La Transmisión Oral de La Palabra de Dios

7
LA PRIMACÍA DE LA PALABRA DE DIOS EN SU MODO ORAL La transmisión oral de la Palabra de Dios Tengo la intención en esta sencilla exposición de entusiasmarlos a la escucha y proclamación de la Palabra de Dios y presentársela como elemento primordial de la vida cristiana ya que es ella comunicación del querer divino. Se dice que no se habla ni se escribe igual. Hablar es un hecho espontáneo, inmediato por medio del cual se comunica ideas con más vivacidad; por el contrario lo escrito es algo que adquiere fijación, es una comunicación más organizada y estructurada de un mensaje, requiere un tiempo más prolongado en su confección. Todo esto es válido pero no del todo en el campo bíblico. En esta perspectiva hay que considerar condicionantes del tiempo como la falta de habilidad de lectura y escritura en el mundo mediterráneo antiguo. Pero por otro lado hay un aumento de habilidades para transmitir y recibir oralmente un mensaje por medio de una estructuración adecuada, recursos mnemotécnicos, etc. Hay que considerar además que lo oral y lo escrito van de la mano. Los textos escritos intentan formalizar lo dicho de forma oral. El mundo de lo escrito estructura lo que se va diciendo de forma oral. Sin embargo ya lo oral tiene una estructura que brota directamente de la mente humana y con el fin de comunicar un mensaje. Un gran maestro de la literatura como Juan Rulfo maneja en sus cuentos un vocabulario que brota del lenguaje campirano hablado. Así hace más vívido el mensaje. La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios escrita, pero la Palabra de Dios va más allá de la Escritura. Antes que se confeccionaran los textos escritos ya estaban las tradiciones que eran fruto de la transmisión oral. De estas tradiciones se conforman los escritos bíblicos. Estos escritos se confeccionan no para ser leídos privadamente sino para conservar el sentido oral a través de la lectura pública.

description

Texto de exposición en el Curso Pronvincial de Animación Bíblica, Xalapa, Ver.

Transcript of La Transmisión Oral de La Palabra de Dios

Page 1: La Transmisión Oral de La Palabra de Dios

LA PRIMACÍA DE LA PALABRA DE DIOS EN SU MODO ORALLa transmisión oral de la Palabra de Dios

Tengo la intención en esta sencilla exposición de entusiasmarlos a la escucha y proclamación de la Palabra de Dios y presentársela como elemento primordial de la vida cristiana ya que es ella comunicación del querer divino.

Se dice que no se habla ni se escribe igual. Hablar es un hecho espontáneo, inmediato por medio del cual se comunica ideas con más vivacidad; por el contrario lo escrito es algo que adquiere fijación, es una comunicación más organizada y estructurada de un mensaje, requiere un tiempo más prolongado en su confección. Todo esto es válido pero no del todo en el campo bíblico. En esta perspectiva hay que considerar condicionantes del tiempo como la falta de habilidad de lectura y escritura en el mundo mediterráneo antiguo. Pero por otro lado hay un aumento de habilidades para transmitir y recibir oralmente un mensaje por medio de una estructuración adecuada, recursos mnemotécnicos, etc. Hay que considerar además que lo oral y lo escrito van de la mano.

Los textos escritos intentan formalizar lo dicho de forma oral. El mundo de lo escrito estructura lo que se va diciendo de forma oral. Sin embargo ya lo oral tiene una estructura que brota directamente de la mente humana y con el fin de comunicar un mensaje. Un gran maestro de la literatura como Juan Rulfo maneja en sus cuentos un vocabulario que brota del lenguaje campirano hablado. Así hace más vívido el mensaje.

La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios escrita, pero la Palabra de Dios va más allá de la Escritura. Antes que se confeccionaran los textos escritos ya estaban las tradiciones que eran fruto de la transmisión oral. De estas tradiciones se conforman los escritos bíblicos. Estos escritos se confeccionan no para ser leídos privadamente sino para conservar el sentido oral a través de la lectura pública.

Pongamos unos ejemplos acerca de la convivencia que hay entre lo oral y lo escrito en los textos bíblicos. Un primer ejemplo de la transmisión oral de la Palabra de Dios nos la proporciona el libro del Éxodo, en particular la transmisión de los mandamientos en un ambiente de elementos cósmicos alterados. El Señor pronuncia aquellas palabras que serán guía para la comunidad (Ex 19-20). Moisés se convierte en el portavoz de Dios, transmitiendo las palabras que el Señor profirió; finalmente se ponen por escrito y queda al pueblo el compromiso de cumplirlos (24,3-8). En el libro de Nehemías encontramos la lectura del libro de la ley que hace Esdras y los levitas ( Neh 8-10). El gesto y actitudes del pueblo revelan el aprecio por el texto que se les estaba leyendo y también la escucha atenta a la proclamación que se hacía, finalmente el compromiso del pueblo en un comportamiento moral. Otro ejemplo nos lo proporciona los llamados cinco rollos (Meguillot) que se leían durante las fiestas, el Cantar de los cantares en Pascua, Rut en pentecostés, etc. El libro del profeta Jeremías atestigua que esta persona habla de parte de Dios y que su mensaje, ahora escrito, era una predicación hecha por el profeta de parte de Dios en una circunstancia histórica, reprochando alguna situación que el pueblo no cumple. Jeremías se convierte en emisario de parte de Dios para comunicar su palabra. El texto

Page 2: La Transmisión Oral de La Palabra de Dios

bíblico conserva ese modo (Jr 7,1-28). Un buen ejemplo de la relación entre lo oral y lo escrito lo tenemos en el texto de Jeremías (36,1-32). Se trata de un rollo dictado por Jeremías a su secretario donde se contenía el mensaje que Señor había revelado al profeta. Este conserva todas las cosas dichas y las dicta para que queden por escrito y ser comunicadas por su secretario a los destinatarios, las autoridades de Judá. Cuando los oyentes escuchan el mensaje leído por el secretario expresan su desacuerdo por el escrito y lo destruyen. El texto se vuelve a reconstruir porque queda en la memoria del profeta.

Un ejemplo de grandes historias nos lo presenta el libro del Génesis a partir del capítulo 12 al contener los relatos de los patriarcas. Estas historias antes de que adquirieran su forma escrita estaban en la memoria de la comunidad que recordaba un antepasado llamado Abraham. Entonces el escritor o escritores dieron forma a las historias que se iban transmitiendo oralmente. Estas historias que en principio eran historias de clanes, de familias para buscar la identidad de su comunidad adquirieron un matiz nuevo cuando se les agrega el ámbito de la fe; entonces Dios interviene en las acciones del patriarca. Así se convierte en una historia de respuesta a Dios y de identidad a un pueblo.

Con estos ejemplos que presentamos queremos llamar la atención sobre la importancia de la oralidad de la Palabra de Dios. Se constata que Dios manifiesta un mensaje por medio de un portavoz. El portavoz lo transmite a la comunidad y también lo pone por escrito para que perdure tal cual fue transmitido1.

Los escritos del NT pasan por unas circunstancias singulares en su transmisión. Lo más importante es la centralidad que tienen en Jesús. Las palabras, acciones, los recuerdos sobre Jesús son los que marcan la pauta en la confección de los textos del NT.

Tal vez los pasos que sigue la confección de un texto sean los siguientes: memoria social – transmisión oral – elaboración escrita, sin embargo entre lo escrito y lo oral no hay una distinción muy clara, ambas pervivieron y fueron importantes para la transmisión del mensaje.

«Es obvio que una tradición podía ser puesta por escrito, pero no por ello cesaba de ser transmitida oralmente. A su vez los materiales que habían encontrado una forma escrita, se escuchaban y se transmitían oralmente. Es el fenómeno de la «oralidad secundaria», que acompaña todo el proceso de transmisión de los recuerdos de Jesús y que persiste, incluso, una vez redactados los evangelios»2

El testimonio de los testigos privilegiados de la experiencia de fe en el caso del NT en Jesús es lo que suscita la transmisión. Ellos no son testigos quietos y mudos, sino se convierten en promotores de la acción y vida de Jesús.

Por último, podemos esbozar que los textos en forma de carta o epístolas del NT tienen una forma que parece que se estuvieran transmitiendo de un modo oral. Tienen una forma retórica con una interpelación que parece que la palabra escrita es superada por un transfondo oral que se vislumbra.

1 También en los procesos de escritura hay variantes entre uno y otro manuscrito del mismo texto bíblico.2 R. Aguirre Monasterio, «La segunda generación y la conservación de la memoria de Jesús: el surgimiento de los evangelios» en R. Aguirre Monasterio (ed.), Así empezó el cristianismo, Verbo Divino, Estella 2010, 204.

Page 3: La Transmisión Oral de La Palabra de Dios

En la reunión de la Asociación Bíblica Mexicana del 2013 el historiador de la guerra cristera Manuel Olimón Nolasco impartió una conferencia sobre cómo los cristeros leían y transmitían la Biblia. Ellos hacían comentarios al texto bíblico en sus cartas y ahí citaban el texto bíblico y lo hacían de memoria. La tradición cristiana ha mantenido contacto con la Escritura, no siempre por medio de la lectura, sino por la escucha y la memorización. Seguramente entre aquellos guerrilleros no había grandes habilidades lectoras y escriturarias, sin embargo fueron capaces de trasmitir la enseñanza bíblica a sus interlocutores.

Algunos principios que podemos tomar en cuenta para dar valor al aspecto de la oralidad del texto bíblico:

- Las comunicaciones orales fueron predominante en la antigua Judea y en otras sociedades mediterráneas; la habilidad de lectura y escriturística se limitó a una élite de escribas. La mayoría de la población, campesina y urbana pobre, no requería tal habilidad. Los rollos eran caros3.

- Aunque los sabios del tiempo hubieran podido tener acceso a los rollos de la Escritura, ellos empleaban la comunicación oral.

- Existían una cantidad de manuscritos sobre los mismos libros con diferencias que constatan la existencia de tradiciones distintas.

En el mundo de lo impreso hoy, además el flujo de información escrita en las redes sociales y distintas páginas electrónicas queremos dar valor al sentido oral de la palabra. A nivel universal se resalta el valor de la escritura y la lectura. Los hombres y las mujeres de nuestro tiempo se informan, se instruyen, se divierten, etc., usando los libros para encontrar las historias, la información o el conocimiento que necesitan en su área e incluso más allá de ella. Sin embargo, todavía se hace necesaria porque es la forma más personal de hacerlo la vía oral. De ahí podemos resaltar la importancia de los medios electrónicos que permiten la comunicación de forma hablada. La forma básica de la comunicación es la oralidad. Una mamá se comunica con su hijo incluso antes de nacer y después de su nacimiento por vía oral, además de los gestos. El ámbito escrito empieza mucho tiempo después.

En el ámbito religioso se habla del anuncio del evangelio. Si bien los académicos comunican sus convicciones de fe a través de sus escritos, se hace necesaria la transmisión de la palabra en el modo más antiguo y más fundamental que existe: la comunicación oral. El ambiente católico utiliza el modo oral para anunciar el evangelio. Así vemos y escuchamos al Papa dar algunos discursos, incluso saliéndose del script para comunicar un mensaje más vivo. El anuncio del Evangelio requiere, pues, el uso de la palabra hablada.

Cuando nos referimos a la Palabra de Dios decimos como convicción que es Palabra viva. En el texto sagrado que llega a nosotros escrito vemos la fineza de esa Palabra viva que no se conforma con quedar en el papel como una obra literaria. El texto bíblico queda a la espera de que un fiel o un grupo de fieles lo tome y lo pronuncie. Entonces el texto se convierte en Palabra viva que transmite un mensaje para los que ahora son sus lectores y

3 R. A. Horsley, «The Origins of the Hebrew Scriptures in Imperial Relations», en Jonathan A. Draper, Orality, Literacy, and Colonialism in Antiquitiy, Semeia Studies 47, Brill, Leiden-Boston 2004, 107.

Page 4: La Transmisión Oral de La Palabra de Dios

oyentes. La Palabra nos regala de su savia sin perder su reserva de sentido con miras a seguirla leyendo e interpretando. La liturgia y las distintas asambleas comunitarias son un entorno favorable para que el texto bíblico se convierta en Palabra viva.

El académico del texto bíblico le entra al texto como una especie de cirujano tomando el cuerpo del escrito bíblico, examina sus partes, elemento por elemento hasta que finalmente, al integrar los distintos elementos descubre el mensaje que ahí se esconde. Se puede pensar que su trabajo es algo manipulante, pero también, siendo un estudioso creyente, toma con respeto el sagrado texto, orando para que el mismo texto le haga saber su ciencia. El académico hoy trabaja con los contextos y no solo con la gramática, el diccionario y las otras herramientas metodológicas. Al intentar reconstruir el entorno vislumbra el carácter oral que tenía el texto y que no ha perdido y que ahora se tiene que recuperar para las nuevas generaciones4.

El texto bíblico conserva aquellos rasgos orales que le permite seguir comunicando de vía oral. Así lo demuestran los estudiosos bíblicos en el evangelio de Marcos.

El lector u oyente de la Palabra de Dios, aquel que la trasmite, la debe comunicar, debe proclamarla. Para llevar a cabo este oficio deber usará su memoria para recordar el texto, sin embargo no inventará o aumentará o quitará lo central del sentido del texto. Al conservar la fidelidad es posible hacer un buen anuncio del Evangelio. De lo contrario, será un mensaje desvirtuado, devalorado que no hará justicia al mensaje bíblico.

Para todo fiel que conoce la importancia de la Palabra de Dios, aunque no sea hábil en el uso de los métodos de acercamiento al texto bíblico puede hacer el ejercicio sencillo de leerlo y releerlo en voz alta y así puede encontrarse con un texto vivo que sube y baja de tonalidad con el fin de transmitir un mensaje vivo. Podemos hacer el ejercicio de leer y releer el texto del evangelio de Marcos en voz alta hasta el grado de alcanzar una alta memorización, no en el sentido de repetir palabra por palabra, sino de ir presentando sin añadir ni quitar nada todas las acciones contadas en el evangelio con el sentido estructural que presenta el texto. Es bien sabido que las historias contadas se pueden comprender con más facilidad que cuando solo se leen y sobre todo de un modo lineal.

El texto bíblico que nosotros podemos transmitir de modo oral es una Palabra viva llena de colorido que refleja el querer de Dios en un contexto humano, donde las imágenes, las narraciones, las sentencias, los poemas, los discursos, etc. ahí contenidos poseen una riqueza y una viveza que superan el papel y pasan a formar parte del acervo espiritual de la comunidad que predica, proclama y da voz al escrito bíblico, así como la escucha, la asimila y asume el compromiso de llevarla a la práctica.

Josué Valentín Góngora

4 El Papa Francisco en el capítulo 3 de la exhortación apostólica Evangelii Gadium propone un cambio de mentalidad al hablar de la belleza del mensaje. Nos habla de un nuevo vocabulario rico en imágenes. El texto bíblico está lleno de un lenguaje rico en imágenes. Un ejemplo de esto son los salmos que están llenos de imágenes del ambiente cósmico.