La Lucha de Los Guaraníes

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La lucha de los guaranes

La lucha de los guaranes

TIERRAS NUESTRAS

En el norte salteo, integrantes de la Comunidad Indgena Guaran El Tabacal, caminaron los 266 kilmetros que separan al pueblo de Irigoyen de la capital saltea para hacerse escuchar. Como el gobierno provincial se hizo el sordo, intentaron llegar por los mismos medios a Buenos Aires. El motivo: reclamar por las tierras del paraje La Loma, donde alguna vez vivieron y donde estn enterrados sus ancestros. Esos terrenos hoy son propiedad de la empresa norteamericana Seabord Corporation, que en los 90 compr el ingenio Santa Mara del Tabacal. Pero la injusticia viene de lejos: a principios de siglo, la empresa productora de azcar Chango se hizo duea del 70% de la superficie del departamento de Orn, zona que le pertenece a varias comunidades guaranes. La que sigue es una historia de destierro y resistencia que se repite de generacin en generacin.

Por Sabina Crivelli

Esta es una historia de larga data que por antigua no deja de ser vigente. Es de pisoteo, destierro y sometimiento. Pero tambin es de lucha y resistencia. La de los Guaranes de la provincia de Salta, que no se resignan a perder sus tierras, es adems una historia que se repite de generacin en generacin. Quizs sea por eso que los integrantes de la Comunidad Indgena Guaran El Tabacal se decidieron el 10 de setiembre del ao pasado a ocupar el sitio que habitaron sus padres, abuelos y vaya a saber cuntos ms de sus ancestros. El problema es que ese lugar hoy tiene otro dueo: la empresa norteamericana Seabord Corporation que en 1996 compr el milln de hectreas del ingenio San Martn del Tabacal.Dentro del ingenio, ubicado en el departamento de Orn a 266 kilmetros de la capital saltea, est el paraje La Loma. Cruzando la ruta queda Hiplito Irigoyen, el pueblo donde hoy deben vivir, en un asentamiento, los integrantes de la comunidad Guaran.En La Loma no slo vivan los antepasados de muchos de ellos. Hay quienes todava guardan recuerdos de la vida en comunidad en ese paraje. Adems, all estn los cuatro cementerios Guaranes. Por eso, despus de recolectar documentos del Episcopado que prueban la posesin indgena por lo menos desde 1804 (100 aos antes de la instalacin del ingenio), se decidieron. Alrededor de 150 familias subieron a una de las pocas partes del paraje que queda con selva tropical autctona, sin caa de azcar. Entre ellos haba una abuela, cuya edad que nadie puede precisar, y que recin estaba aprendiendo, con una de sus hijas, el espaol. Haydee la llamaron los blancos, y mantuvieron su verdadero nombre, Cuandipa, como apellido. La abuela Cuandipa muchas veces le haba preguntado llorando a su hija, por qu sus nietos tenan que pasar hambre si ella haba vivido tan bien de esa tierra. Y por eso se ilusion con volver a habitar el suelo de su infancia. Pero no slo ella. Todos estaban entusiasmados, dispuestos a quedarse. Pusieron a flamear en mstiles improvisados dos banderas argentinas que tenan escrito, como para que no quedaran dudas, TIERRAS NUESTRAS. Empezaron a armar las chozas con palos y se instalaron para peticionar desde ah por las 5 mil hectreas que estn dentro del ingenio. Saban que no iba a ser fcil, pero pensaron que la ley los iba a proteger. Creyeron que en el peor de los casos la empresa iniciara un procedimiento civil de desalojo. Despus resolvera la justicia en la que tal vez creyeron. Pero la ilusin de esa abuela, y la de todos los dems, dur slo 6 das. La noche del 16 de setiembre lleg la polica, al parecer despus de una orden telefnica del juez Oscar Blanco, nombrado durante la ltima dictadura. Hombres, mujeres y nios fueron rodeados por varios efectivos que dispararon al aire mientras repartan golpes e insultos. Les rompieron lo poco que haban alcanzado a levantar, les secuestraron las pertenencias y hasta hubo simulacros de fusilamiento. Muchos que conocen mejor que nadie el terreno, pudieron escapar por el monte en medio de la oscuridad. Pero veintids hombres y mujeres fueron detenidos y procesados penalmente por el delito de usurpacin. Entre los imputados estaba la abuela Cuandipa.

Haciendo camino al andarLa abuela muri pocos das despus. Pero la lucha la sigue su hija, que tambin est procesada. Se llama Haydee Cuandipa, igual que su madre y es la vicepresidenta de la comunidad. Con sus 38 aos sonre orgullosa marcando an ms los pmulos salientes sobre la piel cobriza. El orgullo es por ser la nica de nueve hermanos que termin la primaria y puede dar la pelea. Mi vieja no me quera hacer estudiar. Tena esa mentalidad de los antiguos. Deca que me iban a llevar. Le tena miedo a las maestras, a la gente blanca. Pero hice bien en desobedecerle a mi viejita porque tengo una herramienta para luchar, dice Haydee con voz serena y mirada profunda. El destierro de La Loma no le quit fuerzas ni a ella ni al resto de las familias guaranes. Una vez liberados sus 22 hermanos, salieron otra vez, en total 36, entre hombres, mujeres con chicos en brazos y adolescentes. Emprendieron a pie los 266 kilmetros que los separa de la capital saltea para presentar el reclamo al gobernador Juan Carlos Romero. En el camino tuvieron que soportar la lluvia, el sol norteo de primavera y el hambre. Finalmente, despus de patear una semana, llegaron a Salta. All esperaron ms de 30 das acampando en una plaza. El gobernador menemista nunca los recibi. Redoblaron la apuesta y decidieron seguir caminando hasta a Buenos Aires para ver al Presidente. Marcharon 50 kilmetros hasta que un camin frigorfico les tendi una mano y los dej en Tucumn. Ni bien bajaron se ubicaron en una plaza cntrica y abrieron carteles y pancartas. Enseguida, los medios locales los hicieron ver. Y quizs por buena voluntad o por la molestia de tener un campamento guaran en pleno centro, un funcionario provincial les consigui pasajes para que llegaran a Buenos Aires. Era noviembre y as llegaron a la Capital. Fueron recibidos por muchas organizaciones y les consiguieron un lugar donde parar en La Boca, organizaron escraches a la sede de la empresa Seabord Corporation y llaman a no consumir azcar Chango. El Presidente no los atendi, pero s lo hizo la ministra Alicia Kirchner. Les prometi que expropiaran las tierras a la empresa y les ofreci otro tipo de asistencia. Ellos se negaron... Slo las tierras, sus tierras. Nada de planes. Aceptaron que viajara una delegacin de funcionarios nacionales integrada por el ex director del Instituto Nacional de Asuntos Indgenas (INAI), Julio Sosa, y el titular de la Comisin de Tierras Fiscales, Hctor Metn para que evalen la situacin. Despus de llegar a este acuerdo, les pagaron el pasaje de vuelta a Salta. Una vez all los funcionarios estudiaron la documentacin y ratificaron la promesa de presentar un proyecto de ley de expropiacin. En febrero va a estar todo solucionado, les aseguraron. El proyecto jams fue presentado y el actual titular del INAI, Jorge Rodrguez, neg la existencia del compromiso. Y por eso hoy estn de vuelta por Buenos Aires.

Dos siglos, la misma historiaNosotros seguimos pidiendo las 5 mil hectreas, que no son ni siquiera toda La Loma, explica Haydee. Hace ms de un mes que junto a otros compaeros est nuevamente en el barrio de La Boca. En Salta quedaron sus 5 hijos. Pedimos apenas una zona, que no estn usando, de todo el milln de hectreas que tienen, repite con la paciente indignacin que hered de sus ancestros. Y es que desde la muerte de su madre ha tomado con ms fuerza las reivindicaciones de su pueblo. Por eso se encarga de dejar en claro que sta es una historia que se repite. Empez a principios del siglo XX, cuando algunos terratenientes se apropiaron de miles de hectreas y las vendieron con las comunidades adentro. El gran comprador fue Robustiano Patrn Costas, que para la dcada del 20 ya haba instalado el ingenio que empez a funcionar con los guaranes como mano de obra esclava en la plantacin de caa de azcar. Mi mam me cont que de chica la hacan matar las ratas para que no daen el sembrado. No s cuntos aos tena entonces. Ella tampoco saba. Los guaranes tienen otro calendario. No saben de meses y semanas. Mi pap contina Haydee- tambin empez a trabajar muy temprano para el Ingenio: a los 12 aos. Y lo llevaban a distintos lugares para cosechar. Iban moviendo a toda la familia y as nos fueron dividiendo la comunidad. Nos hacan vivir en unas viviendas de madera que eran tipo conventillos, explica quizs influenciada por sus das en La Boca. Ah ya empezaron a estar todos desorganizados noms porque tenan que obedecer al patrn, relata. En cada uno de los galpones vivan ms de cincuenta familias a las que se les pagaba con vales para los almacenes de la propia empresa. Y hay quienes todava recuerdan cmo les arrancaban los dientes si se los descubra chupando caa.Los Guaranes vivieron as varias dcadas hasta que a fines de los 60 vino el desalojo definitivo de los terrenos comprendidos dentro del Ingenio. A partir de entonces los depositaron en asentamientos que no llegan a las 2 hectreas y que estn dentro de las localidades de Hiplito Irigoyen y Pichanal. Algunos inclusive fueron ubicndose dentro de los pueblos y casi todos siguieron trabajando para la empresa. Eso s, nunca dejaron de cruzarse a La Loma para cosechar parte de sus alimentos y buscar sus medicinas. La Loma es grande y sabemos por dnde entrar. Tenemos nuestros caminos, relata la vicepresidenta. Pero ahora tambin les prohibieron eso. Es que la mano se puso mucho ms dura cuando en 1996 la compaa fue adquirida por el grupo estadounidense Seaboard Corporation, dedicado al negocio internacional de la agroindustria y del transporte martimo. Los nuevos dueos modernizaron las mquinas y prescindieron de cientos de trabajadores. Y acorde a los huracanados vientos de la dcada pasada, el 80 % de la poblacin de Irigoyen qued desocupada.

ResistirCuando al despojo de sus tierras se sum la falta de trabajo, los Guaranes decidieron organizarse: conformaron la comunidad El Tabacal, que irnicamente lleva el nombre del ingenio. El requisito de la personera jurdica fue el primer paso. Despus rastrearon los papeles necesarios para probar la posesin terrenal de sus ancestros. Fuimos caminando a Tartagal para buscar planos, testimonios y otros papeles. Todo lo hicimos nosotros a pie, cuenta Haydee. Sin embargo, ahora como en otros tiempos, el lema de empresarios y polticos sigue siendo divide y reinars. La gente de Romero (el gobernador de Salta) les empez a dar plata a muchos para que no se metan. Nos fue dividiendo. Al cacique denuncia- e incluso a nosotros, a los dirigentes, nos han ofrecido 300 pesos por mes en el Instituto Provincial Indgena. Y por supuesto, no aceptamos. La plata no es para siempre, en cambio la tierra s, es para mis hijos y mis nietos, enfatiza la vicepresidenta. Por su parte, la empresa norteamericana, que ocupa casi el 70 % del departamento de Orn, todava emplea alguna mano de obra barata. Y los pocos que tienen trabajo ya fueron amenazados con perderlo si se involucran en el reclamo. Tambin amenaz con irse de la zona y responsabiliz por esto a los dirigentes de la Comunidad frente a los vecinos del municipio. As hizo que el pueblo elija ponerse del lado del ingenio, dice Silvia Caamina, otra joven dirigente de la comunidad que est por la Capital. Silvia adems, al llegar a Buenos Aires se llev una amarga sorpresa: Descubr que en el INAI estn todos arreglados con la empresa y el gobierno.Pasaron 5 meses de la promesa incumplida. Y tuvieron que volver a Buenos Aires para enterarse de boca Raquel Tiramonti, segunda de Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social, que los pueblos indgenas, no estn entre el listado de prioridades de la actual gestin presidencial y por eso no hay plata para expropiar. Por su parte, Jorge Rodrguez, actual titular del INAI lleg a decirles: Hagan una vaquita para juntar plata y paguen por sus tierras a la Seabord Corporation. La nica ayuda que les ofrecen desde Nacin es patrocinarlos con un abogado para que vayan a pelear por las tierras en la Justicia, la misma que los proces penalmente por el delito de usurpacin. Pero ellos no estn dispuestos a agachar la cabeza. Haydee dice que piensan seguir hasta las ltimas consecuencias porque tienen fuertes motivos: Hago esto en honor a mi vieja y a tantos otros que han fallecido sin tener una herramienta con que defenderse. Y recin me voy a sentir contenta cuando La Loma est otra vez en nuestras manos, sin tener temor a nada ni a nadie.

IRREGULARIDADESLas actuaciones de la Justicia, a la que los remite el gobierno nacional, han estado plagadas de irregularidades desde el inicio del conflicto. El Juez Oscar Blanco, nombrado por los militares en 1979, dio la orden telefnica de desalojar por la fuerza cuando debera ser escrita. Adems, el delito de usurpacin del que se los acusa, se configura cuando existen alambrados que han sido traspasados. Y La Loma no es un territorio cercado. Como todos saban que el mal proceder poda ser denunciado, la Polica fue asesorada para evitar denuncias posteriores: Mientras nos pegaban, sacaban fotos simulando que los hermanos los estaban atacando. Nosotros estbamos tranquilos, pero tenan que justificar los golpes que nos estaban dando. Podra haber sido un derramamiento de sangre, asegura Haydee.

DERECHOSLos derechos de los pueblos indgenas, estn reconocidos tanto en la Constitucin Nacional como en el Convenio 169 de la OIT. En ambos se resguarda el derecho a la tierra que ocupan las comunidades indgenas, a establecer procesos de consulta sobre las actividades que los afecten y a respetar su cultura e identidad milenarias.

COLECTALos integrantes de la Comunidad El Tabacal en Buenos Aires estn realizando una colecta para festejar el Da del Nio en Irigoyen. Para realizar donaciones comunicarse con Silvia Caamina al (011) 15-56092022

OTRAS VOCES... EL MISMO GRITOPor Roco Quintana

El grito guaran lanzado desde el paraje La Loma se une al de otras voces indgenas. Voces que atraviesan a lo largo y a lo ancho el mapa nacional y representan la denuncia de los atropellos sufridos tanto de manos privadas como estatales.En la misma Salta, a pocos kilmetros del asentamiento indgena guaran El Tabacal, treinta familias Kolla y Guaran de Ro Blanco fueron desalojadas pocos meses atrs por Ro Zenta SRL, empresa que sera una subsidiaria del Ingenio San Martn del Tabacal. Tambin en el sur patagnico, cerca del ro Corcovado, en Chubut, se montarn varias represas hidroelctricas, por lo que la comunidad Pillan Mahuiza perder unas 150 hectreas. En Esquel, una familia originaria atraves recientemente un juicio oral y pblico por tenencia de tierras en pleito con la Compaa de Tierras del Sur Argentino, propiedad de los hermanos italianos Benetton. Y hay ms. Los Mapuches de Neuqun tambin hablan de la explotacin minera concesionada a empresas privadas testaferros de polticos ligados al gobierno, segn cuentan ellos mismos- en territorios indgenas. En Jujuy, un grupo de 350 aborgenes intenta desde hace seis aos conseguir el ttulo de propiedad comunitaria para un territorio de 7900 hectreas. Estos pobladores de Laguna del Tesorero vivan en terrenos que fueron cedidos durante la poca de la conquista a los militares que pelearon en la guerra de la Independencia. En Misiones, la comunidad Yryap del pueblo Mby, lucha por el ttulo comunitario de las 620 hectreas cercanas a las Cataratas del Iguaz. Denuncian adems que el denominado Plan Maestro del gobierno provincial pretende reemplazarel poblado de"Trueno de Agua", sus tacuarales y cementerio, por inversiones tursticas que comprenden desde grandes hoteles hasta una cancha de golf.La lista podra seguir. Y la suerte de todos estos reclamos tiene mucho que ver con el INAI, el organismo que debera pero que no est representando los intereses de los indgenas. Nuestros originarios lo saben y casi todos prometen no bajar la voz.