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Las 13 rosas (2007): el cine comoreconstructor de memoriaIgor Barrenetxea Marañón aa Universidad del País VascoPublished online: 27 Nov 2012.

To cite this article: Igor Barrenetxea Marañón (2012) Las 13 rosas (2007): el cine comoreconstructor de memoria, Bulletin of Spanish Studies: Hispanic Studies and Researches on Spain,Portugal and Latin America, 89:7-8, 9-21, DOI: 10.1080/14753820.2012.731553

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Las 13 rosas (2007):el cine como reconstructor

de memoria

IGOR BARRENETXEA MARANON

Universidad del Paıs Vasco

Cualquier esfuerzo por mantener viva lamemoria deberıa ser mas digno de elogio quede crıtica.1

El cine permite el regreso de la Historia de una manera inmediata. No esque la Historia no exista sin el cine, pero el cine permite reconstruir lamemoria haciendola presente, acercandola y emocionandonos con ella. Lamemoria brota de la experiencia o la vivencia, y el modo en el que esta senos trasmite, sea vıa oral, literaria o visual, nos permite, ası, ‘forjar unanueva relacion con el pasado’.2 Pero esa relacion tiene mucho quever con el presente porque cobra ahı parte de su nuevo significado.Solo de esta forma podemos entender unos acontecimientos que vinierona senalarse con el impulso de la Ley de la Recuperacion de laMemoria Historica (octubre 2007) propugnada por el Gobierno socialista,en Espana.

El filme Las 13 rosas, aquı estudiado, representa este interes social, porevocar no solo el drama de trece mujeres, en su mayorıa menores deedad, asesinadas por el regimen de Franco, sino por el simbolismo queencarnan al denunciar unos acontecimientos que conforman una de laspaginas mas oscuras de la historia espanola: la polıtica represiva de losvencedores.

Los hechos relativos a las trece Rosas, por su valor de inocencia eindefension, han atraıdo la atencion de novelistas, periodistas, poetas ydirectores de documentales.3 El cine se convierte en un baluarte de estamemoria heredada, por lo que los historiadores debemos evaluar sus

1 Alberto Reig Tapia, La cruzada de 1936 (Madrid: Alianza, 2006), 338.2 Robert A. Rosenstone, El pasado en imagenes (Barcelona: Ariel Historia, 1997), 20.3 Virginia Guarinos, ‘Ramos de rosas rojas’, Quaderns de Cine, 3 (2008), 91�104.

ISSN 1475-3820 print/ISSN 1478-3428 online/12/07�08/000009-13# 2012 Bulletin of Spanish Studieshttp://dx.doi.org/10.1080/14753820.2012.731553

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significados.4 La imagen impulsa un imaginario5 en el que debemos saberestablecer los marcos que nos permitan abordar el modo en el que el cine nosacerca a esa memoria que, como sintetiza Reig Tapia, ‘es una reafirmaciondemocratica del pueblo espanol y asentamiento de su cultura polıtica’.6

Analisis de sus elementos7

El fin de la II Republica

El filme arranca en los ultimos momentos de la guerra. La II Republica estapronta a claudicar. Vemos como las tropas se retiran de forma desordenada y,con el rostro cabizbajo, les acompana una amplia columna de refugiadosciviles. Carmen y Virtudes, dos de las jovenes protagonistas, arengan a lapoblacion a que resista, aludiendo a la proximidad de una guerra europea.Pero es en vano, una vecina expresa que esta cansada de tanto sufrimiento.La aparicion de la columna en retirada y el simbolico gesto de varios soldadosdesprendiendose de sus armas es harto elocuente. Es el fin de la guerra. Elidealismo y el entusiasmo de Virtudes o Carmen no pueden evitar el colapso,con lo que, resignadas, han de regresar a Madrid.

En estas primeras imagenes se sintetiza con sutileza el contexto historicoen el que nos encontramos. No se determina el pensamiento polıtico deCarmen y Virtudes, dos de las Rosas, aunque forman parte de las JuventudesSocialistas Unificadas (JSU), para que no haya una confusion a la hora dejuzgar sus personajes. Sin embargo, establece el marco historico y la aunultima creencia de que la tension europea, que derivara en la guerra a nivelmundial, salvarıa a la Republica. La negativa de Franco a un compromisode paz que no fuera la rendicion incondicional vino marcada por lapromulgacion de la Ley de Responsabilidades Polıticas del 9 de febrero de1939, que supuso que aquellos que hubiesen militado en partidos o sindicatosrepublicanos antes de la guerra habıan cometido un delito.

En este sentido, se anunciaba una profunda depuracion de la sociedad yuna represion cuyo unico cometido era limpiar la Nueva Espana de loselementos discordantes, ajenos al conservadurismo fascista del franquismo.

4 Magı Crusells, La Guerra Civil espanola: cine y propaganda (Barcelona: ArielHistoria, 2000); Catalogo general del cine de la Guerra Civil, ed. Alfonso del Amo (Madrid:Ediciones Catedra, 1996).

5 Santiago de Pablo, ‘Memoria e imagen de la Guerra Civil en el cine espanol de lademocracia’, Cuadernos Canela, 16 (2004), 33�43 (p. 35).

6 Reig Tapia, La cruzada de 1936, 20.7 Ficha tecnica: Las 13 Rosas. 2007. Paıs: Espana. Direccion: Emilio Martınez-Lazaro.

Guion: Pedro Costa Muste, Ignacio Martınez de Pison, Emilio Martınez-Lazaro. Direccionartıstica: Eduardo Hidalgo. Fotografıa: Jose Luıs Alcaine. Montaje: Fernando Pardo. Musica:Roque Banos. Productor: Enrique Cerezo, Pedro Costa Muste. Vestuario: Lena Mossum.Reparto: Gabriella Pession, Nadia de Santiago, Pilar Lopez de Ayala, Enrico Lo Verso,Veronica Sanchez, Asier Etxeandia, Marta Etura, Goya Toledo, Fran Perea.

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No habrıa perdon. De ahı esa llamada a la resistencia a ultranza, con el fin deque coincidiese con el inicio de una guerra europea.8

El filme dispone, en esta escena, de ingredientes verıdicos con otros deficcion. Las verdaderas Carmen y Virtudes se dedicaron a exhortar a laabatida poblacion en la retaguardia.9 Toda esta recrea como pudieron seresos ultimos dıas de la guerra, la gente huyendo desesperada, lainsolidaridad. En un momento dado una vecina alerta de que han visto alos moros, lo que causa la conmocion al llevar implıcito un mensaje de terrorentre la indefensa poblacion civil. Son los instantes que perfilan el final perono el cierre de la historia de la guerra, sino sus consecuencias para losvencidos. Ası, en el momento en el que Virtudes pregunta a un militar de lacolumna en retirada si las puede llevar en la parte trasera de su camion, yCarmen se niega a seguirla, se aprecia la angustia en las palabras deVirtudes: ‘¿Que quieres? ¿Que nos maten a todos?’ Los hechos demostraranque ‘no hay indulgencia para el vencido’.10

Aparte de estos miedos, se refleja otro lastre: el hambre y lasincertidumbres sociales. En ese contexto, aparecen en el filme Julia yAdelina. Ambas se encargan de atender, en el Cırculo Aıda Lafuente(organizacion ligada a las JSU), a varios ninos y ninas a los que dan decomer. Teo, un miliciano, pasa a advertirles de que la derrota es inminente.Aunque se pone el acento con un punto de humor cuando uno de los ninos sequeja porque van a comer caldo otra vez, y Adelina le responde con ironıa quetiene entendido que es su plato predilecto, eso no evita considerar lasmiserias de la guerra.

Momentos despues, una alarma aerea les lleva a salir a todos corriendopara refugiarse. El bombardeo de pan que sufren para desmoralizarlos,hecho verıdico, expresa las condiciones de hambre y penuria existentes en elMadrid sitiado.11 Aunque Adelina les advierte que en la radio han anunciadoque el pan esta envenenado, ni Julia ni los ninos le hacen caso. Hace tantotiempo que no comen pan que hasta la propia Adelina se siente impulsada acomer sin reparos. La incapacidad de continuar con la guerra, como bien seexpresa en estas escenas, deriva en prepararse para la paz de las tropas deFranco. Esa noche, reunidos en el Cafe Europeo de Madrid, Julia, Teo yAdelina orquestan la preparacion de la vida clandestina tras la derrota.Aunque en el filme ellos parecen los unicos artıfices de proseguir con la

8 Republica y guerra en Espana (1931�1939), coord. Santos Julia (Madrid: Espasa-Calpe, 2006), 282�87; Javier Cervera, Madrid en guerra. La ciudad clandestina 1936�1939(Madrid: Alianza, 1998), 119�28.

9 Carlos Fonseca, Trece rosas rojas (Madrid: Temas de Hoy, 2008), 27�29.10 Paloma Aguilar, Memoria y olvido de la Guerra Civil espanola (Madrid: Alianza,

1996), 83.11 Michael Seidman, A ras de suelo (Madrid: Alianza, 2003), 336; Pedro Montoliu,

Madrid en la Guerra Civil, 2 vols (Madrid: Sılex, 1998), I, 314.

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resistencia para defender sus ideales, debemos considerarlo como unasinecdoque de la demas gente que opto por el paso a la clandestinidad.12

En esta misma secuencia, se nos presentan varios personajes comoBlanca, la esposa de Ricardo, musico, y su hijo Quique; ası como JuanCepeda, un militante comunista amigo de la familia. El impacto de un obusrasga ese instante de paz irreal. Son los ultimos estertores de la contienda(encarnada en ese marco en el que las cuatro mujeres se conocen bajo unamesa). Y en la que, dramaticamente, Julia expresa un funesto presagio: ‘Meparece que estas van a ser las ultimas. Ojala no tengamos que echarlas demenos’. Las palabras y estos gestos de pesadumbre significan una derrota nosolo militar sino moral, la quiebra de unos ideales que habıan permitido laliberacion de la mujer y que el filme deja trasmitir tan bien.13

El Nuevo Orden en Espana

Uno de los elementos comunes en el cine reside en la presencia de la figurainfantil. La infancia entrana inocencia pero, a su vez, esa misma inocenciaentrana influencia positiva y negativa y no cabe duda de que se intenta, conello, convertirla en una reflexion etica: las guerras hacen estragos en losindefensos ninos. En este caso, Simon y Quique son dos primos que juegancon un obus, que bien podıa haberles explotado y acabado con sus vidas. Seven influidos por los gestos de los mayores, alzando el brazo en el saludofascista, sin saber lo que eso significa; y al final del filme, cuando imitan loque ven, recreando como un juego un fusilamiento. Esta es la educacionemocional que lastrara sus vidas, y que el cine se encarga de sintetizar enimagenes tan clarificadoras.

El retorno de Carmen y Virtudes a la capital madrilena marca el cambiode regimen. Vemos imagenes de varios grupos alegres, monjas que paseansubidas en la parte trasera de un camion alzando el brazo, mujeres de laSeccion Femenina y muchas personas expectantes y alborozadas. Aun seobservan los ecos de un Madrid en guerra, paneles de madera quesalvaguardan los cristales de los edificios, la Cibeles a la que estanretirando los sacos terreros y los restos de blocaos en las calles. No hayduda de que todos los que han vivido en el Madrid clandestino ysimpatizantes del bando nacional salen a la calle radiantes, sabedoresde que han ganado.14 Carmen y Virtudes desembocan en una plaza.Aparece un coche con varios falangistas que descienden de el armadosy con aire chulesco. La gente, por miedo, alza el brazo y grita ‘¡ArribaEspana!’. Uno de los falangistas observa a un anciano que no ha tenido la

12 Fonseca, Trece rosas rojas, 48.13 Giuliana Di Febo. ‘La cancelacion de la II Republica durante el franquismo’, en

Memoria de la Segunda Republica. Mito y realidad, ed. Angeles Egido (Madrid: BibliotecaNueva, 2006), 117�34 (p. 124).

14 Fonseca, Trece rosas rojas, 36; Montoliu, Madrid en la Guerra Civil, 347.

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premura de levantar el brazo por lo que es golpeado: de la alegrıa de lossimpatizantes del regimen franquista a la humillacion y la brutalidad conquienes no lo son. La secuencia esta compuesta con sutileza y matices.Ası lo indica Reig Tapia: ‘La mera ignorancia de los nuevos signos de lostiempos, las liturgias o los himnos de los vencedores provocaba violentasrespuestas.15 Los rituales del Nuevo Estado se imponen y se convierten enparte de una estenografıa concreta, propiamente en obligaciones del buenespanol frente a todos aquellos que no lo han sido por haber sido fieles a laRepublica vencida.

Paralelamente a la brutalidad ejercida desde los primeros instantespor la Falange, se nos revela la importancia del personaje de Blanca. Aunqueen el filme se la caracteriza como una mujer catolica y de derechas, sabemosque verıdicamente se afilio a la UGT.16 Ayudada por Quique, su hijo,vuelve a colocar las imagenes religiosas que ha escondido en un armario,debido a la polıtica anticlerical de la II Republica.17 Sin embargo, eso no esobice para no solidarizarse con Juan, al que les une una profunda amistad.Una parte del dinero que han escondido se la reservan para que pueda huir.Estos rasgos son relevantes porque establecen que es la actitud de laspersonas la que determina su justo o injusto proceder, independientementede sus ideas polıticas. En una epoca en la que la sociedad se vio arrastrada alos extremos, Blanca encarna la tolerancia y un mensaje conciliador,que el filme utiliza de forma adecuada para recomponer unos valoresreflexivos. Pero la realidad es diferente. No hay tolerancia ni respeto,solo discriminacion y rencor, algo que se concretara en las dos escenassiguientes.

En la primera de ellas, es cuando Jacinto, el padre de Adelina, comunica asus tropas en la plaza de armas del cuartel que han dejado de ser guardias yen la segunda, cuando Julia se ve increpada por un viajero de tranvıa de ser‘roja’. En el caso de Jacinto se expresa la distincion tan clara y profunda quese dio en la sociedad espanola entre quienes fueron afectos al regimen y losque no. Jacinto, que permanecio fiel a su deber en el juramento que habıahecho al legıtimo gobierno republicano, es excluido de esta sociedad.18

Volviendo a la segunda escena, vemos a Julia de uniforme, es cobradorade tranvıas. Cuando le dice a un viajero que no puede darle el cambio delpago del billete en dinero sino en cupones, este le increpa, al igual que otramujer, por ser una roja y anadiendo que se vaya a Rusia. La intervencion dePerico, un pillo que se disfraza de carlista, la salva, lo que revela la

15 Reig Tapia, La cruzada de 1936, 161.16 Fonseca, Trece rosas rojas, 126.17 Sandie Holguın, Republica de ciudadanos (Barcelona: Crıtica, 2003), 206.18 Javier Tusell, ‘La evolucion polıtica en la zona de Franco’, en La Guerra Civil. Una

nueva vision del conflicto que dividio Espana, ed. Javier Tusell y Stanley Payne (Madrid:Temas de Hoy, 1996), 423�83 (p. 471).

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importancia que cobraba el uniforme y la situacion de haber militado en unbando u otro del conflicto.19

Dureza contra el vencido, humillacion, desprecio, superioridad moral,exclusion social, depuraciones y, finalmente, persecucion. Estas son lasclaves de la Nueva Espana. Este ultimo punto se marca cuando Manuela, lacunada de Juan, y su suegra estan escuchando la radio: ‘Espanoles, alerta, notodos los enemigos de Espana han conseguido escapar. La obligacion de cadaespanol es la de denunciar donde se esconden’. Las dos mujeres se miran. Lasuegra de Manuela afirma que Juan ha de irse. Le desprecia por sercomunista y por lo que puede significar para ellas. La misma lectura delEstado franquista es la de no conciliar a los espanoles sino perseguir a todosaquellos que han militado en el bando republicano. Y para ello no hay comoespetar una propaganda que vea en estos un peligro latente. Poco despues, enel filme, Blanca ira al piso de Juan con el fin de llevarle el dinero parafacilitar su huida. La suegra la recibe con frialdad negando que Juan este enel piso con ellas, si bien, este sale y recibe el aporte de Blanca conreconocimiento. Pero la actitud de la suegra es de desprecio y miedo, yJuan opta por irse en ese instante. Ası que aquella le dice: ‘¡Vete con tusamigos bolcheviques!’

Es un ‘tiempo de odios personales, de denuncias y de silencio’.20 CuandoJuan se despide de Blanca y le da las gracias por la ayuda que le ha prestado,le dice: ‘Si toda la gente de derechas fuera como tu’. Es una frase que pudierabien entenderse en el contexto conciliador en el que se enmarca el filme.Alude, ası, a la posibilidad de haber actuado de otra manera, y de ahı laimportancia que adquiere el personaje de Blanca..

Resistencia, coaccion y delacion

La victoria del franquismo supuso que cualquiera podıa ser acusado desimpatıas republicanas.21 La represion no hizo que quienes habıan perdido laguerra dejasen de sentir sus ideales. Esto es lo que sucede con las jovenes quese integraron en las JSU, entre ellas Virtudes y Carmen, que se reunen en elparque de El Retiro. Las dos llevan un lazo identificativo en las solapas desus chaquetas que las distingue como comunistas clandestinas. Virtudesempuja un coche de nino, lo que nos indica que se ha convertido en ninera dealguna familia del regimen.

En la siguiente secuencia vemos a Perico, con uniforme carlista,aguardando a Julia que en ese momento acaba su turno en el tranvıa. Ella

19 Fernando Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas. La prision de Ventas: de laRepublica al franquismo 1931�1941 (Madrid: Marcial Pons, 2003), 242.

20 Julian Casanova. ‘La paz de Franco’, en VV. AA., Morir, matar, sobrevivir (Barcelona:Crıtica, 2002), 3�50 (p. 29).

21 Santiago Vega Sombrıa, ‘La vida en las prisiones de Franco’, en VV. AA., Unainmensa prision (Barcelona: Crıtica, 2003), 177�98 (p. 178).

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todavıa no sabe que Perico es un pıcaro nacido de ese contexto y que no es unverdadero combatiente. Sin embargo, eso nos permite, en su paseo hacia lossuburbios de Madrid, observar la escenografıa de la victoria franquista. En laradio se escuchara el aviso de que la capital se pondra de gala para festejar lavictoria. Y se nos muestran algunos planos donde aparece la tribunaprincipal en la que Franco presidira el desfile, donde se lee ‘Una, grande ylibre’.

Todo esto nos codifica la representacion que hizo el franquismo, no de lapaz, sino de la victoria y lo que ello comportara en el desenlace del filme.22 Elfilme fortalece esa memoria recordatoria del regimen que no trajo la justiciani el orden, sino el comportamiento de quien habıa ganado una contiendacontra los que suponıa eran enemigos de la patria que no merecıan ni perdonni clemencia. La denuncia y el miedo se perfilan tambien en las propiasmanifestaciones sociales. Eso se comprobara en la siguiente escena.

Una manana, Teo aparece en el rellano de la puerta de un inmueble.Llama al timbre y se encuentra de cara con un militar. En el rostro de Teo seve la sorpresa y en el del militar la desconfianza. Teo se excusa aduciendoque se ha equivocado. Sube al piso de arriba y llama al timbre. Le abre unasenora mayor, una vecina, que le advierte que han detenido a sus padres trasuna denuncia y, angustiada, le espeta que el inmueble esta lleno de militaresque han venido para el desfile. El miedo se apodera de ella, se escuchan vocesun piso mas abajo, y le avisa de que si vuelve, ella misma le denunciara. Enese instante, el militar ha reunido a algunos hombres y se encamina en posde Teo que se ve forzado a huir escaleras arriba hacia la azotea donde secruza con una mujer que se halla colgando la ropa. Se lleva el dedo a loslabios, indicandole que guarde silencio pero la mujer, muerta de miedo,indica con la mano, al paso de los militares perseguidores, por dondeha huido. Hemos de entender que la propaganda del regimen se enfoco enhacer de las denuncias un deber patriotico o ya se hacıa por temor a lasrepresalias.23

Tras su infructuosa huıda, Teo es conducido a dependencias policiales.Ahı conoceremos el otro rostro del regimen, la tortura. Arrastrado hasta loque es la sala de interrogatorios, una antigua cocina, aparece Gaspar, unantiguo boxeador que se encarga de las palizas. Y aquı se presenta el capitanFontenla, un personaje verıdico, que saluda a Teo al que conoce, a la par queGaspar le lanza un fuerte derechazo. Aunque en el filme se delega en elpersonaje de Teo la responsabilidad de la denuncia de las JSU (como el, hubomuchos infiltrados que facilitaron el trabajo policial), fueron varias personaslas que permitieron la desarticulacion de su red en Madrid. Obviamente, elfilme opera en los terminos narrativos metaforicos que le son propios;no obstante, se recrean las causas que condujeron a las detenciones de las

22 Aguilar, Memoria y olvido, 112�15.23 Reig Tapia, La cruzada de 1936, 165.

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13 Rosas, ası como de los miembros masculinos de la organizacion comunistaclandestina. Aunque la historia se fija, ante todo, en el papel de las mujeres,por su simbolismo, los hombres tambien tuvieron un notable peso en laorganizacion.

Teo adopta el perfil del traidor, retornara a la pension la Cubana, dondese esconden los miembros de las JSU. Se reunen en una habitacion Damian,Satur y Valentın (novio de Virtudes). Damian y Satur abogan por la accionviolenta, apoyados por Teo; Valentın, en cambio, propone una accionsubversiva de propaganda. Disponen de una multicopista que estaimprimiendo unos panfletos en los que se puede leer: ‘Menos Franco y maspan blanco’.24 Violencia o actos pacıficos de protesta, el debate se establece enesta escena pero, en realidad, el regimen no hara distincion entre estasformas de manifestarse.25 La represion sera general.

En ese rostro humano de las consecuencias de la guerra para las mujeres,elemento ventral del filme, se nos muestra la actitud de Trinidad, hermanade Julia, que vive la angustia de tener a su marido en un campo deconcentracion. En una epoca en la que el papel de la mujer estabasubordinado al hombre, el estigma social de tener a su marido preso aunera mas gravoso para ellas (en peor situacion estaban las viudas) que eranexcluidas socialmente, sin recursos y con ninos a los que alimentar. Lahumillacion, por un lado, se enfrentaba al desprecio que influıa en la actitudde amigos y vecinos que no querıan verse inculpados por mostrar simpatıa osolidaridad.26 Y se refuerza esta idea del peligro que tiene, incluso, deesconder vieja propaganda republicana cuando Julia se ve forzada a quemarla que esconde bajo su cama. El bando franquista exigıa la entrega de estetipo de material como si fuese un grave delito.27

La aparicion de Perico, esta vez con uniforme de capitan franquista,altera a las mujeres, que expresan ese miedo permanente en relacion a lapropaganda y su situacion de indefension, hasta que Julia le reconoce. Les hatraıdo comida en conserva y huevos frescos, autenticos lujos. En unaconfesion le dira Perico a Julia: ‘En estos tiempos sin uniforme no eresnadie’. Sintetiza la verdadera faz de la inmediata posguerra. Es una victoriamilitar y, por lo tanto, los militares son los guardianes de los valores de estaEspana; distando de los principios civiles que se establecen en una sociedaddemocratica.

La espiral de represion dara comienzo cuando Manuela y su suegradelatan a Juan ante el capitan Fontenla. Y mencionan a Blanca quien le dabemucho dinero. En este ambiente conspiratorio, el capitan se imagina queestan orquestando un atentado contra el Caudillo. Todo ello refleja como la

24 Fonseca, Trece rosas rojas, 141.25 Casanova. ‘La paz de Franco’, 8.26 Angela Cenarro, ‘La institucionalizacion del universo penitenciario franquista’, en

Una inmensa prision, 135�45; Fonseca, Trece rosas rojas, 134.27 Fonseca, Trece rosas rojas, 107.

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mera denuncia era la constancia de un delito, aunque no se presentaran,como es el caso, pruebas que lo confirmaran.28 Finalmente, las mujeres yhombres de las JSU quieren dar su golpe de efecto y lanzan octavillas dedenuncia junto a la larga cola del Auxilio social, por lo que son arrestadosgracias a la colaboracion de Teo.29

Tras los arrestos, Julia es llevada a dependencias policiales. En ellasFontenla, con metodos expeditivos, intenta forzarla a confesar quienes sonsus companeras. Para ello no duda en humillarla, le manda desnudarse yordena a Gaspar que la golpee. Los metodos que utiliza son rudimentariospero hemos de anadir que se fueron refinando, con el fin de que no muriera elprisionero antes de revelar ‘informacion util’.30 La misma suerte correraVirtudes, a la que veremos con toda la espalda ensangrentada. A AdelinaFontenla le propondra que, si se acuesta con el, saldra airosa de este maltrago. La dureza de los interrogatorios es tal que Adelina ve con sus ojos comoJuan Cepeda se suicida cortandose la garganta con los cristales de unabombilla.

A veces, se las violaba sin mas, otras los presos se suicidaban, como es elcaso, porque ya no podıan soportar mas la tortura ni el dolor que se lesinfligıa.31 El trato a la familia, incluso, era vejatorio. Se iba con laincertidumbre de no saber si durante una visita tambien serıan arrestados,como sucede con Dolores y Trinidad, madre e hija, cuando van a visitar aJulia. ‘Incluso por el mero hecho de preocuparse por la situacion de losreclusos podıa caer sobre cualquier persona el peso del Nuevo Estado’.32 Sinduda, las escenas sintetizan bien esta radiografıa de la sociedad de laposguerra y la falta de escrupulos del regimen.

La carcel de las Ventas

Finalmente, Blanca y Julia son trasladadas a la prision de las Ventas. En laentrada las reciben varias funcionarias, con el rostro serio y aspecto sobrio, yun par de soldados. El recibimiento no puede ser mas frıo, como si hubiesencometido el peor de los crımenes. Tras la denuncia contra Juan, Blanca esacusada de ser complice; si bien el trato a las reclusas es el mismo, pordesconfiar de ellas. La orden posterior de que se desnude y la aprension deBlanca a que otra mujer le registre, para deleite de las carceleras, muestraese placer cruel que se refleja en sus rostros. Pero mas alla de esta semblanzaarquetıpica, el filme revelara la evolucion de estos personajes. Carmen

28 Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 232.29 Juan Eslava Galan, Los anos del miedo (Barcelona: Planeta, 2008), 82�92.30 Ricard Vinyes, ‘El universo penitenciario durante el franquismo’, en Una inmensa

prision, 155�76 (p. 158).31 Michael Richards. Un tiempo de silencio: la Guerra Civil y la cultura de la represion

en la Espana de Franco, 1936�1945, trad. Teofilo de Lozoya (Barcelona: Crıtica, 1999), 55.32 Vega Sombrıa, ‘La vida en las prisiones de Franco’, 179.

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Castro, jefa de la prision, sentira simpatıa por Blanca mientras que otrascarceleras se apenaran por la suerte de las ninas cuando son condenadas.

Cuando se las hace pasar al interior de la prision observamos un cuadrodantesco. Miles de reclusas se hallan echadas en las celdas y pasillos, algoque recrea bien la saturacion que habıa en las carceles espanolas. Ladepuracion trajo consigo una situacion penosa para miles de espanoles yespanolas que se hallaban apretujados, en condiciones pesimas, en lasprisiones y los campos de trabajo. A una de las carceleras se le escuchadecir graficamente: ‘No cabe ni un alfiler’.33 La carcel fue disenada paraalbergar 500 reclusas y habıa entre 6.000 y 11.000, lo cual nos puede haceruna idea de la situacion reinante.34 En su mayor parte, fueron detenidas porpolıtica, y no tanto por delitos comunes. Las malas condiciones higienicas yalimenticias fueron notorias. En el filme, se dulcifica esta semblanza pero secontabilizaron unas 4.663 reclusos/as muertos en las carceles espanolas de laepoca.35

A pesar de todo, eso no quebro la voluntad de muchas reclusas de resistir.En el filme se reproduce una escena que se dio en muchos lugares. En la horadel primer recuento todas las reclusas debıan alzar el brazo al modo fascistay proceder a cantar el Cara al Sol. En la formula final, al grito de Espana,una, grande y ¡LIBRE! a voz en grito.36 Otro de los rasgos mas importantesde la memoria reside en la musica. Un dıa en el patio, escuchamos a Julia yVirtudes cantar una cancion que han compuesto y que se conserva como unlegado dejado por aquellas mujeres.37

El hecho de manifestar que, a pesar de las penurias y la tristeza que lesrodea, su espıritu ingenuo se mantiene alegre y que no comportan unanaturaleza negativa ni mala, como pretendio hacer creer el franquismo porser rojas, en sus ‘rituales de humillacion’,38 es fundamento importante delfilme. A las protagonistas se las retrata llenas de candidez y esperanza.Reciben con pena la visita de sus familiares e intercambian con ansia elcorreo que les trae noticias de sus novios y parientes. Su lucha por ladignidad no descansa ni en esta situacion de indefension.

Ası, Julia, Virtudes, Victoria, Adelina, Ana y, finalmente, Blanca, sequejaran a Carmen Castro por la muerte de los bebes. Sin temor, se

33 Vinyes, ‘El universo penitenciario durante el franquismo’, 160�61; Vega Sombrıa, ‘Lavida en las prisiones de Franco’, 182.

34 Richards. Un tiempo de silencio, 43; Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas,337�47.

35 Reig Tapia, La cruzada de 1936, 174.36 Reig Tapia, La cruzada de 1936, 176; Fonseca, Trece rosas rojas, 175.37 Carcel de Ventas, hotel maravilloso, / lleno de higiene y lujo a ‘‘to’’ confort, / donde no

hay agua ni cama ni comida, / y en el infierno se esta mucho mejor. / Hay colas hasta en losretretes / rico cemento dan por pan, / lentejas, unico alimento / un plato al dıa te daran. /Lujoso baldosın /tenemos por colchon / y al despertar tenemos / deshecho un rinon [. . ..]’, enHernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 9.

38 Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 122.

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enfrentan a la jefa de la prision y, como se niegan a cantar el Cara al Sol sino se atiende su demanda humanitaria, son conducidas a las celdas deaislamiento. A pesar de todo, su espıritu no se resiente y cantan lacancion de ‘Carcel de las Ventas’. El mensaje del filme pretende, con ello,trascender al puro realismo y convencernos de la significacion de suscaracteres.

La justicia franquista

El paroxismo del nuevo regimen se vislumbra cuando las trece mujeres sonacusadas de querer perpetrar un atentado contra Franco. Pero, en el fondo, eldetonante de su juicio fue la venganza. Tras la huida de la redada policial,Satur y Damian deciden actuar por su cuenta. Aguardan a la vera del caminoun coche oficial, lo paran y, finalmente, asesinan a sangre frıa a susocupantes, el comandante Isaac Galbandon, a su hija adolescente, Pilar, ya su chofer. En el filme no se explica que les inducira a asesinarlos, si bien, seretrata la violencia con un caracter y efecto negativos. Este asesinato fue, entodo caso, el desencadenante para activar todos los mecanismos de reacciondel regimen, aunque las mujeres y los hombres acusados no tuviesen nadaque ver con los asesinatos.39 En las secuencias del filme en las que se nosmuestra como les convocan a las chicas a jueces, se vislumbra el impacto queeso produce en ellas. Unas quedan paralizadas por el miedo. Esta impresionradiografıa bien los testimonios existentes y que recuerdan que ‘supuso unverdadero mazazo para las reclusas’.40

El juicio recrea la farsa de la justicia franquista.41 El fiscal les acusa dequerer hacer fracasar el Nuevo Estado, tanto a las trece mujeres como a los43 hombres acusados junto a ellas. Por lo tanto, se les incrimina de adhesiona la rebelion, lo cual resulta un tanto ironico cuando fueron los militares losque propugnaron el fallido golpe de Estado, y se pide la pena de muerte. Elhecho circunstancial de que ninguno de los acusados hubiese cometido delitosde sangre les es indiferente. Se les aplicaba el Codigo de Justicia Militar, auncuando todos ellos eran civiles, y la mera acusacion, sin pruebas, erasuficiente para provocar la sentencia. Entre el 1 y 2 de agosto de 1939, seresolvio el juicio y al dıa siguiente se confirmaron sus sentencias. Aunque seretiro de las acusaciones el intento de atentado contra el Caudillo, el dequerer reconstruir en la clandestinidad tanto las JSU como el PartidoComunista era un delito de lesa gravedad.42 La defensa era mas ornamentalque real y ası se refleja en el filme. En ocasiones, incluso el propio abogado

39 Mirta Nunez y Antonio Rojas, Consejo de Guerra (Madrid: Companıa Literaria,1997), 74; Fonseca, Trece rosas rojas, 207�22; Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 234.

40 Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 245.41 Casanova, ‘La paz de Franco’, 21.42 Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 233; Fonseca, Trece rosas rojas, 131�33.

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defensor era mas duro que los fiscales o ya, en el mejor de los casos, no solıantener formacion jurıdica.43

La sentencia fue muy clara: la condena a muerte de todos los encausados.A los reos se les permitıa escribir una carta a Franco para pedirle clemencia.En este contexto, es significativo el talante conciliador de Carmen Castro quese ofrece en el filme. Aunque la verdadera directora se nego a tramitar laspeticiones de indulto, aquı aparece como mediadora.44 Esta alteracion buscano caer en la tentacion de descompensar la historia con maniqueısmo.

Los momentos finales provocan en el espectador una honda constataciondel impacto emocional que supone para ellas el saber que van a morir. Elsugestivo elemento musical envolvera la tristeza con la que las mujeres hande aceptar su suerte; e, incluso, el efecto doloroso que provocarıa en algunasde sus carceleras, las cuales les han cogido simpatıa. En la noche de autos serefleja toda la conmocion humana que supone llevarlas ante el peloton defusilamiento. Las horas previas a la ejecucion fueron trasladadas a lacapilla donde un sacerdote las obligaba a confesarse para, a continuacion,permitirles escribir unas lıneas de despedida a sus familias. Pero, aunobligadas a ello, significativamente ninguna ‘comulgo’.45 En el filme, serefleja como Julia ha de aceptar resignada el tener que confesarse para poderdespedirse de su madre y hermana. Todas ellas expresan en sus rostroscongoja y dolor y se escucha en off lo que escriben en sus cartas. Consuelancon valentıa a sus seres queridos, clamando su inocencia. Finalmente,trasladadas en camion esa noche hasta las tapias del Cementerio del Este,fueron fusiladas un 5 de agosto de 1939.46

En el epılogo del filme, se escucha la voz de Blanca que ha escrito a su hijoQuique. De sus palabras verıdicas se puede destacar: ‘Solo te pido que seasbueno. Que quieras a todos. Que nunca guardes rencor a los que dieronmuerte a tus padres. Eso nunca’. El espıritu de Blanca es el que se quieretrasmitir como mensaje clave del filme. Nada de rencores pero sı recordar,desde la memoria, aquellos anos funestos de represion y de venganzas.

A modo de conclusion

El cine no inventa el pasado, lo recrea. Por eso, Las 13 rosas ocupa un lugardestacado como reconstructor de la memoria desde la ficcion, como hemosquerido reflejar. Y aunque el lenguaje del cine es diferente al de la Historia,no por eso son contradictorios ni ajenos. El cine permite revelar el modo enel que se vivıa, se sufrıa, se sentıa o se odiaba, recrea el pasado, comolo hacemos los historiadores. No debemos olvidar que la verdadcinematografica ha de calibrarse respecto a su credibilidad y, como hemos

43 Reig Tapia, La cruzada de 1936, 169.44 Hernandez Holgado, Mujeres encarceladas, 198.45 Fonseca, Trece rosas rojas, 20.46 Nunez y Rojas, Consejo de Guerra, 61�77.

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puesto de relieve, podemos confirmar que en este filme se consigue. Lametafora cobra con ello su pretendido efecto al sensibilizarnos con un relatohistorico que contribuye a la hora de componer una memoria colectiva sobrela Guerra Civil y sus consecuencias. Ası, el cine aporta su punto de vista ycontribuye a comprobar como una sociedad se ve y acepta a sı misma.A tenor, claro esta, de la buena recepcion de la pelıcula, con 861.934espectadores, entendemos que Las 13 rosas cumple un proposito loable, apesar de la diversidad y disparidad de crıticas que recibio.47

47 Carlos Boyero, ‘Tan cierto como endeble’, El Paıs, 19 de octubre 2007, p. 55; Hilario J.Rodrıguez, ‘Las 13 Rosas: nostalgia del futuro’, Dirigido por . . . Revista de Cine, 371 (2007), 20.

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