La Inevitabilidad de la Muerte

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Juan Pablo González de Castilla Roldán Enfoque Centrado en la Persona I Psicología Humanista SESIÓN 10: LA INEVITABLILIDAD DE LA MUERTE “...fue la revelación de la muerte –de mi muerte- como certidumbre lo que me hizo ponerme a pensar” Yo no recuerdo cuándo fue que me pasó eso, cuándo me di cuenta. Lo que sí es que al parecer nunca me he preocupado mucho o le he dado tanta importancia, de verdad es como si pensara que no me va a pasar a mí. Y si me pasa pues ya me pasó y no puedo hacer mucho al respecto ¿verdad?. Recuerdo que antes de haberme enamorado, es lo que decía que tenía que hacer o vivir para poder morir en paz, y ahora que lo he hecho sí se me quita un pendiente de encima aunque me hacen figura otras cosas ahora y lo del amor pasa a ser un poco como fondo. Cuando me pongo a pensar en que si ahorita fuese a morir, pues claro que no me gustaría, pero de verdad hay momentos en los que estoy tan a gusto y ratitos de felicidad en que pienso para mí “si en este momento me llegara la muerte, no me angustiaría gran cosa”. Es difícil diferenciar entre el aceptar la muerte o el sentir que me quiero morir, es algo muy interno. Si bien, no recuerdo cuándo me dí cuenta de la inevitabilidad de mi muerte, lo que sí me dejó pensando cosas que antes o había evitado o de verdad no me habían venido a la cabeza, fueron estas tres lecturas. Como que me metieron el ‘gusanito’ y ahora lo contemplé con más calma, sin

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Ensayo acerca de un capítulo acerca de la muerte escrito por Fernando Savater, existencialismo y psicoterapia humanista.

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Juan Pablo González de Castilla RoldánEnfoque Centrado en la Persona IPsicología HumanistaSESIÓN 10: LA INEVITABLILIDAD DE LA MUERTE

“...fue la revelación de la muerte –de mi muerte- como certidumbre lo que me hizo

ponerme a pensar” Yo no recuerdo cuándo fue que me pasó eso, cuándo me di cuenta. Lo

que sí es que al parecer nunca me he preocupado mucho o le he dado tanta importancia, de

verdad es como si pensara que no me va a pasar a mí. Y si me pasa pues ya me pasó y no

puedo hacer mucho al respecto ¿verdad?. Recuerdo que antes de haberme enamorado, es

lo que decía que tenía que hacer o vivir para poder morir en paz, y ahora que lo he hecho

sí se me quita un pendiente de encima aunque me hacen figura otras cosas ahora y lo del

amor pasa a ser un poco como fondo. Cuando me pongo a pensar en que si ahorita fuese a

morir, pues claro que no me gustaría, pero de verdad hay momentos en los que estoy tan a

gusto y ratitos de felicidad en que pienso para mí “si en este momento me llegara la

muerte, no me angustiaría gran cosa”. Es difícil diferenciar entre el aceptar la muerte o el

sentir que me quiero morir, es algo muy interno. Si bien, no recuerdo cuándo me dí cuenta

de la inevitabilidad de mi muerte, lo que sí me dejó pensando cosas que antes o había

evitado o de verdad no me habían venido a la cabeza, fueron estas tres lecturas. Como que

me metieron el ‘gusanito’ y ahora lo contemplé con más calma, sin embargo se fue

pasando el efecto y ahora otra vez como si nada; a fin de cuentas no estamos pensando

todo el tiempo en la muerte, o bueno, al menos no yo. Creo que nunca de verdad me he

angustiado por ese tema, estoy bastante en paz en ese aspecto.

“Las plantas y los animales no son mortales porque no saben que van a morir”, “ignoran ¿o

parece que ignoran? la muerte”, “No es mortal quien muere, sino quien está seguro de que

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va a morir” Me parece que aquí el autor dice una sarta de idioteces, puedo imaginar que

no lo dice literalmente, espero que sea así, y aún así, ¿desde qué postura dice esto?, ¿que

acaso nunca ha observado el comportamiento de los animales?, usando lógica: si no son

mortales, por lo tanto ¿son inmortales?, pues obvio que no. ¿Cuántas veces al morir el

amo, muere también su mascota a su lado?, o las especies que forman pareja de por vida,

al morir uno de ellos, rara vez se recuperan o consiguen otra pareja. De verdad no creo

que no estén conscientes de la muerte, obviamente no como nosotros, definitivamente no,

pero sí creo que existe algo de percepción sobre todo en ciertas especies más

desarrolladas.

“La muerte es necesaria (<<necesario>> es etimológicamente aquello que no cesa, que no

cede, con lo que no cabe transacción ni pacto alguno). Resulta absolutamente personal e

intransferible”.

“La muerte es lo más individualizador y a la vez lo más igualitario”

Muchas frases del texto me atraparon, también otras que leí en mi exposición y temas que

ahí mismo discutí. Sólo me resta pensar que a las lecturas les falta una parte esencial de lo

que es la muerte, pues si bien habla de la inevitabilidad y de lo individual, creo que es muy

importante la parte del qué nos pasa cuando algún ser querido muere, las etapas por las

que pasamos, cómo se va viviendo, etc. Y si bien no es el lo central, creo que se puede

haber mencionado algo, me hubiera gustado. Creo que el proceso de aceptar la muerte es

algo muy profundo, personal y un proceso lento, que viven un poco más rápido los que

sufren una enfermedad terminal. Lo único que me resta, que se me antoja y que sigo sin

poder responderme es qué prefiero para mis seres queridos; si morir en un instante o ir

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haciendome a la idea con algo gradual. Pues yo por ellos probablemente una muerte lenta

para irme yo haciendo a la idea, lo sé, es egoísta; y por otra parte para que no sufra

mucho el otro una muerte rápida no sería malo. Creo que más que la inevitabilidad de la

muerte, lo que ronda mi mente a veces es cómo voy a morir y cómo voy a actuar al

respecto si tengo tiempo o unos instantes y mucho más, la curiosidad de lo que viene

después. Me apasiona la idea de poder saber, me inquieta. Me encantaría poder morir y

poder darme cuenta de mi proceso, y si llegara a reencarnar, que me quedara ese

conocimiento, no importa que sólo fuese para mí, pero saber cómo es. Y lo digo desde un

lugar más de curiosidad insatisfecha que de incertidumbre angustiante. En fin, para mí,

esos son los temas que me apasionan y captan más mi atención, por ejemplo, el porqué

pesa 21 gramos menos una persona justo después de morir que antes de, y cosas así.

Las lecturas de Irvin Yalom me parecen muy buenas, y más suavecitas, más cómodas, pero

no por eso menos profundas; más mi gusto de lectura, pues me gusta leer acerca de la vida

de las personas, y también de su muerte claro está. Espero con anticipación los demás

fragmentos del mismo libro que están más adelante en las sesiones.