La navidad prohibida

He escuchado casi todas las versiones de cómo afecta la navidad en la gente.

a) Me ilusionab) Me deprimec) Es algo meramente comerciald) Es un evento religioso y voy a misae) Lo anterior más la fiestaf) No entiendo por que festejamos tantog) No sé muy bien el significado pero mientras sea farra....

Pero, que quieren que les diga...a mí: me gusta.

No tanto el momento en sí, en que todos se abrazan, un poco para no caerse y otro poco por que son las doce. Y no es tan claro el motivo del abrazo, pero, “como es sano, alegre y quiero a mi gente”. (Y meta abrazar a todo el mundo. Hasta a esa visita, que no se muy bien quien trajo).

Ese momento no me entusiasma tanto. Tampoco el basural del día siguiente. Me gusta todo lo previo. A partir de diez días antes. Cuando el clima se va elevando, con los colores y las luces.Afuera y adentro se va tiñendo todo de rojo y verde. Los más ahorrativos se meten en los altillos a buscar adornos del año pasado. Los otros no, los que tienen aguinaldo, acuñaron una frase: “no hay que usar nada viejo”.Desde un rincón, después de mover algunas cosas, aparece desvencijado, el arbolito anterior. Lo miramos, como con lástima y ahí decidimos –según el peso del bolsillo- si le damos vida a ese, o salimos presurosos a adquirir el nuevo.

Me gusta – decía- el ambiente previo. La gente que está de compras tiene el semblante que busco. Los ojos bien abiertos, mirando las vidrieras y el paso suave al comienzo, más apurado hacia el 21 de diciembre.

Y después llega: El famoso “donde vas a pasar” ?

Esta frase es latina. Al gringo no le afecta mucho el dónde. “Los que me quieren que vengan, los que no, que disimulen regalándome una botella.”

El latino, en cambio, comienza a programar temprano. Si es soltero, ni se preocupa. Lo despiertan 20 minutos antes de la medianoche.Pero si es casado, sabe que camina en una cuerda floja. Entonces arriesga:

a) en casa de mamab) en casa de tu mamac) En cualquier parte menos aquí, que no vean el bochinche.d) En el campo. Que no haya que manejar al día siguiente, porque me

voy a beber todo lo que hay.

Ella te va a decir así: Pasemos navidad en casa de mamá. El año nuevo en casa de tu mama, (para que no se enoje), y después nos queda Reyes para desempatar.

Llega el momento.

Hace unos diez años, Landriscina describió en un teatro porteño esa noche tan especial.Dijo: la cena navideña es un invento europeo. En realidad toda la fiesta en si, fijémonos que Papá Noel está vestido de invierno, y en los patios hacen muñecos de nieve.De allá viene la costumbre del pavo, por ejemplo. A la que le agregan fetas de cerdo. Fetas de cerdo, no todo el chancho, como hacemos nosotros.Y como allá hace frío, la comida y la gente se mantiene bien por horas.Nosotros, olvidando el motivo intrínseco de la fiesta, llenamos una mesa larga, cuanto más larga mejor. (no sea que los invitados digan que andamos mal de fondos).En ella hay de todo lo imaginable. Está llena hasta el borde.

Con los calores de mi Paraguay, la mayonesa es traicionera. Los tíos borrachos y comilones también, y las mujeres de la familia que, gritan más, para explicar su alegría de verse.El compromiso es comer todo. A las dos horas no podemos más, pero es una lástima dejar aquello. O el acostumbrado, “no probé todavía esto...que es ?”Cuando ya nadie puede respirar, nunca falta una tía solterona que desde el fondo grita: ¡¡“se olvidaron que acá hay clericó” !!....y todos vuelven a

llenar los vasos. Y recordemos que en el clericó hay frutas en fermentación. Pues también son atacadas con cucharitas, sin piedad.Cuando la fiesta ya está terminando un tío se abrazará de la abuelita para hacer un pequeño discurso de pura ternura.Mentira !!! Se está atajando de la única persona fresca que quedó en pié.

Reglas del juego

Se armó la reunión bajo toldilla. La tripulación terminó las tareas diarias y se preparó a dar cuenta de una botella de ginebra adornada de una picada con base de salmón.Bienvenido, fue el último en acomodarse, y el primero en cuestionar.-De que se trata este motín?-En vista de la cercanía de la fecha, se nos ocurrió hacer noches de relatos navideños. -Falta mucho nió.-Y depende como lo veas. No nos vamos a sentar a hablar todas las noches de la misma cosa. Este tema será –digamos- semanal. Cada uno aporta lo que recuerda. Hay en la pared un lindo cuadrito con un contador indicando los días y las horas que faltan para la nochebuena. El famoso “Countdown”. Acá, el Almirante, que es el presidente del club de los Optimistas, hará de mediador. Que opinas ?-No me gusta –dijo Bienvenido- y agregó: nunca estuve con la victimización de las cosas. Es como autoflagelarse.-No exageres amigo. Estas reuniones bajo toldilla son un pretexto para beber y reír.El moderador da el perfil del contador de turno y a renglón seguido arranca el candidato.-Todo libre Almirante. Comenzá nomás.

Convoco a: Bienvenido.B: Yo no sé contar cosas. Además debemos dividir la fecha esta en navegación o Nochebuena en puerto. Son cosas diferentes.Me toman de sorpresa. Pero me acuerdo de un 24 de diciembre fuera de casa. Fue en Londres. Los tripulantes salimos a buscar un lugar acorde con la fiesta.Entramos a una disco. El ambiente ya estaba encendido y comenzamos a beber en la barra. Los londinenses son apagados para los festejos religiosos, pero el lugar estaba lindo y había alegría. Pero yo estaba incómodo.Mi nombre no encaja entre los gringos. Siempre pasó que conozco a alguien de habla inglesa y me pregunta como me llamo. Tengo que mentir.

Me pongo nombres de película y a partir de ahí, la posible relación con una chica, se torna tensa, por si no recuerdo como le dije que me llamaba.Pero estamos en Navidad, yo ya me bebí medio litro de no se que bloody y las chicas nos rodearon. El que hablaba bien inglés, nos presentó uno a uno. Ya lucíamos unas gorras de Santa Claus, todos.

-Hello, this is Mark. That one is Michael. This is Fred, and this is………..Welcome.

No! Me dirán que no tiene nada que ver, pero esa vergüenza, es la navidad que más recuerdo!!!

caso 2

Memorias navideñas

Habla el segundo tripulante, bajo la toldilla, alrededor de la mesa. La botella de ginebra agoniza. El ingenio recién nace.

El turno es suyo Esteban.

Yo tampoco se contar cosas, pero si es mi turno...me arriesgo.-Eran las épocas en que en Paraguay no había capitanes de barco. Sólo personal subalterno. Se contrató entonces a un oficial de la marina mercante de Holanda. Recuerdo hasta el apellido: Korpershoeck.Llegó a Asunción en vuelo de Iberia y se puso al día siguiente al comando de nuestro buque "Villarrica", que estaba por zarpar. La Navidad estaba muy cerca.El buque lucía ya algunos tempraneros adornos.-----------------El holandés hablaba bastante castellano porque estaba casado con una paraguaya. Hecho que le valió el permiso a viajar con la bandera nuestra, según exigencias de Prefectura.Rebozaba de alegría porque el destino del presente viaje era nada menos que su ciudad natal: Rótterdam.Durante el viaje amenizamos, cantamos y nos hicimos amigos del extranjero jovial.El destino quiso que la llegada a Rótterdam sea exactamente el 24 de diciembre a las 11 de la mañana.

Todos nosotros (una vez más) lejos de la familia, hicimos ocultos cálculos de la posible invitación del holandés a “pasar” la nochebuena en su casa, y de paso conocer tan hermosa ciudad. Su hogar, según contó, distaba a escasas 10 cuadras del muelle. Los tres oficiales paraguayos que le ayudábamos –por las dudas- nos afeitamos bien y planchamos la camisa dominguera. No sea que llegue la invitación y nos tome con ropa de trabajo. Sería un escándalo para esa familia holandesa, que cultos como son, no se merecen tal escarnio !!A las 14 hs el perfume del comandante extranjero descendió por las escaleras, detrás del vaho, apareció él. Elegante como era, resplandecía aún más con su traje de gala.Los 3 oficiales paraguayos, sosteniendo la respiración ante la posible fiesta que nos esperaba, carraspeamos al unísono esperando el convite.-Korpershoeck, aclarando la garganta, en perfecto español dijo:

-Señores, nos vemos mañana. No se olviden de pintar esta puerta. !!!!!

Moderador: El siguiente

Buenas noches. Soy el segundo oficial y me toca el turno. El viaje a Europa, desde Paraguay, se hace pasando (por supuesto) por Argentina y Brasil, pero lo interesante viene al dejar costa brasilera. Recife te saluda como ciudad final y ya entrás a mar abierto. Como 3 dias después te encontras en el camino con el archipiélago de cabo Verde.Estas islas eran de Portugal. Cuando lograron su independencia pasó a a formar parte del continente africano.Dudan los pobladores si eso fue conveniente o no, ya que la pobreza es acuciante.En estas islas hay, sin embargo un puerto chico pero importante. Sao Vicente, con su puerto, Mindelo.Haciamos escala en ese pequeño muelle, solo para cargar combustible. A medio camino, entre Asunción y Alemania, era el lugar ideal para repostar.

Cada vez que amarrábamos, se nos acercaba un niño de unos 11 años a saludar y preguntar cosas.Nos encariñamos con el y en cada viaje le regalabamos tonterías que sobraban.Una vez nos pidió una lata vacía de pintura, de 20 litros.En otra ocasión yo le regalé un tubo de pelotas de tennis muy usadas. Otro compañero le obsequió un cinturón que ya no usaba.En agosto, lo vi partir alegre por el muelle con 3 botellas de plástico (vacías) de gaseosa.

Pedrinho fue perdiendo su timidez del comienzo y a medida que nos conocía subía a desayunar o almorzar. Vaciaba los platos con atrazada voracidad. Le enloqueció el bori-bori. Sabía de su país pocas cosas. Nos contó pedazos de su historia en un desayuno. Cabo Verde era un centro importante del tráfico de esclavos hace siglos. Pero su abuelo, por temor, había construido una cueva en la ladera de un monte cercano, y allí vivía el niño. Y como a su padre lo habían matado en una de las tantas revueltas internas, el chico quedó solo al morir el anciano.Fue en ese mes que nuestro barco “Minas Cué” hizo su primera aparición en la isla.El 24 de diciembre del año que más quemó mi mente, llegamos al amarre. Pedrinho –extrañamente- no estaba a la vista.Preguntamos a la misma autoridad que vino a legalizar la entrada del buque, por el pequeño moreno de alegre sonrisa.Nos indicaron el sendero hacia la cueva.Sorteando unos “tapé-poí” logramos llegar. Lo distinguimos enseguida, por una luz que se filtraba a un costado. Pedrinho estaba en un catre, ardiendo de fiebre. Lo alzamos enseguida para llevarlo al barco, en donde tenemos siempre botiquines varios.Ese no era el problema.Mi alma se rompió en pedazos y casi me desplomo en ese piso de barro, cuando veo en un rincón el espíritu navideño agonizante.Con la lata vacía de pintura había hecho una maceta, en donde un seco e inclinado arbusto hacía las veces de arbolito.

De él, colgaban grotescamente las tres botellas vacías y descoloridas de coca cola que hacia un tiempo llevó.Y mas abajo, las gastadas pelotitas de tennis reemplazaban a los globos de los anuncios publicitarios.Con el niño en brazos, tiritando por la fiebre, no pude menos que rogar al nuestro, al del pesebre. A nuestro niño Jesús.

Parte II

Moderador: Hey...tripulación...Llamen al que contó esto. Los Tocorreños quieren saber que pasó con el muchacho.

(Cuenta el oficial)

Este muelle de Cabo Verde es lindo, es de cemento, pero tiene una particularidad: es chico. Cabe un solo barco por vez.

Entonces el siguiente que llega, tiene que esperar su turno, anclado afuera del puerto.

Al terminar de cargar el combustible aquella vez que socorrimos al chico, las autoridades embarcaron para sellar los documentos pertinentes (como se hace en todos lados).

Al abordar, aquel día, hicimos un paro. Sin concesiones: O lo llevamos ya al Centro de Salud, a cargo de la Capitanía dos Portos, o no movemos el barco.

Tuvieron que llamar al Jefe de ellos y después de varias deliberaciones aceptaron el traslado. No solamente eso. Nos dijeron que por pasarnos del horario del mediodía, ya no hay amarradores que nos asistan en la salida. En consecuencia, pueden pasar aquí ustedes, esta noche, la Nochebuena. No hace falta que lo hagan en alta mar.

 

Tuvimos oportunidad entonces de visitar a Pedrinho.

A la noche fuimos a verlo. Estaba con suero. Pero sus ojos tenían ya otro brillo.

La tripulación en pleno, desoyendo la queja de la enfermera de guardia, hizo fila frente a su cama. Aquí un pan dulce, allá un turrón, un juguete comprado en la vereda del hospital, una camisa que le quedó muy grande, y el último de la fila traía consigo, arrastrando desordenadamente un largo cable: el arbolito que nuestra empresa había mandado instalar en el comedor principal del navío.

Le hicimos llegar el mejor deseo. Lo abrazamos. Le preguntamos cosas.

Pero nuestra ignorancia es tan grande que al no hablar el portugués, nunca supimos si había que decir Feliz Natal o que.

A nosotros nos salió del fondo y casi llorando....

Pedrinho:

FELIZ NAVIDAD

La navidad de la sidra caliente.(Habla la señora del Jefe de maquinas)

-Buenas noches. Disculpen el atrevimiento. No era mi intención intervenir en las rondas de “toldilla”. Supongo que hago mal en integrarme. Mi marido pide que haga esto, porque dice que mi historia vale la pena. Se puede ?

Moderador: Por favor señora. Es un honor para nosotros.-Tomen asiento entonces. (mandó ella)-Estamos de pie, por respeto.-Sientense. El exceso de cortesía puede cortar la concentración. Y este es un relato largo. Sale del corazón.-Moderador:Bueno. El reglamento dice: “La navidad que más me ha impactado”. No se aceptan historias diferentes.

-Y este es mi caso. Es una historia romántica (como somos todas las mujeres), pero cumple con el requisito. Es navideña.-Adelante, por favor. El micrófono es suyo.

A pesar de faltarme mi padre, yo tuve una infancia feliz.Vivíamos en el campo, Roja Potrero, cerca de Borja, rodeados de parientes. La cantidad de tías y primos, más la calidez de los abuelos, completaban el cuadro necesario para una chiquilina que encontraba en el campo la felicidad de las cosas simples.Al amanecer: el ordeñe, el pan recién horneado y el aroma del bosque, la leche recién hervida y el bigote que te deja su espuma.La mansedumbre mágica del caballo que te pasea eternamente, me despertaba admiración y agradecimiento a esa raza. En diciembre, encontré siempre un oasis, un sinónimo de luz.Mi cumpleaños casi se une a las fiestas.Por eso es que la llegada de ese mes era siempre como un bálsamo. La nochebuena, siempre fue definida en mi infantil mente, con una palabra en especial: PAZ.Al mudarnos a la ciudad, me faltaron enseguida esos elementos. Ya el ritmo fue otro y los compromisos estudiantiles alteraron mis costumbres. La escuela primaria pasó como un tren silbando en mi ventana, y terminé con éxitos aquellos memorables grados, pletóricos de símbolos y notas, y amigas nuevas y libros. Entré a la adolescencia todavía con olor a tiza y cuadernos.Por que es que la niñez pasa tan rápido ?La felicidad del juguete de mercado y algodón dulce. Los días sin comienzo ni final. El jolgorio simple. La admiración por las cosas más baratas. La risa espontánea. La falta de compromisos. El cariño de mi madre al alcance de la mano. El mimo. El consuelo rápido ante el llanto. Es todo tan fácil e inolvidable.Yo ya estaba creyendo que la vida era esa. Para siempre. Es decir, la niñez eterna.Pero......Mi adolescencia llegó rápido. Y cupido también.No alcancé a cumplir los quince años cuando un muchacho se enamoró perdidamente de mí. De mi imagen de niña. De mis ojos sorprendidos. Me amó al minuto de conocerme. Atropelló las teorías de los escalones. Y quiso llegar a mi Himalaya, de un solo salto.Me tomó tan de sorpresa, que mal pude esconder mi ultima muñeca.Me sorprendió verde, como a las frutas tempranamente arrancadas.Me apuraba y se arrimaba a mi boca, queriendo robarme mi primeros besos, que aún yo no sabía como se daban.Yo entendía que eso era natural, pero me faltaba la chispa que encendiera a mis hormonas.

Me gustaba él, pero me atoraba su pasión. Y mi Romeo impaciente, me atragantaba con sus explicaciones de los deberes de una novia de verdadPara mi, este joven era un adonis, si, era hermoso como los príncipes de los cuentos. Me gustaba su compañía pero me ahogaban sus requiebres románticos. Evidentemente, el problema era yo. Mi verdor fresco. Mi inmadurez. Después, el también cayó en la cuenta de eso y trató de deshacer el nudo. Me hizo una propuesta: Seamos solo amigos. Te miraré desde lejos. Vendré cada 15 días y nos reiremos de todo y de todos. Se quiso ir varias veces. Varias veces...lo atajé.

Y llegó la Nochebuena.Quedamos en pasarla juntos.

Amigos: perdón. Aquí se me quiebra un rato la voz. Es que hoy falta exactamente un mes para Navidad. No hagan caso a mi emoción. Puedo tomar un vaso de agua y sigo. Si les parece......Sigo ?.......Y llegó la Nochebuena.-----------------------------------------------------Quedamos en encontrarnos en mi casa a las 20 hs.Ignorante de que mi madre ya había hecho un programa con su hermana, salimos de la casa una hora antes para juntarnos con todos los parientes en el centro.Distraída la seguí, suponiendo que todo estaba en orden.Mucho tiempo después supe que en la casa de mi novio se estaba desarrollando –a la misma hora- el siguiente diálogo:-Hijo, nos vamos a una fiesta navideña, vendrás con nosotros ?-No gracias padre. Recuerden que YO.....tengo novia. Y estoy invitado a su casa !!!)Cuando mi príncipe llegó a casa, no me encontró. La empleada le dio la dirección a donde habíamos ido.Llegó allá hecho una furia. La discusión fue corta. Esta vez........ ya no lo pude retener.

Con quince años recién cumplidos, no tenía yo las herramientas para dilucidar un caso así. Pues él... sí.

Desde lo alto de la escalera que conducía a la calle, vi girar e irse, a la persona que yo amaría durante los siguientes 40 años.Como soy de Sagitario, vivía en el universo. Nada me quedaba lejos. Las estrellas eran mías y los astros entraban por mi abierta ventana inundando mi optimismo. Fui feliz siempre. -Saludable e incrédula con el pesimista. -Desafiante ante el primer síntoma de fracaso.-Consejera de los tristes y bálsamo de los sufrientes.Siempre.....siempre......hasta aquel día.

Cuando lo vi bajar las escaleras, quise gritarle que no.Sentí hielo en la garganta.  Y al tiempo que enmudecí, se me cayó todo el cielo. Del universo que era mío, me faltaron de repente, siete constelaciones. Se me perdió el sol y quise con un imán buscar donde estaba la luna.Ni siquiera ya era mío el suelo donde pisaba. Se me mareó el alma. Y mis ojos, que él amaba por el "verdor de la selva”, se convirtieron en sal, en carbón, en selva negra.Esa escalera se llevó mi futuro. Es como si, antes de irse, hubiera dejado una semilla, a hurtadillas, en mi arado campo sentimental. No lo noté al principio. Sólo después, con el tiempo.No hubo sexo. No hubo, ni siquiera un beso bien dado. Y sin embargo la gestación comenzaba. En vez de mis entrañas, se me embarazó el alma, con ardor desconocido. Lejos estaba yo de saber, que él, había engendrado en mí el amor de Garibaldi. Pero todo en mi era virgen. Y a la vez, toda yo era fecundación. Maduraron mis frutales interiores con la furia de los viñedos franceses. Y yo sin brazos cosechadores. Quedé abandonada entre la marchita parra que nunca fue vino.Me contaron, que el muchacho de mi vida, volvió a su casa con el último colectivo de la noche. Llegó, esquivando las bengalas de los vecinos. Entró raudo a su casa con la llave que tenía. Abrió las puertas con fuerza, y recién ahí... notó que todos se habían ido a festejar a otra parte.Recordó que en una pequeña pieza del fondo, se guardaba un cajón de sidra de reserva. Rompió el cartón y obtuvo una.Totalmente caliente....el líquido corrió por su garganta.Salud vida. Cuentan que dijo:Feliz navidad a todos....nunca imaginé esta fiesta......con esta sidra caliente.

Pasaron los años. No nos vimos más. Cada uno tomó su rumbo.Y al revés de lo que dicen los libros, yo lo amaba cada año más. Así, en el vacío de su ausencia. El espacio que dejó al irse no se pudo llenar con los mil acontecimientos de mi vida adulta. Y cada nochebuena fue triste. Todos los brindis siguientes fueron amargos, siempre me parecieron fuera de temperatura, y no hay nada peor que la sidra caliente.Cuando quedé libre de mi falsa vida. Me propuse encontrarlo. Hipotequé mi vanidad de mujer. Congelé mi dignidad y lo busqué. Revisé archivos y consulté amigos. Lo busqué.Para matar el monstruo de la sidra caliente, derribé los muros del pasado, con la fuerza bruta de 10 orugas en acción, al volante del tractor de la obstinación indagué, tumbé a los edificios del Registro Civil y...lo busqué.Allá, en una navidad de luces, una noche en Rosario, lo encontré. Las canas casi impiden que lo reconozca. Estaba diferente. Había ganado algo de peso. Mis ojos no lo reconocían casi.Pero así como el buscador de oro utiliza la vara electrónica sensitiva para encontrar las monedas enterradas en los cofres, nosotras las mujeres nos guiamos por nuestro propio sistema: el amante corazón que nunca falla. Mi sensor, mi espíritu, mi alma, me mostraron el camino de regreso hacia el amor eterno de mi vida.Estaba allí, en el camino de mi vida. A la espera, sabiendo que el momento llegaría.Moderador:

Pero si es así, tan triste vuestra historia. Por que es que sus ojos claros tanto brillan ?

-Por que el hombre venido de la aurora. El que me devolvió la fe, el aire, la vida toda...es este que ustedes ven aqui. Compañero de ustedes en este viaje . Compañero mío hasta la muerte.

FELIZ NAVIDAD amigos miosBajo el toldo de tórrido clima, se llama al siguiente:

Moderador: Es su turno, segundo maquinista. Tiene usted listo su texto ?-No es gran cosa lo mío. Pero sí...lo tengo listo.

El micrófono es suyo amigo.

Brooklyn

Hace unos años existía en Paraguay la empresa naviera Kanonikoff.Tenía 4 barcos y un buen comienzo, pero a los pocos meses, sus navíos fueron interceptados por las autoridades civiles de diferentes puntos del planeta por falta de pagos a los proveedores marítimos y tripulaciones.En ese contexto, me encontraba yo con el buque “Iturbe” en Brooklyn, NY.Ya llevábamos 3 meses amarrados a un muelle viejo. Sin esperanzas de continuar.Muchos paraguayos se acercaban a darnos ánimos. De los compatriotas que nos visitaban, se destacó Cirilo Arguello, un representante genuino de la impecable ciudad de Atyrá.Al llegar diciembre, y en vísperas de la nochebuena me pidió un favor: “Reemplazame en mi trabajo por unas horas, tengo que salir con mi novia”.-Y cual es tu trabajo actual –indagué con cierto nerviosismo-.-Trabajo en Sears. Me disfrazo en Santa Claus, en estos días.-Vaya reemplazo !! –le dije sospechando algo-. Justo en Nochebuena ?-No pretenderás disfrazarte de Santa en el mes de julio. Son 40 dólares por turno. Te interesa ?-El turno no. Pero los dólares...sí.-Suerte amigo. Aquí está tu disfraz.-Esperá un poco. Cirilo !!.........Cirilo !!!Estaba yo...sin un dólar, tengo que reconocerlo.

“Solo tienes que decir Merry Christmas a todo el mundo”, me había dicho, como único consejo.Es fácil, nadie te vendrá a preguntar como van las bolsas de valores ni el Dow Jones.Me vestí con la lana roja y blanca al toque, y esperé que abra la tienda.De mañana no hubo gente, pero a las 5 de la tarde empezaron a llegar clientes y sobre todo niños.Todavía veo en mi mente a una chiquita muy rubia que se quedó pasmada cuando me vio. Tendría siete años.Corrió hacia mi y sujetándose fuerte de una de mis piernas, me dijo con voz fina-I don’t want my parents split apart !(no quiero que mis padres se separen).

Corrían atrás de ella tambien los padres, tratando de atajar la travesura.Llegaron tarde y el falso Santa Claus... ya la tenía en sus brazos.Tranquila niña bonita...tranquila. No llores más que siempre hay una salida. –dije para congelar el momento-.Pero que hace un rudo maquinista como yo, tratando de encontrar las mil respuestas a una frágil criatura que no entiende el mundo de metal de los adultos ?

Nos sentamos los 3 a meditar en el suelo.La pareja de colombianos se abrazó a mi, llorando la desventura.Nos bebimos juntos una gaseosa que tenía yo oculta detrás de una columna, y le hicimos una promesa al cielo.Unirse en este fecha y para siempre limar las asperezas.-Quién eres en realidad ? –Me preguntó al oído el colombiano.-Soy de un barco paraguayo y una novia olvidadiza, abandonado. -Vaya !!...resultó poeta el amigo guaraní.-Soy, como un lanza-cuchillos, que para llevar algo al bolsillo, hago de afilador.

almirante

Y rápido agregué- Que pasa con tu pareja amigo mio ? que pones a llorar a tan linda niña. ?-Discutimos ayer. Mi hija escuchó la palabra “separación”.-Quieres a tu mujer ?-La amo. Que es más que “querer”. -Entonces aprecia lo que tienes amigo. Mírame a mi, que no estoy con ella por tener que estar aquí. Y sabe Dios que la extraño.-Vengan. Júntense ahora los tres. Abrácense frente a mi. Hoy es un día muy especial.-El fotógrafo de Sears apuntó a ellos la moderna cámara y pidió vulgar: “Digan cheese”Pero yo escuché bien claro cuando los 3 pronunciaron las palabras mágicas de antaño: “Nos amamos”.

Muy en el fondo de mi caluroso traje, me dije sin pensar.........

FELIZ NAVIDAD

Moderador: Reunión semanal antes de navidad.

Bajo toldilla.Hoy le toca el turno al segundo maquinista.El no recuerda temas náuticos. Tiene una historia de tierra.Es una falta al temario. Pero queda a cargo del Jurado.Los Tocorreños. Veremos que resuelven.

Título del cuento navideño:

Estación Fassardi

Don José Fassardi había llegado –a Caazapá- a fundar ese pueblo hace muchos años. De sus hijos se destacó Domingo. Casado con Aída Rius, tuvo una generosa prole. Uno de sus hijos: José Angel, fue mi amigo.Familia trabajadora, había llegado a poner en marcha un aserradero primero y luego una fábrica de papel. Los materiales llegaban a través de un ferrocarril, cuyo ramal se desprendía de Borja o de Maciel (ya no recuerdo).Esas vías, llegaron a tener una importancia vital en los días de lluvia, ya que se paralizaban todos los caminos aledaños, que eran de tierra.Hubo casos de emergencias, en que el tendido ferroviario salvó vidas.El hijo del dueño, mi amigo José, trabajaba la madera con soltura. Habiendo crecido en el ambiente maderero, nada le era extraño. Desde las más pequeñas cosas hasta la misma casa donde habitaba, se construían con los cortes de los nobles árboles de la zona.Después de muchos años de trabajo, José había logrado comprar un viejo jeep Willys, resto de algún coleccionista de objetos de la segunda guerra mundial. Este vehículo, era su orgullo. Se paseaba orondo en él por los pueblos vecinos.Lo desarmaba y lo volvía a armar al menor chirrido de una pieza. Lo conocía, lo admiraba y cuando nadie lo oía....hablaba con él. Para ello le ayudaba su primo querido: Oscar Vaesken, entendido en motores.

El jeep respondía al cariño, arrancando con agilidad a la primera vuelta de llave.Un coleccionista de la Embajada Americana en Asunción, conocedor de estas cosas, le ofreció un día, una millonaria suma por el “Willys”.Pero un hecho fortuito se adelantaría en el calendario.Llegaba la Nochebuena.La familia de José tenía una casa en la capital, en la calle José Berges y Río de Janeiro.Frente a la misma, en un edificio en construcción, vivía un niño de 8 años, -Pablo- con capacidades diferentes. Recuerdo que para desplazarse, utilizaba muletas y le costaba mucho hablar.Ese era, el gran amigo de José. Generalmente, y a pesar de la diferencia de edad, (ya que José andaba por los 30); en el cumpleaños del chiquilín, ambos se abrazaban para soplar las velitas.Para esta Nochebuena, el niño había pedido una casita de madera, en donde pudiera entrar, y sentarse a “pensar”, según decía. Papa Noel me va a traer esa casita de madera, en esta Navidad. Explicaba con amplia sonrisa y un brillo especial en los ojos.Los padres de Pablo, imposibilitados de adquirirla, mostraron la misiva a José y éste se comprometió a construirla en su aserradero, allá en Estación Fassardi.-Nada mas fácil que eso. –dijo entonces-. A mi juego me llamaron.Las piezas se ensamblaron con rapidez y el mismo capataz de la fábrica terminó, lijó y pintó el hermoso juguete. Sólo habría que ponerlo en el tren, con destino a Asunción.Pero esperaron demasiado. El día 23 de diciembre al mediodía ya se decretó descanso en la ferroviaria y no habría tren hasta el 26.

almirante

Como adhiriéndose al letargo, una lluvia torrencial cubría el país hacía tres días.Era la época en que las autoridades cerraban las rutas al tránsito. Lo hacían para evitar daños mayores al terraplenado.El 24 de diciembre al mediodía, José era un bulto de nervios. Con la casita terminada, se imaginaba a aquel niño, con la nariz pegada al vidrio de su cocina, esperando tan ansiado regalo.Casi lo oía entonando una canción navideña que él mismo le enseñara, en la cual se mencionaba a los renos tirando de un carruaje.Casi lo veía, esperando que el trineo aparezca en el horizonte de su

humilde casa.Con el puño golpeó la lujosa mesa de nogal de la oficina del aserradero y tomó una decisión.-Ayudame a alzar y atar esta casita en mi Jeep.-Donde vas José ? –le gritó el capataz- la ruta está cerrada al tránsito.-Ya no puedo esperar. Hay un niño que cree en mí. Es decir....en la Navidad.-No me digas que vas a hacer lo que estoy pensando.-Si. Iré con mi Jeep, por las vías del tren.-José. Sabes lo que eso significa ? Además del peligro de volcar, tú bien sabes que es de trocha angosta. !!! No coinciden las ruedas con las vías !!!!-Lo sé amigo. Esto será un destrozo. Pero salvaré un corazón muy delicado.Y el flamante vehículo –pieza de relojería, deseada por coleccionistas- se lanzó a las vías.Ya en los primeros kilómetros, golpeando con los durmientes, se cayeron varios tornillos. Luego la amortiguación se destrozó. Más adelante las gomas y las llantas.Pero en los ojos del conductor no cabía la duda. La lluvia se mezclaba con sus lágrimas y un poder interior guiaba la furiosas carroza del amor fraternal.-Tengo que llegar. –se repetía cada rato-. Y tengo que hacerlo a tiempo.Finalista de certámenes de doma de potros en el campo. José comparó esta lucha, con los intentos de los potros salvajes de tumbarlo. Y varias veces estuvo a punto de caerse, pero no era este el momento de bajarse de la montura. Había que seguir el largo viaje.Oscurecía ya en la llegada a las proximidades de su barrio, cuando...el jeep ya no dio más y cayó muerto. Caballo de hierro herido por la locura, soltó todo el aceite, y se salió una rueda. El humo que ascendía de su caja, era la queja de los pistones y la agonía de la leva, el cigüeñal y los casquillos.Nada quedaba de su tesoro en hierros, mas que los números intactos de la chapa.Y aún faltaban cinco cuadras y unos...veinte minutos para la medianoche.Alzó José en su espalda la pesada casa de juguete y caminó así bajo la lluvia. Y cuando faltaban 3 minutos y un segundo....cayó pesadamente a los pies del niño, con su regalo hecho de madera y su espíritu

hecho de diamantes.Pablo que nunca pudo pronunciar una frase entera....dijo esa noche así.... emocionado:Has visto José a Papa Noel, así, en persona ?Y respondió José al momento...sin pensarlo:Le ayudé a bajar, ahí enfrente, de su trineo esta pesada cosa.

A Pablo le costaba mucho hablar.Más...esa noche dijo con celestial soltura....

FELIZ NAVIDAD José....FELIZ  NAVIDAD a todos !!!!!