LA DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA (y la de la UE...

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1 LA DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA (y la de la UE comparada) David Llistar i Bosch Observatorio de la Deuda en la Globalización. Càtedra UNESCO a la Universitat Politécnica de Catalunya de Tecnología, Sostenibilitat, Desequilibris i Canvi Global ÍNDICE de subtemas: 1. Preguntas iniciales 2. Introducción 3. Perfil acreedor ACTUAL del Estado español. ¿Quién le debe al Estado español, cuánto y en qué condiciones? a. Quién y cuánto se debe a los bancos españoles. La deuda privada. b. Quién y cuánto y en qué condiciones se debe al Gobierno español. La deuda pública bilateral i. Quién y cuanto?: ii. Fallidos CESCE iii. Créditos a la Exportación. iv. Créditos FAD. Ventana blanda pero ligada. c. Contribución española a los bancos multilaterales. 4. HISTORIA del perfil acreedor del Estado español, durante los últimos años (deuda moderna). 5. Los decisores y los gestores: Instituciones encargadas de la toma de decisiones sobre deuda externa en el Gobierno español, y de gestionarla. 6. El presente: política española de deuda, sensibilidad y discurso del Gobierno español. a. Bases para el análisis b. Los hechos c. Análisis sobre la sensibilidad del Gobierno 7. Un marco superior: la Unión Europea y como acreedora 8. Otras deudas no financieras españolas: la deuda histórica. El caso del galeón español, y la carta del jefe indio ecuatoriano 9. Resumen y conceptos fundamentales 10. Bibliografía y webografía.

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LA DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA (y la de la UE comparada)

David Llistar i Bosch Observatorio de la Deuda en la Globalización. Càtedra UNESCO a la Universitat Politécnica de

Catalunya de Tecnología, Sostenibilitat, Desequilibris i Canvi Global

ÍNDICE de subtemas:

1. Preguntas iniciales 2. Introducción

3. Perfil acreedor ACTUAL del Estado español. ¿Quién le debe al Estado

español, cuánto y en qué condiciones?

a. Quién y cuánto se debe a los bancos españoles. La deuda privada. b. Quién y cuánto y en qué condiciones se debe al Gobierno español. La

deuda pública bilateral i. Quién y cuanto?: ii. Fallidos CESCE iii. Créditos a la Exportación. iv. Créditos FAD. Ventana blanda pero ligada.

c. Contribución española a los bancos multilaterales.

4. HISTORIA del perfil acreedor del Estado español, durante los últimos años (deuda moderna).

5. Los decisores y los gestores: Instituciones encargadas de la toma de

decisiones sobre deuda externa en el Gobierno español, y de gestionarla. 6. El presente: política española de deuda, sensibilidad y discurso del Gobierno

español. a. Bases para el análisis b. Los hechos c. Análisis sobre la sensibilidad del Gobierno

7. Un marco superior: la Unión Europea y como acreedora 8. Otras deudas no financieras españolas: la deuda histórica. El caso del

galeón español, y la carta del jefe indio ecuatoriano 9. Resumen y conceptos fundamentales 10. Bibliografía y webografía.

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1.- INTRODUCCIÓN

No es en vano que resulta habitual bajar cualquier marco conceptual a lo cercano, a lo más propio.

Por ello y porque el Estado español resulta ser un joven pero muy potente acreedor de los países de

la Periferia, vamos a dedicarle todo este apartado. Importante será saber que si el tema de la deuda

es un problema en el desarrollo de las poblaciones del mundo, España juega hoy un papel destacado

en esa problemática, afecte a su propia población o no.

Para entrar en el análisis de dicho papel, deberemos radiografiar su momento actual, situando su

peso dentro del mapa de los acreedores, describir sus orígenes durante la más reciente historia

financiera del Estado, y analizar los instrumentos que generan y han generado esa deuda externa

(FAD y CESCE principalmente) que este provee. A continuación destacaremos la actuación del

Ejecutivo español, máximo responsable de la gestión y regulación de la deuda española, y de paso,

otros actores políticos españoles relacionados con la deuda, para llegar a dilucidar cuál es la

sensibilidad política con la que se aborda este problema. Posteriormente y a propósito de la

actualidad de la presidencia europea por parte española, se desarrollará mínimamente lo poca

información disponible acerca del perfil acreedor de la UE y de sus miembros. Y para terminar, se

introducirán elementos que ayuden a deliberar la legitimidad de esa deuda financiera a la que nos

referimos durante todo el curso; esta deuda externa financiera, hoy por hoy reconocida y legalizada

internacionalmente, sin lugar a dudas contrasta con otras deudas. En el caso español resulta

flagrante y digno de tratarse en este capítulo, el caso de la deuda histórica.

Tal vez, lo más apreciable de este subtema sea la actualidad de las cifras que se presentan.

Teniendo en cuenta las dificultades de transparencia de una Administración como la española, esto

es algo cuyo esfuerzo detectivesco debería ser apreciado por el/la lector/a.

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2.- PERFIL ACREEDOR ACTUAL DEL ESTADO ESPAÑOL. ¿Quién le debe al Estado español, cuánto y en qué condiciones?

Para comenzar, vamos a desarrollar el volumen, la estructura y otras características sugerentes de la

actual deuda financiera que poseen los países del Sur con España, es decir su perfil acreedor. Si

consideramos cualquiera de las deudas financieras que desde los países del Sur se debe a todo actor

financiero español, la deuda externa española se estima a principios del 2001 en más de 24.000

millones de euros (4 billones de pesetas). Pero es evidente que en el ámbito territorial del Estado

español existen diferentes instituciones que ofrecen los créditos que generan esas deudas, o que

pueden, en su caso, llegar incluso a asumir fallidos en operaciones comerciales realizadas entre

España y un país del Sur y que en términos de endeudamiento externo también es menester

contabilizar. Estos son por orden de importancia, la banca privada española (BBVA, SCH, Banco

Popular, ...), la Administración española (a través del Ministerio de Economía), las instituciones

financieras multilaterales en las que participa dinero público y privado español (BM, FMI, BID, BAfD,

..), la propia Administración de la UE e incluso las administraciones autonómicas.

Dado el relativo poco peso acreedor de estas administraciones autonómicas, y habida cuenta de que

las empresas multinacionales suelen gestionar sus contratos a través de la banca privada, vamos a

repasar sólo actores e instrumentos generadores de deuda privada (banca) y deuda pública bilateral

(gobierno español).

La DEUDA ESPAÑOLA en el MUNDO

Fuente: Observatorio de la Deuda en la Globalización, octubre 2001.

Según los datos más recientes del Banco Mundial, en 1999 la deuda externa total de los países empobrecidos ascendía a casi 2.573.000 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente 2.867.000 millones de euros), cifra que incluye las deudas de origen multilateral, bilateral y privada.

Según el Ministerio de Economía, a finales de 2000, el total de la deuda bilateral oficial española a largo plazo ascendía a 12.080 millones de euros (10.870 millones de dólares EEUU). De la cifra mencionada, aproximadamente el 50% se genera por los fallidos indemnizados por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, CESCE, y el otro 50% es deuda FAD concesional (computada como Ayuda Oficial al Desarrollo1). La deuda bilateral española a largo plazo representa aproximadamente el 2% del total la deuda bilateral a largo plazo del conjunto de los países empobrecidos, total que asciende a 532.800 millones de dólares (592.000 millones de euros).

Por otra parte, si se compara el total de deuda de la que el Estado español es acreedor con su PIB de 2000 (aproximadamente 590.100 millones de dólares) resulta que el monto de la mencionada deuda equivale a un 1,84% de su PIB.

Recordemos que desde el punto de vista de un estado acreedor cualquiera, la deuda se clasifica

según si puede contraerse bien con instituciones que son privadas (como bancos, cajas y empresas

1 La ‘deuda concesional’ procede de préstamos ‘concesionales’ o ‘blandos’; estos créditos tienen unas características en principio más ventajosas que los créditos de mercado.

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transnacionales con sede social y principal accionariado en ese estado), bien con instituciones

públicas (como son su administración central, sus administraciones autonómicas, etc), o bien incluso

con instituciones supranacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o los

bancos regionales, donde el estado en cuestión también participa junto con otros estados.

Estas dos últimas tipologías de deuda, la bilateral y la multilateral tienen carácter público, sin embargo

debe matizarse algo para poder entender el porqué en la literatura suelen presentarse

separadamente. La deuda pública y la deuda multilateral, se separan por un lado para diferenciar lo

que se debe a un Estado de lo que se debe a una asociación organizada de estados. Y por el otro

lado, para subrayar el hecho de que la propia dinámica de las instituciones financieras multilaterales

(IFIs) suele, con frecuencia, desarrollarse en términos de su propia lógica de autoconservación e

incluso de expansión de competencias, a menudo sutilmente distinta a las directrices invocadas por

algunos de sus estados accionistas. Por añadido, las IFIs se proveen en buena parte con fondos

procedentes de mercados financieros2, y por ende, aunque su comportamiento no se vea afectado en

demasía por los rifi rafes del mercado financiero internacional, sí que sus políticas de facto responden

a las coyunturas económicas de los principales países accionarios y a las doctrinas ideológicas o

técnicas que desde estos se promueven . Y para terminar, cabe redescubrir el enorme peso de los

EEUU en en el accionariado de estas instituciones multilaterales, peso diseñado para poder modificar

si fuera necesario las actuaciones de estas en función de los intereses norteamericanos.

Dicho esto y antes de entrar en los instrumentos, revisemos algunas de las cifras globales más

importantes. Según los datos más recientes del Banco Mundial, en 1999 la deuda externa total de los

países empobrecidos ascendía a casi 2.573.000 millones de dólares estadounidenses

(aproximadamente 2.867.000 millones de euros), cifra que incluye las deudas de origen multilateral,

bilateral y privado.

A continuación, recorreremos rápidamente los tres tipos de deuda que mantiene el Estado español

con los países de la Periferia (privada, pública y multilateral), queriendo poner énfasis en dos ejes

básicos: relevancia cuantitativa y condicionalidades vinculantes.

a.- Quién y cuánto se les debe a los bancos españoles. La DEUDA PRIVADA ESPAÑOLA.

¿Cómo se endeudó la banca privada española?

La banca privada española en el problema de la deuda exterior de los países del Sur, genera deuda

a partir de tres fuentes:

2 En el caso del Banco Mundial, por ejemplo, ese abastecimiento llega hasta el 80% de su capital.

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1.- la participación de la banca española en créditos sindicados a gobiernos latinoamericanos a lo

largo de los 70 y primeros 80. En este sentido su papel es asimilable al del conjunto de la banca

comercial de aquella época.

2.- operaciones de crédito a la exportación con y sin garantía pública. En las operaciones con

cobertura de la CESCE, el banco financiador de la operación que ha sido impagada por una empresa

de un país sin liquidez mantiene en su poder una parte de la deuda. Si bien en la actualidad CESCE

indemniza hasta el 97% al banco o entidad implicada, no siempre ha sido así, y en el pasado las

indemnizaciones han sido sensiblemente inferiores, a lo que se puede añadir en ocasiones

diferencias de tipo de cambio que han fijado las indemnizaciones en términos reales alrededor del

80%. Pues bien, los bancos tienen en su poder lo que podríamos llamar deudas residuales de

operaciones comerciales fallidas. Véase en el próximo capítulo, el mecanismo completo en el que

actúa CESCE.

3.- operaciones de conversión de deuda por operaciones de inversión privada, en especial en los

grandes países latinoamericanos. Diversos bancos españoles se han implicado en este tipo de

iniciativas mediante los “debt-equity swaps”3.

Para explicar el funcionamiento de estas operaciones usaremos un ejemplo ficticio. Un banco

español quiere hacer una inversión en una urbanización en la costa del Caribe en México. El

terreno es propiedad del Estado Mexicano y el banco realiza una oferta en dinero. La

Administración le responde con una contraoferta: se hace una pequeña rebaja a cambio de

que el pago se haga en un 50% en efectivo y otro 50% en títulos de deuda (podrían ser bonos

Brady) que el banco español compraría en los mercados financieros y entregaría al gobierno

mexicano.

La evolución en el tiempo del papel de la banca española ha sido similar a la del resto de la banca

mundial. En el comienzo de la crisis de la deuda, los bancos más importantes se vieron en

situaciones de riesgo por los impagos de créditos sindicados. Se vieron implicados en la política de

nuevo dinero de los primeros planes diseñados por el FMI, con el firme respaldo de la banca

norteamericana.

A pesar de que la banca española propuso en varias ocasiones poner freno a la citada política,

capitalizar los intereses y tratar los stocks de manera unitaria, esto no se llevó a cabo hasta el último

tercio de la década de los 80. El Banco de España, de acuerdo con las directrices de los planes

Baker, hacía las recomendaciones pertinentes a los bancos comerciales para no desmarcarse

unilateralmente de estas políticas. Los bancos, por su parte, muy pronto dejaron de ver con buenos

ojos esa política y el Banco de España hubo de ofrecer algunos incentivos: en particular la exención

fiscal en las provisiones.

3 Los más importantes bancos españoles, como el Banco Español de Crédito o el Banco Exterior entre otros participaron en operaciones de esta índole en Chile, Venezuela o México a comienzos de la década de los 90.

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El Banco de España a través de sucesivas circulares estableció una serie de criterios de riesgo país,

que fijaba un porcentaje a provisionar como pérdida en el momento del préstamo, según el grupo en

que cada país estuviese situado.

-1º : países OCDE - sin provisión.

-2º : países no OCDE pero solventes (provisión del 1,5%).

-3º, 4º y 5º: países morosos con mayor riesgo a medida que se subía en el grupo (la provisión

variaba entre el 50% y el 90% según el grupo).

- 6º: países que repudiaron oficialmente la deuda (provisión del 100%).

La provisión de riesgo de insolvencia no existió nunca para los países del grupo segundo (se trataba

de países exportadores de capitales y en muchos casos prestamistas de España, como Kuwait) y

tampoco para los del grupo sexto (pues ningún país repudió oficialmente su deuda a pesar de que

Alan García en Perú y Fidel Castro en Cuba así lo manifestaron públicamente).

Así, los países que nos interesan están agrupados en los grupos 3, 4 y 5. Pues bien, el Banco de

España, para conseguir el respaldo de los bancos en la política de seguir realizando préstamos, trató

de compensarles y consiguió del Ministerio de Hacienda la exención fiscal de las mencionadas

provisiones. Veamos un ejemplo.

EJEMPLO 1:

Beneficios del banco: 10.000 millones de pesetas

Operación de crédito a Venezuela por 1.000 millones de pesetas - grupo 4, provisión inmediata del 50%.

El banco provisiona y por tanto lleva a su cuenta de Pérdidas y Ganancias la provisión por valor de 500 millones.

Con esta operación la cuenta de beneficios se sitúa en 9.500 millones de pesetas (se han restado los 500 millones de la

provisión por riesgo internacional de insolvencia).

El banco paga el Impuesto sobre Sociedades (20% sobre beneficios). Liquidación del impuesto de Sociedades: 1900 millones

de pesetas.

Beneficio con respecto a la ausencia de esta provisión: 100 millones de pesetas (habría pagado 2.000 millones de pesetas de

Impuesto de Sociedades).

Como vemos el banco reduce sus beneficios antes de impuestos con lo que su liquidación del

Impuesto de Sociedades le sale menor y consigue un ahorro neto. Lo que conseguía esta medida

finalmente es que el Ministerio de Hacienda “pagase” una parte del préstamo que se hacía a estos

países. Así, antes de comenzar a cobrar la devolución, el banco ya había obtenido unos ingresos

importantes fruto de esa exención fiscal. Pero conforme los coeficientes de provisión fueron

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incrementándose hasta llegar al 90% el Ministerio de Hacienda decidió limitar la exención al 50% del

total del préstamo, con total independencia del porcentaje de la provisión.

Seguimos con el mismo caso; la única diferencia es que ahora el coeficiente de provisión es del 70%.

Sin cambio en la normativa (exención fiscal de toda la provisión): Beneficio – provisión =10.000 m. Pts. - 700 m. Pts. = 9.300

m. Pts. (I.S.= 1.860 millones)

Con el cambio en la normativa: provisión por 700 millones, exención sólo por 500; I.S.=1.900 millones de pesetas.

Una vez que se puso fin a la política de más préstamos y se capitalizaron los intereses para tratar el

monto global, aparecen los instrumentos de conversión y, con el Plan Brady (que era un plan para el

alivio de la deuda privada principalmente) el problema se traslada a los mercados secundarios a

través de los bonos, con lo que el problema se diversifica y su magnitud se reduce. En el caso de los

nuevos préstamos, su elevada provisión inicial reducía el riesgo futuro.

En la década de los 90 la banca ha seguido acumulando deudas de importes poco importantes por

las operaciones de crédito a la exportación, al tiempo que se ha involucrado en algunas operaciones

de canje de deuda por inversiones o algunos programas de conversión. El problema para el sector

bancario ha quedado en la actualidad diluido. El impacto negativo de los impagos fue asimilado hace

tiempo y ahora se están cobrando viejas deudas provisionadas en su mayor parte, que se convierten

de inmediato en beneficios netos del banco. De cualquier modo, hay que señalar que el interés de la

banca privada española por los países del Sur sigue estando relacionada principalmente con América

Latina.

Desde sectores de la banca se está tratando de conseguir por parte del sector público alguna

variación en el trato que reciben; en concreto se ha propuesto recientemente que el Estado compre

los porcentajes residuales de las operaciones de CESCE para que los bancos puedan evitar acudir a

las reuniones del Club de Londres a negociar cantidades muy reducidas tras los acuerdos del Club de

París. Hasta el momento dicha propuesta no ha sido aceptada por la administración.

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b. - Quién y cuánto y en qué condiciones se debe al Gobierno español. La DEUDA PÚBLICA BILATERAL

Quién y cuánto?

A fines de 2000, la deuda del total de 86 países que son deudores de la Administración pública

española se encontraba situada en torno a los 12.080 millones de euros.

Argelia, con más de 1.300 millones de euros, es el país que encabeza la lista de los países deudores

del Estado español. Le siguen Rusia, con algo más de 1.000 millones de euros; China, con 900

millones; Cuba, con casi 685 millones; Egipto y Angola, con casi 670 millones; México, con algo

más de 650 millones; Perú, con 570 millones; Marruecos, con casi 510 millones y Argentina, con

casi 405 millones de euros. Como se puede ver, la región que mayores deudas tiene contraídas con

el Estado español es América Latina, con, aproximadamente un 34% del importe total. Dentro de

América Latina, a parte de los cuatro países ya citados, se encuentran algunos de los países más

castigados por la pobreza como son Ecuador (310 millones), Nicaragua (250 millones) y la

República Dominicana (245 millones). Recogiendo la deuda por regiones, se obtiene los siguiente:

DEUDA de las principales REGIONES con ESPAÑA

Región Importes % importes

Asia 1.632,11 14%

Oriente Medio 431,97 4 %

Europa del Este 1.215,48 10, %

América Latina 4.066,60 33,66 %

África del Norte 2.586,56 21,41 %

África Subsahariana 2.146,13 17,76 %

Total: 12.078,85 100 %

Datos de 31-12-00 en millones de euros

Fuente: Observatorio de la Deuda en la Globalización a partir de datos de CESCE, ICO y MinEco.

Deuda por regiones con España

Asia14%

Oriente Medio4%

América Latina33%

África del Norte21%

África Subsahariana

18%

Europa del Este10%

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Del listado de países que tienen deuda contraída con el Estado español, hay 31 que se encuentran a

la espera de entrar en la iniciativa PEAE y que, por tanto, están en la lista de países “elegibles”.

La gran mayoría tiene deudas poco significativas para el Estado, aunque hay algunas excepciones,

como son Guinea Ecuatorial (que debe al Estado español el 43% de su deuda bilateral exterior),

Somalia (con un 21%), Angola (con un 18% de su deuda), Honduras y Liberia (con un 11% del total

de su deuda) y Bolivia (con casi un 10% de su deuda bilateral). La deuda total de los países PEAE

con el Estado español se encuentra en torno a los 2.650 millones de euros, casi el 22% del total de

la deuda de la que el Estado español es acreedor.

En el siguiente cuadro se puede conocer cuáles son los deudores españoles elegibles para la

iniciativa PEAE. También se señala el porcentaje de deuda española sobre el total de la deuda

bilateral de esos países. Un dato muy significativo es el hecho de que el Estado español es acreedor

de casi el 3% de la deuda bilateral del conjunto de los países PEAE, un volumen importante.

Estado Español y la deuda de los países PEAE

Datos de 08-10-2001

País D. Esp US$ Bil Esp/Bil % D. Esp

Angola 667,5 600,7 3.327 18 % 5,52 %

Somalia 258,6 232,7 1.092 21,31 % 2,14 %

Nicaragua 249,2 224,3 3.028 7,40 % 2 %

Honduras 192,1 172,9 1.502 11,51 % 1,59 %

Costa de Marfil 176,4 158,8 4.077 3,89 % 1,46 %

Congo, R. 162,2 146 2.551 5,72 % 1,34 %

Bolivia 118,1 106,2 1.079 9,85 % 0,97 %

Nigeria 103,9 93,5 12.885 0,72 % 0,86 %

Madagascar 88 79,2 2.167 3,65 % 0,72 %

Camerún 72,4 65,2 5.790 1,12 % 0,59 %

Liberia 59,7 53,8 455 11,82 % 0,49 %

Senegal 54,9 49,4 1.214 4 % 0,45 %

Guinea Ecuatorial 45,8 41,2 96 42,99 % 0,37 %

Sudán 45,2 40,7 5.520 0,73 % 0,37 %

Vietnam 45,2 40,6 15.147 0,26 % 0,37 %

Uganda 41,4 37,3 922 4 % 0,34 %

Mauritania 39,6 35,6 1.160 3 % 0,32 %

Ghana 37,9 34,1 1.472 2,32 % 0,31 %

Níger 37,6 33,9 457 7,41 % 0,31 %

Togo 26,9 24,2 466 5,20 % 0,22 %

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Tanzania 19,3 17,3 3.108 0,55 % 0,16 %

Etiopía 18 16,2 2.477 0,65 % 0,14 %

Kenia 15,4 13,8 1.952 0,71 % 0,12 %

Mozambique 15,3 13,7 3.585 0,38 % 0,12 %

Congo, R. D. 14 12,6 5.504 0,22 % 0,11 %

Guinea Conakry 13,6 12,3 1.347 0,91 % 0,11 %

Guinea Bissau 10,5 9,4 431 2,19 % 0,08 %

Burkina Faso 8,9 8 155 5,17 % 0,07 %

Chad 8,1 7,3 168 4,35 % 0,06 %

Santo Tomé y Príncipe 4,7 4,2 70 6 % 0,03 %

Benín 0,7 0,6 513 0,12 % 0,00 %

Total: 2.652,4 2.387,1 83.717 186,61 % 21,95 %

D. Esp: total de deuda contraída con el Estado español, en millones de Euros

US$: deuda española en dólares estadounidenses, a tipo de cambio interbancario de 0.9 US$ = 1 Euro

Bil: deuda total bilateral a largo plazo del país (Euros)

Esp/Bil: % de deuda española sobre el total de la deuda bilateral a largo plazo del país - peso del Estado español como

acreedor

% D. Esp: % de deuda del país sobre el total de la deuda española - peso de los países PPAE como deudores para el Estado

español

Fuente: elaboración del Observatorio de la Deuda en la Globalización a partir de datos de CESCE, ICO y MinEco

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¿En qué condiciones y con qué mecanismos? El Gobierno español contempla tres mecanismos de los cuales solamente 2 son realmente

importantes cuantitativamente, CESCE y FAD. Proponemos al/la lector/a que ponga especial atención

al posible beneficio o perjuicio que para cada una de las partes implica la contratación de uno de

estos servicios generadores de deuda.

i.- Fallidos CESCE: Cuando una empresa española estudia la posibilidad de ejecutar una operación comercial con otra

empresa de un país del Sur para obtener beneficios, pongamos por ejemplo una universidad

española que vende un curso a otra universidad en América Latina, existe un cierto riesgo de fallido

en el cobro de la operación por múltiples factores internos o externos a las partes. Ello obliga a

considerar las posibilidades de éxito de la empresa española, las cuales podrían llegar a disuadirla de

realizar tal operación. A raíz de ello, una administración como la española, interesada en la expansión

de la economía española, habilitó una compañía que aseguraba el riesgo comercial y político de

estas operaciones: La Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE).

CESCE es una sociedad anónima de carácter público participada en un 50’25% por capital público

español y el resto en manos de 25 bancos y 18 compañías aseguradoras españolas.

El CESCE4 (www.cesce.es) es el primer instrumento en importancia en el conjunto de la deuda

contraída con el Estado español. En el año 2000, su valor supuso un total de 6.085 millones de euros,

un 51% del total de la deuda de la que el Estado español es acreedor.

La deuda CESCE se cobra a tipos de interés de mercado, por lo que resulta más gravosa que la

deuda AOD, y lo mismo ocurre con los atrasos de los pagos, más pesados para los deudores. Estos

hechos impiden que dicha deuda descienda en términos globales.

El mecanismo de funcionamiento de un seguro de crédito a la exportación se origina a partir de un

intercambio comercial, entre una empresa (o entidad pública) española con otra de un país del Sur,

que resulta fallido. En dicha operación aparecen dos bancos: el banco financiador, que adelanta el

importe de la operación a la entidad española exportadora, con la garantía de que un segundo banco,

que representa al importador, le hará efectivo el pago, según las condiciones establecidas. Así pues,

el banco financiador paga a la entidad exportadora española, la cual desaparece de la operación

puesto que ya ha cobrado por la mercancía entregada.

En ese momento es el banco que ha financiado la operación quien deberá cobrar el pago. Con el fin

de asegurarse el cobro, dicho banco suscribe una póliza con la Compañía Española de Seguros de

Crédito a la Exportación (CESCE) por la operación comercial que está financiando. De esta manera,

4 Para conocer en detalle las distintas variedades de las operaciones de crédito a la exportación, se recomienda la consulta del manual del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) “Curso Superior de Comercio Exterior” (reedición 1997).

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en el caso de que el banco no llegase a cobrar, CESCE ejecutaría una indemnización que podría

llegar a ser de hasta un 97% del valor de la transacción. De este modo, la deuda, que durante un

tiempo ha estado en manos de una entidad privada, pasaría a manos del Estado, el cual, a través de

CESCE, trataría de cobrar la deuda y acudiría a negociar, como representante del Estado español, en

el Club de París. Eso es, se estatalizaría la deuda privada hasta en un 97% del valor de la

transacción, el resto de deuda quedaría en poder del banco financiador.

Así, si lo aplicamos al caso de una operación entre una empresa española y otra de Mozambique,

Pescanova y Pescamar por ejemplo, el banco español, con la garantía del banco mozambicano de

que recibirá el pago en un momento que se acuerde, ejecuta el pago a la empresa española, que

“desaparece” de la operación - puesto que ya ha entregado la mercancía y ha cobrado. Ahora es el

banco español el que debe recibir su pago. El banco español está financiando la operación ya que es

el que hace posible que se realice y “adelanta” el dinero a la empresa de Mozambique con la

conformidad de su banco en Mozambique, que responde de la solvencia de la entidad local. Esta

podría ser una operación de crédito a la exportación en términos muy simples. A esta habría que

añadirle diversos tipos de seguros (riesgo de tipo de cambio, en función de la fecha y la moneda en

que se fuese a efectuar el pago, riesgo comercial y riesgo político).

Si una vez alcanzada la fecha acordada en la que el banco español debería recibir el pago, este no

se hubiera efectuado, nos encontraríamos ante un impago. El dinero que el banco español debería

recibir pasaría de ser considerado un pago futuro acordado a ser considerado un cliente de dudoso

cobro, o un fallido. Nos encontraríamos ante distintas situaciones según los términos en que la

operación hubiera sido acordada.

Si la operación no tuviese un seguro de riesgo político, la deuda

quedaría por completo en manos del banco español, que debería

recurrir al banco y a la empresa mozambicanos para ejecutar las

garantías que hubiesen sido contraídas o solicitar un procedimiento

internacional de quiebra o insolvencia.

En el gráfico de la derecha, se ilustra el capital impagado y

cubiertos por CESCE por los países más morosos durante el año

2000.

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. El esquema de funcionamiento del crédito oficial a la exportación con cobertura de riesgo

político en el estado español, es el que podemos observar en el esquema siguiente.

Fuente: Atienza, J. La deuda externa y los pueblos del Sur. El perfil acreedor de España.

El crédito a la exportación ha sido un instrumento muy utilizado por las empresas exportadoras

españolas, y parece que lo seguirá siendo en el futuro. Ahora bien, en cuanto a las exportaciones a

países “de riesgo”, como es el caso de Mozambique, de un tiempo a esta parte, se limitan a aquellas

que cuentan con el respaldo y el visto bueno de la CESCE. La CESCE tiene en sus manos que

muchas operaciones se lleven o no a cabo, ya que su garantía es muy alta, por lo que el riesgo que

soporta la empresa o el banco exportador es muy reducido con su cobertura y la operación tiene un

elevado grado de seguridad.

Exportador Importador

CESCE, S.A. BANCO FINANCIADOR

BANCOPRESTATARIO

GARANTE

ICO

DIRECCIÓN GRAL.POLÍTICACOMERCIAL

ENTIDAD SUPERVISORA

Bines y/o servicios (relación comercial)

Seguro

97%c + tipo fijo

Capital Capital+tipo fijo crédito oficial+prima seguro CESCE

(Tipo de mercado-tipo fijo) + margen

Capital+ tipo fijo+prima de seguro CESCE Procedimiento normal

Se produce el impago: DEUDA EXTERNA

14

iii.- Créditos FAD. Ventana blanda pero ligada.

Los créditos FAD son el tercer motivo de endeudamiento con el Estado español, y el segundo en

importancia después de los CESCE. Los FAD son considerados por el Gobierno como un instrumento

de la política española de cooperación para el desarrollo: “El FAD es un fondo, sin personalidad

jurídica propia, que permite otorgar créditos bilaterales de tipo concesional, o en condiciones de

ayuda a países del Sur, ligados a la adquisición por el país beneficiario de bienes y servicios

españoles”.

Son, más en concreto, créditos a la exportación financiados por la Administración española que

tienen por objeto la exportación de bienes producidos en el Estado español a países del Sur, con

unas condiciones por debajo de las de mercado y computables como Ayuda Oficial al Desarrollo

(AOD). Estas condiciones se concretan en un determinado grado de concesionalidad, un período de

amortización prolongado (hasta los 30 años), un período de carencia o gracia (de entre 3 y 10 años

de duración) y un tipo de interés real por debajo del de mercado.

El Instituto de Crédito Oficial (ICO, www.ico.es) , es el organismo financiero público encargado de

la gestión de la salida y entrada de dinero por cuenta del Estado español, en otras palabras, actúa

como caja pagadora y cobradora. Esta institución es la responsable de hacer efectivo el dinero de los

créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), aprobados por el Ministerio de Economía. Los

retrasos en los pagos al FAD, son los que se convierten en deuda. Cuando un país tiene tanta deuda

FAD acumulada que no puede pagarla, acude por lo general al Club de París.

En el año 2000, la deuda contraída por el ICO se situaba entorno a los 6.000 millones de euros, la

segunda en importancia después de la deuda nacida a partir de los fallidos de la Compañía Española

de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE).

El objetivo último de los créditos FAD resulta ambiguo: Efectivamente, en algunos foros han sido

planteados por el Gobierno como una herramienta para el desarrollo de los países más pobres, y en

otros foros (como convenciones empresariales y ferias) como una línea principal de apoyo a la

penetración de las empresas españolas en países en desarrollo.

Múltiples han sido las críticas que desde las ONGD, los movimientos sociales y la academia se le han

hecho a los Gobiernos del PSOE y del PP por la utilización indiscriminada de una ayuda ligada5, y

hasta 1990, por estar ajenos al control parlamentario y ser descubierta en algunos casos, su

vinculación a la compra de armamento (armamento español, por supuesto). Es por ello que su

impacto no se evalúa por estos colectivos sino negativo en el contexto de las depauperadas

economías del Sur, puesto que aquellos países, además de tener que contraer otro préstamo más, se

ven obligados a gastarlo en un único mercado ajeno, sin dinamizar ni tecnificar un ápice su propio

5 Intermón (DERI), El Fondo de Ayuda al Desarrollo. Propuestas para un reglamento coherente con los objetivos de la Ley de Cooperación. Feb. 1999.

15

tejido productivo nacional. La liquidez que proporcionan, se escurre como agua en un cubo

agujereado.

Y es más, si bien los créditos FAD tienen ventajas en cuanto a tipo de interés o amortización, a nivel

de coherencia discursiva, los FAD rompen con las leyes del libre mercado al favorecer en muchos

países receptores de FAD la entrada posterior de las inversiones españolas (como lo ha hecho

Telefónica en Perú o en los Países de Centroamérica, en las que esta empresa ganó concursos

públicos una vez los gobiernos recibieron FAD en concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo). Puede

resultar inadmisible que una ayuda al desarrollo, refuerce y extienda la economía española, toda vez

que descompense y condicione a la economía ayudada. Puede resultar plausible y coherente, si se

utiliza al FAD, como instrumento de promoción de las exportaciones y servicios españoles, y no como

ayuda. Por ende, se considera desde los sectores críticos que si el FAD se pretende usar como

ayuda, deber por lo menos ser traspasado al ente encargado de la cooperación española al

desarrollo, la SECIPI6, perteneciente al Ministerio de Asuntos Exteriores.

6 Secretaría Española de Cooperación Internacional Para Iberoamérica.

16

c.- España y la Iniciativa HIPC

La Administración española ha respaldado la Iniciativa HIPC desde su fomulación. Como otros países

acreedores ha aportado fondos a un trust fond específico para Bolivia pero no ha desembolsado cantidad

alguna al fondo general para la iniciativa. El compromiso de España sería asumir la reducción de la

deuda externa de los países incluidos en la iniciativa en el marco del Club de París y realizaría una

aportación a la reducción de la deuda multilateral proporcional a su presencia en el accionariado de

las Instituciones Financieras Internacionales. Esto se traduce en una condonación de deuda bilateral

para 26 países por un valor nominal de 600 millones de dólares (entre el 90% y el 100% de su deuda

anterior a la fecha de corte), lo que supone alrededor tan solo del 35% de la deuda total que los

países elegibles para la iniciativa PPAE mantienen con España. Asimismo, y como aportación

española para la reducción de la deuda multilateral, se aportarán entre 100 y 130 millones de US$ (en

parte con recursos dirigidos a las Instituciones Financieras y aportaciones adicionales canalizadas por

la Comisión Europea, sumando los esfuerzos de los países miembros de la UE, a través del Fondo

Europeo de Desarrollo)7. Sin embargo, la lenta evolución de los países en el seno de la Iniciativa

limitan a un poco más de la mitad –en torno a 330 millones de dólares en términos de VAN- el coste

para España de la HIPC reforzada de los países en el punto de decisión al final del año 2000. Esta

cifra supone el 5,4% del coste total soportado por los acreedores bilaterales oficiales.

COSTE PARA ESPAÑA DE LA HIPC II

PAÍS PEAE VAN en millones $ USA

Bolivia 50 Mozambique 39

Honduras 28 Uganda 22

Mauritania 11 Senegal 9 Tanzania 4

Burkina Faso 3

Total Países que han alcanzado el punto de decisión 166

Países que alcanzan su punto de

decisión a final de 2000 164

TOTAL 330

Fuente: FMI y Banco Mundial 2001

7 Datos de la Dirección General de Política Comercial e Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía y Hacienda citados en La deuda externa y los pueblos del Sur. Atienza J.

17

3.- HISTORIA del PERFIL ACREEDOR del ESTADO ESPAÑOL DURANTE los ÚLTIMOS AÑOS: la DEUDA MODERNA EVOLUCIÓN HISTÓRICA

En los años 70 y con el comienzo de la internacionalización de la economía española, se producen

las primeras operaciones relevantes de crédito a la exportación. Empresas exportadoras y bancos

comerciales españoles entran en este tipo de operaciones, pero además también la aseguradora

oficial, la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación (CESCE), aparece en escena

como garante de este tipo de operaciones en 1972, si bien su actividad se intensifica más adelante,

en los 80 y 90.

En la primera mitad de la década de los 70 nos encontramos en un período de fuerte crecimiento

de la economía española (en torno al 8% anual). En estas fechas empiezan a producirse operaciones

de crédito a la exportación con el respaldo de algunos de los bancos más importantes del país. El

Banco Exterior de España, que entonces era un banco estatal especializado en operaciones con el

exterior, asumió su papel en el fomento de la exportación española.

En 1977, nace el Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD). Resulta paradójico que dicho instrumento

naciese bastante tiempo antes de que el Estado español pasase a ser considerado país desarrollado,

hecho que ocurre en 1981 por parte del Banco Mundial y en 1985 por parte del Comité de Asistencia

al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación al Desarrollo Económico (OCDE). De

cualquier modo, las operaciones relacionadas con el FAD comienzan efectivamente en el año 1977.

Si se revisa la evolución de estos créditos, se observa por un lado que aumentan su cuantía hasta

1991(109.583 millones de pesetas), y por el otro, que los términos se van volviendo más blandos, es

decir, con un mayor grado de concesionalidad. Sin embargo, a partir de 1991 su uso viene siendo

decreciente. Ello puede explicarse por tres razones: por un enfriamiento de las economías receptoras,

las de los países considerados ‘en vías de desarrollo’, por su sometimiento en muchos casos a las

disciplinas de organismos internacionales (FMI, BM) que impiden o reducen significativamente sus

posibilidades de endeudamiento con el exterior, y finalmente, debido a la consolidación definitiva de la

“reforma de Helsinki” del Consenso de la OCDE que impide la financiación de proyectos

comercialmente viables y supone la eliminación de las listas de posibles receptores de países que,

tradicionalmente, habían sido destino de exportaciones españolas financiadas con dichos créditos.

En la década de los 80 también crecen el resto de instrumentos, unos en función de la liquidez

disponible en el sistema bancario y el resto por la creciente internacionalización de la economía

española y el respaldo que desde la administración pública se presta a las exportaciones españolas.

Al igual que el resto del sector a escala mundial, en los últimos años de los 70 y los primeros de los

80, la banca concede un número importante de créditos sindicados a gobiernos en dificultades

18

financieras, sin prever el crack de 1982 que destapó México. Después los bancos españoles se

vieron envueltos en la política del nuevo dinero.

La política de otorgar nuevos préstamos, en lugar de renegociar los existentes para encontrar una

mejor manera de que fuesen pagados, hizo que la deuda del sector bancario creciese sin verdadero

sentido hasta que se llegó a un punto en el que se decidió capitalizar los intereses acumulados y

“cerrar” el suministro de liquidez. Esto ocurrió en la segunda mitad de los 80, con lo cual, durante

muchos años se había alimentado la política de evitar el impago inmediato acumulando nuevas

deudas. Se llegó a un punto en el que, a pesar de la presión del Banco de España, que, de acuerdo

con los acuerdos internacionales, respaldaba el new money, hubo de aceptar la negativa de los bancos a proseguir con la misma.

Tras la experiencia de estos años, los créditos sindicados difícilmente llegan a países con problemas

de pagos pasados o presentes. Se pierde así, para los países empobrecidos, un método fácil y rápido

de conseguir liquidez.

Por último, en cuanto a los créditos a la exportación con la cobertura de CESCE, crecieron también

durante los años 80 y 90. La CESCE recibe cada año un límite de contratación, con cargo al Estado,

fijado por la Ley de Presupuestos.

Ha habido un cambio de tendencia en los fallidos, las indemnizaciones y los recobros de CESCE desde 1996. Dicho año, y por vez primera , los recobros superaron a las indemnizaciones con un

saldo neto positivo de 21.269 millones de pesetas. De proseguir esta tendencia, una proyección de

los datos nos señala que en espacio de cinco años se equilibraría el enorme déficit acumulado por la

Compañía (desde su creación hasta 1998, los siniestros netos acumulados, es decir, las

indemnizaciones menos los recobros ascendían a 442.958 millones de pesetas).

CESCE está recibiendo en la actualidad pagos de indemnizaciones del pasado a veces incluso

lejano; el motivo es que los países empobrecidos están haciendo grandes esfuerzos por ir pagando

sus deudas y convertirse en deudores medianamente solventes, con, sin ninguna duda, graves

consecuencias para sus débiles economías y sus poblaciones más vulnerables. Las fases de fuerte

crecimiento económico en que se encuentran algunos de los mayores deudores españoles - asiáticos

y latinoamericanos - también explican ese fuerte incremento de las devoluciones, que se han

reducido en el año 1998, tras el período expansivo 1994-1997.

Un factor relevante es la moneda en la que se efectúa el recobro: la mayor parte en pesetas y en

dólares EEUU. La evolución de los últimos años del tipo de cambio del dólar juega en contra de quien

haya de pagar en esa moneda y eleva el beneficio de quien recibe el dinero.

En total, la suma de las componentes de deuda (deuda FAD y deuda CESCE), han tendido a crecer

sostenidamente a pesar de que los países empobrecidos están dedicando cada vez mayores

esfuerzos de su presupuesto para pagar el servicio de su deuda con los países ricos.

19

Esta tendencia ascendente del total de la deuda española, puede comprobarse en el siguiente

gráfico, correspondiente a la serie temporal de la deuda bilateral durante la segunda mitad de la

década de los 90.

EVOLUCIÓN de la DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA

Fuente: elaboración del Observatorio de la Deuda en la Globalización a partir de datos de CESCE, ICO y MinEco.

20

4.- Los DECISORES y GESTORES: Instituciones encargadas de la toma de decisiones sobre la deuda externa en el Gobierno español, y de gestionarla.

Quienes toman las decisiones sobre cancelación o concesión de nuevos créditos a los países

empobrecidos y quienes las gestionan, son órganos que se encuentran ubicados en el Ministerio de Economía y no en el Ministerio de Asuntos Exteriores como sucede en otros países de la

Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Este simple hecho tiene

consecuencias determinantes en la orientación de esta gestión y de esta decisión, dado que se toman

desde una lógica básicamente economicista y basada como podrá verse más adelante, alrededor de

los intereses económicos españoles, aún cuando estos estén confrontados con los de los prioritarios

en el desarrollo humano en los países empobrecidos.

Por otro lado y como es sabido, los encargados de legislar la deuda se encuentran en el Congreso de

Diputados y en el Senado. Allí es donde se presentan los proyectos de ley o no de ley procedentes de

partidos y de sus diputado/as. También es allí donde se realizan las preguntas al Gobierno. En estas

dos cámaras suelen desarrollarse comisiones o subcomisiones de trabajo que estudian la viabilidad o

los términos políticos de una determinada iniciativa legislativa (como la reiteradamente rechazada

Subcomisión de Estudios sobre Cancelación de Deuda Externa).

Composición del Congreso de los Diputados (2000-2004)

¿Quién manda? Instituciones públicas decisoras La toma de decisiones está en manos de la Dirección General de Financiación Internacional (MinEco), siempre sujeta a las modificaciones que les puedan ser sugeridas desde instancias

superiores de la Administración. En este sentido, por debajo de la Dirección General, la capacidad de

actuación y el conocimiento técnico la aporta la Subdirección General de Gestión de la Deuda Externa y Evaluación de Proyectos.

Si analizáramos más a fondo el por qué dichos entes no concentran sus actuaciones entorno al

desarrollo humano de las poblaciones de la Periferia, deberíamos acudir al Real Decreto que regula

las funciones de la Dirección General de Financiación Internacional, en el que se observa que no se

pueden encontrar indicaciones acerca del enfoque en el tratamiento de la deuda de los países

21

empobrecidos, lo cual indirectamente somete a esta Dirección a operar solamente bajo directrices de

promoción y fortalecimiento de la economía española.

Gestión de la Deuda: El objetivo de la política de gestión de la deuda externa es la gestión del cobro (lo cual incluye

implícitamente la renegociación y reestructuración cuando los países deudores no pueden afrontar

sus pagos) de las deudas que países terceros tienen contraídas con la administración con motivo de

operaciones comerciales o de AOD.

La gestión de la deuda externa, es decir, como se maneja la deuda desde la Administración,

podemos circunscribirla a la Subdirección General de Gestión de la Deuda Externa y Evaluación de Proyectos8.

En resumen, el centro ejecutivo (decisorio y gestor) de todo aquello que pueda referirse a

condonación, reducción o conservación de deuda, se encuentra dentro del Ministerio de Economía.

Tomando la nomenclatura informática, podríamos indicarlo bajo: MinEco/DG-Financiación

Internacional/SubDG-Gestión de la Deuda Externa y Evaluación de Proyectos

Mientras el centro legislativo, es decir, donde se debería de regular el marco amplio de las

actuaciones en materia de deuda, se sitúa en el Congreso de los Diputados. En particular, la deuda

debería tratarse a fondo en las Comisiones de Economía y Hacienda, y en la Subcomisión de

Cooperación Internacional.

8 Las funciones de esta Subdirección son según el Real Decreto antes mencionado, la “refinanciación y reestructuración a nivel bilateral y multilateral de la deuda oficial y comercial con garantía del Estado y su representación en el Club de París”. Por otro lado, se lamenta que en dicho Decreto no exista respaldo normativo a la actuación de dicha Subdirección (Atienza, J. La deuda externa y los pueblos del Sur. El perfil acreedor de España. 2ª Edición. Cáritas, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas. Madrid, 2000)

ORGANIGARAMA del PODER sobre DEUDA en el MINISTERIO de ECONOMÍA

Subd.Gral. Fomento Financierode las Exportaciones

DIRECCIÓN GENERAL DECOMERCIO de INVERSIONES

Subd. Gral. Gestión Deuda Externay Evaluación de proyectos.

Subd. Gral. InstitucionesFinancieras Multilaterales

DIRECCIÓN GENERAL deFINANCIACIÓN INTERNACIONAL

SUBSECRETARIA GENERAL deCOMERCIO EXTERIOR

SECRETARIA de ESTADO deCOMERCIO Y TURISMO

22

5.- El PRESENTE: POLÍTICA ESPAÑOLA de DEUDA, SENSIBILIDAD y DISCURSO del GOBIERNO

Resulta especialmente interesante observar como los Gobiernos se aproximan a determinados temas

de relativa complejidad, como es el caso de la globalización o de la condonación de la deuda externa,

y qué tratamiento retórico utilizan para justificar su actuación. En especial, cuando estos temas están

alejados del ámbito del ciudadano. De como estos tratamientos discursivos pueden describir el

porqué verídico de determinadas decisiones políticas, o por el contrario, de cómo pueden levantarse

como cortina de humo mediática en momentos claves para captar el beneplácito del electorado y,

aprovechando la complejidad y lejanía, quedarse en el papel mojado de un desinterés político

disfrazado de interés voluntarioso.

AFIRMACIONES Y PROMESAS DEL GOBIERNO ESPAÑOL

Observatorio de la Deuda en la Globalización (www.debtwatch.org)

Uno de los principales problemas de nuestras democracias modernas, en plena globalización neoliberal, es la complejización y alejamiento de los centros de decisión, e incluso de los términos de las propias decisiones tomadas. Este también es el caso de la deuda externa y del Gobierno español. El anuncio de medidas absolutorias de las insostenibles deudas externas de algunos de los países más empobrecidos es un uso tan frecuente como comprobado, especialmente poco después de crisis humanitarias. No tan frecuente es su concreción ni ejecución. En ese sentido, parte de las promesas y compromisos del Gobierno español (algunas de ellas insertadas en programas electorales), pueden tener carácter de papel mojado, convirtiéndose a fin de cuentas, en simples operaciones mediáticas de lavado de imagen. Por ello, y en vista de la realidad que no de la retórica, podría proyectarse un determinado escenario de futuro para las políticas de cancelación de deuda españolas, que el ODG evalúa como muy deficiente desde el punto de vista de una política que contribuya a un desarrollo harmónico de las poblaciones del planeta.

Analizar el comportamiento del Ejecutivo español, medios y ciudadanía españoles durante las

legislaturas tanto del PSOE como la del PP, es darse cuenta de que el problema de la deuda ha

resultado ser uno de estos temas complejos y mediáticos.

En este apartado trataremos de recoger lo que aparece como ‘sensibilidad política’ del Gobierno

español, las iniciativas llevadas a cabo por éste durante los últimos años, y también algunas

actuaciones aisladas de los partidos políticos de la oposición.

Bases para el análisis del Gobierno español:

• Base macroeconómica: El monto total estimado de la deuda financiera que el Sur y el Este

deben a la Administración española (como se dijo en 7.4) asciende a unos 2 billones de pesetas (unos 12 mil millones de euros). Comparando ese dato con la capacidad productiva

del Estado (el PIB español supera ligeramente los 100 billones de pesetas), la deuda exterior

supone menos de un 2% del PIB del Estado español.

23

• Intención: La segunda mitad de los 90 supone para el Estado español la etapa de mayor

voluntad expansiva internacional para sus multinacionales, bancos y comercio exterior.

• Ayuda oficial: El FAD, es decir la ayuda ligada a la compra de bienes y servicios españoles,

sigue siendo el principal de los instrumentos de la ayuda oficial al desarrollo (AOD)9.

• Proceso internacional de alivio de deuda: Sólo 3 países llegan en 2001 al punto de

culminación del programa HIPC II del FMI, muy por debajo de las previsiones del mismo FMI

y del G7. Se repite la historia. Como en los anteriores ciclos y medidas del FMI-BM y de sus

países líderes, la situación de endeudamiento y de pobreza, después de 30 años de

aplicación de los planes de ajuste estructural vinculados a estos programas, disecan a buena

parte de sus poblaciones a la miseria más absoluta.

• Base social y reacción: A partir de 1998, las campañas de sensibilización, movilización y

presión política de la Campaña Deuda Externa-Deuda Eterna por un lado, y la Red

Ciudadana para la Abolición de la Deuda Externa (RCADE) por otro, crean un estado opinión

crítico con la pasividad y doble discurso de los Ejecutivos españoles hasta la fecha. La

sociedad civil española, por tanto, va sufriendo una evolución crítica que pone cada vez más

encima de la mesa la ausencia de voluntad política de los gobiernos, y las distancias entre

promesas, discursos y realidades.

• Balance flujos: No se tienen datos sobre el flujo de capital entregado a España en concepto

de intereses y amortizaciones de los créditos prestados, es decir del servicio de la deuda,

pero sí el cálculo para el conjunto del servicio que ha entrado a los países del Centro del

sistema económico. Este dinero ascendió en 1998 a unos 350.000 millones de US$, una

séptima parte del principal total de la deuda del Sur en ese mismo año (2.000.000 millones de

US$).

Análisis de la voluntad política y de las actuaciones del actual Gobierno español

A riesgo de situarnos en un análisis de coyuntura, pero con la intención de dar mayor peso a la

situación actual, nos concentraremos en la última legislatura gobernada por el Partido Popular.

A medida que la economía española ha ido consolidándose y la presencia española ha ido

extendiéndose fuera de sus fronteras, el carácter acreedor ha ido también en aumento, toda vez que

los 3 instrumentos generadores de deuda externa han ido aumentando sus cifras. En principio, ello

significa que a grandes rasgos se ha ido prestando sin recibir pagos por las amortizaciones de los 9AOD: Parte del presupuesto de la Administración española, destinado a priori al desarrollo humano de las poblaciones más desfavorecidas del planeta. En el año 2000 ascendió al 0’22% del presupuesto, uno de los más bajos porcentajes de los países del CAD. Véase ‘Realidad de la Ayuda 2000/2001’, Intermón-Oxfam, Barcelona, 2001.

24

préstamos anteriores. Sin embargo, existen factores importantes que pueden hacer del mantener a

los deudores bajo un cierto nivel de endeudamiento, como una forma a largo plazo que tiene el

prestatario o acreedor de obtener un alto rendimiento10; e incluso, grandes ventajas comparativas del

acreedor en términos de acceso a mercados y concursos en estos países, respecto de otros

competidores ricos, como el caso de Telefónica en la subasta de ENITEL; o una influencia política

sutil pero implacable, en la que los términos financieros se endurecen o se ablandan para presionar a

países a actuar de determinada forma, como ha sido muy recientemente el caso de Pakistán en la

guerra de EEUU contra Afganistán.

Desde este punto de vista económico y casi geoestratégico, es necesario comprender las reacciones

del Gobierno español entorno a la deuda.

Los hechos:

A continuación repasaremos una breve cronología de los principales hechos consumados para

observar efectivamente cuál puede ser la lógica del Gobierno del Partido Popular11:

• Junio 1999, (Colonia, reunión del G7+1): Los 7 más ricos deciden ‘flexibilizar’ los términos de

la primera iniciativa HIPC (1996, Lyon) por los bajos resultados en cuanto cancelación. Se

elabora la iniciativa HIPC II para el alivio de los países pobres altamente endeudados.

España, en septiembre del mismo año en Washington, ratificará sus términos.

• Noviembre 1999: Huracán Mitch en Centroamérica. Véase cuadro-balance 1.

• Febrero 2000: Inundaciones en Mozambique. Véase cuadro-balance 2.

• 24 Noviembre 2000: Plan Director de la Cooperación Española 2001-200412. En él se

planifica y se dota toda interacción del Gobierno español con los países empobrecidos. El

fragmento referente a deuda externa, y a cómo esta deberá gestionarse en dichos 4 años,

tiene una longitud total de 2 páginas, en las que abundan las referencias a lo hecho

anteriormente y a aspectos de divulgación. La RCADE la califica como ‘plan sin plan’.

• 6 abril 2001: El Partido Popular presenta una ‘Proposición No de Ley’ sobre deuda externa

al para ser debatida el 17 de abril en el Congreso. Esta se limita a ratificar la postura que

suscribió España en Washington en septiembre del 1999, es decir, apoyar y seguir la

iniciativa HIPC II.

• 17 abril 2001 (Debate en el Congreso de los Diputados): Todos los partidos de la oposición

de manera descoordinada exigen la creación una Subcomisión parlamentaria de deuda externa. Por primera vez, hay consenso entre todos los partidos de oposición en que es

10 Léase prensa económica acerca de crisis argentina (octubre-noviembre 2001), en donde aparecen bonos del Estado argentino que rinden al 30% de interés para los tenedores de bonos privados, en un momento en el que el precio del dinero en los EEUU y UE se sitúa entre el 2.5% y el 4%. 11 Todos estas referencias están documentadas y disponibles en la web del Observatorio de la Deuda en la Globalización (www.debtwatch.org). 12 Plan Director de la Cooperación Española 2001-2004. SECIPI. Ministerios de Asuntos Exteriores.Madrid, 2001.

25

necesaria esa subcomisión como primer paso para resolver el problema de la deuda. La

Proposición No de Ley sale aprobada sólo con los votos del PP.

Cuadro 1 BALANCE CENTROAMÉRICA antes y después del MITCH: (todas las cifras, en pesetas) 1. Antes del Mitch: Deuda bilateral con España de los 4 países: 42.000 millones pesetas (intereses de 3.000 millones

anuales) 2. Después del Mitch:

2.1. Donación: 1.500 millones 2.2. Condonación: 9.000 millones (que corresponde de hecho al servicio completo de los años 1998, 1999 y 2000). La

mitad de ese capital liberado se destina a un fondo contravalor (destinado a proyectos) 2.3. Créditos FAD: 17.000 millones (aun no se han usado todos, Centroamérica

los tiene a disposición). De ellos 14.000 millones serán finalmente una donación, y 3.400 millones acabarán siendo deuda.

3. Resumen: 3.1. Dinero de que dispondrán: 1.500 + 17.000 + 4.500 = 23.000 millones. 3.2. Deuda (si se usaran los FAD) a finales del 2001:

42.000 (deuda) + 3.400 (nueva deuda FAD)+ 3.178 (intereses el 2001) = 48.578 millones de deuda (más que al

principio!).

Cuadro 2: BALANCE MOZAMBIQUE antes y después de las INUNDACIONES: (todas las cifras, en pesetas) 1. Antes de las inundaciones: Deuda con España: 7.500 millones 2. Después de las inundaciones:

a. Cancelación de deuda: i. La que proviene de FAD (un 50%): 3.600 millones ii. La que proviene de CESCE: decisión Club Paris: moratoria de un año

b. Créditos: 3.000 millones concesionales 3. Resumen:

a. Disponen de 3.000 millones. b. 3.900 (deuda no cancelada) + 3.000 (crédito) + 500 (intereses del 2001) = 7.400 millones (casi igual que al

principio) 4. Promesas: fragmento rueda de prensa presidente Aznar, Cumbre Euroafricana, El Cairo, 4/4/2000: “(...)Yo mismo, en una

reunión que he tenido hoy con el Presidente de Mozambique, le he manifestado que nosotros vamos a condonar el 100 por 100 de la deuda de Mozambique, tanto lo que significa la deuda pública como la deuda comercial (...)”. Como puede verse en los datos, las promesas se cumplen parcialmente. Después de las inundaciones, Mozambique tiene que afrontar los daños humanos y materiales y sin embargo, la deuda con el Estado español, sigue casi igual que antes de la catástrofe.

Mientras todo ello sucedía, se pusieron en marcha algunos proyectos de conversión de deuda por inversiones privadas españolas en Marruecos, Argelia, Bulgaria y Egipto; por medio ambiente en

Costa Rica; o por desarrollo en otros países. En general los países seleccionados corresponden

con los económicamente estratégicos para algunos actores españoles como las grandes

transnacionales con posibilidad de adquisición de empresas privatizadas.

Obsérvese en la tabla los montos en millones de euros de la reducción y tratamiento de la deuda

considerada AOD (ayuda oficial al desarrollo), es decir, la realizada sobre la deuda FAD.

Reducción y tratamiento de la deuda contabilizada como AOD en el Estado español

País 1996 1997 1998 1999 2000 TOTAL

Belice 0,01 0,01

Bolivia 2,10 2,10

Bulgaria 1,69 1,69

26

Burkina Faso 2,48 2,48

Camerún 0,36 0,36

Congo 81,24 81,24

Costa de Marfil 48,54 48,54

Costa Rica 0,94 0,94

Egipto 7,67 7,51 15,18

El Salvador 0,27 0,27

Guinea 0,76 0,76

Honduras 1,00 10,74 7,78 5,41 24,93

Jordania 2,54 2,54

Kazajstán 1,68 1,68

Madagascar 69,88 0,84 70,72

Marruecos 697,00 23,82 3,73 4,38 728,94

Mauritania 0,02 1,11 1,13

Mozambique 4,50 2,48 2,48 9,46

Nicaragua 12,59 12,59

Níger 2,49 2,49

Pakistán 4,10 4,10

Perú 3,59 3,59

R. Dominicana 1,58 1,58

Senegal 0,40 34,36 34,76

Togo 1,02 1,02

TOTAL ANUAL 92 775 109 57 20 1.053

Datos en millones de Euros. Fuente: PACI-Seguimiento

En definitiva, la Administración española no se ha caracterizado por su dinamismo en la puesta en

marcha de operaciones encaminadas a reducir el peso de la deuda. Al margen de las reducciones de

deuda acordadas en el seno del Club de París, las operaciones de conversión, venta o condonación

unilateral de deuda han sido en definitiva muy escasas hasta la hora.

Conclusiones sobre la sensibilidad política del Gobierno actual:

Efectivamente, podemos considerar en nuestro caso que un gobierno es ‘sensible’ cuando

demuestra, más allá de la retórica, una visión profunda, planificada, diligente basada en criterios que

atiendan priorizadamente a las necesidades de desarrollo humano y gobernabilidad de los países

empobrecidos altamente endeudados. Si ese grado de voluntad política se debiera demostrar

mediante la existencia de un bien elaborado plan estratégico director en el que salgan claramente

detalladas las prioridades de cancelación según criterios de desarrollo humano de los países de

destino y no de los intereses comerciales propios, mediante una demostración de diligencia durante

las crisis humanitarias y financieras en las que se pretenda convertir las catástrofes en oportunidades,

mediante la superación demostrativa a los conservadores y irresolutivos marcos de la iniciativa HIPC

II del FMI y del Club de París, mediante la investigación judicial de los cauces fraudulentos vinculados

27

a alguna concesión, obtención o gestión de créditos en manos de decisores corruptos, mediante la

coordinación y regulación de todos los instrumentos previstos generadores de deuda, etc, ...entonces

el Gobierno español no ha demostrado tener esa voluntad política ni esa sensibilidad. Menos cuando

se lo compara con el Reino Unido, Holanda, Bélgica o los países escandinavos.

Actualmente y en consideración a lo dicho, en la Administración española:

1. No hay definidas unas directrices específicas relativas al tratamiento de la deuda como un

problema para el desarrollo socioeconómico de los países deudores

2. Toda actuación se ciñe en términos generales a los acuerdos que suscribe en el seno del

Club de París. El Estado español respalda y ejecuta con todas sus consecuencias las

operaciones de alivio de deuda acordadas en el Club de París.

3. En cuanto a las iniciativas de alivio de deuda y otras actuaciones de las IFIs (FMI, BM, BID,

BAfD ..), el Estado español se ha limitado a secundar con carácter subsidiario lo que

proponga y considere el G7.

4. En relación a las operaciones de conversión de deuda, todavía muy incipientes, abundan

cuantitativamente las operaciones condicionadas a inversiones privadas de empresas

españolas o intereses geopolíticos españoles. Y se encuentran a faltar las conversiones por

proyectos de desarrollo humano o medioambiental (si las evaluamos por ejemplo en base a

la cantidad de deuda convertida), en las que se presentan reticencias desde la

Administración por concebirse como partidas de pérdidas no justificables ante la opinión

pública.

28

6.- UN MARCO SUPERIOR: LA UNIÓN EUROPEA COMO ACREEDORA

Aunque no existe demasiada perspectiva histórica, hay un marco superior al del Estado español, que

debe tratarse en este capítulo. La Unión Europea es este nuevo marco.

A continuación van a presentarse algunas pautas que intentarán dibujar a grandes rasgos la

actuación de la UE entorno a la deuda externa de los países más empobrecidos del planeta.

Además, y con voluntad de contextualizar la importancia del Estado español como acreedor mundial,

se repasarán algunos datos y actuaciones de los demás países acreedores, poniendo especial

énfasis en los que forman actualmente la UE.

Posición acreedora comparada de los países de la Unión Europea13: Durante la Cumbre de Colonia, en junio de 1999, el G7 propuso reforzar la iniciativa HIPC que había

resultado ineficaz, y convertirla en la ‘iniciativa HIPC II’. Esta iniciativa sería poco más tarde ratificada

y bendecida por la Comisión Europea14 en Washington delante de la junta del FMI y del BM.

Bajo los términos de esta nueva iniciativa multilateral para aliviar la deuda a los que ya no podían

pagarla, los países de la UE se comprometían en primer lugar a cancelar totalmente sus stocks

remanentes de créditos concesionales u ODA (el equivalente genérico de los FAD españoles), y en

segundo lugar, a anular el 90% de los créditos a la exportación (equivalente a los CESCE españoles)

anteriores a la correspondiente fecha de corte15 de cada país. Todo ello siempre y cuando el país

cumpliera evidentemente con los planes de ajuste dictados por el FMI y fuera uno de los elegidos por

la iniciativa HIPC II.

Sin embargo algunos países miembros de la UE, particularmente los que forman el G7 (Alemania,

Italia, Francia y el Reino Unido), han ido más allá en sus planes oficiosos de cancelación de deuda, lo

cual no significa cancelaciones de facto sino compromisos o anuncios en los medios.

A continuación van a mostrarse dos parejas gráficos-tabla de datos, correspondientes a:

(i).- Deuda bilateral que se mantienen los países acreedores con los países PEAE

(ii).- Compromisos y grado de cumplimiento de los acreedores al Fondo Fiduciario para ‘aliviar’ la

deuda de los PEAE

13 No es fácil disponer de datos actualizados dada la poca transparencia y disponibilidad con la que se ofrecen los datos en algunos países, por ello vamos a limitar el estudio cuantitativo a los países más endeudados y empobrecidos del mundo (los PEAE). 14 A través de su Dirección General para el Desarrollo, y sus comentarios presentados delante de la Junta FMI/BM en diciembre de 1999. (Doc. en: Bruselas, 25.02.200. DEV/B/2-FCS/EH/GH-D(2000)) 15 La ‘fecha de corte’ de un país, es la fecha en la que ese país pidió por vez primera al Club de París un alivio de deuda.

29

(i).- Deuda bilateral contraída con los países PEAE

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

Millones US$

Alemania

Bélgica

Canadá

EEUU

España

Francia

Holanda

Italia

Japón

Noruega

Portugal

Reino

Suecia

Suiza

Países

ACREEDORES BILATERALES-(Deuda con países PEAE, julio2001)

FAD (ODA) Créditos a la exportación

Estado Stock total de deuda con

los PEAE FAD (AOD) Créditos a la

exportación

Alemania 4677 1918 2759

Bélgica 1907 130 1777

Canadá 715 8 707

EEUU 6035 2336 3699

España 2019 865 1155

Francia 9542 3244 6298

Holanda 862 246 616

Italia 2206 684 1522

Japón 11900 7678 3422

Noruega 320 0 320

Portugal 1151 100 1050

Reino Unido 2240 89 2151

Suecia 454 49 405

Suiza 320 0 320

Todas las cifras en millones de US$. Todos los datos corresponden a lo disponible en Julio del 200116

Como puede apreciarse en el gráfico, Francia primero y Alemania segundo, son los principales

acreedores actuales de los PEAE en el seno de la UE. En segundo lugar aparece un grupo de 4

países con un peso acreedor mediano-alto (Reino Unido, Italia, España y Bélgica). Eso no siempre

significa que hayan sido los que han prestado más. Algunos de los países que más han prestado a

los PEAE como Holanda o el Reino Unido, aparecen relativamente como poco acreedores porque

han cumplido ‘religiosamente’ ya sus compromisos de alivio de deuda, mientras que otros como

16 Datos obtenidos de EURODAD (www.eurodad.org)

30

Francia, Alemania o España, al demorar sus contribuciones correspondientes a la cancelación de

deuda aparecen sobreestimados. Este retraso suele ser motivo de quejas por parte de los comités

ejecutivos de las instituciones multilaterales como el FMI o el BM. (ii).- Compromisos y grado de cumplimiento de los acreedores al Fondo Fiduciario para ‘aliviar’ la deuda de los PEAE Como corte de ejemplo de lo antedicho, el gráfico-tabla (ii) muestra el estado de esos retrasos o

compromisos no consolidados, relativa al Fondo Fiduciario programado por el FMI a fecha de 31 de

enero del 2001. Cabe decir, que existen otros fondos fiduciarios destinados a situaciones de

emergencia (como el que se produjo para Centroamérica como consecuencia del paso del Huracán

Mitch, etc).

0

100

200

300

400

500

600

Millones US$

Alemania

Bélgica

Canadá

EEUU

España

Francia

Holanda

Italia

Japón

Noruega

Portugal

Reino

Suecia

Suiza

Países

Compromisos pagados o pendientes con los países PEAE (31/1/2001)

Contribuciones/promesas bilaterales pendientesTotal contribuciones pagadas

Cifras disponibles en enero del 2001 Fuente: EURODAD

Estado Total contribuciones pagadas

Contribuciones/ promesas bilaterales

pendientes

Total de Contribuciones/ promesas pendientes

Alemania 24 48 72 Bélgica 15 0 15 Canadá 102 0 102 EEUU 0 600 600

España 15 70 85 Francia 0 21 21 Holanda 138 0 138

Italia 22 48 70 Japón 56 144 200

Noruega 61 18 79 Portugal 15 0 15

Reino Unido 76 145 221 Suecia 28 35 63 Suiza 45 15 60

UE (suma c.bilater) 274 233 507 Todas las cifras en millones de US$, en términos nominales a 31 de enero de 2001; Fuente: Eudodad

31

Política de deuda la UE y de sus países miembros

En materia de deuda la política de la Unión Europea está marcada por dos aspectos principales:

- (i).- Una marcada tendencia neoliberal de la mayor parte de sus actuaciones. Esa tendencia

se desprende de la presión y liderazgo ideológico por un lado de los poderosos países del G7

(en particular por los movimientos y directrices de los Estados Unidos), y por el otro, del

potente, sutil y perfectamente organizado lobby de las transnacionales europeas (como la

European Round Table of Industrialists, la patronal europea de patronales UNICE, la TABD,

etc)17.

En este sentido el mercado debe poner las cosas en su sitio también en África, Asia y

América Latina, y por ende, antes de conceder alivio a sus deudas la lógica neoliberal exige

que se presione a sus gobiernos para que se abran, privaticen y apoyen medidas de

estabilidad macroeconómicas, aunque ello suponga en primera instancia suprimir las pocas

inversiones en sanidad, educación, alimentación y vivienda que les quedaban.

Todo ello se concretiza en una línea de actuaciones marcada por las directrices del FMI y del BM, y de tan recurrentes como insatisfactorios programas de alivio a la deuda (Tratados

de Londres, Toronto, Nápoles, Iniciativas HIPC I y HIPC II, ...)18 basados en la contundente

aplicación de planes de ajuste estructural19.

- (ii).- Una disparidad de intereses y afinidades económicas y geopolíticas, fruto de la bien

conocida trayectoria histórica de los que hoy forman la UE, y que destacó si no por la

confrontación bélica directa en forma de guerras mundiales, por la conquista y sumisión de

esos mismos países a los que hoy se les trata de ‘aliviar’ la deuda. En ese mismo orden de

las cosas, existen hoy competiciones sonadas o acalladas por lograr hacerse con los

mercados, empresas y tratos de favor comercial de esas mismas ex-colonias, tan ricas en

materias primas como petróleo, o madera, que tanto necesita la UE y en proceso de venda

total. Esa competencia no sólo existe con los EEUU o con Japón; lo que trasciende en

materia de deuda, es que la competencia se dé con tanta ferocidad también entre las ex-

metrópolis miembros de la UE siempre buscando que ésta aplique políticas de favor a sus ex-

colonias o áreas de influencia (véase Francia y la Francophonie, España y América Latina,

Portugal y la Lusofonía, Inglaterra con África Austral y Asia Meridional, Holanda con

Indonesia, etc).

17 Corporate Europe Observer, ‘EUROPE Inc. Dangerous Liaisons between EU Institutions and Industry’, A SEED. Amsterdam, 1997. 18 Se cumplen todos los requisitos para que próximamente el Comité Ejecutivo del FMI y del BM, lance a la luz una nueva iniciativa que de seguro superará los términos y calidades de la iniciativa actual, la iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados Reforzada. En reunión de ministros de economía del G7 en Génova, julio del 2001, se apuntó la enésima necesidad de superar los términos del programa vigente de alivio de deuda externa, como demuestran las declaraciones del ministro de finanzas en funciones de la UE, el belga Didier Reynders: “..we must go deeper and further on HIPC..” 19 Si algun/a lector/a escéptico/a (o euroescéptico/a) dudara sobre tan gran éxito ideológico en el seno de la Comisión, le recomendamos la búsqueda por internet de los principales documentos elaborados por la Comisión y el Consejo europeos sobre la ayuda al desarrollo y el alivio de la deuda externa de los PEAE. Por ej. en fecha de 14/09/2001 en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas.

32

El resultado práctico de esa disparidad de intereses, es una ausencia de política exterior

coherente por parte de la UE. Y es más, desde la asunción de que es cierto que los países

ricos utilizan la política de deuda y de financiación del desarrollo como un brazo más de la

política exterior de sus países, se produce una derivación de la toma de decisiones sobre

concesión de créditos y anulación de deudas, hacia los gobiernos de los países miembros en

lugar de darse en el seno de la Comisión europea y de sus órganos competentes. No es en

vano que la UE sea por el momento tan liviana acreedora.

33

7.- OTRAS DEUDAS no financieras ESPAÑOLAS: La DEUDA HISTÓRICA. El caso del galeón español, y la carta del jefe indio ecuatoriano Como es bien sabido, el concepto de deuda va más allá de lo financiero. Acercarnos al concepto de

‘deuda’, significa en su sentido más simple, referirnos a un mínimo de dos sujetos individuales o

colectivos, entre los que se ha dado algún tipo de intercambio o interacción desigual. Ese mismo

intercambio puede observarse desde múltiples facetas, una de ellas financiera y relativa a la historia

contemporánea. Sin embargo otras formas tan legítimas como la financiera podrían ser igualmente

consideradas, y consistir por ejemplo en ampliar ese mismo análisis financiero más allá de 30 años, si

se quiere hasta unos 500 años atrás. Incluso sería aceptable analizar los diversos intercambios entre

esas mismas dos o más partes en términos ya no financieros sino, por ejemplo, en el uso asimétrico

de los recursos naturales planetarios, o como vamos a tratar en este apartado, en el ámbito del

sometimiento y expolio de unos seres humanos por otros a lo largo de un segmento de nuestra

historia.

Si fuera por tanto de interés tratar ese último tipo de intercambio, el histórico, y nos preguntáramos

por si acaso alguna de las antiguas generaciones de españoles y españolas hubieran podido basar

sus diversos modelos de producción parcial o totalmente en un usufructo ilegítimo (a ojos de hoy) de

las riquezas y sobre todo, de los derechos, libertades y vidas de otros colectivos, que pudieran haber

supuesto una ventaja comparativa histórica clara de las sociedades españolas en detrimento de las

de los países de la actual Periferia (América Latina, África y Asia), pocos seríamos los que

respondiéramos que no. Por todo ello, puede convenirse en que existe una deuda histórica, una

deuda histórica española con algunos países de la Periferia que se encuentra ricamente

referenciada por miles documentos de relatos históricos y en los que se recogen los sesgados

intercambios que la generaron.

El concepto de deuda histórica ha sido profesado desde diversos escenarios, pero es en el

movimiento emancipatorio antirracista de la comunidad afro americana de los Estados Unidos en el

que surge la iniciativa de utilizar la amarga evidencia de los largos años de esclavitud de la

comunidad negra de los EEUU y de racismo, ejercidos por la comunidad blanca norteamericana, para

reivindicar sus derechos y para exigir reparaciones al respecto. Paulatinamente y también con

carácter emancipador se lanza, desde algunos colectivos intelectuales de países del África negra, la

deuda histórica en su acepción más amplia20. Se refieren en este caso no sólo a la deuda generada

por años de trata de esclavas y de ideologías racistas para su sometimiento cultural, social y

económico, sino también por los genocidios y expolios rapaces acaecidos durante la conquista de sus

pueblos, por el periodo posterior, el colonial, y finalmente por la actual fase neocolonial, en la que

destacan el papel de las grandes corporaciones transnacionales, y las políticas comerciales y

financieras viabilizadas por las gobiernos de los países ricos, las instituciones financieras

internacionales incluido el Banco Mundial, y las élites locales cómplices. Es por ello, que denominan 20 Véase, Africa Reparations Movement, http://the.arc.co.uk/arm/

34

a sus propios países como países empobrecidos en lugar de países pobres. Léase el siguiente

fragmento del manifiesto de Jubileo Sur (www.jubileesouth.net), Durban, agosto 2001 subrayando tal

evidencia:

(...) La esclavitud, el colonialismo o el neocolonialismo han causado un enorme mal a

miles de millones de personas en todo el mundo. Estos mismos procesos han sido la base

para a acumulación de una riqueza inmensa en manos de una pequeña élite centrada en

el Norte.(...)

Pero tal vez sea la Conferencia sobre el Racismo de Durban, República Sudafricana, agosto del

2001, donde mayor difusión se hace de esa deuda histórica que el Norte debería al Sur. En aquella

los mandatarios de los países del Sur, en especial los de los subsaharianos, postulan más

abiertamente que esa deuda histórica debe, en primer lugar, ser aceptada por los países invasores o

usufructuarios (EEUU, Reino Unido, Francia, España, etc), y en segundo lugar, proceder a su urgente

reparación (por ejemplo, mediante la anulación de la deuda externa financiera, mediante un plan de

financiación y ayuda oficial al desarrollo, el retorno de bienes culturales expatriados, etc). Esas

demandas eran asumidas no sólo por una buena mayoría de países del mundo, si no también por

algunos sectores del propio EEUU, como la comunidad negra o latina.

Como cabía esperar, países como EEUU, el Reino Unido y de Europa, amenazaron con no asistir a la

cumbre si se daba peso a esa cuestión21. El resultado fue una rebaja considerable de estas

demandas bajo presión diplomática, y la segregación de las discusiones al ámbito de la conferencia

paralela organizada también en Durban por ONGs y movimientos sociales opuestos a los términos de

la cumbre oficial.

Finalmente, se considera oportuno tratar de ilustrar el concepto y legitimidad de la deuda histórica con

un estudio de caso concreto sencillo, desarrollado a partir de la noticia del hallazgo de un galeón

español hundido en las costas norteamericanas y cargado con toneladas de plata, toneladas

obtenidas de la invasión española a las poblaciones indígenas de tierras latinoamericanas.

Caso 1: Un Galeón español fue hallado frente las costas de Virginia. Fuente: El País, 4.5.99

- En las costas de Virginia (EEUU) se ha hallado el ‘Juno’, un galeón español hundido el 28 de

octubre de 1802 un día de tremenda galerna, procedente de Veracruz (México) y cargado con

700.000 pesos de plata, 22 toneladas de plata.

- El Estado español ha conseguido, tras arduos trámites judiciales, que el Tribunal Federal de Norfolk

(Virginia), reconozca que esa plata es española (sólo unos 77.000 millones de ptas).

21 Cabe mencionar que el derecho de reparación fue uno de los dos motivos de las amenazas de EEUU y el RU. El otro fue la posibilidad de declarar como racista al sionismo llevado a la práctica en el actual conflicto palestino-israelí.

35

- Si esas 22 toneladas de plata las consideráramos un préstamo de las comunidades indígenas a las

arcas del tesoro español, y ese préstamo fuera a un interés del 10% y a 199 años de carencia, hoy se

debería a esas mismas comunidades un total de 3.798 millones de toneladas de plata

(13.300.000.000.000.000.000 Ptas.) - La Embajada española en Washington señala su “satisfacción por el hecho de que por primera vez

se haya reconocido por vía judicial la propiedad española sobre los restos del Juno, así como la

exclusiva capacidad de España para decidir el futuro de los mismos”.

Problema propuesto: De 1503 a 1660, generación de deuda histórica en San Lúcar de Barrameda

- Se transfieren de la comunidad indígena americana al Reino de Castilla un total de 185 toneladas de

oro y 16.000 toneladas de plata.

- Propuesta al/la estudiante: Calcular las toneladas de oro y de plata, en las que ese contingente

expatriado durante 1503-1660, se habrían convertido si lo consideráramos como un préstamo que la

América Indígena le hace al Reino de Castilla en términos muy concesionales, en lo que hoy podría

ser un FAD con alto grado de concesionalidad de Las Indias a España (tomen por ejemplo el 5% de

interés, y 419 años de carencia).

LA VERDADERA DEUDA EXTERNA (Carta de un jefe indio a los gobiernos de Europa) Fuente: Revista "Renacer Indianista" Nº 7 Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuautémoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace quinientos años. Aquí pues nos encontramos todos: sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por judas a quienes nunca autoricé a venderme. El hermano

36

leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos. También puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias. Papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas que califican al encuentro de destrucción de Las Indias, o a ultrosos como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no sólo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuautémoc prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis. Tan fabulosas exportaciones de capital, no fueron más que el inicio de un plan Marshalltezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al acercarnos al Quinto Centenario del Empréstito podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable, o por lo menos productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, armadas invencibles, terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin más que acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces -después de una moratoria de 500 años-tanto de cancelar capital e intereses, como independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles -por su propio bien- el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula de interés compuesto, informamos a los descubridores que sólo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir un número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras, y que supera ampliamente el peso de la tierra.

37

¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculadas en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intención que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán. Porque esa bala es el corazón de Europa. Guaicaipuro Cuautémoc

38

8.- RESUMEN

1. El Estado español tiene un papel joven pero relevante en el escenario mundial de deuda

financiera con los países empobrecidos: unos 24.080 millones de euros. La cartera de

deudores está principalmente localizada en América Latina y en segundo lugar en el Norte de

África y África Subsahariana. Destacan también Rusia y China como deudores.

2. Estas deudas se generan mediante los siguientes mecanismos:

a. La deuda bilateral oficial (con la Administración española), que asciende a unos

12.000 millones de euros y que se ha creado, casi a partes iguales, a partir de dos

tipos de mecanismos: FAD y CESCE. En primer lugar los FAD, es decir, los créditos

otorgados por ICO y su Fondo de Ayuda al Desarrollo, que forman parte de la ‘ayuda’

que el Gobierno español ha ido concediendo a países empobrecidos. En segundo

lugar, los fallidos comerciales indemnizados por CESCE (la compañía oficial

aseguradora de riesgos políticos) que son asumidos casi totalmente con dinero

público del Estado para de ese modo promocionar a las empresas españolas y su

expansión a los países del Sur.

b. La deuda privada (con los bancos privados españoles), ligeramente superior a la

deuda bilateral oficial y generada principalmente durante los años 80. En el marco

español, tiene tres orígenes: créditos sindicados a gobiernos latinoamericanos

(especialmente durante los 70-80’s, cuando la mayoría de gobiernos eran

dictaduras), los residuos bancarios procedentes de fallidos CESCE y operaciones de

conversión de deuda (debt-swaps).

3. Evolución del endeudamiento español: En la primera mitad de los setenta la economía

española crece muy rápidamente y empieza a internacionalizarse. Fruto de esa

internacionalización nace en 1977 el FAD, la ayuda ligada española, cuyo peso aumenta

paulatinamente hasta los noventa, años en los que se mantendrá. El grado de

concesionalidad de los créditos FAD ha ido aumentando (son cada vez más ‘blandos’) en lo

referente a tipos de interés y periodos de amortización. La deuda CESCE también va en

aumento toda vez que la economía española se dirige hacia el exterior. Hasta 1996, CESCE

indemniza más que cobra. Pero a partir de 1996 la relación se invierte gracias, entre otras

cosas, a la fuerte presión realizada por el FMI y los gobiernos del Norte para que los

gobiernos del Sur paguen puntualmente. Por lo que respecta a la banca privada española y

su evolución en el ámbito de la deuda, su rol podría diferenciarse según tres etapas. La

primera, alrededores de los 80, en la que los bancos sí ofrecen créditos sindicados a

gobiernos con dificultades financieras; esta tendencia se rompe en 1982 cuando México y

otros países ya no pueden pagar. Empieza así la segunda de las etapas, en la que los

bancos privados siguen la política del ‘new money’ con el que financiar el repago del servicio

39

de la deuda. En 1985, la banca prefiere abandonar los países con grandes dificultades de

liquidez, y deja de financiarlos.

4. La toma de deciones: Los órganos encargados de tomar las decisiones sobre concesión,

cobro o anulación de la deuda con la Administración española y de gestionar esas decisiones,

se encuentran todos en un solo ministerio, el de Economía. Concretamente en la Secretaría

de Comercio y Turismo, y su Subsecretaría de Comercio Exterior, de donde cuelgan la D.G.

de Comercio e Inversiones (gestiona las concesiones de FAD), y la D.G. de Financiación

Internacional (que gestiona a su vez la contribución multilateral de España, y las operaciones

de tratamiento y condonación de deuda). Cabe decir que todos estos cuerpos se rigen por

criterios de promoción y protección exterior de los intereses económicos españoles, y no por

criterios de desarrollo humano de los países de destino.

5. La política española en temas de deuda ha sido poco activa y determinada en general por

los intereses económicos españoles. A pesar del claro aumento de la polarización Norte/Sur y

de la presión de la sociedad civil española, las actuaciones de cancelación de deuda se han

reducido, en lo multilateral, a las obligaciones desprendidas de las Iniciativas HIPC I y HIPC

II. Mientras que en lo bilateral, los tratamientos de deuda de países en crisis se han limitado a

los acuerdos tomados en el Club de París cuando esta deuda era comercial (CESCE), o a

moratorias en el pago del servicio y cancelaciones puntuales cuando esta deuda era AOD

(FAD). Es de destacar en los últimos años, el inicio de operaciones de conversión de deuda

por inversiones españolas, por medioambiente o por inversión social. La falta de criterios para

tratar la deuda externa de los países más pobres mediante una acción integrada, ha querido

ser resuelta mediante la puesta en marcha de una Ley de Cooperación Española, que

regulara coherentemente los escenarios de condonación de deuda de los países más

empobrecidos. No obstante, la Ley de Cooperación aprobada no aporta absolutamente nada

en ese sentido.

6. La deuda y la UE: Son los miembros de la UE por separado y no la UE en sí misma, los que

resultan ser junto a los EEUU, Japón y Canadá, los principales acreedores mundiales. Los

países miembros cuyo peso acreedor es mayor con los PEAE son Francia y Alemania. En un

segundo grupo se encuentran el Reino Unido, Italia, España y Bélgica. España, siendo el

quinto acreedor europeo, no destaca ni por su transparencia en la gestión, ni por la rapidez a

la hora de efectuar sus pagos comprometidos en los foros multilaterales. En general, la

política que se desprende de los escasos documentos generados por la Comisión Europea y

Consejo de Europa en relación a la deuda, es de corte neoliberal y coincide con las fórmulas

impulsadas por los EEUU y Japón, y las grandes corporaciones multinacionales. Sin embargo

la UE tendrá que ecualizar los intereses dispares todavía de sus países miembros, para

convertirse en un acreedor del peso de sus integrantes.

40

7. El concepto de deuda histórica se ha ido desarrollando como contra-argumento veraz y

legítimo dirigido a desmantelar la dominación de unos colectivos dominadores a otros

dominados en base a cuatro procesos históricos: invasión, esclavitud, colonialismo y

neocolonialismo. Bajo ese prisma, la comunidad española podría evaluarse como deudora y

no como acreedora; deudora y obligada a reparar la transmisión de bienes y servicios

suministrados por el expolio y la invasión española de Latinoamérica por ejemplo; e incluso

por el actual proceso expansivo del mercado español a esas mismas comunidades a través

de sus transnacionales.

41

9.- BIBLIOGRAFÍA y WEBOGRAFÍA

Recomendada:

Atienza, J. La deuda externa y los pueblos del Sur. El perfil acreedor de España. 2ª Edición. Cáritas, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas. Madrid, 2000

Fanjul, G. et al. La Realidad de la Ayuda 2000/2001. Intermón. Barcelona, 2000

Observatorio de la Deuda en la Globalización: www.debtwatch.org