Artículo “La Implementación de Lean es un proceso de maduración”  

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La Implementación de Lean es un proceso de maduración

Cuando empezaba a exponerme al mundo de la manufactura recuerdo con ingenuidad los fuertes comentarios de algunos mandos sobre la manera de “estar” de determinados individuos del área de Producción. Se quejaban de que se apagaban intelectualmente y perdían toda capacidad de aplicar el sentido común a sus tareas. Efectivamente se pueden observar actitudes ciertamente infantiles en determinadas ocasiones y creo que todos hemos sido testigos de este fenómeno en mayor o menor intensidad.

Las causas profundas que subyacen tras estas conductas serían difíciles de abordar en un articulo pero merece la pena, cuando menos, superficialmente detenernos ante el fenómeno, ya que condiciona de manera profunda nuestras organizaciones, el rendimiento de nuestra fuerza productiva y sobre todo nuestra capacidad de exprimir todo el talento del que disponen pero no utilizan las personas de nuestra empresa.

Lo relevante en este momento es que tenemos herramientas para cambiar de manera definitiva esta manera de “estar” de nuestra fuerza productiva, y en esencia el Lean Manufacturing tiene esa cualidad. Precisamente lo que los fundamentos del Lean proponen es una maduración de nuestra organización, obliga a todos y cada uno de nuestros trabajadores a alinearse con lo que favorece a nuestro entorno productivo y a significarse y empujar con energía para conseguir la mejora de los indicadores que van a determinar unos buenos resultados en las operaciones, básicamente que nuestro negocio nos reporte beneficios.

Por esto mismo la decisión de implementar Lean es un paso que exige valentía y determinación, pero a su vez es una oportunidad real de transformación, porque además de calibrar el estado de madurez y evolución que tiene ahora mismo nuestra organización nos va a dotar de las herramientas y los canales necesarios para dejar atrás las circunstancias que facilitan el absentismo emocional. Aflorar la energía y el talento no es una tarea fácil ni inmediata, pero es netamente necesaria para eliminar el pensamiento en compartimentos estancos, la falta de integración especialmente entre Producción y Mantenimiento, e ir creando los lugares de encuentro para que los diferentes departamentos que hacen que la manufactura salga adelante puedan comunicarse y colaborar de manera eficaz y rentable.

Para hacer realidad este cambio debemos evitar “soluciones precocinadas”, fraguadas en industrias que quizás no tienen mucho en común con nuestro entorno productivo. Por poner un ejemplo, lo que ha funcionado en un entorno de automoción debe ser adaptado a entornos de naturaleza intrínsecamente diferente. Es en este punto en el que no podemos forzar implementar maneras de trabajar o de afrontar problemas con metodologías en exceso estrictas o preconcebidas, no podemos sustraer a nuestra organización del beneficio de reflexionar y desarrollar sobre los fundamentos básicos del Lean. Ello nos mostrará un camino propio en el que descubriremos la mejora continua adaptada a nuestra situación, a nuestra organización y a nuestro entorno específico. Es aquí donde hay que dejarse acompañar y guiar por expertos y profesionales solventes para que este camino sea constructivo y de crecimiento sostenible. Encontrar el delicado

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equilibrio entre los principios fundamentales del Lean y la profunda realidad de nuestra fábrica, es un viaje lleno de posibilidades en el que solo podemos ganar…

Es en esta adaptación del Lean Manufacturing a nuestra realidad donde las personas tienen un rol indiscutible, comienza la maduración de todo el colectivo y empezamos a dirigir la inteligencia de nuestra fabrica al pensamiento en procesos, a atisbar la potencia de los análisis de causas-raíz, a elaborar los primeros árboles de pérdida con los indicadores básicos, a tratar de manera metodológica la eliminación de averías y a empezar a sentir como comienza la transformación y como arranca el cambio cultural.

Y ¿cómo se produce esta maduración? Exponiendo a los operarios, a los mecánicos, eléctricos, a los carretilleros, al personal de planificación, de finanzas, de RRHH, a todo aquel que pueda integrar y ayudar a mejorar en los equipos multidisciplinares que harán las mejoras enfocadas, los análisis causa-raíz, los seminarios de cambios eficientes de formatos, las transformaciones de áreas de trabajo vía 5Ss, a todos los que “tocan producto y equipos” en las iniciativas que van a mejorar las operaciones de la fábrica. En estos equipos debemos favorecer la comunicación bilateral, escuchar, estar abiertos a propuestas que vengan de abajo hacia arriba (que no significa que todo vale), y también construir sobre el trabajo realizado. Y en este proceso, bien dirigido, bien estructurado, es donde hay espacio para que los individuos aporten, evolucionen y nuestra organización crezca en conocimiento, saber hacer y mejoremos el flujo del trabajo. Empezando por los pilares más básicos y de resultados más inmediatos, se progresa y se va avanzando hacia los más complejos a medida que vamos dando pasos sólidos y sostenibles.

Enrique Gutierrez Igarza

enrique.gutierrez@adumconsulting.com

Consultor Especialista Lean-Supply Chain