La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

31
La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños Por Charles Dickens

Transcript of La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

Page 1: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

LaNavidadCuandoDejamosdeSerNiños

Por

CharlesDickens

Page 2: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

LANAVIDADCUANDODEJAMOSDESERNIÑOS

Hubountiempoenelque,paralamayoríadenosotros,eldíadeNavidadenvolvíanuestro limitadomundocomounanillomágicoycolmabanuestrosdeseosyaspiraciones;aunabadiversioneshogareñas,afectosysueños;reuníatodoyatodosalamordelalumbre;ydotabadeplenitudlapequeñaimagenqueresplandecíaennuestrosbrillantesojosinfantiles.

Llegó otro tiempo, tal vez demasiado pronto, en el que nuestrospensamientosrebasaroneseestrecholímite;enelquenosfaltabaunapersona(muy querida, creíamos entonces, muy hermosa y totalmente perfecta) paraque nuestra felicidad fuera completa; en el que también se nos echaba demenos (o eso pensábamos, que viene a ser lomismo) en el fuego navideñojuntoalqueesamismapersonasecalentaba;yenelqueentrelazábamoscontodaslascoronasyguirnaldasdenuestravidaelnombredeella.

Fue el tiempo de las navidades radiantes e ilusorias que hace tanto nosabandonaron¡paraaparecerdébilmente,traslalluviadelverano,enlosbordesmáspálidosdelarcoiris!Fueeltiempodeldisfrutebeatíficodelascosasqueibana ser,yquenunca fueron;pero ¡eran tan realesennuestra imaginaciónque sería difícil decir qué realidades ocurridas desde entonces han sidomásincontestables!

¿Cómo?¿QuenuncallegódeverasesaNavidadenlaque,despuésdelmásfeliz de los enlaces totalmente imposibles, nosotros y la perla de valorinestimable que era nuestra joven elegida éramos recibidospor nuestras dosfamiliasreunidas,que,graciasanosotros,habíanenterradosuenemistad?¿Enla que los cuñados siempre distantes antes de que se formalizara nuestrarelación nos mostraban un gran cariño, y en la que nuestros padres nosabrumaban con unas rentas ilimitadas? ¿Que no llegó a celebrarse aquellacomida navideña en cuya sobremesa nos poníamos en pie para, generosa yelocuentemente, ensalzar a un antiguo rival, presente entre los invitados,intercambiando con él palabras de amistad y perdón, y estableciendo unvínculo—no superado en las historias de griegos o romanos— que duraríahastalamuerte?¿Queaesemismorivalhacemuchoquedejódeimportarlelaperladevalor inestimable,yacabócasándosepordineroydedicándosea lausura?O,loqueespeor,¿sabemosahoraqueprobablementehabríamossidounosdesgraciadosdehaberganadoylucidolaperla,yqueestamosmejorsinella?

EsaNavidadenqueacabábamosdeconseguir lafama;enquenosdabanun paseo triunfal por haber hecho algo grande y bueno; en que nuestroapellido se veía honrado y ennoblecido, y en casa nos recibían llorando de

Page 3: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

alegría;¿esposiblequeesaNavidadaúnnohayallegado?

¿Y está nuestra vida tan asentada, en el mejor de los casos, que, aldetenemos en un mojón tan importante del camino como este maravillosonatalicio,recordamoslascosasquenuncafueronconlamismanaturalidadyplenitud, con la misma gravedad que las cosas que han sucedido ydesaparecieron, o que han sucedido y todavía perduran? De ser así, comoparece, ¿debemos llegar a la conclusión de que la vida es pocomás que unsueño,decuánpocoimportantessonnuestrosamoresynuestrasluchas?

¡No! ¡El díadeNavidad alejemosdenosotros esamal llamada filosofía,querido lector! ¡Queestémáscercadenuestrocorazónelespíritunavideño,queeselespíritudelautilidadenelservicio,delaperseverancia,delanimosocumplimientodenuestrodeber,delaamabilidadydelatolerancia!Sonsobretodolasúltimasvirtudeslasqueseven,odeberíanverse,fortalecidasporlossueñosincumplidosdenuestrajuventud;pues¿quiéndicequenonosenseñanatratarcondelicadezahastalasintangiblesnadasdelatierra?

Poresemotivo,amedidaqueenvejecemos,¡agradezcamosqueelcírculode nuestros recuerdos navideños y las lecciones que éstos imparten seexpanda! Demos la bienvenida a todos, e invitémoslos a sentarse junto alfuegonavideño.

¡Bienvenidasantiguasaspiraciones,brillantescriaturasdeunaimaginaciónardiente,avuestrorefugiodebajodelacebo!Osconocemos,y todavíanooshemosenterrado.Bienvenidos,viejosproyectosyviejosamores,porfugacesque fuerais, a vuestros rincones entre las luces menos trémulas que nosiluminan.Bienvenidocuantollegóaserauténticoparanuestroscorazones;y,porlaintensidadqueoshizoreales,¡graciasalCielo!¿Acasonoconstruimosahora castillos de Navidad en el aire? ¡Que nuestros pensamientos,revoloteandocomomariposasentreestasfloresinfantiles,lotestifiquen!Anteese niño se extiende un futuro más brillante del que jamás imaginamos ennuestrosviejosyrománticosdías,yloqueresplandeceenéleselhonorylaverdad.Alrededordeesacabecitallenadealegresrizos,lasgraciasjuegantangráciles y hermosas como cuando no existía al alcance delTiempo ningunahozquesegara los rizosdenuestroprimeramor.Enel rostrode laniñaqueestá al lado —más sereno, pero iluminado por una sonrisa—, un pequeñorostro apacible y satisfecho, vemos la imagen más pura del hogar. Losdestellos de esa palabra, como rayos de una estrella, nos muestran cómo,cuandonuestras tumbasseanyaviejas,otrasesperanzasserán jóvenes,otroscorazones se conmoverán; cómo otros caminos se allanarán; otras alegríasflorecerán,madurarányperecerán…No,noperecerán,puesotroshogaresyotras bandadas de niños, que aúnno existen ni existirán pormucho tiempo,seguiránnaciendo,floreciendoymadurandohastaelfindelosdías.

Page 4: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

¡Bienvenido todo!Bienvenido loquehasido, loque jamás fue,y loqueesperamosquesea,a su refugiodebajodelacebo,a su rincónalamorde lalumbre navideña, donde lo que es aguarda con los brazos abiertos. Entreaquellassombras,¿novemosaparecerfurtivosobrelasllamaselrostrodeunenemigo? ¡Perdonémosle el día de Navidad! Si el daño que nos ha hechoadmiteesegestodefraternidad,quevengaytomeasientoanuestrolado.Si,pordesgracia,noesasí,dejémoslemarchar,conlaseguridaddequejamásleacusaremosnileharemosdaño.

¡Estedíanoalejemosnadadenosotros!

—Espera…—susurraunavoz—.¿Nada?¡Recapacita!

—EldíadeNavidadnoalejemosnadadelcalordenuestralumbre.Nada.

—¿Ni la sombradeuna inmensa ciudad cubierta dehojasmarchitas?—preguntalavoz—.¿NilasombraqueoscurecelaTierraentera?¿NilasombradelaCiudaddelosMuertos?

—Ni siquiera eso. Precisamente ese día volveremos nuestro rostro haciaesaciudady,deentresussilenciososmoradores,traeremosanuestroladoalaspersonasquequisimos.¡CiudaddelosMuertos,enelnombrebenditoentornoal que nos reunimos en esta fecha, y ante la divina presencia que nosacompaña según Su palabra, recibiremos, en lugar de ahuyentar, a quienesamamosyahorasontushabitantes!

Sí. Contemplemos a esos niños ángeles que, con tanta belleza ysolemnidad, se posan entre los niños vivos al amor de la lumbre, ysobrepongámonosal recuerdodecómosealejarondenosotros.Al igualquelos patriarcas, los niños, risueños, ignoran quiénes son sus invitados; peronosotros podemos verlos: podemos ver un brazo con aura alrededor de uncuellomuyquerido,comosiaalguienletentarallevarsealpequeño.Entrelasfiguras celestiales hay una, un pobre chiquillo contrahecho en vida y debelleza excelsa ahora, cuyamadre moribunda lamentó profundamente dejarsolo en estemundo los añosquepasaríanhastaque, siendo tanpequeño, sereunieraconella.Peroéllohizoenseguida,ylopusieronsobreelpechodesumadre;ellalotraedelamano.

Hubo un joven valeroso que cayó,muy lejos del hogar, sobre una arenaardientebajounsolabrasador:«Decidamifamilia—exclamóantesdemorir— cuánto me habría gustado besarlos de nuevo, pero que he muerto felizdespuésdecumplirconmideber».Yhubootrojovensobreelqueleyeronlaspalabras: «Por eso entregamos su cuerpo a las profundidades», antes deencomendarlo al solitario océano y continuar la navegación. Y otro que setumbóadescansaralaoscurasombradelosgrandesbosquesyjamásvolvióadespertar. ¿Cómono traerlos a casadesde la arena, elmary losbosques en

Page 5: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

unafechatanseñalada?

Hubounajovenadorable—unamujercasi,aunquenuncallegaraaserlo—que una Navidad llevó el luto a un hogar alegre, y siguió su caminoinexplorado hacia la ciudad del silencio. ¿No la recordábamos exhausta,susurrando lo que no lográbamos oír y entregándose extenuada al sueñoeterno? ¡Miradla ahora! ¡Mirad su belleza, su serenidad, su juventudinmutable, su alegría! La hija de Jairo fue resucitada para morir; mas ellarecibió una bendiciónmayor y oyó lamisma voz que le decía: «¡Levántateparasiempre!».

Teníamosunamigodesdelaniñez,conelqueamenudoimaginábamosloscambios que experimentarían nuestras vidas, y con el que fantaseábamosalegremente sobre cómo andaríamos, pensaríamos y hablaríamos cuandofuéramosviejos.LamoradareservadaparaélenlaCiudaddelosMuertosloacogió en la flor de la vida. ¿Debemos apartarlo de nuestros recuerdosnavideños? ¿Habría dejado de querernos él a nosotros?Amor, hijo, padre ymadre desaparecidos, hermana, hermano,mujer,marido, ¡no os daremos delado!Conservaréisvuestrolugarentrañableennuestrocorazónyalamordelalumbrenavideña;yenlaestacióndelaesperanzaeterna,enelnataliciodelamisericordiaeterna,¡noexcluiremosNada!

El sol invernal se pone sobre la ciudady el pueblo; en elmardibujauncaminorosado,comosilospiessagradosacabarandeposarseenelagua.Alcabo de unos instantes desaparece, y cae la noche, y las luces empiezan abrillarenlalejanía.Enlaladera,másalládelaciudadinformeydifusa,yalapacibleresguardodelosárbolesquerodeanlaagujadelpueblo,losrecuerdostalladosenpiedra,entrelasfloressilvestres,crecenenlahierbaentrelazadoscon las humildes zarzas alrededor de numerososmontículos de tierra. En laciudad y en el pueblo hay puertas y ventanas para protegerse del frío,generosaspilasdeleñosencendidos,rostrosfelicesyunasaludablemúsicadevoces.¡Quetodolodañinoeinhumanoseaexpulsadodeltemplodeloslares,pero que estos recuerdos sean tiernamente alentados!Formanparte de estosdías y de su consuelo serenoy confortante; de la historia que, incluso en latierra, vuelve a unir a los vivos y a los muertos; y de la magnanimidad ybondadquedemasiadoshombreshanintentadodestruir.

ELCUENTODELPARIENTEPOBRE

Seresistiómuchoatenerprioridadsobretantosmiembrosrespetablesdelafamiliayserélquienempezaralarondadehistoriasquesedisponíanacontarsentadosenunampliocírculoal amorde la lumbrenavideña;y sugiriócon

Page 6: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

modestiaquefuera«John,nuestroqueridoanfitrión»(porcuyasaludpidióquebrindaran) quien tuviera la gentileza de comenzar. Él estaba tan pocoacostumbrado a ser el primero, dijo, que realmente… Pero, como todos legritaronqueempezaradeunavez,exclamandoalunísonoquepodía,debíayteníaquehacerlo,dejóde frotarse lasmanos, sacó laspiernasdedebajodelsillóneiniciósurelato.

—Estoyseguro—dijoelparientepobre—dequesorprenderéatodoslospresentes, y sobre todo a John, nuestro querido anfitrión, a quien tantodebemosporsuhospitalidaddehoy,conlaconfesiónquevoyahacer.Pero,simeconcedéiselhonordeasombrarosporloquepuedacontarunapersona,enla familia, tan insignificante,osprometoqueseréescrupulosamente fiela laverdad.

»No soy lo que aparento. Soymuy diferente. Pero quizá seamejor que,antesdecontinuar,echeunaojeadaaloquesesuponequesoy.

»Lagentecree,sinomeequivoco(ydeserasí, loqueesmuyprobable,espero que los miembros aquí presentes de la familia me corrijan) —elparientepobremiróafablementea sualrededorpor sialguien lecontradecía—,quenotengootroenemigoqueyomismo.Quenuncatuveelmenoréxitoennada.Quefracaséenlosnegociosporquefuicréduloypocoprofesionalalnoprever losplanes interesadosdemisocio.Quefracaséenelamorporquefui ridículamente confiado al creer imposible queChristianame traicionara.Que no se cumplieron mis expectativas con el tío Chill porque no fui lobastantesagazparaélenlosasuntosmundanos.Quealolargodelavidahesufrido,porlogeneral,desairesydecepciones.Quehoysoyunsolterodecasisesentaañosquevivedeunapequeñarentaenformadeasignacióntrimestralalaque,porloqueveo,John,nuestroqueridoanfitrión,nodeseaquecontinúerefiriéndome.

»Misocupacionesyhábitosenlaactualidadson,enteoría,lossiguientes:

»Vivo en un alojamiento de Clapham Road—en una habitación traseramuylimpia,enunacasamuyrespetable—,dondenoestáprevistoquepaseeldía,amenosquemesientamal,yquenormalmenteabandonoalasnuevedelamañana con el pretextodedirigirmea laoficina.Desayuno (unpanecilloconmantequillaymediapintadecafé)enunantiguocafécercadelpuentedeWestminster;y luegoentroenlaCity(noséporqué)ymesientoenelcaféGarraway, y en la Lonja, y callejeo un rato, y visito las escasas oficinas ycontaduríasdondealgúnparienteoconocidotienelaamabilidaddetolerarmipresencia,ydondemearrimo,sinsentarme,alfuegosihacefrío.Esasícomopasoeldíahastaquelleganlascinco,horaenquecenoporunpromediodeunchelín y tres peniques. Como me sobra un poco de dinero para mientretenimientovespertino,entroenalgúnviejocafédecaminoacasa,ytomo

Page 7: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

una tazade té,yquizáunpocodepan tostado.De talmodoque,cuando lamanecillagruesavuelveaponerseenlamismahoradelamañana,regresoaClaphamRoadymevoydirectamentealacama,yaqueencenderlachimeneaes caro, y la familia que me aloja no quiere hacerlo porque da trabajo yensuciamucho.

»Aveces,algunodemisparientesoconocidostieneeldetalledeinvitarmeacomer.Paramísondíasfestivos,ynormalmentedoyunpaseoporelparque.Soyunhombresolitario,yraravezlohagoacompañado.Noesquelagentemeeviteporquevayamalvestido;soyunhombreatildado,ysiempretengounbuentrajenegro(opreferiblementegrisoscuro,queparecenegroyseestropeamenos);peromeheacostumbradoahablarmuybajo,ymásbienpoco,ynisoydivertidonimeconsiderounacompañíainteresante.

»La única excepción a esta regla es el hijo de mi primo hermano, elpequeñoFrank.Sientoespecialcariñoporeseniño,yélmequieremucho.Esunacriaturatímidapornaturaleza;deesasquelamultitudenseguidaarrollayolvida.Pero losdosnos llevamosextraordinariamentebien.Supongoque elpobre niño acabará ocupando elmismo extraño lugar que yo en la familia.Apenas hablamos; y, sin embargo, estamos muy compenetrados. Paseamosjuntos,delamano;y,sindecircasinada,élmeentiendeyyoloentiendoaél.Cuandoeramuypequeño,solíallevarloalosescaparatesdelasjugueteríasyleenseñabaloquehabíaenlatienda.Esasombrosoloprontoquecomprendióqueyolehabríacubiertoderegalossilohubierapermitidomisituación.

»ElpequeñoFrankyyovamosacontemplarelMonumentoporfuera(aélle encanta elMonumento) y los puentes, y todas las vistas que no cuestandinero.Endosdemiscumpleañoshemoscenadoterneraelamode,hemosidoalteatroamitaddeprecio,ylohemospasadomuybien.UndíaenqueíbamoscaminandoporLombardStreet,unlugarquevisitamosamenudoporqueyolecontéque allí vivíagentemuy rica (aFrank le encantaLombardStreet), uncaballerodijoalcruzarseconmigo:“Asuhijitoselehacaídounguante”.Osaseguro, y disculpad que comente un hecho tan trivial, que esa menciónfortuitadequefuerahijomíomeconmovióhastatalpuntoqueunaslágrimasridículasasomaronamisojos.

»CuandomandenaFrankauninternadoenelcampo,loecharémuchodemenos,perotengolaintencióndeirandandoaverlounavezalmes,cuandoéltengamediodíalibre.MehandichoqueestarájugandoenelHeath;y,simisvisitas no se consideran oportunas para el niño, lo veré de lejos sin que seentere,yvolveréandandoacasa.Sumadreesdemuybuena familia,y soyconscientedequenolegustaquepasemosdemasiadotiempojuntos.Séquenosoylamejorcompañíaparasucarácterretraído;perocreoquemeecharíarealmentedemenossinosimpidieranvemos.

Page 8: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

»CuandomueraenClaphamRoad,nodejarémuchomásenestemundodeloquemellevarédeél;perotengolaminiaturadeunniñoderostrovivarachoypeloensortijado,conunacamisaconchorrerasbajandodesdeelcuello(mimadreencargóeseretrato,peronopuedocreerquejamásseparecieraamí),quenotendríaelmenorvalorsisevendiera,yquepediréqueseaentregadaaFrank. He escrito, asimismo, una carta muy breve a mi querido pequeño,diciéndolecuántolamentosepararmedeél,aunquemehayavistoobligadoaconfesarlequenosemeocurreningúnmotivoparaseguiraquí.Ledoyalgúnpequeñoconsejo,enlamedidademisposibilidades,paraadvertirledelpeligrodenotenerotroenemigoqueunomismo;ytratodeconsolarleporloqueleparecerá,me temo, una gran pérdida, señalándole que, salvo para él, no hepintado nada para nadie más de la familia; y que, al no haber conseguidohacermeunlugarentreestaconcurridaasamblea,estarémejorfueradeella.

»Ésaes—dijoelparientepobre,carraspeandoyelevandounpocolavoz—laimagenquetodoelmundotienedemí.Puesbien,sedalacircunstanciaextraordinaria,yqueconstituyeelobjetivodemihistoria,dequenadadeesoesverdad.Niésaesmivida,niésossonmishábitos.NisiquieramealojoenClaphamRoad.Entérminosrelativos,raravezestoyallí.Vivoporlogeneral(y casi me avergüenza pronunciar la palabra, suena tan pretenciosa) en uncastillo. No digo que sea una antigua residencia de la nobleza, pero siguesiendo un edificio que todo el mundo llama castillo. En él conservo losdetallesdemihistoria,queenumeraréacontinuación:

»Cuando convertí a John Spatter (que había sido mi empleado) en misocio,siendoyounjovendeveinticincoañosquevivíaencasadeltíoChill,quien me había hecho abrigar grandes esperanzas, me atreví a pedirle aChristianaquesecasaraconmigo.Llevabamuchotiempoenamoradodeella.Era muy hermosa, y encantadora en todos los sentidos. Yo desconfiaba unpocodesumadreviuda,pues temíaquefuera intriganteymercenaria;pero,porChristiana, teníadeellaelmejorconceptoposible.JamáshabíaamadoanadiequenofueraChristiana,yellahabíasidotodo…bueno,muchomásquetodoparamídesdequeéramosniños.

»Christianaaceptósermimujerconelconsentimientodesumadre,ymehizoelhombremásfelizdelmundo.MividaencasadeltíoChilleraausterayaburrida, ymidormitoriode labuhardilla tan inhóspito, oscuroy frío comounaceldaenloaltodeunaseverafortalezanorteña.Pero,teniendoelamordeChristiana,nodeseabanadamásenlatierra.Nohabríacambiadomidestinoporeldeningúnotroserhumano.

»Laavariciaera,pordesgracia,elprincipaldefectodemitíoChill.Apesarde su riqueza, era cicatero,mezquino y tacaño, y vivíamíseramente.ComoChristiana no tenía dinero, no me atreví a contarle enseguida que noshabíamos comprometido; pero, finalmente, le escribí una carta para

Page 9: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

comunicarlelanoticia.Seladiunanoche,antesdeacostarme.

»Lamañana siguiente, bajé por la escalera tiritando enmedio del gélidodiciembre(másfríoenlacasasincalentardemitíoqueenlacalle,dondeelsolinvernalbrillabaaveces,yque,encualquiercaso,seveíaanimadaporlosrostrosjovialesylasvocesquelatransitaban),ymedirigíapesadumbradoalasalaalargadaydeescasaalturadondedesayunabaconmitío.Eraunaestanciagrandeconun fuegomuypequeño,y teníaunventanalenormeenelque lalluviahabíadejadosuhuelladurantelanoche,aligualquelágrimasdelosquevagan sin hogar. Daba a un patio desnudo, con el empedrado en muy malestadoyalgunasrejasdehierrooxidadomedioarrancadas,desdedondeunafea edificación anexa, antaño una sala de disección (en tiempos del famosocirujanoquehabíahipotecadolacasaconmitío)parecíamirarla.

»Nos levantábamos siempre tan temprano que, en esa época del año,desayunábamosalaluzdeunavela.Cuandoentréenlasala,mitíoestabatanencogido en la silla por el frío, tras la escasa luz de la única vela, que noadvertísupresenciahastaquemeacerquéalamesa.

»Cuandoletendílamano,cogiósubastón(comoestabadébilyachacoso,siempre llevabaunoparaandarporcasa)ymegolpeóconélprofiriendouninsulto.

»—Tío—lecontesté—,noesperabaqueseenfadarausteddeesemodo.

»Ylociertoesquenolohabíaesperado,aunquefueraunancianoseveroeirascible.

»—¿Queno loesperabas?—dijo—.¿Cuándose teocurrióesperaralgo?¿Cuándoseteocurriócontarconalgo,odesearalgo,perrodespreciable?

»—¡Suspalabrassonduras,tío!

»—¿Duras?Nosonmásqueplumasparalanzarleaunidiotacomotú—exclamó—.¡Míralo,BetsySnap!

»Betsy Snap era una vieja de rostro amarillento, feo y demacrado —nuestra única criada— que, a aquellas horas de la mañana, estaba siemprefrotandolaspiernasdemitío.Cuandoésteleordenóquememirara,pusosuhuesudagarraenlacoronilladeella,arrodilladaasulado,yleobligóavolverla cara haciamí.Un pensamiento involuntario relacionando a ambos con laSala de Disección, como seguramente a menudo los habría relacionado entiemposdelcirujano,measaltóenmediodelainquietud.

»—¡Miracómolloriqueaestegallina!—dijomitío—.¡Miraquéniñitodepecho!Heaquíalcaballeroque,segúndicen,notieneotroenemigoqueasímismo.Heaquíalcaballeroincapazdedecirqueno.Heaquíalcaballeroqueganabatantoconsunegocioquenohatenidomásremedioqueasociarsecon

Page 10: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

otrohaceunosdías.Heaquí al caballeroquecontraerámatrimonioconunamujer sin un penique, y ¡que ha caído en manos de unas Jezabeles queespeculanconmimuerte!

»Comprendíentonceslofuriosoqueestaba;puesteníaqueestarcasifueradesíparapronunciarunapalabraqueleinspirabatantarepugnanciaque,porningúnconcepto,podíasiquierainsinuarseensupresencia.

»—Conmimuerte—repitió,comosiestuvieradesafiándomealdesafiarsupropio terror a esa palabra—.Conmimuerte…muerte… ¡Muerte! Pero yoterminaré con tanta especulación. Que sea la última vez que comes en estacasa,sinvergüenza,y¡ojaláteatragantes!

»Comopodéisimaginar,noteníademasiadasganasdedesayunarcontalescondiciones; pero me senté en mi sitio habitual. Sabía que el tío Chill meestaba repudiando para siempre; pero, con el amor de Christiana, podríasobrellevarlobien.

»Élvacióuntazóndepanconlechecomotodoslosdías,aunqueestavezselopusoenlasrodillasylasilladeespaldasalamesadondeyomesentaba.Cuando hubo acabado, apagó cuidadosamente la vela; y un día gélido,grisáceoytristecayósobrenosotros.

»—Y ahora, señor Michael —dijo—, antes de separarnos, me gustaríahablarconesasdamasentupresencia.

»—Comoustedquiera,señor—contesté—;peroseengañaasímismo,ynosjuzgaequivocada,cruelmente,sipiensaqueentrenosotroshayalgúnotrosentimientoquenoseaelamormáspuro,desinteresadoysincero.

»—¡Mentiroso!—selimitóaresponder.

»Nosdirigimosentrelanievemedioderretidaylalluviamediocongeladaa la casa donde vivíanChristiana y sumadre.Mi tío las conocíamuybien.Estabandesayunando,ylessorprendióvernostantemprano.

»—A sus pies, señora—dijomi tío a lamadre—. Supongo que adivinaustedelpropósitodemivisita.Tengoentendidoqueloquesecueceaquíeselamormás puro, desinteresado y sincero.Me alegra traerles cuanto necesitaparaserperfecto.Aquí tienenasuyerno,señora,yasumarido, señorita.Aestecaballeroyonoloconozcodenada,peroledeseolomejorensubonitonegocio.

»Megruñóalsalir,yjamásvolvíaverlo.

»También es un error suponer —prosiguió el pariente pobre— que miqueridaChristianasedejaraconvencereinfluenciarporsumadreysecasaracon un hombre adinerado, cuyo carruajeme llena de barro siempre que, enestosnuevostiempos,ellapasaamilado.No,no.Secasóconmigo.

Page 11: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

»Elmodoenquellegamosacasarnosantesdeloprevistofuecomosigue.Yo alquilé una habitaciónmuy barata, y estaba ahorrando y planificando lomejorparaellacuandoundíamedijoconlamayorseriedad:

»—MiqueridoMichael,tehedadomicorazón.Hedichoqueteamabaymehecomprometidoa ser tumujer.Soy tan tuyaen lobuenoyen lomalocomosinoshubiéramoscasadoeldíaenqueaceptétumano.Teconozcoyséque,situviéramosqueseparamosynuestrovínculoserompiera,tuvidaenterase ensombrecería, y toda la fortaleza que necesitas, incluso ahora, paraenfrentartealmundoseconvertiríaenlasombradeloquees.

»—¡QueDiosmeayude,Christiana!—exclamé—.Tienesrazón.

»—¡Michael!—dijoella,dándome lamanoconvirginaldevoción—.Nosigamos separados por más tiempo. Nadie sabe mejor que yo lo feliz queviviréconlosmediosdequedispones,ysédesobraquesonsuficienteparati.Telodigoconelcorazón.Nosigasluchandosolo;luchemosjuntos.Michael,querido,noesjustoqueteocultealgoquenisiquierasospechasyqueamí,sinembargo,meafligeindeciblemente.Mimadre,olvidandoque,cuantohasperdidolohasperdidopormí,yconlacertezadequeteseréfiel,quierequetenga un marido rico e insiste, pobre de mí, en que me case con otro. Nopuedo ni pensarlo, pues, si lo hiciera, te traicionaría. Prefiero compartir tuluchaquecontemplarlasinhacernada.Nonecesitounhogarmejordelquetúpuedasofrecerme.Séquetusesfuerzosyaspiracionesseránmayoressisoytumujer,asíque¡casémonoscuandoquieras!

»Aqueldíafuirealmentebendecido,yunnuevomundoseabrióantemí.Noscasamosenseguida,ylleveamiesposaanuestrofelizhogar.Éstosfueronlos cimientos de la residencia que he mencionado antes; el castillo dondehemosvivido juntosdesdeentonces.Todosnuestroshijosnacieronenél.Elprimerofueunaniña—hoyendíacasada—,alaquellamamosChristiana.SuhijoseparecetantoalpequeñoFrankqueapenaslosdistingo.

»Laideamásextendidasobrelamaneraenquemetratómisociotambiénescompletamenteerrónea.Noempezóatratarmeconfrialdad,comosifueraunpobre inútil,cuandomi tíoyyonosenemistamosparasiempre; tampocofueapoderándosepocoapocodenuestronegociohastaecharmedeél.Porelcontrario,fuesumamentelealyhonradoconmigo.

»Lascosas,entrenosotros,tomaronesterumbo:eldíaenquemealejédemi tío, e incluso antes de que llegaranmis baúles a nuestra contaduría (losenvióenuncarruajequesenegóapagar),bajéaldespachoqueteníamosennuestro pequeño muelle, con vistas al río, y le conté a John Spatter losucedido.Johnnomerespondiódiciendoquelosparientesviejosyricoseranunarealidadpalpableyelamorylossentimientos,unatontafantasía.Medijolosiguiente:

Page 12: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

»—Michael, fuimosalcolegio juntos,yyosiempreme lasarreglémejorquetúygocédemásprestigio.

»—Asíes,John—contesté.

»—Aunqueperdíaloslibrosquemeprestabas;notedevolvíaeldineroqueme dejabas; te vendía mis navajas deterioradas por más dinero del quemehabíancostadonuevas;yerastúquienpagabaelpatoporlasventanasqueyohabíaroto.

»—Novale lapenaquehablemosdeeso, JohnSpatter—dije—,peroescierto,sí.

»—Cuando abriste este negocio, que promete ser de lomás próspero—prosiguió John—, vine a pedirte trabajo, el que fuera, y me hiciste tusecretario.

»—Tampocovalelapenaquelorecuerdes,miqueridoJohnSpatter—dije—;perotambiénescierto,sí.

»—Y,aldartecuentadequeyoteníabuenacabezaparalosnegocios,ydequeerarealmenteútilparalaempresa,noquisisteretenermeenesepuestoyteparecióunactodejusticiaquefueraenseguidatusocio.

»—Todavíamenosdignodemenciónqueesosotrospequeñosdetallesqueacabasdeseñalar,JohnSpatter—dije—;puesfuiconsciente,ylosigosiendo,detuvalíaymislimitaciones.

»—Sinembargo,queridoamigo—dijoJohn,obligándomeadarleelbrazocomo hacía en el colegio;mientras, al otro lado de las ventanas de nuestrodespacho(con lamismaformaque lasventanasdeunapopa),dosbarcossedeslizabanlentamenteporelríoempujadosporlamarea,aligualqueJohnyyonavegábamosjuntos,segurosyconfiados,porlavida—,ahoraquereinalaconcordia entre nosotros, tenemos que ser sinceros. Eres demasiado blando,Michael.Notienesotroenemigoquetúmismo.Siyo,conscientedeesterasgoperjudicialparanuestrasociedad,melimitaraaencogermedehombros,moverla cabeza y suspirar; e incluso si llegara a abusar de la confianza que hasdepositadoenmí…

»—Peronuncaloharás,John—exclamé.

»—¡Nunca! —repitió él—; solo es una suposición… Pero si llegara aabusar de esa confianza ocultándote ciertos detalles de nuestro negocio,revelándote otros o dejando que solo los vislumbraras, mi poder se veríafortalecido y tu debilidad sería cada vez mayor; y un día acabaríaencontrándomeenelcaminoquellevaalariquezadespuésdehabertedejadoatrás,enalgúnbaldíolejosdelarutaprincipal.

»—Asíes—dijeyo.

Page 13: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

»—Para evitar esto, Michael —dijo John Squatter—, o la más remotaposibilidaddeesto,debemostenernoslamayorconfianza.Nonosocultaremosnada,ytendremosunúnicointerés.

»—Mi querido John Spatter—le aseguré—, eso es precisamente lo quequiero.

»—Y, cuando seas demasiado blando —prosiguió John, con el rostrorebosante de amistad—, con tu permiso, impediré que los demás seaprovechendeesedefectodetucarácter;noesperesquetesigalacorriente…

»—MiqueridoJohnSpatter—leinterrumpí—,noesperoquemesigaslacorriente.Esalgoquedeseocorregir.

»—Yotambién—exclamóJohn.

»—¡Exactamente! —dije—. Los dos tenemos el mismo objetivo; ypersiguiéndolo con honradez, confiando por completo el uno en el otro, ycompartiendounúnicointerés,nuestrasociedadseráprósperayfeliz.

»—¡Estoyseguro!—contestóJohnSpatterantesdeestrecharnos lamanoconelmayorafecto.

»Llevé a John a mi castillo y pasamos un día muy dichoso. Nuestrasociedad prosperó.Mi socio y amigo subsanabamis limitaciones, como yohabía previsto, y,mejorándonos tanto al negocio como amí, reconocía concreces cualquier pequeño ascenso en la vida que hubiera obtenido con miayuda.

»—Nosoy—dijoelparientepobre,mirandoelfuegomientrassefrotabalentamentelasmanos—muyrico,yaquenuncalediimportanciaaserlo;perotengolosuficienteparacubrirmismodestasnecesidadesyestoymuylejosdepasar penurias.Mi castillo no es un lugar lujoso, pero símuy acogedor; suatmósferaescálidayalegre,yeslavivaimagendelHogar.

»Nuestrahijamayor,queeselvivoretratodesumadre,estácasadaconelprimogénitodeJohnSpatter.Nuestrasdosfamiliasestánmuyunidasporotroslazos.Nosencantapasarlaveladajuntos—algoquehacemosconfrecuencia—,yJohnyyohablamosdelosviejostiemposydelúnicointerésquehemoscompartidosiempre.

»Lociertoesqueenmicastillono sé loquees la soledad.Siemprehayalgún hijo o nieto, y las voces jóvenes de mis descendientes me resultandeliciosas… ¡tan deliciosas!… de oír. Mi queridísima y abnegada esposa,siempreleal,siemprecariñosa,siempreamableyservicial,prodigaenapoyoyconsuelo, es la mayor bendición de mi hogar; de ella salen las demásbendiciones.Somosuna familiabastantemusical y, cadavezqueChristianameveunpococansadooafligido,alahoraquesea,seacercasilenciosamente

Page 14: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

alpianoycantaunadulcemelodíaquesolíacantarcuandonosprometimos.Soy tan sensible que no puedo escucharla interpretada por otra persona. Latocaronunavezenel teatro,cuandofuiconelpequeñoFrank;yelniñomepreguntó extrañado: “Primo Michael, ¿de quién son estas lágrimas tancalientesquemehancaídoenlamano?”.

»Éseesmicastillo,yésassonlascircunstanciasrealesdemividaallí.Aveces llevo al pequeñoFrank conmigo.Mis nietos lo reciben con alegría, yjueganjuntos.Enestaépocadelaño,NavidadyAñoNuevo,raravezsalgodemi Castillo. Pues los recuerdos de estos días parecen retenerme allí, y suspreceptosparecenenseñarmequeesbuenoestarenél.

—Yelcastilloestá…—empezóadecirlavozgraveyarmoniosadeunodelospresentes.

—Sí. Mi castillo—continuó el pariente pobre, moviendo la cabeza sindejardecontemplarelfuego—estáenelaire.John,nuestroqueridoanfitrión,ha adivinado muy bien su emplazamiento. ¡Mi castillo está en el aire! Hellegadoalfinal.¿Tendríalaamabilidaddecontarsuhistoriaelsiguiente?

ELCUENTODELNIÑO

Érase una vez, hace muchísimo tiempo, un hombre que emprendió unviaje. Era un viaje mágico y, aunque diera la sensación de ser muy largocuandoloinició,lepareciómuycortoamitaddecamino.

Recorrióunsenderobastanteoscuroporunbrevelapsodetiempo,sinveranadiehastaqueencontróaunhermosoniño.Ylepreguntó:

—¿Quéhacesaquí?

Yelniñodijo:

—Yosiemprejuego.¡Venajugarconmigo!

Asíquepasóeldíajugandoconeseniño,ylosdossedivirtieronmucho.El cielo era tan azul, el sol tan dorado, el agua tan brillante, las hojas tanverdes,lasflorestanbellas,yoíantalesgorjeosyveíantantasmariposasquetodoerahermoso.Esocuandohacíabuentiempo.Cuandollovía,lesgustabacontemplar lasgotasquecaíanyoler losaromasnuevos.Cuandosoplabaelviento,lesencantabaescucharlo,eimaginarquédecíamientrascorríalejosdesu hogar (¿dónde se encontraría éste?, se preguntaban) silbando y ululando,empujando las nubes, inclinando los árboles, retumbando en las chimeneas,haciendoquelascasastemblaranyelmarrugieradefuria.Perolomejordetodoeracuandonevaba;puesnadalescomplacíamásquemirarcómocaían

Page 15: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

loscopos,gruesosyveloces,comosiacabarandedesprendersedelpechodemillonesdepájarosblancos;yverlosuaveyprofundoqueeraelmantoqueformaban;yescucharelsilenciodesenderosycaminos.

Estaban llenos de juguetes, losmásmaravillosos delmundo, y de librosilustrados que le dejaban a uno boquiabierto: había en ellos cimitarras,babuchas y turbantes, enanos, gigantes, hadas y genios, y barbas azules, ytallos de habichuelas y tesoros, grutas y bosques y Valentines y Orsons: ytodoserannuevosyauténticos.

Peroundía,depronto,elviajeroperdióalniño.Lollamóunayotravez,pero no obtuvo respuesta. Siguió su camino y pasó algún tiempo sin ver anadiehastaqueseencontróconunhermosomuchacho.Ylepreguntó:

—¿Quéhacesaquí?

Yelmuchachodijo:

—Yosiempreaprendo.¡Venyaprendeconmigo!

AsíqueaprendióconesemuchachocosassobreJúpiteryJuno,losgriegosylosromanos,ynosécuántascosas,másdelasqueyo—oinclusoél,quenotardó en olvidar gran parte de ellas— podría contar. Pero no estudiabansiempre;practicabanlosjuegosmásdivertidosdelmundo.Remabanporelríoen verano, y patinaban por el hielo en invierno; caminaban, montaban acaballo; jugaban al cricket, y a toda clase de juegos de pelota; a policías yladrones, a liebresy sabuesos, a seguir al rey;yhacíanmásdeportesde losque uno pueda imaginar; y eran invencibles. También tenían vacaciones, yroscón de Reyes, y fiestas en las que bailaban hasta medianoche, y teatrosgenuinosdondeveíanpalaciosdeoroydeplataquesalíandelatierra,ytodaslasmaravillasdelmundo juntas.Yamigos, tenían tantosy tanqueridosqueme falta tiempo para enumerarlos. Todos eran jóvenes, como el hermosomuchacho,y,mientrasvivieran,nadalossepararía.

Sinembargo,undía,enmediodeaquellasdiversiones,elviajeroperdióalmuchachodelmismomodoquehabíaperdidoalniñoy,despuésdellamarloenvano,prosiguiósucamino.Pasóalgúntiemposinveranadie,hastaqueseencontróconunjoven.Ylepreguntó:

—¿Quéhacesaquí?

Yeljovendijo:

—Yosiempremeenamoro.Venyamaconmigo.

Así que acompañó a ese joven, y no tardó en aparecer una de lasmuchachas más hermosas del mundo —como Fanny en aquel recodo delcamino—, y tenía los ojos como Fanny, y el pelo como Fanny, y unoshoyueloscomolosdeFanny,ysereíayseruborizabaigualqueFannycuando

Page 16: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

hablodeella.Asíqueeljovenseenamoróenseguida,delmismomodoquelohizoAlguiencuyonombrenodirélaprimeravezquellegóyvioaFanny.Ybueno,lociertoesquelamuchachasereíaavecesdeél,comolohacíaFannydeAlguien;yquelosdosdiscutíanaveces,aligualqueFannyyAlguien;yluegohacíanlaspaces,ysesentabanenlapenumbra,yseescribíancartasadiario,ynunca se sentían felices separados,y siempreestabanpendienteselunodelotro,aunquefingieranlocontrario;ysecomprometieronenNavidad,ysesentabanmuyjuntosalamordelalumbre,yestabanapuntodecasarse,¡exactamenteigualqueAlguiencuyonombrenodiréyFanny!

Peroundíaelviajerolosperdió,delmismomodoquehabíaperdidoasusdemás amigos, y, después de llamarlos para que volvieran, lo que nuncahicieron, prosiguió su viaje. Pasó algún tiempo sin ver a nadie hasta queencontróauncaballerodeedadmediana.Ylepreguntó:

—¿Quéhaceaquí?

Ysurespuestafue:

—Yosiempreestoyocupado.¡Venaestarocupadoconmigo!

Asíqueempezóaestarmuyocupadoconesecaballero,ylosdossiguieronporlaespesurajuntos.Estuvieronsiempreatravesandounbosque;éstehabíasidoverdeyclaroalprincipio,comounbosqueenprimavera,peroempezóaespesarse y volverse oscuro, comounbosque en estío; algúnpequeño árbolque había salido antes de tiempo incluso se volvió pardo. El caballero noestabasolo,puesibaconunadamaaproximadamentedesuedad,queerasumujer;yteníanhijosquetambiénlosacompañaban.Asíquetodoscontinuaronjuntosporelbosque,cortandoárboles,abriendouncaminoentrelasramasylashojascaídas,llevandofardosytrabajandomucho.

Avecesllegabanaunalargaalamedaverdequedesembocabaenunapartemásfrondosadelbosque.Entoncesseoíaunavozdébilylejanaquegritaba:«¡Padre,padre,soyotracriatura!¡Espéreme!».Yveíanenseguidaunafiguradiminuta,quecrecíaamedidaqueseacercabacorriendoaellos.Cuandolesalcanzaba,todosseapiñabanasualrededorparabesarlaydarlelabienvenida;ydespuésseguíancaminandojuntos.

Avecesllegabanaunaencrucijada,ytodossedetenían;yunodeloshijosdecía:«Padre,mehagoalamar»,yotro:«Padre,mevoyalaIndia»,yotro:«Padre,mevoyenbuscadefortuna»,yotro:«Padre, ¡mevoyalCielo!».Yasí, derramandomuchas lágrimas de despedida, semarchaban solitarios poraquelloscaminos,siguiendocadaunosudestino;yelhijoqueseibaalCieloascendíaporelairedoradoydesaparecía.

Cadavezquehabíaunadespedida,elviajeromirabaalcaballero,yleveíacontemplar el cielo sobre los árboles, donde empezaba a declinar el día y

Page 17: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

llegaba el ocaso. Veía también que su pelo encanecía. Pero nunca podíandetenersemuchotiempo,puesteníanquehacersuviaje,ysiempreteníanqueestarocupados.

Al final hubo tantas despedidas que no quedaron más hijos; y solo elviajero,elcaballeroyladamacontinuaronjuntossucamino.Yelbosquesepusoamarillo,yluegopardo;ylashojas,inclusolasdelosárbolesdelbosque,empezaronacaer.

Entonces llegaron a una alamedamás oscura que las demás y, mientrasproseguíansuviajesinbajarlavista,ladamasedetuvo.

—Maridomío—dijo—.Meestánllamando.

Aguzaroneloído,yoyeronunavozalfondodelaalamedaquedecía:

—¡Madre,madre!

Eralavozdelprimerhijoquehabíadicho:«¡MevoyalCielo!»,yelpadresuplicó:

—Todavíano.Estáapuntodeanochecer.¡Todavíano!

Perolavozgritó:«¡Madre,madre!»sinapiadarsedeél,aunquetuvieraelpelocompletamenteblancoyelrostrobañadoenlágrimas.

Entonceslamadre,queyaeraarrastradaalasombradelaoscuraalamedaysealejabasindejardeabrazarlo,lebesóydijo:

—¡Amormío,mellamanyhedemarcharme!

Yasílohizo.Yelviajeroyélsequedaronsolos.

Ysiguieronysiguieronjuntos,hastaquellegaronmuycercadelfinaldelbosque: tan cerca que pudieron ver cómo se ponía el sol entre los árboles,comounaboladefuego.

Pero una vez más, mientras se abría camino entre las ramas, el viajeroperdió a su amigo. Lo llamó una y otra vez, pero no obtuvo respuesta y,cuandosaliódelbosqueycontemplócómounsolapacibledescendíaenlaluzpurpúreadelcrepúsculo,encontróaunancianosentadosobreuntroncocaído.Ylepreguntó:

—¿Quéhaceaquí?

Yelancianodijo,sonriendoplácidamente:

—Siempreestoysumidoenmisrecuerdos.¡Venyrecuerdaconmigo!

Asíqueelviajerosesentóalladodelanciano,frentealserenoanochecer;ytodossusamigosregresaronensilencioyseacercaronaél.Elhermosoniño,el hermoso muchacho, el joven enamorado, el padre, la madre y los hijos:

Page 18: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

todosestabanallí,yélnohabíaperdidonada.Ylosqueríaatodos,ysemostróamableypacienteconellos,ydisfrutócontemplándolos;ytodoslerespetaronyamaron.Ypiensoqueelviajerodebessertú,queridoabuelo,porqueesoesloquehacesconnosotrosyloquenosotroshacemoscontigo.

ELCUENTODELCOLEGIAL

Como soy bastante joven—aunque vaya cumpliendo años, sigo siendobastantejoven—,notengoningunaaventuraalaquerecurrir.Nocreoqueaningunodelospresenteslesinteresesaberqueelreverendoesuncarcelero,yellaunaauténticaarpía,olomuchoquecobranalospadres,sobretodoporloscortesdepeloylaatenciónmédica.Aunodenuestroscompañeroslequitarondoce chelines y seis peniques de su cuenta como pago por dos pastillas—supongoqueganaríanseischelinesytrespeniquesconcadaunadeellas—,yélnisiquieraselastomó,selimitóaesconderlasenlamangadesuchaqueta.

Encuantoalacarnedevacuno,esunavergüenza.Noescarne.Lacarneno es un puñado de nervios. La carne se puedemasticar. Además, la carnellevasalsa,yjamásvesunagotaenlanuestra.Otrodenuestroscompañerossefueacasaenfermo,yoyócómoelmédicodelafamilialedecíaasupadrequeloúnicoquepodíaexplicaresadolenciaeralacerveza.Porsupuestoqueeralacerveza,¡cómonoibaaserlo!

Sinembargo,lacarnedevacunoyelviejoQueserosoncosasdiferentes.Ylacerveza también.YesdelviejoQueserodequienyoqueríahablar;nodecómonuestroscompañerosvendestruidasusaludparaqueotrosaumentensusganancias.

Yesquebasta conmirar lamasa.No tienenadadecrujiente.Es sólida,como plomo mojado. Luego nuestros compañeros tienen pesadillas, y losdemásmuchachos les arrojan almohadaspor despertarlos con sus gritos. ¿Aquiénpuedeextrañarleeso?

ElviejoQueseroselevantóunanochedormido,sepusoelsombrerosobreelgorrodedormir,cogióunacañadepescaryunbatedecricketybajóalasala, donde, como es natural, todos creyeron que era un fantasma. Bueno,jamás habría hecho eso si sus comidas hubieran sido sanas. Cuando todosempecemosacaminardormidos,supongoquelolamentarán.

ElviejoQueseronoera ayudantedelprofesorde latín enaquella época;eraunalumno.Cuandoeramuypequeño, lo llevóal internadoenlasilladeposta una mujer que estaba siempre tomando rapé y zarandeándolo; era loúnicoquerecordaba.Nuncapasólasvacacionesencasa.Suscuentas(jamás

Page 19: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

tuvoungastoextra)eranenviadasalbanco,yelbancolaspagaba;estrenabaun traje marrón dos veces al año y sus primeras botas a los doce años. Ysiemprelequedarondemasiadograndes.

En las vacaciones de verano, algunos compañeros que vivían cercatrepaban a los árboles que estándetrás delmurodel patio para ver cómoelviejoQueseroleíasolo.Siemprefuetansuavecomoel té—yesoesmuchodecir, ¿no?—, así que, cuando le silbaban, levantaba la vista y saludaba; y,cuando ledecían:«¡Hola,viejoQuesero!¿Quéhascomido?»,élcontestaba:«Cordero hervido»; y, cuando le preguntaban: «¿No te sientes solo, viejoQuesero?», él respondía: «A vecesme aburro un poco», y entonces ellos ledecían:«¡Adiós,viejoQuesero!»ysebajabandelárbol.Porsupuesto,eraunatropello que no le dieranmás que cordero hervido en vacaciones, pero asífuncionabanlascosas.Y,cuandonoledabancorderohervido,ledabanarrozconleche,simulandoqueeraunfestín.Yseahorrabanelcarnicero.

Y así siguió el viejo Quesero. Aparte de la soledad, las vacaciones leacarreabanotrocontratiempo;pues,cuandolosdemásalumnosempezabanavolver, a regañadientes, él seponíamuycontentodeverlos; loqueeramuyenojosocuandoellosnocompartíanel sentimientoy legolpeaban la cabezacontralapared,haciendoquelesangraralanariz.Perocasitodoelmundoloquería.Una vez se hizo una suscripción a su nombre; y, para que estuvieracontento,leregalaronantesdevacacionesdosratonesblancos,unconejo,unapalomayuncachorroprecioso.ElviejoQueseroseechóallorar,sobretodopocodespuéscuandolosanimalessecomieronunosaotros.

Por supuesto, al viejo Quesero le pusieron todos los nombres de quesoposibles—Gloster, Cheshire, Bola,Wiltshire, etcétera—, pero a él le dabaigual.Ynoesquefueraviejoporsuedad,porquenoloera,sinoquedesdeelprincipiolollamaronasí:viejoQuesero.

Finalmente,lenombraronayudantedelprofesordelatín.Aparecieronconél en clase una mañana a principios de trimestre, y lo presentaron a losalumnoscomoel«señorQuesero».Entoncesnuestroscompañerosdecidieronque el viejo Quesero era un espía, y un desertor que se había pasado alenemigo,vendiéndosealmejorpostor.Noeraningunaexcusaquesehubieravendidopormuypoco:doslibrasydiezchelines,alojamientoycolada,segúnsecomentó.CelebraronunareuniónparlamentariadondeacordaronquesolopodíantenerseencuentalosmotivosmercenariosdelviejoQuesero,yqueeranecesario«acuñarnuestrasangreparasacardracmas».ElParlamentotomólaexpresióndelaescenaenqueCasiodiscuteconBruto.

CuandosedecidióconsemejantedeterminaciónqueelviejoQueseroeraungrantraidorquehabíaaccedidoalossecretosdenuestroscompañerosparasacar tajada, se invitóa losalumnosmásvalientesadarunpasoal frentey

Page 20: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

enrolarseenunaSociedadquelehicieralavidaimposible.ElpresidentedelaSociedadfueelalumnomásantiguo,unchico llamadoBobTarter.Supadreestaba en las Antillas y, según él, nadaba en la abundancia. Tenía muchoascendiente sobre nuestros compañeros, y escribió una parodia quecomenzaba:

¿Quiénportansumisosehizopasarqueapenasleoíamoshablar,yresultóserunsoplónydelatar?

ElviejoQuesero.

Yluegoseguíanmásdedoceversosquecantabatodaslasmañanasjuntoalamesa del nuevomaestro.BobTarter aleccionó también a uno de losmáspequeños,unniñodemejillassonrosadasquesellamabaBrassyerabastantealocado,paraqueunamañanaseleacercaraconsugramáticalatinayrecitase:nominativuspronominum:viejoQuesero,raroexprimitur:nuncasesospechó,nisidistinctionis:quefueraundelator,autemphasisgratia:hastaquedemostróserlo, ut: por ejemplo, vos damnastis: cuando vendió a los alumnos.Quasi:como si, dicat: hubiera dicho, pretaerea nemo: ¡soy Judas! Todo aquelloimpresionómuchoalviejoQuesero.Nuncahabíatenidodemasiadopelo;peroel poco que tenía empezó a clarear cada vez más. Se volvió más pálido yojeroso;yavecesloveíanporlasnochessentadoantesumesaconunlargopabiloenlavelaylasmanosenlacara,llorando.PeroningúnmiembrodelaSociedad podía apiadarse de él, aunque tuviera ganas, porque el presidentedecíaqueeralaconcienciadelviejoQuesero.

YelviejoQueserocontinuóasí,¡yquévidatantristellevaba!Porsupuestoqueelreverendolomirabaporencimadelhombroyella,nodigamos,porqueerasuformadetrataralosprofesores;peroélsufríasobretodopornuestroscompañeros,yatodashoras.Nuncasequejódeello,quelaSociedadsupiera;pero ese mérito no le fue reconocido porque el presidente dijo que era lacobardíadelviejoQuesero.

No teníamás queuna amiga en elmundo, que estaba casi tan desvalidacomoél,porquesoloera Jane. Janeeraunaespeciedeguardarropapara losalumnos, y vigilaba las taquillas. Había llegado como aprendiza —segúnalgunos compañeros, venía de una institución benéfica, pero no lo sé— y,cuando su formación terminó, se quedó cobrando tanto al año.O tan poco,deberíadecirquizá,yaqueestoesmuchomásprobable.Sinembargo, teníaahorrado algún dinero en el banco, y era una joven muy amable. No eraexactamenteguapa;peroteníaunrostroexpresivo,sinceroysonriente,y losalumnos le tenían mucho cariño. Era increíblemente limpia y alegre, eincreíblementepacienteysimpática.Siemprequeocurríaalgoconlamadredealgúnmuchacho,ésteibaaenseñarlelacartaaJane.

JaneeraamigadelviejoQuesero.CuantomássemetíaconéllaSociedad,

Page 21: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

más leconsolabaella.Aveces ledirigíaunamirada jovialdesdesuventanaqueleinfundíaánimosparatodalajornada.Salíadelhuerto(siemprecerradoconllave, ¡creedme!)porelcampodedeportes,cuandopodíahacerloporelotrolado,soloparavolverlacabeza,comosiquisieradecirlealviejoQuesero:«¡Arribaesamoral!».Elcuartuchodeélestabasiempretanlimpioyordenadoque todos sabían quién lo dejaba asímientras el viejoQuesero trabajaba; y,cuando los alumnosveíanuna empanadahumeante en suplato a la horadecomer,comprendíanindignadosquiénselahabíaenviado.

Dadas las circunstancias, la Sociedad decidió, después de muchasreunionesydebates,quedebíapedirseaJanequelehicieraelvacíoalviejoQuesero; y que, si se negaba, debían condenarla también al ostracismo.Demodo que se eligió una delegación, encabezada por el presidente, paracomunicar a Jane la votación que la Sociedad se había visto dolorosamenteobligada a celebrar. La joven les inspiraba un gran respeto por todas susvirtudes y, según decían, en una ocasión había abordado al reverendo en supropio estudio y había conseguido librar a un alumno de un castigo muysevero gracias a su buen corazón. Así que a la delegación no le gustabademasiado aquel cometido. Pero cumplieron con su deber, y el presidenteinformó a Jane de su decisión. Al oírla, Jane se puso roja como la grana,rompióalloraryrespondióalpresidenteyaladelegación,deunmodomuypoco habitual en ella, que eran una panda de jóvenes salvajes y malvados;luegoechódelcuartoalarespetablecomisión.Enconsecuencia,seescribióenellibrodelaSociedad(conuncódigoindescifrableanteeltemordequefueradescubierto) que toda comunicación con Jane quedaba prohibida; y elpresidente señaló a losmiembros lomucho que ponía eso demanifiesto eldebilitamientodelviejoQuesero.

PeroJaneeratanfielalviejoQueserocomodeslealéstealosmuchachos—enopinióndeellos,entodocaso—,ycontinuósiendosuúnicaamiga.EstoirritósobremaneraalaSociedad,porqueJaneeraunapérdidatangrandeparaellos comounagananciapara su amigo; asíque, aúnmásairados conél, lotrataronpeorquenunca.Finalmente,unamañana,elviejoQueseronosesentóensumesadetrabajo;y,cuandofueronasucuartoyloencontrarondesierto,corrió el rumor entre los pálidos rostros de nuestros compañeros de que elviejoQuesero,nopudiendomás,sehabíalevantadomuytempranoysehabíaahogado.

Las miradas misteriosas del profesorado después del desayuno, y laevidenciadequenadie esperabaalviejoQueseroconfirmaron su teoría a laSociedad. Algunos miembros empezaron a debatir si el presidente seríacolgadoosolodeportadodeporvida,ylacaradelpresidentereflejóunagraninquietudporsabercuálseríaladecisión.Noobstante,dijoqueunjuradodesu país destacaría su valor; y que, cuando se dirigiera a éste, pediría a sus

Page 22: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

integrantesquese llevaran lamanoalcorazónydijeran,comobritánicos, siestaban conformes con los delatores, y hasta qué punto les gustaría ser suvíctima. Algunos miembros de la Sociedad le aconsejaron huir hasta queencontrara un bosque donde pudiera cambiarse la ropa con un leñador, yembadurnarseelrostroconmoras;perolamayoríapensabaque,sinodabasubrazoatorcer,elpadre—alestarenlasAntillasynadarenlaabundancia—sobornaríaaquienfueraparaquelodejaranlibre.

El corazón de nuestros compañeros latió a gran velocidad cuando elreverendoentróconairederomano,odecapitángeneral,conlaregla;comohacíasiemprequeibaasoltarlesundiscurso.PerosutemorfuemuchomenorquesuasombrocuandoescucharonqueelviejoQuesero,«durantetantosañosnuestroqueridoyrespetadoamigo,améndecompañerodeperegrinajeenlasplacenterasllanurasdelconocimiento»,dijodeél(¡Oh,sí!¡Yodiríaquetodoeso!),eraelhuérfanodeuna jovena laquesupadrehabíadesheredadoporcontraer matrimonio sin su consentimiento, y cuyo marido había fallecido;comoellasehabíamuertodepena,sudesdichadobebé(elviejoQuesero)sehabíacriadoaexpensasdeunabueloquejamáshabíaaccedidoaverlo,nidebebé, ni de niño ni de hombre.Y ese abuelo acababa demorir, algo que leestababienempleado—estecomentarioesmío—,y,alnodejar testamento,toda su inmensa fortuna era de pronto y para siempre ¡del viejo Quesero!Nuestro querido y respetado amigo y compañero de peregrinaje en lasplacenteras llanuras del conocimiento…—el reverendo terminóuna retahíladefastidiosascitasdiciendo—:Volveráavernosdentrodequincedías,fechaen que desea despedirse de nosotros de un modo más personal. Tras estaspalabras, miró con severidad a nuestros compañeros, y se marchósolemnemente.

HubounagranconsternaciónentrelosmiembrosdelaSociedad.Muchosqueríandimitir,yotrosempezaronadecirquejamáshabíanpertenecidoaella.Sin embargo, el presidente se mantuvo firme, y declaró que todos debíanresistirocaer juntos.Yque,paraabandonar lanave, tendríanquepasarporencima de su cadáver; pretendía así animar a la Sociedad, pero no loconsiguió.Elpresidenteprometiótambiénmeditarsobrelasituaciónenqueseencontrabanydarlessuopiniónyconsejoalcabodeunosdías.Estodespertóunagranexpectación,yaquesabíamuchodelmundoportenerunpadreenlasAntillas.

Después de días y días de mucho pensar, y de llenar su pizarra desoldaditos, el presidente convocó a nuestros compañeros y dejó las cosasclaras. Según él, era evidente que, cuando el viejo Quesero regresara, loprimero que haría para vengarse sería acusar a la Sociedad, y pedir que losazotaran a todos. Después de contemplar con alegría el tormento de susenemigos, y de regodearse con sus gritos de dolor, es muy probable que

Page 23: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

invitaraalreverendo,conelpretextodeconversar,aunaestanciaprivada—por ejemplo, la sala de los padres, donde estaban los dos grandes globosterráqueos que no se usaban nunca— y allí le reprochara los engaños yvejacionesquehabíasufridoensusmanos.Alfinaldesusobservacionesharíaseñas a un boxeador profesional escondido en el pasillo, que se abalanzaríasobre el reverendo hasta dejarlo inconsciente. Después el viejo Quesero leregalaría algo a Jane de entre cinco y diez libras, y se marcharía de lainstitucióndiabólicamentevictorioso.

ElpresidenteexplicóquenoteníanadaquedecirenlotocantealasalaoaJane;pero,enlotocantealaSociedad,suconsejoeraresistirhastalamuerte.Con semejante perspectiva, recomendó que llenaran de piedras todos lospupitres disponibles, y que la señal de ataque al viejo Quesero fueran susprimeras palabras de queja. El temerario consejo levantó el ánimo de laSociedad,yfueseguidounánimemente.ClavaronunpostemásomenosdelamismaalturaqueelviejoQueseroenelcampodedeportes,ytodosnuestrosmuchachospracticaronconélhastaqueestuvollenodeabolladuras.

Cuando llegó el día de la visita, y cada uno ocupó su puesto, todos losmuchachossesentarontemblorosos.

Habían discutido y discrepado mucho sobre cómo aparecería el viejoQuesero;aunquelaopinióngeneraleraquellegaríaenunaespeciedecarruajetriunfaltiradoporcuatrocaballos,condoslacayosconlibreasentadosdelante,y el boxeador profesional disfrazado sentado detrás. Así que nuestroscompañeros esperaban oír unas ruedas. Cosa que nunca ocurrió, ya que elviejoQueserosepresentóandando,yentróenelcolegiosinprevioaviso.Másomenoscomosiempre,vestidoúnicamentedenegro.

—Caballeros—dijo el reverendo,presentándolo—,nuestrodurante tantotiempo querido y respetado amigo y compañero de peregrinaje en lasplacenteras llanuras del conocimiento quiere dirigiros unas palabras.¡Atención,caballeros,todossinexcepción!

Todo el mundo metió con disimulo la mano en el pupitre y miró alpresidente. El presidente estaba preparado, y tenía al viejo Quesero en supuntodemira.

Pero el viejo Quesero lo único que hizo fue acercarse a su vieja mesa,mirarlos con una sonrisa extraña como si estuviera a punto de llorar, yempezaradecirconvozsuaveytemblorosa:

—¡Misqueridoscompañerosyamigos!

Todoslosalumnossacaronlamanodelpupitre,yelpresidentedeprontoseechóallorar.

Page 24: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

—Mis queridos compañeros y amigos —repitió el viejo Quesero—, yasabéislasuertequehetenido.Hepasadotantosañosbajoestetecho—todamividahastaelmomento,podríadecir—queesperoqueoshayáisalegradopormí.Jamáspodríadisfrutardemifortunasinfelicitarostambiénavosotros.Sialgunaveznonoshemosentendido,os ruego,queridosmuchachos,quenosperdonemos y lo olvidemos. Siento un gran cariño por vosotros, y estoysegurodequemecorrespondéis.Conelcorazónrepletodegratitud,quisieraestrechar la mano de cada uno de vosotros. He vuelto para hacerlo, si osparecebien,misqueridosmuchachos.

Comoelpresidentesehabíapuestoallorar,variosmuchachossiguieronsuejemplo;perocuandoelviejoQueserosedirigióaélporserelalumnomásantiguo,lepusolamanocariñosamenteenelhombroyrespetósuderecho,elpresidentedijo:

—Nolomerezco,señor;adecirverdad,nolomerezco.

No se oyeron más que sollozos y llantos en el colegio. Todos losmuchachosexclamaronquenolomerecíandeunmodomuysimilar;peroelviejo Quesero, haciendo caso omiso, se acercó alegremente a todos losalumnos,ydespuéssaludóatodoslosprofesores,dejandoalreverendoparaelfinal.

Entoncesunchiquilloquegimoteabaenun rincón,yqueestaba siemprecastigado,gritóconvozaguda:

—¡VivaelviejoQuesero!¡Hurra!

Elreverendolomiróencolerizado.

—ElseñorQuesero—lecorrigió.

Pero el viejo Quesero declaró que le gustaba mucho más su antiguonombre, y todos los muchachos se unieron a los vítores; y, durante no sécuántosminutos, se oyó un gran estruendo de pies ymanos y losmayoresrugidosaclamandoalviejoQuesero.

Después les esperaba un auténtico festín en el comedor. Aves de corral,lenguas,confituras,frutas,gelatinas,dulces,negus,templosdeazúcarcande,chucherías,galletas…—comedloquepodáisyguardadenelbolsilloloqueosguste—ytodoaexpensasdelviejoQuesero.Luegohubodiscursos,undíaenterodevacaciones,todaclasedejuegosrepetidosdosytresveces,burros,pequeños carruajes tirados por ponis para conducir, cena para todos losprofesoresenLasSieteCampanas(veintelibrasporcabeza,segúncalcularonlos alumnos), una fiesta anual fijada para esa fecha, y otra el día delcumpleaños del viejo Quesero—el reverendo tuvo que acceder delante detodos para que nunca pudiera echarse atrás— y todo costeado por el viejo

Page 25: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

Quesero.

Y losalumnos¿no fueronenmasaavitorearloen lapuertadeLasSieteCampanas?¡Oh,no!

Pero falta algo más. No miréis al siguiente narrador porque no heterminado.Al día siguiente, la Sociedad decidió hacer las paces con Jane ydisolverseluego.Pero¡Janesehabíaido!

—¿Qué? ¿Que se ha ido para siempre?—preguntaron los alumnos concaraslargas.

—Porsupuesto—fuelaúnicarespuestaqueobtuvieron.

Ynadielesdiomásexplicaciones.Finalmente,elalumnomásantiguoseencargódepreguntaralreverendosieraciertoquenuestraviejaamigaJanesehabía ido. El reverendo (que tiene una hija en casa, pelirroja y de narizrespingona)contestógravemente:

—Sí,señor,laseñoritaPittsehaido.

¡Mira que llamar a Jane señorita Pitt! Algunos dijeron que la habíandespedido por quedarse con dinero del viejo Quesero; y otros que habíaentradoaservirencasadelviejoQueseropordiezlibrasalaño.Loúnicoquenuestroscompañerossabíanesquesehabíamarchado.

Dosotresmesesdespués,unatarde,uncarruajedescapotableseparóenelcampodecricket, justodetrásdelmuro,conunadamayuncaballeroen suinterior,quepasaronmuchotiempoenpieviendoelpartido.Nadiesefijóenellos,hastaqueelchiquilloqueestabasiemprecastigadoabandonó,encontradelreglamento,supuestodevigilanciaydijo:

—¡EsJane!

Losoncejugadoresdecadaequipoolvidaroninmediatamenteelpartido,ycorrieron a aglomerarse alrededor del carruaje. ¡Era Jane! ¡Y menudosombrerollevaba!Y¿podéiscreerquesehabíacasadoconelviejoQuesero?

Notardóensermuynormalque,estandonuestroscompañerosenmitaddeunpartido,vieranuncarruajedetrásdelapartebajadelmuro,justoantesdelapartealta,conunadamayuncaballeromirandoporencima.ElcaballeroerasiempreelviejoQuesero,yladamaerasiempreJane.

Laprimeravezquelosvifuedeesemodo.Habíahabidomuchoscambiosentrenuestros compañerosde aquella época, y ¡resultóque el padredeBobTarternonadabaenlaabundancia!Noteníanada.Bobsehizosoldado,yelviejoQueserocomprósulicencia.Perolodelcarruajeseguíaigual.Elcarruajeseparaba,ylosmuchachosdejabandejugarnadamásverlo.

—Asíque,despuésdetodo,nuncamecondenasteisalostracismo—dijola

Page 26: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

dama, riendo, cuando los niños se encaramaron al muro para estrecharle lamano—.¿Seguroquenoloharéisnunca?

—¡Nunca,nunca!—gritaronpordoquier.

Enaquelmomentoyonoentendísuspalabras,aunqueahoraporsupuestoque sí. Pero me encantó su rostro, y lo amable que era, y no pude evitarmirarla—yalviejoQueserotambién—cuandolosmuchachosnosapiñamosfelicesasualrededor.

Enseguida se dieron cuenta de que yo era un alumno nuevo, así quetambiénme encaramé almuro y les estreché lamano como los demás.Mealegré de verlos tanto como mis compañeros, y en un instante me parecióconocerlosdesiempre.

—Solo faltanquincedíaspara lasvacaciones—dijo el viejoQuesero—.¿Quiénsequeda?¿Algunodevosotros?

Muchosdedosmeseñalaron,ymuchasvocesgritaron:

—¡Él!

Pueseraelañoenqueestabaisfueradelpaís;yosaseguroquemesentíamuydesgraciado.

—¡Oh! —dijo el viejo Quesero—. Pero este lugar es tan solitario envacaciones…Serámejorquevengaacasa.

Así que fui a su preciosa casa, y no pude ser más feliz. Los dos sabencómotrataralosniños,¡yalocreo!Cuandotellevanalteatro,porejemplo,tellevan de veras. No llegan cuando ya ha empezado, ni salen antes de quetermine. Y también saben cómo educar a un niño. ¡Mirad al suyo!Aunquetodavía seamuypequeño, ¡quémaravillosoes!Bueno,despuésde la señoraQueseroydelviejoQueseromipreferidoessuhijo.

YyaoshecontadoloquesédelviejoQuesero.Aunquenoseamucho,metemo,¿verdad?

ELCUENTODENADIE

Vivíaaorillasdeunríocaudaloso,anchoyprofundo,quecorríasiempresilencioso e iba a parar a un océano inmenso e ignoto. Existía desde queempezóelmundo.Habíacambiadoavecessucurso,yabiertonuevoscauces,dejandolosantiguossecosybaldíos;perosufluirjamássehabíadetenido,nilo haría hasta el final de los tiempos. Nada podía avanzar en contra de sucaudal impetuosoe insondable.Ningúnservivo,ningunaflor,ningunahoja,

Page 27: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

ningunapartículaanimadao inanimadadesviabasurumbojamásdelocéanoignoto. La corriente del río era implacable con ellos; y nunca se detenía, aligualquelatierramientrasgiraalrededordelsol.

Vivía en un lugar muy concurrido, y trabajaba duramente para saliradelante.Noteníaesperanzasdellegarasertanricocomoparavivirunmessintrabajarasí,perobiensabeDiosquesesentíamuysatisfechodetrabajarcon tan buen ánimo.Eramiembro de una familiamuy numerosa, en la quehijos e hijas se ganaban el pan trabajando todos los días, desde que selevantabanalalbahastaqueseacostabanporlanoche.Aquélerasudestino,ynoaspirabaanadamás.

Habíademasiadostambores,trompetasydiscursosenellugardondevivía;peroélnoparticipabaenellos.TodoaquelestruendoyalborotoloorganizabalafamiliaPecesGordos,cuyoincomprensibleprocederlellenabadeasombro.Susmiembroserigíanlasestatuasmásextrañas,dehierro,mármol,bronceylatón,delantedesupuerta;yensombrecíansucasaconlaspatasylascolasdeunastoscasfigurasdecaballos.Élsepreguntabaquésentidotendrían,sonreíaconsuairesocarrónyseguíatrabajandocomounamula.

La familia Peces Gordos (a la que pertenecían los más distinguidos dellugar,y losmás ruidosos)seencargabadequeno tuvieraquemolestarseenpensarporsímismo,ydirigíasuvidaysusasuntos.

—Bueno, la verdad es que tengo muy poco tiempo—les decía— y, sitienenlaamabilidaddeocuparsedemíacambiodeldineroquepago(porquelafamiliaPecesGordosnomenospreciabasudinero),mequitaránunpesodeencimayestarémuyagradecido,teniendoencuentaqueustedessabenmás.

De ahí el tamborileo, el trompeteo y los discursos, así como las feasestatuasdecaballosantelasque,enteoría,debíaarrodillarse.

—No entiendo qué significa esto —decía, frotándose las arrugas de lafrente con aire confuso—. Pero quizá tenga un sentido que escapa a micomprensión.

—Significa—contestabalafamiliaPecesGordos,recelosadesuspalabras—lamayorhonrayensalzamientodelaspersonasdemérito.

—¡Ah!—exclamabaél.Ylealegrabasaberlo.

Pero,cuandomirabaentre lasestatuasdehierro,mármol,bronceylatón,nopodíaencontraraningúnpaisanosuyomeritorio,enotrotiempohijodeuncomerciantede lanadeWarwickshire,oaunsolo lugareñodeesaclase.Nopodíaencontraraningunode loshombrescuyosconocimientos leshubieransalvado a él y a sus hijos de enfermedades terribles y que causabandeformidades,cuyovalorhubieraacabadoconlacondicióndesiervosdesus

Page 28: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

antepasados, cuya imaginación sagaz hubiera cambiado y mejorado laexistenciadelosmáshumildes,cuyotalentohubieraenriquecidoelmundodelos trabajadorescon innúmerasmaravillas.Porelcontrario,encontrabaotrosdelosquenosabíanadabueno,einclusootrosdelosquesabíamuchascosasmalas.

—¡Bah!—exclamaba—.Noentiendonada.

Asíquevolvíaacasa,ysesentabaalamordelalumbreparaolvidarlo.Suhogarapenasteníamuebles,yestabarodeadodecallesennegrecidas;peroeraunlugarmuypreciadoparaél.Lasmanosdesumujerestabanendurecidasporeltrabajo,yhabíaenvejecidoantesdetiempo;peroéllaquería.Ensushijos,quenopodíancriarsebien,seveíanlashuellasdelamalaalimentación;peroaélleparecíanhermosos.Porencimadetodo,elalmadeestehombredeseabaquesushijostuvieranunaeducación.

—Sialgunasvecesmeequivoco—decíaél—porignorancia,quealmenostenganmás criterio que yo y no cometan losmismos errores. Esmuy duropara mí recoger la cosecha del placer y la instrucción que almacenan loslibros.¡Queseamásfácilparaellos!

Pero los PecesGordos se enzarzaron en violentas discusiones familiaressobre lo que era lícito enseñar a los hijos de este hombre. Algunos de susmiembrosinsistieronenquelomásimportanteynecesarioeratalcosa;ylosdemás insistieron en que lo era tal otra; y los Peces Gordos, divididos enfacciones, escribieron panfletos, celebraron asambleas, formularonacusaciones,pronunciaronsolemnesdiscursosyperoratasdetodogénero;sellevaronunosaotrosalostribunalesdejusticiayalostribunaleseclesiásticos;secubrierondeinsultos,sedieronpalizas,ysecogieronunainquinatremendaeincomprensible.Entretanto,esehombre,enelbrevetiempoquepasabaporlas noches al amor de la lumbre, veía cómo el demonio de la Ignorancia seadueñabadesushijos.Vioasuhijaconvertidaenunasuciabestiadecarga;viocómosuhijorestregabaelcaminodelamezquinasensualidad,hastacaerenlabrutalidadyelcrimen;viocómolaluzdeinteligenciaqueempezabaabrillar en los ojos de sus pequeños se trasformaba en tanta desconfianza ymalafequecasihabríapreferidoquefueranidiotas.

—Tampoco lo entiendo —decía—; pero no creo que esté bien. ¡No!¡Clamaalcielosemejanteinjusticia!

Recobrandolacalmadenuevo(puessuvehemencianosolíadurarmucho,yeraapaciblepornaturaleza), echabaunvistazoa sualrededordomingosyfestivos, y veía que tanto tedio y desidia empujaban a la gente aemborracharse, con todos losmales que esto conlleva.Entonces apeló a losPecesGordos:

Page 29: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

—Somos trabajadores, y empiezo a sospechar que los trabajadores, seacualseasucondición,fueroncreados—porunintelectomayorqueelvuestro,a mi humilde entender— con la necesidad de alimentar su espíritu y teneralguna distracción.Mirad en lo que caemos cuando esto nos falta. ¡Vamos!¡Entretenedmedeunmodoinofensivo,enseñadmealgo,dadmealgunasalida!

Pero entonces se produjo entre los Peces Gordos un revuelocompletamente ensordecedor. Cuando se oyeron unas pocas voces queproponíanmostrarlelasmaravillasdelmundo,lagrandezadelacreación,lospoderososcambiosdeltiempo,elfuncionamientodelanaturalezaylabellezadelarte—mostrarleesascosas,esdecir,encualquiermomentodesuvidaenque tuviera ocasión de verlas—, los Peces Gordos gritaron de tal modo ehicieron tantasdeclaraciones, tantossermonesy tantasdemandas, fueron tanincoherentes y conmemorativos, tan insultantes y ofensivos, desencadenarontalcascadadepreguntasparlamentariasydébilesrepuestas—enlasqueel«nome atrevo» secundaba al «lo haría»— que el pobre hombre se quedóhorrorizado,conojosycaradeespanto.

—¿He ocasionado todo esto—decía— con lo que no era más que unapreguntainocente,quesurgíatansolodemiexperienciafamiliar,ydelsentidocomúndecualquierhombrequedecideabrir losojos?Ni loentiendo,ni losdemásmeentiendenamí.¿Quéocurrirásilascosassiguenasí?

Estabainclinado,trabajandoyrepitiéndoseesapregunta,cuandoempezóadivulgarselanoticiadequesehabíaextendidounaepidemiadepesteentrelostrabajadores, que estaban muriendo como chinches. Cuando fue acomprobarlo,vioqueeracierto.Losmoribundosylosmuertossehacinabanen las casas sucias y sin ventilar donde transcurría su vida. El aire siemprecontaminadoynauseabundodestilabaunnuevoveneno.Elfuerteyeldébil,elancianoyelniño,elpadreylamadre:todoscaíanfulminados.

¿Quéposibilidadesteníadehuir?Sequedódondeestaba,yviomorirasusfamiliaresy amigos.Unbondadosopredicador se le acercó,yhabría rezadoalgunasplegariasparamitigarladesesperanzadesucorazón,peroélledijo:

—¿Dequésirve,padre,queseacerqueamí,unhombrecondenadoaviviren este lugar hediondo, donde cada uno de los sentidos que se me hanotorgadoparadeleitarmeseconvierteenunsuplicio,ydondecadaminutodemis contados días añademás fango al cenagal bajo el queme ahogo? PerodéjemevislumbrarporprimeravezelCieloconunpocodesuaireydesuluz;demeaguapura;ayúdemeaestarlimpio;aligereestaatmósferatancargadayestavida tanopresiva,en laquenuestrosespíritussehundenynosotrosnosconvertimos en las criaturas indiferentes y encallecidas que usted encuentratanamenudo;saquecondelicadezaycariñoloscuerposdenuestrosmuertosdeloscuchitrilesdondenoscriamoshastafamiliarizarnostantoconelterrible

Page 30: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

tránsito que incluso Su santidad se desvanece; y, Maestro, ¡entonces leescucharéhablar—nadiesabemejorqueustedconcuántasganas—deAquélquetantopensóenlospobresytantosecompadeciódelsufrimientohumano!

Habíavueltoaltrabajo,tristeysolitario,cuandollegóelpatrónvestidodenegro.Tambiénélhabíasufridomucho.Sujovenmujer,subellaybondadosamujer,habíamuerto;ytambiénsuúnicohijo.

—Séqueesdifícildesobrellevar,patrón,perotienequeanimarse.¡Ojalápudieraconsolarlo!

Elpatrónlediolasgraciasconelcorazón,perodijo:

—¡Aydevosotros,lostrabajadores!Estaepidemiaempezóentrevosotros.Si hubierais vivido de una formamás decente y saludable, hoy no sería unhombreviudoydesolado.

—Patrón—respondiósuinterlocutor,moviendolacabeza—,heempezadoaentenderquelamayorpartedelascalamidadessonculpanuestra,comolapeste,yqueningunasedetendráennuestrahumildepuertahastaquenonosunamosconesaimportantefamiliaqueandasiemprealagreña,afindehacerlas cosas que son justas. No podemos vivir de una forma más decente ysaludablesinuestrosdirigentesnonosproporcionanlosmedios.Nopodemosaprendersinonosenseñan;nopodemosdivertimos racionalmentesinonosentretienen;nopodemostenermásquenuestrospropiosdiosesfalsosmientrasellos llenen con los suyos todos los lugares públicos. Las consecuenciasfunestas de una enseñanza deficiente, las consecuencias funestas de unabandono pernicioso, las consecuencias funestas de una restricción contranaturaydeunanegacióndelosplaceresquehumanizanalagenteseránculpanuestra,yningunadeellassecontentaráconnosotros.Seextenderánportodaspartes. Siempre lo hacen; siempre lo han hecho, como la peste.Al fin creoentendertantascosas…

Perosupatrónvolvióaexclamar:

—¡Ayde vosotros, los trabajadores! ¡Rara vez tenemosnoticias vuestrasqueseanbuenas!

—Patrón—respondió él—,me llamoNadie, yno esprobableque tenganoticiasmías (ni interés en tenerlas, tal vez) que sean buenas. Pero éstas niempiezan ni terminan nunca conmigo. Tan infalibles como la muerte, caensobremíyluegovuelvenaelevarse.

Había tanta verdad en sus palabras que la familia Peces Gordos, alenterarsedeellas,y terriblementeasustadapor la recienteepidemia,decidióunirse con él para hacer las cosas que eran justas; en todo caso, lasdirectamente relacionadas—lo que es humano— con la prevención de otra

Page 31: La Navidad Cuando Dejamos de Ser Niños

epidemiadepeste.Pero,encuantose lespasóelmiedo,algoqueempezóaocurrirenseguida,volvieronaenemistarseunosconotros,ynohicieronnada.Yasílamaldiciónapareciódenuevo—entrelosmáshumildes,comoantaño— y se extendió vengativamente hacia arriba, como antaño, causando lamuertedegrannúmerodealborotadores.Peroningúnhombreadmitiójamás,siesquellegóapercibirlo,habertenidoalgoquever.

Así que Nadie vivió y murió como se había hecho desde los viejos,viejísimostiempos;yéstees,enlíneasgenerales,elcuentodeNadie.

¿Acaso no tenía nombre,me preguntaréis?Es posible que fueraLegión.¿Quémásdacómosellamara?ParanosotrosseráLegión.

Sihabéisvisitadoalgunavezlospueblosbelgasmáscercanosalcampodebatalla deWaterloo, habréis visto en alguna iglesia pequeña y silenciosa unmonumento erigido por sus leales compañeros de armas a la memoria delcoronelA.,delcomandanteB.,deloscapitanesC.,D.yE.,delostenientesF.y G., de los alféreces H., I. y J., de siete suboficiales y de ciento treintasoldadosrasos,quecayeroncumpliendoconsudeberaqueldíamemorable.ElcuentodeNadieeselcuentodelossoldadosrasosdelatierra.Participanenlabatalla;unapartedelavictoriaessuya;caen;ysolodejansunombreentrelamultitud.Nuestramarcha,ladelosmásorgullososllevaalcaminopolvorientopor el que ellos avanzan. ¡Ay! Acordémonos de ellos este año al calor delfuegonavideño,ynolosolvidemoscuandoésteseextinga.