La construcción de los consensos energéticos

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LA CONSTRUCCIÓN DE LOS CONSENSOS ENERGÉTICOS La política para salir de la crisis. Una respuesta a Jorge Lapeña. (especial para el CARI) Ester Fandiño Este artículo fue inspirado en el excelente documento en el que Jorge Lapeña analiza la increíble transferencia de recursos de los consumidores a favor de las empresas petroleras a partir de los subsidios decididos por el Estado a favor de la producción de Petróleo. En la Introducción, el articulista señala que los cuestionados “subsidios” son, genéricamente, “una costosa ficción” para que las carencias de años anteriores no sean notadas por la población. Se refiere concretamente tanto a las políticas de los 90s como a la “gestión desastrosa de los últimos 12 años”. Con un rigor casi científico debo recordar que esta cronología olvida el estado del Sector Energético de fines de los 80s –aun con su excedencia de gas- y el breve pero grave interregno del gobierno de la Alianza de diciembre99 a diciembre01. Me interesa dar esta discusión por cuanto la ausencia actual de “la política” en el discurso de los candidatos con posibilidades en las próximas elecciones, se debe en mi opinión a tratar de `superar en silencio` este disenso conceptual que lleva a tratar de disimular que muchas soluciones a aplicar, como lo hace el mundo que nos rodea, deben ser tomadas de las reglas debatidas y sancionadas en 1991. También por eso, me interesa cuestionar la tradicional descalificación que naturalizamos al respecto, en el marco de la batalla cultural perdida. Este paper tiene por objeto, entonces, identificar un punto crítico de nuestras divergencias para superarlo mediante el debate y, si fuera necesario, la negociación explícita de normas específicas que articulen consensos prácticos. Mi visión de la crisis Sectorial

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La construccin de los Consensos Energticos

La poltica para salir de la crisis. Una respuesta a Jorge Lapea. (especial para el CARI)

Ester Fandio

Este artculo fue inspirado en el excelente documento en el que Jorge Lapea analiza la increble transferencia de recursos de los consumidores a favor de las empresas petroleras a partir de los subsidios decididos por el Estado a favor de la produccin de Petrleo. En la Introduccin, el articulista seala que los cuestionados subsidios son, genricamente, una costosa ficcin para que las carencias de aos anteriores no sean notadas por la poblacin. Se refiere concretamente tanto a las polticas de los 90s como a la gestin desastrosa de los ltimos 12 aos.

Con un rigor casi cientfico debo recordar que esta cronologa olvida el estado del Sector Energtico de fines de los 80s aun con su excedencia de gas- y el breve pero grave interregno del gobierno de la Alianza de diciembre99 a diciembre01. Me interesa dar esta discusin por cuanto la ausencia actual de la poltica en el discurso de los candidatos con posibilidades en las prximas elecciones, se debe en mi opinin a tratar de `superar en silencio` este disenso conceptual que lleva a tratar de disimular que muchas soluciones a aplicar, como lo hace el mundo que nos rodea, deben ser tomadas de las reglas debatidas y sancionadas en 1991. Tambin por eso, me interesa cuestionar la tradicional descalificacin que naturalizamos al respecto, en el marco de la batalla cultural perdida.

Este paper tiene por objeto, entonces, identificar un punto crtico de nuestras divergencias para superarlo mediante el debate y, si fuera necesario, la negociacin explcita de normas especficas que articulen consensos prcticos.

Mi visin de la crisis Sectorial

Sin nimo de ninguna justificacin me referir a tres de las carencias que el gobierno democrtico de 1989 enfrentaba al momento de su asuncin:

La crisis de la moneda (resuelta dos aos despus con la convertibilidad)

La crisis de los servicios pblicos (todos recordamos 1989)

La crisis del Estado para resolver ambas (recordemos que, adems, el Subsector Elctrico demor dos aos ms con un Proyecto oficial de Empresa Federal de Energa que no pudo concretar)

Dentro del Sector Energtico y en la dcada de los 80s el Gobierno haba alumbrado un meritorio Plan Energtico 1986/2000 identificando su fuente de financiamiento, que incluan los fondos especficos del sector que en magnitudes tericas se presupuestaban como u$s 1000 MM cada ao para financiar la expansin. Las empresas eran del Estado Accionista (todas con sus balances auditados y en legal forma) y la realidad mostraba la costosa ficcin de que el sector elctrico ineficiente se manejaba integrado en lo operativo-financiero bajo la mirada de la SE (Ello significaba que los ingresos a SEGBA se distribuan aguas arriba acumulando el endeudamiento en la empresa Gas del Estado e YPF, afectando fuertemente su desarrollo).

Respecto de SEGBA, a sus prdidas (tcnicas y no tcnicas de energa) sumaba algunos indicadores: 1) No poda auto-financiar su expansin, 2) El Activo ms Relevante de su Balance era el mtico Defecto de Beneficio suerte de crdito contra el Estado concesionario que nunca contabiliz una contrapartida por este concepto- y 3) Como emblema del absurdo, la categora profesional ms numerosa en la empresa era la de Mdico, sin duda vinculada a la excelente obra social para sus empleados. En sntesis: tarifas insuficientes a pesar de dos ajustes formidables del 700% cada uno en 1988 y 1989-, infraestructura deficiente, expansin energtica sin financiamiento y costosas ficciones para ir sobrellevando el servicio.

Nos sacudi la crisis que vino de la macro-economa en marzo de 1991 y un nuevo enfoque que poda ayudar a superar el abastecimiento elctrico y que ya era exitoso en Chile, por ejemplo, para lo elctrico. La abundancia de gas y el autoabastecimiento de petrleo se dieron un nuevo ordenamiento tanto en el up-stream como en el down-stream. Sigo estando a favor de la integracin y el intercambio de energa con los pases vecinos.

No voy a reiterar mi opinin de los aciertos de lo decidido y cmo se gestion durante los aos 90s, en el marco del paradigma de la energa abundante y barata que dominaba el momento. Es conocida mi crtica a la venta de porcentajes superiores de las acciones que estaban en manos del Estado (clase B en las elctricas) a favor de los operadores y accionistas incumbentes a partir de 1994/95 y por necesidades de la macro, nuevamente.

El Estado que administr al Sector Elctrico fue eficiente, eficaz y transparente y hasta aplic las mayores multas a favor de los consumidores. La tarifa elctrica baj, la calidad mejor y mucho de lo que quedaba por hacer en el sector elctrico de distribucin iba a ser discutido en la revisin tarifaria interrumpida en 2001.

El Gobierno de la Alianza (1999) inici su gestin cuestionando polticamente el pasado, con pocas modificaciones pero debilitando la institucionalidad (pej. el ajuste por el RPI-X de los mrgenes de las tarifas de las Distribuidoras de luz y gas).

Nuevamente la crisis de la macro en el ao 2001 se impuso al orden de precios y tarifas del sector energtico y un nuevo escenario de precios internacionales de los hidrocarburos complet la tarea del desequilibrio. La poltica que se instala a partir del ao 2003 ya haba tomado nota de cmo se encuentra restringido su poder si las empresas empiezan a manejarse en el marco de contratos y reglas y menor injerencia de su discrecionalidad. (Sin obviarlas, otras motivaciones rozan lo penalmente juzgable).

Reconfigurando el diagnstico de cmo llegamos al presente y como seguimos:

Puede el plexo normativo de la Reforma de los 90s ser la causa de la crisis de hoy? Cual era la situacin objetiva al inicio del 2003?

Los contratos resultaron insuficientes o fue la discrecionalidad dejada al Gobierno por las leyes marco la principal causa del estado de cosas?

Volveremos al rearmar SEGBA o Ay EE? Qu haremos con ENARSA?

Funcionaron las instituciones: ENRE, ENARGAS, CAMMESA, las Cmaras empresarias creadas por las Leyes Marco?

Cunto debiera modificarse el enfoque de formacin de precios en escenarios de inestabilidad como los de la dcada?

Qu debiera hacerse con los contratos existentes? Con las normas de rango inferior mediante las cules la SE avanz por sobre las Leyes?

Revisaremos la competitividad de los agentes que participan en el Sector?

Respetaremos el federalismo constitucional para la organizacin del sector energtico en sus distintos segmentos?

Cmo incentivar la migracin tecnolgica de las empresas de red en el marco de los actuales contratos? Qu viene a decirnos la tecnologa? Cmo aportaremos a la adaptacin al Cambio Climtico?

Concluyendo: Y tratando de retomar la respuesta a la opinin inicialmente referida, me interesa sealar que la causa de la crisis es ms diversa y compleja, (si bien imputable esencialmente al gobierno kirchnerista). Por eso, las polticas pblicas del Sector Energtico tienen que ser parte sustancial del Acuerdo de Gobernabilidad futuro; sin descalificaciones ideolgicas ni tentaciones hegemnicas.

Considero que la crisis actual que enfrentamos se parece peligrosamente al pasado que describ: escasez, desinversin, retraso tarifario. Mi opinin es que usaremos muchos de los recursos vigentes en la institucionalidad y los plexos normativos de la dcada del 90. Que para la transicin ello nos ahorrar un tiempo valioso antes de la instalacin del nuevo Parlamento.

No convendr ser fundacionales una vez ms!

San Isidro, 23 de julio de 2015