Las Sibilas en El Arte de La Edad Moderna

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    ORIGEN Y DESARROLLO DE LOS ORACULA SIBYLLINA

    Antigedad, Edad Media y Renacimiento: fuentes literarias y

    artsticas.

    GRECIA

    El mito de la sibila proviene de la Antigedad Griega y est relacionado con el culto

    adivinatorio de los pueblos de Asia Menor. No est claramente definido el significado

    etimolgico del trmino, aunque el ms aceptado es el de manifestacin de la voluntad

    divina y virgen que habita en antros o lugares oscuros. Las sibilas hacan sus presagios

    en santuarios y templos. Eran hijas de un padre humano y de una ninfa inmortal, lo que

    les otorgaba una naturaleza casi divina1.

    Al parecer surgen en Asia Menor como contrapeso a la Pithia de Delfos, que habitaba

    en el santuario de Apolo. La Pithia era invadida por el espritu divino, respirando los

    vapores que surgan de la falla del terreno existente junto al antro, bebiendo agua de la

    fuente y comiendo hojas de laurel, que simbolizaban la entrada del dios en ella. Adems

    se tena que someter a varios rituales como portar una corona de laurel, tener en la mano

    una rama con hojas de lana tejida, ofrecer donativos y sacrificar animales. Sus vaticinios

    eran interpretados por un colegio sacerdotal2. A partir del siglo IV a.C. el santuario de

    1 Luca, Simona de, Le Sibille attraverso la storia, larte e il mito, Roma, Academia degli Incolti, 1999,

    pg. 1. 2 En la poca de mayor auge del santuario acudan a consultar al orculo reyes, filsofos, gobernantes,

    poetas y personas del pueblo desde todos los confines del mundo griego y de Asia. Antes de realizar la

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    Delfos comenz a perder credibilidad, debido a su instrumentalizacin por los

    sacerdotes, que buscaban acrecentar la fama y riqueza del santuario3.

    Las diferencias son notables con la sibila, cuyo nombre era Herophila, que era nica en

    origen, aunque con el paso tiempo se produjo una proliferacin por los diversos

    territorios del Mediterrneo, donde se desarrollaba un culto adivinatorio ligado a los

    grandes santuarios. Para Klausen la figura de la sibila nace entre finales del siglo IX y

    mediados del siglo VII del encuentro entre el culto dionisaco y el culto a Apolo, seor

    de todas las adivinanzas4. Sus elucubraciones trgicas eran producto de la literatura

    popular y se recurra a ellas en pocas de crisis5. Segn Bouch el culto proviene de

    Casandra y Manto, mientras que Bucholz afirma que el personaje de la sibila tiene su

    origen en antiguos ritos orientales, cuyo culto se propag fcilmente gracias al gusto por

    los orculos y las predicciones en el mundo antiguo.

    La adivinacin sibilina estaba estrechamente ligada con el animismo y con el primitivo

    culto de los muertos. Como ministra de la divinidad ctnica se desarrolla en la tradicin

    popular hasta el momento en que se transforma con los nuevos cultos. Este cambio se

    lleva a cabo en los antiguos orculos ctnicos de Apolo, dios mdico y adivino. El

    orculo de Delfos fue un orculo ctnico, antes de ser ocupado por Apolo, la Pitia y el

    dragn, que lo custodiaban. Era hijo de la tierra, como Dafne, amada por el joven

    consulta el suplicante deba lavarse en la fuente de Castalia y ofrecer una torta y un sacrificio en el altar situado delante del templo. Los peregrinos entraban en la celda donde la profetiza estaba sentada en el trpode, ante la cual ardan hierbas aromticas. Las preguntas, entregadas previamente a los sacerdotes, eran respondidas por la profetiza, que haba entrado en trance. Las respuestas eran incomprensibles, por lo que los sacerdotes deban traducirlas en versos. Una de las consultas ms famosa fue la que hicieron los atenienses con motivo de la invasin de los persas. 3 Cottrell, Leonard, Las maravillas de la Antigedad, Buenos Aires, Editorial La Plyade, 1973, pgs.

    201-231. 4 Iannoni, Gesino, Un mito mediterraneo. La Sibilla, Napoli, Edizioni Scientifiche Italiane, 1996, pg. 13.

    5 Vid. Luca, op. cit., pgs. 4-21.

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    Apolo, que la transform en laurel porque se resista a su amor. Dafne es el nombre de

    la Sibila Dlfica, ministra del antiguo orculo, al que sucede el de Apolo6.

    Muchos pases y ciudades se atribuyen su creacin y presencia, y diversos escritores

    griegos dedicaron estudios a las sibilas, lo que les confiere una categora histrica:

    Herclito, Fileta de Efeso, Apollodoro de Eritrea, Eratstene, Platn y Aristteles, entre

    otros. Estos autores se refieren al momento en que la profetiza es poseda por la

    divinidad y realiza sus vaticinios entrando en xtasis. Su extensin por todo el

    Mediterrneo le hace perder unidad al mito, ya que cada pas trata de apropirsela y

    relacionarla con su propia historia. De este modo llegan a surgir hasta cuarenta sibilas,

    que representan las regiones ms variadas de Grecia, Italia y Oriente7.

    Por la trascendencia que va a tener ms tarde en el Renacimiento es necesario destacar a

    Platn, que se ocupa del tema de la adivinacin en general y de la sibila en particular en

    Fedro8. En el dilogo que Scrates mantiene con Fedro expone su teora sobre la

    divina locura, que es la causante de los beneficios producidos a la Hlade por la

    profetisa de Delfos. De igual manera las sibilas, inundadas por el rapto divino, supieron

    predecir y acertar el futuro a todos aquellos que las interrogaban. Platn llama

    mntica al arte de predecir el futuro, que es algo bello que se produce por divino

    privilegio.

    6 Rossi, Angelina, Le Sibille nelle arti figurative italiane, en LArte, vol. XVIII, 1913, pgs. 209-210.

    7 Haffen, Josianne, Contribution a letude de la Sibille medievale, Paris, Les Belles Letres, 1984, pgs. 1-

    13. 8 PLATN, Fedro, Edicin bilinge, traduccin, notas y estudio preliminar por Luis Gil Fernndez,

    Madrid, Instituto de Estudios Polticos, 1970.

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    Platn diferencia este medio premonitorio, del que realizan aquellos que en posesin de

    sus facultades mentales se sirven para ejecutarlo de aves y de otros indicios, ejercitando

    la comprensin y la informacin. Esta tcnica es llamada ionstica. As la mntica

    es un estado del alma producido por la intervencin de la divinidad, mientras que la

    ionstica procede de los hombres9.

    Este tipo de locura se refugi en el culto a los dioses, desarrollndose mediante ritos

    purificatorios e iniciaciones con los que hace libre de culpa en el presente y en el

    futuro al que tiene parte de ella, descubriendo para quien est loco y posedo en su

    debida forma el medio de liberarse de las desgracias que lo afligen.

    Grupo de sibilas griegas:

    1. Herophila de Eritrea.

    2. Herophila de Marpesso, llamada igualmente sibila Gergithica, Troyana o

    Hellespontica.

    3. Sibila Frigia o neo-Frigia de Ancira, Casandra o Taraxandra.

    4. Sibila de Colofn, Lampousa.

    5. Sibila de Samos, que no se distingua en origen de la Herfila de Eritrea,

    despus identificada con el nombre de Pitho.

    6. Sibila de Sardos, asimilable a las sibilas de Efeso y de Rodas.

    7. Sibila de Delfos o de Delos, Dafne, llamada tambin Tesaliana o Lamisca.

    8. Sibila Tesprotica, Epirotica o Macednica, que oficiaba en los alrededores de

    Dodona.

    9 Ib., pgs. 27-29.

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    Grupo de sibilas italianas:

    1. Sibila de Cumas. Es el desdoblamiento de la Herfila de Eritrea, que fue

    introducida en Italia por colonos de Eolia a partir del siglo VI antes de Cristo. Su

    viaje a Italia se relaciona con la concesin de Apolo a Herfila de tantos aos de

    vida cuantos granos de arena pudiera contener en su mano, siempre que viviera

    fuera de su tierra. Fue paulatinamente italianizada y se le asigna una gruta en la

    montaa de Cumas, situada en las proximidades de un templo de Apolo.

    Tambin se la conoce con los nombres de Amaltea, Demfila o Defoba. Est

    relacionada con la historia de Roma, ya que es visitada por Eneas y vende al rey

    Tarquinio tres libros con los orculos sibilinos. De ella derivan todas las

    restantes sibilas italianas. De este modo describe el arquelogo Amedeo

    Maiuri10 los campos ardientes, donde habitaba la Sibila de Cumas: una multitud

    de crteres y todos los fenmenos ms nicos y diferentes de la hidrologa y del

    vulcanismo, fuentes termales y minerales, surgidas de la tierra o de la

    profundidad de los mares, fumarolas con calientes emanaciones de gases,

    volcanes apagados y lagos surgidos de crteres hundidos, bosques centenarios

    que mantienen las cuestas de otros crteres, suaves hundimientos de la tierra y

    violentas y repentinas explosiones de los volcanes, que dan la razn a los que

    pusieron el nombre de Campos Ardientes a la regin occidental de Npoles.

    2. Sibila Cimeria.

    3. Sibila Itlica.

    4. Sibila Lucaniana.

    5. Sibila Siciliana.

    6. Sibila Tiburtina, tambin conocida como Albunea.

    10 Vid. Iannoni, op. cit., pg. 49.

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    Grupo de Sibilas orientales:

    1. Sibila Herfila: es el origen de todas las dems sibilas y, por lo tanto, la ms

    antigua de todas.

    2. Sibila Lbica, asimilada con la Sibila Egipcia.

    3. Sibila Prsica. Se confunde con la Babilnica, la Caldea o Hebraica, Sabia y

    Sambeta.11 Fue utilizada por los judos para afirmar la superioridad de su

    cultura y para establecer una continuidad entre los profetas y las sibilas12.

    ROMA

    En la poca romana continan los estudios sobre las sibilas y se produce su

    divinizacin. Fue la Sibila de Cumas, llamada tambin Amaltea, la que ofreci al rey

    Tarquinio nueve libros de profecas sobre los destinos de Roma por un precio

    determinado. Como el rey se neg a comprarlos, la Sibila quem tres libros y repiti la

    oferta para los seis restantes. Tarquinio se neg de nuevo y la sibila quem otros tres.

    Por fin el rey compr los tres que quedaban, los cuales fueron guardados en una urna de

    piedra en el templo de Jpiter Capitolino. Slo se consultaban en pocas de crisis por un

    sacerdote preparado para ello.

    En el ao 83 a.C. los libros desaparecieron en el incendio de Roma, por lo que el

    Senado quiso reconstruirlos enviando una delegacin a Eritrea, de donde era la sibila

    ms celebre, noble y prestigiosa. Se lleg a recopilar un milln de orculos, que fueron

    depositados en el templo de Jpiter Capitolino. En la poca imperial su prestigio creci,

    11 Ib., pgs. 14-16.

    12 Vid. Iannoni, op. cit., pgs. 29-35.

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    debido al inters de Augusto por las adivinanzas13. Su entrevista con la Sibila Tiburtina

    en el Capitolio fue recogida por Santiago de la Vorgine14, el cual a su vez se hace eco

    de la leyenda narrada por el papa Inocencio III sobre la visin del emperador Octavio

    Augusto y la Sibila Tiburtina. En dicha visin se apareca a la hora del medioda

    alrededor del sol un crculo de oro y dentro de l la imagen de una Virgen con un nio

    en su regazo. Del cielo sala una voz que deca Ese es el altar del cielo. Con

    posterioridad la Sibila le dijo al emperador esta frase Este nio que ves en el regazo de

    esa doncella tiene ms categora que t, adralo. En este lugar se erigira en la Edad

    Media un templo consagrado a Santa Mara Ara Coeli.

    Augusto tras la victoria de Anzio (31 a.C.) edific en el Palatino un templo a Apolo, a

    donde traslad los libros sibilinos desde el templo de Jpiter. Convertido en Pontfice

    Mximo hizo examinar los textos sibilinos existentes en griego y en latn, que

    circulaban libremente. Slo una minora result autnticamente sibilino, adjuntndose al

    corpus ya existente. Los restantes dos mil libros fueron quemados15.

    Entre los escritores romanos que pusieron de moda las sibilas destaca Virgilio, que

    consagra a la Sibila de Cumas como la sibila oficial del Imperio Romano, ayudando a

    Eneas en el viaje al infierno. Virgilio dedica todo el libro VI de la Eneida a la Sibila de

    13 Emile Male en su obra Lart religieux de la fin de la moyen age en France, Pars, 1969, pg. 255,

    relaciona la visin que tuvo Augusto de la Virgen con el Nio en el Capitolio con la Sibila Tiburtina, y la hace derivar de obras como el Speculum humanae salvationis, las Tres riches heures de Chantilly, un cuadro pintado por Jan Van Eyck existente en la iglesia de Ypres, y del Trptico de Middlebourg de Roger van der Weyden. La versin que da Male es distinta de la de Santiago de la Vorgine. En ella afirma que es el emperador el que pregunta a la Sibila sobre el futuro que le esperaba, y sta se lo muestra desde lo alto del Capitolio, ensendole en el cielo entreabierto una Virgen que lleva un nio entre sus brazos, a la vez que una voz pronuncia las palabras Haec est ara coeli. El emperador emocionado por esta visin hizo gravar estas palabras sobre un altar dedicado a la futura madre del mundo. Es en este lugar donde ms tarde se erigir la iglesia del Ara Coeli. El arte italiano representa esta escena a partir del siglo XII. 14

    Vorgine, Santiago de la La leyenda dorada, Madrid, Alianza Forma, 1982, vol. I, pgs. 55-56. 15

    Vid. Luca, op. cit., pgs. 12-13.

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    Cumas, donde Anquises predice la gloria romana e informa de la estirpe troyana de la

    que desciende Augusto. Cuando Eneas llega a las playas de Cumas se dirige a la roca

    que gobierna Apolo, donde se encuentra la gruta de la sibila. All tiene lugar su

    encuentro con ella y le pide que le adivine el porvenir16.

    La Sibila de Cumas le predice a Eneas cruentas guerras en el Tber, aunque le dice que

    no tenga miedo y que siga su viaje, porque una ciudad griega le abrir el camino. Eneas

    le pide tambin a la sibila que le gue hacia las puertas del infierno para poder ver a su

    padre Anquises. La sibila le dice que tiene que llevar una rama de oro como obsequio a

    Proserpina. Una vez encontrada la rama, Eneas vuelve a la cueva de la sibila, que le va a

    guiar hasta la boca del Averno. En la laguna Estigia se encuentran con el barquero

    Caronte, al que le da la rama de oro, que simboliza el destino. Con este presente traslada

    a Eneas y a la sibila al otro lado de la laguna, donde se encuentran con el cancerbero,

    que es apaciguado por la sibila con frutas medicinales que lo duermen. Por fin Eneas

    penetra en el Averno guiado por la sibila y llegan a los bosques bienaventurados, donde

    la sibila pregunta por el lugar en el que se halla Anquises. Un hroe les gua hasta el

    padre de Eneas y ste le narra su futuro venturoso en Italia, la creacin de Roma, y el

    reinado de Augusto que fundar dos siglos de oro de nuevo en el Lacio y extender su

    imperio desde la India hasta donde vive Atlas. Tras mostrarle la visin de la fama que le

    espera, Anquises gua a Eneas y a la sibila hasta la salida, donde encuentra a sus

    compaeros.

    Virgilio es tambin el autor de la famosa IV gloga, escrita alrededor del ao 40 a.C.. El

    poema est dedicado a la venida inminente de un nio. El poeta despus de invocar a la

    16 Virgilio, Eneida, Madrid, Alianza Editorial, 1986, Libro VI, pgs. 147-174.

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    musa se refiere a la profeca de la Sibila de Cumas, que vaticinaba que el nacimiento de

    ese nio supondra el fin de la Edad de Hierro y el regreso de la Edad de Oro. Mientras

    ese nio crece, el gnero humano habr de purificarse de la antigua culpa, volviendo el

    mundo a su esplendor primitivo. La importancia dada por Virgilio a este nio ser

    aprovechada por los cristianos, que harn una interpretacin en clave mesinica de esta

    gloga17.

    Ultima Cumaei venit iam carminis aetas;

    Magnus ab integro saeculorum nascitur ordo.

    Iam redit et virgo, redeunt Saturnia regna,

    Iam nova progenies coelo demittitur alto.

    Tu modo nascenti puero, quo ferrea primum

    Desinet, ac toto surget gens aurea mundo,

    Casta, fave, Lucina, tuus iam regnat Apolo.

    Eusebio de Cesarea en su Vida de Constantino, escrita en el siglo IV d.C. afirma que

    Virgilio, siguiendo el orculo de la Sibila de Cumas, haba vaticinado la llegada del

    cristianismo, aludiendo en su gloga a la Virgen Mara, Iam redit et Virgo, a Cristo,

    nova progenies, y a la muerte de la serpiente del Gnesis, occidet et serpens.

    Pero fue Varrn, el gran anticuario, el autor de un completo estudio sobre el tema de las

    sibilas. En su obra Antiquitates rerum humanarum et divinarum, dedicada a Julio Csar

    y publicada en el ao 47 a.C., realiza un estudio enciclopdico de las instituciones

    civiles y religiosas. Aunque no poseemos el libro de Varrn, conocemos sus teoras

    17 Vid. de Luca, op. cit., pg. 14.

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    gracias a que sus textos fueron copiados literalmente por Lactancio en su obra Divinae

    Institutiones18.

    Varrn afirmaba que los libros sibilinos no eran la obra de una sola profetiza, que los

    antiguos llamaban sibilas a todas las adivinas, que eran el nombre de una mujer de

    Delfos, que en dialecto elico significaba consejo de los dioses. A las sibilas les

    sucede algo parecido a lo que les ocurre a los hrcules. Los autores no se ponen de

    acuerdo en cuanto a su nmero19. Fue Varrn el primero que establece el nmero de

    diez sibilas, ordenadas cronolgicamente y con las fuentes sealadas20:

    1. La primera es la Sibila Prsica, mencionada por Nicanor, que escribi la

    empresa de Alejandro Magno.

    2. La segunda es la Sibila Lbica, citada por Eurpide en el prlogo de Lamia.

    3. La tercera es la Sibila Dlfica, de la que habla Crisipo en el libro que compuso

    sobre las adivinanzas. Se identifica con Dafne.

    4. La cuarta es la Sibila Cimeria, que Nevio nombra en los libros sobre las guerras

    pnicas y Pisn en los anales. Sus testimonios son frecuentes en el Lazio y la

    Campania.

    5. La quinta es la Sibila Eritrea, que Apolodoro de Eritrea cita como coetnea.

    Vaticin la Guerra de Troya

    6. La sexta es la Sibila Samia, a la que Eratstenes deca haber descubierto en los

    antiguos anales de los samios.

    18 Ib., pg. 9.

    19 Vid. Rossi, pg. 214.

    20 M. Varro, Sibyllinos libros, tomado de Lactancio, Divinae Instituciones, Libro Primero, 6, pgs. 7-

    12.

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    7. La sptima es la Sibila Cumana, de nombre Amaltea, tambin llamada por otros

    como Erfila o Demfila. Llev los nueve libros sibilinos al rey Tarquinio, por

    los que le pidi treinta monedas de oro.

    8. La octava es la Sibila Helespntica, nacida en territorio troyano, en la villa de

    Marpesso

    9. La novena es la Sibila Frigia, que vaticin en Ancira.

    10. La dcima es la Sibila Tiburtina, de nombre Albunea, que fue adorada como

    diosa en Tvoli junto al ro Aniene

    El canon sibilino de Varrn fue preservado de su desaparicin gracias a Lactancio, que

    lo copi casi literalmente en su obra Divinae Instituciones21 . Lactancio no slo copia

    las diez sibilas de Varrn, sino que afirma que haban anunciado a los paganos el

    nacimiento, milagros, pasin, muerte, resurreccin y ltima venida de Cristo22. Gracias

    a Lactancio el canon de Varrn se pudo conocer y mantener de manera inalterable

    durante toda la Edad Media, siendo incorporado en sus escritos por diversos autores.

    A pesar de la importancia que tuvieron las sibilas en la Antigedad Clsica, tanto en la

    cultura como en la literatura, casi no existen imgenes que las hayan representado. Slo

    se han conservado dos monedas, una pintura mural y un relieve perteneciente a una gran

    crtera neotica De la Sibila de Cumas existe un relieve realizado en una moneda,

    donde se la ve representada de forma apolnea, y la frente envuelta en una corona de

    laurel. De la Sibila Dlfica nos ha quedado otra imagen impresa en una moneda de

    Constantino. Mejor suerte ha tenido la Sibila de Marpesso, que fue representada en una

    pintura pompeyana, la cual se encuentra hoy en el Museo Nacional de Npoles. En un

    21 Vid. Lactancio, op. cit., Libro I, 6, pgs. 7-12.

    22 Lactancio escribi su obra entre los aos 304 y 313, durante la gran persecucin de los cristianos

    llevada a cabo en la poca de Diocleciano.

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    templo, seguramente de Apolo por el trpode, una mujer erguida, en el acto de

    inspiracin, pronuncia un vaticinio que es escuchado por tres personajes: un viejo

    sentado con un nio y un joven. Panofski interpret esta escena como una

    representacin de la Sibila Casandra23, que vaticin la ruina de Troya al viejo Pramo

    delante de ctor y Astinato. Otra interpretacin es la de Rober, quien cree que es la

    Sibila de Marpesso, que vaticin la fundacin de Roma a Anquises, Eneas y Ascanio24.

    Finalmente est el denominado Vaso Medici, consistente en una gran crtera griega de

    mrmol fechada en torno al ao 50 antes de Cristo. Tiene 1,73 m. de altura y 1,35 m. de

    dimetro. En 1571, despus de haber sido adquirida al escultor Giacomo del Duca,

    ingresa en los talleres de restauracin de la Villa Mdicis, donde va a ser recompuesta a

    partir de ms de ochenta fragmentos. En esos talleres va a permanecer hasta el momento

    de su instalacin en la logia entre 1602 y 1605, convirtindose en elemento fundamental

    de la decoracin de la villa del cardenal Fernando de Mdicis25. Una vista annima del

    siglo XVII nos muestra el Vaso Mdicis situado en uno de los lados de la Logia de los

    Leones26. Entre 1780 y 1788 la mayora de las esculturas movibles de la villa fueron

    trasladadas a Florencia y entre ellas se encontraba el Vaso Medicis, que se incorpora a

    la Galera de los Uffizi, donde ha permanecido en diversas salas hasta hoy, salvo el

    periodo que estuvo en Palermo, entre 1800 y 1803, para salvarlo de los franceses27. El

    tema del relieve ha sido muy discutido, pero es muy posible que represente a los

    prncipes griegos consultando a la Sibila de Delfos antes de atacar a Troya. El relieve

    muestra a una mujer sentada en posicin abandonada bajo la estatua de una divinidad

    reconocida como Artemis y rodeada por dos filas de guerreros griegos.

    23 Sea cual sea la imagen representada en Npoles, est claro que se trata de un vaticinio sibilino. Por otro

    lado, despus de la poca de Homero, Casandra se identifica con la Sibila Frigia, tambin llamada Sibila de Marpesso. 24

    Vid. Rossi, op. cit., pg. 209. 25

    Gasparri, Carlo, La collection dantiques du cardinal Ferdinand , en La Villa Mdicis, Chastel, Andr, Dir., vol. 2, Academie de France a Rome, Roma, 1991, pgs. 446, 471, 477 y 482. 26

    Ib., pg. 459. 27

    En los jardines Kew de Londres hay una copia a menor escala del Vaso Mdicis.

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    Capilla de los Benavente en la iglesia de Santa Mara de Medina de Rioseco,

    Valladolid

    La poblacin de Medina de Rioseco es conocida como la Ciudad de los Almirantes por

    la donacin de la villa por Juan II a don Alonso Enrquez, Almirante de Castilla, quien

    la convirti en sede del almirantazgo y del mayorazgo familiar28. Las obras de la iglesia

    parroquial, consagrada a Santa Mara, se inician hacia 149029, debiendo estar ya cerrada

    la fbrica en 1536, pues en esa fecha ya se estaba haciendo el coro30. Siete aos ms

    tarde, en 1543, el mercader y vecino de Valladolid, lvaro de Benavente, adquiere la

    sacrista de la parroquia, situada a la izquierda de la cabecera, en el testero de la capilla

    del lado del evangelio, con el fin de destinarla a capilla funeraria familiar. La familia de

    los Benavente provena de Medina de Rioseco, donde se haba enriquecido gracias al

    florecimiento econmico de la regin. Hacia 1530 lvaro de Benavente se establece en

    Valladolid, donde sola pasar largas temporadas la corte de Carlos V. All debi conocer

    al secretario del emperador, Francisco de los Cobos, quien por esos aos estaba

    empeado en la construccin de una capilla funeraria en beda, consagrada a la

    Concepcin.

    La construccin de la capilla se realiza entre los aos 1544 y 1546 bajo la direccin

    arquitectnica de Juan del Corral. A la capilla, consagrada a la Inmaculada Concepcin,

    se accede en la actualidad desde el presbiterio de la iglesia por una reja situada en el

    costado derecho. Sin embargo un grabado de Jenaro Prez Villamil, fechado en el ao

    28 Soria Heredia, Fernando, La capilla de los Benavente en la iglesia de Santa Mara. Medina de Rioseco.

    Iconografa y simbologa, Diputacin Provincial de Valladolid, 2001, p. 15. 29

    Garca Chico, Esteban, Catlogo monumental de la provincia de Valladolid, Medina de Rioseco, tomo I, Valladolid, 1956. Segunda edicin, 1991, p. 43. 30

    Parrado del Olmo, Jess Mara, La hallenkirche en Medina de Rioseco: dos edificios significativos en el medio espaol, Cultura y Arte en Tierra de Campos. I Jornadas Medina de Rioseco en su historia, Diputacin Provincial de Valladolid, 2001, pp. 74-76.

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    1847, nos muestra el acceso abierto por los pies a travs de un arco, que hoy est

    cerrado por una puerta de madera. Tiene planta cuadrada y cabecera absidal, donde se

    sita el retablo de la Inmaculada Concepcin, realizado por Juan de Juni a partir del ao

    155731. El resto de los muros y la bveda fueron decorados con estuco policromado y

    pinturas, en las que intervinieron varios artistas. El director de los trabajos fue el

    escultor Jernimo del Corral, con el que colaboraron el escultor Mateo Bolduque, el

    rejero Francisco Martnez, y los pintores Antonio de Salamanca, Francisco de

    Valdecaas y Martn Alonso32.

    El aspecto ms importante y significativo de la capilla, junto con el retablo de Juni, es el

    programa iconogrfico, cuya creacin Garca Chico33 atribuye al dominico Juan de la

    Pea, fraile del convento de San Gregorio de Valladolid, profesor de Vsperas de la

    Universidad de Salamanca y amigo personal del fundador. Dado el carcter funerario de

    la capilla, el programa posee un claro contenido apocalptico, cuyo desarrollo se ha

    adaptado a la estructura de su arquitectura, formada por los tres muros y la cpula, es

    decir por cuatro grandes superficies: el muro de la izquierda se ha dedicado al Gnesis,

    el muro frontal al Anuncio de la venida de Cristo al mundo, el muro de la derecha, que

    corresponde a la cabecera, al Apocalipsis, y la cpula a la interrelacin entre el mundo

    pagano, el pueblo judo y el cristianismo. De este modo queda plenamente configurada

    la ciudad de Dios, tema que se difunde por toda Europa a partir del siglo XV por medio

    de los libros de horas, que suelen ir acompaados de numerosos grabados.

    31 Martn Gonzlez, Juan Jos, Juan de Juni. Vida y obra. Madrid, 1974, pp. 219-231.

    32 Redondo Cantera, Mara Jos, Dinero, muerte y magnificencia: lvaro de Benavente y su capilla

    funeraria, en Cultura y Arte en Tierra de Campos. I Jornadas Medina de Rioseco en su historia, Diputacin Provincial de Valladolid, 2001, pp. 55-66. 33

    Garca Chico, Esteban, La Capilla de los Benavente en Santa Mara de Rioseco Boletn del Seminario de Estudios de Arte y Arqueologa, Valladolid, 1934, pp. 321-328.

  • 15

    1. Muro del Gnesis.

    El tmpano est dedicado al Gnesis: en el centro el Padre Eterno crea a Eva del costado

    de Adn34, a la izquierda Eva le entrega a Adn las manzanas del rbol de la ciencia del

    bien y del mal, y a la derecha el momento en el que Adn y Eva son expulsados del

    Edn por un ngel con una espada, precedidos por un esqueleto tocando una guitarra,

    anuncindoles que por su pecado han condenado a la humanidad a la muerte. De este

    modo en el tmpano de la Creacin ya estn anunciados algunos momentos de la

    historia posterior de la humanidad: la muerte y la creacin de la Iglesia por Cristo. La

    decoracin se completa con escenas alusivas a otros momentos de la creacin: los

    vientos, la luna y el sol, los pjaros, las plantas y un grupo numeroso de animales

    terrestres.

    Las tres escenas principales del Gnesis estn directamente inspiradas en tres grabados

    de la obra de Hans Holbein Historiarum Veteris Testamenti icones ad viuum expressae,

    que fue publicada originalmente en Lyon en el ao 1538. La primera edicin espaola

    fue realizada en el ao 154335.

    34 Santiago Sebastin en el artculo El programa de la capilla funeraria de los Benavente de Medina de

    Rioseco, Traza y Baza, Palma de Mallorca, 1973, num. 3, p. 21, afirma que la escena de Eva surgiendo del costado de Adn es smbolo de la Iglesia saliendo del costado de Cristo crucificado. Esta teora ya fue expuesta por Reau en su Iconografa del arte cristiano. Iconografa de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Ediciones Serbal, 1996, tomo 1, volumen 1, p. 96. Reau afirma que, segn San Pablo y los telogos de la Edad Media, la creacin de Eva que sale del flanco de Adn dormido, es el smbolo del nacimiento de la Iglesia que sale del flanco abierto de Cristo en la cruz. 35

    Vid. Redondo Cantera, op. cit., pp. 38 y 39. Esta profesora ha demostrado que lvaro de Benavente posea un ejemplar en espaol de la obra de Hans Holbein. En el ao 2001 el profesor Bernat Vistarini ha realizado una edicin facsmil de la primera edicin espaola del ao 1543. Los tres rimeros grabados corresponden de manera clara a las tres escenas del tmpano del Gnesis de la capilla de los Benavente. El texto que acompaa a los grabados es bilinge, latn y espaol. El primero corresponde a la Creacin, el segundo al Pecado, y el tercero a la Expulsin del Edn. Al respecto es necesario decir que Hans Holbein public en el ao 1538 una obra dedicada a las Imgenes de la muerte, que se inicia con las mismas tres escenas de la Capilla, -Creacin de Eva, Pecado original y Expulsin del Paraso- y termina con el Juicio Final.

  • 16

    Debajo del tmpano hay un retablo realizado en yeso policromado y consagrado a Cristo

    triunfante, bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo la bola del mundo con la

    mano izquierda. Las cuatro hornacinas de las entrecalles estn ocupadas por los cuatro

    padres de la Iglesia Latina con sus correspondientes atributos: San Jernimo, San

    Agustn, San Ambrosio y San Gregorio Magno. Dos virtudes coronan el tico: la

    Caridad y la Justicia36. Sobre la puerta de la sacrista de la capilla, ubicada en el lado

    derecho, hay una superficie hoy vaca y rodeada por cuatro ngeles que sostienen unos

    cortinajes. En ese lugar haba originalmente un crucificado.

    2. Muro de la Anunciacin.

    A ambos lados de la ventana situada en el centro del tmpano se representa la escena de

    la Anunciacin, que simboliza el anuncio de la primera venida de Cristo al mundo: a la

    izquierda el arcngel San Gabriel y a la derecha la Virgen en un trono cubierto por

    cortinajes sostenidos por ngeles.

    El muro est ocupado por tres arcosolios con cuatro monumentales figuras estipitescas

    situadas delante de los pilares. Bajo los tres arcos se han situado los sepulcros de los

    antepasados del fundador bisabuelos, abuelos y padres- en cuyos tmpanos hay tres

    pinturas de Antonio de Salamanca, que representan tres escenas evanglicas, en las que

    Jess resucita a un personaje: la hija de Jairo, el hijo de la viuda de Nan y Lzaro.

    3. Muro del Juicio Final.

    36 Esta virtud cardinal slo lleva uno de sus atributos, la espada, faltndole la balanza.

  • 17

    El tercer tmpano, situado sobre el retablo mayor, es el ms complejo por el gran

    nmero de escenas y de figuras representadas. La escena principal, situada en el centro,

    representa la visin apocalptica de San Juan de la segunda venida de Cristo. Cristo

    aparece triunfante en un trono sobre el demonio y la muerte, que aparecen a sus pies, y

    rodeado del Tetramorfos: el primero se asemeja a un len, el segundo a un toro, el

    tercero a un hombre y el cuarto a un guila. Estn tomados de la visin de Ezequiel y en

    su origen representaban los signos zodiacales. En la simbologa cristiana han sido

    interpretados de maneras diferentes: cuatro aspectos de Cristo encarnado hombre en su

    nacimiento, toro en su muerte, len en su resurreccin y guila en su ascensin- los

    cuatro evangelistas y los cuatro ros del Paraso salidos de una fuente comn37. Cristo

    Juez compone la Deesis con las figuras de la Virgen y San Juan Bautista, el Precursor,

    que arrodillados imploran por el perdn de los pecadores. Por encima de Cristo se halla

    el Padre Eterno y la paloma del Espritu Santo.

    Rodean por la parte superior el trono de Cristo figuras del Antiguo y del Nuevo

    Testamento, empezando por Adn y Eva y siguiendo con Abraham, que alza la espada

    sujeta por un ngel, No, subiendo el arca sobre su cabeza, Moiss con las tablas de la

    ley, Josu con un sol grabado en el escudo y una banderola en la mano derecha, David

    con el arpa, y Salomn con una espada en la mano. Varias mujeres asoman sus cabezas

    cubiertas por encima de los hombros de estas figuras del Antiguo Testamento. Una de

    ellas lleva en la mano un cuerno y ha sido interpretada como la cortesana Rahab, que

    dio albergue en su casa a los exploradores enviados por Josu. Estas mujeres podran ser

    sibilas y la que lleva el cuerno podra ser identificada como la Sibila Cimeria, que

    muestra el cuerno que simboliza el amamantamiento de Jess. Siguen luego una serie de

    37 Rau, Louis, Iconografa del arte cristiano. Iconografa de la Biblia. Nuevo Testamento, Barcelona,

    Ediciones del Serbal, 1996, tomo 1, volumen 2, p. 711.

  • 18

    mujeres y al otro lado comienzan las figuras de la Nueva Ley, que Soria Heredia38 ha

    identificado con Santa Isabel, Zacaras, Simen, la profetiza Ana, San Dimas, los Santos

    Inocentes, San Juan con la copa en la mano, San Andrs, Nicodemo o Jos de Arimatea,

    ocho mujeres, un religioso, un guerrero, un emperador, un papa, un obispo y finalmente

    un personaje con un libro cerrado. Debajo de Cristo estn los ngeles del Juicio Final

    haciendo sonar las trompetas y en la zona inferior los condenados o resucitados.

    As pues, si el programa iconogrfico se inicia con la creacin de Eva del costado de

    Adn, como imagen de la creacin de la Iglesia del costado de Cristo, finaliza con el

    Triunfo de la Iglesia o de la Nueva Ley. Por lo tanto en la capilla de los Benavente nos

    encontraramos con una clara representacin cristiana de la Iglesia, que nos permite

    alcanzar el Paraso celestial.

    Debajo del tmpano se halla el retablo de la Inmaculada Concepcin dividido en tres

    calles y dos cuerpos erigidos sobre un banco, en el que aparece un medalln con la

    imagen del Salvador en el centro, y a los lados las cuatro figuras del Tetramorfos: el

    len, el toro, el guila y el hombre. La hornacina central est ocupada totalmente por la

    escultura de la Inmaculada, debajo hay un altorrelieve con el abrazo de Santa Ana y San

    Joaqun ante la Puerta Dorada, y en las entrecalles cuatro relieves con escenas de la vida

    de la Virgen y de sus padres: el rechazo por el sumo sacerdote de la ofrenda de San

    Joaqun, el anuncio a San Joaqun de su paternidad, el nacimiento de la Virgen y la

    presentacin en el templo.

    El Triunfo de Cristo en Ticiano, antecedentes y consecuencias

    38 Vid. Soria Heredia, op. cit., pp. 111-130.

  • 19

    El modelo iconogrfico de esta escena del Juicio Final es el Triunfo de Cristo realizado

    por Ticiano e inspirado en obras anteriores. Savonarola fue el primero en representar a

    Cristo sentado sobre un carro de cuatro ruedas y acompaado por una multitud de

    patriarcas, profetas, hroes de la Antigua Ley, apstoles, predicadores, mrtires y

    doctores. Esta obra pudo inspirarse en los Triunfos de Petrarca. El grabado de Ticiano39,

    derivado de Savonarola, representa el Triunfo de Cristo, en el que Jess aparece en

    medio de un cortejo, subido sobre un carro de cuatro ruedas tirado por los cuatro

    animales del tetramorfos. Delante marchan los hroes de la Antigua Ley con sus

    emblemas triunfantes: Adn y Eva, Abel, No con el arca, Moiss con las tablas de la

    Ley, Josu con una coraza con un sol, Abraham con la espada del sacrificio sujeta por

    un ngel e Isaac llevando sobre los hombros un montn de lea, Jons con un pez

    ensartado en una caa y David con el arpa. A continuacin vienen varias mujeres que

    representan a las sibilas, algunas de las cuales llevan estandartes con sus nombres y

    textos relativos a sus adivinanzas: Frigia, Samia, Dlfica, Eritrea, y Cumea. Detrs del

    carro de Cristo se halla el cortejo de la Iglesia Cristiana encabezado por San Juan

    Bautista y San Pedro, seguidos por los apstoles con sus atributos, papas y obispos de la

    Iglesia, santos y mrtires, y monjes. Entre ellos son reconocibles San Cristbal, San

    Lorenzo, y un caballero con armadura reluciente40. En algunos grabados franceses

    39 El grabado derivado de Ticiano fue dado a conocer inicialmente por Adolfo Venturi, que lo public en

    el ao 1906 en la Revue de lArt Ancien et Moderne, tomo XX-2, julio-diciembre, Paris, pp. 81-93 y 209-221. El dibujo de Ticiano fue estampado originalmente en diez tacos. El Museo Britnico de Londres conserva un grabado fechado entre 1510 y 1511 de autor annimo italiano con diez tacos, que desarrollan de manera completa el diseo de Ticiano. 40

    En el catlogo de la Exposicin celebrada de octubre a diciembre de 2004 en el Real Alczar de Sevilla, titulada La coleccin de estampas de Hernando Coln (1488-1539). Coleccionismo en la era del Descubrimiento, Barcelona, Fundacin la Caixa, 2004, pgs. 118-121, aparece publicado de manera completa el diseo de Ticiano. Aunque en el catlogo se dice que es de autor italiano, las leyendas estn escritas en francs

  • 20

    inspirados en Ticiano aparecen la muerte, la carne, el demonio y el pecado41. Un

    grabado de Teodoro de Bry, que copia el modelo de Ticiano, designa a las sibilas con

    sus nombres42.

    Un ejemplo de la influencia del grabado de Ticiano en el arte europeo lo encontramos

    en un cuadro de la catedral de San Vito de Praga, que representa el Triunfo de Cristo.

    Esta obra copia casi literalmente a Ticiano. Representa la historia de la ciudad de Dios

    desde Adn y Eva hasta los santos de la Iglesia a la manera de los triunfos a la romana.

    La marcha se inicia con el ngel de la espada de fuego, que expuls del Paraso a Adn

    y Eva, que se hallan debajo cogiendo el fruto del rbol prohibido. Siguen los patriarcas

    y reyes del Antiguo Testamento: No con el arca, Abrahn con la espada sujeta por un

    ngel, Isaac con un haz de lea sobre el hombro, Moiss con las tablas de la ley, Josu

    con una lanza en la que lleva un sol y una coraza, Jons con un pez colgado de un palo y

    David con el arpa. A continuacin vienen cinco sibilas portando estandartes con sus

    nombres: Frigia, Dlfica, Samia, Eritrea y Cumea. El centro de la composicin est

    ocupado por el carro de Cristo triunfante, precedido por ngeles trompeteros. El carro

    est tirado por los cuatro animales del Tetramorfos y es acompaado por los cuatro

    padres de la Iglesia Latina. Tras el carro se hallan los apstoles, que son precedidos por

    San Juan Bautista y seguidos por un numeroso grupo de mrtires, santos y confesores,

    entre los que destacan San Lorenzo con la parrilla, San Cristbal con el Nio Jess

    sobre los hombros y algunos fundadores de rdenes, que salen de la puerta de una

    ciudad, que podemos identificar con la ciudad de Praga como imagen de la ciudad de

    Dios. Al igual que en el grabado de Ticiano delante de San Cristbal hay un rey, que en

    41 Morales Folguera, Jos Miguel, La Casa del Den en Puebla, Mxico. Interpretacin neoplatnica y

    emblemtica del tema del Triunfo de la Iglesia o de la Nueva Ley, en Los das del Alcin. Emblemas, Literatura y Arte del Siglo de Oro, Universitat de les Illes Balears, 2002, p. 456. 42

    Male, Emile, Lart symbolique a la fin du Moyen Age, La Revue de lart ancien et moderne, tome XIX, 1906, Paris, p. 121.

  • 21

    este caso representa claramente por sus vestimentas y el escudo a un monarca del

    imperio austrohngaro. Debajo de la marcha triunfal varios textos escritos en latn dan

    informacin sobre los grupos ubicados encima. Cada cita va acompaada con la fuente

    bibliogrfica.

    4. Pechinas.

    Las cuatro pechinas estn dedicadas a establecer la sintona entre el mundo pagano y el

    cristianismo, para lo cual se han formado cuatro parejas de sibilas-evangelistas: los

    evangelistas en relieve escribiendo sus libros sobre la superficie triangular de las

    pechinas, y debajo las sibilas de pie sobre la cornisa de la capilla. San Marcos va

    acompaado de la Sibila Prsica, que tiene un farol en la mano derecha, sostiene una

    cartela con la izquierda y pisa una serpiente. San Juan forma pareja con la Sibila

    Helespntica, que lleva la cruz de la crucifixin de Cristo. San Lucas est unido a la

    Sibila Frigia, que porta la cruz de la Resurreccin. Y por ltimo debajo del evangelista

    San Mateo hay una cuarta sibila descabezada, que lleva una escudilla en la mano, que

    simboliza el rgano de la maternidad, por lo que puede representar a la Sibila Cumana,

    relacionada con la Natividad43.

    La decoracin de los muros no solo est compuesta por los dos retablos, los arcosolios

    funerarios y los paneles de los tmpanos, sino que tambin incluye una profusa

    decoracin de tipo grutesco, que est representada por una rica y variada

    43 Las cuatro sibilas escogidas se inspiran en modelos clsicos franceses derivados del Libro de Saint Gall

    y de varios libros de horas, que fueron adquiridos por altos personajes de la familia real espaola. El ejemplo ms importante es el Libro de Horas de Carlos V.

  • 22

    microarquitectura de ascendencia francesa44, las figuras estipitescas y vegetalizadas, las

    mscaras, putti, animales, un Hrcules a caballo, calaveras aladas, lazos y colgaduras,

    seres monstruosos, etc., cuya presencia ha sido interpretada como representacin de la

    lucha del alma para liberarse del pecado y de las pasiones y alcanzar la pureza

    celestial45

    5. Cpula.

    La capilla est cubierta por una cpula adornada con una estrella de tracera mudjar,

    entre cuyos plementos se han situado tres crculos de figuras, que completan el

    programa iconogrfico desarrollado en los muros y en las pechinas: el crculo externo

    est formado por ocho figuras de patriarcas y profetas, el crculo central por ocho

    planetas, y el crculo interno por ocho virtudes. El nmero de ocho es doble del

    cuaternario bsico y ha sido escogido fundamentalmente por cuestiones compositivas al

    situarse dos figuras en cada lado. Su simbologa es bastante complicada y han sido

    dadas varias interpretaciones. Santiago Sebastin ha hablado de escatologa pitgorica,

    que relaciona la inmortalidad astral con la mansin de las almas en los espacios

    celestiales46. De este modo la capilla quedara estructurada en tres niveles, que

    describen el viaje del alma humana hasta llegar a su hogar definitivo en el cielo: la zona

    ms baja, donde estn las tumbas de los Benavente, representa el lugar desde donde

    parten las almas hacia el cielo; los muros representan la esfera terrestre; y la cpula la

    esfera celestial, donde se encuentran las estrellas zodiacales o estrellas fijas con Ofiuco

    44 Gmez Martnez, Javier, El Renacimiento a la francesa en la obra de los Corral de Villalpando, en

    Cultura y Arte en Tierra de Campos. I Jornadas Medina de Rioseco en su historia, Diputacin Provincial de Valladolid, 2001, pp. 132-151. 45

    Garca lvarez, Csar, Grutescos y simbolismo neoplatnico en la capilla de los Benavente, en Cultura y Arte en Tierra de Campos. I Jornadas Medina de Rioseco en su historia, Diputacin Provincial de Valladolid, 2001, pp. 111-129. 46

    Vid. Sebastin, op. cit., pp. 22-23.

  • 23

    o Serpentario, que simboliza a la Virgen Mara. Esta simbologa estara relacionada con

    la del modelo ms importante utilizado en la cpula, los Triunfos de Petrarca, una de

    cuyas interpretaciones vincula los seis triunfos con una alegora de la condicin y del

    destino humano.

    Los ocho profetas representan prefiguras de Cristo: David y Salomn, Job e Isaas,

    Eliseo y Moiss, y Daniel y Jons. Los profetas son la correspondencia de las sibilas, ya

    que al igual que ellas cumplen el papel de anunciadores de la venida de Cristo al

    pueblo judo. David est representado con corona y con el arpa. Salomn con la espada,

    un nio pequeo y una mujer. Eliseo despidindose de su maestro Elas y con el castigo

    que Dios enva a los nios que se burlan de l. Moiss con las tablas de la ley. Jons con

    el cetceo. Daniel en el foso de los leones. Job ulceroso en el estercolero. E Isaas con

    un templo y una ciudad.

    Los ocho planetas componen una marcha triunfal, subidos en carros tirados por

    animales y con atributos, que reflejan su inspiracin directa en una edicin espaola de

    los Triunfos de Petrarca. Una de las primeras ediciones espaolas es la realizada por

    Arnao Guilln en 151247. Santiago Sebastin ha visto una interrelacin entre los

    planetas y los profetas, suponiendo una cristianizacin de las deidades paganas48. De lo

    que no cabe duda es del sentido neoplatnico de la cpula. Empezando por el Sol,

    ubicado en el frente, y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, los planetas

    representados son los siguientes:

    47 La edicin de Arnao Guilln de 1512 ha sido recientemente reeditada por Jacobo Cortines en 1983. Un

    anlisis de las ediciones existentes en Espaa puede verse en mi artculo citado sobre La casa del Den en Puebla, pp. 444-449. 48

    Vid. Sebastin, Arte y humanismo, op. cit., pp. 306-308.

  • 24

    El sol, caracterizado como Apolo, est situado en el testero de la capilla y va en

    un carro tirado por cuatro caballos blancos. Lleva corona, coraza y escudo con la

    imagen del sol. Detrs va una figura femenina negra y al lado del carro una serie

    de rostros deformes.

    Ofiuco o Serpentario va en un carro tirado por dos osos en alusin a la Osa

    mayor y a la Osa menor, y con una serpiente en la mano, que alude a la

    constelacin de Serpentario y al propio nombre de Ofiuco, que significa el que

    sujeta la serpiente.

    La Luna es representada por una mujer subida en un carro, del que tiran dos

    jvenes, una de las cuales ofrece un ramo de flores a la diosa, que lleva sobre la

    cabeza el planeta en cuarto creciente.

    Marte, representado como el dios de la guerra con una pica en la mano derecha y

    un escudo con la imagen de capricornio en la derecha, va en un carro tirado por

    dos caballos blancos.

    Mercurio con el caduceo en la mano va en un carro tirado por dos gallos.

    Jpiter con una espada en la mano tiene a Ganmedes a sus pies y el carro es

    tirado por dos guilas.

    Venus en un carro tirado por palomas tiene enfrente a Cupido dispuesto a lanzar

    una flecha con su arco.

    Saturno va en un carro tirado por dragones. Su imagen de anciano llevando una

    hoz est inspirada en el Cronos romano, que designaba a Saturno como el ms

    viejo y feroz de los dioses. Como patrn de la agricultura lleva una hoz en la

    mano49.

    49 Panofsky, Erwin, Estudios sobre iconologa, Madrid, Alianza Universidad, 1972, pp. 95, 97, 103 y 106.

  • 25

    Por ltimo en el crculo ms interno se han representado ocho virtudes, las tres

    teologales y las cuatro cardinales, a las que se ha unido la Bondad para componer el

    nmero de ocho necesario. El orden establecido es el siguiente: Fe, Esperanza,

    Caridad, Prudencia, Justicia, Templanza, Fortaleza y Bondad. Su situacin prxima

    al centro del cielo de la cpula, donde se han representado estrellas sobre un fondo

    azul, viene a sealar las virtudes que son necesarias para alcanzar la Gloria

    Celestial.

    La decoracin de la cpula incluye adems otras imgenes situadas en medallones

    ubicados en la unin de los plementos: ngeles pasionarios, escudos de la familia

    Benavente y querubines.

    La profesora Redondo Cantera50 ha realizado una interpretacin global de la capilla

    de manera muy pormenorizada, que sigue las teoras del profesor Sebastin, segn

    las cuales el programa representa en clave neoplatnica el camino que ha de seguir

    el alma del cristiano tras haber fallecido. En esta interpretacin falta un elemento

    importante, que es el que relaciona el programa de la capilla con otros programas

    espaoles, italianos, franceses y novohispanos. Nos referimos a las sibilas. Su

    presencia no es aleatoria, ni circunstancial, ni decorativa. Su ubicacin en estos

    programas iconogrficos viene a sealar que la venida de Cristo no slo fue

    anunciada a los judos sino tambin a los pueblos paganos, es decir al resto de la

    humanidad, que de este modo queda tambin incorporada al proyecto divino de

    salvacin universal. La presencia de las sibilas en este tipo de programas supone su

    inspiracin en un tipo de modelos literarios especficos, que circulaban por Europa

    50 Redondo Cantera, Mara Jos, Aportaciones al estudio iconogrfico de la capilla de Benavente,

    Boletn del Seminario de Arte y Arqueologa, XLVII, Valladolid, 1981, pp. 245-264.

  • 26

    entre las lites ilustradas desde el siglo XIII, y que en Espaa tiene su principio en la

    portada occidental de la catedral de Len y su poca de eclosin y difusin en el

    siglo XVI en una serie de obras ligadas directa o indirectamente con Italia y con

    Francia.