La Llama Bífida

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  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    LA LLAMA BÍFIDA

    L. HASTE

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    No soy

     No soy sino un silencio en la melodía del trueno

    El color del papel en la acuarela del día

    El juguete extraviado que se recobra en un sueño

    El eco titilante de un lucero extinto

    Sí, el vacío cercado de asechanzas

    La nada que conmueve el pensamiento

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    Como mi libro

    Cual el profeta, como mi libro

    de suave miel y obleas mi paladar endulza

     pero mi vientre amargan sus oráculos

    y con mi voz forjan su espada

    Cual el guerrero en la feroz batalla

    considero ajena la sangre que me nutre

    y seca la boca y sin aliento

    arrastro el cadáver de mi sombra

    Bajo desnudo a la sima del mundo

    me entrego a la penumbra y al olvido

    mi espada y mi cuerpo doy al humus

    donde se urde la flor de la poesí a 

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    Edades maduras

    Entonces se anda sin volver el rostro

    tropezando las piedras y sacudiéndonos el polvo

    la sangre se apolilla

    la mente ha echado profundas raíces en la tierra

    y se siente uno plantado en un misterio

    Entonces se habla para desnudarse

    el ser elemental es tan liviano que desnudo se eleva

    la sangre se evapora

    el alma anhela un cielo dónde acomodarse

    y se siente uno fugitivo

    Entonces se abandona la tristeza

    esperando que nuestro nombre también nos abandone

    la sangre se sublima

    la mente alza el vuelo y como ave que emigra

    se siente uno en tránsito perpetuo

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    La llama bífida

    Llama bífida

    salamandra siamesa en las llamas del tiempo

    dos cuerpos azocados en alas de fuego

    Llama que funde carne y psique

    en la erógena ración de la epidermis

    decantación del don humano en la lúbrica ternura

    en las cintras deleitosas de los tálamos

    Llama de fiebre inmensa y hambre milenaria

    latente en el magma de los tuétanos

    furia de tigres en la tersa lumbre de los pubis

    anudadas lenguas sensitivas

    la piel como pastizal del rayo y su holocausto

    Llama que danza en su frenesí dual

    dialéctica nutricia de la vida

    Llama bífida

    que volita en un ocaso perdurable 

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    Crepuscular

    A pesar de que las nubes

    simulan la noche en lo más alto

     brilla la tarde con una luz nacarada

    Esta hora tiene su magia

    el día llega con su final ola

    al cautivo de la noche

    y por un instante mueren los ídolos

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    Árbol caído

    Buscando la maravilla

    de la morena piel de tu instinto

    me hundo en tu mirada

     —en el fondo de tus iris

    se vislumbra una fogata—

    llego a tu cuello y tus senos

    con la sed del que muere de olvido

    de ti prendido

    me quemo

    necio como un hereje

    en la hojarasca de tu pelo

    como enjambre voraz

     bajo por tu espalda

    a la bifurcación de tus nalgas

    las copio a mi memoria

    y se levantan tus muslos

    dóciles o vencidos

    como árbol caído

    que en mis manos y a mi lengua

    ofrenda su fruto

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    Devenir

    En el transcurrir inmanente de la carne

    entrelazados

    descendemos

    a la torre invertida

    donde el amor no es la palabra

    sino la piel y su noche rebosante

    En la voluta del clímax libres de símbolos

    nuestras almas trasmigran de su etereidad

    a la erótica pulsación de nuestros cuerpos

    y fluyen — en un instante perdurable —

    cautivadas

    en el oleaje de nuestro devenir

    tan bello

    como la música

    que tampoco llegaría a ser si no transcurre

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    Los escombros de la noche

    El azul profundo

    esconde un plenilunio

    en los escombros de la noche

    Solo en ese lienzo iluminado

     puedo verte plena

    En la ceguera del tacto eres hermosa

    En este claro de luna eres tú misma

    una curva —oh, bandoneón que gime—

    ensimismada

    en el trazo de mis delirantes fantasías

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    Mujer dormida

    Como una montaña sumergida

    en las llamas del orto

    entre fulgores ahogados en la niebla

    la espalda de una mujer dormida en el resuello del páramo

    Qué alta es la perfección de esta mirada

    un misterio insondable

    los múltiples matices de esa piel

    extendida en mis ojos

    como manta sagrada imperturbable

    La aurora ha enmudecido

    el silencio hace tremolar las hojas

     baña el rocío el valle de los campesinos

    las semillas germinan alborozadas

    la cumbre destila sus nieves

    acerco mis manos al latido perfecto de la carne

    que me hace dudar del valor de otras metafísicas

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    Antes del alba

    Camino por una polvorienta vereda

    guijarros desnudados por el viento hieren mis pies

    mis pasos de insecto sin peso

    se deshacen al instante

    no hay huellas detrás

    solo un camino delante bordeado de secos maizales

    y torcidas rutas mentales

    entrelazados recuerdos con sueños y novelas leídas de madrugada

    el delirio me ha incendiado el corazón

    y mi cuerpo estremecido fosforece

     pronto bajará la noche y vagará conmigo

    antes del alba llegaré a tu lecho

    nos amaremos entonces

    con tal vehemencia

    que no sabré donde comienzas

    ni dónde yo termino

    como barro nuevo en los vestigios del origen

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    La niña del alba

    La niña del alba me cubrió de besos

    y yo desperté la mariposa nocturna

    que adornaba el remate de su vientre

     Nuestro lecho eran las nubes en incendio

    el chirriar de sus maderas

    ardía en la fiebre de los cuerpos

    La niña del alba se alimentó de mí

    y quedó saciada de mi otoño

    rumoró un verso barroco

    con la boca henchida de mi bálano

    y yo canté con ella

    las canciones del ave clandestina

    La niña del alba durmió mi noche

    y soñó mis sueños

    y yo tatué su cuerpo ahíto

    en la piel de mis secretos

    dibujando de memoria los rinconcillos

    de sus pliegues y codiciadas regiones

    La niña del alba me robó la vida

    sin ella el mundo es un bosque talado

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    el reino puntiagudo de los números

    ella es la compañera de la noche

    la luna de todos los poemas

    la estrella vital en los mares solitarios y absolutos

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    He tocado tu piel

    He tocado tu piel

    y mirado sus matices

    he colmado mis pupilas

    con los reflejos del mar sobre tu espalda

    he sido un niño en tu regazo

    he temblado de amor

    a tus pies y su verso enredado

    he confundido las riquezas del mundo

    con el valle perfumado de tu talle

    he sido agua, vino, ungüento

    río inconmensurable

    tiesto

    volcán indómito y sagrado

    vencedor y vencido en una sola jornada

    manjar apetecible en una mesa desnuda

    insecto fascinado por la joya de tu ombligo

    monstruo de todos los mitos

    amando el hemisferio de tus nalgas

    mensaje en una botella en el mar caspio

    misterio bajo su luna descarnada

    He tocado tu piel

    te he conocido

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    he amado tu voz

    la constelación de tus pechos

    el poder cautivador de tu mirada

    y la dulzura inextricable de tu sexo

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    La tarde

    La tarde

    de plomizo azul

    con el vuelo de las aves migratorias

    se fugó de mi ventana

    mis ojos materializaron tu cuerpo llano

    carne opalina en la vertiente del sueño

     pálidos, apenas rosados labios

     pelo en guedejas que en la seda de la espalda resbalaban

     bella la curva en la penumbra del asombro

    manzana abierta en sus mitades

    tus pies de mármol esculpidos

    y el azabache vello cual insecto

    en una mística sábana prendido

    condensando el pensamiento

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    Madrépora sexual

    Madrépora sexual

    ternura de perla en el cuello de la ría

    arde la tarde en tu humedad extática

    a tu cintura está atada una noche de misterios

    la curva de tus muslos es una serpiente acuática

    que en la fijeza de mis ojos cicatriza

    y yo aquí

    significando evanescencia

    aunado a tu aura de arcoíris

    cayendo

    zozobrado

    al ojo abierto

    ser calorífico a la región más tierna

    como el sol que al agua baja

     blandiendo espadas luminosas

    espejos de oro y jade

    a profundidades anheladas penetrando

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Paloma torcaz

    Eres la paloma torcaz

    que bebe agua en el iris de un estero

    la esbelta gacela traspasada por venablos de crepúsculo

    dulce niebla que bajas lenta a la seda de mi piel maravillada

    Eres la ventana donde miro la llovizna

    el quicio donde mi mano busca su eco

    la bella grieta en la granada madurada

    la tierra sacra donde mi árbol arde en llamas

    Estás desnuda y más viva que nunca

    Como el minuto giras

    sobre el eje perfecto de tu ombligo

    Tu sexo es una luna brevísima

    crisálida que se abre como los labios de la noche

    abatimiento de alas que mis manos despertaron

    Tus tornasoladas nalgas cabalgantes se humillan y comulgan

    y me hundo en ti

    silente o mudo o devastado

    más de pasión sobrecogido

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Deambulas por mi mente

    Deambulas por mi mente

    entre nieblas y tinieblas

    como un recuerdo que me sana

    Te veo entre verdes dehesas

    donde tu cuerpo brilla

    como alabastro en cristalina adolescencia

    Tu vientre luce la joya del ombligo

    redondo y afiebrado

    La danza muestra la exactitud de tu figura

    y tus hermosos pies se estiran sobre el limo

    Hay voces lejanas y un piano llovizna

    y en mi mente (mientras la tierra estalla

    y la música sangra) estás tú

    ofreciéndome el dátil de tus piernas

    en un cielo ciertísimo

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    Flor higo

     No sé dónde poner

    tanta pasión por tu belleza

    tu piel no basta

     para saciar mis manos

    y mi cuerpo entero es tan poco

     para abrazar tu adolescencia

    tu breve cintura

    es más que un universo

     para perderse en ella por tiempos eternales

    tus piernas

    senderos que se fugan a una flor higo

     partida en exquisita asimetría

    y yo

    inmenso y misterioso

    el cosmos soy para tu noche

    que indómito y feliz

    te obsequia sus meteoros

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    La voz de mi padre

    Quejidos en los desfiladeros interiores

    Lamento de violines que de la cima de acíbar,

    a la horadada entraña, se derrumba.

    En la profunda carne, entre las venas rojas y violetas

    de estupor y hiel sobrecogidas

    un timbre de voz perdura

    imborrable en el crepúsculo

     No importan las frases ni las historias consabidas

    esa voz llena la tarde de los días

    y hace doler el pecho mansamente

    atravesado por la sagrada espina indefectible

    Grande es la soledad cuando el mundo gira incólume

    cuando se cumple cotidianamente la hora del sol

    de la cosecha, del hormiguero, de los motores obtusos

    y uno está parado en esa cima escuchando violines

    y el timbre de la voz se añora

    como el sabor de las frutas de la infancia

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    Recuerdos de mi padre

    Recuerdo esa luna ufana

    que dibujé con mi padre

    y lloro sus huellas dormidas en las piedras del camino

    y su sombrero vacío

     podrido de soledad

    donde su faz de hombre y niño se guarece del olvido

    Mi padre labra la tierra

    siembra lágrimas por grana

    la tarde mece los surcos sobre mi frente los ara

    y luego con voz ajada

    macera historias de plata

    que brotan sobre mis sienes cual ecos de su labranza

    Mis camisas nudos de risa

    y retazos de silencio

    sollozan recién lavadas bajo la ruina del sol

    y de un minúsculo cielo

    vienen jalando la noche

    mis altos sueños de niño prendidos en papalotes

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Fulgor de Venus

    Entregada al elixir de la tina 

    lavas tu piel de musgo —piel de las piedras—  

    tu cabellera entre los pechos se hace lluvia 

    tus pies se vuelven de ángel 

    tu talle de sirena 

    renaces esculpida por el cincel de agua 

    con mil nombres de diosa o de amazona 

    tatuada cual esclava en el centro del cuerpo 

    con la hoja original del paraíso 

    tu piel ahora de ámbar  

    con inclusiones de astros 

    ensimismada fascinada exultante 

     bajo el fulgor de Venus se anonada

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Noche infinita

     Noche infinita que rezumas sal

    tendida en la floresta con desnudos senos

    hazme dueño de tu mar y de tu blanca luna

     plántame como un roble entre tus piernas

    cúbreme con la lampiña piel de tu tiniebla

    goza mi semen en tus remansos interiores

    en tus recónditas grutas germinales

     Noche infinita que perfumas los esteros

     pon tu descalzo pie sobre mis estremecimientos

    dame tu resplandor de rayo y tu canto de cigarra

    llévame en tus entrañas como un hijo

    en la hojarasca dame a la luz y su resuello

    ofréceme en sacrificio al amparo de tus astros

     bebe mi sangre amarga

    lame mi sangre de la cantera solitaria

     perdida en ti, noche infinita

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Fue mi sangre

    Mis manos fueron primero

    las que percibieron el resplandor de tu mirada

    el sabor azafranado de tu piel

    y tocaron tus olores más íntimos y sus rugosidades

    Luego mis ojos

    desnudaron tu dulce lozanía

    gustaron tus litorales de isla virgen

    y penetraron profundamente tu exquisitez de abismo

    Pero fue mi sangre

    la que deseó tu cuerpo con toda su ternura

    la que luchó por ser la rosa en tus labios prisionera

    y el semen arrullado en sus contornos

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Promesa

    Te tocaré suavemente cuando llegue

     buscando en ti la noche verdadera

    te haré abrir los ojos con un toque de mis dedos

    en el lunar y el solar

    esa zona de piel que se conecta al alma

    esa apenas perceptible costura de los cuerpos

     prometo ser curioso y tierno

    niño en mi asombro

     pondré mi mano aquí y aquí mi dedo

    aunque tal vez sólo mirar tu cuerpo quiera

    sin despertarte

    te miraré en el silencio entonces

    y quizás, sólo quizás, en lo profundo de tu sueño

    también tú puedas verme

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Invención del lenguaje

    Un hombre y una mujer se encuentran

    habían sentido la soledad como un misterio

    en cierta piel y en cierto fuego

    y sus miradas se tocan y se atan

     No volverán a ser los mismos

    la epopeya elemental resurge invicta

    miríadas de seres diminutos y vastos

    copulan sin conciencia del prodigio de la vida

    y se pueblan las selvas y los mares

    Pero ellos están absortos

    contemplando la belleza de sus desemejanzas

    inventando palabras cual rugidos de cortejo

     poemas diminutos para darse al sexo

    luego tendidos en los médanos

    se ahogarán en el mar de ese lenguaje

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    28

    Polígrafo

    Hoy escribí sobre tu cuerpo amada

    con mi tinta erguida en tiza de obsidiana

    Las palabras prohibidas adornaron tu espalda

    nombres de ciertas flores, cantos olvidados

    manifiestos mohosos que salvarían el mundo

    La palabra noche cerró tus párpados de luna

    un poema circundó tus pechos mansos como cuévanos

    y enredé en tu tobillo mi anagrama

    Oraciones discursos incendiarios profecías

    la filosofía de los siglos

    llenó palmo a palmo tu epidermis

    al fin

     jadeé rendido más vencido que ayer

    más olvidado

    sin más libro que tú

    sin otro anhelo que leerte

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    El último planeo

    Hace el último planeo

    Sombra majestuosa que rasga el azul

    del valle en lontananza

     —Sus alas extendidas y extenuadas—

    La conspiración del abismo atravesó su pecho

    Pudiera ser la flecha antigua o la bala

    de manufactura en serie

     No es sino el peso del tiempo que asesina

    su carcoma inexorable su incansable roer

    El zopilote cae sin comprender que el aire

    no pueda, como siempre, sostenerlo

    rueda en las rocas del precipicio atónito

    y muere solo sin saber que muere

    sin preguntarse a dónde habrá de ir.

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    La especie invicta

    El hombre llegó a ser

    la especie invicta

    Dueño de los aullidos de la caza y la guerra

     —Ni la mejor dotada bestia fue nunca tan letal—

    Dueño del mundo y sus frutos y bellezas inmensas

     —Bosques y selvas sucumbieron a su planta

    las aguas se enturbiaron

    yace la tierra exhausta horadadas sus entrañas—

    El hombre llegó a ser

    el mayor diestro en el agua y en el aire

    surcador del viento y los océanos

    habitante de las nieves los desiertos las islas

    la tundra la sabana y las regiones insólitas

    Depredador apasionado e implacable amante

    Tirano y libertario trovador y soldado

    El hombre llegó a ser también

    el triste el solitario

    el que se duele en sus nostalgias

    de la infancia ida del amor desamado

    de sus muertes con sus muertos

    El que duda e ignora

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    de dónde haya venido a dónde irá

    y se aferra al oxígeno con temor infinito

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    32

    Al albaPara R.H.D

    Al alba

    te busco

    cuando la alquimia erótica del sueño

    en la perfecta metafísica del triángulo

     joven dulce y concomitante

    Con la pasión del místico

     —la eternidad a cuestas—

    me consagro a tu cuerpo

    Como un anacoreta

    subo por las laderas comulgante

    recorro descalzo las colinas

    hurgo en el plácido bosque del deseo

    te medito

    Y te hallo al fin

    sofocada

    felizmente consciente de mis manos

    de mi voz neblinosa

    de mi piel trashumante

    en la monotónica música del sexo

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    33

    Te abres

    entonces

    enigmática y prístina

    como una rosa

    al alba subyugada

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    34

    Niña

    Una vez llovió el cielo sobre ti 

    niña 

    en la hierba tendida 

    la ropa era la piel 

    eras de blanca luna 

    el rayo oblicuo 

    sobre lo verde que crecía 

    miles de gotas por el haz y el envés 

     besos minúsculos de un amante inmenso 

    dedos virtuosos sobre un piano desnudo 

    abrías los ojos sin saber que tu infancia era tu sueño 

    tu vahar de mujer abría la tierra 

     por primera vez 

    como un diente de león 

    en flor apenas 

    que un día el viento 

    hará multiplicarse

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Encuentro

    Yo: humo de sacrificio

    mi pecho: paloma que se ahoga

    mi húmedo beso: brizna en tus labios de tormenta solar

    mis manos en tu piel: fulgor y llano en la voracidad del fuego

    mi aliento en tu cuello: estrépito de guerra

    mi sexo: batracio sumergido en líquenes y brazas

    mi desnudez sobre la tuya de ferocidades esculpida: o bestia o guerrillero

    Tú: soberanía del gemido y el zureo

    tus manos: duplicado de amor indivisible

    tu talle: horizonte curveado por las llamas

    tus pies: caricia de musgo en el brocal del pozo

    tus pechos: jardín entre la niebla bifurcada de mi aliento

    tu sexo: furioso camaleón que arde de hambre

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    36

    Tú, sublimada

    Te vi una vez

    eras la belleza del presentimiento en una calle cotidiana

    eras tú quien acariciaba el viento

    y dabas al cielo su esplendor estival

    Ojalá te hubiera visto algún suicida

     por ver tu rostro amaría el nefasto mundo

    Aún el polvo agradecía tu paso y tu cadencia

    flores querían brotar del pavimento

     para hacerte una senda de suspiros

    Un avión se vino a pique cuando tus ojos me miraron

    lo olvidé a su suerte por besarte la sonrisa

    Una especie extinta puso un huevo

    cuando toqué tu mano tendida al imperio del recuerdo

    entonces cerré los ojos

     para verte sublimada

    y grabar en mi mente tu figura

    conmovedoramente tierna

    en la desnudez que sigue siendo paraíso

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    Instante durable

    I

    Este osado precipicio

    acantilado sin olas ni dolencias

    hoyo perpetuo que devora lo incoloro

    crisol de fuego líquido

    volcánico mar arcaico sin sombras ni navíos

    escalera inversa al cielo inverso

    Esta piel difuminada de doncella

    esclavizada por un amor pretérito

    alta nube atrapada en el cielo de mis ojos

     prisionera de mi voz de lluvia gris violeta

    nahui ollin en una gota de agua

    caleidoscopio que se acuna entre mis sábanas

    Esta noche sin fin de terciopelo y uvas

    aullido de tinieblas

    rumor de pasos asesinos

    garfios con cabezas

    torre santa hiriendo el cielo

    campanario en medio del vuelo de las aves

    árbol en el centro exacto de la nada

    abeja que picó la frente y murió de olvido

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    38/65

    38

    quejido de un tren lejano y fatigado

    en un lecho revuelto

    Esta radiación que transparenta el pensamiento

    luz verde en los intrincados senderos interiores

    entrañas luminosas como peces rarísimos

    miríadas de ojos que se abren y se cierran

    diluvio de sus lágrimas

    gatos apareándose en los tejados de la luna...

    ...u n a h o j a c a e l e n t a e i n f i n i t a

    abrolosojos

    todavía estoy despierto

    y nada me devuelve mi resuello

    II

    Recargada a mi espalda como la noche en ti

    en la delgadísima hoja del sueño suspendida

    desdoblas las alas de este instante

    misterioso como el mundo de los átomos

     —brevedad de albores encendida

    melancolía instantánea y pertinaz—

    segundo que se expande a velocidades luminosas

    tiempo extendido en el espacio

    que nos rejuvenece hasta la infancia

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    39

    o nos da la juventud perenne de los embalsamados

    Todo es relativo, dices, menos esta plenitud

    la razón se ha extraviado en el lado oscuro de la luna

    y el cuerpo prevalece estremecido

    Para este ínfimo instante el cuerpo ha sido hecho

    lo demás es la pulpa de la vida

    esto es el centro aquí la paz

    aquí la trascendencia el big bang 

    el paraíso perdido y recobrado

    el cimiento del rito y de la música

    la verdadera libertad en flotación de alas

    el núcleo que estalla y renombra los planetas

    esto es el canto de la voz profunda

    la gran bomba el gran incendio el gran diluvio

    el instante más dulce y más durable

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    40/65

    40

    Tu voz

    Tu voz me allana con la polifonía de las edades

    desde la percusión alucinante sobre la piel estirada de las bestias

    al ritmo primordial hueso con hueso

    el golpeteo sobre los troncos huecos

    el prolongado hálito del cuerno

    el eco profundo de la caracola mística y guerrera

    al canto aquí cercano de tu garganta rupestre y posmoderna

    Tu voz es la fiebre y el ungüento

    el cuchillo mortal y el báculo sagrado

    la belleza precisa de la bomba y su estallido

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    41/65

    41

    Recuerdo breve

    Escuchaba esa música de cuerdas

    y la llovizna lloraba en los cristales

     No miraba nada sino recordaba el timbre sereno de tus frases

    tu mano en las mías

    mi aliento en tu cuello

    el olor de tu pelo

    y la caricia de tus palpitaciones

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    42

    Cuando regresé

    Y cuando regresé te habías marchado

    más allá de lo alcanzable

    Consúmese mi despojo de tus pétalos

    y tus danzantes madreselvas

    de tu aura criolla y sus zarcillos seductores

    Ya no torceré la esquina con el pecho anegado

     bajaré la mirada para arrastrarla en el polvo

    desterraré de mis sueños los oleajes mansos

    todo será tormenta y sobresalto

    aboliré los días de octubre en mi almanaque

    todas las noches menguará la luna su halo y su misterio

     pensaré con las manos

    comeré con los ojos

    El día menos pensado escupiré el corazón

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    43/65

    43

    He gritado tu nombre

    Renazco en el fondo de tu libido

    casi transparente de olvido acumulado

    anhelaba acunarme como un quiste

    en tus pensamientos más puros

    los más nobles y definitivos

     pero me arrastro apenas por las sombras

    de tus desdichas demolitorias

    si he crecido en tu memoria

    ha sido como la mala hierba

    terco entre los ecos y los espejismos

     pero habrás oído mi voz seguramente

    si no has matado el grillo que atosiga

    si has mirado un rayo sin estruendo

    si has jugado con el filo de una daga

     pues he gritado tu nombre

    tercamente

    en lo sólito e insólito

    en cada plaza

    y en todos los lenguajes del mundo

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    44/65

    44

    Fantasmas del tiempo

    Oscuros fantasmas del tiempo

    yo los conjuro como se evoca a los muertos

    acuchillen mi frente

     pártanla con sus hachas de tinieblas

    extirpen su clavel y su insecto flagelante

    abran mi calavera

    a la herrumbre convexa de los años

    a esa luz que devasta sin saberlo

    lléveme con los ahogados de ojos blancos

    e inflamadas lenguas

    quiero platicarles mi naufragio

    llorar con ellos mis lunas solitarias

    y no vistan mi cuerpo

    cúbranme con la arena caliente del desierto

    o eríjanme estatua de sal para regocijo del azogue

     pero no quiero esta cama de flores

    ni que oro cuelgue de mis carnes

     porque el polvo y yo somos hermanos

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    45/65

    45

    Nostalgia de ti en la vastedad de la noche

    Una taza de café

    en la vastedad de la noche

    el tiempo con sus plumas insomnes

    la estrella súbita rompiendo el cielo

    el insecto insensato golpeando el cristal verdoso

    de la ventana ciega

    Sentí la soledad como un motín de profecías

    en la voz del estremecimiento

    como una canción llena de tango

    cantada por tus ojos en tu rostro de niña

    o esas historias tristes que contabas entre la realidad y la fábula

    o tus susurros entre el sueño y la dicha después del amor

    Que extraño es extrañarte y anhelar otros tiempos

    otras edades

    La noche me envenena

    con sus grillos lejanos

    y voy del delirio a la conciencia

    desesperadamente sediento de tu antigua piel

    y de tu risa fresca como naranja partida

    reconfortante como era como la lluvia que cae mansa y silenciosa

    sobre el ciprés

    de nuestra calle solitaria

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    46/65

    46

    Mujer de mar

    Una braza en el mar

    se purifica

    Las salinas aguas canonizan el cuerpo

     —frágil atavío de la ternura

    en la sobrecogedora caricia de lo vasto—

    La mano líquida esculpe

     palmo a palmo la hermosura

    el pelo suelto

    las bellas exactitudes del músculo

    los pasos delicados que definen espalda/pie/cadera

    las piernas largas y frescas como canción de amores

    el redondo planeta del ombligo

    el talle más amable que mano haya tocado

    y los ojos fijos en el espejo de agua bendecida

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    47/65

    47

    Estridencias

    Hoy no hay silencio

    la estridencia retumba en la litósfera

    los mares rugen

    con su acuático gemido de bestia moribunda

    los lechos rechinan en una oscilación febril

    las tormentas se derrumban sobre las selvas del planeta

    con la potente resonancia de los rayos

     —efímera luz, fuego condensado, delgada braza de nubes copulando—

    millones de corazones laten

     —el ritmo inescrutable de la vida—

     No hay silencio

    los ruidos microscópicos del sexo reverberan en mis venas

    el roce de una sábana

    el choque de otra piel

    el líquido espeso de los cuerpos amándose

    el chasquido del beso

    la erótica caricia del gemido

    el estruendoso bólido de la penetración

    Hoy no hay silencio

    solo el grito desgarrado del orgasmo

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    48/65

    48

    Amándote

    Subiendo…

    elevarse hasta lo etéreo de la melancolía

    encontrarle sitio al espejismo

    a la libertad esencial de la barbarie

     bajando…

    hasta el fondo

    donde se toca el punto de equilibrio

    y se rompe en mil gemidos

    subiendo…

    hasta palpar la edad de las estrellas

    y la tierna huella de un cometa

     bajando…

    donde la piel es húmeda

    donde la vida es todavía la incandescencia

    hasta ese núcleo puntual del gozo primitivo

    subiendo…

    al aliento entrecortado

    elevándose

    al instante infinito hasta perderse

     bajando…

    al reposo pacífico del beso

    a las sábanas blancas

    a la placentera mortaja del abrazo

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    49/65

    49

    Tu pie

    Un pie

    el tuyo

    sostenido en el ámbar de la luz sigilosa

    colgando al viento en tu reposo

    anillado con los brillos tiernos

    que la noche trasmina entre su lluvia

    fulgor de luna

    en el perlado mar de una cortina

     piedra entre limo en un rio cristalino

    respiración de una pacífica paloma

    que ignora el asecho de su fiera

     pie perfecto

    en sus pliegues y su arco

    y en su nácar musgoso

    suavidad del epílogo

    de una noche de extenuantes fuegos

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    50/65

    50

    La marca de Caín

    En mi frente

    la marca de Caín

    incandescente

    su arma mortífera y letal

    cae de mis manos

    la tierra bebe sangre

    y no se sacia

    oh, que delirio

    nunca lo hará

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    51/65

    51

    Conquista

    Vino la guerra profanando con sus plantas nuestro suelo

    a despojarnos de nuestras mejores prendas

    cavamos una cisterna para esconder el oro

     pero el conquistador quería también nuestras doncellas

    le tributamos nuestra sangre

     pero su cruz no quería corazones

    sino lágrimas palpitantes y desolladas penas

    entregamos lo que estimábamos irrenunciable

    no nos dejaron en paz

    zaquearon nuestras miradas limpias

    nuestros abrazos de tiernos resplandores

    nuestros besos polimorfos

    nuestras deliciosas caricias de tacto colorido

    nuestros cantares echaron al estiércol

    nuestros libros a la llama

    olvidamos cómo éramos antes

    llegamos a considerarlos redentores

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    52

    Invasión

     Nos prometieron que la guerra nos traería la paz

    así fuera a sangre y fuego

    que venían a salvarnos de nuestro pingüe infierno

    con la democrática lumbre de su saña

    que proclamarían nuestra liberación

     para ajustarnos a las leyes del mercado

    y que nos otorgarían una verdadera patria

    así fuera para nuestro buen morir

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    53/65

    53

    Viaje por la ciudad en una mañana lluviosa

    Los rostros no son rostros

    son memorias que han llegado a ser hueso y cartílago

     bajo una piel ayer de ensoñaciones

    los labios fruta partida de agrios jugos

    los ojos escarabajos por hormigas socavados

    Se ha desbordado la violencia

    lo sé porque nadie ya mira la luna que pálida se fuga hacia otra noche

    lo sé porque las voces se refractan en la densidad del miedo

    se cuentan historias amargas repulsivas

    demasiado reales para ser ciertas —tanta ficción transfigurada—

    lo sé porque hay señal de sangre en cada puerta

    como a la ribera de un Nilo trashumante

    Le tememos al día como a la noche

    deambulamos arrastrando las miradas

    nos orientan las ráfagas naranja de los trenes

    sus letreros los semáforos el sucio mendigo que degusta

    el pan pisoteado los graffitis vociferantes la protesta colorida

    La ciudad jadea suda engorda vomita escupe

    la llovizna la consagra con su manto carcomido

    El reloj pulsa las ocho y reinventa la mañana

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

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    54

     Nos guardamos la ciudad en los bolsillos

    la doblamos la apagamos cual paraguas

    la colgamos del perchero la archivamos por horas

    la olvidamos a su suerte

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    55/65

    55

    Labores

    I

    Clasificar noticias no es poético

    leer esto hincha los ojos

    los envejece prematuramente

    los extirpa del rostro y los empotra al pensamiento

    ¿Y cómo clasificar el horror?

    ¿con cuál riñón tazarlo?

    Estas cifras no pueden escribirse con los números

    Una ínfima pena es ya de sí inconmensurable

    una gran pena es muerte a cada día

    ¿hay diferencia?

    ¿los muertos se suman o se restan?

    Lo que no se mide ¿existe?

    ¿Cómo llenar los reportes

    si puedo mirar solo una orilla

    el borde más insano de los muertos

    lo que han exhibido crudamente

    como se venden las cabezas en la carnicería?

    II

    En la límpida hoja

    transcribo el síndrome miope de las cifras:

    El número de muertos asciende hoy a 234...

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    56/65

    56

    980 lágrimas hambrientas

    200 huérfanos en la cobija del miedo

    108 viudas fornicando con el polvo

    234 historias del odio milenario entre el metal y la carne

    1000 sonrisas que no encontraron ruta

    23 miradas atoradas en un cuerpo desnudo

    180 pensamientos con rostro de niño

    20 de mujer amada

    uno de padre avergonzado

    Es más fácil redactar 234

    que describir sus rostros sus muecas fantasmales

    sus ojos fijos como estatuas de sal bajo las moscas

    sus lenguas secas

    Es sencillo reportar los números

    engominar cada nota centrarla en la hoja hacer el recuento

     pero no es sencillo deshacerse del hueco que carcomen

    en el hueso sustancial de la conciencia

    III

    Se supera el dolor con el olvido…

    La sangre renace por los tiempos…

    Cambiamos de padre de madre de destino…

    La sangre se adhiere al pensamiento como cochambre pegajosa…

    Suplimos las antiguas alegrías por nuevas resignaciones…

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    57/65

    57

    La sangre no se sosiega resurge y resurge necia…

    Poco a poco morimos abrazados a retratos desteñidos…

    La sangre no es historia…

    Es presente perpetuo que el alma fosiliza

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    58/65

    58

    Niños

    A)

    Duerme mi pequeña

    nubes de algodón cubren su tersa lozanía

    le arrulla un acuático ulular lejano

    casi una música

    un canto de sirena

    que salvarla anhela

    Ella prefiere mirar muy dentro de sus ojos

    un sueño con sonrisas y celofán de alegre tintineo

    Sintió el calor abrasador cuando el monóxido

    la había ya vencido con el más profundo de los sueños

    olvidó su llanto en una almohada herida

    y... muda como cordero

    cerró los ojos fuertemente

    como cuando ya no queremos saber nada

    de la vida

    B)

    Tenía dos dientes feroces

    (ese día mordió mi dedo

    hasta moler la sangre)

    nuevos

    como su ba da ba da

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    59/65

    59

    y sus abrazadores brazos

    Eran sus carnes sonrosadas

     pimpollo el corazón

    dulces las venas

    de plumas reales parecía su pelo

    sí hermoso como todo lo que empieza

    Ese día lo confiamos al humo

    … y el humo lo tragó

    Lo busqué en la misericordia y en la angustia

    revisé siete aún ocho

    al noveno vahído encontré

    en una negra mueca

    dos iracundos dientes pequeñitos

    que en mi dedo coincidían...

    C)

    Que debo agradecer a la vida

     —me dicen—

     porque mi niño padecía retraso

    ¿no saben que lo amaría como lo amaba

    con sus letras chuecas y su parquedad

    con su boca de molusco

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    60/65

    60

    el charco de su orina

    y sus risas de gorrión?

    Sólo yo sé que era profundo

    que estaba por descifrar el enigma de la vida en un reflejo

    que negaba la teoría del tiempo

    que amaba por amar y por odiar amaba

    Y yo así lo amaba

    con su dulce balbuceo

    que hoy es un abismo en no sé dónde

    en el pecho en el alma

    en las entrañas en las uñas

    en la soledad en las lágrimas

    en el resuello en las sienes

    en todas las coyunturas y las puntas de los nervios

    ¿Que debo agradecerle al fuego?

     Nunca

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    61/65

    61

    Gota de rocío

    Una gota de rocío resbala en un pétalo

    y la seco en mi rostro

     perturbando la caricia del miedo

    Los que murieron

    también sintieron un día

    la húmeda huella de las sombras

    rasar la flor de piel envenenada

    desde que tomaron su inicial aliento

    y fueron caricia y festejo

    hasta el insólito día

    cuando partieron

    a la eternidad

    La eternidad llena de paz de luz

    de llanto

    y de crujir de dientes

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    62/65

    62

    La tarea de la nostalgia

    El horizonte cierra su ojo en llamas

    y entre la bruma donde yace el día

    miro de frente la nostalgia mostrándome su llaga

    no las meras añoranzas que de vez en cuando

    sabotean nuestros anocheceres

    la nostalgia que gotea su sangre en el ojo del alma

    (espina en mi hueso más dañado

    mordida en mi músculo propenso

    tajo finísimo en mi convaleciente entraña)

    La que nos duele como un hijo asesinado

    que tatúa los recuerdos en una herida ya enconada

    que se vuelve fiebre en el lado más oscuro del insomnio

    que deliberadamente nos abofetea el órgano por el que moriremos

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    63/65

    63

    Abismo

    Estoy perdido en el inagotable laberinto que construyo

    y me ahogo en el marisma de su espejo

    urim inmenso que refleja el cielo en un suelo tan bajo

    que se va haciendo abismo

    en la nada infinita del silencio

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    64/65

    64

    Profecía vigente

    Yo profetizo la consumación de los tiempos

    viene la hora del humo subiendo de los pechos abiertos

    usurpando el aire que anidó allí su fuego

    del humo sin llama y sin centella

    humo de lo apagado por la sangre, por la lluvia de sangre

     por el torrente fétido de la sangre hermana

    Profetizo la cacería del ignoto alado y ágil

    saltador de fronteras y murallas de fuego

    el decreto de la quema de sus sueños de sal

    y sus nostalgias púrpuras

    el reinado del ojo escrutador sin párpados ni lágrimas

    la dictadura del ídolo que caga oro y balas de petróleo

    en las cabezas vacías de millones de vacas

    Profetizo el beso de la muerte en la frente de Wall Street

    el caos en Tokio y la lluvia de balas ardientes en Shanghái

    los pasos agitados en las calles de Londres

    el sudor mezclado con sangre y orina en el metro de París

    el derribamiento de las flotas asesinas por los santos del Tíbet

    la rebelión de las ballenas y los manatíes cansados de tanto morir

    la invasión de ratas en los sacros lugares del Islam

    la violación de las doncellas olímpicas en Grecia

  • 8/18/2019 La Llama Bífida

    65/65

    el retorno de los dioses sanguinarios de México

    la carcajada del miedo y la búsqueda febril de una salida

    Profetizo la utopía del cielo sobre los techos de palma

    los cielos estrellados en la noche limpia de un sendero

    la desnudez de los cuerpos en la atmósfera traslucida

    de la hora temprana del verano junto al mar

    las risas como ritual cotidiano de la infancia del hombre y de la bestia

    la música de las pieles encantadas en la fiebre del beso y la caricia

    Profetizo viene la gran ola a renovar el siglo

    a lavar las rocas y los huesos abatidos

    a devolver lo robado a las entrañas del mundo

    a replantar los bosques y las selvas

    a restituir las tierras a las antiguas tribus

    a quebrar las lanzas, los fusiles y los mapas

    a quemar los papeles y las letras

    a burlarse de la ciencia y permitir que reine

     perene el pensamiento

    Yo profetizo densa niebla en la mordida de la bestia