La Voragine de La Modernidad

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¿Es la ilustración la fuerza liberadora que prometió su proyecto? ¿Las ciencias sociales han llevado a la práctica este modelo liberador e inclusivo de los seres humanos y su naturaleza? M. Horkheimer, T. Adorno y H. Marcusse nos presentan dos conceptos para identificar estas ideas. Los dos primeros analizan el concepto de la ilustración, desde su conocido libro "La dialéctica de la ilustración", y como este en su forma reificada, basándose en una concepción positivista e imitando el modelo de las ciencias naturales, ha renunciado a este proyecto emancipador. Mientras que el segundo hace referencia al concepto de introyección en "Eros y civilización" para mostrar como las estructuras sociales son adaptadas por los sujetos para hacerlas prácticas en su cotidianidad. Ambos conceptos son analizados para dar el punto de vista de estos sociólogos de la escuela de Frankfurt, escuela alemana conocida por su corriente crítica post-marxista, para dar respuesta a lo que es la modernidad dentro de las ciencias sociales, en un ensayo corto de no más de 8 planas que intenta abarcar una mirada más sociológica de lo que nosotros mismos llamamos "vorágine" de la modernidad.

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Facultad de Ciencias Sociales.Licenciatura en Sociología.Teoría Sociológica IIPrimer Semestre 2009Profesor: Manuel Guerrero A.

La vorágine de la modernidad:

Una visión desde Adorno, Horkheimer y

Marcuse

Integrantes:

- Joaquín Pérez S.

- Camila Pimentel R.

Fecha: 5 de Junio de

2009

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En el presente ensayo pretendemos dilucidar la noción de modernidad, a través de

los conceptos de “ilustración” e “introyección”; planteados tanto por M. Horkheimer y T.

Adorno en la “Dialéctica de la ilustración”, como por H. Marcuse en “Eros y civilización”.

Entendemos que la modernidad hoy en día es una “vorágine de perpetua

desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia; o

simplemente donde “todo lo sólido se desvanece en el aire”1. Que abarca eventualidades

sociales económicas y políticas, donde impera la racionalidad técnica, las formas de

producción en masas y donde las relaciones sociales se presentan a través de estas

mismas concepciones económicas. La manifestación más clara de lo nombrado

anteriormente es la tecnología a la cual el hombre moderno ha tenido acceso, esto ha

permitido no solo una producción en masa, sino que formas de transmisión e influencia

también se masifiquen, esto tiene dos dimensiones grandes, como son la esfera del

trabajo y la del ocio (esferas analizadas por los autores dentro de sus respectivos textos),

bases que salen de la dimensión netamente económica, que se transmiten también a la

social, bases que son subyacentes a lo que hoy se presenta como la gran fuerza que

impera dentro de la vida cotidiana de cada una de las personas: el sistema capitalista.

Consideramos que las esferas que presentamos en el párrafo anterior se

presentan a las personas como formas de dominación, aquí entonces se vuelve pertinente

hacer referencia a la “ilustración” en primera instancia, ya que los autores la entienden

como la nueva forma de racionalización, donde los hombres, a través del pensamiento

logran hacerse de la naturaleza, o sea dominarla. Esta forma entiende la racionalidad

técnica, y las diferentes formas metodológicas. Creemos también que esta nueva “fuerza”

que impera dentro de las mentes ilustradas, no solo pretende la dominación de la

naturaleza, sino que también de los mismos hombres, esto quiere decir que no solo

pretenden ser dueños y amos de la naturaleza, sino que también de las fuerzas

productivas y del orden social, esto será solventado desde la racionalidad científica, que

impone una nueva forma de origen de lo social y lo económico.

Esto no solo se transmitirá a través de la nueva racionalidad, sino que en la forma

en la que esta se proyecta a las personas, aquí precisamente es donde aparece el

concepto de introyección, que va a entenderse como la forma en que “las restricciones

1 Berman, Marshall; “Todo lo sólido se desvanece en el aire” Ed. Siglo XXI, Madrid. Página 1

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externas, que primero los padres y luego otros cuerpos sociales, han impuesto sobre el

individuo;… llegan a ser su conciencia”2

Creemos que esta nueva forma de observar la realidad como lo es la ilustración es

la principal forma de análisis y problematización de la modernidad, consideramos que bajo

estos estándares se ha construido la idea acerca de la modernidad, y como operan los

hombres dentro de estos márgenes.

Nuestro objetivo será comprender y problematizar, porque esta concepción de

nueva racionalidad como lo es la ilustración, que se manifiesta como forma dominante, y

se perpetua hacía los hombres como forma de introyección, o sea , determinar por qué se

manifiesta para los hombres como una forma colectiva a la cual no pueden hacer frente y

que consecuencias genera para la misma humanidad esta nueva idea en la modernidad,

donde en la misma conciencia, predominan los estándares propuestos por la racionalidad

científica, que crean una realidad superflua, y que traspasan todas las esferas de la vida

humana, la social, política y económica.

2 Marcuse, Herbert; “Eros y civilización”, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965. Página 43

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“La ilustración, en el más amplio sentido de pensamiento en continuo progreso, ha

perseguido desde siempre el objetivo de liberar a los hombres del miedo y constituirlos en

señores. Pero la tierra enteramente ilustrada resplandece bajo el signo de una triunfal

calamidad”3. Esta idea es parte de lo que se considera como modernidad, el progreso a

través de nuevos métodos que constituyan al hombre como ser superior por sobre la

naturaleza, a esto enfoca la cita anterior con respecto al miedo, el dominio ha generado al

hombre desde antaño la sensación de control, esto ha hecho que esta idea haya sido

cristalizada en el tiempo. Esta sensación de superioridad se ha transmitido no solo al

ámbito del conocimiento, sino que también ha recabado en las relaciones con los mismos

hombres, “Lo que los hombres quieren aprender de la naturaleza es servirse de ella para

dominarla por completo, a ella y a los hombres”4. A través de esto se manifiesta una idea

que los autores son enfáticos en recalcar: “Poder y conocimiento son sinónimos”5. Desde

aquí que se impone una nueva forma de observar la realidad, como la racionalidad

técnica, las grandes producciones, donde también se veía incluido el hombre en relación

a su entorno, pero fueron primordialmente las ciencias exactas como las matemáticas, las

que tienen mayor predominancia; “el número se convirtió en el canon de la ilustración”6

La ilustración se origina como una forma de salvación para la humanidad, que

implementa la racionalidad técnica en función de que el hombre pueda ser el total

dominador de la naturaleza y de sus pares, esta salvación aparece como la liberación del

miedo, donde aquel impulso de control, pretende siempre querer dilucidarse en nuestras

relaciones sociales y también de producción. “El hombre cree estar libre de terror cuando

ya no existe nada desconocido”7. Esto, al simplemente aparecer como un estadio mejor

genera no solo que la ciencia se transmute de forma inmediata en dominación, sino que

aparece como la nueva promesa, el nuevo tipo de fe, el nuevo dios y asimismo el nuevo

mito. Esta forma de dominación no es gradualmente concebida por los hombres, puesto

que actúa encubriendo realidades haciéndolas encajar dentro de parámetros de

dominación, ya que esta mathesis como lo plantea Edmund Husserl, es moldear la

realidad según un parámetro netamente unidimensional.

3 Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de la ilustración; Página 594 Ibídem; Página 605 Ídem 6 Ibídem; Página 637 Ibídem; Página 70

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Así es como la construcción de esta nueva ciencia y razón instrumental, no solo

produce una dominación sobre la raza humana, sino que genera la destrucción del

hombre mismo, ya que genera en los individuos formas de vida que no solo se ven

reflejadas en patrones netamente sociales, sino que repercuten de manera letal, dentro de

la conciencia de los sujetos; el individuo pasa a reconocerse mecánicamente con aquello

que le es mostrado, anulándose una “dimensión interior” de la mente, dónde podía residir

el potencial crítico de la razón, o simplemente aquella cosmovisión netamente

emancipadora, el mismo discurso que toma la razón, pero con la intención de destruir y

dominar al hombre. Esta nueva forma además se hace ver mayormente pluralista,

cotidiana, con lo cual genera esta mantención de una única realidad, esto es netamente

positivista, y por tanto ve cualquier tipo de realidad de manera superficial.8

Así es como el hombre se va constituyendo como el instrumento principal de este

nuevo mito que es la ciencia. La ciencia nos genera confianza de forma ingenua y ciega,

no existe un poder cuestionador, ni una fuerza opresora, esto nos lleva directamente

hacia la destrucción, ha convertirnos en hombres unidimensionales que no son capaces

de cuestionar ninguna forma de realidad ni tampoco generar instancias de transformación.

Al plantarse como estandarizaciones de vida, la forma de dominación que se nos

implanta genera la eliminación de todo lo espontáneo y lúdico. La ilustración convierte

estos estándares en patrones de vida, nutre a nuestra sociedad con nuevos

conocimientos que son instrumentales y al mismo tiempo también genera nuevas

concepciones políticas. (Fascismo)9. “La horda, cuyo nombre reaparece sin duda en la

organización de las juventudes hitlerianas, no es una recaída a la barbarie, sino el triunfo

de la igualdad represiva, la evolución de la igualdad ante el derecho hasta la negación del

derecho mediante la igualdad”10

Esto también se sustenta en las masas alienadas, puesto que la reproducción de

estas mismas formas de vivir, bajo el mandato de este nuevo racionamiento, lo transmite

la industria cultural, que no solo sustenta esta nueva visión progresista, sino también el

sistema económico que lo subyace; “La idea de <agotar> las posibilidades técnicas

8 Ideas tomadas del texto de Herbert Marcuse “El hombre unidimensional” donde se hace referencia a la ciencia como dominación del individuo y a la nueva sociedad alineada.

9 Esto según Adorno y Horkheimer; donde el fascismo es el icono del reinado de esta destrucción

10 Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de la ilustración; Página 68

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dadas, de utilizar plenamente las capacidades existentes para el consumo estético de

masas, forma parte del mismo sistema económico que rechaza la utilización de esas

capacidades cuando se trata de eliminar el hambre”11.

Así es como aparece está introyección, que es la internalización mecánica que el

individuo va reproduciendo y perpetuando como dominación ejercida por su sociedad.

Como el mismo Marcuse lo especifica, la “Introyección sugiere una variedad de procesos

relativamente espontáneos por medio de los cuales un Ego traspone lo <exterior> en

<interior>. Asé que introyección implica la existencia de una dimensión interior separada y

hasta antagónica a las exigencias externas; una conciencia individual y un inconsciente

individual aparte de la opinión y la conducta pública”12. A lo que Marcuse intenta enfocar

con esto es que los hombres perciben la realidad y la internalizan en su propia conciencia,

la cita anterior, si bien refleja a lo que el hombre también debería avocar para conseguir

que su razonamiento no fuera una conciencia colectiva, también nos pone de manifiesto

que esta introyección se hace de toda nuestra conciencia, sin dejar espacios a alguna

fuerza opositora a esto, generando esta misma unidimensionalidad que el mismo recalca

y que no se vuelve colectiva, sino que es una unidimensionalidad que recae en el sujeto

mismo, y su forma de representación y posición ante la realidad que se le impone.

La ilustración es también esta forma de concepción de la sociedad a la que Freud

llamaría Civilización, esta misma, transforma las pulsaciones sociales, esto recae tanto en

la sociedad, como en el individuo mismo, donde se percibe que esta dominación genera

una frustración constante en el ser humano, “esta experiencia de frustración”13 se va

volviendo ascendente y se perpetúa como una forma social que se manifiesta de diversas

formas en nuestra vida ; tiempo de trabajo y tiempo libre, trabajo enajenado y tecnificación

son ejemplificaciones que podríamos abarcar dentro de esta perspectiva, donde las

pulsaciones son reprimidas, no solo individualmente, sino que a nivel social, esto

consideramos, también genera la destrucción del hombre, y empieza a dilucidar lo que es

la irracionalidad de la razón.

El ser humano se hace de todas estas nociones externas y las traspasa a su vida

cotidiana sin oponer resistencia, esto le genera no solo frustración, sino que hace que el

11 Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo la industria cultural; Página 184

12 Marcuse, Herbert; “El hombre unidimensional”, Ariel, Barcelona, 1984, Página 40

13 Marcuse, Herbert; “Eros y Civilización”, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965. Página 26

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mismo hombre haga lícita esta forma instrumental de dominación, que como ya dijimos

anteriormente y como recalca Weber, es burocrática y además burguesa. Nosotros no

solo nos entregamos ciegamente a la razón instrumental, sino que la ciencia misma se

legitima en su propio circulo, en si misma, por qué no existe otra, es la única y a la cual

debemos seguir. Esta misma dilucida estos cánones de dominación tecnificados, así

como en el mito; “El chamán exorciza lo peligroso mediante su misma imagen. Su

instrumento es la igualdad. Esta regula el castigo y el mérito en la civilización”14

El mito de Odiseo15, expresa vigorosamente”la interconexión entre mito, dominio y

trabajo”16, también la noción de esta frustración y transformación de las pulsaciones

humanas. En el mito se describe como Odiseo al pasar ante las sirenas, debe hacer uso

de su razonamiento para poder escapar del deseo que evocan las ninfas del mar, que lo

llevaran al sufrimiento, esta es una muestra y se vuelve análoga a lo que pretendemos

describir y que también lo hace Freud y Marcuse: “Pero el principio del placer irrestringido

entra en conflicto con el ambiente natural y humano. El individuo entra a la traumática

comprensión de que la gratificación total y sin dolor de sus necesidades es imposible. El

principio de la realidad invalida el principio del placer”17. Aquí se manifiesta esta pulsión,

en el fondo Ulises pasa a las sirenas, pero con el precio de tener que reprimir sus

placeres, tapándose los oídos y volviendo así a su mítica isla de Ítaca.

A modo de conclusión pretendemos dilucidar mejor lo que anteriormente

nombramos a través del concepto de irracionalidad en la razón, antes lo eludimos por que

se tenía como pretensión llegar hasta el final con él mismo considerando su importancia

dentro de las sociedades industrializadas.

14 Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de la ilustración; Página 71

15 Lo que se hace a continuación es presentar a grandes rasgos lo que sucede en la Odisea y en referencia al ensayo, no es para nada una descripción del libro

16 Ibídem; Página 85

17 Marcuse, Herbert; “Eros y Civilización”, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1965. Página 26

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Lo planteado tanto por Horkheimer junto con Adorno complementado con lo de

Marcuse hace ver, es como la ilustración es la destrucción del hombre, no solo con su

sociedad y entorno, sino que también ante su misma conciencia, destrucción que lo inhibe

como ser pensante y en la búsqueda de su liberación. El sujeto pierde todo poder de

oposición ante la nueva concepción de racionalismo técnico, ciencia que aparece

absolutamente neutral (aunque no se reconozca a si misma como tal) porque es única e

inigualable. Esta dominación instrumental crea monstruos, no solo en el sentido también

abordado anteriormente en la vuelta a estadios anteriores, sino que la monstruosidad

mayor que instaura con su lógica según nuestro punto de vista, es que vuelve al hombre

un ser incapaz de indagar en su conciencia de razón real, sin imposición y sin

instrumentos, priva su capacidad crítica y encarcela cualquier opción de emancipación, no

solo dispersando cualquier oposición, sino que también mostrando cualquier alternativa

como una utopía burda. Ahí es donde recae la irracionalidad de la razón, la supuesta

razón, conlleva a que el hombre no conciba, no piense ni reflexione, que se vuelva un ser

totalmente conductivo, superficial y que no muestre hallazgo alguno de su propia razón,

que no es universal, que no es homogénea, que no es unidimensional, pero que sí debe

apuntar a una liberación consensuada, pero de la cual se hagan los mismos hombres a

través de sus mecanismos de transformación. La irracionalidad también se hace latente

en lo que Marcuse describe, en la privación de sus pulsaciones y principios de placer, “lo

placentero se vuelve doloroso” y lo que debiera provocarnos aquel placer, es eliminado

por el ambiente natural, así el placer es momentáneo y restringido, y si aquello es una

concebida forma de la ilustración que promueve la razón científica, técnica e instrumental;

“que viva el reino de los locos”. La privación de cualquier placer es totalmente

inconcebible, solo el humano tiene la capacidad de comprenderla y asociarla, esto es

parte de la nueva vida y de la dialéctica de la ilustración.

En esto se transformo aquella promesa, la cual era la liberación del humano, del

saber como liberación. Esta es la promesa que se transformo en pesadilla, es la promesa

que se tradujo en fracaso, una vez más y como seguramente lo seguirá siendo por la

intervención obstinada del hombre, por convertir en mito lo que precisamente pretendía

eliminarlo, por volverse dios, por llevar al hombre a ponerse de “rodillas”, no en su forma

física, que ya es cosa histórica, sino que de robarle su tesoro más preciado, aquello que

solo posee él, algo que es más recóndito que cualquier superficialidad expresada en el

cuerpo, en el arte, en la calle, en el cine o en la ropa, eso que nos hace personas y que

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nos debe hacer conseguir nuestros objetivos de manera uniforme y a través de

mecanismos que invoquen a la transformación.

Se debe hacer ciencia con la intención de producir nuevas realidades, y asimismo

transformarlas, hay que volver a la ciencia crítica, esa es su razón de ser pensamiento, no

el de eliminarlo o matarlo, es el fracaso en el cual cae el hombre y sus creaciones de

forma constante y ante las cuales, los mismos sujetos de ahora, somos contempladores.

“Con la renuncia al pensamiento, que se venga, en su forma reificada como

matemáticas, maquina y organización, en los hombres olvidados de él, la ilustración ha

renunciado a su propia realización”18

18 Horkheimer, M y Adorno, T ; “La dialéctica de la ilustración”, Trota, Madrid, 1994 Capitulo Concepto de la ilustración; Página 94