Las Cofradias y Hermandades de la Parroquia de Galapagar
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Las Cofradías y Hermandades de la
Parroquia de Galapagar V Centenario de la Consagración del Templo
Parroquial. Galapagar 1513-2013
Juan Pablo Lázaro Villa
25/07/2013
1
LAS COFRADIAS Y HERMANDADES DE LA PARROQUIA DE
GALAPAGAR.
LAS COFRADÍAS DE GALAPAGAR EN EL ANTIGUO RÉGIMEN.
Las primeras noticias que tenemos sobre la implantación de cofradías en Europa se
producen durante la caída del Imperio Carolingio en la Edad Mediai, siendo la primera
forma de asociación con fines sociales y espirituales cuyo funcionamiento se
determinaba y regulaba con los correspondientes estatutos o capitulaciones.
Generalmente se ha aceptado y comprobado que las organizaciones económico sociales
del trabajo de aquella época (gremios), derivaron en no pocas ocasiones en cofradías.
Las cofradías se caracterizaban por ser mayoritariamente asociaciones de laicos, cuyos
fines principales eran contribuir al culto divino y ejercer una política asistencial respecto
a sus miembros cubriendo las necesidades sociales de las que siglos después se
encargaría el estado. El espíritu de asociación que caracteriza el corporativismo
medieval, fue impulsado por la Iglesia, manifestándose el doble carácter
complementario de los fines que perseguían las cofradías: el fin social, ejercicio de la
caridad, y el fin espiritual, culto y devoción. Se fundaban bajo la protección de un santo,
podían estar dedicadas a algún misterio de fe, o alguna advocación Mariana; algunas
tenían un gran potencial económico, eran propietarias de sus altares o capillas, bien en
el interior de los templos o adosadas a estos.
Pero la primera cuestión que se nos plantea es ¿por qué dos palabras para una misma
realidad, hermandad y cofradía? Etimológicamente ambas palabras proceden del latín y
significan lo mismo: hermandad proviene de “germanus” (hermano carnal) y cofradía
viene de “cum fratre” (con el hermano). Pero podemos establecer una pequeña
distinción. El anterior Código de Derecho Canónicoii promulgado en 1917 cc. 700-725,
las definía de la siguiente forma: "Las asociaciones de fieles que han sido erigidas para
ejercer alguna obra de piedad o de caridad, se denominan pías uniones; las cuales, si
están constituidas a modo de cuerpo orgánico, se llaman hermandades". Canon 707.2.
"Y las hermandades que han sido erigidas además para el incremento del culto público,
reciben el nombre particular de cofradías".iii
Durante los siglos XVII y XVIII hubo un desarrollo regular y creciente de cofradías. Un
gran número de las que se crearon se orientaron hacia la previsión social, hecho que hay
que relacionar sin duda con el empeoramiento de las condiciones de vida (precios,
alojamiento, trabajo) durante la centuria ilustrada. Las cofradías tenían fines piadosos,
pero también, muchas de ellas, por sí o a través de instituciones asociadas (hospitales,
colegios, fundaciones, capellanías) abordaron objetivos sociales, de hecho, funcionaron
también como pequeñas asociaciones de asistencia sanitaria, cajas de pensiones,
funerarias.
Como han afirmado otros autores, durante la Edad Moderna las cofradías se convierten
en una importante célula social, es sin ninguna duda el cauce asociativo más
generalizado en la época, no hubo ninguna otra asociación que rebasara en número e
implantación social a las cofradíasiv
, pero es a partir del siglo XVI cuando comienza una
2
verdadera “explosión cofrade” que culmina en el siglo XVIII. A finales de ese siglo ya
eran más de 25.000 las cofradías que existían en todo el país y estaban sólidamente
implantadas en todas las regiones españolas, tanto en el mundo urbano, como en el
mundo rural.
En cuanto a las hermandades clericales, que también las hubo, respondían sobre todo a
fines asistenciales entre sus miembros. Las frecuentes hermandades de San Pedro,
existentes sobre todo en las ciudades con un clero secular relativamente numeroso,
servían para activar mecanismos de solidaridad que suplían las deficiencias de la escasa
remuneración sobre todo del bajo clero. Auxilio en la enfermedad, acompañamiento en
el entierro, realización de sufragios, eran los fines más frecuentes de estas cofradías.
De las cofradías existentes en Galapagar en aquella época se tiene muy poca
información puesto que durante el saqueo de la parroquia por las tropas napoleónicas
inmediatamente después del proceso desamortizador de 1798, se perdió gran parte del
archivo parroquial en el que se custodiaban los libros de las cofradías, únicamente se
conserva en el Archivo Diocesano el Libro de Fundación de la Cofradía Sacramental.
Durante las investigaciones realizadas para el V centenario de la Parroquia de Galapagar
se han encontrado algunos datos sueltos sobre el resto de cofradías: algunas hojas de
libros de cuentas, pequeñas referencia a las rentas que percibían algunos altares, las
propiedades que tenían o a algunas obras de caridad que hacían; algunos inventarios de
bienes de los altares y las imágenes anotados en los libros de fábrica de la parroquia.
También se ha constatado la existencia de la de Ntra. Sra. de la Soledad, de la que hasta
ahora no había referencias documentales. No se han encontrado fechas de fundación ni
estatutos de ninguna otra.
De los datos consultados en diferentes archivos y bibliotecas se puede concluir que la
Cofradía Sacramental y la de Ntra. Sra. del Rosario contaban con un importante
patrimonio que era destinado a la asistencia social y a solemnizar los cultos realizados
en la parroquia en honor al Stmo. Sacramento para la fiesta del Corpus y a la Virgen del
Rosario en el mes de octubre. En muchas ocasiones la cofradía sacramental colaboraba
con los gastos de la fiesta del Stmo. Cristo de las Mercedes. Ambas corporaciones
contaron con la protección por parte de los señores feudales de aquella época, los
Duques del Infantado, que promovieron su implantación en muchos de sus territorios y
así es común encontrar en pueblos del Real de Manzanares cofradías dedicadas al Stmo.
Sacramento y a la Virgen del Rosario. Además de en Galapagar, estas dos cofradías
seguían establecidas a finales del XVIII en Torrelodones, Collado Villalba, Collado
Mediano, Cerceda, Becerril, los Molinos, Cercedilla, Miraflores, Guadalix, Colmenar
Viejo; la del Stmo. Sacramento también existía en Alpedrete y Moralzarzal y Hoyo de
Manzanaresv. La importancia de estas cofradías viene dada por la cantidad de bulas y
privilegios que les fueron concedidas por los papas y cuyos beneficios se extendían a
todas aquellas cofradías que se fundasen bajo esas advocaciones en cualquier lugar de la
cristiandad.
3
En 1539, Papa Paulo III concede una bula a la Cofradía del Stmo. Sacramento fundada
en Roma en la iglesia de Santa María Sopra Minerva. Su concesión por el Papa obedece
desde el principio a la devoción y veneración debidos al Santísimo Sacramento:
"hallamos dignamente ordenadas//de piadosa devoción de los cristianos en honra y
veneración de este Sagrado Sacramento. Por tanto se beneficia a los fieles cristianos
con dones espirituales para sustentar los sufragios piadosos de ellos, para que sean
hechos más merecedores de la divina gracia y el dicho Sacramento merezcan selles en
el día de su peregrinación extrema saludable caminador"., Esta fundación viene
propiciada por la falta de decoro con el que se solía trasladar el Santísimo en las visitas
a enfermos: "porque al mismo Sacramento se hiziesen debido honor y culto y
veneración ordenaron o instituyeron una compañía o cofradía de hombres y mujeres
con la invocación del mismo Sacramento cuerpo de Cristo en la dicha iglesia de la
Minerva".
Tales consideraciones, concedidas a la iglesia de la Minerva, fueron hechas extensivas
por Paulo III a la generalidad de iglesias donde existiese una cofradía sacramental:
"Extendemos y a ellos comunicamos los mismos privilegios, indultos, excepciones,
libertades, inmunidades, indulgencias también plenarias remisiones de pecados y otras
gracias que a los cofrades de la cofradía del mismo Sacratísimo Cuerpo de Cristo”.
Del mismo modo, se recoge en la bula para futuras fundaciones: "Ordenamos que todas
y cualesquiera otras cofradías debajo de la misma invocación del Sacratísimo Cuerpo
de Cristo donde quiera instituidas y que se instituyeren usen, gozen y consigan y
puedan usar, gozar y conseguir de los mismos privilegios concesiones e indulgencias,
facultades, gracias e indultos de la misma cofradía en la iglesia de la Minerva
instituida por nos concedidas y que se concedieren".
Una copia de esta bula de Paulo III a la que se adhiere la Cofradía Sacramental de
Galapagar se conserva en el Archivo Diocesano de Madrid.
Una constante en todas las cofradías de la época era la de recaudar dinero por todos los
medios permitidos por el derecho canónico para cumplir con sus obligaciones. Durante
los siglos XVII y XVIII fue común que las cofradías y hermandades organizasen
espectáculos teatrales con este fin, aspecto que provocó no pocos problemas con la
jerarquía eclesiástica que no veía con buenos ojos este tipo de actividades por parte de
algunas cofradíasvi
. El 23 de septiembre de 1644 la cofradía del Rosario de Galapagar
se obliga a pagar la cantidad de 230 reales a Andrés de la Vega “por el resto de 30
ducados en que les tiene alquilados ciertos vestidos y librea para una danza para el
primero domingo de octubre deste presente año que se aze la fiesta de Nuestra
Señoravii
. En 1721 La Cofradía sacramental encarga una loa para la función en honor al
Santísimo Sacramento donde se representará la comedia «No hay amigo para amigo»viii
.
También tenemos constancia del encargo que a finales del siglo XVII hace la
Hermandad del Stmo. Cristo de las Mercedes de una representación teatral “ La Cruz
triunfante y Glorias de Constantino” con el fin de recaudar fondos para dorar el retablo
del Santo Cristo.
4
Sabemos que la Cofradía de la Vera Cruz contó con ermita propia situada a las afueras
de la Villa aunque como se describe en 1895, “está desde principios de este siglo sin
cubierta. Consérvanse de ella las paredes que amenazan ruina, éstas son de muy buena
piedra y rematan en cornisas labradas. En la plazoleta de su entrada se eleva una
buena Cruz de piedra.ix”
Todas estas cofradías contaron en algún momento con altar propio en la parroquia
donde se veneraba la imagen de su devoción, sabemos también por inventarios antiguos
de la Parroquia que la Cofradía de San Miguel contaba con la mejor imagen “de madera
tallada y ricamente adornada” de cuantas se hallaban en el templo.
Este aspecto cultual de estas cofradías que se organizaban alrededor de la imagen
religiosa a la que profesaban devoción es lo que las diferencia esencialmente de otros
tipos de obras pías como capellanías, fundaciones o memorias. Parte de sus recursos se
destinan al embellecimiento de sus altares e imágenes, organización de cultos privados
y públicos, teniendo especial relevancia las procesiones que realizaban con sus
imágenes sagradas en los días de conmemoración de sus fiestas. El punto álgido de estas
celebraciones para muchas de ellas era la Semana Santa.
El culto de la cofradía a la imagen de su devoción, en ocasiones traspasa la propia
cofradía y se encarna en la vida parroquial, así podemos constatar que se mantiene el
culto a ciertas devociones, se encuentre activa o no su cofradía. Es el caso por ejemplo
del Stmo. Cristo de las Mercedes, patrón Galapagar y cuya cofradía pasa por muchos
momentos de actividad y otros muchos de inactividad, o el de Nuestra Señora de la
Soledad, que mantiene culto continuado en la parroquia tras la desaparición de su
cofradía a mediados del S.XIX. En otros casos la extinción de la cofradía provoca el
progresivo abandono del culto a su imagen titular, el caso más representativo en
Galapagar es el de la Virgen del Rosario, una devoción importantísima en siglos
pasados y de la que hoy en día ni siquiera existe imagen en la parroquia.
Hay que reseñar así mismo que todas estas entidades mantenían estrechos lazos que no
solamente las unían por formar parte de la misma parroquia sino que en muchas
ocasiones compartían cofrades, benefactores y beneficiarios.
Desgraciadamente la documentación es muy escasa sobre las antiguas cofradías de
Galapagar, pero curiosamente, el documento que nos aporta la información más fiable
acerca de las cofradías existentes en Galapagar hasta el S. XVIII es precisamente el
Edicto de subasta de bienes desamortizados.
En él se hace saber “á las Justicias y Representantes de todas las fundaciones piadosas
establecidas en las Villas de Torrelodones , Hoyo de Manzanares, Galapagar ,
Navalquegigo, Alpedrete, Collado Villalba, Moralzarzal, Guadarrama, Collado
Mediano y Zerzeda, á todos sus vecinos y habitantes, y á los que lo son de los demás
Pueblos de la Intendencia y fuera de ella, como en providencia de este día, entre otras
cosas he mandado subastar, rematar y vender todas las fincas propias de los
establecimientos píos de los referidos Pueblos, que por Reales órdenes se mandan
5
enagenar publicándose la subhasta por el término de treinta dias , fixándose para ello
los competentes Edictos , así en los mismos Pueblos como en esta Corte, cuyas fincas
con su situación , cabida y valor que las han dado los peritos, son en la forma
siguiente(Relación de las obras pías desamortizadas)” En Madrid 21 de Julio de 1801
(Primera hoja del edicto de subasta publicado por el Diario de Madrid el 22 de julio de 1801)
6
LA DESAMORTIZACION DE 1798.
Se entiende por Desamortización Española el proceso que iniciado por Godoy en 1798x
y culminado ya en el siglo XX, aglutina numerosos procesos desamortizadores que
llevan a la expropiación forzosa de bienes para su posterior subasta, con el fin de
recaudar fondos para la Hacienda Real. Se expropian principalmente los bienes de las
comunidades y órdenes religiosas, pero también de cofradías, hermandades, obras pías,
etc. Ocasionalmente también se produjeron desamortizaciones de propiedades de la
nobleza, o de los municipios (tierras comunales).
Muchos de los bienes que acumulaban las cofradías los habían recibido como habituales
beneficiarias que eran de donaciones y legados. De la gestión de esos bienes las
cofradías obtenían los recursos necesarios para mantener su actividad, por lo tanto el
proceso desamortizador supuso la desaparición de muchas de estas organizaciones en
toda España y aquellas que consiguieron mantenerse se vieron obligadas a una reforma
profunda en su actividad y organización.
En el mundo rural, la labor asistencial de las cofradías fue primordial y la gran parte de
los bienes y rentas que obtiene la cofradía se destinan a fines asistenciales, dotaciones
para huérfanos, viudas, dotes de casamiento, enfermedad, entierros, funerales por el
alma de los hermanos fallecidos o de los benefactores de la cofradía. Esta finalidad
suele ser la más importante para estas antiguas corporaciones, confundiéndose en
muchos casos tanto en la forma como en el fondo con las demás “obras pías”. Lo más
frecuente es que la acción solidaria se ejerciera en el seno de la propia cofradía, siendo
los cofrades más pobres los destinatarios de la ayuda ofrecida. En otros casos la
solidaridad no se circunscribía al estrecho mundo de la cofradía, sino que se abría al
conjunto de la sociedad.
Por este documento podemos ver que Galapagar no es ajeno a esta realidad cofrade y a
finales del siglo XVIII existían siete cofradías establecidas en la Parroquia:
Cofradía Sacramental.
Cofradía de Nuestra Señora del Rosario.
Cofradía del Santísimo Cristo de las Mercedes.
Cofradía del Dulce Nombre de Jesús.
Cofradía de San Miguel.
Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad.
Cofradía de la Vera Cruz.
Conocemos la existencia de otras cofradías, como la de San Roque, que desaparecieron
antes de la desamortizaciónxi
.
El edicto de subasta está sujeto a una de las tres Reales Ordenes promulgada el 25 de
septiembre de 1798 durante el reinado de Carlos IV y se encuadra dentro de la conocida
como desamortización de Godoy, a pesar de que fue decretada cuando Manuel Godoy
había perdido el poder, siendo el promotor su sustituto, Mariano Luis de Urquijo. En
7
ella se establecía la enajenación “a beneficio de la Caja (de Amortización) de todos los
bienes fundos pertenecientes a hospitales, hospicios, casas de misericordia, de
reclusión y de expósitos, cofradías, memorias y obras pías y patronatos de legos, bajo
el interés anual del tres por ciento a los desposeídos” . En esta orden, pues, se
desamortizaban las propiedades de buena parte de las instituciones de beneficencia de la
Iglesia, recibiendo a cambio una renta anual del 3% del valor de los bienes vendidos. El
objetivo de esta desamortización fue hacer frente al enorme déficit y al asfixiante
endeudamiento que padecía la Hacienda Real como consecuencia de las guerras con
Francia y Gran Bretaña.
Fue expedido en Madrid por D. Manuel Ángel Carrancio, abogado de los Reales
Consejos y afectaba a los pueblos de Torrelodones, Hoyo de Manzanares, Galapagar,
Navalquejigo, Alpedrete, Collado Villalba, Moralzarzal, Guadarrama, Collado Mediano
y Cercedaxii
. Se establece que serán subastadas “todas y cada una” de las fincas que
poseían estas instituciones. Las cofradías con más bienes, por tanto las de mayor
pujanza en la localidad eran las del Santísimo Sacramento y la de Nuestra Señora del
Rosario, precisamente las dos que mejor consiguieron sobrevivir al proceso
desamortizador. Como curiosidad, a la del Cristo de las Mercedes se le embarga como
único bien “una casa en la plaza pública, que fue posada” valorada en 26200 reales.
Junto a la denominación de cada cofradía aparecen los bienes que se le han expropiado
y su valor. En total se valoraron los bienes de las 7 cofradías de la Parroquia de
Galapagar en 104.255 reales distribuidos de la siguiente forma:
Cofradía Sacramental. 37810 reales
de Nuestra Señora del Rosario. 29020 reales
del Santísimo Cristo de las Mercedes. 26200 reales
del Dulce Nombre de Jesús. 8100 reales
de San Miguel. 1700 reales
de Ntra. Sra. de la Soledad 1085 reales
de la Vera Cruz. 340 reales
Pero como indica la Real Orden, no solo las cofradías de la parroquia sufrieron la
desamortización, también las capellanías instituidas siglos atrás por particulares, siendo
además estas las que contaban con mayor patrimonio, fue valorado el patrimonio de las
10 capellanías existentes en la época en 246.855 reales. En total se valoraron los bienes
pertenecientes a instituciones de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Galapagar
en 351.100 reales.
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DE LA DESAMORTIZACIÓN A LA ACTUALIDAD
Tras el proceso desamortizador la mayor parte de las cofradías de nuestra parroquia
fueron desapareciendo, otras como la Sacramental o la de la del Rosario entraron en una
decadencia constante hasta su prácticamente total falta de actividad.
En 1890 don Jerónimo Quintana, párroco de Galapagar da cuenta de ellas de la
siguiente formaxiii
:
Refiriéndose a la de la Virgen del Rosario dice:
“Hay una Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, de jóvenes solteras, en la que se
eligen a dos mayordomas. Durante un año, tienen el cargo de alumbrar y adornar a la
Virgen. En un banquillo, colocan 4 hachas de cera, que adornan con lazos de flores y
alumbran a la Virgen con una lámpara, todos los domingos y en los rosarios. Las
mayordomas, van a casa del cura, el día de San Ildefonso y le proponen las 2 elegidas
para el año siguiente. El cura, el día de las Candelas, al ofertorio, las publica. Una de
las elegidas, acompañada de una niña, lleva una cesta con una Torta y la otra hace lo
mismo, pero lleva un par de pichones. Antes de la misa, sacan a la Virgen en procesión,
alrededor de la iglesia.”
En cuanto a la Cofradía Sacramental apunta:
“El día del Corpus Cristi, hay vísperas y después misa, procesión que sale por la
puerta de los pies de la Iglesia y entra por la otra. Es costumbre adornar la carrera,
que es la más larga, por el caño y poner, de trecho en trecho, altares ó aparadores
adornados.
El domingo siguiente, celebra la octava la cofradía Sacramental, haciendo procesión
por dentro de la Iglesia, visitando los altares. Posteriormente, se reúnen los hermanos,
nombran cargos y hacen cuentas.”
No da cuenta de la existencia de ninguna otra cofradía en aquel momento.
Con toda probabilidad la Cofradía Sacramental se hizo cargo de las celebraciones del
Patrón de Galapagar, el Stmo. Cristo de las Mercedes durante algunos años hasta que, a
mediados del siglo XIX se refunda su cofradía, en principio como Pía Unión pasando
posteriormente a denominarse Esclavitud del Stmo. Cristo de las Mercedes “en
recuerdo de aquella antigua institución que existió en esta parroquia” como se dice en
una de las actas conservadas de esta nueva corporación. Finalmente ambas
corporaciones, Cofradía Sacramental y Esclavitud del Stmo. Cristo de las Mercedes
aparecen fusionadas definitivamente en 1895 según se desprende de lo escrito por D.
Francisco Fernández, párroco de Galapagar al anotar lo siguiente:
En la Capilla del Bautisterio, que tiene dos entradas con verja de madera, está el del
Santísimo Cristo de las Mercedes, que es la efigie de especial devoción en la Villa,
dicho Santísimo Cristo está enclavado en la Cruz, que medirá dos metros de alta; es
imagen muy hermosa y bien hecha ¡lástima que sea de cartón!, tiene Hermandad
9
regida por estatutos, pero es muy pobre y con escaso número de Cofrades pues no
pasan de treinta. Su fiesta se celebra el día catorce de Septiembre, Exaltación de la
Santa Cruz, y consiste en Vísperas cantadas la tarde del trece, y, en la mañana del
catorce, procesión, Misa Solemne y Sermón; el Señor Cura y Sacristán pertenecen a
ella y no perciben derechos en su fiesta, que las escasas limosnas ofrecidas en la
adoración.
Entre las varias obligaciones que tienen los afectos a esta Hermandad se cuentan las
siguientes: Asistir a las Misas de Corpus y Octava del mismo, multándose sus faltas,
cuidar que los hermanos enfermos reciban a tiempo los Santos Sacramentos y en el
fallecimiento de alguno, velar su cadáver hasta que se le dé cristiana sepultura, costear
la caja en que han de depositarse sus restos y una Misa de novenario y por último,
abrir la fosa y acompañarle llevándole cuatro de ellos en hombros a la última morada.
Como se puede observar si comparamos ambos escritos, este de 1895 de D. Francisco
Fernández, enumera entre las obligaciones de la Hermandad del Stmo. Cristo de las
Mercedes “Asistir a las Misas de Corpus y Octava del mismo” mientras que en el de
1890 de D. Jerónimo Quintana atribuye esta obligación a la Cofradía Sacramental.
También hace referencia D. Francisco Fernández a la cofradía de la Virgen del Rosario:
El otro altar, único en la nave lateral derecha, está o se halla dedicado a Nuestra
Señora del Rosario, imagen de unos ochenta centímetros de altura, vestida y entre
todas las referidas, tal vez la mejor. Tiene dos camareras que se ofrecen a servirle por
espacio de un año en la forma siguiente: El dos de Febrero de todos los años toman
voluntariamente el cargo de Camareras o cirieras, como vulgarmente se dice, dos
jóvenes de la localidad, a cuyo cuidado está la ropa de la Virgen, en altar y lámpara, y
se obligan a que ardan delante de su imagen, en las principales festividades del año,
cuatro cirios que después renuevan y pasan de unas a otras. Celebran con Vísperas,
procesión, Sermón y Misa las fiestas de Purificación y Rosario. No tengo noticia de que
existan estatutos.
Estas cofradías que consiguieron superar la desamortización y la invasión francesa
desaparecen definitivamente en la Guerra Civil, en la que perdieron los pocos bienes
que les quedaban, incluidas por segunda vez en poco más de un siglo, sus imágenes
devocionales. No será hasta la segunda mitad del siglo XX cuando se refunden o se
funden nuevamente las cofradías que existen hoy día en nuestra parroquia.
El 26 de agosto de 1950, siendo Párroco de Ntra. Sra. de la Asunción de Galapagar, D.
Valentín Navío López, se constituye de nuevo "la Secular Hermandad del Santísimo
Cristo de las Mercedes". Durante los años en los que fue párroco de Galapagar D. Tirso
Blanco Álvarez se incrementa la fundación de cofradías en nuestra parroquia: el 2 de
febrero de 1982 y tras la donación de una imagen de Jesús de Medinaceli a la parroquia
se funda la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno que se fusiona con la Hermandad
del Stmo. Cristo de las Mercedes en 1989, pasándose a denominar “Hermandad
Sacramental del Stmo. Cristo de las Mercedes y Ntro. Padre Jesús Nazareno”
10
En 1987 se celebra la primera Romería en honor a Ntra. Sra. de los Desamparados, un
año después se constituyó la Cofradía de Romeros de Ntra. Sra. de los
Desamparados.
El 22 de abril de 1990 se funda la Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de la Soledad,
heredera de aquella otra Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad que existió antiguamente
en nuestra parroquia.
Ya en este siglo XXI se producen dos nuevas fundaciones de cofradías con una
característica muy peculiar como es la incorporación de advocaciones muy lejanas a la
tradición local y que se constituyen por la incorporación a la parroquia de comunidades
de inmigrantes en nuestro municipio.
La Tercera Cuadrilla del Señor de los Milagros de Madrid que se incorpora a la nómina
de cofradías galapagueñas en el año 2000 y que pasará a denominarse Cofradía del
Señor de los Milagros de Galapagar en 2010. Compuesta fundamentalmente por
vecinos de origen peruano que profesan gran devoción al Señor de los Milagros de
Lima.
En 2007, siendo párroco D. Fernando Simón Rueda se funda la Hermandad de Ntro.
Padre Jesús del Gran Poder por ecuatorianos residentes en Galapagar y cuya
advocación es el fruto de la devoción al Señor del Gran Poder de Guayaquil.
Aunque las cofradías actuales no mantienen la importancia social con la que contaban
aquellas corporaciones del Antiguo Régimen, siguen manteniendo aspectos esenciales
que entroncan con aquellas, dando continuidad a una historia secular de devoción y
caridad.
i La Pobreza y la asistencia a los pobres en la Cataluña medieval. Editorial CSIC - CSIC Press, 1982
ii Promulgado por Benedicto XV en 1917 fue derogado por el nuevo código promulgado por Juan Pablo II en 1983. El vigente Código de Derecho
Canónico no
mantiene esta distinción.
iii José Sánchez HERRERO y otros: Las Cofradías de Sevilla. Historia, Antropología, Arte. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Sevilla, 1999 iv Arias de Saavedra y ML. López Guadalupe Las cofradías y su dimensión social en la España del antiguo régimen. Cuadernos de Historia Moderna. Universidad
de Granada
v Edicto de subasta de bienes. Publicado en el Diario de Madrid. Madrid 22
de julio de 1801. Biblioteca Nacional.
vi Los arriendos de los corrales de comedias de Madrid, 1587-1719: estudio y documentos. J. E. Varey. Támesis, 1987
vii Actividad teatral en la región de Madrid según los protocolos de Juan García de Albertos, 1634-1660: 1634-1648 CHARLES DAVIS , J. E. VAREY, Boydell &
Brewer, 2003
viii Anales del teatro español Narciso Díaz de Escovar 1917
ix Índices de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de la Villa de Galapagar. Diócesis de Madrid-Alcalá. , Francisco
Fernández. Parroquia de
Nuestra Señora de la Asunción.
x Según Francisco Tomás y Valiente durante el reinado de Carlos III (1759 -1788) se produjeron “las primeras, muy tímidas y poco eficaces disposiciones
desamortizadoras” (TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO. El proceso de desamortización de la tierra de España. Agricultura y sociedad. Nº 7, 1978) pero se considera
la Desamortización de Godoy la primera desamortización propiamente dicha.
xi Aportaciones para el estudio del retablo barroco madrileño, Cristóbal Marín Tovar
xii Datos obtenidos de los edictos de subastas de los pueblos que formaban parte del Real de Manzanares
, también se ha constatado de su existencia en otros
pueblos de la zona, El Escorial, Las Rozas, Pozuelo, etc.
xiii Costumbres en la Parroquia de Galapagar. 3 de Enero de 1890. Lic. Jerónimo Quintana, párroco de Galapagar