La Palanca de Cambios nº22

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Volvemos a entrevistar a Niños Mutantes. Viejuno world, LKalle... se te pica la curiosidad: lee.

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EDITORIALPor: José SolanoMascota: Dani Marco

Siguiendo con los testimonios palanqueros yo os voy a hablar de los inicios de los elementos que conforman la identidad visual de la Palanca de cambio (logo, maquetación, web). En un primer mo-mento no quedaron de�nidos del todo esta identidad y el número 0 fue un experimento que ayudaría a que la criatura fuera tomando forma.

La verdad que todo comenzó con el logo, obra de Dani y a partir de ahí todo fue saliendo solo, tanto la maquetación del fanzine como la web.

El logo fue crucial. Tanto por colores como por forma le pegaba un fondo blanco. Ese fue el nexo de unión de toda la imagen. El fondo blanco. Además en cualquier obra artística todo empieza con una hoja en blanco. Y a partir de ahí todo se va llenando de texto, bocetos, notas etc. El fondo blanco fue el denominador común para hacer una imagen limpia que quedara de trasfondo y no resaltara demasiado, para que el contenido tuviera todo el protagonismo. Una imagen simple, clara, moderna pero que no pasase de moda fácilmente, y con personalidad para que sea identi�cativa. No sé si se habrá conseguido pero me consta que ha recibido muy buenas críticas, que un humilde servidor agradece mucho.

La última expresión de esa imagen ya característica de Palanca de Cambio se ha personi�cado toman-do forma y consciencia. Y hasta aquí puedo leer, como dirían en el 1,2,3 responda otra vez.

Una de las cosas que comienza siempre en blanco es un libro, en este sentido La Palanca siempre se ha sentido muy cercana al mundo editorial tanto en forma de libro como de cómic. Con el día del libro tan reciente La Palanca solo puede desearos una muy buena lectura.

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ENTREVISTAA NIÑOS MUTANTES

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Antes de empezar, comentaros que esta entrevista tiene algo muy especial que la diferencia de todas las demás, ya que se trata del primer grupo que repite con nosotros. Sí, hace ya dos años, justo cuando lanzaban al mercado “Todo es el Momento”, se animaban a colaborar con nosotros y, ahora, cuando el ezine está mucho más consolidado y “Las Noches de Insomnio” recién salido del horno, no podemos más que volver a compartir este momento con ellos.

De todos es sabido, o al menos de quienes me conocen o han leído la otra entrevista, que no soy nada objetiva con estos niños –ya no tan niños– por tanto no divagaré con más so-bre el tema y así podemos ir directos a las preguntas ¿ok?

Niños Mutantes estarán actuando aquí en Murcia el próxi-mo 22 de mayo en la sala 12 y Medio. Algunas canciones del nuevo disco se pueden escuchar en http://www.myspace.com/nmutantes

Allá vamos:

Por: Alicia Rico ForteFotografías: Ruth Giraldez

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(A) Hay ya una pregunta clásica en mis entrevistas, que no sé por qué razón no os llegué a hacer la vez anterior (la pregunta maldita): ¿Cómo definiríais vuestra música para alguien que no os haya escuchado nunca?

(NM) Eso es una putada de pregunta. La música no puede explicarse con palabras. Yo diría que lo nuestro son can-ciones pop intensas en música y letra que le llegan a oídos sensibles sin miedo a entrar en territorios dolorosos.

(A) Vuestro nuevo disco “Las noches de Insomnio” acaba de salir a la venta. ¿Qué os están pareciendo las primeras críticas?

(NM) Por primera vez vemos unanimidad en que este dis-co es especial. Siempre habíamos recibido opiniones muy dispares de nuestros discos. Esta vez está siendo distinto y los fans y los medios coinciden, y eso nos hace muy felices porque además con�rma las buenas sensaciones que tuvi-mos desde el primer día de grabación.

(A) Al parecer Radio 3 eligió vuestro tema “La Voz” como una de las recomendaciones para Semana Santa ¿os sor-prendió la elección?

(NM) Siempre se agradece que seleccionen una canción tuya. “La voz” es un pequeño himno, y dice cosas muy sinceras y muy sentidas. El momento en que la grabamos lo tengo guardado en la memoria como un momento má-gico, es una canción que emociona, porque habla de lo que llevamos más de diez años haciendo.

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(A) ¿Cómo se ha planteado la gira de presentación del disco?

(NM) Distinta a otras. Estamos un poco hartos de hacer giras larguísimas tocando por todas partes. Nos hemos centrado en las plazas más importan-tes, y poco a poco iremos visitando otros lugares menos “trascendentales”. No queremos cansarnos y nos apetece ir más despacio que otras veces, que nos hemos dado palizas monumentales.

(A) Centrémonos un poco más en el disco. Mi primera impresión al escucharlo (yo que os sigo desde siempre) fue que su sonido y letras me tras-ladaban un poco a vuestros orígenes ¿Fue algo in-tencionado o un paso más en vuestro camino? A mi personalmente me encanta.

(NM) Hay mucho de eso. Queríamos recuperar la espontaneidad y la mala leche del primer disco, y para eso decidimos dejar de ensayar un mes antes de grabar el disco. Queríamos llegar al estudio sin mecanizar nada y muriéndonos de ganas de tocar. Queríamos ir un poco desbocados, que es como estábamos hace 12 años, je je…

(A) Hablemos “Las Noches de Insomnio”, sin duda un buen ejemplo respecto a lo que comen-taba en la pregunta anterior. Me gustaría que me comentaseis alguna anécdota respecto a su vi-deo, ante todo original. ¿Quién se encargó de él? ¿Cómo surgió la idea? ¿Alguna anécdota?

(NM) El video de “Las noches de insomnio” fue una apuesta bastante radical, porque se lo encar-gamos a Rafael de los Arcos, el batería de Manos de Topo, que es cineasta con estudios y todo, y le pedimos que hiciera un video con la premisa de que nosotros no podíamos salir en él. A mí me ha sorprendido muchísimo, me parece que tiene unas imágenes preciosas que logran crear la mis-ma sensación que pretenden transmitir muchas de estas canciones. El video habla de la mezcla de be-lleza y de angustia que todos sentimos al perder la infancia (y la adolescencia). Es un poco difícil de explicar, mejor es que lo veáis.

(A) ¿Es cierto que Nani es el letrista en “la costi-lla”? Gran tema por cierto.

(NM) Nani ya hace letras desde el primer disco. Casi siempre hay alguna canción con letra suya. Las veces que estamos haciendo una canción bue-na pero que no tiene letra suele pedírsela el muy cabrón. Y al principio siempre me cuesta cantar sus palabras, al principio estoy como perdido e incómodo. Pero luego acabo sintiéndolas como si fueran mías, en el fondo nos parecemos mucho y entiendo siempre lo que quiere decir. “La costilla” me parece la mejor letra que Nani ha hecho, me gusta mucho y hay que tener mucho valor para decir lo que dice en esta canción, es extremada-mente dura.

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(A) Me gustaría hacer mención a las colaboraciones en este disco, bueno, mejor dicho, os dejo a vosotros mismos ese honor. Adelante…

(NM) Hemos repetido con el gran Jimmy García de Eskorzo, que ya tocó una trompeta en el disco anterior. Era imprescindible para que “Las chicas en bikini” acabara como debía, le dijimos “en plan Calexico” y lo clavó…. Y por �n tenemos un pia-no gracias a Raúl Bernal (Jean Paul, Lapido), que también nos hacía falta para “Mar y Cielo”, y nos hacía muchísima ilusión tener un piano y nos ha re-galado uno precioso. Por lo demás el disco ha sido muy Juan Palomo, nos lo hemos guisado y comido casi todo nosotros, y Andrés se ha salido aportando arreglos.

(A) Otro detalle que me ha sorprendido de cara a este disco son las fotos de promoción, la mayoría muy cercanas y entrañables. No es lo mismo que salir en el museo de Ciencias Naturales, pero ¿algo que destacar? No se os ve nada a disgusto en medio del monte.

(NM) Todo lo hemos hecho en familia y con gente que queremos. Las fotos son de Ruth Giraldez, que es amiga de toda la vida. Queríamos algo natural y espontáneo, que captara que nosotros somos eso, amigos, gente que está a gusto junta, no unos mer-cenarios disfrazados con modelitos guapos, que es lo

que parecen el 90% de fotos de grupos que se ven por ahí….

(A) Ya que nos conocemos ya un tiempo, y no me apetece hacer una entrevista fría con tan sólo datos del nuevo disco… me gustaría preguntaros por estos dos años que han pasado desde la última vez. ¿Qué ha sido de cada uno de vosotros musical y personal-mente en este tiempo?

(NM) Estamos más viejos, los que eran padres están tan locos que han repetido, a mí me han contagiado y tengo también un bicho en casa… Nuestras vidas son más complicadas, demasiado a veces (de eso ha-blamos en las canciones, claro), y quizás eso nos hace ser más pasionales en la música que nunca.

(A) Son ya muchos años en la música ¿unos 15 de Niños Mutantes? ¿Cómo se ve eso ahora desde la distancia?

(NM) Alucinando. Nunca pensamos que íbamos a ser un grupo tan longevo, que tanta gente iba a querernos, que nos íbamos a convertir en parte de las vidas de muchas personas, y eso es muy bonito. Y nunca hubiera imaginado que a los 15 años íba-mos a sentirnos mejor que nunca tocando. Eso es rigurosamente cierto, y la clave es que al principio sufríamos demasiado. Sufríamos porque queríamos hacerlo bien. Ahora nos dedicamos a disfrutar, y no

os podéis imaginar cuánto lo hacemos. Es una mara-villa seguir tocando juntos y seguir entendiéndonos tan bien como lo hacemos.

(A) ¿Cuáles son vuestros proyectos en estos momen-tos?

(NM) Llevar este disco lo más lejos posible. Como siempre.

(A) Bueno, y ya para terminar, otra pregunta ya clásica. Siempre me gusta acabar con alguna reco-mendación musical por vuestra parte ¿Qué estáis escuchando en estos momentos? Un momento… tengo una mejor ¿qué lleváis ahora mismo en el co-che? Espero que no sea todavía aquel cd (¿o cinta?) de gasolinera de Raphael...

(NM) Ahora estamos alucinando con algo inespe-rado, el último disco de Kasabian. Nos ha gustado mucho estos años lo que han ido haciendo Band of Horses y The Shins. Y nos ha dado por Triana.

(A) En fin, ha sido un placer, gracias por todo y bue-na suerte con el nuevo álbum.

(NM) Igualmente. Un abrazo

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DO IT YOURSELF

Noche DIY, 15 de Mayo en la sala 12 y Medio.¿Para qué conformarte con una cosa cuando puedes tener muchas? Pongámonos en situación, llega un sábado por la noche, el 15 de Mayo y te apetece hacer algo diferente. Miras a ver que hay y resulta que tienes varios conciertos en el 12 y medio (cosa nada rara después teniendo los Microsonidos) Sin embargo… ¿Y si además de los conciertos tienes arte en vivo, golosinas, djs, puestos con fanzines, discos, maquetas, etc.?

Pues eso, que pasa a ser algo para no poner excusas y al menos… vivirlo: DO IT YOURSELF, why not? Los conciertos serán los siguientes:

Fur Hood (Glasgow) http://www.myspace.com/furhood Los lagos de Hinault (Madrid) http://www.myspace.com/loslagosdehinault Sector de Agitadas (Madrid) http://www.myspace.com/sectordeagitadas Los Alambres (Murcia) http://www.myspace.com/losalambres

Además de acciones artísticas como pintura, proyecciones de cortos y audiovisuales, LAS MI-RINDAS haciendo collages en un lado del escenario para poder verlas como trabajan, bizcochos, golosinas múltiples, discos, fanzines…

En cuanto a los djs pincharán dj Pequeñoburgués, Exploding Nísperos Inevitable y Suzukid.

Y alguno se preguntará… ¿Y por qué Alicia le da tanto bombo a este tema cuando no lo hemos visto por ningún lado? Pues precisamente por eso, porque el colectivo que lo ha organizado se llama Suena Imposible, es totalmente independiente, y dando guerra están intentando (y consi-guiendo) organizar cosillas, editar CD-R, vinilos y agitar un poco las noches murcianas. ¿Cómo no vamos a ayudarles? Siguiendo sus propias palabras… “Murcia debe ser Marciana”.

Por: Alicia Rico Forte

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Fur Hood (Glasgow) Los lagos de Hinault (Madrid)

Los Alambres (Murcia) Sector de Agitadas (Madrid)

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La solución en el próximo número

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Gizmo estuvo allí.El pasado día 30 de marzo celebramos el segundo aniver-sario de nuestro querido retoño “La Palanca de Cambio”. Una opípara cena en “La Terraza”, restaurante aguileño cerquita del puerto donde ponen unas frituras de pescao que ni te cuento…

La convocatoria fue bastante exitosa, estando allí un nu-meroso grupo de colaboradores. Éramos los que estábamos pero no estábamos los que somos. Es difícil congregar a todos, más aún teniendo en cuenta cómo crece el número. Y que siga. No obstante, a pesar de las bajas, la cena trans-curría amena. Quizá algo obtusa, al principio, sobrando aire alrededor y faltando transparencia. Cosas de cada uno y su carácter, mucha timidez y prudencia. Los artistas son así, gente introspectiva y ensimismada, con mucha vida in-terior y tenues lazos de conexión con el (agresivo) mundo exterior.

En esto que una voz tomó las riendas de la situación. Ca-ballo difícil de domar, el de la poquedad. Las cervezas ayu-daban, pero no eran necesarias, pues nuestro protagonis-ta no necesita de brebajes ni dopajes para destacar: es así de serie, el muy perro. Rompió los hilos de la situación, del saber estar expectante, del simplemente �gurar. Así la cena discurría entre chascarrillos y ocurrencias, chirigotas

e historietas acerca de esto y de aquello. Y muchas risas y miradas cómplices, de empatía y alabanza o simples risas, del placer de disfrutar. Y disfrutamos mucho, que de eso se trataba. Y se habló de todo, de lo mundano y lo divino, de injusticias e inmundicias. Y mucha, mucha frikada…

Se habló de cultura e incultura, también de subcultura, nuestra preferida. Y llegamos a los gremlins y surgió la apuesta. Nuestra luciérnaga sostenía que la produjo Spiel-berg y unos cuantos otros que no. Perdimos, por supuesto. Sirva esta misiva para pagar la deuda y dar por saldada la apuesta. Gremlins fue producida por Steven Spielberg, amigo Cristobal. Ganaste.

Y así transcurrió la cena, y así se convirtió Cristóbal en nuestro Gizmo particular. Bebiendo y riendo hasta el har-tar. Luego pasó lo que pasó, bebió y comió pasadas las doce y se convirtió en un mogway malo, le nació cresta y se fue a hacer de las suyas no se sabe bien a dónde. La putada es que los demás no evolucionamos, y seguimos pasando la noche como sosos y dulces mogwais de metabolismo relajado…

Fue una buena cena aquella del aniversario… Este verano otra, ¿no?

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El ojo observador.Persépolis.Ramón Zaragoza Rondán.

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BARRIO LEJANO, de Jiro TaniguchiJiro Taniguchi es uno de los creadores de cómic japonés más importantes de la actualidad. El manga, estigmatizado por sus ignorantes detractores, tiene en este autor a uno de sus mayores exponentes. A la altura de los grandes. Ahora la editorial Ponent Mon lo reedita en un solo tomo. Cuenta la historia de Hiroshi Nakahara, el cual vuelve a la ado-lescencia en una especie de ensoñación, algo mágico inexplicado (no es necesario hacerlo) pero con su edad mental intacta. Lo cual da lugar a una serie de situacio-nes bastante verosímiles y también, en otro contexto, re�exivas. El autor medi-ta sobre la juventud, sobre lo que con-lleva crecer y lidiar con lo positivo y lo negativo de la adolescencia. Por un lado Hiroshi, el protagonista, comprueba que su madurez le da rentas para mejorar sus notas y convertirse en un alumno desta-cado en clase, para ser un atleta excepcio-nal, dado su nuevo y poderoso cuerpo, o para enamorar a la chica más popular del instituto. En ese sentido todo mejora para el adolescente Hiroshi. Por otro lado descubre que la vida de sus padres no es tan fácil. Ese es el punto que le da a esta obra la profundidad que la convierte en

una de las esenciales de Taniguchi. Des-cubriendo lo que mueve a sus padres, co-nociéndolos con la mirada adulta, descu-brirá cosas muy importantes de su pasado y le servirá para mirar adelante y conocer su presente. Y mejorarlo, que es de lo que se trata.

En el apartado grá�co Taniguchi es ana-líticamente detallista. Un estilo neutro, con los paisajes y fondos muy realistas, sin línea sensible ni connotada, mera-mente explicativa. Se puede decir que, en su caso, el dibujo se pone al servicio de la historia, sin darle huecos de protagonis-mo. Es un dibujo tan cuidado, detallado y bueno que pasa absolutamente desaper-cibido.

Jiro Taniguchi tiene obras soberbias, como El almanaque de mi padre o El olmo del Caúcaso. Un artesano del cómic, del manga, que sin hacer ruido va constru-yéndose poco a poco su lugar en el olim-po de los grandes. Aquellos que ocupan el primer escalón.

María Treize

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DISECCIÓN A LA TELEVISIÓNPor Dani Marco

Llegó el apagón analógico y con él la televisión tal y como la conocíamos…Se acabó ver la pantalla con nieve y las cartas de ajuste, ya sólo quedarán como diseño retro de ca-misetas fashion.Llega el momento de la High De�nition, para todos aquellos privilegiados que gocen en sus hogares de televisores panorámicos claro, los que nos resisti-mos a desechar un aparato que aún funciona, o se nos corta la imagen por los extremos o se reduce. El progreso y el consumismo son unos amantes imposible de separar…La era digital, lo virtual también ha llegado para la tele y me pregunto si esa mejoría en la calidad de imagen y sonido va pareja a una mejoría en los contenidos (intenten contener la risa por favor).Lo cierto es que no soy el más indicado para hablar de la programación, veo unos pocos programas y series muy determinados (españolas ¡no gracias! Si voy a gastar mi tiempo pido un mínimo de cali-dad), así que no estoy al día pero la franja horaria de la tarde clama al cielo.Que la Cadena Aburrida entrevista a “La Campa”, pues La Cadena Amiga contraprograma con algo de “La Esteban”, lo que sea, da igual, lo mismo vale que se va a separar (ahora de verdad que sí) de su marido o de su última operación o de las bragas que se ha comprado. Da igual, “La Esteban” ven-de apareciendo solo en pantalla sin tener que abrir la boca, solo torciéndola y poniendo los ojos en blanco ya sube la audiencia. Es por eso que pongas cuando pongas Telecinco está ella, omnipresente, en Sálvame, Sálvame Deluxe o Sálvame del Baile, donde se menea como un tronco para deleite del personal (otra cosa no, pero cómo nos gusta ver a otros ponerse en ridículo, eh?). ¿Para qué se iban a emitir por las tardes contenidos para los niños como Barrio Sésamo? ¿Se acuerdan qué tiempos? Si Jorge Javier es más chispeante que Epi y Blas

juntos y “La Esteban”, antes la rana Gustavo trans-mutada ahora en Peggy tiene más gracietas que Tri-ki. Añádanle a los tronistas y Gran Hermano y ya tienen la programación básica de la cadena. Hace pocos días Gran Hermano fue designado como el mejor programa de la historia de Telecinco, eso lo dice todo, una gran cadena… de water.Pero es que Cuatro empieza a seguir su estela, algo que nunca me hubiera imaginado. Dan una ima-gen poco seria cuando pasan a otro día la última temporada de la serie de la década, “Perdidos”, o sobretodo si cambian la hora sin apenas aviso para poner en su lugar realities que empiezan a oler a inodoro. No se lo pierdan, Samanta Villar se des-pelota (te lo juro por la Hello Kitty), lo del porno era una metida, pero ahora sí, que va a pasar 21 días en plan naturista, como Avatar ha puesto de moda el rollo de la unión con la naturaleza y tal, pues a aprovechar el tirón. Pero aviso, le difumi-nan los pechis, eso sí…La guinda del pastel son los Call TV, timos cla-morosos que deberían estar prohibidos y que pro-liferan en las cadenas públicas. Algunas de las lla-madas son falsas, sin embargo son las que sirven de gancho para que los incautos, los crédulos o las personas mayores caigan en la trampa y apro-vecharse de la necesidad de la gente, atravesando como estamos tiempos tan difíciles, es inmoral y debería ser ilegal.La TDT nos ha traído una imagen más limpia, más de�nida, un sonido de mayor calidad, pronto llegará también el 3D, pero por mucho que lim-pies y adornes la basura, sigue siendo basura, lo mires en 2 o en 3 dimensiones.Al �nal va a resultar cierto que es preferible coger un libro, ya no me parece algo propio de literatos esnobs desconectados del devenir de la sociedad, es recomendable aunque solo sea por salud mental.

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LA RATONERA Texto: Cristóbal MartínezIlustración: Dani Marco

Los paneles luminosos del aeropuerto estaban tan locos como las azafatas de los mostradores de las compañías de las aerolíneas. Miraban sus monitores y ponían caras muy raras ante la mirada encolerizada del pasajero de turno. El caos corría divertido jugando y tirando por el suelo las cientos de maletas de los amontonados y despojados pro-pietarios que resoplaban en su rincón cada cual a su mane-ra. Los ejecutivos le gritaban a sus incompetentes móviles los cuales aceptaban la culpa y demostraban sumisión a su dueño. Por las puertas de acceso sigue entrando gente. Cada vez más gente. Al entrar, miran asombrados las instalacio-nes como el que entra en una catedral gótica. Los viejos del lugar bostezan desde sus bancos acolchados analizan-do a los jóvenes reclutas que van des�lando por la puerta del caótico cuartel. Las preguntas educadas y tímidas a los entendidos y experimentados transeúntes picotean el aire. Un insulto lejano es rápidamente contestado por otro más gordo y más sonoro. El alboroto provocado ameniza e in-terrumpe las largas horas de miradas perpetuas y �jas a los alocados dibujos del suelo. Como un vapor desorientado, las voces se alejan poco a poco en el horizonte apagando la furtiva diversión. Por esta vez, las manos se quedan escon-didas en sus fundas de pantalón. Todo el mundo ha perdi-do algo y eso crea una tristeza en el ambiente que hasta un perro que no espera nada de esta vida, se queda cabeceando a los pies de su dueño. Un hombre uniformado de azul y blanco cruza la desolada escena. Parece tener algo que los

demás no tienen. Intenta pasar desapercibido y se quita la gorra en forma de plato que lleva en la cabeza. Al verlo, los zombis más cercanos quieren arrancarle la información que pueda portar a base de manoseadas. No tarda la horda en abalanzarse sobre él y arrancarle la dignidad y el deco-ro de persona a golpe de amenazas e insultos. Una puerta secreta se abre y unos brazos como tentáculos de pulpo ab-sorben al desgraciado hacia estancias más seguras. La ma-nada se queda desorientada de nuevo. Buscan en el aire por si queda algo del olor del uniformado. Los más avispados golpean la puerta que vuelve a ser secreta. El llanto de un niño a lo lejos es contestado por los ladridos de un perro y quedan empates. El sol se pone de�nitivamente por los cristales del aeropuerto. La noche, que lleva mucho rato escondida viendo la escena, se frota las manos.Los tenderos cierran sus acatarradas persianas y se dispo-nen a marcharse. Alguien los increpa por desobediencia a las normas de la caridad y el amparo de los más necesi-tados. Ponen el cierre y el consiguiente cartel de cerrado. Aprietan el culo para provocar un aumento en la velocidad de la marcha que los ha de llevar lejos de aquel in�erno. El aroma del café se convierte en un espejismo que muchos creen oler por todas partes. Unas voces entrecortadas piden desconsoladas algo de agua para los más débiles. Los que tienen no dan por miedo a tener que pedir ellos mismos más tarde. Los que no tienen tampoco les darían por el maldito orgullo de los pobres. No tarda en anidar en el

aire la descon�anza y las miradas suspicaces. Un estómago se decide a confesar lo que piensa realmente de todo este asunto. No tardan en aparecer otros delatores. Dos patadas enérgicas deciden el combate mantenido largo rato entre un pasajero que se ha quitado la chaqueta y la máquina expendedora de comida embolsada. Ahora son dos niños los que lloran al fondo de la enorme sala. El perro aguanta con sus ladridos el desafío.Nunca se puede esperar uno que le pase por la cabeza ase-sinar a alguien. En este caso a varios al mismo tiempo. Las conjuras de venganza a�oran entre los nidos de campa-mento que la gente va formando entre las maletas. Surgen delicados círculos. Triángulos imposibles. Líneas estrella-das con remaches rematados en crucería. Desde lo alto se diría una constelación de cuerpos humanos que terminan en fantástica nebulosa. El techo del aeropuerto parece des-cender para arropar a las criaturas que se han acurrucado debajo de sus estructuras futuristas. Los que duermen no piensan y eso es un alivio para sus ansias de venganza. Los despiertos velan por su seguridad como los vigilantes soli-tarios de los campamentos amenazados por enemigos crue-les que acechan en la noche. Las malas posturas y los dis-gustos acumulados del despiadado día, traen rápidamente a la gran sala los sonidos inconfundibles de los ronquidos humanos. La noche ha salido un momento para atender una urgen-cia y detiene el tiempo hasta que vuelva. Por lo tanto se

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deben añadir tres o cuatro horas más de lo acostumbrado en situaciones normales. Los quejidos, y sus hermanos mayores, los sus-piros, salpican la estancia como pinceladas de un cuadro impresionista. Al menos se respeta cortésmente el descanso de los ve-cinos. Sólo el hambre rompe esa �cticia ar-monía. Los estómagos hacen apuestas con los corazones para ver quién está más vacío. La luz amarillenta de los inertes paneles, ilumina a los discípulos que yacen desam-parados a sus pies.Dice la siempre oculta radio, que los go-biernos han decidido intervenir por �n y eso crea más zozobra en los ánimos de los desterrados. Algunos los añaden a su ne-fasta lista de venganzas confeccionada en la eterna y rumiadora noche. Otros miran al cielo temiendo por su seguridad. El sol pone un poco de luz en todo esto. La mis-ma radio que minutos antes daba esperan-zas de salvación, coloca ahora rápidamente una nube en medio para que nadie abando-ne el barco de la desesperación.Con el alba llegan antes los periódicos que la comida. La gente se despereza como gal-gos distraídos y los egoístas niños piden lo suyo a base de agudos gritos. Los varones de la tribu se dirigen a los mostradores para continuar la reclamación que dejaron pen-diente la tarde anterior. Una tormenta de números alocados enciende los paneles que cuelgan de las paredes. El perro que ladraba por la noche se ha meado en la maleta de una señora mayor que no se ha percatado del alivio del can. Por todas partes huele a roce continuado de camisa con axila húme-da. Las azafatas de los mostradores se hacen las remolonas ante lo que les espera fuera de la

protección del mostrador. Un señor con un periódico se acalora consigo mismo y abo-fetea dos veces la página que está leyendo. Las tiendas de comida del aeropuerto hacen su agosto, su septiembre y su octubre. Un señor de avanzada edad se mira los bolsillos para ver si pueden comer algo aunque sea del mes de noviembre. Saca la mano y mira primero a su mujer y luego al panel lumi-noso que tiene enfrente. Se hace el distraí-do para disimular el hambre. Iban a visitar a su hija recién dada a luz y les ha visitado a ellos la penuria. Se avisa por megafonía la salida inminen-te de un avión que puede volar. Los me-jores trajes y vestidos se dirigen a la puerta de embarque que se indica en el panel. El murmullo de los pobres parece más un la-mento de los muertos. Parece ser que los aviones más caros sí pueden atravesar la infranqueable barrera de ceniza volcánica. Los adinerados se tapan los oídos con el egoísmo y aceleran el paso hacia la libertad. Una señora sonríe entre nerviosa y aliviada por salir para siempre de aquel espantoso sitio.

El panel vuelve a colocar el cartel de no hay billetes. Los vuelos se suspenden hasta nuevo aviso. El señor del periódico vuelve a abofetear las páginas y comenta que va para largo. Mínimo unos días. La gente se pelea por los rincones más cómodos para pasar otra noche.Quisimos tocar el cielo y se nos quemaron las alas.

LECTURAS Y ESCRITURASCoincidiendo con el 23 de abril, Día del Libro, me puse a re�exionar sobre lo que signi�ca leer y escribir. Algo tan básico como es la escritura ha sido a lo largo del tiempo un privilegio de unos pocos. Pero no nos engañemos: lo sigue siendo. Los datos hablan por sí mismos: dos tercios de los españoles no han leído un solo li-bro en este último año; la media del tercio que lee es de 18 libros al año. Es decir que la mayoría no lee y los que leen, lo hacen mucho. Claro, uno no deja de inquietarse ante la perspectiva de que cuando lean los que faltan esta península se va a convertir en el paraíso de los superdotados y de la “inteligentsia” mundial. Pero hasta que llegue ese glorioso día…Escribir supone un acto intelectual que permite tener una memoria in�nita y al mismo tiempo romper los límites espa-cio-temporales. Yo puedo escribir cual-quier cosa y saber que un señor dentro de doscientos años en Sumatra puede leer un producto de mi actividad cerebral. Aunque en verdad los seres humanos no cuidamos la calidad de ese mensaje, tal vez por que no hay nada que decir. ¿O tal vez sí?La escritura nace en Mesopotamia hacia el 3.500 a. C. . Y los primeros escritos ¿sa-béis que eran? Tablillas de arcilla que enu-meraban que fulano o mengano de tal ha-

bía dado al templo una cifra determinada de trigo. Estaba claro que la escritura iba a ser un instrumento del poder reservado a unos pocos. Los misterios de la religión y las hazañas de los grandes guerreros se-rán otros temas que serán registrados por esta técnica humana.Las civilizaciones griegas y romanas nos enseñarán a que leer puede ser divertido y que escribir puede ser una actividad ori-ginal. Es el nacimiento de la Literatura, la Historia, la Filosofía… Tal vez un período donde todavía decir algo y escribirlo tenía sentido. Existe una verdadera ansia por comunicar: en papiro o en pergamino. Pero también en las paredes como apare-ce en los muros de las casas pompeyanas, precursores de los actuales “gra�ttis”.La irrupción del cristianismo y durante la Edad Media supuso que la escritura que-dó reducida a los monasterios. Los mon-jes dibujaban más que escribían. Sólo una selecta casta sacerdotal sabía interpretar lo que decían los textos sagrados (tal vez 200 hombres en Europa en torno al año 1000). Esa ignorancia pudo suponer que muchas obras de la antigüedad se salva-ran de una censura atroz.La Edad Media también supuso un cam-bio en el formato del libro tal y como se concebía en la Antigüedad: del paso de un rollo a una serie de folios cuarteados

Texto: Gerardo Mora RubioIlustración: José Solano

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mediante hojas individuales. Poco a poco el libro se va haciendo un objeto cada vez más personal cuyo �n es el de un mensaje más personal entre el que escribe y el que inter-preta (lector).La invención de la imprenta por Juan de Guttemberg se tradujo en una verdadera re-volución intelectual que marca a Occidente en nuestros días: pasar del Libro a ser una cultura de los libros. Todo el mundo pue-de tener acceso a cualquier pensamiento y eso provocó que los poderes políticos y reli-giosos establecieran mecanismos de censura y que castigaran con la muerte a aquellos creadores de ideas. Y destaco esto, porque escribir siempre ha sido una actividad pe-ligrosa que le ha costado la vida a la gente. Por eso me indigna que cualquier persona minusvalore la actividad de un escritor, así como también a aquellos escritores tan da-dos a escribir prolí�camente sin saber que han escrito. Escribir siempre ha sido una actividad sub-versiva. En una sociedad sobre la que reina la cultura de masas la escritura y la lectura se ha trivializado. Una pared blanca, una folio o un móvil son una invitación para escribir. Una técnica que siempre había sido unos pocos se ha universalizado en tanto que las necesidades de la sociedad industrial así lo demandan. Pero ya dije que la escritura es una técnica que requiere una capacidad in-telectual que no la veo cuando un adoles-cente poligonero escribe a su “churri” para quedar a las once de la noche. La cultura de masas funciona mejor como mercado que como receptor de conocimientos. Los po-deres políticos y mediáticos saben que en el siglo XXI hay una manera de establecer una censura mucho más efectiva que la de siglos

anteriores. Es lo que Ignaci Ramonet cono-ce como bombardeo informativo, es decir, sobresaturar al individuo de información innecesaria de tal manera de que no pueda discernir lo importante y lo que no. Eso ha dado lugar a que el individuo crea que sin leer está perfectamente informado de todo, porque como ve la TV. La escritura como creación y como forma de escandalizar con-ciencias desaparece. En su lugar el motivo de la escritura es algo funcional que no tiene ningún �n en sí misma.Al mismo tiempo la lectura se transforma. Es increíble como sociólogos defensores de causas imposibles indican que los ado-lescentes son los ciudadanos que más leen de todas las épocas porque leen mensajes de móviles y revistas. Es lo que han venido a llamar “generación pantalla” puesto que co-nocen el mundo a través del TV, se divierten con una consola, se comunican con móvil o se relacionan a través de ordenadores. El problema no es tanto si leen, sino si lo que leen ¿lo comprenden o les ocasiona alguna actividad cerebral más que la del puro hedo-nismo de beber?Al mismo tiempo me pregunto que va a ser de los libros. Está en marcha un cambio en el formato de los libros en la que intuyo otra revolución cultural: la llegada del e-book o libro electrónico. Ante esto me encuentro con sentimientos encontrados: ¿echaré en falta el placer de dar la vuelta a la página o me convertiré en un acérrimo ecologista defendiendo el nuevo formato? Y la más im-portante ¿por qué se quiere que el e-book sea el formato del futuro?Buenas noches y buena suerte

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La calle está desierta, vacía, nadie se cruza ante la mirada inocente que arrastra mi vida, me encuentro con un coche, parece anclado, agarrado al asfalto, le faltan las cuatro ruedas, algunos cristales, las cicatrices le rodean, el óxido le invade, le atrapa, muestra la belleza de su vida en movimiento, azotado por el viento, la lluvia, el rastro del roce de otros autos como uñas recién pintadas, dibujan la expresión de su verdadero rostro. Parece subido como en un podio, ocupando el primer lugar en la entrada de la calle, permanece en la sombra, estancando pero nadie lo puede mover, sigue ahí, continúa un camino sin ruedas, un camino que el tiempo lo irá modi�cando. Hombres apoyados conversando al atardecer, algún niño jugará en sus entrañas, alguien le quitará el polvo en una parada furtiva, refugio para los amigos de la calle, almas que caminan sin rumbo por aceras cercanas, para los viajeros sin maletas en noches de frío. Es como un señor, su presencia es solemne pero libre de cualquier ostentación, tiene una apariencia sencilla, te impone respeto, admiración, sosiego. Cuantas historias habrá vivido en esos asientos traseros, cuantos besos, abrazos, te quiero, cuantas pensamientos, llantos, sorpresas, ner-vios, alegrías, desesperanzas. Que lejos está la velocidad que en una época acarició su ca-rrocería, que bellos paseos por el malecón donde el aire movía los cabellos de los amantes agarrados de la mano, sin que el conductor se diera cuenta. Miradas intermitentes tras el espejo delantero, muchos viajes soñados se hicieron, cumplieron el deseo de sus ocupan-tes, la gente que abrió sus puertas, manos que acariciaron sus curvas mientras despedías a un amigo, una espera, un punto de referencia en la cena de anoche. Admiro sus ricos colores, miles de capas cubren su piel oxidada, me embriaga la belleza de sus chapas, las formas redondas, adosadas, le dan un aire más sensual, delicado, es una máquina, un carro, un Chevrolet del 53. Me gusta el aire que circula entre ventana y ventana abierto al mundo y a la nada.Quisiera reparar los arañazos de sus viejas chapas, quisiera colocar las cuatro ruedas y poner en marcha el corazón de este país detenido en el tiempo. Coger velocidad, sentir nuevamente el viento en mi cara, disfrutar desde sus ventanas el paisaje verde y llegar a la orilla de mi playa.Ahora tras el cristal de mi ventana, encuadro su posición, encajo su dibujo sobre el lien-zo, comienzo a lanzar los primeros colores, reservo las zonas oxidadas utilizando el rojo inglés, un color elegante y sutil. En unos minutos sin darme cuenta avanza la composi-ción por un camino de color, la trementina penetra entre los hilos, se hunde, quema la tela, la destruye y la construye al mismo tiempo, tengo ante mí el cuadro soñado.

LA KLLEDiario de un verano en La Habana 7

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COSAS DE NIÑOS

En esta nueva sección intentaré demostrar, mediante ejemplos reales, que las cosas que nos suceden en la infancia nos marcan irremediablemente, moldeando nuestra personalidad, actuando como parámetros donde se enmarcan nuestros valores, ideales e incluso nuestros sentimientos. Y que esas experiencias, a veces negativas, a veces positivas, las utilizaremos como modelos com-parativos ante nuevas situaciones, de tal forma que actuaremos conforme a lo aprendido en la infancia.

Historia nº 1: Cuando tenía seis años mi abuela me llevó al hospital para po-nerme la vacuna de la Triple Vírica. Tuve que ir al hospital por-que el día que vinieron al colegio a ponerla, yo estaba enferma en casa.He de decir que por aquel entonces tenía un pavor irracional a las agujas y que berreaba y pataleaba cada vez que un médico se acercaba a mí, por eso mi abuela, adelantando acontecimientos me prometió comprarme chuches si me portaba bien, y yo acep-té.Cuando llegamos, la sala de vacunación estaba llena de niños, al-gunos sentados en camillas, unos pocos lloriqueando tras haber-se sometido a la temida inyección y otros abrazados a sus madres con caras de miedo. Aquella imagen se ha quedado impresa en mi memoria, que con el paso del tiempo la ha ido deformando hasta llegar a parecerse a una escena de Mauthausen.Ante aquella estampa yo empecé a ponerme nerviosa y poco a poco fueron brotando las lágrimas; le pedí a mi abuela que no me pusieran la vacuna, “¡vámonos Tanta! ¡No quiero!”, empe-cé a gritar, y mi abuela, mientras me llevaba a rastras hacia la camilla, intentaba tranquilizarme, pero yo ya había entrado en una espiral de pánico…comencé a agarrarme a la blusa de mi abuela y a gritar como una descosida, hasta que la blusa cedió y se desgarró. Mi abuela, roja como un tomate pedía ayuda a las enfermeras y al médico, que con cara de susto se excusaba diciendo que le dolía el brazo.

Finalmente acabé sentada en la camilla y la enfermera y el mé-dico consiguieron tranquilizarme, hablándome de lo rápido que iba a ser y de lo importante que era para mi salud (cosa que deberían haber hecho al principio). Yo, que era una niña ansio-sa, pero sobradamente lista, comprendí que no había opción, que había perdido esa batalla de todas todas, porque viendo la cara de apuro de mi abuela ni se me ocurrió preguntar por las chuches…

Lo he superado, ya no tengo pánico a las agujas, aunque en mi día a día me cuesta una barbaridad controlar la ansiedad y con-servo ese sentimiento de culpa cuando no hago lo que se espera de mi.Cuando eres pequeño/a los mayores esperan que te comportes de cierta manera y no tienen en cuenta que hay situaciones para las que no estábamos preparados, y vaya por donde, esa situación te traumatiza durante años, y no solo eso, sino que castigan tu comportamiento, de tal forma que acabas pensando que te has portado mal, cuando en realidad solo has hecho lo que haría una niña de seis años con pánico a las agujas.El aprendizaje de esta experiencia fue que no se debe tener mie-do a algo que supuestamente te va a doler, da igual que todas las células de tu cuerpo te indiquen ¡PELIGRO!, tú tienes que desechar el miedo, no ponerte nerviosa y relajarte. En realidad, como enseñanza no está mal si alguien te lo “enseñara” correc-tamente, pero como lo aprendes incorrectamente de una expe-riencia traumática, acabas teniendo sentimientos de culpa por no hacer lo que se espera de ti, miedo y ansiedad reprimida cada vez que te enfrentas a una situación que no puedes controlar y al �nal elaboras a tu manera, en tu mente, este mejunje de sentimientos, que en un futuro serán la base de una serie de comportamientos más o menos socialmente aceptados.

Texto: Inmaculada Morosoli Ilustración: Dani Marco

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“El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede expli-car.” Gabriel García Márquez.

“Un buen escritor expresa grandes cosas con peque-ñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.”Ernesto Sábato.

“La escritura es la pintura de la voz.” Voltaire.

“Escribir es recordar, pero leer también es recordar.”Francois Mauriac

“Dos especies de escritores tienen genio: los que pien-san y los que hacen pen-sar.” J. Roox.

“El escritor que con menos palabras pueda dar una sensación exacta es el me-jor.” Pío Baroja.

“La patria del escritor es su lengua.” Francisco Ayala.

“Si deseas ser escritor, es-cribe.” Epicteto.

“Nada escribe aquel cuyos escritos no se leen.” Marcial.

“Todo lo que se escribe es bueno, salvo aquello que aburre.” Voltaire.

CITAS: Escritores.Por Fco. Zaragoza Rondán.

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