KUNDERA, Milan. La Inmortalidad. Buenos Aires. Ed. Tusquets. 2013. Pag 117. Las gafas negrasAgnes se haba aficionado a lasgafas negrascuando iba a la escuela. No era tanto porque le protegiesen los ojos del sol como porque se senta con ellas ms guapa y ms misteriosa. Las gafas se convirtieron en una de sus aficiones: tal como algunos hombres tienen el armario lleno de corbatas, tal como algunas mujeres se compran docenas de sortijas, Agnes tena una coleccin degafas negras.En la vida de Laura lasgafas negrascomenzaron a desempear un gran papel despus del aborto. Las llevaba entonces casi permanentemente puestas y se disculpaba ante sus amigos:Perdonad lo de las gafas, pero me paso el da llorando y no puedo salir sin ellas. Lasgafas negrasse convirtieron para ella desde entonces en el smbolo de la tristeza. No se las pona para ocultar el llanto, sino para que se supiera que lloraba. Las gafas pasaron a ser un sucedneo de las lgrimas y en comparacin con las lgrimas reales tenan la ventaja de que no perjudicaban los prpados, no los ponan colorados e hinchados y hasta le quedaban bien.Si Laura se aficion a lasgafas negrasfue, como ya tantas otras veces, inspirada por su hermana. Pero la historia de las gafas ensea que la relacin entre las hermanas no puede reducirse al hecho de verificar que la ms joven imitaba a la mayor. S, la imitaba, pero al mismo tiempo la correga: le otorgaba a lasgafas negrasun contenido ms profundo, un sentido ms grave, de modo que, por as decirlo, lasgafas negrasde Agnes hubieran tenido que ruborizarse por su frivolidad ante las gafas de Laura.Cada vez que Laura apareca con ellas puestas significaba que sufray Agnes tena la sensacin de que, por delicadeza y humildad, deba quitarse las suyas.La historia de las gafas pone de manifiesto algo ms: Agnes aparece en ella como aquella a quien el destino favorece, Laura como la que no es amada por el destino. Ambas hermanas crean que no eran iguales en su relacin con la Fortuna y Agnes sufra por ello quizs ms que Laura.Tengo una hermanita que est enamorada de m y tiene mala suerte en la vida, sola decir. Por eso la recibi con alegra en Pars, por eso se la present a Paul y le pidi a ste que quisiese a Laura; por eso ella misma le busc un apartamento bonito y la invitaba a su casa cada vez que sospechaba que lo estaba pasando mal. Pero hiciera lo que hiciera segua siendo aquella a quin el destino injustamente favorece y Laura aquella con quin la Fortuna no quiere tener nada que ver(Pg. 117)La Inmortalidad MILAN KUNDERA -