de un viaje por Europa con la peregrinacin Santiago de Galicia, verifi cado fi nes del siglo XV por Mrtir, obispo de Arzendjan. Traducido del armenio por M. J. Saint-Martin y del francs por E. G. de R.3 Estas siglas corresponden a Emilia Gayangos de Riao, hija del

    2. Segn cuenta el propio Saint-Martin, este manuscrito contiene un recueil de prires et dhistoires pieuses, crites dans un langage armnien-vulgaire, ml de beaucoup de mots turcs (Martyr 1827: 7-8). Vid. tambin Szszdi Len-Borja (2004: 132). 3. Esta obra fue reeditada posteriormente en Garca Mercadal (1952: 419-427) y en Garca Mercadal (1999, vol. 1: 391-398).

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    tambin orientalista Pascual Gayangos, esposa del historiador de arte Juan Facundo Riao y persona de gran cultura, muy vinculada por amistad a Francisco Giner de los Ros y a la Institucin Libre de Enseanza. Ambas obras presentan las nicas traducciones conocidas, hasta el momento, de la narracin de Mrtir.

    Tanto Saint-Martin como Gayangos coinciden en sealar la simplicidad y la falta de elaboracin del estilo de Mrtir. El primero comenta al respecto:

    On demanderait actuellement des observations dun autre genre, et des remarques plus importantes un voyageur europen. On ne sera pas aussi exigeant, je lespre, pour un religieux armnien, et peut-tre lui saura-t-on quelque gr davoir consign, dans son langage sans art, les souvenirs quil avait conservs de ses courses pnibles dans des contres lointaines (Martyr 1827: 5).

    Ms adelante, Saint-Martin insiste en este rasgo del obispo armenio, al des-tacar quil est impossible de contester la vracit dun tmoin aussi simple et aussi dsintress (Martyr 1827: 5). Por lo tanto, parece claro que la labor de traduccin llevada a cabo por Saint-Martin del armenio al francs no encontr en la escritura de Mrtir un obstculo serio. La nica difi cultad digna de mencin en el relato es la presencia frecuente de palabras extranjeras (ce qui en rend quelquefois lintelligence diffi cile [Martyr 1827: 7]), atribuible posiblemente a la intervencin del copista del texto descubierto por el orientalista francs.

    Asimismo, Gayangos afi rma sobre esto que toda ella [la obra de Mrtir] se resiente de brevedad excesiva, sistema comn de los viajeros de la Edad Media que han dejado escritos sus itinerarios; pero pesar de la sobriedad, no faltan noticias curiosas (Mrtir 1898: 3). Adems, el trabajo de la traductora espaola vertiendo el texto del francs al castellano debi ser, seguramente, ms sencillo que el de Saint-Martin. No tuvo que afrontar, como ste, la comprensin y el estudio del relato escrito en su lengua original y conservado en una copia manuscrita del siglo XVII.

    Por lo tanto, debido a esta gran sencillez y parquedad del estilo de Mrtir, as como a la brevedad de la obra, se hace necesario decir que el anlisis de sta presenta un inters mucho mayor si se hace a la luz del conocimiento de los componentes paratextuales que Saint-Martin y Gayangos aadieron, en las dos publicaciones que acaban de ser mencionadas, a sus respectivas versiones. Constituyen en su conjunto aportaciones de gran valor que deben ser tenidas en cuenta, ya que permiten acceder a una visin ms amplia, profunda y exacta de los contenidos de este relato de via-jes. Por otra parte, el estudio de tales elementos es necesario tambin para tratar de establecer sobre qu planteamientos y con qu objetivos desarrollaron Saint-Martin y Gayangos su labor con el texto de Mrtir. Se seguir aqu la defi nicin que del trmino paratexto ofrece Grard Genette, para quien la paratextualidad es una clase relacin transtextual

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    gnralement moins explicite et plus distante, que, dans lensemble form par une uvre littraire, le texte proprement dit entretient avec ce que lon ne peut gure nom-mer que son paratexte: titre, sous-titre, intertitres; prfaces, postfaces, avertissements, avant-propos, etc.; notes marginales, infrapaginales, terminales; pigraphes; illustra-tions; prire dinsrer, bande, jaquette, et bien dautres types de signaux accessoires, autographes ou allographes, qui procurent au texte un entourage (variable) et parfois un commentaire, offi ciel ou offi cieux, dont le lecteur le plus puriste et le moins port lrudition externe ne peut pas toujours disposer aussi facilement quil le voudrait et le prtend (1982: 10)4.

    De todas formas, sern los prlogos y las notas presentados por Saint-Martin y Gayangos los que constituirn aqu el centro de atencin, por su mayor inters, su riqueza y (especialmente en el caso de la introduccin que precede a la traduccin francesa) su peculiaridad.

    3. La versin francesa de Antoine-Jean Saint-Martin

    El prlogo de Saint-Martin presenta ciertos rasgos que llaman poderosamente la atencin. En primer lugar, est su muy considerable extensin (veintiocho pgi-nas), en relacin con la del texto traducido (treinta pginas) y con la del original. Pero sobre todo, resulta sorprendente que la mayor parte del mismo est dedicado al estudio del viaje por el Atlntico, episodio que en el conjunto del relato de Mrtir tiene una presencia muy reducida. Saint-Martin dedica trece pginas a ofrecer una visin de las expediciones realizadas por este ocano entre el fi nal de la Edad Media y los primeros aos del siglo XVI, con especial atencin a las que pudieron realizar los marinos vascos, sin duda con la fi nalidad de presentar un contexto histrico en el que situar la aventura martima de Mrtir. A continuacin, y a lo largo de nueve pginas, Saint-Martin intenta determinar la poca en que dicha aventura tuvo lugar, as como el motivo por el que se decidi poner en marcha la expedicin iniciada en

    4. Aos ms tarde, Genette propuso la siguiente defi nicin de paratexto, en la que hace hincapi en la funcin que ste tiene de dar presencia al texto literario: Luvre littraire consiste, exhaustive-ment ou essentiellement, en un texte, cest--dire (dfi nition trs minimale) en une suite plus ou moins longue dnoncs verbaux plus ou moins pourvus de signifi cation. Mais ce texte se prsente rarement ltat nu, sans le renfort et laccompagnement dun certain nombre de productions, elles-mmes verbales ou non, comme un nom dauteur, un titre, une prface, des illustrations, dont on ne sait pas toujours si lon doit ou non considrer quelles lui appartiennent, mais qui en tout cas lentourent et le prolongent, prcisment pour le prsenter, au sens habituel de ce verbe, mais aussi en son sens le plus fort: pour le rendre prsent, pour assurer sa prsence au monde, sa rception et sa consommation, sous la forme, aujourdhui du moins, dun livre. Cet accompagnement, dampleur et dallure variables, constitue ce que jai baptis ailleurs, conformment au sens parfois ambigu de ce prfi xe en franais voyez, disais-je, des adjectifs comme parafi scal ou paramilitaire, le paratexte de luvre (1987: 7).

    Sobre el concepto de paratexto en la traduccin, vid. Enrquez Aranda (2002: 31-33, 2003: 331).

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    Guetaria. Esta parte de la obra es la que tiene mayor inters para Saint-Martin, por encima de las pginas dedicadas a la visita de otros territorios. La propia fi gura de Mrtir y el manuscrito donde se recoge su narracin quedan igualmente relegados a un plano secundario. As se da a entender desde el comienzo de la introduccin:

    Ce voyageur ne se borna pas visiter les divers pays de lEurope, o il se trouvait des reliques clbres, qui taient cette poque, les objets de la vnration universelle; il entreprit encore une longue course sur lOcan Atlantique. Cette cir-constance tout--fait particulire tire ce voyageur de la classe des plerins ordinaires, et elle donne sa relation un haut degr dintrt. Elle me fournira aussi loccasion de faire diverses remarques, et plusieurs observations historiques, au sujet des voya-ges excuts dans le grand Ocan, avant la fi n du quinzime sicle. Ces observations doivent naturellement trouver place la tte de cette relation; cependant avant de les exposer, je donnerai le peu de renseignemens, que jai runis sur lauteur, et je ferai connatre le manuscrit do je lai tire (Martyr 1827: 6).

    Con estas ltimas frases, Saint-Martin da paso al primero de los tres apartados internos en que se divide su prlogo y que se titula De la vie et des ouvrages de Martyr, vque dArzendjan. En apenas dos pginas, identifi ca al autor (del cual seala que no posee ms datos que ceux quil donne lui-mme dans son ouvrage: ils se rduisent peu de chose [Martyr 1827: 6]), y su lugar de procedencia, ofrece una somera descripcin del mencionado manuscrito en el que se conserva su obra y del estilo en que sta ha sido escrita y copiada, y, por ltimo, da ciertas indicaciones sobre cmo ha llevado a cabo la edicin del texto original5.

    El segundo apartado, formado por las trece pginas sobre la navegacin en el Atlntico, tiene como ttulo Observations historiques sur les voyages entrepris dans lOcan Atlantique, avant la dcouverte de lAmrique par Christophe Colomb y comienza con las siguientes palabras, que no hacen sino confi rmar cul es, en opinin de Saint-Martin, el elemento de contenido de mayor relevancia en el escrito de Mrtir: Aprs ces dtails indispensables [se refi ere a los aspectos tratados en el primer apartado], je reviens ce quil y a dessentiel et de remarquable dans cette relation, je veux dire le voyage de son auteur dans lOcan Atlantique (Martyr 1827: 8). No deja de resultar sorprendente el hecho de que Saint-Martin considere que el autor y su relato, su estilo, el manuscrito o la edicin de ste son en su conjunto dtails indispensables. Esta expresin es en s un tanto contradictoria, pero, al mismo tiempo, reveladora de la actitud personal del traductor respecto a la obra. Por una

    5. On trouvera la suite de ma traduction, loriginal de cette relation. Le texte, videmment fautif et altr en plusieurs endroits par le copiste, a t corrig. Jy ai ajout quelques notes, pour faire connatre les principales variantes du manuscrit, et pour donner lexplication de divers mots qui ne se trouvent pas dans les lexiques armniens. Jai neglig dindiquer tous les changemens causs par les fautes dortho-graphe, qui sont trs nombreuses dans le manuscrit. Il ma fallu, en un petit nombre dendroits, suppler quelques mots qui me paraissent avoir t omis. Je les ai placs entre parenthses (Martyr 1827: 8).

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    parte, reconoce que estos aspectos son de una importancia capital para poder tener un conocimiento lo ms completo posible del escrito de Mrtir y que, por lo tanto, no deben ser pasados por alto. Pero, por otra parte, Saint-Martin deja bien claro cul es para l el componente ms importante del texto y, de esta forma, anticipa cul va a ser el elemento de contenido fundamental del prlogo. Por lo tanto, cualquier otra cuestin relativa a la creacin del viajero armenio queda reducida al nivel de detalle.

    Como se ha sealado antes, el viaje ocenico de Mrtir tiene en su narracin una presencia mnima. Se reduce estrictamente a apenas cuatro lneas, en la traduc-cin de Saint-Michel: Nous entrmes dans le vaisseau le mardi de la Quasimodo, et nous parcourmes le monde pendant soixante-huit jours, puis nous vnmes dans la ville de lextrmit du monde [seguramente Finisterre] (Martyr 1827: 53). Este estudioso lo reconoce claramente, pero justifi ca la importancia que le concede a este episodio por su carcter novedoso: informa sobre lo que debi de ser un viaje con destino al Nuevo Mundo, como los que llev a cabo Cristbal Coln:

    Ces dtails [las alusiones que hace Mrtir a su viaje por el Atlntico] sont trs-courts, il est vrai, bien peu dvelopps, mais, tels quils sont, ils sont neufs, et tout--fait propres fi xer sur cette relation lattention des personnes instruites. Ils nous font connatre une entreprise du mme genre que celle de Christophe Colomb, un voyage de dcouverte, rest ignor jusqu prsent, peut-tre parce quil neut aucun rsultat important, ce dont au reste il est assez diffi cile de bien juger, daprs le rcit de lvque armnien (Martyr 1827: 9).

    Las lneas precedentes muestran, adems, cul es la fi nalidad que ha perse-guido Saint-Martin al centrar su inters, como prologuista de su propia traduccin, en la aventura atlntica de Mrtir. Desea dar a conocer su relato a los historiadores especializados en el estudio de las primeras expediciones a tierras americanas. Quiere as ayudar a conseguir un conocimiento ms completo sobre las mismas:

    Toutefois lpoque laquelle ce voyage se fi t, et qui est seulement postrieure de dix-neuf mois la premire navigation de Colomb, et le pays o lexpdition fut prpare, sont des indications prcieuses. Elles contribueront peut-tre claircir et complter les notions que lon possde dj, sur cette partie obscure de lhistoire des dcouvertes gographiques6 (Martyr 1827: 9).

    6. Varias pginas ms adelante, Saint-Martin vuelve a mencionar su voluntad de contribuir a arro-jar luz sobre este episodio de la Historia, como justifi cacin de la considerable extensin que ha dado al segundo apartado de su prlogo: Les dtails dans lesquels je viens dentrer paratront peut-tre un peu longs, surtout si lon considre la nature et limportance relle de la relation, dont je vais donner la traduction. [] Mon seul but et mon seul dsir est que ces observations puissent ramener lattention des savans, sur des faits intressans et trop peu tudis. Je souhaite quelles soient de quelquutilit pour les personnes plus verses que moi dans ces matires, et par consquent plus en tat de rsoudre les nom-

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    En relacin con esto, al fi nal de la tercera parte del prlogo, titulada poque du voyage fait dans lOcan Atlantique, par lvque dArzendjan y constituida por las nueve pginas dedicadas a situar dicho viaje en el tiempo y a esclarecer las causas que lo propiciaron, Saint-Martin lamenta que Mrtir no se haya extendido ms en la narracin de su travesa desde Guetaria. Sin duda, habra sido del mayor inters poder disponer de una informacin ms detallada al respecto. A pesar de ello, no deja de alegrarse de que, al menos, le haya dedicado un pequeo espacio a esta expedicin. De lo contrario, habra quedado sumida en el ms absoluto olvido:

    Il est regretter que lextrme concision du narrateur armnien nous ait priv des dtails de ce voyage, qui ne seraient gure moins intressans par leur objet, que par la manire dont ils nous auraient t transmis. [] Il est heureux cependant quil ait jug propos dinsrer, dans le rcit de son pieux plerinage, les courts renseignemens quil nous a transmis. Sans eux, nous ignorerions la part active que les navigateurs des ctes septentrionales de lEspagne ont pris aux premires expditions qui fi rent connatre lAmrique; et le souvenir dun voyage de dcouverte fait la mme poque aurait t jamais perdu, sans le hasard qui nous a conserv la relation de lvque armnien dArzendjan (Martyr 1827: 30).

    As pues, a la vista de los contenidos del prologo, se puede decir que Saint-Martin aparece en l en su dimensin de editor del texto original de Mrtir y, sobre todo, de historiador. Sin embargo, es muy curioso comprobar que no se muestra como alguien muy versado en los primeros viajes al Nuevo Mundo (hay que recordar que l era orientalista). Podra afi rmarse que, en cierto modo, acta como un profano que aporta humildemente su grano de arena a la mejora del conocimiento de esta parte de la Historia. En cualquier caso, prcticamente no se deja ver como traductor. Esta faceta est casi ausente en la introduccin. No hay en ella ninguna informacin de tipo traductolgico, es decir, relativa a concepciones o mtodos de traduccin que este investigador hubiera podido seguir7. Se ha servido de la posicin de privilegio que ocupa este componente paratextual, como anuncio de la relacin que le sigue, con una fi nalidad muy distinta de la que en principio debera tener8, pero que l

    breuses diffi cults que prsente encore cette partie de lhistoire des dcouvertes gographiques (Martyr 1827: 21). 7. Salvador Pea afi rma acerca de los prlogos de los traductores, que en ocasiones, son autnticos tesoros de informacin traductolgica (1997: 45). Por su parte, Enrquez Aranda seala sobre este asunto que dos aspectos principales destacan como temtica comn a los prlogos que hablan sobre la traduc-cin: la situacin de la traduccin con respecto al original y la metodologa de traduccin seguida en el proceso (2003: 334). Ciertamente, nada de esto puede decirse de la introduccin de Saint-Martin. 8. Enrquez Aranda (2002: 34) distingue en el paratexto de una obra traducida dos funciones prin-cipales, denominadas macrofunciones: informar al lector e infl uir sobre su percepcin del texto. Sin duda, Saint-Martin pretende con su prlogo alcanzar estos dos objetivos, pero sobre todo en relacin con aspectos ajenos a la obra de Mrtir y con una parte muy concreta (y muy breve) de la misma.

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    juzga necesario y oportuno cumplir. Pretende, como se ha dicho, informar acerca de una novedad importante a los historiadores realmente sabios en el mbito men-cionado. En este sentido, al fi nal del segundo apartado de la introduccin hace la siguiente declaracin, en relacin con la revisin que ha hecho de las mencionadas expediciones martimas: Jai voulu profi ter de cette occasion [la publicacin de la narracin de Mrtir] pour produire quelques opinions et diverses remarques, qui ont peut-tre quelquimportance, et quil maurait t diffi cile de publier ailleurs (Martyr 1827: 21).

    En cuanto a las notas incluidas por Saint-Martin en el conjunto de su trabajo, es preciso diferenciar entre las que forman parte del prlogo y las que van con la traduccin. Las primeras se encuentran todas situadas a pie de pgina y aaden una informacin complementaria al prefacio. Por lo tanto, bien podran ser consideradas como una especie de paratexto de otro paratexto (en segundo grado, por lo tanto). Ascienden a cuarenta y tres, de las que la mayor parte (cuarenta) contiene algn tipo de informacin bibliogrfi ca, ya que remiten a una gran cantidad de obras consultadas por Saint-Martin para sustentar sus afi rmaciones. Se trata sobre todo de publicaciones de tipo geogrfi co e histrico, y de relaciones de viajes y de navegacin. Cabe men-cionar, entre otras, Navigazioni e viaggi (1550-1559) de Giovanni Battista Ramusio; Principal Navigations, Voyages and Discoveries of the English Nation (1589) de Richard Hakluyt; Trait de la navigation (1629) de Pierre Bergeron; Histoire de la Nouvelle France (1744) de Charlevoix, o Gographie moderne de lArmnie (1806) de Loukas Indjidjian. Constituyen sin duda una buena demostracin del notable esfuerzo de documentacin llevado a cabo por Saint-Martin, ms an teniendo en cuenta que, como se ha sealado, no era un gran conocedor del mbito que aborda en su prlogo. En cualquier caso, no dejan de ser una confi rmacin de la naturaleza fundamentalmente histrica de los principales contenidos del mismo.

    En cambio, las notas que acompaan al texto de Mrtir vertido al francs s que permiten ver a Saint-Martin como traductor y especialista en cultura oriental. Hay que establecer la distincin entre las que van a pie de pgina y las que han sido insertadas en el cuerpo de la propia narracin. En cuanto a las primeras, se debe hacer notar primeramente su gran abundancia. En slo treinta pginas Saint-Martin introduce nada menos que ciento cuatro notas. La mayor parte de las mismas (ms de sesenta) podran ser defi nidas, siguiendo a Marrero Pulido, como notas en las cuales se incluyen referencias metalingsticas: Constituyen el grupo que ms abundantemente se observa en las traducciones literarias y persiguen aclarar signifi cados de palabras o de partes integrantes del texto traducido (2001: 80)9. En efecto, dedica la mayor parte de su trabajo como autor de estas anotaciones a elucidar o a intentar explicar trminos, expresiones o frases del relato de Mrtir que podran resultar de difcil comprensin para el lector. En su descripcin de Pars, el obispo hace la siguiente

    9. Vid. tambin Pea y Hernndez Guerrero (1994: 37-38).

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    observacin: Deux rivires y entrent, mais il nen sort pas la moiti (Martyr 1827: 44). Ciertamente, es una frase de sentido extrao, sobre el cual Saint-Martin arroja luz cuando dice:

    Il est diffi cile ici de bien comprendre la pense de lauteur; on ne sait sil veut parler des deux bras de la Seine, qui, runis, leur sortie de la ville, [] ne formait plus quune seule rivire, ou sil croyait rellement que la moiti des eaux apportes par les deux bras de la Seine, se perdait ou tait consomme dans la ville. Je crois que le premier sens est plus conforme sa pense; son texte cependant ne peut se traduire autrement que je lai fait (Martyr 1827: 44, n. 4).

    Hay topnimos para los que Saint-Martin ve necesario aadir una nota aclara-toria, ya que al transliterarlos del armenio no se aprecia del todo bien de qu lugares se trata. Esto ha obligado a Saint-Martin a corregir las transcripciones ms fi eles al texto original y a proponer en su lugar otras un poco distintas, aunque ms aceptables y adecuadas para una correcta compresin del relato y del itinerario del obispo. Es el caso, por ejemplo, de San Misan, nombre de una poblacin situada en la costa cantbrica, acerca del cual Saint-Martin aporta la siguiente explicacin:

    Je crois quil y a ici une faute, et au lieu de San Misan [], je lis San Visan [], et je pense quil sagit de san Vicente de la Barquera, endroit de la cte de Bis-caye, voisin des Asturies. On ne trouve sur le rivage au-del de ce point, aucun autre lieu un peu remarquable, qui porte le nom dun saint (Martyr 1827: 47, n. 3).

    Es realmente curioso el topnimo que Saint-Martin transcribe como Tsitsila. Corresponde a un lugar por donde Mrtir pas camino de Italia, una vez dejada atrs Perpin y lo que l llama territorio de Catalua: Je me rendis de l [de Barcelona] Perpenian [] (Perpignan); puis, traversant le pays de Gatalin [] (Catalogne), jallai pendant trente-trois jours, et je parvins au pays de Tsitsila [] (Sicile) (Martyr 1827: 57-58). Es una forma tan extraa que, al menos en princi-pio, resulta prcticamente imposible su identifi cacin. Saint-Martin expone, en una largusima nota, que, en su opinin, este nombre correspondera a Sicilia. No piensa en absoluto que el obispo se refi era realmente a la isla del mar Mediterrneo, pues no dice haber embarcado con tal destino10. Cree, ms bien, que el viajero da dicho nombre a la regin francesa de la Provenza. Se basa para hacer semejante interpre-tacin, en primer lugar, en una suposicin de carcter histrico, totalmente ajena a la consideracin de la lengua original y del estado de la copia manuscrita: la Provenza perteneci hasta pocos aos antes (hasta 1482) a los duques de Anjou (Saint-Martin

    10. Lvque ne parle point de son embarquement, et il nest pas permis de croire quil et pass sous silence cette circonstance, aprs laversion quil a temoigne pour la mer lors de son arrive dans le pays de Grenade (Martyr 1827: 58, n. 2).

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    no los nombra, aunque se refi ere claramente a ellos), que tuvieron tambin el ttulo de reyes de Sicilia:

    Il faut [] supposer que lvque armnien a entendu, par le nom de Sicile (Tsitsila), dsigner la Provence. Il ny avait pas encore quinze ans que cette province tait runie la couronne de France, et comme elle avait t possde, pendant plus de deux sicles, par des princes, dont le premier et le principal titre tait celui de Roi de Sicile, il serait possible que lusage se ft tabli dans les provinces environnantes, de donner la Provence le nom de Sicile ou de pays du Roi de Sicile (Martyr 1827: 58, n. 2).

    En segundo lugar, Saint-Martin ofrece como apoyo de esta idea las propias palabras de Mrtir, quien, despus de pasar por la Provenza (o Tsitsila) y antes de llegar a territorio italiano pas por beaucoup de villes du pays des Frantsouz [fran-ceses] (Martyr 1827: 58):

    Jajouterai, en faveur de cette explication, une autre preuve tire de la relation elle-mme dont lauteur dit quaprs son arrive en Sicile, il parcourut beaucoup de villes du pays des Franais, do il se rendit ensuite dans le duch de Milan. Pourrait-il sexprimer ainsi sil stait embarqu pour la Sicile? (Martyr 1827: 58, n. 2).

    Saint-Martin proporciona adems, en las notas a pie de pgina que acompaan a su traduccin, informaciones de naturaleza geogrfi ca, histrica o cultural que, dado el estilo tan conciso y escueto de Mrtir, amplan y enriquecen los contenidos de la narracin11. As ocurre con el paso del viajero armenio (tras abandonar Santiago de Compostela) por Finisterre y por la iglesia de Santa Maria das Areas, situada en esta localidad:

    Je pris la bndiction de saint Jacques, je partis et je parvins lextrmit du monde, lextrmit (ou au rivage) de la Ste.-Vierge, (dans un difi ce) qui a t cons-truit de la propre main de laptre saint Paul, et que les Francs appellent [] Santha Maria Fenesdirna, (Sainte Marie de Finistre) (Martyr 1827: 49-50).

    Este pasaje proporciona a Saint-Martin la ocasin de introducir un interesan-te comentario acerca de la Barca de Muxa, al cual no le falta en absoluto apoyo documental:

    11. Las notas a pie de pgina fi guran dentro de los recursos de adicin o ampliacin que el traductor cree necesarios para explicitar informacin presupuesta o para aadir fuera del texto lo que forma parte de una cultura diferente que difcilmente es conocida por el receptor de otra lengua (Marrero Pulido y Daz Peralta 1998: 504).

  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO... 15

    Le P. Henri Scherer, jsuite, a publi en 1730, et dans les annes suivantes, Augsbourg, une gographie universelle, intitule: Atlas novus, en quatre volumes, in-4. La troisime partie appele: Geographia Mariana, ce quon pourrait traduire par gographie de la Vierge Marie, contient une indication de tous les lieux du monde, o il se trouvait des images et des statues miraculeuses de la Vierge. Cet ouvrage nous apprend quon rvrait au cap Finistre de Galice une merveilleuse statue de la Vierge, quon nommait de la Barque, parce quelle tait arrive en Galice sur une barque, qui navait personne pour la diriger (Martyr 1827: 50, n. 1)12.

    Asimismo, acerca del monasterio de Santa Mara de Guadalupe13 Saint-Martin presenta la siguiente explicacin:

    Sainte-Marie de Guadeloupe tait un lieu de dvotion trs-clbre cette po-que, situ dans la Nouvelle-Castille, au milieu des montagnes qui slvent entre le Tage et la Guadiana, sur les frontires de lEstramadure. On y rvrait une statue de la Vierge, donne dit-on par le Pape Saint-Grgoire le Grand Saint Landre vque de Sville. Elle tait noire, mais cependant fort belle. On lui attribuait beaucoup de miracles contre les Maures (Martyr 1827: 54, n. 2).

    Es importante tener en cuenta tambin que en bastantes notas a pie de pgina Saint-Martin introduce, como parte de sus explicaciones en relacin con algn pasaje del texto, palabras escritas en armenio, rabe o persa. Todas ellas son reproducidas en los caracteres propios del idioma al que pertenecen, y frecuentemente van acompaadas de su expresin segn el alfabeto latino. Aunque es cierto que Saint-Martin siempre deja claro (de una forma u otra) el signifi cado de estos trminos, los comentarios donde aparecen tienen sin duda su mejor y ms adecuado receptor en un lector con buenos conocimientos en estas lenguas14.

    Por otra parte, Saint-Martin no deja de demostrar su honestidad cuando decla-ra, en varias de estas anotaciones, no poder identifi car ciertas localidades a las que Mrtir ha dado una denominacin que le resulta incomprensible, o cuando afi rma no tener muy claro el sentido de algn pasaje, a causa de lo defectuoso de la copia manuscrita. Es lo que hace, por ejemplo, cuando reproduce los nombres de Gasdlia o Abzonia, en territorio gascn. Del primero dice, simplemente: Ce pays ou cette ville me sont inconnus (Martyr 1827: 46, n. 2), demostrando que tampoco sabe si

    12. Efectivamente, Heinrich Scherer seala sobre dicha estatua de la Virgen: CAPO FINIS TERR. Hc colitur Statua B. V. cum titulo de Scapha, quia illuc appulsa Scapha cum Statua nemine dirigente, cui proinde in littore invent incol templum exstruxerunt (Scherer 1730-1737, vol. 3: 17). 13. Vid. Martyr (1827: 54). 14. En lo concerniente a la relacin entre las notas a pie de pgina de un texto traducido y los dife-rentes destinatarios que ste puede tener, vid. Marrero Pulido y Daz Peralta (1998: 504-507) y Marrero Pulido (2001: 72-73).

  • IGNACIO IARREA LAS HERAS16

    Gasdlia es una poblacin o una regin. Acerca del segundo se extiende un poquito ms, aventurando una hiptesis que el mismo reconoce como no muy aceptable: Cette ville mest galement inconnue. Cest peut-tre Aubusson en Auvergne, mais cette ville nest ni en Gascogne, ni sur la route de Poitiers Baonne (Martyr 1827: 46, n. 3). Ambos topnimos continan siendo en la actualidad imposibles de descifrar con total seguridad.

    En lo que respecta a las notas situadas en el interior del texto traducido, tambin se deben distinguir dos tipos de intervenciones de Saint-Martin para incluir informacin. Por un lado, estn las indicaciones entre parntesis, de las cuales hay que sealar primeramente que son tambin bastante numerosas, pues suman un total de setenta y cuatro. De ellas, unas pocas son aclaraciones de carcter cronolgico, ya que el calendario armenio, seguido por Mrtir para situar algunos de sus movimientos durante su viaje, es distinto del gregoriano (vigente hoy da en Europa desde 1582): jarrivai pour la seconde fois Rome, [] le 20 fvrier 945 (1496 de J.-C.) (Mar-tyr 1827: 59). Otras, ms numerosas, son aadidos con los que el traductor pretende completar o elucidar pasajes poco claros o probablemente mutilados, como los siguien-tes: (Nous visitmes) avec beaucoup de peine un grand nombre de villes (Martyr 1827: 40), o Je madressai aux prtres (de cet endroit [Guetaria]), pour dire de me recevoir dans ce vaisseau (Martyr 1827: 52). La mayor parte introducen los nombres en francs contemporneo de los lugares por donde fue pasando Mrtir y acompaan habitualmente a las transliteraciones que de ellos hizo Saint-Martin desde su expresin en lengua armenia15. Su funcin es, obviamente, ayudar a identifi car tales ciudades o regiones. As, junto a trminos como Phothier, Bisga, Galitsa, Sbilia, Gridan, Vaentsia y Fetherbo, entre otros, Saint-Martin presenta Poitiers, Biscaye, Galice, Sville, Grenade, Valence y Viterbe, respectivamente. El pasaje dedicado a reproducir el recorrido de este viajero por el norte de Italia es indudablemente demostrativo de esta forma de intervencin en el texto por parte del orientalista francs:

    Aprs un tems considerable, je parvins au pays Douket-Milani [] (duch de Milan); jarrivai ensuite dans Fergalol [] (Verceil), ville garde de Dieu; on my traita avec les plus grands gards, et, pendant quinze jours, on me fta de maison en maison. Que Dieu les en rcompense! Jallai ensuite dans la grande Aliksantria [] (Alexandrie); puis, aprs beaucoup de jours, jarrivai dans la ville de Djinivez [] (Gnes), o je vins pour membarquer et retourner dans mon pays, mais la mer tait si orageuse et si agite, que je ne pus me mettre sur le vaisseau, et que je fus oblig de revenir sur mes pas; enfi n, aprs de grandes fatigues et beaucoup de tems, jarrivai Oulvitha [] (Orviette), qui a t btie avec de grandes dpenses (Martyr 1827: 58-59).

    15. Hay algunos topnimos espaoles cuya forma, expresada en castellano o en francs, no aparece dentro del texto y entre parntesis, sino en nota a pie de pgina. As ocurre, por ejemplo, con Porthen-galeth (Portugalete), Bedants (Betanzos) o Vilvav (Bilbao). Vid. Martyr (1827: 47, n. 1 y 5; 52, n. 1).

  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO... 17

    Podra considerarse que algunas de estas notas no son realmente necesarias16. En efecto, es fcil darse cuenta, por ejemplo, de que Barsalon es Barcelona o de que Perpenian es Perpin. De todas formas, y de modo general, son bastante tiles, ya que facilitan la comprensin de la narracin.

    Por otro lado, se encuentran las anotaciones en lengua armenia que Saint-Martin incluye en el cuerpo del texto en francs, sin recurrir a los parntesis. Son igualmente abundantes, pues suman un total de setenta y ocho. De ellas, ms de setenta son nombres de localidades o de territorios visitados por Mrtir y aparecen colocados exactamente despus de su transcripcin en caracteres latinos y justo antes del topnimo expresado en francs y colocado entre parntesis. Proceden del relato en armenio conservado en el manuscrito antes mencionado. En algunos casos, Saint-Martin ha tomado la iniciativa personal de corregirlos, porque considera, y as lo declara en nota a pie de pgina, que presentan una forma errnea que dara lugar a una traduccin igualmente equivocada. Esto ha implicado a su vez, como se ha visto antes con San Vicente de la Barquera, modifi car las transliteraciones que, aun siendo ms cercanas al texto contenido en el manuscrito armenio, son incorrectas. As ha ocurrido tambin con Besanon, Paris, Gascogne, Santander, o San Salvador (Oviedo)17. En realidad, estos elementos toponmicos agregados tampoco son indispensables; por el contrario, resultan ms bien redundantes, ya que la transliteracin (en bastantes ocasiones), los parntesis y las notas a pie de pgina identifi can sufi cientemente las etapas del itinerario del obispo18. Su presencia en la traduccin se justifi ca, al igual que en el caso de las notas a pie de pgina con palabras del armenio, rabe o persa, por el inters que pueden despertar en lectores conocedores de estos idiomas.

    As pues, cabe afi rmar que el conjunto de la informacin que Saint-Martin ha incorporado, en forma de anotaciones, a su versin de la obra de Mrtir es muestra, como se ha anticipado, de que este estudioso acta aqu como traductor y como orientalista. Pero tambin permite comprobar que los destinatarios de esta parte de su trabajo podan ser de dos clases: lectores interesados sobre todo por la literatura de viajes, sin necesidad de conocimientos ni preparacin muy especfi cos; o bien, personas versadas en el terreno de las lenguas y culturas orientales, ms capacitadas para apreciar mejor muchos de los comentarios e intervenciones de Saint-Martin y tambin para leer el relato en su lengua original, prescindiendo incluso de la traduc-cin. Se trata, en cualquier caso, de un pblico diferente de aqul al cual Saint-Martin dirige su prlogo. Sin duda, resulta curioso comprobar cmo una misma produccin editorial se divide, en cierto modo, hasta en tres realidades textuales y paratextuales distintas, dirigidas a otros tantos grupos de receptores igualmente diferenciados.

    16. En relacin con la conveniencia o inconveniencia de introducir informacin aadida en una traduccin, tanto en forma de notas a pie de pgina como incorporndola al mismo texto, vid. Marrero Pulido (2001). 17. Vid. Martyr (1827: 40, n. 1; 45, n. 1; 46, n. 1; 47, n. 2 y 4). 18. Vid. supra, n. 18.

  • IGNACIO IARREA LAS HERAS18

    4. La versin espaola de Emilia Gayangos de Riao

    Por su parte, Emilia Gayangos de Riao presenta junto con su traduccin un prefacio mucho ms breve y una cantidad de notas claramente menor, en comparacin con Saint-Martin. El prlogo ocupa apenas cuatro pginas y presenta una sola nota a pie de pgina; las anotaciones de este tipo que van con la versin en castellano ascienden a veintiuna y las que se sitan dentro del texto, entre parntesis, son so-lamente siete. Sin embargo, como se ver, tal circunstancia no les resta inters.

    Como ya se ha anticipado, la produccin original a partir de la cual ha ela-borado Gayangos el conjunto de su trabajo no es el manuscrito armenio antes men-cionado, sino la publicacin de Saint-Martin. sta es su principal referencia, tanto en lo que respecta al componente textual como al paratextual. Esto no solamente quiere decir que la base de la traduccin espaola ha sido el texto francs de Saint-Martin, sino tambin que los elementos paratextuales elaborados por la investigadora espaola tienen igualmente su referencia fundamental en la introduccin y las notas del orientalista francs. Gayangos dedica ms de la mitad de su prembulo a hablar del prlogo de Saint-Martin, incluso traduce algunos de sus pasajes. En el siguiente se da una serie de datos que identifi can el relato original de Mrtir y el manuscrito del que forma parte:

    Le rcit du voyage que lvque dArzendjan fit en Europe et dans lOcan Atlantique, depuis lan 1489, jusquen 1496, est lunique ouvrage que lon possde de lui, et il est peut-tre le seul, quil ait jamais compos. Il est crit en armnien vulgaire, dans un style simple, sans art, un peu incorrect, et souvent ml de mots trangers; ce qui en rend quelquefois lintelligence diffi cile (Martyr 1827: 7).

    La narracin del viaje que el obispo de Arzendjan hizo por Europa y el Ocano Atlntico desde el ao de 1489 hasta el de 1496, es la nica obra que poseemos de l, y acaso tambin la nica que escribi. Est redactada en armenio vulgar, en estilo simple, sin arte, algo incorrecto, y veces mezclado de palabras extranjeras, lo que produce en ocasiones que sea difcil su inteligencia (Mrtir 1898: 4).

    En estas pginas, Gayangos presta atencin especial al estudio histrico que Saint-Martin dedica en su introduccin a los viajes realizados por el Atlntico entre el fi nal de la Edad Media y los primeros aos del siglo XVI, as como a la expe-dicin de Guetaria de la cual Mrtir form parte. Gayangos elogia su gran esfuerzo investigador (Es indiscutible el mrito que encierra el trabajo del seor Saint-Martn [Mrtir 1898: 4]) y se hace eco del importante caudal de documentacin del que se ha servido:

    Para ilustrar este asunto, en el sentido de que estas expediciones eran frecuentes antes y poco despus de la empresa de Coln, aduce el autor del proemio datos copiosos

  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO... 19

    del autores que aseguran que esta clase de aventureros, ya con motivo de las pescas, bien guiados por la idea de encontrar nuevas tierras, conoca la Groenlandia, Terranova, el Labrador y Canad. Y con tal intento comenta Bartolom de las Casas, Ramusio, los versos del M. S. de Oxford sobre la expedicin del prncipe Madoc, los viajes de los venecianos Zeni, los de los hermanos Cabot, la tradicin sobre el descubrimiento de Terranova por Delchaide, y en suma, cuantas noticias de inters ha podido registrar convenientes su propsito (Mrtir 1898: 5).

    Sin embargo, la actitud de Gayangos en su prlogo con respecto a Saint-Mar-tin no es de pura servidumbre, y tampoco se limita a reproducir las aportaciones y las ideas de ste como mera transmisora carente de sentido crtico. Por el contrario, introduce al fi nal una nota a pie de pgina en la que rechaza y corrige una afi rma-cin de Saint-Martin sobre la posible presencia de la reina Isabel en Sevilla durante la segunda mitad del ao 1494, donde, segn la traduccin de Saint-Martin, Mrtir tuvo ocasin de verla. Esto es lo que, de manera muy concisa, cuenta al respecto el obispo, en el texto en francs: Je me rendis de l [desde el monasterio de Guada-lupe] Sbilia [] (Sville), o je vis la reine [] (Isabelle) (Martyr 1827: 54). Saint-Martin seala en nota a pie de pgina sobre esta alusin a Isabel la Catlica: Lauteur se sert du mot turk19 khatoun, pour dsigner la reine Isabelle (Martyr 1827: 54, n. 3).

    Defi ende el investigador francs, como un hecho incontestable, que el viaje de los marinos de Guetaria con direccin a Andaluca tena como motivo aprovechar que Isabel se encontraba en dicha ciudad para ponerla al corriente de los resultados de su expedicin:

    Il est assez vident, ce me semble, que le voyage que les compagnons de lvque armnien fi rent en Andalousie, aprs leur retour en Espagne, fut caus par la prsence la reine Isabelle, qui tait alors Sville, comme on le voit par la relation armnienne.

    Zurita et lhistorien des rois catholiques, Hernando de Pulgar, ainsi que Maria-na et Ferreras, nous apprennent que le roi Ferdinand et la reine Isabelle, aprs avoir pass la plus grande partie de lanne 1493 Barcelone, se rendirent dans la Castille, au commencement de 1494; ils sjournrent pendant quelque tems Tordesillas, Sgovie, Valladolid, Medina del Campo, et au milieu de lt ils se trouvaient

    19. Probablemente, Saint-Martin utiliza aqu el adjetivo trk (turco), invariable en gnero (aunque sea cometiendo el error de no ponerle la diresis). Se trata de una forma empleada para expresar un si-gnifi cado especfi camente lingstico: Se dit des langues dun groupe important, apparentes aux langues ouralo-altaques et parles en Sibrie (yakoute, tatar), dans lAlta, en Asie centrale (kazakhe, kirghiz, ouzbek, turkmne), dans le Caucase et enfi n dans lAnatolie et dans les Balkans (turc proprement dit). Dans ce sens, les spcialistes crivent trk (invar. en genre) (Rey, dir. 2005, vol. 4: 1645). Vid. tambin Rey (dir.) (1993, vol. 2: 2187).

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    Madrid; ce nest qu la fi n de lanne quils retournrent en Aragon. Il est probable que cest pendant son sjour dans cette partie de lEspagne, que la reine Isabelle aura fait un voyage Sville, o lvque armnien la vit, vers le milieu de lautomne de lan 1494. [] Il est probable que le voyage de la reine dans les provinces mridio-nales de lEspagne, ntait pas tranger aux oprations navales qui avaient le nouveau monde pour objet. Cette princesse avait seule protg Christophe Colomb, et fourni aux frais de son armement. Elle prenait un vif intrt toutes les entreprises de ce genre, qui se prparaient ordinairement Sville, et dans les ports voisins des bouches du Guadalquivir. Il nest donc pas tonnant que les chefs de lexpdition dont lvque armnien avait fait partie, se soient empresss de se rendre dans une ville, o se trouvait une princesse zle pour ces sortes dentreprises, dans le but de lui faire connatre les rsultats de leur voyage (Martyr 1827: 28-30).

    Piensa incluso que la obra de Mrtir viene a compensar el silencio de los historiadores espaoles acerca de dicha estancia de la reina en Sevilla:

    Je nai trouv aucune indication sur ce voyage, dans les historiens espagnols que jai consults. Ces auteurs, uniquement occups des ngociations et des dmls de la France avec lEspagne, ont nglig de nous instruire des voyages et des actions personnelles de leurs souverains, durant les six derniers mois de lan 1494.

    Le voyageur armnien, dont il est impossible de contester le tmoignage, supple ici au silence des historiens nationaux (Martyr 1827: 29).

    En relacin con todo esto, Gayangos seala:

    Se equivoca en todo ello el Sr. Saint-Martn. Del curioso opsculo del doctor Lorenzo Galndez de Carvajal, Memorial y

    registro breve de los lugares donde el Rey y Reina Catlicos estuvieron cada ao desde el de 1468 [], resulta: que los reyes pasaron hasta Junio de 1496 [sic]20 en Zaragoza, Valladolid, Medina del Campo y Tordesillas. En fi n de Junio estuvieron en Arvalo; despus hasta Agosto en Segovia, luego en Madrid, donde se quedaron el invierno, haciendo una excursin Guadalajara. Las anteriores residencias se en-cuentran comprobadas por documentos fechados y expedidos por ellos en las diversas localidades que se mencionan.

    Tampoco puede imputarse la equivocacin con plena seguridad al obispo. Por-que declara el traductor [Saint-Martin]21 en una nota que lauteur se sert du mot tuk

    20. Aqu se ha producido un error en la fecha, ya que no se trata del ao de 1496 sino del de 1494. As se refl eja en la obra de Galndez de Carvajal (vid. Rosell, ed. 1953, vol. 3: 547). 21. Como se ir viendo posteriormente, Gayangos se refi ere a Saint-Martin en varias ocasiones iden-tifi cndolo en sus notas a pie de pgina como el traductor.

  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO... 21

    khatvun22 pour dsigner la reine Isabelle; y como se queja constantemente de errores cometidos por el copiante, posible es que aqu haya inventado alterado la palabra y que el obispo armenio aludiese al prelado otro personaje residente la sazn en Sevilla (Mrtir 1898: 5, n. 1).

    As pues, Gayangos demuestra que Isabel la Catlica no estuvo en Sevilla en la poca sealada, remitindose a los datos aportados por Galndez de Carvajal23.

    Esta nota a pie de pgina en el prlogo de Gayangos es, al igual que las cuarenta y tres del prefacio de Saint-Martin, un paratexto en segundo grado, aunque orientada en dos direcciones: con respecto a la misma introduccin espaola, a la cual complementa e ilustra, y con respecto a la francesa, a la que corrige en lo que se acaba de exponer.

    Otro elemento importante que tambin da al prlogo de Gayangos un carcter propio y distintivo es el motivo primordial por el que ha realizado y publicado su traduccin. Aparece expresado tanto al comienzo como al fi nal de este componente paratextual: desea dar a conocer un texto muy poco conocido, del que una buena parte est dedicada al territorio espaol por el que pas Mrtir:

    Es interesante la Relacin entera, aun cuando toda ella se resiente de brevedad excesiva, sistema comn de los viajeros de la Edad Media que han dejado escritos sus itinerarios; pero pesar de la sobriedad, no faltan noticias curiosas; aparte de que con ocasin del viaje Santiago, recorre extensa parte de la Pennsula. Estas y otras circunstancias muy atendibles que resultan de su lectura me inclinan publicar la Relacin (Mrtir 1898: 3).

    Me limito publicar el viaje, tomado de la traduccin francesa, con el pensa-miento de que aparezca especialmente la parte relativa Espaa, ya que el folleto del Sr. Saint-Martn apenas es conocido por su extremada rareza (Mrtir 1898: 6).

    Por otra parte, el prefacio de Gayangos se caracteriza, al igual que el de Saint-Martin, por una ausencia total de contenidos traductolgicos. Al estar dedicado principalmente a comentar la introduccin de la publicacin francesa, proporciona ms informacin sobre sta que sobre el escrito de Mrtir y la manera en que ha

    22. Creemos que Gayangos, al citar aqu a Saint-Martin, transcribe errneamente la palabra khatoun (as aparece en la publicacin de Saint-Martin) como khatvun. Adems, el adjetivo turk tampoco ha sido bien citado, pues aparece como tuk. Por su parte, siempre segn nuestra modesta y respetuosa opinin, Itsvn Szszdi Len-Borja tambin se equivoca al considerar, sobre la base de la obra de Gayangos, que el trmino turco en cuestin es tuth khatvun (vid. 2004: 151). 23. Itsvn Szszdi Len-Borja sita la presencia de Mrtir en Sevilla en junio de 1495. Sin embargo, tambin niega que pudiera entrevistarse con la reina, pues sta tampoco estuvo en la ciudad andaluza en esa poca. Al igual que Gayangos, se apoya al decir esto en la obra de Galndez de Carvajal (vid. Szszdi Len-Borja 2004: 150-151; Rosell, ed. 1953, vol. 3: 547-548).

  • IGNACIO IARREA LAS HERAS22

    querido verterlo al castellano. De hecho, y como se ha mostrado antes, la mayor parte de los datos identifi cadores que presenta acerca del mismo tienen como origen inmediato el proemio del orientalista francs. En el prlogo de la versin espaola, el ejercicio de las macrofunciones establecidas por Enrquez Aranda para el paratexto de las obras traducidas24 se orienta ms hacia el prefacio de Saint-Martin que hacia la propia narracin del obispo armenio.

    Los comentarios y observaciones que Gayangos introduce a pie de pgina en su traduccin presentan las mismas caractersticas fundamentales que acaban de ser vistas en el prlogo. Las notas a pie de pgina de la versin de Saint-Martin son la base sobre la que se sustentan casi todas las elaboradas por la estudiosa espaola. De hecho, se remite a ellas de forma ms o menos explcita en veinte de las veintiuna anotaciones que ha incluido. En unas ocasiones acta simplemente como transmisora de las aportaciones que ha hecho Saint-Martin. Se dira que las da implcitamente por buenas o que no ha encontrado razn alguna para ponerlas en tela de juicio. Aunque lo ms probable es que no le resulten tan interesantes como para lanzarse a estudiarlas en profundidad. Por ejemplo, la extensa nota, antes mencionada, que Saint-Martin dedica en gran parte a explicar las razones por las que cree que el nombre de Tsitsila debe ser descifrado como Sicile y que el territorio que designa es la Provenza, slo merecen para Gayangos estas pocas lneas: El traductor discurre largamente, en vista de lo improbable que resulta una excursin del obispo Sicilia. Indica, por ltimo, que el autor se refi ere la Provenza pas del rey de Sicilia, atendiendo que sus prncipes usaron este ttulo durante algn tiempo (Mrtir 1898: 19, n. 5).

    En otras anotaciones, en cambio, no duda en corregir las apreciaciones de Saint-Martin, si considera que son errneas. Es el caso, entre otros, de aquellos momentos en que Mrtir declara que no conoce la lengua de los habitantes de los lugares por donde pasa, concretamente Flandes, cierto territorio ingls25 y, en dos ocasiones, el norte de Espaa. En relacin con los dos primeros territorios, el obispo cuenta:

    (Nous visitmes) avec beaucoup de peine un grand nombre de villes, et nous arrivmes au pays de Flandiou [] (Flandres). Comme nous ne connaissions pas la langue, nous prouvions beaucoup de peine pour nous faire entendre. Il nous fallut long-temps pour aller de l au pays des Englez [] (lAngleterre), dont nous ne com-prenions pas non plus la langue (Martyr 1827: 40-41).

    24. Vid. supra, n. 10. 25. Saint-Martin precisa en nota a pie de pgina que Mrtir podra no haber embarcado para llegar a Inglaterra, sino que tal vez habra recorrido la costa francesa por lugares pertenecientes entonces a este reino: Il est assez extraordinaire, que le voyageur ne parle point de son embarquement pour passer en Angleterre. Peut-tre nalla-t-il que dans le territoire de Calais et dans les autres lieux de la cte de Picardie, qui appartenaient cette poque lAngleterre (MARTYR, 1827: 41, n. 4).

  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO... 23

    Saint-Martin seala que, dado que el obispo deba servirse del italiano para hacerse entender all donde iba, parece claro que no encontr en estos pases a nadie que hablara este idioma. En concreto, dice acerca del paso de Mrtir por Flandes: Il semblerait par ces mots, que lauteur comprenait la langue des autres pays quil avait parcourus; mais peut-tre, ce qui est plus vraisemblable, se servait-il partout de la langue italienne, et ne trouva-t-il personne en Flandre qui la connt (Martyr 1827: 41, n. 1). En cuanto al tercer territorio, Mrtir relata lo siguiente, una vez que ha dejado atrs Finisterre:

    Jallai ensuite au pays de Holani [], dont les habitans se nourrissent aussi de poissons, et dont je nentendais pas la langue. []

    Je parcourus ensuite beaucoup de villes situes sur le rivage de la mer univer-selle (lOcan); je ne pouvais entendre la langue du pays, mais avec la lettre du pape, jobtenais de la bienveillance (Martyr 1827: 50-51).

    Segn Saint-Martin, Mrtir se refera probablemente, en ambos momentos, a la lengua vasca. Sobre el primero de ellos, comenta:

    Il est fort diffi cile de rendre raison de cette circonstance, moins quon ne suppose que lvque se trouvait dj dans les provinces basques, et quil veuille parler de la langue basque: cette remarque donnerait lieu de croire quil comprenait lespagnol; mais sil en est ainsi, comment na-t-il pas fait mention de ceci lors de son premier passage chez les Basques? (Martyr 1827: 51, n. 3)26.

    Gayangos rechaza abiertamente esta ltima explicacin (y tambin, implcita-mente, la relativa a Flandes y a las tierras pertenecientes a Inglaterra) y ofrece otra, bastante sencilla y, adems, vlida para esclarecer las difi cultades de comprensin de Mrtir en las tres zonas:

    A pesar de que el obispo recorre diversos territorios europeos, slo en cuatro ocasiones se queja de no entender la lengua de la localidad que visita en Flandes, en Inglaterra y dos veces en el Norte de Espaa. El traductor lo atribuye, en cuanto Espaa, que en la parte que entonces recorra se hablaba el vascuence; pero no puede admitirse semejante versin. No se hablaba esta lengua en el espacio que media entre Galicia y Bilbao, que es el aludido, y aun cuando antes de llegar Bilbao estn las Encartaciones, territorio vizcano, tampoco ha sido frecuente en ellas el uso del idioma vascongado. Lo raro es que en San Sebastin no lucha con tal inconveniente, y en Guetaria reproduce ntegro el dilogo entre los clrigos y el patrn del barco. La explicacin parece fcil; el obispo conoca el latn y probablemente el italiano,

    26. Vid. tambin Martyr (1827: 51, n. 4).

  • IGNACIO IARREA LAS HERAS24

    cultivados desde tiempo antiguo en Armenia por el clero catlico. Cuando conversaba con eclesisticos con personas de cierta ilustracin, se entendan sin difi cultad y los utilizaba como intrpretes, cualquiera que fuese el pas que visitaba, y esta observacin se refl eja de un modo claro desde el principio hasta el fi n del texto, sin necesidad de otros comentarios (Mrtir 1898: 11, n. 2).

    Hay tambin ocasiones en que Gayangos introduce notas a pie de pgina para arrojar luz sobre ciertos aspectos ms o menos difciles del texto que Saint-Martin, con su mencionada honestidad, se ha declarado incapaz de elucidar. As ocurre con los nombres de algunas localidades espaolas por donde pas Mrtir, como, por ejemplo, los que Saint-Martin translitera del armenio como Faladez y Mouthen y que corresponden a dos poblaciones situadas en territorio valenciano: Jallai de l Amants [] (Almanza); puis Faladez [], puis Mouthen (Martyr 1827: 56-57). Este mismo investigador seala sobre ambos lugares: Ces deux endroits, dont les noms sont peut-tre altrs, me sont inconnus. Mouthen peut tre une corruption du nom de Mogente ou Moxente, petite ville entre Almanza et Xativa (Martyr 1827: 57, n. 1). En relacin con la identifi cacin de las dos ciudades y con este ltimo comentario de Saint-Martin, Gayangos asegura lo siguiente:

    Faladez. Lo desconoce el traductor y no cabe duda de que sea Vallada. Est precisamente en la ruta [seguida por Mrtir desde Andaluca hacia Levante, pasando por tierras manchegas], sin que pueda confundirse con otro. Ocurre adems en el texto que suele emplearse la F por la V; los pueblos de Italia, Vercello y Viterbo, estn es-critos con F. En las Observaciones sobre el reino de Valencia, por Cavanilles, se dice que Vallada era una simple alquera en el siglo XIII, pero que fu creciendo hasta el punto de concederle en el XVI el ttulo de villa27.

    Mouthen. Supone el traductor que es Mogente; pero este lugar se encuentra antes de Vallada. El itinerario se refi ere sin duda alguna Montesa (Mrtir 1898: 19, n. 3 y 4).

    Se da tambin la circunstancia de que Gayangos, en alguna de sus notas a pie de pgina, no slo corrige las aportaciones previas de Saint-Martin sino que incluso aclara y mejora el texto de Mrtir. As, cuando ste llega a Santiago de Compostela, no deja de visitar su iglesia. Una parte de la misma es descrita como sigue:

    27. En efecto, el botnico, naturalista y gelogo Antonio Josef Cavanilles (1745-1804) dice sobre Vallada, en la obra mencionada por Gayangos: A la derecha del Colas y en el antiguo trmino de Montesa est Vallada, villa de 440 vecinos, los 100 aumento de este siglo [el XVIII]: en el 13 fu un simple cortijo alquera; pero en 1564 por el crecido nmero de vecinos que tenia logr el ttulo de villa, y separarse de Montesa, concedindole entnces el gran Maestre D. Pedro Luis Garcern de Borja jurisdiccion propia, y una legua de trmino de oriente poniente, con algo mas de norte sur (Cavanilles 1983, vol. 1: 231).

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    Elle [la iglesia de Santiago] a quatre portes. En sortant de lglise par celle du midi, on trouve un grand bassin auprs duquel sont des tentes blanches o on vend tout ce quon peut dsirer, des mdailles et des chapelets. Au-devant de la porte occi-dentale, on trouve une fontaine qui spanche au bas; au-dessus de la porte orientale, on voit le Christ assis sur un trne, avec la reprsentation de tout ce qui est arriv depuis Adam, et de tout ce qui arrivera jusqu la fi n du monde, le tout dune beaut si exquise, quil est impossible de le dcrire (Martyr 1827: 48-49).

    Sobre este pasaje del relato, Saint-Martin afi rma que su sentido no est muy claro: Le texte me parat corrompu dans cet endroit: je ne me fl atte pas den avoir saisi exactement le sens: et je nai aucun moyen de le rtablir dans son tat primitif (MARTYR, 1827: 49, n. 1). Gayangos se hace eco en su traduccin de esta declaracin de Saint-Martin, para ofrecer a continuacin la descripcin correcta de esta parte del templo:

    El traductor opina que se halla corrompido el texto en este lugar y declara que no se lisongea de haber acertado en expresar su sentido exacto. Resulta, con efecto, error en la orientacin de la iglesia; la portada de la Gloria, donde se ve el Cristo sentado sobre su trono, cae del lado de poniente, y la fuente que cita algunas lneas ms abajo, como si estuviera delante de la puerta occidental, se halla situada desde el siglo XV en el costado del Medioda, cuya parte se traslad desde el lado opuesto en donde se encontraba. En el relato de Aymerico, canciller del papa Calixto II, quien acompa en el siglo XII la peregrinacin de Santiago, se describe con todos sus curiosos pormenores esta fuente, coincidiendo con su descripcin la nica frase que ella dedica el obispo armenio. Dice Aymerico: cuya agua desde que cae de la boca de los leones en la concha, se introduce al momento por un agujero en la tierra, sin que se vea por dnde viene ni por dnde se va (Mrtir 1898: 14, n. 3)28.

    28. El relato al que se refi ere Gayangos es, seguramente, el captulo IX del libro V del Liber Sancti Jacobi (1 mitad del s. XII), compilacin litrgica en lengua latina dedicada al culto y a la peregrinacin jacobeos y realizada por el clrigo francs Aymeric Picaud. ste no ha de ser identifi cado con el Aymerico del que habla Gayangos en la cita, el cual fue, en efecto, canciller del papa Calixto II (vid. Annimo 1951: 550; Moisan 1992: 79, n. 73), pero no particip en la elaboracin del Liber Sancti Jacobi. Gayangos le atribuye la creacin del mencionado captulo (dedicado sobre todo a describir la catedral de Santiago de Compostela) debido, probablemente, a que en l aparece como su autor, junto con Calixto II (vid. Annimo 1951: 550). Sin embargo, no es cierto que ellos lo escribieran (vid. Moisan 1992: 32-33 y 50, n. 33).

    En cuanto al viaje a Compostela de este Aymerico acompaando a Calixto II, hay que sealar que, al parecer, dicho papa visit la ciudad jacobea en 1108, cuando todava era arzobispo de Vienne y se llamaba Guido de Borgoa. As lo afi rm Gaston Paris en su tesis escrita en latn De Pseudo-Turpino (1865: 32), si bien aos ms tarde l mismo neg que tal hecho hubiera tenido lugar realmente (1882: 424). Vzquez de Parga dice al respecto: No hay ningn testimonio fehaciente de la presencia de Guido de Borgoa en Compostela, aunque la admite su historiador Ulysse Robert (Vzquez de Parga, Lacarra y Ura Ru 1949, vol. 1: 504). Cabe suponer, a partir lo sealado por Gayangos, que sta pudo haber

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    Por su fi nalidad correctora y aclaratoria, las notas que acaban de ser vistas pueden considerarse tambin como portadoras de referencias metalingsticas. Sin embargo, a diferencia de las de Saint-Martin, la funcin ejercida por estas anotaciones de Gayangos se desarrolla en dos direcciones distintas (de forma similar, aunque no completamente igual, a la mencionada nota a pie de pgina que se encuentra al fi nal del prlogo): hacia el texto de Mrtir, cuya comprensin facilitan, y hacia el paratexto de Saint-Martin, al cual aportan estimables mejoras. Es en este segundo sentido en el que adquieren la dimensin de paratextos en segundo grado.

    En las notas a pie de pgina tambin se aprecia con claridad, en consonancia con lo declarado por Gayangos en su introduccin, la atencin preferencial que le dedica al paso de Mrtir por territorio espaol. Catorce notas, del total de veintiuna antes apuntado, hacen referencia a diferentes aspectos de los lugares que el obispo tuvo ocasin de conocer en Espaa. Es en ellas, sin duda, donde Gayangos hace sus comentarios y aportaciones ms ilustrativos y valiosos. Adems, y como ya se ha visto, la nota a pie de pgina situada al fi nal del prefacio tiene que ver con la historia de Espaa. En cambio, las anotaciones ms breves y menos interesantes, en las que Gayangos no hace sino transmitir algunas aportaciones de Saint-Martin sin aadirles valoracin crtica o correccin de ninguna clase, aluden casi siempre a lugares ajenos a dicho territorio.

    consultado la primera de las dos publicaciones de Gaston Paris (no, en cambio, la segunda), as como la obra Histoire du pape Calixte II de Ulysse Robert. Tambin es posible que identifi que al canciller de Calixto II con un monje que, segn Gaston Paris, habra acompaado a ste a Galicia en 1108 y sera uno de los dos principales autores responsables, en su opinin, de la creacin de la crnica de Turpin, incluida en el Liber Sancti Jacobi (vid. Paris 1865: 24-35; Paris 1882: 421; Vzquez de Parga, Lacarra y Ura Ru 1949, vol. 1: 503-505).

    En el captulo IX del libro V del Liber Sancti Jacobi se dice lo siguiente de la mencionada fuente: Cuando nosotros los franceses queremos entrar en la baslica del Apstol, lo hacemos por la parte sep-tentrional, ante cuya entrada est junto al camino el hospital de peregrinos pobres de Santiago y despus, ms all del camino, se encuentra un atrio en donde hay nueve peldaos de bajada. Al pie de la escalera de este atrio existe una admirable fuente a la que en todo el mundo no se le encuentra semejante. Tiene, pues, esta fuente al pie tres escalones de piedra sobre los que est colocada una hermossima taza de piedra, redonda y cncava, a manera de cubeta o cuenco, y que es tan grande que en ella me parece que pueden cmodamente baarse quince hombres. En su centro se eleva una columna de bronce gruesa por abajo, de siete caras cuadradas y altura proporcionada, de cuyo remate surgen cuatro leones por cuyas bocas salen cuatro chorros de agua, para mitigar la sed a los peregrinos de Santiago y a los habitantes de la ciudad. Y estos cuatro chorros, despus que salen de la boca de los leones, caen en seguida en la misma taza de abajo y saliendo de all por un agujero de la misma taza escapan por debajo de la tierra. De la misma manera que no puede verse de dnde viene el agua, tampoco puede verse a dnde va (Annimo 1951: 557-558). En esta cita se confi rma lo sealado por Gayangos sobre la ubicacin de la fuente: antes del siglo XV estaba situada en el lado norte de la iglesia. Tambin se comprueba la coincidencia, igualmente indicada por Gayangos, entre el relato de Mrtir y el Liber Sancti Jacobi acerca del movimiento del agua de la fuente, que se escapa por su parte inferior. Por otra parte, la descripcin que, en esta ltima obra, se ofrece de la puerta occidental de la iglesia reproduce su aspecto tal y como era antes de ser sustituida por el Prtico de la Gloria en el ltimo tercio del siglo XII (vid. al respecto Annimo, 1951: 562-563).

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    Las escasas anotaciones que Gayangos ha introducido entre parntesis en el cuerpo de la narracin de Mrtir no tienen, a decir verdad, excesivo inters. Bien es cierto, de todos modos, que algunas de ellas permiten ver tambin cmo la traductora ha sabido actuar con su propio criterio, sin guiarse por Saint-Martin. Hay parntesis en la versin espaola que no aparecen en la obra francesa, pero que en realidad aportan datos que pueden haber sido tomados de anotaciones a pie de pgina realiza-das por el orientalista francs. Una muestra de ello es el episodio de los encuentros de Mrtir con el papa en su primera estancia en Roma: On mintroduisit trois fois auprs du pape [] qui me reut avec bont et avec une grce toute particulire (Martyr 1827: 35). En una nota a pie de pgina, Saint-Martin aade la siguiente informacin sobre la identidad de este papa: Le pape qui vivait cette poque tait Innocent VIII, lu le 29 aot 1484. Il mourut le 25 juillet 1492, un an environ aprs que lvque dArzendjan, et quitt Rome (Martyr 1827: 35, n. 1). Gayangos ofrece la siguiente traduccin de la recepcin de Mrtir por el Sumo Pontfi ce, incluyendo su nombre entre parntesis: Tres veces me presentaron al Papa (Inocencio VIII), que me recibi con bondad y con particular expresin de agrado (Mrtir 1898: 9). Se encuentran asimismo dos notas entre parntesis en castellano que reproducen otras tantas existentes en el texto francs. Sin embargo, no presentan exactamente lo expuesto originalmente por Saint-Martin, sino otros trminos equivalentes colocados por ste a pie de pgina. As, por ejemplo, en la traduccin francesa se puede leer que Mrtir, tras llegar a Guetaria, dice sobre el barco que le habra de llevar por el Atlntico: Je trouvai en ce lieu un grand vaisseau, quon me dit tre du port de 80,000 ghantar (charges) (Martyr 1827: 52). Saint-Martin aclara en nota a pie de pgina que el trmino ghantar es rabe y signifi ca quintal (Martyr 1827: 52, n. 3). Gayangos hace la siguiente traduccin de esta cita: Encontr en este lugar una gran nave, que me dijeron ser de porte de 80.000 ghantar (quintales) (Mrtir 1898: 17).

    El especial inters de Gayangos por la parte del viaje de Mrtir que transcurre por Espaa, visible (como ya se ha dicho) tanto en el prlogo como en las notas a pie de pgina, es demostracin del tipo de pblico al que dirige su traduccin. Cabe pensar que seran fundamentalmente lectores espaoles (o conocedores del castellano) que, de modo general, estaran interesados por la literatura de viajes (sobre todo por la escrita por extranjeros que hayan visitado Espaa), sin necesidad de que poseyeran una slida formacin histrica o conocimiento alguno en lenguas y culturas orienta-les. La brevedad de la introduccin y el nmero limitado de notas y de referencias bibliogrfi cas vendran a confi rmar esta idea. De todos modos, hay que sealar que varias notas a pie de pgina de Gayangos contienen citas en francs procedentes de la obra de Saint-Martin (tanto de la traduccin propiamente dicha como de las notas), varias de las cuales aparecen integradas por completo dentro de su propio discurso en castellano. En relacin con la regin o localidad, anteriormente citada, a la que Mrtir da el nombre de Holani y que pertenece probablemente a Asturias, Gayangos hace estos comentarios:

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    Holani. Confi esa el traductor que desconoce cul sea este pas29. El texto dice: Jallai ensuite au pays de Holani, como si quisiera indicar regin y no lugar concreto; pero rengln seguido afi rma lo contrario, diciendo que lo trataron bien all, me con-duisant de maison en maison, circunstancia aplicable racionalmente una poblacin sola y determinada.

    Considerando la vaguedad con que est generalmente redactado el texto y la escasez de nombres geogrfi cos, opino que ambas versiones merecen estimarse, aun cuando aparezcan contradictorias. Porque la primera indica que ha pasado otro pas diferente de Galicia, que no puede ser sino Asturias, confi rmndolo las palabras, dont les habitans se nourrissent aussi de poissons, et dont je nentendais pas la langue (el bable). La segunda versin demuestra claro que se refi ere al autor un solo pueblo, y creo que sea sta la que deba aceptarse para su interpretacin en el presente caso (Mrtir 1898: 16, n. 1).

    En otra nota a pie de pgina, en relacin con el paso de Mrtir por Oviedo (ciudad identifi cada en la obra como San Salvador), Gayangos presenta una cita muy breve en francs, extrada del relato de Guillaume Manier30, del cual proporciona adems el ttulo y algunos datos bibliogrfi cos: San Salvathour. El traductor afi rma con razn que es Oviedo, tomado de la advocacin de su Iglesia31. Todava encuentro que en 1736 acostumbraban llamarla as los peregrinos. Guillermo Manier escribe

    29. Ciertamente, Saint-Martin reconoce no saber a qu lugar del norte de Espaa hace referencia Holani. Sin embargo, aventura la hiptesis de que podra ser la localidad asturiana de Llanes: Jignore quel est ce pays. Je crois cependant quil doit se trouver dans la Galice, ou dans la province des As-turies. Peut-tre le voyageur armnien a-t-il voulu parler de la ville de Llanes, situe sur le bord de la mer lextrmit occidentale des Asturies (Martyr 1827: 51, n. 1). Por su parte, Gayangos piensa que se tratara ms bien de Illano, poblacin situada igualmente en Asturias: La palabra Holani, con la H aspirada, segn se manifi esta en el texto [en francs] por la ausencia del apstrofo, es decir, Jolani, est tomada, sin duda, de Julin Julianus, y son infi nitos en Galicia y en Asturias los nombres de pueblos derivados del de este santo, como, por ejemplo: San Julin, Illn, Illano, Santullano, etc., etc. Estudiando detenidamente el trayecto que en aquellas localidades recorre el obispo armenio, me parece que puede asignarse su estancia al pueblo de Illano en Asturias, inmediato la frontera de Galicia, poco distante de la costa (Mrtir 1898: 16, n. 1). Por ltimo Fernando Alonso Romero, hacindose eco de las suge-rencias del arquelogo Luis Monteagudo, apunta la posibilidad de que Holani sea el pueblo de Xoane da Carreteira, a tres km. de Carballo, aunque tambin propone la aldea de Goln, a 6 km de Laracha (Corua). Sin embargo, considera que no es posible identifi car este lugar de una manera completamente segura: Es evidente que las posibilidades son varias, pero todas ellas sin claridad sufi ciente como para podernos decidir con seguridad por una determinada localidad (2002: 46). 30. Guillaume Manier fue un peregrino francs que viaj a Compostela en 1726. De esta experiencia dej el relato Voyage dEspangne, escrito en 1736. 31. En la traduccin francesa, Mrtir relata: Je partis de l [de Santillana del Mar], pour aller San salvathour, puis la ville de Bedants [Betanzos] (Martyr 1827: 47). Efectivamente, Saint-Martin identi-fi ca San salvathour como Oviedo en nota a pie de pgina: Il sagit ici dOviedo, capitale des Asturies, dont la principale glise porte le nom de Saint-Sauveur, San-Salvador, quelle communiquait autrefois la ville elle-mme (Martyr 1827: 47, n. 4).

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    que fu desde Grado Obiede, dit S. Salvateur ou S. Sauveur. (Plerinage dun paysan picard. Montdidier, 1890)32 (Mrtir 1898: 14, n. 2).

    La existencia de esta clase de anotaciones no constituye un motivo sufi ciente para pensar que el pblico al que se dirige Gayangos habra de conocer perfectamente bien la lengua francesa. De lo contrario, no hubiera tenido sentido hacer la traduccin, o sta podra haber sido publicada acompaada del texto de Mrtir en francs (del mismo modo que Saint-Martin lo edit en armenio). En consecuencia, es lcito creer que, como se acaba de decir, Gayangos destinaba su publicacin ante todo a lectores en castellano. Sin embargo, esto no permite descartar la idea de que esta investigadora tal vez buscara un pblico que fuera lo bastante culto como para tener conocimientos en otras lenguas y, por lo tanto, para comprender sus citas en francs.

    Cabe asimismo sealar que, como ha podido apreciarse aqu en algunas ocasiones, Gayangos se sirve, en varias notas a pie de pgina de su publicacin, de distintas fuentes bibliogrfi cas para sustentar sus aseveraciones o para aadir infor-macin complementaria que puede resultar de inters. Adems de las producciones de Galndez de Carvajal y de Cavanilles, del Liber Sancti Jacobi, del relato de Gui-llaume Manier y (posiblemente) de las aportaciones de Gaston Paris y Ulysse Robert, Gayangos tambin ha consultado el Diccionario gallego (1876) de Juan Cuveiro Piol, Costas y montaas. Diario de un caminante (1871) de Ams de Escalante y Bastitania y Contestania del reyno de Murcia (1794) de Juan Lozano. Utiliza la primera de estas tres publicaciones para tratar de desentraar el signifi cado exacto de la palabra vakner:

    El traductor ignora qu animales fi eros deba aplicarse esta palabra. Habla de osos y de toros salvajes, inclinndose los ltimos, y supone que habr en la lengua del pas alguna voz para designarlos, derivada del nombre de la vaca33. Estimo inadmisible su opinin y supongo que el autor ha querido aludir al lince lobo cerval, sin que sea fcil encontrar otra fi era en aquellas montaas, cuyas cualidades respondan mejor que las del lince las exclamaciones del texto. En el Diccionario gallego del Sr. Cuveiro Pil, lobezno equivale lince34; algo se asemejan vakner las dos ltimas slabas;

    32. La ltima etapa del itinerario que Manier sigui desde Compostela hasta Oviedo aparece refl ejada as: Le 16 [de noviembre], la Grandes [Grado]; Obiede [Oviedo], dit S. Salvateur ou S. Sauveur, ville (Manier 1890: 101). La cita de Gayangos, aunque muy corta, es exacta, lo que demuestra que pudo consultar directamente la narracin de Manier. 33. Efectivamente, Saint-Martin seala lo siguiente, acerca del trmino vakner: Jignore de quel animal on peut parler. [] Le voyageur veut peut-tre indiquer les ours ou les taureaux sauvages que lon trouve effectivement en assez grand nombre, dans les montagnes de la Galice et des Asturies. Je pense quil sagit en effet de ces derniers animaux. Il existe peut-tre dans le dialecte particulier de la Galice, une expression propre dsigner, ces animaux sauvages, telle que Vaco ou Baquer, ou dautres peu prs semblables, drives du nom de la vache, Vaca (Martyr 1827: 50, n. 2). 34. La defi nicin que Cuveiro Piol da del trmino en cuestin es la que se expone a continuacin: Loberno, lobezno y lobican lince, animal cuadrpedo, de dos ms pis de alto, color bermejo oscuro

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    pero no hay fundamento bastante para establecer analoga segura entre ambas voces. Sin embargo, son tales las alteraciones de letras y de slabas que contienen los ms de los nombres propios que fi guran en la relacin, que incitan acometer su estudio etimolgico, aun cuando sea en tan malas condiciones (Mrtir 1898: 15, n. 1)35.

    El segundo libro es mencionado por Gayangos cuando habla del puente de 68 arcos que tiene ocasin de ver Mrtir antes de llegar a Bilbao, y que le resulta imposible de identifi car. Su consulta le fue til para descartar que se trate del puente de San Vicente de la Barquera:

    El [puente] de San Vicente de la Barquera resolvera de plano la cuestin [relativa a la identifi cacin de dicha construccin]; pero no exista, juzgar por la orden de los Reyes Catlicos de Agosto de 1495 en que se manda construir. (Escalante, Costas y montaas.)36 Adems, el obispo ha visitado antes San Vicente y no lo menciona.

    No hallo otro puente en ese trayecto que tenga la importancia del que nos habla el autor, lo cual permite presumir que hay error en la copia del manuscrito (Mrtir 1898: 16, n. 2).

    Gayangos remite al tercer libro para sealar, nicamente a ttulo ilustrativo, que en l hay datos interesantes sobre antigedades romanas conservadas en Bogarra (poblacin por donde pas Mrtir antes de Chinchilla y Almansa), as como sobre

    con manchas negras, cola corta, orejas largas y erguidas; trepa sobre los rboles: lo que se dice de su vista y orines no merece el menor crdito (1999: 187). 35. FernandoAlonso Romero piensa que el vakner podra ser un personaje mtico, perteneciente al folklore popular. Su origen sera indoeuropeo, por su semejanza con el Besajaun vasco: Es muy probable, dice Gmez-Tabanera, que en el remoto pasado indoeuropeo en el que muchos pases compartieron una misma cultura, algunos animales salvajes como, por ejemplo, el oso, que entonces era dueo y seor de muchos bosques del viejo Continente, hubiera dado lugar a la aparicin de determinados personajes mticos a los que se deifi c precisamente por su fuerza y fi ereza; y cuyo recuerdo pervivi en el folklore europeo en fi guras como la del Besajaun vasco o la del Busgosu asturiano, personifi cacin sobrenatural de una bestia salvaje de la espesura (2002: 49). La Iglesia, en su iniciativa de evangelizacin de aquellos lugares (Galicia, Asturias o Pas Vasco, en Espaa) donde se crea en la existencia de estos seres, procur hacer desaparecer dicha creencia intentando convencer a las gentes de la naturaleza demonaca o esencialmente daina de tales personajes (vid. Alonso Romero 2002: 51). 36. Partido el mar en dos brazos, cie un peasco cuyo arenoso asiento ocupa la poblacin, cuya cima corona la iglesia, y rodearon los muros de fuerte castillo. El que entra derecho por las tierras al Medioda, lleva sobre sus arenas treinta y dos arcos de un puente, que la tradicin bautiz romano, y trae su fundacin de era harto ms reciente y ms gloriosa para nuestra gente. Al extremo del puente, dominando la ra con sus galeras abiertas al Sur y a Levante, un convento francisco, edifi cado, como sus hermanos, de limosna dice Gonzaga-, ao de 1468 (Escalante 1956, vol. 1: 483). Ms adelante, en nota a pie de pgina, Escalante hace la siguiente precisin sobre el puente de San Vicente de la Barquera: Mandse construir por despacho de los Reyes Catlicos, fecho en Burgos a 25 de agosto de 1495. La disposicin angular de su eje, evidente a pesar de las diversas restauraciones y enmiendas, nunca usada por romanos, era frecuente en los siglos medios (Escalante 1956, vol. 1: 483, n. 268).

  • LAS TRADUCCIONES DEL RELATO SOBRE EL VIAJE POR EUROPA DEL OBISPO... 31

    la historia medieval de esta localidad albacetea (cuyo nombre es transliterado por Saint-Martin como Bourghous)37. Sin embargo, creemos Gayangos comete aqu un error. En realidad, Juan Lozano apenas habla en su obra de Bogarra. S dedica, en cambio, varias pginas a otra localidad a la que llama Bugarra y que diferencia neta y explcitamente de la anterior38. La sita junto a Caudete, poblacin perteneciente tambin a la actual provincia de Albacete, aunque ubicada ms al sur y claramente alejada, por lo tanto, del camino seguido por Mrtir en direccin a Vallada, Mon-tesa y Xtiva. Por lo tanto, los comentarios de Lozano relativos a restos romanos e historia medieval, que Gayangos considera dedicados a Bogarra, tienen que ver en realidad con Bugarra39.

    De todas formas, y a pesar de lo que se acaba de decir, el recurso a todas estas obras constituye una buena prueba de la preocupacin de Gayangos por documentarse y dar as mayor fi abilidad y riqueza a sus aportaciones, al igual que Saint-Martin (aunque sin tanta profusin de referencias bibliogrfi cas como ste).

    5. Conclusiones

    Saint-Martin plantea el conjunto de su publicacin como refl ejo de una suma de inquietudes personales muy distintas entre s. En primer lugar, desea aportar lo que l considera una novedad muy digna de inters para los historiadores especializados en las primeras expediciones navales a Amrica. En segundo lugar, su propia vocacin de orientalista le llevara a desarrollar dos iniciativas claramente diferentes, incluso opuestas: difundir la obra Mrtir a un pblico francs profano en el mbito la cultura y la lengua armenias (por lo tanto, relativamente amplio), razn por la cual lleva a cabo su traduccin; y dar a conocer el texto original, indito hasta entonces, ante un conjunto (sin duda ms restringido) de receptores conocedores del idioma en que fue escrito. En consecuencia, el trabajo desarrollado por Saint-Martin con el relato de Mrtir debe ser considerado en realidad como una actividad amplia y compleja, constituida por varias facetas, que engloba y sobrepasa la mera traduccin. Y ello se aprecia en los componentes paratextuales (prlogo y notas) aqu analizados que, con los textos propiamente dichos (en armenio y en francs), constituyen una ver-dadera encrucijada de lenguas, culturas, historias, geografas, y, en ltima instancia, de pblicos lectores.

    En cuanto a Gayangos, su labor tambin ha de ser considerada como algo ms que la de una traductora impersonal, que se limita a verter un texto de un idio-ma a otro sin hacer ninguna aportacin propia. Ciertamente, su intencin declarada

    37. Vid. Mrtir 1898: 19, n. 1. 38. De hecho, las nicas palabras que Lozano dedica a Bogarra sirven para establecer esta distincin (vid. Lozano 1980, vol. 1: 2-3). 39. Esta Bugarra no debe ser confundida con la localidad valenciana de idntico nombre.

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    fue dar a conocer el relato del viaje de Mrtir (sobre todo la parte dedicada a su paso por territorio espaol) a un pblico que lee en castellano. Sin embargo, los elementos paratextuales del orientalista francs no fueron en absoluto ajenos a este objetivo, ya que la introduccin y las anotaciones de Gayangos muestran su inters tanto por la obra del obispo como por las aportaciones de este investigador (muy especialmente las relativas a Espaa). stas son a veces confi rmadas en su validez, pero tambin en ocasiones son rechazadas y corregidas, y tambin ampliadas. De este modo, Gayangos hizo estimables aportaciones de tipo histrico, geogrfi co, ar-tstico y lingstico sobre algunos de los contenidos de la obra del obispo armenio. Por ello, la publicacin de esta autora merece igualmente que se la considere como una encrucijada, aunque de un modo distinto de la de Saint-Martin, puesto que en ella convergen tambin los puntos de vista de ambos traductores. A partir de sus discrepancias con Saint-Martin, Gayangos consigue mejorar el conocimiento sobre ciertos aspectos del texto del obispo armenio, haciendo que su versin en castellano y sus paratextos sean el producto de un fructfero encuentro entre dos investigadores ms all de las barreras del tiempo.

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