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LAS METÁFORAS: APORTES DEL ENFOQUE COGNITIVO A LOS PROCESOS
DE COMPRENSIÓN EN EL CICLO 2
EDISON ALBEAR GONZALES LEMUS
JAZMÍN MÁRQUEZ ORTIZ
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON
ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
BOGOTÁ D.C
2016
2
LAS METÁFORAS: APORTES DEL ENFOQUE COGNITIVO A LOS PROCESOS
DE COMPRENSIÓN EN EL CICLO 2
EDISON ALBEAR GONZALES LEMUS
20101160041
JAZMÍN MÁRQUEZ ORTIZ
20101160043
Director:
JAIME SARMIENTO
Docente Universitario
Investigación para optar por el título de Licenciado en educación básica con énfasis en
humanidades y lengua castellana
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON
ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
BOGOTÁ D.C
2016
CARLOS JAVIER MOSQUERA SUAREZ
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Rector
GIOVANNI RODRIGO BERMUDEZ
Vicerrector
MARIO MONTOYA CASTILLO
Decano
IRMA ARIZA PEÑA
Secretaria académica
PEDRO BAQUERO MÁSMELA
Coordinador Proyecto Curricular de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en
Humanidades y Lengua Castellana
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
BOGOTÁ
2016
5
AGRADECIMIENTOS
A la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y a los docentes que nos
acompañaron durante esta importante etapa de nuestra vida
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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES
RESUMEN ANALÍTICO EDUCATIVO
Aspectos formales
Tipo de documento
Trabajo de grado: Monografía de investigación
Tipo de impresión
PDF Y C- ROM
Acceso al documento
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Título del documento
Las metáforas: aportes del enfoque cognitivo a los procesos de
comprensión en el ciclo 2.
Autor
Edison Albear Gonzáles Lemus
Jazmín Amparo Márquez Ortiz
Director
Jaime Sarmiento
ASPECTOS DE INVESTIGACIÓN
Palabras clave
Metáfora, cognición, comprensión, aprendizaje, ciclo 2, secuencia
didáctica, comunicación.
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Descripción
El documento presenta un estudio de la metáfora como herramienta
pedagógica que contribuye al desarrollo de los procesos de compresión de
los estudiantes; específicamente durante el ciclo 2 (niñas y niños de 3º y 4º
entre los 8 y 10 años). Así mismo, se presenta una propuesta didáctica que
facilita la aplicación de esta herramienta en el aula de clase.
Contenido
El trabajo monográfico se encuentra estructurado de la siguiente manera:
Inicialmente se realizó una introducción y justificación de la problemática
abordada, teniendo en cuenta recientes estadísticas que demuestran los
bajos niveles de comprensión de los estudiantes colombianos, y la
necesidad de pensar herramientas que desde la escuela permitan enfrentar
esta problemática. En ese contexto, se orientó la pregunta problema y
objetivos de nuestra tesis hacia el desarrollo de una propuesta didáctica
fundamentada en los aportes de la metáfora al fortalecimiento de los
procesos de comprensión en el aula; tales objetivos y preguntas
orientadoras se expusieron en un segundo apartado del trabajo.
A continuación, se desarrolló el marco teórico, el cual contiene un recorrido
histórico que explica el desarrollo de las ciencias cognitivas, hasta llegar a
la lingüística cognitiva; enfoque desde el cual se aborda la metáfora. Del
mismo modo, se describieron las diferentes concepciones de metáfora hasta
llegar a los planteamientos de Lakoff y Johnson. Posteriormente, se
establecieron claridades sobre la categoría aprendizaje, con el fin de la
relacionarla con los procesos de comprensión y desarrollar la propuesta
didáctica que aterriza tales planteamientos a una población específica (ciclo
2) para su aplicación en el aula.
Finalmente, se dedicó un apartado a la explicación detallada de la propuesta
didáctica que se realizó y se propusieron algunas conclusiones y reflexiones
resultado del proceso de indagación.
Metodología
Tratándose de una investigación descriptiva encaminada al fortalecimiento
del campo teórico-práctico de la metáfora en el aprendizaje, se
seleccionaron como instrumento de investigación:
- Recopilación de datos primarios o experiencias básicas de los
investigadores donde se enuncian situaciones que dieron lugar a la
reflexión planteada.
- Recopilación de datos secundarios a través de la consulta de
investigaciones previas respecto a la metáfora y el aprendizaje.
- Desarrollo de la propuesta didáctica para el fortalecimiento de la
comprensión, desde la metáfora, en el ciclo 2.
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Conclusión
Se reconocen los aportes de la metáfora como herramienta pedagógica que
desarrolla los procesos de comprensión de los estudiantes, y a la vez se
constituye como medio para fortalecer la comunicación entre los sujetos
que interactúan en el aula, partiendo de la cotidianidad de los mismos para
generar un aprendizaje significativo.
Del mismo modo, se propone la reflexión acerca del qué hacer del docente-
Investigador y la necesidad de desarrollar propuestas concretas que
contribuyan re pensar las prácticas en el aula.
Finalmente, se plantean una serie de interrogantes que invitan a profundizar
sobre nuevas perspectivas del estudio del aprendizaje para abordar de
manera más integral este fenómeno.
Bibliografía
Para desarrollar la categoría Metáfora se retomaron autores que
contribuyen desde el ámbito de la cognición tales como George Lakoff y
Mark Johnson con Metáforas dela vida cotidiana (2004), que permite
comprender la metáfora desde la perspectiva cognitiva, junto a la propuesta
de María Cuenca en la Introducción a la lingüística cognitiva (1999), Pedro
José Chamizo en La metáfora (semántica y pragmática) (2005) y Metáfora
y conocimiento (1998) y Luz Amparo Fajardo con La metáfora como
proceso cognitivo (2006), cuyos aportes dieron la oportunidad de
profundizar en las características de la metáfora de la vida cotidiana.
La perspectiva de Aristóteles en La poética (1990) y Paul Ricoeur con
Teoría de la interpretación (2006), presentó grandes aportes para exponer
la importancia que tuvo la metáfora, antes de proponerse la teoría de la
Lingüística cognitiva.
Por su parte, la investigación realizada sobre la historia de la lingüística
cognitiva, tuvo como referentes a Howard Gadner con el texto La nueva
ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva (1987) que
desenvuelve la postura cognitiva en el campo de la lingüística; igualmente
el texto Teorías cognitivas del aprendizaje de Juan Ignacio Pozo, presenta
una contextualización histórica del aprendizaje y la comprensión y del
mismo modo, habla de la lingüística cognitiva.
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El libro de Marcel Giry, Aprender a razonar, aprender a pensar (1994),
fue una referencia valiosa para comprender de manera clara el enfoque
pedagógico aprender-aprender y que junto a los Lineamientos Curriculares
de la Lengua Castellana (2008) fueron fundamentales para presentar la
propuesta de comprensión de la metáfora de la vida cotidiana.
RESUMEN
El presente trabajo presenta una propuesta pedagógica a modo de secuencia didáctica,
orientada al fortalecimiento de los procesos de comprensión en estudiantes del ciclo 2. Para
tal fin, se aborda el estudio de la metáfora desde tres dimensiones: Como una herramienta
de la competencia comunicativa que se produce por la necesidad de mejorar la comunicación
entre docente y estudiantes para la mediación con una teoría e incluso para llevar a cabo los
actos comunicativos más cotidianos; desde la cognición, como una herramienta de
aprendizaje y comprensión amplia del mundo; y por último, como un elemento teórico poco
estudiando en el ámbito educativo, que puede contribuir a la transformación de las prácticas
tradicionales de enseñanza- aprendizaje dentro del aula.
Abstract
This paper presents an educational proposal as a teaching sequence, aimed at
strengthening the processes of understanding in students cycle 2. To this end, the study
of metaphor is approached from three dimensions: As a tool of communicative
competence it is produced by the need to improve communication between teachers and
students for mediation with a theory and even to carry out the most everyday
communicative acts; from cognition, as a learning tool and extensive understanding of
the world; and finally, as a little studying theoretical element in education, which may
contribute to the transformation of the traditional practices of teaching and learning in
the classroom.
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TABLA DE CONTENIDO
1. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1.Introducción ……………………………………………………………….... 12
1.2.Justificación ………………………………………………………………… 15
1.3.Preguntas………….………………………………………………………… 21
1.4.Objetivos ...………………………………………………………………….. 22
2. MARCO TEÓRICO
2.1.Descripción del enfoque cognitivo………………………………………….. 23
2.1.1. La historia de una ciencia ………………………………...………... 24
2.1.2. La ciencia detrás de las ciencias ………………………...…………. 27
2.2.Lingüística cognitiva: un acercamiento a sus orígenes ……...…………… 30
2.2.1. Principios básicos de la lingüística cognitiva ……………...……… 34
2.2.2. Líneas de investigación de la Lingüística cognitiva ………………. 35
2.3. La Metáfora a través de la historia: un recorrido acerca de los estudios
del lenguaje y el pensamiento ……………………………...……………..... 37
2.3.1. Contribuciones de la filosofía griega a los estudios de la
Metáfora……………………………………………………………... 38
2.3.2. La metáfora y el giro pragmático……………...…………………... 43
2.3.3. Las Metáforas de la Vida Cotidiana ………………………………. 49
2.4. Metáforas y comunicación en el aula: Una estrategia pedagógica para re-
pensar las prácticas de aprendizaje- aprendizaje en el ciclo 2 …..………. 54
2.4.1. La metáfora en la narración oral:
Una herramienta cognoscente……………………………………... 64
2.4.2. La metáfora se funda en la afectividad que enriquece el
aprendizaje………………………………………………………….. 67
2.5. Antecedentes históricos del aprendizaje en la cognición: el aprendizaje
como comprensión ………………………..……………………………….. 71
2.5.1. El aprendizaje y su transición ……………………………………75
11
2.5.2. La nueva postura después del fracaso …………………………...76
2.5.3. Aprendizaje-aprendizaje ………………………………………… 87
2.5.3.1. Asimilación y adaptación………………………... 90
2.5.3.2. El aprendizaje-aprendizaje y los lineamientos
curriculares ……………………………..……….. 92
2.5.4. Cómo aprenden los niños: metáforas en el aprendizaje ……….. 96
2.6. Acción conceptual……………………………………………………... 101
3. PROPUESTA PEDAGÓGICA
3.1. Las Metáforas de la Vida cotidiana …………………………………. 103
3.2. Caracterización del ciclo 2 ……………………………………………. 104
3.3. Descripción conceptual de la cartilla ………………………………… 109
3.3.1. Función literal asociativa ……………………………………….. 115
3.3.2. Función inferencial asociativa y propositiva ……………………118
3.3.3. Función inferencial asociativa y argumentativa ……………….. 124
4. CONCLUSIONES…………………………………………………………... 132
5. BIBLIIOGRAFÍA …………………………………………………………… 139
12
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1 INTRODUCCIÓN
Esta labor es un acercamiento a los aportes de la metáfora como herramienta pedagógica que
contribuye al desarrollo de la comprensión en los estudiantes de ciclo 2. Como resultado de
esta investigación se desarrolló una propuesta didáctica, a modo de cartilla, que presenta de
manera explícita una secuencia de ejercicios para la comprensión de metáforas de la vida
cotidiana, con miras a facilitar la introducción de esta valiosa herramienta en el aula de
clases.
Tradicionalmente, la metáfora ha sido entendida como una figura retórica que adorna al
discurso,1 y que, en oposición al lenguaje literal, lleva consigo una carga de imparcialidad.
Mientras que al lenguaje literal puede atribuírsele criterios de verdad o falsedad, dado que
es denotativo; por el contrario, al lenguaje figurado, como el metafórico, por su ambigüedad
y niveles de significancia se le considera inexacto y subjetivo. Tal perspectiva ha segregado
del ámbito del conocimiento al lenguaje no literal al no considerársele una vía segura para
el razonamiento humano. No obstante, los estudios recientes de las ciencias cognitivas,
particularmente desde la lingüística cognitiva2, han demostrado que la relación entre
lenguaje figurado y pensamiento es mucho más cercana de lo que creemos. Desde los
planteamientos de la lingüística cognitiva, el lenguaje ya no es sólo un vehículo del
pensamiento, sino que hace parte de la estructura cognitiva del hombre; por tanto, funciona
como otros procesos mentales; en ese sentido, el lenguaje es evidencia de nuestro sistema
1Desde Aristóteles “La metáfora consiste en trasladar a una cosa un nombre que designa otra, en una
traslación de género a especie, o de especie a género, o de especie a especie, o según una analogía’
(Aristóteles, Poética, 1457 b 6-9). 2Los antecedentes históricos de la lingüística cognitiva se encuentran en un simposio organizado por Instituto
de Tecnología de California en 1948. Desde este momento, se ha consolidado una perspectiva transdisciplinar
que abarca íntegramente la comprensión de mecanismos mentales por medio de los cuales el ser humano
aprende.
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conceptual. Lo anterior, explica por qué la metáfora ha tenido un lugar central en los estudios
de la lingüística cognitiva pues, a partir del estudio de las expresiones metafóricas se ha
demostrado que gran parte de nuestro sistema conceptual es también metafórico; es decir,
pensamos metafóricamente.
Diversos teóricos han hablado de la metáfora como un elemento indispensable en el campo
de la vida experiencial de las personas y en el desarrollo de los procesos cognitivos, tales
como George Lakcoff y Mark Johnson (1995) y Pedro José Chamizo Domínguez (2005).
Siguiendo los postulados de estos autores, se propone un abordaje de la metáfora desde el
campo educativo; específicamente sobre sus aportes al mejoramiento de la comprensión de
los estudiantes.
Concebida desde la cognición, ya no como un elemento retórico , sino como un recurso
conceptual, corporal y comunicativo para el aprendizaje y la comprensión de la realidad, la
metáfora y el pensamiento metafórico constituyen una parte esencial de nuestras prácticas
educativas, siendo una herramienta recurrente para la mediación entre el conocimiento y los
estudiantes e, incluso, permeando los intercambios comunicativos más cotidianos; en esa
medida, el conocimiento del docente acerca de su funcionamiento puede determinar los
resultados de su experiencia y la de sus estudiantes en el aula; de ahí la importancia de
profundizar en el estudio de la metáfora como recurso pedagógico y su incidencia en los
procesos de comprensión de los estudiantes; especialmente, durante la infancia.
Este trabajo se dirigió hacia niños y niñas del ciclo 2; es decir, entre los grados 3º y 4º que
comprenden edades entre los 8 y 10 años, según lo establecido en los Referentes
Conceptuales y Metodológicos para la Reorganización Curricular por Ciclos3. Esta
3El libro Referentes Conceptuales y Metodológicos para la Reorganización Curricular por Ciclos, elaborada
por la Secretaría de Educación de Bogotá en el marco del Plan Sectorial 2008 - 2012 establece los referentes
conceptuales y metodológicos para la transformación de la enseñanza y el desarrollo del aprendizaje en niños,
niñas y jóvenes.
14
población Fue elegida puesto que acoge un periodo de desarrollo cognitivo, físico y socio
afectivo, fundamentado en dos ejes: la experiencia y el descubrimiento; ambos convergen
en la potencia sintética e hipotética de la metáfora.4
Para dar cuenta de la labor en la población anteriormente descrita, este reporte se estructura
de la siguiente manera:
En primer lugar, se realizó un apartado inicial en donde se expone y justifica la pregunta
problema que nos indujo a realizar la pesquisa. También se plantea el objetivo general y los
específicos y algunas preguntas orientadoras que guiaron el discurrir de nuestro trabajo, las
cuales bordean respuestas en la parte conclusiva.
A continuación, se hizo la descripción del marco teórico que sustenta los planteamientos
expuestos. En él, se explica la evolución de las ciencias cognitivas hasta llegar al desarrollo
reciente del enfoque lingüístico cognitivo. Del mismo modo, se presentan las distintas
acepciones que ha tenido la metáfora y, en general, el lenguaje figurado a lo largo de la
historia de los estudios del lenguaje y el pensamiento, hasta llegar a los postulados de Lakoff
y Johnson, los cuales constituyen la vértebra de nuestra propuesta pedagógica. Esta parte del
trabajo contiene, además, una caracterización del aprendizaje y los procesos cognitivos y
comunicativos relacionados con la metáfora, que subyacen a este. El anterior recorrido, fue
imprescindible para concluir con la descripción de lo que implica el aprendizaje en los niños
y niñas del ciclo 2 y la importancia que tiene la metáfora en la comprensión lectora.
Después de definir el marco teórico con la explicación de cada uno de las categorías centrales
de nuestra tesis, se realiza la descripción detallada de la secuencia didáctica, indicando la
pertinencia y relevancia de las actividades planteadas en ella, y orientando su aplicación en
4La comprensión de metáfora potencia la capacidad sintética e hipotética del pensamiento, en tanto vincula las
experiencias y conocimientos previos para el descubrimiento y comprensión de nuevos fenómenos.
15
el aula. En este apartado se vincula todo el contenido teórico que se desarrolló, para sentar
las bases de nuestra propuesta pedagógica titulada Metáforas de la Vida Cotidiana.
Por último, a manera de conclusión, se exponen algunas reflexiones que van más allá de la
intención de responder a los interrogantes planteados al inicio. Aunque, efectivamente,
llegamos a conclusiones relevantes frente tales preguntas; en términos pedagógicos sabemos
que queda mucho por descubrir, indagar y preguntarnos desde nuestras propias prácticas.
Por ello, estas conclusiones son una apertura e invitación a seguir nutriéndonos de los aportes
que, desde las distintas disciplinas, están emergiendo para recordarnos que la pedagogía, al
igual que el aprendizaje, requiere ser vista desde enfoques transdisciplinares que enriquecen
su comprensión y, por tanto, sugieren nuevas formas de pensar nuestras prácticas en la
escuela.
1.2 JUSTIFICACIÓN
En la búsqueda de recursos pedagógicos transformadores y de estrategias que contribuyan
al desarrollo de la comprensión de los estudiantes, surgen varios interrogantes que son
ineludibles. Así, por ejemplo, ¿qué significa comprender, y cuál es su relación con el
aprendizaje?, ¿qué procesos de aprendizaje se desarrollan en la escuela?, ¿cuál es la relación
entre la comprensión y los hábitos lectores de los estudiantes? Estas son preguntas
recurrentes que han dejado de pensarse únicamente en el terreno pedagógico, y se han
incorporado a nuestras preocupaciones cotidianas, en tanto influyen en la forma en que nos
relacionamos y actuamos en nuestro entorno.
Esta preocupación crece y se generaliza cuando los medios de comunicación alarman a la
población con expresiones como “Malos resultados: constante en los estudiantes
colombianos” (El Tiempo, 09 de julio de 2014, www.eltiempo.com Recuperado en enero de
2015). o con la difusión reiterativa de noticias en relación a la publicación de los resultados
16
de pruebas internacionales; tal como sucedió con las últimas pruebas PISA -
Programmefor International Student Assessment-, o las pruebas de la OCDE -Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico-, donde se afirma que los “malos
resultados” se deben a que "[…] solamente se les enseña a los estudiantes a ser eruditos, a conocer
y a replicar la información de forma memorística sin que haya mayor preocupación por la aplicación
práctica del conocimiento" (El Tiempo, 9 de julio de 2014, www.eltiempo.com Recuperado
en enero de 2015)
Tal parece, como lo indican los resultados nacionales e internacionales, que los niños y
jóvenes colombianos, son educados para replicar información que nunca comprenden. Esto,
podría explicar la dificultad que se tiene para la solución de problemas de toda índole
(matemáticos, filosóficos, y demás), puesto que este tipo de pruebas no miden conocimientos
específicos sino competencias para saber hacer práctico el conocimiento en diversos
contextos. En esa medida, se puede afirmar que el problema de los malos resultados, deviene
de los bajos niveles de comprensión de los estudiantes.
En efecto, en general, las distintas pruebas nacionales e internacionales apuntan a constatar
que los estudiantes colombianos poseen un bajo nivel de comprensión lectora. Según el
ICFES, el balance más reciente de los resultados de las pruebas Saber realizadas en el 2013
(Bernal, 2013), indican que, en el área de Lenguaje, el 49% de los niños de grado 3° alcanzan
niveles bajos y mínimos en las competencias evaluadas; en grado 5º, el 47% se halla en el
mismo rango; y en 9º grado el 46%. Adicionalmente, como se puede observar en las
estadísticas señaladas por el ICFES sobre el resultado de las pruebas para el ingreso a la
educación superior (Basado en www.icfesinteractivo.gov.co/resultadosdelenguaje.
Recuperado el 19 de enero de 2016), en el porcentaje de estudiantes por niveles de
competencia a nivel nacional, frente a la competencia interpretativa, el 22,44% de los
estudiantes está en un bajo nivel; el 76,29% en medio y el 1,27% en alto, mientras que frente
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a la competencia argumentativa, el 21,43% de los estudiantes posee un bajo nivel; el 76,15%
un nivel medio y sólo el 2,41% se encuentra en un alto nivel de argumentación. Finalmente,
se indica que, en la competencia propositiva, el 19,72% de los estudiantes tienen un nivel
bajo; el 77,99% medio, y el 2,29 es alto. A nivel general, estos resultados develan que los
estudiantes colombianos tienen una comprensión de lectura interpretativa, argumentativa y
propositiva de nivel bajo-medio. Veamos la tabla publicada por el ICFES:
Tabla 1. Porcentaje de resultados del ICFES
Tomado de la página del icfes
Por otra parte, El periódico El Tiempo, publica en julio del 2014 un artículo en el que recoge
los resultados recientes de las pruebas PISA, entre otras. Según este, en el 2012 La OCDE
evaluó a 510 mil estudiantes de 15 años de todo el mundo, en matemáticas, lenguaje y
ciencia; Colombia ocupó el puesto 62 entre 64" (El Tiempo, 9 de julio de 2014,
http://www.eltiempo.com Recuperado en enero de 2015.)
A pesar de estos resultados, varios académicos de distintas partes del mundo, han
cuestionado la objetividad de las pruebas PISA de la OCDE, argumentando que estas no son
herramientas eficaces para juzgar el éxito o fracaso de un sistema escolar, ya que funcionan
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a partir de un modelo matemático estadístico basado en ítems que no pueden ser iguales en
todos los países en los que se aplica la prueba; adicionalmente, estas pruebas son creadas por
organizaciones con un sesgo económico que no reconocen aspectos importantes de la
educación, como las competencias ciudadanas5. Así, por caso, el profesor Svend Kreiner, de
la Universidad de Copenhague, experto en el modelo Rasch, usado para la estandarización
de que fundamenta las pruebas PISA, en una entrevista publicada en la revista
británica Times Education Supplement, afirma que las preguntas de las pruebas PISA no
tienen el mismo nivel de dificultad en todos los países:
“[…] De hecho, no he sido capaz de encontrar dos ítems en los test de PISA que funcionen
exactamente de la misma manera en países diferentes. No hay un sólo ítem que sea igual en
los 56 países participantes. Por lo tanto, no se puede utilizar este modelo” (El País,
noviembre de 2013. http://sociedad.elpais.com/ Recuperado en enero de 2015.)
Como afirma Kreiner, las pruebas de estandarización internacionales no son
pertinentes para comparar el desarrollo de los distintos sistemas educativos del
mundo; por tanto, no pueden ser el único punto de referencia para pensar la
pedagogía y las políticas educativas en cada país. No obstante, el informe PISA,
que evalúa los conocimientos y competencias de los estudiantes de 15 años en
matemáticas, ciencia y compresión lectora, permiten una aproximación
estadística a las habilidades básicas que tienen nuestros estudiantes. De ahí, el
impacto que generó sobre los lectores el titular del periódico El Tiempo:
“Colombia, en el último lugar en nuevos resultados de pruebas PISA”.
5Es importante mencionar que las últimas pruebas PISA tuvieron un énfasis en educación financiera, lo que
influyó de manera determinante en los resultados obtenidos los estudiantes colombianos. Del mismo modo, es
viable cuestionar la conexión que se busca tener entre los conocimientos desarrollados en el aula y la
incorporación de las personas en el sistema económico.
19
Pero, realmente, ¿qué es lo que se evalúa? En la actualidad, las pruebas SABER 11°, no
distan mucho de los parámetros de evaluación internacionales, pues en agosto del 2014 el
ICFES y el Ministerio de Educación Nacional (MEN) realizaron una “Alineación” del
examen, buscando la correspondencia interna con el Sistema Nacional de Evaluación
Estandarizada de la Educación (SNEE) y externa, con las pruebas internacionales PISA de
la OCDE; las modificaciones introducidas están centradas en la categoría de competencia,
entendida como:
“[…] Conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, comprensiones y
disposiciones cognitivas, metacognitivas, socioafectivas, comunicativas y psicomotoras
apropiadamente relacionadas entre sí para facilitar el desempeño flexible, eficaz y con
sentido de una actividad o de cierto tipo de tareas en contextos relativamente nuevos y
retadores.” (Estándares básicos de calidad para la educación. 2003, p. 49)6
Estas habilidades son indispensables en tanto permiten al estudiante afrontar y comprender
nuevas situaciones; se trata de un saber hacer en contexto, que es la base para alcanzar
nuevos conocimientos y resolver distintos problemas a través de los procesos de descripción,
interpretación y comprensión. No obstante, los resultados expuestos arribapermiten inferir
que, en la actualidad, la escuela tiene dificultades para el desarrollo de estas habilidades, y
que las pruebas nacionales e internacionales, aunque no son las únicos, siguen siendo
referentes importantes para evaluar la posibilidad que tienen los distintos sistemas
educativos para desarrollar habilidades centradas en el saber hacer en contexto.
En esta búsqueda de alternativas para repensar las prácticas de aprendizaje en al aula,
dirigidas a fortalecer las habilidades que le permitan al estudiante comprender y leer
6Del mismo modo, el ICFES, elabora una distinción entre competencias genéricas y no genéricas. Las primeras,
son aquellas competencias básicas que todas las personas deben tener para desempeñarse dentro de la sociedad.
Allí encontramos tres áreas de competencias: lenguaje, matemáticas y ciudadanas. Por otra parte, las
competencias no genéricas son aquellos saberes específicos que se requieren dentro de cada área de
conocimiento; estas competencias se desarrollan en la educación media, universitaria y post universitaria.
20
críticamente la realidad, hemos considerado importante preguntarnos acerca de los aportes
de la metáfora, entendiendo ésta como:
“[…] Un mecanismo que hace posible conceptualizar y reconceptualizar el mundo a
partir de la traslación de rasgos de un dominio de origen a un dominio de llegada. En
esa medida, la metáfora no necesita inventar nuevos términos para referirse a la realidad,
sino que a partir de los ya existentes brinda una visión diferente de ésta en tanto que ha
sido enriquecida con la afectividad y la emotividad del sujeto cognoscente. Por esa
razón, la comprensión y producción metafórica requiere más de la competencia
comunicativa que de la competencia lingüística, dado que el sentido que éste adopta
depende del contexto comunicativo y no de la constitución léxica, morfológica
sintáctica del enunciado” (Fajardo, 2006, p. 1)
Así las cosas, consideramos importante profundizar teóricamente en las contribuciones,
tanto de la creación como de la interpretación de metáforas que, poniendo en juego texto y
contexto, aproximan a los estudiantes a lecturas amplias del mundo y enriquecidas con sus
propias visiones de él. De este planteamiento se desprenden las tres apuestas comprensivas
de nuestro objeto de investigación, a saber:
La metáfora como una herramienta comunicativa indispensable en el aula, pues le
permite al profesor realizar una mediación entre sus estudiantes y los contenidos
teóricos, generando una especie de intimidad en el aula.
La metáfora o pensamiento metafórico consiste en la traslación de significados para
comprender algo nuevo o para y crear nuevas perspectivas de algo ya conocido.
Partiendo de las construcciones previas del docente mediador y de los estudiantes, la
metáfora permite ampliar la capacidad de comprensión de ambos.
La metáfora como punto de partida para una reflexión teórico- práctica acerca de las
prácticas de aprendizaje tradicionales en el aula, pues estas descuidan la riqueza que el
21
contexto y las experiencias proporcionan para el fortalecimiento de los procesos de
aprendizaje.
Se propuso hacer la descripción de la función de la metáfora en los procesos de comprensión
de las niñas y niños del ciclo 2, es decir, de grados 3° y 4° de primaria, y en edades entre 8
a 10 años, ya que, como lo expone La Cartilla Distrital de Reorganización por Ciclos:
“En esta etapa de vida, los niños y las niñas presentan un acentuado desarrollo de los
procesos de representación y realizan actividades cognitivas como categorizar, clasificar y
establecer relaciones entre los objetos y entre lugares y sucesos (…) La actividad del
lenguaje se materializa especialmente a través de la oralidad, que enriquece las experiencias
de los niños y niñas, antes de la escolaridad, y posibilita nuevos aprendizajes. El
aprendizaje se construye fundamentalmente a partir de la experimentación y la actividad
viva.” (Cartilla de Reorganización por Ciclos, 2010, p. 44)
Por lo tanto, se trata de una etapa en que los niños son curiosos y se encuentran interesados
en leer el mundo que los rodea; así, su aprendizaje está centrado en la integración y
relacionamiento de conocimientos, estableciendo metáforas entre su entorno, la información
y sus experiencias. Adicionalmente, durante este período los niños tienen un fuerte vínculo
afectivo con el docente mediador, por tanto, este último tiene la responsabilidad de orientar
el afecto, la curiosidad y la imaginación de los niños para elaborar explicaciones
enriquecedoras del mundo circundante a través de una comunicación más íntima mediada
por el lenguaje metafórico.
1.3 PREGUNTAS
¿Cómo promover los procesos de comprensión en los estudiantes de ciclo 2 a partir de la
interpretación de metáforas?
22
De ésta, se desprenden otras preguntas más específicas, que nos ofrecen un camino para la
resolución de este interrogante.
● ¿Qué es la metáfora y qué tipo de metáforas existen?
● ¿Qué operaciones mentales implican la comprensión metafórica?
● ¿Cuál es la importancia que tiene la metáfora para el aprendizaje significativo en
estudiantes del ciclo 2?
● ¿Qué tipo de recurso pedagógico es la metáfora?
● ¿Cómo potenciar el pensamiento metafórico en el aula?
1.4. OBJETIVOS
Proponer una secuencia didáctica centrada en la metáfora para el desarrollo de los procesos
de comprensión en el ciclo 2
Objetivos específicos
Describir los procesos cognitivos implicados en la comprensión de metáforas.
Analizar las posibilidades pedagógicas de la metáfora para construir una propuesta
didáctica que ayude al desarrollo de la comprensión.
Asociar a la propuesta didáctica, recursos propios de la metáfora, de acuerdo a las
características de los estudiantes de ciclo 2
23
CAPÍTULO 2
MARCO TEÓRICO
A partir de lo propuesto en la parte introductoria, se realizó una referencia teórica sobre el
campo epistemológico escogido, donde se tuvo en cuenta cada una de las proposiciones
teóricas, enfocándolas hacia el objeto de investigación. Esto se llevó a cabo pasando por las
categorías generales para poder llegar a las más específicas, para lo cual, se realizó una
revisión histórica del cognitivismo y, después, se determinó el lugar que ocupó el objeto
específico de estudio, la metáfora, dentro de este campo. Posteriormente, se definieron los
criterios básicos de la propuesta pedagógica, estableciendo la relación entre la metáfora y
los procesos de comprensión en los niños y niñas de ciclo 2.
2.1. Descripción del enfoque cognitivo
El cognitivismo es una ciencia que se ha encargado de estudiar el pensamiento humano en
relación con la realidad, concibiéndola como el fundamento de las experiencias y
conocimiento del ser humano. Aquellas experiencias proceden a ser interiorizadas para
poder llegar a generar una propuesta constructiva de cada una de ellas. Del mismo modo, las
experiencias representadas7 en la construcción de cada individuo, entran en contacto con la
realidad, donde el sujeto puede interactuar con ella para poder generar conocimiento activo8.
Se conciben las representaciones como el constructo mental de imágenes, figuras y
proposiciones que resultan de la interacción del hombre con la realidad. Muchos teóricos de
la ciencia cognitiva están de acuerdo en que las representaciones se producen en el sistema
nervioso, el cual ha sido estudiando, por su funcionamiento, como una computadora, ya que
7 Es necesario tener en cuenta, que la ciencia cognitiva se centra en las representaciones puesto que éstas son
el constructo mental resultado de la interacción del hombre con la realidad. 8 Se concibe el conocimiento activo como un producto de las interacciones de un sujeto con el mundo que lo
rodea en construcción de aquello que puede llegar a ser prioritario y que se produce en el campo de la realidad.
24
esta es una herramienta tecnológica que funciona de una manera muy similar a los procesos
que se desarrollan en el cerebro humano.
Ahora bien, existen otros aspectos que son relevantes para el cognitivismo, entre ellos se
encuentra el contexto, la historia y la cultura, que influyen definitivamente en el proceso de
desarrollo del pensamiento del individuo; aunque, muchos teóricos cognitivistas fueron
escépticos a esta perspectiva que liga lo cognitivo y lo social, puesto que creían que la ciencia
no podía explicar fenómenos estéticos, ni sociales. En esa medida, puede afirmarse que el
cognitivismo no se ha movido en una sola línea, sino que es un enfoque en el que se propone
vincular dentro de sus postulados a diversas ciencias y perspectivas que serán tema de
reflexión más adelante.
2.1.1 La historia de una ciencia
Desde el año de 1948 se puede comenzar a concebir el nacimiento de una luz para la ciencia
cognitiva, ya que fue en ese año que se reunieron diversos teóricos como Neumann9,
McCulloch10 y Lashley, en el Simposio de Hixon, dónde se debatió sobre Los mecanismos
cerebrales en la conducta. Fue Lashley con su propuesta El problema del orden serial en la
conducta, quien promovió la idea de que el conductismo estaba reduciendo la investigación
a campos específicos de representación pasiva en los sujetos, dejando de lado a la mente.
Determinando, incluso, que la conducta no se genera desde incitaciones ambientales
(pasivos), sino que se producen por procesos cerebrales que preceden los modos de actuar
ante un hecho. Ante la concepción del sistema nervioso afirmó que: “[…] Todas las
evidencias de que disponemos nos indican, por el contrario, un sistema dinámico y
9 John Neumann fue un matemático nacido en Hungría y nacionalizado estadounidense (1902-1957) quien
repercute con gran importancia en la ciencia computacional. Junto a él se puede mencionar también a Claude
Shannon, en el campo de la electromecánica y la concepción de la teoría de la información, en la cual se podía
independizar la materia o contenido de lo enviado, el bit. 10 Fue psicólogo y filósofo estadounidense (1898-1969), quien propone en los años 40 del siglo XX la idea del
modelo de la neurona, donde menciona que ésta se encuentra activa y que ella promueve a otro, ésta a otra y
así sucesivamente.
25
constantemente activo, o más bien la mezcla de muchos sistemas interactuantes” (citado de
Jeffress, 1951, pg. 135)” (Gadner, 1987, p. 29)
Así, inició la propuesta cognitivista que, en sus inicios, estuvo fuertemente vinculada al
conductismo11; momentos de desarrollo epistemológico donde emergen la teoría de Albert
Bandura12. Cuando Bandura menciona que el aprendizaje se genera por refuerzo, es decir,
por medio de la repetición de una acción para poder aprender, parece no relacionarse con el
cognitivismo que entiende la importancia de los procesos de aprendizaje innatos que el
hombre desarrollada no sólo a partir de la repetición sino de sus acciones en contexto. Sin
embargo, cuando Bandura expone que la repetición se convierte en conocimiento a partir de
la construcción del aprendizaje del individuo en el campo social, se genera una propuesta
encaminada hacia la representación de lo que sería uno de los aspectos significativos de la
cognición; su aporte, permite aludir a la gran importancia que tiene el exterior para la
modelación de la experiencia de los individuos. Del mismo modo, se pueden citar autores
como Robert Gagné, quien llegó a concebir, desde el conductismo, propuestas encaminadas
hacia el cognitivismo.
Sin embargo, el cognitivismo como propuesta intelectual, emerge en la década de los
cincuenta del siglo pasado, donde incluso puede datarse el interés de Robert Oppenheimer,
quien centró sus estudios en la percepción y la observación humana, lo que le permitió llegar
a avances importantes en la física sub-atómica y atómica. Pero, fue el año de 1956 que dio
paso a la cognición en el campo de la epistemología con el Simposio de La teoría de la
información, celebrado en septiembre de aquel año, donde se incluyeron propuestas teóricas
que permitieron la percepción de una nueva forma de ver el aprendizaje:
11 Aquella referencia se propone porque muchos autores conductuales como Albert Bandura, en sus propuestas
en el enfoque conductual tiene proposiciones encaminadas hacia el cognitivismo. 12 Albert Bandura es un psicólogo canadiense que basa su teoría en el enfoque conductual, desde el cual analiza
las diversas conductas del ser humano que le permiten adquirir aprendizaje a partir del contacto social que
tienen con otros a su alrededor. Su libro más representativo es Agresión: Análisis del aprendizaje social que
salió en el año 2000.
26
“[…] Para desgracia de los historiadores y de los que, por una u otra razón nos ocupamos de
rastrear sus orígenes, la psicología cognitiva carece de manifiesto fundacional y de partida de
nacimiento. Pero, como toda revolución que se precie, ha de tener una fecha que sirva de
referencia simbólica, hay quien sitúa la toma del Palacio de Invierno de la Psicología el 11 de
septiembre de 1956, con motivo del Segundo Simposio sobre Teoría de la Información
celebrado en Massachusetts Institute of Technology (M.I.T). Allí se reunieron figuras tan
relevantes para la psicología cognitiva contemporánea como CHOMSKY, NEWELL, SIMON
y G.A. MILLER, que es quien propone esta fecha como origen del nuevo movimiento” (Pozo,
1989, pp. 39-40).
De hecho, Pozo no es el único en plantearlo; así, por ejemplo, carretero afirma:
“[…] Suele citarse ese año como fecha concreta de la aparición del cognitivismo en el
panorama científico e intelectual porque en dicho año se publicaron tres obras que llegarán a
tener un impacto decisivo en el desarrollo posterior de este enfoque: concretamente, A Study
of Thinking de Bruner, Goodnow y Austin (1956) SyntacticStructures de Chomsky (1956) y
el artículo sobre “el número mágico siete, más-menos dos” de Miller (1957)” (Carretero,
1998, p. 32).
La primera de estas propuestas teóricas, según Carretero (1998), propone una perspectiva de
indiscutible avance sobre el pensamiento humano, concibiendo al aprendizaje como una
categorización a través de la cual se realiza un enlace entre la realidad que rodea al sujeto
(contexto) con la acción que ejecuta éste, y que es producida como una reacción del
pensamiento. La segunda propuesta, referida a la concepción innatista de lenguaje,
promueve la idea de que el ser humano, por razones genéticas, tiene vinculado desde el inicio
de su existencia el gen del lenguaje. Desde el enfoque innatista se realiza una revolución en
27
el campo del estudio del lenguaje, modificando el objeto de estudio (pasando del estudio de
las lenguas particulares a la universalización de la lengua) y el método (pasando del
inductivo al hipotético-deductivo). Por último, la tercera propuesta, se vincula con la
inteligencia artificial, ya que trasciende al estudio del pensamiento a partir de la creación de
una computadora que puede realizar operaciones complejas similares a las del cerebro
humano.
Desde allí, se puede concebir el deterioro del conductismo como propuesta, ya que reduce
su percepción a elementos básicos como estímulos y respuestas, mientras que la concepción
cognitivista va más allá; y promueve la necesidad de tener en cuenta los procesos de
pensamiento y el contexto en el cual se encuentre la situación específica; además de diversos
aspectos como el tipo de proceso a realizar y la capacidad actual (por edad en desarrollo) del
individuo. Pese a ello, y las diversas rivalidades que existieron entre la escuela de Wuzburgo
(posteriormente los de Gestalt) y Wilhelm Wundt13 sobre el estudio de los procesos
cognitivos, se puede decir que el conductismo siguió sus lindes
“[…] El movimiento conductista se impuso por su rigor metodológico y porque sentaba
las bases para una psicología científica en la que era fácil ponerse de acuerdo con
respecto a los supuestos de nuestra ciencia” (Carretero, 1998, p. 33.)
No obstante, en los años sesenta, la ciencia cognitiva ya tenía un espacio específico en el
ámbito académico; en esta época fundaron Jerome Bruner14 y George Miller15, el Centro
13 Fue un reconocido psicólogo y filósofo alemán (1832-1920), fundador de la psicología experimental, cuya
base está determinada en la concepción de que se puede estudiar el comportamiento humano por medio de
experimentos referentes a aspectos de la vida cotidiana que se relacionan con la percepción, memoria,
aprendizaje, conocimiento, sensación. 14 Este celebre psicólogo estadounidense nacido en 1915, promueve una teoría del aprendizaje y propuesta del
comportamiento de la mente, basado en la ciencia cognitiva. Es considerado uno de los promotores de ésta,
sobre todo con la publicación de su libro El estudio del pensamiento (1956). 15 Reconocido psicólogo estadounidense (1920-2012), quien se interesó por la psicología en el ámbito
cognitivista, criticando la propuesta conductista en el campo, además se le considera uno de los pioneros (Junto
con Jerome Bruner) de esta ciencia.
28
para Estudios Cognitivos, en la Universidad de Harvard, quienes incentivaron el proyecto
con apoyo económico, y en cuyo lugar se reunían nuevas promesas de la disciplina. Al
respecto Gardner afirma que
“[…] A partir de ese momento, y por más de 10 años, el centro Harvard sirvió como
lugar de reunión de estudiantes avanzados y graduados que confluían ahí para pasar lista
a las ideas más novedosas en el campo cognitivo, y de profesores invitados para su año
sabático” (Ibíd. p. 48).
Entre las propuestas que surgieron a partir de este espacio de encuentro, se puede rescatar
Los planes de la conducta (Brunner, 1960), junto con algunos colaboradores. Aunque, el
Centro para Estudios Cognitivos, no obtuvo el auge que se esperaba; fue el promotor de
diversas propuestas de autores que pensaban que el cognitivismo era la puerta para poder
llegar a concebir una nueva forma del estudio de la conducta, por medio de la mente. Por lo
tanto, el cognitivismo, como una ciencia que tuviera una defensa de sus presupuestos, se
comenzó a generar de manera concreta y sentenciada desde los años setenta cuando toma
más fuerza la postura chomskiana del lenguaje y se comenzó a deslindar su propuesta a
postulados más cognitivistas como lo fueron los postulados de sus estudiantes Lakoff y
Johnson en el campo directo de la lingüística cognitiva. Es así como se puede determinar la
segunda fase de esta ciencia; entendiendo que su fundamentación no está determinada en
una sola postura, lineal, sino que se vincula a diversas ciencias que promueven su desarrollo.
2.1.2 La ciencia detrás de las ciencias
Desde el inicio se ha mencionado que la ciencia cognitiva ha tenido contacto con otras
ciencias para fundamentar su teoría, siendo indispensable el estudio y recopilación de datos
para una investigación que constituyera sus principios básicos, tomando los aportes de
diversas ciencias que han generado nuevas perspectivas encaminadas hacia su crecimiento.
29
La figura 1 especifica cuáles son las ciencias que se unieron, para poder llegar a producir la
transdisciplinareidad que caracteriza al cognitivismo.
Imagen 1. Hexágono de Gadner
Tomado de La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva
Concretamente, se pueden observar seis ciencias que se vinculan al cognitivismo en lo que
es conocido como el Hexágono de Gadner16. ¿Pero cómo podía llegar una ciencia a abarcar
tantas? Al parecer esto comienza en el año de 197017, cuando la Fundación Sloan (cuya
función era generar recursos para proyectos epistemológicos) decidió apoyar a la ciencia
cognitiva con diversos recursos económicos que contribuyeron a su formación, pero que
dejaron dudas sobre su campo de estudio específico. En este contexto, se realizó el Informe
sobre el cuadro de situación de la disciplina, el cual permitió valorar qué otras ciencias se
habían vinculado a la ciencia cognitiva para el estudio de un solo objeto de investigación:
“[…] descubrir las capacidades de la mente para la representación y la computación, y su
representación estructural y funcional en el cerebro” (Gadner, 1987, P. 54).
16 Hexágono realizado por primera vez en el libro La nueva ciencia de la mente que tuvo su primera edición
en el año de 1987 17 Sin dejar de notar que decenas de teóricos de diversas disciplinas (matemáticas, psicología, informática, etc.)
se interesaron por la ciencia cognitiva desde treinta años atrás.
30
Así, pues, se logró determinar la relación existente con seis disciplinas y reivindicar la
posibilidad de lograr confluencia entre ellas. Como se encuentra en el cuadro, algunas
ciencias se relacionan directamente con otras (Cómo ejemplo la psicología con la
lingüística), y por otro lado, otras que se pueden relacionar indirectamente (Entre ellas la
Filosofía con la inteligencia artificial).
2.2 Lingüística cognitiva: un acercamiento a sus orígenes
Ahora bien, teniendo en cuenta que los estudios de la metáfora han sido de relevancia dentro
del campo de la lingüística cognitiva es indispensable realizar un recorrido desde sus inicios,
para poder observar cómo comenzó a gestarse esta ciencia.
Como primera medida es necesario aclarar que la lingüística cognitiva no empezó desde
cero, sino que se produjo gracias a la modificación y recopilación de datos de investigaciones
generadas a partir de diversas teorías basándose y criticando los postulados de la Gramática
Generativa Transformacional, e incluso, se hace alusión a sus inicios entre los años 1970 a
los años 1980; sin embargo, la primera exposición concreta de la disciplina se produjo en
1987 cuando George Lakoff escribió Women, Fire and DangerousThings (Mujeres, fuego y
cosas peligrosas):
“[…] La tesis principal de este libro es que nosotros organizamos nuestro conocimiento
por medio de estructuras llamadas modelos cognitivos idealizados, orICMs, y que las
estructuras y efectos prototípicos de esa categoría son productos colaterales de esa
organización.” (Lakoff, 1987, p. 187)
La concepción de Mujeres, fuego y cosas peligrosas, se produce desde una indagación
anteriordel investigador alemán R. W. Dixon18 quien expone diversas descripciones de datos
18 Robert Malcolm Ward Dixon fue lingüista inglés. Realizó estudios en Australia por un año de una comunidad
de lengua Dyirbal, de la cual produjo diversos textos basados en su forma gramática.
31
específicos de la lengua de una tribu australiana con el nombre de dyirbal; en ella los
sustantivos connotan una determinada entidad:
“[…] Bayi designa a los humanos del género masculino y a la mayor parte de los
animales.
• Balan clasifica a las mujeres, el fuego, el agua y los objetos o animales peligrosos.
• Balam precede a las plantas y las frutas comestibles, fundamentalmente.
• Bala indica que el sustantivo siguiente no pertenece a ninguna de las clases anteriores.
Aparece junto a nombres como las partes del cuerpo, la mayoría de los árboles, las piedras,
los ruidos, el lenguaje, etc.” (Cuenca,1999, p. 26)
De esta manera, se piensa que su forma de concebir el mundo se distancia significativamente
de la conocida (Occidental), aun así, pueden relacionarse y generar sus propias visiones del
mundo; en ese sentido, Lakoff promueve la hipótesis de que el lenguaje, el mundo que nos
rodea y la cognición se encuentran firmemente relacionados, intencionados a partir de la
categorización humana. Se puede afirmar, que, por ser monográfico, el trabajo de Lakoff
(basado en el trabajo de Dixon) expone los primeros resultados de la ciencia en formación.
Para poder comprender el por qué esta ciencia jamás empezó de cero, es necesario mencionar
que existió un programa de investigación que Lakoff conformó junto a otros estudiosos de
la lingüística, llamado Semántica generativa, cuya objetivo principal era generar una
perspectiva de estudio que incluyera la semántica dentro de la teoría chomskiana de la
lingüística, que no poseía ninguna vinculación con esta ciencia, ya que se tenía como premisa
en que la estructura profunda (categoría desarrollada por Noam Chomsky) se fundamenta en
la sintaxis; sin embargo, la Gramática Generativa Transformacional de Chomsky, teniendo
como misión explicar el funcionamiento de las palabras, también tuvo como necesidad
investigar cómo se producen desde su invención primitiva, es decir, su génesis en relación
32
con la dimensión semántica, su significado. Es en este momento en que inciden los
planteamientos de Lakoff y sus conterráneos, mencionando que esos elementos primitivos,
como lo que estudió Dixon en relación con otras culturas, se basan más en la semántica que
en la sintaxis. Desde aquel momento, y con textos como Metáforas de la vida cotidiana este
programa de investigación se modificó, estipulando una nueva ciencia que se fue
construyendo, con el nombre posterior de Lingüística cognitiva:
“[…] como apunta Taylor (1989: 19) en otra de las obras de referencia básica en los albores
del cognitivismo, “no hay que olvidar que el enfoque cognitivo es mucho más antiguo que
el trabajo de los autodenominados lingüistas cognitivos. Algunos investigadores situados
fuera de la corriente central de la lingüística autónoma, sea estructural o generativa, han
trabajado frecuentemente con postulados que los lingüistas cognitivos actuales apoyarían
inmediatamente” (Cuenca, 1999, p. 12).
Por su parte, para la misma época, otro autor que estuvo vinculado al proceso de la formación
de la lingüística cognitiva fue Ronald Langacker, con su libro Foundatios of
CognitiveGrammar: TheoreticalPrerequisites (Fundamentos de la Gramática cognitiva:
requisitos teóricos), donde “[…] explica los principios de una concepción cognitiva de la
gramática y desarrolla los aspectos relativos a las categorías y a las construcciones
gramaticales básicas” (Ibíd.).
Con este libro, Langacker comienza a bosquejar lo que puede llegar a ser el término de
cognición en el campo de la gramática y su vinculación con ésta, entrando en los marcos
establecidos por la lingüística cognitiva para empezar a determinar lo que sería en sí la
ciencia, más adelante. No obstante, se afirmaque la Lingüística cognitiva también se ha
basado en diversos autores como Ray Jackendoff, lingüista estadounidense, que en el año de
1983 publicó un libro llamado Semántica y Cognición, en el que se proponen dos postulados
33
a partir de la lingüística; el primero, filosófico, donde se refiere a la percepción de lo que
podemos referir y al mismo tiempo de lo que hacemos; la segunda basada en la psicología,
en la cual revela como la estructura natural del lenguaje humano se realiza desde la
percepción y cognición. Sus aportes se mueven en el campo de la filosofía y la psicología,
dando a conocer la interdisciplinariedad de la Lingüística cognitiva.
A parte de Jackendoff, otros autores como Talmy Givón se involucran desde el campo de
sociolingüismo e indirectamente en la concepción de la Lingüística cognitiva, criticando la
posición funcionalista del lenguaje y su visión tan rigurosa e irreal en la que estudia y
clasifica la comunicación de las personas, acercándose a la visión cognitivista de la
significación real del lenguaje. Por su parte, Richard Hudson, desde la sociolingüística,
menciona que el lenguaje se diferencia en cada persona dependiendo de su contexto y sus
relaciones sociales, pero teniendo en cuenta unos marcos globales establecidos, como ha
sostenido la Lingüística cognitiva en sus primeros estudios, donde la concepción global del
lenguaje es indispensable para que un individuo se identifique con otros.
Ahora, vinculándolo a la concepción de la metáfora como herramienta comunicativa para la
comprensión de mundo, se llega tener la perspectiva de la importancia que la funcionalidad
de la sociología en la pertinencia del contexto y las relaciones sociales para la formulación
de metáforas, sin obviar la necesidad filosófica de percibir de alguna manera el mundo para
exponerlo; del mismo modo, la psicología, que estructura lo mencionado anteriormente
mediante la noción de que se promueve desde la percepción del mundo y los aspectos
cognitivos que genera éste. Esta relación entre la sociología, la filosofía y la psicología, para
indicios de la Lingüística cognitiva, enriquece la ineludible presencia de la metáfora en el
campo comunicacional; allí donde se produce la necesaria unión entre el lenguaje (como
herramienta indispensable para generar significado) y la conceptualización (procesos
34
cognitivos que promueven aprendizaje), aspectos de importancia en campo del aprendizaje,
lo cual se observará más adelante.
2.2.1. Principios básicos de la lingüística cognitiva
Siendo así, se hace indispensable exponer los supuestos más importantes que tiene la
lingüística cognitiva para relacionar el lenguaje y la conceptualización:
El estudio del lenguaje no se separa de la función cognitiva y comunicativa, ya que
para poder generar una visión del mundo consciente y coherente, se hace necesario
recurrir al lenguaje como herramienta para tener una función dentro del marco del
uso.
Se categoriza desde estructuras conceptuales; es decir, que se realizan vinculaciones
de parentesco de la función pragmática para la comunicación en diversos espacios
sociales.
La gramática estructura y simboliza lo semántico desde lo fonológico; de esta
manera el significado es fundamental.
El lenguaje es simbólico; por tanto, se produce a partir de una vinculación de la
expresión del lenguaje, difuminando las fronteras de sus niveles (semántica y
pragmática, semántica y gramática y semántica y léxica).
Estas categorías, están relacionadas con la metáfora dentro de las experiencias
comunicativas, siendo la finalidad del proceso entre el lenguaje y su poder de generar
significado y la conceptualización como proceso cognitivo para llegar a comunicarse.
2.2.2. Líneas de investigación de la Lingüística cognitiva
La lingüística cognitiva es una ciencia que no está encaminada en el campo cognitivista por
sí misma, sino que se introduce en el campo del lenguaje a partir algunas líneas de
35
investigación que encaminan sus postulados, entre ellas se encuentra la teoría de prototipos
que, según María Cuenca: “[…] se fundamenta en una concepción no tradicional de la
categorización basada en la aceptación de categorías difusas, definidas por haces de rasgos
y relaciones de semejanza de familia” (Cuenca, 1999, p. 22).
De esta manera, se promueve una visión menos estructurada del lenguaje, y pasa a analizarlo
a través de aspectos específicos en los hablantes, por caso aquello queles permite deducir
entre dos palabras o dos aspectos específicos que no tienen relación directa, una
interpretación metafórica. Así, por ejemplo: ese avión es un pájaro en el aire. Asimismo,
otros aspectos relacionados ocn esta propuesta son:
● La semántica cognitiva, se inscribe como un enfoque que tiene diversas propuestas
teóricas que han fundamentado a la lingüística cognitiva. Su propuesta está unificada
completamente a la pragmática, y encamina sus postulados en las presentaciones del
significado que se produce desde aspectos propuestos en un contexto de habla
determinado.
● La teoría de la metáfora (Lakoff), siendo una propuesta que concibe que la metáfora
no se debe imaginar como un aspecto netamente literario, sino que se vincula a los
procesos cognitivos para generar reconocimiento abstracto del mundo en un
contexto específico
● La gramática cognitiva (Langacker), cuya postura está propuesta a partir de la
concepción de que las unidades simbólicas se encuentran organizadas; por tanto,
implica la concepción de que se extiende a diversos niveles del lenguaje. También
se ha generado una propuesta de gramática de construcciones que se asemeja mucho
a la anterior pero que se enmarca en un ámbito donde solamente se realiza una
unidad simbólica con sus respectivos niveles fonológico, sintáctico, semántico y
pragmático.
36
Así, estos enfoques abrieron paso a la comprensión de manera más detallada y estructurada
de lo que puede llegar a ser la propuesta del estudio del lenguaje, teniendo en cuenta que
aquella que nos interesa de manera preferente es la postura de Lakoff y la metáfora, la cual
se desarrolla a profundidad en el siguiente capítulo.
2.3. La Metáfora a través de la historia: un recorrido acerca de los estudios del
lenguaje y el pensamiento.
La metáfora ha sido un fenómeno estudiado desde distintos enfoques a lo largo de la historia.
Cada enfoque corresponde a una concepción del lenguaje que delimita y describe la cuestión
del significado, o la interpretación de los signos lingüísticos. De este modo, podemos
establecer tres momentos de los estudios de la metáfora que nos permiten, por una parte, dar
cuenta del desarrollo histórico de esta categoría, y así mismo, explicar cómo los distintos
paradigmas de la filosofía del lenguaje han hecho cambiar drásticamente las formas de
abordar la relación entre lenguaje y pensamiento.
Así pues, en el primer apartado de este capítulo se explica la concepción clásica de metáfora
como tropos, establecida por Aristóteles en sus textos La Retórica y La Poética (2010). A
continuación, se abordarán () las contribuciones de la pragmática de la metáfora desarrollada
durante el segundo periodo de El giro lingüístico, específicamente con los aportes de Grice
y Searle retomados por Pedro José Chamizo (2005) para desarrollar su explicación sobre la
metáfora. Por último, se exponen los fundamentos de la categoría Metáfora Conceptual,
desarrollada desde la lingüística cognitiva; así mismo, se explica la tipología y clasificación
de las metáforas establecidas por Lakoff y Johnson en su texto Metáforas de la Vida
Cotidiana.
37
2.3.1. Contribuciones de la filosofía griega a los estudios de la Metáfora
La primera referencia del estudio de la metáfora tiene sus raíces dentro de la tradición
filosófica griega. En los diálogos de Platón, como el Crátilo y el Teeteto (2003) se encuentran
elementos claves que Aristóteles retoma en su explicación del fenómeno metafórico como
tropos o figura retórica. El Crátilo es una de las primeras obras filosóficas que aborda
cuestiones de la semántica arcaica, a través del estudio del nombre y su correspondencia a
la realidad. En este dialogo, que data del año 360 A.C, se presenta una discusión entre
Hermógenes y Crátilo, donde Sócrates ejercerá el papel de mediador. Hermógenes, se apoya
en la idea del flujo universal para explicar cómo los nombres (nomos) son convenciones
humanas que pueden cambiar según lo deseen los individuos. Por otra parte, Crátilo retoma
la teoría naturalista de la inmutabilidad esencial; para él, los nombres corresponden por
naturaleza a un algo, el nomos expresa, por tanto, la esencia de lo nombrado.
Como puede observarse, esta discusión entraña cuestiones epistemológicas de fondo, tales
como la relación entre el lenguaje, el conocimiento y la realidad. Así, los nombres, como lo
expone Crátilo, son mimesis de la realidad, contienen en sí mismos la idea última de las cosas
(noésis); Sin embargo, para Sócrates, el nombre es algo distinto de las cosas, incluso este
puede ser falso y representar erróneamente una realidad al no rescatar sus rasgos esenciales.
Por tanto, afirma Sócrates, debe haber otro medio de conocer las cosas que no sea por su
nombre.
Para Platón la cuestión queda inconclusa, la relación nombre-verdad es indeterminada en
tanto que una palabra no es en sí misma verdadera o falsa; de este modo, se desplaza el
problema semántico hacia la primera unidad de sentido del lenguaje: la oración. Más
adelante, Aristóteles (2010) retomará esta idea para explicar la distinción entre nombre (al
que se le asigna un significado) y verbo (que contiene una indicación de tiempo) juntos;
nombre y verbo, constituyen una aseveración o una negación. La filosofía del lenguaje de
38
tradición occidental se desarrollará siguiendo los postulados platónicos y aristotélicos
fundamentados en la semántica lógica, donde una proposición es verdadera o falsa, y el
lenguaje: por tanto, debe ser preciso y exacto en su nominalización.
Lo anterior, permite explicar el lugar que ocupa la metáfora en la tradición filosófica griega.
La metáfora fue encuadrada por Aristóteles entre las figuras retóricas que se oponen a una
de las principales reglas de la lógica proposicional: una proposición debe estar formulada de
manera no ambigua. En un importante diálogo platónico, el Gorgias (1992), Sócrates
desdeña el papel del lenguaje figurativo propio de la retórica; así, establece una tajante
distinción (tradición seguida por el positivismo lógico) entre el lenguaje denotativo, que
corresponderá a la dimensión cognitiva, y el lenguaje connotativo, donde encontramos la
metáfora, y que corresponde a la dimensión emocional o, en términos aristotélicos, al pathos.
Paul Ricoeur, explica este primer momento de la semántica así:
“[…] De acuerdo con tal posición, solamente la denotación es cognoscitiva como
tal, de orden semántica. Una connotación es extrasemántica porque consiste en el
entramado de evocaciones emotivas, que en el valor cognoscitivo. El sentido
figurativo de un texto, por tanto, debe verse como carente de significación
cognoscitiva. ¿Pero es correcto limitar de este modo la significación cognoscitiva
sólo a los aspectos denotativos de una oración?” (Ricoeur, 2006, p. 37)
La tradición Platónica ha planteado, a través del tiempo, distintas formas de estudiar al
lenguaje connotativo, entre ellas encontramos los aportes del filósofo neoplatónico Proclo,
el ateniense. Proclo, reorienta el debate entre Crátilo y Hermógenes, otorgándole mucha más
credibilidad al lenguaje connotativo como herramienta cognoscente. ¿Cómo conocer lo
innombrado? ¿Cómo acceder a la esencia de lo que hasta ahora carece de nomos? La creación
39
o, en términos de Proclo, el potencial de los nombres (1999) puede darnos algunas pistas
para explicar la relación entre el entendimiento de una realidad sin nombre y la creación
poética, a la vez que nos conecta con el nouspoetikós Aristotélico. El Constantinopla, plantea
que existe una distinción entre las cosas superiores y las inferiores, así mismo el tipo de
nombre que corresponde a cada uno de ellas, los nombres relacionados con las cosas eternas
pertenecen a la naturaleza, mientras que los nombres relacionados con las cosas efímeras
hacen parte de la ley o convención; sin embargo, tanto los nombres de la naturaleza
participan de los de la convención como estos de los de la naturaleza.
Para Proclo, el arte productivo de los nombres se halla en el potencial figurativo que hay en
el alma de los hombres. “esta es la imaginación verbal, que produce por sí misma la esencia
de los nombres y respecto a la cual Proclo establece una semejanza con la teléstica o teurgia,
y en otros textos con la creación poética.” (Rendón, 1999, p. 11)
Es que, en la imaginación verbal emerge el entendimiento de lo inefable, la posibilidad de
asimilar las cosas superiores a las inferiores, de componer mitos y crear nombres de
divinidades; por ejemplo, para explicar la génesis del hombre y de la naturaleza. Ahora, si
bien Proclo reivindica el valor figurativo de la palabra, no aporta ninguna definición o
descripción precisa del fenómeno metafórico. Es únicamente en Aristóteles donde podemos
encontrar las reflexiones inaugurales sobre la metáfora; primero en La Poética, (1990) luego
en La Retórica (2010). Aristóteles, heredero de la tradición platónica, comprende la metáfora
como una figura retórica y un tropos, resultante del potencial figurativo del lenguaje: “[…]
La metáfora consiste en trasladar a una cosa un nombre que designa otra, en una traslación
de género a especie, o de especie a género, o de especie a especie, o según una analogía’
(Aristóteles, 1990, p. 99).
En el tratamiento retórico que Aristóteles hace de la metáfora, la estudia como un fenómeno
propio de los nombres; es decir, una actividad que tiene que ver con la denominalización,
40
puesto que consiste en el remplazo de una palabra literal por otra figurativa. Esta aseveración
ha sido reevaluada a través de la historia, gracias a las contribuciones de teóricos estudiosos
del lenguaje y de la filosofía como Paul Ricoeur. En su texto, La Metáfora Viva (1975) y en
la serie de ensayos Teoría de la Interpretación (2006). El padre de la hermenéutica de la
distancia, argumenta que la semántica de la metáfora es un fenómeno predicativo y no
denominativo. Además, dice Ricoeur (1975), la definición de la metáfora que ofrece
Aristóteles implica que el significado de las palabras deba tomarse aisladamente; así, un
significado convencional y aceptado por una comunidad de hablantes es remplazado por uno
figurativo con el fin de decorar las palabras revistiéndolas de imágenes, o de persuadir con
el discurso. Ricoeur, desglosa la definición Aristotélica, desde tres aspectos esenciales:
La metáfora es un fenómeno que corresponde a la semántica de la oración y no a la
semántica de las palabras. Por tanto, en ella no se realiza la sustitución de términos
o nombre pertenecientes a campos semánticos ajenos; más bien, puede hablarse de
la metáfora como la tensión que emerge entre dos términos que se encuentran dentro
de una expresión metafórica y que comparten un campo semántico. Así pues, al
presentarse dentro de una expresión, la metáfora es de carácter predicativo y no
denominativo.
La expresión metafórica (EP) debe tener un Tenor (T) y un Vehículo (V). El primero
hace referencia a la palabra de la que en realidad se habla; el vehículo es el término
imaginario que se relaciona con el término real. Por ejemplo:
EP: Tu mirada es miel en mi vida
T: Mirada
V: Miel
Fundamento: La dulzura.
41
La metáfora no consiste en el desvío de la interpretación literal, sino en una tensión
entre dos interpretaciones opuestas en una misma expresión. La metáfora se presenta,
según Ricoeur, como un trabajo de sentido cuando la interpretación literal se auto
destruye en una condición significativa: “Es este proceso de autodestrucción o
transformación el que impone una especie de giro a las palabras, una extensión del
significado, gracias a la cual podemos comprender cuándo una interpretación literal
sería literalmente disparatada”. (Ricoeur, 2006, p. 40) Así, por ejemplo: “Tu mirada
es miel para mi vida”. El primer Sentido puede ser: Tu mirada es una sustancia viscosa,
amarillenta y muy dulce, que producen las abejas transformando en su estómago el
néctar de las flores, y devolviéndolo por la boca para llenar con él los panales
(definición RAE). Otro sentido es: Tu mirada es suave, apacible, tierna, delicada. El
resultado del trabajo de sentido es: Tu mirada (suaviza, enternece, suaviza) mi vida.
En el concepto retórico clásico de la metáfora, desde Aristóteles y en el ámbito de la
creación poética, se concibe esta como una figura que establece semejanza entre las
imágenes que revisten dos palabras. Aristóteles, acierta en señalar que las metáforas
devienen de la capacidad de identificar semejanzas; sin embargo, como precisa
Ricoeur, este proceso de asimilación no se da entre imágenes, sino entre dos ideas
que parecen a primera vista incompatibles, como en el caso de nuestro ejemplo.
El análisis que hace Ricoeur acerca de la definición Aristotélica de la metáfora, puede
sintetizarse en el nombre de su libro La Metáfora Viva (1975). Para este autor, reducir la
metáfora a una labor sustitución es tratarla como una actividad estéril; es la muerte de una
expresión. Tal es el caso de metáforas muertas en donde, por su uso recurrente, el significado
figurativo de la expresión se vuelve literal, lo que permite interpretarla sin ningún trabajo de
sentido: “la pata de la silla”, “la cabeza del grupo”. Por el contrario, “en una metáfora viva
42
la tensión entre las palabras, o más precisamente, entre las dos interpretaciones, una literal y
la otra metafórica en el nivel de una oración entera, suscita una verdadera creación de
sentido, de la que la retórica clásica sólo puede ver el resultado” (Ricoeur, 1975, p. 35)
La comprensión de la metáfora como creación de significados, resultado del trabajo de
sentido en la resolución de una disociación (incoherencia) semántica, nos conecta con el
segundo momento de nuestro repaso histórico. Desde el giro pragmático se aporta una
concepción del significado, ya no como algo ajeno al hombre, sino como aquello que es
significativo para una comunidad lingüística en determinado momento.
2.3.2. La metáfora y el giro pragmático
Como se ha dicho hasta ahora, desde sus inicios la filosofía, se ha encargado del estudio de
los problemas del lenguaje; inicialmente de su significado y luego de su uso en contexto.
Durante la etapa que se conoce como Giro Lingüístico se desarrolló la crítica a la idea
ingenua del significado literal de la lengua. La filosofía del lenguaje se desplaza, desde este
periodo, hacia los aspectos pragmáticos que permiten explicar fenómenos que desde un
abordaje meramente semántico no podrían advertirse.
Ludwig Wittgenstein en su Tractatuslogico-philosophicus (2004) expone la necesidad de
que al estudio filosófico le preceda la comprensión y análisis de la estructura del lenguaje.
El Tractatuslogico-philosophicus ha sido declarado el texto que da inicio, no sólo a las dos
etapas del pensamiento Wittgensteniano, sino que además constituye el primer momento del
giro lingüístico. Esta primera etapa de estudio tiene una fuerte orientación hacia el
positivismo lógico y la filosofía analítica. Posteriormente, en la década de 1970, se ubica un
segundo periodo, centrado en el estudio del lenguaje ordinario; de esta última corriente se
nutrirán los distintos planteamientos de reconocidos teóricos del pragmatismo como Grice
(2012) y Searle (1994)
43
Desde los años 70 del siglo pasado, los filósofos del lenguaje reconocieron el hecho de que
el significado de una palabra no puede ser estudiado fuera de su contexto de uso. Basta con
mirar los juegos del lenguaje propios de una comunidad de hablantes, constituido por reglas
que los usuarios han pactado y que distan bastante el modelo de semántica ideal, universal
y univoca. A este periodo se le denominó Giro Pragmático. El principio elemental de este
se encuentra en el tránsito de la atención por la palabra estática y la lógica proposicional de
lo verdadero y falso, para conquistar el estudio del significado de la palabra desde su
contexto y uso, puesto que la palabra en uso cambia permitiendo el uso de figuras literarias
que llevan consigo otros significados.
El desplazamiento de la atención del lenguaje literal al lenguaje figurativo, tan desdeñado
por la tradición platónica, se debe a la imposibilidad de la semántica proposicional de
desambiguar y explicar el significado de las expresiones no literales. Así, Grice y Searle,
explican la existencia de principios de cooperación o estrategias pragmáticas que permiten
a los hablantes de una comunidad interpretar una expresión metafórica. Todo esto, mientras
que para Grice, la metáfora es una burla o violación de las máximas conversacionales,
específicamente de lamáxima de cualidad en la conversación: “Try to make your
contribution one thatis true”, “Do not say wath you belive to be false” (Chamizo, 1998, p.
32) La metáfora es una falsedad categorial que burla y viola la norma de la cualidad. Así,
por ejemplo, ejemplo: Tú eres la flor más bella en mi jardín.
Si la anterior expresión es enunciada por un hombre; por ejemplo, para una mujer, en medio
de una cita, podemos inferir que el Tú corresponde a un ser humano. En este caso, habría
una violación del significado literal de Flor que puede llevar al oyente a un error; sin
embargo, lo normal es que el oyente interprete la expresión metafórica en el contexto que es
enunciada, y con respecto a las creencias y conocimientos previos de los hablantes que hacen
parte de la situación comunicativa. Cuando la mujer oyente ha descartado la interpretación
44
literal, empieza a realizar un trabajo de sentido mucho más complejo, explorando el sentido
figurado. De acuerdo con sus conocimientos y creencias culturales acerca de lo que significa
habitualmente una Flor en el contexto de una cita, se empiezan a emplear los Principios de
Cooperación establecidos por Grice, citados y explicados por Chamizo en el análisis de la
expresión metafórica “You are the cream in my coffe” (Chamizo, 1998, p. 33).
El hablante no puede querer significar literalmente que “yo sea la flor más bella en
su jardín”.
Sin embargo, su enunciado parece una aseveración compuesta de acuerdo con las
normas de corrección sintácticas del castellano.
Cabe la posibilidad de que el hablante no domine suficientemente la lengua
castellana y esté equivocado con respecto al significado habitual de los términos que
ha usado en su aseveración. Pero, hasta ahora, se ha conducido en la conversación de
tal modo que no tengo ningún fundamento para avalar esa hipótesis.
Podría ser que ha decidido proferir palabras sin sentido y que no quiera cooperar
conmigo. Pero tampoco tengo razones para pensar que no esté cooperando conmigo;
esto es, que quiera hacerme objeto de alguna broma o que quiera engañarme.
Lo más razonable en estas circunstancias es pensar, pues, que el hablante ha de estar
intentando decirme algo que debe tener sentido para ambos en razón de nuestras
creencias, convicciones, saberes, usos lingüísticos y en razón del tipo de relación
social existente entre nosotros dos.
Como he descartado, por sumamente improbable, el significado literal de su
aseveración, estoy obligado a pensar que el hablante debe creer que yo tengo la
suficiente capacidad como para atribuir a su aseveración algún significado distinto
al literal.
45
Hay cosas y circunstancias, como los sentimientos de las personas, a las que no
podemos o no solemos referirnos literalmente, sino recurriendo a algunas figuras del
lenguaje.
Una figura del lenguaje, que, por lo demás, es bastante frecuente que utilice en el
ámbito de los sentimientos, es la metáfora. Intentaré, pues, una interpretación
metafórica de las aseveraciones del hablante.
De acuerdo con la hipótesis de que aseveración sea metafórica, yo debo significar
para el hablante algo parecido a lo que normalmente sea una “cream”.
Dado el tipo de relación existente entre nosotros en estos momentos, esa
interpretación metafórica parece la más razonable en este contexto.
El empleo de los Principios de cooperación está sujeto a las creencias, conocimientos y usos
sociales de las expresiones figurativas dentro del contexto de los participantes del
intercambio lingüístico. De este modo, el oyente, puede interpretar que, de acuerdo con cada
uno de los pasos, la expresión es de carácter metafórico, lo que en nuestro ejemplo implicaría
la superación de significado literal:
Soy la flor
Flor completa: 1. f. Bot. Flor que consta de cáliz, corola, estambres y pistilos. (Real
Academia Española. (2016). Disquisición. En Diccionario de la lengua española (22.a ed.).
Recuperado de:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=disquisici%F3n)
Soy la flor más bella en su jardín
Jardín: 1. m. Terreno donde se cultivan plantas con fines ornamentales. (Ibíd. Recuperado
de: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=disquisici%F3n)
46
Para entender, entre muchas otras posibilidades, que:
Es la mujer más bella que hay en su vida.
De todas las mujeres que existen en su vida, ella es la más bella.
Para Searle, como lo afirma Chamizo (1998), la metáfora es un defecto respecto al
significado literal de una expresión; por tanto, se propone como objetivo principal explicitar
los mecanismos por medio de los cuales se convierte una proferencia literal “S es P” en una
metafórica “P es R” entonces “S es R”, de tal manera que: “El hablante significa
metafóricamente algo diferente de lo que la oración significa literalmente (…), el significado
de una oración es siempre el significado de la proferencia del hablante” (Chamizo, 1998, p.
34). Con este fin, propone una estrategia de tres pasos y 8 principios para la interpretación
de una proferencia no literal. Chamizo sintetiza las estrategias pragmáticas de Searle de la
siguiente manera:
“Paso 1: Cuando la proferencia sea defectuosa si se toma literalmente, búsquese un
equivalente de la proferencia que difiera del significado de la oración.
Paso 2: Cuando oiga “S es P”, para averiguar los posibles valores de R, busque las
maneras (Ways) en que S pueda ser como P, y, para satisfacer en lo que respecta a
lo que S puede ser como P, busque características sobresalientes, bien conocidas y
distintivas de las cosas de P.
Paso 3: Vuelva al término S e indague cuáles de los muchos candidatos para los
valores de R son apropiados o igualan las posibles propiedades de S.
Con el fin de proponer una metodología por medio de la cual sabremos qué valores de R
debemos asignar a P, Searle establece los siguientes principios:
47
“Principio 1: Las cosas que son P, son R, por definición. Habitualmente, si la
metáfora funciona (Works), R será una de las características sobresalientes
definidoras.
Principio 2: Las cosas, que son P, son contingentemente R. De nuevo, si la metáfora
funciona, la propiedad R deberá ser una propiedad destacada o bien conocida de
las cosas P.
Principio 3: Las cosas, que son P, se dice o se cree a menudo que son R, aunque
tanto el hablante como el oyente sepan que R es falso de P.
Principio 4: Las cosas, que son P, no son R, ni son como las cosas R, ni los hablantes
crean que sea R; no obstante, es un hecho de nuestra sensibilidad, esté determinada
cultural o naturalmente, que percibamos una cierta conexión, de modo que P se
asocia en nuestra mente con las propiedades de R.
Principio 5: Las cosas P no son como las cosas R, ni creemos que sean como las
cosas R; no obstante, la condición de ser P es como la condición de ser R.
Principio 6: Hay casos donde P y R son lo mismo; similares en cuanto a sus
significados, pero donde uno de ellos, normalmente P, se restringe en su aplicación
y no se aplica literalmente a S.
Principio 7: En los casos en que las metáforas no tienen la forma “S es P”, la tarea
del oyente no es ir de “S es P” a “S es R”, sino ir de “SP relación S” a relación “SR
relación S”.
Principio 8: No sería más que un asunto de terminología sí queremos interpretar la
metonimia o la sinécdoque como casos especiales de metáforas o como tropos
independientes.” (Ibíd. pp. 38-41)
48
Cómo se puede observar, Grice y Searle coinciden en analizar la metáfora trasladándola del
ámbito de los tropos en donde se asume que esta desempeña una función estética dentro del
discurso para, desde un enfoque pragmático, asignarle la función principal de crear
significados a partir de conceptos convencionales de la lengua; es decir, se le asigna una
función cognoscitiva para la comprensión de fenómenos reales, como por ejemplo: La
economía es un sistema, El lenguaje es una estructura o La vida es un camino.
El valor de los principios de cooperación de Grice y de las estrategias pragmáticas de Searle,
están en la importancia que tienen para el oyente a la hora de explicar el significado de una
metáfora. Sin embargo, como lo afirma Chamizo “tiene su punto débil cualquier
planteamiento pragmático de la metáfora al no plantearse la razón de ser de las metáforas”
(Ibíd. p, 44), puesto que es imprescindible resolver interrogantes como ¿por qué los
hablantes de una comunidad lingüística están creando todo el tiempo metáforas para hablar
de realidades ya conocida, y no sólo de realidades nuevas?
Preguntas como esta, han sido planteadas con el fin de dar una explicación no sólo lingüística
sino cognoscitiva de las metáforas, específicamente, desde el campo de la Lingüística
cognitiva han sido paradigmáticos los aportes que Lakoff y Johnson exponen en su texto
Metáforas de la Vida Cotidiana.
2.3.3. Las Metáforas de la Vida Cotidiana
En el apartado anterior se enunciaron algunos de los límites de las estrategias pragmáticas
en los estudios de la metáfora. En primer lugar, considerar la metáfora como un desvío o
burla continúa siendo una perspectiva desdeñosa; así, es fácil entender que el desvío
lingüístico implicaría también la incomprensión de la expresión o proferencia figurativa. Por
otra parte, el estudio pragmático permite abordar las metáforas desde su perspectiva
sincrónica con el fin de estudiar cómo se crea un significado secundario a partir de otros
49
literales, primarios o canónicos. Sin embargo, el estudio de la metáfora como un fenómeno
estático no profundiza sobre las causas cognitivas que llevan a los hablantes a crear y
modificarlas constantemente. Como alternativa a esta limitación del enfoque pragmático,
desde la lingüística cognitiva se han explorado consideraciones diacrónicas de la metáfora
teniendo en cuenta su aspecto biográfico puesto que:
“[…] al ocultarnos su biografía, y al presentárnosla como si la misma metáfora hubiese
funcionado siempre del mismo modo a lo largo de los años y no hubiese tenido su
origen concreto en relación con ciertos saberes o creencias de los hablantes en un
momento histórico también concreto y no hubiese sido (Chamizo, 1998, p. 46)
Desde un enfoque diacrónico, Chamizo plantea la existencia de tres estadios de la metáfora:
a) la metáfora muerta o lexicalizada;
b) La metáfora semilexicalizada;
c) La metáfora creativa o metáfora viva.
Estos tres momentos corresponden al nivel de literalización que tenga una metáfora dentro
de una comunidad lingüística. La periodización de la metáfora se vincula con la tesis de este
apartado que se centra en afirmar que la metáfora, al ser un fenómeno del pensamiento y no
sólo del lenguaje, constituye gran parte de nuestras expresiones cotidianas, lingüísticas o
extra lingüísticas; al punto que muchas de las formas en que comprendemos el mundo son
metafóricas; sólo que por su uso recurrente se han vuelto metáforas muertas, esto es, no
requiere de un trabajo de sentido para su interpretación. En efecto, la metáfora conceptual,
desde la lingüística cognitiva, se entiende como:
“[…]un fenómeno de la cognición en el que un área semántica o dominio se presenta
conceptualmente en términos de otro. Esto quiere decir que utilizamos nuestro conocimiento
50
de un campo conceptual, por lo general concreto o cercano a experiencias físicas, para
estructurar otro campo que suele ser más abstracto. El primero se denomina Dominio Fuente
(…) el segundo, Domino Meta o Destino.” (Soriano, 2012, p. 86).
Así pues, la metáfora corresponde a esquemas abstractos del pensamiento que se manifiestan
de muchas formas, entre ellas, a través del lenguaje, y tiene su origen en la base experiencial
o en la percepción de similitudes entre dos dominios. Lakoff y Johnson (2004) afirman que
las metáforas hacen parte de nuestra vida cotidiana, formando una red semántica compleja
que se interrelaciona y se estructura a partir de experiencia básicas como las físicas. Esta red
requiere tanto de las metáforas vivas como de las metáforas muertas; incluso, estás metáforas
están tan vivas que estructuran nuestras acciones y pensamientos; es decir, son “metáforas
mediante las que vivimos, el hecho de que estén fijadas convencionalmente al léxico no las
hace menos vivas” (Lakoff & Johnson, 2004, p. 95.)
Al gozar de un carácter sistemático, los conceptos metafóricos se encuentran enlazados unos
con otros, de modo que para comprender su naturaleza es necesario estudiarlos de esta misma
forma. Por tal razón, Lakoff y Johnson, clasifican las metáforas de la siguiente manera:
Metáforas estructurales conceptos que están estructurados metafóricamente unos en
términos de otros, tal como se muestra en el siguiente grafo:
El tiempo es dinero un sistema único subcategorización
El tiempo es un recurso ilimitado
El tiempo es un objeto valioso
51
En ellas se establecen implicaciones metafóricas (ahorrar, gastar, invertir, tener, perder, dar,
agradecer) que constituyen el sistema coherente de conceptos metafóricos y del cual se
desprenden expresiones como: Ha perdido mucho tiempo esperándolo, Nunca agradeció el
tiempo que le obsequié, Debo ahorrar tiempo para estudiar, Invirtió mucho tiempo en aquel
trabajo.
Metáforas orientacionales, las cuales “[…] constituyen un sistema global de conceptos con
relación a otros. En su mayoría se encuentran en el marco de la espacialidad arriba-abajo,
dentro-fuera, delante-detrás, profundo-superficial, centro-periferia” (Lakoff y Johnson,
2004, p. 50) y consisten en dar a un concepto una orientación espacial; así, por ejemplo: Está
en la cima de la salud/cayó enfermo, Se me levantó la moral/ caí en una depresión, Tiene
valores altos/ Yo no me rebajaría a eso.
Metáforas ontológicas o metáforas de sustancia y entidades; esto es, conceptos metafóricos
que permiten entender las experiencias con respecto a objetos físicos y substancias, lo que
nos permite “[…] referirnos a ellas, categorizarlas, agruparlas, y cuantificarlas, y de esta
manera razonar sobre ellas.” (Lakoff y Johnson, 2004, p. 63); así, por ejemplo, La cabeza es
una máquina: voy a perder el control/mi cerebro no funciona hoy/le falta un tornillo.
Metáforas de recipiente o aquellas por medio de las cuales el hombre reconoce los límites
de su cuerpo con el entorno, entendiendo que su piel es la frontera entre un mundo interno y
otro externo. De este modo el hombre se considera un recipiente con un adentro y afuera. La
Extensión de tierra: corresponde a conceptos metafóricos que devienen del instinto territorial
del hombre. La necesidad de establecer límites abstractos (que no están en la realidad
concreta) se constituye como un acto de cuantificación del mundo exterior y que le permite
al hombre dimensionarlo y comprenderlo. Mientras que el Campo Visual humano se explica
52
como un recipiente con una frontera definida y que contiene ciertas substancias; ejemplo de
ello es la expresión “Lo tengo fuera de vista”.
De esta clasificación se infiere que la metáfora es una herramienta conceptual, un recurso
del pensamiento que nos permite conceptualizar un dominio en términos de otro. Las
metáforas son modos básicos para la constitución del pensamiento humano en tanto:
“[…] hacen posible la comprensión de lo desconocido mediante la evocación de rasgos
de otra realidad. De ahí que aquellos temas que presentan dificultad al ser humano por
su complejidad, o por los prejuicios que frente a ellos se han desarrollado en cada
cultura, como la muerte o la vida misma, han sido conceptualizados y se ha hecho
referencia a ellos a través de la metáfora o de otras formas de lenguaje figurado. Así
que la metáfora se nos presenta como una función mental que se refleja en el uso de la
lengua y que hace posible la expresión de lo inexpresable, de aquello para lo cual el
lenguaje literal se queda corto; nos permite presentar gran cantidad de información de
manera compacta, dada su capacidad de evocar otros dominios en el momento en que
es utilizada para referirse a algo en particular.” (Fajardo, 2007, p. 103)
Además, con sus funciones cognitivas, Fajardo resalta la importancia de la emotividad que
la metáfora imprime a una expresión. La metáfora brinda la posibilidad de remitirse a
sentimientos, imágenes y emociones, generando una huella indeleble en la mente de quién
la interpreta. Adicionalmente, la metáfora está ligada, como lo demuestran Lakoff y Johnson,
a la experiencia corporal que se presenta por medio de los mecanismos perceptivos y las
relaciones espaciales del cuerpo humano con respecto al mundo; lo que permite inferir que
la metáfora es un mecanismo inherente al ser humano.
53
2.4 Metáforas y comunicación en el aula: Una estrategia pedagógica para re- pensar
las prácticas de aprendizaje- aprendizaje en el ciclo 2.
Hasta ahora se ha puesto de manifiesto la cotidianidad de la metáfora como figura discursiva
y recurso del pensamiento que le permite al hombre aproximarse y comprender el mundo
que habita. En general, son las metáforas formas del lenguaje y del pensamiento por medio
de las cuales vivimos y que, por el mismo hecho de ser cotidianas, pasan desapercibidas
integrándose al ámbito de las llamadas metáforas muertas. No obstante, la cotidianidad y
supervivencia de la metáfora está dada justamente por su presencia en los actos
comunicativos más cotidianos, como aquellos que se presentan en la escuela.
La escuela como escenario privilegiado de la comunicación acoge como formas importantes
en las que se presenta el discurso intersubjetivo la conversación y la narración; ambas
manifestaciones orales que configuran los procesos de aprendizaje y a la vez, son
fundamento de las relacionas socio-afectivas que se establecen entre los participantes del
ciclo aprendizaje-aprendizaje. Estas dos formas discursivas, que en un primer momento
separamos por exigencia metodológica y explicativa son, como lo veremos, dimensiones
complementarias e imprescindibles de la comunicación en el aula. En este contexto, se
reconoce la importancia de las metáforas en tanto constituyen una parte elemental de todo
acto comunicativo y son indispensables para crear estrategias de adecuación a cada situación
comunicativa concreta; así mismo, favorecen el desarrollo del pensamiento meta-
comunicativo19, pero ¿qué tan conscientes somos de ello?
A lo largo de la historia se han desarrollado modelos teóricos que explican la comunicación
humana desde distintos enfoques, sociológicos, matemáticos e incluso computacionales. El
19 Entendemos el pensamiento metacognitivo como aquel que nos permite reflexionar la forma en que nos
comunicamos en nuestras interacciones cotidianas, de modo que, a partir de la conciencia de nuestros actos
comunicativos, desarrollemos estrategias comunicativas adecuadas a un contexto definido con miras alcanzar
una finalidad comunicativa.
54
modelo comunicativo de Jackobson (1988), basado en las funciones del lenguaje ha ocupado
un lugar importante en la historia de la teoría de la comunicación; tanto así que aún hoy,
prima la idea de que la comunicación es un fenómeno que se presenta entre dos sujetos, un
emisor y un receptor, y que consiste en enviar un mensaje a través de un código, por medio
de un canal específico. Jackobson plantea la existencia de seis funciones del lenguaje. Una
función emotiva centrada en la manifestación de emociones; una función conativa por medio
de la cual se busca que el receptor ejecute una acción; una función referencial que busca
expresar algo sobre algún referente; una función metalingüística que consiste en el uso del
lenguaje para referirse al lenguaje; una función fática que hace referencia a los recursos para
mantener la interacción; y una función poética que se refiere a la dimensión creativa y
estética del lenguaje.
Si bien Román Jackobson contribuyó a la explicación de la comunicación; en la actualidad
sabemos que su comprensión acerca del fenómeno comunicativo no es suficiente para
abarcar la complejidad del mismo en una sociedad diversa y globalizante. Entendemos que
la comunicación, especialmente en el aula, no puede ser pensada como un fenómeno
unidireccional, en el que un emisor (generalmente el profesor) codifica un mensaje para que
sea decodificado por un receptor pasivo. En realidad, este proceso está lleno de acertijos; en
él interviene factores contextuales, socioculturales, cognitivos, afectivos y lingüísticos que
configuran una variedad de posibilidades de producción e interpretación del mensaje. Somos
seres comunicantes porque somos seres en interacción; multiplicidad de códigos emergen de
la necesidad del decir; multiplicidad de interlocutores, de voces. La comunicación, a fin de
cuentas, es un proceso de co-construcción de ideas, que se presenta entre dos o más
interlocutores y que requiere de saberes comunes como los gramaticales; conocimiento del
contexto socio histórico y cultural; y la puesta en marcha de herramientas cognitivas y socio-
afectivas que facilitan y enriquecen el acto comunicativo.
55
La fuerza con que penetran los medios de comunicación en la vida cotidiana y la ruptura de
fronteras que limiten el decir demuestran que los mensajes vienen de todas partes y pueden
llegar a cualquier parte; sin embargo, la omnipresencia de los medios de comunicación no
asegura que estemos preparados para comprender los miles de mensajes, explícitos e
implícitos, que nos llegan a diario. Tampoco asegura que seamos productores potentes de
ideas y artífices de palabras que nos permitan expresar estas de manera acertada. Es por ello
que el reto de la escuela en la actualidad es el de forjar las habilidades necesarias para que
los estudiantes sean sujetos comunicantes conscientes del valor del lenguaje en la
consolidación de su pensamiento y de la realidad.
Los desarrollos del estudio del lenguaje en interacción han dado origen al concepto de
habilidades comunicativas. Las habilidades comunicativas, dentro de los Lineamientos
Curriculares para la enseñanza de la lengua (2008), son comprendidas en términos de
significación y producción de sentido; así, se considera que por medio de la lectura, la
escritura, el habla y la escucha, no sólo codificamos y decodificamos el mundo; a estas
habilidades subyacen complejos procesos que van desde el reconocimiento de la intención
del hablantes, la identificación de un contexto, hasta la puesta en marcha de recursos
cognitivos que permiten darle sentido a una expresión. Desde esta perspectiva, el lenguaje
permite significar, es un camino por medio del cual los seres humanos le damos sentido a
algo:
“Hablamos de la significación en sentido amplio entendiéndola como aquella dimensión
que tiene que ver con los diferentes caminos a través de los cuales los humanos llenamos
de significado y de sentido a los signos, es decir, diferentes procesos de construcción de
sentidos y significados” (Lineamientos Curriculares, 2008, p. 36)
56
Al conceptualizar el lenguaje en términos de comunicación y significación, en los
Lineamientos Curriculares se liga la perspectiva socio cultural con la perspectiva cognitiva,
puesto que por medio de las habilidades comunicativas (leer, escribir hablar y escuchar)
interactuamos con otros seres humanos y con los saberes construidos culturalmente; pero a
la vez construimos un significado y sentido particular del mundo. Esta relación es
importante, porque trasciende la concepción pedagógica de la enseñanza de la lengua
centrada en el desarrollo de la competencia lingüística; es decir, ya no basta con adquirir los
signos que hacen parte de nuestra lengua, ni hacer un uso correcto de las reglas gramaticales
que rigen el funcionamiento de los mismos; sino que se busca que las reglas lingüísticas
estén en función de la competencia significativa, es decir de los procesos de significación de
mundo.
Sin embargo, cuando en los Lineamientos Curriculares se intentar trasladar este
planteamiento a la dimensión del trabajo pedagógico, existen bastantes obstáculos y
cuestionamientos. En primer lugar, se rescata de los Lineamientos la idea de que las cuatro
habilidades comunicativas, que como dijimos, no son meras técnicas de codificación y
decodificación, implican procesos cognitivos y sociales que requieren de competencias
importantes asociadas a la competencia significativa:
“Hablamos de la significación en sentido amplio entendiéndola como aquella dimensión
que tiene que ver con los diferentes caminos a través de los cuales los humanos llenamos
de significado y de sentido a los signos, es decir, diferentes procesos de construcción de
sentidos y significados” (Ibíd. p. 26)
En los Lineamientos se establecen las competencias básicas que permiten orientar las cuatro
habilidades comunicativas a una competencia más amplia, la competencia de significación:
la competencia gramatical, la competencia textual, la competencia semántica, la
competencia pragmática sociocultural, competencia enciclopédica, la competencia literaria
y la competencia poética. Estas, cobran sentido y se fortalecen cuando se ejecutan en actos
57
comunicativos cotidianos como los de la escuela: la argumentación, exposición de ideas,
conversaciones, narraciones; etc. Tales competencias son explicadas de la siguiente manera:
“• Una competencia gramatical o sintáctica referida a las reglas sintácticas, morfológicas,
fonológicas y fonéticas que rigen la producción de los enunciados lingüísticos.
• Una competencia textual referida a los mecanismos que garantizan coherencia y cohesión
a los enunciados (nivel micro) y a los textos (nivel macro).
• Una competencia semántica referida a la capacidad de reconocer y usar los significados y
el léxico de manera pertinente según las exigencias del contexto de comunicación.
• Una competencia pragmática o socio-cultural referida al reconocimiento y al uso de reglas
contextuales de la comunicación.
• Una competencia Enciclopédica referida a la capacidad de poner en juego, en los actos de
significación y comunicación, los saberes con los que cuentan los sujetos y que son
construidos en el ámbito de la cultura escolar o socio-cultural en general, y en el micro-
entorno local y familiar.
• Una competencia literaria entendida como la capacidad de poner en juego, en los procesos
de lectura y escritura.
• Una competencia poética entendida como la capacidad de un sujeto para inventar
mundos posibles a través de los lenguajes.” (Ibíd. p. 30)
Así mismo, se definen cinco ejes curriculares en torno a los cuales gira la práctica pedagógica
centrada en las competencias significativas y las habilidades comunicativas: Un eje referido
a los procesos de construcción de sistemas de significación; un eje referido a los procesos de
interpretación y producción de textos; un eje referido a los procesos culturales y estéticos
asociados al lenguaje; un eje referido a los principios de la interacción y a los procesos
culturales implicados en la ética de la comunicación; y un eje referido a los procesos de
desarrollo del pensamiento (2008). Esta ordenación por ejes, asume el riesgo de establecer
parámetros para el desarrollo de la competencia significativa y comunicativa por estadios
58
restringidos. Primero, la adquisición del sistema de signos; luego, el uso adecuado y la
explicación coherente sobre el funcionamiento de la lengua; por último, un nivel
metacognitivo que cosiste en la capacidad de ser conscientes sobre el uso que hacemos de la
lengua con miras a regular su funcionamiento y lograr el objetivo de significación o de
comunicación que deseamos alcanzar. Así, se expone que:
“[…] Es claro que este nivel de control sobre el uso acarrea mayor complejidad, por esta
razón se trabajará cuando exista un buen desarrollo de competencia para el uso del lenguaje
y la explicación del mismo. Sin embargo, es necesario trabajar sobre este nivel desde los
primeros grados de la escolaridad.” (Ibíd. p. 32)
Pese a este énfasis, en los Lineamientos Curriculares no se propone estrategias pedagógicas
concretas centradas en el desarrollo del nivel metacognitivo en los primeros ciclos de
aprendizaje; por el contrario, se hace énfasis en las distintas formas, etapas y estrategias para
la enseñanza y adquisición del sistema de significación o lengua. Consideramos que es en
los primeros ciclos donde se debe empezar a desarrollar el nivel meta-cognitivo a través de
lo que llamamos meta-comunicación, puesto que como se establece en los Referentes
Conceptuales y Metodológicos de Reorganización Curricular por Ciclos (2010) los niños,
específicamente en el ciclo dos (2), tienen como ejes de su desarrollo el descubrimiento y
la experiencia y, durante este periodo, realizan procesos de categorización donde se
identifican los objetos, y además se nombran y se establecen relaciones y diferencias entre
estos. Es decir, los niños crean redes conceptuales que fortalecen la competencia
significativa, descubriendo la conexión que existe entre las palabras, los distintos conceptos
y sus experiencias, lo que les permite producir e interpretar enunciados de una manera
significativa.
59
De esta manera, mejorar la capacidad expresiva y comprensiva de los estudiantes con miras
a fortalecer sus habilidades comunicativas es uno de los principales aportes que brinda la
comprensión y producción de metáforas. Y, en este contexto, explicar las metáforas
haciéndolas un proceso consciente es estudiar la lengua en su quehacer cotidiano, tal como
se presenta en una situación comunicativa concreta, puesto que, necesariamente, la metáfora
nos aproxima a elementos contextuales y extra lingüísticos del significado. Incluso, desde el
enfoque comunicativo de la enseñanza del lenguaje se plantea la necesidad de desarrollar el
pensamiento metalingüístico y metacomunicativo de los estudiantes, con el objetivo de
formar sujetos capaces de preguntarse por qué utilizan las palabras de tal manera, qué
finalidades tienen al expresarse, y cómo hacer un uso adecuado de la lengua en
correspondencia con su finalidad comunicativa.
La competencia metacomunicativa es una categoría que proponemos para señalar la
importancia de acceder a la consciencia, y, por tanto, reflexionar sobre los procesos
comunicativos propios. Así, por ejemplo, saber que se pueden utilizar ejemplos para hacer
más ilustrativas unas ideas o para explicar aquello que es difícil decir de una forma más
específica; planear qué decir y cómo decirlo de manera que cumpla con una finalidad
comunicativa. Aún más, la auto corrección de lo que s escribe o se dice; son también formas
de manifestación del pensamiento metacomunicativo. Así, la creación e interpretación de la
metáfora como proceso lingüístico y del pensamiento, consciente e ideado, contribuye al
desarrollo del enfoque comunicativo del aprendizaje de la lengua, en tanto estimula el
pensamiento metacomunicativo obligando al estudiante a preguntarse qué hay más allá de
cada expresión que profiere o interpreta:
“[…] las metáforas se incluyen en los textos como claves para señalar ocasiones en las que
es adecuado el empleo de las estrategias; por ejemplo, se utilizan diferentes señales de
tráfico como parada, precaución, entre otras, para indicar que hay que supervisar la
60
comprensión alcanzada y utilizar entonces el parafraseo, definir la velocidad de la lectura
o releer el texto” (Ibíd. p. 67)
La metáfora de la metáfora como semáforo nos invita a pensar en esta como posibilidad de
una pausa para releer y repensar un mensaje. Sin embargo, como se ha explicado, la
cotidianidad de la metáfora la hace pasar desapercibida, se camufla en el discurso de la
aparente literalidad de la conversación y de la narración, las dos formas discursivas de
carácter intersubjetivo más relevantes en el aula.
Es necesario decir que la narración oral y la conversación son actos comunicativos distintos
pero complementarios, puesto que la primera se funda en la intimidad que sólo la
conversación provee cuando hay un reconocimiento mutuo de los participantes como
interlocutores válidos; así, la narración se vuelve conversación en tanto reclama la
intervención constante del otro. Como todo acto comunicativo, ambas están permeadas por
factores de tipo cognitivo, sociocultural y lingüístico, que son tenidos en cuenta por los
interlocutores en la producción e interpretación de metáforas que permitan salvaguardar la
comunicación. En este orden de ideas, la metáfora es una forma del pensamiento
imprescindible en la narración y en la conversación, pues nos convoca a recurrir a la memoria
y el pensamiento relacional para establecer relaciones que permitan la producción y
comprensión significativa de una expresión.
Uno de los principales aportes que ofrece la metáfora para repensar la comunicación en el
aula es el reconocimiento de la experiencia que constituye los paradigmas, las formas de ser,
estar y pensar de los sujetos comunicativos; por medio de la cual se logra conectar saberes
científicos y saberes populares. Es decir, crea nexos entre la dimensión cognitiva y
socioafectiva, lo cual, como se ha demostrado, enriquece y hace significativos los procesos
de aprendizaje. Del mismo modo, la metáfora recoge la experiencia de vida, posicionando
61
al interlocutor en el lugar del público; en el caso de la escuela, permite que el educador
reconozca al estudiante no sólo como receptor, sino como interlocutor activo y agente
indispensable para que el acto comunicativo no se quiebre. En ese sentido, la metáfora hace
de la comunicación un proceso interactivo en el que quien emite una expresión metafórica
espera que el intérprete de la misma ponga en juego sus herramientas para construir un
significado de manera conjunta.
Adicionalmente, el uso de la metáfora como recurso creativo e imaginativo permite
actualizar conocimientos y experiencias para públicos distintos, lo que la hace una excelente
herramienta pedagógica. En ese sentido, el educador está todo el tiempo re- creando el
conocimiento a partir de la adaptación al contexto de los estudiantes, generando nuevas
formas de decir o de ver un saber y, en consecuencia, forjando una variedad de respuestas
ante un tema. La metáfora, en definitiva, permite el desarrollo del pensamiento relacional e
inferencial para pensar un objeto de estudio desde múltiples puntos de vista:
“[…] El uso del lenguaje figurado implica que el proceso de comunicación no se reduce
solamente a comprender los elementos que allí se contienen, ni a realizar simplemente
operaciones de decodificación, sino que nos obliga a realizar procesos de interpretación
que tienen en cuenta la intención de quien produce el enunciado, su relación con el
interlocutor y el contexto en el cual se enmarca. Es decir, el proceso de interpretación
del lenguaje figurado exige que se lleven a cabo procesos inferenciales que permitan ir
más allá del significado de las palabras mismas y alcanzar, de esa manera, el sentido de
los enunciados que un hablante determinado produce en unas circunstancias socio
comunicativas particulares.” (Fajardo, 2007, p. 104)
De esta suerte, la dificultad que la metáfora le otorga a una expresión, más que un obstáculo,
es un reto, es un juego de palabras que consiste en cifrar y descifrar, inferir y sugerir,
explotando al máximo las potencialidades del decir y del pensar en el acto comunicativo.
62
Por otra parte, desde la filosofía del lenguaje surge una pregunta que ha influido de manera
significativa en los estudios sobre el uso de las lenguas y sobre la comunicación como forma
natural del lenguaje humano: ¿cómo se relacionan las palabras con el mundo? Entre los
muchos intentos de resolver, o al menos acercarse reflexivamente a este interrogante, se ha
originado el concepto de Acto de habla. Acuñada por Austin (1982) y retomada por Searle
(1990), esta categoría da cuenta del lenguaje desde y para la comunicación. Searle, entiende
los actos de habla como la producción- emisión de una oración-instancia bajo ciertas
condiciones y son la unidad básica de la comunicación lingüística, así pues, el acto de habla
es un acto consciente, compartido, intencionado y gobernado por reglas generales. El acto
de habla se entiende como una teoría de la acción que explica cómo el hombre puede
manifestar con palabras todo lo que del mundo desee decir.
Desde el enfoque pragmático de Austin y Searle, se afirma que toda palabra es acción; en
ese sentido, comunicar no es solo trasmitir información, sino que se trata de “[…] crear,
construir, prolongar y modificar las relaciones sociales, de tomar una postura en un contexto
institucional dado y, además, de determinar ciertas regularidades de la comunicación
humana.” (Montoya, 2013, p.15) el acto de habla es el diálogo entre las distintas
subjetividades que debe ser interpretado en un contexto determinado y que permite construir
y modificar el mundo. Así, asumimos la comunicación como un puente que el hombre
establece entre las palabras y el mundo.
2.4.1. La metáfora en la narración oral
La narración oral, acto de habla global, intencionado, compartido, consiente, y gobernado
por reglas generales, es un fenómeno compartido que se presenta en una situación
comunicativa concreta atravesada por factores de orden cognitivo (psicológicos), socio
culturales (axiológicos), contextuales y creativos que requieren el reconocimiento de un otro;
63
ya no como un receptor pasivo, sino como un participante consciente del acto comunicativo.
Adicionalmente, como lo expone María Nela Barba (2013) es un fenómeno consiente e
intencionado puesto que busca trasladar una finalidad comunicativa a nuevas situaciones y
contexto, utilizando adecuadamente los medios y recursos personales en correspondencia
con las características psicológicas y socioculturales del público interlocutor.
Para María Nela, la narración oral, es un acto comunicativo central en la cotidianidad de la
escuela; en primer lugar, en el qué hacer del educador que como mediador entre los sujetos
de aprendizaje y el conocimiento, adapta el lenguaje a las particularidades de sus estudiantes,
vehiculizando conocimientos a través de la modelación de las palabras y desarrollando con
ellos las habilidades comunicativas necesarias para comprender y producir un discurso en
coherencia con su finalidad comunicativa. Así mismo, los niños son potentes narradores,
parten de sus experiencias para construir una gran historia, con la infinidad de recursos que
su necesidad comunicativa y socio afectiva les provee.
Este enfoque comunicativo de la narración oral, explora una concepción dinámica de esta
forma discursiva, entendiéndola como situación comunicativa resultado de la interacción
entre el narrador, y el público interlocutor, que se presenta gracias a instrumentos y medios
intencionados.
NARRADOR ORAL PÚBLICO INTERLOCURTOR
Como acto comunicativo
La conversación (intimidad)
Proceso reciproco por qué, qué, cómo, dónde, cuándo, cuánto y con quién
contamos.
64
Enfoques: Ejes:
- cognitivo saber científico
- Comunicativo Dialéctica saber popular
- Sociocultural
Nexos entre
Cognitivo, afectivo, comunicativo, vivencial y cultural.
En el anterior cuadro se sintetizan los planteamientos Barba (2013), mostrando que como en
cualquier acto comunicativo, el narrador oral debe partir de los conocimientos necesarios
que configuran la situación comunicativa:
● Buscar la correspondencia entre la intención y la finalidad comunicativa
● Transferir la intención y finalidad a nuevas situaciones y contextos
● Utilizar adecuadamente los medios comunicativos intencionados y recursos
personales (la palabra, la voz y el lenguaje del cuerpo; la triple visualización y la
triple audición) en correspondencia con las características psicológicas y
socioculturales del público interlocutor.
● Crear vínculos afectivos con el mensaje a comunicar, con los personajes que
intervienen en la narración, con los contextos en que se desarrollan los sucesos, con
el público interlocutor, con el autor del texto de la narración y con su propia
personalidad como narrador.
La narración oral demanda de recursos creativos que el pensamiento metafórico permite
desarrollar. Por una parte, la flexibilidad que le permite al narrador seleccionar soluciones,
65
aceptarlas o modificarlas respecto al contexto; la originalidad que propicia la creación de
cosas o ideas nuevas para corregir o cambiar soluciones; y la orientación valorativa de la
narración que le da sentido y direccionalidad al contenido de la misma, conectándola con
normas, valores, costumbres, tradiciones, experiencias, entre otros aspectos concernientes al
contexto donde se narra. En general, estas habilidades que plantea Barba (2013), son el
resultado de lo que denomina visualización del narrador, que es la capacidad de dinamizar
la narración haciendo que corresponda con sus necesidades comunicativas.
Como puede observarse, la narración oral recurre tanto a los elementos lingüísticos como a
los extralingüísticos para hacer de la comunicación un proceso acertado con respecto al
contexto y al público. Así mismo, como se expone en el gráfico, la narración es una forma
de conversación, en tanto se funda en la intimidad y mutuo re conocimiento de los
interlocutores participes de la situación comunicativa. Tal intimidad se alcanza cuando el
narrador identifica las cinco personalidades expuestas por Barba: El por qué, qué, cómo,
dónde, cuándo, cuánto y con quién contamos en una narración. En ese sentido, la precisión
de la narración respecto a su contexto requiere, ineludiblemente del lenguaje figurado:
“La comunicación aparece, en este contexto, como un instrumento indispensable de
interacción con el otro y, por lo tanto, requiere de estrategias que la hagan cada vez más
eficaz para lograr los objetivos que el hablante se proponga. En esa búsqueda de precisión
y eficiencia se presentan como opciones lingüísticas el lenguaje literal y el lenguaje
figurado; su escogencia dependerá de las necesidades comunicativas y cognitivas que
tengan los interlocutores.” (Fajardo, 2007, p. 103)
La conversación como forma íntima de la narración oral está atravesada por el lenguaje
figurado, como herramienta discursiva, conceptual e intencionada que dinamiza el discurso
logrando la efectividad de la finalidad comunicativa a través de la interacción entre narrador,
contexto y público. La metáfora le asigna a la narración y a la conversación un valor
66
cognoscente, puesto que la configuración dinámica del discurso permite comprenderlo desde
el relacionamiento de lo lingüístico con extralingüístico, de lo experiencial con la esencia de
los objetos, de la memoria con un nuevo conocimiento; todo ello con el objetivo de descubrir
el sentido profundo de un mensaje.
2.4.1. La metáfora y la afectividad
La conversación guiada es el espacio cotidiano en el que dialogan el cuerpo, la palabra y el
pensamiento20. En ella el niño encuentra un escenario de expresión y de comprensión de su
mundo; por ello sus experiencias son siempre una referencia en la conversación. El docente
requiere partir de esas experiencias para orientar la conversación hacia el descubrimiento de
nuevos conceptos, de relaciones; desatará preguntas inquietantes que inviten al niño a narrar
de una manera coherente y cohesionada. Del mismo modo, la intimidad que genera la
conversación facilita al niño preguntar, interpelar y argumentar.
De esta manera, la estrategia de aprendizaje-aprendizaje basada en la conversación permite
la co-construcción de conocimientos, ya que los modelos conversacionales del aprendizaje
tienen una importante base común. El aprendizaje se da a través de la negociación e
intercambio de significados; en ella, tanto docente como estudiantes, modifican su
pensamiento y estructuran sus ideas, tal como lo expuso Vygotsky (1999) con los conceptos
de zona de desarrollo próximo (ZDP) y de mediación para señalar como el aprendizaje es
más eficaz cuando se aprende junto a otra persona. Al mismo tiempo, la conversación
permite evaluar, dar cuenta de la comprensión que tiene el estudiante sobre un concepto o
de lo contrario, configurar las palabras de tal manera que se facilite su entendimiento. Tal es
20 El cuerpo, a partir de las expresiones faciales y movimientos corporales; la palabra, como resultado de los
procesos cognitivos que se producen y que se interpretan por medio del pensamiento.
67
la función de la metáfora en la conversación, la de precisar, o mejorar la comprensión de una
idea poniéndola en relación con las experiencia y afectividad del estudiante.
Es necesario señalar que la conversación no sólo se presenta entre dos sujetos, docente y
estudiante, sino que es fundamental entre los mismos estudiantes, quienes de manera
espontánea manifiestan sus puntos de vista, llegan a consensos o discuten acerca de cualquier
tema; por esta razón, la conversación es un recurso pedagógico valioso que permite llevar la
cotidianidad del lenguaje al aula. En ese sentido, retomamos los aportes pedagógicos que
ofrece del Modelo Conversacional Comunicativo:
“[…] un modelo nuevo que permita la intervención de un nuevo “actor” en la aplicación
educativa, el grupo, que también estará inmerso en la conversación didáctica, haciendo que el
aprendizaje en el estudiante sea más profundo al existir una mayor riqueza de ideas” (García,
2006, p. 4)
Este modelo reconoce tres relaciones en el aula, la relación profesor- estudiante, guiada hacia
un consenso acerca de un objeto o fenómeno de conocimiento; la relación estudiantes-
estudiantes que permite la asimilación, la reflexión de los conceptos y la relación estudiantes
profesores, en donde se presenta un proceso de aprendizaje - aprendizaje en el que el profesor
adquiere herramientas para hacer más aprehensiva la teoría o, incluso, para re-evaluar su
posición frente a determinados temas.
Al privilegiar las relaciones entre los actores comunicativos partícipes de la conversación,
la competencia lingüística queda en función de la competencia significativa y de la
dimensión socio-afectiva del acto comunicativo puesto que, ineludiblemente, en la
conversación se conjuga lo que pensamos y lo que sentimos, “A través de la conversación,
el entendimiento lógico es interconectado con las percepciones emocionales y con las
experiencias que envuelven al individuo.” (Ibíd. p. 2) Se trata entonces de descubrir y
68
reconocer los aportes e influencia de la dimensión socio afectivo inherente al aprendizaje
como comunicación.
En la cultura del silencio, retratada por Barbero (2001) aquella que prima en la escuela, se
establece lo que debe ser dicho, se asfixia la palabra agotando la multiplicidad de
significaciones que podrían enriquecerse con la afectividad de quien la enuncia. La metáfora
vehiculiza, fundamentalmente, las expresiones de inconformidad, de amor, de
incertidumbre, de dolor; en fin, los contenidos cotidianos que se invisibilizan en un intento
de remplazar la voz del sujeto sentipensante21, por una voz impuesta, la del hombre racional
y objetivo. La utopía del hombre fragmentado que disocia la razón (logos) de la emoción
(pathos) se difumina metáfora a metáfora en la conversación. Es así como la metáfora facilita
re significar el contenido de una conversación al remitirse a emociones y experiencias
particulares para trasladarlas a una situación comunicativa concreta. Un ejemplo de la
innegable presencia de la metáfora en la dimensión socio-afectiva del hombre es la necesidad
de establecer relaciones que le permitan expresar la profundidad de sus sentimientos,
justamente donde el lenguaje literal se queda corto. Por caso, la metáfora del amor como un
campo de batalla (A pesar de luchar contra todos y todo, no conquisté su amor; no importa,
debes hacer lo que sea por arrebatar su corazón; no, se me han agotado las fuerzas; me doy
por vencido). O, también, una de las metáforas de Jairo Aníbal Niño: “- ¿Me haces un favor?
- ¿Qué clase de favor? - ¿Quieres tenerme mis avioncitos durante todo el recreo? - ¿Durante
todo el recreo? - sí, es que tú eres mi cielo” (Niño,1986, p. 13).
El primer ejemplo corresponde a una metáfora estructural (amor como un campo de batalla)
de la cual se desprenden otras expresiones que al ser tomadas por su significado literal
podrían inducir a pensar que se trata de un desquiciado que luchó (se enfrentó físicamente)
21Categoría planteada por Eduardo Galeano que en donde pone de manifiesto la necesidad de vincular razón
y corazón en un intento de recuperar la naturaleza emotiva del ser humano.
69
con otros por arrebatar el corazón (órgano vital) de alguien; pero que al verse incapaz de
lograrlo se rinde. Sin embargo, el interpreté de esta metáfora encontrará una incoherencia
que tratará de resolver asignándole un significado especial a las palabras que constituyen la
expresión. Así, la palabra luchar será entendida como perseverar, la palabra conquistar se
entenderá como alcanzar o conseguiry la palabra corazón pasará a designar amor. Todo
esto, mientras que, en el segundo caso, la metáfora Tú eres mi cielo es también una metáfora
de amor escrita por el poeta Niño, pero, claramente dirigida a niños.
Es así como la lectura de un texto literario como este en el aula requiere que el docente
oriente la lectura a una conversación a través de preguntas tales como ¿quién está hablando?
¿A quién se dirige? ¿Realmente es propietario de unos aviones? ¿Cómo que es su cielo?
¿Cómo es el cielo? ¿Qué hay en él? ¿Qué siento y pienso cuando miro al cielo? Todo esto
con el objetivo, no sólo de promover el pensamiento relacional e inferencial para los
mejoramientos de la comprensión lectora, sino para dotar de sensibilidad aquello que se está
leyendo.
A partir de los ejemplos planteados y la idea de que el docente ayuda a entrever los sentidos
ocultos detrás de una metáfora a través de la conversación guiada se concluye el presente
apartado precisando que la escuela, al ser un escenario donde converge la diversidad y la
multi-dimensionalidad del hombre, tiene el reto de construir caminos para la formación
integral del ser humano, pasando por su dimensión cognitiva, creativa, corporal y socio-
afectiva y atendiendo a sus particularidades y demandas como sujetos de aprendizaje. Así,
se encuentra en la metáfora un recurso que permite el desarrollo de las habilidades
comunicativas con un eje de significación que parte del reconocimiento de la afectividad de
los niños en cada etapa de su desarrollo.
70
2.5 Antecedentes históricos del aprendizaje como comprensión.
Hasta este punto se ha puesto de manifiesto la relevancia de la metáfora dentro del enfoque
cognitivo. Para tal fin se realizó la contextualización sobre el surgimiento de las ciencias
cognitivas y sus aportes a la comprensión de la relación entre el lenguaje y el pensamiento
por medio del reconocimiento de las representaciones que el hombre construye a partir de
sus experiencias con la realidad. Ahora bien, como se explicó arriba, el surgimiento de los
estudios cognitivos está ligado al conductismo; sin embargo, las diferencias en su
concepción de aprendizaje, hicieron que rápidamente estas dos corrientes tomaran caminos
distintos.
El conductismo ha pasado del terreno conceptual y teórico a incorporase al terreno práctico
educativo y cotidiano, determinando, en gran medida, las formas de relación frente al
conocimiento en el aula. Por mucho tiempo el conductismo fue la base de las prácticas en la
escuela, lo que se evidenciaba en los intentos contantes de regular la conducta moral y física
a través de la repetición, memorización y pasividad de los estudiantes. La ruptura generada
por la cognición gracias a sus estudios y el cambio de paradigma frente al aprendizaje tiene,
como es de esperarse, incidencia en el campo pedagógico; desde allí han surgido modelos
pedagógicos como el constructivismo, que han llevado a repensar las dinámicas de
aprendizaje en la escuela.
La importancia de retomar el enfoque cognitivo para el aprendizaje radica en que entiende a
este último como el resultado de la comprensión que se da a través de complejos procesos.
Este reconocimiento implica, necesariamente, pensar el aprendizaje desde el rol activo del
estudiante, de tal modo que aprender no es acumular información, ni repetir frases que
carecen de sentido para quien las enuncia. Aprender es la capacidad de comprender y, por
tanto, categorizar, clasificar, relacionar y diferenciar, una fracción de la realidad, en relación
con otras fracciones.
71
En el presente apartado se realizó un recorrido histórico que permite mostrar la evolución de
la categoría aprendizaje hasta plantear una postura en la que reconocemos los procesos de
comprensión implicados en él; los mismos que constituyen la base de la propuesta didáctica
que se desarrolla en el siguiente capítulo.
El aprendizaje es uno de los principios básicos de la educación; sin embargo, parece tener
una historia muy corta dentrodel cognitivismo, pese a ser tan importantes los aportes que
desde este enfoque se pueden hacer a su comprensión. Su trascendencia real se observa en
los primeros estudios realizados a inicios del siglo XX con el conductismo; aunque parece
tener sentido esta propuesta devolviéndose un poco en el tiempo, se puede afirmar que su
participación se encuentra desde los postulados de Platón sobre el conocido Mito de la
caverna y los sentidos encadenados, como concepción de que el aprendizaje está envilecido
por la caverna; o la noción de Sócrates en los Diálogos donde expone a Menón su propuesta
sobre el aprender inspirado en la idea de que aquel se genera en el alma. Y más allá,
Aristóteles modificando la teoría racionalista, a partir de la concepción de que el individuo
es una tabula rasa donde se imprimen los diversos conocimientos que tiene un ser, propuesta
acogida por Hobbes, Locke y Hume en siglos posteriores. En ese contexto, es preciso decir
que el aprendizaje ha sido una preocupación en diversas etapas de la historia “[…] Haciendo
buena idea de Jorge Luís BORGES según la cual son los sucesores los que crean a los
precursores” (Pozo, 1989, Pg. 17)
La historia de esta palabra nace mucho antes de su concepción de mayor incidencia; sin
embargo, las propuestas en el campo educativo producidas a partir del siglo XX promueven
y exaltan su participación. Esto comienza con una teoría que emprende sus postulados a
través de su interés por modificar la postura subjetivista e introspectiva del estructuralismo
y el funcionalismo, generando una propuesta encaminada hacia la importancia del
objetivismo y el aprendizaje a partir del condicionamiento, en la cual no es necesario “[…]
72
el estudio de los procesos mentales superiores para la comprensión de la conducta humana”
(Ibíd. p. 19). Sus proposiciones tuvieron auge en los años treinta, con la vinculación de
diversos teóricos que participan desde la psicología, siendo la fuente principal de sus
planteamientos.
No obstante, los paradigmas se derrumban, según lo propone Kuhn aquellos indestructibles
y colosos edificios del conocimiento parecen caer, a merced de las modificaciones sociales
que tienen que enfrentar sus teóricos “En la medida en que su único acceso al mundo es a
través de lo que ven y hacen” (Kuhn, 2012, p. 256.) Por lo tanto, se postula que la
modificación de la concepción del aprendizaje se realizó con las diversas trasformaciones
sociales en diferentes áreas de la vida, donde el conductismo comienza a decaer, ya que no
puede responder a propuestas de aprendizaje que respondan la necesidad resultado de las
modificaciones sociales:
“[…] La expansión del paradigma, que desemboca en múltiples anomalías empíricas, junto al
empuje de diversos factores externos a la psicología, como son las nuevas tecnologías
cibernéticas que se vienen de la mano de la Teoría de la Comunicación, la Lingüística y la propia
Cibernética, harán que el paradigma conductista entre en crisis a partir del 1950” (Pozo, 1989,
p. 19)
Es así como comienza a decaer lo que parecía una ciencia que permitiría la concepción de
una nueva noción de aprendizaje (entendido como un transcurso de repetición y
condicionamiento para el actuar), dando paso a la noción de un proceso de información que
da cabida a la posibilidad de estudiar la mente desvinculada del conductismo; esto es la
considerada ciencia cognitiva, la cual promueve que para llegar al aprendizaje se producen
diversas necesidades, entre ellas la idea de que es indispensable el desarrollo mental en la
73
asimilación de la información para adaptarla y conceptualizarla en función del ámbito social
del individuo.
Aunque la historia parece concluida, y se da como ganador a un eje de estudio que
posteriormente va a vincular a diversas disciplinas en su rama de investigación, no es el
mismo camino que ha tomado el aprendizaje en el campo de la práctica, la postura
conductual tiene seguidores que no ven posible otra postura en el actuar educativo.
“La razón de este estado de cosas no es otra que el abandono de las investigaciones sobre el
aprendizaje por parte del procesamiento de información […]hay motivos para desconfiar de
la posibilidad de que algún día el procesamiento de la información nos proporcione una teoría
del aprendizaje potente y comprehensiva” (Ibíd. p. 20)
Además, Lakatos difiere de la postura de Kuhn, en tanto a concebir que los paradigmas se
derrumban por las transformaciones sociales. Para él existe factores internos que la dejan
caer y el conductismo no ha visto su última luz. Para Lakatos una ciencia remplaza a otra en
tanto cumple con los siguientes requisitos:
1. “Tener un exceso de contenido empírico con respecto a la teoría anterior, es decir,
predecir hechos que aquella no predecía.
2. Explicar el éxito de la teoría anterior, es decir, explicar todo lo que aquélla
explicaba.
3. Lograr corroborar empíricamente al menos una parte de su exceso de contenido”
(Ibíd. p. 21).
Y es este tercer punto en el que más ha fallado el cognitivismo con el aprendizaje. Pero se
puede revisar con más detalle al complementar el complejo análisis sobre el conductismo y
74
sus postulados sobre el aprendizaje, contrastando, con la evolución que ha tenido la postura
cognitivista en este punto.
3. El aprendizaje y su transición
Si bien el conductismo tuvo auge a principios del siglo XX, sus postulados parten de la
concepción asociacionista, que viene de Aristóteles, en la cual se vinculan los sentidos y las
ideas como idea principal. Su desarrollo se produce en el siglo XVIII con Hume, quien en
entre sus planteamientos menciona la posibilidad del ser humano para aprender por medio
de los sentidos, por los cuales pasan todas las experiencias, formado ideas sobre lo que se ha
experimentado, lo que no tiene ningún sentido si no se llega a enlazar las diversas ideas con
elementos de relación como el reconocimiento espacial, temporal y causal. Esto se produce
únicamente en el campo de la asociación, ya que la teoría conductista sostiene que el ser
humano es una tabula rasa.
Sin embargo, el conductismo se dividió en posturas que tuvieron incidencia en su decaída;
la primera de éstas, radical en su posición, se encontraba de acuerdo en el que la mente no
era un campo de estudio que valiera la pena, por lo cual descartaba cualquier posibilidad
cognitiva de estudio; la segunda, seguía los mismos postulados excepto por la concepción
de que la mente no se podía estudiar. Ante esta división, Pozo (1989) menciona que se
produjeron otros inconvenientes, la postura inicial y base de su teoría, el asociacionismo, se
debatía en diferentes problemas, porque al realizar experimentos con animales se llegó a la
conclusión de que estos tienen ciertos implícitos determinados por su condición natural que
promovían la idea de que los seres vivos no son tabulas rasas.
No obstante, en un intrincado deseo de salvar a una ciencia en decadencia, se generó una
nueva postura que promovía la noción de que el individuo también requiere de ciertos
75
aspectos innatos dentro de sí para generar una relación de asociación en su contexto, esto
fue conocido como el neo-asociacionismo cognitivo. Pese a tener en cuenta al innatismo,
simplemente recoge algunos de sus postulados de forma superficial, queriendo resolver la
problemática sobre la tabula rasa, sin resultados próximos a una solución en el campo del
aprendizaje. “El aprendizaje consiste en la adquisición de información sobre la organización
causal del entorno (DICKINSON 1980)” (Pozo. 1989. Pg. 32) Siendo así, la misma postura
que intenta retroalimentarse con el innatismo. Así, el conductismo, no logró disponer de una
concepción unitaria sobre el aprendizaje, sobre todo porque tuvieron una intrincada
ambición por rebatirse unos a otros sin lograr más que su segmentación.
De otra parte, la Segunda Guerra Mundial, no solamente dejó recuerdos inolvidables del
actuar del ser humano, sino que también promovió grandes progresos tecnológicos para la
ciencia, por tanto, se debían modificar los experimentos hacia un enfoque más avanzado,
donde las computadoras y diferentes mecanismos auto-dirigidos, generaban dudosas ideas
sobre seguir utilizando ratones en laberintos para investigar sobre el aprendizaje.
3.1.1. La nueva postura después del fracaso
En el año de 1956, se generó una nueva propuesta que pareció revolucionar la idea sobre la
postura de la condición humana y el cómo se producen diferentes procesos de conocimiento.
Durante este año, como se mencionó en la revisión histórica del cognitivismo, se generó
dentro de un Simposio la semilla de lo que sería posteriormente una ciencia, donde comenzó
a producirse el estudio de la mente como eje para autores como Jerome Bruner, Noam
Chomsky y G. A. Miller que desarrollaron propuestas específicas en artículos y libros que
ya se encontraban escritos y por ende ya tenía bases para comenzar a replantear la postura
epistemológica del aprendizaje.
Una de las fuentes principales de este cambio, fue la influencia decisiva que tuvo las ciencias
de la computación; del mismo modo, esta postura se vio reflejada en dos movimientos
76
cognitivos que se posaron en espacios diferentes. El primero, el racionalista (basada en la
nueva visión de asociacionismo cognitivo en Estados Unidos) y el segundo, el constructivista
(centrado en la importancia a la construcción del individuo).
No obstante, pese a las diferencias que parecían tener estas dos posturas, tendían a un mismo
objetivo, el procesamiento de información. Ahora, lo más importante de esta postura es que
promueve la explicación de la conducta en referencia a entidades mentales, que se mueven
en procesos mentales. Que a diferencia del conductismo expone dos aspectos importantes:
el primero, que el hombre se asemeja a la máquina porque son entes con procesamientos de
información parecidas, ya que “intercambian información con su entorno mediante la
manipulación de símbolos” (Ibíd. p. 43), siendo así entidades que se alimentan todo el tiempo
de información; la segunda, que se enlaza con la primera, es que el individuo del
cognitivismo no es pasivo y receptivo, sino que es activo en el procesamiento de la
información; de este modo, para poder llegar a tener desarrollos de este tipo, se hace
necesario un contenedor que permita almacenar toda la información que se absorbe, es decir
una memoria. Sin embargo, estos procesos no se generan sin antes tener una estructura
mental. Pozo lo muestra con la imagen 2 que especifica los planteamientos de esta disciplina.
77
Imagen 2
Procesamiento de información
Sacado de Teorías cognitivas del aprendizaje
Esta imagen deja de manifiesto uno de los supuestos más importantes de su método: la
descomposición de hechos informativos a su unidad más pequeña con ayuda de aspectos
sintácticos para lograr reconocer la organización y el significado que producen en el
individuo.
Pero, ¿Qué ha ocurrido con el aprendizaje? En este campo de estudio, se ha reducido al
simple almacenamiento de información o aspectos relacionados con ello, es decir, se ha
vinculado directamente a la memoria. “Los principales estudios sistemáticos de aprendizaje
realizados bajo el paraguas de la memoria (Sebastián, 1983) tiene que ver con las estrategias
de retención de información en la memoria a corto plazo, tales como el repaso” (Pozo, 1989,
p. 50)
De esta manera, el aprendizaje ha quedado reducido al ejercicio de la memoria. Sin embargo,
posteriormente a esta concepción se produjo la necesidad de pensar cómo puede adquirir
aprendizaje un computador, ya que, desde allí, se podría explicarse cómo puede adquirir
conocimientos el ser humano; de este modo, se concluyó que en la computadora se produce
la adquisición de conceptos de manera sintáctica, y por ende el ser humano tenía la misma
posibilidad. Es así como se puede diferenciar a la Inteligencia artificial y las otras teorías del
cognitivismo, ya que mientras estas últimas se preocupan por conocer los procesamientos
humanos de la información, la primera se preocupa estrictamente por el funcionamiento de
los sistemas.
De ahora en adelante, nos centraremos en las teorías que se centran en el ser humano, entre
las primeras se encuentra: el enfoque sintáctico ACT de Anderson; el enfoque semántico: la
teoría de los esquemas; y el enfoque pragmático: una teoría pragmática de la inducción.
78
Comenzando por el enfoque sintáctico ACT, se puede mencionar que basa sus
planteamientos en la adquisición de destrezas; de esta manera, se parte del establecimiento
de tres tipos de memoria, la declarativa (se encarga de conocer de manera descriptiva el
mundo), la productiva (que contiene la información para la ejecución de destrezas), y la
memoria de trabajo (que está encaminada a las acciones realizadas y su continuidad). Así se
generan tres fases esenciales: la primera, es la declarativa interpretativa donde se reconoce
los diversos objetos que yacen la realidad y se interpreta los problemas en estos; la segunda,
la compiladora, que se encarga de recoger los datos de la primera fase y promover una
producción ante el suceso, una acción que se genera a partir de la información enlazada; la
última fase es la de ajuste, donde se realizan las modificaciones necesarias para que la acción
se produzca de manera adecuada. Pese a que la teoría se basa en aspectos computacionales,
se producen errores en las respuestas en tanto a la memoria de trabajo, que sería dónde
culmina el aprendizaje, ya que existen diversas vertientes en el resultado.
Por su parte, el enfoque semántico: la teoría de los esquemas, tiene como cuestión esencial
el cómo se representa el conocimiento y el cómo se usa el conocimiento que se almacena; y
así, se fundamenta en una perspectiva lógica, donde se generan tres tipos de aprendizaje: el
crecimiento, siendo el proceso mediante el cual se guarda la nueva información en los
esquemas ya existentes; posteriormente, se produce un ajuste que permite modificar las
percepciones de la realidad con la información nueva que llega; y así, se produce una
reestructuración, que promueve la creación de nuevos esquemas basados en los ya
existentes. Su planteamiento está asociada a la comprensión adecuada del proceso que está
realizando, y esto se puede hacer por medio de analogías a lo que se quiere aprender o por
medio de indicción del individuo, es decir, relaciones próximas, que implican acciones
inconscientes. Por último, se produce otro tipo de ajuste, para afinar los procesos
reestructurados que se han generado, donde se afianza la información y se convierte en
79
conocimiento. Esta teoría expone la necesidad de encontrar otro proceso diferente del
asociacionista de correspondencia por uno que se haya en un campo de construcción del
aprendizaje. El principal problema de esta teoría yace en la reestructuración, donde en la
práctica el individuo casi nunca experimenta de manera inductiva el conocimiento, donde
parece no tener restricción de ningún tipo pese a las limitantes en el proceso real.
Por otra parte, se produce el esquema pragmático: una teoría pragmática de la inducción;
donde se postulan ciertos modelos mentales, que inciden en que el ser humano a partir de las
situaciones concretas que vive genera modelos que le permiten no sólo interactuar e
interpretar los sucesos, sino también generar predicciones a partir de ello. Las
representaciones son activas y no pasivas, además, los procesos de información son
parecidos a la ACT, solamente se puede producir el siguiente proceso si se tiene la
información necesaria en la memoria. A diferencia de los esquemas anteriores, este propone
que se producen diversos procesos al tiempo para adquirir conocimiento; donde, el sistema
genera refinamientos en sus aspectos para modificar reglas que se encuentran establecidas,
y así desde la inducción (problema de la teoría anterior), se resuelven con inferencias
inductivas pragmáticamente relevantes de acuerdo al contexto que se esté presentando. Sin
embargo, sus postulados se basan en los referentes a la teoría de los esquemas, la diferencia
yace en que la teoría pragmática no está vinculada tan estrictamente a aspectos
computacionales como las dos anteriores.
A partir de esto, se puede observar como las teorías del aprendizaje tienen un enlace con las
propuestas computacionales que se generaron después de la mitad del siglo XX, sin embargo,
estas propuestas igual que las conductuales, jamás lograron explicar el origen del significado
en el ser humano y la coherencia conceptual; por ende, se puede mencionar que, pese a que
se tuvo en cuenta, en ningún momento fue un campo de estudio significativo.
80
Aprendizaje por reestructuración
En este apartado, se realizará una revisión concisa de las teorías de reestructuración dónde
se encuentra Piaget y Vygotsky entre otros. Así, como primera medida, se puede observar
que la reestructuración difiere del asociacionismo en tanto a que considera que el cambio
(modificaciones de conocimientos) es producido de manera inherente en el organismo, esto
implica que se interesa por procesos a largo plazo más que por micro-procesos. Además, se
promueve la adquisición de conocimientos complejos organizado en forma de teorías. No
obstante, la diferencia más notoria es la del campo constructivista, donde a diferencia del
asociacionismo esta teoría plantea que el aprendizaje se produce de manera dinámica, siendo
una teoría organicista en discrepancia con el desarrollo mecanicista de la primera. Así, se
revisará a Gestalt, Piaget, Vygotsky y Ausubel.
Gestalt expone que es necesario estudiar el significado y que es una unidad indivisible, por
ende, esta postura implica que se hace necesario darle más importancia a la comprensión que
a la acumulación de conocimientos. De esta forma, se expone que el ser humano genera
pensamiento reproductivo (los conocimientos adquiridos con anterioridad que se pueden
aplicar a situaciones nuevas) y pensamiento productivo (donde se produce el descubrimiento
de una nueva organización perceptiva o conceptual respecto a un problema a resolver). Así
mismo, esto permite generalizar la comprensión para utilizarla con otros problemas. Aquí se
hace énfasis en la comprensión para poder llegar a significar las estructuras globales de las
situaciones. Pero ¿Cómo se produce la reestructuración? Por medio de insight, es decir,
comprensión súbita; el ejemplo más claro es el de un experimento con monos, dónde se les
deja unas bananas muy alto y unos cestos, ellos logran colocar los cestos de tal manera que
pueden alcanzar la comida, así, se produce un supuesto de aprendizaje súbito sin necesidad
81
de ensayo y error como en el conductismo. De esta manera, se introduce la concepción de
que el aprendizaje no está predeterminado al error, sino también al éxito.
Pero ¿Cómo se produce el insight? aunque no se puede ver muy claramente este proceso,
muchos seguidores de esta teoría exponen que puede ser un proceso preparativo largo; en
otras ocasiones, se menciona que se hace indispensable modificar esos conocimientos
previos para llegar a los nuevos, ya que bloquean el pensamiento productivo. Ante todo, se
expone que primero se realiza una organización antes que una asociación, siendo el producto
de la primera. Sin embargo, sigue la duda ¿De dónde proviene esta organización?
La postura de Piaget está determinada por muchos de los elementos que se acabaron de
mencionar; pese a esto, este autor no refirió muy poco sobre el aprendizaje concentrándose
en hechos cognitivos “el aprendizaje de conocimientos específicos depende por completo
del desarrollo de estructuras cognitivas generales” (Pozo, 1989, pp. 177-178). Así, expone
que el aprendizaje se genera por medio de la reestructuración, un proceso de construcción y
reinvención y no simplemente de repetición y copia (asociación).
De esta manera, Piaget plantea la necesidad del desequilibrio para que se genere aprendizaje,
explicando no sólo el cómo conocemos el mundo, sino también cómo cambia nuestro
conocimiento sobre éste. Este proceso está determinado por la asimilación, por medio de la
cual el sujeto interpreta la información que proviene del mundo, es lo que haría un bebé con
la realidad, un acto de succión. Posterior a la asimilación, se produce la adaptación, siendo
la modificación de aquella realidad anterior por otra que le permite comprender el mundo,
es el cambio de una comprensión a otra; por lo visto, Piaget estuvo de acuerdo en una postura
estática (asimilación) y una dinámica (adaptación). La asimilación se genera cuando se tiene
obtiene equilibrio entre objetos externo, y los diversos esquemas del sujeto, generando una
estructura jerárquica de sus esquemas previamente diferenciados; por supuesto, esto se
82
encuentra ligado a una toma de conciencia, donde el individuo tiene que tener en cuenta su
desequilibrio y el posterior equilibrio que le permitió conceptualizar sus conocimientos.
Pero, ante lo mencionado por Piaget quedan algunas dudas por resolver ¿Cómo se produce
la toma de conciencia? ¿Qué tipo interacción facilita la resolución de los conflictos? Entre
otros cuestionamientos, donde el aprendizaje esta siempre como un efecto posterior a la
estructuración; además, en los estadios de desarrollo próximo, donde las edades establecidas
no siempre se cumplen, sobre todo en campo del desarrollo concreto al formal y por último,
la ineludible vinculación entre la asociación y la reestructuración para el aprendizaje de
conceptos.
Por otra parte, Lev. Vygotsky estuvo fuera de alcance por muchas décadas, incluso el mismo
Piaget lamenta la limitada circulación de su teoría y su temprana muerte. Sin embargo, sus
ideas son tan recientes como las del mismo Piaget. Vygotsky sostiene que el aprendizaje no
se produce por asociaciones entre estímulos y respuestas, pero tampoco es completamente
reestructurado. Por lo tanto, expone que es necesaria la confluencia entre las dos propuestas,
aunque se inclina más por una organicista.
Para poder enlazar las dos propuestas, Vygotsky expone que el ser humano no se limita a
responder a los estímulos, sino que actúa sobre ellos, transformándolos, por medio de
mediadores que, a diferencia de la teoría conductual mediadora, son instrumentos que
transforman la realidad en vez de imitarla. Esta propuesta parece estar ligada a la adaptación
de Piaget; sin embargo, difieren en que la mediación está vinculada a la actividad, es decir,
se produce por una acción cultural y una modificación en el entorno, donde
excepcionalmente se asocia al campo educativo, lo cual acerca más sus postulados al campo
de aprendizaje en contexto.
Por otra parte, también propone que los significados vienen del medio social exterior, pero
que solamente se pueden interiorizar de manera individual; así, se genera una comparación
83
con Piaget en tanto a la adquisición de los conocimientos sobre el exterior; no obstante, este
último solamente lo ve con los objetos, por su parte Vygotsky lo refiere también desde las
personas, de dónde viene el concepto de mediador en la zona de desarrollo próximo. Los
inconvenientes más prominentes en esta teoría yacen en sus inacabados postulados, que
dieron paso a dudas que jamás pudo resolver este autor debido a su temprana muerte. Otro
problema, se encuentra relacionado con la desmedida confianza en la teoría adaptativa de la
actividad; además, ¿Cuándo es más prominente la asociación y cuando la reestructuración?
¿En qué momento se oponen? Muchos de estos cuestionamientos quizás pudieron tener
respuesta por el mismo Vygotsky.
Afortunadamente Ausubel rescata las ideas más excepcionales del autor ruso, centrándose
al igual que este en un contexto educativo; partiendo de la adquisición del aprendizaje por
medio de conceptos verdaderos de construcción a partir de conceptos previos que se forman
dentro del entorno de la institución.
Ausubel desarrolla dos dimensiones del aprendizaje; la continua vertical que se encarga de
los procesos del estudiante para codificar, transformar y retener la información y que pasa
del aprendizaje memorístico al significativo; la siguiente es la continua horizontal, que sería
la estrategia de instrucción promovida para adquirir el conocimiento, donde entra a jugar un
papel la enseñanza, que en este caso se produce gracias descubrimiento espontáneo; es de
esta forma que se logra exponer una relación cercana entre el asociacionismo y la
reestructuración.
Cuando este autor habla del aprendizaje significativo se refiere a los conocimientos que se
pueden incorporar en la estructura del sujeto en relación con conocimientos anteriores, para
ello se hace necesario que no sea arbitrario, que se encuentre organizado de tal manera que
se pueda usar o que pueda ser un conocimiento potencial para el futuro, para que todas las
estructuras que tienen conocimiento se relacionen entre sí. Sin embargo, también se hace
84
preciso que exista una predisposición para el aprendizaje por parte del alumno, y por esto,
en las instituciones comúnmente falla la enseñanza, ya que no existe en diversas ocasiones
disposición.
Ahora, la relación que se puede observar con lo memorístico parece cercana, pero Ausubel
expone que en un principio es importante memorizar, después se produce asimilación y ya
cuando hay conocimientos significativos, este primer proceso se convierte en una
herramienta dentro de los otros, para llegar a representar, posteriormente conceptualizar y
proponer. De esta manera, ¿Qué alcances tiene el asociacionismo en esta teoría? ¿Cómo es
posible solucionar el aspecto de disposición en el alumno? Estas preguntas y otras tantas que
se podrían postular, promueven dudas sobre esta teoría pese a sus importantes propuestas
para el campo del aprendizaje.
Al igual que el asociacionismo, la teoría de la reestructuración tiene un inconveniente, ya
que se concibe que se genera un proceso mayor de aprendizaje a partir uno menor ¿Cómo es
posible definir de dónde viene ese que es menor? Siendo así, ¿De dónde provienen las
operaciones concretas para llegar a ser operaciones mentales? Igualmente, esta postura en
muchas ocasiones excluye los postulados asociacionistas y aunque otras los vinculan, no
parecen darle la importancia que debería tener el campo de la interacción social. Estos
cuestionamientos le dan un golpe interno a la estructura de esta nueva propuesta.
Una posible integración teórica
Uno de los aspectos que más diferencian al asociacionismo de la reestructuración es su forma
de análisis, ya que el primero se moviliza desde el campo cuantitativo, con resultados
medibles, mientras que el segundo, se basa en el análisis de los cambios que ocurren en las
estructuras cognitivas al tener interacción con los objetos.
85
Poco después de ver los inconvenientes metodológicos y estructurales de la reestructuración,
se comenzó a analizar un fenómeno recurrente en dos tipos de individuos, el experto y el
novato. Realizando empalmes que permitieron corroborar que el experto tiene procesos
conceptuales profundos, donde realizaba labores que requerían de generar procesos de
conexión de sus conocimientos previos para enlazarlos con la labor que requería hacer;
mientras tanto el novato solamente activaba uno de sus campos conceptuales y se
concentraba en aquel sin tener en cuenta otros que al parecer no concebía o de los que jamás
tuvo conocimiento. Igualmente, el experto realizaba sus labores exponencialmente, con
resultados ya determinados, donde su ejercicio se producía de manera espontánea en tanto
la efectuaba, por su parte el novato, tenía que primero pensar cual era el proceso a seguir y
de aquella manera, construir sin tener una continuidad en la labor. Con lo mencionado
anteriormente, se pueden analizar los métodos de aquellos dos individuos de manera
cualitativa (construcción de conceptos) y cuantitativa (medición de resultados), teniendo así
una relación entre los dos campos de estudio.
No solamente en estos aspectos se puede observar una relación teórica, ya cuando Vygotsky
planteaba que todos los procesos cognitivos necesitan de una mediación social se estaba
evidenciando la necesidad del empalme. De esta manera, cuando se genera un conflicto de
conocimiento en el individuo, la forma de repensarlo o generar modificación está
determinada por aspectos cognitivos, pero su solución tiene la necesidad de ser establecida
dentro de un marco social; con ello no se está resolviendo el proceso de empalme entre las
dos teorías fuertes del aprendizaje, eso necesitaría la revisión minuciosa de cada propuesta
y encontrar relaciones que pueden sustentar una sobre otra; simplemente se mostró aspectos
históricos de cada teoría, la división entre sus posturas y lo indispensable que podría ser una
para la otra.
86
Para finalizar este apartado, es preciso mencionar que en el siguiente capítulo se realizará
una postura encaminada desde los postulados presentados anteriormente, donde se tendrán
en cuenta las observaciones de autores importantes en las teorías presentadas, y del mismo
modo, la inclusión de la metáfora para la formulación de una nueva postura hacia el
conocimiento, igualmente, se tendrá en cuenta el aprendizaje-aprendizaje como propuesta
de gran valor para encaminar el proceso de aprendizaje de los niños para la comprensión.
Esta propuesta, parte de la teoría de Vygotsky y Piaget, quienes realizaron sus percepciones
sobre el aprendizaje a partir de la necesidad de formular nuevas posturas frente a la
posibilidad de generar procesos cognitivos de comprensión adecuados, que por necesidad
tuvieron que seguir la línea epistemológica que los autores anteriores a ellos propusieron
para llegar a presentarse.
3.1.2. Aprendizaje-aprendizaje
Para diversos teóricos de la educación22, la forma en que aprende un ser humano, está
encaminada, por lo menos en el campo pedagógico, hacia la metodología de enseñanza-
aprendizaje. Donde el sujeto vincula todos sus propósitos cognoscitivos a que otro individuo
le explique cómo funciona el mundo y cuál es la fórmula más certera para adecuarse a él.
La enseñanza tiene como característica que a cada individuo le es completamente
indispensable un instructor para recorrer el camino al conocimiento. Ante esto, es necesario
abandonar la idea de que los infantes tienen la necesidad de alguien que les lleve por dónde
se piensa deben seguir. En este caso, se plantea la necesidad que tiene cada individuo para
generar un proceso de aprendizaje autónomo, desde las primeras etapas de desarrollo
cognitivo.
22 Se puede referir a Burrhus Frederic Skinner y los demás teóricos completamente instaurados en el
conductismo, además de aquellas propuestas encaminadas en el marco tradicional.
87
“En efecto, desde los primeros años, el niño observa lo que ocurre a su alrededor, imita lo
que observa. Actúa, vierte y trasiega líquidos, manipula objetos, los embona, los amontona,
los clasifica. A través de esas experiencias, de esta interacción con su entorno, el niño se
instruye, pues empieza a establecer vínculos entre los objetos y sus transformaciones.” (Giry,
2002, p. 68)
Con ello, se abre la posibilidad de reconocer que los niños tienen un espacio de aprendizaje
sin la dirección de un guía. Aunque se puede llegar a pensar que se promueve la idea de que
el individuo ande por el mundo experimentando de manera inconsciente lo que puede o no
ayudarle para reconocerse en él, aquel no es el objetivo que se desea alcanzar, de por sí, el
ser humano no nace dotado con todas las capacidades para poder desarrollar plenamente su
vida en la sociedad; lo que ocurre en realidad son una serie de transformaciones que obtiene
mediante la socialización con los demás individuos y diversos objetos que se vinculan a su
mundo “La inteligencia no es innata: se construye progresivamente” (Ibíd.). Y esa
construcción está determinada por el proceso de aprendizaje continuo; un aprendizaje que
no tiene como necesidad una enseñanza tradicional23, sino que se promueve a partir del
aprendizaje-aprendizaje. Donde el educando está comprendiendo el mundo que lo rodea, en
el cual adquiere diversos campos de experiencias encaminadas hacia la necesidad de saber
cómo comprenderlas.
“En estas nuevas pedagogías, se aprende primeramente a aprender, o a pensar, y para
ello es necesario concentrarse en el alumno. Ya no se trata por consiguiente de
23 Vincúlese a esto la forma de enseñanza de la escuela tradicional y de la escuela conductista
88
transmisión de conocimientos, de saberes y de esas formas principales que son la
conferencia magistral y los ejercicios de aplicación.” (Ibíd. p.15)
Es así como el estudiante se centra en la capacidad de comprender cómo puede llegar a
reconocer el mundo; donde se le explica para que logre observar, desde allí descubrir y poder
entender cómo aprender con las habilidades adquiridas. Desde lo mencionado anteriormente,
cada persona tiene diversas formas en la cuales aprende, sin embargo, se puede concebir una
estructura que debe seguir. Esto se produce en una escala que no empieza desde cero, sino
desde utilizar las diferentes herramientas físicas y psíquicas al nacer para poder llegar a
comprender lo que lo rodea y las necesidades que tiene. Al imaginar a un bebé recién nacido,
se puede concebir que apenas tiene contacto con otro ser humano, recurre a sus herramientas
de comunicación para poder llevar un mensaje, en este caso un sollozo; lo cual permite
informar que tiene cierta incomodidad en su cuerpo, ya que utiliza los cinco sentidos básicos
para poder generar un contacto demostrativo hacia otro ser; pero lo más importante no es
que esto ocurra, sino que se repite constantemente; esto se concibe como conocimiento
adquirido, asimilado, y esto se produce por estados largos o cortos de memoria24.
Las habilidades que puede adquirir, se generan desde un aprender por medio de las
necesidades que tiene para desarrollar su vida; esto quiere decir que aquello que aprenda,
está emparentado completamente con el contexto sociocultural que lo rodea, y del mismo
modo está basado en la posibilidad de elegir sus propuestos epistemológicos más relevantes,
donde sea productor de su conocimiento “Ya no se trata de transmitir un conocimiento
apoyándose en la lógica de la disciplina, sino más bien de hacer que el alumno lo construya
a partir de esos centros de interés y de su propia actividad.” (Ibíd. p. 16)
24 Sobre la memoria se hará referencia más adelante.
89
De la misma manera, tampoco se menciona que el estudiante está por fuera de la estructura
pedagógica, ya que el docente encargado está siempre en contacto con el estudiante de
manera indirecta, donde no le muestra información, sino que le da las herramientas para que
pueda introducirse en ella y obtener lo que necesita para aprender desde la experiencia, en
este caso comunicativa, ya que se está hablando de la concepción del mundo y la
interpretación que se pueda hacer de éste; lo que se concibe como aprendizaje-aprendizaje:
“Estos métodos apuntan principalmente al aprendizaje de actividades intelectuales como
pensar, reflexionar, imaginar, inventar, o cómo explicar, argumentar, categorizar.” (Ibíd.).
De esta manera, el aprendizaje-aprendizaje es un espacio de encuentro entre sujetos de
aprendizaje, en el cual, el docente y el estudiante interactúan entre sí. De esta forma, actúa
para la generación de propuestas divergentes de acción pedagógica; y desde allí, se vincula
la precisión sobre la importancia del proceso de aprendizaje que tiene un estudiante desde la
proposición mencionada, recurriendo así a la concepción de un proceso para que el
aprendizaje sea completo, ese progreso se produce desde una asimilación de la información
y de las experiencias obtenidas, para después tener un desarrollo e inclusión en los sucesos
de la vida cotidiana, esto último, valiéndose de la metáfora como herramienta de aprendizaje.
3.1.2.1. Asimilación y adaptación
En el instante en el que un individuo que tiene una experiencia, adquiere otra por medio de
la anterior, se conoce como asimilación, ya que es un proceso de construcción escalón por
escalón. “El primero de esos mecanismos —la asimilación— corresponde a la acción del
organismo sobre el medio y se traduce en la comprensión del mundo exterior a través de las
estructuras intelectuales del individuo elaboradas anteriormente.” (Giry, 2002, p. 68)
90
Si por ejemplo un niño se le menciona la siguiente oración después de un acto incorrecto
que cometió:
(a1) ¿Has perdido lo poco que te quedaba de cordura?
El niño escucha una oración que le hace reflexionar sobre algo que ha perdido, pero para
poder llegar a comprender lo que se le menciona, debe primero reconocer que es la palabra
perder y también la palabra cordura. Ahora, como se puede comprender lo anterior como
una metáfora, entonces se está llegando a un grado de significación nuevo de la acción que
del niño y sin esta primera connotación de dos palabras importantes en el texto (sin contar
las que ya debe haber comprendido) no puede llegar a la asimilación de la oración (a1).
Del mismo modo, este individuo que recibe las oraciones tiene que reconfigurarla y
adecuarla a su visión de mundo, en un acto de interpretación que le permita resolver la
propuesta dada anteriormente. Asimilando que (a1) puede comprenderse como:
(a2) ¿Te has vuelto loco?
Esta reinterpretación que parece más sencilla, le permite al individuo realizar otro proceso
en el campo del aprendizaje que se llama adaptación, donde adecua cada una de las
experiencias que le ocurren para poder generar una evolución en su interacción con el
mundo. “En tanto que el segundo —la adaptación— corresponde a la acción del medio sobre
el organismo, lo que se traduce en algunas modificaciones de las estructuras intelectuales
bajo la influencia del medio exterior.” (Ibíd. p.68)
Y no sólo eso, sino que también le permite responder.
91
(a3) Es que estoy aburrido de hacer nada
Desde es este punto de vista, la propuesta que tiene el niño no está encaminada literalmente
hacia la locura, ya que, si fuese así, no tendría las bases necesarias para poder llegar a
comprender lo que se está diciendo, siempre en todo proceso se empieza de algo, así sea de
un simple patrón de asimilación literal (¿estaré en verdad loco?), para poder llegar a
comprender el verdadero significado de la proposición (estoy haciendo algo indebido
socialmente) que sería una asimilación inferencial.
3.1.2.2. El aprendizaje-aprendizaje y los lineamientos curriculares
En el desarrollo de la propuesta pedagógica aprendizaje-aprendizaje, no se puede obviar las
pautas que muestran los Lineamientos curriculares en el área de Lengua Castellana; por lo
tanto, se vinculan los aspectos más importantes de éstos que tenga relación con el
aprendizaje.
En este sentido, los Lineamientos Curriculares han referido aspectos del aprendizaje donde
la iniciativa principal yace en la necesidad que tiene el individuo por relacionarse con otros,
siendo esto la base fundamental para generar conocimiento.
En efecto, la lengua, como los códigos, no se enseña, se aprende; se aprende desde
la interacción, en la necesidad del uso, en la práctica y en la participación en
contextos auténticos; lo que no indica que no haya un conocimiento en el usuario
sobre cómo funciona la lengua, pues todos los usuarios de una lengua tienen un
92
conocimiento tácito de las reglas que la constituyen. (Lineamientos curriculares,
2008, p 8)
Así, lo mencionado sobre la propuesta aprendizaje-aprendizaje se vincula con este apartado
de los Lineamientos Curriculares, ya que se está teniendo en cuenta la comunicación en
contexto como el componente principal para la adquisición de aprendizaje. Además, agrega
que existen ciertos conocimientos implícitos, en relación con lo que se ha mencionado sobre
el lenguaje innato que tiene el ser humano.
Sin embargo, al referirse a la enseñanza como poco transcendental, solamente lo enlaza a la
lengua, no a otros procesos de aprendizaje; los Lineamientos Curriculares la vinculan
directamente con el campo de la educación, tomando así la propuesta de que se tiene que
entregar conocimiento “el educador tendría que enseñar las normas relativamente estables”
(Ibíd.), donde se muestra un panóptico de lo que tiene que conocer el estudiante, pero
teniendo en cuenta que ese proceso de enseñanza se detiene en la concepción de proponer
unos parámetros para el aprendizaje, ya que el alumno tendría la posibilidad de recurrir al
conocimiento; también se tiene en cuenta la práctica como un acto transcendental en el
campo de educación y se promueve la necesidad de un actuar independiente y consciente
por parte del educando.
En relación con esto, se vincula un aspecto de importancia para el aprendizaje y el
conocimiento, el cual es completamente necesario para que los dos anteriores se produzcan;
esto es la memoria, siendo un proceso que enlaza neuronas para poder generar un recuerdo
sobre diferentes experiencias que se han vivido
93
“La memoria constituye un atributo humano basado en el hecho de que las personas
son capaces de almacenar información para utilizarla posteriormente… …el
significado de las palabras suele aprenderse a través de mecanismos de inferencia
que permiten deducir su significado a partir del contexto” (Colom, 2001, p. 37)
En los Lineamientos Curriculares, se promueve la necesidad de que la memoria debe
adecuarse a las experiencias de los estudiantes junto con las necesidades que le produce la
información que van a adquirir para convertirla en conocimiento. “Dice Arreola que “como
el conocimiento se ha hecho obligatorio, la escuela se ha vuelto destructora de la memoria
[...]; los niños abominan de su memoria porque se la amueblamos con cosas que no les
importan y que además son inútiles”.” (Ibíd. p. 10).
La memoria, es la base de cualquiera de los procesos cognitivos de un ser humano, por tanto,
es necesario que la información que se obtenga con ella les permita a los estudiantes
vincularla a su contexto; por ello, se debe tener en cuenta las etapas en las que se trascurre
para llegar a ésta.
● La primera etapa es la sensorial, en la cual se adquieren los primeros fundamentos
espaciales para el reconocimiento de la realidad y el espacio en el cual se
encuentra el ser, aquí se recoge alguna de la información más relevante para poder
pasar al siguiente proceso; es con ello que se debe preparar a los estudiantes a
observar el qué se les quiere mostrar y en qué se relaciona con su contexto
próximo.
● El segundo es la memoria a corto plazo, la cual es el primer vínculo directo con la
información; es aquella información que se pudo rescatar, y que pasaría a formar
94
parte de una memoria inicial y se produce un proceso consciente de lo que se ha
obtenido.
● Por último, la memoria a largo plazo que viene a ser el proceso más relevante, ya
que es aquella que se conserva completamente para poder recurrir al conocimiento
y al aprendizaje. Su importancia yace en que es ella la que da paso las necesidades
de cada individuo, como tener ciertos códigos comunicativos para poder
interactuar con la sociedad y también las experiencias necesarias que le permiten
tener una relación social adecuada.
Es así, como se establece uno de los parámetros indispensables en el campo de la educación
para que se llegue a tener un proceso de aprendizaje, siendo la memoria la base del desarrollo
cognitivo de un ser humano. No obstante, los Lineamientos Curriculares también mencionan
la necesidad de que ese proceso sea autónomo, porque solamente es cada individuo quien
decide cuales son los campos de aprendizaje en los cuales desea introducirse para llegar a
vincularse socialmente “Todo individuo está potencialmente en capacidad de penetrar a los
universos complejos del conocimiento si tiene “la voluntad libre” de indagar y de descubrir.”
(Ibíd.)
Es así como la memoria es un aspecto de trascendencia para poder llegar a tener un proceso
de recuerdo de las diversas experiencias que se han tenido para poder interpretarlas
(asimilación) en el presente y después tener un aprendizaje (adaptación) para poder planear
los diversos procesos en el futuro que vendría siendo la conceptualización.
Del mismo modo, es importante mencionar los aportes relevantes de los Lineamientos
Curriculares a la propuesta que se está postulando y la necesidad que toda proposición en el
campo educativo requiere para generar una postura adecuada de sus postulados.
95
3.1.3. Cómo aprenden los niños: metáforas en el aprendizaje
,Es preciso aclarar que el proceso de aprendizaje aquí tratado concibe que el niño debe tener
conocimientos básicos para desarrollar un proceso de comprensión donde la herramienta
principal para el aprendizaje25 es la metáfora en el acto comunicativo cotidiano. Junto a lo
anterior, y en tanto a lo que se refiere al aprendizaje en un ser humano; es necesario
mencionar que el aprendizaje no se produce por medio de la adquisición de información,
estableciendo esto como si el ser humano fuese un recipiente al cual se le introduce líquido
hasta poder llenarlo; sino que, en la práctica de sus funciones, puede llegar hacia aquello que
considera productivo, para adquirir los conocimientos necesarios para su vida.
Ahora, para obtener conocimiento, el ser humano requiere interactuar con los diversos
elementos del contexto en el que se desenvuelve, porque “[…] los humanos perciben los
elementos presentes en los contextos e interaccionan con ellos mediante dos grandes tipos
de respuestas: lo que hacen y lo que dicen” (Santacreu, 2005, p. 55). Y aquello que el ser
realiza o menciona está asociado a la asimilación y la adaptación.
Ahora, al proponer una situación específica sobre el ejemplo arriba citado:(¿¡Has perdido
lo poco que te quedaba de cordura!?), se puede aventurar el proceso de aprendizaje como
sigue Un niño de ocho años se encuentra rayando el pupitre donde se apoya para realizar su
trabajo con una operación matemática de un ejercicio que se encuentra elaborando, al
percatarse la docente lo señala con su de dedo índice de la mano derecha y le menciona al
estudiante. En este caso, el aprendizaje se puede tabular así:
Tabla 3
Comparación de proceso de estudiantes
25 Entendido acá como un proceso cognitivo que tienen cuatro fases (asimilación, adaptación,
conceptualización y reestruturación) que permiten generar comprensión en el individuo
96
Estudiante 1 Estudiante 2
Comprensión Caso Baja comprensión
Aquí, el estudiante tiene bases
cognitivas para poder interpretar
la mención que realiza su
docente
Base cognitiva / Base
por cimentar
El estudiante no tiene las bases
cognitivas necesarias para llegar a
dilucidar la mención de su
docente.
Se tiene un proceso de
asimilación, en el cual se
comprenden las palabras que se
mencionan para dar un sentido a
la oración.
Asimilación
representativa /
Construcción en proceso
de asimilación
Existe un proceso de asimilación,
sin embargo, este proceso es
únicamente de signos y señales,
como la gestualidad de la docente,
su tonalidad al referir su discurso,
y algunos de las palabras que pudo
codificar en el momento. Se
realiza un primer acercamiento a
la semántica de lo que se le está
mencionando, para después
comprender su sentido
pragmático.
Se produce un desarrollo
adaptativo, donde el estudiante
aparte de comprender las
palabras, también las reinterpreta
para poder llegar a tener la idea
que su docente quiso proponer.
Reinterpretación y
adaptación contextual /
Reconocimiento
primario para llegar a
generar una idea propia
en el acto comunicativo
El proceso de adaptación,
simplemente se vincula a la
asociación de las señales y signos
con algunas de las palabras que se
comprenden. Se procesa el acto
comunicativo que se le refirió
para llegar a una interpretación
asertiva en el futuro.
El proceso que tiene el estudiante 1, está asociado a las experiencias que le han permitido
comprender la proposición mencionada por su docente; por tanto, puede responder y generar
un proceso de adaptación. No obstante, el estudiante 2, apenas pudo decodificar algunos
indicios de la producción verbal de su profesora, pero, logró comprender la difusión no
verbal de ella. En este apartado, se aclara que el estudiante 1 no es el interés del estudio, sino
el estudiante 2, quien está próximo a tener contacto con una nueva experiencia de
aprendizaje.
Ahora, el estudiante 2, ha generado ciertas operaciones mentales para intentar interpretar el
mensaje que le fue dado; por lo tanto, se reconoce que tiene un proceso significativo en el
reconocimiento del contexto que lo rodea, ya que es indispensable mencionar la importancia
que tiene el contexto y las diversas formas de interpretación de los actos verbales y no
97
verbales; por ejemplo, en Filipinas, señalar a una persona con el dedo índice es una ofensa
porque esa expresión simbólica solamente se le puedo realizar a los perros y su puesta en
práctica con un ser humano se castiga incluso con la cárcel; por lo tanto, referimos la
importancia que tiene el contexto en cada una de las situaciones que se presentan si se desea
seguir en libertad y sobre todo para llegar a concebir y poner en práctica desde casos
específicos como éste.
“Resulta actualmente un hecho obvio afirmar el carácter al mismo tiempo individual
y social de la adquisición y del desarrollo de las capacidades y los conocimientos. Es
efectivamente imposible pensar hoy día en que los procesos cognoscitivos pudieran
tener lugar fuera de un marco social. Las formas bajo las que se manifiestan están
siempre bajo una influencia sociocultural.” (Giry, 2002, p. 18)
Y desde de allí, se parte a una primera intervención donde se entiende que estudiante 2 tiene
adquirida la decodificación de gestos y de sonidos recurrentes en el acto de habla. Si se
vuelve a (a1),
(a1) ¿¡Has perdido lo poco que te quedaba de cordura!?
Se reconoce la acción discursiva más primitiva que menciona la docente, ya que los signos
de admiración revelan que su tono de voz es alto, además, los gestos en el rostro que pudo
haber realizado también inciden en que ella está generando un acto conocido como grito, y
por tanto, está furiosa. Suponiendo que aquella primera interpretación fue la que el estudiante
comprendió al instante, ya que tuvo que haberla vivido o visto en algún otro espacio social
en que se haya encontrado y del mismo modo, sabe cuáles son sus consecuencias, se puede
partir al punto mayor importancia, la interpretación semántica y pragmática de lo
mencionado por la profesora. Pero antes de ello, es necesario afirmar que el estudiante tiene
que desarrollar su inteligencia, y de esta manera logrará generar aprendizaje y conocimiento;
98
no obstante, ¿Qué se entiende por inteligencia?: “[…]Piaget define el acto inteligente como
la facultad para adaptarse a una nueva situación. Pero, precisa, aun cuando la inteligencia
nos permite adaptarnos a nuevas situaciones, sólo las aprehendemos en función del
conocimiento que aportamos a las mismas” (Giry, 2002, p. 18)
Aunque, no es suficiente que Estudiante 2 tenga la posibilidad de adaptarse, sino que también
tiene que ser consciente de lo que hace; además, para poder tener conciencia, necesita de la
memoria. Solamente lo que el ser humano guarde como información dentro de su cerebro
puede llegar a convertirse en conocimiento. Por su parte, ser consciente implica que el
individuo tiene comprensión completa de la situación que está viviendo; y es así como
Estudiante 2, ha comenzado su proceso de asimilación de la información que le fue
entregada. Sabe que la docente lo ha regañado (como se mencionó más arriba), también
comprende que es por aquello que se encontraba haciendo en el pupitre de su mesa, no
obstante, tiene dudas sobre el mensaje verbal que le han mencionado, no puede
decodificarlo; por lo tanto, comienza a generar un primer proceso de comprensión
memorizando las palabras que le fueron dichas, posteriormente genera importancia a
aquellas que no puede reconocer.
(a1) ¿¡Has perdido lo poco que te quedaba de cordura!?
Cuando realiza este primer barrido, se puede concebir que Estudiante 2 se cuestiona sobre
la experiencia que está viendo y aquello que le obliga a pensar, se inscribe en una
categorización y estructuración donde es capaz de separar lo que ya conoce con lo que no,
aquello es lo que se conoce como conceptualización. Al realizar una revisión, Estudiante 2
puede generar una pregunta a su interlocutor sobre el significado de cordura en incluso sobre
la alusión completa o puede indagarlo por su cuenta en un espacio social diferente o en uno
personal.
99
En el primer caso, la docente es comprensiva, puede mencionar sinónimos de cordura (como
sensatez, prudencia, etc…) y en el mejor de los casos modificar la oración a una
interpretación literal:
(a2) ¿¡Te has vuelto loco!?
Sin embargo, pese a resolver una pequeña duda, no puede darle la interpretación completa
de lo que llegaría a significar (a1) sino, más bien, modifica la oración; por tanto, se pierde la
idea de concebirla desde una representación semántica metafórica. Por otra parte, en un
segundo caso el estudiante después de categorizar la oración llegó a comprender lo que
significa cordura,
Cordura: (De cuerdo) f. Prudencia, buen seso, juicio. ((Real Academia Española.
(2016). Disquisición. En Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Recuperado
de:http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=disquisici%F3
n)
Y reconoce que la docente quiso mencionarle (a2), sin embargo, se rompe la brecha
de conocimiento que se pudo haber construido frente a la metáfora mencionada, ya
que simplemente se concibió el mensaje literal y por ende, se realiza únicamente la
asimilación; lo que hace falta es la adaptación para que sea una situación de
aprendizaje desde los postulados que se mencionaron anteriormente.
Por lo tanto, para obtener una situación de aprendizaje metafórico enfocado desde el
aprendizaje-aprendizaje, el estudiante necesita un espacio donde pueda relacionar su
asimilación y así poner un punto de vista frente a ello. Aquel lugar que se produce como el
medio para construir conocimiento es el de la relación con la sociedad.
100
3.2.Acción conceptual
En un primer caso, se observó una respuesta literal producida por un mediador, en un
segundo momento una solución personal del problema; sin embargo, no se llegó a una etapa
de aprendizaje, sino simplemente una reproducción informativa. Por lo tanto, en un tercer
acontecimiento, se genera la recolección de los datos del primer y segundo caso, de los cuales
se obtendrán la productibilidad de la información, esto en un campo comunicativo verbal.
Ahora, esto se puede producir de en dos etapas, una encaminada hacia el reproducción
desafortunada, y otra hacia el aprendizaje; este último, representa la solución final de la
siguiente situación: El niño, se encuentra con un familiar de mayor edad, quien comprende
a cabalidad la forma en la cual se puede referir una metáfora; este individuo ha estado
cogiendo objetos del niño sin su autorización, desesperándolo, y al final deja caer uno de sus
juguetes más preciados a lo cual el niño responde:
(a1) ¿¡Has perdido lo poco que te quedaba de cordura!?
Al mencionarse este discurso, el adulto revela su proposición:
(a3) No, simplemente la he dejado en mi casa
Esta respuesta deja perplejo al niño que no comprende el mensaje, ya que simplemente
reprodujo la oración de su docente y no tiene noción sobre aquello que escuchó; no obstante,
ha logrado identificar un segundo aspecto al cual al principio no le prestó atención: la palabra
perdido, ya que ha interpretado que el adulto no ha dejado olvidado algo que tiene que
buscar, sino que lo ha dejado en su casa razón por lo cual ese algo no puede ser más que la
cordura. Desde allí se genera una nueva comprensión de la oración, donde no solamente se
concibe (a2). Aún más, teniendo en cuenta que existe una mediación importante de parte del
adulto, sea consciente o no, este presupuesto permite volver a retomar la idea de la necesidad
que tiene el campo de interacción social para generar procesos cognitivos asociados al
101
aprendizaje, ya que en otros términos todos los conocimientos adquiridos tienen una
finalidad, la relación social.
Si en los actos cotidianos se producen de manera consciente o inconsciente la concepción
del aprendizaje, el adulto al responderle al niño (a3) le da pautas para llegar a la concepción
final del acto comunicativo, en el cual, la metáfora está concebida como herramienta
comunicativa y logra cumplir su cometido: darle una nueva interpretación a la realidad
conceptual en las relaciones sociales; ya que este aprendizaje se produce dando algunas
pistas sobre el significado literal; es por eso que Giry afirma que
“[…] Después serán indirectas, no explícitas, para que el niño pueda por sí mismo
hacer las deducciones necesarias para su comprensión y para la realización de la
actividad. El niño va a aprender de esa manera a asumir poco a poco una
responsabilidad cada vez mayor en la estrategia de ejecución de la tarea” (Giry, 2002,
p. 20).
De esta manera, este proceso le permite generar productos comunicativos más
enriquecedores y con mayor peso argumentativo, basado en la representación metafórica de
su discurso, aprendiendo sobre lo que puede aplicar en la vida cotidiana y generando un
proceso de adaptación basado en la conceptualización del suceso comunicativo.
102
CAPÍTULO 3
PROPUESTA PEDAGÓGICA
3.1. Las Metáforas de la Vida cotidiana
Con el objetivo de que las reflexiones teóricas expuesta a lo largo de nuestro trabajo no
queden exclusivamente en una instancia conceptual y puedan ser de utilidad para otros
docentes, nos permitimos poner en práctica las ideas desarrolladas a lo largo del texto, con
una propuesta concreta que facilite la aplicación de las mismas en el aula. En ese sentido, se
propone una cartilla a modo de secuencia didáctica dirigida a niñas y niños del ciclo 2,
llamada Metáforas de la Vida Cotidiana. Hablar de una cartilla en términos de secuencia
didáctica, es hacer referencia, en primer lugar, a una serie de actividades organizadas con un
principio y un final, y con objetivos claramente definidos “Las secuencias constituyen una
organización de las actividades de aprendizaje que se realizarán con los alumnos y para los
alumnos con la finalidad de crear situaciones que les permitan desarrollar un aprendizaje
significativo.” (Barriga, 2013, p. 1) Tales objetivos no pueden estar. enmarcados únicamente
en la aprehensión de contenidos; por el contrario, consideramos que la secuencia didáctica
es una estrategia diseñada para el desarrollo de competencias; esto nos lleva entonces a una
segunda implicación de esta categoría. Ya que una competencia es inherente al contexto; es
decir, es competencia sólo en tanto se presenta como el desenvolvimiento de los sujetos en
una situación concreta, se concluye que la secuencia didáctica tiene como eje el saber hacer
en contexto. Es así como las actividades propuestas en esta cartilla requieren un alto grado
de participación de los estudiantes, quienes, desde sus experiencias, conocimientos previos,
y las situaciones comunicativas en las que intervienen, construyen con la mediación del
docente nuevas y distintas relaciones de aprendizaje-aprendizaje en el aula.
103
3.2. Caracterización del ciclo 2
A lo largo del texto hemos descrito algunos elementos teóricos acerca de las categorías
claves que constituyen la pregunta problema de nuestro trabajo. En primer lugar, se explicó
la importancia del modelo cognitivo y su relación con los estudios del lenguaje a través de
un recorrido histórico que nos aproxima a las distintas corrientes que se han encargado de
estudiar el pensamiento humano. A continuación, se construyó una definición amplia de la
metáfora entendida como una herramienta conceptual compleja; así mismo se ha propuesto
una tipología de metáforas a partir de lo establecido por Lakoff y Johnson (2004). Más
adelante se hizo énfasis en la importancia de la metáfora cómo estrategia pedagógica que
permite resignificar las relaciones de aprendizaje en el aula, poniendo en juego las
habilidades comunicativas (leer, escribir, hablar, escuchar) desde un eje de significación y
afectividad; lo que es posible en el aula únicamente desde un nuevo modelo comunicativo
basado en la narración oral y la conversación. Finalmente, se hizo un repaso de las teorías
del aprendizaje desde la perspectiva cognitiva hasta llegar a proponer cuatro niveles de
desarrollo (Asimilación, Adaptación, Conceptualización, Reestructuración) que constituyen
los estadios de comprensión de una metáfora.
Ya definido el marco teórico de nuestra investigación, podemos decir, que tenemos el
esqueleto de esta propuesta; sin embargo, es necesario realizar una caracterización
precisando las particularidades de la población seleccionada, es decir, de ciclo 2; desde este
modo podremos aplicar los conceptos de metáfora, aprendizaje y comunicación en el
desarrollo de una propuesta pedagógica a modo de cartilla.
De acuerdo a la perspectiva de desarrollo humano planteada en los Referentes de
Reorganización curricular por ciclos (2010), existen tres dimensiones de desarrollo del ser
104
humano: socio afectiva, cognitiva y corporal; estas dimensiones, durante el ciclo 2 giran en
torno a dos ejes: el descubrimiento y la experiencia como se observa en la tabla 4.
Tabla 4. Características de los ciclos Tomada de cartilla de reorganización curricular por
ciclos
El ciclo dos comprende los grados 3º y 4º de primaria, es decir, en él encontramos niños de
entre 8 y 10 años de edad. Durante este periodo la dimensión socio afectivo de los estudiantes
es central, puesto que empiezan a obtener consciencia de la importancia de sus relaciones
interpersonales, con otros compañeros y con sus profesores. Esto es importante dado que el
reconocimiento de los otros como sujetos afectivos con sus particularidades les permite a los
y las niñas forjar y construir los cimientos de su identidad. En este sentido, promover en el
aula un escenario de diálogo, ósea de reconocimiento de la palabra y del pensamiento del
otro, es un imperativo durante el ciclo 2º.
La dimensión cognitiva de las niñas y niños del ciclo 2º tiene como eje el descubrimiento y
la experiencia, esto quiere decir que se empiezan a construir mentalmente las relaciones entre
los objetos y los fenómenos a partir de la experimentación con los mismos. Así, es como en
105
ciclo 2 se vuelven mal elaborados los conceptos sobre cantidad, espacio y tiempo. En este
sentido, el profesor debe ser lo suficientemente hábil para tomar las nociones previas de los
estudiantes e implementar distintas herramientas didácticas, que, en el contexto inmediato,
le faciliten ejemplificar o establecer relaciones que permitan la comprensión de los
conceptos; por tanto, este ciclo demanda toda la recursividad del profesor y de los estudiantes
que podrán vincular las nuevas ideas a sus experiencias cotidianas.
La construcción de categorías y la producción de inferencias para comprender y narrar el
mundo son centrales en este ciclo, y se desarrollan por medio de estrategias que permitan
relacionarlas, estableciendo semejanzas y diferencias entre los objetos y los fenómenos:
“[…] Las acciones que propician el desarrollo del aprendizaje en el segundo ciclo
involucran la construcción de cuadros, representaciones simbólicas, esquemas, diagramas,
resúmenes y mapas mentales que les permiten identificar objetos, hechos o fenómenos,
caracterizarlos, compáralos, secuenciarlos, así como hacer inferencias sobre ellos. Los
procesos de categorización empiezan por identificar los objetos, nombrarlos, establecer
diferencias, semejanzas y relaciones entre los objetos y los fenómenos.” (Reorganización
Curricular por Ciclos, 2010, p. 44)
Adicionalmente, las preguntas hipótesis y la curiosidad de los niños de este ciclo los empujan
a re significar el mundo y desarrollar ideas y argumentos sobre el mismo, desde sus
experiencias concretas. Sin embargo, creemos que tales conceptos son, en gran medida,
construidos por la interacción del cuerpo con el ambiente, tal como se expuso con las
metáforas de campo o metáforas visuales; por ello, no olvidamos la importancia del
desarrollo del eje físico- corporal de los niños en el ciclo 2.
El juego es la instancia fundamental del desarrollo físico, el cual incide también en la
construcción mental de categorías espaciales y de los conceptos asociados a estas como los
que se explicaron a partir de las metáforas espaciales. En este sentido:
106
“El juego infantil es una actividad mental y física esencial que favorece el desarrollo del niño
de forma integral y armoniosa. Mediante los juegos, los niños consiguen entrar en contacto
con el mundo y tener una serie de experiencias de forma placentera y agradable. Jugar es
investigar, crear, conocer, divertirse, descubrir, esto es, la expresión de todas las inquietudes,
ilusiones, fantasías, que un niño necesita desarrollar para convertirse en adulto.” (Crespillo,
2010, p. 1)
El aula, no puede ser más el espacio para la disciplina miento de los cuerpos; sino el
escenario de juego, es decir, de encuentro físico, afectivo y cognitivo de los sujetos; a fin de
cuentas, jugando aprendemos a estar con los otros bajo ciertas normas, aprendemos a definir
nuestros límites respecto al cuerpo del otro; podría decirse que jugando construimos una
ética corporal, que promueve el respeto físico y emocional entre los sujetos. El juego, aunque
se ha deslegitimado y rechazado dentro de la institución, permite aprender a aprender; es una
herramienta para la vida.
Se realizó la propuesta pedagógica de la metáfora en los procesos de comprensión de las
niñas y niños del ciclo 2, puesto que:
“[…] En esta etapa de vida, los niños y las niñas presentan un acentuado desarrollo de los
procesos de representación y realizan actividades cognitivas como categorizar, clasificar y
establecer relaciones entre los objetos y entre lugares y sucesos (…) La actividad del
lenguaje se materializa especialmente a través de la oralidad, que enriquece las experiencias
de los niños y niñas, antes de la escolaridad, y posibilita nuevos aprendizajes. El
aprendizaje se construye fundamentalmente a partir de la experimentación y la actividad
viva.” (Reorganización Curricular por Ciclos, 2010, p. 41)
Se trata, según lo definido en el texto citado, de una etapa en que el aprendizaje de los niños
y niñas está centrado en la integración y relacionamiento de conocimientos, estableciendo
107
metáforas entre su entorno, la información y sus experiencias. Además de ello, es un periodo
en el que están categorizando su realidad, definiendo rasgos particulares y semejanzas entre
los distintos fenómenos a los que se aproximan. Adicionalmente, durante este período los
niños tienen un fuerte vínculo afectivo con el docente mediador, por tanto, este último tiene
la responsabilidad de orientar el afecto, la curiosidad y la imaginación de los niños para
elaborar explicaciones enriquecedoras del mundo circundante a través de una comunicación
más íntima mediada por el lenguaje metafórico.
Ahora bien, frente a lo expuesto en los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje
del Ministerio de Educación Nacional, se espera que al terminar 3º grado, las y los niños,
estén en capacidad de comprender textos literarios, propiciando la dimensión creativa de los
estudiantes; además de reconocer el funcionamiento de los medios de comunicación masiva
e interpretar la información que circula en ellos, e identificar los principales elementos y
roles de la comunicación; la siguiente tabla, tomada de los Estándares Curriculares, presenta
de manera más detallada esta información en la tabla 5:
108
Tabla 6. Estándares Básicos para grado 3º
Tomada de Estándares Básicos de Competencias en el lenguaje
3.3. Descripción conceptual de la cartilla
Metáforas de la Vida Cotidiana, tal como se indica en la tabla, es una cartilla estructurada
por medio de una secuencia de actividades que escalonan los procesos de comprensión de la
metáfora: asimilación, adaptación, conceptualización y reestructuración, lo que, a su vez,
desemboca en cuatro funciones metafóricas, a saber: función asociativa, inferencia,
propositiva y argumentativa. Para definir las actividades desarrolladas en la cartilla se
conjugaron las necesidades de los estudiantes de ciclo 2º expuestas en la anterior
caracterización, con lo exigido por las Lineamientos y Estándares Curriculares en torno a los
aportes construidos desde nuestra indagación sobre el aprendizaje, la metáfora y la
comprensión como se pude mirar en la tabla 6.
Función Procesos Metáfora
propuestas
Nombre de la
actividad
Evaluación
Función
asociativa
Asimilación
(literal)
Primera función:
calentamiento mental /
segundo momento de la
primera función:
Estiramiento
Evaluación
cualitativa
Función
inferencial
asociativa y
propositiva
Adaptación Orientacionales Metáforas animadas
109
Función
inferencial
asociativa y
argumentati
va
Conceptualiz
ación y
reestructuraci
ón
Ontológicas y
Estructurales
Metáforas de
movimiento
Metáforas de
construcción
Asimilación,
adaptación y
reestructuraci
ón
Orientacionales,
ontológicas y
estructurales.
Metáforas de la vida
cotidiana
Tabla 6. Estructura de la cartilla.
Realizado por: González & Márquez
Cuando hablamos de metáforas cotidianas queremos resaltar que muchas de las expresiones
que utilizamos a diario son conceptos metafóricos que, como afirman Lakoff y Johnson
(2004), estructuran nuestras acciones y nuestros pensamientos pues tienen su base en las
experiencias básicas humanas que nos permiten comprender otras experiencias más
complejas. Así, por ejemplo, la interacción de nuestro cuerpo con su entorno nos impulsa a
explicar de manera más elaborada experiencias de espacio y tiempo, tal como lo muestran
las metáforas orientacionales; del mismo modo, a través de la interacción que
experimentamos con otros seres, construimos y negociamos significados acerca del mundo;
consecuencia y causa de ello son las metáforas estructurales que tiene una gran carga
cultural. Lakoff y Johnson la exponen de manera precisa afirmando que “Si estamos en lo
cierto al sugerir que nuestro sistema conceptual es en gran medida metafórico, la manera en
qué pensamos, lo que experimentamos, y lo que hacemos cada día también es en gran medida
cosa de metáforas.” (Lakoff & Johnson, 2004, p. 39)
110
En la misma dirección planteada por Lakoff y Johnson, entendemos la metáfora; por una
parte, como una herramienta conceptual que está en función de nuestra comprensión del
mundo y de la explicación de las experiencias que vivimos en él; en segundo lugar, dialógica,
puesto que está inserta y configura en gran medida la forma de interacción humana más
cotidiana: la comunicación. Es justo desde esta perspectiva desde donde la metáfora cobra
vital importancia para los docentes, pues está directamente implicada en el aula cuando
entendemos los procesos de aprendizaje como procesos mediados por la comunicación entre
los sujetos que la habitan.
La idea anterior, fue el eje para la construcción de esta herramienta didáctica que incorpora
la potencia de la metáfora como forma natural del pensamiento y de la interacción,
transpolada a contextos escolares. Es así como se propone una cartilla, orientada a niñas y
niños de ciclo II, que posiciona a la metáfora como fundamento para el desarrollo de
procesos cognitivos de adquisición, conceptualización y reestructuración del conocimiento,
partiendo del estudio de las metáforas de la vida cotidiana que se exponen en la siguiente
tabla 7:
TIPO DE
METÁFORA
SIGNIFICADO USO Y PERTINENCIA
Metáfora
orientacional
Constituye un sistema global de
conceptos, que se relacionan con
otros; donde las orientaciones
espaciales son las que guían a un
concepto. Ej: Cada día cae mi
ánimo / Mi tristeza se elevó a
Se establece en los actos cotidianos cuando es
necesario exponer ideas que se relacionan, por
una parte, con las emociones vinculadas a
estructuras sociales reconocidas en el campo
experiencial y cultural. Es decir, culturalmente,
reconocemos que mejor es arriba y peor es abajo
111
los cielos. (Sin dejar de lado la posibilidad de que exista
mejor abajo y peor arriba); y estos aspectos son
de los primeros que los niños logran asimilar y
adaptar. En casos particulares mencionamos, por
ejemplo, que la conciencia es arriba, se levantó
de su tristeza;o que más es arriba, se elevó mi
número de juguetes; también, lo malo es
abajo,hizo una tarea de baja calidad. Así, las
metáforas orientacionales se relacionan con el
contexto del niño y están asociadas a sus
interacciones sociales.
En segundo lugar; estas mismas metáforas dan
cuenta de cómo entendemos los conceptos
temporales en términos de conceptos espaciales.
Cuando decimos Olvídate del pasado, es hora de
mirar hacia adelante, estamos aplicando una
metáfora orientacional donde dos conceptos
temporales (Pasado-futuro) son entendido en
términos de un campo espacial y visual (atrás –
adelante).
Metáfora
ontológica
Nos permiten entender y
exponer las experiencias a partir
de la categorización, agrupación
y cuantificación de objetos o
Sería demasiado difícil que un niño llegara a
exponer que se le ha perdido un objeto sin decirlo
de esta manera: Se me perdió el juguete o de la
siguiente forma: se me desapareció el juguete.
112
sustancias. Ej: voy a perder el
control. Esto permite darle un
valor de tangibilidad a una
sustancia que no la tiene.
Estas expresiones donde el objeto tiene una
animación figurativa, son metáforas
pronunciadas de manera inconsciente; tanto
como decir, he perdido la paciencia con tu
actitud o vino a mi clase en busca de problemas.
Este tipo de metáforas hacen parte de la
cotidianidad de los niños, y están relacionada con
aspectos relevantes de los procesos adaptativos
de objetos o sustancias que no tienen vida o
tangibilidad, pero que se les asigna para poder
llegar a conceptualizarse.
Metáfora
estructural
Se generan a base conceptos que
se estructuran a partir de otros.
Ej: Atacó mis argumentos; la
conversación se convirtió en
una batalla campal. Donde estas
dos propuestas (conceptos) son
enramajes de la metáfora Una
discusión es una guerra.
Para exponer la importancia de las metáforas
estructurales, es necesario mencionar dos
aspectos de relevancia. El primero, es entender
que la comprensión y producción de metáforas
estructurales es la meta a la que proponemos
llegaremos con nuestra cartilla, pues implica la
puesta en marcha de los procesos más complejos:
La conceptualización de las metáforas, por parte
de los niños, y la asociación a elementos y
experiencias de su cotidianidad.
Por otra parte, las metáforas estructurales poseen
una relevancia social, pues impulsan al
desarrollo de nuevas formas de decir y
113
enriquecen el uso del lenguaje en contexto por
medio de procesos de reestructuración de los
conceptos.
Expresiones como: en esta parada de la relación
me bajo o hasta aquí llegamos, que son tan
comunes en nuestro entorno social y que concibe
al Amor como un viaje, han permitido construir
nuevas formas de conceptualizar el amor.
Tabla 7. Metáforas y pertinencia para los niños
Realizado por: González & Márquez
En esta tabla se pueden observar las características que tienen cada metáfora y las razones
por las cuales son la base de nuestra cartilla. Del mismo modo, es importante aclarar que
nuestro objetivo no es que las niñas y niños definan qué es una metáfora, ni que memoricen
la clasificación de las mismas; sino que buscamos desarrollar actividades que nos permitan:
Alcanzar un nivel metalingüístico y metacognitivo a través del cual los niños se
pregunten por qué usan el lenguaje de formas tan diversa y cómo podrían producir
expresiones innovadoras y a la vez coherentes con su finalidad comunicativa.
Que los niños desarrollen su capacidad de categorizar, definir rasgos relevantes, y
establecer relaciones entre los distintos conceptos, y entre esto, sus experiencias y su
contexto, pues creemos firmemente que la base de una mejor comprensión está en
poder tejer relaciones y enriquecer lo que se lee con lo que se vive, se siente y se
piensa.
114
Propiciar un escenario dialógico donde la base del aprendizaje esté en la
conversación entre los estudiantes y docentes, quienes pondrán en juego toda su
creatividad, para ejemplificar y explicar ideas. La producción y comprensión de una
metáfora requiere el reconocimiento del otro, sus intereses, creencias, experiencias y
conocimientos; en ese orden de ideas no hay metáfora si no hay comunicación.
A continuación, se explica de manera detallada una actividad por cada una de las funciones
planteadas para el ciclo 2.
3.3.1. Función literal asociativa
Objetivo:
Promover el acercamiento a la metáfora cognitiva a partir de actividades que se relacionan
con la vida cotidiana de los estudiantes. Generar procesos primarios de asociación.
Desarrollo:
Para poder establecer una relación significativa entre los estudiantes y el proceso que se va
a llevar a cabo; es necesario proponer el desarrollo temático desde sus preconceptos. En ese
sentido, partimos de los actos comunicativos que se llevan a cabo cotidianamente,
seleccionando las metáforas recurrentes que se mencionan, por lo general, de manera
inconsciente. El nombre función literal asociativa de viene de la necesidad de desarrollar las
bases significativas para el desarrollo de procesos cognitivos más complejos, pero que tiene
su fundamento en los campos cognitivos y comunicativos actuales.
Al observar la propuesta, encontramos que la función literal asociativa está divida en dos
partes, la primera Calentamiento, expone una relación grupal que deberá mantenerse durante
el desarrollo de la cartilla. En segundo lugar, un ejercicio donde se muestra la necesidad de
explicar la realidad que rodea al estudiante, llamado ¿Qué tan real es el mundo? En este
115
apartado comprendemos la representación como una metáfora, dando un ejemplo de un mapa
de Bogotá como representación metafórica de la ciudad.
Figura 2
Esta actividad permitirá una primera asimilación de la concepción de metáfora, donde
relacionamos los conceptos desde un ámbito social, cercano a la realidad que lo rodea. A
partir de ello, establecemos relaciones simbólicas, donde se comprenden imágenes
significativas en el contexto del estudiante.
Se desarrolla posteriormente la segunda parte: Estiramiento, que, como una metáfora,
presenta imágenes con un desarrollo temático más elaborado, explorando la cotidianidad del
estudiante y proponiendo empezar una interpretación más elaborada, teniendo en cuenta la
literalidad del lenguaje, pero queriendo llegar a otra etapa del proceso.
Sin embargo, más que definir un concepto,
nos interesa los cuestionamientos que
pueden surgir a partir de éste; por tal razón,
proponemos una serie de preguntas que
orientan el desarrollo de la actividad en clase,
potenciando la participación activa de los
estudiantes y ampliando el panorama de
interpretación de la actividad.
¿Qué entendiste por representación?
____________________________________
¿Qué otras representaciones conoces?
____________________________________
116
Figura 3
Se proponen diversas formas de interpretación. Es posible asociar la imagen con tres ideas:
a. Nace un nuevo día
b. El sol salió de su cáscara
c. La yema de huevo es el sol
El estudiante tendrá tres posibilidades para interpretar la imagen. La primera de ellas (a)
provee una expresión metafórica que da a entender que comienza otro día, donde nacer es
comenzar y un nuevo día, refiere a que se está vivenciando otra jornada. Por su parte, (b)
está postulando una metáfora, pero también refiere aspectos literales, como el hecho de
mencionar el sol y la cáscara; no obstante, expone una comparación entre una yema de huevo
y el sol. Por último, (c) describe la imagen de forma literal, ya que refiere de manera concreta
que la yema de huevo tiene la forma del sol, aunque se dejan aspectos implícitos, como la
cáscara.
Al discutir las respuestas de los estudiantes, podemos dar cuenta de los niveles de
interpretación que poseen en su primer acercamiento a la metáfora. Para tal fin, se formulan
las preguntas posteriores que nos permiten reflexionar sobre los resultados de la actividad:
¿Por qué seleccionaste esta respuesta?
● ¿Qué te llamó la atención de ella?
117
● ¿Qué relación encuentras entre el huevo y el sol?
3.3.2. Función inferencial asociativa y propositiva
Objetivo:
Comprender algunas características de la metáfora, a partir de la comunicación con los
compañeros de clase. Desarrollar la dimensión creativa y propositiva de los estudiantes a
partir de las actividades expuestas.
Desarrollo:
En la secuencialidad que se plantea, no tenemos en cuenta explícitamente cada uno de los
procesos, pero es necesario adecuar las actividades para que tengan un orden que permita
comprender las metáforas dependiendo de su grado de complejidad. Por ende, en este punto
se desarrollan a profundidad los primeros conceptos referentes a la metáfora, que se
esbozaron a través de la función asociativa.
Es momento de reconocer la función inferencial asociativa, como la adecuación de los
procesos metafóricos de la primera función, donde igualmente, los estudiantes de ciclo II
han logrado aprehensión, comprender los conocimientos adquiridos y modificar sus
estructuras intelectuales, dando cabida a la adaptación de la información implícita en las
actividades. En esta medida, pensamos actividades donde el primer eje temático son las
metáforas orientacionales (de movimiento), ya que implican concepciones básicas de
orientación; en este caso, relacionamos el concepto físico espacial arriba con el concepto
abstracto mejor; y al mismo tiempo el concepto físico espacial abajo con el concepto
abstracto peor. Tales elaboraciones metafóricas, como se presentó en el segundo capítulo,
son el resultado del relacionamiento de ideas complejas con las experiencias físicas del
hombre en su entorno.
118
Las nociones espaciales son fundamentales para la estructuración de los esquemas corporales
de los niños del ciclo II; por esta razón, proponemos dinámicas que incidan en sus
actividades cotidianas. El ejemplo que expondremos a continuación tiene cuatro momentos
de desarrollo que establecen los primeros indicios a la adecuación y comprensión este tipo
de metáforas:
El primer momento refiere:
Más es arriba- Menos es abajo / Feliz es arriba- Triste es abajo.
Iniciamos la actividad con la explicación de los conceptos arriba y abajo / encima y debajo,
realizando preguntas como:
¿Qué hay arriba de nosotros?
¿Estamos abajo o debajo del cielo?
Es necesario orientar las preguntas hacia la comprensión de la diferencia entre el primer par
(arriba y abajo) entendidos como adverbio de dirección y el segundo (encima y debajo) como
adverbios de lugar o puesto.
El segundo momento consiste en una actividad en la que el mediador explica que se pasará
una pelota diciendo uno de los conceptos espaciales: arriba, abajo, debajo encima; la persona
que reciba la pelota debe decir un elemento que corresponda al concepto indicado, dentro
del tiempo de 5 segundos. Pierde quien se pasa del tiempo o no dice el elemento correcto.
Ejemplo:
Se lanza la pelota a un participante al mismo tiempo que se dice: ¡ARRIBA!, el que recibe
la pelota debe responder antes de los cinco segundos: AVIÓN. Inmediatamente lanza la
119
pelota a otro participante y grita: ¡DEBAJO!, este último le contesta: PISO, y así
sucesivamente hasta que quede un ganador.
En el tercer momento nos centramos en nuestro estado de ánimo, donde orientamos hacia
cierto lugar los momentos con mayor alegría y en otro completamente diferente los que no
parecen ser los mejores.
Encierra en un círculo azul las palabras que guarden relación con el concepto ARRIBA, y
en un círculo rojo, las que tengan relación con el concepto espacial ABAJO:
El mediador debe hacer notar, a partir de preguntas que cuando estamos felices y saludables
hacemos muchas actividades que nos obligan a estar de pie y que, por el contrario, cuando
estamos enfermos, cansados, o tristes, preferimos estar acostado. Esta condición corporal
hace que relacionemos las cosas más divertidas al concepto espacial ARRIBA y las más
aburridas al concepto ABAJO.
Algunas preguntas que puede plantear el docente, son:
Sube la cabeza por un minuto. Responde:
120
¿Cómo te sientes?
¿Qué experimentaste mientras la tenías arriba?
Baja la cabeza por otro minuto. Responde:
¿Cómo te sientes?
¿Qué experimentaste mientras la tenías abajo?
¿Qué hago cuando estoy feliz? ¿Qué hago cuando estoy enfermo o triste? Escribe una lista
de actividades que realices cuando estás feliz y lleno de energía, y otra de las cosas que haces
cuando estás triste, enfermo o cansado.
En este último momento, el mediador debe explicar a los niños que la autoestima, por
ejemplo, no es una unidad física y concreta, por el contrario, es un concepto abstracto que
no tiene una dirección ni ocupa un lugar en el mundo. Por tanto, al hablar de autoestima alta,
no nos referimos a una entidad física de enorme tamaño, sino que hablamos del carácter
elevado de una persona. No podemos ver ni tocarla a la autoestima, pero sí interpretarla a
través de las acciones realizadas por las personas, al punto de afirmar que algunos tienen
mucha autoestima, y otros muy poca. Del mismo modo sucede con la expresión “El perro
se hundió en un mar de lágrimas cuando su amo se fue de viaje” que literalmente significa
que el perro se sumergió o se ahogó en lágrimas; sin embargo, entendemos el verbo
Hundirse, en esta expresión, como sinónimo de deprimirse, lo que permite resaltar el
profundo sentimiento de dolor que padece la mascota por la ausencia de su amo:
Otra actividad que puede ser de utilidad para comprender el funcionamiento de las metáforas
orientacionales puede ser:
121
El docente solicita a los estudiantes buscar en el diccionario los sinónimos de las palabras
BAJO y ALTO. Seguramente encontrará:
Alto: Costoso, valioso, superior, prominente, elegante, excelente, noble, digno, intenso.
Bajo: Pequeño, humilde, sencillo, inferior, plebeyo, apagado, despreciable.
De acuerdo a lo anterior, se le pide discutir con sus compañeros de equipo el significado de
las siguientes expresiones:
a. Me siento bajo de nota.
b. Los niños tienen una alta autoestima.
c. Yo le mentí al profesor, y su confianza cayó hasta el suelo.
d. Mi corazón se eleva hasta el cielo cada vez que la veo.
e. El perrito se hundió en la tristeza cuando su amo lo abandonó.
Para continuar con la idea de que muchas de las imágenes a las que nos enfrentamos a diario
son metafóricos, proponemos la siguiente actividad:
El docente pide a los estudiantes leer las oraciones y con su significado construir significados
que sean coherentes con lo que quiere decir cada una de ellas:
Se cayó el internet
Estoy dando la altura
Subí al siguiente nivel
Me bajó la nota
Es necesario mencionar que cada una de las metáforas propuestas anteriormente, están
seleccionadas a partir del contexto cercano del estudiante. Los estudiantes se verán en la
122
necesidad de inferir cuales son las posibilidades más cercanas para representar por medio de
imágenes la oración propuesta. Conjuntamente, hacemos indispensable la discusión de los
dibujos propuestos:
El tablero será nuestra hoja de papel, el docente les pide elegir al menos uno de los dibujos
que será realizado en el tablero por los estudiantes que deseen pasar. La idea es exponer tres
imágenes diferentes del mismo tema y decir cuál es la intención de haber hecho el dibujo de
aquella manera. Discutir con el grupo cada una de las imágenes.
En este campo, desarrollamos la habilidad comunicativa, especialmente la argumentación
de los estudiantes, donde tendrá la posibilidad de proponer sus ideas frente a la actividad
que se está realizando. Del mismo modo, expondremos las siguientes preguntas donde el
estudiante deberá exteriorizar sus conocimientos previos en relación con los que ha acabo
de adquirir.
● ¿Qué diría yo para saber lo que me haría más feliz cuando es arriba y triste abajo?
● ¿Qué metáforas nos harían sentir más felices o más tristes desde los aspectos vistos
con las metáforas de movimiento? Discutir con el grupo de trabajo y dibujar algunos
ejemplos de ellas, o realizar una oración que permita comprenderlas. Ten en cuenta:
● ¿Es posible que haya una situación donde mejor sea abajo y peor arriba?
Un ejemplo más complejo de metáforas orientacionales tiene que ver con la
conceptualización del tiempo de acuerdo al espacio:
EL FUTURO ES ADELANTE – EL PASADO ATRÁS
Dejamos la casa atrás.
Se fueron sin mirar atrás.
123
Ocurrió días atrás.
Este tipo de metáforas pues ser explicada, a través de la discusión y elaboración de metáforas
como las planteadas arriba, e incluso, desde historias que pueden ser un descubrimiento para
los niños y niñas. Es oportuno explicar cómo, en algunas culturas, el pasado es adelante y el
futuro atrás. Podríamos decir ¿Se fueron sin mirar hacia adelante, o, Esto ocurrió días
adelante?
3.3.3. Función inferencial asociativa y argumentativa
Objetivo:
Identificar y comprender la forma estructural y ontológica en que la metáfora se presenta en
la interacción cotidiana. Producir metáforas en las que se ponga en práctica lo comprendido
a través de las actividades previas.
Desarrollo
En el ámbito de la intención didáctica que se lleva a cabo, se concibe una última función,
donde encontramos dos procesos cognitivos vinculados26, la conceptualización y la
reestructuración; junto a ellos tendremos en cuenta dos tipos de metáfora, la primera es
ontológica (de animación) y la segunda estructural (de construcción). Para ello, nos
valdremos del cuento y la poesía como formas narrativas que requieren de procesos
complejos de comprensión y que están invadidas de metáforas. Por último, se proponen
actividades que ponen en práctica una actividad que requiere de todas habilidades
desarrolladas durante la secuencia didáctica.
26 Es necesario tener en cuenta que todos los procesos cognitivos que se producen en el estudiante están
enlazados y no tienen una secuencialidad completamente establecida; sin embargo, puede considerarse como una escalera, para poder subir uno de los escalones altos, se debió pasar por varios anteriormente.
124
Para comenzar, es necesario aclarar los procesos cognitivos mencionados; la
conceptualización es entendida como la adquisición de una información que ha sido
comprendida, donde producimos una estructuración de ésta, en la cual el estudiante lograría
clasificarla en su mente para hallar su relevancia en el espacio social. Por este motivo, se
proponen actividades como:
● ¿Cuántas metáforas animadas podrías escribir? Piensa en lo que tus familiares o la
profesora te dijeron, háblalo con tus compañeros y realicen algunas.
● Es hora de construir un cuento con dos metáforas ontológicas, que se relacione con
lo que vivimos a diario, qué sean metáforas de la vida cotidiana.
En las cuales el principal referente son las metáforas ontológicas (de animación), cuyo
nombre se genera porque son aquellas que parecen dar vida a lo que no la tuvo jamás; aunque
más que ello, propende por darle cualidades a objetos, sentimientos, etc.,
Actividad:
Dibuja lo que comprendas de cada oración:
• el viejo mastodonte se sentó en la acera
• Ha perdido la cabeza
• La ira lo hizo caer
• Viene acá en busca de problemas
De esta manera, el proceso de los estudiantes está relacionándose con su vida cotidiana, la
información se ha convertido en conocimiento. Este conocimiento debe ser consciente, y es
allí donde se vincula el segundo proceso llamado reestructuración, siendo la capacidad de
modificar de manera casi completa un conocimiento ya adquirido, por otro de mayor
125
relevancia o trascendencia, que se convertiría en el nuevo conocimiento que reemplazaría al
anterior, o modificaría aspectos de menor importancia para llegar a obtener aprendizaje. Es
allí donde se enlaza con las metáforas estructurales (de construcción).
Actividad:
• Conversación: EL TIEMPO ES DINERO
- Hola, perdona llegar tarde
- No sabes cuánto tiempo he perdido
- Lamento hacerte esperar, pero deberías agradecer el tiempo que te doy
- Esto que he perdido jamás lo recuperaré
• EL INTERNET COMO UN ESPACIO: Intentar crear con tu grupo una conversación
con esta oración.
En este punto enlazamos a la propuesta las metáforas de construcción, entendidas como
aquellas que, partiendo de un tema principal, permiten producir diversas formas de metáforas
que se relacionan con éste; es una construcción del lenguaje que se entabla desde una base.
Por lo tanto, los estudiantes comprenderán que diferentes propuestas discursivas están
relacionadas con su contexto comunicativo, teniendo en cuenta la construcción de diálogos
más elaborados, enriqueciendo su vocabulario, y del mismo modo comprendiendo las
diversas exposiciones que generan los individuos que se encuentran a su alrededor.
En relación con la narrativa literaria, planteamos dos géneros literarios que fundamentarían
el proceso visto; el cuento y la poesía, de los cuales escogimos la propuesta de Jairo Aníbal
Niño en su libro La alegría de querer, cuya narrativa establece una relación directa con la
interacción más significativa en los niños.
126
¿Me haces un favor?
—¿Me haces un favor?
—¿Qué clase de favor?
—¿Quieres tenerme mis
avioncitos durante todo el recreo?
—¿Durante todo el recreo?
—Sí, es que tú eres mi cielo
● ¿Qué tipo de metáforas encuentras en este poema?
● ¿Qué puede significar eres mi cielo?
● ¿Qué pudo haber querido decir el personaje con Sí, es que tú eres mi cielo?
La posibilidad de extender las metáforas de la vida cotidiana a narrativas literarias, nos
permite comprender que sobrepasa su perspectiva literaria, para vincularse con las formas
de comunicación en los espacios sociales diarios.
Por otra parte, se propone el análisis metafórico de una de las obras más importantes de la
historia de la literatura infantil: El Principito. Esta actividad se encuentra dividida en varios
segmentos orientados, principalmente, a la comprensión de metáforas y a la producción de
una narración oral colectiva, partiendo de opciones de metáforas:
Figura 4
127
Figura 5
Figura 6
Finalmente, se propone un último ejercicio que comprende todo lo que se ha desarrollado
durante la secuencia didáctica; éste se asocia a una situación simulada donde cada estudiante
tendrá que llegar a un lugar determinado en un mapa, teniendo en cuenta las posibilidades
que les ofrece la metáfora en la comunicación:
- Caminaba por la ciudad buscando el lugar que esté buscando, sin la menor idea de
cuál era el sendero para salir cuando encontré dos letreros:
128
Figura 7
Dependiendo de la selección que realizan, deberán afrontar pruebas que incluyen los
diversos procesos cognitivos del aprendizaje y las metáforas propuestas, que también
vincularán retos donde deberán relacionarse con los compañeros o el docente para poder
desarrollar la actividad, llegando a tener la necesidad interactuar de forma adecuada para
seguir con su camino. Esta actividad final, pone en juego todos los conocimientos y
habilidades que el estudiante pudo adquirir durante la cartilla.
129
Figura 8
La imagen presentada, es un mapa por el cual el estudiante deberá pasar para poder llegar a
la meta.
En la siguiente tabla se sintetiza la explicación de los procesos cognitivos que intervienen
en cada una de las actividades que se desarrollan a lo largo de la cartilla:
Procesos cognitivos de la cartilla
Definición
Asimilación
Se refiere a los diversos procesos de reconocimiento
a través de los cuales el estudiante comenzará a
reflejar sus conocimientos previos en relación con
los primeros aspectos de la metáfora en el contexto
cotidiano.
Adaptación
Se reconoce como la adecuación de los procesos
metafóricos de la primera etapa, aquí se llega a la
aprehensión y comprensión de nuevos aspectos de
la metáfora. A través de este proceso se examinan la
información adquirida y se modifican estructuras
intelectuales, dando cabida a la segunda etapa de
comprensión metafórica.
Conceptualización
Está determinado como la adquisición de una
información que ha sido comprendida; se produce
una estructuración de ésta en donde el estudiante
130
logra clasificarla en su mente para hallar su
relevancia en el espacio social.
Reestructuración
Es conocida como la capacidad de modificar de
manera casi completa un conocimiento ya
adquirido, por otro de mayor relevancia o
trascendencia que se convertiría en el nuevo
conocimiento que reemplazaría al anterior.
Tabla 9. Procesos cognitivos
Realizado por González & Márquez
131
4. CONCLUSIONES
Como expusimos al inicio de nuestro trabajo, la búsqueda de alternativas pedagógicas que
contribuyan a repensar el qué hacer del docente en el aula, en términos de fortalecer los
niveles de comprensión de los estudiantes, nos obliga realizarnos preguntas como ¿Qué
entendemos por aprender? ¿Qué procesos de aprendizaje se desarrollan en la escuela? ¿Cuál
es la relación entre los procesos de aprendizaje y la comunicación? Preguntas qué si bien
orientaron el desarrollo de nuestro trabajo, dejan muchas cuestiones que deben ser
analizadas, ya que la reflexión educativa va más allá de los marcos conceptuales desde los
cuales se le quiera mirar.
En primer lugar, la indagación realizada nos permitió concluir que la metáfora se encuentra
inmersa en nuestra vida cotidiana, y en el aula se encuentra presente como una herramienta
para comprender la realidad que nos rodea; una forma nueva de acercase a ella. Sin embargo,
la metáfora no se queda allí, no solamente se convierte en la herramienta que utilizamos para
poder desarrollar procesos cognitivos de asimilación, adaptación y conceptualización; sino
que se convierte en el producto final comunicativo, es decir, la metáfora es el resultado de
su propia formulación, dejando de lado la simple representación de la realidad y
convirtiéndose así, como hemos mencionado anteriormente, en una nueva forma de ver el
mundo, a partir de los conocimientos preliminares. Con ello, podemos reconocer la
necesidad de la metáfora en los procesos de aprendizaje del ser humano, promoviendo
formas de ver el mundo que sobrepasan la literalidad de la realidad.
¿Qué sería del mundo del lenguaje sin la posibilidad de repensarse y reconstruirse en un
proceso de realidad alterna que permita comprender lo que se encuentra alrededor? ¿Qué
sería de la ciencia sin la posibilidad de generar probabilidades estadísticas o representaciones
132
de una teoría que no son otra cosa que metáforas de la realidad? ¿Qué sería de nuestras
interacciones cotidianas sin la posibilidad de construir nuevas formas de ver el mundo para
poder comprenderlo sin quedar en un vacío de sin sentido de las acciones de la realidad?
Quizás simplemente podríamos considerarnos cuerpos que emiten sonidos en movimientos
indirectamente proporcionales, que no parecieran comprender más que son eso, cuerpos; y
aun así de manera irónica, estamos formulando una metáfora que explicaría la falta de
metáforas en el mundo que conocemos.
La cotidianidad de la metáfora radica justamente en su presencia en las formas más básicas
del pensamiento y la corporeidad. Las experiencias corporales son base para la comprensión
de conceptos abstractos como el tiempo, que se elaboran por medio de expresiones
metafóricas como El futuro es adelante, el pasado atrás. Estas metáforas son el resultado de
procesos de categorización de nuestra percepción a partir de experiencias con determinada
realidad y con sus propiedades. En ese sentido, podemos concluir que, efectivamente, existe
una relación entre la metáfora como herramienta del pensamiento y el desarrollo de los
procesos de comprensión de los estudiantes; pues ¿Qué es comprender sino categorizar,
determinar y reorganizar los rasgos propios de una realidad? He ahí el contenido cognitivo
de la metáfora: “Si las metáforas tienen contenido cognitivo lo tienen porque construyen,
reorganizan, determinan una misma realidad, o bien porque descubren, revelan o desvelan
nuevos elementos o relaciones previamente existentes en la realidad” (Bustos, 2000, p. 143)
Como lo afirma Fajardo (2006) la metáfora tiene carácter sintético pues conecta los viejos
conocimiento con los nuevos; y un carácter hipotético porque sugiere nuevas formas de
significar partiendo de un referente conocido. La metáfora, al necesitar de la descripción de
la esencia de un elemento de la realidad para establecer relaciones que permitan procesar
uno nuevo, se torna una herramienta para la comprensión de nuestras experiencias en el
mundo, para solución de problemas y para la formación del pensamiento.
133
Lo anterior, lleva consigo el interrogante acerca de ¿cómo se aprende en la escuela? Y
especialmente ¿cómo se aprende una lengua en escenarios escolares? En primer lugar,
debemos recordar que desde la lingüística cognitiva, el lenguaje es un proceso mental
relacionado con el conocimiento y hace parte de la estructura cognitiva del hablante. Desde
esta perspectiva, el lenguaje metafórico es evidencia de que gran parte de nuestro sistema
conceptual también es lo es y esto se puede observar en la forma más cotidiana del lenguaje
en interacción: La comunicación. Si nos detenemos a analizar algunas de las expresiones
que utilizamos, por ejemplo, en la conversación, nos daremos cuenta que poco de lo que
decimos, lo decimos de forma literal (¿Ves?: en vez de ¿comprendes?) y yendo un poco más
allá, se puede afirmar que ni siquiera el campo científico escapa de lo no literal.
En ese contexto ¿tiene sentido que el aprendizaje de la lengua sea equiparado únicamente a
la adquisición de la competencia lingüística ¿conjunto de conocimientos que permiten hacer
un uso gramaticalmente correcto de la lengua? Llegamos pues, a un punto de discusión
complejo que tiene que ver con el criterio de objetividad y veracidad de la lengua ¿Por qué
se considera que una expresión es correcta y otra incorrecta?
La división intransigente entre lenguaje literal y lenguaje figurado se ha difuminado
superando la idea clásica de que el uso no literal del lenguaje corresponde al ámbito de lo
irreal, lo falso, lo que engaña; mientras que el lenguaje literal hace parte de lo objetivo, lo
racional y lo verdadero. A lo largo del trabajo hemos expuesto las razones por la que el
lenguaje figurado tiene contenido cognitivo y por tanto hace parte de la realidad; sin
embargo, podría decirse que esta fragmentación se perpetúa en la escuela a través la
dicotomía competencia lingüística- competencia comunicativa. Debemos preguntarnos,
¿Para qué enseñamos ortografía, o de qué sirve que los estudiantes reconozcan las categorías
gramaticales? Pues no es de extrañar que para el aprendizaje de la lengua en el aula siga
siendo un referente único e inamovible el desarrollo de la competencia lingüística.
134
El placer de investigar, por supuesto, de conocer el complejo funcionamiento de la lengua,
es una razón; pero el aprendizaje en lo abstracto pierde sentido, se olvida, cuando no tiene
aplicabilidad o al menos relación con las experiencias y la realidad que viven los estudiantes.
Creemos que es importante dar el paso para investigar la lengua viva, dinámica en su uso
cotidiano; y en ese sentido, la metáfora es una herramienta valiosa pus difícilmente
podríamos relacionarnos con el mundo y con los otros si no fuese gracias a ella. Se concluye
entonces que la metáfora como herramienta conceptual y comunicativa es una estrategia
pedagógica innovadora que hace del aprendizaje de la lengua una experiencia significativa
a nivel socio afectivo y cognitivo.
Si bien durante los últimos años, varios teóricos se han dedicado al estudio de la metáfora y
su relación con el pensamiento humano (Radman, Lakoff y Johnson, Chamizo), poco se ha
tratado esta cuestión desde el ámbito pedagógico. Lo anterior, da cuenta no sólo de la
pertinencia de la propuesta elaborada en el presente trabajo, sino que convoca a la reflexión
acerca de por qué las preocupaciones de la pedagogía y la didáctica están al margen de los
nuevos conocimientos que emergen desde disciplinas que están proponiendo otras formas
de entender el conocimiento, como son las ciencias cognitivas. Las inquietudes pedagógicas
y didácticas del docente, difícilmente, pueden asirse a una concepción integral, sin responder
a preguntas como ¿Cómo pensamos los seres humanos? ¿Qué procesos cognitivos subyacen
al aprendizaje? O más precisamente ¿Cómo están aprendiendo mis estudiantes?
Consideramos que el enfoque cognitivo puede dar luces, o propiciar nuevas formas de
afrontar estas preguntas, pues con la mejor intención y disposición ética del docente no basta;
siempre estará en medio del docente y el conocimiento que desee construir con sus
estudiantes, el misterio de la mente humana. Tal vez las ciencias cognitivas no son el único
camino para la comprensión del fenómeno del aprendizaje, pero al ser un modelo
transdisciplinar posibilita un abordaje más amplio del mismo.
135
Ahora bien, si confrontamos a diario con los obstáculos que conlleva la actualización
docente, la desinformación frente a las nuevas teorías del pensamiento y el aprendizaje, o el
desinterés por reflexionar y cuestionar nuestras prácticas a la luz de otras perspectivas;
hemos también de aceptar la brecha enorme que con charlatanerías separa la teoría de la
práctica. Sin duda, la investigación docente nos ha permitido confrontarnos de manera crítica
con la realidad escolar; sin embargo, el conocimiento que se construye desde la
investigación, en muchos casos, queda relegado al papel. Por el contrario, creemos que el
conocimiento debe tener un movimiento circular que pasa por la acción y por la práctica
generando nuevos instrumentos pedagógicos que incidan directamente en la transformación
de las prácticas docente. Algo así como un hacer para investigar y un investigar para hacer.
Por lo anterior, se puede afirmar que la fortaleza de la propuesta aquí planteada, está en su
aplicabilidad con miras a la retroalimentación, puesto que ésta es sólo una primera fase de
indagación y elaboración de la cartilla, que hace parte de un proceso de investigación amplio
en el que, como segunda fase, se propone la aplicación, sistematización, evaluación y
reflexión sobre el uso y pertinencia de la propuesta en el aula.
Por otra parte, nos damos cuenta que es imprescindible que este tipo de propuestas
pedagógicas generen un estado de crisis (cognitivamente hablando) en el sujeto de
aprendizaje. Los niños, aunque los subestimemos, piensan de manera más relacional y
creativa que muchos adultos, y lo que a veces nos parecen disparates, son expresiones
resultado de relaciones que se tejen con la intención de explicar y entender algo. El intento
y el error son necesarios, la crisis previa al aprendizaje, inevitable. Del mismo modo, la
comprensión requiere, como ya se expuso a lo largo del texto, de complejos procesos que
pasan por la adaptación, asimilación, la asociación y la reestructuración, procesos que se
desarrollan cuando nos enfrentamos a problemas que se salen de nuestro marco cognitivo,
impulsándonos a poner en juego todas las herramientas necesarias para resolverlo. En ese
136
sentido, se incentiva al desarrollo de propuestas que demanden todo el potencial de los
estudiantes, que su participación activa sea imprescindible para llevar a cabo cada una de las
actividades planteadas.
Finalmente, la formación de sujetos para la comprensión de metáforas puede contribuir a la
promoción de la lectura consciente, autónoma y placentera de textos literario; pues una de
las razones por las que las personas no leen, es porque la escuela se encarga de matar el
lenguaje literario al no brindar las herramientas para comprender un texto, que en gran
medida es metafórico; adicionalmente, es habitual que se instrumentalice el libro literario
para aprender “cosas más importantes”. El rechazo de la lectura tiene que ver con la forma
en que somos introducidos al mundo de los libros. Leer en voz alta para que el profesor sepa
cómo se está leyendo, la entonación, la capacidad de leer sin enredarse, son al final,
nimiedades que opacan la importancia de detenerse, encontrar un significado y un sentido
respecto a mi vida. Leer no puede seguir siendo un castigo, ese de sentarse repasar con los
ojos, líneas y líneas de las que no entendemos nada.
La comprensión de metáforas es indispensable para la comprensión lectora; si estamos en
capacidad de comprender un texto literario es porque podemos inferir lo que quiso decir el
escritor con aquello que nunca dijo. La comprensión de un texto literario al igual que la
comprensión de una metáfora es un movimiento dialéctico a través del cual se vincula lector,
texto y contexto; tal como lo demostramos con la narración oral, la narración escrita es una
instancia comunicativa en la que debe haber adecuación entre los elementos que la
constituyen.
Aunque hemos tratado algunos puntos que sintetizan las ampliar reflexiones que se han
desatado con nuestro trabajo, creemos que quedan muchas cuestiones por explorar, por ello,
estas conclusiones están atravesadas por preguntas, pues tenemos la certeza de que es
137
justamente la confrontación con nuestras ideas las que permite gestar nuevas maneras de
interpretar y asumir los fenómenos que constituyen el espinoso ámbito educativo; al fin y al
cabo, de eso se trata la investigación. Finalizamos así con una cita del educador popular
Paulo Freire en la que se expresa de manera profunda la relación entre las personas, el
lenguaje y la realidad, con el objetivo de pensar la posibilidad de una escuela que privilegie
la lectura del mundo
"[…]La lectura del mundo precede siempre a la lectura de la palabra y la lectura de
esta implica la continuidad de la lectura de aquel. Este movimiento del mundo a la
palabra y de la palabra al mundo siempre está presente. Movimiento en el que la
palabra dicha fluye del mundo mismo a través de la lectura que de él hacemos. De
alguna manera, sin embargo, podemos ir más lejos y decir que la lectura de la
palabra no es precedida por la lectura del mundo sino también por cierta forma de
escribirlo o de rescribirlo, es decir, de transformarlo a través de nuestra practica
consciente". (Freire, 1984, p 105).
138
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