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  • LA ESCUELA DE ANTICIPACIN:

    UNA PROPUESTA DE UNIVERSALIZACIN DE LOS APRENDIZAJES BSICOS

    Por Gabriel Castillo Inzulza Premio Nacional de Ciencias de la Educacin

    Santiago de Chile 1. La misin educadora de la sociedad.

    El ser humano es el nico habitante de la naturaleza que necesita educarse porque es el nico que puede no reconocer su ser. Incluso puede llegar a reconocer su ser y, sin embargo, rechazarlo. Necesita pues educarse, esto es descubrir y aceptar su dignidad y vivir segn ella, desarrollar su unicidad pues si no la desarrolla se queda inevitablemente inexpresada y el mundo pierde una ayuda que le haca falta, necesita poner todo ese ser suyo al cuidado de la vida, a la construccin de la justicia.

    Esta no es una tarea fcil y las dificultades pueden provenir de los mundos con los que cada ser humano ha tenido que entrar en interaccin como de la propia intimidad que posee tambin fuerzas contradictorias que pugnan por seguir el ser de cada cual o desestimarlo. Pero, en ltima instancia, no son los mundos de interaccin los que educan o no educan al ser humano sino que es su intimidad la que tiene la ltima palabra. Para ayudar a la educacin de las personas, lo que los mundos de interaccin necesitan hacer es pugnar por constituirse en mbitos en los que la condicin humana se vea tan amable que la interioridad de cada persona sienta la provocacin de seguir su ser. Este es el sueo de toda sociedad. No importa las palabras que use -sociedad igualitaria, democrtica, humanista, justa, fraterna- lo que todo grupo humano est indicando con ese lenguaje es el mundo de interaccin que quiere crear, es el mundo educativo que espera. La sociedad sabe as que es ella entera -y no una parte de ella- la que est llamada a ser educativa o ser educada. Admitir que en una sociedad existen mbitos llamados a ser educativos y otros que no han recibido esa misin es un sinsentido. Sera como hablar de reas llamadas a tener aire y luz y otras que no han recibido ese llamamiento. Es toda la sociedad la que est llamada a ser educativa.

    2. La misin educadora de la Escuela.

    Sin perjuicio de lo dicho, es admisible que la sociedad haya dado una especial calificacin de "educativo" a un mbito de interaccin conocido como la Escuela, como la Institucin Escolar. Tal vez le ha entregado este tan exigente nombre como expresin de lo que busca asegurar, esto es, contar con un enclave de humanidad, con un mundo de interaccin destinado a favorecer en todo ser humano la oportunidad de encontrarse con su ser. El medio que la sociedad le ha entregado a la Escuela para realizar su misin educadora es el encuentro con los saberes, con el conocimiento. La sociedad necesita el conocimiento para su desarrollo. Las personas necesitan el conocimiento para crecer como personas y para tomar parte en el desarrollo social. La sociedad pone en manos de la Escuela esa misin. La Escuela

  • no tendr que solamente educar ni tendr que solamente suscitar el encuentro de las personas con el conocimiento. Su misin ser educar a travs del encuentro con el conocimiento, ser suscitar el crecimiento humano a travs de suscitar el crecimiento en los saberes, ser mostrarle al ser humano que el conocimiento le permite realizar mejor su tarea de poner ms vida en el mundo.

    3. La misin de la Escuela Bsica.

    En cada sociedad suele existir un nivel escolar destinado a asegurar a todos los integrantes de la poblacin la posesin de ciertos valores, hbitos, habilidades, conocimientos que, a juicio de esa sociedad, son indispensables para la vida de todas las personas y para el crecimiento de la propia sociedad. Es el nivel al que, desde el punto de vista de sus contenidos, se podra denominar como la Escuela de los Aprendizajes Bsicos y al que, desde el punto de vista de sus destinatarios, se le podra llamar la Escuela para Todos. En alguna sociedad tal nivel puede expresarse por la actual Escuela Bsica y en otras por la actual Escuela Bsica y la Escuela Secundaria. Lo que importa aqu sealar es el hecho de que las diversas sociedades suelen distinguir, entre los distintos niveles de educacin escolar que contemplan, un nivel encargado de la educacin necesaria para toda la poblacin. Como en Amrica Latina, es habitualmente la Escuela Bsica la que asume esta tarea, se hablar en adelante solamente de la Escuela Bsica.

    La gran dificultad.

    La Escuela Bsica o la Escuela para Todos ha tenido y tiene serias dificultades para cumplir su misin de poner los bienes educacionales bsicos en las manos de todos los alumnos. Es sabido que esas dificultades provienen tanto desde dentro de la Escuela como desde afuera. Hay, sin embargo, una dificultad que viene desde la sociedad y desde la Escuela, desde adentro y desde afuera, y sobre la cual se habla menos tal vez porque es ms difcil percibirla o porque, si se la percibe, luego se cae en el conocimiento de la dificultad de su erradicacin, dado que ha sido la propia sociedad la que ha introducido tal dificultad en la Escuela: ella es la misin de seleccionar a las personas, la misin de educar solamente a los mejores, esto es, a aquellos alumnos que van logrando superar sin tropiezos las metas impuestas de rendimiento prefijadas en cada grado escolar. La misin de suscitar los aprendizajes bsicos en todos los integrantes de la poblacin es una tarea inclusiva; la misin de seleccionar a las personas a quienes se entregarn los aprendizajes bsicos es una tarea excluyente. La primera exige que la Escuela se ocupe de todos los alumnos y suscite aprendizajes en todos ellos; la segunda exige que la Escuela seleccione a los alumnos y dedique su tiempo a slo los que han resultado exitosos en la seleccin. Qu hacer ante este desacuerdo? La sociedad ha expresado su resolucin: la primaca la posee la misin de seleccionar. La Escuela Bsica no ha sido llamada entonces primariamente a constituirse en un mbito de educacin para todos sino en un mbito de educacin para slo algunos. Su misin prioritaria no ser la de educar a todas las personas que soliciten su ayuda sino nicamente a aquellas que logren sortear con xito las diversas instancias en que sern seleccionadas.

  • La sociedad se ha habituado a la selectividad escolar. Ms an est satisfecha con ella. Una Escuela no selectiva le es inimaginable, le suena a Escuela suelta, sin exigencias; la sociedad valora altamente a esos establecimientos escolares que no slo seleccionan a los alumnos en cada grado escolar sino que, adems los seleccionan antes de su ingreso en la Escuela. La sociedad les otorga prestigio a esos establecimientos escolares a los que cuesta ingresar y en los que cuesta mantenerse. Sin embargo, existen necesidades educativas para las que la Escuela selectiva no encuentra una respuesta aceptable:

    Qu hacer con los alumnos que no han sido seleccionados, con los que no han sido

    clasificados en el grupo de los mejores? Los declarados como los mejores y los declarados como los no mejores o los perdedores

    Cmo entendern que una educacin destinada a todos los integrantes de la sociedad est expresamente organizada como una oportunidad para solamente algunos?

    Cmo se les puede exigir a todos los integrantes de la sociedad que no sean rmora en el

    crecimiento social y econmico y que, por el contrario, sean agentes activos de ese crecimiento si las herramientas educacionales bsicas para la participacin se les han entregado a slo algunos integrantes de la sociedad?

    Y si en una sociedad existe una fuerte sensibilizacin frente a los derechos humanos porque

    en esa sociedad se ha tenido la experiencia de lo que ha ocurrido cuando se han conculcado esos derechos, Cmo se puede explicar a los integrantes de esa sociedad que el derecho humano a la posesin de los saberes bsicos que todos necesitan se les respete solamente a algunos?

    Y si la sociedad de justicia que todos esperamos la vamos a construir entre todos, por qu

    a slo algunos se les entregan los saberes bsicos necesarios para tomar parte en esa construccin?

    Si un derecho tan indispensable como el de aprender a leer y escribir no le ha sido atendido a algunas personas, por qu a esas mismas personas - para una serie de acciones que necesitan realizar- se les exige que sepan leer y escribir? Por qu un derecho que esas personas tenan se transform en slo una exigencia de la sociedad hacia ellas? Si para la sociedad era tan importante que todas las personas supiesen leer y escribir, por qu la sociedad no puso todo su empeo en crear las condiciones necesarias para que todos sus integrantes contaran con esos aprendizajes?

    LA ANTICIPACIN DE LOS VALORES DE LA SOCIEDAD ESPERADA. Los seres humanos suelen distinguir dos mundos: el de los sueos, de los valores, de los ideales, y el de la realidad. El primero tiene horizontes hermosos pero lejanos; el segundo est cerca de las cosas pero stas no parecen deseables. Sin embargo, la educacin, esto es el proceso de educar y de educarse, el movimiento por el que alguien se pone de parte del ser de otro y el movimiento por el que una persona reconoce su ser y lo sigue son una mezcla de lo cercano y lo distante, de lo que se llama "real" y de lo que se llama "soado", son visitas de la realidad del presente a la realidad del ser que, en el futuro, espera.

  • Cuando alguien educa a otro no se compromete slo con el ser que el otro actualmente es sino asimismo con el ser al que el otro tiende. Y aquel que se educa no slo vive el presente sino que, al mismo tiempo, tironea hasta el presente a su ser que desde la distancia lo convoca.

    La educacin es as un proceso de anticipacin de lo que se espera. No es ni slo el ahora ni slo el despus, es un ahora iluminado por el despus, es la unin de lo que al presente somos y tenemos y de lo que al presente esperamos. Es el ser que ya somos en la activa esperanza de lo que seremos. Lo mismo ocurre con la sociedad y con la Escuela: La sociedad de ahora no es slo la sociedad de ahora, es tambin la sociedad que ella anhela. La Escuela no es slo la Escuela del presente, es, al mismo tiempo, la Escuela con que la Escuela suea, con que la sociedad suea. En 1956, en Santiago de Chile, un grupo de jvenes profesores fue invitado a fundar un nuevo liceo fiscal: el Liceo de Hombres N 10. No se dispona de nada. Ni docentes, ni alumnos, ni edificio, ni materiales. Todo era precariedad. Y, sin embargo, all se levant una comunidad escolar prodigiosa en la que todos los alumnos aprendieron y en la que los padres y los directivos y los docentes sintieron que, por primera vez, empezaron a aprender a educar. Es una experiencia sobre la cual es difcil hablar. De una parte, porque no existe un estudio que entregue una opinin ms objetiva de lo que en ese Liceo sucedi. De otra parte, porque quienes participaron en esa experiencia desde los comienzos, guardan ms la memoria de la comunidad de vida que se form que de lo que cost formarla. Quin particip en esa fundacin y estuvo all diez aos, no sabe cunto tiempo ms all dur ese sueo social que se meti en la realidad de la vida escolar. Los directivos, los profesores, los padres, los alumnos que vinieron despus, pudieron continuar esa anticipacin de la sociedad esperada en que vivieron los fundadores? Elevaron esa anticipacin? No pudieron sostenerla?. Quien estuvo all slo diez aos no tiene esa informacin. Lo que sabe es que, en aquellos fundadores, es decir, en aquellos alumnos, en aquellos padres, en aquellos profesores, que trajeron hasta la comunidad escolar la comunidad social en la que soaban, el acordarse del Liceo de Hombres N 10 los confirma en su esperanza y los empuja a llevar a otras comunidades lo que en ese liceo aprendieron. Se ha llevado esta historia a otros liceos, a escuelas primarias, a escuelas de formacin de maestros. Y cuando all se encuentra a personas que han vivido experiencias similares se tiene la impresin de encontrarse otra vez con los compaeros de entonces y que aquella increble escuela de formacin, de alumnos, de padres, de maestros, florece de nuevo.

    "El apstol Pedro, en su Carta Segunda, declara: "Pero nosotros esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en donde tiene su morada la justicia". Cuando l emplea la palabra "esperanza" no est sealando que todava no tiene el bien que anhela, sino que, por el contrario, ya lo est incluyendo en su vida actual. Pedro no quiere solamente dar cuenta de su esperanza, sino advertir que esa esperanza es la que explica lo que hace y lo que habla. Similar es la situacin de los maestros. Estn en una sociedad distinta a la que suean. Pero, ya en el presente, estn dando testimonio, en su vida y en la escuela, de la relacin de justicia que los mueve. No estn todava en la sociedad que esperan; pero no la miran hacia lo lejos sino que la traen desde el futuro hasta el presente. De algn modo la prefiguran, la viven en anticipacin".

  • El descubrimiento es el mismo: cuando una comunidad escolar toma conciencia de que existen ciertos aprendizajes bsicos -ciertos valores, ciertos hbitos, ciertos conocimientos, ciertas habilidades - que necesitan poseer todas las personas; y cuando, luego de esta toma de conciencia, asume la decisin de llevarla a la prctica y se empea fuertemente en su realizacin, an antes de que esa decisin alcance los resultados esperados tales resultados ya han aparecido.

    LA ESCUELA DE ANTICIPACIN. La propuesta de la Escuela de anticipacin aparece por primera vez en Santiago de Chile, en 1984, en un material que un profesor de la Universidad Catlica de Chile elabor para sus alumnos. Detrs de la propuesta, estn las experiencias escolares en las que el autor del material ha participado como asimismo aquellas que ha podido observar en la accin educadora de otras personas. Lo comn de esas experiencias no es ni un mismo pensamiento poltico ni doctrinal ni religioso. Es la esperanza activa en un mundo social inclusivo, igualitario, es el anhelo de cuidar la vida, toda vida. La propuesta est dirigida especficamente a ese nivel escolar al que cada sociedad le ha encargado poner, en manos de todos los integrantes de la poblacin, esos bienes educacionales bsicos que todos elementalmente necesitan para crecer como personas y para participar en el desarrollo colectivo. La palabra "Anticipacin" no es un dato nuevo que se incorpora al concepto de educar, de educacin. Es uno de sus constituyentes basamentales. Se lo destaca porque se lo estima desatendido y porque se lo quiere reponer en su sitio. Cuando se va a un establecimiento escolar y se asiste all a una vida en comunidad, cuando se observa a maestros y a padres y a alumnos y a otras personas de la comunidad inmediata, todos comprometidos con los saberes, todos trabajando, enseando y aprendiendo, cuando nadie es dejado solo, cuando nadie se queda sin aprender, uno afirma que est en presencia de una buena escuela. Dice as porque ve en esa escuela una prefigura de la sociedad que espera, porque en esa escuela se est enseando a construir una sociedad ms humana no hablando sobre ella sino hacindola ya, ahora, vivindola en anticipacin. La propuesta se opone a ciertos hbitos centrales de la vigente institucin escolar que se ocupa de los aprendizajes bsicos y seala los criterios de cambio que propone: La crt ica a la Escuela vigente. 1. Lo educativo, lo formativo, el mundo valrico, ocupa un segundo lugar frente a las exigencias del rendimiento en las disciplinas. No slo ocupa un segundo lugar; aparece ms en las palabras que en los hechos, es ms motivo de predicacin que de experiencia. El tema de los valores puede surgir en cada instante de la vida de la escuela; pero surge como palabra, no se ve. 2. Los conocimientos, las informaciones, los saberes mezclan lo fundamental y lo accesorio, lo

  • que es esencial y la que slo agrega ms detalle. Hay contenidos que, por su esencialidad se sienten como necesarios y el alumno se siente crecer con su aprendizaje, pero tambin hay otros contenidos que se perciben como prescindibles y cuyo estudio forzoso se siente como una disminucin de la dignidad de la persona, como el aprovisionamiento cansador de cosas accesorias. 3. Los saberes se muestran, se ensean, se presentan. Los alumnos, a su vez, tienen que mostrar que pueden reproducir lo enseado. Tiene xito el que puede recordar, el que, ante un cuestionario, puede contestar los datos preguntados sin necesidad de recurrir ni a un libro ni a un cuaderno de anotaciones. Son pocas las personas, ya adultas, que pueden reproducir contenidos bsicos de lo que pudieron reproducir en su momento en la Escuela. Lo aprendieron para la prueba, no para saber ni para vivir. 4. A la Escuela no le interesan todos los alumnos. Ella elige a los que va a educar. Para hacerlo dispone, en cada grado, de metas prefijadas de rendimiento en saberes. Quien las sortea pasa al grado siguiente pero no est aun elegido. Su suerte depende de su paso o no paso en cada uno de los grados que siguen. En la Escuela no hay propiamente alumnos definitivos, todos estn siempre sometidos a prueba. La Escuela no est pues dispuesta para todos. Est organizada para ocuparse solamente de los que ella va calificando como los ms capaces. La propuesta de la Escuela de Anticipacin. 1. Todos los alumnos aprenden y no slo algunos. La Escuela cuenta con programas generales de estudios tal como sucede en la actual Escuela; pero stos no son usados como programas de curso, esto es, como planes de aprendizaje de cada uno de los cursos existentes en la escuela, sino slo como base, como referencia, para la elaboracin de los programas de curso. Estos ltimos se elaboran sobre la base de esos programas generales pero tambin a partir de las necesidades de aprendizaje de los alumnos y de sus posibilidades reales de aprender. Antes de participar en la elaboracin de cada programa de curso el profesor examina el programa oficial de estudios, diagnostica las necesidades de los alumnos, sus aprendizajes previos, sus visiones de mundo, sus medios de aprendizaje, sus posibilidades reales de aprender en la escuela y fuera de ella; considera asimismo los recursos existentes en la escuela y en la comunidad y, sobre las bases ya sealadas y junto con los alumnos y con el conocimiento y el apoyo de los padres y apoderados, disea el plan de aprendizaje en que todo el grupo curso se empear. Es un programa en el que todos los alumnos pueden partir desde el punto en que al momento estn y desde ah avanzar hacia las metas ms altas que, con su esfuerzo y con la ayuda de la escuela, puedan alcanzar. 2. Los alumnos aprenden, comprenden, y no quedan en una mecnica memorizacin. Los alumnos no desarrollan su capacidad de repetir lo que dijo el libro o el maestro sino que se empean en entender, en comprender los saberes y en dar con su sentido. Cualquier invitacin a una memorizacin puramente mecnica la sienten como un atropello a su capacidad de razonar y a su necesidad de apoderarse conscientemente de los saberes.

  • Lo que les interesa es avanzar a partir de la experiencia. No para abandonar los libros, sino para hacer la relacin entre los saberes y el mundo real. Buscan conocer los saberes desde dentro, y hacerlos funcionales, vincularlos con su cotidianidad y las necesidades profundas de su condicin humana. Les gusta aprender a formular sus propias preguntas, a buscar fuentes de informacin, a imaginar soluciones nuevas. No les incomoda ni el aprender de maneras diferentes ni el avanzar hacia un aprendizaje determinado, con distinta velocidad. Lo que les preocupa es determinar el grado en que han avanzado hacia las metas que se propusieron, es decir, los resultados de aprendizaje realmente alcanzados, el esfuerzo que han hecho por aprender, la calidad del trabajo realizado, el testimonio de ayuda que han brindado al aprendizaje de otros, la habilidad que han logrado de aprender por s solos, la capacidad que han desarrollado para el aprendizaje y la vida en comn. 3. Los alumnos centran su trabajo en saberes fundamentales. Los programas o los planes de aprendizaje que cada grupo curso trabaja no se ocupan de un conjunto enciclopdico de contenidos, sino que, en cada saber, se focalizan en su propsito fundamental y en las habilidades bsicas que pretende desarrollar en cada alumno. Esto no quiere decir que se desestimen sin ms los saberes secundarios pues stos suben su calidad cuando se los incorpora en un saber fundamental. 4. Los alumnos aprenden a ser seres humanos junto con aprender los saberes disciplinarios y no en horas y actividades separadas. No existen horas educativas y horas de instruccin, aprendizaje de la dignidad humana y aprendizaje de los saberes, sino que estos ltimos se ordenan al aprendizaje que todos los alumnos necesitan hacer en relacin con su vocacin de ayudar a construir la justicia en el mundo. No hay que introducir la tica en la enseanza de los saberes. Hay que volver a situar la tica en la base de los saberes. Un dato relevante: la Escuela vigente puede funcionar con un docente no profesional, con una persona que conozca un contenido y lo sepa exponer ante un grupo con orden y claridad; la Escuela de Anticipacin, en cambio, necesita un profesional al mismo tiempo capacitado en un saber y en la suscitacin de su aprendizaje, en la programacin con los alumnos de acciones comunes y de acciones individuales, en la habilidad para encaminar a los alumnos hacia niveles superiores de aprendizaje, en la capacidad para trabajar con alumnos que son diferentes y en la capacidad de dar testimonio del cuidado de la vida. Seales que apoyan la llegada de esta Escuela para todos: 1. El cuidado de la democracia. Las sociedades que ven la democracia como una forma de relacin igualitaria, cuidadora de la solidaridad y de los derechos personales, necesitan una Escuela que ayude a ver la vida democrtica como una posibilidad cierta y no slo como palabras hermosas que la realidad a cada instante desmiente. Para estas sociedades, una Escuela que discrimina a los alumnos entre ms capaces y menos capaces y en la que cada cual lucha individualmente slo por rendir es menos enseadora de los valores democrticos que aquella en la que todos los alumnos valen y en la que no slo se trata de alcanzar rendimiento sino primariamente de aprender los

  • saberes y de crecer en el trabajo en comn. 2. La necesidad de un desarrollo econmico ms acelerado. La urgencia de la aceleracin del desarrollo econmico sostenido fuerza a percibir a las personas des provistas de los aprendizajes ms elementales como capacidades detenidas, como ciudadanos que no pueden hacer aportes a un desenvolvimiento que exige el apoyo de todos. Porque la economa deseable no es la que avanza con un grupo entrenado y otro incompetente, con un grupo preparado para el trabajo productivo y otro desprovisto de esa preparacin. Es en cambio, la que se expresa en un crecimiento en el que, en vez de fuerzas activas y fuerzas pasivas, existe la accin masiva de personas que, con los niveles de competencia que cada una pueda lograr, se sienten partcipes de un esfuerzo comn. La Escuela de Anticipacin, al hacer posible el aprendizaje tanto de los que la Escuela vigente considera ms capaces como de los que califica como menos capaces, permite que la economa cuente con la participacin de todos los integrantes de la sociedad. 3. La defensa de los derechos humanos. Las sociedades que, en algn momento, en otras o en ellas mismas, han sufrido por el atropello a los derechos humanos han aprendido duramente lo que sucede cuando los derechos fundamentales de las personas son objeto de estudio y de discurso pero no se incorporan en la vida de todos los das. Ante esta situacin, no es tolerable una Escuela en la que los derechos humanos son materia de objetivos y contenidos curriculares que luego no se expresan en las maneras habituales de interaccionar y de aprender que se dan entre los alumnos, padres y maestros. La Escuela de Anticipacin, al sacar los derechos humanos del discurso y al llevarlos a la vivencia, entrega un aporte ms activo y ms coherente a la necesidad colectiva de estructurar una relacin social en la que los derechos humanos no puedan ser de nuevo violentados. 4. La necesidad de contar con espacios en los que se puede aprender a construir una mejor sociedad. Los hombres se educan porque necesitan aprender a seguir su ser. Hay algunos que tienen la fortuna de realizar este aprendizaje desde temprano; pero, hay otros que pasan un tiempo largo de su vida, y algunos quizs que ven transcurrir su existencia entera, sin saber la dignidad y la misin a la que han sido llamados. Esta desigualdad en las oportunidades de educacin daa a las personas que la sufren y, al mismo tiempo, a las que no la sufren directamente pues, dada la implicancia vocacional que caracteriza la vida en sociedad, es la comunidad total la que baja la calidad de su educacin cuando uno de sus integrantes no logra encontrar acceso al ser a que fue convocado. De aqu la preocupacin de las sociedades por la educacin de todos y la esperanza que en ellas se levanta de una comunidad futura en la que sus diversos mbitos de interaccin se constituyan en espacios educativos.

  • Y aunque esa posibilidad de educacin para todos se la ubica ms all del tiempo actual, las propias sociedades admiten que ya ahora existen espacios que podran promover esa sociedad ms justa, ms educadora, que esperan. Entre estos espacios sitan la Escuela y le otorgan una especial relevancia pues solamente a ella le dan la denominacin de sistema y de centro educativo. Por otra parte, cada vez que, en las sociedades, surgen hechos que ponen de actualidad males sociales - violencia, alcoholismo, drogadiccin, indolencia en el trabajo, individualismo y otros- se vuelve de inmediato la mirada hacia la Escuela como si en ella se depositara parte importante de la esperanza de una relacin social en la que esos vicios no existieran. La Escuela es pues, ya en el presente, una expectativa social de un ambiente controlado de educacin en donde se desea no entren los vicios de la actual sociedad y en cambio se cultiven sus mejores valores. La expectativa social frente a la Escuela es que sta, en el campo de la realizacin de valores, se parezca ms a la sociedad esperada que a la sociedad vigente. Lo que se desea es que la Escuela de alguna manera anticipe la relacin humana de la sociedad que se espera. Si la Escuela acepta esta misin no podr limitarse a replicar la discriminacin que hace la sociedad vigente al crear oportunidades educativas slo para algunos alumnos; tendr que generar oportunidades para todos. As los alumnos aprendern a construir esa sociedad de justicia esperada. Y como expresin de ella, vivirn en un mbito de interaccin en el que, junto con aprender los saberes, podrn aprender la dignidad a que han sido llamados.

  • Anexo: UNA EDUCACIN PARA ANTICIPAR LA JUSTICIA DE LA SOCIEDAD ESPERADA.

    Gabriel Castillo Inzulza

    Hay personas que creen que la escuela deseable llegar slo cuando llegue la sociedad deseable. Pero el autor cree que la escuela de ahora puede anticipar la sociedad que espera. Debe hacerlo porque slo se educa cuando se ensea al ser humano no slo a conocer su valor sino a vivir ya, ahora, segn ese valor, cuando no slo se le ensea a tener esperanza sino a vivir ya, ahora, segn esa esperanza En 1989 aparece Educacin de Anticipacin (publicacin de la Universidad Catlica de Chile). Surge como un material para los alumnos. En el prlogo, el autor hace las siguientes afirmaciones: 1. Que el hombre sea para otros no significa que no sea para l. Es el modo nico de serlo. Quien quisiera ser solamente l mismo, simplemente no sera. No slo no sera l mismo. No sera. El individualismo es una enfermedad. O una inmadurez. 2. Cada cual es un ser nico. De cada uno puede afirmarse con Federico Garca Lorca que es una viva moneda que nunca se volver a repetir. Esa unicidad no se desarrolla y despus se aporta. Se desarrolla en la medida en que se aporta. 3. Nacemos para tomar parte en la construccin de la justicia. Si llegamos a la existencia es porque el don que traamos era del todo necesario para aquella construccin. Al proceso de descubrir esta realidad y de asumirla se le da el nombre de Educacin. 4. La educacin es un proceso de hacerse consciente y consecuente. Con ello, de hacerse competente. Porque la competencia es una de las expresiones de la consecuencia. Cuando Albert

    Schweitzer acepta la misin de Lambarene, decide estudiar medicina. Lo hace como parte de su actuar consecuente. As, pensaba l, mejor servira al llamamiento de su conciencia. 5. Este es el ms grave mal de las escuelas: Que se ocupan ms de seleccionar que de educar, ms de sealar quines cumplen y quines no cumplen sus exigencias de rendimiento que de generar condiciones para que todos puedan desarrollar sus capacidades. Llamadas a suscitar el aprendizaje de las competencias deseables no siguen este llamamiento; y as un alto nmero de personas que acuden a ellas se quedan sin las competencias que requeran. Tales personas no slo son privadas del acceso a esas competencias. Lo ms serio es que no se les deja tomar las herramientas que necesitaban para participar con ms consecuencia en la sociedad que hay que construir. 6. Algunos afirman que las escuelas no tienen ms alternativa que replicar su sociedad. Que, slo cuando cambie la sociedad, podrn cambiar las escuelas. Este juicio supone que la sociedad y las escuelas son entidades distintas, separadas. No advierte que las escuelas son parte de la sociedad, la constituyen, son sociedad. No advierte, tampoco, que, en la sociedad actual, alienta ya la sociedad esperada; y que su advenimiento depende justamente de las fuerzas e instituciones que se pongan de su parte. No advierte, en fin, que un centro educativo, por llamamiento, por naturaleza, tiene que ponerse de parte de la sociedad que se espera. Pues se educa nicamente quien aprende a participar en la construccin de la relacin social deseada. 7. La persona o la institucin que desea educar ha de ser testigo del mundo humano que es necesario construir. Ha de testimoniar ese mundo, ya, ahora. Ha de anticiparlo. Ha de traerlo desde el futuro hasta el presente. Porque no educa el que muestra conocimientos y valores. Slo el que los hace crebles.

  • Caractersticas de una escuela que pueda llamarse escuela de anticipacin.

    Son cuatro signos que avisan que una escuela est empendose en cumplir su misin de anticipacin del ser humano y de la sociedad que esperamos: 1. Los alumnos aprenden. No se quedan en lo memorstico y libresco, sino que se adentran en los saberes, se meten en la experiencia, establecen un dilogo entre la cotidianidad y los libros y entre el mundo de afuera y su interioridad. Aprenden, es decir, aprehenden, comprenden, se aduean, avanzan hacia el sentido. 2. Lo que aprenden es fundamental.

    Los alumnos no aprenden de todo, no mezclan lo sustantivo con lo accesorio, no se ocupan del conocimiento enciclopdico. Van hacia lo fundamental, pueden distinguirlo y desearlo. Incluso, cuando se detienen en un detalle, lo hacen porque l los conduce hacia lo fundamental de un saber.

    3. Incluyen todo saber en el primario saber del

    crecimiento en humanidad.

    Sea que aprendan a comunicarse con otras personas o a conocer la naturaleza o a interaccionar con el arte, los alumnos no lo hacen como quien se aparta un instante de la necesidad de su crecer humano, sino como quien penetra por otro camino que lo conduce hacia su dignidad y hacia su sentido. 4. Todos los alumnos aprenden.

    No hay alumnos que aprenden y otros que no logran aprender. No hay alumnos que buscan lo esencial y otros que buscan lo secundario. No hay alumnos que incluyen los saberes en el crecimiento humano y otros que los trabajan por separado. Todos los alumnos, sin excepcin, cogen desde adentro los saberes. Todos se encaminan hacia lo esencial y todos amarran cuanto aprenden a su vocacin humana. Ciertamente que no todos aprenden las mismas cosas en los mismos plazos; pero todos avanzan en el aprendizaje en la medida en que se lo permiten sus posibilidades de aprender y las ayudas que reciben de la escuela.