La poesía simbólica de Leopoldo Maree/ial · 2017-04-29 · La poesía simbólica de Leopoldo...

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La poesía simbólica de Leopoldo Maree/ial 1. burí Lotman ha puntualizado que «el concepto mismo de signo y de sistema está inseparablemente ligado al problema de la significación. El signo cumple dentro de la cultura de la humanidad una función de intermediario. El fin de la actividad semiótica es la transmisión de un contenido dado» 1• A su vez Jean Cohen considera que la sola cuestión poéticamente pertinente es la comprensión «porque el poema es lenguaje y el lenguaje es tal en tanto significa» 2. De estas premisas podemos deducir que el examen de la obra poética de un autor cobra sentido si apunta en última instancia a su semiosis, o sea a la manifestación de sus significados. En la poesía de Leopoldo Marechal dicha semiosis es eminentemente simbólica. El signo verbal con valor de símbolo poético marca el mensaje marechaliano cuyo discurso se distingue precisamente por su semantismo simbólico o modo de producir significado o táctica del significar. Es el símbolo el eje semiótico y semántico de la poesía marechaliana. El símbolo poético es una categoría semiótica ya que el mismo es una especie particular de signo inscripto en el sistema secundario de la lengua (el literario) portador de la comunicación de un contenido o de contenidos que apelan al receptor. El símbolo poético ejerce a la vez una función semántica, toda vez que está informado de significación destinada a la percepción y a la interpretación del receptor. Ya Wilbur Marshall tUrban había asegurado que «el símbolo verbal es la transferencia de una palabra de un universo de discurso a otro» ~. Hoy 1 Io&Ri LoTMAN, La struc¡ure dii texte aríistique, trad. del ruso dirigida por J-Ienri Mesehonnie, Paris, Gallimard, 1975, pp. 66-67, Traducción mía. lEAN COUEN, Le haut langage, París, Flammarion, /979, p. ¡29. Traducción mía. WiLuuR MARSHALL URBAN, Lenguaje y realidad, México, Fondo de Cultura Económica, ¡952, trad. de Carlos Villegas y Jorge Portilla, p. 358. Anales de Iiterarura hispanoamericana, núm. 12. Ed. Univ. Complutense, Madrid, 1983.

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1. burí Lotmanha puntualizadoque«el conceptomismodesignoy desistemaestá inseparablementeligadoalproblemadela significación.El signocumple dentro de la culturade la humanidadunafunción de intermediario.El fin de la actividad semióticaes la transmisiónde un contenidodado»1• Asuvez JeanCohenconsideraque la solacuestiónpoéticamentepertinenteesla comprensión«porqueel poemaes lenguajey el lenguajees tal en tantosignifica»2. De estaspremisaspodemosdeducir que el examende la obrapoéticade un autorcobrasentidosi apuntaen última instanciaasusemiosis,o sea a la manifestaciónde sus significados. En la poesía de LeopoldoMarechal dicha semiosises eminentementesimbólica. El signo verbal convalor de símbolopoético marcael mensajemarechalianocuyo discursosedistingue precisamentepor su semantismosimbólico o modo de producirsignificadoo tácticadel significar.

Es el símbolo el ejesemióticoy semánticode la poesíamarechaliana.Elsímbolopoético es unacategoríasemióticaya que el mismo es unaespecieparticular de signo inscripto en el sistema secundariode la lengua (elliterario) portadordela comunicaciónde un contenidoo de contenidosqueapelanal receptor.El símbolopoéticoejercea la vez unafunción semántica,todavez queestáinformadode significacióndestinadaa la percepcióny a lainterpretacióndel receptor.

YaWilbur Marshall tUrbanhabíaaseguradoque«el símboloverbales latransferenciade una palabra de un universode discurso a otro» ~. Hoy

1 Io&Ri LoTMAN, La struc¡ure dii texte aríistique, trad. del ruso dirigida por J-IenriMesehonnie,Paris,Gallimard, 1975, pp. 66-67, Traducciónmía.

lEAN COUEN, Le haut langage,París, Flammarion, /979, p. ¡29. Traducciónmía.WiLuuR MARSHALL URBAN, Lenguajey realidad, México, Fondo de Cultura Económica,

¡952, trad. deCarlosVillegas y Jorge Portilla, p. 358.

Anales de Iiterarura hispanoamericana,núm. 12. Ed. Univ. Complutense,Madrid, 1983.

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podemosacotarque no siemprese trata deunapalabrasolamente,sino quetambiénocurre quetodaunafrasey aun unacantidadsuperiora la frasesepresentificacomoenunciadosimbólico.Ahorabien,el procesode simboliza-ción o de evocaciónsimbólica en el texto literario, aunquese manfiestaverbalmente,no atañepuramenteal nivel propiamentelingílistico, antesbienel lenguaje es el portador del símbolo, o si se quiere, el símbolo esvehiculizadopor el lenguaje.ParaMichel Le Guern«hay símbolocuandoelsignificadonormal de la palabraempleadafuncionacomosignificantede unsegundosignificadoque seráel objetosimbolizado»4; «la palabramisma noes másque la traducciónen el lenguajede una relaciónextralingilisticaquepodríaserexpresadaen otra lenguanaturalsin sufrir modificación percepti-ble»~. Quieredecirestoqueenel sintagmasimbólicode Elpoemade Robot:

«un árbol erguíasu mástil absoluto»,

por ejemplo, habidacuentadel contextoverbaly del contextono verbal, loque constituye el símbolo no son las palabrasen sí mismas, sino susignificadotranspuesto:el árbol axial de la Cruz.

La simbolizacióndel lenguajeen eldiscursopoéticosurgey va dirigida ala percepciónpor vía emotivo-afectiva.Esta operación pone en funciona-mientolas doscarasdel signo: significantey significado,que comparecenenrelaciónmotivada.Esto es, el signode queechamano el poetase convierteen símbolode la experiencia,la vivencia, la idea o el sentimientoquede esemodo se quiere corporeizary hacer perceptible.El plano simbolizanteosimbolizadores siemprede índole abstracta,intelectiva,metafísica,moral oespiritual. Los dos planos o relata del símbolo guardan una relaciónmotivadapor analogía,ambosconllevan un elementosémícocomún. Talanalogíaprocedede la tradicióncultural, del saberconscientee inconscientede la humanidad,del sabery la memoria colectiva, de los sueños,perotambiénde la intuición creadoradel poeta.CarlosBousofio proponeque«elsímboloes igual a simbolizador+emociónsimbólicaen cuanto implicadoraestaúltima de un “simbolizado” y de un “expresadosimbólico”>A.

2. El caráctersimbólico del mensaje poético marechalianotiene suprincipio de pertinenciao razón de ser queel receptorha de detectarcomomotivaciónparael acto interpretativo.La recurrenciaal símboloprovienedela cosmovisióndel poeta,de su temáticadondedestacanla apetenciay labúsquedahumanadel Absoluto. El signo con valor de simbolo poético seespecificaen Marechal por su cualidad metafísico-religiosa.El poeta seaventura siempre en su obra por los territorios de lo indecible paramanifestarloarticuladoen el discursosimbólico. Y estediscursosimbólico

4 Mscui±Lc GÚERÑ, La metáforay la metonimia, trad. de Augustode Gálvez-CañeroyPidal, Madrid, Cátedra.p. 45.

5 Ob. cit.. p. 46.~ CARLOS BousoSo.Snperrreali.smopoélicoy simbolización,Madrid, Gredos, 1979, p. 79.

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apunta,pues,a articular lo inexpresableen uno de sus modosy grados:elsentidotrascendentey último de la existencia.

La simbolizaciónpoética,arraigadaen experienciasextralingílísticas,seexpresapor el lenguajeen virtud de la pluralidaddecodificacionesde queescapazla lenguay graciasa supermeabilidada las manipulacionesexpresivasquesobrela mismapuedeejercerel poeta.Los símbolospoéticospertenecena una semiótica connotativa ya que, sobre el significado denotativodeluniversosignificante,se superponencomounanuevacomunicacióny comounanuevaexpresióncorrespondientesal significadosimbólico connotativo.

Marechalha hechounasuertede profesiónde fe en una«energíaviviente»de los símbolos:

«Porquehay símbolosqueríeny símbolosquelloran. Hay símbolosquemuerdencomoperrosfuriososo pateancomoredomones,y símbolosquese abrencomofrutasy destilanlechey miel. Y hay símbolosqueaguardan,comobombasdetiempo juntoa/ascualespasaunosin desconfiar,y querevientande súbito,peroasu horaexacta.Y hay simbolosquese nos ofrecencomotrampolinesflexibles parael saltodel almavoladora.Y hay símbolosque nos atraencomocebosde trampa,y quese cierrandepronto si uno los Loca, y mutilanentonceso encarcelanal incautoviandante.Y haysimbolosquenosrechazanconsusbarrerasde espinas,y quenosrindenal fin su higomadurosi unose resuelvea lastimarsela mano»L

Estatipologíade los simbolosexpresadametafóricamenteindica el dinamis-mo involucradoen el símboloen sucapacidadde significarpolisémicamente.Se sabeque remotamenteel fundamentodel símbolo resideen esa facultadcognoscitivadel hombrequees laasociación,de contenidoemotivo-afectivo.Estepoderde asociaciónse patentizaenla poesíade Marechal.En ella se danlas tres dimensionesdel símbolo señaladaspor Paul Ricoeur: cósmica,onírica, poética8.El simbolismopoético marechalianoes cósmico en tantoextraesus representacionesdel mundoconcretoy visible; onírico, en cuantodiseñauna imagen arquetípica;poético, ya que es discursoy construcciónartística.

3. El viaje como símbolo es insistenteen lapoesíay en las novelasdelescritorargentino. Obviamenteel simbolismo del viaje es tributario de latradición cultural que lo nutre desdefuentesclásicasy cristianas.El propioautorlo ha explicitado,como se conoce,en sus Clavesde «AdánRuenosay-res»9; pero tanto en su poesíacuanto en su narrativa dicho simbolismoapareceremozadode contemporaneidad,en un aquí y ahora de peculiarrelieve. El viaje del héroeen El Centauro (1940) y en El Poemade Robot(1966) es un itinerario espiritual, metafisicoy religiosodel hombrecontem-

Lro¡’oino MAREcHAL, El Banquete de Severo Arcóngelo, Buenos Aires, Sudamericana,1965, p. 258.

8 PAuL Riconua,«La symboliquedu mal», enFinitude eL culpabilité, citadoporGILBERT

Dun~Noen La imaginación sirnbólico, trad.deMaria Rojzman,BuenosAires, Amorrortu.1971.p. 15.

IncluidasenCuadernode navegación,BuenosAires, Sudamericana,1966, pp. 124-126.

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poráneoen buscade salvaciónsobrenatural.En estabúsquedaes recurrenteotro símbolo,el de la Rosa iluminante,el «nortede la Rosa»,el «semblantede la Rosa», figura mandálicasimbolizantedel Absoluto divino, del Centrodivino.

El mitico Centaurodel poemaes símbolodela sabiduríaantiguaanterioral cristianismo,es elanunciadorde unanuevaera: la del «nuevoSeñorde losCaminos».Ante los interrogantesdel poeta-héroeque ha «extraviadoelsendero/ que ilumina la Rosa»,el Centauroresponde:

Yo te anuncioal donosocazador. al perennesagitario que acechasin carcaj ni lebreles

Porque a la muerte mismacazó y a la Serpiente,vestido con el trajeseverode la muerte1<>~

Así comienzaunaseriesimbólicaen torno a la figura de CristoRedentor;lossimbolizantesMúsica y Tañedorsonpreeminentes:

Bajadade los cielosy vestida de carne,la Música en personavisitó a los mortales,para entonar e/ himnoque rompe toda cárcel

no hay tierra quedesoigani cielo que no alabeal Ta6edorquepisalas aguassin mojarse1t.

Música y Tañedorse identifican en quien, como nuevo Orfeo, abre a losmortalesla sendade la inmortalidad12~ El contextoevangélicodel Tañedor«que pisa / las aguassin mojarse»lo encontramosen Mateo, Marcos yJuan‘~: Jesúscaminandosobre las aguas del lago hacia la barcade losApóstoles.

El viaje simbólicode cuarentadíasporel desiertoquecumple ritualmenteel héroedespuésde abandonarel dominiodel diabólico Robot, tambiénseinscribe en la tradición evangélica(los cuarentadías de Jesúsretirado aldesierto),pero actualizadoen el mundotecnocráticocontemporáneodonde

‘O LEOPOLDO MARECHAL, El Centauro, incluido en El Viaje de la Pri,narera, Buenos Aires,Emecé, /945, pp. 64-65.

Ibide,n, p. 67.12 Véase de GRACIELA TOMASSINI, «El Centauro de Leopoldo Marechal. Estructura y

sentido», en la revista Megajón, núm. 7, Buenos Aires, Centro de Estudios Latinoamericanos,junio de 1978.

1> Marcos 6,45-52; Mateo ¡4, 22-23; Juan 6, 16-21.

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el fenómenode la secularizacióny desacralización—segúnel contextodelpoema—- endiosaa cierta ciencia y a cierta tecnologíaignorantesde la(<cuartadimensión»del hombreI’~~ El viaje delprotagonistade la gestacontraRobotsimbolizaestadiosespiritualesde penitencía,purificación e ilumina-ción que transformanla vida del héroe,particularmenteen el encuentroconel Hombre misterioso(símbolo de Cristo) que lo conducehacia «dondeunarbol erguíasumástilabsoluto».El simbolismodel árbol (<que llovía» desdesusespesurasun «relentede oro»,«un árbol quellovía y cantaba»se refiereala Cruz, al Verbo y a los frutos de laGracia redentoraconcuyo alimentoelhéroerestaurasu dignidadcomopersonay puedeasí emprenderel regresoalmundode Robot, destruiral monstruoy bailar sobresu triste carcasaparaenseñanzade la humanidadcontemporánea.

En los iniciospoéticosde Marechalya apareceel simbolismode la mujer,uno de los vérticesde su obra lirica y narrativa (incluso la dramática)15~Abrevadoen la tradiciónneoplatónica,judeocristianay dantesca16, adquierecariz propio y original relieve en Odaspara el hombrey la mujer (1929),precisamenteen los poemas«Oda didáctica de la mujer» y «Niña deencabritadocorazón»,dondeelpoetaes el celebrantedel eternofemeninoensu dimensiónmetafísica,puente hacia el misterio de la Gracia y de laRedención:

Por el eje de la tierra la pusieron,de norte a sur atravesada.El mundo gira sobresu mujer.

Un misterio la sigue: quien la toquenaceráparasiempre.

En el soneto«De Sophia»(Sonetosa Sophia,1940) persisteel símbolodelamujercomoeternasabiduríacuyo Señor«tieneug pradosin otoño».Y enEl Vicije de la Primavera (1942) el simbolismo femenino da lugar a unaconstrucciónmítica de la patriajoven en tanto esperanzaquerenacegraciasal tiempo cíclico y al permanenterenacimientode la vida. La concepciónsimbólicade la mujer sc reitera con mayor intensidady complejidaden lasnovelasde Marechal. Adán Ruenosayres(1948) incluye destacadamenteelpapel procagónicode la simbólicaSolveig Celestedel «Cuadernode tapasazules»en la vida del héroe,y una constelaciónde mujeressimbólicastienenvigenciaen El Banquetede SeveroArcángelo(1965)y en Megajóno la guerra

4 Véase de CLERES KANT, «Lectura simbólica de El Poema de Robot de LeopoldoMarechal»,en la revistaProhemnio,VI, pp. 2-3. ConsejoSuperiordeInvestigacionesCientificasyEd. Planeta,madrid, septiembre-diciembrede 1975.

~5 Véasede GASPAR Pto nni. CORRO, «Los primeroslibrosde Marechal:un procesohaciaelsimbolo>,, en revista Megajón, núm. 2, Buenos Aires, Centro de Estudios Latinoamericanos,diciembredc 1975.

16 Véasede BERNARDO A. Cuwsí, Lo espiritualización úeí Eros en la obra de tropo/doMarechal, BuenosAires, Centrode EstudiosLatinoamericanos,Col. Ensayosbreves,núm. 3,1981.

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(1970)en tanto figuras decisivasen el camino del héroehaciala «CuestadelAgua»y «la BatallaCeleste»respectivamente.

En «El cantode la alegría»del poemarioHeptamerón(1966) el símbolofemenino se simboliza con el de la Nave con sentido de salvación porintermediaciónmarianay celestial:

La embarcaciónenteracabíay navegabaeaunamano abiertade mujer.

La Naveesel arcay el áncorade salvación,yaqueen Ar&in Buenosayresestárepresentadapor la barcade Ulisesprotegidapor NuestraSeñoradel BuenAire acuyo bordoAdánconducea susescolareshaciatas IslasBienaventura-das.La mujerúnicay simbólica,MadonnaIntelligenzao Intelleto d’A moredelos Fedelí d’Amore, entre los cuales se encontrabaDantey dc los que sedeclaraseguidorMareebales, como«Damaenigmática»,la «Raquelde loshebreos»,la Sophiade los gnósticos,la Janua Coelí (puerta del cielo) y laSedesSapientiae(asIento-dela sabiduría)quelos cristianosentendemosenlaVirgen Madre»17

Un motivo simbólicoinsistenteen lapoesíamarechalianaes el Sur, patriade origen, lugar de epifaníaa partir de los Poemasaustrales (1938), sitiomisterioso«dondetierra y cielo sejuntan»,«seabrazan»segúndice elpoetaen su «Arte poética»IS. Es en ese Sur simbólico dondese dio el surgirtempranode la vocaciónpoética:

Tempranamente,allá en el Sur, oh Días,el esplendorterriblede las formasenamorómis ojos y despertóen mi lengualos urgentesafanesde la músicaI9~

En el poema«Gravitaciónde cielo» el poetarecuerdaa los hombresdel Surcómo el cielo «gravitaba sobrenuestrascabezas»,cómo la luz veníadelOrientey <.~traiaun vuelo de palomasobrelas tierrasy las aguas»conclarareferenciaa la imagenbíblicadel Espíritu Paráclito:

Entonces,apretadocomo un libro de enigmas,el universohablaba,

y erael suyoun idioma de animalesy floresresplandecientes.

Y eraun idioma obscuro,perodulce al oído,comola miel de la palabracuandose ponede rodillas20

I~ «Clavesde AdánBuenosayres»,ob. cit., p. 126.‘~ Laopo,noMARECIJAL, «Arte Poética», incluida en Heptamerón,BuenosAires,Sudameri-

caRa, 1966, p. 141.lO ¡tic/em, p. 139.20 tpopowo MARECHAL, «Gravitaciónde cielo» (de Poemasaustrales) incluido en Poemas

<te Marechal, BuenosAires, Editorial Universitariade BuenosAires, 1966,p. 27.

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En el cósmico Sur de dilatadas praderasy anchurososcielos, el poetaadolescenteha vivido «una edadescondidaentreflores: / ha dejadoen milengua un entrañable¡ saborde paraíso».Vocación poéticay vocaciónmetafisica se unifican: poesíay plegaria(«la miel de la palabracuandoseponede rodillas»),poesíadel almaesa«niña-Que-Ya- No-Puede-Suceder»,la «Niñadeencabritadocorazón»paraquien«Amor en tierra nuncalogra eltamalio de su sed».El simbolismo marechalianoaspira a lo que el poetadenominaconstantementeen suobra: el«HermosoPrimero»y el «HermosoAbsoluto».Y así coronaráel final del Heptamerónen el«Tedéumdel poeta»:

Y en mi manopusistelas hebrasde lo hermoso,con que seguirTu rastroenlaberinto.

Yo soy el rastreadorquebuscabaTu buellacon mis ojos delSur,

en el semblantede las criaturaspronunciadastambiénpor tu Verbo admirable21.

Marechal,poetacristiano,ha encarnadoel misterio del Redentoren lasfigurassimbólicasdel ciervoherido («El ciervo herido», 1940),del AdmirablePescador(en el sonetodel mismonombre incluido en Sonetosa Sopizia), elArquero ‘de la pena (el celesteTañedor, al que ya he aludido) con susvariantes:«piadosoescándalode Arriba»,«pimpollo exacto»,«Niño de oro»,«Hombretotal» y otrasquecuajanen el poema«Cristo»del cuartodía delHept’wner¿n,texto quecondensael simbolismodel Centrocrísticoesparcidoen toda suobra.En estepoemareiterael simbolismofemeninofocalizadoenla Virgen Madre: «Aquellaque florece / comoel cedrónjunto a las aguas»;«Aquella ¡ la que pisa la luna y el dragón», «Eva segunda»,con clarasreminiscenciasbíblicas.

Los dos extensospoemaspóstumosde Marechal reunidos en el libroPoemasde la creación22insistensobrela tendenciasimbólicadel mensajeyel estilo marechaliano.En el «Poemade Psiquis» el poetadesarrollaunafusión mítica con la criaturaa quien Júpitervolviera inmortal paratrazarsimbólicamenteel dramadel almaentregadaa «los telaresde la música»,aderramarentre los hombresel «aguaviva» de la poesía,aun en las «noblesagriculturasde la soledad»y del retiro mientrasafuera«lloran los cocodri-los». Psiquises el símbolomítico de la poesíainmortal quesalvaal hombresea cual fuere su circunstanciahistórica. En el «Poemade la Física», conasombrosoconocimientode la ciencia físico-matemáticacontemporánea,Marechal poetiza en torno del dominio de las formas corpóreas.Poemaconceptista,pedagógico,en sudiscursoanidael simbolismode lo corporalentantoLibro y TemploquereclamaalUno, el SerQueEs: «Tal elnombrequeSe dio en la llama» (o sea,en lazarzaardiendodesdelacual Yahvéhabló aMoisés)23.

21 Lropot,oo MARECHAL, Heptamerón,BuenosAires, Sudamericana,1966, p. 188.22 LaopotnoMARFUHAL,Poemasde la Crea<.ión, San Antonio de Padua,Buenos Aires,

Castañeda,Col. El Azor, 1979.23 Exodo 3, 1-14.

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4. Reseñadosuscintamenteel simbolismopredominanteen la poesíadeLeopoldoMarechal,es posibleadmitircomoconclusiónquela mismadelatauna actividad semiótica verbosimbólica(o poético-simbólica)consciente,intencional. La organizaciónde los símbolosmanifiestan en la obra delargentinounavoluntadconstructiva,unaconcienciade su sentido; ellos sevinculan a la experienciavital, personaldel escritor, a su estéticay a suideologia.

Estapoesia privilegia a sabiendasal sintagmasimbólico para comuni-carse, expresarse,estructurarsey producir sentido. El símbolo no se daaisladamente,sino orgánicamente,integradoal sistemapoético. El repertoriode símbolosmarechalianosgeneracampossemánticosinteractuantesen laobra poética concebidacomo un todo. El simbolismo es el principiounificador de la construcciónpoética y el vectorde sussignificados.Acasoestose relacioneconlasdeclaracionesdel propiopoetaensu«Arte poética»:en suconcepciónad bara o «formasutil» del poemapara«proferirlotui extraen los caucesdel idioma»24, recurre al procedimientocimero del decirpoético, el símbolofundanteen cuantoéstees y sign¿ñca,comoya afirmabanlos románticosalemanes25, y en tanto instaurala unidad forma-sentido.

EdelweisSERnAConsejode Investigaciones

Universidadde Rosario(Argentina)

24 LEopoLrx M\RECHA[., «Arte Poética»,ob. tít., pp. 155-156.25 CC. TÍvUÍAÑ Toooaov. Théoric,sí/u .syrnhotc, París.Do Sejul. 1977, cap.6.