La familia salvadoreña víctima de exclusión
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La Familia Salvadoreña
víctima de exclusión
Gutiérrez Quintanilla, José Ricardo En: http://biblioteca.utec.edu.sv/siab/virtual/entorno/56413.pdf
Por: M.Sc. José Guillermo Mártir Hidalgo
Los conflictos sociales inducen a la
manifestación de conductas desadaptadas.
La niñez y la adolescencia, es un periodo del desarrollo que se caracteriza por la búsqueda de identidad.
Pero, éste periodo del desarrollo esta distorsionada por condiciones socio ambientales.
La frustración de las necesidades y la falta de respuestas que la sociedad brinda, facilitan problemas psicológicos y empujan a una trágica determinación.
Ya que los jóvenes se consideran rechazados y buscan apoyo en las maras, en la drogodependencia y en la delincuencia.
El actual sistema político-ideológico excluyente,
carece de políticas sociales encaminadas a la
estabilidad social y familiar. Exclusión es la marginación o
desadaptación de miembros de la familia o de la familia.
La familia es víctima de exclusión en los procesos de desarrollo.
La inadaptación o desadaptación social impacta, en proporción considerable, a las familias salvadoreñas.
La mala distribución de la riqueza, la debilidad crónica de las políticas sociales, la falta de oportunidades manifestada en desempleo y subempleo, el pobre nivel educativo, la desnutrición infantil y la falta de cobertura del sistema de salud, provocan comportamientos inadecuados en muchos salvadoreños tales como: violencia intrafamiliar, drogadicción, delincuencia juvenil y organizada, mara y prostitución, entre otras.
La salud es el campo de encuentro de la
economía, la política y las acciones orientadas
a mejorar el nivel de vida. La salud supone un nivel adecuado de nutrición,
educación, vivienda y servicios de bienestar
social.
La salud es, entonces, un conjunto de factores más los
servicios de salud, que median entre los
determinantes socio-político-económicos y la
salud de la población.
Pero la pobreza deteriora la salud y el déficit de salud
perpetua la pobreza.
El binomio pobreza-enfermedad se encuentra desde la
gestación: la mala nutrición de la madre hace que
se de una elevada mortalidad infantil y el
nacimiento de niños con bajo peso.
La deficiente nutrición deja huellas irreversibles.
En la edad adulta, la pobreza genera una dieta
insuficiente que se traduce en bajos niveles de
energía, bajo rendimiento laboral y frecuentes
enfermedades.
Por las relaciones de mercado, los servicios de salud
públicos o privados se vuelven inaccesibles a los
pobres.
Por eso es necesario salir de la “familia excluida” por
una “familia que reclama y demanda sus
derechos” como sujetos y protagonistas.
Percibimos que las familias difíciles son aquellas que se
quejas, que reclaman, que se rebelan y que no se
someten.
Y las colocamos,
regularmente, en el
lugar de “enfermas” o
“psiquiátricas”.