La Mujer Que Amo

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Yo te recuerdo tan vívidamente que puedo sentir tus besos en mis labios y tus caricias en mi desgastada piel, ¡me hierve la sangre al ver la realidad! Hace mucho que estás muerta y hace mucho que llevo flores a tu tumba, siempre a las 5 de la tarde. No me he vuelto a enamorar, ¿sabes? No, esas cosas para mí ya han pasado al olvido del tiempo. Aún recuerdo nuestro primer beso, junto a aquel caño que corría vívidamente con aguas cristalinas, donde la brisa fría acariciaba nuestros cuerpos humedecidos mientras tocaba majestuosamente las copas de los árboles que, junto al trinar de las aves libres, superaban cualquier sinfonía Europea ¿Recuerdas ese juramento?, el que nos hicimos esa tarde de julio: “nos amaremos eternamente, incluso si la muerte nos separa”. ¿Recuerdas que el tiempo pasó, crecimos y yo jamás rompí mi juramento, aunque nuestros caminos se separaron? ¿Recuerdas las noches de llamadas eternas que jamás acababan porque ninguno de nosotros quería colgar? ¡Esas cuentas fueron el dolor de cabeza de mi padre! Y aunque estábamos separados por medio país, siempre estábamos juntos en espíritu, siempre te recordaba como ahora. ¿Recuerdas el día en que te pedí matrimonio? Sí… fue en ese mismo río, en esa misma tarde del mes julio, a esa misma hora, en ese mismo pueblo viejo y olvidado, años después, con nuestros títulos de profesional… El mismo beso, la misma melodía y un anillo de oro. Volvería a esclavizarme en deudas con los bancos con tal de volver a ver esa sonrisa. ¡Empeñaría mi alma para volver a ver esa sonrisa! Pero… no puedo. El día de la boda lo recuerdo tan cálidamente. Fue un año después de que te lo propusiera ¡Qué dificultad para organizar todo junto aquel rio que vio nacer nuestra alianza!, y más a esa hora ¡Todos estábamos tan felices ese día! Y luego, la fiesta que habían preparado nuestros padres y todos nuestros amigos, ese ternero que mataron para la ocasión, las bebidas caras y los adornos lujosos (aun guardo aquellas fotos, las guardo como tesoros invaluables). ¡Bailamos como locos! El tiempo que pasó antes de la boda, sirvió para arreglar muchas cosas. Compramos una casa en la ciudad en la que habríamos de trabajar, yo renuncie a mi cargo para dar clases en la misma universidad que tú, aunque mi sueldo fuera menor. ¿Recuerdas esos comentarios que hacían? Incluso venían, luego de un tiempo, con el cuento de que eras infiel pero yo jamás dudé de ti. Sin embargo, la vida dio un vuelco luego de la luna de miel, cuando te diagnosticaron ¡SIDA! Y fue allí donde me contaste que realmente habías roto nuestra promesa y a nuestro compromiso durante largo tiempo. ¡Qué dolor tan grande! Mi alma se desgarró por dentro como se rompe la tela vieja cuando se le tira, ¡yo guardé mi castidad hasta el matrimonio! Y tú no, pero te amaba demasiado, no podía dejarte. Te perdoné, con el alma herida, pero te perdoné… y luego vinieron las deudas de los tratamientos. Sin embargo, cada día te veías peor mientras yo sufría al verte tan pálida, sin energía. Cinco años en ese suplicio, yo me encargaba de todos tus cuidados, incluso en esos últimos días en que ya odiabas mi presencia… ya no me importaba, te había consagrado mi vida desde esa tarde de julio, no me iba a dar por vencido. Falleciste. ¡El destino fue tan cruel! ¡Moriste esa tarde de julio! Si mi alma fuera vidrio ya no quedarían pedazos para romper porque todos estarían pulverizados, esparcidos por el piso. Pese a ello, hice el esfuerzo de recogerlos para depositarlos en tu tumba ¡Esa tumba fría! No pude pagar las deudas que me había acarreado toda tu enfermedad, porque, en el último trecho, dejaste de trabajar, así que yo cargué con todo… me encerraron en la cárcel, pasé unos meses allí, añorando tu presencia. Adelgacé demasiado, tanto que me concedieron libertad por ello. Aun soy muy delgado, pero no porque esté enfermo, sino porque la comida no me sabe igual y tampoco tiene sentido que la engulla si no estás tú… Me he pensionado, ¿sabes? Mi salud ha empeorado y, aunque no tengo en mi haber lo que te llevó a la tumba, tampoco te tengo a ti y eso es lo que me está matando. La casa la cogió el banco junto con todo lo que había allí, pero el abogado logró recuperar algunas cosas que tenían un valor emocional inmenso… solo eso ¡Hasta el anillo de bodas tuve que venderlo! Y no sabes cuánto me dolió hacerlo.

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Cuento romántico-trágico

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  • Yo te recuerdo tan vvidamente que puedo sentir tus besos en mis labios y tus caricias en mi

    desgastada piel, me hierve la sangre al ver la realidad! Hace mucho que ests muerta y hace mucho

    que llevo flores a tu tumba, siempre a las 5 de la tarde. No me he vuelto a enamorar, sabes? No,

    esas cosas para m ya han pasado al olvido del tiempo. An recuerdo nuestro primer beso, junto a

    aquel cao que corra vvidamente con aguas cristalinas, donde la brisa fra acariciaba nuestros

    cuerpos humedecidos mientras tocaba majestuosamente las copas de los rboles que, junto al trinar

    de las aves libres, superaban cualquier sinfona Europea Recuerdas ese juramento?, el que nos

    hicimos esa tarde de julio: nos amaremos eternamente, incluso si la muerte nos separa.

    Recuerdas que el tiempo pas, crecimos y yo jams romp mi juramento, aunque nuestros caminos

    se separaron? Recuerdas las noches de llamadas eternas que jams acababan porque ninguno de

    nosotros quera colgar? Esas cuentas fueron el dolor de cabeza de mi padre! Y aunque estbamos

    separados por medio pas, siempre estbamos juntos en espritu, siempre te recordaba como ahora.

    Recuerdas el da en que te ped matrimonio? S fue en ese mismo ro, en esa misma tarde del mes

    julio, a esa misma hora, en ese mismo pueblo viejo y olvidado, aos despus, con nuestros ttulos

    de profesional El mismo beso, la misma meloda y un anillo de oro. Volvera a esclavizarme en

    deudas con los bancos con tal de volver a ver esa sonrisa. Empeara mi alma para volver a ver esa

    sonrisa! Pero no puedo. El da de la boda lo recuerdo tan clidamente. Fue un ao despus de que

    te lo propusiera Qu dificultad para organizar todo junto aquel rio que vio nacer nuestra alianza!,

    y ms a esa hora Todos estbamos tan felices ese da! Y luego, la fiesta que haban preparado

    nuestros padres y todos nuestros amigos, ese ternero que mataron para la ocasin, las bebidas caras

    y los adornos lujosos (aun guardo aquellas fotos, las guardo como tesoros invaluables). Bailamos

    como locos! El tiempo que pas antes de la boda, sirvi para arreglar muchas cosas. Compramos

    una casa en la ciudad en la que habramos de trabajar, yo renuncie a mi cargo para dar clases en la

    misma universidad que t, aunque mi sueldo fuera menor. Recuerdas esos comentarios que

    hacan? Incluso venan, luego de un tiempo, con el cuento de que eras infiel pero yo jams dud de

    ti. Sin embargo, la vida dio un vuelco luego de la luna de miel, cuando te diagnosticaron SIDA! Y

    fue all donde me contaste que realmente habas roto nuestra promesa y a nuestro compromiso

    durante largo tiempo. Qu dolor tan grande! Mi alma se desgarr por dentro como se rompe la tela

    vieja cuando se le tira, yo guard mi castidad hasta el matrimonio! Y t no, pero te amaba

    demasiado, no poda dejarte. Te perdon, con el alma herida, pero te perdon y luego vinieron

    las deudas de los tratamientos. Sin embargo, cada da te veas peor mientras yo sufra al verte tan

    plida, sin energa. Cinco aos en ese suplicio, yo me encargaba de todos tus cuidados, incluso en

    esos ltimos das en que ya odiabas mi presencia ya no me importaba, te haba consagrado mi

    vida desde esa tarde de julio, no me iba a dar por vencido. Falleciste. El destino fue tan cruel!

    Moriste esa tarde de julio! Si mi alma fuera vidrio ya no quedaran pedazos para romper porque

    todos estaran pulverizados, esparcidos por el piso. Pese a ello, hice el esfuerzo de recogerlos para

    depositarlos en tu tumba Esa tumba fra! No pude pagar las deudas que me haba acarreado toda

    tu enfermedad, porque, en el ltimo trecho, dejaste de trabajar, as que yo cargu con todo me

    encerraron en la crcel, pas unos meses all, aorando tu presencia. Adelgac demasiado, tanto que

    me concedieron libertad por ello. Aun soy muy delgado, pero no porque est enfermo, sino porque

    la comida no me sabe igual y tampoco tiene sentido que la engulla si no ests t Me he

    pensionado, sabes? Mi salud ha empeorado y, aunque no tengo en mi haber lo que te llev a la

    tumba, tampoco te tengo a ti y eso es lo que me est matando. La casa la cogi el banco junto con

    todo lo que haba all, pero el abogado logr recuperar algunas cosas que tenan un valor emocional

    inmenso solo eso Hasta el anillo de bodas tuve que venderlo! Y no sabes cunto me doli hacerlo.

  • Ahora vivo en una pequea casa, an doy clases en la que fue nuestra universidad y aunque me

    paga y soy bien recibido por toda la comunidad acadmica, s que solo lo hacen por piedad; eso me

    consuela, pero sin ti no tengo felicidad.

    No s qu est pasando! Muchos ruidos, algunas luces se ven, errticas, detrs de mis prpados

    cerrados. Un olor a asepsia llena el lugar, se oyen voces femeninas y algunas masculinas ha

    pasado bastante tiempo desde que empez todo esto Quin te llevar flores? Perdname querida,

    no pude salvarte la vida y ahora tampoco llevarte flores Que el cielo me perdone! Ha pasado mucho

    tiempo, no he salido de este lugar tan raro, lleno de ruidos, de voces e incluso de llantos y quejidos,

    parece un manicomio! He perdido la nocin de los das, ya no s si es de da o de noche, pero eso

    no me preocupa ya que de todas maneras no puedo abrir los ojos, pero tus flores Nadie ha llevado

    flores a tu tumba! Nadie! Oh, querida, no me odies por eso, pero s que sabrs perdonarme. A veces

    escucho personas llorar a mi alrededor pero no entiendo bien lo que dicen Sern estudiantes?

    Sern amigos? No s, pero s lo son... que no se olviden de llevarte flores! Es lo nico que pido.

    Por fin he despertado estaba en un hospital! Que cosas, verdad querida? Estoy lleno de tubos

    que se confunden en esta piel tan blanca y desgastada, pero eso no me importa, me preocupan tus

    flores. He escapado, junto con algunas rosas que estaban al pie de la cama, para visitarte. Ya casi

    son las 5! Si no me apuro llegar tarde! Me han regaado fuertemente los mdicos pero tambin

    Luca, la recuerdas? Esa jovencita que siempre estaba en casa ayudndome con tus cosas, se parece

    tanto a ti! Con esos ojos castaos como los tuyos, con ese cabello negro como el tuyo y esa sonrisa

    tan blanca como la tuya, creo que es lo nico que me alegr luego de tu muerte, y que ahora me da

    alivio. Luego de la cantaleta, le he pedido que te lleve flores todos los das, sin importar lo que

    pasara. Le advert severamente de la hora! No poda romperla ella ha aceptado, aunque con

    rezonga, pero eso no importa porque la hice jurarlo. Creo que su padre es quien est pagando la

    cuenta de este hospital y pese a que no lo conozco, le he mandado saludes. Qu vergenza me da

    con aquel hombre! Pero Luca insisti mucho en que esas cosas no importaban. La maana estuvo

    clara, los pjaros cantaron alegremente, mientras la brisa corra suavemente. Sabes qu da es hoy?

    Supongo que lo sabes, van a ser las 5! Pero puedo descansar tranquilo porque s que Luca se

    encargar de tus flores sabes? Creo que estoy feliz.