La vigencia del concepto de la Aculturación

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La vigencia del concepto de la Aculturación: alcances y limitaciones[1]

Mayo, 2002 Marcos Valdés (Weküll)

Sociólogo @mail: [email protected]

Interesa reflexionar el concepto de la aculturación, toda vez que este concepto articula un cierto discurso intelectual en relación con el contacto entre dos culturas distintas.

En efecto, en general, el tratamiento que se le da a este fenómeno es que las culturas que entran en contacto, al menos una deviene en un proceso constante de absorción de formas culturales exógenas y, que a su vez, este comportamiento es leído como proceso de desestructuración social y cultural. Esta hipótesis de trabajo es frecuentemente utilizada por diversos estudios y enfoques disciplinarios toda vez que, - a lo menos -, una de las culturas en mutuo contacto se perdería en tanto es absorbida por la otra

Lo anterior - a nuestro juicio -, debe ser revisado, puesto que pareciera ser que el modelo teórico generado a partir de lo anterior ha perdido gran parte de su capacidad explicativa, debido fundamentalmente a la dificultad de visualizar las áreas de incertidumbre en las cuales se mueven los distintos actores de un espacio social determinado y por otro lado, la imposibilidad de establecer un eje de coordenadas fijas para comenzar a observar el fenómeno.

Este artículo se organiza teniendo como idea - fuerza que el concepto de la aculturación es insuficiente para explicar los cambios culturales producidos al interior de una cultura debido a su influencia o subordinación.

Se aborda, - desde una perspectiva crítica -, el concepto de la aculturación y se hacen ver algunas de sus dificultades reflexionando a partir de una cierta noción de movimiento. Por último, se razona intentado sistematizar toda la reflexión cerrando con una pregunta que podría ayudar a entender mejor a un otro distinto.  

El concepto de la aculturación.

Al interior de las ciencias sociales, el estudio sobre la aculturación ha sido abordada por las diferentes disciplinas que la conforman. De este modo, es posible hacer referencias a definiciones de ella desde el ámbito de la antropología, así como también desde la sociología.

En las ciencias sociales vinculadas a las teorías evolucionista del siglo pasado, con su modelo de las transformaciones socioculturales ligadas a esta interpretación, generó una línea teórica que intentó vincular las situaciones de cambio cultural a transformaciones estructurales inherente al desplazamiento social[2], es decir, el traspaso cultural en condiciones (a)simétricas eran vistas como cambio cultural[3].

Los primeros estudios sobre aculturación[4] se dan en el contexto anteriormente señalado, es decir, los estudios disponibles al respecto, son elaborados con una visión

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parcial en relación con la diversidad étnica, como también de la existencia de culturas especificas, lo que operativizaba un concepto universalista de la cultura y su alcance.

Este modelo fue perdiendo capacidad explicativa frente a la metamorfosis en los contextos de dominación, propios de la evolución social moderna, a pesar de que al interior de la corriente evolucionista, se intentó rearticular la teoría, a través del difusionismo, el neoevolucionismo y evolucionismo multilineal

No obstante, es la corriente difusionista la que con mayor ahínco busca acercarse al fenómeno. Esta corriente tiene sus orígenes a principios del siglo XX y plantea que el mecanismo de "difusión" es mejor que otros, para explicar la progresiva riqueza cultural de los pueblos. Según esta corriente, el concepto difusión como tal, reúne todas las especificidades de contactos interculturales que se han dado y que se dan en la evolución de las dispares comunidades humanas y que, en consecuencia, la aculturación viene a ser una de ellas.

Una propuesta de definición del concepto de aculturación al interior de la corriente de la difusión proviene de Herskovits[5], quien afirma que es la "transmisión cultural conseguida", es decir, es "la transferencia de elementos o rasgos de una cultura a otra, cuyo proceso y dispositivos sólo estamos en situación de deducir, porque su manifestación ha ocurrido en un tiempo ahistórico", de esta manera, "la aculturación como concepto, es la transmisión cultural en marcha", lo cual implica que sería un fenómeno histórico con pasado, presente, y futuro, por lo que es posible someterlo a observación y poder dar explicaciones del donde, como, cuando y, quién esta involucrado en determinado acontecimiento observable en el campo cultural. Lo cual le dará las posibilidades de convertirse en línea de estudio.

De este modo, surge el concepto, el cual tuvo un tiempo relativamente largo para perfilarse como tal al interior del difusionismo. Es así, que sólo en el año 1935 tras años de investigación, se publica el Memorándum para el estudio de la aculturación, de la American Journal of Sociology, en el cual define un marco interpretativo y forma de utilización del concepto y se intenta establecer una distinción teórica con la difusión y la asimilación, los cuales apuntarían a niveles distintos en cuanto a la interacción entre individuos de sociedades o culturas distintas.

El concepto de la aculturación ha sido definido más bien desde la antropología, pero es posible ver conceptualizaciones también de la sociología en estudios de campo sobre el tema. Una de las más conocidas es la de Barnett H.G[6]: "El cambio cultural se inicia por la conjunción de dos o más sistemas culturales autónomos", pero esta definición sólo sería funcional para grupos que se relacionan en niveles económicos, políticos y culturales independientes en un contexto de dimensiones culturales comparativamente equivalentes.

En el marco de esta acepción, fueron considerados aspectos demográficos y ecológicos que comprenden los contactos interétnicos, y las transformaciones de los roles sociales, la sicología y el lenguaje, producto de la correspondencia de individuos pertenecientes a sociedades distintas, pero, en términos de desarrollo, relativamente iguales.

No obstante, casi todas las nociones y conceptualizaciones, parten mas o menos de una premisa común. Para hablar y comprender el proceso de la aculturación será

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necesario referirse a la cultura como fenómeno constituyente. De modo que a partir de ello, se establece un eje de coordenadas para comenzar a entender el fenómeno.

En América Latina es posible encontrar enfoques distintos respecto de la cultura como concepto, quizás lo más relevante en ese sentido, es que hoy, - producto de una serie de procesos sociales y coyunturales - se comienza a hablar de culturas, en plural, y no de cultura como un universal[7] que pudiese involucrar y englobar a toda la pluralidad de culturas existentes en una sola.

Ahora bien, en el ámbito de las ciencias sociales en general y la sociología en particular, han primado las posiciones funcionalistas[8] con analogías orgánicas, entendiendo la aculturación como proceso de abandono de reglas de comportamiento social y cultural propias y a su vez y de modo simultáneo, la absorción de formas de comportamiento propias de la otra cultura.

En muchas ocasiones, se ha intentado conceptualizar el fenómeno desde una perspectiva simétrica; es decir, una de las culturas que entran en contacto modifica su comportamiento de modo voluntario y progresivamente va asumiendo comportamientos culturales externos asumiéndolos como propios.

Por su parte y de modo contrario, también se ha conceptualizado el fenómeno como una desviación social del sistema de relaciones sociales, por lo que se debe buscar su reestructuración. Esta perspectiva considera que existe una cultura en una posición de poder necesaria y suficiente que al entrar en contacto con otra impone sus reglas de comportamiento social y cultural, es decir, que en un contexto de asimetría cultural, suele suceder que alguna de las culturas interrelacionadas, exista la intención implícita o explícita[9] de auto imponerse, puesto que considera a la cultura subordinada como anómica. Desde esa perspectiva, el concepto de aculturación tiende a ser operacionalizado como indicador de desestructuración social y cultural.

Gaete recientemente ha publicado un interesante marco teórico respecto del concepto de la aculturación, no difiriendo sustantivamente del análisis propuesto mas arriba. No obstante, interesa hacer notar que el análisis acrítico del concepto de la aculturación con que la autora aborda el tema, le permite afirmar que: el concepto de la aculturación, "se refiere al proceso de pérdida paulatina de elementos o rasgos propios de una cultura"[10].

Para la autora de este ensayo, - como ya se sostenía con anterioridad - la aculturación es un indicador de desestructuración social y cultural, lo cual se asocia al nivel del "contacto interétnico", sin embargo este enfoque no puede ser aplicado mecánicamente en un sentido lineal, sino que debería ser multilineal. En otras palabras; se debería utilizar el concepto comprehensivamente y en un sentido dialéctico[11].

Resulta obvio que estas definiciones, son fundamentales, al intentar explicar una serie de cambios culturales derivados de estos procesos, no obstante resulta esencial tratar de complejizar las definiciones para intentar dar cuenta de las dificultades del concepto.

La dinámica de los espacios sociales.

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Siguiendo a Berger y Luckman, es posible afirmar que toda sociedad humana es una construcción social al igual que cualquiera de sus productos (1er. axioma). Por otro lado, existe relativo consenso respecto de que toda sociedad humana es dinámica[12], en el sentido que se mueve o desplaza (2do. axioma).

De estos dos axiomas, conviene detenerse en el segundo y analizar sus implicancias. En general, es posible concordar con la premisa de que cualquier conjunto humano se adapta regularmente a las variaciones de su entorno, - sean estas producidas por penetraciones culturales exógenas o por modificaciones endógenas - y que en ese sentido es posible observar movimiento[13].

No obstante, para observar movimiento será necesario definir con antelación un sistema de referencia o eje de coordenadas iniciales desde donde situarse para observar dicho movimiento, dicha condición no siempre es tenida en cuenta por los observadores de los procesos sociales que en general, prefieren obviar el problema dado que sus implicancias podrían llevarlos a invalidar sus teorías explicativas.

Independiente de lo anterior, en ocasiones se ha intentado reforzar la teoría de la aculturación por la vía de la enunciación de hipótesis ad hoc que, en el caso del contacto de los complejos culturales occidentales y no occidentales, se han producido por la legitimación de la ciencia histórica y de referentes teóricos occidentales.

Con todo, y aceptando como válidos los axiomas enunciados anteriormente, lo importante en nuestro caso no será determinar si un conjunto humano cualquiera se acultura respecto de otro, (puesto que todo conjunto humano se acultura respecto de otro), sino determinar que tan importantes son las variaciones de la distancia, dirección y velocidad cultural que le imprimen a sus movimientos los distintos conjuntos sociales en condiciones de contacto.  

Las limitaciones del concepto.

1. Una de las grandes dificultades del concepto de la aculturación es que presupone que solo una de las culturas interrelacionadas adquiere las características del otro, presupone además que una de ellas permea a la otra sus propias características ya sea por influencia o avasallamiento. Esto implica que, a lo menos una de ellas es del todo impotente para generar o reproducir alguna de sus características en la otra. De este modo, una cultura permanece constante y la otra se modifica. Es decir, solo una cultura se desplaza y la otra no, lo cual es, desde un punto de vista lógico, falso, puesto que todo conjunto humano se desplaza[14]. Para ejemplificar lo anterior, considérese el siguiente cuadro.  

Cuadro N° 1

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Supongamos que:

A Ù B: conjuntos sociales y culturales distintos y mutuamente excluyentes en donde

A = { a1, a2, a3, a4,.., an }: características propias de A  

B = { b1, b2, b3, b4,.., bn }: características propias de B.                            " A ¹ B P: influencia de A sobre B, P´: influencia de B sobre A.  

En el caso de que A este sometido a la influencia de B (P´ > P), para que A pierda alguna característica, es necesario que, B replique alguna de sus características en A y a su vez, en A se elimine una característica igual y opuesta. Lo anterior son condiciones necesarias para estar en presencia de un proceso de aculturación[15]. No obstante, no es posible que A pierda (puesto que debe cumplir con las 2 condiciones enunciadas mas arriba, - replicar y eliminar) alguna de sus características puesto que solo se transformaría[16] por la influencia de B, es decir, sería posible encontrar características en A debido a la influencia de B que sea la sumatoria de A + B.

Este aspecto quizás sea el más complejo, puesto que probablemente la sumatoria que resulta de P´(A + B) = (( a1 + b1)   + (a2 + b2) + (a 3 + b3) + (a4 + b4) +.... + (an + bn)) no se pueda disociar[17]. Ahora bien, por muy fuerte que sea la condición de influencia (dominación) de B sobre A (P´ > P), no se puede negar a priori la probabilidad de traspasar alguna característica de A en B, por lo cual B - en sentido estricto -, también se acultura[18], cuestión que no considera el concepto de aculturación. Cualquiera sea el caso, las distancias entre A y B deberían permanecer a lo menos constantes, puesto que B también está sometido a la influencia de otros sistemas sociales.     2. Otra seria limitación del concepto de la aculturación es que presupone que la dirección del desplazamiento es igual para aquellas culturas en contacto o

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interrelacionadas, lo cual no es necesariamente cierto[19], en realidad este es un espacio de incertidumbre sobre el cual existe poca evidencia empírica que permita siquiera intuir una probable dirección de desplazamiento de cualquiera de las culturas interrelacionadas.

Es más, hoy casi se ha abandonado la idea de regularidad social, la cual, lentamente está siendo reemplazada por la de aleatoriedad social, que no sería otra cosa que aquellos efectos observables en procesos sociales discontinuos que tienden al infinito en un espacio reducido y determinado.

Mandelbrot[20], por su parte introdujo un nuevo concepto en las matemáticas al utilizar una definición de dimensión mucho más compleja que la que ofrecía la geometría euclidiana a saber; la dimensión de un fractal[21] se debe usar como exponente al medir su tamaño. Es decir, los fractales no existen en un número entero de dimensiones, sino en dimensiones fraccionarias.

Si bien, Mandelbrot intentó categorizar matemáticamente los fractales[22] y de este modo, encontrar regularidad en el caos, no en todo fractal ello es posible, de hecho existen muchos ejemplos en la naturaleza de fractales que no es posible reducirlos a una función fractal básica, por ejemplo, la línea del litoral, el camino recorrido por una presa a punto de ser cazada, etc.

Siguiendo la lógica de Mandelbrot y usando el método analógico de Prigogine, es del todo posible afirmar que, lo mismo podría ocurrir con los sistemas sociales, cuya composición pareciera ser fractal en el sentido de su aleatoriedad e indeterminación y cuyo movimiento también podría ser aleatorio. Asimismo, cuando un conjunto social y cultural interactúa con otro, en general, es poco probable que pueda volver a su estado original.

Con todo, el admitir lo anterior, no implica necesariamente que las culturas no occidentales estén determinadas a su dilución en otra cultura como sugiere la teoría de la aculturación, muy por el contrario, implica que toda cultura tiene la oportunidad de producir resignificaciones culturales en su interior y ello no tiene porqué comportar su desaparición.     3. La limitación del concepto para interpretar adecuadamente las velocidades de desplazamiento de los sistemas sociales es otro aspecto que interesa analizar. Este aspecto está relacionado con la capacidad que tiene todo conjunto humano para adaptarse a un entorno cambiante, de aquí se desprende que cada grupo humano se adapta a ritmos que varían unos de otros.

Si esto es cierto, luego entonces para que un conjunto cualquiera adquiera las características del otro, este debiera adquirir y eliminar características más rápido que el otro. Las velocidades de adaptación a entornos cambiante, es una cuestión que puede considerarse crucial en el análisis de los contactos interculturales, puesto que como ya se ha afirmado con anterioridad, todo conjunto humano se desplaza, en esta medida, lo importante es conocer cual es la velocidad de desplazamiento de los conjuntos sociales involucrados en el contacto o por lo menos interesa mostrar que la velocidad del desplazamiento es una variable crucial para entender el fenómeno.

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Si en el caso de que por alguna razón el conjunto A imprime a su movimiento una velocidad mayor que la de B, entonces en algún momento A debería pasar a B. Para que esto no ocurra, en algún momento A debería desacelerar de modo de igualar la velocidad de B, de modo que A y B tengan la misma velocidad. Esto es importante, en la medida que se introducen 2 nuevos conceptos a saber: aceleración y desaceleración. Conceptos que serían determinantes a la hora de intentar sistematizar los desplazamientos sociales. Considérese el siguiente cuadro.  

Cuadro N° 2.

Según el cuadro N° 2, se tiene que: para que A se aculture completamente, A debe adquirir[23] las características de B mas rápido que lo que B podría hacer ante la presencia de un C. Pero por otro lado, no podría hablarse de aculturación cuando a una característica que B le transfiere a A se le suma una de A, frente a lo cual, se debería hablar de resignificación (b1 + a1), es decir, A no reproduce una característica de B y elimina una análoga, sino que a esta le suma una característica propia.

Si B adquiere una característica de C más rápido que A de B, entonces A se irá alejando de B, por el contrario, si B adquiere una característica de C más lento que A de B, entonces A se irá acercando a B. Esto implica que para que A se aculture, A debe alcanzar a B, por lo tanto su velocidad debería ser mayor que la de B respecto de C. En el caso particular de la cultura mapuche respecto de la occidental, la velocidad de adquisición de características de la cultura occidental por parte de esta cultura, debería ser más rápida que lo que la cultura occidental lo hace respecto de su entorno.

Considérese el siguiente cuadro.  

Cuadro N° 3.

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Pareciera ser que la representación gráfica más propia del contacto actual entre dos culturas mutuamente excluyentes, - como podría ser la cultura mapuche con la cultura cristiano-occidental (introducida y operacionalizada a través del estado nación chileno) -, sería la graficada en el cuadro N° 3. Aún cuando ello no debería ser tomado como un modelo empírico sino más bien, como un modelo teórico[24].

Nótese que la zona coloreada es una zona de intersección entre A y B, en la cual las características de uno y otro son compartidas por ambos, es el caso de una serie de comportamientos tales como migración, mortalidad y fecundidad, que en el caso mapuche no varía significativamente respecto del comportamiento no mapuche.

Esto ha llevado a pensar a algunos cientistas sociales que el proceso aculturativo es bastante avanzado en las culturas no occidentales solamente, no obstante, esto es cierto solo en parte, en la medida que al examinar mas profundamente las variables mencionadas, es posible constatar diferencias importantes y a la vez relativamente imperceptibles.

Al analizar las características de la población mapuche y no mapuche, es posible encontrar que, -si bien es cierto que prácticamente no existen diferencias sustantivas entre el comportamiento mapuche y no mapuche en términos migratorios[25] -, existen evidentes diferencias en los patrones espaciales que ocupa la población mapuche, es decir, la población mapuche se concentra en algunas comunas de la Región Metropolitana y existe una concentración también al interior de ellas, también existe una gran diferencia entre los lugares de donde proviene la inmigración: la inmigración mapuche proviene fundamentalmente de los lugares históricos de asentamiento mapuche, es decir la VIII, IX y X Región. En cambio la población no mapuche procede de los lugares urbanos de mayor concentración de población en Chile. Diferencias en el comportamiento religioso según pertenencia étnica declarada en el censo 1992[26], es otro ejemplo de procesos sociales complejos que no alcanzan a ser explicados por la teoría de la aculturación.    

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Intentando concluir

Lo que se ha intentado mostrar en este ensayo, no es solamente que la teoría de la aculturación es insuficiente para comprender los cambios culturales producidos al interior de sistemas sociales complejos en contacto, sino que además se ha intentado mostrar que los complejos culturales sometidos a contacto no se pierden sino que se transforman. Evidentemente esta constatación tiene mucho más aristas que la que es posible mostrar en este artículo, pero además, es mucho más profunda que la sola enunciación del problema, puesto que es multicausal y multivariada, no obstante, ello debería ser abordado en un proceso investigativo de largo aliento.

Se ha intentado abordar críticamente el concepto de la aculturación no desde una perspectiva teórica o empírica sino mas bien desde un punto de vista lógico. Postura que lleva la discusión a un examen más epistemológico del problema y sobre el cual habrá que ponerse de acuerdo para que las intervenciones reales sobre conjuntos sociales reales no está teñida de hipótesis equivocadas que lleven a soluciones igualmente equivocadas.

La evidencia empírica muestra que algunas de las variables clásicas que permitían observar diferencias entre poblaciones indígenas y no indígenas, hoy muestran diferencias cada vez menos significativas, lo cual no quiere decir que las culturas indígenas se están perdiendo o diluyendo en la sociedad occidental, por el contrario, para observar estas diferencias, hay que complejizar las observaciones, analizando y profundizando en aspectos que no siempre se les da la importancia que amerita, puesto que de otro modo no será posible advertir la existencia de comportamientos diferenciados entre poblaciones.

Aquí se ha obviado deliberadamente el problema del poder, no como olvido ingenuo sino más bien con la intención de mostrar que los resultados de un proceso de contacto intercultural en condiciones asimétricas siempre es relativo y muestra la singularidad del objeto social, en cuanto a que - como afirma Durston -, "las culturas indígenas son duras de matar". Esto implica que cuando existen condiciones asimétricas de relación intercultural, - como es el caso de todas las culturas originarias respecto de las culturas modernas -, aún así es posible constatar la sobrevivencia de ellas. Nótese que, en sociedades en continuo movimiento los traspasos culturales son multidireccionales y no necesariamente tienen significados unívocos como intenta explicar la teoría de la aculturación[27].

No es cierto que la población mapuche sufre un proceso de desestructuración social y cultural o se está perdiendo en la modernidad, pues de ser cierto, este proceso hay que examinarlo en un contexto de relación en donde los otros conjuntos sociales (en este caso, población no mapuche) también sufren procesos de desestructuración social y cultural similares.

Esta aseveración no es nimia ni vacua, por cuanto, los procesos sociales y culturales no deben (o al menos, no deberían) ser estudiados en sentido unívoco, puesto que es una equivocación lógica y además revela una cierta actitud discriminadora y peyorativa en el análisis del problema.

La historia de los pueblos originarios ha sido una historia de resistencia, una historia que se define a sí misma como de lucha vital, y que en modo alguna muestran evidencias de que se estén perdiendo en el andar de la historia. Así lo ha venido

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mostrado la propia historia y los hechos recientes, hechos de los cuales el pueblo mapuche es un antecedente relevante.

La pregunta fundamental que surge como resultado de estás reflexiones es: ¿podríamos intentar reflexionar una teoría sobre el contacto intercultural sin las clásicas prepotencias occidentales?. Naturalmente, responder a esta cuestión, es una tarea de muchos y supone una serie de retos y desafíos que no será fácil de asumir, no obstante, queda lanzado el guante....

Fey ka müten

Notas

[1] Esta reflexión tiene como génesis, una investigación del año 94 denominada "Índice de Aculturación en estudiantes mapuche universitarios", en donde el autor participó como coinvestigador junto a Patricio Marillán. Muchas de las ideas teóricas contenidas en este artículo son resultado de esa investigación y de los aportes de Marillán, no obstante, la responsabilidad final de este documento es del autor del mismo.

[2] Spencer señala que: "el cambio no necesariamente significa avance... solo en algunas ocasiones causa la nueva combinación de los factores un cambio que constituye una etapa en la evolución social. Es de todo punto posible y, según creo, muy probable, que la regresión haya sido tan frecuente como la progresión". Citado por Blas Hidalgo en "Organización social, tradición y Aculturación en Socaire, Una aldea Atacameña". Tesis de Antropología social, Universidad de Chile, Santiago 1992.

[3] No obstante, hoy es de consenso que no se puede hablar de la cultura como fenómeno omnicomprensivo, sino que se tendría que hablar de "culturas", puesto que hablar de cultura "universal" u "occidental" u otro tipo cultural equivale a privilegiar a una sobre otra, es decir, el aceptar la existencia de un tipo cultural hegemónico, implica no aceptar la diferencia histórica y ética de una cultura respecto de otra o implica aceptar que una cultura específica es superior a otra.

[4] Según Beltran (1953) pg 1 el "vocablo "aculturación llegó al castellano procedente del inglés: la voz se encuentra formada por una partícula formativa; la preposición ad, que por asimilación pasa a ser inglés, y la forma nominal "Culturatio", de cultura. La partícula formativa ad, tanto en latín como en el inglés y en castellano tiene un significado invariante: denota cercanía, unión, contacto. Por lo que aculturación etimológicamente, viene a significar "contacto de culturas". Tomado de "Aculturación en migrantes forzados, Estudio exploratorio descriptivo". Carlos Haefner Velázquez. Tesis de Antropología social. Universidad de Chile 1994.

[5] Melville Herskovits, El Hombre y sus Obras, México, Ed. FCE 1964.

[6] Homer O. Barnett et al. "Acculturation: An Exploratory Formulation" En American Anthropology, vol. 56, 1954, pág. 974.

[7] "El término cultura fue inventado en occidente como un universal más entre muchos otros. Sin embargo, en comparación con otros universales como ciencia y libertad, el universal denominado cultura ha tenido siempre una connotación pluralista". Artículo de Agnes Heller: Existencialismo y alienación... en "Cultura enfoques recientes", santafé de Bogotá, 1993, Colombia.

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[8] Casi todas las investigaciones de campo y tesis de grado, tanto antropológicos como sociológicas que intentan dar cuenta del fenómeno de la aculturación en Chile, son de carácter "estructural funcionalistas". Ver Aculturación en Escolares Mapuches de la Provincia de Cautín. IX Región, Gaete Amelia. 1992. Los migrantes de los pueblos del interior del departamento de Arica y su asimilación al contexto de la ciudad de Arica. Acevedo M.I., Galvez R., Raab N., Departamento de Sociología. Universidad de Chile. 1966. La educación rural y el mapuche urbano. Un estudio exploratorio - descriptivo, Herrera R. Departamento de Antropología. Universidad de Chile. 1984, Estructuras transicionales en la migración de los Araucanos de hoy a la ciudad de Santiago de Chile. Carlos Munizaga. Departamento de Antropología. Universidad de Chile. 1961., etc.

[9] Stavenhagen R. realiza un estudio comparativo que cristaliza en la publicación del libro "Las Clases sociales en las sociedades agrarias" S. XXI 1971, en la que da cuenta de que en la relación entre dos formas culturales distintas, se tiende a1 establecimiento de relaciones de dominación parte de una de ellas.

[10] Enfoques explicativos de los procesos de aculturación e identidad étnica en ámbitos de interculturalidad y sus proyecciones en la cultura mapuche. Gaete Amelia en Pentukún N° 9. 1998. (Énfasis nuestro).

[11] Dicho en términos del "bajo pueblo", "o pa´ todos o pa´ ninguno" (ley de Unamuno).

[12] Como corolario del segundo axioma, se desprende que; si todo conjunto humano genera condiciones de adaptabilidad frente a su entorno y genera explicaciones simbólicas respecto del mismo, luego entonces, todo conjunto humano se acultura.

[13] No obstante, el concepto de movimiento no implica necesariamente dinámica, puesto que la dinámica se preocupa del estudio de las causas del movimiento; por lo tanto no es equivalente dinámica a movimiento, para referirnos a ello se debe remitir a la cinemática newtoniana que define el movimiento, quizás habría que utilizar el concepto de desplazamiento social en vez de dinámica social. Nótese que en la noción de desplazamiento no es importante la dirección del movimiento sino su posición inicial respecto de su posición final.

[14] Gaete afirma que en la aplicación de una escala de aculturación en estudiantes mapuche y validada en investigaciones independientes, se encontró que los estudiantes mapuche presentan rasgos o "grados de aculturación" en tanto pérdida cultural, no obstante, esto no es lo importante, puesto que probablemente de aplicar el  instrumento a una muestra de estudiantes no mapuche, ellos también presenten "diversos grados de aculturación", es decir, si bien es posible observar empíricamente cambios culturales en los estudiantes mapuche, también sería del todo posible observar cambios culturales en los estudiantes no mapuche, luego entonces, lo importante en esta cuestión es que la distancia cultural entre A y B se mantendría a lo menos constante.

[15] La teoría de la aculturación presupone que el movimiento de los sistemas sociales es un movimiento rectilíneo uniforme, que se caracteriza por tener una trayectoria recta y su dirección es constante en el tiempo lo cual no necesariamente es así para todo conjunto social. Ver nota n°2.

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[16]  1er principio de la termodinámica.

[17] Prigogine (premio novel de Química, 1977) al investigar los estados de equilibrio de una disolución química encontró que se producen procesos irreversibles cuando una sustancia determinada al interactuar con otra nunca mas puede volver a sí misma. Por la vía analógica, Prigogine señala que lo mismo podría ocurrir en los sistemas sociales en el sentido que, al interactuar entre sí, no podrían volver a su estado inicial.

[18] A menos que B sea un sistema cerrado. Cabe recordar que, los sistemas sociales complejos no son sistemas cerrados y en general han mostrado poca eficiencia en controlar los input/output que posee todo sistema social.

[19] Cabe recordar que el Censo 92 mostró que los grandes indicadores con que se observaban y demostraban las diferencias entre población indígena y no indígena (migración, mortalidad, fecundidad y tamaño familiar) no variaban significativamente entre ellas, lo cual implica que, desde la perspectiva de la aculturación, la población indígena se estaría comportando como población no indígena, no obstante, las diferencias culturales se ven claramente en variables no estudiadas mayormente, tales como, patrones de ocupación espacial/territorial, comportamiento religioso y origen de los movimientos migratorios. Aquí, el comportamiento de la población indígena es substantivamente distinta de la población no indígena, lo que implica evidentemente que las distancias culturales han permanecido relativamente constantes

La socialización como elemento fundamental en la vidapor Natalia Calderón Astorga.

Recordando que la socialización es un proceso mediante el cual el individuo

adopta los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a su

personalidad para adaptarse a la sociedad. Dicho en otros términos, socializar

es el proceso por el cual el niño, aprende a diferenciar lo aceptable de lo

inaceptable en su comportamiento. Socializar es un proceso muy importante

que debe fomentarse en los niños y niñas desde muy corta edad.

La primera infancia es el periodo en el que tiene lugar el proceso de

socialización más intenso, cuando el ser humano es más apto para aprender.

Desde que se nace se está aprendiendo y se continúa haciéndolo hasta la

muerte. Así como no todos los niños gatean, caminan o hablan a la misma

edad, tampoco para aprender hay una edad fija. Los niños difieren unos de

otros en cuanto a su ritmo de aprendizaje, de ahí la importancia de ofrecer

estímulos, experiencias o materiales que contribuyan en el aprendizaje, ya que

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el proceso mismo lo realizan los propios niños.

Este proceso mediante el cual los niños aprenden a diferenciar lo aceptable

(positivo) de lo inaceptable (negativo) en su comportamiento se llama

socialización. Se espera que los niños aprendan, por ejemplo, que las

agresiones físicas, el robo y el engaño son negativos, y que la cooperación, la

honestidad y el compartir son positivos. Algunas teorías sugieren que la

socialización sólo se aprende a través de la imitación o a través de un proceso

de premios y castigos. Sin embargo, las teorías más recientes destacan el

papel de las variables cognitivas y perceptivas, del pensamiento y el

conocimiento, y sostienen que la madurez social exige la comprensión

explícita o implícita de las reglas del comportamiento social aplicadas en las

diferentes situaciones.

Sin embargo, la socialización del niño durante la infancia no constituye en sí

una preparación suficiente y perfecta, sino que a medida que crece y se

desarrolla su medio ambiente podrá variar exigiéndole nuevos tipos de

comportamiento. Por lo tanto es fundamental ir enfrentando a nuestros niños

y niñas a diversos ambientes: familiar, escolar, comunal y otros...

Los diversos aspectos del desarrollo del niño abarcan el crecimiento físico, los

cambios psicológicos y emocionales, y la adaptación social. Es válido propiciar

la adaptación social, como la fuente de SOCIALIZACIÓN en los niños (as).

Motivar a nuestros hijos a relacionar y socializar, redundará en beneficio de

una sana personalidad. Ya que esto permitirá a los niños aprender a evitar

conflictos y a manejarlos cuando inevitablemente ocurren. Los padres

excesivamente estrictos o permisivos limitan las posibilidades de los niños al

evitar o controlar esos conflictos.

Numerosas investigaciones han llegado a la conclusión de que el

comportamiento y actitudes de los padres hacia los hijos es muy variada, y

abarca desde la educación más estricta hasta la extrema permisividad, de la

calidez a la hostilidad, o de la implicación ansiosa a la más serena

despreocupación. Estas variaciones en las actitudes originan muy distintos

tipos de relaciones familiares. La hostilidad paterna o la total permisividad, por

ejemplo, suelen relacionarse con niños muy agresivos y rebeldes, mientras

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que una actitud cálida y restrictiva por parte de los padres suele motivar en los

hijos un comportamiento educado y obediente. Los sistemas de castigo

también influyen en el comportamiento. Por ejemplo, los padres que abusan

del castigo físico tienden a generar hijos que se exceden en el uso de la

agresión física, ya que precisamente uno de los modos más frecuentes de

adquisición de pautas de comportamiento es por imitación de las pautas

paternas (aprendizaje por modelado).

Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los

intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento

social a través de los juegos, especialmente dentro de lo que se conoce como

su ‘grupo de pares’ (niños de la misma edad y aproximadamente el mismo

estatus social, con los que comparte tiempo, espacio físico y actividades

comunes). De esta manera pasan, desde los años previos a su escolarización

(desde la etapa preescolar) hasta su adolescencia, por sistemas sociales

progresivamente más sofisticados que influirán en sus valores y en su

comportamiento futuro. La transición hacia el mundo social adulto es apoyada

por los fenómenos de liderazgo dentro del grupo de iguales, donde se

atribuyen roles distintos a los diferentes miembros en función de su fuerza o

debilidad. Además, el niño aprende a sentir la necesidad de comportarse de

forma cooperativa, a conseguir objetivos colectivos y a resolver conflictos

entre individuos. La conformidad (acatamiento de las normas del grupo social)

con este grupo de pares alcanzará su cuota máxima cuando el niño llegue a la

pubertad, a los 12 años aproximadamente, y nunca desaparecerá del

comportamiento social del individuo, aunque sus manifestaciones entre los

adultos sean menos obvias.

Los miembros de los grupos de pares cambian con la edad, tendiendo a ser

homogéneos (del mismo sexo, de la misma zona) antes de la adolescencia.

Después pasan a depender más de las relaciones de intereses y valores

compartidos, formándose grupos más heterogéneos.

Por otro lado analizaremos, que entre mayor interacción, relaciones sociales o

socialización tengan nuestros hijos (as), con sus grupos pares; se convertirán en

personas más seguras y extrovertidas. Ayudando por tanto la SOCIALIZACIÓN a

Page 15: La vigencia del concepto de la Aculturación

contrarrestar la TIMIDEZ o limitación o defecto del carácter que impide el desarrollo

armónico del yo y que en las personas que la padecen se manifiesta por una

inseguridad ante los demás, una torpeza o incapacidad para afrontar y resolver las

relaciones sociales.

Lo que caracteriza a la timidez es la perturbación afectiva refleja a la

presencia de los demás como un mecanismo de defensa del yo. Sus orígenes

son complejos; puede provenir de una actitud hereditaria, pero en la mayor

parte de los casos es la consecuencia de un defecto de socialización

(carencia de socialización o de interacción) debido a un medio insuficiente o

excesivamente protector. Pese a que la timidez y el complejo o sentimiento

de inferioridad suelen aparecer asociados, se trata de fenómenos

independientes, aunque ambos surgen por las mismas causas. La timidez se

manifiesta en todos los campos de la actividad: física, intelectual y

sentimental. El niño tímido, en general, se presenta con un aire de cortedad,

con una actitud vacilante y un carácter nervioso no activo (palpitaciones,

temblores, enrojecimiento repentino). Con frecuencia desarrolla un

comportamiento autoritario como modo de compensar sus propios miedos.

De lo anterior desprendemos que la socialización va muy ligada a establecer

buenas y sanas relaciones interpersonales; así que la timidez en muchos

casos podría deberse a problemas de socialización o de interacción ausente

o escasa en los niños y niñas. Es fundamental que el padre – madre de

familia, ayude a formar la personalidad de su hijo (a), para encaminarlos

hacia el éxito. En gran parte los padres de familia, tenemos en nuestras

manos el poder de crear hijos éxitos, es tiempo ya de empezar a trabajar en

la construcción de una personalidad definida en los niños y niñas.

Colaboración de: Máster Natalia Calderón Astorga.

Cultura Y Socialización.

  Silverio Enrique Berríos Polío

Page 16: La vigencia del concepto de la Aculturación

[email protected] e Investigador

Lo mismo sucede con la cultura política desarrollada por los partidos políticos, si venimos saliendo de una dictadura donde los únicos que podían exigir sus derechos era la clase dominante, situación que se institucionalizó en 60 años de dictadura, en la que también se le enseñó a la clase dominada a no tener derecho a reclamar, pues cualquier exigencia era considerada acto de subversión y se le respondía con represión, esto creó en los campesinos, semiproletarios y asalariados salvadoreños una cultura de no participación en la vida política del país y así mismo cualquier otro grupo opositor al gobierno, ahora que el Acuerdo de Paz abrió espacios de participación política, el abstencionismo ha sido el gran ganador en los procesos electorales, pues no se ha educado al pueblo salvadoreño en la importancia de su participación en la toma de las grandes decisiones que van a afectar las condiciones de vida todos los salvadoreños.

Los candidatos presidenciales visitan el interior del país, pero cuando ganan las elecciones no vuelven, por tal razón es común el comentario en las zonas populosas del país: “Si el candidato ofrece algo, que lo entregue antes de las elecciones, porque después cuando se convierte en presidente no se acuerda de lo que prometió”, esta es nuestra cultura política.

3. Concepto de Socialización.

Salvador Giner define la Socialización como: “El proceso mediante el cual el individuo es absorbido por la cultura de su sociedad”, es decir, se concibe como un proceso educativo donde el individuo recién nacido aprende valores, actitudes, normas y pautas de conducta que la sociedad considera formas apropiadas de comportamiento para dicha sociedad, por eso señalábamos antes, la cultura no la construye el individuo a su libre albedrío, sino es interiorizada la cultura dominante en la sociedad, con las particularidades que el desarrollo histórico de la formación económica y social le impone a través del cambio cultural.

El proceso de socialización es permanente en la sociedad, pues el desarrollo de la base económica, los procesos técnicos de producción, conduce a transformaciones en la superestructura y con ello, transforma los patrones considerados como las maneras apropiadas de comportamiento.

Page 17: La vigencia del concepto de la Aculturación

El proceso de socialización inicia cuando el recién nacido entra en contacto con su madre, padre, hermanos, amigos, la escuela y todo el resto de instituciones con que el ser humano se relaciona. El mayor impacto del proceso de socialización ocurre en los primeros años de vida en el cual se configura la personalidad del ser humano, luego el proceso es menos incidente, pues solo va interiorizando los cambios que el desarrollo de la formación económica y social va generando.

Los salvadoreños durante las últimas dos década nos hemos visto influenciados culturalmente por la sociedad estadounidense, debido a las elevadas tasas de emigración que se han tenido al país del norte, pero fundamentalmente a partir de cuando Estados Unidos cambió su política migratoria y empezó a legalizar el estatus migratorio de miles de salvadoreños en ese país y éstos empiezan a viajar con mayor facilidad a su país de origen, ese contacto directo con los salvadoreños que han adquirido patrones de una sociedad mas desarrollada como la de Estados Unidos transforma los patrones tradicionales de comportamiento, especialmente en las zonas rurales de nuestro país.

Estos cambios se expresan en los patrones de consumo —es común encontrar familias en zonas donde ni servicio de energía eléctrica hay consumiendo televisión alimentados por baterías de vehículos y en condiciones de pobreza—, es decir, si bien las remesas familiares permiten cierto nivel de consumo y han contribuido a superar un poco la pobreza en el país, pero el cambio en los patrones de consumo hace que se tengan gastos suntuarios descuidando la salud, vivienda, educación, cambio que se produce a fines de los años ochenta, etc.

3.1. Principales Agentes de Socialización.La sociedad necesita reproducirse —reproducir valores, actitudes, normas, etc. necesarios para una convivencia pacifica— cada uno de los miembros de la sociedad se convierte en agente socializador, y en general lo que Gramsci denomina la sociedad civil, entendida como “el conjunto de los organismos vulgarmente llamados privados.... y que corresponde a la función de hegemonía que el grupo dominante ejerce en toda la sociedad”.