Ultratumba Nº22

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Nº22 de la revista Ultratumba de Javier Herce

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El ansiado invierno ya está aquí. Mi estación preferida del año viene llena de inspiración y de material in-teresante. Decidí hacer este número doble (diciembre/enero) por falta de tiempo para maquetar. Desde aquí pidodisculpas y os doy las gracias por vuestra paciencia.

Este enero también estamos de celebración, ya que Ultratumba cumple dos años de no-vida. Parce que fueayer cuando esta revista era solo un proyecto, un sueño dentro de la imaginación de un escritor loco que un día dijo:“Venga, voy a hacerlo ahora”. Muchos recuerdos, mucha gente interesante que ha pasado por aquí y que he cono-cido, colaboradores de lujo, entrevistas a gente que jamás habría soñado con entrevistar] Ultratumba aún es muyjoven y sigue creciendo mes a mes. Desde aquí una vez más os doy las gracias por vuestro apoyo, ya que ese cre-cimiento es la consecuencia de que sigáis ahí.

Para celebrar el segundo aniversario tenemos una Chica Ultratumba de excepción. He estado meses detrásde ella para conseguirlo, puesto que era muy reacia a dejarse fotografiar. Mirari Bueno es alguien muy importantedentro de la cultura gótica española, y para mí es todo un lujo tenerla en la revista, después de varias colaboracionesque espero que sigan continuando. El reportaje de fotos que le hice en el parque del Retiro, en Madrid, es uno delos más naturales y hermosos que he hecho hasta ahora, o al menos yo lo veo así. La culpa de esto la tiene ella,con su actitud de dama oscura. Un honor tener a Mirari.

El invierno comienza y vamos a aprovechar los meses de frío para leer al lado del radiador, la estufa o lachimenea. Lo importante es que leáis y mantengáis vivo el espíritu de la literatura gótica y de terror.

Muchas gracias a todos, y feliz cumpleaños, Ultratumba.

Javier Herce.

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El pasado mes de noviembre tuvo lugar una nueva cita con el White Trash, la fiesta

más divertida del momento, organizada por Jorge Rara Avis, Jacq The Rimmel y Alex Swamp-

man. En esta ocasión se celebró una noche muy especial dedicada a uno de los clásicos

trash de los 80: la película Porky’s. Los que hayan vivido esa época y Porky’s haya significado

algo para ellos, aparte de ser simpatizantes de Ultratumba, tienen el perfecto espítitu White

Trash. Para lo que no hayan vivido los 80 y esta película tampoco signifique algo... Vamos,

es que no la han visto...

Para celebrar la noche Porky’s se les ocurrió a los chicos del White Trash preparar una

competición de perritos calientes. El que más cantidad fuera capaz de comer, ganaba. Tres

fueron los atrevidos que sufrieron llenando su estómagos de esta comida tan típicamente

americana.

Aquí tenéis las fotos de la noche más divertida de los últimos meses. En diciembre el

White Trash descansó y este mes de enero habrá una nueva cita. Será el próximo diecinueve

en el sitio de costumbre, la sala Triskel, en la calle San Vicente Ferrer.

Para más información, visitad la web www.raraavisstore.com. Allí podéis escribir a los

chicos de Rara Avis para enteraros de todo.

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Autor: Alejandro CastroguerEditorial: AlmuzaraAño de publicación: 2010Género: TerrorPáginas: 400

A mediados de diciembre de2009, los primeros asesinatos de Hor-nachuelos saltan a los titulares de losperiódicos y de los telediarios. Aunqueen un principio el Gobierno lanza unacortina de humo en torno a la violenciade los ataques que rozan el caniba-lismo, la Crisis de la Doble Muerte es-talla en toda Andalucía sin que nadiesepa responder con la suficiente rapi-dez.

Febrero de 2010. La crisiseconómica mundial apenas puededisimular la gravedad de lo ocurri-do en Andalucía en el plazo del últi-mo mes. Se barajan varias hipóte-sis como desencadenantes de la re-surrección de la carne, pero lo ciertoes que el Hambre ha cundido por las8 provincias.

La Guerra de la Doble Muertees la historia de Judith, Salvador yJonás, la lucha de estos tres resucita-dos que, habiendo perdido la prácticatotalidad de sus recuerdos, se en-frentan a un mundo que no entiendeny del que habrán de huir aunque des-conozcan cómo y hacia dónde. Mien-tras tanto la propaganda desplegada

por el ejército español habla de la Ciu-dad Negra como única posibilidad desalvación y de una supuesta cura dela enfermedad.

Todo el mundo sabe que laoleada zombi literaria comenzó conManel Loureiro y Carlos Sisí, curiosa-mente, ambos con trilogías queacabaron hace muy poco, pero, ¿sonellos los únicos que la empezaron?No, unos fueron detrás, justo, justodetrás. Hoy, algunos son muy conoci-dos y encaran proyectos que nadatienen que ver con los zombis, comoJuan de Dios Garduño, y otros siguencon libros de muertos vivientes comoes el caso de Alejandro Castroguer,curiosamente, escritor malagueño(¿recordamos dónde se enmarcan lasaventuras de los protagonistas de laobra de Sisí?) que en su primera no-vela, “La Guerra de la Doble Muerte”,encara a los zombis desde un con-texto español, muy cercano, como lespasa a sus compañeros.

La novela nos habla del apo-calipsis, perdón, del Apocalipsis, enmayúsculas. Y, viendo de qué va ellibro, supongo que nadie se sorpren-derá si digo que lo traen los zombis,¿verdad? A pesar de que no loparezca, “La Guerra de la DobleMuerte” es una novela diferente, conclichés y tópicos, claro, no es algomalo, pero en algún sentido diferente,tanto en prosa como en los hechosque se narran; diferente a otras obrasdel mismo calado, me refiero.

Lo más sorprendente de lanovela son sus protagonistas, bueno,la condición que presentan y de la quepoco puedo hablar sin fastidiar ciertaspartes de la historia, pero la sinopsisdeja bien claro qué son. A partir deahí, iremos conociendo el pasado decada uno de ellos, las razones que losllevaron a ser cómo son, al mismotiempo que nos muestra la forma devivir que tienen ahora, mientrasalrededor se desata el autentico fin delmundo contado en toda su gloria:calles atestadas de muertos, sangre,violencia, disparos, explosiones,cadáveres, coches cortando calles,edificios vacíos, tiendas destrozadas,etc, etc. Un compendio de destrucciónpara el que el autor no escatima es-fuerzos en presentarnos de la mejorde las maneras aunque, a decir ver-dad, no es una prosa fácil, y se hacepesada en ciertos aspectos. Haypasajes realmente pesados de seguir;

más agilidad y fluidez a la historia nole habría venido nada mal, cierta-mente.

También hay escenas algoaburridas, que se enganchan dema-siado a los tópicos y clichés delgénero, cuando la novela es biendiferente a todo esto. De repente, en-tramos en una círculo de “Esto ya lohe vivido” del que se sale pronto, peroque igual de pronto se repite; unapena, porque le resta enteros al resul-tado final del libro.

Un libro donde, igual que lahecatombe zombi está muy bientratada, también se halla equilibradaen cuanto al drama de unos perso-najes perfectamente construidos. Nocuesta encariñarse con los protago-nistas, por ejemplo, o sentir verdaderoasco con algunos de los secundariosy/o antagonistas que hacen lo que seapor sobrevivir, o contener el viruscuando se hace “necesario”.

Se agradece también que lanovela transcurra en paisajes conoci-dos, de nuestra geografía, dejandoclaro que se pueden contar buenashistorias de terror de ámbito nacionalen todos los sentidos. ¡No tenemosnada que envidiar a los de fuera!

“La Guerra de la DobleMuerte” cuenta con grandes ali-cientes: su título, la historia, los pro-tagonistas, escenas dantescas, terror,frustración, degradación. Pero al mis-mo tiempo cojea en cuanto una prosafluida, mantener el nivel de originali-dad y ciertos altibajos que se van ha-ciendo muy comunes conforme llegaun final que podría haber sido mejoraprovechado. Buena novela zombi,aunque no imprescindible.

Lo mejor: Sus protagonistas ysi particular situación.

Lo peor: Prosa poco fluida.Final desaprovechado.

Valoración: 7/10Lola Dark.

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Autor:Juan De Dios GarduñoEditorial: Tyrannosaurus BooksAño de publicación: 2012Género: Terror

Juan de Dios Garduño, elautor de Y pese a todo] nos trasladacon su nueva novela a un psiquiátricode la posguerra española en un emo-tivo relato sobre la crueldad humanaque conjuga drama y terror

El camino de baldosas ama-rillas es la nueva incursión literaria delautor andaluz Juan de Dios Garduño,nombre de referencia en el panoramaactual de la literatura española de te-rror. Con esta novela, Garduño al-canza un nuevo grado de madurezuniendo tragedia y realismo, sen-timiento y horror.

El camino de baldosas ama-rillas de Juan de Dios Garduño sale ala venta el próximo día 5 de diciembrebajo el sello de la editorial Tyranno-saurus Books y viene precedida por eléxito de su anterior novela, Y pese atodo... (Ed. Dolmen), premiada con elPremio Nocte de Terror a la Mejor no-vela de terror nacional en 2011 y de laque se está preparando en USA laadaptación cinematográfica que diri-girá el realizador español MiguelÁngel Vivas (Secuestrados, 2011), yserá producida por Vaca Films yOmbra Films de Jaume Collet-Serra.Actualmente se están mantenien-do conversaciones para la posible

adaptación al cine de El Camino debaldosas amarillas.

Las cosas no son fáciles trasla Guerra Civil. Una fría noche de di-ciembre, el pequeño Torcuato esobligado a abandonar todo aquelloque ama cuando, debido a un desafor-tunado incidente, ingresa en un mani-comio de Valladolid. El único lazo queconservará con su pasado será unviejo libro prestado, El maravillosomago de Oz.

En los siniestros pasillos delpsiquiátrico, Torcuato tendrá quehacer frente a sus propios miedosmientras intenta convivir con los ex-travagantes inquilinos que ahora com-parten su vida. Pero lo que no sabenadie es que en lo más profundo delcentro, el mal ha cobrado forma yaguarda a una nueva víctima.

El camino de baldosas ama-rillas es una emotiva novela del es-critor Juan de Dios Garduño, situadaen la posguerra española, que hablade la crueldad humana y el egoísmo,pero también de la amistad, el amor,el sacrificio y el instinto de superviven-cia. Un retrato de la naturaleza hu-mana al completo envuelto por unespeluznante relato de auténtico ho-rror con ecos victorianos.

“Cuando la amistad y el amorsurgen en un marco de sufrimiento yterror, la oscuridad engendra mons-truos. Monstruos reales. Juan de DiosGarduño esculpe, con cinceles magis-trales, una de las piedras angularesdel panorama de terror español" Car-los Sisí (autor de la trilogía Los Cami-nantes y La hora del mar).

Juan de Dios Garduño nacióen Sevilla en 1980 y actualmente re-side en Córdoba. Tras publicar en2009 su primera novela El Caído (Ed.Entrelíneas), alcanzó el éxito de ven-tas en 2010 con Y pese a todo] (Dol-men Editorial), un original relato de

zombies que tuvo una gran acogidade público y crítica, y que fue galar-donada en a la Mejor novela de terrornacional en 2010 y en 2011 con elPremio Nocte de Terror. En 2011 pu-blicó la antología de relatos de terrorApuntes Macabros (Ed. 23 Esca-lones), prologada por el afamado di-rector de cine Miguel Ángel Vivas.

Ha sido finalista y ganador de certámenes como Libro Andrómeda:Terror cósmico, Monstruos de la razónI y III, Calabazas en el trastero o enTierra de Leyendas VIII. También hapublicado cuentos en multitud de an-tologías, en el Especial Scifiworld:King Kong Solidario, en la desapare-cida Miasma o en Tierras de Acero;asimismo, dos de sus micro relatoshan sido traducidos al francés y publi-cados en la revista Borderline.

Ha escrito prólogos, ha sidoseleccionador de antologías (TabernaEspectral o Antología Z 2, Antología Z3, Ilusionaria I, Ilusionaria II) y juradoen el Premio Internacional de las Edi-toriales Electrónicas. También ha par-ticipado como guionista en el medio-metraje Elmala3ien, y recientementeen el corto Llagas dirigido por MiguelÁngel Font y apadrinado por PacoPlaza (REC1, REC2, REC3), que hasido estrenado en el Festival de CineFantástico de Sitges 2012. Ahoraprepara su tercer cortometraje comoguionista titulado Muñeca Rota.

Sobre Tyrannosaurus Books

Tyrannosaurus Books es unaeditorial independiente fundada en2009 en Barcelona. Sus pilares sesustentan en la publicación de obrasque giran en torno a la ciencia ficción,el terror, la fantasía, el cine indepen-diente, la cultura pop y el under-ground, dando también cabida a lanarrativa pulp y de aire exploitation ya otros géneros populares, a los quedan voz mediante novelas, antologíasde relatos, libros de ensayo, libros in-fantiles o comic books.

www.tyrannosaurus.es

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ISBN: 9781471697494Copyright: Lucas L. Lair (Licencia es-tándar de derechos de autor)Edición: Primera ediciónEditor: LuluPublicado: 4 de julio de 2012Idioma: EspañolPáginas: 268Encuadernación: Tapa blanda pegadoTinta interior: Blanco y negroPeso: 0,46 kgDimensiones (centímetros):14,81 deancho x 20,98 de alto

Todos hemos soñado algunavez con zombis. Sueños inquietantesy angustiosos donde estos terroríficosseres nos persiguen, nos acosan, nosrodean, nos atrapan y finalmente] Eneste punto solemos despertar sobre-saltados y bañados en sudor.

Recién Muertos es una re-copilación de algunas de estas pe-sadillas en forma de originales yemocionantes relatos. ¿Cómo te com-portarías si un día te despertarassiendo un muerto viviente y teobligaran a asistir a tu primera sesiónde Zombis Anónimos? ¿Y si un grupoterrorista decidiera realizar un aten-tado biológico con un nuevo virus enla mina en la que trabajas? ¿Podría unvampiro de la vieja escuela sobrevivira un Apocalipsis Zombi? ¿Y un grupode niños encerrados en su colegio sinpoder contar con la ayuda de los adul-tos? ¿Qué ocurriría si una noble damadel medievo fuera asediada en su pro-pio castillo por una legión de cadá-

veres andantes?Adéntrate en estas páginas

para vivir estas y otras aventuras quete pondrán en la piel de supervivientesy zombis por igual.

Recién Muertos es unproyecto amateur independiente arrancado por algunos autores quehan logrado publicar algunos relatosen otras antologías de este tipo, an-tologías que han tenido bastante éxitode ventas y que han sido muy difundi-das.

Las editoriales suelen retribuira sus autores únicamente con un parde volúmenes de su propia obra,quedándose con todos los derechosde los relatos, además de no informaren absoluto sobre la difusión del libro,que al final es para lo que uno se em-barca en estas aventuras.

Todo esto nos animó a crearnuestra propia antología, con relatospropios y de otros autores que cono-cemos, aunque en algún caso no sededican al genero Z. Algunos eranreacios a este tipo de literatura, perofinamente los convencimos y saca-mos a la venta nuestro primer libro porautoedición en impresión bajo de-manda. Como curiosidad, inclusohemos diseñado nuestra propia por-tada.

A partir de ahí, creamos unacuenta de twitter (@recienmuertos), ytambién un blog (no demasiado con-vencional) de temas "relacionados"con zombis.

(http://recienmuertos.wordpress.com/)

Actualmente está en venta en:

Lulu (papel): w w w . l u l u . c o m / s h o p / l u c a s - l -l a i r / r e c i % C 3 % A 9 n -muertos/paperback/product-20243378.htmlLulu (pdf) :w w w . l u l u . c o m / s h o p / l u c a s - l -lair/reci%C3%A9n-muertos/ebook/prod-uct-20245453.html

La Trastienda Z :http:/ / latrast iendaz.com/novelas-y-g u i a s / 8 7 - r e c i e n - m u e r t o s -9781471697494.html

Amazon (kindle):http://www.amazon.es/Reci%C3%A9n-M u e r t o s - S p a n i s h - E d i t i o n -ebook/dp/B008IV9XCO/ref=sr_1_14?s=books&ie=UTF8&qid=1342948052&sr=1-14

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En estos tiempos dondecualquiera se abre un blog y se hacellamar escritor, hay que luchar muchomás duro para demostrar que no seestá de paso y que un escritor de ver-dad ha venido para quedarse. Ese esel caso de Miguel Aguerralde, que conya cuatro novelas en el mercado afi-anza su carrera literaria, sobre todocon la más reciente Última Parada: LaCasa De Muñecas (23 Escalones),que está cosechando un gran éxitotanto de ventas como de crítica.

Miguel Aguerralde también esun colaborador constante de Ultra-tumba, cosa que se agradece, porquecon sus relatos nos da una calidadextra. También ha participado en lasdos antologías de esta revista, UnHalloween De Ultratumba I y II, y es-pero que siga haciéndolo.

Mientras trabaja en nuevosproyectos, os dejo con esta entrevistaque le he hecho para que le conozcáismejor y os animéis a comprar UltimaParada: La Casa De Muñecas.

JAVIER HERCE: ¿Qué que-

da del autor que publicó hace tres

años Claro De Luna?

MIGUEL AGGUERRALDE:Queda muchísima ilusión y te diríaque aún más ganas de contar histo-rias. Cuando escribí Claro de Lunatenía una gran inseguridad y muchaslimitaciones, no sabía apenas caminaren esto de las letras y todo me re-sultaba intuitivo y azaroso. Con todolo que he aprendido en estos añosgracias a tantos compañeros, influen-cias y a la experiencia adquirida, soyel mismo que escribió Claro de Lunapero con un armamento bastantemejorado.

JH: ¿De dónde viene tu

pasión por la literatura?

MA: En realidad es unapasión que ni yo mismo conocía. Másque al cine o a la literatura me definiríaadicto a la aventura, al suspense y ala emoción, y es a través de esosmedios como he aprendido a vivirla.Ya de pequeño jugaba a imaginar que

a mí o a mis muñecos les ocurríancosas increíbles, me montaba unaspelículas de mucho cuidado. Un díame dio por dibujarlas, después por es-cribirlas y poco a poco por intentarmejorar la forma de contarlas.

JH: ¿Cómo empezaste a es-

cribir?

MA: Como te digo me apa-sionaba imaginar historias, no siemprede terror pero sí cargadas de emocióny aventura, y también me llamabamucho la atención el mundo delcómic. Siempre me gustó dibujar y meanimé a elaborar cómics con las aven-turas que inventaba. Con el tiempo medi cuenta que escribirlas, dibujarlas,entintarlas, colorearlas me resultabademasiado largo y tedioso, malditapereza, y decidí quedarme en elprimer paso, dedicándole más tiempoy atención.

JH: ¿Por qué novela negra

y de terror?

MA: Es una cuestión deafinidad, de gustos. Las historias queme atrapaban como lector de niñotenían que ver con la aventura trepi-dante, con el sobrecogimiento y elalma en vilo. El misterio y las ganasde descubrir al asesino me traían de

cabeza. Cuando ya de mayor encon-tré Seven o El Silencio de losCorderos descubrí que una buenatrama detectivesca puede combinarcon el terror estupendamente.

JH: ¿Dónde encuentras la

inspiración?

MA: De algún modo meapetece internarme en la exploraciónde los diferentes terrores que pululanpor el cine y la literatura. Me gustaríatocar un poco cada palo, desde elvampiro al zombi, pasando por losfantasmas y por el asesino psicópatade nuestros días, siempre enfocán-dolo desde una mirada negra y detec-tivesca. Entonces, mientras mequeden monstruos que abordar, no sesecará mi tintero. El cine, la música,los videojuegos y las novelas me ayu-dan a darle forma y sacar de él algomío.

JH: ¿Qué pueden encontrar

los lectores de Ultratumba en Ul-

tima Parada Casa De Muñecas?

MA: En Última parada: lacasa de muñecas rindo mi pequeñohomenaje a esas películas de terrorpoliciaco que desde Seven a Saw handado un giro brutal al trabajo del de-tective, oscureciendo la labor investi-

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gadora y dotándola de un sentidocrudo y descarnado de realidad. Amenudo leemos en los periódicosatrocidades mayores que las queninguna novela se atrevería a inven-tar, y eso es lo que yo quise hacer coneste libro. Matt el Rojo es un detectivede carne y hueso, real y muy humano.Tiene un trabajo que odia, una hija ala que no entiende y le cae encima uncaso terrible que no sabe solucionar.Espero que los lectores de Ultratumbase animen a conocerle y a acom-pañarle en un viaje terrorífico y creoque apasionante.

JH: ¿Cómo está siendo la

promoción?

MA: La promoción comenzómuy fuerte para aprovechar las fechasde festivales de primavera y verano.Hemos estado en las Ferias del Librode Madrid, Tenerife o Sevilla y se hapresentado la novela en Lanzarote,Bilbao, Barcelona y Las Palmas,además de en la Semana Negra deGijón, el Celsius 232 de Avilés y elFestival de Sitges. No tenemos la ca-pacidad económica ni de convocatoriade editoriales mayores, de maneraque dependemos de redes sociales,publicaciones y prensa para darnos aconocer, lo cuál resulta muy difícilentre tal cantidad de competencia. Lobueno es que puedo decir que Últimaparada: la casa de muñecas puedeahora conseguirse y conocerse encualquier parte de España.

JH: Eres un autor que te

mueves mucho por el territorio es-

pañol tanto en presentaciones

como en festivales. ¿En qué está

ayudando eso a tu carrera literaria?

MA: Beneficia muchísimo enmi caso ya que he trabajado con edi-toriales pequeñas, aunque pujantes, yen algunos casos la única manera deque mis novelas llegasen a las me-jores librerías era llevándolos yo mis-mo a través de las presentaciones.Resulta duro y costoso pero sin dudaes lo que me ha dado a conocer y hahecho que mis novelas se leyeran portoda España.

JH: ¿Qué opinión tienes del

panorama literario de terror en Es-

paña?

MA: Si me hubieras pregun-tado hace sólo un año te hubiera con-testado que le veía una saludexcelente y un futuro aún mejor, perotras estos últimos meses de des-

mesurado empuje digital empiezo atener mis dudas. Estoy convencido devivir una de las épocas más ricas encuanto a literatura de cualquier géneroen castellano, una época donde flore-cen grandes autores y grandes nove-las, un lujo en cuanto a calidad ycantidad. Sin embargo veo que almismo tiempo, o a consecuencia deello, las nuevas tecnologías que de-berían facilitar la explosión de estosautores está devaluando en ciertomodo el acceso a las publicaciones,está llenando librerías reales y vir-tuales de una inasumible cantidad detítulos, no siempre contrastados, y sa-turando de algún modo el mercado.

Me pregunto si tenemos lec-tor para tanto libro, si esta era en laque todo el que tiene teclado y ADSLescribe y publica no está perjudicandoa la calidad media de nuestros traba-jos. Me queda la confianza en que ellector sabrá contrastar y distinguir, lle-gado el caso.

JH: ¿En qué trabajas ahora

mismo?

MA: Ahora mismo estoy termi-nando la primera versión de una no-vela de terror con la que me lo hepasado muy bien. El tema de losmuertos resucitados mediante magianegra me apetecía mucho y he tratadode idear una trama que entremezcleelementos históricos reales con otrosque no lo son tanto y con un caos alu-cinante que estalla en nuestros días.A ver qué tal queda.

JH: ¿Veremos pronto publi-

cada una nueva novela?

MA: Ya se ha concretado, con

una editorial que aún no puedo reve-lar, la publicación de una novela deterror policiaco para mediados de2013. Se trata de una de mis historiasfavoritas, estoy especialmente orgu-lloso de ella y confió en poder dar másnoticias enseguida.

JH: ¿Cómo empezaste a co-

laborar con Ultratumba?

MA: Fue a través de unaamiga como conocí la revista y pudeechar un vistazo a varios de susnúmeros. Quedé enamorado de suformato, de su cuidado y de sus con-tenidos así que no me pensé dosveces escribirles para preguntarles sipodía enviar algún relato. Al parecerles gustaron y es una de las colabora-ciones de las que me siento másorgulloso.

JH: ¿Qué te ha aportado

esta revista?

MA: Colaborar con Ultra-tumba me ha enriquecido de dos man-eras que aprecio igualmente. Enprimer lugar me ha abierto una ven-tana desde la que asomarme alpúblico aficionado al terror, y en se-gundo, me ha dado la posibilidad deexigirme como escritor poniendo aprueba mi capacidad de mejorar enlos relatos.

JH: Muchas gracias por la

entrevista.

MA: Muchas gracias a ti yhasta siempre.

Javier Herce.

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Por tercer año consecutivo convocamos nuestro concurso de relatos de terror. Leed

las bases con atención, ya que han habido pequeños cambios. Recordad que la temática

común de este III Premio es asesinos en serie.

Animaos todos a concursar y empezad a escribir vuestros relatos más terroríficos.

1- Podrán concursar escritores de cualquier nacionalidad o sexo, siempre y cuando

presenten relatos escritos en lengua castellana, inéditos y que nunca hayan sido premiados

en cualquier otro concurso literario o de cualquier tipo. Tampoco serán aceptados relatos

que hayan sido difundidos de ninguna manera, ya sea en publicaciones en papel, internet,

blogs, fanzines o cualquier forma de expresión artística.

2- Cada escritor se hará responsable de los derechos de autor de su texto. La redacción

de Ultratumba no se responsabilizará en ningún momento de la autoría de los relatos pre-

sentados. Cada relato deberá ir acompañado de una declaración de la propia autoría del texto

y la afirmación de haber leído estas bases.

3- La extensión mínima de los relatos será de 1.500 palabras y máxima de 5.000. La

temática obligatoria será Asesinos en serie. Los textos serán enviados vía e-mail en archivo

Word a la siguiente dirección: [email protected]. El asunto del mail será “Con-

curso Ultratumba” y dentro del mail, aparte del archivo adjunto en Word con el relato, se de-

berán remitir los datos personales (nombre, apellidos, edad y lugar de residencia, con

dirección postal), el título de la obra, la declaración de autoría del relato y la afirmación del

conocimiento de estas bases (insertado en el mail, no en archivo adjunto). No se podrá pre-

sentar nadie bajo pseudónimo o nombre artístico.

4- El plazo de envío de relatos finalizará el 30 de junio de 2013 (incluido, hora española).

Bajo ningún concepto se aceptarán relatos enviados fuera de esa fecha.

5- El fallo del concurso se hará público en la revista Ultratumba, en su número de sep-

tiembre de 2013 y los ganadores serán informados mediante mail, a la misma dirección que

usaron para el envío del relato. En su defecto, podrá hacerse público tanto en la página de

Facebook de la revista, como en su Twitter, o en www.javierherce.com.

6- El premio del concurso estará dividido en tres: un primer premio, que recibirá un

lote de tres libros de terror, un segundo premio que recibirá un lote de dos libros de terror, y

un tercer premio, que recibirá un libro de terror. Los relatos también serán publicados en un

libro digital titulado provisionalmente Un Halloween De Ultratumba 3, y que verá la luz durante

el mes de octubre de 2013. En el libro los autores serán libres de modificar su nombre per-

sonal, siempre y cuando sea inédito.

7- El concurso podrá declararse desierto si el equipo organizador lo creyese necesario.

En este caso sería notificado únicamente en la revista Ultratumba en el número de septiembre

de 2012, o en su defecto en la web www.javierherce.com.

8- El jurado del concurso será formado por parte de los colaboradores de la revista Ul-

tratumba. En ningún momento ninguno de ellos mantendrá contacto con los participantes.

Una vez enviado el e-mail con el relato, los concursantes recibirán una única respuesta con-

firmando la recepción de su texto. Después de esto, los autores deberán esperar al fallo del

concurso. Los autores no ganadores del concurso no serán notificados de ninguna manera.

9- Cualquier caso no contemplado en estas bases será resuelto por el equipo de redac-

ción de Ultratumba y notificado por e-mail a la persona o personas afectadas.

10- El no cumplimiento de cualquiera de las bases de este concurso será motivo de

descalificación.

11- La participación en este concurso implica la aceptación de sus bases y el

conocimiento de estas.

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(Prólogo de la novela inéditaPromesas de que algún día .)

En un pueblo llamado Mi-randa, ubicado en los parajes sin iden-tificar del medio oeste, con bosques,ríos y ranchos apartados, el cañón deun rifle asomaba vacilante por la ven-tana sin postigos de una cabañadestartalada.

Gabriel apuntaba el armahacia lo más lejano del camino detierra de la entrada, cubierto por lascopas frondosas de los árboles que seamontonaban a lo largo de la bóvedade todo el bosque. Varios haces deluz, donde billones de motas de polvodanzaban vertiginosas como alocadossaltarines, se colaban por los resqui-cios de las ramas de los árboles comodoradas lanzas torcidas. Debajo seapretaban espinosos arbustos, tanjuntos entre sí que resultaba difícilabrirse paso a través de ellos. Apartedel puntual gorjeo de algún pájaro, elagudo silbido del viento o el repique-teo de las ardillas entre la maleza, nose percibía nada en absoluto.

Una columna de humo negrose alzaba hasta el cielo al otro lado delbosque, quizá el incendio reactivadode alguno de los edificios del pueblo.Para él era una incógnita qué habíasucedido en Miranda más allá de laclaridad de las llamas que se percibíadurante la noche y las explosionesque se habían oído durante los últi-mos cuatro días. Desconocía si que-daban más supervivientes, aunque,según las imágenes que había cap-tado en la televisión el primer día delincidente, no podía invitarse a ser muyoptimista.

Esperaba que Miranda no ter-minara ardiendo hasta los cimientos.No obstante, si así fuese, sin duda al-guna las llamas avanzarían inex-pugnablemente en su dirección y al-canzarían aquel lado del bosque,donde la cabaña resistía, por el mo-mento, la visita de todos aquellos de-monios recién llegados al mundoterrenal.

Octubre caminaba de la manocon el otoño hacia el invierno.Enormes nubes grises se aproxima-

ban rápidamente desde el oeste. Elmal tiempo no tardaría en llegar ––dehecho, ya hacía bastante frío, sobretodo sin calefacción––, y con el maltiempo llegarían las nubes; y con lasnubes, la lluvia; y luego vendría la tor-menta]

Gabriel esperaba que a con-tinuación llegase la calma. Y que todovolviera a la normalidad.

Si hubiera tenido que elegir elmomento en el que todo se salió demadre, habría escogido la tarde enque él y su hermano Simón tuvieron lamagnífica idea de hacerse millonariosmediante el más estúpido de los ne-gocios: un secuestro.

Tomaron la decisión entrebotellas de whisky y un atardecerlúgubre, y ya se sabe que cuando unoestá borracho dice cosas que noquiere decir, o cosas que siente peroque atesora en silencio, y en realidades como si no las sintiese porque setiene prohibido expresarlas. Sin em-bargo, con el paso de los días, y yasobrios, esa malvada semilla de llevara cabo un secuestro que les reportarael dinero suficiente para seguir consus vidas sin más preocupacionesque las de rellenar sus anchos vasosde margarita, germinó en las tripas deSimón y finalmente infectó por exten-sión a su hermano Gabriel.

Por supuesto, todo terminósaliendo terriblemente mal.

Quizá aquella situación era uncastigo de Dios. El Dios cruel y dañinodel Antiguo Testamento. Vaya locura.Toda aquella gente fuera de control.Desquiciada. ¿Acaso Dios no teníaotra cosa con la que entretenerse?¿Un tsunami en la India, quizá, o unterremoto en algún país tercer-mundista donde las pérdidas fuerancatastróficas en la misma medida queindiferentes?

Gabriel podía sentir el latidode la sangre en las sienes y escu-chaba el ritmo acompasado de su res-piración. Estaba sentado en un ban-quito de madera desvencijado mien-tras apuntaba por la ventana, con unamanta sobre las piernas para res-guardarse del frío; se habían quedadosin combustible para el generador (no

pensaron que el secuestro fuese adurar tanto y, como era de esperar, nohabían sido precavidos) y la tempe-ratura descendía a pasos agiganta-dos. Un termo de café vacío descan-saba a su lado. El cañón del rifle tem-blaba ligeramente.

Se estaban agotando lossuministros principales. Faltaba gaso-lina para el generador, pronto no ten-drían agua corriente, ni electricidad; latelevisión había dejado de emitir lasnoticias, y la radio ––que funcionabaa pilas–– era pura estática. Un par deemisoras aún habían estado emi-tiendo música grabada, y para aqueldía solo pudo localizar un único canalque repetía una y otra vez un boletínde emergencia automá-tico] Ni porasomo quería pararse a pensar quéhabía ocurrido con los locutores.

Simón seguía enterrado des-mañadamente en un lateral de lacabaña. Al menos no había regresadode entre los muertos, como solíasuceder en las películas de zombisque veía de pequeño en el autocinedel pueblo. Maldita fuera la hora en laque George A. Romero había decididometerle el miedo en el cuerpo a todala ciudadanía con zombis, muertosvivientes y toda esa chabacaneríasanguinolenta y terrorífica.

Debido al miedo, Gabriel nohabía podido cavarle una tumba dignaa su hermano. De hecho, una de suspiernas todavía podía vislumbraseentre la tierra removida, pero eso eralo máximo que había podido hacer,dadas las circunstancias. Todos esosasuntos tan importantes tendrían queesperar.

Gabriel entornó los ojos ymiró por la mirilla del arma. El rabiosoestaba de pie a unos cien metros, de-tenido en un claro del camino, dondeun rayo de luz le bañaba la piel delrostro y la camisa hecha jirones. Si nohubiera sido por la sangre que le salpi-caba el pecho y los brazos, Gabrielhabría dudado si no se trataba de unsuperviviente. El rabioso miraba alsuelo, sin inmutarse, con la miradaida, como si se hubiese perdido en unsupermercado y esperase a que suspadres o el tipo de seguridad lo en

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contrasen. Al cabo de unos instantesmovió la cabeza y miró en dirección ala cabaña donde se encontrabaGabriel, pero sin verlo. Sus ojos erangrises, desenchufados. No alberga-ban vida en su interior.

Gabriel se inclinó hacia de-lante, sosteniendo el rifle con fuerza.

––¡Eh! ––gritó.El rabioso dio un paso vaci-

lante hacia el frente, arrastrando lospies. Ladeó a ambos lados la cabeza,tratando de localizar la procedencia dela voz. Gabriel agitó el cañón del riflea través de la ventana y, tras unos ins-tantes dubitativos, los ojos del rabiosocaptaron el movimiento. De pronto, elsosiego de este se tornó súbitamenteen ira y echó a correr hacia la cabaña,emitiendo sonidos guturales desde elfondo de la garganta. Agitaba los bra-zos hacia delante, levantando unagran nube de polvo a su alrededor, ysu velocidad aumentaba a cada pasoque daba.

Gabriel se tensionó, apeló asu concentración, contuvo la res-piración y, cuando tuvo la convicciónde que su disparo sería certero,apretó el gatillo. La bala impactó en lafrente del rabioso, que se desplomóhacia atrás de forma fulminante.

Algunos pájaros alzaron elvuelo al oír el disparo. Los árbolescontinuaron abrazando la cabaña. Elsol aflojó su fuerza y las nubes siguie-ron acercándose desde el oeste.Gabriel soltó un sonoro suspiro y dejóel rifle a un lado. Se deslizó del ban-quito donde estaba sentado y se apo-yó de espaldas contra la pared, dejan-do la ventana sobre su cabeza.

Volvió a suspirar, aunqueahora parecía más una especie dejadeo. Se apartó un mechón de ca-bello que le caía sobre la frente y cerrólos ojos con fuerza. Colocó los codossobre las rodillas y se tapó la cara conlas palmas de las manos. Aquello notenía sentido, todo el mundo se había

ido al garete y no había salida posible.La civilización tal y como la habíaconocido hasta ahora había cambiadopara siempre tras alguna clase decaos apocalíptico.

Gabriel percibió un ruido en lapuerta de la habitación de los juguetesy abrió los ojos. El pequeño Daniel es-taba de pie, mirándolo fijamente, conun oso de peluche colgando de unade sus manos inertes. El chico no ten-dría más de cinco años, el pelo des-madejado y los ojos inyectados ensangre, como quien se despierta sinhaber dormido lo suficiente despuésde una mala siesta.

Gabriel lo miró fijamente y locontempló de arriba abajo. Unos se-gundos más tarde, tras superar el ra-malazo de tristeza y compasión por elchico, espetó:

––Recoge tus cosas. Noslargamos de aquí.

Javier Martos.

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Texto y fotos: Javier Herce

Abrigo: Jacq The Rimmel

Ayudante de fotografía: Wiccans

Conocí a Mirari Bueno Hacedos años gracias al Club de Lectura(ya desaparecido) que dirigía JacqThe Rimmel, un lugar donde nos re-uníamos a hablar de literatura yteníamos la oportunidad de conocer agente interesante que de otra formano lo habríamos hecho. Allí descubrí aMirari, una gran amante de la lite-ratura gótica, lo que me hizo sentirmeunido de alguna forma a ella.

Esa pasión por la literaturagótica le hizo empezar una lucha pordefenderla y hacer que la gente laconsiderara una buena literatura, noalgo de unos pocos que vestimos denegro y somos raros (ya sabéis, ado-ramos al diablo, bebemos sangre, nosrajamos con cuchillas, dormimos porel día y comemos niños crudos).

Mirari es una mujer inteligentey estando a su lado absorbes una e-nergía inspiradora que hace que nopuedas dejar de mirarla y escucharla.Seguramente haya pocas personasen España que sepan más de lite-ratura gótica que ella, y solo por esopara mí es una pieza clave de la es-cena de este país. Por eso he estadodetrás de ella durante bastante tiempopara convertirla en chica Ultratumba yhacerle esta entrevista. La gente debesaber quién es Mirari Bueno y la granlabor que está haciendo por la comu-nidad gótica.

JAVIER HERCE: ¿Cómo de-

cidiste un día luchar por defender

la cultura gótica?

MIRARI BUENO: Pues no telo vas a creer, pero me desperté unamañana de septiembre de 2009 y de-

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cidí que si tanto me gustaba la culturagótica y, sobre todo, la literatura góticadebía hacer algo porque dejara de serconsiderada como una literaturamenor, y se me ocurrió que podríamontar un taller. Como yo daba en-tonces clase de castellano a inmi-grantes en La Casa del Barrio deCarabanchel, allí mismo expuse miidea y la acogieron con tanto entu-siasmo como yo. En enero de 2010comenzamos el taller y en el veranoterminó. Aunque parece que elproyecto volverá a hacerse realidaden enero de 2013. Poniendo a la lite-ratura gótica en el lugar que semerece también intento que no se nosconsidere a los góticos como seresextraños, inadaptados e incultos. Ytambién, dicho sea de paso, porqueintento que los hombres no me imagi-nen con el látigo (labor ardua, porcierto). La gente vulgar tiene ligado logótico a la perversión, es un problemade incultura que poco a poco habráque ir subsanando.

JH: ¿Ha muerto la cultura

gótica?

MB: ¿Sí? ¿Tú crees? (Risas)No] en absoluto. Yo creo que másbien al contrario. Hay un renacer delinterés por los temas macabros y porla melancolía y el dolor pero, eso sí]no es gótico todo lo que reluce(Risas).

JH: ¿Sigue habiendo au-

tores que escriban novela gótica? MB: ¿Y tú me lo preguntas?

(Risas). Yo diría que hay una tenden-cia a llamar gótico a todo lo que estárevestido de terror o de contenidovampírico, pero vamos, que ni losvampiros “crepusculianos” son góticosni una novela de terror per se lo es.Por supuesto que sigue habiendo au-tores. Al menos yo conozco uno,Javier Herce, pero no dudo que hayamás autores que escriban novelasgóticas, solamente que yo no losconozco.

JH: ¿De dónde viene tu

pasión por la literatura?

MB: Siempre me encantóleer, desde los tres años, edad a laque mi madre me enseñó a leer encasa antes de comenzar a ir al cole-gio, a maternales, (entonces todavíaempezábamos el colegio con tresaños), aunque el hecho de llegar alcolegio sabiendo leer me privó dejugar durante un año (me pasaron a

párvulos porque decía mi profesoraque me aburría). Pero sin duda la ver-dadera pasión me llegó en el bachille-rato, cuando tuve la suerte de tenercomo profesora de Lengua y Lite-ratura durante los cuatro años a SofíaAlonso, a quien también tuve la for-tuna de tener en mi mesa redonda enla pasada SGM.

JH: ¿Quiénes son tus au-

tores predilectos?

MB: Si te refieres a gótico,Emily Brontë, Lewis y Sheridan LeFanu.

JH: ¿Literatura romántica, o

de terror?

MB: Mejor si puede serromántica y de terror a la vez.

JH: Cuéntame cómo ha ido

tu última incursión en la Semana

Gótica de Madrid.

MB: La verdad es que estoymuy contenta de haber podido partici-par en esta última SGM. Desde aquívuelvo a agradecer a los organi-zadores (y especialmente a MarjorieEljach) que me invitaran y, por su-puesto, al Museo del Romanticismoque nos volviera a ceder su salón.

Como ya sabes este año par-ticipé con una conferencia sobre LaRegenta, de Leopoldo Alas “Clarín”, yEl Monje, de Mathew G. Lewis, y conuna mesa redonda sobre sacerdotesenamorados en la literatura. En estamesa estuve acompañada por mi pro-fesora Sofía Alonso y por el profesorJosé Manuel Querol, especialista en

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Literatura Medieval de la UniversidadCarlos III.

Salí muy contenta porque lasala estuvo prácticamente llena du-rante las dos horas y porque de allísalieron dos de mis futuros alumnospara el taller, además de porque sirviópara rencontrarme con otra antiguaprofesora de instituto, (en este casode inglés) que se acercó a vernosjunto con algún profesor más.

JH: Entre tus planes in-

mediatos está el de montar un taller

que empezará en enero. ¿En qué va

a consistir?

MB: Tengo previsto empezarel 17 de enero (ya tengo cuatro alum-nos). Se trata de un taller gratuito.Será hora y media semanal y comen-zaremos viendo las características de

la novela gótica principalmente. Pos-teriormente leeremos un libro semanaly lo comentaremos para ir viendo laevolución dentro de los distintos pe-riodos. Cuando tengamos leído lobásico intentaremos empezar a es-cribir algo en común. Por supuesto sialguien se anima a escribir algo du-rante el tiempo en el que vayamos ha-ciendo lecturas, también lo podrámostrar en clase y lo podremos co-mentar.

JH: Cuéntales a los lectores

de Ultratumba cómo empezaste a

colaborar en esta revista.

MB: En realidad todo comen-zó con el reportaje que Vicky Hurtadohizo para tu revista sobre la “VeladaGótica” que preparé en enero del añopasado y en la que ella colaboró

leyendo magníficamente unos poe-mas de Emily Dickinson junto conotros amigos que leyeron fragmentosde Poe, Bécquer, Raupach, yo mismauno de Cumbres Borrascosas deEmily Brontë, e incluso un fragmentode tu Matar a un vampiro; todos acom-pañados por el arpista Victor Santal.

JH: Te lo he dicho mil

veces, pero, ¿cuándo una apasio-

nada de la literatura como tú se va

a lanzar a escribir?

MB: ¿Cuando pierda latimidez? (Risas) ¿Cuándo tenga algoque decir? ¿Cuando tú me encierresen un zulo y no me dejes salir hastaque no tenga algo decente escrito? Laverdad es que no lo sé. No me sientocapacitada, esa es la verdad.

JH: ¿Cómo ves el estado

actual de la literatura española y su

futuro?

MB: Es asombroso ver la can-tidad de escritores nuevos que apare-cen continuamente, pero es unarealidad que no hay lectores para nú-mero tan elevado, lo que se traduceen centenares de autores de un únicotítulo publicado, y el hecho de que hoyen día cada uno se edite sus propiasobras también contribuye a saturar elmercado de obras que jamás llegaránal lector medio, pues no siguen loscauces de difusión acostumbrados.Es lo que pasa también con la música.

JH: ¿Ha matado el ebook al

libro de papel?

MB: Aún no, pero es una reali-dad que cada vez las casas tienemenos espacio y que el ebook es unade las soluciones a ese problema. Amí personalmente me gusta más elpapel, tocarlo, subrayarlo, anotar almargen, pero sobre todo para viajar,el ebook te permite llevar todos los li-bros que quieras con un peso de ciengramos.

JH: ¿Algún proyecto más

entre manos?

MB: Pues sí. A partir del 14 deenero comenzaré mi andadura en soli-tario en Radio Vallekas con un nuevoprograma todos los lunes de seis asiete de la tarde que tocará temas lite-rarios y de contenido social, más omenos lo que vengo haciendo en miespacio “Atardecer con Letras”, dentrodel programa Fugitivos del paraíso.

También tengo ya casi termi-nado un proyecto con el mismo for-

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mato de mi “Velada Gótica”, peroen esta ocasión teniendo comoprotagonistas a autores del Ro-manticismo Alemán. Si todo vabien, espero que para febrero lopueda tener listo para mostrarlo alpúblico.

JH: Muchas gracias por laentrevista, Dama Oscura.

MB: Gracias a usted, ca-ballero, por su amabilidad, por in-teresarse por mis trabajos, pormimarme tanto y por regalarmeeste extenso espacio en su revista.

(Nota del entrevistador: Sime lo permiten los lectores de Ul-tratumba, voy a buscar un zulopara encerrar a Mirari y no sacarlade allí hasta que no haya escritouna gran obra. Que conste queella lo ha querido. A esta entrevistame remito.)

Javier Herce.

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Nº 1

Estrenamos sección en Ultratumba de la mano de NaT, que vuelve por todo lo grande

después de que su sección Muérete De Miedo acabara hace cosa de un año y pasara a ser

fotógrafa de cementerios para ilustrar losrelatos de esta revista. Aparte de esto, NaT es parte

sólida del staff de Ultratumba, por lo que siempre está aquí, con nosotros, entre las sombras.

En esta nueva sección NaT tuvo la retorcida idea de convertir a gente involucrada con

Ultratumba en personajes de las películas de terror más conocidas y que a ellos mismos les

gustara especialmente.

El primer elegido ha sido Jorge Rara Avis, convertido en José Luis López Vázquez den-

tro de la angustiosa La Cabina, del año 1972, y dirigida por Antonio Mercero.

Todos los que conocen a Jorge Rara Avis saben que José Luis López Vazquez es uno

de sus grandes ídolos y convertirle en este personaje de La Cabina le viene como anillo al

dedo.

En cada número de Ultratumba NaT irá dibujando (otro de sus artes que nos descubre,

y van...) a alguien en un personaje terrorífico. ¿Quién será el siguiente? Tendréis que esperar

a la próxima revista para saberlo.

Javier Herce.

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Título original: Tuno NegroDirectores: Pedro L. Barbero, VicenteJ. MartínIntérpretes: Silke, Jorge Sanz, FeleMartínez, Maribel Verdú, EusebioPoncela, Enrique Villén, RebeccaCobos, Sergio Pazos, MontseMostaza, Marián Aguilera, Carla Hi-dalgo.Guión: Pedro L. Barbero, Vicente J.MartínMúsica: Roque BañosGénero: TerrorNacionalidad: EspañaDuración: 110 minutosAño: 2001

Existe una leyenda negra entorno a la tuna que tiene que ver conel llamado Tuno Negro, un tuno ase-sino que va recorriendo las diferentesuniversidades de España acabandocon aquellos alumnos que sacan laspeores notas. Ahora, ha llegado a laUniversidad de Salamanca, y estápreparado para aumentar su cuentade víctimas.

La mayoría de los géneros enel cine no pasan por malas rachas.Siempre habrá comedias, filmes deterror, dramas, pelis de acción y cintasde ciencia-ficción. Siempre. Quizáscon mejor o peor calidad, o con más omenos estrenos según las fechas, las

temporadas, pero siempre, siempre,los géneros estarán de moda, por de-cirlo de algún modo; en cambio, conlos subgéneros pasa algo muy, muydiferente.

¿A qué podemos llamar sub-géneros, sin ánimo peyorativo? A laspelículas de zombis, a los filmes deadaptaciones literarias, a las adapta-ciones comiqueras, a las películasbasadas en videojuegos, y a laspelículas slasher o de psycho-killers.Precisamente, en los 90 se vivió undescenso bastante acusado de estesubgénero, tanto en calidad como encantidad.

Personajes como JasonVorhees, Freddy Krueger, Chucky,Michael Myers y Cara de Cuero, entremuchos otros, vivían sus últimos añosde autentica gloria. Sí, tendrían más ymás películas en adelante, pero suépoca dorada ya había pasado, y loque se estrenaba en esa década noeran más que nuevas entregas dis-puestas a explotar a dichos person-ajes, sin mayor transcendencia lamayoría de ellas. Entonces, llegó“Scream”, y el subgénero slasher vivióuna nueva juventud.

“Scream” del ya mítico direc-tor de terror Wes Craven (Pesadilla enElm Street, Almas Condenadas),creador de Freddy Krueger, nos pre-sentaba una vuelta de tuerca alslasher, con una película que home-najeaba a todas las anteriores, donde

los personajes habían visto lasdesventuras de Michael Myers yJason Vorhees, entre otros, y donde elfilme llegaba incluso a autoparodiarsea las mínimas de cambio. Además,aunque contaba con un asesino tancarismático como Ghostface, nosabíamos su autentica identidad hastael final de la película, otra de las ca-racterísticas cumbre de “Scream”. Lapelícula fue tal éxito de crítica ytaquilla que pronto salieron las imita-ciones hasta de debajo de las piedras,filmes donde los protagonistas debíanenfrentarse a asesinos disfrazadosque, normalmente, era uno de ellos,cosa que se descubría como en“Scream” al final del metraje, o casi alfinal, dándole al espectador muchojuego en cuanto a preguntarse quiénes el malo.

Las imitaciones fueronmuchas y variadas, de muy diversacalidad, además. Curiosamente, ennuestro país, donde cada ciertotiempo se orquestan pequeñas cam-pañas para dejar claro que nuestrocine es mejor que el americano(recordemos los anuncios con AntonioResines y el béisbol), aunque tar-damos un poco más, también aca-bamos imitando el modelo “Scream”.Afortunadamente, eso nos dio bas-tante cine de terror, género que siem-pre parece relegado en España a unsegundo o tercer puesto; desgraciada-mente, la mayoría de esas películas

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eran malas, muy malas. “Tuno Negro”es uno de los mejores ejemplos.

La historia no deja de ser lade cualquier slasher trasladado a nuestro ámbito nacional. Por las uni-versidades españolas corre la leyendaurbana del Tuno Negro, un tuno ase-sino que contacta con sus víctimaspor Internet y que las elige entre lospeores alumnos de cada universidaden la que se halla. Su siguiente obje-tivo es la de Salamanca, donde darábuena cuenta de aquellos que saquenlas más lamentables notas, mientrasla policía se interesa por el caso.

“Tuno Negro” lo tiene todopara ser una buena imitación de la for-mula “Scream”: grupo de jóvenes,policías que investigan los asesinatos,muertes sangrientas, sexo, drogas, el misterio en torno al asesino, unenigma en cuanto al pasado de éste,etc, etc. Incluso tiene un comienzo im-pactante con la muerte de un persona-je interpretado por una famosa actriz,Maribel Verdú (Y a tu mamá también,Los girasoles ciegos), como tambiénocurría en “Scream”, aunque en éstaera la ya clásica muerte del personajede Drew Barrymore (Los ángeles deCharlie, E.T.). Entonces, ¿qué falla enla película? Prácticamente todo, y noos engaño; el filme es un completo de-sastre de principio a fin.

La historia no está mal, encuanto al conjunto. En el momento enel que empezamos a ahondar en ellay comienzan a sucederse los erroresde guión, y los agujeros argumen-tales, lo mejor es dejarlo. Especial-mente bochornoso es el final, con esepolicía medio loco pegando tiros aalumnos disfrazados de tunos como sital cosa, mientras por otro lado se re-suelve la identidad del asesino de unamanera que da bastante vergüenzaajena, con pelea ninja incluida. Parallegar a esto hemos tenido que pasarpor más de una escena estúpida,otras mal rodadas y muchas sin piesni cabeza (especialmente si pen-samos en la identidad del asesino,que no hay por dónde cogerla).

Los actores y sus personajesno es que ayuden demasiado a que elfilme mejore. Sabemos que cuestatomar en serio a muchos actores y ac-trices de este país, entre otras cosasporque realmente no saben actuar,por otro lado porque suelen estar bas-tante encasillados y, muchas veces,porque ni siquiera saben vocalizar.Aquí tenemos actores y actrices de lostres grupos, hasta que en muchos

casos los mejor parados son los se-cundarios, y alguna que otra chica quesólo sirve para enseñar carne.

Silke (Iris, Cámara oscura) esla estudiante protagonista, aplicada,lista, inteligente y que de la noche a lamañana, recién llegada a la universi-dad, empieza a ser acosada por el lla-mado Tuno Negro. Dejando de ladoque la interpretación no es el fuerte dela actriz, al menos en esta película,hay que decir que su personaje esmuy interesante, aunque empieza aserlo menos conforme avanza latrama y demuestra un compor-tamiento la mar de extraño, sobre todoen cuanto a sus personajes (atentos alas relaciones que mantiene con dosde los secundarios). Y mejor no hable-mos del desenlace que tiene dichopersonaje; realmente cogido por lospelos, inexplicable y, bueno, compro-badlo vosotros mismos, aunque seapor curiosidad morbosa.

Entre los secundarios cabríadestacar a Jorge Sanz (El lobo, Bien-venido a casa) que sigue haciendo deJorge Sanz, pero por lo malo que re-sulta, y a Fele Martínez (Gran Hotel,Tesis) por ofrecernos un personaje in-teresante muy mal llevado por la his-toria, no por él, que cumple porsorprendente que parezca dado elnivel de la película. En cuanto al resto,que rozan lo terrible y lo aceptable (loprimero más que lo segundo) cabemencionar de nuevo el pequeño papel

de Maribel Verdú al comienzo delfilme.

En cuanto al asesino, no po-dría ser peor. Bueno, probablementesí, pero tampoco lo digamos muy altovaya a ser que tengamos segundaparte algún día. El Tuno Negro luce untraje ridículo, y su identidad, bueno,hay que hacer muchos esfuerzos paracreérsela, sobre todo si recordamosalgunas escenas vistas previamente.La historia retuerce la formula“Scream” de identidad secreta del a-sesino, pero de mala manera, sin en-tender la gracia de la película deCraven. Los diálogos, algunos efectosespeciales, y ciertas situaciones quesobran ayudan a hacer la película másmala aún y eso sin contar con elhecho de que dura casi dos horas.

Evidentemente, hay detallesque se salvan: algunas muertes, FeleMartínez y su personaje, el comienzo,el personaje del estudiante de ase-sinos en serie] y poco más, la ver-dad. “Tuno Negro” es el claro ejemplode que imitar no es sinónimo de cali-dad, y que no es nada fácil hacer unslasher decente. Aquí, en España, in-cluso cuesta trabajo hacerlos un pocomalos, y nos salen muy malos, encasos como en el de las desventurasasesinas del Tuno Negro.

Nota: 2/10Tony Jiménez.

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Lo primero que proclama suunión de nuevo al cuerpo maltrechoes el dolor. El vivísimo dolor en cadafibra, en cada nervio, en la sangre es-pesada. Ha rondado como un pollueloabandonado alrededor del nido en pu-trefacción, pero, por fin, ha vuelto acaer sobre él. Si, es su cuerpo, frío yabotargado. Otra vez le pertenece,después de ese vagar incorpóreo entorno a la zanja. Una sola idea reinatras la nube rojiza que inunda el cere-bro reblandecido. ¿Cuánto tiempo lequeda?

Esa gasa roja vira al granateal recordarle a él y los dientes entre-chocan, sin poder articular el deseadoinsulto. Los tendones se estremecentratando de tirar de los huesos incon-gruentemente pesados. Unas imá-genes emborronadas se suceden. Elbosque, el coche que se para, el ruidode ambas puertas al cerrarse, lospasos alejándose al ritmo de la dis-cusión; la discusión, otra más, él no vaa abandonar a su mujer, sí, claro, pre-fiere la comodidad, la seguridad de locotidiano y conocido; los tendones sedeshilachan ansiosos ante los terri-bles recuerdos que llegan sin ser de-seados. Las malas palabras, elbofetón, la caída y la piedra...él seabalanza sobre ella sin darle tiempo aincorporarse, con aquel canto quehundió en su cabeza una vez, dosveces, tres veces...

Todo su amor se ha disueltoen ira ciega, al abrirse la herida del desprecio. El cuerpo se levanta de-splazando tierra y hojarasca, la manotoca el cabello reseco y los dedos sehunden en una depresión cuajada degrumos y astillas óseas...la furia la im-pulsa y sale a rastras del hoyo medioimprovisado, dejando atrás los zapa-tos y un rastro de insectos y fluidosmalolientes...

Maldito zorro...ella le vio lle-gar olfateando, luego se puso a hurgarcon las patas hasta desenterrar sumano izquierda...ya no está....elcánido roe los dedos, la muñeca...y selleva el resto de la mano, le vio mar-charse ligero con su botín. Casi nopuede parpadear, siente como arenillaen los deshidratados globos ocularesy no es capaz de ver con nitidez. Losojos bizquean, tratando de enfocar el

brazo que ha alzado para comprobarque, efectivamente, termina en un an-tebrazo amoratado....es de noche,como cuando él le hizo daño, muchodaño...los dientes rechinan con odio.

Da unos pasos dubitativos,las rodillas están flojas, se cae...perocontinua el avance reptando, empu-jándose con los codos cuesta arriba,hasta el borde de la hondonada ocultaen el corazón del robledal. Y sigueadelante, ignorando las zarzas des-garradoras y las ramas caídas hastaque los árboles empiezan a clarear.Un musgoso vallado de piedras, seapoya en él y luego se deja caer delotro lado, la carretera de tierra, lasigue...los grillos chirrían en la oscuri-dad.

La nube roja de furia la posee.Como un sigiloso depredador noc-turno, consigue elevar un poco eltronco cada cierto tiempo paraguiarse, comprendiendo al instantedonde se encuentra por el árbol queatisba, la roca, la curva...

La hierba desaparece de de-bajo de ella y cae ribazo abajo hastala cuneta, trozos de vestido hanquedado entre la maleza; las vérte-bras crujen y la mejilla choca contra elasfalto caliente de la carretera. Lacruza, despellejándose durante el ar-rastre tenaz...luz, allí delante, la gaso-linera, ya está en el pueblo.

Rueda penosamente hacia unlado, apartándose de la zona ilumi-nada. Tiene que hacer un largo rodeopor detrás de la solitaria estación deservicio, al amparo de la sombra queproyecta. Debe ser muy tarde. Tras lacristalera, en el refulgente interior, havisto la silueta del encargado, un chicode gorra y sudadera rojas, está viendouna película en el ordenador. Tal vezuna de zombis.

Pegada al suelo, continua suavance inexorable. Desconoce porquése le ofrece esta oportunidad, pero laaprovechará hasta los más amargosposos. La lleva en volandas una re-pentina sensibilidad no pertenecientea los deteriorados órganos destinadosa tal fin. Los ojos hacen amago dehumedecerse, pero es imposible, yano pueden exudar lágrimas ahora quese enfrenta a la dura realidad, labonita encargada del almacén siem-

pre fue considerada un segundo plato.Sus promesas estaban cargadas dementiras. Darse cuenta de habercaído en un engaño duele mucho másque el cuerpo descompuesto que vadejando jirones de piel y trocitos decarne tras de sí.

Solo era la amante del jefe,que si no se conforma con ese puesto,puede hacérsela desaparecer miste-riosamente. La furia y el despecho lahacen temblar y clavar los dedos quele quedan en la acera sobre la que sedesplaza ahora, abandonando entrelos intersticios de las baldosas dehormigón, varias uñas pintadas decolor berenjena.

Cae de la acera elevada y searrastra de nuevo por una cuneta detierra, directa a la masa oscura e irre-gular con algunas paredes y entradasiluminadas por las farolas, que indicala presencia del pequeño grupo decasas desperdigadas al final deldesvío.

Ayudándose, para llegar másalto, de la arqueta de cemento quetiene pegada la construcción, escalael garaje y se clava en los pernos deltejado de uralita. No le importa, corpo-ralmente, no siente nada. Alcanzadala cima, se aferra a la tapia que rodeala casa. A pesar de la altura, se dejacaer a plomo dentro del patio. Ungruñido sale de la cercana caseta delperro. El animal tiene el pelo erizado,pero no se atreve a ladrar.

Ella se levanta y repara ensus piernas desolladas, con las heri-das abiertas llenas de piedrecitas,gravilla y algunas hojas y leves testi-monios de las medias pegados. Elvestido de encaje azul celeste tam-bién muestra por delante un enormemanchón oscuro de tierra y polvo...ob-serva impávida las tiras de carne quecuelgan de los brazos desnudos, laausencia de mano derecha...piensaen su cara, igualmente destrozada arasguños y embadurnada en sangreseca, la que manó abundante de lacabeza abierta. Admite que no debeser un espectáculo en absoluto agra-dable. El perro sigue gruñéndole porlo bajo; solo se siente atraído por lacarroña que se le ha presentado derepente, así lo indica la saliva que legotea del hocico.

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Al dar un paso pisa algoblando, el golpazo contra el suelo hadebido desparramar sus sesos ex-puestos. Intenta no resbalar, es difícilcontrolar el cuerpo en vertical. Todoestá a su favor, allí hay una ventanaabierta, bendita noche sofocante dejulio, alabadas sean sus consecuen-cias. Se lanza adentro de cabeza.

En la plateada claridad noc-turna, ve a alguien levantarse de lacama a cuyos pies ella se aferra paraelevarse también. Se percata de queapenas oye, pues la cara contraída deterror del niño sin duda dibuja un grito,que le llega lejano y amortiguado.Tiene los mismos rasgos de su padre,una versión infantil del asesino. Pa-gará por el pecado ajeno. Lo agarrapor el cuello del pijama y lo lanza con-tra la pared. El chasquido del cuello alromperse o del cráneo al quebrarse lacolma de euforia.

Pero hay otra cama y otroniño, un poco más mayor, de unosdoce años. Corre hacia la puerta peroella le retiene por la espalda del pi-jama similar al de su hermano. Lo gol-pea sin piedad contra la puerta,muchas veces, haciendo sangrar araudales la nariz y la boca machaca-dos; ella solo imita el modo de actuardel progenitor de la víctima. Se sor-prende de su enorme fuerza. Haacabado con los frutos de la otra.

Arrastra el cuerpo inermehacia atrás para abrir la puerta deltodo, y le pasa por encima. Intentaaguzar el oído. Si, se acercan. Tam-baleándose, se retira al recibidor. Laluz del pasillo se enciende, haciendobrillar el charco de sangre del suelo ylos hilos rojos en la hoja de madera.¿Qué es eso? Afuera, parece queahora el perro reacciona y empieza aladrar...

La rabia vuelve a aumentar alverlos aparecer en el otro extremo. Lamujer entra corriendo en la habitación,manchando las pantuflas y el borde dela bata en la sangre que se extiendepor el suelo brillantemente encerado.Se agacha para recoger y abrazar alhijo muerto, manchándose más en ellíquido carmesí, él está a su lado igualde conmocionado. Ella coge unacerámica decorativa del mueble quetiene al lado y se acerca lo más rápidoque puede. El hombre ve como el ob-jeto se estrella sobre la coronilla de sucónyuge, sujetado por un cadáverviviente.

Salpicado, retrocede, tapán-dose la nariz. Ella retuerce los labios

agrietados; su asco y horror mani-fiestos solo le provocan una brevesacudida de hilaridad. Si pudiesehablar con su lengua agusanada y sugarganta seca, le habría escupido conironía que "si, querido, algo huele apodrido en tu reino"

Dejando libres las oleadas defuria que tiran de sus músculos consaña, se lanza sobre él, derribándolede espaldas. Todo es rojo. Agarrán-dole del pelo con la única mano que lequeda, lo golpea fieramente contra elsuelo. La gasa roja que le nubla lavista la ahoga y atenaza. El perrosigue ladrando en el exterior. Seaparta, están sobre un lago bitumi-noso que va creciendo con el licor vitalque mana procedente de la parte pos-terior de la cabeza, reducida a unapulpa sanguinolenta. La venganza hasido consumada.

Sobre las rodillas, impulsán-dose con la mano y el antebrazo mu-tilado, pues ya no es capaz delevantarse, se desplaza resbalando enel líquido de fuerte olor. La furia em-pieza a decrecer. Ha llegado al fondodel pasillo, desemboca en otro máscorto, formando ambos una T. Encada lado hay una puerta y en lapared, una ventana rectangular llenade macetas. Se deja caer, porque estálo suficientemente lejos de él.

Se gira fatigosamente y dejadescansar la mejilla tumefacta, bus-cando la tibieza del suelo. Lo intuye,es el momento de abandonar la in-munda piltrafa, que fue su cuerpohasta hace unas semanas. Una pazintensa empieza a separarla otra vezdel precario soporte físico.

Entonces siente un movi-miento en la puerta que queda detrás

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de su cabeza. Intenta moverla hacia allí. Unos pasos blandos se acercan. Estira el cuello, los ojos, raspando sobre lascuencas, se esfuerzan en mirar hacia arriba. Unos piececillos menudos, un camisón rosa. Vaya, la familia era másamplia de lo que pensaba. Una niña, de cuatro o cinco años, la observa con los mofletes brillantes de lagrimones. Todose difumina, la serenidad se la está llevando lejos... Bueno, ha tenido suerte, ya no le queda furia para ella.

Beatriz T. Sánchez

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Cómo no íbamos a hacer unaentrevista a uno de los mejores web-zines dedicados a las pelis, series ycómics de sci-fi, terror y demásgéneros derivados: Trick or Zine. Conapenas un año de vida, y seguidorespor todo el mundo, Trick or Zine se haconvertido en la web de referenciapara mantenernos al tanto de todaslas novedades para no quedarte enblanco en la próxima reunión cinéfilacon los amigos. En un mundo en elque la cultura se tambalea, ideascomo este webzine llevado por uno delos grandes, es de agradecer y admi-rar. Os dejo con Zombilio, el perpe-trador de este inquietante y adictivoproyecto, El Fin al Fin: ¡Trick or Zine!

JACQ THE RIMMEL: Trick

or Zine, un webzine dedicado al

cine de terror, sci-fi, videojuegosO

¿qué os lleva a crear éste espacio

para freaks? ¿Habíais hecho algo

parecido anteriormente?

Zombilio: Pues todo empezóen un festival de Sitges, mientras unamigo y yo estábamos haciendo colapara entrar a una sesión de, si mal norecuerdo, la precuela de The Thing.Surgió la idea de hacer un webzinepara hablar de todas las cosas quenos fascinan: Terror, Ciencia Ficción,Comics, Música, Literatura] Y esafue la semilla de Trick or Zine.

JTR: Quienes componen

Trick or Zine

Z: La idea surgió entre miamigo Max Machete y yo, aunque ac-tualmente me ocupo yo de casi todolo referente a la web, pero tengo la co-laboración eventual del mencionadoMax Machete y de la inestimableayuda de Kurtneez, la cual me hadado ánimos en momentos en quepensaba abandonar el proyecto.

(Nota de la Entrevistadora enSerie: cuando tengas esos momentosde pensar abandonar el proyecto, nosmandas un privado para que toda lahorda de Ultratumba colapse tu mail y

te llame a deshora amenazándote coninocularte virus deformantes si aban-donas Trick or Zine)

JTR: En apenas un añito de

vida, habéis conseguido infectar

casi medio mundo, con más de

1000 seguidores. ¿Cuál es el efecto

que Trick or Zine tiene sobre sus

seguidores?

Z: Actualmente hemos lle-gado a la cifra de 3000 seguidores yla verdad es que no me lo acabo decreer, es algo que en un principionunca hubiera soñado. La verdad esque cuando veo los gráficos de es-tadísticas y veo tantísimos lectores deMexico, Argentina, Colombia y demáspaíses hispanoparlantes, siento quede verdad merece la pena seguir conel proyecto y poder aportar mi granitode arena a difundir noticias y demás

curiosidades de estos géneros a losque tanto amo.

JTR: Por supuesto, como

se acercan las Navidades, nuestros

lectores quieren saber, ¿qué es-

trenos jugosos se esperan para

éstas fechas?

Z: Pues le tengo muchasganas a “The Hobbit” que se estrenaeste 14 de diciembre y de futuros es-trenos del 2013 le tengo muchasganas a “Pacific Rim” de Guillermo delToro, a “Man of Steel” de Zack Snyder,“World War Z” (aunque no sé muybien que pensar de esta), la nueva se-cuela de Star Trek de J.J. Abrams]

JTR: ¿Qué opináis de la su-

bida del IVA del cine? ¿Está nues-

tro gobierno matando la cultura?

¿Nos aproximamos a un mundo en

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plan Fahrenheit 451 dónde la cul-

tura no es que esté prohibida, es

que es prohibitiva?

Z: Creo que el gobierno leestá haciendo un flaco favor a la cul-tura, pero esto ya es algo que vienede lejos y que no tiene vistas de ir amejor. La subida del IVA es solo otramuestra más de lo poco que les in-teresa invertir en cultura y en edu-cación, supongo que les interesa mástener a la gente alienada pegada a laTV. Es una noticia muy triste.

Cada vez nos acercamosmás a los futuros distopicos que re-lataban Ray Bradbury y George Or-well en sus obras.

JTR: ¿Cómo preparáis el

fanzine? ¿Horas y horas de visio-

nado de películas en plan La

Naranja Mecánica? ¿Lectura com-

pulsiva de cómics?

Z: Si, algo así, pero siendosinceros es algo que llevo haciendotoda la vida. Desde que tengo memo-

ria me recuerdo leyendo compulsiva-mente comics y viendo películas demiedo con mis amigos.

De pequeño me vi tropecien-tas veces “Night of the living dead” yla verdad es que lo pasaba realmentemal y a la misma vez realmente bien,creo que con esa película nació miamor eterno por el terror y derivados.

JTR: Una cosa que a todas

las madres les preocupa. ¿Si de pe-

queños los niños leen cómics, ven

pelis de miedo a escondidas y se

disfrazan de zombies, de mayores

se quedan como nosotros?

Z: Pero que se queden comonosotros no es nada malo, ¿no?(Risas) Mejor que sean mentes in-quietas y creativas que no autómatassin inquietudes y al servicio de laspautas que dicten en la TV.

JTR: ¿Qué películas han

marcado vuestra vida?

Z: Muchas y casi todas termi-nan su titulo con dead: Night of the li-

ving dead, Dawn of the dead, Day ofthe dead, Return of the living dead]

También en su día me marcómucho Viernes 13 y todas sus secue-las, Demons, Dellamorte Dellamore,casi todas las películas de Lucio Fulci,Mario Bava, Dario Argento... Y bueno,clasicazos como La Matanza deTexas, Pesadilla en Elm Street, BladeRunner, Mad Max, Alien y su magní-fica secuela] Aparte de mucho cinede acción ochentero y cintas de artesmarciales de Hong Kong.

JTR: ¿Cuál es el cómic que

más os ha marcado? ¿Qué tipo de

cómic preferís?

Z: ¿Obras que me han mar-cado? ¡Muchísimas! Y casi todas deAlan Moore: Swamp Thing, La BromaAsesina, V de Vendetta, Watchmen]Frank Miller y Neil Gaiman tambiéntienen su lugar de privilegio en mi bi-blioteca con obras como Batman: AñoUno, El regreso del Caballero Oscuroy The Sandman.

Otra obra que me gustomucho en su día fue “Transmetropoli-tan” de Warren Ellis.

Y por supuesto los comics deCreepy, eran realmente geniales. Allídescubrí a grandes artistas comoBerni Wrightson o Richard Corben.

JTR: Una eterna discusión:

Las pelis, ¿en VOS? ¿Dobladas?

Z: ¡En versión original subti-tulada! No hay discusión posible, eldoblaje es un atentando contra laspelículas.

JTR: Recuerdo que en mi

niñez los chavales me preguntaban

si era de vampiros o de hombres

lobo y yo respondía que yo era de

zombies. ¿De qué partido terrorí-

fico sois? ¿Qué monstruo preferís?

Z: ¡ZOMBIES sucios y puru-lentos forever! Cerebrosss, cere-brosssssss, cerebrossssssss]

JTR: Hace poco habéis sido

invitados a Sitges, por lo que tenéis

una perspectiva inmejorable para

hablarnos sobre la tendencia en

terror que va a marcar nuestras pe-

sadillas éste año. ¿Qué novedades

y recomendaciones descubristeis?

Z: “Anitviral”, de Brandon Cro-nenberg, me sorprendió mucho yquizás fue la película que mas megusto. Otras películas que me gus-taron bastante y creo que son deobligada visión son: John Dies at the

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End, de Don Coscarelli, The Cabin inthe Woods, de Drew Goddar, Sight-seers, de Ben Wheatley, Seven Psy-chopaths, de Martin McDonagh y elremake de Maniac, de Franck Khal-foun, protagonizado por un genial Eli-jah Wood.

JTR: Casi hemos termi-

nado. ¿Qué planes tienes para el fu-

turo?

Z: ¡Conquistar el mundo!(Risas)

JTR: Si hay algo que

quieras añadirO

Z: ¡Solo daros las gracias poresta entrevista y por ser tan geniales!Y a los lectores que se acerquen aTrick or Zine solo decirles que el díaque conquiste el mundo si consiguenprobar que son lectores habituales deTrick or Zine o Ultratumba les reser-vare una muerte menos dolorosa.

Jacq The Rimmel.

-¿Qué os da más miedo?

Que las profecías distópicasde las que hablábamos anteriormente cada día

sean más reales.

-Si tuvierais un hijo y la

madre os diera carta

blanca, ¿qué nombre le

pondríais?

Godzilla si es chico y Gamera si es chica.

-Una cita

“Si quieres hacerte una ideade cómo será el futuro,

figúrate una bota aplastandoun rostro humano]

Incesantemente” del granGeorge Orwell en 1984.

-Una mascota

¡Mis gatos Boris y Frijolitoson lo mejor del mundo!

Aunque más que mascotaslos considero familia.

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La imposibilidad de ver nues-tro rostro en el espejo, el cuestiona-miento sobre la naturaleza de losobjetos] Así es la obra de RenéMagritte, un plantearse interrogantesde forma constante, jugando más conlos conceptos que el resto de los pin-tores surrealistas.

Pero René Magritte no apare-ció, no se adentró de repente en lasaguas desdibujadas del surrealismosino que atravesó varias etapas, ex-perimentó varios movimientos como elcubismo o el futurismo. Recordemosque en las primeras décadas del sigloXX, surgen lo que se denomina las“primeras vanguardias”, caracteri-zadas por una gran radicalidad, la cualno ha sido superada, si acaso, ha ex-perimentado una evolución.

Podríamos hablar de los artis-tas de performance de las últimas dé-cadas, desde Orlan a Marina Abra-movic, de Stuart Brisley hasta FrankoB pasando ¡cómo no! por el accio-nismo vienés. Son artistas que basansu radicalidad en jugar con los extre-

mos, en usar el cuerpo como objeto]Pero si queremos radicalidad debe-mos remitirnos a esos movimientos deprincipios del siglo XX, sobre todo alDadaísmo y al Futurismo. Ya decíaTristan Tzara en el manifiesto da-daísta: “Escribo un manifiesto y noquiero nada, digo sin embargo ciertascosas y estoy por principio contra losmanifiestos, como también estoy con-tra los principios. DADA no significanada”. O Filippo Tommaso Marinettien cuyo manifiesto futurista encon-tramos, entre sus proclamas más“suaves” las siguientes:

“Nosotros queremos cantar elamor al peligro, la costumbre de la e-nergía y la temeridad.

El coraje, la audacia, la rebe-lión, serán elementos esenciales de

nuestra poesía.Queremos exaltar el movi-

miento agresivo, el insomnio febril, elpaso veloz, el salto mortal, la bofetaday el puñetazo.

Ya no hay belleza si no es enla lucha. Ninguna obra que no tengaun carácter agresivo puede ser unaobra maestra”.

Dadaísmo, Futurismo, Sim-bolismo, movimientos por los quepasó Magritte, incluso sus primerasobras eran de factura postimpresio-nista. Pero todo cambiará en 1925cuando conozca la obra metafísica deGiorgio de Chirico, “La canción delamor”. También señalar que en esaépoca, André Breton ya había redac-tado el manifiesto surrealista (1924) yMagritte pasaría a ser coeditor de larevista Oesophage, difusora de lasideas dadaístas y surrealistas.

Los sueños y el psicoanálisis,como componentes (aunque conreservas en cuanto al segundo) delsurrealismo, la escritura automática ylos cadáveres exquisitos, como algu-nas de sus manifestaciones. Recor-demos que la escritura automáticaconsistía en poner un lápiz sobre unpapel y escribir sin ser consciente delo que se escribe, dejándose llevar porlas palabras que fluyen desde el in-consciente con total libertad. Loscadáveres exquisitos, en cambio, con-sisten en doblar una hoja de papelpara que varias personas colaborenen la creación de una frase sin que sepueda saber lo que ha escrito la per-sona anterior. La primera frase, de laque deriva el nombre de esta técnica,fue “El cadáver exquisito beberá elvino nuevo”.

En el fondo, el surrealismo no

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es sino una perversión de la realidad,lo que se consigue en muchas oca-siones relacionando objetos entre losque paradójicamente no hay relaciónalguna. Es producir extrañeza en basea esa relación anómala. Como decíauno de los precursores del surrea-lismo, autor de “Los cantos de Mal-doror”, Isidore Lucien Ducasse, condede Lautréamont, “bello como el en-cuentro fortuito, sobre una mesa dedisección, de una máquina de coser yun paraguas”.

Esa es la esencia de la obrade Magritte, el misterio producido porlas relaciones anómalas entre objetosdiferentes, la inquietud, los interro-gantes surgidos de esas relaciones]

Como dice Jacques Meuris, laidea central de René Magritte era quela pintura debe ser poesía, y que lapoesía evoca el misterio. La palabraclave es “misterio”. La totalidad de laobra del pintor está marcada por el in-tento de evocar, y no revelar, ese mis-

terio.No revelación, eso es lo

básico, “lanzar” los misterios pero noresolverlos, no escarbar en las ideasbuscando una solución, casi ni una in-terpretación.

Magritte decía “Yo no trato depenetrar los secretos, como losalquimistas”.

Ese surrealismo, esos interro-gantes sin respuesta, se dan tambiénen la actualidad, por ejemplo en laobra de David Lynch, que en suspelículas siembra misterios, imágenesinconexas dejándolo todo a la imagi-nación del receptor, sin establecer una“interpretación oficial”.

David Lynch dice “Hay miste-rios en todas partes y es maravillosodescubrir cuantas cosas hay sobre lasque no sabemos nada] Los misteriosson como un imán para atraer a lagente. Pero las respuestas pueden re-sultar frustrantes, pues a veces nosenseñan cosas que abren las puertas

a otros misterios. Los misterios son loque más amo”.

A Magritte no le interesa tantoel psicoanálisis como a otros pintoressurrealistas. Parte más de volcar en elcuadro interrogantes, sin que se pro-duzcan interpretaciones que puedanser erróneas, sobre todo porque en elpsicoanálisis no se lanzan esas inter-pretaciones de forma arbitraria, pu-diendo corresponderse o no con loque ha querido decir el autor, sino quese dicen con firmeza, dando porhecho que esa interpretación es lacorrecta.

Quizá el único hecho de lavida de Magritte que puede rastrearseen sus cuadros y que podría dar lugara alguna interpretación (solo “podría”)es el suicidio de su madre que perecióahogada en el Sambre.

Los misterios son constantes,el dar la vuelta a la realidad, fre-cuente] La cruel extrañeza decuadros como “El placer”, el giro quese da a la, podríamos decir, “novelapolicíaca”, en “El asesino amenazado”con los personajes característicos desus cuadros vestidos de negro y conbombín]

Por otro lado los personajescubiertos por velos, por pañuelos,dando lugar al misterio producido porla incógnita de la identidad] Cuadroscomo “La invención de la vida” en queel velo cubre completamente elcuerpo, “La astucia simétrica” en quese cubre de forma parcial así comoparcial es el cuerpo pintado. O el velocubriendo la cabeza como en el muyfamoso “Los amantes” o en “La histo-ria central”. Incluso podríamos asociarel velo al sexo en casos como “Lafilosofía en el dormitorio” o el “Home-naje a Mack Sennett” en que los ropa-jes incorporan el desnudo]

También las “bromas fúne-bres” de “Perspectiva I: Madame Ré-camier de David” y “Perspectiva II: Elbalcón de Manet” en que Magrittesustituye las figuras de los cuadrosoriginales de Jacques-Louis David yManet, por ataúdes.

Los juegos con la identidad,ya que es obvio el componente lúdico(aunque huyamos de más interpreta-ciones) de cuadros como “La clarivi-dencia (Autorretrato)” en que lo quehay sobre la mesa y que está pintandoMagritte, es un huevo, pero en cambioen el lienzo aparece un ave] o en “Elmago” o “La tentativa de lo imposible”en que no se copia el modelo sino quese pinta, se le “otorga vida”. También

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uno de sus cuadros más famosos,“Prohibida la reproducción (Retrato deEdward James)” en que la personaque se mira al espejo, no ve su rostroreflejado sino su espalda y además sehace un guiño al misterio ya que en larepisa hay un libro de Edgar AllanPoe.

Pero decía al principio quetambién se da un cuestionamientosobre la naturaleza de los objetos; seve claramente en el cuadro “Latraición de las imágenes” en el queaparece pintada una pipa y al lado eltexto “Esto no es una pipa” a modo dejuego señalando que no es sino unarepresentación del objeto. Y va másallá, por ejemplo en “La clave de lossueños” (en la versión de 1927) enque aparecen representados cuatroobjetos, debajo de cada uno de loscuales aparece un nombre que no secorresponde con ninguno salvo en uncaso.

En definitiva, la pintura deMagritte está plagada de enigmas einterrogantes, de juegos sobre lo quees real y lo que no. Una pintura antela que deben dejarse a un lado las in-terpretaciones y dejarse llevar por lamagia de las imágenes.

Texto: Sir Jack Winchester.

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¿Cuando pasarán las horas eternas?¿por qué no vuelan los minutos con la misma rapidez que cuando estoy contigo?Se deleitan en el discurrir de forma pausada, se diluyen creando ansiedades y tormentos.Y no llega la hora maldita en que pueda beber ese veneno de tus propios labiosy enterrar con cada beso la duda que te atenaza.Parece lejano el momento en que mis manos sean capaces de deshacer pensamientos oscurosy plasmar sobre ti todo lo que queda oculto.El destino le niega aun a mi cuerpoel cubrir cada anhelo con el frío de mi piely robar la calidez que desprende el tuyo.En la distancia se me hace imposible dibujarla caricia que deja tu rostro en mi almay el latir de mi pecho cuando piensa en ti.Ladrón el aire que roba los suspiros que a mi boca arranca tu dulce recuerdo:celoso de ti,solo te arroja un eco vacío.Y mientras, lashoras pasan]

Magda Robles.

Perfume en los labiossonrisa en la miradapalabra a media voz

cosquilleo inquietoabrazo sedientocaricia esquiva

despertar aletargadoa través de un beso]

Rubor de la piel al contacto con tu aire

piel estremecidaal sonido de tu voz

absoluta entregasi tu voluntad lo pide

Deseo veladoque quema por dentro

espera eternaabandono a ti]

Presencia furtivaresbalando entre los dedos

extravío de conscienciasin memoria y sin pasadono hay futuro, solo ahora

urgencia infinitade momentos robados

Danzar de pasionesen fuego perpetuo

de dos cuerpos sin destino]

Magda Robles.

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Abismo, noche sin luna es esa mirada:pozo azabache que aboca al tropiezopara hacerme caer en él y comenzar a soñar;puerta entornada a terreno desconocido,camino en nebulosa y solitariopor el que avanzar despacio, pasito a paso.Me entretiene un murmullo,un suspiro escapado de tu bocabrisa suave que arropa mi cuerpo,alborota mi cabello, ¡casi ni me deja ver!Pero aun así, casi a ciegas, conozco la ruta trazada:me guía el aroma a mañana de lluviaa café recién tostado, humeante en su taza,listo para ser saboreado junto a ti;me llama el olor a piel mojada,a amanecer al calor de tu abrigoal abrazo que envuelve y protege mi sueño.Ya ves, no necesito más para seguir,para encontrar lo que parece estar oculto,escondido al mundo en tu mirada]

Magda Robles.

Te busco de forma inquietaEn las noches insomnes de mi cuerpo.Me aferro desesperadaA abismos insondables de fuego y de palabra.Con tu voz mis sueños cobran vidaY me dejo arrastrar por tu esencia en cada gesto.En el albor de una mañana,Con el roce de un simple verso]

En el despertar de un rayo de luz entrometidoCompartir la primera caricia del sol sobre mi espaldaEl desafío de la brisa, ladrona de un sueño compartidoQue alborota cuerpo y mente tras su pasoY devuelve así a la vida a quien dormíaInmersa en vidas paralelas a tu lado]

Caminos recorridos, sonrisa cómplice y serenaUn hogar alejado del mundo más no de tiUna tarde junto al fuego, consumidaEn instantes sin palabras, solo rocesSolo abrazos]Calidez de tu cuerpo junto a las llamasPalabras susurradas junto a mi cuelloEl hastío, la desgana quedan fueraNo hay lugar para ellos entre tus brazos.

Y el fuego quema todo lo ajeno:Todo lo que pueda destrozar tu mundoY entorpecer mi sueño]

Magda Robles.

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“La película que Paco Plazaaún no ha hecho] te la ofrece ahoraen comic”. Esta es la primera fraseque leí cuando vi la contraportada delcomic para leer el argumento y since-ramente, me echó para atrás al princi-pio ya que, quizás sea muy descon-fiado en ese aspecto, pero es que mesonaba a “como Fulanito De Tal no hahecho tal película o libro, ha hechoeste comic (que es mas fácil)”. Y esque pienso que cuando algún escritoro cineasta decide hacer un comic, hu-biese preferido que se hubiese apli-cado el dicho de “zapatero a tuszapatos” porque escribir o dibujar uncomic no es fácil a pesar de lo quecrea mucha gente. En un comic nopuedes profundizar explicando tan de-talladamente todo como en un libro, nimuchas veces es fácil hacerte ver loque sienten los personajes (enfado,rabia, tristeza, alegría,]) a través delas viñetas como un buen actor que loconsigue con solo su expresión facialen cuestión de 5 segundos. Por eso,creo que para conseguir todo eso, lotienen que hacer los que se dedicanrealmente a ello y saben como hacerloporque ya he tenido algún chasco poresto que os comento.

Pues bien, este NO ES ELCASO de Paco Plaza y Joseph Díaz.Menos mal que al final, cambie deopinión y decidí comprarlo, porquerealmente han hecho un grandísimotrabajo realizando Maldito Viernes.Joseph Díaz, ilustrador para videojue-gos, discos, libros, publicidad y que hacompaginado todo esto con produc-ciones cinematográficas y director dearte para editoriales y publicidad hasido el encargado de poner cara aPilar, una chica normal de Barcelonala cual es mordida por un vampiro, ysinceramente, lo ha hecho estupenda-mente. Durante toda la historia,Joseph Díaz con sus dibujos, dondepredominan totalmente el negro, tehace sentir lo necesaria que es la os-curidad para Pilar, que no aguanta laluz y tiene que estar continuamenteevitándola. Así mismo, también haceun magnifico trabajo con los persona-jes sobre todo con Pilar y sus expre-siones, donde en determinados mo-

mentos del comic puedes comprobarcomo la esta pasando factura la trans-formación que esta sufriendo y poco apoco ves en su cara reflejado el can-sancio de estar pasando por lo queesta pasando. Además, mención es-pecial sobre los rasgos faciales dePilar, los cuales, fácilmente los re-conoces como los de Leticia Dolera(Rec 3) ya que Maldito Viernes fueideado para un concurso de falsostrailers de películas y estaba protago-nizado por ella. Sobre el argumento,Paco Plaza, director de cine (aunqueeso ya lo sabíais) consigue engan-charte con una magnifica historia en lacual no hay vampiros que cazan hu-manos y son descubiertos y persegui-dos o se enfrentan a otros de su

especie ni nada por el estilo, sino quelo que hace es que seas testigo delcalvario que sufre una chica normal altransformarse en vampiro y que lógi-camente no es consciente de ello yaque los vampiros son cuentos demiedo y no existen. Aquí la chica nomuere y de un día para otro renacecomo vampiro, sino que su transfor-mación se alarga varios días, en loscuales ella sigue haciendo su vidanormal, pero día a día van apare-ciendo síntomas que fácilmentepueden ser confundidos con enfer-medades y que Paco Plaza los con-vierte en capítulos. Por ejemplo, elprimer capitulo trata de la fotofobia, lacual explica médicamente que Pilar noaguante la luz y tenga que evitarla. El

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segundo es la hiperacusia y así ex-plica el aislamiento social y depresión.El siguiente, hemofagia que es untrastorno alimenticio en el que existeel deseo irresistible de ingerir sangrey así sucesivamente hasta que un díala transformación llega a su fin y ahí sique es consciente de lo que la hasucedido. Lógicamente, el argumentono puede tratar solo de su transforma-ción. Hay sitio en la historia para cono-cer su entorno, sus amistades y comono, su relación sentimental, la cual escomplicada ya que es manipuladaemocionalmente pero el hecho deconvertirse en vampiro, hace quetome las riendas de su vida] ¡y deque manera!

Maldito Viernes ha consegui-do engancharme de tal manera que laverdad, es que me he quedado conganas de mas. Como historia es mag-nífica, pero la parte en la que apareceun vampiro explicándola en qué se haconvertido y que sea discreta, quecomo deje rastros de lo que es y lagente empiece a sospechar, él u otrocomo él la tendrán que eliminar paraque no les descubran, hace que dejeuna puerta abierta a una continuaciónque a mi parecer sería muy intere-sante ya que una de las normas quetiene que acatar, la ignora en un de-terminado momento de ira con alguiencercana a ella. Ojala esto sucediese yviésemos, por ejemplo, una trilogía ex-plicando quienes son esos vampiros yla decisión que toman sobre Pilar alhaber desobedecido una de las nor-mas, porque como novela gráfica esincreíble, pero como una colección,por ejemplo de 3 o 4 tomos, sería unode los mejores colecciones de comicsnacionales de terror que se hayan edi-tado nunca, por no decir la mejor.

Andrex El Drugo.

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Eran ellos, un grupo de seistíos, los que se reunían cada sábado,por la noche y ya a puerta cerrada, enaquel local. Una hamburguesería,como la que tienes en tú en tu barrio.A todos les unía una misma pasión: laOui-Ja.

Las pilas de platos con restosde carne, mostaza y kétchup podíanesperar al domingo para ser fregadas.No así el tablero de madera y aquelmugriento vaso que susurraba “tó-came”. Para colmo, ¡Nunca les habíasalido!... pese al esmero que leponían. Algunos ya estaban em-pezando a dudar en eso de los espíri-tus. Pero aquel sábado. Aquel malditosábado, todo iba a cambiar.

El local, regentado por dos deellos, abría a las ocho de la tarde pa-ra servir tantos menús como los adolescentes chillones, las parejas deenamorados y los treintañeros querenegaban de serlo, pudieran pedir.Además, aquel día, había un siempreapasionante Atlético de Madrid-F.C.Barcelona en la TV, por lo que, era deesperar que el local se llenara.

Pero comenzó el partido y ellocal, como cual barco fantasma,siguió vacío. Tan solo el hilo de voz delcomentarista, los cacahuetes en laboca de los regentes y alguna queotra mosca que creía que seguíasiendo verano, habitaban la ham-burguesería. Nadie. Absolutamentenadie. Y pasaron los minutos, lashoras y la noche entera. Y absoluta-mente nadie entró hasta que, a eso delas dos de la mañana y con la per-siana a medio bajar, entraron los cua-tro colegas que, como siempre,venían dispuestos a pasar una agra-dable noche de espiritismo. Al entrar,hablaron de lo acaecido; el singularhecho de que el local, pese a estarabierto como siempre, hubiera estadovacío toda la noche. Y más unsábado, con aquel partido. Aquel díaaparentemente normal, había comen-zado a ser uno de los días más ex-traños de sus monótonas vidas.

Y, así como el vacío habíasido el fiel compañero durante toda la

noche, ahora era la extrañeza quiense apoderaba, aprisionando a todoaquel que estaba dentro, del local.Colocaron el tablero, justo en mitaddel, ahora antro, y sobre él, el vaso, ysobre este, un dedo cada uno. Y justoen este momento, el miedo. Las puer-tas y ventanas golpearon fuerte lacalma de la noche. Los platos, sinusar, se dispararon ante la increduli-dad de, hasta las moscas que ronda-ban por el mostrador. Todo, apa-rentemente, se volvió a calmar y elvaso comenzó a ir de una letra a otray de un número a otro, formando ex-trañas fechas y nombres desconoci-dos. La primera y última pregunta dela noche fue emitida por el futuro di-funto, con una voz que parecía velarentre el purgatorio y el infierno; no fueotra que la predecible “¿Cuándo voy amorir?”, una pregunta que todo hijodel morbo quiere saber. El vaso notitubeó y señaló una fecha tan cercanacomo certera. ¿Destino? ¿Provo-cación? Ataúd.

Aquel sábado fue el últimoque aquel grupo de jóvenes inquietosespiritualmente, quedaron para jugara la Oui-Ja, si es que “jugar” y “Oui-Ja”pueden ir en la misma frase. Que-daron paralizados ante el horror. Lasabia energía que había impedido en-

trar a nadie desde primera hora de latarde, estaba preparando una historiatrémula que, como todas las de estetipo, acabó en tragedia. Todas. Siem-pre. Tragedia. Muerte.

Muchas de las historiasverídicas que he escrito acaban de lamisma manera: en un funeral. Pero notodas las miradas de un funeral soniguales. Las de este, por ejemplo,eran, no ya de desconsuelo sino deterror. Y de seguridad. Seguridad deque no solo somos los que nosvemos. No. Somos muchos más. Ycuando uno se da cuenta de ello, lequedan dos opciones: la esperanza yel terror. Los otros cinco participantesde la velada de aquel sábado nocheen la hamburguesería, queda clara encuál de las dos opciones estarán situ-ados hasta el día de sus muertes.

Y es que, nosotros podremostentar al más allá infinidad de oca-siones, pero cuando aquel tienta, nonos da ninguna oportunidad. Y menos,ante preguntas trascendentales. Esdecir, esas preguntas que solo se des-cubren conforme vas viviendo tu vida.Saber tanto, quizás, no sirva de nada.A menos que nuestro único fin seauna muerte prematura.

Germán Piqueras.

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Creditos:

Fotografía y edición: Markus Orrico

Modelo femenino y estilismo: Vero Villares

Modelo masculino: Eloy Dominguez

Make up & fx : Ana Muñoz Peinado y Lorena Pastrana

Asistentes e iluminación: Javier Brea y Elena Quirós

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Después de tres días agota-dores, me dispongo a plasmar (casi)todo lo que he vivido en palabras (y nopuedo evitar emocionarme al hacerlo).Espero ser capaz de expresar y trans-mitiros aunque sea la mitad de lo quehe vivido en mis propias carnes, y esque no todos los días, ni todas lasgiras, una puede coger la mochila,echársela a la espalda y hacer todaslas fechas de este santo país. Voy aser terriblemente subjetiva, pero la ob-jetividad, bajo mi punto de vista, nosirve en la música. Se trata de pasión,de sentimientos, y ahí no hay objetivi-dad que valga.

Por fin llegaron los días quetanto había ansiado que llegaran, setrataba del 14, 15 y 16 de Noviembre.El miércoles dieron comienzo las fe-chas programadas por España de lagira de Luca Turilli's Rhapsody que lle-vaba el nombre de "Cinematic WorldTour", y lo hizo en Bilbao, en la salaSantana 27. Siguieron los bolos deMadrid, en la sala Caracol, y Bar-celona, en la Sala Bikini. Mi mayor ali-ciente para asistir era, sin duda,Freedom Call, pero no puedo negarque mi interés por ver a la nueva for-mación que acompaña al guitarristaitaliano era cada vez mayor: el nuevo

CD, Ascending to Infinity es, simple-mente, un bombazo. A estos dos gru-pos les precedieron sobre elescenario Orden Ogan y Vexillum.

Los encargados en abrir lasactuaciones fueron los italianos Vexi-llum. Voy a confesar que no me habíadignado ni a escucharles previamente,pero la falta de tiempo es lo que tiene.Fueron un grupo que me dejaron igualque al principio: indiferente. Sí bien esverdad que tienen un espectáculo di-vertidillo con sus faldas escocesas ysu parafernalia, pero musicalmente nodejan de ser más de lo mismo. Puedeser que en Barcelona subieran unpoco el nivel, pero no es, ni de lejos,un directo que te deje con ganas demás.

La siguiente banda en ponerla carne sobre el asador fue la ger-mana Orden Ogan y su metal sin-fónico. Fue un grupo que me gustó enBilbao, me dejó de gustar un poco enMadrid, y me gustaron más enBarcelona. En esta última ciudad,quizás, tuvimos la "suerte" de disfrutarpuramente de su música y no fijarnostanto en la indumentaria que llevabanencima (aunque al final todo formaparte del espectáculo). De sus actua-ciones he de destacar 3 temas: Fist ofFate, We are Pirates y The Things WeBelieve In. Sí es cierto que se podíaapreciar cómo subían el nivel en cada

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concierto. Es una pena que los coros,así como todas las orquestaciones laslanzasen desde la mesa de mezclas.A pesar de ello, es un grupo al que, sinduda, volvería a dar otra oportunidad.Tengo mucha curiosidad de cómo esun directo de larga duración de estecuarteto.

Los terceros en discordiafueron Freedom Call. Qué decir sobreellos... A mí me tienen completamenteganada. A pesar de que en estaocasión no giraron ni el bajista (SamySaemann) ni el batería (Klaus Sper-ling) de la formación original, ni senotó. Además, me declaro pública-mente fan de Ramy Ali, batería "su-plente". Es tremenda la energía quederrocha sobre el escenario. No cam-biaron ninguna canción del repertorioen ninguno de los tres conciertos (nolo hizo ningún grupo, salvo Vexillum,si no me falla la memoria). Abrieroncon Freedom Call, toda una gran sor-presa ya que se trata de un tema quesuelen tocar hacia el final de los bolos.La siguiente en sonar fue The Eyes ofthe World, temazo por excelencia delgrupo, y que causó gran furor enBarcelona, por destacar una ciudad.Le siguió un tema de su último trabajo:Rockstars. Precedida por un speechpara tomar un poco de aliento. Can-ción muy divertida en directo que mehace disfrutar como una enana, todosea dicho. Le siguió Tears of Babylon,es decir: llegó la hora de saltar comosi no hubiera mañana. Soy incapaz dedescribiros cómo es este tema en di-recto, es algo que hay que vivir. Des-pués, llegó el momento "romántico"con The Quest. Es una canción queya me satura un poco en directo, yque no encuentro para nada ade-cuada para una actuación de tan cortaduración (unos 45 minutos). Para mí,por lo menos, va perdiendo la magiaque tiene. La siguiente canción en serrepresentada fue Power & Glory, temaque daba esta vez nombre al tour deFreedom Call. Aquí fue Chris Bay elque nos dio unas clases antes de em-pezar para enseñarnos la letra yacompañar durante la canción, can-ción con la que la gente se lo pasópipa. Llegaba la hora del final, y lapenúltima en sonar fue Warriors.Tanto en Madrid como en Barcelonasucedió un momento bastante cu-rioso, raro, gracioso, llamémosloequis, para el público si es que uno nosabe de qué va el asunto, y es que lesentró la risa a los músicos. En Madrid,el discordante fue el propio Chris (que

supongo que lo hizo a sabiendas), enBarcelona fue Lars, y todo ello debidoa una película que habían visto. Meencuentro en la obligación de decirque me encanta cómo se vive este

tema en Madrid. Desgraciadamentellegó el tema que ponía punto y final alas actuaciones de este grupazo: Landof Light. No tengo palabras para esto.Es, sin duda, la canción con la que

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mejor me lo paso en cualquier directode cualquier grupo. Tiene una energíamuy especial y una potencia abru-madoras, buena para terminar la ac-tuación, pero que te deja con ganasde más porque se pasa del todo a lanada en un abrir y cerrar de ojos.

Conclusión de los shows deFreedom Call: mejor sonido para laSantana 27, mejores saltadores de al-tura para los madrileños, y mejorescantantes, los catalanes. Repartidotodo queda mejor. Aunque he de decirque, siempre, no sé por qué, dondemejor atmósfera percibo es en Madrid.Hay siempre algo especial en el am-biente.

Una vez vivido esto, era lahora del grupo principal. Teníamuchas ganas de ver los temasnuevos en directo, y es que todavíame parece impresionante queAlessandro Conti pueda cantarlos envivo. Es algo que no llego a compren-der. Luca Turilli y compañía se plan-taron en España con una superpro-ducción (que ni Kamelot, algunos se-guro que me entendéis o por lo menossabéis de lo que hablo). Una lástimaque en Madrid y Barcelona el esce-nario no fuese tan grande como en Bil-bao para poder verlo todo montado.Pero si lo miro por el lado bueno, asíera más acogedor, porque la verdades que la asistencia a los tres concier-tos dejaba bastante que desear. A míme dio mucha pena, porque real-mente ofrecieron un espectáculodigno de ver. En Bilbao seríamoscerca de 100 asistentes, y en Madridy Barcelona quizás unos 300 (no seme da nada bien eso de contar abulto). Sí, estamos muy jodidos,hablando pronto y mal ( aunque ya séque no estoy revelando nada nuevo).Tras la presentación de la banda, re-alizada mediante proyección de vídeo,y con la intro Quantum X (fue aluci-nante la reacción del público al veranunciado el nombre del guitarristaitaliano, y al verlo aparecer. No es deextrañar, pues tiene un carisma y unaelegancia sobre el escenario indis-cutibles), tocaron directamente Ridingthe Wings of Eternity, tema con el quetoda la audiencia se volvió loca, y quetuvo un sonido un poco raro enBarcelona. En esta primera canción,ya se notó la conexión de la bandacon el público, y el frontman empezóya a calentar a los asistentes. Si-guieron canciones del nuevo trabajo:Clash of the Titans y Tormento e Pas-sione. En esta última apareció sobre

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el escenario la soprano alemanaSassy Bernet, que realizó un duetomaravilloso con Conti (canción que vicon la boca abierta y los ojos abiertosde par en par. Podría decir que mehallaba completamente anonadada).En Barcelona, Luca Turilli incluso leaplaudía a Conti en algunos momen-tos, y es que es un auténtico bestia.Era impresionante la cantidad ingentede cámaras que había grabando Tor-mento e Passione en cualquiera delos tres shows. Sin duda, uno de loshighlights.

Dos puntos que me gustaríadestacar son los dos solos de los quepudimos disfrutar, el de batería y el debajo. Al solo de batería lo precedió untema que tenía muchas ganas de veren directo, porque no llegaba a com-prender (y sigo sin hacerlo) cómo elvocalista italiano puede cantar la partefinal, algo que es de otro planeta: Ex-calibur. Por otra parte, a este solo lesiguió uno de los momentos másaburridos del concierto (bajo mi puntode vista), incluido con un pequeñocambio en el escenario. Me parecióque cortaba el ritmo del concierto de-masiado: Forest of Unicorn. El de bajofue terriblemente bonito, y diría quemusicalmente perfecto. Se enganchócon parte de Of Michael the Archangeland Lucifer's Fall. Sin duda, los temasque se llevaron la palma en todos ycada uno de los bolos fueron dos:Dawn of Victory y Emerald Sword, delos antiguos Rhapsody. Es impresio-nante cómo sonaron en directo ycómo las disfrutó el público asistente.

Intentaron aderezar el showcon unas actuaciones de "baile", lascuales muchos opinan que sobraban.A mí, si digo la verdad, no meparecieron que estuvieran de más, nique estuvieran bien incluidas, sinoque me dejaron bastante indifere-nte. Fue toda una pena que nopudiéramos disfrutar de DominiqueLeurquin a las guitarras debido a unaccidente laboral hace algunos me-ses, ya que toda la música de Rhap-sody está compuesta para dos gui-tarras. Tendremos que esperar a lapróxima, y desear que se recupere lomás rápido y mejor posible. En defini-tiva, dos horas de música, muy buenamúsica, que se pasaron increíble-mente rápido, con músicos de primeray un ambiente inmejorable. Me sor-prendió la sensación que tuve en losconciertos de Madrid y Barcelona deno haber estado en los conciertos deldía anterior, lo que quiere decir que

algo especial hay (o que lo vivo de-masiado).

Texto y fotos:Weiße Mörderpuppe

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Título original: The WardDirector: John CarpenterIntérpretes: Amber Heard, DaniellePanabaker, Mika Boorem, Jared Harris, Lyndsy Fonseca, Mamie Gummer, Laura-Leigh, Sali Sayler,Sydney Sweeney, Dan Anderson.Guión: Michael Rasmussen, ShawnRasmussenMúsica: Mark KilianGénero: TerrorNacionalidad: Estados UnidosDuración: 88 minutosAño: 2010

En 1966, la joven Kristen esingresada en una institución psiquiá-trica, donde conoce a otras chicasperturbadas con sus respectivos pro-blemas... y a otra que se le aparecepor los pasillos al caer la noche.

¡Y al fin tenemos aquí el re-greso de John Carpenter a la pantallagrande! Se ha hecho esperar, pero porfin podemos ver su último trabajohasta la fecha. Desde "Fantasmas deMarte" que el maestro no hacíaningún largometraje, ya que los episo-dios para "Masters of Horror" no cuen-tan en este ámbito. Carpenter, quenos ha regalado obras maestras como"La Cosa". ¿Dónde se ha metido elmaestro en esta película?

Esta es una de las críticasque más me va a doler hacer. JohnCarpenter nos entrega con "Encerra-da" su película más floja. Sí, inclusode menor nivel que "Memorias de unhombre invisible" y "Fantasmas deMarte". No sólo porque parezca unapelículas más propia de un novato quede un experto como él, sino porqueapenas se puede vislumbrar la som-bra de Carpenter durante la hora ymedia de metraje. Pero, aunque debaser duro con la película, es de uno demis directores favoritos al que teníaganas de volver a ver en un largome-traje, así que, no todo es malo.

La película nos presenta lahistoria de Kristen, una joven que esinternada en un centro psiquiátrico porrazones desconocidas. Allí conoceráa otras chicas y a una muy especial,que se le aparece en los momentosmás inoportunos y le ataca. No es elúnico objetivo de los arranques defuria del espíritu, pero parece que elsilencio impera en el edificio.

A priori, parece un buen argu-mento. No sólo bueno, sino uno propiodel que sacar muchísimo, y más sieres John Carpenter. Pensemos, ¿unfantasma acosador en un psiquiá-trico? ¿Un psiquiátrico? Un lugar per-fecto para que el director haga lo quemejor sabe hacer. Sí, la historia separece levemente a "Gothika", peroen manos de Carpenter podría llegar

muy lejos. Lastima que eso no ocurraen ningún momento del metraje.

Lo peor de "Encerrada" esque está dirigida por un director muypersonal, pero del que no se le ve sutoque por ninguna parte. Al menos,durante la mayor parte del filme. Sí,hay diversos momentos donde un fande Carpenter puede verle; algunos en-cuadres, ciertos detalles del argu-mento, el ser sobrenatural, el tono deserie B de algunas secuencias... De-jando todo eso de lado, podría haberladirigido cualquier otro. Y eso duele;hace bastante daño siendo gran fandel bueno de John.

Pero esto no es todo. El filmeparece más propio de una tarde deAntena 3 que de una película dis-puesta a ser estrenada en salas co-merciales. Muchos pensarán que estoya pasaba con algunas produccionesdel director, pero es que sin su sellopersonal durante los minutos quedura, se queda en simple telefilmepara pasar el rato. Y ahí entra otro delos problemas; apenas pasa nada entoda la película.

Los ataques del fantasma sonmínimos. La mayoría del tiempo laprotagonista se lo pasa preguntán-dose qué ocurre, intentando ave-riguarlo y yendo de un lado a otro, aveces como un pollo sin cabeza,dando una sensación de aburrimientoy hastío que pocas veces, muy pocas,

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he visto en una película de Carpenter.Y es una pena, porque aunque unopiensa que estas pocas aparicionesdel fantasma se corresponden a tenermás tensión cuando llega, al aparecerse le ve perfectamente, por lo quetampoco tiene nada que ver con eso.Sin querer desvelar nada, ya que te-nemos final sorpresa, en los últimosminutos se resuelve prácticamentetodo y es cuando el filme coge algo deautentica emoción. Un giro final bas-tante predecible, además.

Pero como decía más arriba,no todo es malo. El conjunto de ac-tores es genial. Empezando porAmber Heard (Furia Ciega, Bien-venidos a Zombieland), que se comela pantalla, hasta llegar a un JaredHarris (Resident Evil: Apocalipsis,Sherlock Holmes: Juego de Sombras)que siempre funciona, pasando poruna Danielle Panabaker (Mr. Brooks,The Crazies) estupenda y una LindsyFonseca (Kick-Ass, Jacuzzi al pasa-do) con la que es fácil empatizar, entreotras. Un reparto bien dirigido, bienelegido y que se esfuerza en alzar lapelícula, incluso en sus momentosmás flojos.

Los momentos fantasmalestambién funcionan bastante bien, apesar de ser pocos y enseñar demasi-ado. Hay sangre, alguna que otrabuena muerte y cuando el fantasmamuestra menos, más terrorífico sehace. Por no hablar de que los minu-tos finales son de órdago; muybuenos, de lo mejorcito de la película.También hay que agradecer queaunque sea un final sorpresa peropredecible se amolde perfectamente alo que se nos ha ido contando, deprincipio a fin. Es decir, no es un finaltrampa, e incluso he querido ver ciertoguiño de Carpenter al final de una desus películas con cierto susto.

Resumiendo, sí, ha vueltoJohn Carpenter, pero de una forma untanto rara, hasta parecer que lapelícula ni le pertenece. Si fuera elfilme de un director nuevo, pasaríapoca cosa, pero siendo una de susobras, duele mucho ver en ella tantosfallos. Aún así, sus aciertos son muypotentes, y me veo incapaz de sus-pender una película del maestro.

Nota: 5/10

Tony Jiménez.

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El mito del vampiro, según elfolklore de algunos países es unacriatura diabólica que se alimenta dela esencia vital de otros seres vivos.En la literatura y en el cine ha llegadoa evolucionar de diferentes maneras yno siempre para bien. El vampirosiempre había sido un depredadorque se alimenta de sangre humana yahora hemos llegado a ver que inclusotienen remordimientos y algunos deellos hasta se enamoran de hadas delbosque y no solo eso, también hemosvisto que cuando les da el sol, en vezde convertirse en polvo, se conviertenen luciérnagas.

En Yo Soy Legión, el mitovampírico sufre una nueva transfor-mación, pero en este caso no es tanhorrenda como las comentadas ante-riormente. Al principio, cuando estasleyendo este comic con guiones deFabien Nury y dibujos de John Cassa-day, te da la sensación que lo queestas leyendo gira en torno a pose-siones demoníacas tipo película LaMaldición de Damien en vez de algoque trata sobre vampiros. Aquí el vam-piro no es una criatura nocturna que

se dedica a chuparles hasta la ultimagota de sangre a sus victimas paraseguir viviendo, es mas bien un demo-nio que habita en el cuerpo de unapersona y tiene la capacidad de dejarese cuerpo y poseer otro. Todo esto,lógicamente al ser un vampiro se hacepor medio de la sangre, pero sinnecesidad de morderle el cuello ninada por el estilo. El vampiro o strigoicomo es llamado en el comic (y comoson llamados en la mitología rumana),puede “vomitar” sangre, la cual es suverdadera forma y por tanto esa san-gre tiene vida propia y puede atacar yposeer al nuevo huésped el cual seconvierte en el nuevo strigoi mante-niendo su forma humana pero su per-sonalidad es la del strigoi.

Esta nueva evolución delvampiro, viene arropada por una his-toria a veces un poco enmarañada yconfusa porque el guionista manejavarias tramas, pero original a su vezporque se da en un marco histórico enel cual el mito del vampiro casi no hasido explotado: la segunda guerramundial.

Estamos en 1942 y los nazis

están en la cúspide del poder aunquelos aliados estén consiguiendo susprimeras victorias. Para dar el pasodefinitivo y poder ganar la guerra, losnazis crean el proyecto Legión quetrata de controlar a soldados quepuedan seguir peleando aunque esténheridos porque no sienten dolor y lohagan como uno solo, controlados poruna única mente, como si todos fue-sen un solo individuo. Esto lo con-siguen gracias a la sangre de unapequeña niña rumana que tiene unashabilidades sobrenaturales, y es quecon solo un poco de su sangre inyec-tada a varias personas, esa niña escapaz de controlarles a voluntad. Deahí el nombre del proyecto, Legión,porque al final del primer tomo,cuando la preguntan su nombre des-pués de finalizar una prueba dondedemuestra sus dotes de control sobrepersonas ella responde “yo soyLegión” haciendo referencia a la fraseque contesta el demonio cuandoJesús lo va a expulsar de una personaposeída: “Legión me llamo, porquesomos muchos”. Éste y otros detallesmás, según avanzas en la lectura,

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aparte de la ausencia de victimas de-sangradas hasta morir y con unmordisco en la garganta, es lo que tela sensación de estar leyendo uncomic sobre el diablo antes que sobrevampiros. Es mas adelante cuandoempiezan a encajar las piezas y vasrelacionando todo lo que ocurre con elmito vampírico y te olvidas de pose-siones demoníacas y también cuandodescubres quién es esa niña y querelación tiene con otro strigoi queaparece, y el por qué ella se presentovoluntaria a los nazis y les dió la ideadel proyecto Legión.

Respecto a lo enmarañadaque os puede resultar la historia, esporque aparte de la trama delproyecto Legión, a su vez descubresque hay un agente del Abwehr (agen-cia de inteligencia alemana) que tienela orden de desarticular el proyecto.Aparte, aparece un resistente rumano,que tiene la misión junto a un co-mando inglés de eliminar al dirigentedel proyecto el cual esta centrado enacabar con el agente del Abwehrcuando te bombardean con detallesde una trama de espionaje rela-cionada con un asesinato de un ricoindustrial el cual el principal sospe-choso es un miembro del espionajealiado el cual es el que ha encargadoal comando ingles eliminar al dirigentedel proyecto Legión. Si entre todoesto, además aparece también la ope-ración Valkyria, hay un momento enque te has olvidado totalmente de laniña y el otro strigoi y que estapasando con ellos. Mas tarde, lógica-mente, todo tiene relación pero hastaque eso ocurre acabas desquiciadocon tanta trama de espionaje.

Como he dicho, es una ideaoriginal, no solo por cómo se presentaa los vampiros sino también por el pe-riodo temporal donde esta ambien-tado el cómic. Su historia, acom-pañada por esos perfectísimos y de-tallistas dibujos hacen de este comic,una lectura muy interesante, solo em-pañada ocasionalmente por la canti-dad de tramas abiertas que hacen quepierdas en algún momento el hilo prin-cipal.

Andrex El Drugo.

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La lancha se acercaba a labahía despacio y con apenas un can-dil de queroseno como única luz. Susdos ocupantes miraban hacia el frentecon una mezcla de curiosidad y miedoy los ojos entornados para otear mejoren la oscuridad. El italiano sujetaba eltimón, dejando que la suave corrientedel Pacífico les empujara hacia laorilla, mascaba un palillo de dientesmientras sus ojos azules buscaban lassiluetas de los promontorios que flan-queaban la bahía y parecían vigilarlescomo gigantes de piedra. Timo Suáreziba sentado delante de él, con los piesencharcados hasta los tobillos en elagua tibia que se mecía silenciosa enel fondo de la barca y el pequeño libromarrón apretujado entre sus dedos.Sus rígidas y cuarteadas cubiertasparecían a punto de deshacerse.

– ¿Estás seguro que es poraquí? – le preguntó Gianno, su acentocalabrés deslizaba las eses como elsilbido de un pájaro.

–Lo es, según el diario –lecontestó–. Ahí, en el centro de labahía, a la misma distancia de lospromontorios y de la orilla.

El italiano sacudió la cabeza ysuspiró, se apartó de la cara unmechón de rizos rubios y escupió elpalillo por la borda.

– Lo intentaré. Afirmó el timón con ambas

manos y dirigió la barca silenciosaentre las débiles olas. No terminabade creer en ese diario.

Timo miró a su compañero.No eran amigos, ni siquiera le conocíamás allá de algunas pillerías, perohabía sido el único lo suficientementeloco o lo suficientemente desesperadocomo para acompañarle. Y a pesar detodo nunca le había ocultado susreservas. Gianno apagó el motor de lazodiac y lanzó por estribor un cabocon un ancla de fondeo, despuéscolocó la bolsa de deporte entre losdos y sacó de su interior los trajes debuceo.

–Vamos, no quiero que laGuarda Costera nos encuentre poraquí –dijo, tendiéndole el suyo a Timo.

Se calzaron los monos deneopreno y se armaron con doscuchillos y sendas linternas. Antes de

colocarse la bombona, Timo guardó eldiario en la bandolera hermética quelo aislaría de la humedad. Podríannecesitarlo en la gruta.

–Si existe –apuntó el italiano.–Si existe. Apagaron el candil y se

hicieron al agua. Estaba cálida y tibiaen el Mar Caribe, tanto cómo lo habíaestado sesenta años atrás, si se fia-ban de las fechas que apuntaba el di-ario, ligeramente más fría a medidaque descendían. Mientras buceabahacia la negra inmensidad, en pos depoco menos que un fantasma, tal vezno mucho más que un delirio, Timosentía en su costado el peso del diarioy se esforzaba por recordar las con-fusas indicaciones que había memo-rizado durante meses y que ahora,con el medidor de profundidad en unamano y la linterna en la otra, parecíantan distantes.

El viejo había muerto decáncer más cerca de los cien que delos noventa, aunque nadie sabía ex-actamente la cifra. No era su abuelo,ni siquiera su misma sangre, pero sehabía acostumbrado a llamarlo asídesde pequeño y con el nombre deAbuelo se había quedado. Todavía nohabía terminado de enfriarse en susepulcro cuando Timo había forzadola cerradura de su buhardilla y con lallave que le robara del cuello en elmismo lecho de muerte abrió el cofredorado que el viejo guardaba debajode una especie de poncho sudameri-cano. Aquel baúl olió a alcohol dulzóny a puro habano, pero el aroma se es-capó nada más abrirlo, como si eltiempo encerrado lo hubiera debili-tado. Timo encontró el cajón de fo-tografías del Abuelo, fotos de Cuba,de la guerra, encontró cartas y pliegosajados de papel amarillento y tinta descolorida. Encontró un uniformedesteñido, galones sucios y medallasmugrientas, una pipa de caña de bo-quilla mordisqueada y al fondo, debajode una blusa de mujer manchada desangre, el libro marrón y desgastadoque el viejo utilizaba como diario.

Timo sólo lo había visto unavez, todavía era muy pequeño, elAbuelo había anotado algo rápido y

después se lo había llevado, el re-cuerdo que había dejado en el niñoera un bofetón por atreverse a mirarlo.Ahora lo tenía entre sus manos, huyócon él a una cafetería, tan lejos quenadie pudiera reconocerlo, y leyó conavidez sus páginas finas y desmiga-jadas por el tiempo. La letra delAbuelo era fina y apretada, man-churrones de tinta como cementomantenían pegadas entre sí algunaspáginas, y en las que se podían leer hablaba constantemente de un“botín”, de otro hombre, un gringo alque se refería como Glock, y de untesoro robado en la guerra. Tambiénde una cala frente a las costas deCuba, y de la mujer que murió por nodesvelar su secreto. Al final relataba lahuída de la isla, y la última anotación,casi veinte años después, según lasfechas, iba acompañada de una brevecarta en inglés en la que Glock expli-caba que no podía esperarle más y re-gresaba a por su parte. En su diario,el Abuelo lamentaba no poder acom-pañarlo, ya no era joven, ni intrépido,y en su última frase suponía que elgringo mal nacido, si no había muertoen el intento, habría aprovechado laoportunidad de quedárselo todo.

Esto no se lo contó Timo alitaliano cuando decidió contratarle,para Gianno la gruta iba a estar llenade perlas y oro cubano, si bien Timotenía la impresión de que su disposi-ción a acompañarlo se debía más biena sus ganas de perder de vista a laGuardia Civil que a que se hubieracreído una sola palabra. No iba a tar-dar en salir de dudas, las linternasacuáticas acaban de descubrir laabertura en el fondo de roca marina.

La entrada de la gruta difícil-mente permitiría el paso de un hom-bre, siglos de acumulaciones cora-linas y formaciones de algas la habíandisminuido hasta el tamaño de unarendija. Suerte que ni Timo ni Giannoeran precisamente fornidos, pero les preocupaba la posibilidad de no caber con las bombonas a cuestas.La eventualidad se resolvió al ins-tante, el italiano cortó un amasijo demusgos y algas y consiguió despejarla abertura lo suficiente. Ante ellos se

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introducía en la roca un angosto des-filadero poroso y afilado cuyas aristasarañaban sus neoprenos y se lesclavaban en los músculos como astaspuntiagudas. Tras unos metros debuceo el pasadizo se abrió como elcuello de una botella y pudieron sacarla cabeza del agua en el centro de unacaverna. Las paredes y el techoparecían echarse sobre ellos, carga-dos de estalactitas como colmillos detiburón. La luz de las linternas titilabaen las rocas reflejada por mil destellosde agua cristalina.

– ¡Así que el lugar existe! –ex-clamó Timo retirándose la boquilla ycerrando la bombona de oxígeno. Gi-anno hizo lo mismo y se pasó unamano por el pelo.

–Nunca dudé de la gruta –dijo–. Sino del tesoro. Todavía notengo tan claro que no sea una pa-traña del viejo.

Timo nadó hacia el extremode la caverna, donde las rocas y elagua formaban una especie de playa.Más allá comenzaba otro túnel depiedra cubierta de liquen y oscurocomo la boca de un lobo. Se acercó yasomó la linterna, harto de discutir.

–Bueno, al menos sabemosque si no lo es, debe estar aquí.

El italiano se unió a él en laentrada del conducto, se deshicieronde las aletas y de las bombonas, quedejaron en el suelo listas para el re-greso, y se armaron con los cuchillos.Se introdujeron en la negrura claus-trofóbica siguiendo a los vacilanteshaces dorados de sus linternas.

– ¿Cómo de profundo creesque lo escondió el viejo? –preguntoGianno. Timo sacó el diario de su ban-dolera y lo ojeó fugazmente. Casi selo había aprendido de memoria.

–No tengo ni idea –contestó,encogiéndose de hombros–. Elcuaderno no lo dice.

Por el estrecho pasillo nocabían dos en paralelo, avanzaron,por lo tanto, Timo delante y Giannodetrás, investigando cada saliente dela pared igual que el suelo bajo suspies. No se atrevían a dar un paso enfalso y quedar sepultados allí, tal vezpara siempre. Los muros parecían ho-radados por algún objeto metálicocontundente que se hubiera esforzadopor pasar por allí a pesar de sutamaño, y poco después encontraronen el suelo los restos de una expedi-ción anterior. Gafas de buceo sucias yempañadas, un par de aletas a mediopudrir y un objeto brillante casi sepul-

tado en el polvo.–Una bombona] –apuntó el

italiano–. Estas son las huellas de al-guien que entró]

–Y no volvió a salir –Timomiró a Gianno con el ceño fruncido yel diario en la mano–. El Abuelo nomencionó nada de que la gruta fuerapeligrosa.

Gianno se sopló el flequilloque al secarse volvía a caerle sobre lacara.

–Bien, entonces tenemos aalguien ahí esperándonos.

Timo apuntó con la linterna ala inmensidad frente a él y se giróhacia el italiano.

–Eso es imposible, vamos. El joven empezó a andar

mientras su socio se sacaba la mitadsuperior del traje de buceo. Hacía uncalor sofocante en aquella gruta, sinventilación ni corriente de aire alguna.El rumor del océano a lo lejos y elgoteo incesante del agua que se fil-traba entre las rocas eran lo único queles separaba de estar encerrados alvacío. ¿Qué ha sido eso? –murmuróGianno. Timo se giró y le apuntó conla linterna a la cara.

–No jodas –jadeó, a tal pro-fundidad el oxígeno empezaba a fal-tarles–. Si buscas un buen momentopara gastar bromas no es éste.

El italiano se encogió de hom-bros y tosió tres veces, sus pulmonesde fumador no soportaban igual quelos de Timo la falta de aire.

–Creí haber oído algo –dijo, alfin.

–No lo hiciste. Continuaron avanzando y la

gruta se convirtió en un minúsculotúnel descendente por el que debíancaminar agachados y casi de lado.Las paredes cortantes de roca des-prendida arañaban su piel y les gol-peaban en la cabeza. Para colmo, enaquella negrura las linternas práctica-mente no servían para nada.

–Estoy empezando a arre-pentirme, amigo –gruñó el italiano–.Este desfiladero parece no tener final.

Timo no miró hacia atrás, lehubiera costado demasiado girarse.

–No te preocupes, la cavernano puede ser demasiado profunda. Eldiario explica que]

– ¡A la mierda con el diario! –exclamó Gianno jadeando ostensible-mente– Aquí dentro no se puederespirar, y ni siquiera estamos segurosde que el puto viejo no chocheara

cuando escribió el diario.–No seas imbécil –respondió

Timo manteniendo la calma–, el diariono lo escribió ayer.

–Me da lo mismo.–Ah, cállate, no sabes lo que

dices.–Puede ser. Pero lo que sí

tengo claro es que cabe la posibilidadde que no encontremos nada. ¿Nopone ahí que su antiguo compinchevolvió a por su parte? ¿Quién te diceque no se lo llevó todo?

–Me temo que no.–Pues yo no lo hubiera

hecho, desde]Timo le puso una mano en el

pecho, se había detenido sin que elitaliano se diera cuenta. Apuntaba consu linterna hacia el suelo.

–Estoy seguro –dijo–. Perodesde luego Glock no lo hizo.

Gianno se acercó a él y dirigiósu linterna al mismo punto.

–¿Por qué lo..?No pudo terminar la frase, las

palabras se atascaron en su gargantacuando descubrió el amasijo de hue-sos rotos y vísceras resecas que unavez había tenido forma humana. Es-taba medio tendido al pie de la paredrocosa, lo que quedaba de sus pier-nas, apenas unas tibias carcomidas yfragmentos de fémur y peroné embu-tidos en un podrido traje de buceo,atravesaban el camino. Los brazoscaían a los lados arrancados delcuerpo y la cabeza, ladeada y desen-cajada del cuello, apenas se sosteníaen su lugar con un terrible boquete enel cráneo y la mandíbula desprendida.Lo poco que asomaba de piel por de-bajo del cabello estaba marchito yamarillento como un pergamino putre-facto.

– ¿Crees que es..? –preguntóGianno.

–No me cabe duda. Timo se inclino hacia el viejo

Glock y le arrancó un pedazo de papeldel interior del traje de buceo. Eltiempo y la humedad lo habían ad-herido a las costillas. Regreso junto alitaliano y le mostró el dibujo desco-lorido de un mapa, el mismo que figu-raba en el diario del Abuelo.

Las paredes de la gruta se es-tremecieron como si las azotara unterremoto. Los huesos de Glock sehicieron añicos y se deslizaron comogravilla hasta fundirse con el suelo delpasadizo a la vez que por toda lagalería resonaba un crujido atronador.En el fondo de la oscuridad unos

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pasos rápidos pero pesados cruzaronde un lado a otro y las linternas deTimo y Gianno arrancaron de elladestellos fugaces de algo parecido aunos ojos que desaparecieron el ins-tante. El temblor cesó y la cavernavolvió a quedar en silencio.

–¿Qué ha sido eso? –pre-guntó Gianno, la linterna temblaba ensu mano. Timo negaba con la cabeza.

–No tengo ni idea– contestócon un hilo de voz.

–Larguémonos de aquí, tío.En esta cueva de mierda no hay nada.

Guardaron silencio durantealgunos segundos, no se oía nada, nose veía nada.

–No. Continuemos –ordenóTimo–. No hemos venido hasta aquípara darnos la vuelta con las manosvacías.

El italiano no salía de suasombro.

–Pero ¿y el temblor? ¿Y loque hemos visto?

–Un murciélago. – ¿Y el temblor?–Esas cosas pasan en caver-

nas como estas. Gianno resopló y le pegó un

empujón en la espalda.–Tú estás loco, pero yo me

marcho –dijo, dándose la vuelta. Ape-nas se había alejado unos metros elsuelo desapareció bajo sus pies y sevio arrastrado al vacío por una es-pecie de rampa en medio de un grito

desgarrador. Timo salió corriendo de-trás de él pero lo único que encontrófue la cima polvorienta de un de-sprendimiento, seguramente ocasion-ado por el temblor.

– ¡Gianno! –gritó. Unos se-gundos después le llegó la voz del ital-iano.

– ¡Estoy bien! –gruñó ésteentre toses– Al menos no me he rotonada. Aquí hay otro conducto pero esimposible subir por donde me hecaído. Sigue en la misma dirección, talvez nos juntemos luego.

Poco a poco la voz de Giannose fue perdiendo en la profundidad deltúnel, Timo se alejó de la boca delagujero y recobró su camino porencima de las cenizas de Glock. Se in-trodujo en la oscuridad del pasadizo,cada vez más asfixiante y tortuoso,esquivando mazacotes de roca de-sprendidos y sorteando grietas deltamaño de un hombre, con el únicoobjetivo de encontrar el famoso tesorodel Abuelo y salir de allí echandoleches, con o sin el italiano. Llegado aun punto el conducto desembocó enuna especie de cúpula y se bifurcabaen dos direcciones distintas.

–Mierda –murmuró–. Nodecía nada de esto en el diario. Era cierto, el viejo libro no hablaba enabsoluto de cavernas titubeantes ni decriaturas nocturnas ni de bifurcacionesdel camino. Se detuvo para revisar lasinstrucciones por enésima vez y es-

cuchó un gruñido profundo y salvaje,como de un animal gigantesco, proce-dente de alguno de los conductos.¿De cuál?

– ¿Gianno? –se acercó a unode ellos– ¡Gianno!

La oscuridad no le devolvióninguna respuesta, así que cerró ellibro y volvió a guardarlo, decidida-mente a partir de entonces resultabainútil, y empezó a caminar por el túnelque tenía más cerca. Parecía in-ternarse en las profundidades de latierra, el aire, el poco que había, eradenso y viciado, infestado de vaporesque llegaban a escocer los sentidos,sin embargo las paredes estabanhúmedas, resbaladizas, y el suelo cru-jía cubierto de una especie de polvillo,similar al yeso. Empezaba a imaginarel tacto de las perlas y del orocaribeño en sus manos cuando le hizoestremecer un alarido aterrador le-janamente humano. Se trataba de Gi-anno, era su socio el que gritaba. Y suvoz resonaba en las paredes depiedra como la acometida de uncuchillo.

La luz de Timo buscó en laoscuridad, imposible adivinar a quédistancia se había producido el grito.Intentó correr por el pasillo, y cuandopocos metros después el olor a san-gre y vísceras se había intensificado,empezó a escuchar los jadeos y losestertores de muerte del italiano. Lalinterna le encontró, encontró sus

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partes, primero un brazo, aferrado auna linterna estampada contra elsuelo, después las piernas, amasijospalpitantes de músculo y neoprenodesgarrados como sacos de carne. Lacabeza seguía unida al cuerpo, col-gando boca abajo, su pelo rubio ysucio rozaba el suelo y su abdomen]La luz de Timo encontró su abdomenembutido en las fauces de un ser des-comunal, deforme, una criatura a laque no supo dar nombre y que sucerebro no consiguió asimilar. Timoabandonó a su amigo y lo abandonótodo, dio media vuelta y deshizo suspasos huyendo de aquel engendro.Llegó a la desembocadura de los dosconductos y recordó que el camino deregreso estaba cortado por el fatídicodesprendimiento que había arrastradocon él a Gianno. Su única alternativaera internarse por el segundo túnel yapostar todas sus fichas a que aquelle brindara una manera de salir de lacaverna.

Sus pasos precipitados trope-zaron con todo tipo de obstáculos in-visibles, algunos rígidos como rocasque taladraban sus canillas, otrosblanduzcos y viscosos que se pe-garon a su piel y parecían trepar porella. No escuchaba a su espalda lospasos del monstruo, no sentía sualiento tras él ni el temblor en las pare-des que indicaría que le perseguía,pero aún así no se sentía aliviado enabsoluto. No lo haría hasta que notaseen su cara primero el agua tibia delmar Caribe y después la brisa frescade la superficie. El motor de la lancha,eso era lo único que querría oír ahora.

La luz de la linterna danzabadesbocada sobre las paredes de gra-nito, no tardó en encontrar los restosdel desprendimiento y Timo los trepópara pasar al otro lado. Había con-seguido llegar en su huída más lejosque Glock, pero todavía no podía con-siderarse a salvo. Ese túnel era másestrecho y tortuoso y ni siquiera podíaasegurar que tuviera salida al mar. En-tonces la providencia le llevó hasta loque andaba buscando.

Había estado allí, aunque al-guien se lo había llevado. La roca rojaestaba allí, la pintura un tanto ajada,ennegrecida por el tiempo. Debajo,cuando Timo la empujó, la bolsa marrón con las iniciales del Abueloocupaba un espacio cavado con tor-peza en el suelo. Estaba vacía. Sóloquedaba en ella un jirón de tela enmo-hecida, un retal bordado con el es-cudo de la Revolución. Detrás, alguien

había pintado con letras gruesas: Gra-cias, Viejo.

Timo dejó caer la bolsa alsuelo, sintiendo las lágrimas agol-parse al borde de sus ojos y la deses-peración acumularse en su pecho. Elzarpazo en la roca le despertó degolpe y borró de su mente bolsa,tesoro y Abuelo. Había fallado porpoco y Timo sabía que eso podía novolver a repetirse. Un segundo azotele dio la vuelta y le enfrentó cara acara con el monstruo. Cara, por lla-marlo de alguna manera. El ser abriósus fauces en un rugido demencialque hizo sangrar los oídos de Timo ysus ojos vacíos se clavaron en los delchico como centellas negras la luz dela linterna. Cuando aquellas garras seabalanzaron sobre él consiguió esqui-varlas dejándose caer al suelo y gate-ando logró alejarse de allí. Su hombrosangraba agotando sus fuerzas, susrodillas se desgarraban al arrastrarsepor la roca dura y para colmo estabacompletamente a ciegas. Había per-dido la linterna.

Una pared de piedra detuvosu huida casi antes de comenzar.Consiguió trepar, se dejó caer al otrolado y se quebró un tobillo por ello.Sólo podía oír los gruñidos de lacriatura que le seguía con asombrosafacilidad, como si pudiera ver en la os-curidad, como si dominara el terreno.Timo intentó ponerse en pie, quisocorrer, tirando de su pierna inútil, inca-paz de mover el brazo derecho, ten-tando la pared con la otra mano paraavanzar. Las pisadas del ser hacíantemblar el suelo detrás de él, unaliento pútrido y abrasador erizaba sunuca y cuando creía que todo estabaperdido el pasadizo desapareció, cayóal agua y empezó a hundirse.

El corazón le dio un vuelco ysu cuerpo recuperó nuevos bríos. Lagruta terminaba allí donde había em-pezado, solamente le restaba nadar,bucear fuera de allí y ascender haciala superficie. Pero sin oxígeno, sin lin-terna]

No quería pensar en nada deaquello. El ser se había zambullidodetrás de él, podía sentir la vibracióndel agua en sus pies con cada una deaquellas colosales brazadas. Se sa-cudió en la oscuridad esforzándosepor desplazar algo de agua con suúnico brazo y su única pierna y sólo lasuerte quiso que no tardara en encon-trar la abertura en la roca que salía dela cueva. No le quedaba mucho aire,por eso utilizó sus manos para avan-

zar con la ayuda de los salientes delpasadizo, sabía que pocos metros después encontraría el mar abierto, ysi los pulmones se lo permitían, tam-bién la lancha. Luchó, luchó con todassus fuerzas por no desfallecer, por noperder el sentido. No le quedaba aire,no le quedaba aire, ¡no le quedabaaire!

El conducto no terminabanunca.

Timo sabía que se estabaahogando, los últimos salientes antesde esa débil luz que titilaba al fondoparecían demasiado lejanos, y luegoel mar, todavía le quedaba mucho marantes de la superficie. Se ahogaba,sus pulmones contraídos eran presade convulsiones, el pecho le estallabade dolor, la cabeza le daba vueltas,perdía la visión, así como las energíaspara seguir braceando en lugar derendirse al instinto y abrir la boca,dejar entrar el agua, a falta de aire. Aire, aire ¡Aire!

Había llegado al borde de laabertura. Unas mandíbulas como deacero se aferraron a su pie, se lo lle-varon con ellas. Después la pan-torrilla, un muslo.

Timo no sintió el dolor, susojos se fueron nublando, fijos en lasombra gris de la lancha que bailabaen la superficie. La criatura engulló suvientre, su brazo sanguinolento, lo úl-timo que Timo escuchó fue el crujidode su propio esternón astillándose alser masticado por aquella bestia. Sucabeza y su brazo estirado hacia la luzse desprendieron de su cuerpo, sedeslizaron por el fondo del mar de-jando tras de sí un hilo de sangre queparecía jugar con las corrientes y losbancos de coral. Lo que quedaba deTimo salió a la superficie, su cabezacarcomida por los peces miraba alcielo rojizo del alba, su brazo rígidoseñalaba de forma macabra a la lan-cha motora que nunca conseguiría al-canzar.

Fin. Homenaje a H. P. L.

Miguel Aguerralde.

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