La Crisis Actual Del Cristianismo

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7/21/2019 La Crisis Actual Del Cristianismo http://slidepdf.com/reader/full/la-crisis-actual-del-cristianismo 1/4 La crisis actual del cristianismo  Las recientes investigaciones muestran que es necesario interpretar por qué el catolicismo ha descendido un 20% en América Latina en los últimos 50 años, al mismo tiempo que ha crecido proporcionalmente el pentecostalismo y la religiosidad a la carta. La religin en occidente no desaparece con la seculari!acin, solo se trans"orma en sus e#presiones y pr$cticas, y el llamado é#odo de catlicos hacia las iglesias evangélicas o hacia la indi"erencia religiosa y el neopaganismo, requiere un serio an$lisis pastoral por  parte de las iglesias. &ara ello comparto algunos te#tos que pueden ayudarnos a pensar el tema. La higuera estéril 'l cardenal (artini, comentando la par$)ola de la higuera estéril en el evangelio según san (ateo, escri)e en *+- /osotros, como glesia, estamos viviendo un cierto momento de esterilidad grandes ho1as, esto es, pala)ras, encuentros, congresos, resoluciones, reuniones, asam)leas largusimas,  programas... 3y los "rutos4 eminarios vacos, noviciados vacos, iglesias vacas. 6uando comparamos las ho1as con los "rutos, nos viene la tentacin de pensar que tal ve! era me1or cuando ha)a menos ho1as y m$s "rutos. Al mirar a nuestro alrededor, no se puede menos de tener esta impresin de esterilidad, aunque hay muchos signos de renovacin y no queremos hacer un 1uicio glo)al. &ero hay una verdad en esta pala)ra mucha apariencia, muchas )onitas pala)ras, muchas co)erturas $ureas casi no contienen nada7 muchos programas de renovacin se )asan so)re esos pocos que se han quedado a hacer girar la rueda. i miramos a nuestro alrededor, ciertamente esta situacin nos impresiona. &ero si la aplicamos a nosotros, cada uno de)e preguntarse si el eñor ve en nosotros ho1as, es decir,  pala)ras, propsitos, compromisos, programas, pero poco fruto, esto es, capacidad de llevar a otros a la fe, que en el fondo es el fruto, capacidad de convertir a otros, de

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análisis sobre el estado actual del cristianismo

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La crisis actual del cristianismo

 Las recientes investigaciones muestran que es necesario interpretar por qué el catolicismo

ha descendido un 20% en América Latina en los últimos 50 años, al mismo tiempo que ha

crecido proporcionalmente el pentecostalismo y la religiosidad a la carta.

La religin en occidente no desaparece con la seculari!acin, solo se trans"orma en sus

e#presiones y pr$cticas, y el llamado é#odo de catlicos hacia las iglesias evangélicas o

hacia la indi"erencia religiosa y el neopaganismo, requiere un serio an$lisis pastoral por 

 parte de las iglesias. &ara ello comparto algunos te#tos que pueden ayudarnos a pensar el

tema.

La higuera estéril

'l cardenal (artini, comentando la par$)ola de la higuera estéril en el evangelio según san

(ateo, escri)e en *+-

/osotros, como glesia, estamos viviendo un cierto momento de esterilidad grandes ho1as,

esto es, pala)ras, encuentros, congresos, resoluciones, reuniones, asam)leas largusimas,

 programas... 3y los "rutos4 eminarios vacos, noviciados vacos, iglesias vacas.

6uando comparamos las ho1as con los "rutos, nos viene la tentacin de pensar que tal ve!

era me1or cuando ha)a menos ho1as y m$s "rutos.

Al mirar a nuestro alrededor, no se puede menos de tener esta impresin de esterilidad,

aunque hay muchos signos de renovacin y no queremos hacer un 1uicio glo)al. &ero hay

una verdad en esta pala)ra mucha apariencia, muchas )onitas pala)ras, muchas co)erturas

$ureas casi no contienen nada7 muchos programas de renovacin se )asan so)re esos pocos

que se han quedado a hacer girar la rueda.

i miramos a nuestro alrededor, ciertamente esta situacin nos impresiona. &ero si la

aplicamos a nosotros, cada uno de)e preguntarse si el eñor ve en nosotros ho1as, es decir,

 pala)ras, propsitos, compromisos, programas, pero poco fruto, esto es, capacidad de

llevar a otros a la fe, que en el fondo es el fruto, capacidad de convertir a otros, de

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comunicar el amor de Dios, de hacerlo vivir... Aqu naturalmente tenemos que

 preguntarnos, no solo so)re los "rutos, que el eñor en su )ondad nos permite recoger, sino

so)re la relacin entre ho1as y "rutos, entre lo que podramos hacer y lo que en realidad

somos en toda la vida.

No presuponer la fe que no existe 

'l &apa 8enedicto 9: en su visita a &ortugal ;20*0< a"irm A menudo nos preocupamos

a"anosamente por las consecuencias sociales, culturales y polticas de la "e, dando por 

descontado que esta "e e#ista, lo que por desgracia es cada ve! menos realista. e ha puesto

una con"ian!a e#cesiva en las estructuras y en los programas eclesiales, en la distri)ucin

de poderes y "unciones7 pero 3qué suceder$ si la sal se vuelve sosa4 &ara que esto nosuceda, es necesario anunciar de nuevo con vigor y alegra el acontecimiento de la muerte y

resurreccin de 6risto, cora!n del cristianismo, "undamento y apoyo de nuestra "e, palanca

 poderosa de nuestras certe!as, viento impetuoso que )arre todo miedo e indecisin, toda

duda y c$lculo humano... 's necesario que esta "e se convierta en vida en cada uno de

nosotros.

 Incapacidad misionera

 'n su tra)a1o so)re la transmisin de la "e en la sociedad contempor$nea ;200<, =uan

(artn :elasco escri)i >(uchos que decimos estar consagrados a las tareas del ?eino de

@ios, estamos dedicados a asegurar la pervivencia de las estructuras eclesiales Llevamos

dos o tres décadas proclamando que es la hora de la evangeli!acin, pero todo se queda

en ros de pala)ras y discursos porque somos incapaces de ponernos a nosotros mismos

en estado de evangeli!acin.

Bal ve! tengamos que reconocer que nuestras comunidades no transmiten porque no tienenqué transmitir, o, me1or, porque no somos de verdad cristianos, no vivimos como tales, no

constituimos la semilla, la levadura, la lu!, la sal que el 'vangelio nos invita a ser, y que, en

la medida en que lo son, y por el solo hecho de serlo, germinan, "ermentan, iluminan y

sa!onan. 's decir, que tal ve! la "alta de renovacin generacional que padece el

cristianismo se de)a en )uena medida a la "alta de renovacin interior, espiritual la

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renovacin procedente del 'spritu de @ios, de las generaciones encargadas de la

transmisinC.

Hambre de Dios

'ncontramos muy actuales las pala)ras del telogo inglés 6harles @avis, citados por ?alph

(artn en *+D* >Ee encontrado un sentido de vaco, pero 1untamente con ello un pro"undo

anhelo de @ios... Fyen de la nueva liturgia, del nuevo lugar del laico en la glesia, de la

colegialidad, de la glesia y el mundo, de miles de nuevas ideas e#citantes. Guedan

de)idamente impresionados. 3Guién sin em)argo les ha)lar$ simplemente de @ios como de

una persona ntimamente conocida, logrando que la realidad de @ios y su presencia tome

vida nuevamente en ellos4

 /osotros sa)emos tanto de religin, la glesia y la teologa, pero nos encontramos con las

manos vacas e incmodos al en"rentarnos con la mera ham)re de @ios. ...aunque no lo

sepan reclaman santidad en nosotros. Antaño se requeran santos para renovar la glesia.

(ientras m$s incesante sea nuestra actividad por la actuali!acin de la glesia, menos

necesidad hay de con"rontarnos con la realidad de @ios en nuestras propias vidas. Ahora,

 pasado el 6oncilio, m$s nos valdra preguntarnos 3acaso todas nuestras parroquias,

asociaciones, snodos, talleres, con"erencias, los de)idos sistemas de procesamiento,

 programas de medios múltiples de educacin religiosa, las "inan!as diocesanas

computari!adas y pu)licadas... est$n produciendo una glesia moderna o una po)re

imitacin del mundo moderno4C

Demasiada moralina y poca experiencia interior

'l socilogo =osé (ara (ardones escri)a en *+++, en su li)ro ¿A dónde va la religión?.../o hemos sa)ido hacer las cosas. Eemos cado en el acartonamiento ritual, sacramental

y catequético7 hemos vaciado la religin de misterio con tanta morali!acin y tanta rutina.

Los espritus deseosos de encontrarse con @ios han encontrado ideologas progresistas o

conservadoras, pero no e#periencia interior7 por eso se han marchado por otros caminos, a

veces disparatados.

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l gris pragmatismo eclesial que desgasta la fe

'l documento de Aparecida en el nH *2, dice lo siguiente /o resistira a los em)ates del

tiempo una "e catlica reducida a )aga1e, a elenco de algunas normas y prohi)iciones, a

 pr$cticas de devocin "ragmentadas, a adhesiones selectivas y parciales de las verdades de

la "e, a una participacin ocasional en algunos sacramentos, a la repeticin de principios

doctrinales, a moralismos )landos o crispados que no convierten la vida de los )auti!ados.

 /uestra mayor amena!a es el gris pragmatismo de la vida cotidiana de la glesia en el cual

aparentemente todo procede con normalidad, pero en realidad la "e se va desgastando y

degenerando en me!quindadC.

l sue!o de "rancisco

I el &apa Jrancisco en Evangelii Gaudium revela su sueño >Eay estructuras eclesiales que

 pueden llegar a condicionar un dinamismo evangeli!ador, igualmente las )uenas estructuras

sirven cuando hay vida que las anima, las sostiene y las 1u!ga. in vida nueva y auténtico

espritu evangélico, sin "idelidad de la glesia a la propia vocacin, cualquier estructura

nueva se corrompe en poco tiempoC ;2-<.

>ueño con una opcin misionera capa! de trans"ormarlo todo, para que las costum)res, los

estilos, los horarios, el lengua1e y toda estructura eclesial se convierta en un cauce para la

evangeli!acin del mundo actual m$s que para la autopreservacinC ;2D<.