La Proxima Gran Caida de La Economia Mun, Jorge Suarez Velez

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  • A la memoria de mi pap, quien me dioel preciado regalo de la autoestima

    A mi mam, por su amor incondicional

    A Miriam, socia en el proyecto msimportante

    de mi vida, por su generosidad

    A Daniela, cuyo tesn me inspira todos losdas

    A Mariana, perenne fuente de jovialidady cuya sensatez nunca deja de sorprenderme

  • Este libro

    La primera vez que intent escribir unlibro fue en 1988. En ese entonces, yotrabajaba en una casa de bolsa mexicanay presenci, desde la primera fila, loque ocurre cuando se desarrolla unaburbuja en un mercado financiero y elciclo de sorpresa, pnico y caceras debrujas que se suceden despus de queestalla. En aquel momento, me propuse

  • escribir un libro que hablara de lasburbujas financieras que se hubiesenpresentado a lo largo de la historia, conel fin de encontrar los elementos encomn con sa y definir las seales quenos pudieran alertar cuando se generarala siguiente. Abandon el proyectoporque senta que no estaba diciendonada con mi anlisis y pens que al pasode los aos adquirira mejoresherramientas para aportar algo. Lo queha ocurrido en los posteriores 23 aosno es que mi capacidad analtica hayaaumentado sino que mis expectativas se

  • han moderado. Ahora s que no se tratade decir ni la verdad absoluta ni deabrirle los ojos a nadie. En este librohago un ejercicio de reflexin, a la vezque propongo algunos elementos tilespara entender no slo qu pas, sino porqu no ha terminado de ocurrir. Miintencin es que se comprenda que lareciente crisis econmica mundial no hasido una crisis aislada y ordinaria, sinoun sntoma que revela serios problemasestructurales acumulados, que nos hanpuesto en situaciones de enormedificultad poltica porque no entendemos

  • cun distinto es este mundo al denuestros padres o abuelos.

    Los lectores de este libro observarnque la presente obra no contiene grficasni tablas analticas, y la funcin de lascifras que presento en este libro esexpositiva, no tcnica. Mi intencin fuedesarrollar una conversacin en la cualofreciera sin tecnicismos mi punto devista, as como algunas herramientasconceptuales para comprender la crisisque se aproxima. Por lo tanto, ste nopretende ser un libro acadmico. A lolargo de los aos, he tomado notas de la

  • mayora de los artculos, libros yensayos que leo. No siempre he anotadolas fuentes de las cifras que cito, peroslo tomo nota de aquellas queprovienen de entidades que merecen mirespeto. Por otro lado, dado que no soyacadmico, tampoco tengo estudiantes ocolegas que me hayan ayudado a hacerinvestigacin. Todo lo he escrito yo ytodo proviene de mis notas y elresultado de mis exploraciones. Desdeluego, asumo totalmente laresponsabilidad de lo que escribo. Porotro lado, ninguna idea que desarrollo

  • en este libro es originalmente ma,porque acaso hay algo que no haya sidoya pensado por alguien ms?

    Este libro es el resultado de 13 aosde reflexin, en los cuales he elaboradocomentarios semanales para CNN enEspaol y en las columnas que escrib,primero para el portal de internet Yahooy despus para la revista Letras Libres,en las cuales he dado mi opinin sobreuna serie de distorsiones econmicasque se han ido acumulando en el mundo.Afortunadamente, al haberlas hecho enmedios pblicos, hay abundantes

  • testigos de lo que he dicho y de cundolo dije. Una y otra vez he tratado deexplicar por qu el origen de talesdistorsiones no es coyuntural sinoprofundamente estructural. A lo largodel tiempo, analistas y medios, han dadoatencin e importancia a diferentesmanifestaciones de esas distorsiones,pero ignoran en forma intencional oinvoluntaria el fondo de losproblemas. Es de estos problemas de losque me propongo hablar.

    A fines de los aos noventa habl,semana tras semana, sobre por qu me

  • pareca que los inversionistas seconfundan al pensar que la fascinanteadopcin de la nueva tecnologaalrededor de la internet que, sin duda,iba a revolucionar nuestras vidas nojustificaba las valuaciones que elmercado le asignaba a las primerasempresas que intentaron lucrar con sta.Despus de que esa burbuja revent,habl una y otra vez sobre el crecienteriesgo implcito en el enormeotorgamiento de crdito, que llevara alnacimiento de la burbuja inmobiliaria.Una vez ms, habl semana a semana

  • sobre por qu sta iba a reventar y porqu su efecto iba a ser mucho msextenso de lo que se pensaba.

    A veces tengo la percepcin de quellevo 13 aos de ser ave de mal agero.Pero lejos de lo que mucha gente cree,no soy una persona ni remotamentepesimista. Estoy convencido, eso s, deque lo peor est por venir y, desdeluego, no miro esa posibilidad congusto, pues muchas personas resultarnafectadas. Alguna vez, hace aos, unaamable seora argentina me abord enun restaurante en Buenos Aires para

  • decirme que un pesimista no es ms queun optimista bien informado. Confiesoque hasta ese momento no me habadado cuenta de cmo se me perciba. Enel otro extremo, un buen amigo mexicanome dijo hace un par de meses algo ascomo: otra vez, Jorge, llevas aoshablando del escenario horrible queviene y sigue sin ocurrir. De verdad?Hay todava quien piense que no hapasado nada grave? En este caso mepregunto qu tendra que ocurrir paraque mi amigo crea que el pesimismo erajustificado.

  • Mientras escribo esto, hay alrededorde 210 millones de personasdesempleadas en el mundo. Tan slo enEstados Unidos hay 25 millones de sereshumanos sin un empleo oinvoluntariamente empleadas en formaparcial. Qu tendra que pasar para quemi amigo se asuste? Tiene que versangre o un holocausto nuclear?

    En Estados Unidos hay 3.7 millonesde propiedades inmobiliarias vacas yotras tantas que estn en proceso deestarlo porque se encuentran en mediode un proceso de embargo por parte de

  • los bancos que otorgaron crditos paraadquirirlas y otras 2.4 millones tienenmenos de 5% de capital1 como colchn.Me parece que la situacin de laeconoma mundial es como la de un vasoque est justo en la orilla de una mesa enmedio de una concurrida fiesta infantil:es slo cuestin de tiempo para quealguien lo derribe.

    Ustedes podran preguntarme por qudebe importarles cunto vale una casaen Phoenix o en Las Vegas si seencuentran plcidamente sentados en sucasa en Mxico o en algn otro pas

  • latinoamericano. Les debe importarporque lo que hace que esta situacinsea inestable es el hecho de que losprecios de los inmueblesestadounidenses estn en este momentoen el centro de la economa mundial. Meexplico: Han odo hablar del efectomariposa? Se trata de una metfora queutilizan quienes estudian teoras de caospara ilustrar cmo un pequeo eventopuede tener un gran alcance. El aleteo deuna mariposa en Brasil puede provocarpequeos cambios en la atmsfera quelleven al desarrollo de un tornado en

  • Texas. En este caso, quiz la pequeamariposa no ilustra el peso relativo delmercado inmobiliario estadounidense yhabra que compararlo en algo as comoun efecto pterodctilo.

    En mi opinin, el elemento faltante enel anlisis de los metaoptimistas(aquellos que van de optimismo enoptimismo sin importarles la evidenciaque los rodea) es que seguimos sinrecuperarnos a pesar de que hemos vistoel mayor estmulo econmico paliativoque se ha dado en la historia de lahumanidad. Tan slo la inyeccin de

  • liquidez que ha hecho el Banco de laReserva Federal estadounidense es, adlares de hoy, alrededor de 20 veces elvalor de todo el Plan Marshall que seide para financiar la reconstruccineuropea tras la segunda Guerra Mundial.Es decir, estamos en terreno virgen,pues nunca haba habido un bancocentral que imprimiera de golpe cercade 20% del producto interno bruto (PIB)de un pas (menos an el pas mspoderoso del mundo, que representaalrededor de la cuarta parte de laeconoma mundial), con el objetivo

  • principal de comprar bonos en elmercado con esos recursos y contribuiras a mantener bajas tasas de inters. Ylo lograron. La tasa de una hipoteca a 30aos lleg a su punto ms bajo en lahistoria al llegar a 4.17% en noviembredel ao pasado. Y, a pesar de esecolosal impulso, los precios de losinmuebles siguen cayendo.

    La pregunta, entonces, es: Qu va apasar cuando el banco central retire laliquidez que ha inyectado? La respuestaes, a mi juicio, evidente: inmediatamentesubirn las tasas de inters. Y qu le

  • pasa a los precios de las casas cuandoaumenta el precio de una hipoteca? Elprecio baja, pues los potencialescompradores se fijan mucho ms en elmonto del pago mensual que tendrn quehacer por su crdito hipotecario, que enel precio total del inmueble adquirido,lo verdaderamente importante.

    Pero por qu debe ser esto motivo depreocupacin para quien sea que no vivaen Estados Unidos? Porque el cimientocentral en el que se ha apoyado elconsumo estadounidense ha sido lariqueza virtual que experimentan quienes

  • ven cmo se revala el principal activoque poseen: su casa. La vertiginosa alzaque vimos en el precio de los inmueblesencubri una compleja realidad social:la desigualdad econmica se haacelerado en las ltimas dcadas. El 1%ms rico de la sociedad estadounidensereciba 8.9% del ingreso nacional en1976 y recibi 23.5% en 2007. SegnRaghuram Rajan, autor de Fault Lines,How Hidden Fractures Still Threatenthe World Economy , 58 centavos decada dlar de crecimiento econmico enesos 21 aos fueron a parar al 1% ms

  • rico de la sociedad estadounidense.Como l mismo dice, resultaespectacular pensar que el famosomanejador de hedge funds John Paulsongan 3 700 millones de dlares en20072 y que eso es 74 000 veces lo quegana alguien que est en la mediana deingreso estadounidense. Pero es quizms relevante ver que alguien que esten el percentil 90 ganaba tres veces loque alguien en el percentil 50, pero enesos 21 aos esa diferencia creci cincoveces.

    Esa diferencia refleja, en la opinin

  • de Rajan y en la ma, el deterioro en unsistema educativo capaz de prepararbien al estrato superior de la sociedad,pero cada vez ms deficiente paraeducar a las masas, en un momento en elque los mercados se han desregulado yglobalizado, propiciando competenciaen todos los niveles. Y la educacin sedeteriora conforme los sindicatos detrabajadores de la educacin en EstadosUnidos luchan por mantener susprivilegios, por encima de asegurar quehaya gente cada vez ms capaz ypreparada en tan importante profesin,

  • situacin similar a la que provocan losgremios de educadores en AmricaLatina. sas son las razonesestructurales de fondo que estn detrsde la disparidad en el ingreso. Ante laincapacidad de resolver el problemaeducativo, lo cual tomara dcadas, lospolticos han tratado de aliviar elproblema permitiendo que, si bien lagente no gane ms, pueda consumir ms,y para hacerlo le han abierto la llave delcrdito.

    Algunos analistas situados a laizquierda diran que el deterioro en la

  • distribucin del ingreso se debe a lacada en la tasa marginal del impuestosobre la renta en Estados Unidos. En losaos cincuenta y sesenta, se pagaba unatasa de hasta 91%, la tasa mxima en laactualidad es 35%. Pero quienes creenque los impuestos seran la herramientafundamental para redistribuir seequivocan, pues no consideran doselementos. Primero, que el rico essiempre mvil. Puede irse ajurisdicciones que lo recibirn con losbrazos abiertos en las cuales pagarmucho menos impuestos, como lo fue el

  • Reino Unido en la ltima dcada.Segundo, que el individuo rico y lasempresas ricas siempre pueden hacerplaneacin fiscal extraordinariamenteefectiva. La empresa General Electric,por ejemplo, present declaraciones deimpuestos en ms de 7 000jurisdicciones a nivel global en 2009.Su pago total de impuestos en EstadosUnidos fue 0.00. Generaron prdidasfiscales en Estados Unidos por 408millones de dlares debido a queacreditaron beneficios fiscales por 1100 millones que provenan de alta

  • depreciacin de bienes de capital,generacin de energa limpiaaprovechando subsidiosgubernamentales, etc. Y, a pesar de quegeneraron utilidades a nivel global por10 800 millones de dlares, las diferirnindefinidamente para evitar pagarimpuestos. Esto les llevar a litigar enmuchas de las jurisdicciones en las quetrabajan, pero tienen con qu hacerlo.Los ricos siempre tienen cmo evitar elpago de impuestos, a veces en formacreativa. Henry Paulson, por ejemplo,quien fuera ceo (director general) de

  • Goldman Sachs, se ahorr un par decientos de millones de dlares deimpuestos cuando fue nombradosecretario del Tesoro. Tena alrededorde 700 millones de dlares en accionesrestringidas3 de Goldman Sachs quehaba recibido en esquemas decompensacin diferida y stas quedaronliberadas cuando recibi elnombramiento, pues no podamantenerlas debido al potencialconflicto de inters. Debido a que notena otra alternativa ms que vender, sele condon el pago del impuesto que

  • hubiera provenido de la venta. Por ello,estoy convencido de que los impuestosal ingreso no siempre son tiles y que, ala larga, slo un impuesto generalizadoal consumo es eficiente, adems de unimpuesto bajo y parejo ( flat) a todoslos niveles y sin posibilidad dededuccin alguna. Es ms, estoyconvencido de que todos debemos pagarimpuestos, desde el ms rico hasta elms pobre, de acuerdo a nuestrasposibilidades, pues slo as tendremosel incentivo para exigir que el ejerciciodel gasto pblico se d con eficiencia.

  • De lo contrario, un alto porcentaje de lapoblacin simplemente estira la manoesperando ayuda que proviene de losrecursos de otro y eso, a la larga,simplemente no funciona porque essemilla de corrupcin y de los deliriosmesinicos que aquejan a los polticos.

    Pero sigo sin dejar claro por qu eseestadounidense menos educado y msendeudado debera preocuparle aalguien en Chile o en Colombia. Larazn tiene que ver con que el colosalconsumo estadounidense asciende aentre 17 y 20%4 del ingreso de la

  • humanidad. El gasto de ellos es elingreso del resto. Cuando compran untelevisor, estn pagando por parteschinas, mano de obra mexicana,transportacin japonesa, marcascoreanas y transportistas y vendedoresal menudeo estadounidenses; si elpotencial comprador se queda en casaporque se siente ms pobre porque bajel precio de su morada, toda la cadenasufre. En algn momento, si ellos dejande comprar lo que importan del resto delmundo (casi dos billones de dlares alao), las manufacturas chinas sufren, por

  • ejemplo, y eventualmente tambinquienes les suministran materias primasy recursos naturales a los chinos.

    Pero si lo que asumo es que las tasasde inters son el catalizador deldesastre, por qu no dejarlas dondeestn? Porque los nmeros simplementeno dan. En Estados Unidos se discute elpresupuesto fiscal para 2011 y el debatealrededor de ste es de una pobreza ymiopa que en algn momento figuraren los libros de historia. Se compararal habitante de Pompeya que se rehusabaa irse de su casa a pesar de escuchar el

  • rugir del Vesubio, seguro de que unmilagro ocurrira. Adems, en 2012veremos monumentales vencimientos dedeuda que fue contratada por entidadespblicas y privadas en Estados Unidos,Europa y otros pases. Resultara unpoco inocente pensar que las nuevascolocaciones con las que se pagarnesos vencimientos se harn a nivelessimilares. La competencia por crditoser enorme y sta se reflejar enmayores tasas.

    Estados Unidos est registrando sutercer ao consecutivo de dficit fiscal

  • de alrededor de 10% del tamao de laeconoma. Es decir, que el gobiernogasta 10% ms de lo que recauda enimpuestos y otros ingresos. Pero eso noes lo grave. Lo que s lo es, es el hechode que se resisten a hacer un cambioestructural que es absolutamenteindispensable. Cuarenta y cuatro porciento del gasto pblico estadounidenseser para pagar por entitlements(obligaciones que ha contrado elgobierno como el pago de pensiones delsistema de Seguro Social y el pago delos sistemas de cuidado mdico para

  • personas mayores, Medicare yMedicaid). Otro 31% se va en el pagode intereses sobre la deuda (7%) y engasto militar (24%). Slo una cuartaparte del presupuesto total esdiscrecional, en el cual entraneducacin, infraestructura, apoyo a lavivienda, etc. Toda la discusin se daalrededor de qu hacer con el gastodiscrecional. Sorprendentemente, aun sino hubiera gasto discrecional alguno, laeconoma estadounidense seguiramostrando un faltante de 700 000millones de dlares al ao.

  • Por si fuera poco, a la deuda federalde 9.1 billones de dlares (62% del PIB)hay que sumarle entre dos y tres billonespor las quiebras del sistema deprstamos a estudiantes y de lasagencias federales como Fannie Mae yFreddie Mac, 7.9 billones deobligaciones de pensiones del sistemade Seguro Social que no estnreservadas, 22.8 billones deobligaciones del sistema de Medicareno reservadas y 35.3 billones delsistema de Medicaid. Y cabe subrayarque esta estimacin es muy

  • conservadora pues se hace solamentecontando el valor presente descontadode las obligaciones futuras,descontndolas a una tasa de inflacinms un punto porcentual. En realidad,veremos un incremento mucho mayor enel costo de la provisin de salud debidoal avance de la ciencia mdica (del cualhablo ms adelante), al incremento en laesperanza de vida y al empobrecimientode la poblacin que depender ms deestos sistemas.

    Como dice Bill Gross, el CEO dePimco (la mayor empresa inversionista

  • en el mercado de bonos en el mundo), siel gobierno de Estados Unidos fueseempresa, su desmesurado pasivo, lamayora del cual est fuera del balancecontable, hara que se le valuara con unvalor contable negativo de entre 35 y 40billones de dlares, pues produciendo14.6 billones al ao debe alrededor de65 billones.

    De verdad creemos que tan colosalpasivo puede financiarse con tasas deinters bajas? Mientras un bonoestadounidense a cinco aos paga unatasa de 2.25%, veamos lo que ha pasado

  • con Portugal, Irlanda o Grecia. Sefinancian a tasas de 9.53% a cinco aos,10.98% y 14.37%, respectivamente (afines del primer trimestre de 2011).Claramente, los mercados no creen quepodrn hacerle frente a sus obligaciones,y mientras menos crean ms probable esque no puedan pagar pues eseescepticismo se refleja en mayorescostos. En Estados Unidos, en el mejorde los casos, lo financiarn a tasassustancialmente ms altas a las actuales;en el peor, no podrn financiarlo porquelos posibles acreedores empezarn a

  • preocuparse no por la capacidad derepago, pues a diferencia de Portugal,Irlanda y Grecia siempre puedenrecurrir a imprimir dlares, sino porqueesos dlares impresos comprarn cadavez menos internacionalmente, conformela abundancia del dlar provoque queste se devale respecto a las otrasmonedas del mundo. Si no se resuelvepronto el colosal problema estructuralde la deuda estadounidense, este pas vaa hacer su propia versin de unamoratoria y lo harn pagando pesos atostn,5 como se dice en Mxico. Es

  • decir, que pagarn con una moneda tandevaluada que ser el equivalente a quehayan recibido del acreedor undescuento sobre lo que deben.

    Si las tasas de inters suben, lashipotecas suben; si stas suben, losprecios de los inmuebles bajan; si stosbajan, los bancos volvern adescapitalizarse y el crdito desaparece,el consumo se desploma, la economa delos pases que les exportan tambin yestamos en la segunda cada en la crisis,el temido double dip.

    A mi juicio, ese destino es inevitable.

  • Les sorprender, sin embargo, queafirme que ese desenlace es el mejorposible si ocurre pronto. Es de talmagnitud la crisis estructural quepresentan no slo Estados Unidos, sinoEuropa, China e incluso Amrica Latina,que slo por el miedo a lasconsecuencias lograremos el entornopoltico que permita discutir losamargos e indispensables remedios.

    S, Europa sigue rehusndose a ver lagravedad del problema que afronta y esun hecho que veremos una moratoria enel pago de la deuda griega, irlandesa,

  • portuguesa y la extensin del problema apases como Espaa. Los pases de laperiferia europea estn siendo ahogadospor las onerosas imposiciones de lospases ricos y sucumbirn ante eldesmesurado peso de su deuda. En elcaso de Grecia, llegar a 160% del PIB,125% en Irlanda y 100% en Portugal. Enel caso de China, vemos los ltimos ydesesperados intentos de mantener unalto ritmo de crecimiento basado en unaexagerada inversin en activos fijoscomo resultado de la formacin de lamayor burbuja en la historia de los

  • mercados financieros, la del mercadoinmobiliario chino. Los polticos chinosse creen capaces de desinflarla poco apoco, como si fuese posible sacarle unpoquito de aire a un globo utilizandouna aguja pequea. Mientras tanto,pudieran tener inflacin real (no oficial)de hasta 15% debido al reflejo de laabundancia de crdito combinada con elencarecimiento de alimentos por elcambio climtico y los problemas enMedio Oriente y el norte de frica. YAmrica Latina? Nuestra regin, comosiempre, sigue creyendo que puede

  • mantenerse al margen de toda esadebacle, pensando que los cambiosestructurales que nos tocan combate ala corrupcin, construccin de un Estadode derecho, flexibilizacin de nuestrosmercados laborales, profunda mejora delos sistemas educativos, inversinestratgica para el desarrollo decompetitividad son pequeos temasoptativos. La fuerte demanda queproviene de las burbujas de otros pases(China) nos ha hecho suponer que lademanda por nuestros recursos naturalesy su alto precio son una nueva e

  • inmutable realidad.En este siglo XXI que empieza, la peor

    crisis ser el mejor aliciente para tomarmedidas serias. Claro, tambin existirel riesgo de que surjan populistas queofrezcan pociones mgicas queresuelvan todo sin necesidad desacrificio. Pero, insisto, soyesencialmente optimista. Creo que loslderes y los grandes estadistas surgenen los momentos en los que se lesnecesita. En la medida en que la crisisvenga pronto, se podr resolver conmedicinas amargas; a la larga, se

  • requerir de amputaciones.Recordemos que las mayores

    innovaciones del mundo y muchas de lasempresas lderes han surgido enmomentos de incertidumbre y recesin.A veces, la comodidad que ofrece elstatu quo es el peor enemigo delesfuerzo. Hay que ver lo que viene comolo que es: la mayor oportunidad que hahabido en generaciones.

    Los invito a que lean este libro comoun largo ensayo sobre la economa delmundo y los retos que se aproximan, msque cualquier otra cosa. He aqu una

  • invitacin a pensar sobre el futuro denuestro bienestar econmico.

  • Introduccin

    En septiembre de 2008 se declar laquiebra del banco de inversin LehmanBrothers. En ese momento, lleg a supunto climtico la crisis econmicamundial que haba empezado amanifestarse desde la quiebra del bancoingls Northern Rock un ao antes y quese confirm con la absorcin por partedel banco estadounidense JP Morgan del

  • banco de inversin Bear Stearns enmarzo de ese mismo ao. En aquel mesde septiembre, la Reserva Federalestadounidense anunci la creacin deun fondo de 85 000 millones de dlarespara apoyar a la aseguradora AIG, una delas mayores empresas del mundo y quedesde abril de 2004 era parte delprivilegiado grupo de 30 empresas quecomponen el ndice Dow Jones. Secorroboraba que el mundo viva la peorcrisis financiera desde la GranDepresin que comenzara con eldesplome burstil a partir de octubre de

  • 1929.Como siempre ocurre en un mundo

    cuyo ritmo parece ser prescrito por CNN,se hizo embonar una crisis global y conraces profundas, en un ciclo de 24horas de noticias que no admitedemasiada reflexin o anlisis. Seintent calificar como siempre sehace a una situacin que fuecincelndose golpe a golpe, como sihubiese sido el resultado de los eventosdel da, semana o mes anterior, cuandopodemos rastrear sus antecedentes pordcadas.

  • El primer objetivo de este libro,entonces, es subrayar algunos de losorgenes de una realidad compleja quecomo una tormenta perfecta hatomado elementos de diferentesacontecimientos no relacionados entres, pero cuya combinacin incrementa sucapacidad destructiva. Sin embargo, sibien es necesario mirar hacia atrs, puesla historia nos sirve como espejo como dicen los chinos, creo quetambin es importante hacer un esfuerzopor anticipar cmo van a evolucionarlas diferentes variables, no con el

  • morboso objetivo de alarmar, sino conel propsito de propiciar una adaptacinefectiva a una realidad que serradicalmente distinta al entorno del cualvenimos.

    se es, quiz, el mayor error que seest cometiendo en la forma deconfrontar esta crisis. Se le siguetratando como si fuese un trancecoyuntural, una recesin cclica que esms severa que lo usual, pero de lamisma naturaleza; no lo es. Mientrasms tardemos en darnos cuenta de lascaractersticas profundamente

  • estructurales de lo que estamosviviendo, menos margen de maniobratendremos. Tenemos que aprender que larevolucin tecnolgica que se hamanifestado gradualmente en toda lahumanidad impone nuevos retos y,potencialmente, grandiosasoportunidades. Pero, antes que nada,tenemos que saber simplemente que lasrecetas que antes funcionaban a laperfeccin en el comal son totalmenteinadecuadas para el horno demicroondas.

    Las actitudes que por dcadas han

  • asumido numerosos gobiernos son,cuando menos, inverosmiles. EnEstados Unidos y mucho ms enEuropa el paradigma del Estadobenefactor se ha arraigadopeligrosamente. Originalmente, elconcepto de retiro estaba diseado paraque alguien que hubiera trabajado todasu vida pudiera gozarlo durante losltimos aos de su existencia. Cuando laedad de retiro se fij en Estados Unidosa los 65 aos, la esperanza de vida erade 63; ahora es de ms de 78. Enalgunas profesiones un polica, por

  • ejemplo es posible retirarse a los 50.Eso quiere decir que es enteramenteprobable que haya muchos casos en losque alguien estar ms aos viviendo desu retiro de los que estuvo activo. Nohay Estado, por rico que sea, queaguante eso (a no ser que el retiradoviva exclusivamente de lo que l mismologr acumular de ahorro durante suvida econmicamente activa).

    Por si fuera poco, la ciencia haevolucionado a pasos agigantados. Hahabido cambios fundamentales que hanllevado al desarrollo de la llamada

  • medicina personalizada. Conforme seha trazado el mapa del genoma humano yentendemos mejor los factores queprovocan una enfermedad, las terapiaspara atacarla se han vueltoinconmensurablemente ms precisas ycon menos efectos colaterales. Lasimplicaciones econmicas, sin embargo,son trascendentes. El desarrollo de unnuevo medicamento cuesta cientos demillones de dlares (se estima entre 800y 2 000 millones de dlares). Por cadamedicina exitosa hay decenas de otrasque no logran aprobacin para uso

  • humano, ya sea por toxicidad, falta deeficacia o infinidad de otras razones.Las que logran llegar al mercado tienenque cubrir el costo de las que nollegaron. Antes se hablaba de cncer oleucemia, hoy se habla de decenas detipos distintos de cada uno de estosmales y hay terapias especficas paracada uno. El reto est en que aquellosmedicamentos que antes amortizaban sucosto entre millones de enfermos, ahoralo tienen que hacer con cientos de miles.Por ende, el costo del medicamento encuestin se multiplica tan rpidamente

  • como su efectividad.La gente no slo vivir ms aos, sino

    que adems aquellos que antes padecanenfermedades mortales ahora podrnvivir por dcadas con enfermedadescrnicas, mantenidas bajo control conmedicamentos carsimos. Y a pesar deesa realidad incontrovertible, en marzode 2010 el gobierno del presidenteBarack Obama pas una reforma desalud en la cual jams se intent siquieratomar medidas realistas para contenerlos crecientes costos. En Estados Unidosel sistema de salud est repleto de

  • ineficiencias y conflictos de inters,donde se pagan los medicamentos mscaros del mundo (gracias al eficientecabildeo de las empresas farmacuticasque impide, por ejemplo, que el colosalsistema pblico de salud negocieprecios por volumen al comprarmedicamentos), donde los mdicostienen que pagar cientos de miles dedlares al ao para proteger supatrimonio de litigio ilimitado (lo cuallos fuerza tambin a hacerle a suspacientes estudios innecesarios parasimplemente protegerse de litigio

  • potencial), en el cual los mdicospueden redirigir el negocio a suspropias empresas de servicioscomplementarios como radiografas oanlisis mdicos y en el cual lasaseguradoras tienen una rentabilidadextraordinaria; este sistema tiene enormemargen para recortar costos, pero parahacerlo, hay que tener el valor deenfrentarse a grupos poderosos.

    Antes de la reforma de salud, EstadosUnidos pagaba alrededor de 18% delPIB dando servicios de salud nouniversal; el Reino Unido gasta la mitad

  • en dar salud universal. En una formaincomprensible de razonar, fueronagregados 32 millones de nuevosbeneficiarios al sistema de salud y 19millones directamente a Medicare, elsistema de salud pblica, sabiendo queste tiene sus das contados pues estquebrado: simplemente adelantaron sufecha de defuncin. Aun antes deextender su alcance, estimados delpropio gobierno indicaban que a eseritmo de crecimiento, el gasto pblicoen Seguro Social, Medicare y Medicaid,consumira el cien por ciento de la

  • recaudacin fiscal en el ao 2047.Segn estimados de la oficinapresupuestal del Congreso (CBO por sussiglas en ingls), el costo de los nuevosbeneficios ascender a 457 000 millonesde dlares de 2011 a 2019. Esteestimado es extraordinariamenteconservador y para ver qu tan erradospueden estar los pronsticos oficiales,cuando el programa se lanzoriginalmente, el estimado del Congresoera que su costo desde 1965 a 1990sera de 12 000 millones de dlares; hoysabemos que ascendi a 109 700

  • millones, nueve veces lo originalmentepresupuestado. Estudios privadosestiman que el costo adicional del nuevosistema de salud pudiera ascender a 2.4billones (millones de millones) dedlares en sus primeros 10 aos deimplementacin. Las implicacionesfiscales para Estados Unidos si esascifras son remotamente cercanas a larealidad seran desastrosas.

    En mi opinin, el que laadministracin de Obama haya optadopor empear su capital poltico enlograr esta reforma tiene serias

  • implicaciones: o lo hizo en el eptomede la irresponsabilidad fiscal,empeando el futuro para ganarpopularidad a corto plazo, o realmenteno se da cuenta de la magnitud delproblema fiscal estadounidense.Cualquiera de las dos opciones debeponernos los pelos de punta.

    El mundo ha cambiado porincontables razones; abundar ms tardesobre algunas, pero los polticosprefieren hacer como que todo es hoycomo lo era para la generacin denuestros padres, en vez de sufrir los

  • dolores de cabeza que vendran deenfrentar a sus votantes para decirlesque hay que hacer cambios urgentes aunque dolorosos y explicar qupasara si no los hacemos.

    Uno de los elementos que ha hechotan confusa esta crisis proviene delhecho de que muchos pases del mundopasaron de la abundancia generalizada ala escasez absoluta. Ebrios por laenorme recaudacin fiscal que provinode burbujas crediticias e inmobiliariasque hicieron que la gente se sintierarica y gastara como nunca, los

  • gobiernos procedieron a hacercompromisos nuevos como si esabonanza fuera a ser permanente. Lejosde serlo, hoy nos encontramos con unasituacin exactamente inversa. Hastaahora, seguimos siendo testigos de unesfuerzo desesperado por hipotecar elfuturo para mantener el gasto presente,pero la cordura o ms probablementelos mercados impondrn una dosis derealismo ms pronto que tarde. Unacrisis as forzar, incluso, a que elcontrato social se redefina. Dndeempieza y dnde termina la

  • responsabilidad del Estado? De verdades imperativo mantener a quien se retiradurante veinte o treinta aos, dar SeguroSocial aun a los millonarios, darlesubsidios agrcolas a lasmultinacionales y subsidiar el transportepblico (con beneficios exclusivamentelocales) con recursos federales? Esnecesario que un pas como EstadosUnidos gaste en defensa militar ms que23 pases sumados, a pesar de que 22 deellos son sus aliados? Pero pocas cosashay ms difciles que quitar lo antesotorgado. Como dice el refrn popular:

  • El que da y quita, con el diablo sedesquita. El gasto pblico es, pordefinicin y por cabildeo pegajosoy para un poltico puede ser suicidaracionalizarlo. Pregntele a DavidCameron en el Reino Unido y recuerdenlas protestas en Londres, o miren lo queha pasado en Grecia e Irlanda alanunciarse planes de austeridad, y loque sucede en Espaa aun antes de queempiece un proceso serio de reduccindel gasto pblico.

    Como dijera Jeffrey Immelt, CEO deGeneral Electric, en noviembre de 2008:

  • Esta crisis econmica no representa unciclo, representa un reinicio (reset); esun reinicio emocional, social yeconmico la gente que lo entienda,prosperar; aquellos que no, serndejados atrs.1

    Nuestra generacin enfrenta un dilemacolosal. De lo que hagamos con estamano que la historia nos repartidependern las oportunidades de lasgeneraciones que vienen. En un conceptofilosfico cotejado por la historia, noexiste la posibilidad de cambioprofundo sin dolor y crisis. Las culturas

  • judeocristianas lo conocan como unritual de ablucin, necesario parapurificar el espritu; los musulmanescomo ghusl, Hegel habla de sublacin yWerner Sombart lo traslada de lafilosofa a la economa, e introduce loque ser el proceso de destruccincreativa del que habla la escuelaaustriaca de pensamiento econmico.Las economas requieren procesos enlos que lo obsoleto se destruye paradejar campo abierto a lo nuevo. Muchodepende de lograr hacer ese proceso enforma eficiente. En la medida que se

  • deje morir lo que no funciona, seliberar el capital que ir a financiar elnacimiento de industrias y negociosnuevos. El argumento tiene sentido tantoa nivel de las grandes industrias, comola automotriz, como a nivel micro,cuando hablamos de cientos de miles demillones de dlares entrampados en loselefantes blancos que surgieron en laburbuja inmobiliaria a principios de ladcada pasada. De verdad es razonableutilizar el acceso a crdito barato yabundante para hacer casas y edificiosde departamentos? El beneficio de stos

  • a la economa se da slo en el momentoen el que se estn construyendo,demandando materiales y mano de obra;despus, slo cuesta mantenerlos. Lanueva realidad nos tiene que llevar acuestionarlo todo: el sistema educativo,la estructura de las comunidades, larelacin entre las naciones, todo.

    Nunca como ahora la tecnologa hacambiado nuestro da a da. Anrecuerdo cuando mi padre me mostrabaasombrado la mquina de facsmil quepermita enviar en forma remota unpapel firmado; ahora stas estn

  • destinadas a ocupar en los museos unlugar junto a las mquinas de escribir ylas de tlex. Hoy podemos utilizandoherramientas como Skype ver la carade alguien con quien hablamos portelfono (en forma prcticamentegratuita) a miles de kilmetros dedistancia; podemos tener una junta enforma remota con quien est en pasesdistantes y enviar una fotografa delinstante que vivimos tomada connuestro telfono a alguien en el otroextremo del mundo. Un mdico enRochester puede participar en una

  • ciruga que ocurre en Francia, y sitenemos una pregunta sobre nuestracomputadora quien nos la respondequiz est en la India. Y, sin embargo,seguimos atacando nuestros problemascon criterios cortoplacistas ytradicionales como si el mundo nohubiera cambiado. Seguimos pensandoen comales, no en microondas.

    El persistentemente alto desempleo enla economa estadounidense se ha vueltoel ms cruel verdugo de carreraspolticas y es quiz la principal amenazapara la posible reeleccin de Barack

  • Obama en 2012. Sin embargo, elgobierno insiste en remediarlo conrecetas tradicionales. Los polticossiguen sin darse cuenta de los nuevoscomponentes de la economa lamayora de ellos positivos queprovocan menores niveles de empleo.Jack Welch, ex CEO de General Electricdijo en una entrevista con la cadenatelevisiva cnbc que una empresa en laque hoy invierte tena 26 000 empleadosen 2007 y generaba 12 000 millones dedlares de ingresos. En el ao 2013,regresarn al mismo nivel de ingresos,

  • pero slo tendrn 14 000 trabajadores.Esto ocurrir debido a la incorporacinde tecnologa de informacin enprocesos productivos. En una realidadas, es de vital importancia a largo plazoinvertir en el entrenamiento de la fuerzade trabajo y fortalecer el sistemaeducativo; a corto plazo, es fundamentalpropiciar la movilidad geogrfica de losempleados (cualidad que siempre hacontribuido a que los niveles dedesempleo en Estados Unidos seanmucho menores a los de paseseuropeos, por ejemplo). Lejos de

  • apuntalar esa fortaleza, el gobiernodecidi proponer una moratoria en elembargo de casas, medida quemantendr a las familias en las zonasms golpeadas por la crisis, comoNevada, con ms de 14% de desempleo,evitando que vayan a los Estados menosafectados, como Dakota del Norte, quetiene menos de 4%. En otra erradamedida que ha arraigado a losdesempleados en donde no deben estar,ha extendido seguros de desempleo de26 a 99 semanas (y, posteriormente, portrece meses ms), incrementando el

  • riesgo de obsolescencia de lostrabajadores y el riesgo de que eldesempleo se vuelva estructural.

    Estudios hechos por Lawrence Katzde la Universidad de Harvard y BruceMeyer de la de Chicago demuestrancmo crece exponencialmente ladificultad de conseguir empleo conformealguien permanece desempleado y cmodecrece la capacidad del trabajadorpara negociar una compensacinrazonable. Adems, un estudio delProyecto Nacional de Ley Laboralencontr que los impuestos sobre las

  • nminas (payrolls) se incrementaron34% en promedio en 41 estados, debidoa la necesidad de cubrir el crecientecosto del seguro de desempleo, lo cuallleva a hacer ms caro contratar gente.En cierta forma, a ms seguro dedesempleo ms costo de emplear y, apesar de tanta evidencia, el populismo yel cortoplacismo siguen dominando. Loimportante es hacer aquello que generevotos maana, no lo que sea lo mejorpara todos a largo plazo.

    El presidente de Estados Unidos hadicho que uno de los riesgos de que el

  • desempleo se mantenga alto por mstiempo est en que las empresas estnaprendiendo a hacer ms con menos. lest muy equivocado, pues es justo ahdonde est la gran oportunidad. S, lainvencin del telfono le quit trabajo amensajeros, la de la PC elimin amillones de secretarias y los ATM(cajeros automticos) dejaron a muchoscajeros de carne y hueso sin empleo.Pero la productividad de la economa haaumentado y ese progreso libera a genteque tendra trabajos rutinarios y queahora puede tener acceso a otros con

  • ms posibilidad de ascenso y progreso.En el extremo, el empleo puedeaumentar en funcin de la ineficiencia delas empresas, pero eso condenara a laeconoma a no desarrollarse y altrabajador al estancamiento, pues mstrabajadores se repartiran ingresosmenores, la capacidad para reinvertirestara limitada y el desarrollo deinvestigacin y anlisis carecera defondeo.

    Como siempre ocurre, la revolucintecnolgica y la nueva realidadgenerarn ganadores y perdedores. Los

  • peridicos impresos, por ejemplo,podran tener sus das contados, peroaquellas empresas noticiosas queentendieron que su finalidad no esdistribuir un diario impreso a las puertasde sus lectores, sino asegurarse de questos reciban noticias en forma oportunaya sea por un correo electrnico, paraverse en un iPad, o en un telfonocelular tienen la posibilidad desobrevivir y seguir adaptndose. Losmedios electrnicos tambin implicanreducir costos de impresin ydistribucin. Hace diez aos, las

  • primeras personas que vieron Facebooko YouTube se rieron tanto como las quevieron Twitter hace cuatro aos.Facebook, fundada hace seis aos, tieneun valor en el mercado de ms o menosla mitad de lo que vale Ford MotorCompany, fundada hace 114 aos. Estaltima hace automviles; los reto a queme expliquen qu es lo que hace laprimera y cmo genera los ingresos quejustifican tal valuacin en el mercado.

    Las grandes oportunidades sepresentan en las grandes crisis y sta noser la excepcin. En mi opinin, la

  • probabilidad de que pases, empresas oindividuos estn entre los vencedores yno entre los vencidos se incrementa enfuncin de entender la potencialsucesin de lo que viene.

    Hay abundantes ejemplos histricosde elementos positivos y negativos delas grandes crisis. De hecho, las dosprevias (de esta magnitud) sepresentaron en 1873 y 1929. La primerafoment creatividad que acabengendrando el avance tecnolgico msinfluyente en los ltimos dos siglos: lainvencin de la mquina de vapor.

  • Gener cambios profundos en la formade producir acero y gracias a stos sehabran de desarrollar la industriaautomotriz, los rascacielos y losaviones. En la segunda, sin embargo, lasucesin de una medida cortoplacistatras otra provoc proteccionismo y quela crisis estadounidense se exportara aEuropa afectando a Alemania, uno delos principales socios comerciales deEstados Unidos de aquel momento, locual provoc que el ingreso alemnbajara 40% entre 1929 y 1933, entornopropicio para que Hitler un perverso

  • populista que aprovech el descontentoy el deseo de buscar culpables tomaraposesin como canciller en enero de1933.

    Jean Monnet, el padre de la UninEuropea, deca que la gente slo aceptael cambio cuando se enfrenta a lanecesidad y slo reconoce la necesidadcuando la crisis lo acecha. En algnsentido, analizar una crisis y anticiparcmo ir mutando, lejos de implicar unaposicin pesimista o inquietante, ofrecela perspectiva ms optimista posible:aquella en la que finalmente haremos

  • frente a retos que pondrn nfasis en loscolosales desbalances y situacionesincoherentes que se han idodesarrollando lentamente como un tumormaligno que imperceptiblemente crece yhace metstasis hasta poner en peligro alorganismo entero. Como en el caso deun cncer, las crisis atentan contra lasalud general no por su efecto directo,sino porque terminan privando a losrganos vitales de los recursos quenecesitan para desarrollarse en formasana.

    Al igual de lo que ocurre en el nivel

  • individual cuando la estabilidad y laprosperidad provocan complacencia yesfuerzos desmesurados por mantener elstatu quo, los grandes cambios slo segeneran en momentos de crisis. Si stase aprovecha, uno puede salirfortalecido, ms gil y ms preparado; sino, una crisis generar otra mayor ypotencialmente ms devastadora. Esjusto se el punto en el cual estamos.Podemos tomar medidas inteligentes yvisionarias, o simplemente esperar a queel cncer se vuelva incurable.

    Si aceptamos que sta no ser una

  • crisis cclica ordinaria,comprenderemos la infinita confusinque proviene de la constante reiteracinde analistas optimistas patolgicos y demedios de informacin que discutenincansablemente si la crisis ya acabo no. Regresando a la analoga delcncer, esa pregunta equivale a que unenfermo ya diagnosticado con esaenfermedad pensara que ha quedadocurado, sin haber tenido tratamientoalguno, por el simple hecho de estar enremisin o por haber recibidomedicamentos paliativos. Si analizamos

  • las causas de esta crisis, podremos verque stas permanecen intactas, en elmejor de los casos, o que se hanagravado, en el peor.

  • Una crisis que seglobaliz

    EL EXCESIVOENDEUDAMIENTO DE LAS

    FAMILIAS EN ESTADOSUNIDOS

    Quiz el ingrediente menos discutible dela reciente crisis es el altsimoendeudamiento alcanzado por la

  • economa estadounidense.Cuando decimos que un individuo

    est endeudado tenemos que compararlo que debe con lo que gana; no es lomismo que Bill Gates deba un milln dedlares a que los deba el frutero de laesquina. En forma anloga, medimos elendeudamiento de una economacomparndola con sus ingresos; esdecir, los bienes y servicios que sta escapaz de producir en un ao (elproducto interno bruto). En el caso de laeconoma de Estados Unidos, sisumamos toda la deuda de empresas,

  • gobierno, tarjetas de crdito, hipotecas,etc., el acervo total de deudapermaneci por dcadas (entre loscincuenta y ochenta) en alrededor de unavez y media el ingreso nacional.

    El volumen de la deuda frente alingreso creci en forma constante hastaque en 2007, en la alborada de la crisisactual, sta se acercaba a tres y mediaveces el ingreso promedio. Imaginemosesa cifra a nivel individual. Para unindividuo o familia que gane 50 000dlares al ao, una deuda total de 75000 parece manejable. Una de 175 000

  • ya no tanto. Como en el caso de unindividuo, tambin, el xito para pagarel costo de la deuda e irla reduciendo(manteniendo simultneamente unasituacin adecuada que nos haga sujetosde crdito aceptables para lospotenciales acreedores) depender engran medida de cmo evolucione nuestroingreso. Si ste crece en forma sana,nuestros acreedores estarn tranquilos;de lo contrario, el crdito se volverms caro y difcil de conseguir, puesquien nos presta se est arriesgando msa que no le paguemos.

  • Es interesante notar que en elostensible crecimiento de la deuda totalestadounidense en esos 27 aos fuerondos los sectores que ms participaron:las familias y el sector financiero. En elcaso de las familias, su deuda comoproporcin del ingreso nacional seduplic, pasando de ser la mitad delingreso a ser equivalente al ingresototal. La deuda del sector financierocreci an ms, pasando de ser la quintaparte del ingreso a ser 16% superior alingreso total.

    Ambos procesos se dieron por

  • razones diferentes. El endeudamiento delas familias creci, principalmente,como consecuencia de la continua cadade la mediana1 de ingreso de stas. Paraempezar, hay que ver que es ms tilhablar de la mediana que de la media. Sianalizamos la media, es decir, elpromedio, ser engaoso ver que elingreso medio creci vigorosamente,pero lo hace por el enriquecimiento delestrato ms alto de la poblacin. Lamediana, sin embargo, nos muestra elpunto medio entre las observaciones dela muestra, y el ingreso de quienes se

  • encuentran en ese punto medio se haestancado. Cabe sealar que otrofenmeno complicado ha provenido dela excesiva concentracin del ingresoque ha ocurrido en el pasado reciente.Segn David Stockman, antiguo directorde presupuesto de Reagan, entre 2002 y2006, el 1% ms rico de la poblacinrecibi dos tercios del incremento en elingreso nacional, mientras que el 90%ms pobre recibi una octava parte.

    En el periodo posterior a la segundaGuerra Mundial, desde 1947 hasta 1972,el ingreso de la familia media

  • estadounidense se duplic en trminosreales. sta fue la poca del sueoamericano, el nacimiento del modelosuburbano donde cualquier familiapoda tener acceso a un automvil, a unacasa y a las comodidades necesariaspara una vida digna; el pas de lascarreteras interestatales que surgieronpara permitir el abastecimiento de lastropas ante potenciales conflictosmilitares en Europa, el de la graninfraestructura no destruida por laconflagracin blica, como s lo fue enEuropa y el que fue el gran ganador

  • de la guerra; el pas que recibi a manosllenas el conocimiento y la capacidadempresarial de quienes migraron de laEuropa devastada y huyeron de lapersecucin, como fue el caso de losjudos europeos y emprendieron unanueva vida en el nuevo continente.

    La guerra haba logrado lo que el NewDeal de Franklin Delano Rooseveltfracas en alcanzar. El New Deal fue elgran estmulo fiscal de los aos treintaque el presidente arm para intentartejer una red de proteccin social paralos ejrcitos de desempleados que

  • fueron vctimas de la crisis. Imaginenustedes una situacin tan aplastante quellev a que el Central Park de NuevaYork se llenara de campamentos degente sin casa (rea conocida comoHooverville, en honor al entoncespresidente), o que provocenfrentamientos en Washington, D. C.entre tropas y veteranos de la primeraGuerra Mundial, quienes no recibieronlos pagos prometidos por el gobierno.Roosevelt adopt ese New Deal en unmundo que, despus de la primeraGuerra Mundial, haba visto la cada de

  • los imperios austro-hngaro, germano,ruso y otomano aliado de la Alemaniaderrotada y que haba dado pi alsurgimiento del Estado moderno:democrtico, dispuesto a cobrarimpuestos sobre los ingresos de la gente,capaz de estatizar empresas o industrias,pero tambin preparado para amparar alpueblo con una red de seguridad social.E l New Deal dio origen al SeguroSocial y a muchos otros elementos de unnaciente Estado benefactorestadounidense ms sensible a losestragos que la crisis estaba causando en

  • la sociedad. Sin embargo, se tiende aignorar que el New Deal fall en suintento por generar empleos pues latasa de desempleo segua siendosuperior a 15% a fines de la dcada delos treinta, y aquellos polticos quesiguen creyendo que aquel colosal gastopblico fue el elixir mgico que conjurla depresin hacen romntica yequivocada referencia a ese proyecto.

    La reactivacin del gigante industrialprovino de la utilizacin de lacapacidad instalada ociosa y oxidadapara reconvertirla en una de las

  • maquinarias de guerra ms imponentesde la historia. Ese proceso y laconscripcin militar provocaron elpleno empleo de la fuerza laboral,incorporando incluso a las mujeres algigante industrial y de paso exorciz alsistema poltico de la amenaza depopulistas de izquierda como HueyLong,2 que pudieron haberdescarrilado el modelo liberalestadounidense jeffersoniano que hoyconocemos, si la depresin se hubieraextendido a la dcada de los cuarenta.

    La bonanza econmica posterior a la

  • segunda Guerra Mundial propici unfenmeno demogrfico que tendr muchoque ver con nuestro anlisis posterior.Entre 1946 y 1964 nacieron 78 millonesde estadounidenses. A esta era se ledenomina el baby boom por habermarcado una poca de alto crecimientoen la poblacin, que despus habra demoderarse. stas fueron, entonces,dcadas de acumulacin de bienes, defamilias jvenes con muchos nios, aosde creciente demanda por vivienda ybienes duraderos. Sin embargo, a partirde 1972 se empieza a moderar el

  • crecimiento del ingreso de la familiamedia. Entre 1973 y 2007, elcrecimiento del ingreso de la familiamedia se dio a una tasa anual de 22%.Abundan las teoras sobre por qu sefren tanto el crecimiento del ingreso.En mi opinin, las razones tienen quever con la automatizacin de procesosproductivos que llevaron a requerirmenos trabajadores, pero mscalificados (se acuerda de aquellaspelculas de los cincuenta en las quehaba cuartos enteros de contadores congrandes libros? A cuntos de ellos

  • desplaza una sola PC con Excel?); con lareduccin en los niveles desindicalizacin de los trabajadores (enla poca de Reagan); con laglobalizacin de la economa mundial apartir de los noventa, etctera.

    En las dcadas de los sesenta ysetenta, la moderacin en el crecimientodel ingreso de la familia media fuecompensada por la incorporacin de lasmujeres a la fuerza laboral. Nace elconcepto de familias con doble ingreso,que habra de dar origen en los ochentaa la era de los Dinks (double income,

  • no kids, familias donde ambos cnyugestrabajan, pero que evitan tener hijospara lograr un nivel de vida ms alto). Apartir de esa dcada, sin embargo, lamoderacin en el crecimiento delingreso se compens conendeudamiento.

    La familia de clase mediaestadounidense que en la era posterior ala segunda Guerra Mundial pudo hacersede una vida digna sin demasiadaeducacin fue empobrecindose entrminos relativos al compararse conuna creciente, aunque mucho menos

  • numerosa, clase social que era msambiciosa. sta estaba usualmentecompuesta por hijos de inmigranteseuropeos que privilegiaban unaeducacin ms rigurosa, dispuestos aemprender y a tomar riesgos, ms que aser simplemente empleados quetrabajaran por dcadas en la mismaempresa, esperando lograr un retirodecoroso. Se plant la semilla desegmentos de la sociedad queeventualmente fueron econmicamentemuy exitosos en Wall Street y SiliconValley, por ejemplo.

  • La distincin entre uno y otro grupo esrelevante e importante de comprender,particularmente para los noestadounidenses que no lograndiferenciar a un grupo del otro en la aparentemente homognea poblacinde Estados Unidos. Esa distincinseguir creciendo en importancia ante larenovacin de movimientos polticoscomo el Tea Party que buscanreivindicar al estadounidense tpico declase media: blanco, anglosajn,usualmente protestante, no demasiadoeducado, que aora una poca ms

  • simple. En su deformacin, estos gruposadoptarn posturas aislacionistas,proteccionistas y antiinmigratorias, perotambin se opondrn terminantemente alcrecimiento del papel del Estado en laeconoma y la sociedad.

    Esa visin nostlgica se vuelve unaamenaza grave no slo por su miopa,sino por su profunda ignorancia sobre elpapel de Estados Unidos en el mundo.Una parte de la poblacin sigueaorando el regreso de actividades demanufacturas bsicas a Estados Unidos,sin darse cuenta que ese evento sera

  • por uno u otro motivo la peor noticiaposible para la economa del gigantenorteamericano. Hoy en da, quieneshacen esas manufacturas ganan unapequea fraccin de lo es el salariomnimo estadounidense. Volveranstas a ese pas porque los trabajadoresestn tan pauperizados que estndispuestos a trabajar a cambio de tanpoco, o se supone que s se pagarsalario mnimo, por lo que el costo deun juguete o de un par de zapatos serdos o tres veces el que hoy tiene en elmercado?

  • En 2007, ao previo a los efectos dela crisis, la economa estadounidenseera 79% servicios, 19.8% industrial y1.2% agrcola. Tradicionalmente, sepensaba que los servicios eran muchomenos vulnerables a la competenciainternacional porque uno utiliza almesero, abogado o contador que est enel pas. Sin embargo, el advenimiento dela internet y la posibilidad de realizarciertos servicios en forma remota haincidido definitivamente en la estructurade costo de stos. Hace algunos aos,por ejemplo, conoc a una interesante

  • empresa de ingeniera mexicana quetena varios cientos de ingenierosciviles en la Ciudad de Mxico quetrabajaban en grandes proyectosinternacionales. Despus de las ochohoras de trabajo normales, enviaban elresultado final del da a colegas quehacan lo mismo en Singapur y cuandostos terminaban lo mandaban aLondres, regresando despus a Mxico;los proyectos se desarrollaban en formaininterrumpida las 24 horas del da. Estetipo de operacin es factible porque sepuede, en el mundo de hoy, mandar un

  • plano en forma electrnica por internet.Lo es tambin, porque se handesarrollado estndares como los ISO(siglas en ingls de la OrganizacinInternacional de Estandarizacin) quepermiten el desarrollo de procesosinternacionalmente homogneos. Elcosto, entonces, de un ingeniero enEstados Unidos o en el Reino Unido esthoy afectado por el de otro en elextremo opuesto del mundo. En mediode esa realidad, es absurdo que sedesarrollen movimientos polticos en elpas que es el principal proveedor de

  • servicios sofisticados del mundo enreas de consultora, banca de inversin,etc. que claman porque la produccinde zapatos, juguetes, o inclusoautomviles regrese a Estados Unidos.

    EL DESPLOME DE LA BOLSAJAPONESA EN 1989

    La motivacin de las familiasestadounidenses para endeudarse parecequedar clara, pero para volverse unasituacin crtica se tuvo que combinarcon enorme abundancia de crdito a

  • costos extraordinariamente bajos. Esacombinacin letal se gener por elprecedente de un fenmeno que sedesarroll muy lejos del continenteamericano.

    As como hoy escuchamos una y otravez que el imperio estadounidense estllegando a su fin y que el futuropertenece a China, en los aos ochentaera Japn el que estaba destinado adominar. Las empresas adoptabansistemas de administracin japonesa, losnios aprendan japons y se deca quee l boom econmico japons sera

  • incontenible y no tendra fin.El mundo entero se sorprenda por la

    vigorosa alza del mercado accionariojapons. El ndice Nikkei se triplicentre 1985 y 1989, llegando a su puntomximo el 29 de diciembre de 1989,cuando alcanz 38 957. Hoy en da,sabiendo qu ocurri despus, lasseales de que se trataba de una burbujaparecen evidentes, particularmenteconsiderando que el ndice Nikkeiestaba, a fines de 2010, 75% por debajodel nivel alcanzado haca 21 aos.

    Las razones detrs de la formacin de

  • la burbuja burstil japonesa merecuerdan la situacin actual de la bolsachina. Entre ellas, la excesiva inversinen infraestructura (40% del productointerno bruto en 1989 en Japn, 70% enChina en 2011?); la asignacin decrdito por relaciones de amistad msque porque los proyectos tuvieran unfuturo econmico prometedor (en elcaso chino la asignacin es por nexospolticos y corrupcin), y por laretroalimentacin de otra burbuja lainmobiliaria nutrida por la excesivadisponibilidad de crdito que lleg al

  • extremo de ofrecer hipotecas a cienaos, para permitir la adquisicin depropiedades carsimas.

    El brutalmente falaz argumento de quedado que nadie va a hacer ms tierra elprecio de sta est destinado aincrementarse en forma ilimitadaadquiri matices desquiciados en elcaso japons al tratarse de una islapequea, densamente poblada y con unapoblacin enriquecindose rpidamente.Segn un estudio de Taisei y MichiyoKaizoji,3 de la Universidad CristianaInternacional de Japn, los precios de

  • bienes races japoneses seincrementaron 550% entre 1981 y 1989.Se estimaba que el valor total delmercado de propiedades japons vala20 billones (millones de millones) dedlares, el equivalente a una quintaparte de la riqueza total de lahumanidad. Se poda comprar todo elmercado inmobiliario estadounidense(pas con 26 veces ms territorio y 2.4veces ms poblado) con el simple valordel mercado metropolitano de Tokio, ylos 7.4 kilmetros cuadrados ocupadospor el palacio imperial japons valan

  • ms que todo el estado de California. Unmetro cuadrado de espacio comercial enel exclusivo distrito de Ginza en lacapital japonesa vala un milln dedlares. En forma interesante, quevaldr la pena recordar para aquellosque afirman que el mercado inmobiliarioestadounidense ya toc fondo, el preciode los inmuebles japoneses logrmantenerse por una dcada despus delcolapso burstil; pero, a partir de 2002,los precios cayeron rpidamente, hastaestar en promedio 75% por debajo delnivel mximo alcanzado en medio del

  • boom inmobiliario. Esto llev a que, porejemplo, un metro cuadrado en Ginza secotice ahora en alrededor de una dcimaparte de lo que vala en su punto msalto.

    En Estados Unidos, la evolucin delfenmeno japons era observada conatencin por Alan Greenspan, elflamante4 presidente de la ReservaFederal el banco centralestadounidense, quien haba tenido lamala suerte de remplazar a PaulVolcker, su mtico predecesor famosopor haber conjurado la amenaza

  • inflacionaria estadounidense en la pocade Reagan, slo un par de meses antesdel inicio de la crisis japonesa.

    Al reaccionar al colapso burstil, elgobierno japons cometi errores que,vistos desde la perspectiva que slo nosda el paso del tiempo, fueron garrafales.Primero, ante la aparatosa quiebra delsistema financiero, se rehusaron a tomarmedidas drsticas para matar a bancosque estaban heridos de muerte,permitindoles seguir vivos, peroincapaces de reanudar las funcionescrediticias que la economa japonesa

  • urgentemente necesitaba. Surgieron aslos bancos zombies (literalmente,muertos pero caminando como siestuviesen vivos) que habran devolverse el pesado lastre que evitarauna recuperacin. Al mismo tiempo, alhaber adoptado una actitud absurda denegacin, tardaron ocho aos en decidirutilizar recursos del gobierno pararecapitalizar a la banca en 1999. Senegaron tambin a dar paliativos decorto plazo, como hubiera sido eladoptar una poltica monetariasuficientemente expansiva para

  • compensar la colosal cada del consumoprivado debida a la enorme prdidade riqueza de quienes tenan casas yacciones, cuyos precios se desplomaron y la cada de la inversin causadapor los excesos en la creacin decapacidad en la dcada anterior, quequed ociosa ante el colapso de lademanda. Esa contraccin en el consumoestuvo, adems, agravada por elenvejecimiento de una poblacin que enlos ochenta tena una tasa de fertilidadde 1.57 (muy inferior a 2.1, la necesariapara mantener la poblacin constante).

  • Pero el error fundamental consisti enno tomar medidas para flexibilizar laartrtica industria japonesa, con unsector exportador ms eficiente ybeneficiario de la ayuda que un yen enconstante declive ofreci (no le suenacomo a China hoy en da?) y empresasdestinadas a satisfacer la economainterna que estaban y, generalmente,siguen estando plagadas deineficiencias, de limitaciones paradespedir gente, imposibilidad dequebrar, incapacidad de recompensarpor mrito y siempre respetuosas de la

  • antigedad en el empleo como nicocriterio de ascenso. Veinte por ciento dela economa ha estado cargando al otroochenta por ciento. Surge, adems, elfenmeno deflacionario y no es sinohasta que ste est visiblementearraigado que deciden reducir las tasasde inters de referencia a 0% en el ao2000, culminando una paulatina y tibiareduccin que parti de tasas de 8% en1991.

    Para aquellos que leen en algn paslatinoamericano, la posibilidad dedeflacin parece un problema menor. En

  • pases que han vivido el devastadorimpacto de la hiperinflacin, estar enuna situacin en la que los precios caen,en vez de aumentar, parece casideseable. La deflacin, sin embargo, esun fenmeno infinitamente ms complejoque la inflacin. Para empezar, si unbanco central quiere contener elfenmeno inflacionario, la receta depoltica monetaria bsica pasa porsimplemente incrementar las tasasde inters hasta donde sea necesario.Esto se hace con el objetivo de ponerleun freno a la economa al encarecer el

  • crdito y propiciar que, ante el atractivode las tasas, la gente ahorre en vez deconsumir. Las herramientas de polticamonetaria son abundantes y,contundentes, pues siempre es posiblesubir la tasa de inters ms y ms hastalograr el efecto deseado. En el caso deuna situacin deflacionaria, la polticamonetaria tiene un lmite. sta buscarareducir la tasa de inters para propiciarque se consuma en vez de ahorrar yabaratar el crdito para estimular lainversin; sin embargo, una vez que latasa de inters llega a cero, se vuelve

  • imposible reducirla ms. El segundoefecto indeseable de la deflacin es quemotiva a posponer decisiones deconsumo. Si voy a comprar un automvily ste est a un precio ms barato queayer, quiz me convenga esperar amaana para ver si est ms barato quehoy. El tercer efecto, particularmentedevastador en el caso japons por laedad de su poblacin, es que conformelas tasas bajan, los ahorradores recibenmenor rendimiento por su inversin; sise trata de gente que se acerca a edad deretiro o ya retirada (rentista),

  • conforme su ingreso baja, reducir anms su consumo, con el objeto de que alacumular ms ahorro (multiplicado poruna tasa ms baja) pueda recibir unmonto razonable de renta mensual que lepermita vivir de sta.

    Si bien es discutible si la deflacinrealmente lleg a provocar que sepospusieran decisiones de consumo, elhecho de que la economa japonesa hayamostrado inflacin negativa (-0.6% enpromedio) en nueve de los ltimos 20aos la convirti en una amenaza realpara una economa desarrollada. Sin

  • embargo, la mnima cada en preciosquiz no justificara que se difiriera unadecisin de consumo, como lo parececonfirmar el hecho de que la tasa deahorro se redujo de 15.1% del ingresodisponible en 1991 a 2.3% en 2008.

    Si bien tarde y titubeando, losgobiernos japoneses han recurrido a lasolucin que hoy se le parece imponer aEstados Unidos, incremento del gasto yreduccin de impuestos y por ello sonhoy el pas ms endeudado del mundo.La deuda pblica como proporcin delPIB ha pasado de 63% en 1991 a 200%

  • en la actualidad. Su nivel deendeudamiento es 50% superior aGrecia, por ejemplo. La nica diferenciaest en que cuentan con un colosalacervo de ahorro interno (en parte por laedad de su poblacin) que les permitefinanciar la deuda del gobierno conrecursos propios; es decir, que no tienenque acudir a los mercados de crditointernacionales.

    Vale la pena, sin embargo,preguntarnos si no es se el destino quele espera a Estados Unidos, pas que notiene un acervo de ahorro similar al cual

  • recurrir y que s podra ser castigadopor mercados de crdito que pudieranrequerir tasas mucho ms altas parajustificar el riesgo implcito en comprarbonos emitidos por un pas muyendeudado.

    EL COLAPSO DE LAS PUNTOCOM ESTADOUNIDENSES EN

    2000

    A lo largo de los noventa, el problemajapons se arraig y se volvi evidenteque la tibia reaccin del banco central

  • japons se haba vuelto parte delproblema. Por ello, cuando el 13 demarzo del ao 2000 comenz laestrepitosa cada de las acciones de lasempresas de tecnologa que habanparticipado de la bonanza de laburbuja de las punto com, todas lasalarmas se dispararon. El ndiceaccionario NASDAQ, cargado de empresasde tecnologa, se haba duplicado en elao previo a ese momento, llegando a unpunto mximo de 5132 puntos el 10 demarzo (a fines de 2010, casi 11 aosms tarde, sigue estando en alrededor de

  • la mitad de ese nivel). Entre los aos2000 y 2002, las empresas cotizadas enese mercado habran de perder cincobillones (millones de millones) dedlares de valor.

    En este punto es importante hacer unparntesis para decir algo obvio, peroque a veces se olvida. Cuando hablamosdel desplome en los precios de lasacciones, ese evento tiene enormeimportancia por varios motivos, algunosreales y otros emocionales. Claramente,conforme sube el precio de algn activorelevante en el patrimonio de las

  • familias ya sea una accin, un bono oun inmueble el enriquecimiento,aunque sea en papel (es decir, sin haberrealizado la utilidad al vender el bien encuestin), propiciar que esa familiaconsuma ms y ahorre menos. A eso sele llama el efecto riqueza y es real.Pero hay otros efectos secundariosreales que tambin son importantes.Cuando decimos que subi el precio deuna accin, estamos diciendo que subiel valor de esa empresa. Eso implicaque la empresa en cuestin tiene msfichas con qu jugar. Puede financiar

  • expansiones, adquisiciones,investigacin e infinidad de actividadesque usualmente implicarn generaractividad econmica y contratarpersonal directa o indirectamente.

    Cuando se habla de la bolsa al alza,la gente se imagina a un gordo, calvo,vestido con un traje gris a rayas quecuenta un fajo de billetes en la manomientras fuma un habano. Se les olvidaque uno de los inversionistas msgrandes en el mercado accionario sonlos fondos de pensiones, por ejemplo.Al igual, parecen ignorar la relacin

  • entre esa revaluacin y la capacidad delas empresas para hacer inversiones quese reflejarn en generacin de empleo.Pero hablar de eso ms adelante.

    Polticamente, la debacle burstil nopodra haber sido ms inoportuna, puesprodujo condiciones que habran dedesencadenar una recesin quecomenzara oficialmente en el mes denoviembre (y durara casi un ao),coincidiendo con la celebracin de laeleccin presidencial ms disputada enms de 100 aos,5 el 7 de noviembre de2000. El desplome de las punto com

  • introdujo un ambiente de incertidumbreque contrast con la bonanza econmicaque se vivi durante toda laadministracin de Clinton. De hecho,esta recesin marc el final de una delas pocas de expansin ms afortunadasdel siglo XX, que comenz en marzo de1991, a fines de la presidencia deGeorge Bush padre.

    Pronto, otro evento relevante habrade dejar una indeleble huella en lahistoria, pues el 11 de septiembre de2001, apenas ocho meses de quecomenzara la presidencia de George W.

  • Bush, ocurri el ataque terrorista a lasTorres Gemelas.

    LA AGRESIVA POLTICAMONETARIA DE ALAN

    GREENSPAN

    Greenspan conoca al derecho y al revsla receta para evitar la dcadaperdida que haba ahogado a laeconoma japonesa despus deldesplome accionario de 1989: tena quehacer un estmulo monetario abrumadore incontestable. Polticamente, adems,

  • habra de recibir cierta presin por laadministracin de Bush, la cual estabapor enfrentar sus primeras eleccioneslegislativas de mitad de cuatrienio elcinco de noviembre de 2002 y eradeseable que para entonces la recesincausada por las punto com yconfirmada por la cada en el ndiceDow Jones posterior al ataque terrorista hubiese llegado a su fin.

    El seor Greenspan comenz as lams agresiva disminucin en las tasas deinters de que se tenga registro, a partirde enero de 2001. La tasa federal de

  • fondos6 estaba en 6.5% en ese momentoy habra de disminuir hasta 1% en juliode 2003. Consecuentemente, otras tasasbajaron reflejando la disminucin en elcosto de fondeo (el costo que pagan losbancos para hacerse de recursos paraprestar, ya sea que stos provengan dedepsitos del pblico o de lneas decrdito a las que tiene acceso el banco).El costo de una hipoteca tradicional a 30aos baj de 8.21% en enero de 2000 a5.45% en marzo de 2004 (esa mismatasa ha llegado a 4.17% a fines de2010).

  • Es importante pensar que esareduccin en tasa de casi tres puntosporcentuales en la tasa de inters tieneun enorme impacto en trminos delprecio de la propiedad que es posiblecomprar. Consideremos el siguienteejemplo: una persona con buen historialde crdito quiere comprar una casatomando una hipoteca a 30 aos y tiene50 000 dlares para dar un enganche.Utilizando exactamente esas tasas,8.21% vs. 5.43%, en el primer casopodra comprar una casa de 250 000dlares (considerando que financia 200

  • 000, pues da 50 000 de enganche); en elsegundo caso, puede comprar una de360 000 dlares (financiando 310 000).Es decir, que puede comprar una casa44% ms cara. En ambos casos, lospagos mensuales quedaran en alrededorde 1 720 dlares por mes. Es decir, unareduccin de 33% en la tasa, permitefinanciar 55% ms de crdito con pagosiguales. En la gran mayora de los casos,incluso ms que el precio de lapropiedad, sa es la principal variableen la que se fija quien contrata unahipoteca: cul es el pago mensual.

  • FORMACIN DE LA BURBUJAEN EL MERCADO

    INMOBILIARIOESTADOUNIDENSE

    Sera simplista decir que lo que definila poltica monetaria de Greenspan enesos aos fue exclusivamente ladecisin de reducir la tasa de inters.Hay muchos argumentos que se puedenhacer a favor de esa medida debido a lareduccin en la base monetaria duranteesos aos y debido a la ausencia de

  • inflacin. Sin embargo, en mi opinin, laagresiva reduccin de las tasas deinters se acab convirtiendo en lamejor bomba neumtica para inflar laburbuja que empezaba a presentarse enel mercado inmobiliario, un mercadoque ya reciba diversos y enormesbeneficios.

    La primera ayuda provena deldesencanto con la inversin en acciones,dado el colapso del prometedormercado accionario de empresas detecnologa. La decepcin no fue menor.Con la nueva tecnologa ocurri lo

  • mismo que con la adopcin de la energaelctrica, el telgrafo o el telfono: elprincipal impacto no se manifest en lasempresas proveedoras del servicioaunque, sin duda, la nueva tecnologaprovoc cambios incuestionables en laproductividad de empresastradicionales.

    La cada en el precio de las accionesde tecnologa fue un cubetazo de aguafra para quienes apostaron con totalconviccin a las empresas punto comasumiendo que el mundo habacambiado por el salto tecnolgico. Eso

  • llev a que mucha gente decidieraregresar a activos tradicionales yapostarle a los ladrillos. El viejo yfalaz argumento de que nunca van ahacer ms tierra, los bienes racesnunca bajan de precio, etc., habra deverse apoyado por una colosal emisinpor parte del banco centralestadounidense (descomunal en trminoshistricos, pero pequea si lacomparamos con las que se han hechoentre 2008 y 2010) y, consecuentemente,por las menores tasas de inters en msde medio siglo. La segunda ayuda

  • provino del populista y malentendidoobjetivo poltico de promover que todaslas familias, independientemente de suingreso o historial de crdito, sehicieran de casa propia. Y, por ltimo,el tercer impulso provino de la cada enla rentabilidad de los bancos y de lasinversiones, lo cual propici la creacinde numerosos instrumentos que lograbanaprovechar el boom residencial parapermitir un incremento en la rentabilidadde los recursos de quienes lofinanciaran. Vamos por partes.

    Como dije antes, el desplome en el

  • precio de las acciones de empresastecnolgicas era absolutamenteinesperado. Se deca, en aquel momento,que no se podan evaluar a las empresasde internet con parmetros tradicionalesy sa era la base para justificarvaluaciones estratosfricas dentro de unambiente de delirio y frenes colectivo.Como ocurre en toda burbuja, en mediode sta, cualquier valuacin escoherente; despus de que revienta,ninguna lo es. Por ello, hoy losinversionistas defienden a capa y espadalas valuaciones de los bancos chinos,

  • por ejemplo, con la misma vehemenciaque en aquel entonces se crea queMattel, por ejemplo, hizo una buenadecisin en 1999 al comprar TheLearning Company en 3 500 millones dedlares (empresa que vendera al aosiguiente por 27 millones), o cuando laaccin de InfoSpace alcanz un preciode 1 305 dlares en marzo de 2000 (unao ms tarde, su precio era de 22).Siempre en toda burbuja existe lacreencia de que sta es una realidaddiferente.

    Como nunca en nuestras vidas,

  • pareca haber argumentos queostensiblemente avalaban esaposibilidad. Haba ocurrido un saltotecnolgico importante y quiz habasurgido un paradigma distinto con laaparicin de la internet y con sta laposibilidad de un mundo nuevo denegocios y oportunidades. El nuevomilenio empezaba con una mezcla deesperanza y temor. Esperanza, porqueste llegaba en medio de enorme euforiay abundancia; temor, porque el Y2K 7

    podra causar estragos y colapsara a lascomputadoras del mundo. Pronto

  • terminara la incertidumbre sobre esaamenaza y la esperanza deenriquecimiento a un ritmo exponencialsera trasladada de un sector nuevo auno tradicional, remplazando lainversin en las punto com por lainversin en inmuebles, conforme sedesplomaban los mercados accionariosal estallar la burbuja tecnolgica. Estatendencia habra de ser apoyada no slopor condiciones econmicas de las quehablar ms adelante, sino tambin porlas fortunas que muchos jvenesalcanzaron a realizar en el boom

  • tecnolgico.En mi opinin, siempre ha habido

    enorme confusin entre los polticos quepromueven la compra de una casapropia como si se tratase de una panaceaincuestionable. Es indudable que el serdueo de una vivienda genera bienestaren un nivel anmico y psicolgico, y porello se busca exprimir de este procesohasta la ltima gota de capital poltico.Pero, en mi opinin, la finalidad de losgobiernos debera de ser la promocinde vivienda digna a costos razonables,ya sea sta comprada o rentada. Ya

  • hablar ms del tema, pero por lo prontoes posible suponer que George W. Bush,el 43 presidente de Estados Unidos,hubiera expresado su desacuerdo con miaseveracin.

    Bush se empe en promover lapropiedad generalizada de vivienda,quiz siguiendo los pasos de su padrequien en 1990 firm la Ley Cranston-Gonzlez de Vivienda Accesible queinclua iniciativas previas como la depropiedad y oportunidad para personasen cualquier parte (HOPE,Homeownership and Opportunity for

  • People Everywhere) que buscaba lacanalizacin de recursos federales parafinanciar a familias pobres para quecompraran casa. Bush hijo habra delanzar en junio de 2002 el RetoAmericano de Casa Propia (AmericasHomeownership Challenge) con elobjetivo de lograr que 5.5 millones defamilias de minoras tnicas adquirieranvivienda en la primera dcada del nuevomilenio. La iniciativa retaba al sectorprivado de bienes races y a la industriafinanciera hipotecaria a incrementardramticamente los esfuerzos para

  • reducir las barreras para que familias deminoras adquirieran casa propia. Yahora sabemos, a ciencia cierta, que lasolicitud fue escuchada y atendida.

    En 2004, la Casa Blanca lanz undocumento llamado La SociedadPropietaria Americana: ExpandiendoOportunidades, que en plena campaapara la reeleccin pona la mesa para eldesarrollo de hipotecas de alto riesgocomo piedra angular para lograr elobjetivo. El documento empezabacitando un discurso del presidente Bushdel 17 de junio de ese ao: si uno es

  • dueo de algo, uno est empeado en elfuturo de nuestra nacin. Mientras mspropietarios haya en Estados Unidos,habr ms vitalidad en Estados Unidos yms gente tendr un inters vital en elfuturo de esta nacin.

    Adicionalmente, Bush lanz en 2003el American Dream Downpayment Act,una ley que promova el uso de recursosfederales para cubrir el pago delenganche de hipotecas y costosadministrativos originados por lacompra de una casa por primera vezpara familias que ganaran menos de

  • 80% de la media nacional de ingresos.Pareciera que si fueron lascalenturientas y malvadas mentes deWall Street las que idearon cmodefraudar al mundo entero conestructuras hipotecarias complejas, stasfueron consistentemente alimentadas porel gobierno.

    Si a esto le agregamos los enormesconflictos de inters en que seencontraban lderes como el congresistapor el estado de Massachusetts BarneyFrank presidente del Comit deServicios Financieros del Congreso

  • con las agencias estatales Fannie Mae yFreddie Mac, tenemos elementos desobra para sentir profundas nuseascuando les vemos tener la desfachatezde arrojar la primera piedra condenandolos pecados, sin duda reprobables masno exclusivos, de Wall Street.

    Aqu un breve parntesis paraexplicar el papel de estas agencias en elmercado hipotecario. Haciendo unaexplicacin simple, si un bancocomercial otorga una hipoteca a 30 aosa una familia, en estricto sentido, letomara tres dcadas al banco para

  • gradualmente ir recuperando suinversin y no estara en la posibilidadde dar otra hipoteca similar sino hastacobrar sta. Por ello, en 1938, en plenaDepresin, el gobierno de FranklinDelano Roosevelt cre la agenciaFannie Mae. El objetivo era que estaagencia pudiera comprarle a los bancoslas hipotecas que stos originaban,devolvindoles su liquidez para quepudieran volver a prestar, lo cual probser fundamental para proveer de crditohipotecario a familias queprobablemente no hubieran tenido

  • acceso a ste. A pesar de slo habercomenzado con 1 000 millones dedlares de capital, el balance de laempresa creci rpidamente en lassiguientes dcadas. En 1968, ante lapresin fiscal creada por la guerra deVietnam, el presidente Lyndon B.Johnson decidi sacar a la agencia delbalance del gobierno, privatizndola pormedio de una oferta pblica (ofreciendoacciones de la empresa al pblico en labolsa). Dos aos despus, se fundaraFreddie Mac, para evitar que Fanniefuera un monopolio (las acciones de

  • Freddie se colocaron en la bolsa en1989). Posteriormente, a partir de 1970(ao previo a la creacin de la figuralegal del certificado de participacininmobiliaria), la agencia empez elproceso de empaquetar hipotecas decaractersticas similares ytitularizarlas; es decir, que emitirabonos que tienen como garanta esashipotecas y cuyos pagos de cupones alos tenedores de los bonos provendrandel propio pago hecho por los deudoreshipotecarios.

    Originalmente, Fannie Mae fue creada

  • para darle un mercado secundario ahipotecas avaladas por agenciasfederales como la FHA (Federal HousingAuthority) y, por ello, los bonosemitidos por esta agencia tenan totalrespaldo del gobierno estadounidense.A partir de 1970, el Congresoestadounidense aprob la compra dehipotecas originadas por bancosprivados sin aval de la FHA, pero no lequit formalmente a los bonos elrespaldo gubernamental. Y a partir de1977, el presidente James Carter habrade firmar la Ley de Reinversin

  • Comunitaria (Community ReinvestmentAct) en la cual, a cambio de laproteccin de la FDIC8 (FederalDepositors Insurance Corporation),comprometa a los bancos comerciales aapoyar el desarrollo de vivienda paragente de recursos medios y bajos.

    Fannie Mae y Freddie Mac se habrande convertir en un tipo de entidadhbrida llena de contradicciones: unaempresa con accionistas privados, peroque emita deuda avalada por elgobierno federal. Esto les permitafondearse a costos bajsimos, similares

  • a los que se fondea el gobierno, perosiendo una entidad con fines de lucro.Esto gener toda suerte de conflictos deinters polticos, pues a cambio de tanfundamental soporte los legisladores ypresidentes esperaban apoyoestratgico. El sistema que naci con milmillones de recursos, habra de llegar alos ms de cinco billones (millones demillones) de dlares que lo respalda enla actualidad; es la columna vertebraldetrs del crecimiento del mercadoinmobiliario estadounidense.

    En 1991, los congresistas Barney

  • Frank y Joe Kennedy hicieron cabildeopara suavizar las reglas que aplicaban ala compra de hipotecas que financiabanproyectos multifamiliares, a pesar deque stas tenan un nivel de mora de msdel doble que viviendas unifamiliares.9

    En 2003, Frank dijo en una entrevistacon Kathleen Day del Washington Post(el 8 de octubre) que estaba endesacuerdo con las medidas de laadministracin del presidente GeorgeW. Bush que buscaban darle flexibilidada las agencias para ser ms selectivas enel uso de recursos fiscales, diciendo que

  • stas sacrificaran a los consumidoresbuscando simplemente reducir riesgosde mercado, y semanas antes habadicho en una entrevista con el New YorkTimes que se exageraban los problemasde estas agencias. Ambas habran de serdeclaradas en quiebra cinco aos mstarde y la oficina presupuestal delCongreso estadounidense (CBO) estimaque el gobierno tendr que inyectarlesen total 389 000 millones de dlares enlos prximos nueve aos (llevan ya 150000 millones) y no hay que perder devista que ese clculo no incluye otra

  • potencial baja en el precio de losinmuebles.

    LA CADA EN LARENTABILIDAD DE LOS

    BANCOS

    Como dije anteriormente, un eficientecatalizador para provocar la crisisactual fue la fortsima emisin de dineroa la que recurri la Reserva Federal deGreenspan despus del desplome de laspunto com. En ese entonces, se decaque sa sera una medida eficiente para

  • elevar el precio de otros activos ycompensar por el empobrecimientoque se haba generado por la prdida debillones (millones de millones) dedlares en la valuacin de las acciones(que se reflejaba directamente en lamenor valuacin de las carteras deinversin de las familiasestadounidenses) y que afectaba ladisposicin de stas para consumir. As,se vea con beneplcito que los preciosde las casas, el principal activo de lasfamilias estadounidenses, subiera.

    Hago un parntesis aqu para sealar

  • que se es justo el mismo motivo por elque la Reserva Federal de Bernankehabra impreso ms de dos y mediobillones (millones de millones) dedlares para fines de 2010. Ahora, de loque se trata es de compensar por eldesplome en el valor de las casas. Ascomo en aquella crisis la liquidez fue aparar donde no se esperaba, inflandouna burbuja en el mercado inmobiliario,la de hoy ir a inflar burbujas en losmercados de bonos y en mercadosemergentes. La diferencia entre aquellay sta es que con aqulla se logr

  • impulsar el consumo, conforme la gentesinti que su casa ahorraba por ellos;ahora no hay un activo que tenga laimportancia para compensar la cada enel precio de las casas, el principalactivo de las familias. Por ello, optarnpor simplemente ahorrar cualquierplusvala que logren con sus inversionesen bonos o acciones como medida parareducir sus altsimos niveles deendeudamiento. Por ello, la presindeflacionaria est hoy mucho mspresente que nunca. Aqu termino elparntesis.

  • La fortsima cada en las tasas deinters tuvo un impacto negativo en larentabilidad de los bancos porque juntocon las tasas cayeron los diferencialesque se pagan por riesgo crediticio.Djenme explicar. Cuando un bancopresta dinero, su prioridad nmero unoes recibirlo de regreso. Evidentemente,estar dispuesto a cobrarle menos aquien parece seguro que pagar deregreso que a aquel que no lo parezca.Eso es vlido a todos los niveles. Elgobierno de Estados Unidos paga menospara colocar bonos que el gobierno de

  • Chile, ste paga menos que Mxico, stepaga menos que Argentina y sta pagamenos que Venezuela. Coca Cola pagamenos que General Motors y unindividuo que lleva 20 aos en el mismoempleo y nunca ha dejado de pagar suhipoteca o tarjetas de crdito pagarmenos que alguien que no manej biensu crdito o que alguien que nunca lo hatenido (pues no ha podido probar quepaga). As de simple. Sin embargo, haymomentos en los que la diferencia entreunos y otros es pequea y momentosen que no lo es. Usualmente, esa

  • diferencia se hace mayor en la medidaen que haya menos liquidez en elmercado y que la situacin se percibacomo ms riesgosa y voltil.

    A partir de 2002, conforme elmercado fue recibiendo la enormeliquidez generada por la ReservaFederal, los diferenciales se fueroncomprimiendo. En el caso de deudacorporativa tpica, los diferencialessobre la deuda del gobierno bajaron dealrededor de tres puntos porcentuales(300 centsimas de punto o puntosbsicos, como se dice en el argot

  • financiero) a cerca de un puntoporcentual (o cien bsicos) entre 2004 y2006. En el caso de deuda de bajacalidad crediticia conocida comochatarra o high yield en ingls bajde alrededor de 12 puntos porcentuales(1 200 bsicos) a alrededor de tres (300bsicos).

    Las implicaciones para los bancoseran muy claras: la contraccin de losdiferenciales los forzaban, si queranmantener su rentabilidad, a aceptarmayores riesgos. Esto lo podan hacerya sea apalancando ms su capital o

  • tomando mayor riesgo de crdito.Hicieron las dos cosas.

    Primero, los bancos comercialesidearon formas de darle la vuelta a laregulacin existente. Los Acuerdos deBasilea establecen los niveles decapitalizacin que deben tener losbancos. Para explicarlo en formasencilla, imagnese que usted quiereponer un banco y tiene un milln dedlares para invertir en el proyecto.Usted puede aportar al banco ese millnde dlares como capital y despus podrsalir a recibir depsitos del pblico y

  • buscar lneas de crdito con otrosbancos para hacerse de recursos queusted, posteriormente, podr prestarle aindividuos que quieran hipotecas,tarjetas de crdito u otros prstamos; lepodr prestar a empresas que busqueninvertir en planta o equipo nuevo, o quesimplemente necesiten capital de trabajo(para financiar su nmina, por ejemplo)o, incluso, podra financiar al gobierno,comprando bonos del tesoro. Suobjetivo como banco ser fondearse tanbarato como sea posible y colocar susrecursos tan caro como sea posible.

  • Para bajar su costo de fondeo, ustedtratar de pagar tan poco como elmercado le permita por depsitos, sebeneficiar de los recursos en chequeraspor las que prcticamente no pagarnada y pedir lneas de crdito baratas.Al colocar sus recursos, buscar la tasams alta que pueda cobrar por crdito,sin correr el riesgo de que no le paguenlo que prest.

    Sin embargo, los Acuerdos de Basileaestablecen, entre otras cosas, cunto delos activos que usted presta tiene queprovenir de capital. Si los acuerdos

  • establecen que 8% de lo que el bancopreste tiene que ser capital propio, esoquiere decir que el remanente 92%puede venir de fuentes como depsitos olneas de crdito con otros bancos.Bsicamente, se puede decir que seprestan ms o menos 12 veces (11.5,para ser exactos) lo que los accionistasaportaron. Si en promedio uno obtuvo undiferencial de 1% entre el costo al quese fondea y el costo al que coloca susrecursos, la rentabilidad del capital serde 12%. La rentabilidad sube, entonces,ya sea porque uno logre ms diferencial,

  • o porque consiga que el capitalrequerido fuese menos de 8% delprstamo. Pero si esta ltima cifra fueadoptada por acuerdos internacionalesy, por ende, reflejada en lasregulaciones locales, cmo darle lavuelta? Fue justo sa una de las reas demayor creatividad por parte de losbancos.

    SPECIAL INVESTMENTVEHICLES (SIV)

    Ante el colapso de los diferenciales, los

  • bancos comerciales internacionalesdecidieron crear empresas que estaranfuera de sus balances. stas seran algoas como un hijo bastardo cuyapaternidad todo mundo conoce, aunqueno es oficial. Bancos como Citibank, porejemplo, crearon incontables empresasen parasos fiscales, generalmenteconocidas como SIV (siglas en ingls devehculos de inversin especial).

    stas seran empresas que sefondearan directamente en losmercados, tpicamente mediante laemisin de papel comercial (deuda de

  • corto plazo) y utilizaran esos recursospara comprar instrumentos de inversinde ms largo plazo y con ms riesgocrediticio, desde bonos hipotecarioshasta bonos que estaban avalados concrdito para la compra de automviles,crdito a estudiantes, etctera. A pesarde que estas estructuras no eranformalmente parte de los bancos queestaban detrs, las agenciascalificadoras les as