La Eucarist ía y SANTA CATALINA DE SIENASANTA CATALINA DE SIENA 1347-1380 La Eucarist ía y Jesús...

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SANTA CATALINA DE SIENA 1347-1380 La Eucaristía y Jesús se apareció ante Santa Catalina para revelarle que así como un gran fuego no disminuye y no se consume, aún si sirve para encender muchas velas, así el gran fuego de la Eucaristía no merma mientras inflama a los fieles que se acercan con grande o pequeña fe. La mayor o menor caridad de cada uno está simbolizada en las dimensiones de la vela. esús confió a Santa Catalina las siguientes palabras acerca de la Eucaristía: “vosotros recibís toda la esencia divina en aquel dulcísimo Sacramento que está bajo la blancura del pan. Y así como el sol no se puede dividir, así todo Dios y hombre no se puede dividir en esta blancura de la Hostia. Supongamos que la Hostia se divida; aún si fuese posible hacer miles de migajas, en cada una está Cristo, todo Dios y todo hombre. Así como se hace añicos un espejo pero la imagen reflejada se sigue viendo; así, dividiendo esta Hostia, no se divide ni Dios ni el hombre porque en cada parte está el todo. Y no disminuye en sí mismo, como sucede con el fuego, según el siguiente ejemplo: si tú tuvieses una llama y si todo el mundo quisiera encenderse con esta llama, ella no disminuiría y tampoco cada uno tendría el todo. Es verdad que hay quien participa más y quien menos de esta llama porque cada uno recibe el fuego según la materia que lleva. Y para que tú entiendas mejor te propongo otro ejemplo: si fuesen muchos los que llevan las velas y uno tuviese una onza de cera, el otro, dos y el otro, seis; quien de una libra, quien más, y fuesen todos a la llama para encender sus velas; es verdad que en cada vela encendida, grande o pequeña que fuese, se ve toda la llama, es decir, el calor, el color y la misma luz; así pues, juzgarías que tiene menos luz aquél que tiene sólo una onza respecto al que tiene una libra. Así sucede con este sacra- mento. El hombre lleva su vela, que es el deseo santo con el cual se recibe y se toma este sacramento; pero tal vela en sí misma está apagada y se enciende cuando se recibe la Eucaristía. Efectivamente, aunque todos tengan la misma materia porque todos han sido creados a mi imagen y semejanza, y como cristianos tened la luz del santo bautismo, no por eso cada uno puede crecer en amor y virtud, según como gustáis, mediante mi gracia. No es que vosotros mutáis la vida sobrenatural que yo os he dado, pero podéis crecer y aumentar en el amor y la virtud, usando el libre arbitrio, con virtud y afecto de caridad mientras tenéis tiempo; porque, pasado el tiempo, vosotros no lo podréis hacer”. J © 2006, Edizioni San Clemente Muchas veces Santa Catalina veía un niño en vez de la Hostia, escondido entre las manos del sacerdote. Otras veces, un fuego ardiente en el que le parecía que el sacerdote entrara en el momento de la Comunión. Pintura de la colección del Museo Hiéron de Paray-le-Monial Santa Catalina de Siena ve un fuego que sale de la Hostia consagrada. Museo Diocesano de Milán

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SANTA CATALINA DE SIENA 1347-1380

La Eucaristía y

Jesús se apareció ante Santa Catalina para revelarleque así como un gran fuegono disminuye y no seconsume, aún si sirve paraencender muchas velas, así el gran fuego de laEucaristía no merma mientras inflama a los fielesque se acercan con grande o pequeña fe. La mayor omenor caridad de cada unoestá simbolizada en las dimensiones de la vela.

esús confió a Santa Catalina las siguientespalabras acerca de la Eucaristía: “vosotrosrecibís toda la esencia divina en aquel

dulcísimo Sacramento que está bajo la blancuradel pan. Y así como el sol no se puede dividir, asítodo Dios y hombre no se puede dividir en establancura de la Hostia. Supongamos que la Hostiase divida; aún si fuese posible hacer miles demigajas, en cada una está Cristo, todo Dios ytodo hombre. Así como se hace añicos un espejopero la imagen reflejada se sigue viendo; así, dividiendo esta Hostia, no se divide ni Dios ni elhombre porque en cada parte está el todo. Y nodisminuye en sí mismo, como sucede con elfuego, según el siguiente ejemplo: si tú tuviesesuna llama y si todo el mundo quisiera encendersecon esta llama, ella no disminuiría y tampococada uno tendría el todo. Es verdad que hay

quien participa más y quien menos de estallama porque cada uno recibe el fuego según lamateria que lleva.

Y para que tú entiendas mejorte propongo otro ejemplo: si fuesen muchos los que llevan las velas y uno tuviese una onzade cera, el otro, dos y el otro, seis; quien de unalibra, quien más, y fuesen todos a la llama paraencender sus velas; es verdad que en cada velaencendida, grande o pequeña que fuese, se vetoda la llama, es decir, el calor, el color y lamisma luz; así pues, juzgarías que tiene menosluz aquél que tiene sólo una onza respecto alque tiene una libra. Así sucede con este sacra-mento. El hombre lleva su vela, que es el deseosanto con el cual se recibe y se toma este sacramento; pero tal vela en sí misma está

apagada y se enciende cuando se recibe laEucaristía. Efectivamente, aunque todos tenganla misma materia porque todos han sido creadosa mi imagen y semejanza, y como cristianos tened la luz del santo bautismo, no por eso cada uno puede crecer en amor y virtud, según comogustáis, mediante mi gracia. No es que vosotrosmutáis la vida sobrenatural que yo os he dado,pero podéis crecer y aumentar en el amor y la virtud, usando el libre arbitrio, con virtud yafecto de caridad mientras tenéis tiempo; porque,pasado el tiempo, vosotros no lo podréis hacer”.

J

© 2006, Edizioni San Clemente

Muchas veces Santa Catalina veía un niño en vez de la Hostia,escondido entre las manos delsacerdote. Otras veces, un fuegoardiente en el que le parecía que el sacerdote entrara en elmomento de la Comunión.Pintura de la colección del MuseoHiéron de Paray-le-Monial

Santa Catalina de Siena ve un fuego que sale de la Hostiaconsagrada. Museo Diocesano de Milán