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La conservación y la autenticidadTanto la filosofía como la metodología adoptadas para laconservación de la arquitectura del MovimientoModerno, en principio, no deberían diferir con respectoa las utilizadas en obras de períodos anteriores. Sinembargo, algunas de las intervenciones realizadas sobreobras del GATCPAC, en particular, y numerosas intervenciones sobre obras del Movimiento Moderno engeneral, cuestionan radicalmente los principios fundamentales de la conservación -mínima intervención,máxima retención de la fábrica original, conservación dela obra tal y como fue encontrada, reversibilidad de lasintervenciones realizadas, descartar cualquier trabajo dereconstrucción-. De hecho, en la restauración delMovimiento Moderno, se asume la pérdida de autenticidadmaterial.

Esto está directamente relacionado con las condicio-nes técnicas y tecnológicas en que se realizaron estasobras: uso de materiales sin el suficiente conocimientode su rendimiento y durabilidad; empleo de materiales

La conservación de las obras del GATCPAC y su autenticidadParadojas y contradicciones en los criterios de intervención en obras del Movimiento Moderno

Martín CapelutoArquitecto. Departamento de Construcción - UPC

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…los Argonautas, a quienes los dioses habían ordenado com-pletar su largo viaje sin cambiar su barco -el Argo- a pesarde ser conscientes de su gradual deterioro. En el curso del viajelos argonautas fueron reemplazando cada una de las piezas dela embarcación, de tal modo que acabaron con un barco com-pletamente nuevo sin tener que alterar ni su nombre ni suforma. 1

Fachada Norte del Dispensario Antituberculoso en construcción.

tradicionales pero de diferentes maneras o en combina-ción con nuevos materiales para lograr una nueva expre-sión plástica; falta de conocimiento de los mejores deta-lles para el uso de estos materiales; rápida caducidad delos programas funcionales -a veces por su condiciónexperimental-; arquitectura diseñada y construida inten-cionadamente para una ciclo de vida corto; el rápido des-arrollo de nuevos materiales y también su rápida sustitu-ción a lo largo del siglo XX.

Igualmente existen otros condicionantes que, sin serparticulares de este tipo de restauración, plantean dificul-tades para el éxito de éstas intervenciones: cambios en lanormativa, en los estándares de confort, en las situacio-nes sociopolíticas; actuaciones inadecuadas que acelera-ron el deterioro de la obra; cambios en el entorno queafectaron a la comprensión del emplazamiento y el dise-ño originales; altos costes de mantenimiento y repara-ción, etc.

Pero dada su relativa novedad el peor lastre con elque se cuenta hoy es la falta de experiencia en restaura-ción de obras del Movimiento Moderno, de conocimien-to sobre los materiales modernos, de sistemas de reparacióna largo plazo y su rendimiento en el tiempo. Y más graveaún, la falta de claridad conceptual en algunas interven-ciones, teniendo en cuenta que una intervención inade-cuada hoy puede acelerar el proceso de deterioro de laobra o llegar a poner en juego su integridad en el futuro.

Las intervenciones en la Casa Bloc y el DispensarioAntituberculoso, y la reconstrucción del Pabellón de laRepública nos sirven como reflejo de una serie de pro-blemas comunes relacionados con la conservación de laarquitectura del Movimiento Moderno. La finalidad delanálisis no es la de emitir un juicio de valor sobre lasintervenciones realizadas sino encontrar líneas que pue-dan aportar conocimiento sobre el tema y a través de lasexperiencias ilustrar los problemas específicos que plan-tea la conservación de este tipo de arquitectura.

Arquitectura frág il y autenticidad materialEl uso extensivo de nuevos materiales que se encontra-ban aún en su fase primaria de desarrollo -tales como lastelas asfálticas, los betunes, las pinturas, el hormigónarmado, el acero laminado (utilizado en estructuras por-ticadas), el corcho aglomerado, los aislantes térmicos, loshormigones ligeros, los ladrillos de vidrio, etc.-, juntocon el exceso de confianza en la nueva tecnología llevóa estos arquitectos, en muchas ocasiones, a diseñar deta-lles al límite de las posibilidades de los materiales, sin elsuficiente conocimiento de los mejores métodos de usoni de su rendimiento y durabilidad. A pesar de la volun-tad de innovación tecnológica, las posibilidades de crearpiezas arquitectónicas con sistemas constructivos total-mente industrializados o prefabricados obedecían más auna posición teórica que a una realidad constructiva. Enespecial en la España de los años 30, las posibilidades se

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limitaban a la combinación de sistemas constructivostradicionales con sistemas industrializados y prefabrica-dos, o bien a la adaptación de materiales tradicionales anuevos detalles para lograr una nueva expresión plástica.Al mismo tiempo, las nuevas exigencias formales y com-positivas acarrearon la pérdida de elementos constructi-vos tradicionales con funciones que contribuían a laestanqueidad; canalones, aleros, cornisas, impostas, etc.

Todo ello trajo como consecuencia importantes pér-didas materiales, que imposibilitan preservar la autentici-dad a través de la conservación de los materiales origina-les de la obra. Por ejemplo, a raíz de la construcción delensanche de Barcelona, aparecieron nuevas exigenciasconstructivas que llevaron a la degradación del concep-to del detalle de la azotea catalana tradicional. Si bien elGATCPAC se esforzó por diseñar una solución perfec-cionada, utilizando las nuevas telas asfálticas, no se alcan-zó un detalle de una durabilidad suficientemente con-trastada. La aplicación de esta nueva solución en elDispensario Antituberculoso, además de la falta de unmantenimiento adecuado a lo largo de los años, contri-buyó al deterioro irreversible de la cubierta. En 1982 -fecha de la primera intervención para restaurar el edificio- los perfiles de la estructura se hallaban oxidadosy habían producido roturas que los movimientos térmi-cos habían incrementado.2 Lo cual obligó a la demolicióny posterior reconstrucción, optándose por un detallesimilar al original, aunque mejorando su rendimiento.Además, para reparar y proteger la estructura metálica,especialmente los nudos, estos debieron dejarse al descubier-to, eliminando el hormigón vertido in situ que los recubría.3

Otra circunstancia que ha ocasionado pérdidas en lamaterialidad original del Dispensario ha sido el uso deun sistema constructivo heterogéneo con ausencia dejuntas que absorbieran los movimientos diferenciales.Esto fue lo que sucedió en la fachada Sur, donde lospaños de fachada entre los elementos estructurales semacizaron con elementos constructivos de dimensiones

1.- Rosalind Krauss, La originalidad de la vanguardia y otros mitos modernos. 2.- Mannino, Edgardo; Paricio, Ignacio, J.L.Sert: Construcción y Arquitectura, Editorial GustavoGili, Barcelona, 1983.3.- Fort, Josep Maria, "El Dispensario Antituberculoso de Sert. Recuperación de un ejemplo para-digmático de la modernidad catalana", Restauración de la Arquitectura Moderna, "XXII Cursillosobre la Intervención en el Patrimonio Arquitectónico", Barcelona, 1999.4.- Mannino, Edgardo; Paricio, Ignacio, J.L.Sert: Construcción y Arquitectura, Editorial GustavoGili, Barcelona, 1983.

En obras. Pabellón Español de la exposición Internacional de París (1937)

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muy rígidas: grandes elementos de carpintería conmarcos metálicos de perfiles en frío, grandes piezas pre-fabricadas de piedra artificial o la suma de ladrillos devidrio de producción industrial que no admitían modifi-cación de sus dimensiones en obra. Las imperfeccionesdel montaje en obra, se disimularon con el vertido dehormigón in situ que cubría los perfiles verticales. Comoconsecuencia se produjeron movimientos térmicos dife-renciales muy importantes que generaron la rotura de losladrillos de vidrio.4

Por otra parte, las carpinterías representan un puntoespecialmente conflictivo en las obras del MovimientoModerno en general, debido principalmente a los pro-blemas de estanqueidad derivados de su posición en lafachada- casi siempre en su cara externa-, y a su bajo ren-dimiento por causa de los puentes térmicos; así como asistemas de apertura experimentales que a menudo fra-casaban, a la utilización de grandes y frágiles superficiesde vidrio de escaso espesor, etc. Usualmente, las inter-venciones apuntan a mejorar el rendimiento térmico, laestanqueidad, la durabilidad de los paños de vidrio, y elfuncionamiento de los sistemas de apertura con el obje-tivo de reducir el mantenimiento. Los diferentes criteriosde intervención elegidos varían desde restaurar y mante-ner, o reproducir, el detalle original, -aumentando sumantenimiento-, pasando por mejorar el rendimientodel detalle original sin alterar su aspecto, hasta el extre-mo del reemplazo total- sin consideraciones sobre losmateriales, espesores, color o tipo de vidrios- ocasionan-do un gran impacto en el concepto original de la obra.En el Dispensario se conservaron y reprodujeron losmarcos de perfiles metálicos, adaptándolos para poderalbergar un vidrio doble. Mientras que en la Casa Bloc,el criterio fue el del reemplazo de las carpinterías origi-nales, por otras nuevas de aluminio.

La extinción de los materiales modernosEl rápido desarrollo de nuevos materiales y también su

rápida sustitución a lo largo del siglo XX, propició la dis-continuidad en la producción, y la extinción de muchasde las industrias originales. Esto representa un importan-te obstáculo a la hora de abordar la restauración, debidoa la falta de materiales "iguales" a los originales para elreemplazo en las intervenciones. Actualmente, enmuchas ocasiones, no hay más opción que suplirlos porotros con diferentes características. Las consecuenciasno son sólo los cambios en la apariencia, sino que estopuede llegar a influir en el rendimiento y funcionamien-to de los detalles.

El criterio general, tanto en las restauraciones delDispensario como en la de la Casa Bloc, ha sido el dereemplazar los materiales extinguidos, por otros, con-temporáneos a las intervenciones. Con ello se corre elriesgo de -a lo largo de las sucesivas e inevitables inter-venciones futuras- llegar a desvirtuar el concepto mate-rial original de estas obras. Por otra parte, paradójica-mente, se han realizado intervenciones en las que se haoptado por la reproducción artesanal de elementos cons-tructivos que en su origen habían sido producidos indus-trialmente, con el valor que este concepto representa enestas obras.

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El Dispensario Antituberculoso en 1943.

A su vez, cabe señalar que la restauración de la arqui-tectura basada en sistemas constructivos tradicionales -en tanto disciplina consolidada- ha logrado impulsar elrenacimiento de algunos oficios artesanales que habíandesaparecido o habían quedado fuera de la dinámicaeconómica de la construcción contemporánea, pero quehoy dan soporte a las intervenciones. Mientras que en laactualidad, para la restauración de obras del MovimientoModerno, nos hallamos ante la ausencia de una industriaespecífica. Si embargo, dada la difusión internacional delos sistemas constructivos y los materiales industrialescaracterísticos de este período, se han dado diversoscasos en que materiales extinguidos en un determinadopaís, aún continúan siendo producidos en otro. Siendoposible de este modo, obtener materiales con las mismascaracterísticas que los originales para su uso en trabajosde conservación.

Arquitectura desechable para la posteridadA pesar de estar bastante extendida la creencia de que laarquitectura moderna estaba concebida como una

5.- Cabe recordar que el pabellón fue concebido para albergar obras de arte con un sentido diná-mico, buscando ser un contrapunto a las exposiciones estáticas de los museos. Entre las prin-cipales obras expuestas estaban El español tiene un camino que conduce a una estrella, deAlberto; La fuente de mercurio, de Calder; La Montserrat, de Juli González; El pagès català enrevolució, de Miró; Cabeza de mujer y el Guernica, de Picasso; los carteles y fotomontajes deJosep Renaud; además de un sinfín de obras de autores diversos. Tal era la importancia de estecontenido que se llegó modificar la estructura -retirando un pilar de la trama estructural previs-ta- para permitir un mejor ángulo de visión del Guernica. En la nueva obra se tomó la decisiónde colocar ese pilar. Además de haber sabido de antemano que el destino del nuevo edificiosería otro, se tuvo que incluir un programa paralelo, que requirió notables modificaciones res-pecto del original. De modo que se creó una planta sótano para albergar los equipos de clima-tización, los sanitarios (originalmente dispuestos en planta baja), la maquinaria del montacargashidráulico y un pequeño almacén. Asimismo se adhirió un basamento, originalmente inexisten-te, para albergar las oficinas (aproximadamente 300 m2) de la empresa patrocinadora del nuevoproyecto.

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Pabellón Español de la Exposición Universal de París en 1937

arquitectura efímera, no en todos los casos es posible afir-marlo con total certeza. En el caso de los pabellonespara exposiciones, como el de la República, está clara sucondición perecedera. Prácticamente siempre terminanpor ser desmontados o derribados, aunque existenexcepciones en que se conservan y se restauran. Tantocuando se conservan, como cuando se realiza unareconstrucción con la intención de que la obra -concebi-da como provisional- perdure en el tiempo, se requierencambios materiales considerables para prolongar sudurabilidad. Ni en el caso de la Casa Bloc, concebidacomo prototipo de viviendas obreras, ni en el delDispensario Antituberculoso, está claro que fuesen pro-yectos concebidos con fecha de caducidad. No obstante,podría intuirse que los edificios sanitarios para la luchaantituberculosa -tipología propia de la época- estabanllamados a extinguirse junto con la erradicación de laenfermedad -prevista en el primer cuarto del siglo XX,en 30 ó 50 años-.

Sin embargo, más allá de especulaciones relativas a lavoluntad original sobre el ciclo de vida de estas obras, es

indiscutible que fueron construidas utilizando materialesy detalles de una durabilidad escasamente contrastada,condicionando su vida útil.

¿Desaparecida la función, muerto el edificio?A pesar de que la correspondencia directa entre la

forma y la función, dificulta la adaptación de estos edifi-cios a nuevos usos, para la reconversión del DispensarioAntituberculoso en Centro de Atención Primaria (CAP),no fue necesario realizar alteraciones espaciales o volu-métricas significativas para la adaptación al nuevo pro-grama. Sin embargo la afinidad funcional no pudo evitarque un espacio central en el concepto de este edificio, laazotea -donde se realizaba la helioterapia como trata-miento antituberculoso-, haya perdido completamentesu función.

En el caso del Pabellón de la República, la intenciónde reconstruir un edificio cuya función había caducado,impuso cambios funcionales que acarrearon considera-bles modificaciones formales, constructivas y espaciales.5

A veces, la función no cambia de un modo radical,sino que muta a lo largo del tiempo. Como en la CasaBloc, donde la función pervive pero los parámetrossociales que la definen, han cambiado. A lo largo de losaños tanto los cambios en los estándares de confortcomo las circunstancias sociopolíticas produjeron modi-ficaciones en el conjunto, que en el momento de afron-tar los trabajos de restauración se resolvieron aplicandodos criterios diferentes: se intentó volver al conceptooriginal de los espacios comunes, mientras los sufridospor las viviendas tendieron a consolidarse, a excepcióndel bloque de la calle Residencia.

Por otra parte, en la actualidad, se plantea una contra-dicción entre las huellas del tiempo y el concepto origi-nal del edificio. Cualquier signo del paso del tiempo seentiende como una degradación del concepto y la formaoriginales, y no como un valor positivo para la percep-ción actual del edificio. Pero más allá del dilema estéticosobre el valor de la pátina en estas obras, ésta represen-

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Pabellón Español

Reconstrucción del Pabellón de la República en Vall d'Hebrón, Barcelona.

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Casa Bloc. Dos criterios de restauración diferentes, a la izquierda, la consolidación del cierre de las terrazas; a la derecha, la recuperación de la morfología original.

ta una amenaza material para estos sistemas constructi-vos pudiendo poner en riesgo la integridad del edificio.

Otras aproximacionesEs necesario considerar entonces, que el concepto deconservación basado en la autenticidad material, no es elúnico que existe. Por ejemplo, a lo largo de la historia,los japoneses, han reconstruido sus perecederos templosreproduciendo la forma, transmitiendo las técnicas yconservando la tecnología, sin dudar de su autenticidad.Un concepto muy alejado del fetichismo por las reliquiasde la cultura occidental.

Sin embargo, la arquitectura del MovimientoModerno no solo es frágil, sino que actualmente se hanextinguido muchas de las industrias y modos de pro-ducción de los materiales originales, lo que dificultareproducir las técnicas o reemplazar la tecnología origi-nal, poniendo en peligro su conservación a largo plazo.

Asimismo, la proximidad cultural obstaculiza nuestraperspectiva histórica, dándonos una falsa sensación depotestad sobre estas obras, hasta el punto de cometer falsos históricos.

Teniendo en cuenta que la conservación es un proce-so, no un acto acabado en si mismo, y que lo que hoy notiene solución la podrá tener mañana, se plantea laurgencia de investigar sobre materiales y sistemas cons-tructivos del siglo XX, su deterioro, restauración yreproducción, así como de debatir sobre el concepto deautenticidad y los métodos idóneos para la conservacióndesde una perspectiva global, en la cual las prácticas seapoyen en la documentación y el análisis histórico.

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