La Ira Del Fuego - Henning Mankell

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  • Por n llega el tercer librode Mankell sobre Soa. Lahistoria de la lucha de unajoven contra la pobreza yla injusticia, sussentimientos, sus dudas,en uno de los pases delmundo ms pobres ydevastados por la guerra:Mozambique. Algo va mal,muy mal. De pronto,

  • Armando vuelve cada vezms tarde por las nochesy, a pesar de que losingresos del taller decoches son escasos, llevaropa nueva. Sin embargo,Sofa y los tres nios noreciben nada. Cuando laspeores sospechas deSofa se conrman, elengao es un hecho. Enlugar de tragarse la ira,

  • Sofa decide irse por supropio camino. Pero elprecio ser elevado paratodos.

  • HenningMankell

    LAIRADELFUEGO

    TrilogaMozambique

  • 3

  • Antesdeempezarlahistoria

    Han pasado diez aosdesde que habl por primeravezdeSofia,laniaafricana.Aquel libro se llamabaElsecretodelfuegoytratabadecmo Sofia perdi a su

  • hermanaMaria a la vez queperda sus piernas en unhorrible accidente con unamina antipersona. Eran muyjvenes, nueve, diez aos, eibancorriendoporuncaminocuando Sofia pis porcasualidad una mina queexplot,ledestrozelcuerpoymataMaria.

    Unos aos ms tardeescrib de nuevo sobre Sofia

  • ysufamilia.ElsegundolibrosellamabaJugarconfuegoyrelataba el momento en queSofiaseenamorporprimeravez en su vida. Tambintrataba de la desesperacinquesinticuandounadesushermanas, Rosa, muri desida.

    Entonces promet queescribira otro relato sobreSofia.

  • Han pasado cinco aosdesdeentonces.Noesmuchotiempo pero han ocurridomuchas cosas, tanto en mivida como en la vida deSofia. Y es ahora cuandosiento que ha llegado elmomento de escribir otrolibrosobreSofia.

  • Esteesunrelatoconunaparte de verdad y otra defantasa.Todoloqueexplicoha ocurrido, pero noexactamentedelamaneraenqueloescribo.Normalmente,es as como se escribe unrelato,mezclando la realidadcon los sueos o la fantasa.De esta manera, transcurretambin la vida de Sofiajunto a la vida de otras

  • personas. El destino de unosemezclaconeldelosotros.

    Este relato se lohe ledoen voz alta a Sofia. Noshemos sentado unas cuantasvecesalladodelfuegoenlasclidasnochesafricanas.Ellaescuchaba y ahora te locuento tambin a ti quetienes el libro entre lasmanos

    HenningMankell

  • 1Sofiacorreatravsdelaoscuridad. Tiene prisa ymucho miedo. No sabe porqu corre, por qu tienemiedo,ohaciadndeva.Hayalgoalldetrsquelaasusta,algo peligroso, algo malo,queseacercacadavezms.

    Corre a travs de la

  • noche. Est sola y sientecmoleinvadeelmiedo

    Sofia cierra los ojosmientras sigue pensando enla horrible pesadilla. Hatenido aquel sueo desde eltremendo accidente, cuandomuriMariayellaperdilaspiernas, adems de sufrirprofundas quemaduras. Dioun respingoy abri losojos,

  • como si se despertara de unverdadero sueo.Comosi sehubiera desplazado en eltiempo. Ech unas cuantasramas al fuego y pens queya haban pasado diez aos.Entoncestenanueveyahoracasiveinte.

    Era tarde. A estas horasnormalmente ya estabadurmiendo. Pero aquella

  • noche no poda. Detrs deella, en la pequea casa deladrillos, dorma el resto dela familia. Oa los pesadosronquidos de su madre,Lydia, y a alguno de losniosquejndoseensueos.

    Sofia estaba sentadasobre una alfombra de rafiajunto al fuego. Al otro ladodelasllamasestabasuperro,Lokko, con la cabeza sobre

  • las patas y con los ojoscerrados. Cuando Sofia semova o algn insectorevoloteaba cerca de suhocico, abra los ojos y lamiraba.

    A veces Sofia pensabaque era igual de extraomirarhaciael interiorde losojosdeunperroqueobservarfijamenteelfuego,dondelasllamas saltaban y las ascuas

  • crepitaban y se liberabandesapareciendo en la noche.LosojosdeLokkoerancomoentradas a oscuras cuevasdonde se escondan muchascosas emocionantes yextraordinarias.Enlasllamasdel fuego bailaban losrecuerdosdeloqueocurriylo que pens hace muchotiempo

  • El poblado dorma a sualrededor. Lejos, en laoscuridad, poda or cmolloraba un nio. Escuch.Parecaqueelnioestuvieraenfermo. Quiz tuvierafiebre,quizfueraotracosa.

    En cuanto oy el llantosinti un pinchazo. Ahoraellatenadosniospequeosy saba que cuando un nio

  • empezaba a llorar poda seruna enfermedad grave queestuviera a punto dedeclararse. Tampoco tenaporquseras,peronuncasesaba. Haba visto morir amuchos nios, de fiebre, dediarreaodemalaria.Losqueeran pobres y vivan comoella en aquel poblado nuncapodan estar seguros de quehubiera un mdico para

  • ayudarlos o de que tuvieransiquieradineropara comprarlas medicinas quenecesitaban.

    Volvi a escuchar. Elnio se haba callado. Sofiaacerc unos trozos de leaconunadesusmuletasy losech al fuego. Lokko lamiraba.

    A qu es bonito? Lasllamas saltan y bailan, igual

  • que yo antes de perder laspiernas. Bailaba como lasllamas.

    Lokko la mir con susgrandesojos.

    Mepregunto qu es loque piensas dijo Sofia.Ojal pudieras hablarconmigo un solo minuto ymecontarasloquehayentucabeza.

    Sofia apart la muleta

  • ponindola sobre la arena yseapoycontraeltaburetedemadera que usaba derespaldo. Volvi a escucharen laoscuridad.Peroelnioque acababa de llorar sehabacallado.

    Cmo ha pasado todolo que ha pasado?, pens.Una vez, yo era una niapequea. Ahora, de pronto,

  • soy una adulta. Qusignificarealmentenoseryaunnio?

    Sofia cerr los ojos y sepuso a pensar en el pasado.Era como si tuviera uncamino bienmarcado dentrode su cerebro. A menudo,pasabaporallyconcadadaqueviva,elcaminosehacaun poco ms largo. Y assera hasta que se hiciera

  • vieja, y quiz un daestuviese tan cansada que elcaminolepareceratanlargoque ya no podra seguirlo niconelpensamiento

    Pens en Maria y Rosa,sus dos hermanas muertas.Siempre pensaba en ellascuando recordaba el tiempopasado. Saba que lasencontraraall,dentrode su

  • cabeza.Estaranendiferentessitios del caminoesperndola.Enalgunaparte,alldentro,tambinestabasupadre, Hapakatanda, quehabamuertocuandoellaeratan pequea que casi no seacordabadel.

    Ahora soy adulta sedijo a s misma. Pero annosloquesignifica.

  • De pronto sinti como siyanoestuviera sola sobre laalfombraderafiadelantedelfuego. A su alrededor habavarias personas parecidas alas sombras. Una slo tenatres, cuatro aos, otra ocho,otraquizdiez.

    Era ella misma! Sofiapensqueestabaallsentadarodeada por sus diferentesedades. Poda alargar la

  • manoysaludarseasmismaa losochoaos,oa losseis,ocuandoeratanpequeaquenisiquierahabaaprendidoaandar.

    Pero estaba sola, porsupuesto. Era a s misma aquienvea,perodentrodesucabeza,enlamemoria.

    Qu era lo primero querecordaba de su vida? Su

  • recuerdomsantiguo?HababajadoalroalavarropaconLydia, su madre. Habaestadojugandoalaorilladelro. Quiz Maria tambinhaba ido aquella vez.No lorecordaba. Lydia estabaagachada junto a otrasmujeres, restregando ropaenel ro con el agua hasta lasrodillas.Sofiasabaqueenelro haba animales

  • peligrosos.Loscocodrilosseacercaban sigilosamente pordebajo del agua, sobre lasuperficie tan slo los ojos.Entonces podan atacar consu enorme boca atrapando aunapersonayhundindolaenel agua. Lydia y las otrasmujeresnodejabandevigilartodo el tiempo el agua. Loscocodrilos estaban all y,traicioneros, nunca se saba

  • cundo se acercaran pordebajodelagua.

    De pronto un cocodrilocruz la superficie abriendosus tremendas fauces conunos dientesresplandecientes. Habacogidoporunbrazoaunadelas mujeres que estabanlavando.Antes de que nadiepudierareaccionar,sehundien el agua llevndosela

  • consigo. La mujer sali a lasuperficie una vez. Gritaba,Sofia todava poda recordarel sonido. Despusdesapareci debajo del aguaotra vez y nadie pudoencontrar nunca restos deella.

    Eselprimerrecuerdodemi vida, pens Sofia. Viaquel cocodrilo y o cmo

  • gritaba la mujer. No es slounahistoriaquemecontmimadre Lydia u otra persona.Aquellofueloquerealmenteocurri.Yo estaba sentada alaorilladel roviendocmodesaparecadebajodelagua.

    Es raro, pens. Algoque la asustaba. El primerrecuerdo de su vida eracuando vio morir a unapersona, apresada entre las

  • faucesdeuncocodrilo.

    Sofia apartunmosquitoquesehabaposadosobresubrazo, antesdeque lepicaraatravesando la piel y lechupara la sangre. Otrasimgenes del pasadoempezaron a aparecer en sucabeza. Maria estaba casisiempre all. Haban sidoinseparables. Slo se

  • llevaban un ao y amenudopensaban que en realidaderan mellizas. Aunquesiemprehabansidopobreseincluso a veces se habantenido que ir a dormir conhambre mientras su madreLydia lloraba porque no lepoda dar de comer a sushijos,siemprehubociertaluzen su infancia. O acaso eraque ella slo quera

  • recordarlo de aquellamanera?

    En realidad Sofia noquera recordar lo que habaocurrido, pero no podaevitarlo. Fue aquellaespantosa maana cuandosucedi aquello tan terribleque cambi toda suexistencia.

  • Ella y Maria ibancorriendoporelcamino.Erapronto y el sol acababa deaparecer en el horizonte.CadamaanasumadreLydiales ordenaba ir por elcamino, no correr nunca atravsdeloscamposoporlatierra por la que nadiepasaba. All haba algopeligroso, animalitoshorribles, cocodrilos de

  • tierra que podan abrir lasmandbulasyarrancarleslaspiernas y los brazos a losnios pequeos que nomiraban dnde ponan lospies. Iban corriendo por elcamino y Sofia se puso asaltar a la pata coja.Mariaestaba a su lado, en elcamino. Sofia saltaba con elpie izquierdo. Despus pusoel pie derecho en el suelo

  • para volver al camino otravez.

    Lo siguiente querecordaba tan slo era undolor que le quemaba y unsilenciogrande y oscuro.Enel hospital estuvieron cadaunaenunacama,unaalladode la otra. Las heridas deMariaeranmuygravesyunanoche le cogi la mano a

  • Sofia y le dijo: Me voy acasa;despuscerrlosojosyenesemismoinstanteSofiasupo que Maria habamuerto.

    Sofia estaba sentada alladodelfuegoypensabaquea pesar de que haba tenidoque recordar lo sucedidomuchas veces, todava eraigual de doloroso. Se le

  • llenabanlosojosdelgrimascada vez que pensaba enMaria, como si acabara derer haca un momento. Lavea delante de ella, con suvestidoblanco, riendopor elcamino.

    A Sofia le resultabadifcildecomprenderlasutildiferencia que haba entre lavida y lamuerte, a pesar deque en realidad debera ser

  • muy grande.Adems, era lagente mayor la que debamorir, no los que eran comoella o Maria, nias que anno haban cumplido los diezaos.

    Se sec los ojos y pensque Maria haba muertohaca diez aos. Si hubieraseguido viva tendra veinte.Quiz tambin hubiera

  • tenidoshijos.Sofiaintentabaverla con el aspecto quetendra ahora. Pero eraimposible. Aunque podaimaginarse el cuerpo adultode Maria, con las caderasredondasy conpecho, era lacara infantil y sonriente deMaria laqueestabaenaquelcuerpo. Por muy mayor quese hiciera Maria, siempretendra cara de nia en su

  • memoria. Su cara noenvejecera.

    Sofia mir al cielo. Sihaca sombra con una manosobre los ojos para que elfuego no la deslumbrara,poda ver las estrellas quebrillabanallarriba.

    Su madre Lydia siempredeca que los que moran seconvertan en estrellas. A

  • Sofia le resultaba difcilcreer que fuera verdad,aunqueerabonitoimaginarseque eran los ojos de Marialos que brillaban all arriba.Pero sola pensar ms bienque Maria estaba dentro desu cabeza. Lo que estabaenterrado en la tierra eranhuesos y no sonrisas, nicarcajadas,nirecuerdos.

  • Lokko se levant, serasc y desapareci en laoscuridad. Sofia tomaba tfroenunvasodeplsticoyescuchaba los sonidos delinterior de la casa. A vecesLydia roncaba tan fuertequeseoaatravsdelasparedes.Pero ahora haba silencio.Lydia dorma en el suelosobre una alfombra de rafia

  • con una almohada delgadadebajode lacabeza.Sofia lehabapreguntadosinoqueraque le comprara una cama.Pero Lydia dijo que no.Siemprehabadormidoenelsuelo. No quera cambiaraquello, ahoraqueempezabaahacersevieja.

    Pero era Lydiarealmente vieja? Sofia

  • intentaba pensar. Lydia nosabamuy bien los aos quetena. Nadie haba escrito lafechaexactanielaoenquenaci.Cuandofuelobastantemayor para preguntarlo, sumadre ya haba muerto y supadre no se acordaba muybien. La madre de Lydiahabatenidounniocadaaodurante bastante tiempo.Haba parido once pero slo

  • tres haban sobrevivido. Supadre recordaba que Lydianaci un otoo inusualmentelluvioso. En septiembre,quizaprincipiosdeoctubre.Pero de qu ao?A eso nopoda responder. Sofia creaque Lydia tendra unos 45aos, aunque como estabacansada de haber trabajadomucho pareca mayor de loqueera.

  • La muerte la habaenvejecido.

    Primero haba muertoMariaenaquelaccidentequele cort las piernas a Sofia.Despushabamuertolaotrahermana de Sofia, Rosa, deuna enfermedad horrible.Uno de sus hermanospequeos haba muerto demalaria y otro de dolor debarriga.ALydiaselehaban

  • muerto cuatro hijos. De losque hoy vivan, una, Sofia,haba perdido las piernas yandabaconmuletas.

    Lydiahabavistomorirasus hijos. Eso la habaenvejecido. Les llor en sudesesperacin y las lgrimaslehabanmarcadoprofundossurcosenlacara.Lapenaporlosniosmuertosselehaba

  • pasado al cuerpo y se habaconvertido en dolor en lasarticulaciones, las rodillas ylosbrazos.

    ASofiaselellenabanlosojos de lgrimas cuandopensaba en su madre Lydia.Tanta desgracia y pena quehaba tenidoquesufrir en suvida.Noerararoquetuvierala cara de una persona muymayor.

  • Lokko apareci desde laoscuridadyseacostal ladodel fuego. Sofia continupensando en todo lo quehabaocurridoensuvida.Enlos tiemposdifcilesdespusdel accidente, cuando estabaenelhospitalyllorabahastaque se dorma por ladesesperacinante lamuertede su hermana Maria y porlaspiernasquehabaperdido,

  • muchas veces pens en queno quera seguir viviendo.Fue ella, Sofia, la que habapisadolaminaqueestabaenel suelo al lado del camino.PerofueMarialaquerecibipeor castigo y la quemuri.Por qu fue Sofia la quesigui viviendo y Maria laque muri, cuando deberahabersidoalrevs?

  • No se poda entender.Sofia se preguntaba siaquelloeraloquesignificabaseradulta.Sihabacosasqueno se podan entender.Y setenanqueaceptar.

    Con el pensamientoavanz hasta el ao en queRosa se puso enferma ymuri en el suelo, dentro de

  • casa,unanocheenqueSofiaylosdemsestabansentadosa su alrededor abrazndola,fuerte,paraquenolosdejara.Pero no consiguieron que sequedara. Muri y ahoraestabaenterrada.

    Sofia sola ir con Lydiahasta la tumba una vez a lasemana. Estaba junto a lasotras tumbas del poblado en

  • una colina, abajo, al lado deun riachuelo. Cada vez queiban haban cavado nuevasfosas. Gente nueva a la quese haba enterrado. Lydiasiempre lloraba. Se pona encuclillasylloraba,comosilamuertede suhijaacabaradeocurrir. Y no haca muchosaos.

    ParaLydia,sumadre,loshijos muertos siempre

  • estabancerca.

    Sofia se preguntaba aveces si los muertos podanhablar entre ellos. Que losmuertos y los vivos podanhablarentreellosyalosaba.A veces pareca como siMaria, Rosa y los hermanospequeosmuertos estuvierancerca de ella y pudieransusurrarle.

  • Cuando se hablaba conlos muertos se susurraba.Sofia no saba decir por queraas.Perosabaqueestabaenlocierto.

    Pero podan Rosa yMaria hablar entre ellas? Obajotierrahabauncompletosilencio? Podan hablarentre ellos arriba, entre lasestrellas,comocreaLydia?

  • Sofia mir hacia lasestrellasotravezconlosojosentreabiertos. De nuevopens que ser adultacomportaba que habamuchascosasalasquenosesabadarrespuesta.

    Not que tena ganas dehacer pis y se levanttrabajosamenteconayudadesus muletas. Si estaba

  • sentada mucho rato en elsueloledolanlascaderasallevantarse. Fue hasta lasletrinas. Lokko la sigui.Nunca la dejaba sola.Cuidaba a la familia entera.Especialmente a los dosniospequeosdeSofia.

    Se puso de cuclillas ehizo pis. Cuando se levantle volvieron a doler lascaderas. De nuevo junto al

  • fuego, puso ms lea y viocmocrecanlasllamas.

    El fuego ola bien. Casicomo el perfume que usaraRosadevezencuando.

    En las ascuas le pareciver la cara de Rosa. Unosaosantesdequemurieraeraunadelaschicasmsguapasque Sofia hubiera visto. Aveces tena un poco de

  • envidia de su hermana porser tanguapayporque todoslos chicos la rodeaban. Peroun ao despus, cuandomuri, toda la belleza habadesaparecido. La piel se lehabaestiradocomouncuerosobre los huesos. Estaba tandelgadaquenosesostenaenpie.

    Rosahaba contradounaenfermedad de la que nadie

  • hablaba pero que todo elmundo tema. Haca que lagente adelgazara, tuvieradolor de vientre y al finalmuriese. Excepto los msmayores, cualquiera podapadecerla. Los nios podanmorir, lo mismo que losjvenes. La enfermedad sellamaba sida. Era unaenfermedad que ningnmdico, ni siquiera los del

  • hospital de la ciudad, podacurar.

    De pronto Sofia viointerrumpidos suspensamientosporalguienquevenaandandoporelcaminoTantarde?Elquerealmentehaba odo el ruido eraLokko. Haba estirado lasorejas y se haba sentado.Tras un instante, Sofia vio

  • que era el viejo Augustinoquien iba andando por all.Eradelosmsancianosdelaaldea. Viva solo en unacabaa medio derruida y noeracomolosdems.Hablabasolo, se vesta de una formarara y nadie entendaverdaderamenteloquedeca.Adems, no poda dormir ypor la noche se paseaba porlaaldea.Nadieletenamiedo

  • porque era una buenapersona. En ese momentoapareci por entre laoscuridad.Sofiaviocomoseparaba echando la cabezahacia atrs para mirar elcielo.

    Una vez Sofia habahablado con l. Fue en unperiodo en el que ellatampoco poda dormir.

  • Estaban en el camino degravilla en la oscuridad.Augustinohablyhablasumanera susurrante eincomprensible. Pero depronto Sofia entendi lo queintentaba explicarle, quesalapor lasnoches apasearbuscando estrellas cadas.Podan quedarse en el sueloresplandeciendo si se tenanlos ojos adecuados para ver

  • suluz.Sofianohabalogradoentender lo que significabatener los ojos adecuados.Probablemente sloAugustino tena los ojosadecuados.

    De pronto mir hacia elfuegojuntoalqueestabaellaylasalud.Sofialedevolvielsaludoesperandoquenosele acercara y se pusiera a

  • hablar. En aquel momentoella quera estar a solas consuspensamientos.

    Augustino pareca haberentendidosusdeseos.Volviasaludarydesapareciporelcamino hacia la oscuridad.Lokko se volvi a echar conla cabeza descansando sobrelaspatas.

    Sofia bostez. Empezaba

  • a estar cansada. Dentro depoco dormira dentro, en sucama. Pero an deseabaquedarse un rato all fuera,juntoalfuego.Yanoecharams lea y vera consumirseel fuego hasta que sloquedara una fina capa debrasas.

    Se puso a pensar en losque estaban durmiendodentro de la casa de paredes

  • marrones.Sufamilia.La casa tena dos

    habitaciones. La comida sehacaenelfuego,queestabaapartado, en un pequeocuchitril, lo mismo que laletrina y el lugar donde sepodan asear, detrs de unascuantas alfombras de rafiaque haban colgado de unospostes. En una habitacindorman Lydia y los dos

  • hermanosdeSofia.Enlaotrahabitacin viva Sofia consus dos hijos. All tambinestabasuorgullo,lamquinade coser, que en los aosdifciles la ayud a ganardineroconelquecooperarenlacompradecomidayropa.

    Sofia sinti un calorinterior cuando pens en losque estaban durmiendo all

  • dentro. Aquel calor noprocedadelfuegosinodesupropio corazn que, a veces,poda ser como un autnticohorno.

    Tengo a mi madre y amis hermanos, pens.Tambin tengo a mis doshijos que estn sanos, queahora duermen y no tienenhambre. Cada da cuando sequedandormidosysqueno

  • tienen hambre, siento que lavida vale la pena vivirla. Siyohubieramuerto,mishijosnuncahabranexistido.

    A veces aquelpensamiento no slosignificaba una gran alegra,sino tambin una gran pena.MariayRosanuncatuvieronla posibilidad de traer hijosalmundo.Lotenaquehacer

  • ella.De vez en cuando

    pensaba que sus hijos enrealidad tenan tres madres.Unaqueviva,ella,ydosqueestaban muertas, Maria yRosa.

    Sonri al pensar en losnios, volvi a bostezar ysintiunligerocosquilleoenla barriga. Maana ira al

  • pequeo ambulatorio y lediran si estaba embarazada.Se puso una mano sobre elvientre, cerr los ojos eintentpercibiralgo.Lasdosveces que se haba quedadoembarazada haba estadosegura de ello antes desaberloconcerteza.Peroestaveznoeraas.

    Soy adulta, pens.Tengo casi veinte aos,

  • tengo hijos de los que soyresponsable y hay preguntasa las que no encuentrorespuesta.

    Apoy la espalda en elbancoytarareunameloda,una cancin infantil que ellayMaria solan cantar juntas.Senta una tremenda mezclade tristeza y alegra. Eraaquello quiz otro signo de

  • que era adulta? Cuando erania siempre haba sido unacosauotra.Oestabacontentao estaba triste. Nunca sepodaestarlasdoscosasalavez.

    Decidique as era.Erasadulto cuando podas estarcontentoytristealavez.

    A su lado, sobre laalfombra de rafia, estaban

  • algunos de sus diarios.Tenanlastapasrojasyhaballenado una pgina tras otradesde el ao en que muriRosa.Nosabaloquelehizotomar la decisinde escribirun diario. Una maana,simplemente,sedespertylodecidi. Haba llegado hastala ciudad en autobuses ycamiones, y bajo un calortremendo,habaidodetienda

  • en tienda hasta que encontrunaquevendadiarios.

    Abriunapginaalazar.Lasllamasdelafogatayanoeran tan grandes. Se inclinhaciadelanteparapoder leerloquepona.

    ChicodelaLuna.Sofia sonri para s. Y

    pensar que una vez haballamado as a Armando, alquedespusseraelpadrede

  • sushijos.ChicodelaLuna.Ojeel

    diario, detenindose de vezencuandomientrasintentabaleerbajoelresplandorquesehacacadavezmsdbil.

    Y pensar que tambin lohaba llamado Chico decanela!YSergio.YZ.

    Record aquella nochecuando vino a darle las

  • gracias porque le habaarreglado lospantalones.Erajusto antes de que Rosamuriera. Todava recordabaloquelehabadicho.

    Slo pasaba por aqu.Paradartelasgracias.

    Cerrdenuevo el diario.Haca tanto tiempo. Aquellavez ella se haba quedadocomo paralizada por la pena

  • de saber que Rosa estabamuy enferma e iba a morir.Al mismo tiempo, estabacontentadeveraArmandoydehaberseenamoradodel.

    Ahora juntos tenan dosnios y quiz fueran a tenereltercero.Prontolosabra.

    El fuego se habaapagado. Slo quedabanbrasasqueardan lentamente

  • sin llama. Ya casi no podadistinguir a Lokko, queestaba tumbado al otro ladodelfuegoapagado.

    Cerr los ojos, volvi abostezar y pens en irse aacostarasucama.

    Lydia se despert comosiempre la primera de lacasa. Sali al amanecer yestir sus doloridos

  • miembros,y entonces reparen que Sofia estabadurmiendosobre laalfombrade rafia al lado del fuegoapagado.Alladotenaunodesusdiarios.Lydiaseacercymir a su hija. Las dosmuletas, sus piernasortopdicas.Amabaasuhijaypensqueeramuyfuertealhaber superado todo aquellotan difcil y los dolores que

  • habatenidoquesufrir.Despus la despert con

    cuidado sacudindole unhombro. Sofia abri los ojosymirdirectamentealacaradeLydia.

    Dnde estoy? pregunt.

    Ests durmiendo aqufuera,juntoalfuego.

    Sofia se sent. Lydiasonri. A lo lejos el gallo

  • malhumorado de la seoraMukulela haba empezado acantar.

    Un nuevo da habacomenzado.

  • 2Sofia era la nica de lafamiliaque tenaun reloj depulsera. Le haba hecho unafalda a una de las hermanasdeArmando, que se llamabaAngela.statrabajabaenunacafetera de la ciudad yganaba dinero.Cuando fue abuscar la falda azul vio que

  • Sofiamiraba a hurtadillas elrelojqueellallevaba.

    Puedo pagarte conmeticais[1]odarteelreloj,teligesdijo.

    Sofia sintide inmediatoqueseponacolorada.No losoportaba. Slo los nios sesonrojaban y ella se habacomportado como una niaque no sabe reaccionar

  • cuando le ocurre algoimprevisto. Como ahora.Perocuandoseeraadultonosedebaunasonrojar.

    Angela lonoty se echarersinqueparecieraqueseburlaba. Aquello le facilitlascosasaSofia.

    Elrelojdijo.

    Sabescmofuncionanlasagujas?

  • Sofia casi se enfad.Claro que saba cmofuncionaban las agujas. Lohaba aprendido cuandoestuvoenelhospitaldespusdelterribleaccidente.Unadelas enfermeras le habaenseado.

    LafaldaesmuybonitadijoAngela.Aqutienesel reloj. La batera espequea pero dura un ao

  • entero.

    Desde aquel da Sofiatena reloj. La correa era deplsticorojoytenalaesferanegra y las agujas amarillas.Sofia sola entretenerseadivinando la hora. Cundoeran las doce?Miraba el soly lo notaba dentro de s.Cuando crea que haballegado la hora, miraba el

  • reloj.Aveceseramstardeya veces ms temprano. Perocasi siempre lo adivinaba.Notaba cundo eran las sieteolasdiez,cundolasochoolasnueve.Si sedespertabaamedianoche porque algunode los nios, Leonardo oMaria, se despertaba,siempre adivinaba la horaqueera.

  • Consult el reloj depulsera.Eranlassieteydiez.El gallo de la seoraMukulela continuabacantandoapesardequeyasehaba despertado todo elpoblado. Su madre Lydiahaba calentado lo quequedabade sopade lanocheanteriorylesdiodecomeralos hermanos pequeos de

  • Sofiayaloshijosdeesta.Sofia aprovech para

    marcharsemientraslosniosestaban entretenidoscomiendo. Si la vean irsepor el camino del pueblo,alguno de los dos se podaecharallorar.Nolesgustabaquesefuera.UnavezSofialepreguntasumadreLydiasiella tambin haca lomismodepequea.Llorabacuando

  • Lydiasemarchaba?Siempre contest

    Lydia. Eras la que mschillaba de todos tushermanos.

    Apesar de que slo eranlassieteelsolyaestabamuyalto en el cielo. Sofia notard mucho en ponerse asudar.Siempreempezabaporlafrente,justoenlalneadel

  • pelo. Despus se lehumedeca la parte de entrelos pechos. Al finalempezaba a sudar por laespalda.Perosiguiandando.No se poda hacer nadacontraelsol.Sinlnohabravida. As que una tena queaguantarseysudar.

    Utilizabalasdosmuletas.Cuando no tena que ir muy

  • lejoslebastabaconuna,peroel ambulatorio estaba a seiskilmetros as que tena queutilizarlasdos.

    Paraqueelcaminonosele hiciera tan largo escogien qu quera pensar. Hoypensara en Armando, elpadre de sus hijos y suprimer y nico amor. Unavez apareci en el camino ala luz de la luna y pareca

  • completamente azul. Hacasiete aos. Despus de lamuertedeRosa,Sofiaestuvodurante bastante tiempo tandesesperada por la pena queno tena ganas de estar connadie ms que con los mscercanos, tanto vivos comomuertos. Pensaba en Rosa yenMaria y soaba con ellasporlanoche.

    De vez en cuando vena

  • Armando a preguntar porella. Se sentaban en lasombra detrs de la casa yhablaban. Pero slo loaguantaba un rato cada vez.En su interior siempre tuvomiedo de que se cansara deella,yaquepodapensarqueestabams interesada en susdoshermanasmuertasqueenl. Pero no poda hacer otracosa. Estaba tan llena de

  • tristeza que no tena sitioparalaalegraqueelamorlepoda dar. Tendra que serdespus.

    Yas fue.Sofia continupenando, pero despus demedioaonotquelaalegraque senta cuando Armandoapareca andando por elcamino ocupaba cada vezmsespacioensuinterior.

    Un ao ms tarde

  • empezaron a vivir juntos.ArmandoySofiadormanenla habitacin ms interior,mientras que Lydia y losnios pequeos ocupaban laotra. A Lydia le gustabaArmando, aunque alprincipio tena sus dudas.Pero como trabajaba y nobeba demasiada cerveza, alfinal pens que Sofia habaencontradounbuenhombre.

  • Naturalmente, lo msimportanteeraquetuvierauntrabajo. Era mecnico y alprincipio trabajaba en unpequeo taller a las afuerasdel poblado. Dedicaban casitodo el tiempo a mantenervivoslosdosviejostractores.Un da, un ao despus dehaberseidoavivirconSofia,Armando llegpreocupadoacasaycontqueibanacerrar

  • el taller. Tendra que ir a laciudadabuscartrabajo.Sofiaestaba entonces embarazadadel primer nio, el que sellamara Leonardo. Tuvomiedo de que Armando sequedara sin trabajo o de quepudiese desaparecer en laciudad. Pero varias semanasdespus Armando encontrtrabajo. Volva a casa cadafindesemanaynoregresaba

  • alaciudadhastaeldomingo,altimahoradelatarde.

    UnavezSofiafueaverloa su trabajo.Eraunpequeotaller con una parte al airelibre.Elpropietariodeltallerse llamaba Samuel y era unhombre mayor que siempresonreaconunabocaalaquele faltaban casi todos losdientes. A Armando le caa

  • bien,aunqueno lepagaraunbuen sueldo y tampoco seatreva a dejar a Samuel sintenerantesotrotrabajodondepudieraganarms.

    Sofia tuvoaLeonardoenel ambulatorio hacia dondese diriga ahora. Fue unmircoles. Se habadespertado pronto por lamaana porque haba roto

  • aguas. Estaban preparadosporqueseacercabalahora,yya haban acordado con elsobrino de la seoraMukulela,que tenaunviejocamin, que llevara a Sofiaal ambulatorio si de prontohabaquedarseprisa.

    Y hubo que drsela.Lydia envi a uno de sushijos pequeos que corricomo un gamo sobre el

  • polvoriento camino. Sofiasentamovimientosy latidosdentro del vientre. SumadreLydia, que haba tenidotantos hijos, pareca msnerviosa que si hubiera sidoella la que estuviera a puntode tenerotro.Grity rialsobrino de la seoraMukulela cuando esteapareci por fin con el viejocamin.SubieronaSofiaala

  • cabina mientras Lydia seencaramaba a la plataforma,en laquehabaunas cuantascabras amarradas. Llegaronal ambulatorio a tiempo. EldoctorNkeka,quefueelquele haba dicho a Rosa quetenaunaenfermedadmortal,ya estaba en su sitio. Sonricuando vio que era Sofia.Durante el embarazo habavisitado a Sofia dos veces y

  • le haba dicho que todoparecaestarbien.

    Buena chica dijocuando vio a Sofia. Novienesnimuyprontonimuytarde.

    Dos horas ms tardenaci Leonardo. Su madreLydia estuvo all todo eltiempo, sujetndole la manocuando las contracciones

  • eranmsfuertes.Auncuandosentamuchodolor,Sofianoquera chillar. Ya habachillado bastante mientrasestuvoenelhospitaldespusdel tremendo accidente conlamina.Entoncessintitantodolor que a veces sedesmayaba entre grito ygrito.Ahora que iba a tenerunhijonoqueragritar.

  • Lydia fue la primera quevio que era un nio. Laslgrimas empezaron acorrerleporlasmejillas.

    Hasidoniodijo.Sofia cogi a su hijo de

    manos del doctor Nkeka ypens que era igual a otrosrecin nacidos que habavisto. Estaba arrugado y erafeo,ylomsmaravillosoque

  • podallegaraimaginarse.Maria susurr.

    MariayRosa,miradlo!Un nio guapo dijo

    eldoctorNkeka.Notienespiernas, Sofia. Y tambintienes graves quemaduras.Pero, de todas formas, erescompletamente normal.Cmo se va a llamar elnio?

    Sofia mir a Lydia, que

  • estabasentadaenunbancoallado de la cama mecindosedealegra.Nohabapensadoenque el nio necesitaba unnombre. Tampoco Armandohabadichonada.

    No s respondiSofia.

    Un nio guapo tieneque tener un nombre bonitodijoeldoctorNkeka.

  • Al da siguiente, cuandoSofiayaestabaencasaconelnio, lleg Armando. EldoctorNkeka,quevivaenlaciudad, haba pasado por eltaller mecnico y le habacontado que haba tenido unhijo.Samuelledioundadepermiso. Ahora estabasentado mirando a su hijo ySofia, de pronto, pens que

  • volva a parecer elChico delaLuna.

    CgelodijoSofia.Armando sacudi la

    cabeza.Nomeatrevo.Estuhijo.Tengomiedodequese

    mecaiga.SumadreLydiaestabaen

    lapuertadelacasaoyendolaconversacin a travs de la

  • ventana abierta. Entr deinmediato ymir duramenteaArmando.

    Naturalmente quetienesquecogeratuhijo.Nosetevaacaer.

    Cuando Sofia vio cmoLydia le pona al nio entrelosbrazos,pensdenuevoenMaria y enRosa. Poda serque la estuvieran viendo, apesar de que Sofia no las

  • pudieraveraellas?Sofiapensquesielnio

    hubiera sido una nia nohabra sido difcil. En esecaso se llamaraMaria.Y situviera despus otra nia sellamara Rosa. Pero ahoratenaunnio.

    Tenemos que ponerleun nombre dijo Sofia.Cmosevaallamar?

    Rogerio dijo

  • Armando.Comomipadre.Es un nombre bonito

    dijoSofia.PerodetodasformasnoesningnRogerio.Es otro nombrecompletamentedistinto.

    Armando se sinti unpoco molesto, Sofia lo pudonotar, pero no protest. Loprincipal para Sofia era versu tmiday torpealegraporelnio.

  • Sofia tambin se sentatmida y torpe a su vez.Cmo iba a hacerseresponsabledeunnio?Ellaque hasta ahora tambinhabasidounania.Unaniaque,adems,ibasaltandoporahconmuletas.

    Aquella noche, despusde queArmando regresase ala ciudad, y el nio se

  • hubiese dormido, Sofiaestuvo mucho tiempodespierta en la cama. No secansaba demirarle la cara aaquellanuevapersonaqueyahaba vivido dos das y casidosnochestambin.

    Sinti comounapunzadacuandopens en que el niose hara mayor. Seavergonzara porque tenauna madre que iba con

  • muletasyque cadanoche sequitaba las piernasortopdicas y las pona allado de la cama? Igualpensaba que ella no servaparanada.

    Intent apartar aquellospensamientos inquietantes.Elnio,apesardetodo,tenaun padre que era normal.Armando tena unas piernassanas y un cuerpo sin

  • cicatricesniquemaduras.Lydiaentrparaversiel

    nio dorma. No tenanelectricidad. Haba una velaencendidaalladodelacamadeSofia.

    Ests contenta? preguntLydia.

    Estoy contenta dijoSofia. Pero tengo miedo.Dequemuera.

    No va a morir dijo

  • Lydia.Parece fuerte.Si sepone enfermo nos vamosdirectamente a ver al doctorNkeka.

    Lydia desapareci por lapuerta. Sofia sopl la vela ycerr bien la mosquitera.Haba mosquitos en lahabitacin.Nopensabadejarexpuesto a su hijo a que lepicaran los mosquitos ycogieralamalaria.

  • Estaba amodorrada en laoscuridad y de pronto abrilosojos.Derepentesehabaacordadodealgoquelehabaexplicado el doctor Raul, elquelahabaatendidodespusdel tremendo accidente. Devezencuandopasabaaverlaa ltimahora, cuandovolvaa casa del hospital.A veces,cuando estaba muy cansado,tanslosesentabaalladode

  • su cama y le preguntabacmoseencontraba.Despusde que ella contestase, l sequedaba callado. Pero otrastardes, cuando no estaba tanagotado, se sentaba en sucamaylecontabahistoriasycosasdelagente.

    Unavez lehabahabladode un extrao hombre quehacamuchoscientosdeaoshabainventadounamquina

  • devolar.Cmosellamaba?TenaunnombrequeaSofia,ya entonces, le habaparecido bonito. Intentrecordarlo sin conseguirlo.Irritada, tratdeobligarasucerebroaque ledijeracmose llamaba aquel hombresingular.

    Era imposible. Concuidado se puso de lado ypermaneci con el nio

  • apretadojuntoasupecho.Estaba casi dormida

    cuando el nombre salicorriendo hacia ella a travsdelaoscuridad.

    Leonardo! As sellamaba. Tuvo que volver aencenderlavelaparaverasuhijo.

    Leonardo susurr.As te vas a llamar. Cuandoseasmayor,todosentendern

  • que el nico nombre quepodastenereraLeonardo.

    Sofia se par en elcaminoparasecarseelsudorde la frente. El recuerdo decmo dio con el nombre deLeonardo la pona contenta.Era un nombre bonito.CuandoselodijoaArmando,l lecomentqueelnombrelegustaba.

  • Sofia se haba paradodonde el camino haca unacurva hacia la escuela a laque ella iba cuando erapequea. Haba niosjugandoenelpatiodelacasamarrn que no tena niventanas ni puertas. Qudeprisa haba pasado eltiempo! Entonces todavatenapiernasya suhermanaMaria. Ahora Maria estaba

  • muerta y ella iba de caminoal ambulatorio para saber siestaba embarazada porterceravezensuvida.

    La vida es extraa,pens.Nuncasesabaqueraloque te esperabaa lo largodelcamino.

    Continuandando.Ensuspensamientos volvi a lapocaenquetuvoasushijos.Primero lleg Leonardo,

  • despus,dosaosms tarde,naci Maria. Ese nombre lohaba propuesto Sofia.Estaban sentados junto alfuego una noche cuandoSofia estaba tan gorda queapenassepodamover.

    LydiadijoArmando. Tiene un nombre queempieza por L.Y Leonardo.Qu nombre le pondremossi tenemos otro nio? Y si

  • esunania?Aquella noche jugaron a

    losnombres.Laurinda dijo

    Armando.OLucas.Maria dijo Sofia.

    Siesunania.Y fue una nia. Y se

    llam Maria. No haba msnombresparaella.DeprontoSofiatenadoshijosyannohaba cumplido los veinte.

  • Cuando Maria naci,Leonardo era tan mayor queya saba andar. Armandosegua trabajando paraSamuel,elgallodelaseoraMukulela segua cantando ySofia pensaba amenudo queaunque eran pobres nocambiara su vida por la denadie.Lasnochesdelosfinesde semana, que Armandopasaba en casa, ella

  • descansaba segura junto a len laestrechacama.Apesarde que Armando siempreestabamuycansandocuandollegaba a casa, solan hablardel futuro. Su mayor sueoeraque losniosquehabantenido pudieran ir a laescuela.Armando slo habaido a la escuela hasta saberleer y escribir. Sofia habaido a la escuela ms tiempo

  • que l. Ella tambin habasoado en seguir estudiandoyenun futuromaravilloso einconcebible llegar a sermdico. Pero con el tiempotenacadavezmsdudas.Siquera estudiar en launiversidad, cmo iba a ir avivira laciudad?Dedndeiba a sacar el dinero?Despus, cuando nacieronLeonardoyMaria, empeza

  • pensar que quiz podaestudiar para enfermera oparamaestra.

    Adems, tena bajo suresponsabilidad a Lydia y asushermanospequeos.Trasla muerte de Rosa, Lydia seconvirti en otra persona.AntesdequeRosafalleciera,solareryparecapoderconcualquier trabajo que se le

  • presentara. Pero cuandomuriRosa,Lydiaserompi.Sofia se haba dado cuenta.Nunca hablaba con Lydiaabiertamente de ello, ya quea su madre no le gustabahablar de sus sentimientos.Pero Sofia vea lo quepasaba. Lydia se cansabacada vez ms. Sofia,simplemente, no podaabandonarla. Tena que

  • quedarse hasta que sushermanos pequeos fueranmayores. Y quin cuidarade Lydia cuando fuera tanmayor que ya no pudiera ircadamaana a los campos atrabajar con la azada bajo elardiente sol hasta queanocheca?

    Sofia lleg alambulatorioy sedetuvoa la

  • sombra de un rbol parasecarse el sudor de la cara ydebajodelablusa.Cuandoseagach hacia delante parallegar con el pauelo a laparte delantera del cuerpopens que tena los pechostan grandes que sin dudahabra suficiente paraamamantaraotronio.

    Si era una nia sellamaraRosa.Sieraunnio,

  • Armandopodraelegirlo.Sofia atraves la

    explanada de arena donde lagente llevaba una tela sobrelacabezaparaprotegersedelfuerte sol. Muchos sequejaban.Sofiaseapresurapasar con las muletas. Enaquellos momentos noaguantaba el sufrimiento deotragente.

  • La sala de espera estaballena.Apesardequelasdosventanas estaban abiertasfaltaba aire en la sala. Sofiase apoy contra la pared ysobreunadelasmuletas.Unjovenqueparecatenerfiebrese levant pesadamente paradejarlesusitioenelbancodemadera. Sin embargo, ellaneg con la cabeza. Poda

  • quedarsedepie.Pas lamirada por todos

    los enfermos que haba all.Todos tenemos algo,pens.Nadie se libra, ni delas enfermedades ni de laspenas.Todostenemosalgo.

    Pas casi una hora hastaque Sofia pudo entrar en elconsultoriodeldoctorNkeka.Aquel da estaba cansado, lo

  • vio de inmediato. Habatantos pacientes que nopodracontodos.

    Observ a Sofia a la vezqueselimpiabalasgafas.

    Sofiadijo.Cmoests?

    Bien.Ytushijos?Bien.Y tu madre? No

    recuerdocmosellama.

  • Lydia. Tambin estbien.

    El doctor Nkeka se pusolas gafas y asinti pensativoconlacabeza.

    Pocas veces oigo quetanta gente est bien.Especialmente aqu dentro.Aqu me paso el da enterooyendo cmo todo elmundotiene dolor, padecimiento,pena,miedo.Ytestsbien.

  • Entonces,aquhasvenido?Creo que estoy

    embarazada murmurSofia.

    Qudices?El doctor Nkeka se ech

    hacia delante para orlamejor.

    Creo que estoyembarazada.

    El doctor Nkeka asinti.Ahoralohabaodo.

  • Vamos a saberloenseguida.

    Llam a una puerta conun bastn y enseguida abriunaenfermera.

    Sofia quiere saber siest embarazada dijo.Vamosaayudarla.

    Sofia acompa a laenfermera.Sabaloqueibaaocurrir. Primero la haran

  • pasardetrsdeunacortinillaa hacer pis en un pequeorecipiente. Despus, laenfermera mojara un palitoen la orina. Si cambiaba decolor sucedera lo que ellaintua.Tendraotronio.

    Tard un poco hastaconseguir sacar un poco depis. Siempre le ocurracuandoestabanerviosa.

    Sali de la pequea

  • habitacin detrs de lacortinilla y le dio elrecipientealaenfermera.

    Quieres tener unnio? pregunt laenfermera.

    S respondi Sofia.Squequiero.

    Estuprimerhijo?Yatengodos.Lospuedesmantener?

    Lespuedesdardecomer?

  • S,squepuedo.

    La enfermera asinti conla cabeza,meti el palito enlaorinayenseguidalosac.

    Sofiavioelcolor.Estabaembarazada! Sinti una granalegra, como una ducha deagua caliente. Lydia sepondra muy contenta, yArmando.Armando!

    La enfermera abri la

  • puertaquedabaalaconsultadel mdico y le dijo queSofiaestabaembarazada.

    Vuelve dentro de unosmeses contest el doctorNkeka. Entonces mirarquetodoestbien.Ycuandoel nio haya nacido noquisiera que lo trajeras porhabercogidolamalaria.

    Tengo mosquitera contestSofia.

  • Sofiavolviacasa.Elsolle achicharraba la cabeza.Pero lo senta todo tan fcil.Ni siquiera le dolan lascaderas despus del largotrechoquehabacaminado.

    Algo grande habaocurrido. No slo queestuviera de nuevoembarazada. Se sentainvulnerable.

    Nadalepodahacerdao.

  • Tena prisa. Tenamuchas cosas que explicar.AntesqueanadieaLydia.YArmando ira a casa al dasiguiente.

    Entonces le dara la grannoticia.

  • 3Aquel tiempo que siguidespus, Sofia siempre lorecordara comolos buenostiempos. No recordabahaber estado tan bien nuncaen la vida. Lo nico que lahaca sufrir durante elembarazoera laespalda,queaveces ledola tantoqueno

  • se poda mover. Entonces lairritaban sus hermanospequeos y su madre Lydia,pero tambin sus hijosLeonardo yMaria, e inclusoArmando. Ella intentabahacrselo comprender perosinconseguirlo.

    Por qu tenemos quepagarlo los nios o yo?lepreguntaba.

  • Me pongo en elcaminoyleecholabroncaala primera persona que paseporall?

    Durante aquel tiempoocurri varias veces queArmando y ella se metieronen la estrecha cama sinhablar. Pero pronto se lespasaba,hastalasiguientevezque Sofia se irritaba denuevo.

  • Dio a luz a su hijo ochomeses despus de haberestado en el consultorio deldoctor Nkeka y de que seenterara de que estabaembarazada. Las otras dosveces sinti dolor al parir alos nios. El doctor Nkekadijo que poda ser por lasheridas que recibi al perderlas piernas tras la explosin.Peronoeraseguro.Estavez,

  • cuando dio a luz a su tercerhijo,fuemuchomsfcil.

    Fueunania.Cuandovioasuhijalaprimeravezpensque aquella cosa arrugadaincluso se pareca a Rosa.Fue como si su hermanahubieravuelto.

    Lydia, que estaba en laciudadvendiendoverdurasenelmercado, se fue corriendo

  • a verla nada ms volver acasa, donde se encontr conlos nios pequeos que lecontaronexcitadosqueSofiahaba ido al ambulatorio.Lydia estaba sin alientocuandoentrenlahabitacindonde estaban Sofia y otrastresmujeresqueacababandedaraluzoestabanapuntodehacerlo.Tenalacarasudada.

    Ha sido una nia

  • dijoSofia.Esttodobien?Sofialeenseasuhija.Tienediezdedosenlas

    manos y diez en los pies.Tiene dos ojos, dos orejas,una boca y una nariz. Tienepelo en la cabeza y pareceuna nia completamentenormalentrelaspiernas.

    Gracias a Dios dijoLydiasentndoseenelborde

  • delacama.SellamarRosadijo

    Sofia.A Lydia le brillaron los

    ojos. Pero no dijo nada. ALydia, como siempre, no legustaba demostrar susemociones. Cuando se ponatristeseesconda.

    Armandollegacasadosdasdespus.Era sbadopor

  • la tarde y, como siempre,estabalibrehastaellunesporla maana. Lydia se loencontrenelcaminojuntoalos nios pequeos, quehablaban todos a la vezintentando describir cmoera la recin nacida.Armando se dio prisa envolver a casa mientras legritaba a todo aquel conquien se cruzaba que haba

  • tenidounahija.Lstima que no haya

    sido un chico contestabanalgunos.

    No hay nada malo entener hijas respondaentoncesArmando.

    Sofiaestabasentadaenlaescalera esperndolo. Sehabapuestoguapaysostenaa la nia en los brazos.Armandonoslo ibaavera

  • su hija sino que tambin seiba a encontrar con Sofia, ycomprobaraloorgullosaqueestabaaquellamadre,apesarde las piernas ortopdicas,las muletas y el cuerpo tangordo que se le habaquedado.

    Armando se quedcortadodelantedeella.

    Ha ido todo bien?pregunt.

  • Ha ido todo bien.Rpido. Tampoco me hahechomuchodao.

    Sangrastemucho?Ahora era Sofia la que

    estaba cortada. Armando nosolahablardeesascosas.

    NomuchomurmurSofia.

    Despus, apartando unatela que le cubra la cara, le

  • enseasuhija.Armandoseinclin con cuidado haciadelante. En el fondo, lospequeos armaban jaleoporque tambin queranmirar, pero Lydia no lesdejabasalir.

    Est igual de arrugadaque los dems dijoArmando.

    Los nios salenarrugados respondi Sofia

  • molesta.Peroesbonitasedio

    prisa Armando en aadir.Haba notado por la voz deSofia que no le gustaba loquelehabadicho.

    Quiero que se llameRosadijoSofia.

    Est bien dijoArmando.Lloramucho?

    Slo cuando tienehambre.Quierescogerla?

  • Armando se sec lasmanosenlospantalonesylacogi con cuidado, como sifueradecristal.

    Laverdad es que tienela cara muy arrugadadijoArmando. Pero de todasformas se puede ver quecuando sea mayor ser unaniabonita.

    Se parece a Rosa dijo Sofia. Pero t no te

  • puedes dar cuenta de esoporque slo la viste cuandoestabamuyenferma.

    Aquella noche, mientrasArmando dorma, agotadotraslalargaypesadasemanadetrabajoencasadeSamuely sus coches rotos, Sofia sehaba sentado junto al fuegoahablarconLydia.LaseoraMukulela pas por all y se

  • sentun rato.Olaacervezaysereaacarcajadasdetodo,aunque lo que dijeran nosiempre fuera divertido.Enseguidadesapareciporelcamino en medio de laoscuridad.

    BebedemasiadodijoLydia con amargura. Avecesnosquhombresdejaentrarensucasa.

    Djala tranquiladijo

  • Sofia. Ella se re, as queno ser tan peligrosa la vidaquelleva.

    Lydia movi la lea delfuego con un bastn. Laschispas se alzaron ydesaparecieron en laoscuridad.

    Esperoque tengasotrohijo varn dijo Lydia.Entonces me podr morirtranquila.

  • Sofia mir sorprendida aLydia.

    Porqudiceseso?Porque uno no sabe

    cunto tiempo va a vivir. Yvosotros necesitis otro hijo,unvarnqueospuedaayudarcuandoseisviejos.

    Estsenferma?Nomsdelonormal.Noquiero quemueras.

    Ya han muerto demasiados

  • ennuestra familia.Lomejoresquelosqueestamosvivossigamos viviendo. Adems,tenemos que cuidar de losnios.

    No piensomorirmedijoLydia.Seguroqueanpuedo aguantar un par deaos ms. Pero tengo queasumir que me estoyhaciendovieja.

    Slo tienes 43 aos

  • dijo Sofia. O 44, o 42. Oquiz45.

    Me siento viejadijoLydia. Me duelen losbrazos y las piernas, ya notengo tantas fuerzas comoantes.

    An puedes vivir eldobledijoSofia.Quieroquetehagasviejadeverdad.

    Laconversacinseacab.Ninguna de las dos quera

  • continuarla.Armando roncaba dentro

    de la casa. Sofia sonripensandoenqueestabaall.

    Unavez estabadepie enelcaminoalaluzdelaluna.lfueelprimeroquehizoelamor con ella.Ydespus nodesaparecibajo la luzde laluna.Sequedjuntoaella.

    Lydia se qued dormidajunto al fuego. Tambin

  • roncaba. Cuando Rosaempez a quejarse dentro dela casa se despert. Sofia selevantyentrparadarledemamar.Armandodorma.

    Sofia encendi una vela.Lydia estaba en el quicio delapuertamirndola.Sonrea.

    Voy a vivir un pocoms. Tienes razn. An nosoytanviejacomoparatener

  • quemorir.

    Aquellos fueron buenostiempos para Sofia y sufamilia. Mucho tiempodespus, Sofia pensara quenunca se haba redo tantocomo cuando naci Rosa.Quiz antes del tremendoaccidente, cuando era muypequea.Nolorecordaba.

    Cuando Rosa tena tres

  • meses Sofia fue a la ciudad.Los otros dos nios sequedaron con Lydia.Armando, tras muchoinsistir,habaconseguidoqueSamuel le dejara un viejococheconelquefueabuscaraSofiaya lania.Elmotorhaca ruido y echaba muchohumo, tena abolladuras, lefaltabaunguardabarrosylasventanillasnosepodanabrir

  • ni cerrar. Pero Armando leabri orgulloso la puerta aSofia,quellevabaenbrazosaRosa. Se fueron por elcamino, a travs de loscampos donde Lydia solatrabajar con su azada, ydespus salieron a lacarretera principal, queestabaasfaltada,endireccinalaciudad.

    Un da tendremos un

  • cochedijoSofia.De dnde sacaremos

    eldinero?No lo s. Pero nada es

    imposible.A veces Sofia

    considerabaqueArmandoerademasiado cauteloso. No seatreva a tener pensamientosgrandes de verdad sobre elfuturo. No era como Sofia.Ella poda pensar que todo

  • eraposible.Porqunoibana poder ellos comprarse undauncocheviejo?

    El trfico aumentaba, losgases de los motores semetan en el coche. Sofia letap la cara a Rosa,asombrada de que pudieravivirtantagenteenlaciudad.Dnde vivan? Dndetrabajaban? Qu coman?

  • Armando conduca concuidado,peroapesardeelloa veces se vea obligado afrenar de golpe. Al finalllegaron al destino de suviaje.

    El hospital! El lugar alque Sofia fue llevada el dadel tremendo accidente.Entonces estaba sinconocimiento y no desperthasta muchos das despus.

  • Sinti una punzada, unescalofro al recordar losterriblesdoloresquetuvoquevivir.

    Fue tambin en aquelhospital donde Maria, suhermana, muri. Ahora ellallevabaaRosaenlosbrazos.

    Selellenaronlosojosdelgrimas.Lavidaaveceseratan difcil de entender.Armando not las lgrimas

  • ensusojosperonopreguntnada.Slo laayuda saliryle prometi que volvera abuscarlaporlatarde.

    Sofia fuepor lospasillosque tan bien conoca. Habagente enferma tumbada osentadaportodaspartes.Olaa fiebre y a suciedad, avmitosymiedo.

    Sofia saba aquello, que

  • el miedo huele. Ella mismalohabasentido.

    Lleg al departamentodonde ayudaban a la gentequehaba perdido los brazoso los pies. Fue all donde ledieron las piernas nuevas ydonde aprendi a andar denuevo, con ayuda de lasmuletas.

    De pronto alguien lallamporsunombre.Erauna

  • chica de sumisma edad queestaba en la puerta. Llevabael uniforme de enfermera.Sofia la reconoca, pero nosabaquinera.

    La enfermera se leacerc.

    Nomereconoces?En ese mismo momento

    Sofia supo quin era lapersona que tena enfrente.Le mir rpidamente las

  • piernas para estar segura.Tena razn! La enfermerallevaba una piernaortopdica.

    Era Hortensia, la chicadel pueblo remoto quetambin haba pisado unamina y que se haba hechoamiga suya durante aquellapoca tremenda que pas enel hospital. Un da tambin

  • ella se fue a casa y nuncamssevolvieronaencontrar.Hacadiezaosdeaquello.

    Hortensia dijo Sofia. Pensarque tevolveraaencontrar!

    He soado contigo dijo Hortensia. Y ahoraests aqu delante dem conunnioenlosbrazos.

    Se sentaron en un bancoque haba en el pasillo del

  • hospital,mirandoa laniaymirndoselaunaalaotra.

    Hacediezaosquenosconocimos dijo Sofia.Mequedtantristecuandotefuiste

    Yo tambin estabatriste. Pero a la vez estabacontentadevolveracasa.

    Hortensialeexplicqueapesarde lapiernaortopdicahaba estudiado para ser

  • enfermera. Primero iba conuna muleta, despus con unbastnyahorayapodaandarsinningunaayuda.

    Ests casada? pregunt Sofia. Tienesnios?

    Todavano.Perotengonovio. Trabaja aqu en elhospital.Escarpintero.

    Sofialehabldesuvida,de los nios y deArmando.

  • Quehaba ido a la escuela yque ella tambin habasoado con llegar a serenfermera.

    Te envidio dijo.Aunquemegustaverteconeluniformeblanco.Ojal fuerayo.

    Pues claro que puedessert.

    Nodijo Sofia.Nopodrnuncaandarsinapoyo.

  • Y as no se puede serenfermera.

    Hortensia no contestporquesabaqueloquehabadichoSofiaeracierto.

    Hevenidoarecogermiltimo par de piernasdijoSofiaalcabodeunmomento. Mis piernas han dejadode crecer. Esta es la ltimavezquenecesitocambiar las

  • viejas. Las piernas que medenahora lasque tendrqueusar mientras viva. Si no serompen.

    Hortensia, naturalmente,saba todo lo referido alcambio de piernas. Si unapersona joven tena unaccidente,elesqueletoseguacreciendoylaspiernastenanque cambiarse de vez encuando. Ella haba pasado

  • porlomismo.Te vas a poner muy

    contentadijo Hortensia.Adivina quin trabajatodavaaqu?

    Esa enfermera que sellamabaMariza?

    Est en otrodepartamento.

    Entonces no s quinpuedeser.

    Claroquepuedes.

  • Sofia intent pensar.Haba tanta gente que lahaba ayudado mientrasestuvoall.

    El doctor Raul dijo.Esl?

    No lo he visto desdehace unos aos respondiHortensia.Quiztrabajeenalgunaotraparte.

    Pues entonces no squin.

  • Squepuedes!Aydame.Po-po-po dijo

    Hortensiaponiendoloslabioscomo si quisiera darle unbesoaalguien.

    Entonces lo supo. Sofiaseemocionintensamente.

    Mestre Emilio dijo.Esl?

    S,l.Perotienequesermuy

  • viejo.Seguro. Pero sigue

    aqu.Sofiapensenelanciano

    que siempre deca po-po-po cuando meda lo largasque tenan que ser unaspiernas. La haba ayudado ycuando estaba triste siempreestabaallparaconsolarla.

    Hortensia se levant

  • diciendo que tena que ir atrabajar.Cogide lamanoaSofia.

    Dnde vives? pregunt.

    Vuelvo al poblado dijoSofia.

    Puedesvivirenmicasadijo Hortensia. Tengounahabitacinenunacasanolejos de aqu. Est en laplanta baja. No necesitars

  • subirlasescaleras.Qudirtunovio?Stefano? No dir

    nada.Lehehabladodeti.No olvides que tengo

    tres hijos dijo Sofia.Tengoquepensarlo.

    Hortensia se fue deprisa.Sofia se dio cuenta de queapenassisenotabaquetenaunapiernaortopdica.Porun

  • momento aquello ladeprimi. Despus pens enMarialaqueestabamuerta,yen Maria la que estaba encasa con Lydia. No tenatiempo de estar ocupadapensandocosastristes.

    Cuando entr en la saladonde iba a probarse lasnuevas prtesis, MestreEmilio la estaba esperando.

  • Dijo po-popo y meci lacabeza cuando vio al nioqueSofiallevabaenbrazos.

    Ya tienes hijos dijoMestreEmilio.Y tevoyadar el ltimopar de piernas,si no recuerdo mal. Cmopasaeltiempo!

    Me he encontrado conHortensiadijoSofia.Nola haba visto desde hacadiezaos.

  • El tiempo pasa dijoMestre Emilio. Cuando sees nio, est quieto o pasacon insoportable lentitud. Ono se piensa en el tiempo opasa inadvertido. Despuspasa cada vez ms deprisa.Pero lo ms difcil es eltiempo que se pasa unopensandoenalguienqueunocree que no va a ver nuncams. Cuando por fin se

  • consigue,eltiempoteparecealavezlargoycorto.

    Sofia no estabacompletamente segura dehaberentendido loquehabadichoMestreEmilio.Avecesutilizaba demasiadaspalabrascuandohablaba.

    Un nio pequeo dijo.Esnioonia?

    Es una nia. Se llama

  • Rosa. Tengo tambin otrahija que se llama como mihermana, la que muricuandoyoperdlaspiernas.

    Mestre Emilio asintidespacioconlacabeza.

    Lo recuerdo dijodespacio. Erais doshermanasyunamuri.

    Sofiasintiunnudoenlagarganta. Ya no quedaba

  • mucha gente que recordaraque hubo un tiempo en queellatenaunahermanaquesellamaba Maria. Pero MestreEmilio se acordaba. Para lMariatodavaseguaviva.

    Po-po-po dijo.Vamos a mirarte laspiernas?A la nia la puedesponerenmisilla.

    Sofia acost a Rosa, quedorma. Despus Mestre

  • Emilio se puso a examinarlelas piernas, que estabansujetas con unas correasalrededordelacintura.

    Es hora de cambiarlasdijo.Yahas crecidodeltodo.Tehacenrozaduras?

    Si ando mucho mehacendao.

    Pues vamos acambiarlas.Peroprimerovoyatomarmedidas.

  • Cuando Armando fue abuscarla ya estaba avanzadalatarde.Sofiaestabasentadaesperndolo en un bancodelante del hospital. Diezaos atrs haba estado allsentada en una silla deruedas. Sin piernas. Tenaque volver al hospital unaltima vez dentro de dossemanas para recoger laspiernas nuevas. Esas la

  • mantendran de pie el restodesuvida.Quizalgunaveztuviera que repararlas. Perono necesitara cambiarlasnuncams.

    Sofia le dio de mamar aRosamientrasesperaba.Anestaba confundida por suencuentro con Hortensia. YMestre Emilio! Quiz eldoctor Raul tambin

  • estuvieraporelhospital,ylahermana Mariza. Habanocurrido tantas cosas, ytantos reencuentros yrecuerdos.Hortensialehabaofrecido vivir en la ciudad.Mir a la gente que seapresuraba por la calle.Mujeres con grandes pesossobre lacabeza,nioscon laropa rota, cochessobrecargados. De pronto le

  • atraa la idea de vivir en laciudad un tiempo. Pero nopoda llevar all a los nios.Y qu dira Armando?Desechporcompletolaideaypensqueloimportanteeraque se haba encontrado conHortensiayquenotenanquepasar otros diez aos paraversedenuevo.

    Son un pito a su lado.Dio un respingo. Armando

  • sali del coche y cogi aRosa en brazos. Sofia pensqueyanotenamiedodequese le cayera. As habapasado con los tres nios.Armando necesitaba tiempoparaacostumbrarse.

    Sofia se sent en elcoche. Armando le habacompradomazorcasdemaz.Ahora not lo hambrientaque estaba. Armando logr

  • conmaaycuidadometerelcoche en el trfico. Sofiatena tanto que explicar quenolediotiempodecomerloquellehabatrado.

    Noentiendo loquemeests diciendo protest l. Come primero y habladespus.

    Sofiasepusocolorada.Aveces era vehemente comoun nio, lo saba. Le daba

  • vergenza demostrar aArmando lo infantil quepodallegaraser.

    Antes de llegar alpoblado ya le haba dadotiempo de contarle todo loque haba ocurrido. Pero nole dijo nada de la idea deHortensia de que se fuera avivir a su casa en la ciudaddurante un tiempo. No saba

  • cmo iba a reaccionarArmando. No quera que seenfadara.

    A pesar de que se habahecho de noche, Armandotuvo que volver a la ciudadcon el coche que le habadejado Samuel. Comosiempre, volvera dentro detres das, cuando fuerasbado.

  • AquellanocheSofiasocon Hortensia. Ella y Sofiaestaban en el hospital con eluniforme blanco de lasenfermeras.Yningunadelasdos llevaba piernasortopdicas. Bailaban entrelos enfermos que estaban enlospasillos.

    Por la maana Sofia anrecordaba el sueo y lo

  • escribi en su diario, en elque intentaba escribiralgunaslneascadada.

    Dos semanas ms tarde,cuandovolvialaciudadconRosa en la espalda para queelMestreEmilio lediera laspiernas nuevas, le explic aHortensiasusueo.

    Las piernas no lasrecuperaremos dijo

  • Hortensia.Peronoshemosrecuperadolaunaalaotra.

    Sofia recogi sus piernasnuevas que la hacan unoscentmetros ms alta y quenolerozabancontralapielalatrselas.

    Yanoteharsmsaltadijo Mestre EmilioPero espero que no meolvidesyquevengasavermealgunavez.

  • Vendr.

    CuandoSofia sepuso laspiernas nuevas fue a ver aHortensia y ambas fueron atomarse un refresco en unquiosco a la puerta delhospital. Armando antardara varias horas en ir abuscarla.Hacamuchocalor,las dos estaban sudando. Elsudor les caa con la misma

  • intensidadconque les salanlas palabras de la boca.Despus Sofia pens queechabademenosaalguiendesu misma edad con quienpoder hablar.Alguien que laconociera desde que erapequea.Noeranmuchos.Enelpoblado lamayorpartedelaschicassehabancasadoyse haban ido de all. Peroahora estaba Hortensia. Se

  • prometieron no perder elcontacto. Sofia dibuj en unpapel un plano para queHortensia pudiera encontrarel pueblo donde estaba sucasa.

    Aquella tarde hablaron ysudaron.Sereancasitodoeltiempo, aunque a veces,cuando Hortensia le contabacosas demasiado ntimas de

  • su novio Stefano, Sofiaenrojeca.

    De pronto Hortensia sequedcallada.

    Tengo que decirte unacosa que te va a poner tristedijoalcabodeunrato.

    Sofianotcomounnudoenelestmago.

    Es el doctor Raul continuHortensia.

  • Qulehapasado?Estmuerto.Sofia sintiunapunzada.

    Cmopodaestarmuertoeldoctor Raul? Si an erajoven.Selellenaronlosojosdelgrimas.

    Telotenaquedecirdijo Hortensia. No mepoda quedar aqu sentadadisimulando.

    Qupas?

  • Se ahog. Estaba enInhaca,esaislaenmediodelmar,bandose.Loquepasnolos.Peroloencontraronmuertoenlaplaya.

    Cundofueeso?Haceunao,quizdos.

    Nos.Sofia quera gritar. El

    doctorRaullahabaayudadoms que nadie. No era justoque se ahogara. Era tan

  • injusto como que Mariamuriera,yRosa.

    La muerte siempre erainjusta.

    Sofiacogilasmuletasyse levant. Seal la iglesiaquehabacercadelhospital.

    Quieroiralldijo.Meacompaas?

    Hortensia la acompa alaiglesia,queestabavaca,a

  • excepcin de dos ancianasque estaban limpiando elpolvo.Sofiacogiunavelayla encendi. Despus sesentaron en silencio en unode los bancos. Cuando Sofiaempezallorar,Hortensialacogidelamano.

    Se separaron delante delhospital. Hortensia tena quevolver al trabajo. Sofia sequedsentadapensandoenel

  • doctor Raul y en la muerteque nunca se saba cundoibaavenir.

    Pasaron unos meses, loque para Sofia fueron losbuenos tiempos. Fueronbuenos a pesar de que lamuerte del doctor Raul laponatriste.

    Cuando Rosa cumplicinco meses, Sofia fue al

  • ambulatorioparaenserselaaldoctorNkeka.

    Parece estar bien dijo despus de haberlaexaminado y pesado.Lloramucho?

    Noespecialmente.Detodasformasparece

    que come bien, porque estensupeso.

    Sofia se ataRosaen la

  • espalda y se fue hacia sucasa. En el cielo se estabanformandounasnubesnegras.Sinosedabaprisaempezaraalloverantesdellegar.

    Lleg a tiempo. Por lanoche empez a tronar. Losnios dorman a su ladomientras ella permanecadespierta escuchando lostruenos y contando losrelmpagos. El calor

  • bochornoso se transformenunafrescabrisanocturna.

    El da siguiente erasbado. Armando volvera acasa, como siempre. Sofiaprepar un guiso con arroz,verduras y unos cuantostrozosdecarne.

    Despus esper. Yesper. Pero Armando nolleg.

  • La inquietud se fueacercando a ella despacio,arrastrndose, como unaserpiente queimperceptiblemente se habametidoensucuerpo.

  • 4Dieron las diez. Y lasonce. Y las doce.Medianoche. Pero Armandono lleg. Cuando Lydiapregunt, Sofia intentesconder su inquietud y dijoque quiz tena mucho quehacer.Yahaba pasadootrasveces.

  • TantardenohallegadonuncadijoLydia.

    Sofianocontest.Peroseenojconsumadre.Semetaen algo que no le incumbapara nada. La inquietud erade ella, no de su madreLydia.

    Cenaron. Sofia mirabatodo el tiempo hacia eloscurocamino.Porall solallegar Armando andando

  • cuandobajabadelautobso,si haba hecho autostop, dealgncaminalotroladodelro.

    En dos ocasiones lepareci verlo. Pero laprimera vez era el ancianoAlfonso, que haba bebidodemasiada cerveza y pastarareando camino de sucabaa donde ahora viva

  • solo ya que su mujer habamuerto y todos los hijos sehabanidoavivirfuera.

    BebedemasiadodijoLydia. Lo mismo que laseoraMukulela.

    Djalostranquilos.Lydiamirsorprendidaa

    suhija.LarespuestadeSofiahabasidocomounbufidodegato. Pero Lydia no dijonada. Saba que Sofia era

  • irascible y a veces se podaponer furiosa sin que Lydiaentendieraporqu.

    La segunda vez los quesurgieron de entre lassombras del camino fueronloshermanosBasima,ToroyEduardo, que venanandando. Vivan de la pescadel roy solan llegar a casatarde.SaludaronaSofia.

  • Tenemos hambre.Invtanosacomer!

    Se ha acabado gritSofia como respuesta. Osdarndecomerencasa.

    Cmoestnlosnios?Estnbien.DndeestArmando?Trabajando.Los hermanos

    desaparecieron de nuevo enlaoscuridad.Lydiaretirlos

  • platos y los freg en unbarreo. Sofia acost a losnios. Esper a que sequedarandormidos.

    Cuando Sofia sali denuevo, Lydia an estabasentada al lado del fuego.Sofia volvi a ponersefuriosa. Es que no entendaque quisiera estar solamientras esperaba a

  • Armando? Por qu nollegaba? No se atreva apensar que hubiera podidotener un accidente. Seguroquehabaalgunaexplicacindeporqusehabaretrasadojustoaquellanoche.

    Pero Sofia queraesperarlo sola. No queracompartir su inquietud connadie.

    Se sent junto al fuego.

  • Lydia no dijo nada. Sequedaron calladas. Elpobladoestabaensilencio,elcamino vaco. Lejos se oyunpjaronocturno.Lydia selevant, le dio las buenasnoches y desapareci dentrode la casa. Sofia ech mslea. Las enojadas llamasbailaban y saltaban en elfuego. Lokko sali de laoscuridad y roz el hocico

  • contra su brazo. Sofia loacarici, pero enseguida loapart.Setumbalotroladodel fuego, como sola,mirndola. Sofia le sac lalengua. El perro bostez.Sofia le sac la lengua otravez. Lokko se enrosc y sepuso una pata sobre elhocico.

    Sofia esperaba. Lleg la

  • medianoche. IntentimaginarseporquArmandollegaba tan tarde. A vecesSamuelpodaponersepesadoy exigirle a Armando queacabara un coche antes deirseacasa.Perotantardeunsbadoporlanoche?

    Sofia an no podaimaginarse que hubieraocurrido un accidente.Armando llegara dentro de

  • poco y le dara unaexplicacin.

    A la unade la nocheporfin sali de la oscuridad.Sofia estaba sentada junto alfuegoysehabaquedadocasidormida. Dio un respingocuandooysuspasos.Lokkoya se haba despertado yhaba ido corriendo arecibirlo. Armando pareca

  • cansado. Tena los ojosinyectadosensangre.

    Por qu llegas tantarde?preguntSofia.

    Tenamos mucho quehacer.

    Un sbado por lanoche?

    Haba un coche quetenaquequedaracabado.

    Enplenanoche?Sofia not que le sala

  • una voz aguda. Le solaocurrir cuando estabanerviosa.

    En plena nochedijoArmando. Tardamosbastante. Y a estas horastampoco pasa casi ningnautobs.

    Todava estaba un pocoentre las sombras. Sinembargo,Sofiapudoverque

  • haba tenido tiempo delavarse las manos antes dedejar el trabajo. A vecesllegaba a casa sucio porqueprefera lavarse en casa.Entonces Sofia sola frotarlelaespalda.

    Si no te hubieraslavado habras llegado antesacasadijoSofia.

    Armando no contest.Todava estaba en la

  • oscuridad, con la cara entresombras.

    Te puedo frotar laespalda continu Sofia.Slo tardo un momento encalentaragua.

    Es medianoche dijoArmando. No me puedolavarahora.

    Porquno?Estoy cansado.

    Necesitodormir.Adems,ya

  • mehelavado.Has dicho que habas

    estadotrabajando.Mehe lavado antes de

    salirdeall.Nosueleshacerlo.Estanochelohehecho.

    Sofia sintiunapunzada.PrimerosehabaalegradodequeArmandoporfinhubierallegadoacasa.Peroahora le

  • pareca que las cosas noestabancomodeberan.Algoen su forma de quedarse depie entre las sombras y susrespuestas hicieron quevolviera a sentirseintranquila.

    Tieneshambre?Yahecomido.Elqu?He comprado unas

    mazorcas de maz. Y dos

  • manzanas.No tengohambre.Slotengosueo.

    Fueron a acostarse. Sofiaencendiunavela.Semovancon cuidado para no pisar alosnios,quedormanenuncolchn sobre el suelo.Armando se meti en lacama. Sofia apag la luzantesdesentarseenelbordede la cama, se quit las

  • piernas y se desnud.Todava tena vergenza demostrarse desnuda anteArmando. A pesar de habertenido tres hijos. Se puso elcamisn y se meti bajo ladelgada colcha. Se quedesperando a queArmando laabrazarayseapretarajuntoaella para empezar a hacer elamor.Siempreeraascuandollegaba a casa los sbados,

  • menos cuando estuvoesperando a alguno de losnios,queestabamuygorda.

    Pero aquella noche no latoc. Ella esperaba,escuchando su respiracin,sintiendo su cuerpo.Lepusola mano sobre la mejilla. lnosemovi.

    Duermes?susurr.l no contest. Dorma.

    Sofiasesintidesilusionada.

  • Siempre aoraba aquelmomentodelanochecuandol llegaba a casa. Se diomediavueltaycerrlosojos.Seguro que era por lo quehaba dicho l, que estabacansado, que haba tenidomucho trabajo aquel sbado.Enrealidadleentraronganasde salir hacia la ciudad ydecirle a Samuel que no legustaba que su marido

  • llegaraacasalossbadostantarde y tan cansado que sequedaba dormido demasiadopronto.

    AldasiguienteArmandopareca igual que siempre.Jug con los nios, ayud aLydia a llevar lea hasta lacasa y despus estuvohablandodurantemuchoratocon Sofia sobre la semana

  • que haba pasado. Sofia sesinti aliviada de ver queestaba como siempre.Variasveces estuvo a punto depreguntarle por qu nohaban hecho el amor lapasada noche. Pero no dijonada. Pens si alguna vez seatrevera a decirle cosascomoaquella.NuncallegaraasercomoHortensia.

  • Eldomingo,yaentradalanoche, Armando se fue a laciudad otra vez. Sofia loacompa un tramo delcamino.

    Fue aqu dondeestbamosdijo.

    lnoparecientender loqueellaqueradecir.Aquellolaentristeci.

    Cuando nos vimos la

  • primera vez. Estabas aqu, alaluzdelaluna.

    Armandolorecord.Hacemuchotiempo

    dijo como excusndose.Peroclaroquemeacuerdo.

    Se inclin y acarici aLokko detrs de las orejas.Despus le dio un beso aSofiaenlamejilla.

    EnlabocadijoSofia.Noenlamejilla.

  • Armando la bes en laboca y desapareci por elcamino. Sofia lo estuvomirando mientras pudodistinguirlo en la oscuridad.Despusdesapareci.

    Durante la semana Sofiaolvid la intranquilidad quehaba sentido el da queArmando lleg tan tarde.Tampoco pens en que no

  • haban hecho el amor.Adems, tena mucho quehacer con su mquina decoser. Algunas personas delpoblado le haban dejadoropa para arreglar o pararehacer.Lamquinadecoserque una vez le regal Tototodavafuncionababien,peronotabaque empezaba a estarvieja.

  • Haba un sueo quecomparta con Armando, elde que algn da tendrandineroparatenerelectricidaden casa. Hasta haca unosaosaquellohubierasidounaidea imposible. Peroentonces, un hombre quehaba ganado dinero en lasminasdeSudfricavolvialpueblo e instal electricidad

  • en su casa. Sofia poda versus lmparas encendidas enelcielodelanochecuandoelfuego se haba apagado.Haba slo unos cienmetroshastasucasa.Unda,talvez,llegarana ahorrar suficientedinero para los dos postesque se necesitaban para loscables y para el resto de lainstalacin en su casa.Entonces Sofia se podra

  • comprar lo quems deseabaenelmundo,unamquinadecoserelctrica.Aseltrabajosera mucho ms fcil ymuchomsrpido.Darlealamquina le cansaba laspiernas, ahora lo notabamucho ms que unos aosatrs.

    Aveces, el hechodequeun da no fuera ya capaz depedalear, poda llegar a

  • angustiarla. Qu haraentonces? Si no poda coserno tendrandinero.Leonardoempezara la escuela dentrodepoco.Entoncesnecesitaradineropara pagar la escuela,loslibrosyeluniforme.

    Cuando hablaba conArmando, l comparta sussueos. Tambin entendaque una mquina de coser

  • elctricalesayudaraaganarmsdinero.

    Amenudo,Sofiapensabaen que eran muy pobres. Aveces pareca como siestuvieran encerrados en lapobreza.Porquhabatantagentequevivamuchomejorqueellaysufamilia?Yporquhaba gente que tambinvivamuchopeorqueella,sumadreLydia,Armandoy los

  • nios? Haba gente en elpuebloqueeratanpobrequeaveces nopoda ir a dormirsin tener hambre. Lydia,Sofia y Armando solanconseguir que aquello noocurriera con su familia.Ninguno tena que acostarsellorando de hambre hastaquedarsedormido.

    Normalmente, Sofia

  • pensaba en lo pobres queeran despus de habervisitadolaciudad.Allhabavistoaquellosgrandescochesrelucientesoalagentedetrsde las ventanas de elegantesrestaurantes. Haba visto enlosmensqueelpreciodelacomidaeradesorbitado.Veaa gente joven de su mismaedadpor lacallequeparecapoder disponer de cualquier

  • cantidad de dinero. A vecesllegabaaenvidiarlos.Noslotenan sus propias piernas,sinotambinvestidos,dineroytelfonomvil.Porqunolesexplotabanuncaunaminabajo los pies? Si hubierapodido les habra robado laropa y el dinero. Si hubierasido posible seguro quetambin les habra queridorobarlaspiernas

  • Despus, Sofia solasentir vergenza por pensarde aquella manera. Peropronto se le pasaba.Aunqueera pobre, tena derecho asoar con otro tipo de vida.Un da, Armando apareceradeslizndose en uno deaquelloslujososcochesyellaestara sentada delante de subrillante mquina de coserelctrica.

  • Pero por qu eran tanpobres? La pregunta seguaflotando.No poda encontrarninguna respuesta y por esolapreguntanoqueraalejarsede ella. Sobre todo pensabaenlamaneradeprocurarqueloshijosquehabatenidoconArmando no tuvieran queviviren lapobrezaen laqueella haba crecido. SumadreLydia no la haba podido

  • ayudar. Pero Sofia queracrearotravidaparasushijos.

    Mir a los nios quejugaban en la arena delantede la casa. En su interiorsiempre haba sentimientosencontrados, de alegra eintranquilidad. Cmo seraen realidad su vida? QupodranhacerellayArmandopara ayudarles? Decidi

  • hablar con Armando cuandovolviera a casa. Lo habanhecho muchas veces antes,pero tenan que continuarhablandodeello.

    La pobreza era sumayorenemigo.

    El sbado por lamaanaSofiasesinti intranquiladenuevo porque Armandollegara a casa demasiado

  • tarde y se durmiera despussin haberla tocado. Se sintiirritada cuando llam aLeonardoylnolecontest.Lo zarande duramentecuandoacudicorriendo.Porel rabillo del ojo vio queLydia la estaba mirando.Pero no dijo nada. Ningunadijonada.

    A las siete de la tardelleg Armando andando por

  • el camino. Como decostumbre, fueLokko el queprimero lo oy, y salicorriendoabuscarlohacia laoscuridad. Sofia sintialegrayaliviocuandoloviollegarconelperrosaltndoleentre las piernas. Ahora yatodo era como siempre otravez.

    Armando entr a la luzdel fuego. Sofia vio

  • enseguida que llevaba ropanueva. Una camisa nuevaazul con el cuello rojo,pantalones nuevos, inclusosandalias nuevas. Sepregunt si le habracompradoalgoa ellay a losnios. Pero no llevabaningunabolsa.

    Estabadebuenhumor,noparecanadacansado.

    Estoy guapo?

  • pregunt.Muy guapo

    respondiLydia.Me ha preguntado a

    m,pensSofiafuriosa.Es bonita dijo.

    Dndelahascomprado?Enelgranmercado.

    Sofia pens rpidamenteque el gran mercado estabalejos del taller mecnico de

  • Samuel. Adems, desde allno haba autobuses quefueran directamente. Lequedaba tanto tiempo librecomoparairacomprarropa?

    No te ha costadomucho?pregunt.

    No demasiado.Adems,necesitoropa.

    Los nios tambin,pensSofia.YyoyLydiaymis hermanos pequeos.

  • Sinti que se le llenaban losojos de lgrimas. No quera.NoqueraqueArmandovieraque estaba enojada ni triste.Se sec los ojos cuandoArmando fue a ver a losnios y despus desaparecicaminodelaletrina.

    QuropamsbonitasehacompradodijoLydia.

    Cllate contestfuriosa Sofia. A ti no te

  • importa.Lydia lo entendi y se

    acurruc, como si sintieramiedo. Siempre le pasaba lomismocuandoSofiaseponademal humor.No dijo nadams y sigui ocupndose delacazuelaenlaqueseestabahaciendolacena.

    Se sentaron al lado delfuego a cenar. Armando

  • estaba de buen humor. Ibacon mucho cuidado para nomancharsedecomidalaropanueva. Hablaron de lasemana que haba pasado.Armando les explic quehaba arreglado un cochemuycaro.

    Cuesta50.000dlares.

    Sofia no sabaexactamente cunto dinero

  • eraaquello.Entendaqueeramucho,peronocuntopodracomprarconl.

    Milmquinasdecoserdijo Armando. Opodramos hacer que todo elpobladotuvieraelectricidad.

    Conslouncoche?Te prometo que es

    verdad.Quin tiene dinero

    paracompraruncocheas?

  • Un ministro delgobierno.

    Esunhombreblanco?Estannegrocomoty

    yo.Y tiene dinero para

    comprar un coche as decaro?

    Sofia sacudi la cabeza.Se resista a creer que fueraverdad.Y adems, que fueraun hombre negro quien

  • tuviera tanto dinero an lasorprenda ms. Siemprehaba credo que los msricos del pas era genteblanca que haba ido a vivirall.Lagenteblancaerarica,lanegrapobre.Algodebadehaber cambiado sin que ellalosupiera.

    De qu es ministro?pregunt.

    Nos.Delasescuelas,

  • creo.De las escuelas? Y

    tiene tanto dinero? Deberautilizarlo para construirescuelas de verdad en lugardecomprarcochescaros.

    Lydia le chist para quehablaramsbajo.

    Nohablestanaltoledijo. Siempre hay gentecon grandes orejasescuchando.

  • No me importa respondi Sofia enfurecida. La escuela del pueblodonde fui yo y dondeLeonardo ir dentro de poconotieneventanas,nipuertas,ni bancos ni pizarra paraescribir.

    Nohayqueirritaralospoderosos dijo Lydia.Entonces pueden pasar cosasmalas. Nunca se han

  • preocupadodelagentecomonosotros.

    Recuerdas cmoconseguisteis t y las otrasmujeres del pueblo echar alseorBastardo?

    Era otra cosacompletamentediferente.

    Claroqueno.Armando se levant de

    pronto.Estoy harto de vuestra

  • charladijo enojado.Mevoyadarunpaseo.

    Se dio la vuelta ydesapareciporelcaminoenlaoscuridad.DeprontoSofiatuvo la sensacin de quenuncamsvolvera.

    Todava estaba enojadaconLydia.

    Le has hecho enfadar.Por qu hablas siempretanto?

  • Lydia se ech a llorar.Sofia se arrepinti deinmediato.Almismotiempo,oy que Rosa empezaba aquejarse dentro de la casa.Entr y se sent al borde delacamaparadarledemamar.Los otros nios dorman.Cuando Rosa hubo mamadose la ata la espalday saliotra vez. Lydia se habacalmadoyestabafregando.

  • No quera enfadarmecontigodijoSofia.

    Claro que queras contest Lydia. Adems,realmente creo que hablodemasiado.

    Dej el plato que estabafregandoymiraSofiaalosojoscondeterminacin.

    SityArmandotenisproblemas,debisresolverlosy no dejar que la ira caiga

  • sobrem.No tenemos ningn

    problema.Lydia se encogi de

    hombros y continu con elfregado.

    Entoncestodoestbiendijo.

    Sofia se dirigi hacia laoscuridad. En alguna parteoa a gente que cantaba un

  • salmo.Sequedescuchando.Siempre le causaba unasensacinextraaorcantaragente invisible en laoscuridad. Un coro entre lassombras. Sofia canturretambin. No cantaba bien,perotampocomal.

    Despus vio a Armandoaparecer por entre laoscuridad.

    Habis acabado de

  • pelearos?S respondi Sofia

    .Lydiaestfregandoylosniosduermen.

    Volvieron a la hoguera.Armando se sent en sutaburete mirndose lasmanos.Sofialoobservaba.Yesperaba. Por qu no decanada? Poda ver que estaballeno de pensamientos. En

  • situaciones normales lesalan las palabras aborbotones. Si haba alguienque hablara en aquellafamilia no eran ni Lydia niSofia.EraArmando.

    Pero ahora estabacompletamentecallado.

    No ocurra nada. Sofiaesperaba. Lydia dio lasbuenas noches y desaparecidentro de la casa. Al final

  • Armandoselevant.Me voy a acostar

    dijo.Estoycansado.No quiero que te

    quedesdormidodijoSofia.Quieroquemeabraces.

    Sepusorojadeasombro.Cmo fue capaz depronunciaraquellaspalabras?Armando tambin estabasorprendido. Pero no dijonada.

  • Cuando Sofia, unmomento despus, se metidebajodelamanta,Armandolaabraz.Paraellafuecomoflotarenaguacaliente.Todovolvaaestarbien.Armandoestaba cerca de ella. Ellaabraz el cuerpo de l confuerza y despus se queddormidaconlacaraapretadacontrasupecho.

  • Por la maana, cuandoSofia abri los ojos,Armando ya se habalevantado. No sola hacerlo.El domingo por la maanadorma, a veces hasta lasnueve. Sofia se habalevantado una vez por lanoche a darle de mamar aRosa, y l dormaprofundamente. Se visti sin

  • lavarse y sali. Lydia estababarriendo delante de la casa.Lokko estaba tumbado allado del fuego apagadoroyendounhueso.

    DndeestArmando?preguntSofia.

    Seha idodijoLydia. Tiene tanto trabajo contodos esos cochesestropeados que Samuel lehaba pedido que fuera a

  • trabajareldomingo.Sofiasesinticonfusa.No ha dejado dinero?

    Por qu no me hadespertado?

    Noquerra;perodinerosquehadejado.

    Lydia sac unos cuantosbilletes doblados del vestidoenrollado alrededor de sucuerpo. Sofia vio deinmediato que era bastante

  • menos dinero del queArmando sola darle. Pensen la ropa que se habacompradoyseenfad.Peroalavezempezasentirquelaintranquilidadlaatormentabadenuevo.

    No ha dicho nadams?pregunt.

    Tenaprisa.Nadadenada?Quibaadecir?

  • Leonardosalidelacasa.Tena hambre. Al mismotiempo, Maria se puso allorar.Sofiapensqueenesemomento estaba muy sola.Era como si Armando noexistiera.

    Pas el da. Laintranquilidad laatormentaba. Pero no fuehasta la noche, despus de

  • soltarselaspiernasysentarsedesnuda en el borde de lacama con el camisn entrelasmanos,cuandolevinounpensamientoconunaviolentafuerza.

    Armando tiene otramujer!

    Era por eso que se habacomportado de una maneratan extraa. Era por la otraque se haba comprado ropa

  • nueva y se haba ido prontoeldomingoporlamaana.

    Sofia estaba comoanestesiada junto a la vela.No poda ser verdad lo queestabapensando.

    Si Armando habaencontrado a otra mujer quele gustaba ms, la vida deSofiaserompera.

    Sofia se qued sentadamucho rato con el camisn

  • entre lasmanos. Tena tantomiedo que no se atreva aacostarse.

    Despussopllavela.Enlaoscuridad,apesardetodo,sesintimssegura.

    Armando susurr.Vuelve. No me dejes. Nodejesatushijos.

    No recibi ningunarespuesta. La oscuridad erasilenciosa,notenavoz.

  • 5Aquel da Sofia hizo loquesolahacercuandoestabaintranquila. Se puso a Rosaenlaespalda,dejalosotrosniosconLydiaysefuealaorilla del ro. Tras haberapartado lashierbasparaversi haba alguna serpiente,pos a Rosa en el suelo.

  • Despussesentyempezahablar con los que estabanmuertos.

    Era uno de los pocosrecuerdos que tena de supadre Hapakatanda, quehaba muerto haca muchotiempo.Apenaslorecordaba,pero una vez le haba dichoque no slo se poda hablarcon los vivos sino tambin

  • con losqueestabanmuertos.Crea saber por qu seacordaba justo de aquellaconversacin.Supadrehabaquerido ensearle algoimportante. Slo por estarmuerto y enterrado bajotierra,dondecreca lahierbay las abejas zumbaban, noquera decir que no se lepudiera escuchar. Hablar nosepoda,porlomenosconla

  • boca. Las respuestas surganenelcerebrodelosdems.

    Sois mis mejoresamigos dijo Sofia.Estismuertosperode todasformas vivs. En estosmomentos tengo miedo dequeArmando, al que quierotantoyqueeselpadredemishijos,hayaencontradoaotramujer.Nosquvoyahacer.Simedejanosquserde

  • m.Nosporquhaceesto.Tampoco estoy segura detener razn. Quiz sonimaginaciones mas que seest comportando de unaformarara.

    Escuch las respuestasque salan de la tierra y semetan en su cabeza. Lasvoces de Maria y de Rosaeran diferentes cuandovivan.Ahoraeracomosilas

  • dos voces se hubieranconvertidoenunasola.

    Tienesqueenterartedeloquehasucedidooyqueledecan.

    Pero cmo puedohacerlo?

    Pregntaseloal.Sofia sacudi la cabeza.

    No se atreva. Si ella estabaequivocada, l se enfadaratanto que entonces decidira

  • irseabuscaraotramujerconlaquevivir.

    Volvi a escuchar lasvoces.

    Ve a la ciudad. Ve averlo sinquel teveaa tiysin que sepa que vas a ir.Entoncessabrslaverdad.

    Voyaespiarlo?Quiz no haya otro

    modo si no quieres

  • preguntrselodirectamente.

    SofiasupusoqueMariayRosa tenanrazn,aunque loque haban propuesto eradesagradable.

    Adnde voy a ir? preguntSofia.

    Yalosabes.Hortensia!MariayRosa

    tenan razn. Le habaofrecidoquefueraavivircon

  • ellaalaciudad.Lydiapodracuidar de Leonardo y deMaria.ARosa se la llevaraconella.

    Acarici la hierba quecrecasobrelastumbas.

    Soismisamigosdijo. Sin vosotros no podrasuperarlo.

    Seinclinhaciadelanteyapoy la mejilla y la orejacontra el suelo. A su nariz

  • llegaba el olor a tierra. Lepareci poder or suscorazones all debajo en latierra.Aunque,naturalmente,eran imaginaciones suyas.Los muertos estabanmuertos, no respiraban, notenancoraznquepalpitara.

    Sus corazones laten enmi corazn. As sersiempre,pens.

  • Aquel da se quedbastante tiempo sentada allado de las tumbas. Rosadorma y Sofia le daba demamar cuando se despertabacon hambre. Arriba, en elcielo, un avin estabadejando lneas. Armando yella haban hablado de quequiz un da tuvieran dineroparairaalgnsitioenavin.

  • Ahora pens que Armandoquiz quisiera volar por elcielo con otra. Con rabia ymiedo arranc un trozo dehierba, no saba qusentimiento era ms fuerte.Por un momento pens quedebera morir. Si Armandonolaqueraniaellanialosnios, daba lo mismo si setumbaba a morir y sequedaba con sus hermanas.

  • Pero apart aquelpensamiento. No podamorir.

    Voy a vivir! gritdirectamentealaire.

    Un hombre mayor quepasabaporelcaminoconuncesto en la cabeza se parasombrado.Sofianolohabavisto.

    Quieres algo? pregunt.

  • SloestabagritandodijoSofia.Estoyenfadada.

    El hombre dej el cestoenelsueloysesecelsudordelacara.Sofiasefijqueelcestoestaballenodetomates.

    Es lo nico que sepuede hacer cuando se estenfadado dijo. Gritarmuy fuerte. Y esperar quealguienteoiga.

    Espero que nadie me

  • oigarespondiSofia.Tambin se puede

    pensar as contest elhombre, que levant elpesado cesto, se lo puso denuevo sobre la cabeza ysiguiandando.

    Al da siguiente Sofia sefue a la ciudad con Rosabalancendoseensuespalda.ALydialedijoquetenaque

  • ir al hospital por lo de laspiernasnuevas.

    Lydia se sorprendi yaque Sofia no le haba dichonada de eso antes. SofiasupusoqueLydianolahabacredo. Aquello la enoj.Peroestaveznolodemostr.Necesitaba que Lydia laayudaraacuidardeLeonardoydeMaria.

    Sofiahabapreparadouna

  • maleta con lo msimprescindible. Por la nochehabalevantadountrocitodebarrodelsuelo.Debajohabaun agujero donde tena unalata con dinero. Ni siquieraArmando lo saba.Ahorrabalo poco que poda porquenuncasesabasiundaellaoArmandoseibanaquedarsintrabajo. Pero nunca se habaimaginado que fuera a

  • utilizar sus ahorros en unviajeparaespiarlo.

    Haca un calorbochornoso cuandoemprendilamarcha,msdetreinta y cinco grados a lasombra. Una vez Armandollev a casa un termmetroquesehabaencontradoenlacalle. Estaba puesto en lasombra de la casa. Si haca

  • treinta y cinco grados a lasombra, al sol hara ms decuarenta. Sofia se puso untrozo de tela blanca paraprotegerse del sol. TambinRosa llevabaproteccinparala cara. A Sofia lepreocupaba tener que irandando hasta la carreteraprincipal donde paraban losautobuses y camiones quecoganpasajeros.

  • Pero tuvo suerte. Nohaba andado an muchocuando un tractor conremolquefrenylepreguntsiqueraquelallevara.Enelremolque haba cabras yalgunas jaulas con gallinas.El hombre que conduca eltractorlaayudasubir.

    Conozco a Lydia dijoelhombre.Novasairandandoconestecalor.

  • Sofia se sent sobre unade las jaulas de gallinas. Eltractor no iba deprisa, peroaunaselaireeramsfresco.Pasaron por naranjales yhuertas con mujeres conazadas trabajando. Cuandollegaron a la carreteraprincipal la suerte de Sofiacontinu. Un camin depasajeros acababa de parar.Noslo ibaa laciudad,sino

  • que el conductor dijo queparara delante del hospital.Sofialepageltrayectoyleayudaron a subir a laplataforma.Habapocositio,pero finalmente pudosentarse en uno de los ladosdetrs de la cabina delconductor.Lamayoradelosque estaban en el camineran gente pobre como ella.Iban a la ciudad con la

  • esperanza de encontrartrabajo. Sofia pens queseguro que era la nica queibaallaespiarasumarido.

    Se baj delante delhospital. Su suerte se habaacabado. Cuando fue apreguntar por Hortensia ledijeron que justo aquel dalibraba. Nadie pareca saberdnde viva. Sofia empez a

  • temer que aquella nochetendraquedormiralrelente.El dineroque llevaba seguroque no era suficiente parapagar una habitacin en unapensin.Adems, necesitabadineropara lacomidayparael viaje de vuelta. Fue aldepartamento dondetrabajaba Mestre Emilio.Estelamirsorprendido.

    Sofiadijo. No te

  • vanbienlaspiernasnuevas?No hay ningn

    problema con las piernas.Pero no encuentro aHortensiaynosdndevive.

    Mestre Emilio se quedpensando.

    Creoqueyotampoco.Pensaba dormir en su

    casa.Ahora no s qu voy ahacer.

    Enmicasanohaysitio

  • dijo Mestre Emilio.Adems, estmuy lejos, conmuchos transbordos deautobusesycamiones.

    Sigui pensando,diciendopo-po-po.

    Puedes dormir entretodas estas piernasdijo.Nocerrarcon llave,asquepuedes dormir aqu dentro.Decualquierforma,esmejorquedormirenlacalletodala

  • noche y que te piquen losmosquitos.

    Laayudaextenderunasalfombras de rafia en unrincn de la habitacin, conbrazosypiernasdeplsticoyde madera colgando deltecho. Encontr una viejamanta y le hizo unaalmohada de unas cuantasbatasdetrabajoviejas.

  • Notendrsmiedoalaoscuridad?pregunt.Oa todas estas piernas ybrazos?

    Nocreo.Maana vendr ms

    pronto que de costumbre.Traer comida. Ve a comeralgo ahora.Despus entras ycierras la puerta. No vendrningn guarda nocturno amolestarte.

  • En la calle delante delhospital, Sofia compr unpedazo de pan, algunasnaranjas y un trozo dechocolate. En realidad notenahambreningunaperoseoblig a comer. Despus seencerreneltallerdeMestreEmilio.Empezaanochecer.Se