La Paradoja de Jean Diderot

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 LA PARADOJA DEL COMEDIANTE: ENTRE LO SENSIBLE Y LO RAZONABLE Paradoja: es una idea extraña opuesta a lo que se considera verdader o o a la opinión general. 1 En otras palabras, es una  proposición en aparienci a verdader a que conlle va a una contradicción lógica o a una situación que infringe el sentido común. La paradoja es un poderoso estímulo para la reflexión. A menudo los filósofos se sirven de las paradojas para revelar la complejidad de la realidad. La Paradoja del Comediante de Jean Diderot (1713-1784) es un ensayo en forma de diálogo con refl exiones sobre el actor y el arte de la interpret ación. En este ensayo hace una teo ría sobre las cualidades auténticas del actor. Diderot nos dice que la Naturaleza humana es la que da cualidades a la persona, la que permite perfeccionar su técnica, su trabajo y su experiencia. El filósofo francés participe de todo lo que significa la época de la ilustración en Francia (verdad circular) es el primero en teorizar – y desde su área fil osófic a analizaremos su estudio- sobre la cor recta ejecución del actor en escena y su misión para con el espectador. La paradoja, consiste en oponer al “actor instintivo”, que se posesiona y vive su personaje contra, “el actor reflexivo”, estudioso conscie nte que controla sus gestos, acti tudes e infl exiones. Diderot, decía que "el verdadero actor" no viv e su papel, sino que lo represent a y que es más veras y más comunicativo cuanto más reflexivo y más frío es. Afirma Diderot que la Naturaleza humana es la que otorga cualidades a la persona, la que permite perfeccionar su técnica, su trabajo y su experiencia. Es decir que el actor debe tener capacidad de discernimiento, debe despojarse de su sensibilidad y desarrollar así su capacidad de imitación y de reflexión de la Naturaleza humana que lo envuelve. Piensa Diderot que el actor debe recurrir a su imaginación y a su memoria, y que todos los elementos han de ser pr ocesados y ordenados en su cabeza.

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 LA PARADOJA DEL COMEDIANTE: ENTRE LOSENSIBLE Y LO RAZONABLE

Paradoja: es una idea extraña opuesta a lo que se consideraverdadero o a la opinión general.1 En otras palabras, es una

 proposición en apariencia verdadera que conlleva a

una contradicción lógica o a una situación que infringe el sentido

común. La paradoja es un poderoso estímulo para la reflexión. A

menudo los filósofos se sirven de las paradojas para revelar la

complejidad de la realidad.

La Paradoja del Comediante de Jean Diderot (1713-1784) es un ensayo

en forma de diálogo con reflexiones sobre el actor y el arte de lainterpretación. En este ensayo hace una teoría sobre las cualidadesauténticas del actor. Diderot nos dice que la Naturaleza humana es laque da cualidades a la persona, la que permite perfeccionar su técnica,su trabajo y su experiencia.

El filósofo francés participe de todo lo que significa la época de lailustración en Francia (verdad circular) es el primero en teorizar – ydesde su área filosófica analizaremos su estudio- sobre la correctaejecución del actor en escena y su misión para con el espectador.

La paradoja, consiste en oponer al “actor instintivo”, que se posesiona yvive su personaje contra, “el actor reflexivo”, estudioso consciente quecontrola sus gestos, actitudes e inflexiones. Diderot, decía que "elverdadero actor" no vive su papel, sino que lo representa y que es másveras y más comunicativo cuanto más reflexivo y más frío es.

Afirma Diderot que la Naturaleza humana es la que otorga cualidades ala persona, la que permite perfeccionar su técnica, su trabajo y suexperiencia. Es decir que el actor debe tener capacidad dediscernimiento, debe despojarse de su sensibilidad y desarrollar así sucapacidad de imitación y de reflexión de la Naturaleza humana que loenvuelve. Piensa Diderot que el actor debe recurrir a su imaginación y asu memoria, y que todos los elementos han de ser procesados yordenados en su cabeza.

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La imaginación y la memoria son una misma facultad del espíritu. Laforma más elemental de la imaginación es el recuerdo, basado en unarepresentación mental de una circunstancia pasada, o de cómo fuimosen otro tiempo. Para el Ilustrado francés, el talento actoral no consisteen sentir, sino en expresar rigurosamente los signos exteriores del

sentimiento. El actor no debe sentir realmente, debe expresar elsentimiento mediante la reflexión de su significado. Ésa reflexión ha dehacerse mediante la memoria.

Los gestos, los tempos, el manejo de la voz y de los sonidos, el furor,etc., forman parte de una imitación de la realidad configurada a partir dela memoria. Al acabar la representación, el actor no padece dolor algunoni melancolía, no está turbado, simplemente se despojamomentáneamente de todos esos recuerdos, hasta que llega un nuevo

ensayo.

Ésa es, según Diderot, la paradoja del comediante. Un comediante nodebe sentir nada, son los espectadores los que deben sentir. El actorsuscita emociones o sentimientos mediante los recuerdos procesados ensu mente y expresados inmediatamente. Los espectadores, por elcontrario, son los receptores del esfuerzo del actor por aparentar unsentimiento.

 Así, escribe Diderot a la señorita Jodin: "El actor quesólo posee sentido común y raciocinio, es frío; el quesólo posee labia y sensibilidad, está loco. Lo que tornasublime al hombre es cierto temperamento, mezcla desentido común y de ardor. No tratéis pues nunca de ir más allá de vuestra propia sensibilidad; tratad de quesea exacta" (reflexiones de un comediante sobre " la

 paradoja" de Diderot por Jacques Copeau, P. 13)

La paradoja se produce, en tanto que, el actor concibe su personajecomo una ilusión, como un recuerdo que no le condiciona en absoluto,mientras que los espectadores asocian al actor con el personaje, lo quesupone una contradicción, y por lo tanto una paradoja. Un actor sublimees aquél que es capaz de olvidar completamente su sensibilidad paraconvertirse en un técnico de la interpretación.

Diderot nos hace ver que un espectador no quiere ver cómo llora un

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actor, lo que quiere es que le haga llorar. De la misma manera, unespectador no quiere ver cómo un actor se emociona, lo que quiere esemocionarse.

Hoy en día ser tan estricto a la hora de determinar una buena ejecución

actoral sería un error, son muchas las técnicas y los recursos que elactor puede utilizar para emocionar al público, para “hacer sentir”, peroesto no quita que la contribución a los estudios del actor sea tambiénmuy certera por parte de Diderot y su contexto. El estudio previo y lareflexión son para mí, puntos muy importantes a la hora de abordar unpersonaje. El trabajo del actor es encontrar un punto exacto entre laracionalidad y la sensibilidad.

 Yo diría que lo verdaderamente interesante es retener la idea de que elverdadero talento se halla en el conocimiento profundo de los síntomas

exteriores del alma, en la capacidad de imitarlos, de hacerlos creíblesante el público. Sólo así es posible transmitir o crear emociones ysentimientos. Si el actor se identifica con lo que está haciendo logra queél publique se identifique también.

Podemos encontrar diferentes tipos de actores que tienen formas muydistintas de interpretación. Por una parte, hay actores que para llegar aencarnar correctamente su personaje tienen que conocer todos losdetalles acerca de su personaje: su pasado, gustos y el por qué secomportan así. Estos actores se transforman en su personaje. Por otra

parte tenemos actores que se limitan a interpretar su papel pero quenunca llegan a ser su personaje.

En definitiva, el actor no debe llevar al escenario una emoción, unsentimiento ni una personalidad, sino un personaje

El actor no es el personaje, sino la representación de elmismo, hecha de modo tan perfecto que se le toma por elpersonaje mismo. La ilusión domina al espectador, peronunca al actor. (Jean Diderot, La Paradoja del Comediante, p.47)