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3julio 2017 lunes 3

cuba

La seducción y el portazo

Sur del Jíbaro busca una «Zaza subterránea»

graziella pogolotti

juan antonio borrego

La política se apuntala en el diseño estratégi-co orientado al dominio o a la emancipación y en el empleo de tácticas ajustadas a las demandas

de cada coyuntura. En el siglo xix, a poco de su nacimiento, Estados unidos disponía de un inmenso territorio virgen. Desarrollaron en-tonces su etapa de colonización y conquista, en un proceso de rápi-da acumulación de riqueza. En ese contexto, se sembró la imagen del cowboy, el héroe depredador que utilizaba el gatillo sin miramientos. En ese periodo, fue escasa la parti-cipación del país en la arena inter-nacional, aunque se configuraba ya el proyecto expansionista hacia el sur, en los territorios que ha-bían alcanzado su independencia de España y Portugal. Para cuba, se enunciaba la expectativa de la fruta madura.

Mientras tanto, las potencias eu-ropeas proseguían su expansión colonial en asia y África. con el amanecer del siglo xx, las contradic-ciones desembocaron en las guerras más sangrientas que hubiera cono-cido la humanidad hasta aquel mo-mento. Por su extensión, se llamaron mundiales. Sin recibir rasguño en su territorio, Estados unidos intervi-nieron en la primera y en la segunda guerras mundiales. Proporcionaron armas y soldados. Se sentaron en la mesa de negociaciones, como ya lo habían hecho en el conflicto de cuba con España y establecieron las reglas del juego. En la Europa reconstruida, se imbricaron los in-tereses de unos y otros. comenzó

la sierpe, Sancti Spíritus.–ante el evidente agotamien-to de la presa Zaza, al 11 % de su capacidad de diseño, los arroceros de Sur del Jí-baro han puesto los ojos en su última carta: las reservas subterráneas identificadas en la zona desde hace años, que según estudios se aproximan a los 50 millones de metros cúbicos.

Fuerzas de la propia enti-dad con asesoramiento de especialistas chinos laboran en el montaje de 40 bombas en igual cantidad de pozos, previamente construidos y aforados, con vistas a uti-lizar el aguaexistente en la

entonces la Guerra Fría, cuando el llamado a la descolonización recorría gran parte del planeta. En este pano-rama, emergió la Revolución cubana.

Intencionalmente, con propósitos propagandísticos, el lenguaje emplea-do en Miami por el presidente Donald Trump se remite a los tiempos de la Guerra Fría. Es un modo de enmas-carar el origen de los conflictos entre Estados unidos y cuba, inscritos en proyectos de liberación nacional de larga data. El triunfo y la consolida-ción de la Revolución cubana se pro-dujeron de manera autónoma, a partir del creciente compromiso del pueblo que llevó al derrocamiento de la tira-nía batistiana. No hubo entonces ayu-da exterior de ningún tipo. La raíz de nuestro proyecto se encuentra en la independencia frustrada por la inter-vención estadounidense en los asun-tos internos del país. La plataforma cubana se vincula con las realidades que han marcado el destino de amé-rica Latina y de los países histórica-mente sometidos al dominio colonial. De ahí que, en este debate, el respeto a la soberanía nacional resulte factor clave, fundamento irrenunciable en cualquier negociación. Las evidencias documentales demuestran que esta última nunca ha faltado, aunque so-metida a los altibajos propios de las intermitencias de la política nortea-mericana al respecto.

cuando concluye la campaña y el presidente electo asume su alta inves-tidura, la nueva circunstancia impone modificaciones sustantivas en el len-guaje y en el comportamiento público. Desde ese momento, quiéralo o no, su proyección internacional se asocia a la imagen del país. al ocupar el cargo, el presidente Obama tuvo que afrontar, así lo expresaban las encuestas de

opinión, un serio descrédito en la vi-sión del papel desempeñado por Es-tados unidos, muy lesionado por las consecuencias de la intervención en Iraq y por las violaciones contra los derechos humanos cometidas en ese contexto. Sin modificar los objetivos estratégicos, en sus iniciales recorri-dos por el mundo, adoptó un lengua-je que procuraba ejercer influencias mediante la seducción. Preconizó una conducta civilizada, en cumplimien-to de las normas establecidas. De esa manera, en el caso específico de cuba, se encaminaron negociaciones que condujeron al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y reafirma-ron las modificaciones tácticas con su breve visita a La Habana. coherente con su propósito, privilegió la relación con el sector cuentapropista, al que consideró un aliado potencial.

Reflejo de un malestar crecien-te en la sociedad norteamericana, la elección de Donald Trump señala un retroceso hacia una etapa que se re-monta a los días en que Estados uni-dos asomaban como potencia emer-gente. apareció otra vez la imagen del garrote mondo y lirondo. No se trata tan solo del caso cubano. La ruptura de las normas de convivencia interna-cional se manifiesta en el abordaje de algunos de los problemas que afectan a la humanidad en su conjunto. uno de ellos, de singular importancia para la supervivencia de nuestra especie, se vincula con la urgencia de tomar me-didas para paliar los efectos del cam-bio climático. Semejante a lo ocurrido respecto a cuba, en este tema crucial, la prepotencia ha pasado a ocupar el sitio que corresponde al diálogo. convertida en espectáculo, la polí-tica pasa de la seducción al portazo. El choque con los aliados de la unión

Europea ha sido frontal y ha condu-cido a la ruptura del diálogo. Similar actitud se ha manifestado respecto al Sumo Pontífice, el Papa Francis-co, de indiscutible autoridad moral, atinente a los valores que representa y a su acción en favor del intercam-bio constructivo entre culturas y creencias religiosas. Este modo de proyectarse de Trump no concuer-da con las aspiraciones profundas de la sociedad norteamericana. En un mundo plagado de tensiones e incertidumbres, una chispa puede incendiar el pajar.

Los cubanos hemos construido una cultura de resistencia. Los pro-nunciamientos de nuestro Gobier-no y de nuestro canciller constitu-yen una muestra de serenidad y se adhieren al espíritu, ampliamente compartido, de establecer formas de convivencia civilizada, dialogantes y sostenidas en el respeto mutuo, así como a la consideración de las esencias de la dignidad humana. En estas circunstancias nos toca mirarnos hacia adentro y sostener en la práctica concreta la defensa de nuestros valores. Lejos de en-cerrarnos en el espacio delimitado del territorio que nos corresponde, tenemos que seguir trabajando de conjunto para llevar adelante la tarea mayor. Del trabajo de todos y cada uno, de la lucha por obte-ner mejores resultados en el orden cualitativo y de la intransigencia con lo mal hecho, depende paliar las dificultades que afrontamos. En esta tarea común, a cada cual toca un pedacito, porque de la conjun-ción de la voluntad y el trabajo en lo pequeño, nace la edificación de lo grande.

(Tomado de Juventud Rebelde)

sancti spíritus

Los pozos que se explotarán en Sur del Jíbaro

tienen una profundidad que oscila entre 37 y 50

metros. Foto: Vicente Brito

cuenca subterránea de la arrocera, un proyecto que de acuerdo con expertos consultados por Granma representaría un refuerzo significativo para la infraes-tructura hidráulica de la re-gión.

Según cálculos realizados en la entidad, la inversión puede beneficiar hasta cerca del 10 % de la superficie en explotación, un aporte nota-ble en medio de la prolonga-da sequía que mantiene muy deprimidos los embalses de las cuencas Zaza y Jatibonico del Sur, que abastecen tanto a la Empresa agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro como a otros importantes clientes del centro del país.

Para el próximo 2018 la arrocera espirituana ha previsto incorporar al lla-mado balance de agua unos 46 millones de metros cúbi-cos de su cuenca subterrá-nea, cifra que posibilitaría sembrar más de 2 600 hec-táreas, fundamentalmente para respaldar la reproduc-ción de semilla en la uni-dad básica de producción cooperativa (ubpc) Las Nuevas.

Raúl Hernández Negrín, especialista de Riego en Sur del Jíbaro, explicó a la pren-sa que, en correspondencia con el cronograma de mon-taje, el equipamiento –14 bombas eléctricas y 26 ali-mentadas condiésel– debe

estar listo a finales de julio, pero que su empleo siem-pre estará condicionado por la posibilidad de mezclar el agua subterránea con la su-perficial.

«cuando se usa el agua subterránea hay que consi-derar la calidad; es un pro-ceso que comienza, se están haciendo análisis químicos periódicos que determinen la concentración de las sa-les y, para evitar riesgos en el cultivo y la salinización de los suelos, se estableció mezclar las aguas, de ma-nera que el empleo de los pozos dependerá también de la recuperación de las presas», sostuvo Hernán-dez Negrín.

Graziella PogolottiCuando concluye la campaña y el presidente electo asume su

alta investidura, la nueva circunstancia impone modificaciones sustantivas en el lenguaje y en el comportamiento público.

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