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Las agroindustrias en la Argentina

Para entrar en tema Los cultivos, la cría de animales, la pesca, la minería, el aprovechamiento de las maderas

de los árboles son algunas de las actividades características en las zonas rurales. Lo que

allí se produce forma parte de nuestra vida cotidiana: los alimentos, la ropa, los utensilios

de la cocina, los útiles para la escuela, y también los colectivos, las grandes máquinas,

tienen componentes que se obtuvieron del trabajo de personas en zonas rurales de

nuestro país o de otras partes del mundo y que luego se procesaron en las fábricas que

están en las ciudades o cerca de ellas.

En Argentina se realizan muchas actividades económicas, se producen muchas cosas.

Lo más importante, en este momento, es la producción de lo que se llama las

“agroindustrias”. Las agroindustrias incluyen producciones primarias que se realizan en

las zonas rurales y después se procesan para obtener algunos derivados. El

procesamiento es una actividad económica secundaria. Tanto para la producción

primaria como para la secundaria es necesario que exista transporte, asesoramiento,

servicios, es decir lo que se llama actividades terciarias de la economía. Por ejemplo, en

la agroindustria del trigo hay personas que cultivan, cuidan y cosechan el cereal, otras

que lo transportan, otras que lo procesan para hacer harinas y otras que usan las harinas

para hacer pan, facturas, galletitas y muchos otros productos que los comerciantes

venden y nosotros consumimos.

¿Te animás a dar otro ejemplo?

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En las clases que siguen vas a estudiar por qué las agroindustrias son importantes y los

cambios que se están realizando en estas producciones.

La Feriagro Argentina 2004 En febrero de este año se realizó en un campo de la provincia de Buenos Aires una gran

exposición dedicada a la producción rural. Esta es una de las publicidades de la Feriagro

que apareció en el diario Clarín. Veamos qué dice

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¿Quiénes habrán vistado la Feriagro? Don Eusebio tiene un campito en los Valles Calchaquíes, en la provincia de Salta. Allí

siembra ajíes para vender, y un poco de maíz y algunas verduras para la familia. Tiene

una vaca y 15 gallinas.

Un día caluroso de fines de febrero fue a San Carlos, el pueblo cercano, para comprar

harina, yerba, aceite y otros encargos que le hizo Marisa, su señora. Cuando pasó por el

quiosco de diarios se paró a hojear uno y vio la publicidad de la Feriagro. En ese

momento le comentó a su viejo amigo, el diarero:

“Mirá vos esta exposición ... quién sabe qué cosas interesantes habrá allí...

Claro, esto es para los que tienen mucha tierra y mucho dinero para invertir. Seguro que

esta Feria no tiene nada que ver con lo que yo hago. Bah... qué estoy pensando... si ni

siquiera me puedo pagar el pasaje a Buenos Aires...”

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Alberto Gutiérrez es contador. Vive en Rosario, en la provioncia de Santa Fé. Con dos

socios más compraron hace 10 años un campo grande cerca del límite entre Santa Fé y

Códoba. Primero plantaron maíz, pero después cambiaron por soja. Les da mayor

ganacia. En su oficina, un día de diciembre de 2003 les está mandando un mail a sus

socios. El mail dice:

“Cacho y Gus: sigo pensando que tenemos que organizarnos para poder recorrer a fondo

la Feriagro. Seguramente habrá alguna nueva máquina y también consejos para producir

mejor en el campo. Con las ganacias que se vienen este año vamos a poder mejorar más

la producción, sería bueno aprovechar la oportunidad de informarnos. Yo estoy viendo de

tomarme esos tres días. ¿Cómo andan ustedes de tiempo?

Saludos. Nos vemos en el club el sábado y seguimos analizando este tema. Alberto”

La agroindustria sojera

De todas las agroindustrias argentinas, la de la soja es la más moderna y que más está

creciendo. Por eso la vamos a estudiar en profundidad.

Para conocer esta agroindustria la vamos a organizar en dos etapas: A) el cultivo y la

cosecha, y B) el procesamiento del grano, y la venta de la soja y sus subproductos. Ese

camino vas a seguir en las páginas siguientes.

A. La soja en el campo: La soja es uno de los cultivos más destacados en la Argentina de hoy por la superficie

que ocupa, la tecnología moderna que se utiliza y las importantes ganancias que obtienen

los productores. Para comenzar a entender un poco más de todo esto podés leer lo que

comenta Daniela.

Daniela habla de su campo en Bolívar

Daniela tiene veintiséis años y está lejos de parecerse a un gaucho como los de

las fiestas patrias. De lunes a viernes la encontrás trabajando en su negocio, una

ferretería en el barrio de Flores, en la Ciudad de Buenos Aires. Además estudia en la

Universidad para ser veterinaria.

¿Qué tiene que ver con la soja? Eso vamos a ver: Daniela tiene un campo en Bolivar, en

la provincia de Buenos Aires donde, entre otras actividades, se cultiva soja. Dice Daniela:

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El campo es de mi abuelo y tiene 220 hectáreas. Estuvo abandonado durante

años, hasta que en 1991 nosotros comenzamos a dedicarnos a criar ganado vacuno para

carne. Hacemos el ciclo completo, es decir que tenemos las vacas, las vacas tienen sus

terneros. Una vez que los terneros dejan de tomar leche, nosotros los engordamos hasta

que pesen 380 a 420 kilogramos. Entonces los vendemos al frigorífico. En ese momento

se los llevan en camión, casi siempre a Buenos Aires.

Empezamos con pocas vacas, diez o doce. Con el tiempo llegaron a ser unas

noventa y seis. Con los años arreglamos los alambrados y agregamos pasturas que

ayudan a tener más ganado en la misma superficie. Las pasturas son pastos especiales

que se siembran. Alimentan más y mejor a los animales que los pastos naturales,

entonces las vacas engordan más y más rápido.

Lo más complicado es que no podemos ir al campo a cada rato.Vamos una vez

cada quince días, y por eso solo podemos criar ganado. Tenemos un peón que lo cuida.

No podemos tener cerdos porque hay que estar todos los días. También los cultivos

requieren más cuidados: hay que contratar trabajos, ver cómo crecen, saber.... ¡es muy

importante saber que pasa con las plantas! Por ejemplo, si el trigo agarra hongos hay que

darse cuenta enseguida para fumigar. Sino es tarde y perdés plata, porque nadie compra

un grano con hongos... Entonces es más simple tener las vacas, que alguien cuide que no

pase nada, que tengan agua en los bebederos, porque las vacas toman mucho agua,

mucha de verdad.

¿Por qué hacemos soja? Hace dos años, un vecino de Bolivar que se llama Chichilo, nos

ofreció sembrar parte del campo con soja. El primer año no quisimos, porque todos nos

dijeron que la soja daña el suelo. El segundo año aceptamos.. ¡y resultó que alquilando

veinte hectáreas ganamos lo mismo que teniendo vacas en las otras 200...!!! Además

Chichilo hace todo el trabajo: prepara la tierra, siembra, fumiga y cosecha. Nosotros ni

tenemos que pensar en los problemas o en ir al campo. Chichilo nos entrega el 40% de lo

que gana con la venta de la soja. No tenés que ocuparte de nada, solo de poner la tierra y

de cobrar...Uno acepta el riesgo para la tierra, pero.... ¡ es importante para el bolsillo!.

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Chichilo nos cuenta algunos secretos de la soja

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¿Cómo es la soja?

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Planta y surcos de plantación de soja

Porotos de soja

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La soja: un cultivo que se expande...

Este tipo de gráfico se llama gráfico de tendencias. Permite analizar y comparar

rápidamente datos sobre distintos momentos, analizar el comportamiento de algo en el

tiempo. Por ejemplo aquí se puede ver el aumento de la cantidad de hectáreas

cosechadas con soja en los últimos años. Cuanto más verticales son las curvas más

rápido es el cambio. También nos permiten comparar con lo que sucede con el maíz y con

el trigo. Así podremos ver que mientras la soja aumenta los otros cultivos no tienen el

mismo comportamiento.

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El cultivo de la soja en la Argentina

La producción agropecuaria fue siempre muy importante para la economía del país. A lo

largo del tiempo se han destacado distintos productos: a fines del siglo XIX y principios del

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XX, el trigo y el lino; después se agregó el maíz y el girasol, y se dejó de producir tanto

lino. Hoy en día, el cultivo más extendido es el de la soja. En 1990 se cosecharon

4.800.000 hectáreas y en 2003 fueron 12.500.000 hectáreas. Muchos productores han

comenzado ha sembrar soja en sus tierras porque se vende muy bien y promete mejores

ganancias que otras actividades. Tanta ganancia promete que, en muchos lugares, hasta

se desactivaron tambos o se eliminaron montes frutales de muchos años para cultivar

soja.

¿Qué necesita la soja para crecer bien?

El cultivo necesita calor y humedad. Por eso se realiza en las zonas donde las

precipitaciones son suficientes y las temperaturas templadas a cálidas. Por ejemplo en el

sur del país las temperaturas son bajas y la soja no puede crecer. En otros lugares, como

parte de la provincia de San Luis o La Pampa, las precipitaciones no alcanzan para el

cultivo de la soja. Mediante el uso de tecnología se puede sembrar soja en zonas donde

el clima no lo permite. Por ejemplo, en algunas partes de Córdoba se utilizan equipos de

riego para que el agua alcance para las plantas.

La soja necesita también mucha tecnología. Por ejemplo: sembradoras especiales,

pulverizadoras para los plaguicidas y abonos, cosechadoras y semillas especiales. Toda

esta tecnología es muy cara, por eso no todos pueden comprarla.

¿Dónde se cultiva la soja en la Argentina?

Provincias productoras de soja en la campaña 2002/2003

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¿Quiénes cultivan soja?

Muchas personas que tienen campo pero no tienen la tecnología necesaria alquilan su

tierra para que otros la cultiven. Eso hace Daniela que alquila su tierra a Chichilo. A estos

productores que alquilan campos se les llama arrendatarios.

En otros casos los dueños del campo son los que realizan el cultivo.

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Algunos siembran pocas hectáreas, otros pueden sembrar miles. Unos siembran en

campos propios, otros siembran en campos que alquilan o arriendan. Hay quienes

producen soja desde hace años. En cambio otros cultivan soja recién ahora,

aprovechando los altos precios del momento.

¿Cómo se cultiva la soja?

En la siembra tradicional se realizan diferentes tareas. En primer lugar se pasa un arado,

arrastrado por el tractor, para que que la tierra quede sin terrones ni vegetación. Esto da

vuelta la tierra permitiendo que a continuación la sembradora haga su trabajo, colocando

las semillas.

En cambio, los productores más modernos, cultivan muchas hectáreas y usan sofisticados

paquetes tecnológicos o paquetes de siembra. Realizan “siembra directa”. ¿Qué es

la siembra directa? Primero se elimina la vegetación del campo mediante el uso de

herbicidas, es decir sustancias químicas que la destruyen. Se suelen aplicar desde

aviones o con modernas pulverizadoras. Las plantas muertas quedan en la superficie del

campo. Es lo que se llama “rastrojo”.

¿Por qué después crece la soja entre las plantas muertas? Porque las semillas de soja

fueron especialmente tratadas para resistir los herbicidas. Grandes empresas que están

en las ciudades investigan constantemente cómo producir mejor soja y venden a los

productores los conjuntos de herbicida-semilla-fertilizante-plaguicida necesarios para

desarrollar el cultivo. A estas combinaciones se llama “paquete de siembra” . Debido a

estos paquetes de siembra los productores no pueden utilizar el poroto que obtienen un

año como semilla al año siguiente. Año tras año deben comprarles a estas empresas.

Para Chichilo una tarea importante es decidir qué paquete de siembra va a comprar.

Cuando se realiza siembra directa o “labranza cero” no se remueve ni ara el suelo para

colocar las semillas. ¿Cómo? Se usan sembradoras especiales que “inyectan” las

semillas en el suelo junto con sus fertilizantes. Estas sembradoras son muy modernas.

Durante el tiempo en que la soja va creciendo pueden aparecer problemas, por ejemplo el

riesgo de alguna plaga. Entonces hay que fumigar las plantas, es decir, se agregan más

productos químicos al campo.

Por último la cosecha se realiza con cosechadoras mecánicas especiales.

Pero producir soja también trae problemas...

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“No todo lo que reluce es oro” diría alguna persona sabia... Los productores están muy

contentos con las ganancias que obtienen de la soja. Pero hay otras personas que no

están tan de acuerdo con que cada vez se plante más soja. Veamos qué dicen dos

especialistas consultados sobre el tema:

Eduardo es ingeniero agrónomo, es decir que ha estudiado para mejorar y modernizar la

producción agropecuaria.

“Por mi experiencia de años trabajando en el campo creo que el cultivo de la soja

presenta algunas ventajas ¡La más evidente es su precio! Nosotros administramos varios

campos en provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. De los cultivos que se

hicieron, la soja es el que deja mayor ganancia... Pero hay otras cosas buenas, no solo la

plata que deja la soja: se puede sembrar “en directa”, es decir sin arar el suelo. Eso es

muy importante, porque cuando pasa el arado y remueve la tierra, si llueve o si sopla

viento, arrastra parte del suelo. Un poco hoy, otro poco mañana... la tierra se puede

quedar sin nutrientes. Además, con la siembra directa se ahorra gas oil porque no hay

que hacer tantos trabajos con el tractor. Hay que poner mucho dinero para comprar la

sembradora directa, pero rápidamente se recupera con las ventajas de la producción”.

Marcelo es técnico agropecuario y trabaja ayudando a pequeños productores. Veamos

que nos dice:

“Para muchos la soja es un cultivo fantástico por la plata que deja y también dicen que

cuida el ambiente porque se puede cultivar con siembra directa. Para mí no. En el tiempo

que llevo trabajando con los pequeños productores, no ví tantas ventajas, incluso ví

muchos problemas... Por ejemplo: se olvidan que para la siembra directa se utilizan

muchos herbicidas y plaguicidas, lo que termina dañando el ambiente. A veces he visto

pájaros y peces muertos cerca de donde se usaron estos venenos. En un lugar de

Misiones, había una familia que cultivaba yerba mate. Cuando sus vecinos empezaron a

fumigar la soja se le arruinaron sus plantas de yerba…imagináte lo tristes que estaban…

Igual este no es el único problema que es responsabilidad de los productores. Acá cerca,

como la soja da tanta más ganancia que los otros cultivos, don Alfredo siembra

solamente soja, soja y soja. Todos los años ¡¡¡desde 1994!!!. Este año está preocupado

porque no crecen sus plantas, cada vez tiene que agregarles más fertilizante. Lo que pasa

es que si sembrás siempre lo mismo, el suelo se agota. Y cuando el suelo está sin comida

para las plantas, no crecen. Y si no crecen no hay cosecha… Entonces si era tan bueno

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ganar mucha plata ya no se gana plata….Hay que ver si la soja es mala o hay que saber

usarla”.

Algunos problemas con los monocultivos

Las plantas se alimentan de los nutrientes del suelo. Si todos los años, sin dejar

descansar la tierra, se realiza el mismo cultivo, éste toma siempre los mismos nutrientes

del suelo. Entonces, llega un momento en que no hay tiempo para que los nutrientes se

repongan, y empiezan a faltar.

En la agricultura moderna de la soja lo que se hace es un monocultivo: se siembra

siempre lo mismo. Los nutrientes se reponen con los fertilizantes, pero si se deja de poner

fertilizantes se nota que el suelo se empobreció. Cuando el suelo no tiene nutrientes las

plantas crecen débiles, es decir que no se desarrollan completamente y no dan tantos ni

tan buenos porotos. Se dice que “bajan los rendimientos”.

Como contaba Eduardo lo más importante que tiene la soja es que deja más ganancias

que otros cultivos, por eso se planta varias veces en el mismo campo. A los pocos años

en esos campos se necesita usar cada vez más o mejores fertilizantes para que

produzcan lo mismo que antes. Entonces aumentarán los costos del cultivo e irán

disminuyendo las ganancias.

¿Y que pasará si baja el precio de la soja y el productor quiere sembrar otra cosa?

Posiblemente se encuentre con que su suelo está muy dañado y va a tener que ver cómo

hace para mejorarlo.

Los problemas que trae el monocultivo se pueden evitar. Cada planta utiliza diferentes

nutrientes. Por eso, si no sembramos siempre lo mismo, el suelo tiene tiempo de

reponerse y entonces no se le agotan los nutrientes. ¿Cómo es esto? Por ejemplo: si un

año siembran soja y al año siguiente maíz y en el próximo trigo, o ponen animales a

pastar, cada uso del suelo le demanda diferentes alimentos y hay tiempo para que los

otros se vayan reponiendo. Esto se llama “rotación” y es una forma de producir tradicional

que, en el caso de la soja, se abandonó.

B. De la semilla al aceite y la harina: procesamiento y comercialización de la soja y sus derivados

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El ciclo de la producción

Como ya se vio, el cultivo comienza con el uso de herbicidas y fertilizantes para mejorar el

crecimiento de las plantas. Una vez que las plantas están maduras se realiza la cosecha

con cosechadoras muy modernas que cortan la planta y cargan la soja en camiones. Los

productores ya tienen, para ese momento, vendida la cosecha: a acopiadores locales, a

las empresas que exportan los porotos o a las fábricas que los procesan. Por eso, las

empresas de transporte, trasladan inmediatamente los granos a su destino.

Dibujo de tarro de herbicida

Bolsas de semilla

Tarros de fertilizante

Plantación de soja, zona llana

Dibujo de cosechadora levantando soja y depositando en camión directo

Camión descargando en silos con planta industrial de fondo

Fábrica de procesamiento de soja. Grande, río de fondo tipo Paraná. Silos.

Dibujo de aceite

Dibujo harinas

Dibujo pellets

Gran buque que parte cargado desde un río como el Paraná

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Las fábricas que procesan la producción se llaman “molturadoras”. Algunas están

ubicadas en Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos, pero las más importantes están en

Santa Fe, sobre el río Paraná. En tiempos de cosecha pueden verse enormes camiones

con acoplado cargados de soja circulando por las rutas que van hacia esta zona.

Parte de los camiones descargan la soja en los grandes silos de las molturadoras. En ese

momento, estas empresas acopian el grano para trabajar todo el año y obtener aceite,

harina y cascaritas con restos de harina que sirven para alimentar animales. Estas

fábricas también compran y procesan soja que llega desde otros países, como Paraguay

y Bolivia. Los cargamentos llegan por el río Paraná, en barcazas. También se almacenan

en los silos.

El procesamiento industrial del poroto consiste en extraerle el aceite que contiene.

Esto puede realizarse prensándolo o utilizando solventes. Sacado el aceite, quedan

las harinas y las cáscaras de los granos. Cuando se separan harinas y cáscaras se

obtienen otros dos subproductos muy importantes: por un lado, harina y por otro, las

cáscaras y restos de harina compactados en forma de pellets, es decir, bolitas, cubos,

o lo que se llama tortas. Las cáscaras no son un residuo sino otro subproducto. Se

usan en Europa para fabricar alimento balanceado para animales: cerdos y aves de

corral. También son muy valiosas.

Una vez procesada la soja se embarcan los aceites, pellets y harinas en buques que

los llevan a los compradores. El destino más habitual para aceite y harina es China,

para los pellets, es Europa.

Otra parte de los camiones lleva la soja a los puertos directamente, porque sale sin

procesar.

Practicamente dos tercios de la soja que se cosecha se procesa antes de exportarla. Esto es muy importante para la economía argentina porque significa que hay

fábricas que funcionan y más trabajo para la gente. Además hay que tener en cuenta

que, si se agrega más trabajo al grano de soja para obtener subproductos, también se le

agrega valor, y por eso aumenta el precio de lo que se vende. Es más barata una

tonelada de porotos que una tonelada de harina o de aceite. Si se venden productos más

elaborados se obtienen mejores ganancias.

La articulación entre la actividad primaria, secundaria y terciaria (transporte, créditos a los

productores, asesoramiento técnico, investigación para la producción de nuevas y

mejores semillas, comercialización) forman lo que se llama la ”agroindustria sojera” o el

“complejo soja”.

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La exportación de la soja y de sus subproductos

La mayor parte de la soja se exporta a países que se encuentran cruzando océanos. Por

ejemplo, para llevarla a Europa es necesario cruzar el océano Atlántico. Las bodegas de

los buques son tan grandes que permiten cargar mercaderías que ocupan mucho

volumen y tienen pesos enormes. Un buque como el que se ve en la foto permite trasladar

la carga de varios trenes y de cientos de camiones.

Para facilitar y abaratar el transporte de la soja y los productos derivados de ella, la

mayoría de las molturadoras (18 de las 30 que había en 1997) se ubican sobre la costa

del Río Paraná, en la Provincia de Santa Fe, dentro del “nucleo sojero”, la zona de mayor

producción y mayor rendimiento. Estar sobre el río y disponer de mucho dinero les

permite construir su propio puerto y acelerar la carga de los buques.

Destino de las exportaciones

La mayor parte de la soja se produce en la Argentina se utiliza en otros países. Los

pellets se usan en países de Europa, como España o Italia para hacer alimentos

balanceados para cerdos y aves. Los aceites son para consumo humano y se destinan s

destinan a países de Asia, como China o Tailandia.

El comercio exterior de la Argentina

<Composición de las exportaciones de Argentina Año 2003

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Fuente: INDEC CEP adaptado de diario Clarín, suplemento económico 03/04/04

El comercio exterior está compuesto por las ventas de empresas argentinas a empresas

de otros países o “exportación” y por las compras que, desde Argentina se hacen al resto

del mundo, llamadas en conjunto “importación”.

- Productos primarios: Son los que se obtienen de las actividades primarias y no se procesan o tienen un procesado mínimo (por ejemplo, selección de las manzanas que van en cada cajón). Los porotos de soja se incluyen en este rubro.

- MOA: quiere decir Manufacturas de Origen Agropecuario. Se llama así a los derivados de productos primarios que resultan de un primer procesamiento industrial. Por ejemplo la harina de trigo, la de soja, el aceite y los pellets.

- MOI: quiere decir Manufacturas de origen industrial. Son productos muy elaborados, como los tubos de acero, piezas de máquinas o de automóviles, etc. Combustibles y energía: fundamentalmente se refiere al petróleo y al gas.

La soja y sus subproductos representaron ¼ del valor de las exportaciones argentinas del año 2003. Ese valor es muy alto y muchos dicen que puede ser riesgoso

porque ¿qué pasaría si baja el precio de la soja? Sería un serio problema para los

productores, los exportadores y para todo el país.

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Cuando iniciamos el trabajo con este tema, dijimos que “La soja es uno de los cultivos

más destacados en la Argentina de hoy. Esto se debe a la superficie que ocupa, la

tecnología que se utiliza, a las importantes ganancias que obtienen los productores”.

Seguramente, ahora entendés mejor mejor esta idea

Cambios y permanencias en las agroindustrias tradicionales En las clases que siguen te vas a enterar sobre qué está pasando con la producción de

otras agroindustrias. La yerba mate, la vid, la caña de azúcar, el algodón, los frutales, la

cría de ovejas y cabras son producciones características de distintas zonas de la

Argentina, que pasan por distintas formas de procesamiento y que se realizan desde hace

mucho tiempo.

La producción de varias de estas agroindustrias se vendió casi siempre en el mercado interno, es decir, dentro de la Argentina. En este momento somos alrededor de

36.000.000 de posibles compradores.

Hoy en día, un mercado de 36.00.000 de compradores, muchos bastante pobres y que

por eso no pueden comprar muchas cosas, es un mercado muy chico para que los

vendedores obtengan ganancias importantes. Como vimos en el caso de la soja, los

productores pueden ganar mucho cuando venden en el mercado externo, porque hay

millones y millones de posibles compradores. Claro que para vender en el mercado

internacional hay que producir a buen precio y con muy buena calidad. Y la producción

de la yerba mate, del azúcar, de la lana, no suelen tener ni los mejores precios ni

excelentes calidades.

Por estas razones, y otras más, los productores que trabajan en estas agroindustrias

tuvieron que enfrentar problemas serios en los últimos años. Muchos de los más

pequeños se vieron obligados a abandonar la producción y se fueron a las ciudades.

Otros encontraron interesantes soluciones.

Como ejemplos de problemas y soluciones vas a estudiar los casos de la agroindustria

algodonera y la lanera. También vas a poder cómo un grupo de criadores de cabras están

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intentando usar la leche para hacer ricos quesos para vender. Ellos están organizando

una nueva agroindustria.

La agroindustria algodonera

El ciclo del algodón

El algodón se cultiva principalmente en las provincias de Chaco, Formosa y Santiago del

Estero desde hace muchos años. También hay campos de algodón en Santa Fe,

Catamarca, Códoba, Corrientes y otra provincias de clima cálido, porque el algodón

necesita temperaturas altas para crecer. Del procesamiento del algodón se obtienen

varios productos que usamos habitualmente, y otros que son poco conocidos

¿Se animan a escribir una lista de productos que usamos a diario que deriven del

algodón?

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El procesamiento del algodón tiene varios pasos.

- El primero de ellos consiste en separar las dos partes del capullo: la fibra y las

semillas. Esto se hace en unas fábricas llamadas “desmotadoras” que están

ubicadas en las mismas provincias en que se cultiva el algodón.

- Desde allí, las empresas de transporte llevan la fibra hacia “hilanderías” que están

en otros lugares: en Santa Fe, en Buenos Aires y también en Brasil. Las

hilanderías son fábricas que transforman las fibras en largos hilos. - Los hilos, según su calidad y su largo, se usan para hacer cuerdas, cordones,

trapos, telas delicadas. Las empresas que tejen los hilos se llaman “tejedurías” . - Con las telas se confecciona cantidad de prendas de vestir, sábanas, trapos de

piso, etc. Las hilanderías, las tejedurías y las fábricas o talleres que hacen ropa, trapos, etc. forman

lo que se llama la industria textil. Va esquema de la agroindustria en el cuadernillo color. Dejar espacio para pegarlo aquí

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Ficha 1: El camino del algodón comienza en algunas provincias del norte en los cultivos realizados por pequeños y grandes productores. Antes, cuando se vendía mucho, la mayor parte de los productores tenían campos muy chicos y no eran dueños de la tierra. Eran tierras sin dueño, y en ellas las familias que venían de otras provincias, se instalaron, construyeron su casa y comenzaron a plantar algodón. En los últimos años, cada vez hay menos cantidad de pequeños productores. Ficha 2: Los pequeños productores siguen cosechando el algodón a mano. En muchos casos no disponen de tecnología moderna porque no tiene dinero para comprarla. Algunos todavía trabajan la tierra usando un caballo que tira del arado. Ficha 3: Los grandes productores compraron nuevas cosechadoras mecánicas en los últimos 10 años. Ya no necesitan contratar “cosecheros” o “braceros” para cortar los capullos de algodón. Las máquinas reemplazaron el trabajo de las personas.

Dibujo de cosecha manual 2

Desmotadora, planta moderna. 5 Traslado

Dibujo de cosecha mecánica 3

Dibujo de acopiador. Hombre que se lleva el algodón 4

Dibujo de siembra y cultivo de algodón. Campo de algodón 1

Dibujo de fábrica de Hilanderia 7

Procesamiento de la semilla y producción de aceites13

Prendas de vestir10

Rollos de tela 11

Camion hacia ciudad 6

Textiles dibujo de costureras en taller 9

Tejeduria dibujo donde se ven rollos de tela 8

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Ficha 4: Los pequeños productores le venden a acopiadores, que pagan precios más bajos que las plantas industriales. Esto no ocurre con los grandes productores que tratan directamente con las desmotadoras. Ficha 5: Las desmotadoras son las fábricas donde se realiza la primera etapa del procesamiento del algodón y están cerca de los campos cultivados. Allí se separa la semilla, que pesa mucho, y se manda a las aceiterías de la zona. Por otra parte, queda la fibra , que se “enfarda” y se carga en otros camiones para llevarla a las hilanderías que están lejos. Ficha 6: Las empresas de transporte llevan los fardos de algodón que vendió la empresa desmotadora a la empresa hilandera. En casos, la desmotadora, la hilandería y la tejeduría pertenecen a una sola empresa. Los fardos se cubren para que no se vayan a mojar. El agua es un enemigo de la fibra de algodón, la estropea. Ficha 7: En las hilanderías, que son grandes fábricas ubicadas en ciudades de la Argentina como Rosario o el Gran Buenos Aires, o en ciudades de Brasil, se transforma la fibra de algodón en hilos. Este trabajo le agrega mucho valor a la fibra. Ficha 8: En la tejeduría se utilizan los hilos para realizar telas. En muchos casos las telas se hacen combinando los hilos de algodón con fibras sintéticas. Esta es la etapa en que más valor se agrega, porque participan diseñadores, tintorerías que tiñen las telas, se hace publicidad, etc. Cada vez más este trabajo está totalmente automatizado. Un solo técnico maneja catidad de telares desde una computadora. Ficha 9: Los empresarios textiles elaboran prendas de vestir, cortinas, toallas, sábanas, etc. utilizando las telas que compran a las tejedurías. Esta etapa de la industria textil da trabajo a muchas personas en nuestro país, porque no hubo grandes cambios tecnológicos en ella.

Ficha 11: Parte de la semilla de algodón se usa para hacer aceites que se utilizan en las industrias, no son de uso alimentario. Otra parte se destina a la siembra del año siguiente.

Una larga historia ...

La mayor parte de los argentinos usaron ropa hecha con algodón nacional, hilado tejido y

cosido en el país desde 1940 hasta hace casi 30 años. Lo que ocurría era que las telas y

las prendas importadas en ese entonces eran carísimas porque los importadores tenían

que pagar impuestos muy altos en la Aduana. Cuando el gobierno dictó leyes que

bajaron o quitaron esos impuestos, bajó el precio de los productos importados.

Y un serio problema ...

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Inmediatamente comenzaron a llegar a los puertos, entre muchas otras cosas, telas y

prendas de algodón, o de algodón mezclado con fibras sintéticas. Primero llegaron desde

Brasil, después, cuando se comenzó a usar más la ropa de fibras sintéticas puras o casi

puras, llegaron telas y ropa desde otros lugares. Por ejemplo, de Corea, de Taiwán y de

países lejanos que producen en enormes cantidades y por eso pueden vender muy

barato en el mercado mundial.

Los productores algodoneros y textiles tuvieron que enfrentar una gran crisis: no podían

competir con el precio de las telas y prendas importadas. Perdieron el mercado de su

producción, que era el mercado interno. No había demanda de sus productos.

¿Qué pasó entonces con los productores y la agroindustria algodonera?

Si no hay demanda, no vale la pena producir. No hay a quién venderle, se pierde plata. ¿Qué hacer si uno tiene un campo grande donde siempre cultivó algodón? ¿y si

tiene un campo pequeñito? ¿y si tiene una fábrica de telas?

Dos entrevistados van a comentar su experiencia. Nos contarán qué pasó en los últimos

años con el cultivo en Chaco y qué cambios hicieron en su campo.

Los entrevistados:

Ricardo vive en Buenos Aires y es

administrador de una empresa que está en

nuestra ciudad. La empresa realiza

diferentes actividades. Entre ellas, cultiva

algodón en un campo de 800 hectáreas que

tiene cerca de Presidencia Sáenz Peña, en

Chaco. Cuando se trata del cultivo de

algodón, esta superficie corresponde a un

campo grande.

Ramón tiene 46 años y cuatro hijos. Ocupa

un campo pequeño cerca de Tres Isletas,

en el Chaco. Allí siempre cultivó algodón.

Por la poca capacidad de producción que

tiene se dice que es un pequeño productor.

¿Cómo los afectó la crisis de la producción algodonera?

Ricardo: En estos últimos años se hizo Ramón : Hace tiempo que el algodón

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difícil producir algodón, porque se

importaron muchas telas y prendas de vestir

y aumentó el uso de las fibras sintéticas.

Como no había compradores para el

algodón el precio bajó y por dos años

perdimos plata. En la empresa pensamos

mucho qué hacer y decidimos algunos

cambios para que el algodón deje ganancia

y no pérdidas. ¿Qué decidimos?

Antes cultivábamos solo 180 hectáreas. Lo

primero que se hizo fue comenzar a

comprar los campos de los productores que

se iban a las ciudades porque ya no les

convenía cultivar. Así nuestro campo pasó a

tener 800 hectáreas y las cultivamos todas

con algodón. Segundo. invertimos en

comprar nueva tecnología.

Nosotros invertimos para producir más y

mejor. Si el algodón que producís es mejor,

te pagan más. Si tenés mayor cantidad para

vender, le vendés directamente a la

desmotadora y eso también ayuda para

obtener mejor precio.

comenzó a valer menos. Pero esto fue peor

desde principios de los años 90. Los

pequeños productores perdíamos plata

sembrando algodón. Muchos nos

encontramos sin saber que hacer….

algunos se fueron a trabajar como

empleados a los campos más grandes, pero

allí no hay lugar para todos. Otros ...

¡pobres! Tuvieron que abandonar su tierra y

se fueron a las ciudades, a buscar otros

trabajos.

En las chacras cada vez estábamos peor,

porque tenemos pocas hectáreas y

entonces no se puede hacer mucho. Vacas

solo podés alimentar seis o siete, y con eso

no se vive. Además vas a pedir un crédito y

como la mayoría no somos dueños de la

tierra no te dan nada. No veíamos salida ...

¿Y entonces qué pasó con el algodón?

Ricardo: Compramos sembradora de

directa, un nuevo fumigador y la vedette:

una cosechadora mecánica. ¡Un lujo!

Antes contratábamos a los cosecheros.

Ahora todo lo hace la máquina. La

cosechadora nos permitió bajar un tercio

los gastos de cosecha. Además

contratamos un ingeniero agrónomo que

Ramón: La verdad es que nosotros el

algodón lo hacíamos todo a pulmón…el

arado era a caballo y la siembra, la

limpieza de las plantas y la cosecha se

hacía a mano. Fumigábamos con una

mochila para fumigar, algo muy viejo.

Tenías que comprar abonos, funguicidas y

herbicidas y te cobraban un montón. No

26

nos asesora y eso nos hace producir mejor.

El decide qué semillas plantar porque son

mejores y también sabe cuándo hay que

fumigar, cuál es el producto más adecuado

para fumigar. Fueron años difíciles ¡son

máquinas caras! Había que pagar los

créditos, y como son varios socios en la

propiedad del campo no fue fácil que se

pusieran de acuerdo … Por suerte, las

hilanderías de Brasil comenzaron a comprar

algodón argentino. ¡Eso nos salvó!

daba para más.

Entonces nos pusimos de acuerdo con unos

vecinos para empezar a hacer otra cosa.

Discutimos y discutimos, porque siempre

habíamos sembrado algodón y no sabíamos

cómo hacer otro cultivo... Finalmente, con

ayuda de unos técnicos del INTA que nos

asesoraron y nos dieron semillas,

comenzamos a plantar verduras ¡Hicimos

una huerta orgánica!

Para eso no necesitamos comprar

máquinas: seguimos usando el caballo,

sembramos a mano y también cosechamos

a mano, toda la familia. Cuando arás la

tierra con animales, sus deposiciones

abonan el campo.

Ahora no fumigamos más, los abonos y el

control de plagas son naturales. Claro que

hay que trabajar en equipo, porque si tu

vecino fumiga con venenos contamina tus

verduras o mata todos los bichitos que

tienen. Y resulta que no todos los bichitos

son malos para la producción. Hay bichitos

que detienen plagas También hay flores,

como el copete, que detienen otras plagas.

Todos plantamos copetes en la huerta. De

esa forma se produce sin contaminar.

Encontramos varias ventajas: primero, que

el suelo no agota sus nutrientes como

pasaba cuando todos los años

sembrábamos algodón. Segundo, no se

contamina el agua ni el suelo. Tercero, las

verduras producidas de esta forma se

venden a buen precio, porque la gente

27

busca comida sana.

Lo más dificil fue organizar la feria en Tres

Isletas. ¡Lo hicimos entre todos!.

¿A quiénes le venden lo que producen?

Ricardo: Una ventaja que incorporamos al

aumentar las hectáreas sembradas es que

aumentamos la producción y por eso

pudimos vender a mejores precios. Gracias

a las semillas mejoradas que utilizamos

nuestro algodón es más apreciado y nos

pagan mejor. Además, como te decía, ahora

le vendemos directamente a la

desmotadora, ya no tratamos con el

acopiador de la zona.

También hay que tener en cuenta que los

últimos años ya no se importa tanta ropa ni

tantas telas y algunas fábricas empezaron a

producir de nuevo hilos, telas y prendas en

Argentina. En los años 90 las hilanderías y

tejedurías habían cerrado. En lugar de

producir, importaban y vendían todo

importado.

Parece que la industria textil comienza a

funcionar otra vez ¡Y esa es una muy buena

noticia! Nosotros estamos muy bien

posicionados para producir. Parece que

vienen tiempos de aumentar más las

ganacias.

Ramón: Cuando cultivaba algodón, yo le

vendía al bolichero. El bolichero es un

personaje que uno no recuerda con

cariño….te adelantaba harina, azúcar,

aceite, fideos, esas cosas y después le

dabas el algodón a él. Te descontaba lo que

le debías y te pagaba muy poco. Con lo que

te daba el bolichero no podías comprar los

pesticidas, ni herbicidas, ni abonos.

Siempre estabas endeudado.

Cuando decidimos hacer las huertas

orgánicas tuvimos que ver cómo vender la

verdura. Fue entonces cuando unos

técnicos del gobierno nos dieron la idea de

armar la feria en la ciudad. Se llama “Feria

Franca” porque la Municipalidad no nos

cobra impuestos. Vendemos directamente

nuestra producción a los consumidores: a

buen precio, sin sacarle nada a nadie.

Los fines de semana vamos todos los

productores a la feria: armamos los puestos

en una plazoleta, con permiso de a

Municipalidad. ¡Y vendemos todo lo que

llevamos! Tomates, acelga, zapallitos,

zapallo, pepinos, perejil... ¡Y ahora estamos

aprendiendo a hacer conservas!

La gente compra muy contenta, le gusta lo

que hacemos…..

28

A mi me cambió la vida, antes vivía al día,

ahora ya pagué el azúcar, la yerba y la

harina para todo el año, y todavía no

estamos en abril. Así vale tu trabajo.

¿Quiénes trabajan en el campo?

Ricardo: Desde que agrandamos la

producción e incorporamos tecnología

cambió mucho. Yo administro los gastos de

la empresa desde Buenos Aires. Me

comunico con el ingeniero agrónomo que

controla el campo y toma las decisiones

sobre el cultivo. En el campo vive el capataz

que dirige la gente que trabaja en la tierra.

No son muchos, depende de la época del

año.

Con este cambio hubo que despedir

empleados. Lo peor fue cuando llegaban los

cosecheros que siempre trabajaron con

nosotros y había que decirles que no se los

iba a tomar para el trabajo. El capataz de

ese momento sufría bastante porque vive

allí y a él le tocaba dar las malas noticias.

Muchas de las personas que se contrataban

eran conocidos o parientes de él...

Ramón: cuando plantaba algodón,

cosechábamos entre toda la familia y

algunos parientes más. Trabajábamos todo

el día al sol, porque al capullo de algodón

hay que sacarlo bien sequito. Los chicos

trabajaban a la par nuestra, era muy

agotador .

Con la verdura los trabajos se hacen a la

tarde o a la mañana temprano Ahora la

jornada es larga pero es más liviana. Por la

mañana hay que ver que las plantas que

están creciendo estén bien, cuidar que no

haya plagas. Hay que asegurarse que el

agua sea suficiente pero no demasiada. Se

deben realizar los cuidados a las plantas:

atar los tomates, mantener las raíces

siempre cubiertas de tierra. También hay

que cuidar los caballos, alimentarlos bien,

preparar las correas, etc. Los chicos

ayudan, pero no trabajan duro y parejo

como antes...

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Producción Orgánica: La agroecología o agricultura orgánica se basa en el

aprovechamiento de los procesos químicos naturales, por eso no requiere productos

artificiales. Con el uso de abonos y controles de plagas naturales se evita dañar el

ambiente.

La cría de ovejas y la agroindustria lanera

Las ovejas, o el ganado ovino, se crían en todas partes de la Argentina, pero

especialmente en las mesetas patagónicas. La zona de nuestro país que se conoce como

Patagonia está compuesta por las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut , Santa

Cruz y Tierra del Fuego. Los productores aprovecharon los pastos duros que crecen en

este clima árido para las ovejas, que no tienen grandes exigencias respecto de la

alimentación.

El ciclo de la lana

Va en el cuadernillo color. Dejar lugar para pegar aquí

Epígrafes:

1) Argentina es uno de los exportadores de lana en el mercado mundial. La cría de ovejas es una de las principales actividades económicas en la Patagonia.

Imágenes de cría de ganado ovino. (1)

Imágenes de la esquila de ovejas (2)

Fotografía de un camión con fardos de lana (3)

Lavadero en zona urbana del sur con el camión entrando. Suelen ser grandes galpones(4)

Barco cargando lana , destinada a la exportación (5)

Camiones viajando con lana (6)

Tejeduría industrial (7)

Prendas de vestir

Ovillos de lana y otros productos

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2) Una vez que se acerca el verano las ovejas tienen gran cantidad de lana entonces

se las esquila. Esquilarlas quiere decir cortarles la lana. Un grupos de esquiladores de los que recorren la Patagonia puede demorar varios días en una estancia ya que a veces son miles las ovejas que tienen que esquilar. Actualmente se utilizan esquiladoras mecánicas que aceleran el trabajo.

3) Luego de la esquila la lana se transporta en camiones hasta su destino. Si se la

vendió para exportar, puede llevarse directamente al puerto para que la carguen los barcos.

4) El primer eslabón industrial es el lavado. Aquí se le saca la suciedad y grasitud a

la lana. A continuación se la carda, que es parecido a peinarla. La lana cardada ya está preparada para elaborar los hilos de lana en las hilanderías. Los lavaderos se encuentran en ciudades del sur de nuestro país.

5) La exportación de lana se hace por barco desde los puertos de la Patagonia para

reducir los gastos de transporte por tierra. Recientemente algunos productores comenzaron a exportar su lana ya lavada, de esta forma le agregan valor y obtinen mejor precio.

6) La lana se traslada nuevamente con camiones hacia los centros urbanos, donde

las empresas procesan la lana. 7) Las empresas textiles que utilizan estas lanas suelen estar en grandes centros

urbanos, como Buenos Aires o Mar del Plata. Allí se elaboran productos como pulloveres, frazadas, alfombras. En los últimos tiempos estas fábricas comenzaron a producir un poco más.

Una larga historia ...

De las ovejas se obtiene carne y lana. Desde principios del 1900 la demanda de lana

desde algunos países de Europa, principalmente Inglaterra, alentó a los ganaderos a

criar ovejas. Durante muchos años fue una producción próspera.

Y un serio problema ...

Pero en los últimos años los productores de lana enfrentaron grandes problemas como la

difusión del uso de las fibras sintéticas y la mejor calidad y precio de la lana de Australia

en el mercado mundial. En el mercado interno, la lana de las ovejas patagónicas tampoco

tenía mucha demanda porque las prendas de lana importadas pagaban impuestos muy

bajos en la Aduana de nuestro país. Por eso en los comercios se vendían ropa de lana

importada. A estos problemas se agregó la erupción del volcán Hudson, que está en

Chile. La erupción de este volcán produjo una enorme cantidad de cenizas que cayeron

sobre los campos de la Patagonia, especialmente en Santa Cruz. En algunos lugares la

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capa de cenizas superó el metro de profundidad. Esto produjo la muerte de muchas

ovejas por la falta de alimento y por asfixia. Si en el pasado había grandes rebaños, en la

actualidad son más pequeños.

En estos momentos resulta caro importar, por eso se está poniendo otra vez en actividad

la industria textil nacional. Por otra parte, los productos argentinos resultan económicos en

el mercado mundial porque se pagan en dólares y el dólar vale mucho más que el peso

argentino.

La historia de un criador de ovejas

Para conocer un poco más sobre cómo se produce la lana hoy van a leer la historia de

Gervasio. Él trabajó como administrador en una estancia de la provincia de Santa Cruz.

Actualmente tiene 60 años, un campo propio y cría ovejas.

Aprovecharemos que Clara, su hija, nos prestó unas cartas que Gervasio le escribió en

estos años:

Estancia “Las Piedras”, Santa Cruz, 12/02/1988

Querida hijita Clara:

Espero que esté todo bien en tu visita a tu abuela y que puedas disfrutar de la

hermosa ciudad de La Plata.

Aquí estoy trabajando mucho con la administración de la estancia. Como sabés

son 18.000 hectáreas y casi 8.000 ovejas y las estamos esquilando para vender la lana.

Hay mucha actividad. Todos los peones trabajan y para ayudar contratamos esquiladores

en Perito Moreno. El patrón va a estar contento porque con los mayores cuidados que

tuvimos este año la lana tiene mejor calidad y se va a exportar. Va a tener buena

ganancia porque van a pagar un buen precio. ¡Parece que el esfuerzo valió la pena!

Cuidate mucho. Papá

Estancia “Las Piedras”, Santa Cruz, 23/11/1991

Querida Clara:

El año ya venía muy malo para nosotros y las cenizas del volcán nos dejaron con

menos de la mitad de las ovejas. Para las que siguen vivas hay poco pasto porque está

todo tapado de cenizas. Si estábamos mal, ahora estamos peor. Ayer nos enteramos que

los dueños vendieron el campo. A ellos no les preocupa porque se están dedicando a

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otros negocios y no vienen más que una vez al año por aquí. Pero yo trabajo acá hace

veinte años, voy a extrañar.

Una empresa extranjera compró la estancia. Tienen otros campos y producen lana

para exportar. En total son dueños de cerca de 80.000 hectáreas y usan tecnología más

moderna para producir.

Por los daños de la ceniza varios vecinos abandonaron los campos, porque se

quedaron sin ovejas para producir. Pablo y su esposa se fueron a trabajar a Río Gallegos

y también los de la estancia “El Corcovado”. Quedan unas pocas ovejas y no tienen que

comer.

Espero que tus estudios en La Plata anden bien. Saludos a la abuela. Te mando

un abrazo. Papá

Estancia “Las Piedras”, Santa Cruz, 23/06/1992

Querida Clarita:

Tengo buenas y malas noticias. La mala es que los nuevos dueños me despidieron

del trabajo. La buena es que me van a pagar una buena indemnización.

Con ese dinero voy a cumplir el sueño de mi vida: ¡voy a tener mi propio campo

para criar ovejas!. No va a ser tan grande como “Las Piedras” pero conozco bastante

cómo hacer para producir bien. Hablé con los dueños de “El Corcovado” y podré pagar

ese campo. Es pequeño y hará falta mucho trabajo. Son casi 2.000 hectáreas y unos

pocos animales de mala calidad. También sé que es un mal momento porque la lana que

no es de primera se paga muy poco.

En “Las Piedras” hicieron un acuerdo con la universidad para que los asesoren.

Están invirtiendo mucho en mejores galpones de esquila, bañaderos y mejores razas de

ovejas para que la lana que produce se pueda exportar a mejor precio. Incluso tienen

computadoras para mejorar su producción. Ellos pueden porque tienen plata, pero los

pequeños productores siguen con problemas por la falta de dinero y como su lana no es

de primera la tienen que vender a bajo precio en el mercado interno.

Ya estoy juntando todo para mudarme. Cuando vengas ya me vas a ver como

patrón en “El Corcovado”.

¿Conseguiste trabajo? Escribí y contanos. Papá

Estancia “El Corcovado”, Santa Cruz, 03/05/04

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Querida Clara:

¡Muy buenas noticias! Después de años de trabajo, colaborando entre todos

logramos vender la lana de las ovejas casi al mismo precio que la lana de Australia. Es el

resultado de mejorar la raza de las ovejas, cuidar de cerca la salud de los animales,

construir buenos galpones en el campo. Vamos a vender lana de primera calidad.

Claro que enfrentamos muchos problemas, vos lo sabés: para producir mejor hace

falta mucho dinero. Pero nos organizamos entre varios pequeños productores de la zona

y nos presentamos a pedir asesoramiento y crédito al Prolana, un proyecto de apoya a

productores como nosotros. Aprendimos mucho. Es un cambio grande en nuestras

esperanzas. Mejoramos la tecnología, por eso mejoramos la lana y entonces mejoramos

las ventas. ¡Nuestra lana vale más que antes! Si sigue así voy a contratar a alguien que

me ayude y te voy a visitar a La Plata. Tengo muchas ganas de ver a mi nieto.

Saludos a la familia. Papá

Feriagro 2004 La megamuestra del campo

El show de la agroidustria La feria fue una fiesta. La visitaron 175.000 personas en 4 días y se cerraron negocios por unos 100 millones de dólares

Los datos permiten dar cuenta del éxito y, al mismo tiempo, muestran la dinámica del

sector agroindustrial argentino y el interés que genera.

Casi 650 expositores participaron de la muestra de Baradero-San Pedro. Estos

expositores representan casi toda la oferta de productos y servicios para el campo. En

Feriagro, mostraron toda la tecnología que se aplica a cada paso del proceso productivo,

desde la investigación en semillas que todavía no salieron al mercado, hasta la que

utilizan los exportadores para vender la cosecha en los mercados internacionales.

Y por supuesto pasando por todas las maquinarias y productos industriales, como los

fertilizantes que se usan para la soja, el trigo, el maíz o el girasol y permiten llegar a la

cosecha de granos que este año será de cerca de 70 millones de toneladas, casi el doble

que la de hace 10 años.

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La explicación de este salto viene de la tecnología que se utiliza y que se mostró en

Feriagro en todo su esplendor.

Entre las maquinarias, las estrellas fueron sin duda, las que se utilizan para el cultivo y

cosecha de la soja. La gente se ponía en primera fila para ver pasar a las máquinas. Las

tribunas no daban abasto.

Las demostraciones de fertilización y pulverización (terrestre y aérea) generaron también

el entusiasmo del público, junto con las sembradoras en directa.

El sector ganadero fue un imán para los amantes del sector y, además, para los más

chicos, atraídos por terneros, vacas y ganado lechero, entre otros.

Quienes no faltaron fueron los políticos. La muestra fue una verdadera vidriera. Muchos

fueron a hacer negocios y muchos otros fueron a conocer un poco más sobre la

importancia del sector agroindustrial, que ya genera más de la mitad del valor de las

exportaciones de la Argentina.