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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio Estudio Cualitativo promovido por el CERMI Estatal Por Antonio Jiménez Lara, Agustín Huete García y María Ángeles Huete García, sociólogos Madrid, mayo de 2003

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio Estudio Cualitativo promovido por el CERMI Estatal

Por Antonio Jiménez Lara, Agustín Huete García y María Ángeles Huete García, sociólogos

Madrid, mayo de 2003

Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Índice de Contenidos

Introducción............................................................................................... 2 Agradecimientos......................................................................................... 3 Diseño metodológico de la investigación .................................................... 4

Marco analítico .......................................................................................... 4 Estrategia de investigación desarrollada........................................................ 6 Perfil de la población consultada .................................................................. 9

La participación de las personas con discapacidad en los procesos electorales................................................................................................ 11

Perfil demográfico de los electores con discapacidad ..................................... 11 La actitud de las personas con discapacidad ante las elecciones...................... 13 Las limitaciones del derecho de sufragio...................................................... 14 El voto por correo .................................................................................... 16 La accesibilidad de la información electoral.................................................. 18 La accesibilidad de los colegios electorales .................................................. 18 La garantía de secreto en el voto ............................................................... 19

Estudio específico de determinados colectivos ......................................... 20 Personas con discapacidad física ................................................................ 20 Personas ciegas y con discapacidad visual ................................................... 24 Personas sordas y con discapacidad auditiva................................................ 28 Personas con discapacidad intelectual ......................................................... 32 Personas con enfermedad mental............................................................... 35

Anexo 1. Diseño de la Entrevista .............................................................. 42 Anexo 2. Guión de temas para el grupo de discusión................................ 44

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Introducción

Las personas con discapacidad siguen enfrentándose a barreras, obstáculos y discriminaciones incluso a la hora de ejercer el derecho y deber ciudadano del sufragio, cuando participan como votantes en las elecciones generales, autonómicas y municipales y en otros procesos consultivos (referendos, etc.). La existencia de barreras arquitectónicas en una gran cantidad de colegios electorales, que impiden que muchas personas con movilidad reducida puedan llegar hasta las urnas; las barreras de transporte, que dificultan el desplazamiento hasta los colegios electorales; la ausencia o insuficiencia de las medidas dirigidas a hacer accesible a las personas con discapacidad visual y auditiva la comunicación relativa al proceso electoral y el ejercicio del derecho de sufragio (desde la información relativa a los diferentes programas y candidaturas hasta las propias papeletas electorales, pasando por las informaciones relativas a los procedimientos de votación presencial o por correo), e incluso ciertos comportamientos y actitudes discriminatorias, son factores que hacen que muchas personas con discapacidad no puedan ejercer el derecho de sufragio en igualdad de condiciones con el resto de los ciudadanos.

En el CERMI Estatal se han venido recibiendo quejas y denuncias de distintas personas con discapacidad acerca de las dificultades que suelen encontrarse a la hora de ejercer el derecho al voto como consecuencia de la inadecuación e inaccesibilidad de los colegios y procesos electorales. Ante la comprobación de esas dificultades, se ha considerado oportuno por el CERMI Estatal abordar una investigación de campo que permitiera obtener información acerca de la forma en la que las personas con discapacidad se enfrentan al proceso electoral, e identificar las barreras y obstáculos que encuentran para participar en ese proceso, como base para formular con conocimiento de causa propuestas y acciones que resuelvan las dificultades advertidas. Este informe recoge los principales resultados de esa investigación, cuya fase de campo se ha desarrollado entre los meses de marzo y abril de 2003.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Agradecimientos

Para la elaboración de este estudio ha resultado decisiva la colaboración, amable y desinteresada, de las siguientes personas e instituciones: − Desiderio López Gómez. Unidad de Rehabilitación del Consorcio Hospitalario.

Salamanca. − Fernando García González. Fundación Abulense para el Empleo (FUNDABEM). − Julio Prenda Sánchez. Asociación Anima Vitae. Sevilla. − Loreto Hernández. Departamento de Imagen y Comunicación de la

Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España (COCEMFE).

− Asociación Cultural de Sordos de Sevilla. − Asociación de Allegados a Enfermos Esquizofrénicos de Sevilla (ASAENES). − Centro Cultural de Sordos de Salamanca. − Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Dirección Administrativa

de Salamanca.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Diseño metodológico de la investigación

Marco analítico

El objetivo de esta investigación ha sido obtener información acerca de la forma en la que las personas con discapacidad encaran los procesos electorales, e identificar las barreras y obstáculos que encuentran para participar en esos procesos.

Entendemos por proceso electoral no solo el acto de emitir el voto, que lo culmina, sino el conjunto de todos aquellos aspectos que son relevantes para la participación en las elecciones y consultas como elector, como candidato o como emisor de una opinión. Hemos tenido en cuenta en nuestra investigación, por ello, cuestiones como el acceso a la información sobre los diferentes programas y candidaturas electorales, la participación en las campañas, las facilidades o dificultades que las personas con discapacidad encuentran para formar parte de las candidaturas, los factores que inciden en la formación de la decisión de votar, los trámites necesarios para la emisión del voto por correo, las condiciones de accesibilidad del transporte y de los itinerarios peatonales que pueden incidir en el traslado hasta el colegio electoral, la señalización y accesibilidad de los colegios electorales, el diseño, tamaño, disposición y configuración de los espacios y mobiliario de los colegios (mostradores o mesas en los que se encuentran las papeletas, cabinas, mesas de votación, urnas, etc.) y la interacción con los miembros de las mesas, los interventores, la policía, los funcionarios de correos y las demás personas con las que los ciudadanos se relacionan al emitir su voto.

En este sentido, cabe estructurar los diferentes aspectos tenidos en cuenta según un eje temporal (que nos permite diferenciar los aspectos relacionados con el antes y los referidos al propio ejercicio del voto, o el durante del acto de votar) y según la naturaleza de los factores que condicionan la participación en el proceso, lo que nos lleva a una diferenciación entre los elementos que proceden del propio individuo o endógenos (las propias limitaciones derivadas de la situación de discapacidad) y otros que se encuentran en el propio sistema y que conforman lo que hemos llamado aspectos exógenos.

De forma más concreta, dentro de los aspectos de tipo endógeno (relacionados con las características de la persona) se han señalado como variables determinantes las siguientes:

! Dentro de las referidas a los momentos anteriores a la votación:

o Situación legal con respecto al derecho de sufragio activo (con especial referencia a la incapacidad para el ejercicio del sufragio).

o Participación en las campañas electorales.

! Durante el propio acto de votar:

o Independencia o dependencia (necesidad de ayuda de una tercera persona para trasladarse al colegio, seleccionar la papeleta y emitir el voto)

Dentro de los aspectos de tipo exógeno, es decir, los que se encuentran en el sistema electoral, se han abordado los siguientes:

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Antes del ejercicio del voto:

! Accesibilidad de la información electoral

Durante el propio acto de votar:

! Accesibilidad de los trámites necesarios para emitir el voto por correo ! Accesibilidad de los colegios electorales

Todos estos aspectos son considerados variables independientes, pues todos ellos determinan la forma en la que los ciudadanos con discapacidad ejercen su derecho al voto, considerado este resultado como nuestra variable dependiente. Tal como se muestra en la siguiente ilustración:

Marco analítico

Durante

Antes

Variable dependiente

Variables independientes

Forma en la que las personas con discapacidad ejercen suderecho al voto

Factores endógenos Factores exógenos

Obstáculos en elsistema electoral

Accesibilidad de la información electoral

Accesibilidad de los colegios electorales

Obstáculos personales

Situación legal

Participación en campañas electorales

Ejercicio del voto

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Estrategia de investigación desarrollada

Para llevar a cabo el estudio se ha recurrido al análisis de información procedente de fuentes secundarias y fuentes primarias.

Análisis de fuentes secundarias

Las fuentes secundarias se han utilizado en primer lugar para obtener información de contexto acerca de la problemática que se iba a analizar. En este sentido, se ha analizado la normativa existente acerca del derecho de sufragio, y en concreto la relacionada con la capacidad o incapacidad legal para votar. Por otra parte, se han utilizado datos procedentes de las diversas estadísticas sobre personas con discapacidad con el objetivo de conocer el alcance de la población objeto de estudio (la población con discapacidad en edad de votar).

En segundo lugar, se ha recurrido a otros documentos y publicaciones existentes para profundizar en determinados aspectos señalados por los entrevistados a lo largo del trabajo de campo.

Análisis de fuentes primarias

Para conocer los obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad a la hora de votar, se ha procedido a consultar directamente a los concernidos. Para ello se ha optado por una estrategia de investigación de tipo cualitativo.

Las técnicas cualitativas son llamadas también intensivas, ya que facilitan información en profundidad, aunque procedente de un número limitado de casos. Fueron varios los motivos por los que se optó por una estrategia cualitativa frente a una de tipo cuantitativo:

! Las características de la población objeto de estudio. Al tratarse de una población muy heterogénea, se consideró que el diseño y aplicación de un cuestionario estándar, basado fundamentalmente en preguntas cerradas, podría hacer perder gran cantidad de información específica de cada colectivo.

! El tema a tratar con los entrevistados. Consideramos que se trata de un tema muy privado, que requiere de un mayor acercamiento al entrevistado que el que permite un cuestionario administrado mediante encuesta. Dicho acercamiento solo podía lograrse a través de la realización de una entrevista en profundidad o de un grupo de discusión, situaciones ambas en las que los entrevistados tienen tiempo suficiente para expresarse.

! Criterios de eficiencia. Se consideró más eficiente en términos de tiempo y recursos la utilización de una técnica cualitativa.

La primera y fundamental característica de las técnicas cualitativas consiste en que son técnicas de observación directa en las que se crea una situación de comunicación entre el investigador y el individuo o grupo entrevistado. Se trata de una comunicación multidimensional, dialéctica y eventualmente contradictoria, en la que los participantes pueden reformular las preguntas planteadas por el investigador, poniéndolas a su vez en cuestión. Surge y se estructura así un

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proceso informativo recíproco capaz de proporcionar una información altamente significativa.

Las técnicas cualitativas utilizadas en esta investigación han sido el grupo de discusión y la entrevista exhaustiva.

El grupo de discusión

El grupo de discusión es una técnica de investigación social que trabaja con el habla, como sucede con la entrevista exhaustiva o con la historia de vida. Se diferencia de la entrevista en que se trabaja con un grupo en lugar de hacerlo individualmente con una persona. El investigador propone al grupo una serie de temas de discusión o formula preguntas concretas, provocando una situación discursiva en la que puedan aflorar los contenidos objeto de estudio.

La técnica del grupo de discusión se ha llevado a cabo de la siguiente forma:

! Selección de los participantes: El criterio de selección de los participantes en los grupos ha sido el de pertenencia a un determinado colectivo de personas con discapacidad en edad de votar. Se ha tratado de incluir en el grupo a personas que reprodujeran mediante su discurso relaciones relevantes. Por ello, en el grupo de discusión se ha tratado de que estuvieran presentes personas que pudieran aportar ideas significativas y generalizables.

! La composición del grupo: Dentro de cada grupo de discusión se ha procurado que hubiese un número similar de mujeres y de varones, y que estuvieran representadas personas de diversos grupos de edad. Por otra parte, se ha optado por un grupo no muy numeroso para que la comunicación fuese fluida pero no confusa (entre 6 y 8 miembros).

! La convocatoria de los grupos: Se ha realizado con el apoyo de las organizaciones representativas del sector de la discapacidad.

La entrevista exhaustiva

La entrevista está basada en un acto común a todos los seres humanos que es la conversación. Sin embargo, como procedimiento científico de recogida sistemática de información, la entrevista supone la instrumentalización de la conversación al servicio de un objetivo concreto, el de generar información sobre el tema objeto de estudio.

Como técnica para la recogida de datos, la entrevista es un proceso de interacción donde la información fluye de forma sistémica entre dos personas con roles bien diferenciados: el entrevistador y el entrevistado.

Los pasos que se han seguido para la celebración de las entrevistas han sido los siguientes:

! Elaboración de la guía de entrevista

! Fijación del día y la hora entre el entrevistado y el entrevistador

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! Antes de iniciar la entrevista, el procedimiento para los momentos iniciales ha sido el siguiente:

o El entrevistador se identifica personalmente y explica la naturaleza y objetivos de la investigación que está realizando.

o Explica el método que va a seguir y las razones por las que el entrevistado ha sido elegido.

o Trata el tema de la confidencialidad o no de la información.

En la fase inicial de la entrevista se han realizado consultas sobre aquellos aspectos que no se prestaban a controversia y que se referían a comportamientos, opiniones, actividades o experiencias del presente. Se evitaron preguntas que pudieran ser contestadas con un simple sí o no. Lo que se trataba en la fase inicial era de lograr un acercamiento entre el entrevistador y el entrevistado.

La fase intermedia de la entrevista se ha centrado en hacer aflorar las opiniones, interpretaciones y comportamientos manifestados por el entrevistado. Se ha estructurado tratando de ir de lo general a lo particular.

En la fase final, se formularon preguntas más concretas que pudieran ser contestadas con un sí o un no y que permitieran obtener información adicional o contrastar datos anteriormente mencionados (preguntas de control).

Las preguntas más comprometidas y difíciles se formularon en los momentos intermedios y finales de la entrevista.

Diseño de los módulos y fijación de los temas objeto de estudio en las entrevistas y grupos de discusión

Teniendo en cuenta los aspectos sobre los que se ha decidido obtener información, tanto las entrevistas como los grupos se han homogeneizado proponiendo los mismos temas para su tratamiento. El objetivo era obtener la misma información, aunque se utilizaran herramientas diferentes.

Tanto las entrevistas como los grupos se han estructurado en torno a los siguientes módulos:

! Módulo 1. Situación legal del ejercicio del sufragio (referencia a los casos de incapacidad legal).

! Módulo 2. Participación en campañas electorales.

! Módulo 3. Dificultades personales para el ejercicio del voto.

! Módulo 4. Dificultades personales para el ejercicio del voto por correo.

! Módulo 5. Accesibilidad de la información electoral de los partidos.

! Módulo 6. Accesibilidad de los colegios electorales.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

d

Accesibilidad de la

información

Participación en campañas electorales

Ejercicio del

voto

Accesibilidad a los colegios

electorales

Situación legal

El ejercicio del sufragio

Durante AntesDuranteAntes

Factores exógenos Obstáculos en el sistema

Factores endógenos Obstáculos personales

Módulo 4 Ejercicio del voto

por correo

Módulo 6 Accesibilidad e los colegioselectorales

Módulo 5 Accesibilidad de la información

electoral

Módulo 3 Ejercicio del voto

Módulo 2 Participación en

campañas electorales

Módulo 1 Situación legal

del sufragio

Perfil de la población consultada

En la metodología cualitativa, la representatividad estadística de la muestra no es un factor determinante. Por su propia naturaleza, las técnicas cualitativas no están concebidas para su aplicación a muestras extensas, sino que basan su potencial en la capacidad de “captar el sentido” del discurso humano y los matices que subyacen en ese discurso. Por ello, al seleccionar la muestra, el criterio fundamental no es que reproduzca la composición del universo objeto de estudio, sino garantizar la presencia de una diversidad suficiente de situaciones representativas de ese universo.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

De acuerdo con ese planteamiento, se ha consultado a un total de 23 personas, de los cuales 13 han sido varones y 10 mujeres. Sus edades están comprendidas entre los 25 y los 70 años. Seis de las personas tenían discapacidad física, siete discapacidad visual, tres discapacidad auditiva, cuatro discapacidad intelectual y tres eran personas con enfermedad mental. El nivel cultural de las personas consultadas es diverso, y comprende desde personas con una formación muy básica hasta licenciados universitarios. La situación laboral de los consultados también reproduce la diversidad de situaciones que se dan en el sector de la discapacidad: estudiantes, trabajadores en activo, desempleados, pensionistas por incapacidad, jubilados...

En el caso de las personas con discapacidad física y discapacidad visual, se ha utilizado la técnica del grupo de discusión, con sendas reuniones celebradas, respectivamente, en Madrid y Salamanca. La consulta a personas con discapacidad auditiva, discapacidad intelectual y enfermedad mental ha tenido el formato de entrevista individual. Las entrevistas se han realizado en Salamanca, Ávila y Sevilla.

La distribución por tipo de discapacidad, técnica de consulta utilizada, sexo y edad de las personas consultadas se presenta en el cuadro siguiente.

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN CON DISCAPACIDAD CONSULTADA Discapacidad Técnica utilizada Sexo Edad

Mujer 31 años

Varón 31 años

Varón 45 años

Mujer 47 años

Varón 48 años

Física Grupo de discusión

Mujer 62 años

Mujer 25 años

Varón 30 años

Mujer 44 años

Mujer 47 años

Varón 66 años

Varón 67 años

Visual Grupo de discusión

Varón 70 años

Varón 35 años

Mujer 45 años Auditiva Entrevista en profundidad

Varón 45años

Mujer 30 años

Varón 32 años

Mujer 33 años Intelectual Entrevista en profundidad

Varón 46 años

Mujer 33 años

Varón 35 años Enfermedad Mental Entrevista en profundidad

Mujer 46 años

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

La participación de las personas con discapacidad en los procesos electorales

Perfil demográfico de los electores con discapacidad

En la actualidad, en el censo electoral español hay inscritas algo más de 34 millones y medio de personas con derecho a voto. Alrededor del diez por ciento de ellas (unos tres millones cuatrocientas mil) tienen discapacidades de diverso tipo.

COMPOSICIÓN DEL CENSO ELECTORAL Y ESTIMACIÓN DE ELECTORES CON DISCAPACIDAD

Composición del Censo electoral en 2003

Residentes en España 33.340.089 Residentes ausentes 1.063.876 Extranjeros residentes (UE y Noruega) 143.405 Censo electoral total 34.547.370

Estimación de electores con discapacidad (*)

Estimación de electores con discapacidad (residentes en España) 3.389.506 Proporción sobre electores residentes en España 10,1% Proporción sobre censo electoral total 9,8%

(*) Estimación realizada a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud de 1999.

Dado que la prevalencia de la discapacidad aumenta con la edad, la composición demográfica del electorado con discapacidad se caracteriza por el predominio de personas de edad elevada (seis de cada diez tienen más de 65 años) y por la alta proporción global de mujeres (el 58,7 por ciento).

ESTIMACIÓN DE ELECTORES CON DISCAPACIDAD POR SEXO Y EDAD (*). Grupo de edad Varones Mujeres Total

18 a 24 años 51.134 31.351 82.485

25 a 34 años 113.092 72.814 185.906

35 a 44 años 121.191 109.060 230.251

45 a 54 años 141.183 164.726 305.909

55 a 64 años 238.469 273.835 512.304

65 a 74 años 329.726 513.881 843.606

75 a 84 años 293.052 554.575 847.627

85 años y más 111.031 270.387 381.418

TOTAL 1.398.877 1.990.629 3.389.506

(*) Estimación realizada a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud de 1999.

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Estructura por edad y sexo de la población con discapacidad mayor de 18 años

200.000 100.000 0 100.000 200.000 300.000 400.000

18 a 19

20 a 24

25 a 29

30 a 34

35 a 39

40 a 44

45 a 49

50 a 54

55 a 59

60 a 64

65 a 69

70 a 74

75 a 79

80 a 84

85 a 89

90 a 94

95 a 99

Varones

Mujeres

Fuente: Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999 . Resultados detallados. INE, Madrid, 2002

ESTIMACIÓN DE ELECTORES CON DISCAPACIDAD POR SEXO Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad Autónoma Varones Mujeres Total Andalucía 289.270 400.059 689.329 Aragón 33.637 44.834 78.471 Asturias (Principado de) 44.715 54.243 98.958 Baleares (Islas) 24.688 30.137 54.825 Canarias 44.179 58.009 102.188 Cantabria 19.483 27.877 47.360 Castilla y León 113.967 155.808 269.775 Castilla-La Mancha 67.937 93.070 161.007 Cataluña 223.594 326.329 549.923 Comunidad Valenciana 129.397 189.524 318.921 Extremadura 39.605 60.639 100.244 Galicia 112.358 155.836 268.194 Madrid (Comunidad de) 127.312 211.633 338.945 Murcia (Región de) 45.558 62.105 107.663 Navarra (Comunidad Foral de) 17.037 21.731 38.768 País Vasco 55.651 84.026 139.677 Rioja (La) 6.120 7.681 13.801 Ceuta 2.148 2.883 5.031 Melilla 2.221 4.205 6.426 TOTAL 1.398.877 1.990.629 3.389.506

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Más de la mitad de los potenciales electores con discapacidad tienen alguna discapacidad física. Casi la cuarta parte (24 por ciento) una discapacidad visual, y un porcentaje similar una discapacidad auditiva. El 3 por ciento tiene discapacidad intelectual y el 11 por ciento enfermedad mental, demencia u otros trastornos mentales. Estos porcentajes suman más de 100 debido a que algunas personas presentan, simultáneamente, discapacidades de distinto tipo.

Porcentaje de personas con cada tipo de discapacidad sobre el total de electores con discapacidad

52%

24%

24%

3%

11%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60%

Discapacidad física

Discapacidad visual

Discapacidad auditiva

Discapacidad intelectual

Enfermedad mental ydemencias

Elaboración propia a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud de 1999

La actitud de las personas con discapacidad ante las elecciones

Las personas con discapacidad que han participado en las entrevistas y grupos de discusión en los que se basa este estudio han manifestado, en su mayoría, un cierto escepticismo ante los procesos electorales. La percepción más generalizada es que ni el discurso de los partidos ni los programas electorales reflejan de forma adecuada las necesidades de las personas con discapacidad, que se quejan de que el “bombardeo” de mensajes electorales contrasta con el poco espacio que los problemas de las personas con discapacidad tienen en esos mensajes.

En correspondencia con esa actitud escéptica, se detecta una creencia, bastante arraigada, de que las personas con discapacidad participan menos que la población general en las elecciones. Sin embargo, esa visión “pesimista” sobre los niveles de participación de este grupo de población no se corresponde con la actitud personal declarada por los encuestados, que en su mayoría han votado en las anteriores elecciones y piensan hacerlo en las próximas.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Además del grado en que el asunto de la discapacidad está presente (o ausente) en las campañas, otro factor que influye de forma significativa en la actitud ante las elecciones son las limitaciones que determinados segmentos (sobre todo el de las personas con discapacidad auditiva) tienen para el acceso a la información sobre la oferta electoral.

Se ha registrado un interés y un compromiso mayor en las elecciones más cercanas (especialmente en las municipales). La razón parece ser que, en este caso, hay mayor interacción con los candidatos y se siente que la permeabilidad a los problemas del sector es mayor. A lo largo de las entrevistas y grupos de discusión que hemos realizado hemos podido observar como la decisión del voto en el ámbito más cercano está condicionada a la satisfacción de demandas propias, relacionadas algunas de ellas con la condición de persona con discapacidad. Este hecho se produce en el ámbito local, no solo con las personas con discapacidad, sino con el común de la ciudadanía, que suele acudir a la instancia de gobierno más cercana para satisfacer sus demandas más concretas.

Con respecto a este fenómeno, autores como Joan Subirats, señalan que el gobierno local tiene mayor accesibilidad, dada la mayor fluidez de contactos entre actores. Es más pluralista y más permeable a los intereses sociales, y su gestión se caracteriza por la prestación de servicios de carácter diario, directo y de base social1. En el ámbito local también hay más facilidades para el sufragio pasivo, y más posibilidades de encontrar apoyo.

Por el contrario, en ámbitos territoriales más amplios, es frecuente que determinados intereses sociales específicos no encuentren un eco adecuado, pues los temas que se plantean y se debaten en las campañas son más generales, como los relacionados con los resultados macroeconómicos, la presión fiscal, la política exterior, la lucha contra el terrorismo o la política de extranjería, por citar sólo algunos de los grandes debates de la política nacional e internacional.

Las limitaciones del derecho de sufragio

El derecho de sufragio (a elegir y ser elegido) que es contemplado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 21 y por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 25, puede ser legalmente restringido en caso de que se den determinadas condiciones fundamentadas en criterios “objetivos y razonables” según ha sido señalado por el Comité de Derechos Humanos2:

“El ejercicio de estos derechos por los ciudadanos no puede suspenderse ni negarse, salvo por los motivos previstos en la legislación y que sean razonables y objetivos. Por ejemplo, la incapacidad mental verificada

1 Subirats, Joan: “Gobierno local y políticas públicas. Apuntes en la España de los

noventa” en Alba, Carlos y Vanaclocha, Francisco J. (1997): El sistema político local: un nuevo escenario de gobierno. Universidad Carlos III y Boletín Oficial del Estado.

2 Comité de Derechos Humanos. Observación General N° 25, Derecho a participar en los asuntos públicos, derecho a votar y derecho al acceso, en condiciones de igualdad a las funciones públicas (art. 25) 12/07/96, párrafo 4.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

puede ser motivo para negar a una persona el derecho a votar o a ocupar un cargo público”.

La Constitución Española, en su artículo 23, también prevé el derecho de sufragio activo y pasivo con carácter libre y universal.

“Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”.

El derecho de sufragio activo (a elegir) y pasivo (a ser elegido) puede ser legalmente restringido en caso de que se den determinadas condiciones fundamentadas en criterios objetivos y razonables. De acuerdo con la Ley Electoral General, las personas con discapacidad, al igual que el resto de los ciudadanos, pueden ser incapacitadas legalmente para el voto si incurren en alguna de las causas legales previstas para la privación de este derecho:

LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL GENERAL

TÍTULO I: DISPOSICIONES COMUNES PARA LAS ELECCIONES POR SUFRAGIO UNIVERSAL DIRECTO

CAPÍTULO I: DERECHO DE SUFRAGIO ACTIVO

Artículo 2. 1. El derecho de sufragio corresponde a los españoles mayores de edad que no estén comprendidos en ninguno de los supuestos previstos en el artículo siguiente.

2. Para su ejercicio es indispensable la inscripción en el censo electoral vigente.

Artículo 3. 1. Carecen de derecho de sufragio:

a) Los condenados por sentencia judicial firme a la pena principal o accesoria de privación del derecho de sufragio durante el tiempo de su cumplimiento.

b) Los declarados incapaces en virtud de sentencia judicial firme, siempre que la misma declare expresamente la incapacidad para el ejercicio del derecho de sufragio.

c) Los internados en un hospital psiquiátrico con autorización judicial, durante el período que dure su internamiento siempre que en la autorización el Juez declare expresamente la incapacidad para el ejercicio del derecho de sufragio.

2. A los efectos previstos en este artículo, los Jueces o Tribunales que entiendan de los procedimientos de incapacitación o internamiento deberán pronunciarse expresamente sobre la incapacidad para el ejercicio del sufragio. En el supuesto de que ésta sea apreciada, lo comunicarán al Registro Civil para que se proceda a la anotación correspondiente.

Estas disposiciones de la Ley Electoral General hay que ponerlas en relación con lo previsto en los artículos 199 a 201 del Código Civil, relativos a la incapacitación:

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

CÓDIGO CIVIL

TÍTULO IX: DE LA INCAPACITACIÓN

Artículo 199. Nadie puede ser incapacitado sino por sentencia judicial en virtud de las causas establecidas en la Ley.

Artículo 200. Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a la persona gobernarse por sí misma.

Artículo 201. Los menores de edad podrán ser incapacitados cuando concurra en ellos causa de incapacitación y se prevea razonablemente que la misma persistirá después de la mayoría de edad.

De acuerdo con estos preceptos, los supuestos de incapacitación deben venir determinados por factores objetivos (enfermedades psíquicas o mentales, psicofísicas, deficiencias o alteraciones de carácter físico, siempre que sean constantes, hecho que debe entenderse como de permanencia en el futuro) que impiden a la persona gobernarse por si misma tanto en el aspecto personal como en el patrimonial. Es importante destacar que la incapacitación sólo priva del derecho de sufragio si la sentencia judicial así lo declara expresamente.

Esta investigación ha permitido detectar que la privación del derecho activo de sufragio es un tema significativo y una potencial fuente de discriminación en el caso de las personas con enfermedad mental.

El voto por correo

Las personas que, debido a una situación de enfermedad o discapacidad, no puedan personarse en los colegios electorales, tienen la posibilidad de emitir su voto por correo, regulado por la Ley Electoral General en su artículo 72.

LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL GENERAL

Artículo 72. Los electores que prevean que en la fecha de la votación no se hallarán en la localidad donde les corresponde ejercer su derecho de voto, o que no puedan personarse, pueden emitir su voto por correo, previa solicitud a la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral, con los requisitos siguientes:

a) El elector solicitará de la correspondiente Delegación, a partir de la fecha de la convocatoria y hasta el décimo día anterior al de la votación, un certificado de inscripción en el Censo. Dicha solicitud se formulará ante cualquier oficina del Servicio de Correos .

b) La solicitud deberá formularse personalmente. El funcionario de Correos encargado de recibirla exigirá al interesado la exhibición de su documento nacional de identidad y comprobará la coincidencia de la firma. En ningún caso se admitirá a estos efectos fotocopia del documento nacional de identidad.

c) En caso de enfermedad o incapacidad que impida la formulación personal de la solicitud, cuya existencia deberá acreditarse por medio de certificación médica oficial y gratuita, aquélla podrá ser efectuada en nombre del elector por otra persona autorizada notarial o consularmente mediante documento que se

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

extenderá individualmente en relación con cada elector y sin que en el mismo pueda incluirse a varios electores. La Junta Electoral comprobará, en cada caso, la concurrencia de las circunstancias a que se refiere este apartado .

d) Los servicios de Correos remitirán en el plazo de tres días toda la documentación presentada ante los mismos a la Oficina del Censo Electoral correspondiente.

Aunque existe una regulación específica del voto por correo en el caso de enfermedad o incapacidad que impida formularlo personalmente, la impresión que se desprende de esta investigación es que esa posibilidad se utiliza poco por las personas con discapacidad. Algunas de las personas con discapacidad que han participado en las entrevistas y sesiones de grupo sobre las que se basa este estudio consideran que la emisión del voto por correo puede ser un trámite más complejo y difícil que ir a votar personalmente al Colegio Electoral el día de las elecciones. También hemos detectado cierto desconocimiento de la mecánica del voto por correo.

REAL DECRETO 605/1999, DE 16 DE ABRIL, DE REGULACIÓN COMPLEMENTARIA DE LOS PROCESOS ELECTORALES.

Artículo 8. Solicitud de voto por correo en caso de enfermedad o incapacidad que impida formularlo personalmente.

1. La solicitud por medio de representante del certificado de inscripción en el Censo, a efectos del voto por correspondencia a que se refiere el párrafo c) del artículo 72 de la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General, se dirigirá al Delegado provincial de la Oficina del Censo Electoral y se presentará en cualquier Oficina de Correos de España junto con la escritura pública de poder otorgada ante Notario o Cónsul en los términos establecidos en el artículo 8 del anexo IV del Reglamento Notarial, que incorporará el certificado médico oficial acreditativo de la enfermedad o incapacidad que impida al elector la formulación personal de su solicitud. El funcionario de Correos comprobará la coincidencia de la firma del apoderado con la que figure en su documento nacional de identidad.

2. Las Delegaciones Provinciales de la Oficina del Censo Electoral han de remitir, antes de tramitarlas, a la Junta Electoral Provincial, todas las solicitudes de voto por correo y documentación aneja formulada por la persona autorizada.

3. Realizada por la Junta Electoral Provincial la comprobación y practicadas las diligencias que considere oportunas, en el plazo máximo de cuarenta y ocho horas habrá de devolver a la citada Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral las solicitudes de voto por correo y documentación aneja, con su decisión favorable o contraria a la tramitación de cada una de ellas. En todo caso, la decisión de la Junta Electoral Provincial deberá comunicarse a la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral antes del sexto día anterior al de la votación.

4. Recibidas las solicitudes y documentación aneja, le Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral deberá remitir al elector la documentación para el voto por correo o bien notificación de la decisión contraria de la tramitación de la solicitud.

5. Las actuaciones de Notarios o Cónsules españoles, previstas en el apartado 1 de este artículo, serán gratuitas, estando exentas del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados y de las Tasas Consulares y se extenderán en papel común, conforme a lo dispuesto en el artículo 118.1.b) de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

La accesibilidad de la información electoral

Las personas con discapacidad auditiva o visual y las personas con retraso mental tienen dificultades de diverso grado para acceder a la información electoral. Los formatos y canales a través de los que se difunde esta información, y el propio contenido de los mensajes, no siempre tienen en cuenta las características y necesidades de estas personas, y el resultado es que, para muchas de ellas, es difícil conocer cuáles son los temas en torno a los cuales se plantea el debate electoral, cuáles son las propuestas de los diferentes partidos que concurren, o incluso, cuál es el contenido del proceso electoral en si mismo. Todo ello compromete de forma grave el derecho que tienen las personas con discapacidad a ejercer de una forma libre e informada su derecho de sufragio y, como se ha indicado en anterioridad, se traduce en unos menores índices de participación electoral.

Los participantes en las entrevistas y en los grupos de discusión que han servido de base a este estudio consideran que hay una falta de racionalidad en el gasto en propaganda que hacen los partidos, pues, a pesar del enorme esfuerzo económico que realizan, son, en la práctica, incapaces de “sintonizar” con las personas con discapacidad. Esa falta de sintonía está motivada, en parte, por que el contenido de los mensajes electorales no se relaciona con los intereses y expectativas de las personas con discapacidad, pero también se debe a que no se utilizan los canales y formatos adecuados para hacer accesible la información, algo que podría realizarse sin un incremento significativo del coste global de las campañas.

En este aspecto, es significativa también la falta de condiciones de accesibilidad de la propaganda institucional de información y estímulo del ejercicio del derecho al voto que realizan las distintas Administraciones (campañas de publicidad en televisión, etc.).

La accesibilidad de los colegios electorales

A pesar de que la regulación electoral establece de forma declarativa que los lugares en los que se realice la votación habrán de ser accesibles a las personas con limitaciones de movilidad, lo cierto es que la falta de accesibilidad de los colegios electorales es uno de los factores que condicionan la participación de las personas con discapacidad en los procesos electorales. Afecta, sobre todo, a las personas con discapacidad física y a las personas ciegas o con deficiencia visual grave.

REAL DECRETO 605/1999, DE 16 DE ABRIL, DE REGULACIÓN COMPLEMENTARIA DE LOS PROCESOS ELECTORALES.

Artículo 1. Locales utilizables en los procesos electorales.

1. En todo proceso electoral, los locales donde se verifique la votación habrán de reunir las condiciones necesarias para tal fin, deberán disponer de la adecuada señalización de las Secciones y Mesas, serán preferentemente de titularidad pública y de entre ellos los de carácter docente, cultural o recreativo, y deberán ser accesibles a las personas con limitaciones de movilidad.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

La garantía de secreto en el voto

La Ley electoral garantiza el secreto del voto, y establece que nadie puede ser obligado a revelarlo. Sin embargo, determinados grupos de personas con discapacidad, entre los que se encuentran las personas ciegas y las personas con graves dificultades de movilidad en miembros superiores, no pueden ejercer por sí mismos, con las adecuadas garantías de privacidad, ese derecho, pues dependen de terceras personas a la hora de seleccionar la papeleta.

LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL GENERAL

TÍTULO I: DISPOSICIONES COMUNES PARA LAS ELECCIONES POR SUFRAGIO UNIVERSAL DIRECTO

CAPÍTULO I: DERECHO DE SUFRAGIO ACTIVO

Artículo 5. Nadie puede ser obligado o coaccionado bajo ningún pretexto en el ejercicio de su derecho de sufragio, ni a revelar su voto.

La mayoría de las personas consultadas cuya discapacidad impide, con el sistema actual de votación, la garantía de secreto del sufragio, recurren a personas de su entorno para que les ayuden en el proceso de votación. En general, las personas consultadas han declarado que, aunque ello no les supone un problema, porque se cuidan bien de elegir una persona de su entera confianza, preferirían no tener que depender obligadamente de la ayuda de un tercero.

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Estudio específico de determinados colectivos

Personas con discapacidad física

Las personas con discapacidad física constituyen un colectivo especialmente diverso y heterogéneo, tanto desde el punto de vista de las limitaciones funcionales o actividades que, en cada caso, pudieran estar afectadas (movilidad y desplazamiento; posibilidad de asir, levantar y trasladar objetos no excesivamente pesados, utilizar utensilios y herramientas y manipular objetos pequeños; cuidar de sí mismo; realizar las tareas domésticas, etc.) como desde la perspectiva de las deficiencias que pueden haber dado origen a la discapacidad (entre las que no sólo se encuentran las que afectan al aparato locomotor, como la carencia, malformación, amputación, parálisis o distonía de extremidades, las lesiones medulares o las artrosis; sino también las relacionadas con problemas endocrino-metabólicos, circulatorios, respiratorios, digestivos, etc.). Como quiera que tal diversidad hacía imposible lograr una representación adecuada de todas y cada una de estas situaciones en el diseño de investigación, se decidió que en la configuración del grupo de discusión en el que se ha basado este análisis se tuvieran en cuenta fundamentalmente el tipo de discapacidades que, en principio, más podrían condicionar la participación en los procesos electorales y, en concreto, el acto de votar, es decir, aquéllas que implican restricciones de la movilidad y de la capacidad para manipular objetos.

En el grupo de discusión, que se celebró en Madrid, participaron tres varones y tres mujeres, de edades comprendidas entre los 31 y los 62 años. Cuatro de los participantes usaban silla de ruedas, dos de ellos tenían dificultades graves de movilidad en miembros superiores y uno tenía amputado un brazo.

Las principales cuestiones que se suscitaron en el grupo de discusión fueron las siguientes:

Participación en las elecciones

Uno de los miembros del grupo señaló que, en su opinión, las personas con discapacidad pueden tener un interés más directo, debido a su pensión, en que resulte ganador un determinado partido, y que por eso participan más que los demás ciudadanos en las elecciones. Esa opinión deja traslucir la percepción de que las pensiones que reciben las personas con discapacidad pudieran estar sometidas a una cierta discrecionalidad en su concesión.

La opinión de otros miembros del grupo es que las personas con discapacidad física participan activamente en las elecciones por convicción democrática y como una forma de legitimar sus reivindicaciones:

“Sí solemos votar en las elecciones”. Es una obligación ciudadana. Si no votamos, luego no podemos exigir.

Sin embargo, no se trata de una posición de consenso. Otros creen que no se da un mayor grado de participación, sino al contrario: creen que los partidos intentan utilizar a las personas con discapacidad, y que esa sensación de sentirse utilizado puede inhibir la participación.

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“Sólo se acuerdan de las personas con discapacidad cuando llegan las elecciones”.

“Servimos de arma política”.

“Creo que en general participamos muy poco. Cuando se aproximan las elecciones es cuando nos recuerdan, pero continuamos siendo los grandes olvidados”.

“Las personas con discapacidad somos los eternos ausentes. Los que nunca estamos donde debemos estar. Estamos como objetos, se habla mucho, se teoriza mucho sobre nosotros, se construyen muchas cosas sobre nosotros pero siempre sin contar con nuestra opinión más directa.”

“Esperan que votemos pero no nos dan las facilidades necesarias para ir a votar”.

Los participantes en el grupo creen que no se canalizan adecuadamente los intereses de las personas con discapacidad a través de las elecciones. Ante la pregunta de si los programas electorales recogen medidas para la discapacidad, se muestran bastante escépticos, y resaltan el desconocimiento que de los asuntos de la discapacidad tienen los políticos como una de las razones principales de ese escepticismo:

“Cada vez que hablan de la discapacidad nos damos cuenta de que cada vez desconocen más este campo. No tienen ni idea”.

“Hay muchas discapacidades y es difícil que una persona que no tiene relación directa con este campo distinga y sepa cuales son las dificultades en cada caso”.

“Con que supieran qué necesidades tenemos y cómo cubrirlas sería suficiente”.

“Hay un gran desconocimiento entre los políticos. No saben cuantos centros hay, de físicos ni de psíquicos. Dudo incluso que sepan distinguir entre unos y otros”.

“Somos unos grandes desconocidos. Somos un simple número, un número en una lista, y nada más. Nadie se acerca a conocerte, a saber qué inquietudes tienes tú, o tengo yo, o tenemos cada uno de los que estamos aquí”.

“El problema fundamental es que las personas con discapacidad no ocupamos cargos importantes. No nos facilitan la entrada a su mundo, que es el nuestro también. No nos apoyamos. Debería haber una mezcla más variopinta, no sólo de nuestro colectivo, sino también de otros colectivos en riesgo de exclusión. Eso genera complejidad, pero sería mucho más enriquecedor.”

Frente a la percepción de ese desconocimiento, destaca el interés que las personas con discapacidad se toman en conocer el contenido de los programas y, en particular, todo aquello que tenga relación con la discapacidad, aunque no se tiene

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

muy claro que el contenido de los programas electorales sea un factor que influya de forma significativa en la decisión de voto:

“Siempre he sido muy participativa. Es importante saber lo que ofrecen, aunque luego no lo cumplen, por supuesto”.

“El programa debería de influir, pero yo creo que cada uno tiene ya su tendencia y vota a uno u otro independientemente de lo que le ofrezcan”.

También se apunta que, además de las elecciones, hay otras formas de participación política que pueden resultar eficaces para defender los intereses de las personas con discapacidad. En concreto, se hace referencia al diálogo entre las organizaciones de discapacitados y el poder político, y se cita específicamente el reciente acuerdo MTAS-CERMI. Las organizaciones aparecen como el instrumento más efectivo de participación, aunque tampoco se libran de las críticas hacia su funcionamiento interno.

“Las federaciones y asociaciones grandes, que son los que nos podrían ayudar y acercarnos más a los políticos, no lo hacen. Los dirigentes se reúnen entre ellos y se preocupan de ellos, y no les importan las bases. Cuentan muy poco con nosotros. Me parece muy bien que haya unos representantes que nos representen, pero teniendo en cuenta nuestra opinión. Desgraciadamente, siempre van los mismos a los mismos sitios.”

“Podrían facilitarnos más la participación. Hacernos llegar información y facilitar que nosotros hagamos llegar información a los políticos”.

En relación con la participación de personas con discapacidad en las candidaturas, una de las personas participantes aportó un testimonio directo:

“Participé como candidata en las elecciones municipales en un pueblo pequeño y la verdad es que me lo facilitaron mucho. En los pueblos es más fácil, porque te conocen. En las grandes ciudades debe ser diferente.”

Accesibilidad de los colegios electorales

Es opinión compartida de los participantes que los colegios tienen muchos problemas de accesibilidad. En algunos las mesas están en pisos altos y los colegios son antiguos y no hay ascensores. Sin embargo, se resalta la positiva disposición a colaborar de la ciudadanía en general y de los funcionarios de policía y miembros de las mesas en particular:

“Me ofrecieron bajar la urna si yo no podía subir. La policía y la gente nos ayuda bastante, y en la mesa también”.

El problema no radica sólo en la falta de accesibilidad de los colegios, sino en las dificultades para llegar hasta ellos.

“Debería haber un servicio público que te facilitara el transporte hasta el colegio, con medios adaptados en función de tu necesidad, y que respetara tu derecho al secreto”.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Una de las dificultades más citadas es la relacionada con el aparcamiento en zonas próximas al colegio. No se respetan los aparcamientos, los pasos de peatones...

“Lo de los aparcamientos es tremendo. No hay, y los que hay no los respetan”.

“A la gente lo que le importa es dejar el coche lo más cerca posible de donde va, y no respeta los pasos de cebra ni nada. La policía no los multa, y menos el día de las elecciones, porque eso quita muchos votos”.

“Tuve que dejarles mi coche a dos policías. Les dije que, por favor, me permitieran dejarlo allí, aunque estuviese mal aparcado, que eran mis pies”.

Los colegios están bien señalizados. Las personas con discapacidad física no tienen, en general, dificultades para encontrar la mesa en la que tienen que votar. Otra cosa son las dificultades para poder mantener el secreto del voto:

“Yo no me puedo valer con las manos. Me busco una persona de confianza que me ayude a meter la papeleta en el sobre, o me la llevo preparada de casa...”.

“...Pero a casa no llegan todas las papeletas, sólo las de los dos o tres partidos más importantes”.

También se subrayan las dificultades para determinados grupos, como las personas de talla baja o las personas con graves dificultades de movilidad en miembros superiores: Las papeletas están a veces en mostradores o mesas altas, y no es fácil alcanzarlas.

“Yo no soy bajita, pero no puedo levantar los brazos, y si no están puestas a una altura baja, tampoco puedo cogerlas”.

“....Si es que tenemos derecho a la intimidad, que yo ya lo dudo, que ni para votar lo tenemos”.

Otras cuestiones

Ninguna de las personas con discapacidad física que han participado en el grupo de discusión se encuentra incapacitado legalmente para votar. Tampoco tienen constancia de casos de incapacitación para votar entre las personas de este grupo.

Las personas con discapacidad física no tienen dificultades especiales para acceder a la información electoral.

“La propaganda electoral está en todas partes”.

Ninguna de las personas con discapacidad física participantes en el grupo de discusión había votado nunca por correo. En general, la percepción es que el procedimiento para hacerlo es un tanto complicado

“En algún caso es más difícil votar por correo que ir al colegio electoral”.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Personas ciegas y con discapacidad visual

En el caso de las personas ciegas y con discapacidad visual también hemos utilizado la técnica del grupo de discusión. En este caso la sesión se celebró en Salamanca y contó con siete participantes, de los que cuatro eran varones y tres mujeres. Sus edades estaban comprendidas entre los 25 y los 70 años de edad, y entre ellos había personas que habían perdido la visión recientemente, personas que quedaron ciegas hace tiempo y personas con restos visuales.

Los principales temas que se abordaron en el grupo fueron los siguientes:

Participación en las elecciones

Las personas con discapacidad visual creen que su grupo tiene un nivel de participación en las elecciones similar al de la población general. Su actitud ante los procesos electorales combina la convicción democrática de que son el medio por excelencia de participación política, la conciencia de que el voto supone el ejercicio de un derecho ciudadano y un cierto escepticismo ante las ofertas de los partidos, que prometen mucho más de lo que después llegan a realizar.

“Me parecen muy bien las elecciones, porque soy demócrata. Las elecciones son el único medio legal valido para expresar aquello que pensamos y aquello que sentimos. Ojalá nunca se quiten”.

“Estoy de acuerdo en que existan las elecciones, si bien me gustaría que nadie, ni los partidos ni sus representantes, digan y prometan lo que no van a cumplir”.

“Yo voto porque es un derecho que quiero ejercer; no lo considero una obligación, pero sí un derecho que quiero ejercer”.

“Las elecciones son la base del sistema democrático, siempre que seas libre para elegir tu opción. Otra cosa es que la información llegue a todos o sea de calidad, pero si eres libre para votar las elecciones son limpias”.

“Las elecciones están muy bien, pero luego no cumplen como debieran. No somos todos lo mismo”.

“Votamos a la persona que creemos que nos van a gobernar como Dios manda, pero luego a la hora de la verdad, la mayoría no cumplen lo prometido”.

Tampoco hay diferencias significativas en cuanto a la participación en actos electorales, Todos han ido alguna vez a mítines y declaran que no han encontrado problemas para asistir a ellos. Sin embargo, hay otras formas de expresión cívica, como las manifestaciones, en las que las especiales dificultades que provoca la ceguera sí se dejan sentir, sobre todo cuando se percibe el peligro de que pueda haber algún problema (el grupo de discusión se realizó unos días después de las manifestaciones contra el conflicto de Irak de 2003, algunas de las cuales no fueron autorizadas).

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“Nos cohibimos de muchas cosas, yo misma estos días con las manifestaciones, no me he atrevido mucho, por miedo. Te sientes impotente, no todos podemos actuar como quisiéramos”.

“En el momento del voto si hay igualdad, pero en el resto estamos muy por detrás”.

Las personas ciegas y con discapacidad visual consideran positivo que haya presencia de personas con discapacidad en las candidaturas, porque ello constituye un precedente normalizador y un estímulo para la autosuperación, aunque creen que lo que realmente importa no es el que el candidato tenga o no una discapacidad, sino su valía personal y su honradez. Con todo, alguna de las intervenciones trasluce un cierto escepticismo ante lo que realmente pueda aportar al sector de la discapacidad la presencia de personas con discapacidad en las candidaturas.

“A nivel de imagen, que un minusválido sea representante de algo es importante; a mi por lo menos me sirve para decir «fíjate, se puede llegar lejos», puedes aspirar a tener más voz en la sociedad”.

“La discapacidad no influye para ese tipo de actividades. Lo importante es la valía personal, su formación, su rectitud…”.

“También depende si esa persona esta vinculada a la política social o no, para poder influir a favor de las personas con discapacidad. Lo principal es la valía personal y no la condición de discapacidad”.

“Te puedo decir que un invidente en [cita una determinada provincia] ha sido diputado a nivel nacional, pero ¿ha servido mucho para los minusválidos?, pues no se que decirte…”

Accesibilidad de la información electoral

Aunque la información impresa es inaccesible para la mayor parte de las personas con discapacidad visual, la existencia de canales alternativos, como la radio y la televisión, compensa en gran medida esa dificultad. También se dispone de facilidades para acceder a versiones en Braille de los programas de los principales partidos. En el proceso de formación de su voluntad electoral, hablan mucho con la gente de su entorno sobre las elecciones, pero tienen bastante claras sus preferencias y su voto no cambia por ello.

“Yo me informo por la tele y al que me parece que lo va a hacer mejor, a ése voto”.

“Lo que oímos por la televisión o la radio”.

“Los programas electorales no me han cambiado nunca. Me gusta saber lo que dicen, pero no me influyen. Normalmente los de los grupos grandes los tenemos todos en Braille”.

“La mayoría de la gente sí lo tiene decidido. Al menos tiene clara sus preferencias”.

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Accesibilidad de los colegios electorales

Las personas ciegas o con discapacidad visual no tienen demasiados problemas para orientarse en ambientes y espacios que ya conocen, pero sí en lugares que son nuevos para ellos. Al ser la señalización de los colegios esencialmente visual, necesitan ayuda para localizar la ubicación su mesa y encaminarse hacia ella.

“No tenemos problemas, porque como ya lo conocemos…”

“No se necesita ir acompañado a votar, a no ser que sea un sitio desconocido; si es desconocido, no puedes acceder solo. Eres capaz de moverte autónomamente por sitios conocidos, pero no por cualquier lugar…”

Las mayores dificultades se dan a la hora de seleccionar la papeleta, pues es algo que, si no disponen de resto visual, no pueden hacer sin ayuda.

“Sí tendría problemas si tuviera que elegir la papeleta en el colegio. Por eso la llevo desde casa”.

“En el colegio tampoco tendrías problemas porque siempre hay una persona a la puerta dispuesta a ayudarte y sin influenciar en ti”.

La ayuda de otra persona para seleccionar la papeleta implica la imposibilidad material de mantener el voto secreto y la necesidad de confiar en la lealtad de la persona que presta la ayuda. Sin embargo, eso no suele ser considerado como un problema por las personas ciegas, que se cuidan de que sea alguien de su confianza quien les preste apoyo.

“La persona que te ayuda (tu madre, tu hijo...) suele saber cuales son tus preferencias”.

“...Si no te fías del que está junto a ti…”

“Si tienes que elegir la papeleta en el colegio, procuras ir acompañado de alguien de confianza”.

“Los de casa nos conocemos todos y sabemos la tendencia de cada uno”.

“Yo creo que no es mucho problema”.

En cuanto a la adaptación de las papeletas para que puedan ser reconocidas al tacto, los participantes en el grupo de discusión no consideraron que fuera necesario, y tampoco tienen muy claro que editarlas en Braille fuera una solución adecuada, pues no todas las personas ciegas conocen el Braille. Se inclinan más por señalizar los lugares en los que se colocan las diferentes papeletas, para así poder seleccionarlas.

“No es necesario, porque si nosotros pidiéramos las papeletas en Braille, nos las harían rápidamente. Pero luego el recuento sería un lío y además, para uno o ningún ciego que vota en cada colegio… es una barbaridad”.

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

“El problema es que la gran mayoría de los ciegos no conocen el sistema Braille”.

“No haría falta adaptar todas las papeletas, sólo con localizar el lugar de cada papeleta sería sencillo”.

Otras cuestiones

Dos de los participantes en el grupo habían votado alguna vez por correo. Las experiencias fueron radicalmente diferentes:

“Una vez voté por correo pero me salió muy mal”.

“A mi me fue bien, sin problemas”.

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Personas sordas y con discapacidad auditiva

En el caso de las personas sordas y con discapacidad auditiva, se realizaron tres entrevistas en profundidad, dos de ellas con apoyo de intérprete de Lengua de Signos, que tuvieron lugar en las ciudades de Salamanca y Sevilla. Dos de los entrevistados eran varones y una era mujer. Sus edades estaban comprendidas entre los 35 y los 45 años. Dos de las personas entrevistadas eran sordas y una hipoacúsica. Los principales temas tratados en las entrevistas fueron los siguientes:

Participación en las elecciones

En general, cualquier proceso electoral es considerado muy interesante por los entrevistados; se esfuerzan por mantenerse al día en la información, seguir la actualidad y hablar sobre ello con las personas de su entorno, aunque reconocen que su conocimiento sobre el tema no llega a ser profundo:

“Las elecciones me interesan mucho pero la situación es que la información realmente no me llega, me dicen que es mejor esto o lo otro... y por eso tengo muchas dudas”.

“A veces pienso que cuando voto, lo hago sin enterarme realmente de las cosas, sin saber a quién votamos”.

Existe otro factor que incide en esta visión que tienen los entrevistados de las elecciones como un evento interesante aunque ciertamente inaccesible para las personas sordas: la ausencia de candidatos con discapacidad en las listas de los partidos, que se observa también en los puestos políticos de responsabilidad:

“Creo que debería haber candidatos con discapacidad.”

“...al frente de los servicios sociales (o que tienen que ver con las personas con discapacidad) deben estar personas con discapacidad, igual que al frente del Instituto de la Mujer está una mujer.”

En general, los entrevistados se han mostrado pesimistas sobre la disposición de los representantes de los partidos para interesarse por la situación y necesidades de las personas sordas y con discapacidad auditiva en España, y sienten cierta discriminación en lo referido a sus posibilidades de participación en la campaña electoral en igualdad de oportunidades con el resto de ciudadanos.

“...en las elecciones se realizan muchas promesas en cuanto a apoyar a los discapacitados, y a la hora de la verdad no hay nada

“...el tema de las elecciones lo considero como negativo”. Me dan poco beneficio; yo voto y sé que debo votar, pero habría que buscar una forma de solucionar lo que va antes de la votación.”

Por otra parte, los entrevistados consideran otras formas de participación social e influencia en la conformación de políticas públicas aparte de las elecciones, como son las asociaciones y el contacto directo con las administraciones e instituciones educativas, sociales, etc.

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Según las observaciones de los entrevistados, la campaña electoral no está organizada de forma que resulte útil para las personas sordas y con discapacidad auditiva, principalmente debido a que la información se distribuye a través de canales que no son adecuados. Ello redunda en una participación menos intensa de las personas sordas que del resto de los ciudadanos:

“...los intereses de los sordos apenas se canalizan a través de las elecciones”

La mayoría de los mítines electorales carecen de traducción a la Lengua de Signos y de subtitulación por medios electrónicos, por lo que se convierten en inaccesibles para estas personas. No obstante, los entrevistados declaran haber asistido a algunos mítines en anteriores campañas y están dispuestos a seguir haciéndolo siempre y cuando puedan contar con el servicio facilitadores:

“...solo asisto a los mítines en los que hay interpretes, aunque eso no significa que esté a favor del candidato o para apoyarle”

“Las personas sordas no participan en la campaña electoral. Están completamente al margen.”

Con ser importante, el hecho de poder contar con información accesible no es suficiente a juicio de los entrevistados. En los últimos tiempos han venido aumentando los actos que cuentan con servicios para facilitar la información y ello lo ven como muy positivo. Sin embargo, consideran que también tienen que venir acompañados de propuestas y medidas dirigidas a las personas con discapacidad en el discurso de los candidatos; de lo contrario, el hecho de incluir intérprete o subtitulación en un mitin se convierte en un guiño de cara a la galería, sin el respaldo de un compromiso cierto.

“...los políticos no hablan mucho de discapacitados, no les apoyan mucho.”

Accesibilidad de la información electoral

Sin ningún género de duda, el acceso a la información es la principal barrera que las personas sordas y con discapacidades de la audición encuentran para ejercer su derecho al sufragio. Existen grandes limitaciones para captar la información tanto en época de elecciones como en cualquier otro momento, lo cual genera una escasez de criterios para decidir el voto personal con las mismas oportunidades que el resto de ciudadanos, además de cierta inseguridad y desconfianza.

A la luz de la información que hemos recibido de los entrevistados, las personas sordas y con discapacidad auditiva comparten esta sensación de falta de información para conformar su propia opinión y decidir así su voto, situación de la que son plenamente conscientes:

“Yo escucho la opinión de las personas que me cuentan cosas y entonces casi siempre mi opinión coincide con la del que me lo cuenta.”

“...no tengo una opinión formada, porque no puedo saber directamente los mensajes de los políticos.”

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Las personas con discapacidades de la audición encuentran muchas limitaciones para captar la información en la época de elecciones; la mayoría de las actividades habituales para la difusión de la información carecen de subtítulos o intérpretes, lo cual reduce las oportunidades para votar en igualdad de condiciones. De esta forma, los entrevistados reconocen que los temas candentes en las elecciones, las propuestas de los partidos, o incluso el contenido del proceso electoral en si mismo, son para ellos prácticamente desconocidos o, en el mejor de los casos, objeto de un conocimiento muy superficial.

Para comprender las implicaciones que para estas personas supone el acceso a la información, debemos saber que muchas de ellas han adquirido el lenguaje a un nivel formal, pero no han aprendido a aprovechar totalmente el potencial funcional del mismo. Y así lo han explicado los propios entrevistados:

“La mayoría de las personas sordas pueden comunicarse, pero les falta capacidad para comprender suficientemente, para pensar, para entender... Y eso no sólo pasa con lo que te dicen, sino también con lo que te llega por escrito, pues tienes dificultades en la lectura”.

Las dificultades para una utilización plenamente funcional del lenguaje implican, en la mayoría de las ocasiones, un cierto grado de incapacidad para lograr una interpretación adecuada de la información oral y escrita, también durante los periodos electorales, como veremos más adelante.

Ejercicio del voto

Todos los entrevistados han votado habitualmente y desde su mayoría de edad. Entre los motivos que les llevan a ejercer el derecho de sufragio, destacan varios: por responder a las expectativas sociales y familiares, por cuestiones ideológicas o por expresar un compromiso cívico:

“...para poder exigir, antes hay que comprometerse.”

“...lo hago por cumplir con la familia, pero a nivel personal me da igual...”

En cuanto a la información que utilizan para decidir su voto, la fuente fundamental que utilizan los entrevistados es el dialogo con personas de su entorno (normalmente otras personas sordas o con deficiencia auditiva, los familiares o amigos). El resto de medios habituales de información (prensa, televisión) presentan grandes dificultades de interpretación; como se ha mencionado anteriormente, el conocimiento del idioma no es, en muchos casos, suficiente para su uso funcional, cosa que se hace patente a la hora de ‘descifrar’ la información expuesta en artículos de prensa, entrevistas o debates televisados aunque sean subtitulados. Existe un problema de contextualización de la información para la mayoría de las personas sordas, con lo que les resulta muy difícil acceder, más allá de un nivel muy superficial, a este tipo medios de comunicación si no incorporan servicios de facilitación, como la subtitulación o la traducción a la Lengua de Signos:

“En las entrevistas en televisión que no tienen intérprete, es imposible enterarse. La lectura labial es muy difícil y además el ambiente está muy descontextualizado. No hay información suficiente para poder comprender lo que se dice en la entrevista...”

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En línea con la cuestión anterior, la información electoral de los partidos políticos es igualmente poco accesible para las personas sordas y con discapacidades de la audición. La información de que disponen siempre es menor y más fragmentada y aunque captan las ideas generales, les resulta difícil profundizar en los mensajes. Además, el estilo de elaboración de la información que utilizan los partidos contiene dificultades añadidas:

“...las personas sordas no captan totalmente la información de los partidos. Son frases muy breves, juegos de palabras muy bonitos, pero la información no es completa.”

“...hay muchas personas sordas cuyo nivel de castellano no les permite interpretarlos (los slogan); muchas veces los leo y creo que los entiendo, pero luego le pregunto a otra persona y me doy cuenta de que realmente no es lo que había entendido”

Aún así, los entrevistados se interesan por los programas y se preocupan por leerlos y comparar sus propuestas aunque en general no les ayudan a decidir su voto:

“...los leo con un poco de incertidumbre.”

“...me generan más dudas.”

“No me creo todo lo que dicen, más bien casi nada.”

“...cuando leemos algo, necesitamos tiempo para comprenderlo y podemos cometer errores de interpretación.”

Accesibilidad a los colegios electorales

Los entrevistados no han detectado grandes problemas de accesibilidad en los colegios electorales, excepto en materia de comunicación, por ejemplo cuando las personas de la mesa se han dirigido a ellos. Las dificultades aumentan cuando son citados para formar parte de una mesa.

Suelen acudir acompañados a votar, aunque más por costumbre que por necesidad de apoyo en un momento dado:

“...ninguna dificultad para acceder al colegio electoral. Está todo muy señalado con carteles y no he tenido dificultades...”

“A veces los carteles no están bien o se nombran a las personas de forma oral y eso puede ser un problema para nosotros”.

“...una vez tuve que estar en una mesa electoral y tuve problemas porque no entendía al interventor de un partido.”

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Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

Personas con discapacidad intelectual

También en este caso hemos optado por la entrevista como técnica para recoger información. Se han realizado cuatro entrevistas, en Ávila y Sevilla, dos a mujeres y dos a varones, con edades comprendidas entre los 30 y los 46 años. A continuación se describen los principales contenidos de estas entrevistas.

Participación en las elecciones

Como punto de partida, es muy importante señalar que las personas con discapacidad intelectual entrevistadas tienen, en general, una opinión bastante negativa de las elecciones. A lo largo de las entrevistas realizadas se detecta un tema transversal: la falta de legitimidad que tienen las elecciones entre este grupo. Este hecho, desde el punto de vista de la mayoría de los entrevistados, no es más que el reflejo de lo que sucede en la mayor parte de los aspectos de su relación con el resto de la sociedad. Las personas con discapacidad intelectual se sienten discriminadas y esta sensación también se traslada a su posición con respecto a las elecciones. Los entrevistados atribuyen esta actitud al hecho, entre otros, de que su grupo no aparezca en ninguno de los programas de los partidos políticos, ni tampoco en los discursos de los políticos. Este sentimiento compartido, es sin duda una de las variables que determinan la baja participación de las personas con discapacidad intelectual en las elecciones.

“...las personas con discapacidad no son un tema importante ni para los políticos ni para los medios de comunicación. Es un tema que no les interesa”.

“...las personas con discapacidad intelectual no entienden bien lo que se dice en las elecciones (...) las personas con discapacidad deberían tener más derechos para votar, para tener opinión, para expresarse de la forma en que ellos puedan.”

En cualquier caso, se muestran interesados por cualquier proceso electoral, y participan ejercitando su derecho al voto:

“...las personas con discapacidad participan igual que los demás en las elecciones (así debe ser) porque tienen el mismo derecho que los demás.”

En cuanto a la participación activa en campañas electorales, las personas con discapacidad intelectual entrevistadas afirman no ser demasiado activos. Todos ellos conocen las actividades que se realizan a lo largo de las campañas electorales, e incluso uno de ellos informó que durante un corto periodo de tiempo estuvo afiliado a un partido, asistió a algún mitin e hizo pegada de carteles, pero en la actualidad ninguno participa activamente en las campañas. Tampoco es frecuente que las personas de su entorno hayan participado de forma activa en campañas electorales.

El motivo fundamental que justifica esta poca participación es la baja legitimidad de la que gozan tanto los políticos como las elecciones en el colectivo de las personas con discapacidad intelectual.

“No acudo a mítines porque me parece que lo que dicen es papel mojado...”

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“...me afilié porque me convenció un amigo del pueblo. Lo dejé rápidamente porque no me ayudaron en nada y además debía pagar muchas cuotas...”

Capacidad legal para votar

Ninguno de los entrevistados se encuentra en situación de incapacidad legal para votar, ni tiene información sobre otras personas con discapacidad que hayan sido incapacitadas legalmente para el derecho de sufragio. Alguno de ellos ha expresado su opinión al respecto:

“Las personas con discapacidad son personas iguales que las demás, y si no votaran sería una discriminación...”

Ejercicio del voto

Con respecto al propio acto de votar, y a pesar de la baja confianza en las elecciones que han manifestado las personas con discapacidad intelectual consultadas, todas ellas votan, y lo hacen desde que tienen edad legal para ello.

Varios son los motivos por los que las personas con discapacidad intelectual votan en las elecciones. Uno de ellos es porque lo consideran un derecho y como tal, el mejor medio de defenderlo es ejercerlo. Otro de los motivos esgrimidos es porque constituye el resultado de un acto que han visto realizar normalmente en el seno de su familia; la familia como agente socializador influye por tanto en el comportamiento electoral de este colectivo.

“...es una tradición familiar...”

Otro de los motivos que se apuntan para el ejercicio del derecho de sufragio es más instrumental y tiene que ver con el interés de las ofertas de unos y otros candidatos, aunque, más allá del contenido de estas ofertas, los entrevistados inclinan su voto a personas que resulten creíbles o les inspiren confianza, más que hacia partidos o mensajes concretos.

Tampoco falta quien declara su escepticismo radical:

“Todos los candidatos me parecen iguales y como hay que votar pues voto a uno por votar a uno...”

Accesibilidad de la información electoral

Los canales de comunicación más utilizados por las personas con discapacidad intelectual para obtener información sobre las elecciones son los medios de comunicación y las personas de su entorno. Los entrevistados comparten mucha información con familiares, amigos o compañeros de trabajo acerca de las elecciones, aunque se consideran por lo general dueños de la orientación final de su voto. Todos los entrevistados reivindican el voto como acto libre y personal. Todos ellos manifiestan tener total libertad para decidir su opción electoral, de hecho, algunos han asegurado que normalmente tienen claro a quien votar, incluso antes del inicio de la campaña electoral.

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Ninguno de las personas con discapacidad intelectual entrevistadas ha manifestado utilizar como herramienta informativa la información contenida en los programas electorales, sobre la que han expresado en algunos casos ciertos problemas para captar adecuadamente su sentido; en muchas ocasiones la información electoral les resulta difícil de entender:

“...me cuesta cogerles el hilo (a los programas electorales); igual me pasa cuando veo el telediario.”

“...le pregunto a los compañeros o a algún profesor cuando no entiendo algo...”

A este respecto, todos han sugerido la puesta en marcha de mecanismos que ayuden a entender mejor las propuestas de los partidos: programas más fáciles de entender, apoyo de personas especializadas...

“...deberían poner algún sitio... algún psicólogo o algo así... me pasa también cuando he ido al médico; me le hace algunas preguntas que no entiendo.”

“...se podría dar la información en una cinta.”

Accesibilidad de los colegios electorales

La mayoría de las personas con discapacidad intelectual entrevistadas han asegurado no tener problemas para acudir al colegio electoral, identificar su mesa y ejercer de forma normalizada su derecho al voto; ello no significa sin embargo que en algunos momentos no hayan tenido alguna pequeña dificultad, que se ha subsanado normalmente consultando con alguien del propio colegio o por el hecho de que mayoritariamente acuden a votar acompañados por alguien de su confianza, no tanto por necesidad como por costumbre o deseo personal.

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Personas con enfermedad mental

Para recabar información sobre la forma en que las personas con enfermedad mental participan en los procesos electorales y sobre las dificultades que encuentran para hacer efectiva esa participación hemos utilizado la técnica de la entrevista exhaustiva. Las entrevistas se han realizado a dos varones y una mujer, de edades comprendidas entre los 33 y los 46 años, en las ciudades de Salamanca y Sevilla. Los contenidos tratados en esas entrevistas se presentan a continuación.

Participación en las elecciones

Las personas con enfermedad mental consultadas tienen opiniones dispares con respecto a las elecciones. Mientras que uno de lo entrevistados ha manifestado tener una gran confianza en las elecciones como proceso por el cual mejorar la situación de las personas con discapacidad, los otros dos han afirmado no otorgar ninguna confianza a este proceso. El motivo aducido es, en uno de los casos, que cree que las elecciones no sirven para solucionar los problemas de los enfermos mentales. En el otro caso, esta falta de confianza viene dada por el hecho de que ninguno de los partidos refleja los intereses del entrevistado.

“Las elecciones son el momento para que el pueblo opine sobre quien debe legislar en los años siguientes”.

“Algunos partidos sí tienen en cuenta temas sociales como la discapacidad para elaborar sus propuestas electorales. Pero estos partidos son muy minoritarios y no significan nada en los resultados finales”.

“Nunca he visto nada relacionado con las personas con enfermedad metal en un programa electoral. Los políticos no se dirigen a nosotros”.

Los entrevistados han destacado otros mecanismos de participación al margen de las elecciones, como las asociaciones y los sindicatos. Otros mecanismos de canalización de las demandas citados por los entrevistados han sido actos públicos como manifestaciones, en las que alguno de ellos ha asegurado haber participado en algún momento de su vida.

En cualquier caso, y al margen de los mecanismos de participación, se ha puesto de manifiesto un alto interés por la política y las cuestiones sociales, especialmente en el ámbito local o barrial.

No se ha advertido una gran participación de las personas con enfermedad mental entrevistadas en las campañas electorales. Existen dos motivos fundamentales, relacionados con la baja credibilidad de la que gozan en general las elecciones y con la actividad de los políticos. Se considera, por una parte, que tanto las campañas como los mítines están vacíos de contenido y que apenas aportan ideas interesantes para la solución de los problemas del ciudadano. Por otra parte, se considera que difícilmente lo que se ofrece a lo largo de la campaña se hará realidad a lo largo de la legislatura. Por el contrario, uno de los entrevistados ha manifestado participar con cierta asiduidad en actividades más cercanas, como asambleas de barrio o actividades en centros cívicos.

“Las campañas son demasiado cargantes para los ciudadanos. Creo que con siete días es tiempo suficiente para explicar un programa”.

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Solamente uno de los entrevistados ha declarado que tiene intención de asistir a algún mitin a lo largo de la campaña.

“Mi enfermedad me ha impedido, cuando estaba convaleciente, acercarme a un mitin, pero no ha sufrido ningún tipo de discriminación cuando he podido asistir a ellos”.

Capacidad legal para votar

Uno de los entrevistados está legalmente incapacitado para votar, por una resolución judicial reciente, y ha iniciado los trámites para intentar que se revoque su incapacitación y recuperar su derecho al sufragio activo.

Entre los que no están incapacitados para votar, se considera que es razonable que se incapacite a personas que no están en condiciones de ejercer su voto en plenas facultades. La persona incapacitada para votar no está de acuerdo con esta consideración.

“Las personas con discapacidad deben tener el mismo derecho a participar en las elecciones como cualquier otro. Aunque tengamos problemas mentales, no estamos locos, y tenemos una opinión, igual que otras personas.

Ejercicio del voto

Solo una de las tres personas con enfermedad mental entrevistadas piensa ejercer su derecho al voto en las elecciones de 2003. El motivo por el que va a hacerlo es porque lo considera un derecho y un deber. Cree que solamente votando tendría legitimidad para opinar acerca del trabajo de los políticos a lo largo de la legislatura.

“Votaré porque lo considero un derecho y un deber. Si no votase, no podría después opinar sobre lo que hacen los políticos”.

Las otras dos personas entrevistadas no van a ejercer su derecho al voto, aunque por motivos muy diferentes. En un caso se debe, como ya se ha señalado, a una situación legal de incapacidad. Aun así, la persona entrevistada ha asegurado que en las anteriores elecciones ha votado siempre. El motivo que le ha llevado a votar es que considera un derecho de los ciudadanos participar en la democracia.

“Voto porque me considero española, porque quiero ejercer ese derecho y porque quiero dar mi opinión sobre quien gobierna y participar en la democracia”.

En el otro caso, el motivo por el que no piensa votar es puramente ideológico. Sus convicciones políticas no se identifican con las de ninguno de los partidos que concurren, y por ello no va a participar en el proceso electoral.

Ninguna de las personas con enfermedad mental entrevistadas ha tenido que ejercer el derecho al voto por correo. No obstante, aseguran conocer el proceso y creen que no tendrían dificultad para llevarlo a cabo de forma normalizada si fuera necesario.

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Accesibilidad de la información electoral

En todos los casos los entrevistados han asegurado recibir información electoral y creen que lo mismo sucede con las personas de su grupo. Sin embargo, ninguno de ellos asegura considerar los programas electorales como la herramienta decisiva a la hora de decidir su comportamiento en las elecciones.

Ninguno de ellos manifiesta tampoco modificar su comportamiento a lo largo de las elecciones en cuanto a la búsqueda de información de los partidos. Aseguran obtener información sobre las elecciones de los medios de comunicación, que también utilizan para informarse de otros temas de actualidad. Por otra parte, algunos entrevistados han reconocido dialogar con familiares, amigos y personas de su entorno acerca de este tema.

En cualquier caso, hay que señalar que los entrevistados no consideran que existan dificultades en el acceso a la información electoral por motivos de discapacidad en el caso de las personas con enfermedad mental.

“Las personas con discapacidad sí reciben información electoral, incluso por exceso. Incluyendo los programas electorales. Aunque no es ese mi caso, creo que la gente lee los programas y los utiliza para decidir su voto”.

Finalmente, es importante llamar la atención acerca de uno de los aspectos sobre el que algunos de los entrevistados han señalado que es fundamental para decidir su voto: la acción desarrollada por los partidos a lo largo de la legislatura. Más que las promesas electorales, valoran los resultados de esa acción y, en concreto, la atención que los diferentes grupos políticos han prestado a los temas que más directamente afectan a los intereses personales de los entrevistados.

También es muy interesante constatar como el ámbito territorial influye a la hora de decidir el voto. Si se trata de unas elecciones locales, los entrevistados aseguran decidir su voto en función de sus demandas concretas. En este caso, sí parece importar la variable discapacidad en tanto que sus demandas como miembro de este grupo se hayan satisfecho. No ocurre lo mismo si se trata de unas elecciones generales en las que importan más los grandes temas de la política nacional, no tan relacionados con aspectos referentes a las personas con enfermedad mental.

“En las generales voto a quien mejor lo haya hecho; en las elecciones locales, a quien más favores me ha hecho a mí”.

Accesibilidad de los colegios electorales

Ninguno de los entrevistados ha manifestado tener dificultad alguna para acceder el colegio electoral y ejercer su derecho al voto. Por ello, ninguno de ellos ha manifestado necesitar apoyo.

“Siempre he sido capaz de encontrar el colegio electoral y de ejercer mi derecho al voto. La mayoría de las personas con enfermedad mental no tienen problemas, salvo que se encuentren en una situación de crisis. Estas personas necesitarían un apoyo para encontrar su papeleta y ejercer su derecho al voto. Pero en general la gente de mi asociación no tiene problemas para votar”.

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Solamente uno de ellos manifiesta acudir acompañado de un familiar. Sin embargo, esta circunstancia se da solamente como producto de la casualidad y no por la necesidad de un apoyo externo por el hecho de tener una discapacidad.

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Conclusiones

! Alrededor del diez por ciento del censo electoral (unos tres millones cuatrocientas mil personas) tienen discapacidades de diverso tipo. La composición demográfica del electorado con discapacidad se caracteriza por el predominio de personas de edad elevada (seis de cada diez tienen más de 65 años) y por la alta proporción global de mujeres (el 58,7 por ciento).

! Entre las personas con discapacidad existe una percepción generalizada de que ni el discurso de los partidos ni los programas electorales reflejan de forma adecuada sus necesidades, y que no se canalizan adecuadamente los intereses de las personas con discapacidad a través de las elecciones. En correspondencia con esa percepción, se detecta una creencia, bastante arraigada, de que las personas con discapacidad participan en los procesos electorales menos que la población general. Sin embargo, la mayoría de las personas con discapacidad consultadas en este estudio han votado en las anteriores elecciones y piensa hacerlo en las próximas.

! Por lo general, las personas con discapacidad tienen un interés y una participación mayor en las elecciones más cercanas (especialmente en las municipales), en las que hay mayor interacción con los candidatos y donde se siente que la permeabilidad de éstos a los problemas del sector es mayor.

! La presencia de personas con discapacidad en las candidaturas constituye un precedente normalizador y un estímulo para la autosuperación. Las personas con discapacidad valoran esta presencia, aunque creen que lo que realmente importa no es el que el candidato tenga o no una discapacidad, sino su valía personal y su honradez.

! El derecho de sufragio activo (a elegir) y pasivo (a ser elegido) puede ser legalmente restringido en caso de que se den determinadas condiciones fundamentadas en criterios objetivos y razonables. De acuerdo con la Ley Electoral General, las personas con discapacidad, al igual que el resto de los ciudadanos, pueden ser incapacitadas legalmente para el voto si son declaradas incapaces en virtud de sentencia judicial firme, siempre que dicha resolución así lo declare expresamente. También pueden serlo los internados en un hospital psiquiátrico con autorización judicial, durante el período que dure su internamiento, si la autorización declara expresamente la incapacidad para el ejercicio del derecho de sufragio. Los resultados de esta investigación muestran que la privación del derecho activo de sufragio es un tema significativo y una potencial fuente de discriminación en el caso de las personas con enfermedad mental.

! No parece haber un uso muy generalizado del voto por correo entre las personas con discapacidad. Existe la percepción de que la emisión del voto por correo puede ser un trámite más complejo y difícil que ir a votar personalmente al Colegio Electoral el día de las elecciones. También se ha detectado cierto desconocimiento entre las personas con discapacidad de la mecánica del voto por correo.

! A pesar de que la regulación electoral establece de forma declarativa que los lugares en los que se realice la votación habrán de ser accesibles a las

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personas con limitaciones de movilidad, lo cierto es que la falta de accesibilidad de los colegios electorales y las dificultades para llegar hasta ellos (debida a las deficientes condiciones de accesibilidad de los medios de transporte, escasez de aparcamientos adaptados, etc.) son factores que condicionan la participación de las personas con discapacidad en los procesos electorales.

! Un factor que influye de forma significativa en las posibilidades de participación de personas con discapacidad en los procesos electorales en condiciones de igualdad con el resto de los ciudadanos son las limitaciones que determinados segmentos (sobre todo las personas con discapacidad auditiva o visual y las personas con retraso mental) tienen para el acceso a la información sobre la oferta electoral. Los formatos y canales a través de los que se difunde esta información, y el propio contenido de los mensajes, no suelen tener en cuenta las características y necesidades de estas personas, y el resultado es que, para muchas de ellas, es difícil conocer cuáles son los temas en torno a los cuales se plantea el debate electoral, cuáles son las propuestas de los diferentes partidos que concurren, o incluso, cuál es el contenido del proceso electoral en si mismo. En este aspecto, también es significativa la falta de condiciones de accesibilidad de la propaganda institucional de información y estímulo del ejercicio del derecho al voto que realizan las distintas Administraciones. Todo ello compromete de forma grave el derecho que tienen las personas con discapacidad a ejercer de una forma libre e informada su derecho de sufragio.

! Determinados grupos de personas con discapacidad, entre los que se encuentran las personas ciegas y las personas con graves dificultades de movilidad en miembros superiores, no pueden ejercer por sí mismos, con las adecuadas garantías de privacidad, el derecho al secreto del voto garantizado por la Ley.

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Anexos

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Anexo 1. Diseño de la Entrevista

Apertura: aspectos introductorios y generales

- Me gustaría conocer su opinión acerca de las elecciones en general.

- En concreto, me gustaría saber su opinión acerca de la forma en la que las personas con discapacidad participan en estos procesos. ¿Cree usted que su colectivo participa de la misma forma que el resto de la población? ¿Y usted?

- ¿Hasta qué punto cree que los intereses de las personas con discapacidad se canalizan a través de las elecciones? ¿Se reflejan los intereses de su colectivo en los programas electorales? ¿Hay personas con discapacidad en las candidaturas? ¿Considera que hay otros canales más efectivos para influir en la conformación de políticas destinadas a canalizar los intereses de su colectivo? ¿Cuáles?

Módulo 1. Situación legal del ejercicio del sufragio en casos de incapacidad legal

- Actualmente, ¿Tiene usted capacidad legal para votar?

- ¿Hay en su colectivo personas incapacitadas legalmente para ejercer el sufragio?

Módulo 2. Participación en campañas electorales.

- Antes de las elecciones, se da un proceso de la misma o mayor importancia en la que los partidos tratan de obtener el mayor apoyo posible de los ciudadanos: la campaña electoral. Me gustaría saber hasta qué punto participan las personas de su colectivo en estas campañas. (Pegada de carteles, asistencia a mítines, cenas de apoyo al candidato...) ¿Y usted?

Módulo 3. Ejercicio del voto.

- ¿Cree que la mayoría de las personas de su colectivo ejercen su derecho al voto?

- ¿Vota usted?

- ¿Desde cuándo lo hace?

- Podría decirme ¿Cuál es el motivo fundamental por el que usted vota?

- ¿Qué información utiliza para votar?

- ¿Utiliza algún tipo de apoyo o asesoramiento para ello?

Módulo 4. Ejercicio del voto por correo.

- ¿Alguna vez ha tenido usted que votar por correo?

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- ¿Ha encontrado alguna clase de obstáculos a la hora de seguir el procedimiento requerido para ello?

Módulo 5. Accesibilidad de la información electoral de los partidos.

- ¿Cree usted que las personas de su colectivo reciben los programas electorales? ¿Considera que utilizan los programas electorales como herramienta para ejercer su derecho al voto de manera informada?

- ¿Tienen los miembros de su colectivo dificultades para acceder a la información de los programas electorales? ¿Cuáles son esas dificultades? (Relevante en el caso de personas con discapacidad sensorial, que necesiten formatos especiales para acceder a la información, como braille, subtitulado, etc.)

- ¿Y a usted? ¿Le llegan los programas electorales?

- ¿Se interesa por leerlos?

- ¿Los utiliza como herramienta útil a la hora de decidirse por el voto?

Módulo 6. Accesibilidad de los colegios electorales.

- ¿Hasta qué punto las personas de su colectivo tienen accesibilidad completa a los colegios electorales? ¿Qué clase de barreras cree usted que encuentran?

- ¿Le acompaña a usted alguien a votar? ¿Lo necesita? Si es así, ¿Por qué? ¿Qué problemas encuentra usted por los que necesite contar con ayuda para votar?

- ¿Ha encontrado alguna vez dificultades a la hora de encontrar transporte que le lleve al colegio electoral, aparcamiento u otros problemas de acceso al colegio?

- ¿Le resulta fácil encontrar la mesa en la que debe usted votar? ¿Ha tenido en alguna ocasión dificultades para acceder a la mesa en la que ha de depositar su voto (escaleras, pasillos o puertas estrechos...)?

- Por favor, dígame si alguna vez ha tenido dificultades a la hora de seleccionar su papeleta preservando el derecho a que su voto sea secreto. (Formular especialmente en el caso de las personas ciegas). Si alguna vez los encontró ¿Qué clase de problemas encontró? ¿Cómo logró solucionarlos?

Cierre

- ¿Hay alguna otra cosa que quisiera decir acerca de la participación de las personas con discapacidad en las elecciones y del ejercicio del derecho al sufragio como votantes o como candidatos?

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Anexo 2. Guión de temas para el grupo de discusión

− Aspectos introductorios y generales

− Situación legal del ejercicio del sufragio en casos de incapacidad legal

− Participación en campañas electorales.

− Ejercicio del voto.

− Ejercicio del voto por correo.

− Accesibilidad de la información electoral de los partidos.

− Accesibilidad de los colegios electorales.

− Cierre