•La existencia de estas cualidades hizo posible crear fonemas (a los que se representa con letras) y organizar con ellos códigos y lenguas.

•Timbre•Volumen•Tono•Duración o Velocidad•Ritmo

La mayor parte de las personas puede ser reconocida por su voz. El rasgo que hace posible ese reconocimiento tiene origen en cada aparato fonador.

El timbre se califica de diversas maneras especialmente su calidad de brillante o de resonante. Si usted emite un timbre brillante producirá un sonido que alcanzará a percibir como limpio. Si lo hace resonante engordará una serie de armónicas y ecos en sus cavidades de resonancia.

El volumen de la voz es la cualidad que la hace sonar más o menos intensamente.

En principio el volumen de la voz se regula en función de la potencia con que se expulsa el aire de los pulmones. Si sopla fuerte el volumen será mas alto y si baja la presión bajará el volumen de la voz.

El tono resulta de la frecuencia en la que emite la voz que puede ser más alta, media o baja, con muchas variaciones intermedias.

El tono agudo se percibe como finito o chillón y el grave como grueso o bajo.

Físicamente depende de la tensión y extensión de las cuerdas vocales que al igual que las guitarras, cuanto más tensas y cortas están en finito (agudo) suenan.

Se llama duración al tiempo de extensión de un fono, y velocidad al resultado de las extensiones de los fonos alineados en segmentos: palabras y frases, incluidas las pausas.

Al aumentar la velocidad de su locución lo que hace es acortar proporcionalmente a las duraciones de todos los elementos del habla, y esta relacionada con factores como la elocución y el ritmo.

A la velocidad media del habla se pronuncian entre 125 y 190 palabras por minuto.

La recepción más agradable se produce a la velocidad media y la compresión por parte del oyente empieza a decaer, cuando se supera la barrera de las 200 palabras por minuto. Además, hablar rápido no es sinónimo de comunicar mucho.

Se habla de ritmo cuando es posible prever lo que va a seguir en función de lo percibido.

Puede ser sostenido o irregular. El ritmo sostenido es más agradable, en función de su musicalidad. El ritmo irregular se asocia con ciertos estados de ánimo, lo que lo hace parámetro importante de la retórica.

Su oído tiene una función muy importante en la sincronización rítmica de la locución