La Misión Ciencia está en la calle

LA MISIÓN CIENCIA ESTá EN LA CALLEMinisterio de Comunicación e Información; Av. Universidad, Esq. El Chorro, Torre Ministerial, pisos 9 y 10. Caracas-Venezuela.www.minci.gob.ve / publicaciones@minci.gob.ve

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Agosto, 2006. Impreso en la República Bolivariana de VenezuelaDepósito Legal: lf87120063502928

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“Yo les pido que con esos insumos, con esa experiencia, con esa pasión diseñemos una nueva misión para lanzarla en febrero de 2006: Misión Ciencia, así de sencillo. Sabemos que eso incluye la tecnología y la innovación. ¡Vamos a convertirnos todos en científicos, en innovadores! Democratización de la Ciencia por todos lados, y que tomen las riendas del potro, que tomen la vanguardia los científicos nacionales, los de mayor experiencia, los innovadores, los que tienen años trabajando en distintos proyectos”

Extracto del discurso del Presidente Hugo Chávez durante la entrega de los Premios Nacionales

de Ciencia y Tecnología. Teatro Teresa Carreño, 13 de diciembre de 2005

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IntroducciónSe nos ha dicho que la ciencia es asunto de poca gente,

de quienes poseen una aquilatada formación académica y aptitudes especiales, cosas que, según ciertos sectores, no tienen la mayoría de las personas. Esto envuelve también la peligrosa noción de la propiedad privada sobre el saber.

Determinadas limitaciones de tipo legal garantizan que los productores del llamado saber científico siempre sean sus propietarios. Los científicos “ceden” su conocimiento al pueblo de manera encriptada, materializado en medicinas con fórmulas secretas, tecnología deslumbrante pero incomprensible. No poseemos el conocimiento de lo que consumimos, no lo entendemos, no lo producimos.

Unos pagan por aquello que no saben producir, otros cobran por lo que producen. Así se reproduce el perverso ciclo que empobrece a las masas al mismo tiempo que las minorías “ilustradas” se hacen más ricas. Porque el saber es poder, esta la utilidad de la ciencia y de todas las formas de poder en el capitalismo: un medio para crear dependencia, dominar a las mayorías y satisfacer ambiciones individuales. Pero, en manos del pueblo, el saber es poder liberador.

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El conocimiento es el resultado del esfuerzo por saber más sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea; es un producto social, como el alimento, las herramientas, el vestido. Todo conocimiento es el producto de una experiencia colectiva acumulada a lo largo de miles de años. La ciencia, como forma de conocimiento, constituye un patrimonio de la humanidad entera. Quienes utilizan el saber mezquinamente están al corriente de esta verdad y, sin embargo, la ocultan.

Hasta hace poco, hacer alusión a algo que podríamos llamar conocimiento científico popular era referirnos a una utopía, porque siempre se ha dicho que ciencia y pueblo no pueden ir juntos. Pero llevamos a cabo una revolución para que ésta y muchas otras utopías encuentren un lugar en la Historia. Todo camino, por largo que sea, comienza con un paso y hoy, se ha dado el primero para que las mayorías comiencen a hacer ciencia y a aplicarla en tecnología. Se quiere producir bienestar y prosperidad de manera autónoma, sin tener que comprar a los que, hasta ahora, se han adueñado de la ciencia.

Porque en eso consiste llevar a cabo el proyecto socialista en medio de un ambiente dominado por el capital. Crear un espacio para la cooperación; abrir paso a la igualdad de oportunidades; sustituir la competencia por la complementariedad; propiciar la equidad, la participación y el protagonismo de todos y todas en la construcción de nuestra propia historia.

Muchos logros se han alcanzado, en aras de convertir la riqueza del país en beneficios para todos, ahora le ha tocado al conocimiento científico. La meta es socializar la ciencia, como un paso más en la conquista del poder para el pueblo. ¡La misión es la ciencia!

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Con la participación de todos…El país avanza en su construcción y lo hace con la

participación de todos los venezolanos y venezolanas que se integran al proyecto de Patria que propone el comandante Hugo Chávez Frías. Se suman los esfuerzos para que la salud, la educación y la vivienda se conviertan en un derecho de vida, y también la ciencia, convertida ahora en un compromiso que abre puertas para socializar el conocimiento.

Por eso la Misión Ciencia está en la calle, para darnos la oportunidad de apropiarnos del bagaje científico y producir conocimientos. También se busca impulsar la toma de conciencia sobre las potencialidades de nuestros saberes tradicionales para ponerlos al servicio de nuestro desarrollo social. Se trata de dar reconocimiento a los logros cognoscitivos, al saber científico, humanista y académico que fuimos desarrollando a través de los siglos y que otros se encargaron de explotar en beneficio propio y en detrimento de la humanidad.

El lanzamiento de la Misión Ciencia constituye una revolución en sí misma, porque conlleva un cambio en los parámetros educacionales que, por años, hemos manejado. Como lo señalara el investigador y docente, Rigoberto Lanz, la Misión Ciencia es un reto enorme que va a requerir de un esfuerzo muy grande en todo el sistema

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educativo para revisar a fondo lo que estamos enseñando de ciencia en las escuelas, liceos y pedagógicos. En su opinión, la sinergia con el Ministerio de Educación es muy importante, ya que, es un adelanto para la reformulación cultural “de lo que en Venezuela se entendió y se hizo como ciencia”.

Con la Misión Ciencia se busca que la sociedad se adueñe del conocimiento y comience a generarlo, ya que el mismo es una herramienta fundamental para incrementar la riqueza, fortalecer la autogestión y masificar el bienestar social. El país no sólo debe apoyar a la ciencia como algo accesorio, sino que tiene que apoyarse en la ciencia y la tecnología para poder desarrollarse. “En la actualidad, el 80% del aire cultural que respiramos en nuestra vida cotidiana es de ciencia y tecnología”, expresa el viceministro de Ciencia y Tecnología, Luis Marcano González.

Concepto y alcance de la Misión CienciaSus creadores han definido a la Misión Ciencia como el

proceso de incorporación y articulación masiva de actores sociales e institucionales a través de redes económicas, sociales, académicas y políticas para fomentar el uso extensivo del conocimiento, en función del desarrollo endógeno y la integración. De allí que sus premisas sean:

• La movilización nacional hacia la valorización del conocimiento

• La valorización del conocimiento y su aplicación para mejorar las condiciones de vida del venezolano

• La creación de las condiciones propicias para

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formar las capacidades necesarias para lograr la generación del conocimiento y establecer su modelo de aplicación

“Estamos iniciando esta nueva fase de lo que significa articular la capacidad científico-técnica nacional y crear, además, nuevas posibilidades para que tengamos una ciencia y tecnología dirigidas a fortalecer los objetivos del país. El objetivo de la Misión Ciencia es identificar el talento y la inventiva del venezolano, a través de cuatro componentes específicos: conocimiento aplicado, incremento de capacidades, extensión y popularización, y desarrollo”, expresó Yadira Córdova, ministra de Ciencia y Tecnología.

En su aplicación, la Misión Ciencia hace énfasis en cuatro vertientes:

• La vertiente territorial- local: se refiere a la masificación, apropiación social, visibilidad y viabilidad para su aplicación

• La vertiente sectorial-temática: destinada al fortalecimiento de capacidades nacionales en hábitat y desarrollo, seguridad alimentaria,

salud, energía y seguridad y defensa

• La vertiente de servicios: impulsará el incremento de la capacidad de servicios tecnológicos y certificación

• La vertiente internacional: que promoverá el desarrollo de áreas científico-tecnológico

estratégicas para la integración con aliados estratégicos

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A partir de allí, se cuentan cinco líneas estratégicas de acción: Salud, Hábitat y Desarrollo Endógeno, Soberanía y Seguridad Alimentaria, Energía, Seguridad, y Defensa. Para desarrollarlas se requiere la creación de un igual número de centros de investigación y desarrollo que tocarán todas las áreas neurálgicas y estratégicas del país: el Centro de Biotecnología Agrícola y Salud, el Centro de Estudios de la Energía, el Centro de Estudios Ambientales, el Centro de Vivienda y Hábitat, y el Centro de Innovación de Tecnología del Acero y el Aluminio.

Para apoyar la participación de todos los venezolanos y venezolanas en la Misión Ciencia, el Ministerio de Ciencia y Tecnología adelanta el proceso de registro permanente, para científicos, ingenieros y profesionales, a través de la página www.misionciencia.gob.ve, con miras a formalizar el reconocimiento de las potencialidades científicas en el país.

Una vieja deuda con VenezuelaCon la Misión Ciencia, el Gobierno de la República

Bolivariana de Venezuela asume el cumplimiento de otra deuda social. Saldarla es honrar el compromiso sellado con los venezolanos hace siete años, cuando, en conjunto, decidimos que no nos quedaríamos en el cambio formal. Es un paso más que se da hacia la transformación que buscamos.

Primero, se realizó el lanzamiento de las misiones sociales para atacar, desde todos los frentes, el deterioro de la calidad de vida del venezolano. Se enfrentó el analfabetismo, la falta de cupo en las universidades nacionales, el deterioro de la salud, la vulnerabilidad

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de la seguridad alimentaria y la formación de los trabajadores. En el marco de la refundación de la República había que sanar al país. Las misiones Robinson, Ribas, Sucre, Barrio Adentro, Mercal y Vuelvan Caras cumplen con creces este rol. Es, entonces, cuando el presidente Hugo Chávez Frías hizo el lanzamiento de la Misión Ciencia. Era el momento oportuno.

El viceministro Mariano González afirma:

“Se le hubiera pedido a la sociedad un esfuerzo que no estaba en condiciones de hacer. No se podía pedir a las personas que valorasen los conocimientos científicos y tecnológicos cuando se estaban muriendo de hambre. Nuestro proceso político ha sido revolucionario porque ha desatado en nuestra sociedad, importantes estímulos para la superación y elevación del nivel de la población en todos los ámbitos. Ha sido una tarea titánica. La Misión Ciencia no se podía montar cuando solamente 6, de 24 millones de habitantes, disfrutaban de los beneficios de educación, salud y alimentación ”

Retoma de la conciencia históricaLa Misión Ciencia constituye un reencuentro con nuestra

historia política y social. La historia oficial deja de lado el hecho de que la lucha independentista se inspira, precisamente, en los conocimientos que surgieron durante el período de la Ilustración. Fue la necesidad de fundar nuestra incipiente República a través del conocimiento, lo que inspiró a nuestros libertadores a deslastrarse de la ignorancia que imponía la monarquía absolutista española a sus colonias en nuestro continente.

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Una vez que se logró la gesta emancipadora, las acciones, de nuestro Libertador Simón Bolívar, fueron destinadas a fundamentar la necesidad de dar al colectivo venezolano conocimiento y educación. Por esta razón, Bolívar entrega todo su patrimonio a la Universidad de Caracas (luego Universidad Central de Venezuela), en la cual tuvo la osadía de nombrar a un rector civil, enfrentando abiertamente al oscurantismo del poder eclesiástico.

“Es importante destacar que el primer museo que se crea en Venezuela, es el Museo de Ciencias. Por otra parte, Cagigal fundó la Academia Nacional de las Matemáticas con la finalidad de formar ingenieros. La Misión Ciencia se propone rescatar los valores que la Revolución Independentista nos legó. Lamentablemente, finalizando el siglo XIX y, sobre todo, a principios del siglo XX, el conocimiento termina considerándose como un tema accesorio y la ciencia como una cuestión de élites

”

Cambiar la mentalidad con relación a la ciencia

Hasta ahora hemos percibido lo científico como algo accesorio y, además, como algo que debe venir del extranjero. Cambiar ese pensamiento prejuicioso es uno de los objetivos de la Misión Ciencia. Esa transformación debe darse en todos los ámbitos, ya que nos enfrentamos a un modelo de pensamiento político, económico y cultural transculturizador y enajenante, que fija nuestro rol como país ante la comunidad internacional. Esta es una tarea que debe

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ser cumplida en conjunto por el Gobierno Nacional y los venezolanos.

Los centros de poder internacional, con los Estados Unidos a la cabeza, han creado modelos que sentencian que sólo las grandes corporaciones son dignas de generar el conocimiento, difundirlo y explotarlo en su propio beneficio y, en la mayoría de los casos, en detrimento de la humanidad.

Es el caso de la industria farmacéutica de los llamados países desarrollados, patentan descubrimientos para luego vender sus productos a precios inaccesibles para las grandes mayorías. En los países más empobrecidos la gente muere por enfermedades a las cuales se le han encontrado curas parciales. La batalla que libraron países como Sudáfrica y Brasil, en relación a los medicamentos para tratar el sida, fue histórica y decisiva en la lucha contra las transnacionales de los medicamentos.

Marcano González señala que el referido modelo dice, de manera caricaturesca, lo siguiente: “ponemos una gente a pensar —2 ó 3 millones de personas de la población estadounidense, de un total de 300 millones— y los demás, que se diviertan”. En Venezuela, nos impusieron la misma realidad, es decir, que una élite se dedicara a planificar y el resto al entretenimiento, como simples consumidores de la industria cultural: radio, cine y televisión. En consecuencia, el privilegio de pensar y obtener el conocimiento es de una minoría.

Sabemos, no obstante, que el Imperio norteamericano se construyó basándose en la masificación de la

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educación, planteada en la segunda mitad del siglo XIX. Mientras iban ocupando territorios, fueron creando universidades estatales. Su principal riqueza fue la producción del campo, para lo cual se requirieron ingenieros agrónomos, médicos veterinarios, economistas, especialistas del campo, etc. El perfeccionamiento de la agricultura demandó más y mejores conocimientos en todas estas áreas.

La perversión del sistema capitalista cambió la utilización de la ciencia: de beneficio colectivo pasó a ser el privilegio de unos pocos. De igual manera, el modelo a enfrentar socavó las mismas bases del sistema educativo venezolano, del cual surgen —cada vez más— bachilleres desmotivados para continuar estudios en materias científicas. La conclusión aberrante es que la ciencia no paga ni genera ningún tipo de prestigio, por lo tanto, no vale la pena abordarla académica ni profesionalmente. La carrera de científico no es valorada. A través de la Misión Ciencia, se busca revertir esta situación.

Masificación de la Misión CienciaTener ciencia y tecnología en una sociedad significa

desarrollar las posibilidades de obtener el conocimiento necesario, a fin de utilizarlo para generar prosperidad y una mejor calidad de vida. Porque constituye un hecho social y no una acción individual, la ciencia y la tecnología requieren de su masificación. Por eso, la Misión Ciencia establecerá estrategias concretas que permitirán llevar, progresivamente, la apropiación y difusión del conocimiento a todos.

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Gracias a la Misión Ciencia, en primer lugar, retomaremos la formación de personal de alto nivel para que tengamos, a mediano plazo, muchos más investigadores. En segundo lugar, tendremos que incentivar a los muchachos para que estudien carreras científicas, sobre todo las básicas como: matemáticas, física, química, biología, etc. En tercer lugar, debemos actualizar a los docentes de educación básica y media, ya que es imposible estimular vocaciones científicas en la juventud cuando el componente docente no está al día con sus conocimientos. Por ejemplo, si está contemplada la lucha contra los transgénicos, ¿cómo se los va a enfrentar si ignoramos lo que son?

De igual manera, la plataforma desplegada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, conjuntamente con las demás instituciones del Estado, ha servido para dar un sustento firme y una extensa difusión a la Misión Ciencia.

Yadira Córdova expresa:

“A partir de las experiencias que hemos tenido con los promotores de las redes de innovación productiva, los facilitadores de los infocentros en las comunidades, los promotores del Instituto Nacional de Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria (Inapyme), así como los de la Fundación de Capacitación e Innovación para el Desarrollo Rural (Ciara), hemos conseguido una combinación de la metodología de trabajo que utilizan los diferentes organismos del Estado para promover la ciencia y la tecnología a nivel nacional

”

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Desde el punto de vista jurídico, es importante señalar que la Misión Ciencia disfruta de un instrumento legal aprobado por la Asamblea Nacional, a fin de facilitar su desarrollo y desempeño en nuestra vida cotidiana. De lo que se trata es de aplicar el artículo 110 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En esta dirección, la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación estipula la obligación que tienen las empresas, públicas y privadas de invertir entre el 0,5 y el 2% de su ingreso bruto en ciencia y tecnología. Según el artículo 44 de esta ley, las grandes empresas son aquellas que reciban ingresos brutos equivalentes a las 100 mil unidades tributarias. Se estima que en Venezuela hay, aproximadamente, 4 mil empresas que reúnen estas características.

Relación con los núcleos de desarrollo endógeno y las comunidades

En los llamados países desarrollados, la ciencia y la tecnología se encuentra en manos de una élite reaccionaria que desea imponer su visión unipolar —que incluye la subyugación de los pueblos menos desarrollados tecnológicamente—. Por tanto, las relaciones entre sus universidades (instituciones generadoras del conocimiento) y los centros de poder son estrechas y evidentes. De allí surge la capacidad de desarrollar industrias armamentísticas poderosas, que tienen amenazados a los países que no se adaptan al modelo de explotación que existe en el mundo. Como las amenazas que, desde ya, está recibiendo la hermana República Islámica de Irán. El legítimo derecho de desarrollar la energía nuclear, sin embargo incluso para usos pacíficos, nos está rotundamente prohibido.

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En nuestro caso, hay un modelo de desarrollo bolivariano que incluye a las comunidades y a los núcleos de desarrollo endógeno (Nudes), que constituyen la base del Socialismo del siglo XXI. El desempeño de la Misión Ciencia con los nuevos actores sociales es fundamental, porque incidirá directamente en la Misión Vuelvan Caras. La Misión Ciencia no puede desplegarse sin mostrar esa posibilidad a las comunidades y a los Nudes, los cuales, necesitan de la ciencia y la tecnología. Si no hay una capacidad de adiestramiento en los Nudes, para que éstos se apropien de lo endógeno, es muy difícil que sus experiencias sean exitosas a mediano y largo plazo.

Por ejemplo, en un país como Venezuela, el tema petrolero no puede ser un tema de especialistas. Nuestra sociedad vive del petróleo y somos pocos los que sabemos lo que significa el petróleo, ya que no hay conciencia de lo que éste hidrocarburo tardó en formarse, su origen, su utilidad y sus ventajas. En este caso, tener ciencia significa añadir valor agregado a la materia prima a través de las industrias petroquímicas y no venderlo simplemente como crudo. La Misión Ciencia busca impedir la llamada “fuga de talentos” o “fuga de cerebros” a través del incentivo a la investigación, el apoyo a los investigadores innovadores y la creación de plataformas tecnológicas que propicien la independencia nacional en materia de ciencia.

Juegan un papel relevante en la implementación de la Misión Ciencia las redes de innovación productiva, que pueden agrupar varias cooperativas; pequeñas y medianas empresas simultáneamente. Una red constituye una unidad productiva que se beneficia de una tecnología —que va desde la formación y capacitación, pasando

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por el desarrollo de algún producto tecnológico— a fin de poder escalar sus productos al nivel que se haya planteado como meta.

“Son estas redes de innovación productiva las que nos permiten incorporar la ciencia y la tecnología para generar soluciones a la producción de pequeña escala, integrando la capacidad que está en las universidades y tecnológicos. Esto facilita la potencialidad e inventiva que tienen los productores y fortalece las propias vocaciones productivas y tradiciones culturales para generar productos de alta calidad. De esta manera, se honra y otorga respeto a las experiencias de los pueblos. Hoy, hay 116 redes de innovación que están agrupando a 14 mil productores ” Yadira Córdova

El “Municipio Innovador” se entiende como una estrategia de construcción colectiva liderizada por el MCT para llevar adelante la gestión pública de una forma más democrática. Se fundamenta en la participación y el encuentro entre el conocimiento, las necesidades y el talento. Este programa potencia esfuerzos y facilita el logro de las metas de la Misión Vuelvan Caras. En tal dirección, la Misión Ciencia dará su contribución a fin de modernizar la administración pública a nivel nacional. De 127 municipios innovadores —un tercio del país— pasará a cubrir la cantidad de 335, es decir el 100% de los municipios de todo el país.

Por parte del Gobierno Revolucionario, la Misión Ciencia,

plataforma ideal para el desarrollo de las potencialidades científicas y tecnológicas del país, contará con una inversión, para el primer año, de 941 mil millones de

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bolívares provenientes de la empresa Citgo. Presupuesto aprobado por el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, durante su alocución, en el programa No. 247 del pasado 19 de febrero de 2006.

Para el primer año de la Misión Ciencia, el presupuesto aprobado se distribuirá de la siguiente manera: 124 mil millones de bolívares para las redes de innovación productiva. Igual cantidad de dinero para las redes de alcaldías digitales e infocentros. Para las microempresas, medianas y pequeñas empresas 120 mil millones de bolívares. Para la promoción de la inventiva nacional, 33 mil millones de bolívares. Para la formación de talento, 180 mil millones de bolívares. Para formación de desarrolladores de software, 40 mil millones de bolívares. Para investigación y desarrollo y para los laboratorios de certificación, 165 mil millones de bolívares. 7 mil millones de bolívares para estrategia comunicacional y logística. Para servicios profesionales, 126 mil millones de bolívares y, finalmente, 22 mil millones de bolívares para programas de extensión.

Alianzas internacionales de la Misión Ciencia

La Misión Ciencia está llamada a ser un vaso comunicante con otros países del mundo que compartan los valores de solidaridad y hermandad que caracterizan al proceso revolucionario que se está gestando en Venezuela. Se dará prioridad a aquellos que estén dispuestos a intercambiar sus conocimientos y a transferir su tecnología a nuestro país.

Incluso, desde antes de su lanzamiento, Venezuela comenzó a hacer alianzas con países que tienen un

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importante desarrollo científico y tecnológico, como: Argentina, Cuba, Irán, India y China. Esto se ha traducido en la firma de convenios que apuntan a capacitar al personal venezolano, así como a la creación de empresas binacionales que contribuyan al desarrollo y apropiación de la ciencia y la tecnología.

Entre otras asociaciones, destacan la empresa constructora de tractores Veneirán, instalada en nuestro país, en la cual hay participación tecnológica y financiera de Irán y Venezuela. De igual manera, cabe resaltar la formación de un importante componente de bachilleres venezolanos en Cuba, con el fin de estudiar medicina.

Asimismo, sobresale el acuerdo de capacitación con la República Popular China, que tiene la finalidad de formar 90 personas en el marco del Proyecto Espacial para la Adquisición y Lanzamiento del Satélite Simón Bolívar. Hacia allá estamos enviando gente para realizar maestrías, especializaciones y doctorados, con la finalidad de apropiarnos de la tecnología que nos permita fabricar satélites.

Estas alianzas con países amigos ya han comenzado a crear pánico en los centros de poder, los cuales han arreciado su agresividad hacia Venezuela. Desde la Misión Ciencia se ha intensificado la ruptura con el papel de consumidores que se nos había asignado dentro de la división internacional del trabajo. Una rebelión científico-tecnológica se está produciendo en una nación que los centros de poder consideraban como parte de su engranaje de explotación y subyugación: la República Bolivariana de Venezuela.

Índice

- Introducción .............................................................................. 7

- Con la participación de todos ................................................. 11

- Concepto y alcance de la Misión Ciencia ............................. 12

- Una vieja deuda con Venezuela ............................................ 14

- Retoma la conciencia histórica .............................................. 15

- Cambiar la mentalidad con relación a la ciencia.................. 16

- Masificación de la Misión Ciencia ........................................ 18

- Relación con los núcleos de desarrollo endógeno y las comunidades ................................................................. 20

- Alianzas internacionales de la Misión Ciencia..................... 23