La fusta en la mirada - Diagonal

6
La fusta en la mirada Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net) La fusta en la mirada Enviado por ter el Jue, 02/19/2015 - 08:00 Antetítulo portada: bdsm Artículos relacionados portada: Manual para la vida doméstica de la pareja Foto portada: Página 1 de 6

Transcript of La fusta en la mirada - Diagonal

La fusta en la miradaPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

La fusta en la miradaEnviado por ter el Jue, 02/19/2015 - 08:00 Antetítulo portada: bdsm Artículos relacionados portada: Manual para la vida doméstica de la parejaFoto portada:

Página 1 de 6

La fusta en la miradaPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Antetítulo (dentro): BDSMSección principal: CulturasCuerpo:

Que un periódico económico recoja como noticia que la cantante Beyoncé se ha escandalizado por eltono subido de una de las escenas de la relectura cinematográfica de la trilogía literaria Cincuentasombras de Grey obliga a indagar con mirada crítica en la pertinencia, en el trasfondo, dela absorción, compartimentación y categorización de lo cultural y lo sexual por parte delo económico, que la crítica literaria Francesca Serra ha cifrado en “libertinaje industrial”. Conceptoinaugurado por el Marqués de Sade, se entiende como un libertinaje fabril que comienza en eltocador de las élites, en el espacio protegido de la feminidad, y se expande, producción literariamediante, a la sociedad mercantil de nuestros días. “Todo se sexualiza; con Sade da comienzo elmundo moderno”, matiza Serra en Cincuenta sombras de Sade, prólogo a la última edición de Lafilosofía en el tocador (Península, 2014).

Dos son las canciones con las que Beyoncé ha contribuido a la banda sonora de laadaptación de las novelas de E.L. James dirigida por Sam Taylor-Johnson: una versión del clásico dela artista Crazy in love, y Haunted, cuyo videoclip nos ofrece un catálogo de perversionesconvenientemente sofisticadas. En él, la cantante camina por un largo pasillo desde el cual poderacceder a cada una de las habitaciones, contenedoras de las distintas performances al alcance delsujeto dispuesto a cruzar el umbral, a dejar de serlo. Mientras Beyoncé camina, haciéndonos elinventario de objetualizaciones, la diva aparece, a su vez, expuesta en una de las habitaciones: nospropone una experiencia más que sumar al historial de vida. Al aparecer como una opción más en elescaparate, la cantante pop nos está revelando que, por mucho que ejercite su postura de mirona,de consumidora de experiencias supuestamente extremas, el consumible es ella.

Del catálogo de perversiones, sólo una representación aparece como sintomática: una comidafamiliar. En el corredor de esta cacería fetichizada, una de sus habitaciones está habitada por un

Página 2 de 6

La fusta en la miradaPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

clan de maniquíes de plástico dispuestos a desayunar en armonía tostadas y zumo de naranja.Mientras, los habitantes de otras dimensiones, habitantes de carne y hueso, se preparan para gozar.Pero, ¿qué es de la perversión sin la clásica tarta de manzana? Como bien han sabido transmitir losarquitectos de la imagen de otra diva del pop, Britney Spears, en el capitalismo tardío la familiatradicional es sólo simulacro. Es decir, anhelo y fachada. No hace falta remontarse avideoclips como If you seek Amy –donde Spears protegía sus orgías multitudinarias celebradas en laintimidad de su hogar con un traje de chaqueta rosa y un Ken para la foto de portada del ¡Hola!–para subrayar la evidencia de que es la familia heteronormativa la que sostiene Estado y mercado.

En el capitalismo tardío la familia tradicional es solo simulacro. Es decir, anhelo y fachadaLo que nos interesa, en la medida en que por obsceno resulta honesto, es cómo en You better work,bitch, el látigo en los glúteos perfectamente ejercitados, la fusta en las manos de la diva y la piscinade tiburones sobre la que trabajarse el show, son revelaciones de un sistema que promete coches delujo, vida en mansiones y fiestas desmedidas en las que poder hablar, muy de cerca, con la policía yel gobernador. Éste es el nuevo desierto de lo real para Britney, una arena que remite aLas Vegas, a la especulación del yo, a un supuesto descontrol que nunca ha sido tal, sinotodo lo contrario. El sistema, por fin, enseña sus cartas. Cuando el sexo extremo está meramenteenunciado; cuando el látex y el cuero nos resultan inocuos, cuando la imagen apenas mancha,agárrense fuerte a sus seres queridos porque eso quiere decir que el sistema lo ha hecho suyo.“Mejor trabaja, zorra”.

¿Cómo explicamos este presente donde lo obsceno ha dejado de herir; en el que elmercado de las emociones es la norma y el sexo poco tiene que ver ya con hacer ningunarevolución? Como recuerda Francesca Serra, “la fábrica libertina jode a tiempo completo”. BritneySpears y Beyoncé representan sobre el escenario, en sus videoclips, las enseñanzas del buenMarqués, y las representan para las masas, como lo han hecho anteriormente Lady Gaga, Rihanna oChristina Aguilera. Divas del pop que son pornolectoras, que son jovencitas de Tiqqun, en la medidaque “jovencita” y “pornolectora” funcionan como alegoría de la mercantilización. Imágenespoderosas, no de sí mismas, sino de un mercado asignado femenino, donde las mujeres sonincapaces de intervenir a no ser que se decanten por la exacerbación del código, como es el caso dela rapera Nicki Minaj que, con la canción Anaconda y su videoclip, ha llevado al extremo, no sólo larepresentación de su anatomía, también las reglas que dictan sobre el buen gusto, es decir, sobrequé tolera el orden establecido que sea representado, o no. Por ejemplo, la celebración de los culosgrandes e hipersexualizados. Si queremos ser sadianos, y Nicki Minaj lo es en un sentidohipermoderno, no debemos olvidar que, como bien nos recuerda el buen Marqués, “las hipérbolessólo se destruyen con otras hipérboles”.

Recuadro:

Los ritmos de la sumisiónCuando en el mainstream se cuelan códigos que remiten a los márgenes, códigos que tambiénalientan al consumo y que, precisamente por ello, son síntomas de nuestros tiempos, ¿cómo nopreguntarse por aquello que podría bautizarse BDSM para las masas, una perversión sistémica?. Lasiguiente selección apunta a las divas del pop, no como productoras, sino como imágenes de unmercado que, por mucho que cueste asimilar, tiene en lo asignado femenino su motor.

Rihanna

S&M

La fantasía de toda estrella del pop es someter a la prensa físicamente, como castigo por todas laspenurias infligidas por paparazzi y plumillas del corazón que atentan contra su imagen. El consumode la imagen es tolerable mientras dé beneficios y no dolores de cabeza. En una sociedad en la quetodos somos carne y pixel, que la fantasía de castigo, de control, se proyecte sobre la prensa, dicemucho de un mercado capaz de tolerar la crítica sólo si ésta se traviste de catálogo.

Página 3 de 6

La fusta en la miradaPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Britney Spears

You better work, bitch

Pura metáfora del capitalismo como sistema capaz de catalizar todos nuestros deseos. BritneySpears apela al trabajo duro a la vez que nos expone el catálogo de atributos al que podemosaspirar si nos sometemos a nuestro plan por objetivos. En el desierto de lo real, Spears es el ama yseñora de un elenco de clones de cabellera oscura, cuerpo de baile, carne de cañón. Posando con sufusta, apenas convencida de que el poder esté en la violencia del gesto, Britney se eleva sobre todosesos cuerpos que la acompañan, pues sabe que está especulando con su imagen. Jugarse toda lagestión del yo a una carta es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo.

Beyoncé

Why don’t you love me

Cómo gestionar la frustración y la incertidumbre en los tiempos de la disolución del género. No ha deextrañarnos que este video, donde la diva nos relata sus atributos, pero proyectados en el otro, estémarcado por una estética años 50, época de reafirmación de los códigos tradicionales de género.Una Beyoncé que intercala copa de Martini y fusta, depresión y venganza, mientras reprocha porteléfono. En este videoclip, encontramos un juego interesante que subraya la construcción de laperfecta ama de casa, la controladora de su propio sistema, las tensiones inherentes a los códigosheredados.

Christina Aguilera

Not myself tonight

Una burda apelación a ser otra persona como excusa para acceder a todo aquello que poco tiene yaque ver con una verdadera transgresión, sino con el catálogo de consumo de cuerpos, de situacionescompletamente desactivadas en tanto son expuestas como si de un inventario de IKEA se tratara.Que Christina Aguilera lleve ostentosas mordazas de diamantes nos reafirma en este subrayado dela lógica de consumo (emocional).

Lady Gaga

Bloody Mary

Si hay una sadiana capaz de llevar vicio y virtud hasta las últimas consecuencias, es decir, ladestrucción total, ésa es Lady Gaga. Al menos, en apariencia. Siempre dispuesta para la lapidación,para la sangre, propia y ajena, Gaga nunca llorará por alguien que no sea ella misma. Reafirmada ensu carrera como producto definitivo, como obra de arte, en Bloody Mary prefiere encarnar la sombracapaz de perturbar algunas instituciones. Nada que ver con la puesta en escena que es Alejandro,artificio y estetización de un BDSM para las masas, que pretende ser guiño meta, provocación(torpe) que, por otro lado, sirve como prueba simbólica de que el mercado asignado femenino, elcuerpo de Gaga en este videoclip, también es transitado, y consumido, por un público gay.

Página 4 de 6

La fusta en la miradaPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Temáticos: Número 240CineGeográficos: Estados UnidosArtículos relacionados: A mí me pone ChristianFrunzo el ceño con GreyEdición impresa:

Licencia: CC-by-SAPosición Media: Columna derechaCompartir:

Tipo Artículo:

Página 5 de 6

La fusta en la miradaPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

NormalAutoría: Elisa McCauslandFormato imagen portada: grande

Página 6 de 6