Las Tetas de Paula Elvira (Narrativa)

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LAS TETAS DE PAULA ELVIRA Siempre recordaré las tetas de mi abuela Paula Elvira. Tenía yo como nueve años para esa época y recuerdo que eran raras, largas y aplanadas, como quesadillas mal hechas. Los pezones mas horribles que pueda recordar pertenecen a ella. Eran grandes y negruzcos, lo cual no combinaban con su tez blanca. Claro, la cantidad de muchachos que amamantó en su vida fue considerable y no hablemos de los dos maridos en su haber. Yo la veía bañándose con poncheritas de agua en el patio de su casa, entre rosas y girasoles, hierba fresca y aire puro. Sus tetas contrastaban con el color local, no cabían ni pertenecían a ese lugar. Cuando secaba sus protuberancias ya marchitas y cuerudas, me quedaba ensimismado y boca abierta, buscando una explicación del porqué mi hermana era de tan puntiagudas tetas y mi abuela no. Hoy día, sus tetas están más marchitas y sus pensamientos se quedan en el olvido. A veces pienso que el amor funciona de esa manera, como las tetas de Paula, va pereciendo con el pasar de los años y sólo quedan los recuerdos de lo hermoso que fue… Mario Ortega

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Prosa dedicada a la imagen y estampa de mi abuela, una mujer de carácter, pero de un modo de vida extraño.

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LAS TETAS DE PAULA ELVIRA

LAS TETAS DE PAULA ELVIRA

Siempre recordar las tetas de mi abuela Paula Elvira. Tena yo como nueve aos para esa poca y recuerdo que eran raras, largas y aplanadas, como quesadillas mal hechas. Los pezones mas horribles que pueda recordar pertenecen a ella. Eran grandes y negruzcos, lo cual no combinaban con su tez blanca. Claro, la cantidad de muchachos que amamant en su vida fue considerable y no hablemos de los dos maridos en su haber.Yo la vea bandose con poncheritas de agua en el patio de su casa, entre rosas y girasoles, hierba fresca y aire puro. Sus tetas contrastaban con el color local, no caban ni pertenecan a ese lugar. Cuando secaba sus protuberancias ya marchitas y cuerudas, me quedaba ensimismado y boca abierta, buscando una explicacin del porqu mi hermana era de tan puntiagudas tetas y mi abuela no.

Hoy da, sus tetas estn ms marchitas y sus pensamientos se quedan en el olvido. A veces pienso que el amor funciona de esa manera, como las tetas de Paula, va pereciendo con el pasar de los aos y slo quedan los recuerdos de lo hermoso que fue

Mario Ortega