La osteoporosis, enfermedad silenciosa

Anna, de 19 años, padecía anorexia nerviosa —un trastorno alimentario— y estaba recuperándose muy bien cuando, de pronto, se desplomó con un terrible dolor de espalda. Se había fracturado dos vértebras lumbares y había perdido cinco centímetros (dos pulgadas) de altura. ¿Qué le sucedía? Era víctima de la osteoporosis.

OSTEOPOROSIS significa literalmente “hueso poroso”. Se dice que es una enfermedad silenciosa porque no suele presentar síntomas hasta que los huesos se debilitan tanto que con un esfuerzo, un golpe o una caída se produce una fractura, normalmente de cadera, costillas, vértebras o muñeca. La gente suele relacionar la osteoporosis con mujeres frágiles y de edad avanzada; pero como lo demuestra el caso de Anna, también afecta a los jóvenes.

Grave amenaza para la salud

La Fundación Internacional de la Osteoporosis informa que “cada 30 segundos, un habitante de la Unión Europea sufre una fractura por osteoporosis”. En Estados Unidos, 10.000.000 de personas padecen esta enfermedad, y 34.000.000 corren riesgo de desarrollarla debido a su baja masa ósea. Además, los Institutos Nacionales de la Salud, de Estados Unidos, señalan que “una de cada dos mujeres y uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años sufrirán una fractura ósea a causa de la osteoporosis”. Y no parece que la situación vaya a mejorar.

Según el boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que la cantidad de fracturas relacionadas con la osteoporosis se duplicará en los próximos cincuenta años. Este cálculo probablemente se basa en el aumento previsto de la población de edad avanzada. Aun así, las consecuencias son alarmantes, pues la osteoporosis genera un elevado índice de discapacidad, y hasta de mortalidad. Casi el veinticinco por ciento de las personas de más de 50 años que sufren fracturas de cadera mueren por complicaciones en menos de un año.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Ciertos estudios recientes revelan que un importante factor de riesgo es la herencia. Cuando los padres tienen antecedentes de fractura de cadera, el riesgo de que sus hijos sufran ese tipo de fractura podría incluso duplicarse. Otro factor de riesgo es la desnutrición fetal, que da lugar a una densidad ósea inferior durante la infancia. Luego está la edad. Por lo general, cuanto mayor es la persona, más frágiles son sus huesos. Además, algunas afecciones, como la enfermedad de Cushing, la diabetes y el hipertiroidismo, pueden propiciar el desarrollo de la osteoporosis.

Al llegar a la menopausia, las mujeres experimentan una disminución de los niveles de estrógenos, los cuales protegen la masa ósea. De ahí que la cantidad de mujeres con osteoporosis sea casi cuatro veces mayor que la de hombres. Además, la extracción de ovarios crea una deficiencia de estrógenos que ocasiona una menopausia prematura.

No obstante, hay factores de riesgo que uno puede modificar, entre los cuales están los hábitos alimentarios y el estilo de vida. Una dieta baja en calcio y vitamina D contribuye al deterioro de los huesos. El consumo excesivo de sal aumenta la eliminación de calcio del organismo, lo que pudiera agravar el riesgo. Otro factor que también contribuye a la disminución de masa ósea es el exceso de alcohol, acompañado por lo general de mala alimentación.

Como se mencionó al principio, Anna desarrolló osteoporosis como consecuencia de un trastorno alimentario que le provocó bajo peso corporal, carencias alimenticias y hasta ausencia de menstruación. Debido a ello, su organismo dejó de producir estrógenos, con lo que se le debilitaron los huesos.

Otro factor que propicia el desarrollo de la osteoporosis es una vida sedentaria. El tabaco también supone un riesgo importante, pues puede disminuir la densidad mineral ósea. De acuerdo con la OMS, 1 de cada 8 fracturas de cadera está relacionada con el tabaquismo. Pero se ha comprobado que cuando la persona deja de fumar, tanto la pérdida de la masa ósea como el riesgo de sufrir una fractura decrecen.

Cómo prevenirla

Las bases para prevenir la osteoporosis se sientan en la infancia y la adolescencia. Es en esa etapa de la vida que se alcanza el 90% de la masa ósea total. Para una estructura ósea fuerte es esencial el calcio, nutriente que se almacena sobre todo en los huesos. Entre las principales fuentes de calcio están la leche y sus derivados —como el yogur y el queso—, las sardinas y el salmón enlatados (con todo y espinas), las almendras, la avena, las semillas de ajonjolí, el tofu y las verduras de hojas verde oscuro.

Ahora bien, para que el organismo absorba el calcio, necesita vitamina D, la cual se sintetiza en la piel por exposición a la luz solar. Manuel Mirassou Ortega, doctor de Medicina Interna y miembro de la Asociación Mexicana de Metabolismo Óseo y Mineral, dijo: “Asolearse durante 10 minutos diarios contribuye a evitar el desarrollo de la osteoporosis, ya que brinda unas 600 unidades de vitamina D”. Esta vitamina también se obtiene de la yema de huevo, el pescado de mar y el hígado.

No está de más insistir en la necesidad de hacer ejercicio para prevenir la osteoporosis. Durante la infancia y la adolescencia, la actividad física ayuda a aumentar la masa ósea, y en la vejez ayuda a prevenir su pérdida. Los ejercicios que más se recomiendan son los de carga y de resistencia, es decir, aquellos que hacen trabajar a los músculos en contra de la gravedad u otras fuerzas sin sobrecargar demasiado los huesos y las articulaciones. Algunos ejercicios de carga sencillos, y al mismo tiempo eficaces, son caminar, subir escaleras y hasta bailar.

No hay duda de que la prevención es fundamental para combatir esta enfermedad silenciosa. Como hemos visto, podría implicar ciertos cambios en la dieta y en el estilo de vida a fin de conservar la masa ósea y fortalecer los huesos. Hay que reconocer que no es nada fácil romper, por ejemplo, con el sedentarismo, pero vale la pena el esfuerzo. Entre los muchos beneficios que estos cambios reportan pudiera estar el de librarse de una enfermedad que afecta a millones de personas de todo el mundo: la osteoporosis.

[Nota]

A las mujeres que les cesa el ciclo menstrual por el exceso de ejercicio, los huesos se les vuelven quebradizos a causa de la deficiencia de estrógenos. Se recomienda que, a partir de los 65 años, toda mujer se haga una densitometría para determinar si tiene pérdida de masa ósea y si esta es considerable. En este último caso podría recurrirse a ciertos medicamentos con el fin de prevenir y tratar la osteoporosis. Pero antes de empezar cualquier tratamiento, deben analizarse los riesgos y los beneficios.

[Comentario de la página 21]La prevención podría implicar ciertos cambios en la dieta y en el estilo de vida a fin de conservar la masa ósea y fortalecer los huesos

[Ilustraciones y recuadro de la página 19] La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una densidad ósea baja y el deterioro de la microestructura del tejido óseo, lo cual aumenta la fragilidad de los huesos y el consecuente riesgo de fractura. Se diagnostica midiendo la densidad mineral ósea con una densitometría de baja radiación.[Ilustraciones]Hueso sanoOsteoporosis[Reconocimiento]© BSIP/Photo Researchers, Inc.

[Ilustración de la página 20]Los ejercicios de carga y resistencia ayudan a prevenir la pérdida de masa ósea

[Ilustraciones de la página 20]Las almendras, así como la leche y sus derivados son excelentes fuentes de calcio