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Redacción Dr. Ramón Noseda con la colaboración de: Gustavo M. Combessies, Osvaldo Zampini, Martín Forchieri y Oscar González, Verónica Torassa, Rodolfo Bellinzoni, Ricardo Caminoa, Gato Peters, Juan Insaugarat, Graciela Andrich, Bernardo C. Barrere, Carlos M. Acuña, Juan C. Zárate, Raúl A. Pérez, Eduardo J. Gimeno, David Cordeviola, Gustavo Tavernini, Gustavo Mandagarán, Dora C. Abecasis, Ernesto Späth, Pablo Espeleta, Mariana Blanco, y Padre Juan Sarasola.

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Vol XVI - Nº 53Noviembre | Diciembre 2008ISBN 0327-8158

DirectorDr. Ramón Noseda

Comité editorialDr. Alfredo Martínez, Dr. Ramón Noseda, M.V. José M. Cordeviola, y M.V. Gustavo Combessies

RedacciónDr. Ramón Noseda con la colaboración de:Gustavo M. Combessies, Osvaldo Zampini, Martín Forchieri y Oscar González, Verónica Torassa, Rodolfo Bellinzoni,Ricardo Caminoa, Gato Peters, Juan Insaugarat, Graciela Andrich, Bernardo C. Barrere, Carlos M. Acuña, Juan C.Zárate, Raúl A. Pérez, Eduardo J. Gimeno, David Cordeviola, Gustavo Tavernini, Gustavo Mandagarán, Dora C. Abecasis,Ernesto Späth, Pablo Espeleta, Mariana Blanco, y Padre Juan Sarasola.

ImpresiónCombessies Servicios Gráficos

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La muerte traicionera, lo atrapó a Juan Pocos quieren hablar de ella, la mayoría tratan de esqui-

varla. Es una realidad asegurada desde el principio de la vi-da. El alfa y omega de las sagradas escrituras, reconocen e-se inicio y fin. El hombre, magnifica creación de Dios hecho a imagen y semejanza, trata con su inteligencia de extender su omega. El fin de la vida, cuando nos toca cerca nos con-mueve, este hecho fue evidente para todos los integrantes del Grupo Laboratorio Azul, el pasado 26 de Octubre la muerte lo sorprendió a Juan Bardón: nuestro amigo, nuestro compañero, nuestro socio.

La vida se la puede utilizar de distintas maneras; la más común: Transcurrir, la más difícil: Trascender. Juan había e-legido esta última. Su vocación docente lo llevó a realizar más de un centenar de disertaciones de capacitación y di-vulgación del conocimiento veterinario en Argentina y el ex-tranjero. Fueron numerosos los cursos de grado y post-grado que lo tuvieron en sus estrados. Una variedad de trabajos científicos generó una importante bibliografía compartida con numerosos autores. Sus conocimientos de la realidad

- Gentileza de: DCV M. Eugenia Cordeviola

Pág. 1 Editorial

Pág. 2 Juan amigo Pág. 5 Juan docente Pág. 7 Juan colega veterinario

Pág. 9 Juan compañero de estudio

Pág. 11 Juan dirigente deportivo

Pág. 12 Juan dirigente político

Pág. 13 Juan dirigente veterinario

Pág. 14 Juan hincha Pág. 15 Agradecimientos - Manifestaciones del dolor

Pág. 17 Mensaje de esperanza

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sanitaria de la ganadería bovina argentina, le valieron para sobresalir y asesorar distintos grupos empresariales. Su ca-pacidad dirigencial lo llevó a participar en numerosas institu-ciones profesionales (Círculo de Veterinarios, Distrito del Co-legio de Veterinario de la Provincia de Buenos Aires, y Asocia-ción Veterinarios de Laboratorios de Diagnóstico de Argenti-na). Integró también instituciones deportivas (Club de Re-mo), o solidarias (Centro de día Vivencia-Bio-Solidario). Las instituciones políticas lo tuvieron en sus filas (Vecinos x Azul).

Su familia (Patricia su esposa, sus hijos Federico e Igna-cio) tienen en él, un referente permanente y comprometido de la familia cristiana. Fue un hijo ejemplar que ayudó a con-solidar el amor fraterno, entre Diana su hermana y sus pa-dres Ángel y Nelly. La muerte lo sorprendió dormido (traicio-nera), única manera de atraparlo, a quien honró y trascendió la vida. Como dijera Borges: “No morirá, mientras haya al-guien que lo recuerde” y les puedo asegurar que somos mu-chos los que recordaremos a Juan Bardón. La Dirección

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A Juan lo podemos recordar por muchas de sus virtudes, emprendedor, vital, siempre dispuesto, solidario, nunca te a-bandonaba y menos en las malas. Podemos enumerar mu-chas otras cualidades que lo distinguían, pero hoy queremos resaltar su amor por el deporte, fanático del pincha, del tenis y la Ferrari. Le gustaba practicar tenis, fútbol y cuando se or-ganizaron las primeras olimpíadas profesionales participó en muchas actividades ya que consideraba al deporte como entretenimiento y otra forma de relacionarse con la gente. Convocaba los colegas, conseguía camisetas y siempre esta-ba para jugar, para alentar, para ayudar. El sábado 25 de oc-tubre muchos tuvimos la suerte y el privilegio de compartir con él su último partido de voley por las olimpíadas profesio-nales, ahí estaba otra vez, venía de caminar, alegre y por suerte llegó porque éramos cinco y Juan completó el equipo. Sin darnos cuenta de que cada vez que nos abrazábamos para festejar un tanto, era el último abrazo que le íbamos a dar. Afortunadamente se lo dimos. Juan te vamos a extrañar y recordar siempre.

Gustavo M. Combessies

Nota publicada en la revista “A Todo Deporte” de la Municipalidad de Azul que refleja las actividades desarrolladas en las Olimpíadas Profesiona-les en la cuál Juan era un activo participante representando al Círculo de Médicos Veterinarios de Azul.

2Juan amigo

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Quisimos resguardar en este espacio, las manifestaciones de algunos de sus múltiples amigos.La palabra amigo viene de la palabra latina amor, es un sentimiento convenido entre personasdonde se manifiesta y expresa: confianza, consuelo, amor, sinceridad, reciprocidad, respeto.Sus amigos expresan sus sentimientos.

El recuerdo de un amigoEquipo de Voley de los profesionales veterinarios.Arriba: Pedro Girbent, Gustavo M. Combessies, Juan C. Bardón.Abajo: Oscar Yurno, Diego De Dominicis y Horacio Casares.

Juan junto a Ana López

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Juan amigo

Su juiciosa palabra ante el tema planteado

Hace más de tres décadas que conocí a Juan Carlos, lo a-lojé en la pensión de Matilde, que además de ser una buena mujer, era profesora de cocina, pensé, este muchacho se ve muy flaco, le vendrá muy bien unas comidas abundantes y sabrosas; era el mismo tipo de siempre, hiperactivo y con e-sa innata simpatía que nadie podía negarle nada, pedía con-tinuamente, animales de laboratorio, equipos o cualquier cosa que tuviera relación con ellos; todo lo conducía a lo que sería su segunda casa, al Laboratorio Azul, para llevar ade-lante uno de sus tantos proyectos. Pasaron después, mu-chos años, más de 20, y la vida, caprichosa, nos unió; me en-contré, sin darme cuenta, ayudándole a llevar adelante, su i-dea de criar animales de laboratorio para utilizarlos en prue-bas de vacunas a los mejores laboratorios del país, para lo cual, ya se había preparado en cursos tomados en Institucio-nes Internacionales, que dependían de la O.P.S.

Nunca dio tiempo a gozar de algún éxito parcial, siempre tenía el desafío de alguna idea nueva, parecía que llevaba u-na carrera contra el tiempo, que ese tiempo no le alcanzaría; su corazón, su gran corazón comprendió que no podía seguir ese ritmo, y decidió, por su cuenta, que debía descansar.

Eran muchas sus virtudes, pero seguramente, el culto a la amistad y a la familia, sobresalían por encima de las de-más, sus padres, su hermana, Patricia, Fede, Nacho, aún no comprenderán tu partida, lo que sí saben que no habrá ol-vido, recordándote, con tanto cariño, hará que permanezcas junto a ellos, hasta el reencuentro final.

Mi querido amigo, han sido muchas las horas que com-partimos, y nunca te dije, lo mucho que te quería ni el honor que sentía, el que me consideraras tu amigo; nos volvere-mos a ver, si Dios quiere.

Hay hombres superiores que hacen con sus conocimien-tos, realidades para todos aquellos que le sucederán.

Osvaldo Zampini

Su gran corazón comprendió...

Seguramente estas palabras no van a resultar novedo-sas para los lectores que tuvieron la oportunidad de tener enfrente la mano tendida y dispuesta de Juan, con su sonri-sa a flor de labios.

Habrán conocido su espíritu sumamente emprendedor, su disposición inmediata ante toda propuesta planteada, su interés en ayudar para la mejora personal y profesional de sus colegas, su compromiso profundo con la superación de su pago chico y el valor de su juiciosa palabra ante el tema planteado.

Pudo dejar innumerables amigos y nosotros somos dos de ellos.

Vamos a echar de menos sus visitas donde todos los te-mas eran válidos para una discusión apasionada, los viajes por la pampa en alguna oportunidad compartidos con su hi-jo Federico y los enriquecedores encuentros en el Laborato-rio Azul.

Deseamos que este recordatorio refleje lo que la amis-tad de Juan significó para nosotros y sea nuestro humilde homenaje para compartir con su familia y amigos.

Martín Forchieri y Oscar GonzálezBoehringer Ingelheim

Andrés López, Osvaldo Zampini y Juan Bardón festejando en una de lastantas fiestas anuales de Laboratorio Azul.

Oscar González, Juan Bardón, y Ramón Noseda, marzo de 2006.

Momentos...Es muy difícil despedir a un amigo pero es un gran con-

suelo poder honrar su calidad de persona, amigo, profesio-nal y padre, tal como fue Juan para quienes tuvimos el pla-cer de conocerlo y compartir con él muchos momentos. Y di-go momentos porque esos son los que vienen a mi mente cuando lo recuerdo.

Momentos de distensión con amigos, festejos de cum-pleaños en los que pudimos compartir su alegría de vivir y su gran afectividad.

Momentos de análisis y programación de actividades re-feridas a la problemática educativa rural por la que se intere-só desde el comienzo, mostrando su fuerte compromiso con la comunidad y su nato espíritu emprendedor con una im-pronta de sencillez y “buena onda” que contagiaba su natu-ral optimismo hasta en las circunstancias que parecían más difíciles.

Momentos de conversación sobre sus hijos a quienes tu-ve también el placer de tener muchos años muy cerca como alumnos. Escucharlo hablar de sus progresos y sus proyec-tos de estudio y deportivos, fue siempre escuchar a un padre muy orgulloso de sus hijos, siempre dispuesto a acompañar-los valorando sus éxitos pero enseñándoles, son su propio e-jemplo de vida, la importancia del esfuerzo diario y la volun-tad por superarse.

Momentos y más momentos me siguen llegando a mi mente que si bien me producen mucha nostalgia porque sé que no se van a repetir, me hacen sentir una privilegiada por haber conocido a Juan, una excelente persona y un gran a-migo… Te vamos a extrañar…

Verónica Torassa

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Mi amigo Juan Carlos Bardón

Juan Bardón:

Juan amigo

Que difícil es acostumbrarse a no recibir un llamado o u-na visita de Juan. Así nos tenía acostumbrados, estaba siem-pre presente.

Haber conocido a Juan y compartido algo de esta vida con él, es de las cosas buenas que a uno le pueden pasar y debe agradecer.

Recuerdo que si bien lo conocí allá finalizando los 80, cuando estaba iniciando mi carrera, fue a mi regreso al país en los 90, cuando inicié una relación profesional con Juan y el Laboratorio Azul en su conjunto, luego fueron mis amigos del Laboratorio Azul, y con Juan fue con el que más cosas compartí.

Uno a Juan lo puede resumir con estas palabras: Amigo, solidario, compañero incondicional, alegre, inquieto, soña-dor. Uno cuando tiene un amigo muy cercano siente que lo-gró algo que no es simple, Juan generaba este tipo de rela-ciones con una enorme facilidad, para él no había relación formal que no debiera terminar en una amistad, estoy seguro que debemos ser un número muy grande de perso-nas que compartimos este sentimiento sobre él.

Con Juan compartimos un trayecto de nuestras vidas, en muchos aspectos; lo familiar, los amigos en común, el creci-miento profesional y muchos momentos divertidos.

El espacio que generó Juan en el afecto, queda lleno aun luego de no estar. Se encargó de generar imborrables recuerdos que perdurarán.

Disfrutamos y compartimos de las grandes y pequeñas cosas: mis visitas a Azul, hace ya muchos años y mis esta-días en su casa, donde le ocupaba la cama a Federico, quien empezaba a vivir su vida y ya conocía lo que era soportar a un intruso y como era su padre en los valores de la amistad. Los viajes por trabajo, los congresos, las vacaciones en Pinamar, la pesca, los asados. Largas charlas donde compartíamos las preocupaciones, nuestros grandes logros, cosas de nuestras familias, de la vida de nuestros hijos, nuestra vida profesional y los consejos mutuos.

Ponía el mismo esfuerzo y compromiso en cumplir un tra-bajo profesional, que en conseguir a mi hijo Martín la cami-seta de Boca firmada por los jugadores.

Ponía el mismo esfuerzo y calidad de atención en recibir a una visita de jerarquía internacional que significaba mu-cho para su quehacer profesional, que en acompañar a mis padres cuando tuvieron que estar en Azul por un tema de sa-lud, aun cuando nunca antes los había conocido.

Se acordaba de llamarte cada momento que esperabas una voz de alguien cercano, o cuando no querías que te lla-me como cuando Estudiantes le ganó el campeonato a Boca.

En estos momentos estoy en mi oficina y me cuesta creer que no aparezca en la puerta, en búsqueda de un mate y un momento de charla. Es muy difícil sintetizar los sentimientos y expresar valores de una persona que estuvo tan cerca de uno y en este momento se está extrañando.

Cuando leo lo que he escrito veo que no tome en cuenta lo grande que significó Juan para la profesión veterinaria, pa-sa que ante todo, estoy hablando con el corazón de un gran tipo.

Juan estoy absolutamente seguro que más allá de mi subjetividad de amigo, has sido una persona ejemplar en to-dos de los aspectos relevantes que definen a una gran per-sona, a quienes compartimos algo con vos nos dejaste mu-chas cosas de las que valen y perduran.

Rodolfo Bellinzoni

Conocí a Juan, en la década del 70 en la Facultad de Ve-terinaria de la Universidad Nacional de La Plata, nada hacía suponer en aquella época de juventud, que casi 15 años después nos uniera primero las Leptospiras y luego más re-cientemente el REIKI en esta Ciudad de Azul.

Fuimos compañeros en la Comisión Científica de Leptos-pirosis de la Asociación Argentina de Veterinarios de Diag-nóstico, donde sus aportes científicos-prácticos siempre fueron bien recibidos en el seno de la Comisión, lo que aba-lan sus innumerables trabajos publicados, aislamientos de cepas de campo, participación en congresos, conferencias, reuniones científicas, cursos etc., formando y capacitando nuevos profesionales en esta especialidad.

Pero los afectos se profundizaron a partir de setiembre de 2004 cuando me pide que le realice una sesión de REIKI, práctica terapéutica que repetía cuando se sentía "pasado de vuelta", o le sugería algún familiar para que me visitara.

Viaje con las familias Bellinzoni y González.

En estas sesiones que hablábamos de cualquier cosa menos de trabajo, (su pasión y responsabilidad), los temas que surgían invariablemente cada vez que concurría, eran la familia, sus hijos, su esposa Patricia, "la flaca" como él la nombraba cariñosamente, sus padres, sobrinos, hermanos, y otros temas espirituales.

En una oportunidad, un mes antes de su partida al Pa-dre, en donde el estrés lo tenía a mal traer le hice la siguiente pregunta: "qué te gustaría que dijera tu lápida", (este es un e-jercicio que se hace para ver si el paciente reacciona y baja su andar apresurado), su respuesta lo dice todo:

"Fue un gran amigo de sus hijos"

Ricardo Caminoa

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Juan docenteInnumerables, fueron las disertaciones que Juan efectuó en su vida profesional,tanto en el país como en el extranjero (Uruguay, Brasil, Ecuador, España, Suiza, Alemania, Polonia),tenia una habilidad especial para compartir sus conocimientos con otras personas,su vocación docente era evidente, quienes fueron sus alumnos así, lo testimonian.

Juan y yoHay gente que uno piensaque no puede morirse,que va a seguir estandocada vez que uno pasa,que va a seguir llegando, cuando uno no lo espera…

El celular me sonó en Rafaela. Estaba en el hotel, en una gira esperando la hora del show.La chica del laboratorio me pedía estas líneas para la revista:

- Hacemos una revista dedicada al Dr. Bardón…-- ¿Qué, se jubila Juan?...-- ¿Cómo, Ud. no está enterado…? Le paso con el Dr. No-seda…-

Ramón me lo dijo…Había sido el 26 de octubre. Claro, el 27 se iba a morir mi vie-ja, asi que esos días no estuve… no lo supe…Lo tenía de la facu pero como ayudante. Yo acá, alumno ig-noto, del montón, ganas y esfuerzo y él allá, bien ayudante, serio, lejos…Después dueño de Siddarta… uno de ellos. Yo empezando los boliches como artista (Ojo, artista de esos tiempos, puro intento).Yo dueño de Tarquino, otro boliche, ellos viniendo.La vida me llevó hacia Las Flores. El fue Azul, laboratorio, su familia.Un día me llamó por contratarme. Su cumpleaños en el Náu-tico, eso era.Y yo fui, de onda, sin cobrarle. Y salimos amigos para siem-pre.Hizo fuerza muchas veces (como veinte) para que yo fuera ar-tista en otras fiestas.En Azul y también en otras partes.

De su mano fuí al Teatro Español. Lo llenaron esa vuelta con Patricia. Fui al Jockey, al Náutico, a otras fiestas, a la rural, incluso al frigorífico.Siempre él como nexo, empujando porque fuera en su Azul, yo, el artista.Llamando a unos y a otros, puro gesto.Dirigente de asuntos intermedios. Promotor de cuestiones del afecto.Eso era Juan Carlos, si lo pienso. Eso era Ramón, Juan, ¿no es cierto?Cuando yo ya era funcionario, él fue el nexo por juntarme a o-tra gente intentando que Azul tuviera escuela agraria. Expli-cándome quien era cada uno, ayudándome a entender cada postura…Hace poco volví al Español. Y ahí estaba en un palco, lo veía, al oscuro, sonrisa complaciente. Después vino al camarín a hablar de fútbol. Era domingo de Racing- Estudiantes…Nada más hasta hoy, que es la noticia.La noticia de Ramón tan a destiemposin que pueda pasar yo este avisodel abrazo que le quedé debiendo…

Gato Peters

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Compromiso y pasiónen la actividad que desarrollaba

A Juan lo conocí en el ́ 73 en la Facultad de La Plata, cur-saba yo el ingreso y él era ayudante. Pero en realidad supe quién era cuando llegué a Azul en el ´79, ya recibido, y co-mencé a frecuentar el Laboratorio, en ése entonces en la ca-lle Necochea. Y empezamos a hacernos amigos, creo yo, compartiendo una semana en Balcarce, ciudad muy ligada a sus afectos, al realizar, en el año ́ 80, un curso de necropsia en el INTA. Yo había ido en micro y a la vuelta viajamos con el colega Horacio Morena los tres en una flamante ranchero de aquella época. Todo aquello forma parte de un muy lindo re-cuerdo de juventud.

Con el tiempo, Juan se fue convirtiendo, ya no sólo en el amigo, si no también en un referente a la hora de la consulta técnica, en un consejero a la hora de manejar situaciones complejas, destacándose su compromiso y pasión en las ac-tividades que desarrollaba, ya fueran éstas veterinarias, co-munitarias, políticas o deportivas.

Quienes tuvimos el placer de conocerlo y el honor de ser sus amigos seguramente coincidiremos en marcar y resaltar sus facetas humanas y profesionales, como también coinci-diremos en llevar a cuestas el dolor de la ausencia.

Bernardo C. Barrere

Gracias porque nos enseñóHace 29 años comenzamos a formar parte del pequeño

grupo "Laboratorio Azul": El Dr. Bardón como integrante de la Sociedad; yo a aprender a ser técnica de laboratorio. Hoy en el gran Grupo "Laboratorio Azul" y, en medio del dolor, quiero hacer una reflexión y agradecimiento:

Gracias Dr. Juan, por la alegre juventud con que llegó a compartir con el Dr. Martínez, con el Dr. Noseda y con noso-tros este objetivo común.

Gracias, porque en un Directorio de tres, con personali-dades tan distintas, ante todo primaba el respeto.

Gracias por haberme enseñado y por haber compartido tantos trabajos de veterinaria, confiando en mi tarea.

Gracias por su solidaridad dentro y fuera del laboratorio.Gracias por compartir tantas cargadas y chistes con mu-

cha chispa y respeto.Gracias por el ejemplo de empuje, tesón y crecimiento

junto al Dr. Martínez y al Dr. Noseda. Gracias por las charlas de amigo en los momentos buenos y malos de nuestro cami-nar.

Gracias por demostrar lo orgulloso que estaba de su her-mosa familia, de su trabajo y de todos sus logros.

Y gracias, porque nos enseñó a llevar una vida "fiel a sus valores, y en la creencia de que crecer no es una cuestión de transcurrir, sino de esfuerzo, armonía y equilibrio".

Graciela Andrich

Juan docente

Juan Bardón y Graciela Andrich realizando prácticas en el laboratorio.

Juan Bardón invitado al Seminario de Sanidad y Producción Animal de la Escuela Politécnica del Ejército IASA, Quito - 2002

Hay pérdidas que son irremplazables. No hablo de lo mé-dico veterinario porque todos conocimos a Juan Carlos en su faz profesional. Me refiero a él en su costado humano; nues-tra relación de amistad comenzó allá en La Plata, querida ciudad universitaria, cuando era ayudante en la cátedra de Patología Médica, me impresionó su vocación de servicio, su cálida dedicación docente que nos cautivó desde el inicio en aquellos viejos claustros. Era la imagen del maestro impar-tiendo su sabiduría sin miramientos, sin recortes egoístas, con magnánima generosidad. Nunca nos escondió nada, es-toy seguro que nos brindaba saberes que le habían costado muchos años interiorizar sin filtro alguno, sin un solo recorte de su bagaje cognitivo. Era la frase sabia unida al gesto afec-tuoso, cariñoso, altruista. Todo cuanto me enseño lo llevaré de por vida en mi capital cultural y científico.

Después la vida hizo que me siguiera acompañando (en su Laboratorio Azul), seguramente él no tuvo una conciencia real de cuantos caminos se me allanaron al poderlos cami-nar juntos.

Cada charla compartida, cada encuentro fue para mí, un jolgorio de calidez, de humanidad, de amistad profunda, esa que hoy escasea en este mundo cruel que nos toca transitar.

Sé que tanta energía no se pierde en el éter, sé que ta-maño espíritu por algún lugar del universo debe andar. Te va-mos a extrañar mucho los que te conocimos bien, los que te quisimos como se quieren a los hombres elevados como vos.

Querido Juan, desde el lugar que estés nos vas a seguir i-luminando, desde al lado del Creador seguirás haciendo do-cencia, de la académica y de la otra, yo que me consideré tu amigo te saludo pero no con un adiós, si no con un hasta siempre.

M. V. Juan Insaugarat

Lo llevaré de por vidaen mi capital cultural y científico6

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Fue un gran apoyo para mi en lo concerniente al diagnós-tico.

El día 25 de noviembre de 1976, hace exactamente 32 años, conocí a Juan Carlos Bardón en Mar del Plata. Fue en un congreso de Veterinaria, donde el laboratorio donde tra-bajaba Juan lanzó al mercado el antiparasitario “Axilur”.

A los pocos años, cuando ya Juan integraba el Laborato-rio Azul nos encontramos nuevamente.

En los primeros años de la década del 80, un cliente me llama bastante preocupado pues había comprado un torito en la Exposición de Azul y al llegar al campo le hace hacer un diagnóstico de trichomoniasis positivo.

Hablo con Juan y decidimos viajar al campo con todo lo necesario para un diagnóstico certero. Obviamente nos en-contramos en la manga con el toro, mi cliente y el veterinario que había dado como positivo al toro. Juan había llevado el microscopio para hacer una observación en directo y dar por terminado el tema en caso de poder visualizar al parásito. Grande fue nuestra sorpresa al no poder ver nada en ese momento ni tampoco poder cultivarla luego de traer los culti-vos a la estufa del Laboratorio.

Hace algunos años charlando con Juan llegamos a la conclusión que podría haber sido la tetra trichomona.

Siempre sentí que Juan fue un gran apoyo para mi en to-do lo concerniente al diagnóstico. Por último Juan, te agra-dezco mucho tu apoyo incondicional, al igual que al resto de los profesionales del Laboratorio, en los cursos que desde 1991 se dictan en Azul en el mes de febrero.

Juan Carlos, descansa en Paz.

Vet. Carlos Martín Acuña

Juan colega veterinarioDesde que era Ayudante alumno en Patología Médica en La Plata,se esforzaba para brindar un servicio de calidad, ganado con el trabajo arduo,sus colegas lo describen de la siguiente manera.

Curso dictado en 2008 por Carlos M. Acuña, Juan Bardón abrazándolo.

Los Dres. Bardón, Zárate, Noseda, y López, en Nogoyá - junio de 2007.

Desde Nogoyá,un sentido recuerdo

Juan Carlos:Tenías que conocer el lugar por mí elegido. Y acu-

diste a la invitación para las jornadas de junio de 2007. Con serena gratitud recordaste la época de vecinos, de amigos, y la excesiva generosidad que tuviste en esa ocasión confir-maron tu personalidad que hoy admiro y recuerdo.

Para su familia, sus padres a quienes recuerdo y sus compañeros del Laboratorio Azul, un saludo de

Juan Carlos Zárate

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Seguridad científicaSeriedad profesional

Basado en la necesidad de contar con algo más que diag-nósticos precisos, mis contactos en el tiempo con Laborato-rio Azul y por ende con el Dr. Juan Carlos Bardón trascendie-ron la simple relación que se mantiene con un proveedor de servicios.

Merced a la calidad de su gestión fue posible encarar tra-bajos de investigación local que luego dieron soporte a las recomendaciones de uso de más de un producto.

En ese sentido, la tarea de Juan permitió que la jerarquía técnica de nuestros veterinarios sobrepasase los límites del país puesto que sus observaciones optimizaron el diseño y la posterior puesta en marcha de ensayos tan complejos como costosos concretados simultáneamente con colegas de Bra-sil, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

En los últimos 3 años, pude contar con el colaborador que además de saber organizar el manejo de los animales de un rodeo, realizaba los estudios analíticos en el laboratorio y luego encaraba la tarea administrativa volcando la informa-ción en interminables e inevitables planillas.

Con rigurosidad científica, singular equilibrio y total gene-rosidad compartió conmigo toda ocasión de difundir las con-clusiones de nuestros trabajos con quienes aceptaron la convocatoria para debatir sobre a veces, espinosos temas.

En una época como la que nos toca vivir, el cumplimiento absoluto fue su objetivo y aceptó asumir plenamente las res-ponsabilidades que cada tarea significó.

Juan hizo siempre lo que debía hacer.

Vet. Raúl Aníbal Pérez Ciudad Autónoma de Buenos Aires,

viernes 14, noviembre de 2008

Juan colega veterinario

Los Dres. Ramón Noseda, Juan Bardón y Alfredo Martínez en el festejode los 25 años del Laboratorio Azul.

Trabajo a campoAbajo: Juan Bardón, José M. Cordeviola y Bernardo Fiscalini.

Juan Carlos Bardón y José Eugenio Grigera - Selección Productiva - Biogénesis, 2004.

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Juan compañero de estudioSu personalidad desbordaba de virtudes para ser el “Compañero Ideal”,le gustaba el trabajo y disfrutaba la amistad. Le encantaba armar equipos,estimulaba el entusiasmo para que salga bien la tarea encomendada,así se dan fe de lo dicho, sus compañeros.

Facultad de Cs. Veterinarias - UNLPMemorias de un integrante de la Promoción 1974

Corría 1973, año difícil, época de convulsiones, momen-tos difíciles para la Patria y para la Facultad y para todos los que estábamos adentro de ella. Con Juan Carlos y otros mu-chos cursábamos el cuarto año: el más complicado por el nú-mero de cursos y por las “deudas” que nos quedaban de ter-cero. Llegábamos a cuarto, comenzábamos a cursar varias materias, demasiadas, entre ellas Patología Médica. Empe-zaba en el país una tormenta: se “sentía una violencia poten-cialmente destructiva”; muy pronto la tormenta se tornaría en devastador huracán.

Grupo humano interesante el de Médica, con docentes excelentes que transmitían entusiasmo, que amaban la ta-rea que hacían. Se pasaban largas horas de día y de noche en el laboratorio, vivían estudiando, jamás se conformaban con lo logrado y siempre estaban tratando de avanzar “algo más”; con seriedad y muy buena onda. Isla de paz en un mar embravecido: modelos a quienes imitar, la profesión en la que intentábamos formarnos daba infinidad de posibilida-des que nos ejemplificaban algunos pocos.

A poco andar el Dr. Noseda, “alma matter” del grupo co-menzó a convocar a algunos alumnos de cuarto para desa-rrollar una actividad “científico-pedagógica”. Con algo de sorpresa y bastante curiosidad nos enteramos que preten-dían realizar un estudio experimental sobre “enteque seco”. Noseda y la Dra. Susana Cumba comandarían al grupo, Bar-dón, Borrajo y Forastieri colaborarían en el desarrollo de la experiencia y el seguimiento clínico, Maida (alumno de cuar-to y Ayudante Alumno de Necropsias) se encargaría de la to-ma de muestras y Gimeno (alumno de cuarto y Ayudante A-

lumno de Patología General) se encargaría de los cortes his-tológicos.

Muchos no sabíamos que era aquello: ¿“seco qué”?: Ufa!, vaya con la ocurrencia!, nos queríamos recibir rápido: ¿no alcanzaba con cursar y rendir los parciales? ¿”Seco qué”?: pero no era fácil decirle no a Noseda y a Cumba, em-pezamos a leer, a familiarizarnos sobre el tema y nos intere-só.

Esa actividad extracurricular fue decisiva en la vida futu-ra de varios de nosotros: quizás nunca se la agradecimos de-bidamente a Ramón y a Susana. Presentamos nuestra mo-desta experiencia a los compañeros del curso, lo repetimos en cursos siguientes, surgían dudas, críticas y discusiones; seguimos estudiando, entablamos contactos con especialis-tas de Argentina y del exterior. La experiencia se plasmó en papel y terminó publicada en Gaceta Veterinaria en 1976; pa-ra entonces ya nos habíamos empezado a dispersar, cada cual al encuentro de su destino profesional y personal. Yo salté el Atlántico, a esa altura apasionado con el “enteque” y con la posibilidad de trabajar con la figura gigantesca y caris-mática de Gerrit Dirksen: recibía muchas cartas de la Argen-tina y algunos cassettes grabados en Patología Médica; cam-biábamos impresiones, deseos, penas, alegrías y nostalgias con amigos distantes; ni soñar en esa época con la INTER-NET, ni siquiera con el teléfono trasatlántico.

Regresé a la Argentina y a La Plata en 1977; mi primera noche de reinserción platense dormí en casa de la familia Bardón, entrañable familia, de esas que nunca se olvidan. El equipo de Patología Médica seguía con el mismo empuje y entusiasmo, con una variante de peso: Ramón Noseda se

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había lanzado junto con el Dr. Alfredo Martínez, eximio do-cente que habíamos aprendido a admirar y a respetar en Pa-rasitología, a una tarea para nosotros misteriosa: armar un laboratorio de diagnóstico. No sabíamos que era aquello; quizás existieran en el país laboratorios de diagnóstico: no-sotros no los conocíamos. Empezaron de la nada: sin apoyos oficiales, con muy poco capital pecuario, con un enorme a-cerbo técnico-científico y, su mayor capital: una fe y un entu-siasmo inagotables. No parecían tiempos propicios para lar-garse en una aventura como esa, pero se largaron. De lo que vino después no soy yo el más indicado para hablar.

A poco andar Juan Carlos se incorporó al naciente Labo-ratorio Azul; volvía cada tanto a su Facultad y a La Plata. Se reunía con viejos amigos, compartiendo proyectos, buscan-do nuevas técnicas y recordando tiempos idos. Vino a media-dos de los noventa a hacer un curso de nuestro Instituto de Patología: lo acompañamos en el viaje de regreso hasta Azul junto con el colega y amigo Víctor Cubillos (actualmente Rec-tor de la Universidad Austral de Chile). Recorrimos durante dos días el Laboratorio Azul, lo vimos funcionar desde aden-tro, estudiamos discretamente la rutina de colegas, técnicos y administrativos, el tipo, número y origen de las muestras, etc.

Asombro y admiración: Laboratorio Azul se había trans-formado en una empresa ejemplar; importantísima para el desarrollo de la Profesión Veterinaria de todo el país y para la Salud Pública del centro de la provincia. Juan Carlos Bardón era una figura central en esa magnífica obra; acompañando a quienes primero fueron sus maestros, y luego sus socios y amigos. Siguieron creciendo: cubrieron el país cumpliendo

Juan compañero de estudio

numerosas tareas de importancia para la salud humana y de los animales: diagnósticos con técnicas modernas, produc-ción de reactivos, transferencia de tecnología y asesora-miento a otros laboratorios de diagnóstico, control de cali-dad para sueros y vacunas, organización de cursos y reunio-nes de actualización profesional y de extensión para pro-ductores, desarrollo de herramientas informáticas, una importante revista técnico-científica y mucho más. Todo enmarcado en un inquebrantable compromiso con la ética, el trabajo constante y la solidez profesional y empresaria.

Cuando lo sorprendió la muerte Juan Carlos estaba en la plenitud de su capacidad física e intelectual, siendo Director de Laboratorio Azul. Nos sorprendió a todos. Después de tan-tos años algunos seguíamos “en el lugar de siempre”, en la Facultad. En mi caso felizmente encerrado en una “burbuja académica”, según definición del propio Juan Carlos; otros en diversas tareas profesionales, comerciales o de gestión. El resto de la Promoción 1974: dispersos, por el país y por el mundo; algunos pocos más allá de este mundo.

Como lo dice por allí algún poeta “lo nuestro es pasar, pa-sar haciendo caminos…”. Algún otro también dijo que “no de-saparece lo que muere sino lo que se olvida”. No te olvidare-mos Juan: tu obra sigue intacta y se seguirá agigantando cada día que pase. Con la tarea de cada colega que siga por tus caminos: en el aula, en la manga, en el consultorio, en el gabinete de computación, en la oficina y en el laboratorio. Ni adiós ni hasta pronto: seguimos todos en lo tuyo y en lo nues-tro, seguimos todos juntos.

Eduardo Juan Gimeno

Años de facultad en La Plata, estudiando con un compañero.

Juan Bardón recibiendo su título de Médico Veterinario en la Facultad deCiencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata,

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Juan dirigente deportivoDar lo mejor por el Club que lo cobijó cuando llegó a Azul fue su meta.Club de Remo Azul lo tuvo como dirigente tanto en la Comisión Directivacomo en la Subcomisión de Tenis, sus compañeros relatan dicha historia.

Un famosos hooker

Dirigente amigo

de La PlataTuve la suerte de compartir con Juan la conducción del

Club de Remo de Azul por unos cuantos años.Durante toda su gestión se destacó por el impulso que le

daba a sus proyectos y el apoyo incondicional a sus compa-ñeros de comisión. Su puntual responsabilidad dentro del grupo fue el tenis. En el transcurso de su mandato recibimos las visitas de Guillermo Vilas y José Luis Clerc, íconos del te-nis nacional. También organizó con éxito los primeros tor-neos "Future" y fue un activo planificador de distintos even-tos sociales en el club.

En esos años comenzó a forjarse entre nosotros una en-trañable amistad que se fue consolidando con el transcurso del tiempo. Participábamos reciprocamente de nuestras ac-tividades e inquietudes extraprofesionales.

Sin estar vinculado al deporte solía acompañarme a ver partidos de rugby o a renuniones con dirigentes de otros clu-bes. En broma lo presentaba como "...un famoso hooker de La Plata". Ahora me doy cuenta que, inconcientemente, le había adjudicado un puesto ficticio que representaba aca-badamente su personalidad. En rugby, el hooker es un for-ward (delantero), que integra la primera línea, sostiene al scrum, va siempre adelante. Juan fue un delantero en su vi-da, siempre fue al frente y siempre de frente, llanamente, sin sutilezas, impetuosamente, arrolladoramente; con una ca-pacidad intelectual y de trabajo admirable.

Juan no dejó un espacio vacío, dejo un abismo imposible de llenar.

David Cordeviola

Juan Bardón como dirigente deportivo del Club de Remo, en actoinauguración de torneo de tenis.

Todos fueron y serán grandes momentos, lo importante es que cada uno de ellos se convierta en eternos, justamen-te esto es lo que me pasó con Juan. Dirigente. Profesional. Padre. Empresario. Emprendedor. Amante de los deportes como el nuestro, pero seguramente compartiéndolo con su pasión Estudiantes de La Plata. Pero por sobre todos amigo.

Fueron muchos años, con Daniel y Raúl, luego con Victo-riano y más tarde con Alejandro, pero siempre estabas ahí, cerca de nuestra escuela de tenis.

Momentos!!, muchísimos momentos y cada uno con el toque que vos le dabas, comenzamos posicionando al club dentro de la Federación y realizando torneos regionales y na-cionales que hacía mucho tiempo se habían dejado de dis-putar. Más tarde la clínica con Guillermo Vilas y su equipo de Detección de Talentos, después Batata Clerc y previo a esto viajes a Mar del Plata y Buenos Aires para lograr la contrata-ción y todo el entorno que surge en cada momento. En uno de estos me encontré dentro del SENASA en Martínez, pre-sentándome ante varios colegas como: el profe del club!!. Luego vinieron los torneos internacionales con los futuros de los años 2000 y 2001. Gestiones para que nos visitara el pe-riodista Guillermo Salatino y así puedo seguir y enumerar va-rios más!!!.

A pesar de todos estos momentos, lo que más destaco es cuando nos acompañabas a los campamentos de fin de tem-porada que realizábamos en la costa, poder compartir los momentos vividos con los alumnos de la Escuela y sus hijos, lo llenaba de placer!! en uno de estos nos llevó una carpa de última generación, que nos costó casi el día poder armarla y cuando concluimos entre risas solo dijo “Pensé que era más fácil”. Siempre motivado y motivando, siempre acompañan-do, simplemente siempre amigo.

Profesor Gustavo Tavernini

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Juan dirigente político Su condición de líder natural, lo posicionó en un partido político vecinalista (Vecinos x Azul),pudo haber elegido partidos más importantes para su crecimiento político, pero prefirióevolucionar dando pelea desde una dinámica social de base, donde los vecinosreconocieran su liderazgo, fue sin dudas un honesto y cabal dirigente político.

Cada vez me resulta menos cierto que todos los muertos son buenos y mucho más convincente que hay espacios va-cíos que no se pueden llenar con la llegada de otro amigo. Noviembre nos encontró sin Juan, y al momento de hacer ra-dio su espacio quedó vació porque las personas son únicas e irrepetibles. Los buenos muertos hacen honor en vida y tras-cienden con sus acciones, conductas, hechos y cultura. En todo eso, Juan Bardón, dejó un sin fin de historias donde bondad y honor jamás estuvieron en riesgo.

Confieso que me faltan convicciones religiosas. No pue-do, ni quiero entender su muerte. Quizás porque la última charla estaba relacionada con un modelo de país. Con las le-gislativas del 2009, con sueños y utopías que desde un pla-no estrictamente racional; Juan no podrá ver, ni realizar.

Su proyecto de país quedó inconcluso y es justo mante-ner sus convicciones y principios. Ese proyecto, ese país es posible.

De entrada, buena fe y pocos sellos: Simplemente por-que la palabra empeñada en un sello y la honorabilidad de las personas fundamental e imprescindible.

Juan, pensaba en la República Argentina. Donde igual-dad ante la ley, libertad con derechos y obligaciones, periodi-cidad en los mandatos, alternancia en los gobiernos y divi-sión de poderes eran obligación y normas inalterables. Ade-más la educación como herramienta transformadora y salva-dora de la ignorancia humana.

Empezó a soñar y no despertó cuando se trató de un país sin coimas, dedos, acomodos, padrinos, punteros, hijos y en-tenados.

“La República de Bardón”

Su compromisoy su buen criterio

A Juan Bardón se le adecuaba fielmente el concepto tra-dicional de vecino. Esa persona cercana a la que acudimos para disfrutar de su compañía y de su apoyo.

Quienes tuvimos el privilegio de compartir con él la Comi-sión Directiva de Vecinos por Azul contábamos siempre con su compromiso y su buen criterio, robando tiempo a su des-canso para ayudarnos a buscar un camino para que su co-munidad viviera mejor.

Fue para muchos de nosotros el amigo que siempre esta-ba dispuesto a escucharnos, a compartir su tiempo, su fami-lia, a acompañarnos dentro y fuera de la Agrupación.

Su inexplicable desaparición física, cuando todavía tenía tanto para brindar a su hogar, su trabajo y sus amigos, nos deja un angustioso vacío que nos cuesta tremendamente comprender y digerir.

Dora Celia Abecasis Vecinos x Azul

Sus ideas, son nuestro compromiso. Sus hijos son los nuestros y es mentira que la República está perdida.

Gustavo MandagaránPeriodista

[email protected]

Oscar Blanco y Juan Bardón en la fiesta aniversario del Club de Remo,octubre de 2000.

Juan y el resto del equipo de fútbol recibiendo el premio al torneocomercial del Club de Remo en 1999.

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Juan dirigente veterinario

Posicionó la profesión del Veterinario en la sociedad de Azul. Trajo el Distrito 14ºdel Colegio de la Provincia de Buenos Aires, durante muchos años intentósustentarlo acompañado por unos pocos dirigentes.Defendió la profesión como pocos, se escucharán por mucho tiempo,los gritos de su lucha.

Posicionó la profesión del Veterinario en la sociedad de Azul. Trajo el Distrito 14ºdel Colegio de la Provincia de Buenos Aires, durante muchos años intentósustentarlo acompañado por unos pocos dirigentes.Defendió la profesión como pocos, se escucharán por mucho tiempo,los gritos de su lucha.

En esta breve semblanza, queremos recordar al Dr. Juan Carlos Bardón, nuestro amigo Juan, integrante como vocal suplente del actual Consejo Directivo del Distrito XIV.

Además de sus excelentes virtudes morales y profesio-nales, pudimos disfrutar de su calidez en el trato, y especial-mente de su gran disposición a trabajar desinteresadamen-te en beneficio de nuestra profesión, como lo demostró al concurrir recientemente a una reunión en la ciudad de Ola-varría, para debatir con los colegas locales sobre los resulta-dos del Plan Toros.

También recordamos, que allá por los años '80, se hizo cargo, por buen tiempo, del manejo de los asuntos del Distri-to XIV, en la ciudad de Azul, cuando momentáneamente fun-cionó allí la cabecera. Siempre evocaremos a Juan como una persona noble, permanentemente interesada en los te-mas que atañen a nuestra profesión. En síntesis, un tipo de empuje, de los que dejan huella.

Pablo EspeletaConsejo Directivo Distrito XIV

Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires

Cintura de futbolistapara esquivar zancadillas

y lograr el consenso

Persona noble, interesada en los temasque atañen a la profesión

Juan C. Bardón presentando al Dr. J. De Lannot y al Dr. D. Ibarra, 1994.

La principal actividad de interés común (pero no la única) con JCB fue la Asociación Argentina de Veterinarios de Labo-ratorios de Diagnóstico (AAVLD), de la cual fuimos socios fun-dadores (noviembre de 1984, Buenos Aires) y luego miem-bros de la Comisión Directiva en varios periodos. Ambos fui-mos presidentes: Juan en el periodo 1994/1996 - en el cual fui vicepresidente - y luego lo sucedí en el periodo 1997/ 1998 como presidente. Juan desarrolló una importante ges-tión durante su presidencia en la AAVLD, ya que logró con-cluir con la redacción y aprobación de los estatutos por parte de los asociados y la inscripción de la AAVLD en la IGPJ, lo-grando finalmente la ansiada personería jurídica. Esta tarea involucró largas discusiones en varias reuniones con nume-rosos asociados representantes de distintas instituciones e intereses; demostró sin duda mucha paciencia, una visión clara de los objetivos de la AAVLD y cintura de futbolista para esquivar zancadillas y otras trabas y lograr el consenso nece-sario entre todos. Aparte de las visitas mutuas a Azul o Bal-carce, nos encontramos sistemáticamente en las reuniones de la AAVLD y en dos reuniones de la Asociación Mundial de Veterinarios de Laboratorios de Diagnóstico WAVLD (en Bue-nos Aires 1994 y en Uruguay 2005). Visualizamos y compar-timos muchos ideas relacionadas a la calidad del diagnósti-co de laboratorio, en el sector privado y público, y la necesi-dad de una mayor inserción y participación del sector privado en las campañas de control y erradicación de las enfermeda-des. Recuerdo a Juan con su franca y eterna sonrisa y siem-

pre dispuesto a apoyar una idea innovadora con la mejor pre-disposición, no en vano era el hombre de las relaciones pú-blicas del Laboratorio Azul.

Ernesto Späth(el Alemán para él y mis amigos del LA)

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Juan hinchaSu pasión futbolera fue trasmitida por su padre Ángel, disfrutó hasta los últimos díasyendo a la cancha con él y/o con sus hijos Federico e Ignacio.Los hinchas de Estudiantes perdieron un ejemplar, pero dejó marcadas sus huellas .

Juan amaba el deporte, gustaba de verlo y de practicarlo ya sea fútbol, voley, tenis... pero había algo que le llenaba el corazón, su club... Estudiantes de La Plata, el club de su ciu-dad, el club de sus amores... el club de su vida.

Y como una ironía, los apodos de Estudiantes lo englo-ban a Juan como si hubieran pensado solo y exclusivamente en él. Juan pincharrata, Juan León.

Nació plenamente pincharrata y dedicó una parte de su vida a eso, a pinchar ratas (además de cobayos, hamsters y conejos...). Sus años en el bioterio del laboratorio se remon-tan a inicios de los años 90 cuando llegan los primeros a-nimales y se inicia el criadero y posteriormente en 1998 el proyecto del área de evaluación de Productos Biológicos se convirtió en realidad; todo esto de su mano... siendo él su ca-beza.

Sin embargo, su actividad en el Laboratorio no se limita-ba ello sino a que además de dirigir el bioterio realizaba la mesada, con ensayos, con necropsias, diseñaba nuevos es-pacios, armaba charlas de capacitación, participaba en en-cuentros de difusión técnica del conocimiento veterinario, realizaba constantemente nuevas propuestas o podríamos

Juan, el leóndecirle nuevas jugadas, por que no, lo que sería en fútbol un jugador de toda la cancha. Porque él era eso, un jugador, un buen jugador, un jugador con garra mucha garra ... como la de un león.

Desde épocas muy lejanas, el león ha sido considerado por el hombre como el Rey de los animales y es admirado por su nobleza, lealtad, habilidades, fuerza y valentía; su rugido se puede escuchar a una distancia de hasta 8 kilómetros. La voz de Juan era única y se asemejaba a un rugido, una voz fuerte, profunda, con presencia...

Aún hoy se escucha su rugir por lo pasillos del Laborato-rio... y más de uno asoma su cabeza para verlo llegar.

Quienes conocimos a Juan sabemos que él tenía todas las características de un león y actuaba como tal en todos sus emprendimientos.

“No te declares jamás vencido aunque mil veces en la lu-cha caigas que caer no es herencia concebido y levantarte de nuevo en otras ancas”. Del Himno de Estudiantes de La Plata

En nuestro recuerdo siempre.Mariana

De izquierda a derecha, arriba: G. Combessies, J. Coronel, “Negro” Coronel, A. Martínez, A. López. Hincados: Juan, M. De Dominicis, y “Chango” Tiseira.

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- Consejo Directivo Colegio de Marti-lleros y Corredores · Departamento Ju-dicial de Azul

- Vet. Yurno Oscar Alfredo- Villamarin Josefina e hijos Florencia y

Augusto Simone- Sociedad Rural de Azul- Asociación de Consignatarios de Ga-

nado de la Provincia de Buenos Aires- Dirección y Personal del Centro Nefro-

lógico Azul S. A.- Fiscalini Pedro, Cristina, Eduardo, Ber-

nardo, Alejandra y Agustín - Combessies Gustavo y señora- Cordeviola José, señora e hijos- Directorio de Néstor I. Goenaga y Cia

S. A.- Directorio y Equipo de Establecimien-

to Frigorífico Azul S. A.- Riecke Joaquin, Ingrid G.Bargmann de

Riecke e hijos- Santamaria Raúl, Pepa, Pablo y María

Eugenia- Puleo José Eduardo, Mary, Sebastián,

Carolina y María Soledad- Dr. Bardelli y familia- Mandagarán Gustavo · Panorama A-

gropecuario (FM)- María Elena C. de Brescia, Susana

Brescia, Jorge Aries y flia. - Comisión Directiva y el personal del

Club de Remo de Azul- Aguilar y Lotito Automotores- Laboratorio Diagnóstico Olavarría- Colegio de Veterinarios de la Provincia

de Buenos Aires · Distrito XIV- Colegio de Veterinarios de la Provincia

de Buenos Aires- Villanueva Carlos (kako) e Inés- Agrupación Municipal VXA- Irigoyen Marcela, Alejandro e hijos

AgradecimientosManifestaciones del dolor

- Personal Agroveterinaria Schang- Fidaldo Roberto y flia., y Alvarez Jorge

y flia.- Laboratorio Alvear- Castellar Jorge y Bidegain María Vir-

ginia- María Elena Leiva de Bidegain y Ma-

ría Marcela Bidegain- Analía Bordenave y familia- Cordeviola Carlos y familia- Burgos Jorge M. y señora- Dirección y Asociación Cooperadora

del Hospital Materno Infantil “Argen-tina Diego”

- Sociedad Protectora de Niños y Cen-tro de Dia “Vivencias”

- Aristegui Ulises V. y familia- Egyptien Yeya, Lucio, Inés, Agustina y

Nicolás- Leibovich Ignacio, Nora, Jose y Na-

cha- Estrategias Diferenciadas S. A.- Hijos de Juan José Martínez- Puchuri Carmen y Aristizabal Teresita- Soto Horacio y señora- Asociación Colegio “San Cayetano”- Castagna Franco, Sofia, Silvano y Pa-

tricia- Mariana Polo de Menvielle y Emilio F.

Menvielle- Minervini Ignacio y familia- Centro de Analistas Clínicos · Distrito

VIII- Centro de Analistas Clínicos de Azul- Zampini Osvaldo y Blanca, Liliana,

Mailén y Casandra- Personal del Got Centro INTA de Azul,

E. E. A. Cuenca del Salado - Barrera Rafael, Queca, Pancho y Toti- Sara Fiscalini de Guarella, Raul Gua-

rella e hijos

- Instituto Radiológico “Dr. Pagliere”- Productores Autoconvocados de Azul- Directivos y personal de Resonancia

del Centro - Ferro María y Casares Horacio- Carús Agustín, Zaffora Valeria e hijos:

Juan, Ignacio e Inés- Villanueva Fito, Plita, Mercedes y San-

tiago- Bibiana y Daniel Arrastúa y familia- Juan Carlos Zarate · Municipalidad de

Nogoyá- Jorge Requena · GIVE- M. V. Bellocq Juan M.- Boscoboinik Daniel · Prionics Argenti-

na S. A.- Susana Conigliaro y equipo · Centro

Diagnóstico Veterinario- Hugo A. Morris Daly - Flia. Hernández · CIIADO- Jacobs Liesbeth · Prionics Lelystad BV- Ana Cipolla- Andrés M. Pérez- Familia Martínez (El Bolsón)- Oscar González · Boehringer-Ingelheim- Jorge La Torre · Supermercados Toledo- M. V. Patricia Laura Lorente - M. V. José Leibovich- Perez Bordoy (PATA) · Laboratorio Diag-

nóstico Bacteriológico y Análisis Clíni-cos Coronel Suárez

- Markus Moser y Ernst Zollinger · Prio-nics AG

- M. V. Marin Raúl Eduardo - Ferrara María Elisa- Marcantoni Mabel · Bioterio del Insti-

tuto Biológico- M. V. Cosma Cristina- Professor Emeritus Martin Hugh-Jones- Miladin Kostovic

Juan Bardón junto a Gustavo Combessies, Jorge Moreno López, Alfredo Martínez, José M. Cordeviola, Malik Merza y Ramón Noseda, 1999.

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- Ostrowski Hector · Laboratorio ELEA- Sanda Carlos · Carl Zeiss Argentina SA.- Blanco Eduardo- Georg Wittich · Niederrhein University

of Applied Science- M. V. Caminoa Ricardo- Coira Tony- M. V. Marranghello Esteban- Delgado Gabriela · Laservet- Draghi María Graciela · AAVLD- Sager Ricardo · INTA- Maffrand Carmen · Laboratorio Ma-

ffrand- Alvarez Luis · Laboratorio Alvarez- Huici Nestor- Malik Mersa- Vera Tomás · INTA La Rioja- María Marta S. de Mc Carthy · FELAEB- Castellanos Alejandro · ZOOLAB LTDA

(Bogotá, Colombia) - Cabrera Britos Alejandro · DILAB, ATE,

SENASA- Rivoira Oscar · Agroveterinaria Rivoira- Familia Volpe- Dra. Ester Teresa González · Profesora

Titular Cátedra de Virología, Facultad de Cs. Veterinarias, UNLP

- Dra. Adriana Torres y Alejandro M. Jau-reguiberry · Ministerio de Asuntos A-grarios

- Steffan Pedro- Falcioni Salas Patricia Ximena · Escue-

la Politécnica del Ejército de Quito- Gonzalo Leaniz · Laboratorio Santa

Elena (Uruguay)- Dr. Cristian Bianchi- Lic. Claudio A. Piccardo · Summit-Re-

search- Victor Cubillos Godoy · Rector Universi-

dad Austral de Chile- Natalia Melman · Biogénesis-Bagó- Fiorentino M. Andrea · INTA Balcarce- Carlos Campero · INTA Balcarce- M. V. Alejandro Ghisiglieri- Dr. Edgardo Nosetto · Prensa y Difu-

sión UNLP- Emilio Gimeno- M. V. Roberto R. García- Dra. Cristina Alonso · Fac. de Cs. Vete-

rinarias, UNLP- Carlos Perfumo · Fac. de Cs. Veterina-

rias, UNLP

Agradecimientos Manifestaciones del dolor

- Dra. Nora Rabinovich- Gimeno Eduardo · Fac. de Cs. Veteri-

narias, UNLP- Mauricio Bulman · AAPAVET- Florestan Maliandi · Biogénesis-Bagó- M. V. Pablo Sturzenbaum- Rafael Bordoli- Patricia Silvina Knass · agriNEA- Ricardo Alberio · INTA Balcarce- M. V. José Luis Molfese- Oscar Gustavo Barcos y Patricia Mar-

ta Gimenez · Laboratorio Colón- Jorge Moreno-López · Veterinary

Public Healt, Suecia- José Luis Peralta · FCV, Universidad

Nacional del Litoral- Gargantini Guillermo · Pfizer- Graciela Almallo de Glikmann · Uni-

versidad Nacional de Quilmes- Fernando Facio- M. V. Roberto Gau y M. V. Gerónimo

Gau- Castillo Carlos · Merial Argentina S. A.- Enrique Villar · Biogénesis-Bagó- Molle Carlos · Merial Argentina S. A.- Ana Espinoza · Biogénesis-Bagó- Fernando Ardanaz · Instituto Bioló-

gico Argentino S. A. C.- Patricio San Marco Martin · Instituto

Biológico Argentino S. A. C.- Raúl Andrés Fasan · Biotenk S. A.- Irene Walsh · Instituto de Sanidad

Ganadera S. R. L.- Graciela M. Fazzio · Raciones Argen-

tinas S. R. L.- Eduardo J. Ottonelli · Laboratorio

Santa Elena (Uruguay)- Marcela C. Boullon, Mario Palladino,

y Ana M. Fernández · Laboratorio Se-rivet

- Celia Besteiro- Mario Carrillo- M. V. José Luis Blanco - Rodolfo Cerda y Carolina Alonso ·

FCV, Universidad Nacional del Li-toral

- Sanidad Animal · INTA Balcarce- M. V. Anselmo Odeon y M. V. Sonia

Estela- Over S.R.L- Oscar y Enrique Argento- FCV-UNCPBA

- María Isabel Ginzo · Laboratorio Aná-lisis Biológicos Saladillo

- Santiago S. Callejas · FCV-UNC- Marcelo Martínez Peria · Laboratorio

Laver- M. V. Jorge Horacio Elias- Prof. Sergio F. Sánchez Bruni · UNCPBA- Fernando Esain · Laboratorio Santa

Rosa S. R. L.- Prof. Enso Hugo Reinoso- Sergio González Silvano · Red Nacio-

nal de Laboratorios- Sra. Silvia Rios y Sr. Adrián Rodríguez ·

Red Nacional de Laboratorios- Cecilia Luciano · Laboratorio Diagnós-

tico Veterinario, Tandil- Francisco Gentile- Lic.Verónica Torres Leedham · DILAB-

SENASA- Cesar Fidel · UNICEN- Susana Fischer · Chinfield S. A.- Juan Carlos Repetto · Biotay S. A.- Jorge Romero · CEDIVE- Elias Alvarez- Gustavo Marcelo Burdet · Laboratorio

FUCOSA - M. V. María Teresa Costa- Celina Buscaglia- Enrique Pennimpede · Facultad de Cs.

Veterinarias - UNLP- Boero Carlos y Ricardo Sánchez · La-

boratorio Mesopotámico de Diagnós-tico Veterinario

- Caione Julio · Laboratorio 9 de Julio- Cisale Humberto · Asoc. Argentina de

Historia Veterinaria- Bedatou y Asociados · Veterinaria Fuer-

te Sancti Spiritu- Jorge y Gleyre T. Mazzonelli- Pedro Soto y Enrique Lucchesi · Labo-

ratorio Biológicos de Tandil- Juan Esteban Bakos- Cecilia Galosi · Facultad de Cs. Vete-

rinarias - UNLP- Grupo de veterinarios INTERVET su-

deste · Laboratorio Serivet- Guillermo Mateo Carrio · Laboratorio

Fuerte Sancti Spiritu- Silvina Manent · FCV-UBA y UNR- Alberto Bodiño y Joaquina Alonso- Amigos de Ignacio: Tero, Fede, Manu,

Rodri, Toti, Santi, Chizo, Mati, Kete y Tomi

- Marchisio Bocha y Wendi, Leopoldo y Bélica e hijos, Coy, María y Silvana

Junto a amigosDe izquierda a derecha: Patricia (su esposa), Juan,Mario De Dominicis, José Puleo, Rafael Barrera, MariGugliarmelli, Alejandro Irigoyen, Queca Lier, SilviaPenoucos, Cecilia Paskvan, Marcela Irigoyen y DavidCordeviola.

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