La Psicologia Limites de La Objetividad

11
tas y respuestas que se han formulado acerca del comportamiento?; ¿por qué estas respuestas no han sido satisfactorias?; cuando se habla de la evolución o el desarrollo de la psicología, ¿qué problemas se han detec tado?; ¿cuáles han sido las limitan es en los supuestos, los métodos, las técnicas de observación, de experimentación, de aplicación lógica o matemática, cuando se han formulado tales preguntas y sus respuestas correspondientes?; ¿por qué razones una pregunta o un sistema de pen samiento se hacen caducos?; ¿cuáles hechos, nuevas observaciones o nuevas concepciones teóricas hicieron repensar el problema?; ¿qué cambios ha provocado pasar de una concepción a otra? Colocar a la psicología en este con exto para obtener su configuración y sus alcances, es una tarea que pone en juego delicados procedimientos de interpretación y evaluación, ya que requiere situar preguntas y res- puestas de la psicología en los contextos científico, técnico filosófico social y económico en que surgieron y definir su contribución a pro blemas que la psicología se plantea en el presente. La es ardua, pero sin lugar a dudas rendirá sus frutos. REFERENCI S BIBLIOGRÁFIC S Atkinson, R F. Knowledge and Explanation in History. An introduction to the philosophy of history, The MacMillan Press Ltd., Hong Kong, 1978. Blake, Ch., Can history be objective? , en Gardiner, Patrick Theories of His- tory The Free Press, Nueva York, 1969. Boring, E G., Historia de la psicología experimental, Trillas, México, 1978. Crombie, A C., Historia de la ci e ncia  vol. 1 Alianza Editorial, Madrid, 1974. Hook, S. Objectivity and reconstruction in history , en Philosophy and His- tory Doubleday Anchor Books, Nueva York 1970. Kant, I. Crítica de la razón pura vol. 1 Losada, Buenos Aires, 1973. Mandelbaum, M .  The Anatomy of Historical knowledge, John Hopkins Press, Baltimore y Londres, 1977 . Pereyra, C. Historia, ¿para qué? , en Historia ¿para qué?, Siglo XXI México, 1982. Pereyra, C. La objetividad del conocimiento histórico , en El sujeto de la his toria. Alianza Universidad, 1984, págs . 150-165. Popper, K R .  La lógica de la investigación científica, Tecnos, Madrid, 1980. Popper, K R. The Open Society and it s Enemies  Routlege Kegan, Londres, 1962. Walsh, W. H., Can history be objective? , en Meyerhoff, Hans (dir.), The Phi- losophy of History in our Time, Doubleday Anchor Books, Nueva York, 1959. White, M. Can history be objective? , en Meyerhoff, Hans (dir), The Philo- sophy of History in our Time. Doubleday Anchor Books, Nueva York 1959 . z a psicologí os límites de l objetivid d ADRIÁN MEDINA LiBERTY Es un error pedir o lo ciencia lo prueba de la objetividad de lo r eal . porque esta objetividad es una concepció n del mundo. una filosofía y no puede se r un dato científico. ntroducción la filosofía de la praxis G R MSCI Analizar el tema de la objetividad en el conocimiento de la psicolo gía implica adentrarse en un problema tan fascinante como complejo. En tanto una propiedad del conocimiento, la objetividad, quizá sea la característica más deseada y venerada en el mismo, pero no por ello es la más transparente ni la más precisa. Objetividad es una palabra ambigua y a menudo inaprehensible, sin embargo, las ciencias, la psicología incluida, difícilm en te pueden prescindir de ella. Con frecuencia se ha pretendido compendiar y representar mediante este término el ideal más alto de la ciencia: el conocimiento puro. Así, algunos científicos han creído encontrar en la objetividad la justificación racional de su quehacer, con lo cual la convierten en una norma y en una perspectiva que se postula como di rección de la ciencia. En este sentido, el psicólogo debería situarse ante la disyuntiva de ser considerado como científico en caso de cum plir con los preceptos de esta norma o por el contrario, en el mejm de los casos, con vocación de científico si se aparta de ellos. Naturalmente, una concepción como la anterior tiene un perímetro muy restringido y acaso contribuya a tornar más confuso el problema, ya que implica la reducción de éste al planteamiento maniqueo de pala- Departamento de Psicología General Expe rimental y Metodología, Facullad de Psicología, UNAM 3

Transcript of La Psicologia Limites de La Objetividad

Page 1: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 1/11

tas y respuestas que se han formulado acerca del comportamiento?; ¿por

qué estas respuestas no han sido satisfactorias?; cuando se habla de la

evolución o el desarrollo de la psicología, ¿qué problemas se han detec

tado?; ¿cuáles han sido las limitan es en los supuestos, los métodos, las

técnicas de observación, de experimentación, de aplicación lógica omatemática, cuando se han formulado tales preguntas y sus respuestas

correspondientes?; ¿por qué razones una pregunta o un sistema de pen

samiento se hacen caducos?; ¿cuáles hechos, nuevas observaciones onuevas concepciones teóricas hicieron repensar el problema?; ¿qué

cambios ha provocado pasar de una concepción a otra?

Colocar a la psicología en este con exto para obtener su configuracióny sus alcances, es una tarea que pone en juego delicados procedimientos

de interpretación y evaluación, ya que requiere situar preguntas y res-puestas de la psicología en los contextos científico, técnico filosóficosocial y económico en que surgieron y definir su contribución a los pro

blemas que la psicología se plantea en el presente. La tarea es ardua, pero

sin lugar a dudas rendirá sus frutos.

REFERENCI S BIBLIOGRÁFIC S

Atkinson, R F. Knowledge and Explanation in History. An introduction to the

philosophy of history, The MacMillan Press Ltd., Hong Kong, 1978.Blake, Ch., Can history be objective? , en Gardiner, Patrick Theories of His-

tory The Free Press, Nueva York, 1969.

Boring, E G., Historia de la psicología experimental, Trillas, México, 1978.

Crombie, A C., Historia de la ci encia  vol. 1 Alianza Editorial, Madrid, 1974.

Hook, S. Objectivity and reconstruction in history , en Philosophy and His-

tory Doubleday Anchor Books, Nueva York 1970.

Kant, I. Crítica de la razón pura vol. 1 Losada, Buenos Aires, 1973.

Mandelbaum, M.  The Anatomy of Historical knowledg e, John Hopkins Press,

Baltimore y Londres, 1977 .

Pereyra, C. Historia, ¿para qué? , en Historia ¿para qué?, Siglo XXI México,

1982.

Pereyra, C. La objetividad del conocimiento histórico , en El sujeto de la his

toria. Alianza Universidad, 1984, págs . 150-165.

Popper, K R.  La lógica de la investigación científica, Tecnos, Madrid, 1980.Popper, K R. The Open Society and it s Enemies  Routlege Kegan, Londres,

1962.

Walsh, W. H., Can history be objective? , en Meyerhoff, Hans (dir.), The Phi-losophy of History in our Time, Doubleday Anchor Books, Nueva York,

1959.

White, M. Can history be objective? , en Meyerhoff, Hans (dir), The Philo-sophy of History in our Time. Doubleday Anchor Books, Nueva York1959 .

za psicologí

os límites de l objetivid d

ADRIÁN MEDINA LiBERTY

Es un error pedir o lo ciencia lo prueba de la objetividad de loreal. porque esta objetividad es una concepción del mundo.una filosofía y no puede ser un dato científico.

ntroducción la filosofía de la praxis

GR MSCI

Analizar el tema de la objetividad en el conocimiento de la psicolo

gía implica adentrarse en un problema tan fascinante como complejo.

En tanto una propiedad del conocimiento, la objetividad, quizá sea la

característica más deseada y venerada en el mismo, pero no por ello es

la más transparente ni la más precisa.

Objetividad es una palabra ambigua y a menudo inaprehensible,

sin embargo, las ciencias, la psicología incluida, difícilmen te pueden

prescindir de ella. Con frecuencia se ha pretendido compendiar yrepresentar mediante este término el ideal más alto de la ciencia: el

conocimiento puro. Así, algunos científicos han creído encontrar en

la objetividad la justificación racional de su quehacer, con lo cual laconvierten en una norma y en una perspectiva que se postula como di

rección de la ciencia. En este sentido, el psicólogo debería situarse

ante la disyuntiva de ser considerado como científico en caso de cum

plir con los preceptos de esta norma o por el contrario, en el mejm de

los casos, con vocación de científico si se aparta de ellos.

Naturalmente, una concepción como la anterior tiene un perímetro

muy restringido y acaso contribuya a tornar más confuso el problema, ya

que implica la reducción de éste al planteamiento maniqueo de una pala-

• Departamento de Psicología General Experimental y Metodología, Facullad de Psicología,

UNAM

3

Page 2: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 2/11

ridad: lo científico y lo no científico o en otras palabras, lo que se debe ylo que no se debe hacer. Pensar así es atribuir a la objetividad una jerarquía de tribunal supremo al que habría que acudír siempre que se quisie- ·ra dírimir una disputa o descalificar una posición antagónica. El abortosería el sucedáneo de la controversia, ya que cualquier díscusión quedaría frustrada antes de que pudiera manifestarse plenamente.

En realidad, en el concepto de objetividad se entrecruzan preguntas e intereses tan dí versos, y en ocasiones tan antagónicos, que el problema aparece como un archipiélago muy difuso en la geografía de lasciencias . Precisamente, el propósito de este trabajo es intentar rehabi

litar el significado del concepto de objetividad en la psicología. Esteintento no está orientado al descubrimiento de respuestas, sino a lafertilización de preguntas; no obstante al final se proponen algunasconclusiones, con el fin de que de ellas se desprendan más dudas queaseveraciones. Una interrogante es movimiento, una respuesta es anestesia para la imaginación.

DOS APROXIMACIONES EN RELACIÓNCON EL DESARROLLO DE LA CIENCIA

La pregunta acerca de la objetividad del conocimiento psicológico.Implica, al mismo tiempo, la siguiente pregunta: ¿cómo se hace posibleeste conocimiento en cuanto tal? A partir de esta interrogante se han ge-nerado díferentes aproximaciones al problema, una de las cuales -quizála más romántica, pero también la más ingenua y equivocada- concibea la producción científi ca como el resultado de la existencia de hombresdotados de una capacidad excepcional, que constantemente obligan a lanaturaleza a rendír sus secretos ante la pujanza de los métodos hábilmente desplegados. La superficialidad de los argumentos de esta concepción es tan obvia que éstos caen por su propio peso. Sin embargo, apartir de este punto de vista se han producido alguuas "historias" de lapsicología, en donde el desarrollo de ésta pareciera ser una interminablegalería de "personajes" y un extenso inventario de descubrimientos yhallazgos a menudo sorprendentes. 2

Esta situación es totalmente diferente en los casos de dos aproximaciones al problema planteado, por lo cual merecen especial atención. Setrata de dos tendencias básicas que han generado numerosos enfoques,muchos de ellos de enorme interés. La primera de ellas, denominadatendencia h ci l autonomía está representada por el científico britá-

1 Para una discusión más amplia   véase Álvarez y Malina, 1982.2

Los trabajos realizados por Boring (1942 y 1978) ilustran perfectamente esta forma de hacer"historia" de la psicología. Con este comentario no se pretende impugnar por entero la obra de esteautor. Es preciso reconocer que Boring es un investigador serio que siempre se entrega con pasión a sutrabajo   pero en el trabajo histórico no basta con las buenas intenciones. Cuando se propone hacer unrecuenlo del desarrollo de una disciplina resulta indispensable tomar en cuenta los determinantespolíticos, económicos e ideológicos -los cuales son prácticamente omitidos por Boring-, de otromodo el desarrollo de una disciplina podría convertirse en una imagen falsa e idealista de la misma.

1. 111 ' U1 I - ~ I I . . . U L U I . J I I 1

nico Michael Polanyi, cuyos postulados son un antecedente de los conceptos sociológicos que posteriormente formuló .Robert Merton acercadel desarrollo de las ciencias. Según PolanyV la práctica científica serealiza y desé\J:rolla medíante un conjunto de reglas, recursos y conductas diferenciadas y específicas que se diseñan especialmente para esefin. En este sentido, la ciencia progresa en virtud de una maquinariainterna que, al margen o a pesar de su entorno sociohistórico, se pone enmarcha con el fin de generar conocimientos y tecnología. Por ello,Polanyi considera que la intervención del gobierno en la libertad de laempresa científica es absolutamente indeseable. Los análisis que este

autor realizó acerca de la situación científica de la Alemania nazi y laUnión Soviética, lo condujeron a la necesidad de pugnar por una escisión entre el Estado y al quehacer de la ciencia; esta última debe conservar su indispensable independencia.

Equidistante del punto de vista de Polanyi se encuentraJohn D. Ber-nal para quien el conocimiento científico es una producción social y

por ello las diferentes formas de definirlo, así como los fines que se hapropuesto lograr y sus posibles aplicaciones, han variado a lo largo de lahistoria.4 Bernal formuló un análisis muy profundo del desarrollo de lasciencias, pero, a diferencia de Polanyi, proponía que dichos análisispodrían ser de enorme utilidad para una mejor planificación estatal delas actividades científicas.

Las consecuencias de estos puntos de vista o de sus múltiples ver

tientes- acerca del problema de la objetividad son obvias. Por un lado,si se acepta la perspectiva de Polanyi (cuyo cercano emulador es elpositivismo), la producción científica es una cuestión interna de laciencia; por lo tanto, la objetividad del conocimiento no sería un temaconcerniente a los marcos sociohistóricos, sino exclusivamente a losrecursos de la ciencia en sentido estricto, es decir, a sus teorías, métodos y técnicas. Por otro lado, si se adopta el punto de vista de Bernal (ola moderna sociológica del conocimiento), la producción de conocimientos (y la pretendida objetividad de los mismos) es una cuestiónque sólo podría ser dirimida con probidad al basar los análisis en unconocimiento profundo del contexto sociohistórico, político y socialen donde se manifiesta aquélla .

Ahora bien, la pregunta ¿qué postura es la correcta? conduce a unatrampa. Al elegir la primera, la tarea a seguir sería apuntalar los recursos de la ciencia para obtener verdades objetivas y permanentes, exentasdel relativismo político y social; pero con ello se corre el peligro deanquilosar y empobrecer el conocimiento mediante la intolerancia. Sinembárgo, optar por la segunda tampoco evita los peligros, puesto queimplica insertarse en los elusivos caminos del relativismo. A cada unosu verdad, como diría Pirandello, o a cada clase social sus intereses eideologías.

3 Polanyi, 1962.

4 Berna , 1979.

5 Mannheim, 1983.

Page 3: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 3/11

Como se mencionó anteriormente, es ta forma de plantear el pro

blema es errónea porque no se trata de una disyuntiva tajante, de si la

objetividad es una propiedad del conocimiento que se determina

sociohistóricamente o, por el contrario, se erige con absoluta inde

pendencia del entorno social. No tiene sentido hablar en términos de

una polaridad, cuando la síntesis parece ser lo más apropiado. Sin

embargo, con frecuencia se da mayor importancia a una concepción en

detrimento de la otra. En el caso particular de la psicología, la balanza

se ha inclinado por la posición autónoma de la ciencia. En la mayoría de

los manuales y textos de psicología se invita -o exige- al lector a seguir

una serie de lineamientos con el fin de salvaguardar el carácter científico u objetivo de las investigaciones. A quien sigue estos lineamientos

fielmente se le podrá eximir de todo riesgo de subjetividad; por el con

trario si emite una opinión personal, un juicio de valor o un término

pareciese vago por la ausencia de una definición operacional, sería

criticado por contaminar el trabajo científico con apreciaciones sub

jetivas . Entonces, las apreciaciones acerca de las posibles influen

cias sociales o políticas en el desempeño de la ciencia, no sólo son

escasas o nulas, sino que, se tratan de soslayar por su carácter supues

tamente subjetivista .Por todo lo anterior, es necesario -antes de argumentar en favor de

una necesaria síntesis- analizar lo que tradicionalmente se ha entendi

do por objetividad en la psicología.

De manera genérica, implícita o explícitamente, dentro de la psicología se ha caracterizado a la objetividad de tres modos fundamentales:

a) La objetividad como una propiedad de los términos empleados.

b) La objetividad como propiedad de una teoría.

e) La objetividad como un problema metodológico.

a objetivid d como un propied d de los

términos emple dos

Con el establecimiento del primer laboratorio de psicología experimental en 1879, surgió uno de los problemas más espinosos de la

psicología : ¿cómo hacer concreto lo intangible?, ¿cómo observar lo

inobservable? o, dicho en los términos de la presente problemática,

¿cómo tornar objetivo lo que, por naturaleza, es subjetivo? Wundt fue

el primer psicólogo que, de manera oficial y con recursos técnicos, se

enfrentó al problema de estudiar científicamente algo tan etéreo

como la conciencia. Este problema operó como un poderoso acicate

para el ingenio y la creatividad de los psicólogos, quienes después de

los farragosos cambios ocurridos durante más de 100 años, han apor

tado innumerables posibilidades de solución para poder acceder al

hermetismo inherente a los fenómenos psicológicos. Algunos teóri-

  1 1 . Z   Ll l ¡ ~ 1 \ U L

cos que se abocaron a este problema consideraron que los fenómenos

psicológicos no eran intrínsecamente subjetivos, sino que el propio

objeto de estudio que se proponía no era del todo objetivo. Es decir,

proponer a la conciencia como el objeto de ·estudio de la psicología era

erróneo, ya que conducía irremediablem énte a un callejón sin salida;

sería cometer un suicidio epistemológico , puesto que la labor del

psicólogo se constituiría en una extraña paradoja, en donde sería

necesario proponer medios objetivos de aproximación hacia instan

cias y propiedades de orden subjetivo.

Motivado por este tipo de reflexiones Watson, entre otros, esta

bleció que la conducta era el legítimo objeto de estudio de la psicología. Paralelamente, se pretendió desterrar, por considerárseles meros

productos de la especulación, a todas aquellas entidades inobserva

bles o repetibles. De esta manera, la paradoja de la psicolo gía se resol

vía como un simple problema de términos. Con el advenimiento del

conductismo, la psicología perdió -como objeto de estudio- sumen-te, su conciencia y el pensamiento, pero adquirió a la conducta como

propiedad legítima. La esencia del conductismo consistía, precisa

mente, en convertir a la psicología en una ciencia objetiva. Para

, lograr este ambicioso propósito se optó por el empleo del método

experimental y por el uso de conceptos con un referente estrictamen

te empírico.

La base de la pretensión conductista es su conocido apego a términos

que se refieran directamente a operaciones experimentales u observaciones empíricas. Un extremo de esta posición, tributaria del empirismo,

lo ejemplifica la conducta del fisiólogo soviético Iván P. Pavlov, quien

cobraba multas a sus colaboradores cada vez que incurrían en el uso de

términos vagos o subjetivos tales como hambre , querer o voluntad .

Esta propensión por los hechos también se manifiesta en la actitud de

B F. Skinner hacia las teorías. Este investigador siempre hizo explícita

su preferencia por los datos y principios empíricos, antes que elaborar

teorías que a la larga pudiesen resultar prematuras o simplemente in

necesarias. 6

Aunque el propósito del enfoque conductista pudiese ser legítimo,

se queda a mitad del camino . Pretender objetividad mediante un apego

estricto a los datos , es parte de una actitud defendida desde las trinche

ras del empirismo, pero que en la actualidad ha perdido toda su vigen

cia. Sin duda alguna, la utilidad de un determinado tipo de lenguaje al

formular una teoría o un marco de referencia, depende en gran medida de

que sus símbolos y las reglas que gobiernan su uso correspondan a las

observaciones y generalizaciones empíricas a las que se refiere la teo

ría y puedan, por lo tanto, representarla. Pero, si bien es cierto que las

observaciones y generalizaciones empíricas influyen en la selección de

los términos con los cuales serán simbolizadas, también es cierto, yde manera fundamental, lo contrario: el lenguaje y los conceptos con los

6 Skinne r, 1950, 19 76a y 19 76b.

Page 4: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 4/11

cuales están formuladas las teorías, influyen en la determinación delobjeto por investigar, en el planteamiento de las hipótesis y en el tipo degeneralizaciones y contrastaciones que puedan hacerse.

Debido a loan erior, la solución propuesta por el físico Bridgman aeste respecto tampoco es satisfactoria. Según Bridgman, para que exis

ta una correspondencia objetiva y exacta entre los términos científicos

y sus referentes empíricos, aquéllos deben definirse operacionalmen

te, lo cual implica definir un concepto en función de las operaciones

mediante las cuales se mide; por ejemplo, la definición del concepto

longitud sólo exige la serie de operaciones correspondientes. Las

consecuencias adversas de esta postura son múltiples. A continuación

se examinarán dos de ellas dentro del panorama particular de la investigación psicológica.

Con frecuencia, existen varios procedimientos experimentales

para determinar, por ejemplo, cierta conducta de un organismo

(humano o infrahumano). Sin embargo, debido a que los conceptos

se identifican con una combinación de operaciones, cada procedi

miento experimental definirá un concepto diferente. De este modo,

habrá tantos conceptos distintos de conducta como procedimientos

para determinarla. No obstante, la corriente conductista considera

que estos diferentes procedimientos experimentale s miden la misma

cosa: la conducta. Por lo tanto, la definición operacional no es satisfactoria para analizar el significado.

El propio Bridgman intenta responder a esta objeción, al señalarque la disciplina científica (en este caso, la psicología) no aclara que

en realidad hay diferentes conceptos y los confunde de manera indis

criminada . Pero, aun si se acepta lo anterior, los conductistas, e inclu

so psicólogos de otras corrientes afirman que los diferentes conceptos

de conducta son equivalentes y los emplean como si fueran intercam

biables. De hecho, estos psicólogos no podrían cumplir sus objetivos si

no admitieran tal intercambio. Por consiguiente, para sostener la pos

tura de Bridgman sin descalificar a las teorías psicológicas como un

absurdo m etafísico o como vanas especulaciones, es necesario estable

cer criterios que regulan el intercambio de los diferentes conceptos de

conducta. El único medio para lograr esto consiste en introducir algún

tipo de concepto superteórico o metateórico de conducta que conten

ga los diversos conceptos de conducta definidos operacionalmente.Esta solución no es satisfactoria por dos razones:

a El argumento que justifica la introducción del superconcepto

impide que éste sea definido de manera operacional y, por

consiguiente, al no ser cognoscitivamente significativo esilegítimo.

b Si el superconcepto fuera definible operacionalmente, los otrosconceptos no serían necesarios. 7

7Suppe, 1974.

P  2  LA PSI OLOGÍA 37

l operacionalismo se convirtió en una corriente obsoleta, debido alos sucesivos problemas que planteaba y a su p o s i b i l i d d práctica;

aunque, persistente y deplorablemente, el conductismo aún adopta este

modelo en sus definiciones . Muy pronto, l8s científicos -los físicos fue-ron los primeros- se percataron de que el significado de los términos

que emplean las teorías científicas depende de los principios de tales

teorías, de modo que, para conocer el significado de un término se

requiere conocer la teoría que lo emplea.

De lo anterior se desprende que una distinción entre términos obser-vacionales o empíricos, por un lado, y términos teóricos, por otro, resul

ta errónea, si con ello se entiende que hay una distinción entre datos no

interpretados e interpretados. Por empírico que se lo pretenda, un tér-mino aislado es absolutamente vacío, puesto que su valor y significado

sólo se revelan en virtud de las relaciones que mantiene con el resto de

los términos de un determinado marco conceptual. En este aspecto, Fe-yerabend es muy explícito al señalar que el significado de cualquier tér-mino depende del contexto teórico en el que se presenta. Las palabras

aisladas no significan nada; adquieren su significado al ser partes de

un sistema teórico. 9

En conclusión, los hechos no hacen diferenciables a los conceptos,

aun cuando, naturalmente, siempre es necesario un referente empírico;

los conceptos se diferencian y caracterizan en virtud de las relaciones

mutua s que se establecen entre los diversos conceptos que pertenecen auna red conceptual. Entonces, los conceptos son eficaces y objetivos no

en razón exclusiva de su característica externa, sino gracias a su posi

ción relativa dentro de un sistema teórico. De no ser así, resultaría

incomprensible la utilización que hace la física de un concepto teórico

clásico: el átomo. Este término es teórico por que aún no ha sido posible

observar un átomo directamente, lo cual no es un obstáculo para inferir

su existencia y sus particularidades a partir de ciertas investigaciones.

Estas inferencias siempre ocurren incorporadas al marco de una teoría,

misma que permite realizar una lectura interpretativa de los datos.

En párrafos anteriores se mencionó que el término conducta se

emplea en forma indistinta por los psicólogos de diferentes tendencias.

Pero, esto sólo es cierto en un nivel general y abstracto. Por ejemplo, si

se define conducta como todo aquello que los organismos hacen , ladefinición es tan general que ciertamente es difícil discrepar con ella.

Sin embargo, en un sentido estricto y si se contextualiza teóricamente el

término, éste adoptaría significados no sólo diferentes, sino incluso

antagónicos. Por ejemplo, para Pavlov, la conducta es una actividad

sujeta a procesos de condicionamiento clásico, para un organicista, la

conducta está dirigida propositivamente hacia una meta; para un con

ductista skinneriano, la conducta está gobernada por contingencias de

refuerzo. En este caso, la variedad de significados del concepto de con

ducta es un asunto que no puede dirimirse mediante una búsqueda de

8 Achinstein, 1968.

9 Feyerabend, 1965, pág. 175.

Page 5: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 5/11

v - ;111 t:. u; UtsJt IIVIIJHD

relaciones entre el término en cuestión y su referente empírico; no setrata de una controversia empírica, sino de índole teórica. 10

En relación con el asunto anterior, Kuhn ha señalado que ninguna

teoría puede ser rechazada o superada si sólo se esgrimen datos empíri

cos. Según Kuhn, para que una teoría pueda invalidarse se requiere la

existencia de otra que la sustituya, lo cual muestra, por otra parte, que eldesarrollo científico no se produce de acuerdo con el estereotipo meto

dológico de falsificación por comparación con la naturaleza 12 sinocomo confrontación entre teorías.

Así   se ha detectado una primera caracterización del empleo del

término objetividad : aquel que se implica en los diversos sentidosutilizados en el trabajo científico. Pero el valor de éstos no proviene

exclusivamente de fuentes empíricas, sino también, y de forma sustancial, del marco teórico que les da sentido.

La objetivid d como propied d de un teorí

El aparato anterior ha permitido ubicar plenamente la problemá

tica de la objetividad en la psicología, al poner de manifiesto la

importancia del papel que las teorías desempeñan dentro de la prácti

ca científica. De acuerdo con lo mencionado, las observaciones, las

descripciones y los términos en que se codifican dichas teorías, representan un acto que siempre excede al mero contacto sensorial con la

naturaleza. Un registro observacional o una descripción, van más allá

del puro responder a la sensación inmediata con lo empírico s i es

que existe semejante cosa-, puesto que siempre se efectúan con baseen un marco teórico.

También se ha pensado que establecer un control experimental

riguroso es una manera de prevenirse contra los estragos de la subjetivi

dad. Con ello nuevamente, se margina el papel de la teoría al mismo

tiempo que se intenta privilegiar una metodología. En efecto pocas

veces es posible reconocer que muchas de las aseveraciones acerca de

los fenómenos psicológicos no son sino interpretaciones de lo observa

do obtenidas a menudo por caminos muy intrincados, sin tener plena

conciencia del proceso. Entonces las descripciones no se derivan de

modo exclusivo y directo de la mera percepción de los fenómenos . Con

base en un argumento estrictamente empírico, todas las aseveraciones,

aunque estén en concordancia con los datos de rigurosos registros

observacionales, no dejan de ser ontológicamente consideradas, sino

meras conjeturas a las que se podrían oponer otras conjeturas, tan deacuerdo con datos observacionales como aquéllas.

Como se mencionó anteriormente, la descripción no es una mera

1° Wat e rn s   1958 .11

Kuhn   1971.

l 2 bid . pág. 77

CHIJ   d. LH 1- >ILULU \.:7 111  

traducción de lo percibido. Aún más, detrás de toda explicación (inde

pendientemente de la manera como se conciba) existe un marco organi

zativo un contexto teórico o conceptual sistemático que les da sentido.

Entonces, es obvio que las observacione¡; ·dependen en su totalidad de

las teorías. Los datos no tienen significado por sí mismos, su importan

cia deriva de su lectura, acto que se establece mediante el indispensable

arbitrio de un marco teórico.Ahora es posible afirmar que la objetividad de una teoría estriba en

su capacidad para organizar los datos y fenómenos que sin ella, y consi

derados uno por uno, se mantendrían aislados y en conjunto, serían con

fusos; en su coherencia no sólo interna sino también con otras teoríasaceptadas y aplicadas a sectores relacionados con la realidad; en su poder

heurístico para responder las preguntas que ininterrumpidamente surgen

durante el curso de las investigaciones, y, por último, en su poder de

fecundidad, es decir, en su capacidad para revelar nuevos fenómenos orelaciones no observadas anteriormente entre éstos. En resumen, la

objetividad de una teoría radica en la coherencia y riqueza de su marco

conceptual y en el poder heurístico derivado de las relaciones concep

tuales que implica. 13

Esta forma de caracterizar a la objetividad parece correcta y en apa

riencia no presenta problemas graves por establecer. Pero a partir de

ella pueden suscitarse algunos equívocos que conviene aclarar. En con

creto existe un problema que aún no ha sido esclarecido, por lo menos

suficientemente. Con frecuencia se piensa -y ésta es una idea heredada

de las concepciones del Círculo de Viena- que una teoría es objetiva en

la medida en que se adecua a su objeto de estudio; es decir, se pretende

lograr una concordancia mimética o isomórfica entre la teoría y su objeto.En este sentido, una teoría sería gradualmente más objetiva en la medi

da en que reprodujera conceptualmente las características y la diná

mica en su objeto de estudio. Esta pretensión de equivalencia entre la

teoría y su objeto implica un importante error epistemológico del que,

a su vez se desprende una consecuencia igualmente equivocada en relación con el progreso científico.

Respecto al primer error mencionado y desde una perspectiva epis

temológica, es posible afirmar que ninguna ciencia trabaja con objetos

concretos o empíricos Aún más, la naturaleza no está fragmentada endiversos objetos ni su constitución es una mezcla o integración de áreas

o niveles temáticos. Si se considera la manera ontológica, la naturaleza

simplemente existe como una totalidad indiferenciada. Sin embargo, el

conocimiento que de ella se obtenga es un asunto de carácter netamen

te humano. El acto de conocer es algo inherente e indesprendible del ser

humano; no puede manifest arse fuera de él ya que es un producto de su

actividad. La actividad humana se constituye, al mismo tiempo, en la

génesis y el desarrollo de todo conocimiento. Por lo tanto, pretender

establecer una equivalencia entre la teoría y su objeto implica, en lu

gar de una aproximación o identificación, una oposición artificial en-

13 Per eyra, 1979.

Page 6: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 6/11

•• •• · - • . _ _ 1 11/ I...JI _1

tre ambos, puesto que el objeto de la teoría sólo es significativo a laluz de ésta.

La conformación de un objeto de estudio   4 es un acto que se esta

blece por la mediación directa de una teoría. l recortar una parte de

la realidad para su estudio la teoría constituye a su objeto. En primera

instancia, las diferentes ciencias "recortan" o dividen a la realidad en

diferentes niveles: físico, químico, biológico, psicológico, etc. En

segundo término, cada ciencia subdivide su propio campo temático;

por ejemplo, en la psicología existe una amplia -y muchas veces con

fusa- subdivisión en áreas tales como el aprendizaje, la motivación, la

percepción, etc. Inclusive, la propia psicología está fraccionada en teo-rías de tipo socioanalítico, conductista o cognoscitivista, por mencio

nar sólo algunas. Es necesario aclarar que la exposición anterior no se

refiere a dos momentos cronológicamente diferentes, ya que en la

práctica científica ambos ocurren simultáneamente; sólo se han distinguido con fines expositivos .

Entonces, es obvio que el planteamiento de una adecuación entre la

teoría y su objeto es espurio, en cuanto que es la propia teoría la que

identifica y demarca a su objeto. Pero, por si acaso lo anterior no fuera

suficiente para impugnar de manera definitiva esta postura, aún existeotra forma -más sencilla, por cierto- de confrontarla.

Como ya se mencionó, para la postura de la adecuación la equiva

lencia es el ideal a seguir,5

esto es, se pretende lograr, en la medida de

lo posible, que una teoría cualquiera (simbolizada con la letra 1 seaun equivalente de su objeto (simbolizado con la letra O) T = 0). La teo-ría sólo será objetiva en la medida en que se cumpla la mencionada equi-valencia.

Ahora bien, es fácil percatarse de que esta equivalencia presupone

que existe un conocimiento tanto de T como de O. Además, en el caso de

O el conocimiento debe ser completo e inequívoco con el fin de poder

evaluar en qué medida se ha convertido en un equivalente de O. Sin

este conocimi ento no es posible establecer ninguna equivalencia entre

y O. Pero, es evidente que si se posee un conocimiento completo de O

resulta innecesaria. Quizá, alguien podría argumentar que el conoci

miento de O se establece gradualmente a medida que se desarrolla ycompleta y que, por consiguiente, la equivalencia entre Ty O también se

establece gradualmente. Sin embargo, esto proporciona un argumento

extra a favor de la impugnación de la equivalencia, debido a que en rea

lidad todo el conocimientoacerca de O siempre está mediado por T Con

ello, nuevamente, se muestra lo fútil del esfuerzo por edificar a la objeti

vidad de una teoría en términos de una equivalencia posible.

1

4 Esta den o m inación evita que surja otro tipo de artificialidad: la que se establece cuando se

habla ele la existencia ele un "objeto teórico" y de un "objeto real o empírico". Un objeto de es tudio

o un objeto - a sí, a secas-, en tanto sea objeto de y para una cie ncia , no puede ser empírico. En el

nivel de lo empírico o de lo real sólo existe la unidad de la realidad, sin límites o demarcacioneselea lguna especie.

1S Por ejemplo, Russell (1966), habla ele una "ana logía estructural  en tre imagen y objeto, lacual debe ser entendid como un concordanci unívoca reversible

CAP 2 LA PSICOLOGÍA 4Entonces, es claro que si se construye una teoría, no es posible

abarcar dos niveles, es decir, el nivel del conocimiento del objeto y el

nivel del conocimiento del conocimiento <;lel objeto, sino únicamente

un nivel. ,No debe sorprender que de esta debatida postura se obtenga un inde

fectible desenlace en la suposición de que el conocimi ento se desarrolla

de manera acumulativa. En efecto, la actitud más coherente frente a un

ideal de equivalencia consiste, precisamente, en suponer que con el

transcurso de los años las nuevas investigaciones añadirán nuevos

datos que, paulatina y acumulativamente, completarán nuestra visión

de la realidad. 16

Esta inclinación por fundamentar el avance del conocimiento con

base en un constante proceso de acumulación, puede ser fácilmente vul

nerada si se analiza, aunque sólo sea de manera superficial, el desarrollo

de las ciencias. Dicho examen revelaría, de inmediato, que el progreso

científico nunca ha sido constante ni posee un carácter aditivo. Con fre-cuencia, aquello establecido como cierto devino en craso error o, en el

mejor de los casos, en una verdad a medias. Las revoluciones generadas

por Darwin en la biología, por Einstein en la física y por Marx en la eco-nomía, ilustran perfectamente esta idea de un cambio radical en el pro

greso científico. En ninguno de los casos mencionados la génesis del

conocimiento, respondió a un mecanismo de acumulación, sino que fue

el resultado de una oposición con el saber previo. La idea de una marcha

desigual en el conocimiento se encuentra, toute proportion gardée, en

Kuhn (1971) como confrontación de paradigmas, en Bachelard (1972 y1973) como superación de obstáculos epistemológicos, en Bernal

(1979), quien concibe el conocimiento como una empresa social, y, por

supuesto, en los pensadores marxistas, quienes han analizado.. la prácti

ca científica no sólo en su carácter estrictamente epistemológico, sino

también en el político, ideológico e histórico (Schmidt, 1976; Kosík,1967; Colletti, 1977; Habermas, 1976 y 1984; por citar sólo algunos).

Aunque el problema esbozado en esta sección se retoma en el cuar-to apartado de este trabajo, resulta oportuno adelantar una breve consi

deración en relación con el mismo. Si se descarta a la equivalencia como

criterio para juzgar a la objetividad de una teoría, queda pendiente esta

blecer un criterio sustituto de aquélla. Este nuevo criterio se encuentradentro de la propia actividad o práctica del científico frente a su objetode estudio; práctica cuyo contenido está determinado por las caracte-rísticas identificadas en el objeto. Pero, lo que se identifica en el objeto

sólo puede surgir, a su vez, de las interpretaciones que proceden de la

propia práctica científica. Teoría y objeto no son dos entidades distin

tas e independientes, sino que existe una identificación entre ambos;

son dos momentos de la misma práctica científica; la primera se nutre

del segundo, mientras que éste se constituye por medio de aquélla.

Naturalmente, en algunas corrientes filosóficas, como el positivismo

lógico y la filosofía analítica, se han realizado análisis muy riguro-

16 La postura ele Chalmers (1982) es muy ilustrativa de este enfoque.

Page 7: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 7/11

  ·   ·   • • , '' - · - 1 V J J \ t iV  LJiiL I

sos de esta práctica (por ejemplo, la formalización logicomatemática

de las teorías), pero es fácil demostrar que son análisis parciales,

puesto que sus concepciones acerca de la práctica científica son muyrestringidas.

La práctica científica se desarrolla, por lo menos, en tres dimensio

nes fundamentales: una dimensión epistemológica (que es la que se ha

discutido hasta ahora), una dimensión social y una dimensión históri

ca. Con esta caracterización no se pretende afirmar que la práctica cien

tífica se desarrolla mediante tres formas independientes, tan sólo se

han intentado distinguir -no separar- tres propiedades inherentes de

aquélla. Inevitablemente, las ciencias se constituyen y manifiestanmediante la estrecha relación de estas tres dimensiones.

La actividad científica es un actividad humana que, al igual que cua-lesquiera de sus modalidades ocurre inmersa dentro de un contextosociohistórico que le impone cierta dinámica.

a objetivid d como un problem metodológico

Naturalmente, una teoría y su correspondiente terminología no ago-tan las posibilidades del uso que se ha establecido del término objetivi-dad . Al respecto, Pardinas afirma lo siguiente:

Quizá la función más importante de la metodología consiste precisa

mente en investigar procedimientos rígidos para disipar, si es posible por

completo, cualquier subjetividad en la observación, la interpretación o eljuicio de los hechos. 17

En el párrafo citado resulta obvio que la objetividad invocada no se

refiere a una teoría o a sus términos, sino a los métodos y las estrategias

para realizar una investigación. Debido a que este tema ha sido discuti

do en otros trabajos,18

se evitará reiterar razones o argumentos. Sin

embargo, es necesario recapitular ciertos puntos para no fracturar la discusión presente.

El problema de la objetividadpor el método implica recorrer los elusi

vos caminos de la validez: la metodología, la lógica o cualesquiera que

sean los criterios que se adopten al desarrollar una investigación.

A menudo se escuchan sentencias que condenan a un método u otro

como poco objetivo o definitivamente subjetivo . Por el contrario,

otras veces se promueve un método u otro como objetivo y riguroso , endetrimento de las metodologías restantes.

Al afirmar que un método es más objetivo que otro se intenta soste

ner, al mismo tiempo, que un método es más recomendable o aceptable

que otro. Las razones con que se establece este parangón entre metodo

logías algunas veces son de un candor casi evangélico, por ejemplo, el

17 Pardinas 1960, pág. 4.18 Medina Liberry , 1978 , 1981a y 1981b.

CAP 2. LA PSICOLOGÍA 43

método A (método experimental) es más aceptable que el méto

  o (método clínico) si y sólo si su empleo propicia menos el error en

función de la exactitud de sus procedimientos y la precisión de sus

mediciones. ·

La circunstancia descrita permite considerar dos puntos fundamen

tales en relación con la atribución de la objetividad a los métodos:

l. La pretensión de que un método de investigación empírica sea

absolutamente objetivo es una autoconcentración, puesto que,

lógicamente, no es posible realizar una investigación de maneraque se evite por completo el error.

2. Juzgar los méritos de un método como propios, al margen de un

cuerpo de conocimientos, es tan errón eo como conceder objetivi

dad a los términos con independencia de un marco teórico. Losmétodos son ineludiblemente tributarios de la concepción que el

i n v ~ s t i g d o r tiene de su objeto de estudio.

Como ya se mencionó, concebir a los métodos como un camino

, racional y sistemático de aproximación a la realidad, aporta lineamien

tos confiables para obtener conocimientos. Pero, si bien un método se

constituye como un modo racional para el estudio de la naturaleza, es la

propia concepción de la naturaleza lo que será determinante para el

método. Los métodos -así como los datos que éstos aportan- presentados aisladamente, sustentados por sus propios medios, sin referencia ala teoría que los hace posibles son, como diría Canguilhem, puros sin

sentidos epistemológicos .

Definitivamente, no hay fractura entre las teorías y su método, entre

la experiencia. La inteligencia es cláusula obligada para el nacimiento yestablecimiento de la experiencia, y sin ésta no sería posible acceder a la

inteligencia. El dominio que el método comporta es aquel que la teoría

señala. Aspirar, y aún peor, promulgar un método como el mejor para el

estudio de los fenómenos psicológicos, no son más que eso: una aspira

ción en el primer caso, y un acto de vanidad en el segundo.

Para una elucidación más sensible a la heterodoxia de los métodos ydel grado de objetividad que los distinga, es conveniente afirmar que los

métodos son instrumentos indispens bles para acceder al conocimien

to de la realidad, establecen con eficacia procedimientos racionales por

seguir y habilitan al ser humano para operar sobre los fenómenos, pero

por sí mismos no conducen al conocimiento ni a la objetividad. Los

métodos son vías de acceso a la realidad y no un conjunto de rutinas pre

formadas o certezas hipostáticas, ya sea en relación con el conocimiento

o con las acciones mismas.

Entonces, pretender ostentar objetividad únicamente por medio del

método, de los conceptos o de las teorías, propiciaría la ilusión de un

yerro epistemológico. Pero tampoco es cierto que el conocimiento se

funda sólo por caminos de validación interna, puesto que la objetividad

también puede ser caracterizada como un proceso.

Page 8: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 8/11

44 PRIMERA PARTE . LA OBJETIVIDAD

Los tres apartados anteriores han permitido sondear el problema dela objetividad desde la perspectiva que sostiene una autonomía de la

ciencia. Sin duda alguna, éste ha sido punto de vista dominante en

la psicología , ya que la preocupación fundamental de los psicólogos

ha sido -y aún es la necesidad de garantizar la objetividad mediante eluso de los recursos metodológicos que proporciona la propia disciplina;

es decir, se piensa que el problema de la j e t i v i d ~ d de los conocimien

tos psicológicos puede resolverse en el interior de la psicología, in e-

pen ientemente de los posibles influjos históricos, políticos o sociales.En cambio, con base en la aproximación sustentada por Bernal y por

la moderna sociología del conocimiento  9 surge una idea muy distinta

del problema de la objetividad. En concreto, esta idea implica una con

cepción de la objetividad en términos de un proceso. Ciertamente, esta

concepción carece de aceptación dentro de la psicología y, por ello, ha

sido escasamente desarrollada por los psicólogos occidentales. 20

La objetividad como un proceso

Para Bernal, la historia de las ciencias es harto elocuente, ya que

pone de manifiesto que el desarrollo de las ciencias nunca ha sido uni

forme, ni en tiempo ni en lugar,21 es decir, periodos de enorme letargo

han alternado con imprevistos progresos y, con frecuencia, los momen

tos de lucidez han sido seguidos de precaria creatividad. Unas veces

dominó el ingenio y el tesón; otras, el oscurantismo y la represión. 22

Si se admite la idea de un desarrollo desigual en las ciencias, se

acepta que el conocimiento generado por éstas -y el grado de objetivi

dad que se les atribuya- también es desigual. En efecto, al visualizar el

desenvolvimiento de las ciencias es posible reconocer, al mismo tiem

po, que los conocimientos adquiridos por la humanidad en el transcurso

del tiempo no son algo absoluto e inmutable. Por el contrario, una y otra

vez la historia evidencia lo transitorio de la certidumbre, al mostrar

cómo multitud de verdades eran concebidas, desde su inicio, con el

gérmen del error o de una verdad parcial.

19 Actualn1 ent e son muy numerosos los autores que cultivan la so ciología del conocilniento .

Sin embargo, en r ela ción con la problemática con c reta abo rdada en est e artículo, cabría desta car las

postmas de Barnes (1974 ) y ele Habermas (1976 ) . En las recopil ac ion es rea lizadas por Duvignaucl(1982) y Griffith (19 74 ) ta mbi én pueden consultarse los int e resan tes trabajos de div e rsos autores.

20 Sin embargo , e n los países socialistas esta concepción ha sido cultivada ampliamente. Con súltese, por ejemplo, a Smirnov (1973), Leonriev (1965 ) y Posmanski (1965).

2l Berna , 1979.

22 En este punto e vi s ta es tá implicito el problema de la ideología ; es decir, cuando el conoci

miento se utiliza para justificar la s ituación privilegiada de una clase en el poder. Por ejemplo, bajo un

régim en capitalista , la ideología es anestesia general en un orde n cuya e sencia debería ser la lucidez y

la ob tención del conocimi ento. Para una cliscusión sistemáti ca y profunda del problema ele la ideolo

gía véase la obra Ensayos marxist s sobre f i losofía e ideología e Sá nchez Vázquez ( 1983), particu

la rmente sus trabajos titulados "Filosofía , ideología y sociedad" (pág s . 109-136) y "La ideología e la

'ne utralidad ideo lóg ica ' en l as cie ncias s ociales" ( págs . 137- 164 ). Ta mbi é n Villoro ofrece un agudo

an áli sis ac erca ele es te pr obl ema en su obra El concepro de id   logía 1985) .

CAP 2 LA l- :> llULUI.JII 1

Ahora bien, este movimiento fluctuante y desigual del conocimien

to sólo es comprensible si se parte de la idea de que el conocimiento no

es producto de la acción de un solo hombre, de uh individuo aislado amodo de átomo -tal ser no existe en la realiJiad-, sino que, por el contra

rio, es un acto social; es decir , el hombre -el científico- no se relaciona

con la naturaleza exclusivamente por los modos de conocer, sino tam

bién por los modos de ser, del ser social. Estos dos modos se implican y

se exigen mutuamente.23

Barnes es muy claro y contundente en este renglón. Para este

autor, el conocimiento es un recurso que se funda sobre bases de

índole social y cultural;24 es decir, la generación de nuevos conoci

mientos se establece con base en los marcos de conocimientos ycreencias pre-existentes. Por ello, la razón y los métodos con que se

pretenda alcanzar el conocimiento no bastan para acceder a un cuerpo

sólido y único de conocimientos.25 Lo que un científico pueda lograr

dependerá de los recursos cognoscitivos disponibles y de la manera en

que sea capaz de manejar dichos recursos .26

Estos recursos tampoco son suficientes para garantizar la objetivi-

, dad del conocimiento. Sin embargo, Barnes se abstiene de llevar tan

lejos su análisis y, por el contrario, señala que la objetividad es un pro

blema que escapa -por su propia naturaleza- al análisis sociológico.

Pero, de cualquier modo, si se admite el planteamiento de este autor, la

conclusiónes

evidente:los

criterios parajuzgar al conocimiento

y la forma como se le concibe también son productos sociohistóricos.

El filósofo marxista Karel Kosik también aborda esta problemáti

ca , pero su planteamiento es por completo diferenteY El concepto

fundamental de las reflexiones de este pensador checoslovaco es el de

praxis .28 Kosik afirma lo siguiente:

Cada peldaño del conocimiento humano, sensible o racional, y cada

modo de asimilación de la realidad es una actividad basada en la praxis

23 De h ech o , el hombre - aunque así lo d esee- no puede es cinclirse en científico, por un lado, y

ser soci a l, por el ot ro . La d eterminación ele nuestra pe rsonalidad y comportamiento no es un asunto

de "gustos" o de deseo s personales , se trata ele algo qu e está por encima ele una simple ele cción. Po r

ello, aunque el científi co pretenda sustrae rse ele ma ne ra form al ele toda influencia social o po lít ica en

su trabajo , difícilm ent e podrá lograrlo. No es que es ta pr etens ión sea c ondenable en sí mis ma, s in oque es prefe rible pa rtir del reconocimi ento de la imposibilidad ele un a marginación total ele las estru c-

turas sociales24 Un estudio mu y int eres ant e ace rca de las re lacion es qu e se es tablecen ent re las cie ncias y sus

entornos eco nómi co y político, se encuentra en la obra Económica poWic  de la ciencia, de Rose y

Rose (19 79) .25 Barnes , 19 74 , 19 77 .26 El plantea mi ento de los recursos cognosciti vos " conduce a un peligro: el re lati vismo cog -

noscitivo. Aunque el propio autor sugiere algunas vías ele solución ( una especie de "con verge ncia

natural en el conoc imi ento ) , éstas no resultan del todo convincentes. Un análisis profundo de es te

problema , acom pañado de un a sug esti va tentativa de solución (qu e implica la unión de las re fl exio

nes sociol ógic a con la p ropiamente epistemológica), se en cue ntra en Bhaskar (19 78) .27 Una de las obras má s maduras ele Kosik es i l éc ti c de lo con cre to (1967 ), en la cua l se

expone am plia mente la po s tura ele est e int e res an te pe nsador.28 La a proximac ión m arxi s ta al problema del cono c imi e nto es, qui zá, la que con mayor so lidez

ha abo rdad o los aspec tos rela tivos al condicionamie nto soc ial de las ciencias. No ob stante, el sol o

Page 9: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 9/11

  '''UPRIMERA PARTE LA OBJETIVIDAD

objetiva de la humanidad, y por ello, está vinculada, en uno u otro modo, atodos los demás .29

Más adelante, Kosik aclara su concepción de praxis:

La práctica es activa y produce históricamente -es decir, continuamente renueva y constituye prácticamente- la unidad del hombre y del

mundo, de la materia y del espíritu, del sujeto y del objeto del producto yde la productividad. 30

Para Kosik la actividad científica implica una práctica en la que elhombre -el científico- se relaciona de cierto modo con la realidad, con

el mundo. En esta relación se produce una doble transformación: elmundo es transformado y el propio hombre es transformado al modificarse su conocimiento de él y sus relaciones con otros hombres.

Entonces, el problema no se restringe al acto de conocer la realidad,sino que también implica la acción de transformarla prácticamentedurante el proceso de conocimiento. Esto significa que la realidad nosólo es un objeto de contemplación, sino también de transformación.Por lo tanto, es necesario considerar al hombre como un ser que, por suactividad práctica, al transformar el mundo se transforma a sí mismo ytransforma el mundo social en que vive. 31

Lo anterior significa, al mismo tiempo, que los problemas del conocimiento están necesariamente relacionados con esta actividad prácticade transformación. En consecuencia, lo que conocemos, en tanto seressociales, nunca es completo ni final, está en constante cambio y es porlo tanto, cambiable. Verdades cuestionadas pueden ser consolidadas, aligual que verdades aceptadas pueden ser cuestionadas, impugnadas oinvalidadas.

Considerar a la objetividad como un proceso es una idea que aúnrequiere de mayor concreción y solidez. Sin embargo, el solo planteamiento de la misma implica, por lo menos en el contexto de la psicología y desde el particular punto de vista sustentado en este artículo, unaperspectiva nueva y flexible del proceso de generación y validación del

conocimiento. Nueva porque ofrece lineamientos distintos de los queactualmente prevalecen dentro de la ortodoxia metodológica; flexibleporque, en cierto modo, vulnera la excesiva confianza depositada en losrecursos de la ciencia. Por consiguiente dicho planteamiento implicauna postura menos afín con el dogmatismo y la intolerancia, ya que no

intento de sintetizar -cosa que, dicho sea de paso, jamás ha sido la intención de este artículo- aquí losplanteamientos de esta postura -¿no posturas?- es algo que rebasa el espacio destinado a la presentediscusión. Si se qui ere profundizar en la aproximación marxista al conocimiento, se sugiere consultar los siguientes autores: Luckács (1969)  Zeleny (1978), Heller (1978) Habermas (1976 1984) .

29 Kosik 1967  pág. 41.30 bid.   pág. 240.31

Sánchez Vázquez desarrolló esta línea de argumentación co n mucho rigor profundidad ensu obra Filosofía de la praxis (1967).

CAP 2 LA PSICOLOGÍA 7

admite la pretensión de enarbolar a ningún tipo de conocimiento comoel único posible o el mejor. ·

Cuando el conocimiento es nuevo está pleno de arbitrio y fecundidad; pero, si se le inmoviliza como algo absoluto o prototípico, sevuelve un molde de sí mismo y se endurece, se fosiliza y muere . Elconocimiento que se petrifica sólo prolonga, e inclusive promueve elerror y la muerte.

La ciencia, es una actividad desarrollada por seres humanos que

actúan e interactúan y por lo tanto, es una actividad social. El conocimiento, las afirmaciones y polémicas, los criterios de cientificidad ylas técnicas de la ciencia han sido creados por seres humanos y hansido desarrollados, impugnados o compartidos por grupos o comunidades de seres humanos. Por consiguiente, el conocimiento científico es esencialmente conocimiento social. Como toda actividadsocial, la ciencia es un producto histórico que se manifiesta en eltiempo y en el espacio y que involucra actores humanos, quienes sedesarrollan no sólo dentro de la ciencia, sino también en sociedadesmás amplias de las cuales son miembros. 3

En conclusión, se pretende pasar del conocimiento individual al co-nocimiento considerado como un proceso social, así como caracterizara la objetividad como un proceso y no como una propiedad estática y abso-

luta; es decir, pasar de una concepción cerrada a una concepción abierta e ilimitada del conocimiento.

L SÍNT SIS

La finalidad del presente artículo ha sido proporcionar cierto ordena la problemática de la objetividad en la psicología. Si ha señalado queestablecer críticas o impugnaciones a teorías o corrientes con base en unexamen del método o de los conceptos, conduce a una complicadacomediade equivocaciones, puesto que el conocimiento sólo es accesible frente alas interrogantes planteadas desde la unidad de la práctica científica.

Pero esta práctica puede clasificarse en una doble circunstancia. Por unlado la actividad científica presente, entendida como un momento sincrónico del desarrollo científico, es un conjunto de elementos y relaciones que se definen en virtud de una función primordial: generar y validarconocimiento. En esta función los recursos de la ciencia (teorías, métodos conceptos y técnicas) no encuentran sucedáneo y se pretende que eldiálogo con la naturaleza sea probo y objetivo. Pero, por otro lado, lapráctica científica también es primordialmente, una práctica social ehistórica. En este sentido, la objetividad es el producto de individuosque abordan la realidad en términos de su propia praxis, misma que noes abstracta e imperecedera, sino concreta e histórica.

3 Éste es el punto de vista que sostiene Mendelsohn en su trabajo titulado The social construc-

tion of scientific knowledge , el cual forma parte de la interesantísima compilaci.ón que realizaron

Mendelsohn, Weingart y Whitley   titulada The Social Produccion of Sciencific Knowledge (1977).

Page 10: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 10/11

Privilegiar la primera circunstancia de la práctica científica con lanegación de la segunda, podría convertir a los científicos en personajesdogmáticos y orgullosos que propagarían el conocimiento en un mundo desordos y ciegos. La sobreestimación de la segunda circunstancia sin laconcreción de la primera, podrá conducir a la abstracción.

En pocas palabras, mientras que la primera aproximación descrita sostiene que la objetividad en el conocimiento puede ser garantizada - porlo menos tentativamente- por los recursos de la ciencia, la segunda considera que la objetividad es una propiedad que se construye y desarrollasociohistóricamente.

El problema radica en que las dos aproximaciones son equivocadassi se les pretende excluir mutuamente, lo cual no significa que debanser rechazados, puesto que ambas son válidas en cuanto cada una deellas atiende a su propio dominio. Es decir, un análisis epistemológicode los conceptos, los métodos y las estructuras de las teorías psicológicas podría ser útil para discernir si los conocimientos que es generanson objetivos o no, y, al mismo tiempo, un análisis sociohistórico pondría en evidencia las condiciones sociales, políticas e históricas queinfluyen en el quehacer de las ciencias . En consecuencia, una vez suprimida la pretensión de exclusividad, ambas aproximaciones son igualmente válidas y necesarias.

Como es obvio, en este trabajo se propone una síntesis y se descarta enfáticamente la unilateralidad en los enfoques. Ahora bien, toda

esta discusión no es más que el planteamiento del problema. Aún resta desarrollar este esquema y trabajarlo en la práctica concreta . Sinembargo, es posible enunciar una afirmación firme pero dúctil, sólida aunque flexible: la verdad no es innaccesible, pero tampoco esalcanzable de una vez y para siempre, sino que el conocimiento mismo se construye, es decir, se realiza y desarrolla . La verdad y la objetividad, como tales no existen, excepto que se acepten por anticipado.

REFERENCI S BIBLIOGRÁFIC S

Achinstein, R Concepts of Science. A philosophical analysis, John Hopkins

Press, Baltimore, 1968 .Álvarez, G. y Molina, J.(dirs), Psicología e historia, UNAM , México, 1982 .Bachelard, G., La formación del espíritu científico, Siglo XXI, México, 1972 .Bachelard, G., El compromiso racionalista, Siglo XXI, México, 1973 .Barnes, B., Scien t i f ic knowledge and Sociological Theory, Routledge and Kegan

Paul , Londres , 1974.Barnes, B., Interest and the Growth of Knowledge Routledge and Kegan Paul,

Londres, 1977.Bhaskar, R., A realist Theory of Science, Harvester Press, Brighton, 1978.Berna , J. D., La ciencia en nuestro tiempo, Nueva Imagen y UNAM, México,

1979, (2 vols.  .Berna , J D., The Social Function of Science, Routledge and Kegan Paul, Lon

dres, 1939 .

Boring, E. G., Sensation and perception in the history of experimental psycho

logy, Appleton-Century-Crofts, Nueva York, 1942.Boring, E G., Historia de la psicología experimental, Trillas, México, 1978.Colleti, L., La dialéctica de la materia en Hege y el materialismo histórico, Gri-

jalbo, México, 1977 . ..Chalmers, A. F., ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, Siglo XXI, México, 1982 .Duvignaud, J (dir.), Sociología del conocimiento Fondo de Cultura Económi-

ca, México, 1982 .Feyerabend, P., "Problems of empiricism", en Colodny, R G. (dir .  , Beyond the

Edge ofCreativity, Englewood Cliffs, Nueva Jersey, págs. 145-260, 1965.Griffith, A P. (dir.), Conocimiento y creencia, Fondo de Cultura Económica,

México, 1974.Habermas, J., Connaissance et intérét, Gallimard, París, 1976.Habermas, J., Ciencia y técnica como ideología , Tecnos , Madrid, 1984.Heller , A., Teoría de las necesidades en Marx, Península, Barcelona, 1978.Kosik, K., Dialéctica de lo concreto, Grijalbo, México, 1967 .Kuhn , T ., La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Eco-

nómica, México, 1971.Leontiev, A N ., "La tarea actual de la psicología soviética" , en Psicología sovié-

tica, Editora Universitaria, La Habana, 1965 , págs. 45-68.Luckács, G., Historia y conciencia de clase, Grijalbo, México , 1969 .

Mannhein, K., Ideología y utopía, Aguilar , Madrid, 1973.Medina Liberty, A., "Acerca del uso del método experimental", en Enseñanza

investigación en psicología, 4, 7, 1978, págs. 137-141.Medina Liberty, A., "Psicología, método experimental y producción de conoci

mientos", en Álvarez G. y Molina J (dirs.), Psicología e historia, UNAM ,

México, 1981, págs. 33-42.Medina Liberty, A., "Psicología, método experimental y el problema de la obje-

tividad", en Acta Psicológica Mexicana, 1 , 2-2, 1981 , b, págs . 47-56.Mendelsohn, E., Wiengart, P. y Whitley, D., The Social Production ofScientific

Knowledge, Reidel Publishing Co., Boston, 1977 .Pardinas, F., Metodología y técnicas de investigación en ciencias sociales,

Siglo XXI, México , 1969 .Pereyra, C., Configuraciones : teoría e historia, Edicol, México, 1979.Pizzorno, A., Gallino, L. Bobbio, D., Debray, R. y Gramsci, A., Gramsci y las

ciencias sociales, Siglo XXI, México, 1982 .Polanyi, M , The Republic ofScience: its polit ical and economic theory, Roose-

velt University Press, Chicago, 1962.Posmanski, N. F., "La herencia y la teoría materialista", en Psicología soviéti-

ca, Editora Universitaria, La Habana, 1965, págs. 39-44.

Rose, H. y Rose, E., Economía política de la ciencia, Nueva imagen, México,1979.

Russel, B., Lógica y conocimiento, Taurus, Madrid, 1966.Sánchez Vázquez, A., Filosofía de la praxis , Grijalbo, México, 1967.Sánchez Vázquez, A , Ensayos marxistas sobre filosofía e ideología, Océano,

México, 1983 .Schmidt, A., El concepto de naturaleza en Marx, Siglo XXI, México , 1976 .Skinner, B F.," Are theories oflearning necessary?" , en Psychological Review,

57, 1950 , págs. 193-216.Skinner, B F., La conducta de los organismos, Fontanella, Barcelona, 1976a.Skinner, B. F., "The operational analysis ofpsychological terms", en Cumula i

ve Record, Appleton-Century-Cofts, Nueva York, 1976b.

Page 11: La Psicologia Limites de La Objetividad

7/21/2019 La Psicologia Limites de La Objetividad

http://slidepdf.com/reader/full/la-psicologia-limites-de-la-objetividad 11/11

Smirnov, A A.  Problems of the Psycholoy of Memory Plenum, Nueva York1973.

Suppe  F. The Structure o Scientific Theories University of 111inois Press111inois 1974 .

Villoro, L. El concepto e ideología Fondo de Cultura Económica, México1985.

Waters, R H., Behavior: datum or abstraction , en American Psychologist13, 1958, págs. 278-282 .

Zeleny,]., La estructura lógica e El Capital eMarx Grijalbo, México, 1978.

egunda parte

arcos filosóficosde la

psicología