La Escucha de Musica Para Cambiar La Conducta

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Análisis semiótico sobre la audición activa de la música desde una perspectiva hermenéutica que supere una teoría de la recepción de sonidos.

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La escucha de msica para cambiar la conducta: semitica auditivaJuan Diego Castrilln Cordovez[footnoteRef:1] [1: Doctorando en Humanidades de la Universidad del Valle, Especialista en Humanidades Contemporneas de la Universidad Autnoma de Occidente de Cali. Licenciado en Filosofa de la Pontificia Universidad Antoniana Roma. Magster en Estudios Polticos de la P. Universidad Javeriana de Cli. Magster en Administracin de la Universidad ICESI y Tulane University. Profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Javeriana y de la Universidad Autnoma de Occidente de Cali. [email protected], [email protected]]

Resumen

Esta ponencia refiere la escucha musical como un insignare, es decir un fenmeno de signos, un fenmeno semitico. Corresponde a una perspectiva lateral a una tesis doctoral del autor que hace una aproximacin filosfica sobre los usos de los signos musicales que se estimaban en la cultura antigua y medieval en orden a generar cambios anmicos y la transformacin del oyente. Ubica la afectacin activa de oyente no solo en su funcin receptiva y creativa para la determinacin de la comprensin.

Palabras ClaveMsica, signo, significado, semitica, cambio anmico.

1. Introduccin

La tesis que se propone es la existencia de tres horizontes dialgicos de comprensin musical, el de la lgica rtmica, numrica, del lenguaje musical, el del compositor en su entorno y el del oyente en su entorno. Se acenta el carcter de construccin social del acto interpretativo y se descentra el rol interpretativo usualmente atribuido solo en el pulsador de instrumentos.

Entre otras consideraciones, se asume en el signo musical un valor icnico donde no hay un cdigo cerrado sino que el significado se integra en la misma realidad fsica del significante (Eco) y siguiendo las semiticas de Saussure y Pierce, se reconoce el carcter social del signo con significado determinado en la relacin con otros signos, con un carcter histrico. Dimensiona tambin de acuerdo con la teora de la recepcin literaria de Jauss(1986:34) el elemento del disfrute o la creatividad personal ante la experiencia esttica, pues solo en el plano reflexivo de la experiencia esttica, el observador saborear o sabr saborear estticamente situaciones de la vida que reconoce en ese instante o que le afectan personalmente, siempre que, de manera consciente, se introduzca en el papel del observador y sepadisfrutarlo.Se ha usado la msica para fines religiosos, militares y de construccin social, como es el caso de la utilizacin de los himnos de refuerzo o pertenencia a una profesin o credo religioso como ocurrira con los salmos en las Sagradas Escrituras, y como es el caso de los himnos patriticos nacionales. Desde estos fenmenos se plantea el interrogante: Cules son los puntos de contacto entre enfoques de semitica contempornea y la relectura de la tradicin cultural semita y greco latina acerca de la posibilidad de transformacin del oyente desde los signos de la msica? La respuesta se apoya en una metodologa fenomenolgica hermenutica que pretende superar la dicotoma objeto-sujeto en el acontecimiento de la audicin musical y que permite distinguir un registro sensible y perceptivo intelectual y valorativo que se articula en una dinmica bio psico social. Como autores de referencia se escogieron a Aurelio Agustn de Hipona porque recoge la tradicin pitagrica y grego latina en su obra Sobre la Msica (DMU, De Musica en latn).

2. Lnea de base para una semitica auditiva

Para tratar de esbozar una semitica del signo musical puede ampliarse la lnea de base que ha sido expuesta en un ensayo precedente que hemos publicado como semitica auditiva (Castrillon, 2014): El signo musical corresponde a una realidad fsica que tiene extensin, anclado en la materialidad del sonido y adicionalmente y en el mbito temporal, ofrece una tensin con contenido expresivo de signos acsticos ordenados, con sentido interiorizable por diversos intrpretes, que traduce una intencionalidad en lo animado en cuanto lo que se mueve o puede ser movido, donde pueden ocurrir diversos ritmos en cuanto nmeros o relaciones de cantidades de sonidos que no son dispuestos al azar.

Adicionalmente las relaciones de sonidos que constituyen la msica pueden asumirse como fenmenos traducibles con niveles de armona de sonidos, de articulacin en la secuencialidad o en la simultaneidad. En estos fenmenos son diferenciables caractersticas propias de la obra musical en cuanto origen, autores, funciones atribuidas, destinatarios, expectativas previas, interpretacin contextual historia de la recepcin de la obra y nivel de aceptacin y gnero (Bedmar,2002).

El intrprete, sea el compositor, el pulsador de instrumentos o el oyente, tiene capacidad para la exploracin de los propios sentimientos, emociones y pasiones y para la traduccin, con restricciones, del contenido emotivo o representacional de la msica por medio de palabras o de manifestaciones afectivas, cognitivas y cinticas. Tiene una funcin emotiva.

En el mbito de estudios de una semitica auditiva hay varios aspectos que se pueden estudiar en la audicin musical: Las seales diferenciables en una audicin musical. Los sentidos dispuestos en la audicin musical. La narracin, la explicacin y la comprensin desde la msica. El contexto de la audicin musical. La interpretacin en la audicin musical. Los efectos previsibles e imprevisibles de la audicin musical. Un aspecto investigativo que requiere aplicar previas consideraciones ticas es el control del fenmeno: Las relaciones de dominacin cuando la msica es mediadora. La planeacin de la audicin musical. Genealoga del sentido de la audicin. La determinante biolgica. La opcin de contrastacin entre el contexto cultural y el texto sonoro cargado de intencionalidad, el reto de discontinuidad que puede ofrecer la msica frente al contexto cultural que se supone ordenado, contrastacin que puede resultar en innovacin en algunas condiciones de control.

3. Los horizontes de significacin del signo musical

La obra musical misma ofrece la posibilidad de fusin de horizontes de sentidos: tanto el del lenguaje formal propio de la obra, como el horizonte del compositor, del pulsador del instrumentos de sonidos audibles, del oyente activo y del contexto social.

La msica en este potencial diverso de significaciones corresponde tambin a perspectivas en la construccin de identidades individuales y colectivas y de transformacin social. Puede canalizarse su contenido emocional o representativo de modo que la msica sea usada con una funcin de mediacin para suscitar sentidos de pertenencia o de identidad a un grupo etario o a una estratificacin social. Sin embargo corresponde a un plano de significacin muy diferente al verbal pero que pueden conllevar a elaborar juicios del oyente sobre su conducta prctica y sobre su visin organizada del universo.

Se ha pensado como un reflejo de relaciones polticas y econmicas en las cuales la interpelacin que provocara la msica procede de las significaciones que le asignan los oyentes insertados en una cultura especfica: Como en el caso de la homologa, si las significaciones fueran inherentes al material musical, el oyente no podra negociar con ellas; por lo tanto, las significaciones musicales deben entenderse como construcciones sociales; ello explicara por qu son a menudo contradictorias (Pelinski, 2000, p. 167). Adicionalmente se cuestiona su subordinacin como objeto de consumo e incluso se rechaza que se le asignen funciones (Adorno, 1980).En el contexto contemporneo cuando los significados y funciones atribuidas a la msica se reconocen como producto de una cultura y una sociedad, antes que a un reflejo de un orden metafsico donde la creatura muestra los vestigios de su creador, es validable la intuicin de la cultura antigua de explorar significaciones en la relacin de signos audibles e inteligibles ofertados por la msica. Ir al oyente como intrprete se ofrece como el retorno al acontecimiento de la audicin en la escena de los estudios semiticos y hermenuticos contemporneos

4. El discurso originario para una semitica auditiva

La definicin de msica es polivalente y multicausal, desde cuando comenz a teorizarse como arte del tiempo. En la cultura antigua el oir, (Lt. audire), como todo oir, comporta un llamado a obedecer, (Lt. ob audire) compromete un quehacer prctico, y desde esta tradicin semntica es de esperarse que la tambin el lenguaje musicable en cuando audible y obedecible tenga incidencia moral, para quien tenga la disposicin a dejarse afectar por la audicin. Quien obedece es porque sabe escuchar. Tambin en griego (aklein) se muestra la conexin entre el escuchar y obedecer. Esta conexin figura en la Odisea. El mandato y la promesa del canto llegan en dulces voces, como expresa el canto XII, para que el marinero prosiga luego su camino ms sabio y ms contento. La sabidura que prometen es dar a conocer la voluntad de los dioses por la que sufrieron griegos y troyanos.

En la cultura grecolatina, un primer referente entre los pensadores que le confieren valor tico a la formacin musical es Damn, maestro y amigo de Pericles, quien distingue 3 niveles en la tica musical: 1. El de las estructuras tcnicas que incluyen la armona y el ritmo. 2. El de las estructuras psicolgicas y morales relativas que constituyen el carcter de acuerdo con un ideal. 3. El de las estructuras polticas que se relacionan a la legislacin (Suol, 2012:139-140).

El estudio de la escucha atenta ha significado propiciar una reverberacin de signos en la mente (Lt. re-verberatio) que significa la vuelta a la vibracin inicial en el odo (DMU, VII,20). La reverberacin es una confirmacin de que la audicin es superada como experiencia sensible y abre posibilidad de re significacin en cuanto disponer, componer, recomponer lo escuchado. Este trmino comparte un origen comn con el vocablo latino verbum, como lo advierte Aurelio Agustn en el siglo IV. A esta verdad se accede por una escucha y una inteleccin interior.

La msica puede propiciar el cambio anmico no slo a partir del mbito esttico en cuanto una experiencia sensorial pues como dice Aurelio Agustn evocando el mito de Icaro, puede llevar al camino de la sabidura para precipitarnos por ms libres auras (...) traspasando en su vuelo todas las puerilidades. (DMU, VI.1) [footnoteRef:2] [2: Desde la moderna fenomenologa el problema puede traducirse en la distincin en entre las funciones de representar un orden y disponer un orden.. Lo que se tratara entonces es traducir la audicin a una numeracin, a la identificacin de secuencias rtmicas. Cf. Hoyos Vsquez, Guillermo & Vargas Guilln, Germn (1997). La teora de la accin comunicativa como nuevo paradigma de la investigacin en ciencias sociales: Las ciencias de la discusin. Bogot, ASCUN-ICFES; 265 p.]

Pueden diferenciarse al menos 7 definiciones de la msica desde la antigedad y hoy podramos revaluar desde la consideracin de sus funciones: 1. Es una cualidad o atributo descriptivo y predictivo de las musas, (musik), de acuerdo con los usos que originariamente se encuentran en el poeta Pindaro en sus Odas Pticas. (Huchzermeyer, 1974:113-148).

2. Es un proceso tcnico imitativo, y el producto material de la imitacin con la voz y con instrumentos, es Techn musik. (Platn, Rep., 533 1-6) Puede ser un pasatiempo, como el sueo o los placeres de la mesa (Euripides, Las Bacantes, v.378-384)

3. Es un lenguaje a modo de correlato del orden universal. si pasamos a la msica, a la geometra, a los movimientos de los astros, a las leyes de los nmeros, de tal modo el orden impera en ellos (D.O. II. V, 14).

4. Tiene un valor catrtico. Para Platn tiene una funcin purificadora del alma (Timeo 47b-d22). En Aristteles, la escala drica o la escala frigia, por ejemplo, puedan reflejar un ethos que inculca sentimientos de bondad, orden y armonia, (Mathiesenm, 2001:10-339)[footnoteRef:3]. [3: Estas escalas que podran denominarse mejor con los trminos de armona o tonos, tienen en comn que se producen al tocar todas las cuerdas de modo continuo y descendente (como el drico) o de modo ascendente (modo frigio).]

5. Es un saber teortico estructurado en reglas y modelos y vinculado a un conocimiento especulativo [scientia] en el cual se advierte la utilidad. Aquello que los gramticos y los msicos ensean. (DMU. 1, 1 - 6, 12).Se estructur como ciencia del ritmo, entendiendo por ritmo lo que fluye siguiendo regularidades en el retorno temporal de los elementos. Esta ltima definicin es la adoptada por Aurelio Agustn en su Tratado en su propuesta argumentativa para los acadmicos o escpticos. Se requiere la cualificacin de la ciencia, que aun en el caso de la ejecucin musical se entiende como habilidad del cuerpo, ocurre bajo el comando del espritu. (DMU, I, 4,9).

5. La audicin como interpretacin

El juicio que se requiere para llegar a la expresin musical se basa necesariamente en una estructura numrica: ritmos significa nmero, relacin de cantidades de sonido. Retomando la tradicin de la hermenutica, pueden distinguirse 3 elementos, lo que ha de ser interpretado o interpretandum, el intrprete o interpretans, y las reglas de interpretacin. En relatos clsicos de la literatura antigua se suelen encontrar referencias a la audicin musical como acto interpretativo dependiendo de tres variables: estructuras de lo que ha de ser interpretado, procesos del intrprete y contextos regulativos para la interpretacin[footnoteRef:4]: [4: Castrillon, Juan, La msica y la muerte, Estudio hermenutico sobre el canto de las sirenas,http://www.academia.edu/3759030/Sobre_la_musica_y_la_muerte._Estudio_hermeneutico_del_caso_del_canto_de_las_sirenas]

Interpretandum, lo que ha de ser interpretado: Se distingue una estructura formal, gramatical, sintctica en la msica con sus propios edificios formales que siguen sus propias leyes. La estructura es distinta aunque puede aludir a lugares comunes, tpicos, gneros, como una pastoral, una marcha, una obertura o una profesa fatal.

Una estructura puede superponerse a otra estructura y as afectar el cambio de estado anmico. En el caso del relato de La Odisea, ante el canto de las sirenas la alternativa fue no escucharla o de escucharla impedir que se llevara al oyente a la muerte. Es el caso del poema pico de las Argonuticas de Apolonio cuando Orfeo impuso su canto que opac el llamado meldico de las sirenas.

Existiran algunas estructuras ms propicias que otras para impactos previsibles.Los relatos de Simon Laks, Pierre Quignard y Primo Levi[footnoteRef:5], vctimas sobrevivientes de los campos del exterminio metdico, de las cmaras de gas txico,d an cuenta que la msica de violines y flautas se dejaba sentir a travs de grabaciones en discos o desde funciones con artistas presentes, desde la red de megfonos del Konzentration Lager. Los condenados no podan no or (Quignard, 1998:109)[footnoteRef:6]. [5: Cf. Quignard, P. (1996). El odio a la Msica. Diez pequeos tratados. Traduccin y notas de Pierre Jacomet Santiago de Chile : Andrs Bello,. 289 pginas. Laks, S, Coudy R, (1948) Musiques d'un autre monde (Msicas de otro mundo). Ed. Mercure de France. 192 pg. Levi, Primo (2002) Si esto es un hombre, Trad. Pilar Gmez, Muchnik Editores, S.A. Peu de la Creu 4, 08001 Barcelona. 112 p] [6: Como las sirenas, las valkirias participan de un rito que presagia la muerte. Son doncellas de Odin. Tienen como misin "elegir a los muertos" o los hroes que estaban condenados a caer. Munch, 1926:32). Su nombre deriva del islands, krinn, korinn, participio del verbo kjsa, "elegir, seleccionar". El mito tendra referencia con las sacerdotisas del culto de Odin quienes oficiaban los sacrificios rituales en los cuales los prisioneros eran ejecutados ("llevados a Odn"). Las valquirias se asemejan a lobos o cuervos, volando sobre el campo de batalla. Cf. Munch. P, (1926). Norse Mythology: Legends of Gods and Heroes. Nueva York: The American-Scandinavian Foundation. Visto en Agosto de 2013 en http://www.vaidilute.com/books/munch/munch-contents.html.]

Las reglas de interpretacin. Se distinguen procesos regulables, un conjunto de conocimientos aplicables, habilidades y destrezas tanto del oyente como del operante de sonidos musicales. Oir implica obedecer, audire, obaudire.

Es el caso de los marineros de Odiseo se pusieron cera de abejas para no escuchar el canto de las sirenas. No oyeron luego no obedecieron la consigna del canto. Non audire, ergo non ob-audire Circe le recomienda a Odiseo que se asegure de estar atado a un mstil de pies y manos de modo que escuche sin sucumbir. Como relata el canto XII de la Odisea, al escuchar los cantos de las sirenas quiso soltarse pero sus compaeros no se lo permitieron, ellos haban odo primero y obedecieron la voz que haban escuchado de su propio capitn- gobernante o kiberns, Ulises. No le escucharon el nuevo mandato para que ellos le liberaran porque tenan sus odos tapados con cera, como les aconsej Circe.

Interpretans, el que interpreta. El fenmeno auditivo se registra en situaciones concretas, pragmticas, diferenciadas, biolgicas, psicolgicas y sociales. En una reflexin en perspectiva moderna puede plantearse que una vez que el oyente se inserta en un contexto social el sentido de la audicin est dado ms por el contexto social donde se reconoce el oyente y menos por el contexto donde se produjo la msica. Las claves interpretativas del oyente pueden ser diferentes a la del contexto originario musical, pueden corresponder a otro tiempo y otro contexto, a otro sistema social en el cual se hizo una composicin. En este caso, buena parte del significado, sin negar la autonoma del lenguaje musical, lo puede poner el oyente desde su contexto espacio temporal[footnoteRef:7]. [7: Sobre la incidencia de los contextos biolgicos y psicosociales en la audicin, la msica puede ser factor clave para desarrollar patologas, la amusia o incapacidad para sentir la msica, el sndrome de Williams un extrao fenmeno de extrema sociabilidad por la sensibilidad musical que se despierta, las alucinaciones musicales, pero tambin puede ser un agente positivo a la hora de tratar el Parkinson, la demencia, el sndrome de Tourette, la encefalitis o los ataques de lbulo temporal. Cf SACKS, Oliver, Musicofilia. Relatos de la msica y el cerebro. Ed. Anagrama. Coleccin Argumentos. Barcelona: 2009, 459 pp.ISBN: 978-84-339-6289-8]

En materia de la teora de la interpretacin o hermenutica contempornea es tributaria de Aurelio Agustn de Hipona, quien suele distinguir su formulacin del principio interpretativo del amor. Este consiste en que el intrprete debe estar en sintona con la intencin amorosa del autor que es el amor mismo. En ltima instancia toda creatura tiene la huella de su creador. El canto universal es de amor y as ha de atenderse.

En clave de Aurelio Agustn de Hipona, la atencin a la msica puede producir afecto favorable al cambio que se articule al orden universal mientras ocurra como una ocupacin en lo interno y eterno del alma (intentio). Por el seguimiento del ritmo (nmero en movimiento) pueden distinguirse los siguientes cambios: reformatio, (proceso de reforma, vuelta a la forma originaria en sintona con el cosmos u orden universal), delectio (disfrute), gaudium (gozo), jucunda laudatio, (el deleite que ordena el alma) y conversio (conversin, no ya en el sentido de la metania griega, vuelta al eterno desde la iluminacin de la razn natural o reformatio, sino en el sentido de vuelta a Dios encarnado en Jesucristo mediante la iluminacin desde la fe).

6. La recuperacin contempornea de la semitica auditiva

Es difcil discernir cundo la actuacin es autodeterminada y cuando es determinada desde el entorno o desde otros contextos. En el contexto contemporneo se requiere el dilogo interdisciplinar ante preguntas como las siguientes: En cules condiciones se puede regular el proceso? Cules son las variables mnimas desde las cuales se explique que la audicin musical en todos no provoque el mismo efecto? Si en la msica se pueden cumplir condiciones para el cambio anmico del oyente, Cmo se ejerce el control de las condiciones del efecto transformativo? Si el enfoque se basa en una aproximacin racional del oyente Cul es el peso que puede atribuirse a las emociones como incidencia en los cambios de estados de nimo desde la msica?

La investigacin (tesis doctoral) realizada como base a esta ponencia y mediante la consulta con un mtodo fenomenolgico hermenutico de consulta a obras representativas de la tradicin greco latina, en respuesta a la pregunta sobre los cambios anmicos a partir de la audicin musical es que tales cambios dependen de la obra musical como relacin ordenada de sonidos y silencios, dependen del oyente y depende de la aplicacin de reglas de interpretacin. Cada una de estas variables incidir dependiendo del reconocimiento y valoracin de determinantes socioculturales.Esta tesis se puede contrastar con 3 enfoques contemporneos de valoracin del oyente de msica. De acuerdo con el investigador Oscar Hernndez, el estudio reciente de la significacin musical ha estado marcado por una brecha entre las disciplinas que se centran en el texto musical como material sonoro (teora de la msica, musicologa), aquellas que prefieren enfocarse en el sujeto oyente (ciencias cognitivas, psicologa de la msica) y aquellas que se centran en los discursos sociales sobre la msica (etnomusicologa, antropologa, sociologa). En los avances de la semitica musical de los ltimos veinte aos es posible encontrar herramientas que permitan superar esta brecha entre los distintas enfoques disciplinares. El autor presenta consideraciones metodolgicas para abordar el estudio del significado musical desde distintos intereses acadmicos[footnoteRef:8]. He aqu la explicacin de estos 3 enfoques: [8: Hernndez Salgar scar La semitica musical como herramienta para el estudio social de la msica* En Cuadernos de MSICA, ARTES VISUALES Y ARTES ESCNICAS Volumen 7 - Nmero 1 / Enero - junio de 2012 / ISSN 1794-6670 Bogot, D.C., Colombia / pp. 39 77, Disponible enhttp://cuadernosmusicayartes.javeriana.edu.co.]

1. El enfoque cognitivo que alude a las competencias y habilidades del sujeto en la percepcin del sonido, explica la emocin provocada por la msica a la luz de la teora psicolgica. (Meyer, 1956)[footnoteRef:9]. El significado en la escucha activa de msica dependera de una relacin tridica entre: (1) Los estmulos. (2) La tendencia (el que se indica o implica socialmente el uso particular de la lengua). (3) La conciencia del observador. Cuando una tendencia a responder al estmulo musical es inhibida o bloqueada, afecta los resultados. Este enfoque lo cuestiona la semiologa italiana en el Obra abierta, (Eco, 1979, p. 178) donde muestra que estos parmetros son vlidos en la cultura occidental que cuenta un sistema tonal que se percibe distinto al de culturas antiguas como la japonesa, la china o de pueblos originarios de Amrica o Africa, que no es estrictamente predecible para el occidental. [9: Meyer reconoce el aspecto connotativo de la experiencia musical, pero su teora se refiere ms a los elementos formales meldicos, de la cultura occidental. Cf. Meyer Leonard, Emotion and Meaning in Music: Univ. of Chicago Press, 1956, 307pp.]

En este modelo de lectura clnica son relevantes los estudios de fonoaudiologa de Alfred Tomatis (1987) proponen mejorar el pensamiento lgico con dispositivos electrnicos que potencien la audicin y de diccin. Se puede referir adicionalmente el caso del neuro cientfico Daniel J. Levitin (2007)[footnoteRef:10] que describe los componentes de timbre, ritmo y armona y los relaciona con neuroanatoma, neuroqumica y psicologa cognitiva. Tambin neurlogos como Oliver Sacks (2009)[footnoteRef:11] han relacionado recientemente la msica como catalizadora del desarrollo extraordinario de facultades artsticas. [10: La msica incidira en los procesos cognitivos y en modelos de categorizacin, en cuanto que sirve de indicador de estado cognitive y emocional y salud fsica, como una evolucin ventajosa que impuls a la sociedad. Cf, This Is Your Brain On Music: The Science of a Human Obsession. New York: Plume (Penguin), 2007] [11: El neurlogo Oliver Sacks relaciona la msica con el funcionamiento del cerebro humano en una serie de relatos de pacientes cuya recuperacin estuvo marcada por la disposicin hacia la msica. Cada individuo respondera de manera nica a las provocaciones auditivas y negando cualquier generalizacin. ofrece una amplia bibliografa donde figuran adems de decenas de cientficos, a Beriloz, R. Wagner, I. Stravinsky, Darwin, S.Freud, L. Tolstoi, M.Twain F. Nietzsche y U. quienes han reflexionado sobr los efectod de la msica en el cerebro. Cf. Musicofilia: Relatos de la msica y el cerebro. Ed. Anagrama. Coleccin Argumentos. Barcelona: 2009, 459 pp.]

2. El enfoque de la teora crtica social que relaciona la msica con el ejercicio del poder, con la construccin social de la identidad y con los usos de la msica en el marketing poltico y publicitario. Theodor Adorno propone un juicio a la msica de masas relegada como una mercanca de la industria cultural, por la llamada razn instrumental. (Adorno, 2000)[footnoteRef:12] [12: Adorno diferencia dos apuestas de vanguardia contra la msica de masas: Stravinsky y Schoenberg. Stravinsky utiliza para el presente la tradicin musical romntica. Schoenberg es anttesis del pasado del romanticismo burgus y ha construido una lnea formalista, la Nueva Msica dodecafnica. Cf. Adorno, Thodor W, Sobre la msica, Coleccin Pensamiento Contemporneo, Ed. Paids, I.C.E. de la Universidad de Barcelona. 2000.]

3. El enfoque semitico que adems del problema de la significacin propone analizar la caracterizacin grupos de audiencia y la funcin de mediacin de los medios de comunicacin. Las mediaciones se desarrollan como espacios y formas de uso y apropiacin de bienes culturales que se caracterizan en que la re-significacin que las audiencias o receptores hacen de la cultura hegemnica subvierte el sentido original de forma que resulta til a los grupos subalternos, como instrumentos de reconciliacin de las clases y de reabsorcin de las diferencias sociales y, como espacios donde se negocia el posible xito o fracaso de los medios de comunicacin como innovaciones tcnicas, que daban sentido a nuevas relaciones y nuevos usos (Martin Barrero, 1987:153)[footnoteRef:13] [13: Desde una perspectiva cultural, las mediaciones refieren el fenmeno de la comunicacin de masas como una arena de negociacin entre distintos integrantes de las sociedades, en particular, Estado, burguesa, comunidades rurales y las nacientes masas urbanas. Esto quiere decir que el xito de los medios de comunicacin actuales es dependiente de los beneficios que ofrece su apropiacin a las clases subalternas.]

El musiclogo colombiano Javier Asdrbal Vinasco[footnoteRef:14] propone revisar la interpretacin musical a la luz de la semitica de Peirce, como el ejercicio de generar nuevas representaciones de una obra musical, entendindola como un objeto virtual al que solo podemos acceder por medio de signos y que se puede adaptar, por analoga, a la prctica de la interpretacin musical. Asume, con Umberto Eco, que un un signo es algo que est en lugar de alguna otra cosa para alguien en ciertos aspectos o capacidades (Eco, 2005, p. 33), es decir posee como condicin de poder representar y por otra parte la recepcin del signo y su significacin dependen de la individualidad de cada intrprete, quien tiene unos conocimientos y unas maneras de experimentar la msica. Este ponderado anlisis propuesto por este musiclogo colombiano Javier Asdrbal Vinasco a partir de Pierce contrasta con el que se ofrece a continuacin, donde es evidente una correspondencia del modelo de Pierce con el modelo antiguo grecolatino, en cuanto a la distincin de los signos y en cuanto al posible reconocimiento del papel del oyente. [14: Velasco, Jairo Asdrbal, Una perspectiva semitica de la interpretacin musical,Cuadernos de Msica, Artes Visuales y Artes Escnicas, 7 (1), 11-38, 2012. Disponible en en http://cuadernosmusicayartes.javeriana.edu.co/]

Existe una diferenciacin del musiclogo colombiano Oscar Hernndez acerca de los aportes de los inicios de la modernidad sobre la semitica musical. No obstante la bsqueda anabsica del origen est aguas arriba, se encuentra como hemos probado en la cultura antigua semita y greco latina que ofrecen desarrollos muy especficos de la teora del signo audible, como lo ilustra la siguiente propuesta del siglo IV en el Tratado sobre la Msica de Aurelio Agustn de Hipona.TABLA I. Clasificacin de nmeros- los ritmos en la msicaRITMOS/NUMEROS EN MOVIMIENTOACTIVIDAD(DEM VI. 9, 24)1er, criterio de orden2do. criterio de orden3er. criterio de orden

ACUSTICOS

Sonantes, corporalesDe la seal sonora misma. Sonantes.Los nmeros de carcter fsico acstico y los de movimientos apreciables por la vista como la danza. [qui sunt insaltatione, et in cetero motu visibili] (DE MU VI.9.24) Por su paso de lo corpreo a lo incorpreo

1 Por su mayor nivel de complejidad e interdependencia

5 Por la delectacin racional que producen

4

AUDIBLESNumeros que se pueden registrar en el alma, que ocurren o tambin ocursoresDe la percepcin de la seal en el sentido del oyente. Nmeros de reaccin o respuesta anmica ante impresiones corporales. [[] eadem passionibus eius ire obviam]

2

3

3

ARTICULABLES

Pronunciables, que se producen o tambin progresoresDe la produccin lenta o rpida en el acto del ejecutante. Nmeros con los que, el alma mueve al cuerpo y se mueve hacia el cuerpo. [[] eadem animam corpus movere vel ad corpus movere]. [usu et operatione pronuntiantis] (Ver tambin DMU VI. 3, 4.)

3

2

2

RECORDABLES

Mueven desde el recuerdo por la facultad de la memoria.De la seal recordada: Por ellos, el alma est, mientras los otros numeri estn en movimiento, metida en ese oleaje cintico.[[] ipsis quasi fluctuare motionibus]. sed aliquid in memoria mea metior, quod infixum manet]

4

4

5

DEL JUICIO ESTTICO Y DEL JUICIO RACIONAL

Jugados desde la razn o la sensacin

Se aplican para poferir sentencia o juicio,Valorar lo que se percibeDe la seal sometida al juicio racional. Estn por encima del sentido del juicio sensible. Son los ritmos ms puros y excelsos que posee el alma y le permite juzgar sobre los otros ritmos., podemos emitir otra sentencia, ms firme an, sobre dicho placer, pero de acuerdo ya con otros nmeros-armonas ms ocultos y superiores que estos nmeros del juicio [[] et nescio quibus aliis aestimare, et de ista delectatione quae quasi sententia est judicialium istorum, aliam secundum hos latentiores certiorem ferre sententiam] (Ver tambin DMU VI.9.23)

5

1

1 a

De la seal rtmica del juicio sensible. Se aceptan o rechazan de modo espontneo una vez percibida. Comprenden la misma. Est limitada a los espacios propios de la vida sensible del hombre. (DMU VI.7.17)

1b

Siguiendo el enfoque del musiclogo Asdrbal Velasco, adaptando el postulado de Peirce al campo de la interpretacin musical se concluye que un signo musical genera en el intrprete, en primera instancia, una idea acerca de la obra que est interpretando, una representacin mental de la msica equiparable al concepto de interpretante (Velasco, 2012,15). De nuevo el rastreo de esta distincin se encuentra en la antiguedad.

Si la obra musical deviene un objeto virtual por cuenta de que para cada intrprete el objeto musical ser un constructo intencional diferente condicionado por su percepcin individual. A partir de una primera representacin, Peirce ofrece el concepto de o interpretante del primer signo la creacin en la mente de una persona un signo equivalente o ms complejo (Peirce, 1987). Este proceso de rdenes en la significacin permite plantear que en cualquier obra artstica habra un momento de poiesis o produccin de la obra, un nivel neutro o inmanente, que sera el material mismo o los trazos de la poiesis (por ejemplo, la partitura) y un momento de aestesis que consiste en la actividad receptiva de los oyentes (1990, pp. 10-16)[footnoteRef:15]. El replanteo de este enfoque estara en reconocer la reverberacin de la msica en el oyente como un proceso de re significacin que dara inicio de nuevo a la poiesis o creacin. [15: Cf. Nattiez, Jean-Jacques. Music and Discourse. Toward a Semiology of Music. Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 1990.]

7. Conclusin

La msica es un sistema de signos que configura un insignare, es decir un ensear. Indagar Qu ensea la msica? Invita a decodificar el fenmeno con una orientacin tanto al oyente particular como al contexto social donde resuena la msica. Si esta problemtica se planteaba de modo explcito en textos antiguos, entre otros en el tratado De Msica de Aurelio Agustn de Hipona los estudios semiticos contemporneos frente al fenmeno de la audicin musical pudieran revalorar los aportes de la tradicin semita y greco latina que desde la msica hace diferenciacin del signo: fsico acstico, audible, inteligible, pronunciable, de juicio moral y esttico, analizan el fenmeno de la re significacin de la msica en el oyente en trminos de reverberacin, mientras que mantienen una diferencia relevante frente al lenguaje verbal urgiendo por una nomenclatura ms especfica para el lenguaje musical. En este contexto la msica se valora como un arte de imitacin de procedimientos pero igualmente es una disciplina fundamentada en las matemticas y en la retrica, ciencia de la buena modulacin.

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