LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL...

14
LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 1 LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO CULTURA Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XVII El siglo XVII es un momento de grave crisis que va desmoronando el poderío político y la solidez ideológica de la cultura renacentista. Las guerras, las enfermedades, el clima adverso, las malas cosechas, el hambre y las más diversas calamidades azotan Europa, por lo que se ha llamado a este siglo centuria de la crisis o siglo de hierro. En Francia o en España se consolida la forma de estado denominado monarquía absoluta, con la concentración del poder en manos del rey y sus cortesanos próximos. En otros países, como Holanda o Inglaterra, la burguesía crece en importancia y los parlamentos empiezan a controlar el poder real. Todo ello se produce entre graves conflictos: revueltas campesinas, guerras religiosas, etc. Históricamente, España entra en un proceso de irreversible decadencia política, económica y social . La debilidad de los monarcas, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, deja el poder en manos de los validos, personas de su confianza que muchas veces gobernaron como monarcas absolutos. El duque de Lerma y el conde-duque de Olivares, los dos validos más importantes, buscaban más su beneficio particular que el del Estado. España pierde su hegemonía en Europa (el Rosellón, la Cerdaña, etc.) y se independiza Portugal. Mientras, en plena bancarrota económica, hay miseria y despoblación causada por pestes, guerras y malas cosechas; pero los gobernantes gastan en fiestas los crecientes impuestos, que originan revueltas y descontento social. España pierde la grandeza que tuvo como Imperio en el siglo XVI. Los gastos de la corte, las continuas guerras, las derrotas militares y la pérdida de territorios llevan al estado a la quiebra. Estos problemas económicos se trasladan al pueblo, en el que son cada vez más frecuentes la mendicidad y la delincuencia. Por su parte, las clases altas se distancian cada vez más de las clases bajas, demostrando su posición con lujos y despilfarros. La expulsión de los judíos y los moriscos (casi trescientos mil entre 1600 y 1610) y la emigración a América intensifican la caída demográfica, perdiéndose mano de obra y, por tanto, capital. El abandono del campo provoca la emigración a la ciudad, creando una legión de parados, vagabundos y mendigos (que ya el Lazarillo había reflejado). En ideas religiosas, España, aislada del exterior, bajo el peso de la Contrarreforma pero sin renunciar a la herencia renacentista, vuelve los ojos a la tradición cristiano-medieval y los viejos principios teocéntricos. El mundo vuelve a verse como un lugar de aflicciones y miserias donde el ser humano expía su pecado original; los bienes terrenales son falsos y los placeres se transforman en dolor. Como consecuencia de la situación de crisis, el optimismo y la confianza en el ser humano propias del Renacimiento se convierten en un desengaño y en una actitud pesimista. El afán por el disfrute de la vida da paso a una reflexión angustiosa sobre la brevedad de la vida y la fugacidad del tiempo: desde el momento en que nacemos estamos muriendo. La conciencia de la aguda crisis se extiende entre los escritores, lo que motiva el pesimismo y el desengaño típicos del Barroco. EL BARROCO Esta crisis y este cambio de mentalidad se reflejan en todas las manifestaciones artísticas, incluida la literatura. Además, la Inquisición sigue vigilando todas las manifestaciones culturales, por lo que en cierta medida se vuelve a planteamientos propios de la Edad Media. No obstante, estamos ante una de las mayores etapas de esplendor artístico de arte y la literatura española, por lo que al siglo XVII se le denomina segundo Siglo de Oro. El barroco es el movimiento cultural que responde a la decadencia social, económica y militar y al sentimiento de pesimismo y desengaño que se apoderaron de España en el siglo XVII.

Transcript of LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL...

Page 1: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

1

LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO CULTURA Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XVII

El siglo XVII es un momento de grave crisis que va desmoronando el poderío político y la solidez ideológica de la cultura renacentista. Las guerras, las enfermedades, el clima adverso, las malas cosechas, el hambre y las más diversas calamidades azotan Europa, por lo que se ha llamado a este siglo centuria de la crisis o siglo de hierro.

En Francia o en España se consolida la forma de estado denominado monarquía absoluta, con la concentración del poder en manos del rey y sus cortesanos próximos. En otros países, como Holanda o Inglaterra, la burguesía crece en importancia y los parlamentos empiezan a controlar el poder real. Todo ello se produce entre graves conflictos: revueltas campesinas, guerras religiosas, etc.

Históricamente, España entra en un proceso de irreversible decadencia política, económica y social. La debilidad de los monarcas, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, deja el poder en manos de los validos, personas de su confianza que muchas veces gobernaron como monarcas absolutos. El duque de Lerma y el conde-duque de Olivares, los dos validos más importantes, buscaban más su beneficio particular que el del Estado. España pierde su hegemonía en Europa (el Rosellón, la Cerdaña, etc.) y se independiza Portugal. Mientras, en plena bancarrota económica, hay miseria y despoblación causada por pestes, guerras y malas cosechas; pero los gobernantes gastan en fiestas los crecientes impuestos, que originan revueltas y descontento social. España pierde la grandeza que tuvo como Imperio en el siglo XVI. Los gastos de la corte, las continuas guerras, las derrotas militares y la pérdida de territorios llevan al estado a la quiebra. Estos problemas económicos se trasladan al pueblo, en el que son cada vez más frecuentes la mendicidad y la delincuencia. Por su parte, las clases altas se distancian cada vez más de las clases bajas, demostrando su posición con lujos y despilfarros.

La expulsión de los judíos y los moriscos (casi trescientos mil entre 1600 y 1610) y la emigración a

América intensifican la caída demográfica, perdiéndose mano de obra y, por tanto, capital. El abandono del campo provoca la emigración a la ciudad, creando una legión de parados, vagabundos y mendigos (que ya el Lazarillo había reflejado).

En ideas religiosas, España, aislada del exterior, bajo el peso de la Contrarreforma pero sin renunciar a la herencia renacentista, vuelve los ojos a la tradición cristiano-medieval y los viejos principios teocéntricos. El mundo vuelve a verse como un lugar de aflicciones y miserias donde el ser humano expía su pecado original; los bienes terrenales son falsos y los placeres se transforman en dolor. Como consecuencia de la situación de crisis, el optimismo y la confianza en el ser humano propias del Renacimiento se convierten en un desengaño y en una actitud pesimista. El afán por el disfrute de la vida da paso a una reflexión angustiosa sobre la brevedad de la vida y la fugacidad del tiempo: desde el momento en que nacemos estamos muriendo.

La conciencia de la aguda crisis se extiende entre los escritores, lo que motiva el pesimismo y el desengaño típicos del Barroco.

EL BARROCO

Esta crisis y este cambio de mentalidad se reflejan en todas las manifestaciones artísticas, incluida la literatura. Además, la Inquisición sigue vigilando todas las manifestaciones culturales, por lo que en cierta medida se vuelve a planteamientos propios de la Edad Media. No obstante, estamos ante una de las mayores etapas de esplendor artístico de arte y la literatura española, por lo que al siglo XVII se le denomina segundo Siglo de Oro. El barroco es el movimiento cultural que responde a la decadencia social, económica y militar y al sentimiento de pesimismo y desengaño que se apoderaron de España en el siglo XVII.

Page 2: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

2

Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes: - La protesta, mediante la sátira (burla) y la novela picaresca. - Recrearse en la angustia y el pesimismo. - La búsqueda del consuelo en la religión. - La evasión en el arte, creando mundos hermosos para evitar la realidad.

Se denomina Barroco al período que sigue al Renacimiento. Es una etapa artística enteramente distinta del Renacimiento. Afecta a toda creación, tanto intelectual como artística, y se inicia cuando los dos rasgos esenciales del Renacimiento (exaltación del mundo y del hombre y equilibro humanista procedente de la admiración por la antigüedad clásica) son sustituidos por dos características típicamente barrocas: profunda desvalorización de la vida y la naturaleza humana y tendencia a la exageración en el arte.

Entre Renacimiento y Barroco no existe ruptura sino evolución: los temas y recursos formales que el escritor emplea son los mismos que había manejado en el Renacimiento.

Características del Barroco a) Concepción negativa del mundo El mundo es percibido como caos, desorden y confusión. A los ideales renacentistas les han seguido

la frustración y el desencanto. La vida está ahora regida por la idea de la muerte: vivir es sólo un breve tránsito entre la cuna y la sepultura. El tiempo lo destruye todo y la realidad es ilusión y apariencia. La brevedad de la vida, la caducidad de las cosas y la fugacidad de lo terreno explican la idea barroca por excelencia: la del desengaño.

b) El pesimismo barroco El pesimismo barroco presenta muy diversas formas: la angustia existencial, la sátira, la evasión, la

diversión… c) La estética barroca Literariamente, el Barroco es, en muchos aspectos, la continuación de temas y formas renacentistas.

El escritor barroco presenta caracteres propios y definidos: - Busca lo nuevo, lo original, lo sorprendente. - Sustituye las normas clásicas por su actitud individualista y capricho personal, tendiendo hacia la

exageración de la realidad literaria. - Esta búsqueda de lo original provoca una tendencia a la artificiosidad y la complicación creando un

arte para minorías. - La ausencia de normas genera una visión unilateral de la realidad. - Es primordial el cultivo del contraste. -La concepción del mundo como mudanza e incesante cambio produce en el arte literario dinamismo

y movilidad.

Page 3: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

3

EL CONCEPTISMO Y EL CULTERANISMO

El culteranismo y el conceptismo son las dos tendencias estilísticas dominantes en la literatura barroca española. No se trata de movimientos opuestos, pese a los duros enfrentamientos personales de sus defensores, sino que forman parte de una sensibilidad estética general que persigue la originalidad y pretende admirar al lector. En ambas tendencias se rompe el equilibrio entre forma y contenido (cómo se dice y qué se dice) defendido por la estética renacentista.

El conceptismo Lo importante es el contenido (qué se dice). Se basa en asociaciones ingeniosas de palabras o ideas.

Se tiende a un lenguaje conciso, lleno de contenido. Para ello se juega con los significados de las palabras (los conceptos) y con sus relaciones más insospechadas. Los recursos más utilizados son la antítesis, la paradoja, las hipérboles, los equívocos, etc. Los escritores conceptistas más notables son Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián.

El culteranismo Lo importante es la forma (cómo se dice). El culteranismo considera, ante todo, la belleza formal.

Sobresale en los culteranos la ornamentación exuberante. Aunque los temas puedan ser triviales, se utiliza un estilo esplendoroso que desea llamar la atención sobre el lenguaje mismo. Para ello se emplean numerosos recursos: metáforas audaces, sinécdoques y metonimias, perífrasis, hipérboles, imágenes brillantes, voces sonoras, procedimientos que buscan la musicalidad del verso (aliteraciones, paronomasias, palabras esdrújulas…). La sintaxis se complica con giros procedentes del latín, con violentos hipérbatos, con exagerados encabalgamientos. El vocabulario es original: incorpora numerosos cultismos léxicos de procedencia latina (“émulo, náutico, cándido, cerúleo…”) y selecciona los términos por su colorido y suntuosidad (oro, rubíes, perlas…) Se crea, así, una peculiar lengua poética, característica de Luis de Góngora y sus continuadores.

CULTERANISMO CONCEPTISMO

Corriente literaria que cultiva la forma de las palabras dejando en un segundo plano su contenido y pretende crear un mundo de belleza, impresionando para ello los sentidos con los más variados estímulos de luz, color, sonido y con un lenguaje ampuloso y culto.

Corriente literaria que profundiza en el sentido o concepto de las palabras; se puede definir como una agudeza mental que da preferencia a las ideas con el fin de impresionar la inteligencia o el deseo de decir mucho con pocas palabras.

Recursos Recursos

- Abuso de la metáfora con el fin de crear un mundo de belleza absoluta: Puertas de rubíes en lugar de labios. - Uso frecuente de cultismos: palabras tomadas del latín o del griego: Argentar en lugar de platear; tórrido, umbroso, áureo... - Abuso del hipérbaton. Consiste en alterar el orden de una oración, con lo que se llega a hacer difícil su comprensión: Un torrente es su barba impetuoso, en lugar de: su barba es un torrente impetuoso. - Uso de palabras parónimas. Es decir, palabras de un

sonido parecido y diferente significado; con lo que logran impresionar y llamar la atención sobre nuestros sentidos: Nubes-naves.

- Frecuentes metáforas, no con el fin de embellecer, como el culteranismo, sino para impresionar la inteligencia: Lumbre por pecado. - Juegos de palabras: utilización de una misma palabra con significados diferentes: "Salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos cardenales, sino que a ninguno llamaban eminencia". (Quevedo.) - Estilo breve y conciso, que se logra mediante la elipsis o eliminación de palabras. Aplican el refrán: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno".

- Antítesis de palabras, frases o ideas, con el fin de impresionar y agudizar la mente: "Mi negra capa, ya blanca por los pecados".

Máximo representante Máximo representante

LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS

Page 4: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

4

LA POESÍA BARROCA

La poesía tiene en el siglo XVII un enorme desarrollo. No sólo se cultiva poesía lírica y épica, sino que

la poesía dramática los dramaturgos eran llamados poetas tiene ahora excepcional importancia. De hecho, las obras teatrales, escritas en verso, sirvieron para la popularización de la poesía, que también se difundió oralmente en universidades, academias, justas y certámenes poéticos, lecturas públicas en casa de los mismos poetas, recitados de poesía popular en la calle, etc. Lógicamente, el desarrollo de la imprenta contribuyó a la divulgación de los textos poéticos, muchas veces acompañados de grabados o ilustraciones.

La poesía barroca refleja la conciencia de crisis, el pesimismo y el desengaño característicos de esta etapa cultural. Presenta gran variedad de formas, estilos y temas. Se llevan al extremo los temas renacentistas:

a) El amor es visto como pasión intensa, se resalta su fuerza y adquiere un sentido trascendente, es decir, se aprecia que perviva más allá de la muerte.

b) La belleza de la mujer amada se aleja de la armonía renacentista y supera a la propia naturaleza. Vinculada con el tópico del Carpe diem, se destaca el efecto demoledor del paso del tiempo.

c) La naturaleza idílica del Renacimiento se transforma en naturaleza sensual, llena de colores y sonidos.

d) La mitología continúa siendo un punto de referencia y génesis de asuntos que son tratados a veces con tono noble y solemne y otras con efectos paródicos y burlescos.

La crisis despierta el interés por temas morales y filosóficos: la vanidad de las cosas, el engaño de las

apariencias, el paso del tiempo (presente en el tema del reloj, las ruinas, el Ubi sunt?, el Tempus fugit…) la presencia de la muerte, el sueño como símbolo de vida y muerte, etc. Las circunstancias sociales de corrupción desembocaron en una poesía satírica donde se criticaba tipos y costumbres de la época y se hablaba del problema de España.

La poesía barroca alcanza un alto grado de perfección formal. En el siguiente cuadro podéis observar

los principales recursos formales de la poesía barroca:

RECURSOS DE OPOSICIÓN

Recursos como el oxímoron, la antítesis y la paradoja sirvieron para expresar las contradicciones barrocas.

Oxímoron: Es hielo abrasador, es fuego helado

Antítesis: Ayer naciste y morirás mañana.

Paradoja: Antes que sepa andar el pe se mueve/ camino de la muerte.

PERÍFRASIS Y

ALUSIÓN

Se utilizó la perífrasis para evitar vocablos prosaicos o para eludir la referencia directa a personajes de la época.

Crestadas aves/ cuyo lascivo esposo vigilante Doméstico es del sol / nuncio canoro Y —del coral barbado— no de oro/ ciñe, sino de púrpura, turbante.

HIPÉRBATON Alcanzó en el barroco grados extremos. Se copió la ruptura del sintagma nominal de la estructura sintáctica latina

Pasos de un peregrino son errantes Cuantos me dictó versos dulce musa. [Cuantos versos me dictó dulce musa son pasos errantes de un peregrino]

CULTISMOS La admiración barroca por los modelos latinos se reflejó en el empleo de cultismos léxicos y

Cultismo sintáctico: Lasciva en movimiento/mas los ojos honesta [Los dos adjetivos concuerdan con la dama a la que se dedica el poema]

Page 5: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

5

sintácticos Cultismo léxico: Destilando líquida armonía / hace las peñas cítaras canoras. [Las aguas de un monte, al caer por las laderas, convierten las rocas en instrumentos musicales.]

JUEGOS DE PALABRAS

La experimentación lingüística en busca de la novedad hizo que proliferasen los juegos de palabras como la dilogía, el calambur y la creación de nuevos vocablos

Dilogía: Mi vida y mi vivir ordene [mande y ponga orden]

Calambur: A este Lopico, lo pico.

Nuevos vocablos: libropesía, marivinos, archidiablos…

HIPERBOLE Este recurso se convirtió en la base de textos que exageraban aspectos físicos, sociales y morales con fines satíricos

Érase un hombre a una nariz pegado; Érase una nariz superlativa…

Los tres poetas barrocos más destacados son Góngora, Lope de Vega y Quevedo. LUIS DE GÓNGORA (1561-1627)

Biografía Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba en 1561 dentro de una familia acomodada y culta.

Aunque estudió Leyes en Salamanca, de vuelta a Córdoba, siguió carrera dentro de la Iglesia. Viajó mucho en misiones eclesiásticas y sus poemas lo hicieron famoso. Cuando se instaló en Madrid en 1617, era ya considerado el mejor poeta de su tiempo. Amante de la vida lujosa y muy aficionado al juego, se vio acosado por las deudas. Ya enfermo, regresó a Córdoba en 1626 y allí murió al año siguiente.

Góngora ha pasado a la posteridad como hombre adusto, sombrío y orgulloso. Famosas son sus enemistades personales y literarias. Con Quevedo cruzó insultos y alusiones mordaces. Atacó asimismo a Lope de Vega, quien respondió a su vez, aunque dejando entrever su admiración por el escritor cordobés. Pero contó también con fervientes defensores y numerosos seguidores, que imitaron su estilo hasta bien entrado al siglo XVIII.

Obra poética1 Se advierten dos épocas en la poesía de Góngora, una anterior a 1610 donde los rasgos culteranos

son mucho menores y otra posterior a esta fecha en que acentúa grandemente su hermetismo. Su producción poética consta de tres obras mayores: Fábula de Polifemo y Galatea (1612), Soledades

(1613-4) y Fábula de Píramo y Tisbe (1618), de unos dos centenares de sonetos, de más de doscientos romances y letrillas populares y de algunas composiciones diversas.

a) Las letrillas: Las letrillas y otras poesías de arte menor de Góngora eran ya muy conocidas en su época. En ellos

utiliza temas y recursos de la poesía popular junto a los barrocos: antítesis, metáforas... Aunque a veces tienen un tono serio y tratan de un tema grave, son usuales los textos de carácter humorístico o satírico, en los que se utilizan chistes, alusiones desvergonzadas, etc.

1 La segunda época de Góngora, despreciada durante largo tiempo, fue rescatada al celebrarse el tercer centenario de Góngora (1927), por los

jóvenes poetas de entonces, la generación del 27, así llamada por su acción reivindicativa en el año del centenario: Federico García Lorca, Rafael

Alberti, Gerardo Diego, etc.); a partir de ellos se reconoce la inmensa calidad lírica de los poemas más difíciles de Góngora.

Page 6: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

6

b) Los romances: Con los romances de Góngora alcanza el Romancero nuevo sus mayores cimas. También en ellos se

alternan lo serio y lo humorístico. Los temas son muy diversos: caballerescos, moriscos, de cautivos, pastoriles, amorosos, mitológicos, satíricos…

Larguísimo romance de más de quinientos versos es la Fábula de Píramo y Tisbe, poema heroico-cómico que narra de forma grotesca un asunto mitológico serio. Con ello, el poeta barroco se burla de sus propios mitos.

c) Los sonetos: Góngora fue un gran sonetista. Sus sonetos son muy variados: amorosos, burlescos, morales,

mitológicos, de circunstancias, etc. d) Poemas mayores: En octavas reales y silvas, bellos y de gran artificiosidad. Son la Fábula de Polifemo y Galatea, las

Soledades y el Panegírico al Duque de Lerma. Representan la culminación del estilo culterano. En estas dos obras, las expresiones difíciles se acumulan de tal forma que sólo resultan comprensibles para un lector extremadamente culto.

La Fábula de Polifemo y Galatea se basa en un tema de Ovidio: Acis, amor de la ninfa Galatea, es sepultado por un peñasco lanzado por el cíclope Polifemo, enamorado de Galatea y celosos del joven; la ninfa invoca a los dioses que convierten a Acis en riachuelo.

Las Soledades tendrían que haber sido cuatro, pero Góngora sólo escribió dos y la última está inacabada. Constan de unos dos mil versos agrupados en silvas. El tema es sencillo: relata la historia de un joven náufrago que llega a tierra y es acogido por unos pastores, allí presencia unas fiestas de boda y asiste a las faenas de los pescadores. Se trata de un canto a la vida natural y el desdén de las ambiciones cortesanas relatados en torno a una sucesión de escenas pastoriles, en el entorno de una naturaleza estilizada. A su modo, son una respuesta al desengaño barroco: se recrea la belleza de una naturaleza generosa que remite al ideal clásico de la Edad de Oro.

LOPE DE VEGA

Biografía Lope Félix de Vega y Carpio nació en Madrid en 1562, de familia de clase media con pretensiones de

nobleza. Estudió en Alcalá y Salamanca. Su precocidad se puso pronto de manifiesto porque a los 13 años escribió su primera comedia. Interviene en la conquista de la isla Terceira y regresa de nuevo a Madrid. En 1588 fue desterrado por unos versos difamatorios y parte de su destierro lo pasó en Valencia, ciudad por entonces de intensa vida teatral: la influencia de los dramaturgos valencianos en su obra posterior fue considerable. Se casó dos veces, enviudó otras tantas y vivió, además, con otras mujeres. La muerte de uno de sus hijos le llevó a ordenarse sacerdote en 1614. No obstante, en 1616 se enamoró de Marta de Nevares, joven ya casada, y, sin miedo al escándalo, vivió con ella. Pero Marta enfermó y los últimos años de la vida de Lope fueron penosos. Pasó dificultades económicas y sufrió graves desengaños. Murió en 1635. Fue un poeta adorado por el pueblo, que lo consideraba “su poeta”.

De compleja personalidad (pasional, atrevido, inconstante, vanidoso, vitalista…), fue uno de los individuos más conocidos de su tiempo y contó con numerosos seguidores, aunque también con muchos enemigos. Admiraba a Góngora, pero criticó al poeta cordobés, quien, a su vez, también censuró a Lope. Tampoco fueron buenas sus relaciones con Cervantes.

Obra poética Notable prosista y gran dramaturgo, Lope de Vega fue asimismo un excelente poeta. Nos

ocuparemos ahora de su obra lírica. Al Lope poeta le ha perjudicado su increíble genio para el teatro, ya

Page 7: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

7

que su fama se debe casi exclusivamente a sus comedias, siendo su obra lírica tan fecunda como su creación teatral.

Su obra poética se puede clasificar en dos vertientes fundamentales: a) Poesía popular o tradicional: En metros populares, romances, y "letras para cantar" (villancicos, seguidillas, letrillas, cantares de

bautizo, de siega, de amor, etc.) Destacan especialmente los romances y es uno de los más importantes poetas del Romancero nuevo o artístico.

b) Poesía culta: Donde destacan los sonetos, las elegías, canciones, églogas y epístolas. Es precisamente en los

sonetos donde destaca junto con Góngora y Quevedo Escribió más de tres mil sonetos, con los temas más variados: históricos, pastoriles, mitológicos, bíblicos, etc. destacan los de tema autobiográfico, donde vierte sus amores, sus triunfos y sus fracasos, sus penas familiares, etc.

Temáticamente, destacan en él sus dos pasiones: la amorosa, como hombre de mundo, y la religiosa como clérigo.

Gran parte de su producción lírica está esparcida por sus obras dramáticas y narrativas, pero un abundante caudal lo reunió en libros de poesía como Rimas, Rimas sacras, Romancero espiritual, Triunfos divinos, Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos.

Estilo Se puede decir que Lope de Vega armoniza las dos tendencias de la poesía del Barroco (culteranismo

y conceptismo). Su obra presenta junto a obras cultas, formas sencillas y espontáneas de estilo tradicional popular. Por una parte, como hombre abierto y receptivo que es, conoce bien los gustos y las tendencias populares, pero a la vez, es receptor de la tradición de los Cancioneros del siglo XV y de la poesía culta renacentista.

FRANCISCO DE QUEVEDO

Biografía Francisco de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580, de familia noble. Sus padres servían a la

familia real. Estudió las primeras letras en el Colegio Imperial de los Jesuitas; luego, lenguas clásicas y modernas en Alcalá y teología en Valladolid con lo que adquirió una gran cultura humanística y teológica. Ocupó la secretaría de Hacienda del duque de Osuna, virrey de Nápoles, y llevó a cabo comprometidas misiones políticas. Destituido el duque de Osuna, fue desterrado a la Torre de Juan Abad, pero, a la muerte de Felipe II, volvió de nuevo a la corte. Se casa, a instancias de la reina, con una viuda, de la que se separa pronto. Un suceso no bien conocido, de índole política, hace que sea encarcelado en San Marcos de León donde permaneció cuatro años. A la caída del privado, queda en libertad y muere un año después, en 1645.

Obra poética Su producción poética es extensa y variada; en él se da esa disociación chocante entre el sarcasmo

(desengañado y amargo) y la hondura poética y de pensamiento. Su obra poética, recogida a su muerte en dos libros Parnaso español (1648) y Las tres últimas

musas (1670) se puede dividir temáticamente en cuatro apartados: 1) Poesía amorosa, en la que aparece la tradición petrarquista. Su creación se centra en los

sufrimientos del que ama. 2) Poesía metafísica, que surge de la angustia ante la vida y la existencia, y ofrece los grandes

temas del barroco: la muerte, la fugacidad del tiempo y el desengaño. Dentro de esta poesía se puede incluir la poesía religiosa y moral.

Page 8: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

8

3) Poesía satírico-burlesca2, que responde a preocupaciones morales y sociales o es, al mismo

tiempo, una válvula de escape para el temperamento del poeta. 4) Poesía política, centrada en dos ideas esenciales: el problema de España y la denuncia de la

corrupción. Además de su obra en verso, Quevedo dejó una importante obra en prosa que veremos más

adelante. Temas Los temas centrales de la poesía de Quevedo son la inquietud por la muerte y el típico desengaño

barroco.

Estilo En cuanto al estilo, la poesía de Quevedo se caracteriza por los constantes juegos de palabras,

equívocos, dilogías, polisemias, paronomasias, hipérboles, antítesis, paradojas, equívocos, deformaciones grotescas, etc. Domina la lengua en todos sus registros (culto, coloquial, vulgar) y conoce a la perfección los recursos retóricos clásicos. En muchos de sus poemas llega a su culminación el principio conceptista de decir mucho con pocas palabras.

LA PROSA EN EL SIGLO XVII

Muchos de los géneros narrativos del siglo XVI prácticamente desaparecen en el XVII: libros de

caballerías, novelas pastoriles, etc. Sin embargo, otros, como la novela picaresca, tienen ahora un gran desarrollo. También tiene gran importancia la novela corta al modo italiano, tras la publicación de las Novelas Ejemplares de Cervantes en 1613. De hecho, la figura más relevante de la prosa española no es precisamente Cervantes, quien publicó la mayor parte de su obra en este siglo.

Por otra parte, destacan los libros didácticos, muy numerosos en esta centuria y de temas muy diversos: historia, política, religión, filosofía, moral, estética, economía…

LA NOVELA PICARESCA

Rasgos de la novela picaresca Las novelas picarescas comparten una serie de rasgos ya presentes en el Lazarillo de Tormes y en el

Guzmán de Alfarache: 1) Uso de la autobiografía para relatar de manera organizada una serie de aventuras. 2) El servicio a varios amos. 3) La justificación de toda la narración por el final 4) Los orígenes innobles del protagonista 5) La evolución del personaje desde la niñez hasta la madurez. 6) El punto de vista único, pues los hechos se cuentan siempre desde la perspectiva del pícaro

narrador. 7) La alternancia de fortunas y adversidades en la vida del protagonista. 8) Los frecuentes viajes del pícaro, que sitúan la acción en distintos lugares. 9) Existencia de un destinatario ficticio al que se supone que el pícaro dirige el relato escrito como

una carta y a quien intenta convencer de las razones de su actitud: ante él y ante los lectores pretende, con diferentes excusas, justificar su comportamiento.

2 La literatura satírica corresponde a composiciones poéticas u otros escritos cuyo objeto es censurar acremente o poner en

ridículo a alguien o algo.

Page 9: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

9

El personaje del pícaro se caracteriza por su ambición de prosperar socialmente como forma de

escapar de su miserable condición. Las novelas picarescas retratan con ello la grave situación social de las ciudades españolas del siglo XVII, en las que abundan mendigos, desocupados y vagabundos.

La novela picaresca del XVII, basándose en el modelo del Lazarillo, va a tener, no obstante, rasgos

diferenciadores: a) La acción se carga de discursos moralizantes que generan un proceso de “desnovelización”. b) El fino humor del Lazarillo es sustituido por una visión desolada de la sociedad y por un agrio

pesimismo. c) Un amargo resentimiento sustituye a la sátira benévola. d) La orientación realista del Lazarillo se transforma en estilización deformadora de la realidad. Numerosas y variadas son las narraciones picarescas publicadas en el siglo XVII. Las más importantes

son el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán y El Buscón de Francisco de Quevedo.

Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán Se publicó en dos partes, la primera en 1599 y la segunda en 1604. Su autor, el sevillano Mateo

Alemán (1547-1615?), llevó una vida difícil, estuvo varias veces en la cárcel, emigró finalmente a México en 1608 junto a su amante y allí debió de morir. El Guzmán tuvo un gran éxito desde su publicación y su importancia fue muy grande, no sólo como modelo del género picaresco, sino también para el desarrollo posterior de la novela. De hecho, fue muy leída durante los siglos XVII y XVIII en Francia y en Inglaterra.

La novela tiene un argumento típicamente picaresco: Guzmanillo, hijo de un mercader tramposo y afeminado y de una mujer adúltera, llega a ser consumado ladrón, se arrepiente y vuelve a reincidir en diversas ocasiones en una sucesión de estafas, fraudes y trampas, para terminar condenado a galeras. Allí de nuevo se arrepiente y dice que escribe su vida como ejemplo de lo que no debe hacerse.

El Buscón de Francisco de Quevedo La joya literaria del género picaresco es una obra de Quevedo, Historia de la vida del Buscón llamado

don Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños, publicada en Zaragoza en 1626, aunque fue escrita bastante antes.

Argumento

Pablos comienza el relato de su vida por sus orígenes deshonroso: es hijo de un barbero ladrón y de una hechicera, sospechosos ambos de conversos. Muy joven, entra como criado del hidalgo don Diego Coronel y juntos estudian en Segovia y en Alcalá de Henares. Allí, Pablos, tras ser burlado, decide ser “bellaco con los bellacos, y más, si pudiese, que todos”.

El protagonista prosigue la narración con su aprendizaje de la vida picaresca, que alterna con intentos fallidos de regeneración y ascenso social, como el frustrado matrimonio con una dama rica o un periodo de poeta y actor. Finalmente, convertido en criminal y perseguido por la justicia, decide irse a América.

Características

El Buscón se ha calificado de novela picaresca por tratarse de un relato autobiográfico ficticio de un personaje miserable. Sin embargo, la obra introduce tantas modificaciones en el género que se discute su clasificación.

En cuanto al contenido, Quevedo critica en El Buscón el ansia de ascenso social y la pretensión de conseguir un título de nobleza. El protagonista, hijo de un barbero ladrón y de una bruja, sospechosos ambos de conversos, nunca lo logra: es siempre castigado cuando intenta hacerse rico o pasar por noble. Quevedo muestra, pues, en esta obra su oposición a la movilidad social, defendiendo que cada uno permanezca dentro de su condición social de origen.

Page 10: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

10

LA PROSA DE LOPE DE VEGA

Lope de Vega escribió diversas obras en prosa siguiendo variados modelos narrativos: un libro pastoril, La Arcadia (1598); otra narración pastoril, pero de carácter religioso, Los pastores de Belén (1612); una novela de complicadas aventuras, El peregrino en su patria (1604); cuatro novelas cortas al estilo italiano, Novelas a Marcia Leonarda (1621-1624), dedicadas a su último amor, Marta de Nevares.

Muy interesante es La Dorotea (1632). Relacionada con La Celestina, se trata también de una extensa obra dialogada, escrita no para ser interpretada, sino leída. Para muchos, es la obra maestra de Lope. La Dorotea, como otros escritos del final de su vida, está dominada por la amargura, la decepción y la melancolía. Lope, ya anciano, rememora episodios de su biografía, fundiendo el presente con el pasado y la vida con la literatura.

FRANCISCO DE QUEVEDO: SU OBRA EN PROSA

Los libros en prosa de Quevedo son, como sus poemas, muy diversos y suelen agruparse según su contenido (político, festivo-humorístico, filosófico, satírico-moral…)

Su obra filosófica más destacada es La cuna y la sepultura, rotunda exposición del desengaño barroco.

Muy importantes son sus libros de carácter satírico-moral: los Sueños y La hora de todos. Con todo, la obra en prosa más célebre de Quevedo fue su novela picaresca El Buscón. BALTASAR GRACIÁN

Biografía Baltasar Gracián nació en Belmonte de Calatayud (Zaragoza) en 1601. Desde muy joven formó parte

de la Compañía de Jesús y fue profesor en diversos centros de su orden religiosa. En Huesca contó con la protección y amistad del mecenas Juan de Lastanosa, quien costeó la publicación de sus obras. Su actividad de escritor le acarreó numerosos problemas dentro de la Compañía de Jesús. Sufrió diversas sanciones y, en el último año de su vida, se le prohibió escribir. Murió en 1658 en Tarazona (Zaragoza). Siempre rodeado de libros y relacionado con otros estudiosos, su obra es la de un intelectual, fruto de profundas lecturas y largas meditaciones y conversaciones.

Obra Todos los libros de Baltasar Gracián están escritos en prosa y tienen una intención didáctica y moral.

El Criticón (1651-1657) es su obra maestra. En esta extensa novela, que anticipa la novela filosófica del siglo XVIII, dos personajes peregrinan por diversos lugares y aprenden a desconfiar de las apariencias en su búsqueda de la sabiduría y de la virtud.

El pensamiento de Gracián es muy pesimista. El mundo es engañoso, el hombre es un ser débil, miserable y, a menudo, malicioso. Muchos de sus escritos pretenden proporcionar al lector recursos que le permitan esquivar las trampas de sus semejantes y dominar para no ser dominado.

EL TEATRO DEL SIGLO XVII

El teatro tuvo gran importancia en España durante el Barroco. Las obras se representaban en los corrales de comedias, patios de vecindad que se preparaban a propósito para ello. La temporada teatral se desarrollaba desde Pascua hasta Carnaval del año siguiente. Las representaciones tenían lugar por las tardes para aprovechar la luz del día, eran muy largas y en los intermedios de las comedias se ofrecían entremeses y bailes con el fin de entretener a los espectadores. Aunque no se sabe muy bien cómo se

Page 11: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

11

representaban las comedias, se supone que, dado el ambiente del corral, los actores gritaban muchísimo para hacerse oír.

Además del teatro de los corrales de comedias, según avanzó el siglo XVII, ganó en importancia el teatro cortesano, que se representaban en los palacios de los nobles o en el del rey. Este teatro era más complicado que el de los corrales. Participaban actores profesionales, pero en ocasiones intervenían también los nobles e incluso el propio monarca.

Otra modalidad teatral de esta época eran los autos sacramentales, obras en un acto, con personajes alegóricos, de tema religioso e intención didáctica. Se representaban en la calle durante la fiesta del Corpus, la asistencia era libre y los ayuntamientos costeaban el montaje. Se trataba de una auténtica fiesta barroca con presencia masiva de público.

LA COMEDIA NUEVA

Se denomina comedia nueva al tipo de obras que llenaron los escenarios de las ciudades españolas del siglo XVII.

Características de la comedia nueva 1) Mezclan elementos cómicos y trágicos. 2) No respetan las reglas clásicas de las tres unidades:

a) Unidad de lugar: La unidad de lugar exigía que la acción se desarrollara en un mismo lugar, pero en las comedias españolas es frecuentes que los hechos sucedan en sitios diversos.

b) Unidad de tiempo: La unidad de tiempo disponía que el argumento transcurriera como máximo durante un día, disposición que no respetan las comedias barrocas.

c) Unidad de acción: La unidad de acción establecía que los sucesos estuvieran todos relacionados con un caso central y únic. En las comedias barrocas existe una acción principal, cuyos protagonistas son el galán y la dama, y una secundaria, protagonizada de ordinario por los criados.

3) Los personajes se repiten constantemente lo que permite a los espectadores reconocerlos con facilidad. Los más frecuentes son:

a) El galán: un hombre joven, guapo y valiente. b) La dama: una mujer joven, hermosa, inteligente y prudente. Usa sus virtudes para lograr sus

objetivos. c) El barba: un hombre viejo o el mismo rey. Hace la función del poderoso que soluciona los

problemas. d) El antagonista: un hombre que se opone al galán. e) La criada: acompañante y confidente de la dama. f) El criado: confidente del galán. Tiene un fino sentido del humor y rasgos que contrastan con el

del galán, su amo. Destaca por su carácter práctico, la sensatez, una bien disimulada cobardía y una pícara astucia para rehuir los peligros. Suele desempeñar el papel del gracioso, importante personaje que, entre otras funciones, tiene la de crear momentos cómicos para rebajar la tensión acumulada en la obra.

4) Las comedias se dividen en tres actos o jornadas. El escritor plantea el asunto en la primera jornada, lo desarrolla en la segunda y lo concluye en la tercera: presentación, nudo y desenlace.

5) El lenguaje evita la expresión culterana o conceptista, aunque a partir de las obras de Calderón de la Barca tiende a ser más complicado. Se pretende que la lengua se ajuste a la condición de los personajes, de modo que hablen de acuerdo con su categoría social y ello permita distinguir, por ejemplo, al rey del gracioso. Esta adecuación de la lengua al personaje se denomina decoro poético.

6) Todas las comedias están compuestas en verso, lo que facilita su memorización. La métrica es muy variada, de acuedo con el pasaje, la situación y el personaje.

7) Se intercalan canciones y bailes que interrumpen la acción.

Page 12: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:
Page 13: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

13

El teatro de Lope es un perfecto equilibrio entre el lenguaje culto de la tradición literaria y el

lenguaje coloquial. Su teatro conecta con el espectador por su naturalidad, sencillez expresiva y la gracia de los diálogos.

PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA

Biografía Nació en Madrid en el año 1600 dentro de una familia hidalga. Estudió con los jesuitas y luego en las

universidades de Alcalá y Salamanca. Comenzó muy pronto a escribir obras teatrales y no tardó en convertirse en un autor conocido. En poco tiempo fue el dramaturgo más estimado en la Corte. En 1637, Felipe IV le concedió el hábito de caballero de Santiago. Participó tambén como militar en diversas campañas (por ejemplo, en 1640, en la guerra de Cataluña). En 1651 se ordenó sacerdote y en 1663 fue nombrado capellán de honor del rey. No abandonó entonces la literatura, pero fue menos fecundo y escribió, sobre todo, autos sacramentales. Falleció en Madrid en 1681.

A pesar de su condición de escritor palaciego, en la personalidad de Calderón de la Barca destacan su capacidad reflexiva, su serenidad e incluso su gusto por el retiro y la soledad.

Obras Escribió Calderón numerosas obras, aunque muchas menos que Lope de Vega; unas ciento veinte

comedias, ochenta autos sacramentales y más de veinte piezas cortas. En su obra se distinguen dos etapas: a) Primera etapa: imitación de Lope. Calderón adopta los esquemas de la comedia “de capa y espada”: ambiente urbano, enredos

amorosos, personajes convencionales que ilustran los convencionales ideales de las clases elevadas. Brilla la habilidad de Calderón para desarrollar la trama, manteniendo el interés. Dentro de estas comedias se distinguen:

a) Comedias de enredo: concebidas para ser representadas en los corrales. Ejemplos: La dama duende; Casa con dos puertas mala es de guardar. b) Comedias de aparato: compuestas para las funciones del teatro de Palacio. Desarrollan frecuentemente un asunto mitológico, como ocurre en Eco y Narciso y La estatua de Prometeo.

b) Segunda etapa: Mantiene la fórmula lopesca, pero trabaja con mayor cuidado los detalles. También elabora con más

atención la forma y temas más profundos. Sus comedias se hacen más perfectas, pero pierden lozanía y frescura.

Además de comedias, Calderón es autor de dramas de honor, donde lleva a sus máximas consecuencias el “código del honor”, ya utlizado por Lope. Destacan la obra maestra: El alcalde de Zalamea; así como El médico de su honra; A secreto agravio, secreta venganza; El mayor monstruo los celos, etc.

Destacan además dramas donde desarrolla el conflicto entre la libertad y el destino (El mayor monstruo del mundo; Los cabellos de Absalón.) Y otros tratan sobre la naturaleza del Poder (la famosísima La vida es sueño, una de las cumbres del teatro universal, y La hija del aire).

c) Autos sacramentales: El gran teatro del mundo y El gran mercado del mundo.

Características del teatro de Calderón En principio, son las ya señaladas para las comedias de Lope, pero introduce importantes novedades: a) Mantiene más la unidad de acción, simplificando los argumentos. b) Limita el número de personajes y prefiere resaltar uno sobre los demás. c) Da un carácter refelexivo a los protagonistas que exponen sus ideas en largos monólogos.

Page 14: LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO · LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO 2 Ante este pesimismo y este desengaño, los escritores toman distintas actitudes:

LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII: EL BARROCO

14

d) Utiliza una lengua mucho más artificiosa y emplea tanto recursos conceptistas como culteranos;

usa símbolos y alegorías para plantear problemas universales. Temas En la primera época sus comedias giran en torno a la misma temática de Lope: amor, honra y épica

tradicional. A medida que su creación se hace más profunda y elaborada, aparece el elemento filosófico y la acción se subordina al pensamiento. Como fruto de esta dependencia, surgen ideas que influirán en los motivos teatrales:

a) Se extreman los conceptos de honra y de lealtad al monarca, adquiriendo a veces el tono de tragedia clásica.

b) El pesimismo barroco impone en la escena el tema del desengaño con su concepto negativo de la existencia.

c) Los debates teológicos de la época favorecen la introducción del tema de la libertad, que aparece en La vida es sueño.

Los Autos Sacramentales, en los que se aplica el procedimiento alegórico, muestran temas de la teología cristiana: la creación, la caída del hombre, la Redención; pero el motivo central sigue siendo la Eucaristía.

Estilo En Calderón dan las dos tendencias barrocas. Culteranismo y conceptismo, ya desarrollados, se

entremezclan en su obra con un lenguaje exuberante.