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    Dossier cambio climtico 2-9

    Hroes del clima 10-12

    La revolucin de los pedales 14-17Huertos urbanos 18-20

    Blockbusterssobremedio ambiente 21-23

    Jedis de los montes, por

    Javier Gallego 24-25Hemeroteca cambio climtico 26-29

    DISEO E INFOGRAFA: ERICA TAKENOUCHI

    ECOLOGA,CAMBIO CLIMTICO

    Y SOSTENIBILIDAD

    ESPECIALMs info en: http://bit.ly/revistaLM

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    2 Especial ecologa, cam bio climtico y sostenibilidad 2015 |www.lamarea.com

    Atasco diario en laM-30 de Madrid.FERNANDO SNCHEZ

    Dossier

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    CUENTA ATRSPARA PALIAR ELCAMBIO CLIMTICOExpertos y ecologistas exigen que la cumbre de Pars adoptemedidas efectivas contra el calentamiento global .POR TONI MARTNEZ

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    Dossier

    Se imaginan el Pas Valenciano sin naranjos, Galicia sinpercebes o Anda luca convertida en un secarral en elque no encuentran cobijo ni olivos ni a lmendros? Estefuturo no est tan lejano y son las consecuencias quetendr en nuestro pas en pocas dcadas el cambio cli-

    mtico, un problema que tendemos a asociar con lejanos osos po-lares pero que est muy cerca de nosotros.

    La escritora canadiense Naomi Klein, referente internacio-nal de la causa ecologista, lo subraya con el ttulo de su ltimo

    libro: Esto lo cambia todo. Aunque hace tiempo que se habla delos efectos nocivos del cambio climtico, en los ltimos aosla crisis econmica ha relegado el tema a un discreto segundoplano. Pero ella advierte de que ha llegado el momento decisivode hacer algo ya y de gran calado, antes de que la situacin del

    planeta sea irremediable. A part ir de in-formes del Banco Mundial y de universi-dades norteamericanas, Klein afirma queun calentamiento global de cuatro gradospodra significar un aumento del nivel deagua de los ocanos de uno o dos metros.Sus consecuencias seran catastrficas,con inundaciones e incluso desaparicinde islas. Lo ms grave es que estos hipot-ticos cuatro grados ni siquiera son el es-

    cenario ms pesimista.Klein no es la nica voz que ha dado la

    voz de alarma. La escritora ha encontradoun aliado insospechado en el papa Fran-

    cisco. En un tono duro, el pontfice exige medidas y condena eluso desproporcionado de los recursos naturales en su enccli-ca, Laudatio si(Alabado seas). Bergoglio va ms all y seala alculpable, el capitalismo depredador. El sometimiento de la po-ltica ante la tecnologa y las finanzas se muestra en el fracaso delas cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiadosintereses particulares. Y muy fcilmente el inters econmicollega a prevalecer sobre el bien comn y a manipular la informa-cin para no ver afectados sus proyectos, escribe.

    Las crticas del papa demuestran que la lucha para salvar elplaneta ya no es una causa exclusiva de ecologistas y grupos deizquierda. En Holanda, los tribunales han dictado una sentenciaque obliga al Gobierno de ese pas a reducir los gases de efectoinvernadero un 25%, en lugar del 16% que tena previsto para an-tes de 2020. La movilizacin social para exigir medidas drsti-cas contra el cambio climtico va cogiendo fuerza. En septiem-bre pasado hubo manifestaciones en 160 pases para denunciary concienciar al mundo. La ms numerosa congreg en NuevaYork a 300.000 personas, incluidos el exvicepresidente Al Gore,el alcalde Bill de Blasio o el actor Leonardo di Caprio.

    La vinculacin causal entre el sistema capitalista actual y ladegradacin del medio ambiente tambin est en el centro dela crtica de los movimientos sociales que protestan contra elAcuerdo de Libre Comercio (TTIP, en sus siglas en ingls) que es-

    tn negociando la Unin Europea y EEUU. La presin de la calle,encabezada por grupos ecologistas y los verdes europeos, ya hadado algunos frutos: la Comisin Europea y varios partidos hancambiado su actitud respecto al controvert ido contrato. Bajo

    LAS CRTICAS DEL PAPAMUESTRAN QUE LA LUCHA

    POR EL PLANETA NO ESEXCLUSIVA DE ECOLOGISTAS

    Y DE LA IZQUIERDA

    LA JUSTICIA HOLANDESA HAEMITIDO UNA SENTENCIA

    QUE OBLIGA AL GOBIERNOA REDUCIR LOS GASES DE

    EFECTO INVERNADERO

    El vertedero de basura Sandao, en China, recibe una media de 3.000 toneladas de basura cada da. FANG XINWU/COLOR CHINA PHOTOS/ZUMAPRESS.COM

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    el lema de Parar el TTIP-Combatir la Pobreza-Salvar el Cl ima,unas 40.000 personas se manifestaron contra la cumbre del G-7a principio de junio en Mnich (Alemania). Los lderes mundia-les acordaron unos objetivos para limitar la subida de la tempe-ratura a dos grados en este siglo, una meta insuficiente en opi-nin de expertos y ecologistas.

    Estos dos grados tambin son la meta que se marcan los par-ticipantes en la prxima Conferencia sobre el Clima de NacionesUnidas, que arranca el prximo 30 de noviembre en Pars. Vis-

    tos los escasos o casi nulos resultados de los ltimos encuentrosde este tipo, el escepticismo est ms que justificado. Tambinal mirar la lista de patrocinadores privados de la reunin en lacapital francesa. Renault-Nissan, Air France, Michelin, Suez En-vironnement, BNP Paribas o Ikea son algunas de las empresasque patrocinan este encuentro. Poco importa que las instalacio-nes de Renault o Michelin en Valladolid hayan contribuido a queesta ciudad sobrepase 60 das al ao los niveles de ozono reco-mendados por la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) o que,segn un informe de Amigos de la Tierra, BNP haya concedidola mitad de los ms de 30.000 mil lones de euros con los que losbancos franceses han financiado la contaminante industria delcarbn entre 2005 y 2014.

    La participacin de estas multinacionales como mecenas enla cita francesa demuestra que el calentamiento global est en la

    agenda poltica y social. Los directivos de los grandes negociosquieren jugar un papel en la lucha contra el cambio climtico,pero parece que lo que pretenden es ms bien frenar los avan-ces. El presidente de Repsol, Antoni Brufau, en un artculo en el

    diario El Pas, explicaba en junio la posi-cin ante la cumbre del European RoundTable of Industrial ists (ERT), un grupo depresin que agrupa a las 50 principalesempresas industriales: Estas recomen-daciones defienden un nuevo modelo enel que crecimiento y competitividad noestn reidos con la reduccin de emisio-nes. Renunciar al crecimiento no es una

    opcin.Pero una gran par te de los expertos,

    como Klein, considera que efectivamentehabr que renunciar al crecimiento, porlo menos tal y como lo conocemos hoy enda, basado en el uso de energas fsiles y el consumo masivo.Para Alejandro Gonzlez, bilogo y miembro de Amigos de laTierra, el cambio de mentalidad a la hora de poner el debate so-bre el cambio climtico en la agenda se debe a que antes se veacomo un problema generacional, pero ahora se pueden apreciarya algunos impactos. En Espaa estamos viendo un aumentode los periodos de sequa, de olas de calor, de impactos sobre lavegetacin. Gonzlez asegura que en el campo se ven esosefectos con una mayor mortalidad de las encinas, con rbolesque no tienen frutos cuando toca o con floraciones que se ade-

    lantan. Y eso que estamos al principio, advierte.A qu se deben estas situaciones? Los cientficos del IPCC

    (Grupo Intergubernamenta l de Expertos sobre el CambioClimtico de la ONU) afirman que los causantes de este

    El 39% del CO2 de la atmsfera proviene del transporte, un nmero que se reducira con un mayor consumo de productos de proximidad.

    EXPERTOS COMO NAOMIKLEIN CONSIDERAN QUEHAY QUE RENUNCIARALCRECIMIENTO TAL Y COMOLO CONOCEMOS HOY EN DA

    LOS DOS GRADOS SON LAMETA QUE SE MARCANLOS PARTICIPANTES EN LAPRXIMA CONFERENCIASOBRE EL CLIMA DE LA ONU

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    cambio climtico son los gases de origen antropognico (esdecir, a causa de la actividad humana) que se han ido ver-

    tiendo sobre la atmsfera especialmente en la segunda mitaddel siglo XX. Desde 1850 hasta ahora se ha puesto en la atmsfe-ra el 80% del dixido de carbono (CO2) del total que se ha emiti-do histricamente. Para Samuel Martn-Sosa, doctor en biologay miembro de Ecologistas en Accin y coordinador del curso deposgrado sobre cambio climtico que esta organizacin celebraen Madrid, la causa del calentamiento global es el tipo de mode-

    lo energtico adoptado por la sociedad, totalmente dependien-te del petrleo. Durante el siglo XX hemos tenido acceso a unaenerga barata y muy contaminante que nos ha permitido un de-sarrollo econmico y que nos ha llevado a la situacin que tene-mos ahora, con un sistema que est al lmite, lamenta.

    Toda esta acumulacin de gases no-civos est provocando cambios sustan-ciales en el planeta que afectan a nues-tra salud. El climatlogo Jonathan GmezCantero alerta sobre uno de los episodiosque, por culpa del calentamiento global,es ms fuerte cada verano: la isla de calorurbano. Est constatado que durante elverano, sobre todo por las noches, harms calor en las ciudades. Esta situacin

    har que se produzca una deshidratacincontinua. Si no hay buenos sistemas derefrigeracin, el cuerpo no descansardurante la noche y empezarn a produ-

    cirse fallos orgnicos, de tipo nervioso y cerebral. Ocurrir, porejemplo, cuando un cuerpo deshidratado no se d cuenta de quetiene sed. Est comprobado que a los tres das de una ola de calorempiezan a dispararse las muertes, y esto va a empezar a ocu-rrir dentro de nuestras ciudades, explica.

    La llegada de parsitos de aguas clidas a los ocanos que hanvisto aumentar su temperatura es otro de los efectos constata-bles del cambio climtico. En Galicia, una vez al ao aproxima-damente se produce el fenmeno de la marea roja. El aumento

    de la temperatura del agua dispara el nmero de bacterias y detoxinas, lo que obliga a prohibir el marisqueo durante semanas.Los cientficos ya han anunciado que, si contina todo igual, lasmareas rojas sern cada vez mayores y ms intensas, con lo queello supondr para el sector. De hecho, algunos pases como No-ruega, recuerda Gmez Cantero, estn sufriendo un serio pro-blema de parsitos en sus aguas que ha golpeado al sector de lapesca y a la oferta de salmn, que ha cado en picado.

    Para intentar evitar estas situaciones, en 1997 se firm el pro-tocolo de Kyoto, que obligaba a 35 pases industrializados a redu-cir un 5,2% sus emisiones de CO2, teniendo como referencia lasde 1990. Este acuerdo, sin embargo, no inclua a potencias conta-minantes como EEUU, China, India, Brasil o Mxico. No es el ni-co de los incumplimientos. La Comisin Europea ha mostrado anueve pases, entre ellos Espaa, su inquietud por la deficiencia

    en el cumplimiento de la implantacin de energas renovables.El objetivo era que en 2020 el 20% del consumo energtico proce-diese de fuentes limpias. En el caso de Espaa, este porcentaje sesita hoy en el 15,4%, un ratio muy alejado de las aspiraciones de

    1972Estocolmo

    PrimeraConferencia de

    Naciones Unidas

    sobre el MedioHumano

    Los pases parti-cipantes deciden

    reunirse cada diezaos para hacerun seguimientodel estado del

    planeta y ver lasconsecuencias que

    est teniendo eldesarrollo econ-

    mico en l.

    1979Ginebra

    PrimeraConferencia

    Mundial sobre el

    ClimaLa Conferencia

    adopta una decla-racin que exhortaa los gobiernos aevitar los posibles

    cambios en el climaprovocados por el

    hombre.

    1992Ro De Janeiro

    Primera cumbre dela Tierra

    Se aprueba la

    Agenda 21, unprograma de accin

    para el desarrollosostenible global.

    Entre sus reasde actuacin estla lucha contra elcambio climtico.

    Entra en vigor en elao 1994.

    1995Berln

    Primeraconferencia de las

    partes (COP)

    La COP es laresponsable de

    mantener el controlsobre el calenta-miento global.

    1997Kioto

    Protocolo de KiotoSe trata de la

    primera ocasin en

    la que los pasesindustrializados

    adquieren compro-misos concretos yun calendario de

    actuaciones. Entre2008 y 2012 se

    deban reducir lasemisiones de seisgases en un 5,2%

    con respecto a1990. No se logra.

    2002Johannesburgo

    Cumbre de la TierraPor primera vez

    participan agentes

    de la sociedadcivil. Se renuevael compromiso

    poltico de Ginebray se apuesta por

    desarrollar progra-mas de "desarrollo

    sostenible".

    2007Bali

    Conferencia sobrecambio climtico

    Comienzan las

    negociaciones delsegundo periodode cumplimientodel Protocolo de

    Kioto (2012-2020).Se fija una nueva

    hoja de ruta con laesperanza puestaen la Conferencia

    de Copenhague quese celebra dos aos

    despus.

    PRINCIPALES REUNIONESCONTRA EL CAMBIO

    CLIMTICO

    EL AUMENTO DE LATEMPERATURA DEL AGUA

    DISPARAR EL NMERO DEBACTERIAS Y AFECTAR AL

    MARISQUEO GALLEGO

    EL CLIMTLOGO JONATHANSORIANO ALERTA SOBRE

    UNO DE LOS EPISODIOS QUEAUMENTA CADA VERANO: LA

    ISLA DE CALOR URBANO

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    Dossier

    la UE. Adems, los expertos califican esta cifra como inflada, yaque se asocia a la disminucin de la actividad econmica a causade la crisis. En su reciente informe Perspectivas de la energa enel mundo, la Agencia Internacional de la Energa (AIE) tambinha instado a que los pases sean ms ambiciosos en sus objetivosde reduccin de emisiones.

    LA CUMBRE DE PARSTodas estas voces apuntan a una fecha: el 30 de noviembre de

    2015, fecha de inicio de la Convencin Marco de Naciones Unidassobre el Cambio Climtico, la Cumbre de Pars. De hecho, las lti-mas reuniones no han serv ido de mucho, segn admiten los ex-pertos, ya que todas las decisiones se posponen para el encuen-tro en Francia. La cumbre nace con el objetivo de que a finales desiglo la temperatura de la Tierra no sobrepase los dos grados decalentamiento. Alejandro Gonzlez afirma que con ese escena-rio los impactos ya son brutales. Quizs el nico umbral quepodamos asumir es el de 1,5 grados y no ms de eso, advierte.El riesgo es que, como pas en Copenhague, los grandes pasescontaminantes como China, EEUU, Canad, la Unin Europeao Japn decidan implantar sus propias medidas y que cada unohaga lo que quiera, critica el ecologista.

    La propuesta conjunta que los pases de la Unin Europea pre-sentarn en Pars se basa en reducir, respecto a las que haba en

    1990, un 40% las emisiones de CO2 en los prximos 15 aos. EnEspaa, sin implementar nuevas medidas, se han disminuidola emisin de gases un 20% en menos de una dcada. El moti-vo? La crisis econmica. Pero quizs ni con esa reduccin se al-

    canzara el objetivo mnimo. Para algu-nos partidos como Equo, la propuesta dela UE es poco ambiciosa e insuficienteya que, a su juicio, los pases miembrosno tienen en cuenta la gravedad del pro-blema. Para el partido ecologista, esa re-duccin debera ser del 55%.

    Segn los algoritmos que propone elIPCC con el modelo actual y con la reduc-

    cin prevista, la temperatura de la Tierraen 2100 subira tres grados ms. Si ahoramismo dejramos de emitir CO2, explicaGonzlez, la inercia del sistema atmos-frico nos llevara a sufrir 1,3 o 1,4 gradosms a final de siglo.

    Espaa no ha elaborado ninguna propuesta propia para Pa-rs, y se va a adherir a las que presente la UE. El Gobierno espa-ol, a travs de la Oficina del Cambio Climtico dependiente delMinisterio de Medio Ambiente, no ha respondido a La Mareaso-bre cules son las propuestas del Ejecutivo para reducir los ga-ses contaminantes ni quin encabezar la expedicin espaola.

    Los expertos interpretan este silencio como una prueba msde la posicin del Gobierno sobre el cambio climtico. No ha he-cho nada. Ha permitido el fracking, contina con el modelo ener-

    gtico de los aos 70 y su pensamiento respecto al clima estvinculado con la derecha ms rancia, denuncia Gmez Cantero.El propio Ministerio de Industria, Energa y Turismo aproba finales de 2013 un impuesto para la instalacin de placas

    2009Copenhague

    Conferencia delclima

    El acuerdo final de

    la cumbre estableceque el incrementode la temperaturamedia global enla Tierra no deba

    ser superior a los 2grados. En cambio,

    no hubo ningnacuerdo sobre

    cmo alcanzar eseobjetivo.

    2010Cancn

    Conferencia delclima

    Se vincula la

    celebracin delas cumbres conlos compromisospolticos y econ-micos. Se crea unfondo verde parael clima a travs

    del cual se puedadar financiacin apases en vas de

    desarrollo.

    2011Durban

    Cumbre del climaLos principales

    emisores de gases

    de efecto inverna-dero (EEUU) y los dereciente industriali-zacin (Brasil, China,

    India y Sudfrica)acuerdan iniciarun proceso para

    reducir sus efectoscontaminantes.

    2012Ro De Janeiro

    Conferenciade desarrollo

    sostenible Ro+20

    El encuentro se cie-rra con un acuerdo

    de mnimos.

    2012Doha

    Conferencia deNaciones Unidas

    del Cambio

    ClimticoSe prorroga hasta2020 el periododel compromisodel Protocolo deKioto. No firmaneste acuerdo ni

    EEUU, Japn, Rusia,Canad y NuevaZelanda, entre

    otros. Quienes s loaprueban son losresponsables de

    poco ms del 15%del total de emisio-

    nes contaminantes.

    2014Nueva York

    Cumbre sobre elClima en la sede de

    ONU

    Los pases decidendestinar ms de

    200.000 millonesde dlares antes

    de que acabe 2015para luchar contra

    el cambio climtico.

    2014Lima

    XX Conferenciade las Partes deNaciones Unidas

    sobre cambioclimtico

    Los participantesacuerdan que

    cada uno de ellospresente sus

    compromisos paraluchar contra elcalentamiento

    global antes del1 de octubre deeste ao. Todaslas decisiones seposponen para lacumbre de Pars.

    ESPAA NO HA ELABORADONINGUNA PROPUESTAPROPIA PARA PARS Y SEVA A ADHERIR A LAS QUE SEPRESENTEN DESDE LA UE

    LA AGENCIA INTERNACIONALDE LA ENERGA HA INSTADOA QUE LOS PASES SEAN MSAMBICIOSOS EN SU OBJETIVODE REDUCCIN DE EMISIONES

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    Dossier

    Olasde calor

    Aumentarn ennmero y en intensidad,

    sobre todo en las grandesciudades, con episodios

    de isla de calorurbano

    Cambiosen las

    estacionesAlgunos estudios

    apuntan a desviaciones

    de hasta tres das en losciclos del ao

    SequasPese a que en el

    clima mediterrneose han dado pocas de

    pocas lluvias, los periodosde sequa sern msfrecuentes, largos y

    duraderos

    Cambioen el ciclo

    natural de lasplantas

    El exceso de calor produceque los procesosde floracin se

    adelanten

    HambrunasLos cambios en

    el clima provocarnconsecuencias en laagricultura, como laprdida de cosechas

    enteras

    InundacionesSegn los expertos

    del IPCC, el nivel del marsubir un metro antes de2100, aunque hay quien

    eleva ese riesgo a lossiete metros

    Deshielode glaciares y

    polosSon los reguladores

    naturales del clima y sudesaparicin acelerara

    el cambio climtico

    Mayoracidez del

    agua en losocanos

    La acidificacin de lasaguas es evidente y ha

    aumentado un 26%desde 1850

    LASCONSECUENCIAS

    DEL CAMBIOCLIMTICO

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    Dossier

    fotovoltaicas que penaliza la produccin individual de elec-tricidad y el autoconsumo con energa renovable.

    En paralelo a la cumbre de Pars, las grandes multinaciona-les estn desarrollando posibles soluciones para minimizar losefectos de la contaminacin. Atrs han quedado los tiempos enlos que el mensaje de los negacionistas calaba con fuerza. Mu-chos dirigentes del PP mostraron en pblico su rechazo a la exis-tencia del cambio climtico. Uno de ellos fue el hoy presidenteespaol Mariano Rajoy, quien en 2007 pronunci unas palabras

    que desataron la polmica. Mi primo me dijo: he trado aqu adiez de los ms importantes cientficos del mundo y ningunome ha garantizado el tiempo que iba a hacer maana en Sevilla.Cmo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo den-tro de 300 aos? No lo s. Es un asunto al que hay que estar muyatentos, pero tampoco lo podemos convertir en el gran proble-ma mundial. Un ao ms tarde, la Fundacin Faes, public unlibro en el que calif icaba de mito el cambio climtico y denun-ciaba el alarmismo generado en torno al tema.

    Estas posiciones negacionistas han ido perdiendo fuelle y enlos ltimos tiempos han dejado espacio a soluciones que se ven-den como finales. Se trata de proyectos de geoingeniera quebuscan frmulas para eliminar el rastro de CO2 como el bom-bardeo de nubes, fertilizacin ocenica de los mares para captarel dixido de carbono, toldos para reflejar la luz solar. Posibles

    soluciones de las que an no se conocen qu consecuencias pue-den tener para el planeta y que han convertido la lucha contrael cambio climtico un incipiente negocio al que estn atentosgrandes empresas y multinacionales.

    Desde el mundo ecologista se defien-de el decrecimiento como la nica solu-cin vlida para mantener la temperaturade la Tierra por debajo de los dos grados,y evitar nuevas y peores consecuenciasdel calentamiento global. Ahora mismono se entiende nuestra vida sin petrleo,afirma Samuel Martn-Sosa, pero steha sido el motor de la crisis planetaria y

    climtica que tenemos hoy en da. He-mos estado en una espiral de crecimientoque no puede parar, y esa filosofa de hui-da hacia adelante ignora dos cosas: quetiene una base material y que hay un lmi-te fsico que ya estamos empezando a tocar, afirma.

    Aunque los partidarios del cambio de modelo social son cons-cientes de que hablar de austeridad no es algo demasiado popu-lar, valoran esta opcin como la nica posible ante el panoramaque ya se presenta. No vas a transformar el paradigma si notienes un cambio cultural y de valores, defienden desde Ecolo-gistas en Accin. Pero avisan que la presin de la industria va aser muy fuerte para que no se produzca ese cambio. En el ladocontrario de la balanza se sitan las soluciones que, desde accio-nes individuales, apuntan a la creacin de una gran masa social

    crtica. Eso pasa por ir ms all de Pars, un encuentro que paramuchos nace ya muerto. Tras la cita parisina, Senegal acogerla siguiente cumbre sobre el clima. Ser en 2016. Para entonces,quizs ya sea demasiado tarde.

    En Pontevedra los baistas comparten espacio con las chimeneas de la papelera Ence, situada a escasos metros de la costa.

    EN EL LADO CONTRARIO DELA BALANZA SE SITAN LASSOLUCIONES QUE APUNTANA LA CREACIN DE UNA MASASOCIAL CRTICA

    , CRITICAEL BILOGO SAMUELMARTNSOSA

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    Resistencias locales

    Blockadia:Los nuevos

    guerreros

    por la TierraUn informe asegura que en un 17%de los casos la presin social ha

    logrado ganar un juicio o paralizar unproyecto lesivo con elmedio ambiente

    POR NAZARET CASTRO / BUENOS AIRES

    L

    a montaa impone sus tiempos y su silencio.La cordillera andina , la espina dorsal de unaAmrica Latina con las venas todava abiertas,se alza majestuosa, con sus cerros de mil colo-

    res, atravesando el continente suramericano.Pero hoy, en amplias franjas de la cordillera, ese silenciomilenario se ha visto sustituido por las explosiones dela roca que requiere la megaminera a cielo abierto paraextraer el poco oro que alberga la montaa en sus entra-as. A su paso, la actividad minera a gran escala deja unpaisaje lunar, devastado; aguas contaminadas; oro parala exportacin y un crcu lo vicioso de pobreza y depen-dencia para las comunidades locales. No extraa en-tonces que la megaminera sea, en toda Amrica Latina,una de las principales fuentes de conflictividad social.

    "Mina es muerte". "El agua vale ms que el oro". "Noa la mina, s a la vida". Lemas como stos se repiten enlas calles y las carreteras al atravesar las provincias dela Argentina cordil lerana. En La Rioja, la pequea locali-

    dad de Famatina, con 6.000 habitantes, lleva desde 2007plantando cara a las corporaciones mineras. Primerofue la canadiense Barrick Gold; despus, Osisko Mining.Ganan una batalla y fuerzan al Gobierno a que rescindael contrato con la multinacional, pero un tiempo des-pus, vuelve la ofensiva. "Es como el marido golpeador,que se disculpa, regala f lores, pasan un par de meses y

    vuelve", seala una de las activistas, Carolina Suffich.En Famatina saben que no habr tregua mientras el orosiga all; y siguen dispuestos a dar la batal la.

    Cada vez ms, unas luchas contagian a otras. Piru,

    Protestaindgena en

    Temucuicui, alsur de Chile,

    contra la

    construccinde una centralhidroelctrica.

    FELIPE DURN

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    Resistencias locales

    una de las activistas que plant cara a la Barrick Gold enFamatina, protagoniz en 2014 la movilizacin socialque fren, al menos de momento, los planes de Monsan-to de construir en Crdoba la que sera la mayor planta

    regional de maz transgnico. "La acampada ha servi-do para fortalecer las luchas, ha sido un punto de en-cuentro para las diversas organizaciones, cuenta Piru."Cada vez ms gente se est dando cuenta de la perver-sidad del modelo. Es el momento de unificar las luchasy pelear por los derechos colectivos: es el momento deunirnos toda Amrica Latina", aade.

    Al otro lado de la cordillera andina, el pueblo ma-puche se enfrenta a la expansin de los proyectos hi-droelctricos. En el Alto Bo Bo, las represas de Pan-gue y Ralco, inauguradas entre principios de los 90 ycomienzos de los 2000, tuvieron efectos devastadorespara la poblacin indgena: los desplazamientos forzo-sos deterioraron no slo sus formas de vida, basadas enla ganadera y la agricultura familiar, sino tambin las

    redes de solidaridad comunitaria; el Gobierno incum-pli, adems, su promesa de no volver a autorizar pro-yectos hidroelctr icos en la regin. "Nos arrebataronnuestro territorio porque no lo supimos defender", la-menta la aa(hermana) Anita, una anciana gil y vi-varacha que protagoniz durante aos la resistencia ala represa. La aarecuerda las consecuencias de aque-lla oposicin: persecuciones, golpes, detenciones, alla-namientos, acusaciones de vandalismo. "Fue una luchade mujeres: los hombres tenan ms miedo", asegura.Y anima a su pueblo a seguir resistiendo: "Los mapu-ches de la cordi llera respirbamos los rboles. Tena-mos poca ropa, vivamos con poco, y sin embargo es-tbamos saludables: disponamos de la energa de losrboles y de nuestras medicinas. Esta tierra es mapuche

    y la tenemos que recuperar".

    Zonas de sacrificioLa lucha, como seala Carolina, es por los recursos na-turales; los activistas tienen una conciencia crecientede resistir frente a un modelo extractivo que se con-creta en la minera, la explotacin de hidrocarburos, laconstruccin de megarrepresas o la expansin de la sojatransgnica. En todas sus formas, la apuesta extractivadeja a su paso destruccin de ecosistemas y, tambin,de culturas y formas de vida: los territorios se convier-ten en "zonas de sacrificio", una expresin popularizadapor los activistas para subrayar cmo estos proyectos,que dejan generosas plusvalas a las multinacionales,suponen el sacrificio de territorios y pueblos enteros.

    Las empresas y los gobiernos que las apoyan llegan conlas promesas de empleo, desarrollo y progreso; los na-tivos ya no les creen y responden que su territorio noest en venta.

    Otra realidad se repite a lo largo y ancho de Amri-ca Latina: cuando las promesas de las compaas y lasmanipulaciones del mainstreamya no convencen y lospueblos se deciden a frenar los proyectos extractivos, elEstado responde con la fuerza. Las movilizaciones so-ciales son sistemticamente represaliadas por las au-toridades, a veces con la intervencin de las FuerzasArmadas o de grupos paramilitares (ver grfico). Tam-bin es generalizada la connivencia de los pases dondelas empresas tienen su sede, como es el caso de Canad,que alberga ms de la mitad de las compaas mineras

    a nivel mundia l y que ha sido formalmente denuncia-do ante la Comisin Interamericana de Derechos Hu-manos (CIDH) de la Organizacin de Estados Ame-ricanos por dar apoyo diplomtico y financiero a

    HROES POREL CLIMA

    Pepe CantEL ENEMIGO DE LOS VERTIDOS

    Con formacin en Geologa, fue fun-cionario de la Agencia de Medio Am-biente de la Junta de Andaluca enlos aos 90, una institucin que tu-vo que abandonar dos aos despuspor denunciar la capacidad conta-

    minante en Huelva de la empresaAtlantic Cooper. Tras ms de 25 aosluchando contra los vertidos en elentorno del ro Tinto, asegura que lalucha "ha merecido la pena", pese alos costes personales y profesiona-les. l no se cansa de alertar sobre el"gigantesco reactor qumico" que seasienta sobre 1.200 hectreas y queest pegado a la ciudad de Huelva.

    Virginia RabalACTIVISMO ECOLGICO

    Esta activista de 36 aos, coordina-dora de movilizacin y delegada enel Pas Valenciano, Islas Baleares yCatalua de Greenpeace, lo mismose embarca contra las prospeccionespetrolferas en el Mediterrneo quese manifiesta ante la central nuclearde Cofrentes, propiedad de Iberdro-la, para pedir su cierre. Por esta lti-

    ma accin, la empresa hidroelctricala llev a juicio y pidi tres aos deprisin. Rabal sali absuelta. Tras lasentencia recalc que los tribunalesreconocan a los activistas el dere-cho a defender el medio ambiente."Seguiremos en ello", asegura.

    Wangari Maathai47 MILLONES DE RBOLES

    La biloga keniana, fallecida en2011, es todo un smbolo de la luchafeminista y ecologista. Premio No-bel en 2004, impuls el MovimientoCinturn Verde (GBM, por sus siglasen ingls), que naci con el objeti-vo de plantar rboles en el bosque ylleg a tener organizados 3.000 vi-veros, atendidos por 35.000 muje-

    res. Su herencia: 47 millones de r-boles plantados. Esa lucha la vinculacon la del fotgrafo Sebastio Sal-gado, quien en la finca que heredde sus padres ha conseguido plantardos millones de rboles y recuperar297 especies.

    Manuel IzquierdoUNA VIDA DEDICADA A LAS ABEJAS

    "A las abejas hay que dejarlas quehablen". Y l las escucha y sabe loque dicen. Lleva ms de 15 aos de-nunciando la utilizacin de plaguici-das txicos y es ahora cuando sienteque se le empieza a hacer caso. "Cer-ca del 80% de los cultivos que sir-ven de alimento a los seres huma-nos dependen de la polinizacin y,en buena parte, de la labor que ha-cen las abejas", explica este apicul-tor. Por eso pide que se respete a es-

    tos insectos, y no cesa en su empeopara que se acabe con los pesticidastxicos, "una bomba atmica" que seha colocado en medio del campo.

    Greenpeace ha lanzado una campaapara buscar a los "hroes por el clima",

    personas annimas que luchan cada dapor conseguir un mundo ms sostenible.

    A finales de septiembre se harn pblicoslos nombres. Estos son algunos ejemplos

    de luchadores, de hroes y heronas conrostro, nombre e historia personal.

    FOTOS: PEDRO ARMESTRE,MATAS COSTA Y PABLOBLZQUEZ. GREENPEACE

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    Resistencias locales

    29 25 15 12 9 5 4 3 3 2 2 2111

    11

    BRASILCOLOMBIAFILIPINAS

    HONDURASPER

    GUATEMALATAILANDIAPARAGUAY

    MXICOUGANDA

    MYANMARINDONESIA

    CAMBOYASUDFRICACOSTA RICA

    INDIAECUADOR

    FUENTE: GLOBAL WITNESSLA MAREA

    Defensores del Medio Ambiente asesinados en 2014 Vctimas indgenas Vctimas no indgenas

    empresas que vulneran los derechos humanos. Y

    sin embargo, los pueblos resisten, y tienen cadavez ms pruebas de que David puede vencer a Go-

    liat. En Argentina, las luchas articuladas al son del grito"No a la Mina" pueden mirarse en el espejo de Esquel, alsur del pas, o de Famatina. Ambos son ejemplos de queasambleas de vecinos autoconvocadas (AUC) puedencontener el avance de la minera. Segn el Atlas Globalde Justicia Ambiental (Ejolt, en sus siglas en ing ls) un proyecto de investigacin internacional lanzado en2014 y encabezado por Joan Martnez Alier en un nadadesdeable 17% de los casos, las organizaciones socialeshan logrado paralizar un proyecto o ganar un juicio. ElEjolt ha mapeado una conflictividad ambiental crecien-te en todo el mundo y especialmente activa en AmricaLatina, donde se han documentado 300 casos, la mayo-

    ra en Colombia (72), Brasil (58), Ecuador (48), Argentina(32), Per (31) y Chile (30).

    Blockadia

    El modelo extractivo "compite por recursos, como la tie-rra y el agua, y reestructura e influye en la forma de vidade las poblaciones locales", afirma la sociloga argenti-na Maristella Svampa. Las luchas ambientales visibili-zan esos impactos y politizan as este tipo de cuestio-nes. Al politizar los problemas, descubren tambin lasconexiones entre unas causas y otras. Entienden que lalucha contra las represas, contra la privatizacin de lassemillas o contra la mina son parte de una misma gue-rra: la que combate un modelo de global izacin capita-lista que avanza sobre la mercantil izacin y la privati-

    zacin de la vida. Es lo que Naomi Klein l lama Blockadiaen su ltimo ensayo, Esto lo cambia todo. El capitalismocontra el clima(Paids, 2015): la "zona transnacional eitinerante del conflicto que est aflorando con frecuen-cia e intensidad crecientes all donde se instalan pro-

    yectos extractivos".Lo caracterstico de Blockadia es que se trata de re-

    sistencias locales, vinculadas a la defensa del territorio,pero que conectan con una mirada global y tratan de ar-ticular redes. Van entendiendo, adems, que una mis-ma narrativa hilvana Occupy Wall Street, el 15-M, lasluchas contra la minera y los movimientos contra losagrotxicos. Eduardo Lujn, miembro de la Mesa Pro-

    vincial No a las Represas de Misiones, admite que es-tn "estableciendo vnculos con otras organizaciones

    que estn en luchas similares: fracking, megaminera,agrotxicos". "Todas estas actividades forman partede un gran problema ambiental que nos afecta a todos.Queremos pensar un modelo de sociedad diferente, que

    coloque en el centro la cuestin de la sostenibilidad",aade. Estas resistencias no se limitan a decir no a losemprendimientos extractivos, sino que plantean alter-nativas a ese discurso hegemnico del desarrollo queslo persigue el crecimiento del PIB, y buscan nuevos

    mundos posibles articulados en ideales como "el buenvivir" de los indgenas quechua.

    Estas resistencias han visibi lizado el entramado decorrupcin que permite la aprobacin de estos proyec-tos sin cumplir unas legislaciones ambientales de pors laxas. "Son empresas fraudulentas que, adems de

    violar los derechos humanos de quienes resisten estosproyectos, reacomodan legislaciones y marcos regula-torios", subraya el doctor Mauricio Berger, investigadorde la Universidad Nacional de Crdoba. "No es apenasuna comunidad de afectados que rechaza ser zona desacrificio, sino una red de funcionarios pblicos, aca-dmicos, activistas, profesionales y organismos queintentan hacer una va lla de contencin frente al ava-sallamiento de las corporaciones sobre una muy dbil

    institucionalidad ambienta l", aade. La disputa tam-bin se est dando dentro de las universidades o en losmedios de comunicacin. Todo eso es Blockadia, diraNaomi Klein.

    El problema de fondo es sistmico y g lobal: las em-presas multinacionales, un actor con cada vez mayorprotagonismo en la economa y la poltica internacio-nal, han diseado a su medida una arquitectura jur-dica de la impunidad: el l lamado Derecho MercantilGlobal o Lex Mercatoria. se que obliga a los Estados aplegarse a la voluntad de las corporaciones, pero libe-ra a stas de someterse a la justicia, como se evidencien el caso de Chevron, que evit pagar la multa a la quela conden la justicia ecuatoriana por contaminar laselva durante dcadas. En esa impunidad se mueven;

    pero toda una legin mundial de guerreros guardia-nes de sus territorios parece dispuesta a poner fin a suavance destructor.

    El Derecho MercantilGlobal obliga a losEstados a plegarsea la voluntad de lascorporaciones

    Canad ha sidodenunciada ante laCIDH por dar apoyo aempresas que vulneranlos derechos humanos

    Indio sin tierra no es indioEn el caso de los pueblos indgenas,esa alteracin radical de sus modosde vida les puede llevar a la mis-ma autodestruccin como pueblos,como narra Vctor, lder de una co-munidad indgena Uwa en el Araucacolombiano. En los aos 80, llegaron

    a la zona multinacionales del sectorde los hidrocarburos, entre ellas laespaola Repsol. "Desapareci lalaguna y con ella, la diversidad y lasplantas, que eran la base de nues-tra medicina. Nuestros antepasadosnos contaron que el petrleo se crepara ser germen de la tierra, para queel suelo tenga energa y fuerza paraproducir; el petrleo debe quedarsedonde est", asegura. Pese a la re-presin militar y paramilitar, los Uwaresistieron y obligaron a la petroleraOxy a abandonar sus tierras ances-trales. Pero poco despus entr la

    empresa nacional Ecopetrol. El pue-blo Uwa no desiste: sigue resistien-do, pues, como dicen ellos, "indio sintierra no es indio".

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    Movilidad

    El escaparate de un cntr ico concesionario de cochesmadrileo luce desde hace meses un nuevo y flaman-te cartel: "Vendemos bicicletas". Podra parecer algoanecdtico o sin importancia: al fin y al cabo, la mar-ca lleva dcadas fabricndolas y vendindolas, prin-

    cipalmente como vehculo recreativo. Pero esto es di ferente:la bicicleta que anuncian est pensada para el entorno urbano,no exclusivamente para hacer deporte. No para los nios o parael verano, sino para moverse con ella por las ca lles de la ciudad.Para hacer, quiz, que alguien se plantee la posibi lidad de pres-cindir del coche en sus desplazamientos diarios y apueste pormoverse de manera silenciosa, limpia y eficiente, con la energaque generan sus propias piernas.

    Los datos avalan la decisin del concesionario de utilizar lasdos ruedas como reclamo: en 2012, y por primera vez, se ven-dieron en Espaa ms bicicletas que coches (780.000 frente a700.000). Un ao despus, y a pesar de los incesantes planes deayuda al sector del automvil, esa brecha aument hasta el 43%,superndose la cifra rcord de un milln de bicicletas vendidas.El auge tambin tiene su impacto en el mercado laboral. Segn laAsociacin de Marcas de Bicicletas de Espaa (AMBE), el sectorgenera en nuestro pas 14.000 empleos directos y otros 30.000indirectos, con una facturacin que en 2013 alcanz los 1.050 mi-llones de euros.

    "Espaa an tiene mucho camino por recorrer", seala CarlosNez, secretario general de AMBE. "La media nacional de uti-lizacin de la bicicleta como medio de transporte urbano rondael 2%, a aos luz de otros pases europeos". Y es que una cosa es

    que haya bicicletas (Espaa es uno de los pases con mayor n-mero de ellas por hogar), y otra bien distinta que se utilicen msall de los fines de semana. "ste es un pas en el que el sector haestado tradicionalmente ligado a la prctica deportiva. En con-

    Hay tantas razones paramoverse en bicicleta como

    ciclistas. La mayora damotivos de ahorro, salud o de

    respeto al medio ambiente

    El sector genera en Espaa14.000 empleos directos y

    otros 30.000 indirectos, conuna facturacin de ms de

    1.000 millones de euros

    La revolucinde los pedales

    Un vehculo inventado en el siglo XIXest llamado a cambiar las ciudades del

    XXI. La bicicleta es un arma cargadade futuro. POR DANIEL CABEZAS

    Un hombre circula por el carril bici de la Puerta del Sol en Madrid. FERNANDO SNCHEZ

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    Movilidad

    creto, a la bici de montaa y a la de carretera. Pero eso est cam-biando: actualmente, la bicicleta urbana y, en concreto, las elc-tricas, cuentan con un margen de crecimiento espectacular". Dehecho, y segn calcula la consultora Navigant Research, las ven-tas de bicicletas elctricas a nivel global pasarn de 6.300 millo-nes de euros en 2013 a 8.200 millones en 2020. Slo en Alemaniase venden ms de 500.000 al ao, mientras que en Espaa el n-mero apenas supera las 10.000. Cuestin de tiempo? "Cuando lagente descubra que una bicicleta elctrica puede ser el sustitutoperfecto del coche para la ciudad, las calles cambiarn comple-tamente", apostilla Nez.

    Elctricas o no, algunos han querido achacar el boom ciclis-ta exclusivamente a la crisis econmica: a falta de dinero para

    comprar coches, los ciudadanos se resignan a ir en bicicleta. Sinpagar gasolina, ni seguro, ni ITV, ni impuestos de circulacin.Al menos esa es la lectura que hacen diarios como The Guardian,que lleg a dedicar un extenso reportaje al auge de las dos ruedasen nuestro pas. En l titulaba: "Bien a dos ruedas, pero imposi-ble a cuatro en una Espaa sin un duro". Los datos confirman,sin embargo, que la renovada fiebre por los pedales va ms al lde los Pirineos: las ventas de bicicletas alcanzan en Europa nive-les histricos ao tras ao. En todos los pases y sin excepcin.De Lisboa a Atenas, de Oslo a Roma: cada vez ms habitantes delviejo continente parecen estar dispuestos a cambiar la fisono-ma urbana a golpe de pedal.

    Vivir a otro ritmoHay tantas razones para moverse en bicicleta como ciclistas

    pueblan las calles. La mayora esgrime motivos de ahorro, saludo respeto al medio ambiente. Otros apuntan a que pedaleandollegan antes a su destino y de mejor humor. Y algunos, incluso, aque la bicicleta est de moda. Sea como fuere, todos parecen es-

    tar de acuerdo en algo: los pedales engan-chan. "Hace tres aos que voy en bici altrabajo", cuenta Mara, diseadora grfi-ca. Desde entonces no se ha bajado de ella,llueva o truene. "No la cambiara por nadadel mundo. El mejor momento del da escuando me subo a la bicicleta para ir a tra-bajar: es un rato para m misma, para re-lajarme y aclarar las ideas".

    Ese cambio de mentalidad no siemprees sencillo. Los ciclistas urbanos siguensiendo minora en unas ciudades que, sal-

    vo contadas excepciones, se expandieron

    con el coche como eje central sin pensar enlas consecuencias. La planificacin urbana de los aos 60 dej delado al peatn en favor de su derecho a circular a bordo de su ve-hculo privado. Hbilmente, las marcas del sector consiguieronasociar sus productos a los ideales de xito, libertad e indepen-dencia. Y as, el coche se hizo dueo y seor de las calles. Hoy enda, grandes avenidas con cuatro carriles por sentido y estrechasaceras reciben el eufemstico nombre de "paseos" sin que nadieparezca ruborizarse por ello ni preguntarse cmo hemos llegadohasta aqu. Se destinan mi llones de euros a obras faranicas pen-sadas para albergar ms y ms coches. Y cuando se apuesta porla bicicleta se hace de manera tmida y generalmente de cara a lagalera, construyendo carri les-bici testimoniales y mal disea-dos que a menudo restan espacio a los peatones en lugar de a losintocables coches. Una situacin que provoca innumerables ten-

    siones entre los que, paradjicamente, deberan ser los reyes de lajerarqua urbana, esa que dicta que, en una ciudad amable, lo pri-mero han de ser los peatones, luego las bicicletas, despus eltransporte pblico y, por ltimo, el vehculo privado.

    La mitad de losdesplazamientos urbanosson de menos de treskilmetros, una distanciaperfecta para la bicicleta

    Los ciclistas urbanos siguensiendo minoria en un pasdonde las ciudades seexpandieron con el cochecomo eje central

    1Pagar porpedalearEn virtud de la Ley deTransicin Energtica,Francia puso en marchaun experimento queha durado cinco me-ses: pagar 25 cntimospor kilmetro a los tra-bajadores que se des-plazasen en bicicleta asu puesto de trabajo. Alplan se adhirieron vo-luntariamente 18 em-presas con 18.000 tra-bajadores. La medida hasido un xito: el nmerode ciclistas ha aumen-tado un 53%.

    2Al cole en biciEn Edimburgo (Escocia),las inmediaciones deonce colegios se cierranal trfico en las horas deentrada y salida de losnios para facilitar questos vayan a clase ca-minando o en bicicle-ta con total seguridad.La iniciativa, que arran-c al principio del pre-sente curso, gust tan-to entre la comunidad

    educativa que muchosotros colegios de la ciu-dad han pedido sumar-se a ella a partir del aoque viene.

    3Expulsara los cochesdel centroCiudades como Ham-burgo (Alemania) se hanmarcado el ambicio-so objetivo de elimi-nar la prctica totalidadde los coches del centrode la ciudad para 2034.El proyecto Green Net-work quiere conseguirlo

    potenciando al mximoel transporte pblico,peatonalizando calles,creando nuevas zonasverdes y, por supues-to, invitando a sus ciu-dadanos a moverse enbicicleta.

    4Fomentar elcicloturismoLa red Eurovelo, crea-da por la influyente Fe-deracin Europea deCiclistas, trabaja pa-ra conectar todo el vie-

    jo continente a travs derutas ciclistas cmodasy seguras. De los 66.000kilmetros proyecta-dos, 20.000 estn ya enfuncionamiento. Unamanera nica de via-

    jar que cada vez cuen-ta con ms adeptos: dehecho, el sector mueve44.000 millones de eu-ros anuales en Europa,de los que slo 1.600van a parar a Espaa.

    5La intermo-dalidad, claveCombinar la bicicle-ta con otros medios detransporte, lo que se co-noce como intermoda-lidad, es fundamentalpara garantizar la co-rrecta implantacin dela bicicleta en las gran-des ciudades. Los pasesen los que ms y mejorse pedalea hacen espe-cial hincapi en facilitarla entrada de las bicicle-tas al metro, el tren y losautobuses, muchos delos cuales ya van equi-pados con portabicis.

    CINCO MEDIDAS A IMITARPARA ESTIMULAREL USO DE LA BICICLETAEN ESPAA

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    Movilidad

    "En Espaa son muy pocas las ciudades que se salvan deesa mala planificacin", explica Pablo Mella, arquitecto yurbanista corus. "El centro de la urbe, una vez saturado,

    deja de ser atractivo para mucha gente, que adquiere una vivien-

    da unifami liar en los cinturones periurbanos y alquila o vendesu antiguo piso del centro. El problema es que se sigue depen-diendo de la ciudad en cuanto a servicios y dotaciones, por lo quese sigue potenciando, desde todos los estamentos, el automvilcomo medio de transporte. El resultado es que la relacin pea-tn/trfico rodado se hace insostenible".

    Rumbo norteEn otras latitudes tomaron nota hace tiempo de lo insosteniblede ese modelo e hicieron mejor las cosas casi desde el principio.En plena crisis del petrleo de 1973, y ante la imparable escaladade los precios de la gasolina, las autoridades de Dinamarca deci-dieron apostar con firmeza y determinacin por la bicicleta parael centro de sus ciudades. Tomaron el testigo de los ciudadanosque reclamaban su derecho a un aire ms limpio y mayor segu-

    ridad ante el insoportable aumento de los accidentes de trfico.Y no cedieron ante las presiones del poderoso lobby automovi-lstico. Hoy, la mitad de los desplazamientos de la capital, Copen-hague, se hace a pedales. La urbe cuenta con ms de 400 kilme-tros de carri l-bici e incluso hay ms bicicletas que habitantes.

    El coche slo se utiliza para casos muy concretos: a menudo secomparte o se alquila. Las polt icas de fomento de la bicicleta noentienden de derechas e izquierdas: son absolutamente trans-

    versales. Y cualquier turista que se d un paseo por sus hermo-

    sas calles confirmar lo evidente: en Dinamarca se vive mejor, yla bicicleta tiene mucho que ver en ello.

    Esa calidad de vida est reflejada en ndices como el que pu-blica la prestigiosa revista britnica Monocle, que elabora un lis-tado con las mejores ciudades del mundo para vivir: Copenha-gue est en lo ms alto. Otras listas se centran especficamenteen la bicicleta para determinar cu les son las urbes del mundoms amables para el ciclista. Es el caso de Cophenaguize, que di-rige el gur del ciclismo urbano Mikael Colvi lle-Andersen (tam-bin responsable del inf luyente blog Cycle Chic), y en cuyo lti-mo listado hubo una grata sorpresa: Sevi lla ascendi hasta elcuarto lugar, fruto de sus recientes polticas en favor de la mo-

    vilidad sostenible y del entusiasmo con el que los sevil lanos hanrespondido ante esa apuesta. En los tres primeros puestos se si-tuaron, respectivamente, Amsterdam, Copenhague y Utrecht.

    En la otra cara de la moneda, pases con una gran tradicinen el uso de la bicicleta parecen caminar en la direccin opues-ta. En China, antao paraso de las dos ruedas, tener un coche eir con l a todas partes es, cada vez ms, smbolo de un estatussocial al que todos quieren aspirar. Para muchos chinos, la bi-

    Bicicletas para todosLos servicios de alquiler de bicicletas promovidos porlos diferentes ayuntamientos han contribuido de ma-nera decisiva a visibilizar la bici en las principales ciu-

    dades del mundo, y se han convertido en parte esencialdel paisaje urbano: cuesta encontrar una gran ciudad

    que no cuente con el suyo propio. Sin embargo, y comoocurre con otras tantas cosas en Espaa, el fenmenoexperiment una notable burbuja: nuestro pas lleg

    a tener 132 sistemas de bicicleta pblica en 2011, msque Dinamarca y Holanda juntos. Algunos, como el de

    Jan, apenas duraron 15 das. Hoy siguen activos 91de ellos. El barcelons Bicing, inaugurado en 2007, fue

    el pionero. Tras l llegaron otros como Valenbisi, enValencia -el ms exitoso-, Sevici, en Sevilla, o el ms

    reciente BiciMAD, en Madrid, caracterizado por sus bi-cicletas elctricas. El usuario paga una cuota anual que

    le da derecho a utilizar las bicicletas repartidas en lasdiferentes estaciones. Las tarifas varan: en la mayo-

    ra, la primera media hora es gratuita para los socios. Enotras, como en Madrid, el usuario abona una cantidad

    desde el primer momento en que coge la bicicleta.

    eos 91

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    lla, o el msdo por sus bi-

    uota anual queepartidas en las

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    Bicing SeviciBARCELONA SEVILLA

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    47,16 33,33

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    96.000 45.000

    6.000 2.650

    420 260

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    Movilidad

    La Masa Crtica:la unin hace la fuerzaLo que comenz en San Francisco en 1992 como un paseo ldico yreivindicativo se ha extendido a lo largo y ancho del mundo. Hoy,toda gran ciudad que se precie tiene su propia Masa Crtica en laque, una vez al mes, los ciclistas urbanos se renen para circularpor sus calles. Un paseo con alto contenido festivo en el que nuncahay rumbo fijo: el recorrido se decide siempre sobre la marcha. Sulema: "Usa la bici cada da, celbralo una vez al mes". En Espaala celebracin de la Masa Crtica vara segn la ciudad: en Madridtiene lugar el ltimo jueves de cada mes, a las 20 h, en la plaza de

    Cibeles; en Barcelona, la cita es el primer viernes de cada mes, a las20 h, bajo el Arco del Triunfo del Passeig de Sant Joan. El resto degrandes ciudades, desde Zaragoza a Valencia pasando por Bilbaoo Sevilla, tambin conmemoran mensualmente su pasin por elvehculo ms sostenible que existe.

    *15 CON ABONO TRANSPORTE**2.028 A FINALES DE ABRIL***165 A FINALES DE ABRIL

    cicleta es un vehculo del pasado propio de las capas ms bajasde la sociedad. Pese al irrespirable aire de ciudades como Pe-kn, donde el uso de la bici como medio de transporte urbanoha cado del 80 al 20%, muchos jvenes parecen tenerlo claro:

    Prefiero llorar en el asiento delantero de un BMW que rer enla parte trasera de una bicicleta, fue el comentario de una delas participantes en un concurso televisivo de bsqueda de pa-rejas. Sintomtico.

    Ms all de los ejemplos opuestos de la idlica sociedad es-candinava y el arrollador desarrollo del gigante asitico, la ne-cesidad de apostar por la movilidad sostenible es una cuestinde primer orden en nuestro pas. La contaminacin ambientalprovoca 400.000 muertes prematuras al ao en la Unin Euro-pea, 20.000 de ellas en Espaa, segn la Organizacin Mundialde la Salud. Se calcula que cada ki lmetro recorrido en cochetiene un coste para la sociedad de tres cntimos, mientras queen bici supone un ahorro de 42. Muchos aducen que las distan-cias son demasiado grandes, pero los datos apuntan en la direc-cin contraria: la mitad de los desplazamientos urbanos para

    los que se utiliza el coche son de menos de tres ki lmetros, unadistancia perfectamente asumible en bicicleta o incluso an-dando. El dato invita a la reflexin. Quiz ha llegado la hora dereplantearse seriamente nuestra manera de vivir y desplazar-nos de un lugar a otro.

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    Bicicletas

    Estaciones

    Bizi Valenbisi BiciMADZARAGOZA VALENCIA MADRID

    2008 2010 2014

    36,93 29,21 25*

    gratuita gratuita 0,50

    35.500 93.000 30.000

    1.300 2.750 1.560**

    130 275 123***

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    Cuntas veces te has preguntado si podras tenerun huerto en mitad de la ciudad, comer las hortalizasque has visto crecer en tu propio balcn o aderezartus platos de pasta y ensalada con hojas frescas querecolectas minutos antes de servirlas en la mesa? Aqute ofrecemos algunas claves para dar los pri merospasos en el autocultivo. Una azotea, un balcn o unapared, cualquier lugar es apropiado para que nazcan los

    primeros brotes verdes de tu cosecha.

    La respuesta es s.Independientemen-te del espacio del quedispongas. A diferen-cia de los huertos rura-les, aqula cosecha seadapta a las condi-ciones de tu espacio.

    Puedes cultivar desde plantas aromticas, que requieren menos es-pacio y cuidados en paredes o pequeas jardineras, hasta verdurasy hortalizas como tomates, pimientos o calabacines en estructurasms grandes.

    Las macetas de-

    ben tener entre7 y15 centmetros deprofundidad.

    Se pueden usarmacetas o jardineras(sobre to-do para las plantas aromticas), aunque lo re-comendable es crear una mesa de cultivo, quepuedes construir con varios pals de obra. Otraopcin es reutilizar materiales, como un contene-dor de calle gastado (lo puedes pedir en tu ayunta-miento) y cortarlo a 30 centmetros de altura.

    El recipiente debe rellenarse condos capas. La

    primera compuesta por gravillade unos 3 cen-tmetros facilita el drenaje del agua sobrante. Acontinuacin se coloca el sustrato, con un es-pesor de 20 centmetros, y compuesto por turba,tierra, compost...

    1Puedo tener

    un huertourbano?

    3Recipientesideales para

    plantar

    Hay que buscar el lugar de la casadonde haya ms horas de sol.Loideal es que las plantas recibansu luz de forma directaal menosseis horas al da.

    Tambin hay que evitar vientos fuertes y buscarlugares resguardadospor donde no haya mu-

    cho trnsito de personas y animales.

    2Dnde debo

    instalar mihuerto?

    3 cm

    20 cm 7-15 cm

    1 2 3

    Plantas aromticasAlbahaca, menta, organo, perejil,

    romero y tomillo, entre otras.

    Cultiva tu propiohuerto urbano

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    Cultivos fciles

    de poco espacioCebollas, rbanos yrculas.

    Cultivos ms productivosBerenjenas, calabacines, cannigos,espinacas, lechugas, pepinos,zanahorias...

    Plantas verticalesGuindillas, guisantes, judas verdes,pimientos, tomates...

    La principal di-ferencia de estoscultivos con res-pecto a los tradi-

    cionales es quehay que regarlosmuy a menudo,casi diariamente.

    Hay que tener en cuentaque si se supera la cantidadmxima de agua que pue-de retener el sustrato, la

    sobrante saldr por el ori-ficio de drenaje,algo quedebe evitarse para no per-der elementos nutritivos.

    El momento ptimo delda para regar es el atar-decer. As se evita la eva-poracin y se favorece la

    infiltracin del agua en elsustrato.

    4Agua

    Para abonar es perfec-to el uso de compost,que se puede encontraren tiendas de jardine-ra o hacerse en casa conhierba cortada, hojas derboles, malas hierbas,serrn y los desperdicios

    orgnicos de tu cocina.

    5Sustratosy abonos

    Se puede utilizar un macetero vaco y depositarpoco a poco restos orgnicos. El compost tienemal olor y puede atraer mosquitos.

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    Huerta vertical en pared

    Es ideal para plantas aromticas. stas exigen que se las pode muy amenudo para que vivan ms tiempo. Para su cultivo sirve prcticamen-

    te cualquier tipo de recipiente que haya a disposicin en casa, siempreque sean duradero: botellas de agua, latas, macetas, tuberas de pls-tico, garrafas de agua. La clave de este tipo de huerta es usar un buenelemento para colgar las plantas: estanteras, tendederos, clavos.

    Huerta en balcn

    Podemos estructurar nuestro huerto en varios maceteros para apro-vechar al mximo el espacio. En balcones amplios, pueden llegar a co-locarse uno o dos tiestos en l a barandilla, y quiz alguno ms en la pa-

    red. En un apartamento de 60 metros cuadrados con dos habitaciones,se podran instalar dos por balcn. De ese modo, obtendramos una su-perficie de cultivo de algo ms de 1,5 metros cuadrados.

    Planta ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC RECOLECCIN

    Acelga Todo el ao

    Ajo JUNJUL

    Albahaca JUN

    Alcachofa DICMAR

    Apio OCTFEB

    Berenjena JULOCT

    Brcoli 150 das

    Coliflor 180 das

    Calabacn 90 das

    Calabaza 120 das

    Cebolla temprana MAYJUL

    Cebolla tarda SEPOCT

    Cilantro MAY

    Col 150 das

    Coliflor 180 das

    Eneldo AGO

    Escarola 90 das

    Espinaca 90 das

    Fresa 1 ao

    Guisante 120 das

    Haba 120 das

    Juda 90 das

    Lechuga 90 das

    Meln 120 das

    Nabos 60 das

    Organo MAY

    Patata JUNSEP

    Pepino 100 das

    Perejil JUN

    Pimiento 150 das

    Puerro 150 das

    Rbano 30 das

    Remolacha 90 das

    Romero JUN

    Sanda 120 das

    Tomate 150 das

    Zanahora 120 das

    Calendario de siembra y recoleccin

    Opciones paraespacios reducidos

    FUENTES: ELHUERTOURBANO.NET, HUERTOENCASA.NET, ECOAGRICULTOR.COM, SOSTENIBILIDAD.COM, ECOLOGISTAS EN ACCIN,PICARONABLOG.COM, VERDEESVIDA.ES, UNHUERTOENMIBALCON.COM, HUERTOENCASA.MX

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    CulturasCulturas

    Los veganos del mundoestn de enhorabuena.Cowspiracyes el mani-fiesto mesinico y reve-lador del movimiento,

    pero no slo eso: podra conver-tirse en el ltimo eco-blockbuster,

    y eso, sin haber recibido el apoyode las productoras de documenta-les sociales y ecologistas vincula-das al star-system de Hollywood,con Leonardo Di Caprio como unode sus cabecillas predilectos. Si

    entras en el viaje que proponen ladupla de directores de esta pelcu-la que arrasa en la red, no volversa probar un pedazo de carne en tu

    Eco-blockbusterspor venirCowspiracyy Esto lo cambia todoson dos de los ltimos y ms sonados documentales sobre sostenibilidad

    que llegarn este ao, ttulos que actan como punta de lanza de un sector que vive a base de laautoproduccin y el crowdfunding

    Sara Brito

    Christina Rosenvingepresenta nuevo discoLa cantante y compositoramadrilea lanza Lo nuestro,

    un trabajo de t intes tenebrosos.

    Barcelona acoge elFestival Primera PersonaLos 30 participantes de este eventohablarn de las relaciones de sus

    vidas, plasmadas en sus obras.

    vida, ni un huevo, ni siquiera leche.O al menos no lo hars de la mis-ma forma alegre y liviana. Amigo,amiga, t tambin puedes ser vega-no (disculpen, pero tengo un peda-zo de carne al horno, ahora vuelvo).

    En efecto, se trata de un eco-do-cumental que arranca donde acabanel resto (empezando por Una ver-dad incmoda), que va mucho msall que sus predecesores que sehan ocupado de la lamentable y co-rrupta industria alimentaria como

    Food Inc. (2008), y que anda agitan-do a las redes e incomodando a unos

    y a otros, con informaciones que sa-can los colores ya no slo a la indus-

    tria alimentaria, sino a las organiza-ciones ecologistas de medio mundo.Porque los dardos de Cowspiracysedirigen con especial fiereza a Green-peace y otros grupos ecologistas glo-bales, que, tal y como denuncia el do-cumental, hacen la vista gorda a unode los sectores con mayor responsa-bilidad en la contaminacin ambien-tal, desforestacin y malgasto delagua a escala global: la ganadera y laindustria de la carne y derivados. Eldato de partida del documental no es

    balad: hasta un 18% de los gases deefecto invernadero proviene de la in-dustria ganadera, sacando ven-taja a, entre otros, sectores tra-

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    Cine

    En Espaa, el sectores ultradependientey precario, con laautoproduccin a laorden del da

    dicionalmente malvolos comoel del transporte y el automovi-

    lstico (FAO dixit).La pelcula de Kip Andersen y

    Keegan Kuhn, que sigue la estela de

    ese tipo de documental tan made inUSAdonde el director es protagonis-ta, es el ltimo ejemplo de ecodocu-mental viral. Sus apoyos se traducen

    ya en citas elogiosas de parte de ce-lebridades como los directores Da-rren Aranofsky o Louie Psihoyo, deThe Cove(2009). En Espaa se pudo

    ver por primera vez el pasado 30 demayo en CaixaForum Madrid, si biendesde la web de la pelcula es posible

    visionarla previo pago.

    Crowdfundinga gogSu mtodo de produccin responde

    al de muchos de los documentalesdel gnero: arranca como una in-

    vestigacin autofinanciada que sino encuentra el apoyo de produc-toras especializadas en el camino,se aboca al crowdfundingcomo for-ma de levantar tanto financiacincomo pblico objetivo.

    En este sentido, el caso deCowspi-rationes paradigmtico, como lo fueen su momento el de Fracknation, co-nocido panfleto audiovisual que de-nuncia esta pujante modalidad deextraccin de gas profundamentedaina con el ecosistema. Cowspi-

    rationse propuso conseguir 54.000dlares mediante su campaa en laplataforma Indiegogo, suma que su-peraron con creces hasta alcanzar

    117.000 dlares, gracias a la habilidadde dirigirse a la comunidad anima-lista y vegetariana a escala global.

    No es el caso de This ChangesEverything (Esto lo cambia todo, en

    espaol), largometraje de estrenoprevisto para el otoo su premi-reapunta al Festival de Toronto enseptiembre, basado en el libro ho-mnimo de Naomi Klein y que, sinduda, ser uno de los hitsmediticosdel ao. El reclamo de Klein cuentacon apoyo de una productora de do-cumentales socia les a cargo del ac-tor Danny Glover, Louverture Films.Es por tanto parte de esa lite de tra-bajos respaldados por actores/ac-tivistas mediticos de la industriahollywoodiense. ste es el caso tam-bin de The Human Experiment, do-

    cumental producido y narrado porSean Penn, que busca destapar el os-curantismo de una industria txica:la de los productos qumicos de usodomstico, que, segn el film, son unpeligro para la salud pblica.

    Avi Lewis, periodista y esposo dela conocida activista canadiense, esel encargado de llevar a la pantal lagrande el escrito de Klein, donde co-loca al cambio climtico en primerpuesto de la agenda de urgenciasglobales derivadas del capitalismo,

    y como el campo de activismo msprometedor para el cambio econ-

    mico y poltico.Ellos mismos explican en una en-

    trev ista con la CBS que el proyec-to naci hace cinco aos como libro,

    1

    2

    pelcula y plataforma online de di-fusin y activismo. Todo ello crecia la par, alimentndose recproca-mente. El punto de vista del docu-mental es ante todo esperanzador:

    no estamos frente a los escena-rios catastrofistas y poscataclismoque nos muestran buena parte delos estrenos de ficcin que se ocu-

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    Cine

    Ecozine,ocho edicionesde resistencia

    Desde luego no estamosfrente a Cannes, ni San Se-bastin, ni ninguna cosa quese le parezca. Ni falta quehace. Ecozine, que se cele-bra en Zaragoza desde haceocho aos, tiene clara su mi-sin: dar visibilidad a pro-ducciones que de otra forma

    no tendran lugar dondeproyectarse, y programardocumentales que abordendesde diferentes puntos devista el medio ambiente.En este festival hay desdevarios films que fijan su mi-rada en el campo espaol,a un documental-reportajecataln sobre el oligopo-lio energtico o los planesde desarrollo que Francoquiso instaurar en Doana.Pedro Pieiro, director delcertamen, lamenta que el

    escaso apoyo los mantieneao a ao en condicionesprecarias. Estoy harto deescuchar cada ao sobre elmilagro de Ecozine. No esningn milagro. El festivalse mantiene gracias al tra-bajo de mucha gente, y paraeso hacen falta medios, nomilagros, denuncia.

    pan del mismo tema. This ChangesEverythingse ocupa ms de visibi-lizar ejemplos de cambio comunita-rio desde lo local, de activismo enpos de la sostenibilidad que de rein-cidir, si bien lo hace, en la situacin

    de alarma global.

    El caso espaolEl documental medioambientalistaen Espaa no cuenta en ningn casocon el peso de productoras tan influ-yentes como en EEUU o Reino Unido.Hace unos aos, Wanda Vision se en-carg del primer documental de na-turaleza estrenado en cines comer-ciales, Guadalquivir, pero no se tratatanto de un film de denuncia sobresostenibilidad como un cuidado lar-gometraje sobre la naturaleza enlos alrededores del ro andaluz. En

    realidad, estamos frente a un sec-tor ultraindependiente y precario,con la autoproduccin y autodistri-bucin a la orden del da, que consi-

    1.This Changes Everything.2.Desde que el mundo es

    mundo. 3.Quivir. 4.Virunga.5.The Human Experiment.

    3

    4 5

    prio, y que logr una nominacin enlos ltimos Oscar y otra en los Baf-ta britnicos. En este film, su direc-tor, Orlando von Einsiedel, se apro-xima al Parque Nacional de Virungaen el Congo, el ms antiguo de fri-ca y hogar de los ltimos gorilas demontaa, para atestiguar cmo escampo de batalla entre empresasde extraccin de petrleo y minera-

    les, guerrillas, cazadores furtivos yconservacionistas.

    Tambin existe una exigua perointeresante seccin de ecodocu-mentales nacionales, con seis filmsencompeticin. Manutrillo, direc-tor de uno de ellos, Quivir, recono-ce el trabajo de autoproduccin se-

    vera para desarrol lar este tipo deproyectos. En su pelcula, ganadorade un puado de premios en festi-

    vales como el CineEspaa de Tou-lousse o el Al Jazeera InternationalFilm Festival, se acerca al oficio tra-dicional de la recogida del corcho en

    Andaluca y Marruecos, con ecos dela crisis econmica y el impacto delladril lazo en el campo de ambos la-dos del Estrecho. El corcho es unaexcusa, bien buscada, un recursosostenible, renovable, metido en unmercado insostenible y especulati-

    vo, argumenta el director.Asimismo presenta pelcula el

    documentalista Gnter Schwai-ger (El Paraso de Hafner, 2008) quetambin posa su mirada en el campoespaol, en una familia de esas quenunca emigraron a la ciudad. Des-de que el mundo es mundoposibilita,

    comoQuivir, una mirada de respues-ta desde el campo, una vez que est

    visto que la promesa urbana y capi-talista se ha ido al garete.

    gue pervivir gracias a los festivalesespecializados.

    Es el caso de Ecozine. Su direc-tor, Pedro Piero, no duda: Podradecir que cada vez recibimos msproducciones, lo cual es cierto: 265

    este ao slo para la seccin com-petitiva, y provenientes de 45 pa-ses. Es una gran cantidad que au-menta cada ao. Pero en este paslo del cine es una pena . Y no lo di-cen slo los grandes del sector, sinotambin lo repetimos desde un fes-tival pequeo que apenas cuentacon 49.000 euros de presupuesto,pero que trabaja por visibilizar uncine que, de lo contrario, no conta-ra con ventanas para su difusin.

    En Ecozine se han dado cita msde 50 films entre cortos de ficcin

    y documentales, largometrajes na-

    cionales e internacionales. Tam-bin habr su cuota de produccionesmediticas como Virunga, produc-cin respaldada por Leonardo Di Ca-

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    Bzzzz...clave 5...bzzzz. La radio del jeepescupe frases inintelig ibles para el no-

    vato. Esos son los bomberos y la clave 5quiere decir que se retiran a la base por-que no han encontrado el foco del fue-

    go. Juanma Antn, 36 aos, es agente forestal de laComarca IX de Madrid, la que corresponde al ParqueRegional del ro Guadarrama. Los bomberos no co-

    nocen el terreno como nosotros y a veces se t ienenque dar la vuelta porque no dan con la ruta de acceso.Los forestales s se saben todos los caminos, aseguraAntn. Su coche recorre perezoso una pista de arena

    junto al ro Aulencia. A los pocos minutos otra voz daaviso de que han encontrado el origen del humo y nohay peligro. se es azor, que es como nos llamamoslos forestales, dice corroborando su tesis. Los pro-pietarios o guardeses de las fincas deben informar alos agentes cuando van a quemar la poda, pero pue-den surgir imprevistos. Aunque el fro acuchilla elaire a primera hora de la tarde, Antn baja la ventani-lla y el sonido del campo se cuela en el coche.

    Hay compaeros que escuchan y sienten el mon-te. Como los jedis, explica Ernesto Chicharro, 50

    aos, forestal de la brigada de investigacin. O comolos hobbits, aade, divertido, Miguel Higueras, quetrabaja en la zona de Robledo de Chavela (Madrid).Sabemos cundo hay peligro en la comarca. Aho-ra lo hay y la comunidad de agentes medioambienta-les se est movilizando para dar batalla. El PP quiereaprobar una nueva Ley de Montes con la que no es-tn de acuerdo ni ellos ni ecologistas, ni sindicatos,ni ingenieros forestales, ni la oposicin. A favor semuestran las entidades que representan a propieta-rios, cazadores y alcaldes. Los puntos de la discordiason cuatro. El nuevo proyecto abre la posibilidad derecalificar suelo quemado sin respetar la prohibicinactual de esperar 30 aos desde el incendio; deja enmanos de las comunidades la decisin de establecer

    planes de gestin de los montes en los que se preci-se cmo se van a cuidar y les da una moratoria de 25aos; introduce la caza en una ley que es de montes;

    y despoja a los agentes forestales de la categora de

    Los jedis de

    los montes

    ACCESORESTRINGIDO

    JAVIER GALLEGO

    @carnecrudaradio

    La Ley de Montes del PPdespoja a los agentesforestales de su categora

    de funcionarios y autoridadde polica medioambiental

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    Con 140 aos de historia,tienen fama de rebeldes:No somos ingobernables,somos independientes. Si

    veo un delito lo denuncio

    Guardia forestal

    de la Comunidad

    de Madrid.

    UGT FORESTALES

    funcionarios y de su autoridad como polica judi-cial del medioambiente.

    Si entrase en vigor, ya no podran hacer atestadosde denuncia. Su funcin quedara reducida a dar avisoa las fuerzas de seguridad del Estado, a la Guardia Civil.No nos vamos a poner a las rdenes de otras fuerzas,

    afirma tajante Chicharro. Las memorias anuales de laFiscala Medioambiental muestran que los forestaleshan jugado en los ltimos aos un papel principal enla detencin e investigacin de delitos contra el ecosis-tema. Habr menos ojos vigilando, explica Antn. ElServicio de Proteccin de la Naturaleza de la GuardiaCivil (SEPRONA) cuenta slo con 1.500 miembros, losforestales son alrededor de 6.500 funcionarios. Ade-ms, estos tendran la obligacin por la nueva ley deadvertir a los dueos de la finca cuando vayan a haceruna inspeccin. Les pondran sobre aviso.

    Eljeepde Antn pasa junto a una patrulla de guar-dias civi les que vigila una rotonda desde el coche.Ellos no quieren meterse en problemas, afirma se-alndoles con un golpe de cabeza. Varios foresta-

    les aseguran que los propios mandos les ordenan quehagan la vista gorda con los grandes propietarios. Ycuando les pides a los guardias civiles que investi-guen, te responden: T qu quieres, que me mandena Melilla?. La disputa entre ambos cuerpos v iene delejos. A los forestales les ha costado aos que les in-cluyan en los avisos del 1 12 y dicen que es por la re-sistencia de los otros a compartir. No protestamospara currar menos, protestbamos para currar ms,subraya Antn. Ernesto Chicharro recibe una llama-da. Una conocida que se perdi ayer por la noche enel monte y la Guardia Civil no la ha encontrado, noscuenta preocupado, ahora nos dan la alarma, medioda despus.

    Los forestales, un cuerpo con 140 aos de historia,

    tienen fama de rebeldes. No somos ingobernables,somos independientes. Si veo un delito, lo denuncio,les dice Chicharro a los alumnos de una clase en elCentro de Capacitacin Agrcola de Villaviciosa deOdn. La mayora de aspirantes llevan botas de mon-taa, forros polares, zapatillas, gorras, alguno, un pa-uelo palestino. Entre los forestales son habitualeslos montaeros, escaladores y amantes de la natu-raleza, aunque una profesora me advierte de que lasnuevas generaciones vienen menos motivadas. Esun trabajo vocacional, casi todos tenemos una his-toria parecida: nos criamos con Flix Rodrguez de laFuente, nos encanta el monte, explica Antn, a l quese le encienden los ojillos cuando recuerda las vaca-ciones de su infancia con sus abuelos en vila. Y como

    para s mismo, sentencia: Quiero proteger.Parece que ahora son ellos la especie en peligro de

    extincin que necesita que la protejan. Si pierden la ca-tegora de funcionariado, el cuerpo podra privatizar-

    se. Olvdate de las oposiciones, le asegura Chicharroa un alumno que le pregunta por las consecuencias dela nueva ley. En Madrid eso ya ocurre, de hecho. No seha convocado una plaza desde hace 12 aos. Miguel Hi-gueras, con 35 aos, es el agente ms joven. La mediade edad es de 50. Os estn dejando extinguir, les di-cen los compaeros de otras comunidades. Los de Ma-drid creen que es la represalia por haberse enfrentadoa Esperanza Aguirre. En 2007, la expresidenta madri-lea quiso aprobar una ley autonmica que les impe-da entrar en las fincas particulares sin permiso, entreellas las de la propia Aguirre. Consiguieron que el abo-gado del Estado, a instancias de la entonces ministra

    de Medio Ambiente del PSOE, Cristina Narbona, l le-vara el caso al Tribunal Constitucional. Y ste lo par.Somos los nicos que le hemos ganado a EsperanzaAguirre en su apogeo, presume Higueras. Chicharroaade: Yo no querra tenernos de enemigos.

    Se estn reuniendo con todos los grupos polticospara que les ayuden a parar la ley. Estn convencidosde que la ministra de Medio Ambiente, Isabel GarcaTejerina, quiere leg islar a favor de los grandes pro-pietarios y el lobby de los cazadores. Si te pillamos ati, te crujen. Pero si pillamos a Alejandro Aznar (pre-sidente del grupo Ibaizaba l y las bodegas Marqusde Riscal) y Mnica Oriol (expresidenta del Crculode Empresarios de Madrid), se van de rositas, repi-ten todos. La pareja Aznar-Oriol tiene denuncias por

    haber construido un campo de polo en una zona demxima proteccin dentro de una de sus fincas ma-drileas y organizaciones ecologistas han protestadopor las obras de reconstruccin de una mansin quehan hecho en el coto de caza que tienen en el ParqueNatural de Cabaeras (Castilla-La Mancha). Al mis-mo tiempo, el PP aprobaba una prrroga para que laprohibicin de cazar en parques naturales no entre en

    vigor hasta 2020. Durante la conversacin con los fo-restales son constantes los nombres de grandes em-presarios, aristcratas y polticos propietarios de te-rrenos en los que se han cometido infracciones. EsLaescopeta nacional, resume Miguel Higueras.

    El coche de Juanma Antn se detiene al borde deuna pista junto a un cartel que dice zona protegida.

    Seala el camino y me dice que en esa direccin, jun-to al ro Aulencia, est el campo de polo ilegal. Cae lanoche y los dos admiramos los brochazos v iolceos

    y anaranjados del cielo de Madrid al atardecer. Estaes la hora mgica para los animales, el cambio de luzdel crepsculo, cuando salen los zorros, los jabales,los lobos. Tambin es el momento de la caza furtiva.Les organizan un parque temtico de cebos que no-sotros tenemos que desactivar. Me explica cmo ca-zan a los cazadores. Hay das desagradables pero lamayora son una gozada, concluye. Como esos en losque coge los prismticos para observar cmo el ma-cho de guila imperial prepara varios nidos para quela hembra escoja.

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    CAMBIO CLIMTICOHemeroteca

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    ANTES DE 2050Un informe dibuja un oscurofuturo: ms escasez de

    alimentos y conflictos socialesEscasa produccin de a limentos,despunte de precios y volatilidaddel mercado. A estas tres situacio-nes hay que aadir un aumento dela poblacin mundial, que pasarde los 7.300 mil lones de personasque habitan hoy el planeta hasta los9.000 mil lones que se espera que lohagan en el ao 2050. Segn un in-forme conjunto entre organizacio-nes de EEUU y Reino Unido, la esca-sez global de alimentos aumentarpara entonces tres veces ms comoresultado del cambio climtico y se

    prevn disturbios sociales. Por todoello, se insta a la comunidad inter-nacional a preparar respuestaspara paliar el impacto de precios.

    'EL DA FATDICO'La Tierra ya ha agotado todaslas reservas naturales que

    puede renovar durante 2015El pasado 18 de agosto fue el cono-cido como da fatdico, esa fecha enla que el planeta comienza a consu-mir reservas naturales tras agotartodos los recursos renovables queproducir durante el ao 2015. Se-gn la organizacin Global Foot-print Network, a partir de este mo-mento la Tierra comienza a vivir "acrdito". En 1970, ese hecho ocurriel 23 de diciembre; en 1980 fue el 3de noviembre; en 1990 el 13 de oc-tubre y en 2010 el 28 de agosto. Elclculo se efecta tras relacionar la

    cantidad de recursos naturales queproporciona el planeta en un aocon el consumo humano de dichosrecursos en el mismo periodo.

    BOLIVIALa segunda cumbre paralelasobre cambio climtico tendr

    lugar en octubreLa localidad boliviana de Tiquipa-ya acoger los prximos 10, 11 y 12de octubre la II Cumbre Mundial delos Pueblos sobre Cambio Clim-tico. El presidente Evo Morales hadefinido este encuentro como una"responsabilidad por la vida y por laMadre Tierra". Las conclusiones delas jornadas sern expuestas en laprxima Conferencia de las Nacio-nes Unidas sobre el Cambio Climti-co. En la anterior cumbre, celebradaen el pas andino en 2010, participa-ron 20.000 personas. Entre los asis-

    tentes figuraban indgenas, cient-ficos, figuras del mundo del cine ypresidentes de cinco de los 120 pa-ses participantes.

    ESTADOS UNIDOSObama promete luchar contra el calentamiento global pero autoriza que Shell perfore el rticoTodos los pases estn tomando posiciones de cara a la prxima Cumbre de Pars sobre cambio climtico, y comien-za el mercadeo sobre quin est ms concienciado por el medioambiente. El presidente de los Estados Unidos, Ba-rack Obama, tras admit ir a travs de Facebook que su pas es uno de los grandes responsables del calentamientoglobal, anunci un paquete de medidas que permita reducir en 2030 ms de un 30% las emisiones de gases txicos.A los pocos das, sin embargo, el departamento de Interior de su gobierno autoriz prospecciones petrolferas por

    parte de la empresa Shell en el rtico.

    CUMBRE DE PARS3.000 euros para investigarla presin que ejercen lasgrandes empresas

    Las empresas que se benefician delavance del cambio climtico son lasmismas que inf luyen en las nego-ciaciones de la ONU para frenarlo.sta es la tesis de Corporate Euro-pe Observatory (CEO), una organi-zacin que ha iniciado una campaade micromecenazgo para conseguirlos 3.000 euros que les permitan f i-nanciar investigaciones que confir-men sus sospechas. "Quienes ha-blan ahora de reducir emisiones yafirman que en Pars todo cambia-r, son los mismos que promuevenel fracking, por ejemplo", asegura

    CEO. En otoo, esta asociacin es-pera tener preparado un informe enel que promete desvelar hasta dn-de llega el poder de estas grandescorporaciones.

    APPAplicaciones mviles paramedir la huella ecolgicaLas nuevas tecnologas tambincontribuyen a hacer un mundo mssostenible. Son muchas las aplica-ciones que se pueden descargar yque miden cul es la huella ecolgi-

    ca de todos nuestros actos diarios.Una de ellas, ecoFootprint, permitecalcular el impacto ecolgico de loshbitos de alimentacin y de trans-porte. De la misma manera, la appCarbon Footprint Calculator mide lacantidad de CO2 que libera el usua-rio en funcin de las facturas delconsumo de energa mensual enel hogar. Esta aplicacin tiene la

    ventaja aadida de que ofrece re-comendaciones para mejorar esasestadsticas.

    DEL BUDISMO AL ISLAMLos lderes religiosos tomanposiciones ante el prximoencuentro de ParsDos meses despus de la encclicaLaudatio s(Alabado seas) en la queel papa Francisco denunciaba el uso"desproporcionado de los recursosnaturales", los lderes musulmaneshan lanzado la Declaracin Islmicasobre Cambio Climtico Global. Enel documento se llama a todos losgobiernos a actuar contra el calen-tamiento global. Esta declaracin sesuma a la que han hecho 403 lde-

    res de la comunidad juda y al docu-mento Tiempo de cambiar, que una

    veintena de lderes budistas publi-caron en 2011.

  • 7/23/2019 La Especial Ecologia.

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    HemerotecaCAMBIO CLIMTICO

    27www.lamarea.com| Especial ecologa, cambio cli mtico y sostenibilidad 2015

    ESTO LO CAMBIA TODOSe estrena la nueva pelculade Naomi Klein

    El Festival de Cine de Toronto haacogido el estreno de la pelcu laThis changes everything, basada enel libro del mismo ttulo de NaomiKlein y que expone la relacin entreel calentamiento global y el sistemacapitalista. El documental hace unrecorrido por lugares donde los mo-

    vimientos populares estn librandobatallas contra la presin industrial

    y econmica: Canad, India y Gre-cia. El film comienza con una de-claracin de la propia Klein: "Siem-pre he odiado las pelculas sobre elcambio climtico". El documental

    est dirigido por su marido, el ci-neasta Avi Lewis, y producido porpersonas vinculadas al cine, entreellas Pamela Anderson.

    EMPRESASRepsol se apunta a lucharcontra el cambio climtico

    Hablar de la lucha contra el calenta-miento global est de moda. Y que-da bien en cualquier nota de prensa.Poco importa que seas el presidentede una de las empresas responsa-bles de la mayor cantidad de gasesde CO2 que se emiten a la atms-fera, como es el caso de Repsol. Supresidente, Antonio Brufau, pidiel pasado 17 de septiembre en unajornada debate sobre energa que laUninEuropea ejerza un "liderazgoclaro y decisivo" frente al cambioclimtico. Brufau apareci junto alcomisario europeo de Accin por el

    Clima y Energa, Miguel Arias Cae-te, quien ms cauteloso pidi un de-bate "abierto y riguroso" sobre es-tas cuestiones.

    RTICOLa imagen de los osos polaresdesnutridos calienta la

    Cumbre de ParsSvalbard, una zona de pequeas is-las del Ocano rtico entre Noruega

    y el Polo Norte, era hasta hace pocoun lugar donde los osos polares vi-

    van de forma plcida. Los efectosdel cambio climtico parecen es-tar afectando de forma muy graveal ecosistema y de manera colate-ral a la poblacin de osos polares.Si a finales del mes de agosto unafotografa de uno de estos anima-les maltrecho y desnutrido se con-

    verta en una imagen viral, otra ins-tantnea ha venido a demostrar que

    no es un hecho aislado. La cuentade Instagram del fotgrafo y bilogoPaul Nickl refleja perfectamente eldrama que vive esta especie.

    PLANETADos pruebas de queel cambio climticoya ha llegado

    El futuro ya est aqu.Las alertas que la Tierramanda sobre el impac-to que los gases de efec-to invernadero ejercensobre ella ya son tan-gibles. Un meticulo-so mapa elaborado porel naturalista alemnAlexander von Hum-boldt en 1862 describaexhaustivamente el en-torno del volcn Chim-borazo, en Ecuador. Enel ao 2012, un grupo de

    investigadores volvi ahacer la ruta y, tras ana-lizar los datos, han des-cubierto que el lmite decrecimiento de las plan-tas ha subido 500 me-tros, es decir el calen-tamiento asciende porlas laderas de la monta-a. Algo parecido suce-de en las cumbres de losAlpes donde el deshielose est acelerando y haprovocado ms de 150derrumbes este verano.

    MEDIOS DE COMUNICACINNational Geographic cae enmanos de los negacionistasEl magnate de las telecomunicacio-

    nes Rupert Murdoch se ha hechocon el 73% de The National Geogra-phic Society por 647 mi llones de eu-ros. Se da la circunstancia de queMurdoch es uno de los principa-les valedores de los negacionistas.Ya en 2013 una plataforma recogi679.825 firmas para que sus mediosinformasen "con veracidad" sobre elcambio climtico. A finales de agos-to public en su cuenta de Twitter:"Un escptico de cambio climticono un negacionista. En septiembrela ONU se rene en Nueva York conlos alarmistas que vosotros sabis!

    Los pesimistas siempre han sidovisto como sabios".

    POLTICAEspaa cesa a la responsablede cambio climtico a dosmeses de la CumbreEl Gobierno ha cesado a la direc-tora general de la Oficina Espao-la de Cambio Climtico, SusanaMagro. Despus de cuatro aos alfrente del equipo negociador es-paol en las reuniones interna-cionales para preparar la Cumbre

    de Pars, Espaa se queda sin res-ponsable a dos meses y med io deque se celebre el encuentro. Preci-samente el pasado 18 de septiem-bre los pases de la Unin Europeapactaron defender en la cumbreclimtica de Pars la reduccin delas emisiones globa les por debajode un 50 % en 2050. Una posicinque los grupos ecologistas consi-deran "insuficiente".

    PACTO DE LOS ALCALDESDenia medir el impacto del

    turismo en sus playasEl nuevo equipo de Gobierno delAyuntamiende Denia (Alicante) haanunciado que va a medir la huellade carbono en las playas de la ciu-dad. Para ello, el consistorio harun inventar io de las emisiones degases de efecto invernadero de lasactividades necesarias para el de-sarrollo turistico en la playa (soco-rrismo, limpieza, concesiones, su-ministros de agua y de luz, gestinde residuos, etc.). As se busca con-seguir los objetivos marcados en elPacto de los Alcaldes, un movimien-

    to a nivel europeo por el que los go-biernos se comprometen a reduciren un 20% las emisiones de CO2 an-tes del ao 2020.

  • 7/23/2019 La Especial Ecologia.

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    CAMBIO CLIMTICOHemeroteca

    28 Especial ecologa, cam bio climtico y sostenibilidad 2015 |www.lamarea.com

    RECTIFICACINRajoy se olvida de los consejosde su primo y acudir a

    la Cumbre del Clima de ParsFinalmente s acudir. Mariano Ra-joy estar en Pars. Lejos quedanlas palabras del actual presidentedel Gobierno espaol que en 2007,como lder de la oposicin, dudabadel cambio climtico. "Voy a hablarde un primo mo [...] que dijo: 'Oiga,he trado aqu a diez de los ms im-portantes cientficos del mundo, yninguno me ha garantizado el tiem-po que iba a hacer maana en Se-

    vil la, cmo alguien puede decir loque va a pasar dentro de 300 aos?",declar en aquella ocasin. Por

    suerte, Rajoy ya no dice en voz altacomo entonces que "no podemosconvertir [el cambio climtico] en elgran problema mundial".

    MASA CRTICA1.800 kilmetros pedaleandopara concienciar contra

    el calentamiento globalVar ias decenas de c