La izquierda abertzale ante la gestión de los residuos. Rueda de prensa, mayo 2009-05-13

La indefinición que vivimos sobre el tratamiento de los residuos en la Comarca de Pamplona es consecuencia directa de la mala gestión realizada por los responsables de la Mancomunidad hasta este momento. El inicio de la historia se remonta hasta el 1996, donde de la mano de Miguel Izu (IU) se apuesta por un sistema de tratamiento mediante biometanización y compostaje. El proyecto comenzó a negociarse en el 1998, y el plan sectorial se aprobó en el 2000 bajo el mandato de Javier Iturbe (PSN). Después de un retraso considerable se inician las obras en el 2004 con Luis Ibero como presidente. El Concejo de Arazuri y el Ayuntamiento de la Cendea de Olza interponen un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo de Gobierno y la Declaración de Impacto Ambiental. El Tribunal Supremo falla a favor de los recurrentes anulando definitivamente el proyecto. Como consecuencia se pierde la subvención europea, y las obras que estaban ejecutadas al 70% supondrán unas perdidas de once millones de euros.

Y nos preguntamos, ¿por qué se continuó con las obras conociendo que el Tribunal Supremo iba a fallar a favor de los recurrentes, ya que no cumplía con la distancia mínima exigida en la ley hacia un núcleo urbano?. Esta mala gestión ha supuesto perdidas millonarias de los fondos públicos, y ahora quieren pasar página como si nada hubiera ocurrido. Situación actual Podemos decir que la sentencia del Supremo nos vuelve a la situación del 1996, teniendo que aprobar un nuevo sistema para el tratamiento de residuos y decidir la ubicación de la nueva planta, cumpliendo las exigencias que la unión europea marca. Al iniciar la legislatura se retomó el tema proponiendo dos comisiones, una técnica y otra política, pero las buenas intenciones iniciales se truncaron, la comisión técnica se crea, pero el control político se reducirá solamente a Javier Torrens que se encargará de informar a la permanente sobre los avances que se den en la otra comisión. Esto es, las palabras que al inicio de legislatura que Javier Torrens decía sobre el consenso entre todos los grupos se quedan huecas, y se retornará a la imposición y a la prepotencia, reduciendo el ámbito de decisión a un juego de mayorías excluyente y no consensuado, el mismo que nos ha llevado a esta situación. A la Mancomunidad de Pamplona le urge decidir cuanto antes un nuevo sistema ya que el tiempo perdido con el fallo del Supremo y las exigencias marcadas por Europa empiezan a apremiarle. Parece ser que se están estudiando diferentes sistemas que incluirían la incineración además del compostaje y biometanización. También se mira con buenos ojos la propuesta lanzada por la CEN para construcción de una planta de tratamientos de residuos urbanos llamado Ecópolis. Sin debate ni consenso, quisieron imponer un proyecto. Propuesta de la Izquierda Abertzale para el tratamiento de residuos En primer lugar, no podemos permitir que intenten hacer negocio con el residuo dándole una consideración de mercancía, propiciando el enriquecimiento de empresas privadas del sector encargadas del tratamiento con sistemas que suponen un alto coste económico y energético. El sistema de incineración necesita de una tecnología carísima, y la centralización de todos los residuos de Nafarroa en la planta de tratamiento Ecópolis, conlleva una infraestructura para el transporte desmesurada. Inmersos en un desarrollismo insostenible, fruto de un sistema económico y productivo que necesita arrasar con todas las materias primas y donde el consumo sin sentido es el tótem de nuestra época. Su sustento ideológico es hacernos creer que la tecnología es la nueva salvadora de todos estos males. Consume y produce todos los residuos que quieras, la tecnología lo solucionará. Recogida de residuos (2008)

Las cifras de recogida selectiva en los contenedores monomateriales y su posterior reciclaje, pudiendo ser mejorados son buenos, destacando el papel-cartón, y teniendo que hacer un esfuerzo en vidrio, bricks, plásticos y metales. Pero la nota negativa la tiene la recogida selectiva de la fracción orgánica, que viene a suponer entre el 60 y 65% de los residuos, y que se ve entremezclada con otros materiales al ser un contenedor orgánico más restos. Además directamente se opta por verterlo sin aplicarle ningún tratamiento.

• Contenedor verde y resto - Mal depositados 28’4 %: - de otros contenedores 24’8 % - voluminosos y textiles 3’6 % (Emaús) - Bien depositado 71’6 %: - orgánico y adecuado para compost63’6 % - otros productos 8’0 %

• Contenedor envases - Mal depositados 44’1 %: - de otros contenedores 25’1 % - orgánico y adecuado para compost9’6 % - textiles 2’8 % (Emaús) - otros productos 6’6 %

Los porcentajes de otros productos (8 % y 6’6%) corresponde a residuos de puntos limpios y de vertidos, por lo que, en el cómputo general (teniendo en cuenta el resto de contenedores), estaríamos hablando de porcentajes menores al 4 % destinados a vertido. La relativa calidad de las recogidas selectivas de inertes, unida a la posibilidad de mejora de los porcentajes expuestos, haría inviable la incineración al menos desde balances de materia-energía serios. Y aquí es donde la Izquierda Abertzale quiere hacer hincapié, en necesidad de realizar una buena recogida selectiva de la fracción biodegradable, y su posterior tratamiento mediante el compostaje. Por todo ello planteamos: - Descentralizar y trabajar tratamientos adecuados y adaptados a nivel local. - Tecnologías sofisticadas y grandes infraestructuras no resultan más eficaces, y

alternativas más sencillas cubren los mismos objetivos. - La tecnología y los diferentes tratamientos no son la clave, es una cuestión

básicamente política y la clave está en la gestión hacia el ciudadano y en su participación.

- No hay tratamiento al 100%, cuando se trata de compostar, no quiere decir que todo se deba compostar, ni cuando se opta por la metanización que todo se deba metanizar, etc.

- En vez de penalizar las malas prácticas, proponemos primar a quien lo hace bien.

1- Nuestra propuesta se base en las estrategias de reducción, reciclaje y solidaridad. Debemos activar sistemas que planteen cerrar el circuito tendiendo al vertido cero, y a la vez ahondar en el esfuerzo de concienciación de reducir los residuos. 2- No apostamos por sistemas y tratamientos tecnológicos y sofisticados que suponen un alto coste energético y económico, como viene a ser la incineración. Creemos que las grandes infraestructuras como Ecópolis no resultan eficaces. 3- Apostar por descentralizar y trabajar tratamientos adecuados y adaptados a cada realidad local, que supondrían un ahorra económico eliminando en parte el transporte del residuo. 4- Realizar una recogida selectiva del residuo orgánico, experiencias como el puerta a puerta son el ejemplo a seguir, que mediante el sistema del Compostaje comunitario o autocompostaje eliminariamos hasta el 60% de los residuos urbanos, teniendo como resultado un producto como es el compost de gran utilidad. Este sistema se ha implantado y con éxito en municipios de Italia y Cataluña. 5- Para un buen compostaje es necesaria una buena selección en origen, proponiendo la siguiente distribución de contenedores: -Mantener contenedores monomateriales de vidrio y papel-cartón. -Contenedor exclusivo para la materia orgánica. -Contenedor para el resto. Vemos interesante mantener la recogida de voluminosos así como la instalación de Puntos Limpios fijos y móviles.